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jueves, 12 de enero de 2023

Triunfo Arciniegas / El antiguo oficio de plagiar






Triunfo Arciniegas
EL ANTIGUO OFICIO DE PLAGIAR

Ambos textos son buenos y, aunque cercanos, tratan distintas temáticas. En el primero, “El diablo es puerco”, el personaje es el demonio del placer, y en el otro el monstruo del miedo. La madre figura como el tercer personaje en ambos textos. Otra coincidencia, aparte de la brevedad, es el narrador en primera persona.

La fuerza del texto, la singularidad del texto, reside en la última frase. Sin este remate es un texto como cualquier otro. Ambos textos tienen el mismo remate y no hay duda que uno se lo copió al otro.



“El monstruo de mi cuarto”, de Miguel Ángel López, de apenas quince años y natural de Medellín, un cuento publicado en noviembre de 2022, es demasiado bueno, demasiado perfecto, para tan breve edad. Se requiere un diestro manejo del lenguaje y del ritmo y de un sabio uso de la puntuación. ¿Hay mano ajena? ¿Qué tanto intervinieron los editores? Temo que la intervención se extiende, si no a todos, a la mayoría de los cuentos publicados. Tan impecables. Tal vez el agua de Medellín viene con ortografía, gramática y sintaxis incorporadas. Treinta años de magisterio en todos los niveles le enseñan a uno que la cosa no es así, tan perfecta. La literatura no es territorio de niños prodigios y un Rimbaud, si acaso, nace una vez cada cien años.

El texto de explicaciones que Miguel Ángel publicó en Twitter, por el contrario, carece de las virtudes del cuento: la redacción es torpe y hasta le falla la puntuación.



“El diablo es puerco” hace parte de Medellín en 100 palabras 2020 (se le adelantó por dos años al otro) y se identifica, aparte del título y la respectiva autora, Lesly Nataly Jácome Sánchez, una paisa de 25 años, con el número 1362. Este libro, publicado por Comfama y el Metro de Medellín en noviembre de 2020, es el número 119 de la colección Palabras Rodantes.

Así que estamos celebrando, como unos imbéciles, un pinche plagio.


Además, como si fuera poco, en ese mismo libro, Medellín en 100 palabras 2020, hay otro texto con la misma temática del texto de Miguel Ángel López, “El monstruo que no habitaba debajo de mi cama”, de Ana Sofía Posada Vélez, de 16 años y también de Medellín. 8814 es su número de identificación. En este breve texto el monstruo es el padre: “Su intención no era hacerme daño; él solamente quería pasar un rato conmigo y, por esto, entraba a mi cuarto”. El remate del cuento de Ana Sofía es extraordinario y, por suerte, “no se le ocurrió” a Miguel Ángel: “El tintineo de las llaves y el sonido de la puerta me hicieron saber que la historia volvía a empezar; mi padre ya estaba en casa”. Toda una novela de terror. A Stephen King se le hubiera escurrido la baba por estas líneas.


De manera que el joven escritor ya tiene dos deudas, y en un sólo libro.

Qué pesar con este muchacho. Tan joven y con esas mañas. Se une demasiado pronto a una lista de ilustres plagiadores como los españoles Camilo José Cela y Arturo Pérez-Reverte, el peruano Alfredo Bryce Echenique y el mexicano Sealtiel Alatriste. A los tres primeros prácticamente no les pasó nada. Cela se ganó el Premio Planeta, el más cotizado de nuestro idioma, con la novela que le robó a una profesora. Pérez-Reverte tuvo que pagar un dinero en un primer caso y, en un segundo, cuando plagió a la mexicana Verónica Murguía, apenas presentó unas lánguidas disculpas. Bryce Echenique, que más que humorista me parece un cínico, ha negado sus numeroso, obvios y descarados plagios, pero el repudio del gremio y el público es unánime. No lo invitan ni a tomar un café y temo que la gente ha dejado de leerlo. El jugoso premio que se ganó en México cuando estaba en el ojo del huracán, tuvieron que entregárselo en su casa, en Lima, casi a escondidas, porque no querían que su presencia desluciera la ceremonia más importante de la Feria del Libro de Guadalajara. En otras palabras, no lo querían ver. El plagio y sobre todo su arrogancia lo transformaron en un apestoso. Alatriste, por su parte, perdió un envidiable puesto en la Unam.

¿Qué harán ahora los organizadores del concurso? ¿Replantearán las bases? ¿Seguirán los editores acomodando los textos, es decir, falseándolos? ¿Alegarán que la edad disculpa los pecados? ¿Le echarán tierra, como suele hacerse en Colombia, o aclararán las cosas? Espero que no se comporten como los gatos.

En fin, citando el dicho que tan sabiamente Lesly Nataly aprovecha para titular su cuento, "el diablo es puerco, por eso tapa y destapa".

9 de enero de 2023

viernes, 20 de marzo de 2015

Sealtiel Alatriste se lava las manos

Sealtiel Alatriste
Sealtiel Alatriste se lava las manos

Sealtiel: el texto polémico, “responsabilidad de Pérez-Reverte”

El autor de La Reina del Sur insiste en que la historia se la contó Sealtiel Alatriste

La mexicana que acusa el plagio de su relato señala que el español la busca intimidar.
El escritor mexicano Sealtiel Alatriste afirmó que el único responsable del texto “Un chucho mejicano”, el cual presuntamente es resultado de un plagio de “Historia de Sami”, de Verónica Murguía, es el novelista español Arturo Pérez-Reverte, quien insiste que la historia se la contó él.

“Pérez-Reverte decidió, por cuenta propia y sin que yo tuviera nada que ver, escribir un artículo con la historia del perro de Verónica Murguía, y lo publicó en España. Si en ese artículo hay frases, situaciones, estilo narrativo, o lo que sea, que disgusten a Verónica Murguía, es asunto entre ella y Pérez Reverte”, señaló ayer en una carta enviada a La Razón.

El martes la escritora señaló que el texto de Pérez-Reverte incluido en el libro Perros e hijos de perra, incluía los mismos adjetivos y sustantivos. Sin embargo, él respondió que hablar de plagio era “una irresponsabilidad temeraria y un absurdo disparate”.

Sobre estas aseveraciones la autora de Nueve patas dijo en entrevista: “Considero que es una advertencia, me dice que es una irresponsabilidad temeraria y un absurdo disparate acusarlo de plagio cuando es demostrado por la opinión de académicos y escritores”.

Reiteró: “Yo no soy culpable de nada, yo escribí ese artículo y me sorprendió, no que contará la historia, sino que usara los mismos sustantivos y los mismos adjetivos, y exactamente los mismos recursos narrativos, como llamar al ‘perro un híbrido entre pastor alemán y zorrillo’. No digo que sea muy original pero tiene el sello de una escritura, que en este caso es la mía”.

Sin embargo, el autor de El puente de los asesinos insiste que Alatriste le contó la historia. “Yo empezaba señalando que la historia me la había contado Sealtiel Alatriste, recogía su versión oral con la mayor fidelidad que pude”, dijo.

La autora de “Historia de Sami”, afirmó que no se irá a tribunales y que lo único que quiere es que se retire el texto del libro y que el dinero se done a un albergue para perros callejeros.

“Yo creía que esto se iba a solucionar muy fácilmente, que iba a pedir una disculpa porque yo no quiero dinero, yo quería que se lo diera a Patitas Felices o algo así y que quitara el plagio del libro, eso era todo”.

Por su parte, Sealtiel Alatriste señaló: “El artículo que hace 18 años publicó Arturo Pérez-Reverte es responsabilidad de él, sólo de él y si Verónica Murguía o un medio de comunicación se sienten afectados, deberían acudir a Pérez-Reverte, y no a mí”, reiteró.

El martes pasado la autora de La loba, entregó a La Razón una copia de su texto original y se pudo constatar que el texto “Un chucho mejicano”, de Pérez-Reverte publicado el 15 de marzo de 1998 en El semanal, de España, incluye ideas completas.

martes, 17 de marzo de 2015

Verónica Murguía atribuye el plagio de un texto a Pérez-Reverte


Verónica Murguía atribuye 
el plagio de un texto a Pérez-Reverte

El narrador español arguye que esa historia la escribió como se la contó Sealtiel Alatriste


Las escritora mexicana precisa a La Jornada que no entablará acción legal contra el integrante de la Real Academia Española
La señora tiene mis disculpas, si eso ha sido así, pero que quede claro que yo cité la fuente, manifiesta el autor del libro Perros e hijos de perra
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No quiero dinero, sino una disculpa pública, que Pérez-Reverte retire el texto de su libro Perros e hijos de perra (Alfaguara) y si no lo hace, que done parte de las ganancias a un refugio de canes, afirma Verónica Murguía (en imagen de 2003), en entrevista con La JornadaFoto Luis Humberto González
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Sealtiel Alatriste, el 12 de septiembre de 2000, en el Teatro HelénicoFoto Cristina Rodríguez
Ericka Montaño Garfias
Periódico La Jornada
Martes 17 de marzo de 2015, p. 4
La escritora mexicana Verónica Murguía (DF, 1960) atribuye plagio al autor español Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) por el artículo Un chucho mejicano, que reproduce la historia de Sami, un perro callejero.
Pérez-Reverte lamenta la situación, ofrece disculpas a la escritora y subraya que esa historia la escribió tal y como se la contó el escritor Sealtiel Alatriste.
El artículo original se publicó el 10 de noviembre de 1997 en la revista quincenal El laberinto urbano, con el título: “Historia de Sami”, firmado por Verónica Murguía.
Meses después, el domingo 15 de marzo de 1998, Arturo Pérez-Reverte publicó en El Semanal el artículo Un chucho mejicano, que tiene la anécdota, narrada en el mismo orden cronológico, y frases completas idénticas a las del texto de Murguía.
Un chucho mejicano”, fue recogido en Perros e hijos de perra (Alfaguara), la obra más reciente de Pérez-Reverte, y fue hasta ahora, con la publicación del libro, que Murguía se dio cuenta del plagio.
Hay frases idénticas. La anécdota es idéntica, con la excepción de que yo la protagonicé con el pobre perro, que además dudo que haya visto (como lo menciona en el libro) porque murió poco tiempo después de haber escrito mi artículo, indica Verónica Murguía a La Jornada, y precisa que no entablará acción legal contra el integrante de la Real Academia Española.
“No quiero dinero ni voy a entablar una batalla legal con un hombre que es mucho más poderoso y rico que yo. No soy ni poderosa ni rica, pero por esas razones me parece de lo más horrible que alguien haga pasar un documento como suyo, cuando es una persona que tiene una carrera hecha y derecha y no necesita nada y le publican donde sea. Lo que quiero es una disculpa pública, que retire el texto del libro, y si no lo hace entonces que done una parte de las ganancias a un refugio de perros en México.
“Esa historia que plagió es una historia de amor con mi mascota, la llenó de pintoresquismos que no me gustan: el mariachi, el tequila y que ni siquiera dijo ‘ándale o híjole’ cuando lo llevamos al veterinario, o que parecía que fue con Villa a la toma de Zacatecas. México no es tierra denarcos, tequila y mariachi nada más; también es el México de la clase media que trata de rescatar un animal y que se une a su alrededor por compasión. Quisiera que me ofreciera una disculpa y que no confiara en Sealtiel Alatriste, quien nunca fue mi vecino, y que ya tiene una cola que le pisen larguísima”, en referencia a las acusaciones de plagio que en 2012 llevaron al entonces titular de la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México a dejar el cargo y renunciar al premio Xavier Villaurrutia que recién se le había concedido.
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Verónica Murguía y Sami Foto cortesía de la escritora
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Arturo Pérez-Reverte, en junio de 2000, durante una entrevista con este diarioFoto Archivo La Jornada
Querella en España
Pérez-Reverte, quien acaba de publicar el libro Hombres buenos, que estará disponible en México en unos días, también enfrentó una querella por plagio en España, del que fue exonerado en varias ocasiones, aunque finalmente tuvo que pagar una multa de 212 mil euros, cuando la Audiencia Provincial de Madrid aceptó un recurso de apelación de la parte demandante. El escritor en entrevista telefónica desde Madrid dijo a La Jornada que desconocía la existencia del texto de Verónica Murguía, aunque la escritora sí aparece en Un chucho mejicano.
“Desde el principio del texto digo que es una historia que me contó Sealtiel (Alatriste). Estuve con él en noviembre en México por lo de la Feria de Guadalajara y anduvimos por la ciudad de México. Ya no recuerdo, pero me llevó por el barrio y me dijo ‘mira en este barrio’, ‘el perro’, y ya no recuerdo si vi al perro o me lo describió tan bien que lo conté como él me lo contó. Si la historia estaba tomada, leída por Sealtiel en un relato, pues evidentemente me disculpo con la señora. Fue sorprendida mi buena fe.”
Subrayó que escribió lo que ocurrió con Sami tal como lo cito. Si realmente las frases son parecidas o idénticas Sealtiel fue quien me contó la historia, quizá tal como él la habría leído. No estoy acusando a Sealtiel.
‘‘No sé de ese perro más que lo que Sealtiel me contó, lo que él me dijo que había ocurrido en el barrio. Tampoco creo que me lo haya contado de mala fe, y después esa historia la conté yo.
Era una historia bonita que si hubiera sabido que había un artículo sobre eso lo habría citado. Es evidente que la señora tiene mis disculpas, si eso ha sido así, pero que quede claro que yo cité la fuente, lo primero que hago es decir que Sealtiel me contó la historia.
–Hay una parte donde dice que al conocer la historia le interesó ver al perro y lo describe como un esmirriado chucho blanco con manchas negras, a medio camino entre un zorrillo y un pastor alemán. Esas, entre otras, son palabras del texto de Verónica Murguía.
–Yo diría que creo que lo vimos. Mi recuerdo es ese, pero en este momento ya no puedo decirte si el recuerdo es de mi propio artículo, de lo que Sealtiel me describió, o que lo vimos. Recuerdo que había perros, vimos un perro en la calle y dijo: ese es el perro. Pero ahora a tanta distancia no sabría decirte.

http://www.jornada.unam.mx/2015/03/17/index.php?section=cultura&article=a04n1cul