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jueves, 30 de noviembre de 2023

Colombia en la Feria del Libro de Guadalajara

 



COLOMBIA EN LA FERIA DEL LIBRO DE GUADALAJARA


En el stand Colombia, el mejor de la Feria del Libro de Guadalajara, encuentran este título mío, Muertas de amor. Una tormentosa geografía del deseo.
Es cierto. Según cuenta en su muro nuestro ministro de Cultura Juan David Correa, que además fue mi editor, el stand Colombia acaba de ganar este reconocimiento.
Así que pasen y disfruten de sus tesoros. Aparte de García Márquez, placeres asegurados son Álvaro Mutis, Manuel Mejía Vallejo, Tomás González, Evelio Rosero, Harold Kremer, José Manuel Arango, Juan Manuel Roca, Piedad Bonnett, Darío Jaramillo Agudelo, Laura Restrepo, Raúl Gómez Jattin, Jaime Jaramillo Escobar, Alfredo Molano, Alberto Salcedo Ramos, Rosario Tijeras (Jorge Franco), El olvido que seremos (Héctor Abad Faciolince), Lo que no fue dicho (José Zuleta Ortiz), Cada oscura tumba (Octavio Escobar), Morada al sur (Aurelio Arturo), Corea, apuntes desde la cuerda floja (Andrés Felipe Solano), La perra (Pilar Quintana), Memoria por correspondencia (Emma Reyes), La casa grande (Álvaro Cepeda Samudio).
Doy fe por todos los mencionados.
29 de noviembre de 2023



jueves, 16 de noviembre de 2023

Triunfo Arciniegas / Setenta títulos / El dragón viejo

 



SETENTA TÍTULOS
EL DRAGÓN VIEJO

Con El dragón viejo alcanzo la bonita cifra de setenta libros publicados. La edición es de María Osorio, dueña y señora de Babel. El texto y las fotos son mías. Estoy doblemente emocionado. Había publicado fotos sueltas en revistas y libros, pero nunca había experimentado la dicha de un libro completo. "Un libro muy bien hecho", dijo mi hermano Jaime. Y esto sólo se consigue cuando coinciden por lo menos cuatro asuntos fundamentales: diseño, edición, ilustraciones y textos.






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Aquella primera vez me emocionó el viento y me sobrecogió la peladura de las montañas. Salpicada de iglesias, a menudo visitada por la niebla y la lluvia, Pamplona estaba en el fondo de una taza de montañas raspadas. Hasta los perros, muertos de indiferencia, se aburrían. Palomas hambrientas. Un ciego con la mano estirada. Señoras de negro. Un niño se me acercó y me preguntó de dónde venía. Quería saber cómo era mi pueblo y no acerté a explicarle. El niño sólo conocía a Pamplona, y Málaga era muy distinta, tibia y toda empedrada, atravesada por pájaros escandalosos. El niño, que nunca había salido de Pamplona, se aburrió pronto y se fue. No lo olvidaría en el resto de mi vida. Todavía recuerdo que me preguntó si mis zapatos eran nuevos. Le faltaba el meñique de la mano izquierda pero no me atreví a preguntar. "Me lo arrancó una bruja", dijo, cuando se dio cuenta de que no podía apartar la mirada.




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Estaba feliz con las revistas y ya no me importaba regresar a casa desde Pamplona cuando papá dijo que visitáramos al viejo Manuel, su maestro. No sabía de quién hablaba y por el camino me explicó algunas cosas. El viejo lo acogió en su casa después de una paliza de misia Candelaria, mi abuela, y le enseñó el oficio de la herrería mucho antes de que yo naciera. Papá con los costales y yo con el maletín, subimos por las gradas de una calle de tierra cruda, maltratada por los caminos del agua, entre perros malhumorados y niños con el ombligo al aire. Papá espantó una gallina que pretendía picotearme el maletín. "En diciembre te compro la bicicleta", dijo. Entonces vi las cometas, alborotadas y llenas de colores, y agosto entró a mis pulmones. Quise que los meses pasaran volando.

 


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Al anochecer, del fondo de la casa vino una muchacha negra, como recién bañada, descalza, que el viejo presentó como su mujer. Le palmoteó las nalgas, riéndose. "Soy un dragón viejo pero todavía boto candela", dijo, alborozado, y la negra nos enseñó el resplandor de sus dientes. Papá lo acusó de viejo sinvergüenza. Yo nunca había visto una negra tan bonita.

 


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Papá acostumbraba llevarme en sus viajes. Recuerdo la impaciencia, el cosquilleo de la noche anterior, mamá alistando la ropa, su cara enrojecida de soplar la plancha, el chisporroteo del carbón como el inicio de una fiesta que nadie festejaba. Quería dormir porque, al abrir los ojos un instante después, papá daba los últimos toques al bigote con unas tijeras de muñeca, y eran las cuatro de la mañana. Me vestía con la ropa de los domingos, me lavaba la cara casi a la manera de los gatos y me peinaba con los dedos. Álvaro y Adelaida, mis hermanos, seguían dormidos. A veces hablaban en sueños, y peor aún: Álvaro decía cualquier cosa y Adelaida le contestaba y se reían con ganas, hasta que mamá se levantaba y les daba un pellizco para que dejaran dormir.






martes, 4 de julio de 2023

Triunfo Arciniegas / La mujer del payaso / Video

 




Triunfo Arciniegas
Biografía

 LA MUJER 

DEL PAYASO


Era lo menos parecido a un entierro. Una parranda de locos fuera de carnaval. Arrastramos a medio mundo. Íbamos bailando, cantando, quemando pólvora, por calles polvorientas y destartaladas, de cantina en cantina. Coplas obscenas contaban la vida de Roberto. En algún momento tuvimos que devolvernos, aunque no recordábamos bien por dónde habíamos venido, porque alguien advirtió que se nos había olvidado el cajón. Entre tanto desorden, los de adelante pensamos que el cajón venía atrás, y los de atrás pensaron lo contrario. Ay, Roberto. ¿Se estaría despidiendo otra vez de las negras de La Malquerida?  
─Ni muerto deja las malas mañas ─dijo la viuda.

lunes, 3 de julio de 2023

Triunfo Arciniegas / Última estación en el infierno


Triunfo Arciniegas
Biografía

 ÚLTIMA ESTACIÓN 

EN EL INFIERNO


Venía de una larga herida, por casi una semana, para el placer de un hombre ajeno. En una ciudad revuelta y violenta, amasijo de historias y traiciones, sólo eran dos destinos que se cruzaban fugazmente en el territorio neutral de un hotel barato.

Triunfo Arciniegas / Última estación en el infierno / Video



Triunfo Arciniegas
Biografía

 ÚLTIMA ESTACIÓN 

EN EL INFIERNO

VIDEO
Fragmento


Venía de una larga herida, por casi una semana, para el placer de un hombre ajeno. En una ciudad revuelta y violenta, amasijo de historias y traiciones, sólo eran dos destinos que se cruzaban fugazmente en el territorio neutral de un hotel barato.
─¿Te imaginas? Tú y yo, viejos, en una casita de Copacabana. Qué locura.

domingo, 2 de julio de 2023

Triunfo Arciniegas / En la hamaca



Triunfo Arciniegas
Biografía

EN LA HAMACA


Le llevé la cerveza al patio y seguí con mis oficios.
─He tenido mala suerte ─dijo el hombre, Bernardino Alarrota, y la punta de su pie le dio nuevo impulso a la hamaca─. Las mujeres me pudrieron el corazón.

Triunfo Arciniegas / En la hamaca / Video



Triunfo Arciniegas
VIDEO
Fragmento

El hombre madrugó a tenderse en la hamaca como todos los días, y allí, adormilado, esperó a la mujer que le disparó tres tiros sin mediar palabra.

sábado, 1 de julio de 2023

Triunfo Arciniegas / La luna y la gardenia / Video 1

 



Triunfo Arciniegas
LA LUNA Y LA GARDENIA
VIDEO 1
Fragmento




Dormida, dice algo en otro idioma, se da vuelta. Enciendo un cigarro. Salgo al balcón, desnudo. Sólo nos vestimos para salir a comer. Traemos cosas, pan y vino, algunas frutas, para ahorrar salidas.

Estoy frente al jardín. Frente a un solar. Una selva en miniatura. Las plantas crecen a su antojo. O como si alguien las halara de los cabellos hacia el cielo. La luna les da ese toque mágico tan apreciado por los poetas. Al otro lado, después de un corredor, después de unas escaleras, después de una puerta de madera muy antigua, muy pesada, está la plaza de piedra que aún huele a sangre. En un solo día, hace siglo y medio, fusilaron a treinta hombres.

Es como una luna de miel. No es de miel la luna que me baña en el balcón. Nos odiamos. Nos hurgamos sin lástima, nos recorremos con la lengua untada de un rencor áspero que nos corta la respiración. La exaspero, la hiero, la descontrolo. Me golpea en el pecho y llora. Le hablo de mujeres, muchísimas mujeres, de sus perversiones, uso y abuso de la colección de frases de amor que conservo en la cabeza. La dejo llorar y luego la acaricio con fastidio y la consuelo. Todo es mentira, mi amor, sólo te amo a ti. La penetro una y otra vez. "Hazme lo que quieras", dice. Vuelve a dormir.

¿Con quién se divierte mientras duerme?

Lea el cuento completo aquí





Triunfo Arciniegas / La luna y la gardenia / Video 2



Triunfo Arciniegas
Video 2
Fragmento



Aún se percibe el olor de la sangre entre las piedras.

El viento arrastra el polvo del desierto hasta la plaza.

En el patio del hotel, según se dice, una mujer cosió a tiros a un hombre tendido en una hamaca. Su fantasma todavía fuma entre los naranjos. La brasa del tabaco se confunde con las luciérnagas.

De niño me enviaban por sangre al matadero municipal. "Ve por el pichón", decía mi madre. Aún me persigue el ojo desorbitado de la bestia recién acuchillada, maniatada, tendida sobre el piso mojado. La sangre, espumosa y brillante, se coagulaba con prontitud en la jarra. Una vez cocida, mi madre la mezclaba con el arroz, y comíamos nuestro manjar de pobres en silencio, casi siempre sin papá, que bebía hasta caer rendido en alguna cantina.

Se quedó mirando un niño que jugaba al trompo en la plaza durante una de las escasas pausas de la lluvia y dijo:

–Así soy: un trompo en tus manos.

Lea el cuento completo aquí






 

jueves, 1 de junio de 2023

Esteban Carlos Mejía / Morir de amor



 

Esteban Carlos Mejía

Morir de amor

19 de mayo de 2023


Mi amiga Isabel Barragán está tendida bocarriba bronceándose sobre una reposera junto a la piscina de su casa en El Poblado. Toples. Tanga como una seda dental. ¿No te parece que mi cuerpo es una grosería?, dice de repente y me señala la exquisita simetría de su figura. ¿Y tu marido?, pregunto antes de contestar. Está en la finca.

El esposo, Laureano, o sea, Nano, acá entre nos, es ganadero de nueva generación. ¿Mafioso? No. Estudió Zootecnia en Luisiana y sólo le importan las vaquitas: estabulación, inseminación artificial, engorde placentero. Bueno, a Isabel también la quiere…

Bajo el quitasol en donde encubro mi bochorno corporal hay una mesa de plástico con bebidas y mecato. También un libro: tiene una portada tan perturbadora como la misma Isabel. Se llama Muertas de amor, Tusquets Editores, y es la más reciente publicación de un autor con nombre y estilo de ganador, Triunfo Arciniegas. Ya lo leí, exclama Isabel y se reacomoda en la playera.

Son 22 cuentos o relatos, escritos o reescritos hace dos o tres décadas, una colección de ordalías de amor y deseo, hambre o sed de lujuria, dice sin vacilación. Y añade: Están narrados con una combinación de preciosismo y meticulosidad en la que sobresalen la inteligencia, el humor, el desparpajo y un erotismo abrasador, exquisito, perenne o, a la vez, fugaz. ¡Guau!, digo, descrestado con Isabel.

Emocionada, ella se incorpora y yo, gloria a Dios, disfruto su esplendor. No hace caso a mi avariciosa mirada de enamorado. Cada texto es mejor que el anterior, dice mientras se esparce bloqueador solar sobre los senos pluscuamperfectos. Cierto, balbuceo. Vuelvo a tragar saliva y digo no sin arrojo: Amoríos de jovencitas que se desviven por perder el virgo con hombres ya maduros, canas arriba, ganas abajo. El entierro de un payaso con una parranda descomunal en la que los dolientes olvidan el cajón con el muerto por andar bebiendo, tirando pólvora o follando. Crímenes de mujeres encoñadas que no vacilan en disparar cuatro, cinco o seis balazos contra sus amantes o examantes para librarse del despecho, la angustia del dolor o la pena del abandono.

Ahora la que dice ¡guau! es Isabel. Las historias transcurren entre Málaga y Pamplona, en los Santanderes, por carreteras tortuosas, páramos desolados o pueblitos viejos aún con el encanto del tren, y ríos o bosques para esconderse y descubrir la esclavitud del sexo.

Isabel va desgranando apartes del libro. Memorias del viaje de un niño con su padre herrero, ternuras reprimidas o desfogadas sin alardes, tirantes relaciones entre hombres de 40 años y muchachitas de 19, Melissa Walter, “semen y lágrimas”, “tristes animales del deseo”, látigos para “rugir de dicha”, “la muerte quema los recuerdos”, un listado de mujeres digno de Bukowski, boda y suicidio de un escritor paisa, el excelso delantal excelso.

No sin esfuerzo logro desentenderme de Isabel. Estas Muertas de amor es otro librazo de Arciniegas, Triunfo, pienso. Desde la reposera, Isabel me alcanza a leer la mente. ¡Mero golazo!, exclama y dichosa se voltea y voltea bajo la resolana.

Rabito: “De pronto se me ocurrió decirle:

—Tengo un conejo que quiero que veas.

Lo llevé de la mano al fondo del solar, más allá de la casa del perro que se nos murió de viejo, detrás del durazno. Me quité los calzones y me subí el vestido.

—Haz lo que quieras —dije”.

Triunfo Arciniegas. “Altagracia”, en Muertas de amor. Tusquets Editores, abril de 2023.

EL ESPECTADOR



sábado, 15 de abril de 2023

Triunfo Arciniegas y sus “Muertas de amor” /‘ ‘Podría decirse que habito las dos caras de la luna: la luminosa y la oscura’'

 

El autor malagueño se presentará durante este marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá / Triunfo Arciniegas
Triunfo Arciniegas

‘‘Podría decirse que habito las dos caras de la luna: la luminosa y la oscura’': el colombiano Triunfo Arciniegas y sus “Muertas de amor”

El escritor y traductor ya cuenta con una extensa obra que hoy por hoy acumula 68 libros, incluyendo su novedad editorial, compuesta por 22 historias que el autor escribió y reescribió durante casi dos décadas

Estefanía Trujillo
14 de abril de 2023

Triunfo Arciniegas es un imaginador, un bebedor de relámpagos, un enamorado del lenguaje que, asegura, toda la vida se ha dedicado con fervor a las palabras y a las historias, tanto como lector, como escritor.

Arciniegas es un escritor colombiano licenciado de la Universidad de Pamplona, se especializó en traducción de texto de la misma, y es Magister en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, con la tesis titulada La seducción de la escritura: apuntes personales sobre el proceso de la creación literaria. 

La timidez lo hizo solitario y la soledad lo hizo escritor. Sus primeros cinco hermanos y él nacieron en Málaga, Santander, pero luego su padre decidió que se fueran a vivir a Pamplona,  y en Málaga se quedó su abuela.

El escritor procuró remediar la ausencia de su abuelita con cartas, y esas cartas a la abuela lo convertirían finalmente en escritor. Si no tenía nada para contarle, se lo inventaba. Así comenzó ese oficio de contar mentiras que es la literatura.

— ¿Cuántos libros tiene a la fecha y cuántos más pensaría en publicar?

— Le cuento de los últimos. “Querida Lucy” es el número 66, un libro que he trabajado muchos años, tratando de hacer un diamante de un profundo dolor. “Esopo dijo que era el burro”, el número 67, es cosecha de pandemia y estreno para la Filbo 2023. Ambos para niños, por supuesto. Con “Muertas de amor” completo 68 libros publicados. No puedo decir cuántos libros más publicaré. Ojalá sean más de cien. Ojalá la vida me alcance. Por ahora, tengo unos cuantos guardados que esperan con ansia al editor.

— ¿Cuál es su género favorito para la creación literaria?

— Me va bien con el cuento. Raymond Carver es grandioso y sólo publicó cuentos. Cuentos y poemas. Pero nunca una novela. Chejov me importa como cuentista y no como dramaturgo. Maupassant es maravilloso como cuentista y aburrido como novelista. Rulfo es absolutamente genial en ambos campos. Lo mismo pasa con García MárquezAlice Munro es una cuentista grandiosa. Borges, el más grande de todos, nunca publicó una novela.

— ¿Y para la lectura?

— Diría que la novela. Por la continuidad. Por la fascinación que crean los personajes. Porque mientras se lee una novela hay una especie de convivencia. Si hablaramos en términos de Netflix, exagerando la nota, podría decirse que el cuento es una película, y la novela, una serie. En el siglo XIX, las novelas se publicaban por entregas, como series precisamente.

— ¿De qué va “Muertas de amor”?

— Son veintidós historias de personajes atormentados por el amor, el deseo, el dolor, la desesperanza. Historias crudas, duras, escritas con delicadeza, con el placer de la sintaxis. Le puedo adelantar unos asuntos: el gozoso entierro de un payaso, la disparatada boda que remata un encuentro de escritores de provincia en la frontera, la pasión de un fotógrafo por la dueña de un delantal, las noches y los días de una familia que se deshace como pan en el agua, la incertidumbre de un libro que se transforma en cada lectura, una mano abandonada en un bosque y la agonía de una muchacha embriagada por olor de hombre y la belleza de un conejo. Ahí van siete. Quedan quince.

— ¿Con qué fin publica este libro?

— He trabajado en este libro más de veinte años y ya es hora de darle cierre. Publicar es una manera de apartarse del libro. He tenido suerte: Tusquets ha hecho una edición preciosa. Y tengo la suerte de que Juan David Correa, el editor, haya escogido una fotografía mía para ilustrar la tapa.

Muertas de amor es la más reciente publicación literaria de Triunfo Arciniegas / Triunfo Arciniegas
Muertas de amor es la más reciente publicación literaria de Triunfo Arciniegas / Triunfo Arciniegas

— ¿Cómo hace para escribir exitosamente libros para niños y para adultos?

— Es curioso. Roald Dahl, a quien considero el mejor escritor de libros para niños del mundo entero, escribía cuentos magistrales para los adultos. Mis dos primeros libros no son para niños: El jardín del unicornio y otros lugares para hombres solos y Noticias de la niebla. También tengo un libro de poemas, Mujeres. Y una novela, Dulce animal de compañía.

Podría decirse que habito las dos caras de la luna: la luminosa y la oscura. Escribir para niños deja ciertos asuntos represados. Además, la sintaxis en la escritura para niños es simple y básica. Hay que recurrir a la narración lineal o los lectores se extravían. Así que quedan las ganas de retorcer el lenguaje y de navegar en aguas más oscuras y profundas.

— Octavio Escobar escribió: “El oficio literario no se improvisa, tampoco el empeño de conocer a las mujeres. Triunfo Arciniegas ha sabido perseverar en ambos propósitos”: ¿Cómo va con eso?

— Me va mejor con el oficio literario.

INFOBAE




jueves, 16 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / Muertas de amor / Festejo verbal

 



Triunfo Arciniegas


MUERTAS DE AMOR

FESTEJO VERBAL


Todas estamos muertas de amor.
Laura Benítez

***

El oficio literario no se improvisa, tampoco el empeño de conocer a las mujeres. Triunfo Arciniegas ha sabido perseverar en ambos propósitos.
Octavio Escobar

***

Entre otros asuntos, Muertas de amor nos narra el gozoso entierro de un payaso y la búsqueda infructuosa de un impenitente seductor, la inesperada boda de Olivio Cáceres al rematar un encuentro de escritores de provincia en la frontera y su misteriosa muerte unos meses después, los viajes a Lejanías, territorio de mujeres bellas y otros milagros, y las sorpresas de Numancia, donde los caballeros pierden la cabeza y las damiselas arrancan el corazón a los incautos. Además, la incertidumbre de un libro que se transforma en cada lectura y el consuelo de un hijo inventado para sostener el hilo de los días, el trágico destino de unos muchachos embelesados y humillados en los senderos de la locura y la sangre y la última estación de una pareja en una ciudad sumergida en el caos. Como sal en la herida, presenciamos la pasión desaforada de un fotógrafo por la dueña de un delantal y la resignación de un hombre tendido en una hamaca, los días y las noches de una familia que se deshace como pan en el agua y la agonía de una muchacha embriagada por olor de hombre y la belleza de un conejo, de otra que se entrega al domador por el espectáculo de un león viejo y una más que pierde la inocencia en medio del bosque y el misterio de una mano desmembrada.

En estas páginas, sobre todo, asistimos al ejercicio literario lleno de frescura y sobriedad: descripciones precisas, adjetivos necesarios, diálogos afiladísimos, toques de humor que matizan situaciones y una sólida concepción del género. Crudo en el tratamiento de las pasiones y despiadado con los personajes, el lenguaje de estas historias es una maquinaria, limpia y eficaz, que hiere las entrañas del monstruo y descifra la oscuridad de los cuartos olvidados.

Muertas de amor, disfrute carnal y al mismo tiempo festejo verbal, es el resultado de treinta años de una obsesión por la escritura y las pasiones salvajes.

miércoles, 15 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / Una frase




Triunfo Arciniegas
UNA FRASE

“Era como saber los pecados de la mujer amada, cuando el hombre maldice pero no renuncia y reacomoda con dolor sus principios porque sabe que sin ella la vida es imposible.”

Me costó lágrimas esta frase. Una frase metida entre tantas otras. Tal vez alguien la subraye. Tal vez, en el propio ritmo de la narración, pase desapercibida.

Esta cita, toda esta página, hace parte de “La casa de las lunas”, un cuento sobre un libro que cambia con cada lector y cada lectura. En el fondo, sucede con todos libros: nunca leemos el mismo libro, como nunca nos bañamos en el mismo río, es decir, ya no somos los mismos de la vez pasada y las aguas tampoco. En Lejanías, cuatro muchachos leen una novela y uno de ellos queda fascinado por la protagonista, una tal Melissa Walter, y ahí arranca la trama.

Es una de las veintidós historias de Muertas de amor el libro que publicará Tusquets a finales de marzo, con una fotografía mía en la tapa: una pierna. No entiendan mal: la pierna no es mía (las ventas se irían al carajo) sino la foto.

Esta página se publica tal cual (101), pero sin el título, agregado con mi propia letra para la foto: con el desesperado propósito de resolver el misterio, el narrador acude al traductor de la novela, Raimundo Humberto Fonseca, reimundo, rey inmundo, un borracho sin ilusiones, expulsado del magisterio por recorrer desnudo los pasillos de Universidad.

Hoy, que es un día tan especial para mí, hicimos la última revisión de las pruebas: sobraba un punto antes de una pregunta en alguna página, faltaba una “y” en otra, y habían olvidado el número de página del sumario. Detalles. Pero se trata de que no se nos pase nada.

26 de febrero de 2023




martes, 14 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / Marzo y muertas de amor

 




Triunfo Arciniegas


MARZO Y MUERTAS DE AMOR




Marzo llega con libro, como enero (Querida Lucy, cuya tapa les debo) y febrero (Esopo dijo que era el burro, en la maravillosa Cataplum).

Quien no ama un año así. Pero no hay que confundir el ritmo de publicación con el ritmo de escritura. Querida Lucy fue escrito en dos tandas: la primera en los años noventa y la segunda en los dos mil. 

Esopo dijo que era el burro es cosecha de pandemia. Un encargo de la directora de Cataplum, María Fernanda Paz Castillo.

Muertas de amor se cerró entre 2004 y 2005. Es decir, para esa fecha, y producto de los quince años anteriores, ya estaba escrita la totalidad de las historias: veintidós. No he dejado de trabajar en este libro desde entonces. Tengo cincuenta versiones empastadas en mis archivos.

En 2007, con nueve historias y bajo el título de Mujeres muertas de amor, gané el Premio Nacional de Cuento Jorge Gaitán Durán. Las bases limitaban el paginaje. Más adelante, para la colección Palabras Rodantes, que se distribuye de manera gratuita en el metro de Medellín, se editaron diez ejemplares de Cinco muertas de amor. No había tierra para más. Las otras diecisiete se quedaron esperando el entierro. La selección y el prólogo estuvieron a cargo Luis Fernando Macías Zuluaga.  

En 2019, otro amigo, Juan Diego Mejía Mejía, seleccionó ocho de estas muertas para la colección Debajo de las estrellas, de Eafit, la universidad paisa. El libro, que recogía algunas páginas de otros dos títulos míos, Noticias de la niebla y El jardín del unicornio y otros lugares para hombres solos, se llamó simple y llanamente Cuentos.

De manera que hasta ahora, en Tusquets, otro de los sellos de Planeta, se edita Muertas de amor completo, con todas sus muertas: veintidós. Y casi trescientas páginas. La foto de la tapa es mía. No me conviene decirles el nombre de la dueña de las piernas. Esa publicidad podría perjudicarme. La otra foto, donde poco me veo, también es mía. A estas alturas uno ya no está para mostrarse.

Laura Melisa Benítez y yo revisamos las pruebas una y otra vez, hasta el hastío. En estos días el libro entra a la imprenta y llegará a las librerías a finales de marzo o principios de abril. Para entonces, damas y caballeros, rompan la alcancía: tengo gatos que mantener. En la FILBO se hará el lanzamiento, por supuesto. Considérense invitados.

Y todo esto, finalmente, para que tengan idea de cómo y con cuánta terquedad se trabaja un libro. 

1 de marzo de 2023