Hace muchos años que estuve en este pueblecito aislado de la sierra de Madrid. No deja de sorprender que tan cerca de la gran urbe encontremos este conjunto arquitectónico tan bien conservado que parece te remontas a 100 años atrás.

Pasear por allí tranquilamente por sus calles, para ver lo que te vas encontrando o entablar conversación con los lugareños, es muy recomendable.

En la entrada al pueblo te indican donde y como, que complicadito, aparcar. Tarde 15 minutos, sin exagerar en volver al punto de partida después de dejar el coche. Pero merece tanto la pena…. Es normal que tenga tantas visitas.

Para comer os recomiendo el restaurante El Poleo.

Tienen dos salas, una de comida más elaborada y otra más rustica. En esta última, tienes también una terraza.

En la anterior, es muy coqueta y tiene chimenea, estando integrado en el Hotel el Tiempo Perdido, muy sugerente. Perderse en patones es muy romántico.

En los alrededores tienes un riachuelo, puente y explanada que te permite estirar las piernas y que baje la buena comida.

Desde el pueblo hacen senderismo guiado según descubrimos en un cartel.

En la entrada al pueblo venden unas casitas artesanales con chimenea incorporada, muy chulas. Pones incienso …

La información que tiene Wikipedia de Patones http://es.wikipedia.org/wiki/Patones

Un paraíso apartado de todo donde se comen unas migas … ummmm.!! jeje