Los seis actores de Imperial Kikiristan —altos, blancos, vestidos de chaquetilla amarilla y zapatos negros de punta larga— echaron mano de sus millas recorridas para atraer público a un escenario al aire libre castigado por el sol de las tres de la tarde.
Tomaron sus instrumentos de viento y desfilaron por las calles adyacentes al Parque La Chica, despertando la curiosidad de los vecinos y los visitantes.
El teatro callejero se nutre del azar, de la inventiva. Pocas veces las funciones de una obra se parecen entre sí: hay demasiados factores que inciden en el montaje. El pito de un carro, un aguacero, la falta de cooperación del público y un sinfín de elementos pueden echar a perder una velada.
La experiencia dota a los artistas itinerantes de herramientas para plantarle cara a los imprevistos. Esto lo saben muy bien los invitados a la primera edición del Festival Artes de la Calle, en Santa Fe de Antioquia.
El público cedió al encanto de la música carnavalesca y al carisma de los actores. Con pocas palabras en español pero con muchos ademanes lograron atraer a un público compuesto por niños y turistas.
Y así salvaron una función y pudieron contar la historia de los curiosos instrumentos y costumbres de Kikiristan, un país al borde de la imaginación, que cumple también el cometido de reflejar las fiestas y el color local de los pueblos franceses.
A pesar del corto tiempo —al final debieron detener la función en la mitad— la tropa hizo reír a los asistentes y sembró en ellos la certeza de la grandeza del mundo. En la información oficial de la obra, el grupo formula una pregunta sobre los límites y matices de la nacionalidad: “¿Qué pasaría si, sin saberlo, nuestros seis apátridas estuvieran enviando un espejo a la sociedad francesa al confrontarla con sus propias realidades?”.
Esa es otra de las características del teatro callejero: emplea las herramientas del espectáculo para filtrar dudas y reflexiones sobre los discursos cotidianos.
Con un sol benévolo y un público atento, llegaron al escenario las actrices de La Tropa del Eclipse, un colectivo peruano que mezcla en sus obras los ingredientes del circo con los del teatro.
En esta ocasión presentaron ¿Frufrú?, un montaje en el que Kazza y Masha buscan entre el público a un personaje que parece haberse evaporado. Sin emitir palabras pero con mucha música grabada, las payasas involucran a la gente en una historia sobre la presencia y el peso de los desaparecidos.
A lo largo de la acción, la gente se ríe de los tropiezos y las ocurrencias de las actrices. Sin embargo, el cierre da un giro a la trama al formular preguntas a la audiencia.
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Algo más de la agenda
Teatro: El cuco - Circo Alboroto (Argentina)
Lugar: Parque La Chinca
Cuándo: Domingo 9 de octubre, a las 4:00 p. m.
La llegada de les hijes, un terremoto que reacomoda el alma. ¿Qué será de mí ahora? Subyace en los cuatro personajes, ya conocidos, de Circo Alboroto, que intentan seguir siendo y haciendo lo que ellos creían que eran. Entrada libre.
Recorrido: Antioquia camina sus calles
Lugar: Casa Comfama Santa Fe de Antioquia
Cuándo: Domingo 9 de octubre, a las 5:00 p. m.
Un recorrido por Santa Fe de Antioquia. Entrada libre con inscripción previa (clic aquí).