Toma de Perspectiva y TOM
Toma de Perspectiva y TOM
Toma de Perspectiva y TOM
María Jesús Martín García*, Inmaculada Gómez-Becerra*, Mapy Chávez-Brown**, Douglas Greer***
Módulo innato: El desarrollo, o la falta de un módulo Niveles de información: Acorde a las investigaciones de la
innato y especializado de representación y conocimiento teoría de la mente, Howlin y cols. conceptúan las habi-
(21). Así, para saber que alguien puede estar pensando lidades de toma de perspectiva, el conocimiento de
algo concreto, el niño necesitaría representar la actitud falsas creencias y el engaño en términos de niveles de
mental del agente hacia la proposición. En este senti- conocimiento de los estados de información (similar a
do, Leslie sugiere que, para que se dé el proceso de los recursos informáticos o de input) referidos a uno
tomar perspectiva, ha de producirse un decoupling como mismo y a los otros (42). A su vez, estas habilidades
mecanismo innato (50). También observa que los ni- requieren el desarrollo progresivo y consecutivo en
ños autistas no participan espontáneamente en un jue- niveles de complejidad cognitiva, que van desde la
go de ficción, un proceso temprano en el desarrollo toma de una perspectiva visual simple hasta el conoci-
normal. En consecuencia los autistas tendrían dificul- miento de falsas creencias y, por último, el nivel de
tades para formar metarrepresentaciones, lo que les información más complejo que supone el engaño.
impediría comprender el juego de ficción o simbóli- Interacciones interpersonales: Pese a lo indicado, hay auto-
co, por lo que se quedarían con representaciones pri- res (52, 53, 73) que aportan (o suman) datos que apun-
marias (del mundo real). Igualmente, la metarrepre- tan a la naturaleza social de la capacidad de tomar pers-
sentación sería fundamental para reconocer e interpre- pectiva, y dan especial importancia a las interacciones
tar las emociones (28, 38, 39, 62). entre padres e hijos.
Integración de contextos: Además, se reconoce la necesi- En cualquier caso y a la luz de la variabilidad indicada,
dad de melorar los recursos informáticos para la ex- la teoría de la mente resulta controvertida para delimitar
presión de la teoría de la mente, aunque no para su la naturaleza, génesis y evolución de la capacidad de
desarrollo (21). tomar perspectiva, fundamentalmente por el hecho de
Por otro lado, se considera que el niño ha debido que esta falta de capacidad se manifiesta también en
generar la capacidad de ignorar información percep- niños con retraso en el desarrollo -en especial del len-
tual sobresaliente o figurativa (43) e integrar simultá- guaje y la cognición, no exclusivamente autismo- lo que
neamente varios contextos (22). En este sentido, se apela la ha puesto en tela de juicio (12, 30, 32, 56, 78-81).
a relaciones entre aspectos de las estructuras concep-
tuales como la percepción y el conocimiento (77).
METARREPRESENTACIÓN, FUNCIÓN EJECUTIVA Y/O
Atención compartida: Otros autores han considerado que FUNDAMENTOS BIOLÓGICOS
la capacidad de atención compartida o autónoma, tam-
bién llamada atención conjunta, es precursora de las Finalmente, los orígenes de la teoría de la mente han
conversaciones y puede estar en la base de la teoría de sido ubicados en torno a la función ejecutiva y a la
la mente (38). De hecho, en el autismo se han encon- coherencia central y se han relacionado con posibles
trado déficits en este tipo de atención, por lo que se lesiones o alteraciones cerebrales (7). Sin embargo, al-
hipotetiza que está en la base del fallo en ponerse en el gunos autores consideran que el proceso de coheren-
lugar de otro (69). Además, se indica que, cuando los cia central puede ser relativamente independiente de la
niños autistas observan un objeto, comprueban en teoría de la mente (24).
menos ocasiones si el adulto está atento al mismo ob- Adicionalmente, si se toman en cuenta los fundamentos
jeto o suceso que ellos miran, mientras que los niños neurológicos de la toma de perspectiva, se considera que los
“normales” comienzan, alrededor de 12-13 meses, a niños autistas tienen déficits prefrontales, que explicarían
señalar objetos y a mirar a la persona a la que intentan las dificultades en la función ejecutiva (61, 82). De aquí
dirigir la atención (13). Sin embargo, Baron-Cohen ya que las investigaciones más actuales del equipo de Ba-
argumentaba que los déficits en atención y los fallos en ron-Cohen giren en torno a detectar las lesiones o défi-
la teoría de la mente no son coincidentes y proponía cits neurológicos existentes u otros cambios orgánicos;