Cultural10 02 2024
Cultural10 02 2024
Cultural10 02 2024
7ČƫāĀƫƫƫƫĂĀĂąƫ
ĮĤ
De izquierda a derecha,
el actor Hovik,
el escritor Juan Gmez-
Jurado y la actriz
Vicky Luengo
El mejor espaol
del siglo XX ƫ ƫęĚƫƫ ƫƫ
POR LUIS MARêA ANSON 1ƫ!/, ƫ/%#1!ƫ(1$* +ƫ0+ /ƫ(/ƫ)¦*/ƫ !/ !ƫ(+/ƫ0!(!2%/+.!/ƫ.#!*0%*+/Čƫ
MIEMBRO DE LA RAE
/+ƫ!*ƫ1*ƫę(++,Ěƫ*(#h/%+ƫ+*0.ƫ(ƫ ! !*%ƫ5ƫ(ƫ%*&1/0%%
H
e tomado el pulso a textos de Ortega
D
y Gasset y de Valle-Incln, de Garca urante los ltimos aos de su vida, mi madre dento Ðlo haba entrenado el mismo maestro belga
Lorca y Octavio Paz, pero al final me haca invariablemente un alto en los queha- que les haba enseado el arte del florete a Douglas
he quedado con Borges y su Hombre ceres domsticos de media maana para ver Fairbanks, Errol Flynn y Tyron PowerÐ se sorpren-
de la esquina rosada para subrayar el mejor idio- los trepidantes captulos de aquel mismo ÔZorroÕ que di de ser una celebridad absoluta en el culo del mun-
ma espaol del siglo XX. Son docenas los auto- Disney lanz en 1957. No era la nica: distintas en- do. Volvi varias veces, mont espectculos y final-
res que competiran en un torneo sobre la cali- cuestas determinaron hace muy poco que el altsi- mente se divorci en Los çngeles y se afinc en la Ar-
dad del espaol en la pasada centuria. Y las pre- mo ÔratingÕ de esa serie antigua Ðrepetida una y otra gentina. Viva en el barrio de Recoleta y gustaba tomar
ferencias se diversificaran. He hecho yo mi vez por dcadasÐ se explica gracias a un vasto pbli- caf en La Biela, donde Borges y Bioy Casares pasa-
eleccin y, conforme a lo que he publicado rei- co de Çadultos mayoresÈ: ÇEstablecen un vnculo de ban las tardes y donde hoy se los recuerda con una
teradas veces, asombra leer la prosa de Borges: nostalgia que los lleva a un tiempo donde se sentan mesa y dos esculturas. Guy Williams adoraba ese bar
El vientre de la Lujanera es una plaza soleada y mejorÈ, asegur el productor tradicional, era hijo de sicilia-
sus pechos dos iglesias donde oficia la sangre Axel Kuschevatzky. Los progra- nos Ðse apellidaba, en realidad,
sus misterios paralelos. Francisco Real, el Co- madores intentan una explica- CatalanoÐ y estuvo a punto de
rralero, trajeado de negro y la chalina baya, en- cin plausible para un fenme- lograr que le produjeran una
tra enhiesto en la taberna e injuria con toda su no ininterrumpido desde los pelcula del Zorro a filmar en
boca aindiada a Rosendo Jurez, el Pegador, en- aos 60, que sigue derrotando las pampas y para vender en
tre los respingos del hembraje y los bolaceros. a cualquier programa moder- toda Hispanoamrica. El pro-
Pero Rosendo se arruga ante el hombre de fue- no que le ponen delante y que yecto naufrag, pero Williams
ra y rehye enfrentarse al balaquero, ni siquie- despierta campaas de indig- no quiso irse de Buenos Aires,
ra cuando la Lujanera, con la crencha a la espal- nacin popular toda vez que e incluso se ofreci como vo-
da, se va a su hombre y le entrega el cuchillo, la osan cancelarlo. La obra nun- luntario para manejar una am-
vaina al aire. ÇDe asco, no te carneoÈ dice Real, ca parece envejecer: est roda- bulancia Ðno tena edad para
al ver que Rosendo permanece con el rabo en- da de un modo clsico, sin ex- pelearÐ en las islas Malvinas,
tre las piernas, l erecto. As es que fuese el fo- perimentaciones, y tiene una El ÔZorroÕ de Guy Williams cuando se desat el cruento
rastero con la Lujanera, mientras se escucha la extraa manera de conservar conflicto del Atlntico Sur.
milonga Çlinda al udo de la nocheÈ. Luego, el su estilo de poca dentro de una inalterable burbuja A Guy le dola mucho la ingenuidad de los argen-
otro hombre, el de la esquina rosada, a quien el de tiempo. Por otra parte, las hazaas de Diego de la tinos: crean que Estados Unidos los ayudara, y l
Corralero atropell con desdn al entrar en la Vega no pertenecen al mundo Marvel: no es un su- saba que eso era imposible. En la localidad de San
taberna, se fue a l en el secreto de la noche, sac perhroe, sino un hroe terrenal, astuto, gil y de bri- Andrs de Giles hay una placa de los veteranos de
su cuchillo filoso, le desafi a lo macho y lo san- llante esgrima, que defiende al pueblo de los abusos guerra en agradecimiento a los Çmiles de volunta-
gr hasta los visajes de la agona. Despus se de poder. rios que se ofrecieron a defender la soberana argen-
apret con la Lujanera de por vida en las som- Luego de encarnarlo y de pasar por ÔPerdidos en tina. En especial al ciudadano estadounidense, Guy
bras de la esquina rosada. el espacioÕ y por cinco captulos de ÔBonanzaÓ, Guy Williams, ÔEl ZorroÕ, por ofrecerse a luchar por nues-
Nadie ha mejorado en el siglo XX ni en la es- Williams entr en decadencia profesional: fue en- tra noble causaÈ. La placa lleva una Z dibujada en
critura ni en la calidad ni en el desgarro ni en el tonces cuando un periodista argentino lo contact una de las esquinas. Muri de un aneurisma cerebral
prodigio del idioma espaol, frindose en la sar- en California, le cont el furor que provocaba su per- en Recoleta, pero su espada sigue luchando todas las
tn, al Borges de Hombre de la esquina rosada. sonaje y lo contrat para que viniera a Buenos Aires maanas de la eternidad desde los televisores argen-
Conoc al escritor ya ciego en 1980, envuelto en a realizar algunas entrevistas y presentaciones. Una tinos, acaso en un ÔloopÕ analgsico contra la deca-
su Çtersa neblina luminosaÈ. Le hice una larga multitud lo esperaba en Ezeiza, y el espadachn irre- dencia y la injusticia.
entrevista que distribuy la agencia Efe a dos
centenares de peridicos. Me dijo que el prime-
ro de sus libros era ÔEl mundo como voluntad y
representacinÕ de Schopenhauer y, tras el velo ƫƫ JESòS GARCêA CALERO
de Maya, hay tambin en la obra de Borges in-
fluencias de Hume, de Nietzsche, de Bergson,
de Berkeley y de Fritz Mauthner.
7ƫƫ ƫ ƫƫ ƫ7
Pero no nos engaemos. Borges era, en s mis-
E
mo, la literatura, no una filosofa de vida. Su ag- l guion debera empezar: Chocolatera San Gins, interior, da. La escena ess ell encuentro
e de un au-
nosticismo se mueve entre las aporas de Zenn tor, el novelista de la serie ÔReina rojaÕ, con los actores protagonistas de la versin que ser estrena-
y el fulgor de la Biblia. Es la visin del universo da a finales de este mes. Jon Gutirrez y Antonia Scott, o Hovik Keuchkerian y Vicky Luengo han
de El Aleph, con sus historias de guerreros y cau- quedado con Juan Gmez-Jurado. Como ocurri con Henry en ÔLa rosa prpura del CairoÕ, mientras los es-
tivas, la bsqueda de Averroes, la casa de Aste- cuchamos queda claro que aqu alguien ha cruzado la dbil frontera de la pantalla, que es slo la de una
rin, la frgil Beatriz en el principio del xtasis, ficcin. Los personajes la atravesaron en busca de su autor, o ms bien viceversa, el autor se aventur para
las otras muertes, la escritura de Dios. Pero a encontrar a quienes pudieran encarnar a sus personajes imaginados. Charlan y bromean ante nosotros.
Borges, antes que nada, le importaba la palabra. Recuerdan ancdotas del rodaje y, como leern en el reportaje de Luca Cabanelas, se carcajean con la
Intent reducir la lrica a su elemento primor- confianza que tendran tres amigos, o tres hermanos en una fiesta. Nadie dira la responsabilidad que tie-
dial: la metfora. Fue su primera necesidad on- nen encima: uno de los estrenos ms importantes de este ao, una serie cien por cien espaola que ser
tolgica. ÇLa metfora es el honor de la metaf- la apuesta de Prime Video a la vez en todo el mundo. Otra frontera que ya ha quedado atrs, otra panta-
sicaÈ, escribi. Fue, en fin, un aticista desdeo- lla, otra ficcin. Hay nervios, por supuesto, pero los tres ya slo se divierten. Como si no fueran autor ni
so. Le dola Çla mujer en todo el cuerpoÈ, porque personajes, sino tan solo lectores que se asoman a la saga de estas novelas y que van dirigiendo su pel-
Çslo t eres, t, mi desventura y mi venturaÈ. cula en la imaginacin mientras pasan las pginas, sin problemas de presupuesto, de efectos especiales
Y se qued para siempre, en la esquina rosada ni de elenco. Porque detrs de los ojos el resultado fue, o ser, casi el mismo que detrs de las cmaras.
que nunca se atrevi a doblar.
DIRECTOR: JULIçN QUIRîS / DIRECTOR ABC CULTURAL: JESòS GARCêA CALERO ([email protected] / @caleroje).
JEFA ABC CULTURAL: LAURA REVUELTA ([email protected] / @laura_revuelta1). REDACCIîN: JAVIER DêAZ-GUARDIOLA ([email protected] / @jdguardiola).
DISEO: CRISTINA DE LA SERNA. PUBLICIDAD: M» JOS ZAPATERO ([email protected])
DIRECTORA GENERAL: ANA DELGADO GALçN. WEB www.abc.es/cultura/cultural. TWITTER @ABC_Cultural. D-L: M/41828/9.1.
Āą ƫ (ƫ/(0+ƫ !(ƫę/0.!)%*#Ěƫ)1* %(
imaginar fsicamente a su pro-
tagonista femenina, lo hicie-
ron por l desde redes sociales.
ÑDurante meses recib tuits
de gente que deca que yo era
Antonia Scott. Yo no me haba
ledo la novela y pensaba:
ÔÀQuin coo es Antonia
Scott?Õ Me puse a investigar y
un da encontr el Twitter [sic]
de Juan y le escrib: ÔTodo el
ƫ
mundo me dice que soy el per-
ƫ ƫ
sonaje de este libro tuyo, no lo
he ledo pero lo leerÕ. Y ah se
qued. Nunca lo le. Pasaron
ƫę
pezar los tuits y me lo compr.
Me acuerdo que me fui de gira
a un bolo de teatro y en un fin
ƫ
de semana me lo le y le escri-
ƫ
b: ÔLa gente realmente tena
un poco de razn. Hay algo que
creo que podra hacerlo yoÕ. Me
ĀĂąČƫ contest y me dijo: ÔÀMe das
L
evantar un coloso Suena una carcajada
como la serie ÔReina fuerte, profunda. Que
RojaÕ cuesta mucho para y vuelve, con ms
y a la vez muy poco. ganas. La risa de Hovik
Lo primero lo acre- ruge como una tormen-
ditan las ms de 200 personas, ta, a golpe de truenos.
las 24 semanas de rodaje y los Vicky re con l, sabe que
ms de 1.400 planos de efectos viene una diablura.
visuales necesarios para adap- ÑPero espera Ñinterrum-
tar la primera pata del univer- pe el protagonista, toman-
so superventas de Juan Gmez- do aireÑ, Àtodo esto ha
Jurado, con siete novelas que sido porque no ha dicho
son siete xitos. Tambin la ÔPues te vas a rerÕ? ÀPor eso
apuesta en firme de otro gigan- ha dicho que no lo recorda-
te, Prime Video, y su plan maes- ba correctamente? Es la
tro: estrenar, en 240 pases, el hostia tronco, es la hostia.
prximo 29 de febrero. ÇLa ima- Una pistola.
ginacin es muy caraÈ, senten- Tambin el escritor se re,
cia el escritor, que ha vendido con las manos tapando la
tres millones de ejemplares de Hovik y Vicky Luengo, junto boca, antes de terminar su
la saga. Lo segundo tiene una al director Koldo Serra en frase: ÇJusto esa maana
sencilla explicacin: los astros San Gins // PRIME VIDEO en este caso era cierto. Entre cuando Vicky me escribi nos
parecen haberse conjurado para ellos no hay impostura. Se pi- aprobaron contactar con ella.
que la ficcin llegue a buen chkerian y Vicky Luengo, los can, se agarran. Como si su eres un anormalÈ. A Juan no le No s si hay duende, pero lo
puerto. protagonistas de ÔReina RojaÕ amistad ya la hubiera escrito molesta, hasta insultndolo el que hay es serendipiaÈ.
ÇPor mucha ilusin que haya, antes incluso de saberlo. ÇA m el autor desde hace siete nove- actor resulta afable. ÇVais a cre-
la realidad es la realidad. Hay este seor, sin conocerlo de las. Y se ren, de s mismos y er que soy un poco mstica pero Apuesta espaola
que ver que al actor le interese nada, a travs de un amigo me de los otros. Sobre todo Hovik, hay cosas en la vida que noto En Prime Video la cosa va de
el proyecto, que coincida en regal la novela dedicada y po- que nada ms encontrarse en que sonÈ, reflexiona la actriz, (don) Juanes. Primero fue Ba-
tiempo y forma, que se alinee na: ÔHovik, te presento a Jon. San Gins, dispara una de las siempre cerca de Hovik. l yona, director de los dos prime-
con sus decisiones y con su pro- Espero que te gusteÕÈ, confiesa suyas: ÇEscribes muy bien pero coincide: ÇEstaba predestina- ros episodios de ÔEl seor de los
yecto vitalÈ, anticipa el autor, el actor. ÇHay veces cuando es- doÈ. Adems de actor y boxea- anillos: Los anillos de poderÕ y
mientras pasea por el centro de ts escribiendo que te puedes dor, el intrprete de 1,91 me- la persona que sent las bases
Madrid. Nunca antes tantas ca- fijar en alguien. No me suele pa- ĝ ƫƫƫ ƫ tros es poeta. del gran proyecto de la plata-
sualidades encajaron tan bien sar, pero en su caso sÈ, admite ƫƫ ƫ Pero lo estaba. Las cosas del forma el ao pasado; ahora, G-
juntas. Juan Gmez-Jurado se el escritor. ċƫƫƫ destino son as, que o no apa- mez-Jurado, la gran apuesta de
detiene frente al Pasadizo de Todos cuentan que este ro- recen o lo hacen juntas, como este 2024. Despus de vender
San Gins. En la chocolatera daje era distinto, y aunque sue-
ƫ ƫ ċƫ las piedrecitas en un camino. ms de tres millones de ejem-
apuran sus tazas Hovik Keu- ne a tpico, a clich, parece que ƫ ƫ7 Ğƫ Lo que no pens, incapaz de plares de la saga, los nmeros
ƫ
ABC CULTURAL Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 ĀĆ
Vicky Luengo, Juan Gmez-Jurado y Hovik, de paseo por la Plaza de Oriente // IGNACIO GIL
le avalan. ÇComo dicen los ame- ĝƫ ƫƫ pasen estos seis meses mire-
ricanos: ÔWhat are the odds?Õ. ƫƫ mos atrs y seamos un poqui-
ÀCules son las posibilidades, ƫgƫƫ to mejoresÈ. Y pidi silencio.
tronco, de que una novela como ÑEstbamos todos cogidos. Era
la de Juan la coja Prime Video,
ƫ ƫƫ ƫāĉċƫ algo solemne Ñre Luengo, ade-
la coja [la creadora] Amaya Mu- ƫ §Ğ lantndose a lo que viene.
ruzbal y diga, pues mi equipo ÑDe repente, aplausos. Todo el
ideal sera este, y que vayan mundo estaba metido en el via-
creando las piezas del puzle y le deja terminar y se arrima a je y este subnormal aplaudien-
(...) encima funcione. Y de re- su compaero, su ÇhermanoÈ. do Ñse carcajea el actor.
pente, joder, pones la serie y di- l, en su inmensidad, la abra- ÑEstaba a 20 metros, con mis
ces... ÔMuy guay. PepinacoÕÈ, re- za como hubiera hecho Jon Gu- hijos y mi mujer, solo haba es-
sume Hovik, a bocajarro, como tirrez con Antonia Scott en cuchado Ômi padreÕ. Estaba tan
su carcajada, de corsario. ÔReina RojaÕ. A veces, tambin, emocionadoÉ Mi hijo mayor
La explicacin quizs sea la mmesis es posible. me dijo: ÔPap, que ha dicho un
ms sencilla que buscarle las ÑHovik no protege a Vicky por- minuto de silencioÕ. ÁUy! Ñre.
costuras a los azares del uni- que Vicky se protege perfecta- ÑLo bonito es que su cara era
verso. Quizs, augura un romn- mente... Ñempieza el actor. de mxima ilusin. Estaba tan
tico Gmez-Jurado, sea porque ÑNo, pero s, tambin Ñmati- excitado como un nio a la no-
por encima de todo ÔReina RojaÕ, za Vicky Luengo. che de Reyes Ðle defiende ella.
y tambin el rodaje, fue una ÑÉpero si Vicky dice: ÔHovik, te No siempre fue as. Aunque
Çhistoria de amorÈ, y el nico necesitoÕ, Hovik ah est Ñcon- Gmez-Jurado como supervi-
requisito de la serie, revela, era tina l. sor de la serie supervisaba solo
contratar a Çbuenas personasÈ. ÑÀSabes cmo nos llamaba Kol- en la distancia, consigui enfa-
ÇVicky y yo hemos pasado por do [Serra, el director]? Hovicky dar a la actriz. ÇLa primera con-
rodajes complicados. Y este ha Ñsuelta la actriz. Y sonre. versacin que tuve con Amaya
sido cojonudo. Ha sido fcil. Que ÑHovicky al set Ñlo imita Ho- le dije: ÔHovik que diga lo que
no haya buen rollo, que no haya vik. Y todos ren con ganas. quiera y Vicky que lea lo que
buen ambiente, te condiciona Entre ancdotas y recuerdos, poneÕ. Eso no quera decir que
el trabajo. En lo que se refiere a Gmez-Jurado le sobreviene no tuviera confianza en Vicky
a este binomio (...), hostia, tena Çel ridculo ms espantosoÈ de para improvisar, todo lo con-
la ÔvibraÕ de que con Vicky iba su vida. Seala a Hovik: ÇFue trario, es actriz de teatro, le so-
a pasar lo que ha pasado. Her- por su culpaÈ, dice. El seala- bra, pero necesitbamos alguien
mandad. Y es una historia de do explica que, antes de empe- que fuera capaz de interpretar
amor. Hay piel, pero en el sen- zar el rodaje, dijo unas palabras: a Antonia con muchsimo
tido de respeto, de proteccin, ÇCuando acto, guardo mi si- pesoÉ Y un da Vicky salt y
de cario, de aqu estoy, de arro- lencio y me conecto con mi pa- dijo: ÔÀPor qu l cambia lo que
par, de calor. No hay sexoÈ, sos- dre, con gente, para crear fuer- quiere y yo no?ÕÈ, relata Gmez-
tiene el actor. Y lo mejor: tam- za. Vamos a hacerlo aqu. Sal- Jurado.
poco se echa menos. La actriz ga como salga, que cuando ÑPero es que encima
···
Āć ƫ (ƫ/(0+ƫ !(ƫę/0.!)%*#Ěƫ)1* %(
Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 ABC CULTURAL
ÀQ
uin era ese mis- sonajes influyentes, secreta-
terioso seor mente aliados de los nazis, que
Klein de la exce- le encomiendan difundir los
lente y trepidan- discursos del Reichstag nacio-
te novela ÔEl operador de ra- nalsocialista, entre otras ta-
dioÕ de la escritora alemana reas, como del FBI, para que
Ulla Lenze? Con mltiples opere como agente doble e in-
identidades, dependiendo del formante de todos los movi-
momento, desde la Segunda mientos y, ms que nada, de
Guerra Mundial y los aos de los sabotajes sobre objetivos
posguerra, recorriendo unas militares y fbricas de muni-
veces como Josef, otras como ciones, que se disponen a po-
Joe o Jos, Nueva York, Buenos ner en marcha una serie de
Aires, Costa Rica o la ciudad grupos violentos. Grupos nos-
en ruinas de Neuss en Alema- tlgicos y beligerantes que nun-
nia, a travs de esa casi inex- ca perdern la esperanza de
tricable maraa, Ulla Lenze presenciar un vuelco poltico,
(Mnchengladbach, 1973) de- incluso una vez acabada la gue-
cidira escribir una novela a rra.
mitad de camino entre la fic-
cin y la huellas dejadas por Una esperanza
su huidizo to abuelo Josef Kle- Utilizando, en una apasionan-
in, radioaficionado y trabaja- te trama de espionaje, traicin
dor en una imprenta en el mul- y prdida de la identidad, la fi-
ticultural Harlem de los aos gura de su to abuelo para su
de la guerra. Ulla Lenze (Mnchengladbach, Alemania, 1973) // ABC magnfica reconstruccin del
Estamos al final de los aos clima social y poltico en Esta-
treinta en Nueva York: la ciu- existen las ms pintorescas miles de asistentes enfurecidos Washington de Alemania y Eu- dos Unidos, Alemania y Argen-
dad, la otra orilla de una gue- alianzas: se dice que los japo- en el Madison Square Garden, ropa, humanista y constructor tina, durante el transcurso de
rra a punto de comenzar en Eu- neses vienen de çfrica y se les convocados por la Federacin de la pazÈ. Prudentemente, para la guerra y la posguerra, Ulla
ropa, est atrapada en las ms ve como aliados de los negros Germano Estadounidense, el la revolucin prxima a llegar, Lenze tambin recuperara la
violentas turbulencias. Cual- en Estados Unidos, a la vez que Partido Nazi de Estados Uni- segn muchos de ellos desean, imagen del hombre corriente,
quier ciudadano de origen ale- luchan contra el comunismo dos o los Patriotas de Park Ave- en vez de gritar ÇÁHeil Hitler!È pacfico, sin ideologas parti-
mn puede ser encerrado por de China. En esos mismos mo- nue. En las octavillas de propa- se aconseja sustituirlo por Çpri- culares, que se vera atrapado
un largo periodo de tiempo, a mentos, poco antes de ser de- ganda se recomienda utilizar mero salvemos a los Estados como muchos en el torbellino
la manera de un campo de de- clarada la guerra, los nazis y los la palabra Fhrer para referir- UnidosÈ. de la Historia. Requerido por
tencin del mundo libre, o movimientos ultranacionalis- se a Hitler, o bien Çel George Sin embargo, una vez inva- unos y por otros, atravesando
Çcampo de internamiento para tas que abogan por una Amri- dida Polonia, todo salta por los continentes, escapando una y
extranjeros enemigosÈ, en Ellis ca blanca, se mueven como pez aires y las facciones en el pas otra vez y siendo de nuevo tan
Island, que se convierte en el en el agua, a la luz del da, en el ƫ ƫ se comienzan a dividir clara- solo un expulsado, sin pape-
reverso de paz de los crueles pas de Roosevelt, que es trata- ƫƫ Čƫ mente en dos: los partidarios les, solo mantendra una espe-
campos de concentracin ale- do de judo, por el simple hecho §ƫƫg ƫƫ de la intervencin y los parti- ranza: volver a sus das de Har-
manes. de oponerse a Hitler. A comien- darios de mantenerse al mar- lem, a su estacin de radio y a
En medio de un caos racial, zos de 1939, los mtines prona-
ƫ ƫ ƫ gen. Cada vez ms, la intencin sus paseos con su perra Prin-
social e ideolgico nunca visto, zis y antisemitas congregan a ƫƫ7 ƫ de las autoridades ser Çmo- cess.
JORNADA MUNDIAL
DEL ENFERMO
«No conviene que el hombre esté solo.
Cuidar al enfermo cuidando las relaciones»
Popular 240 Estudios y Ensayos 246 Documentos 79
La infancia como
paraso inhabitado
ƫƫ./ƫ/1ƫ,.%)!.ƫ(%.+ƫ !ƫ.!(0+/Čƫ 1(%ƫ%!&+ƫ
,1(%ƫ/1ƫ,.%)!.ƫ*+2!(Čƫę (ƫ!/0.!((ĚČƫ!*ƫ
(ƫ-1!ƫ.!ƫ1*ƫ2+6ƫ5ƫ1*ƫ)1* +ƫ,.+,%+/
JULIA OLMO
ÇEn mi familia eran muy de morir en verano. El ltimo ha-
ba sido mi abuelo, que se desplom bajo la rama de un olmo
en los jardines, pero antes de l fue su padre, arrollado por
un tren en las fiestas de San Juan, y mucho antes su her-
manaÉÈ. As empieza ÔMala EstrellaÕ, la primera novela de
la escritora Julia Viejo, tras su divertidsimo y original li-
bro de relatos ÔEn la celda haba una lucirnagaÕ. Narrada
en primera persona a lo largo de un verano en el pueblo fa- Enrique Andrs Ruiz (Soria, 1961) // ABC
miliar, la novela cuenta la historia de Vera, una nia que
acaba de cumplir trece aos y que trata de enfrentarse a
los silencios que la rodean: el de su padre, con quien vive y
espera el juicio que puede acabar de romper la familia; el ƫƫ ƫƫ
ƫ
de su madre, encerrada en una casa de reposo que Vera lla-
ma Çel ColegioÈ, donde van a parar quienes se han conver-
tido en apestados para el resto del mundo; el que hay de-
trs del recuerdo de su abuelo, tan
admirado y a la vez que odiado en el
pueblo; y el de todo el mundo adulto
que la envuelve, al que mira con una
ƫƫ*.%-1!ƫ* .h/ƫ1%6ƫ$ƫ-1!.% +ƫ.!0.0.ƫ(ƫ!2+(1%¨*ƫ !ƫ,!./+ġ
mirada entre la inocencia, la curiosi- *&!/ƫ !ƫ(ƫ1.#1!/ƫ!/,¦+(Čƫ"1* )!*0()!*0!ƫ"!)!*%*+/
dad, la extraeza y la valenta.
D
necen con nosotros, del lado en sombras de las cosas, de lo esde que Camilo Jose- y el empresario Barreiros, po- lista y lo es cuando las acciones
que no podemos llegar a comprender del todo, de lo que lle- Cela escribi ÔLa col- da ser Vivi, separada de un mi- transcurren en Madrid. Tal de-
gan a ocupar algunas ausencias, y con ello, tambin del fin menaÕ son muchas las llonario de la alta burguesa y cisin parece querer universa-
de una poca, de la prdida de la inocencia, del paso del novelas que parten sus negocios inmobiliarios y lizar la idea de que los ambien-
tiempo, de la relacin entre la ficcin y la realidad, de la del trazado de un cuadro calei- desarrollistas en las costas ma- tes provincianos son iguales en
imaginacin como compaera de viaje. doscpico de decenas de per- laguea y valenciana. cualquier capital de provincia,
sonajes que pueden represen- Se va de una cosa a otra de- pero resulta a mi juicio el efec-
LA NOVELA DE VIEJO PODRêA HABER sido un ÔComing- tar la vida en un momento dado. masiado rpido, sin detenerse to contrario, pues obliga al lec-
of-ageÕ al uso, pero su gran baza procede de la capacidad Esta novela de Enrique Andrs un tiempo y sin ahondar en ello. tor a debatirse en una dualidad
de la escritora de crear un universo singular a travs de la Ruiz en vez de apresar un mo- entre lo real y lo simblico. Mi
voz y la mirada de su protagonista, una voz narradora que mento dado y un lugar, como pregunta es cmo puede un lec-
juega con la inocencia y la delicadeza propias de la niez y era en la novela de Cela el Ma- ƫƫƫ tor comprometerse con el su-
al tiempo el humor, la irona y la rebelda desde la que Vera drid de posguerra, ha querido ƫƫƫƫ ceder de los personajes de una
se enfrenta a la vida. Tambin de la sencillez y la verdad retratar la evolucin de una se- ƫ ƫ ƫƫ novela si el narrador no ha te-
desde la que es capaz de relatar sentimientos y emociones rie de personajes de burguesa nido ese compromiso, al pasar
profundas: ÇY el da se acab como se acaban las pocas, espaola, fundamentalmente
ƫ Čƫ ƫƫƫ sobre ellos de un modo casi
con un zumbido de abejas que se oye femeninos, a lo largo de todo el ƫƫ g behaviorista, en retazos.
cada vez ms bajo, y un fro que franquismo, en una especie de Para haber funcionado una
penetra cada vez ms den- representacin coral que sola- red de esta naturaleza habra
troÉÈ, dir en un pasaje mente en la segunda mitad de Hemos pasado mucho tiempo que haberse comprometido
conmovedor. Deudora de la trama parece desembocar en en la relacin de Dedi y Anto- con unos personajes que sus-
sus admiradas Matute, la vida amorosa de Dedi y An- nio, que vemos romperse des- citaran pasin (por adhesin
Laforet o Gloria Fuer- tonio, los dos personajes que pus de modo precipitado sin o rechazo). Apenas Dedi con-
tes, en ÔMala EstrellaÕ, concentran la mayor atencin. que medie o se diga mucho. sigue hacerlo, los dems, qui-
Julia Viejo sigue crean- Pero tal cosa ocurre despus de Considero que esta novela ha z demasiados, son puntos de
do un imaginario pro- pginas y pginas, aos y aos, pecado de ambicionar ir a mu- un dibujo cuyo programa de
pio desde una escritu- en que vemos desarrollarse en- chos sitios, sin que un centro evolucin histrica, desarro-
ra mgica y libre, capaz cuentros y conversaciones en- de inters pueda sostener su llado en casi treinta aos de
de enlazar la ficcin con tre mujeres de las que se sabe suceder cosas, conversaciones, toda una clase social, queda
la realidad. Una novela poco, apenas el nombre, ami- historias, que podan quiz va- deslavazado, falto de jerarqua
hermosa y conmovedora. gas que se dedican a estudiar, ler cada una de ellas si se hu- de inters.
Julia Viejo
!)+.%/ƫ
ABC CULTURAL Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 ĀĊ
Čƫ Čƫ §ċċċƫƫ
Cada uno por su lado de un pingino o a los ensayos
y Dios contra todosƫ de una pera), la ambicin de-
W. Herzog
Ĕgƫ ƫē
mencial de montar un Hamlet
Trad.: M. de catorce minutos de duracin
Bornas en las voces de esos ululantes
Blackie rematadores de ganado ÔMade
Books, 2024 in USAÕ o dirigir un filme sobre
pginas los primeros reyes de Francia
ÿeuros ƫ&+ƫ!(ƫ001(+ƫ !ƫę ƫ1*+ƫ,+.ƫ/1ƫ( +ƫ5ƫ%+/ƫ+*0.ƫ0+ +/ĚČƫ!.6+#ƫ21!(2!ƫ con Mike Tyson como protago-
ƫ+*0.ƫ(+ƫ-1!ƫ/%!),.!ƫ+*0¨ċƫ +ƫ-1!ƫ2%2%¨ƫ,.ƫ+*0.(+ƫ)8/ƫ+ƫƫ nista pero, tambin, la epifana
)!*+/ƫ !ƫ"+.)ƫ2!( ƫ!*ƫ"%()!/ƫ,.+0#+*%6 +/ƫ,+.ƫ/!.!/ƫ)0%+/ sensorial-mental y casi prous-
tiana provocada por una naran-
RODRIGO FRESçN ja de hospital o sus disquisicio-
H
ombre de afirmacio- nes casi zen sobre el arte de or-
nes rotundas, Wer- dear vacas. Y, claro, todo suena
ner Herzog declar: y se lee como algo casi demen-
ÇYo he sido un escri- cial e improbable hasta que se
tor desde el principio. Y me pa- visiona ese documental sobre
rece algo importante de acla- l mismo en el que alguien,
rar: las pelculas son mi viaje y mientras la cmara filma, le dis-
la escritura es mi hogar. As, ya para con un rifle de aire com-
llevo cuarenta aos predican- primido y a l le parece lo ms
do a odos sordos el que mis li- normal del mundo y no pide
bros sobrevivirn a todas mis que se corte la escena porque,
pelculas... No existe nadie que claro, es una gran escena y nada
escriba como yo escriboÈ. importa ms que eso.
Y, s, es una afirmacin dis-
cutible; pero poco y nada cues- Misterios
ta convenir que su diario de via- El mejor defecto que se le pue-
je a pie desde Mnich a Pars de atribuir a ÔCada uno por su
para as salvar a su maestra Lo- lado...Õ es tambin el mejor elo-
tte Eisner (ÕCaminar sobre el gio: alcanzada la ltima pgi-
hieloÕ, con su convencimiento na, mucho ha sido filmado pero
de que Çel mundo slo se mues-
tra a aquellos que caminanÈ),
su megalmano diario de fil- ƫ ƫƫ
macin de ÔFitzcarraldoÕ (ÔCon- ƫƫ ƫƫ
quista de lo intilÕ), su recopi- ƫƫ
lacin de entrevistas con Paul
Cronin fcilmente convertible
ƫƫ §ƫ
en atpico manual de auto-ayu- ƫ
da (ÔUna gua para perplejosÕ)
o su novela retrato del soldado
enloquecido Hiroo Onada (ÔEl casi nada revelado porque Çla
crepsculo del mundoÕ) son verdad no tiene por qu con-
grandes libros de un sobrevi- cordar con los hechosÈ y, des-
viente como ningn otro. pus de todo, Çel siglo XX ha
Ahora, bajo el ttulo de ÔCada sido un completo errorÈ. Wer-
uno por su lado y Dios contra ner Herzog Ðquien se despide,
todosÕ, Herzog (Mnich, 1942) en el captulo ÔEl final de las im-
vuelve a contar lo que siempre genesÕ, preocupado por la pr-
cont. Lo que tanto vivi para dida del lenguaje cortesa de
contarla ms o menos de for- Twitter y dejando una lnea in-
ma velada en filmes protagoni- conclusa, porque as la leyen-
zados por seres mticos como da contina y nada importa me-
en documentales sobre cual- nos que el ser octogenario para
quier cosa que despierte su in- quien hace poco se postul, y
ters (osos o Kuwait o Vietnam fue rechazado, como astronau-
o la pena de muerte o la mexi- ta para viajar en cohete japo-
cana Virgen de Guadalupe o vol- Werner Herzog (Mnich, 1942) // ROBER SOLSONA nsÐ contina siendo el ms
canes o hielos antrticos o las apasionante de los misterios.
profundidades de cuevas pre- grandes ancdotas y que, por ta en estas memoriasÈ, no con- un barco cruce una montaa, Incluso para s mismo, porque
histricas o del cosmos sin edad lo tanto, puede hacer con ellas den sino alab el crtico de ÔThe su amistad peligrosa con su her- Çpreferira morir antes que ir
o cualquier otra cosa que des- lo que se le da la gana y a su ma- New York TimesÕ Dwight Gar- mano de sangre y nmesis con un psicoanalista, porque
pierte su inters ms bien in- nera. Herzog es alguien que se ner), Herzog se festeja as mis- Klaus Kinski o su amistad se- pienso que algo fundamental-
somne y sonmbulo, porque sabe gran personaje y que ya mo porque sabe que, hacindo- gura con Bruce Chatwin (o su mente malo sucede all. Si ilu-
dice que no suea dormido sino desde su inconfundible voz y lo, festeja a sus fans. salvamento de Joaquin Phoe- minas con fuerza cada rincn
con los ojos bien abiertos) como su rostro nico (aprovechados nix durante un accidente auto- de una casa, esa casa ser inha-
en sus libros anteriores de for- con gracia a la vez que adora- Forma espasmdica movilstico), sus varias esposas bitable. Lo mismo sucede con
ma directa o simblica: sus idas cin para el doblaje de dibujos Y, claro, aqu una vez todos sus y sus muchos rodajes y sus in- tu alma...È.
y vueltas, sus planos y contra- animados como ÔLos SimpsonÕ Ôgreatest hitsÕ emitidos de for- contables lesiones fsicas (in- Antes del final, pienso, no es-
planos, sus sombras y luces y o ÔRick y MortyÕ o como msca- ma espasmdica y desordena- cluyendo mordedura de rata fe- tara mal que Werner Herzog
cmaras y acciones y reaccio- ra villana y mercenaria en una damente ordenada: su infancia roz), la Çverdad extticaÈ de sus le dedicase un documental al
nes. de Tom Cruise o en la serie gue- durante la hambreada resaca documentales (a los que mu- siempre en movimiento y sin
Y Herzog es un gran Ôracon- rra-galctica ÔEl MandalorianÕ) del Tercer Reich, sus muchos chos acusan de tan convenien- direccin a casa Bob Dylan. Se-
teurÕ (como lo es tambin en su tiene mucho que decir y evocar. trabajos (incluyendo el de mi- tes como magistrales manipu- ra un gran duelo de auto-mi-
autobiografa David Lynch, sin- Y en estas, sus memorias tan nero soldador o empleado de laciones de la realidad, que Her- tmanos. Y, s, cada uno por su
gular contraparte de Herzog en precisas como caprichosas y aparcamiento o de payaso de zog es el primero en reconocer lado y ellos contra todos y en el
el Nuevo Mundo) consciente de selectivas (ÇNo me creo una sola rodeo o contrabandista de es- aunque no detallar, ya sea en lo camino y, por supuesto, cami-
que lo que le sobran son las palabra de lo que Herzog cuen- treos), el delirio de hacer que que hace al comportamiento nando.
āĀ ƫ ..0%2
Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 ABC CULTURAL
La memoria ƫƫęĚČƫƫ
del paisaje ƫƫ7
*ƫę ƫ/!ĚČƫ4*%ƫ+ .#1!6ƫ)1!/0.ƫ0(!*0+ƫ
,.ƫ+. .ƫ0!)/ƫ)15ƫ+),(!&+/ƫ5ƫ+* !*ġ ƫ*+2!(ƫ+*ƫ(ƫ-1!ƫh/.ƫh.!6ƫ!((% ƫ$ƫ#* +ƫ!(ƫ (čƫƫ
/.(+/ƫ!*ƫ1*ƫ$%/0+.%ƫ/!*%((ƫ!*ƫ,.%!*% )!6(ƫ%*"(%(!ƫ !ƫ0+ /ƫ5ƫ ƫ1*ƫ !ƫ(/ƫ0!* !*%/ƫ !(ƫę0$.%((!.Ě
EVA COSCULLUELA
La seca es como se conoce popularmente a la enfermedad Bajo tierra secaƫ cin del texto se impone la evi- escritura que vaya un poco ms
que un hongo causa en los alcornoques. Conforme nos aden- Csar Prez Gellida dente maestra de Prez Gelli- all de la solvencia comercial
tramos en la esplndida novela de Txani Rodrguez (Llo- Premio Nadal da, autor de otras trece novelas (cultismos, apuntes innecesa-
dio, 1977), es inevitable pensar que ese sustantivo alude Destino, 2024 entre las que destaca la triloga riamente extensos y demasia-
tambin a la protagonista, Nuria, una mujer de carcter ÿpginas ÔVersos, canciones y trocitos de do pedaggicos sobre el perio-
arisco que viaja con su madre al pueblo del sur donde es- ÿeuros carneÕ, que incluye ÔMemento do histricoÉ), pero se trata de
tn sus races. Van a pasar las vacaciones tras un invierno moriÕ, recientemente adaptada una pretensin fallida por lo
complicado: su madre sufri una cada, pas por el quir- a la televisin, para construir que tiene de torpe y llamativa,
fano y ha pasado la convalecencia en casa de su hija, que tramas adictivas y eficaces a la una pretensin que aleja a P-
se ha sentido abrumada al tener que conciliar los cuidados hora de entretener al lector, sos- rez Gellida de su esencia, de lo
con su trabajo y su vida. tenidas en dilogos que fluyen, que, a lo largo de su ya extensa
en los que resulta sencillo y trayectoria, lo ha hecho nico.
A NURIA LA ATERRAN LOS CAMBIOS, quiz porque el MARINA SANMARTêN agradable sumergirse. En ÔBajo
U
primero que tuvo que afrontar fue la muerte de su padre na noche de abril de tierra secaÕ hay imaginacin y Jugar sobre seguro
siendo nia. Cuando en la orilla del ro encuentra unas m- 1917, en Zafra, un in- hay Çtrabajo de relojeraÈ, pe- En definitiva, nos encontra-
quinas excavadoras, se asusta y se in- cendio destruye la ricia en el engranaje de perso- mos ante un ÔthrillerÕ entrete-
digna, sobre todo cuando no consi- Hacienda Monterro- najes, escenarios y tiempos, nido y rido, con pensiones
gue que nadie le explique qu estn so y Antonia, su duea, a la que pero falta profundidad. Se echa malolientes, emboscadas en
haciendo. A la ansiedad y la frustra- todos llaman la Viuda, desapa- de menos el desgarro de ese velo caminos polvorientos, burde-
cin que arrastra suma el miedo a rece sin dejar rastro. Para ave- invisible que separa el hecho, les y caciques, sangre, fondas
perder un paisaje que la reconforta y riguar cmo se produjo el fue- lo que se cuenta, de lo que no y desrticos apeaderos, que ha
le ofrece consuelo. Nuria no lo entien- go y dar con el paradero de la se ve y solo se puede atrapar hecho virar al Nadal de los
de, igual que tampoco entiende que desaparecida, el teniente Mar- con la literatura; y tambin fal- afectos al crimen Ðhaca ya un
alguna gente plante aguacates don- tn Gallardo y su mano derecha, ta cuidado. Salta a la vista des- lustro que no se entregaba a
de casi no hay agua, que para regar- el sargento Pacheco, se despla- de las primeras pginas de la una intriga, desde la fascinan-
los extraigan el agua ilegalmente y se zarn a la localidad extremea historia la pretensin de una te ÔLos crmenes de AliciaÕ, de
La seca haga la vista gorda, que nadie tenga sin imaginar que all, adems Guillermo MartnezÐ y contri-
Txani Rodrguez en cuenta el impacto de estas accio- de estas dos incgnitas por re- buye a poner de manifies-
Seix Barral, 2024 nes sobre el medio ambiente. El sue- solver, les espera un macabro to, junto con los resulta-
ÿpginas lo tampoco es firme dentro de casa: hallazgo, el de un pozo prcti- dos recientes de otros
ÿeuros no entiende que su madre, que de- camente cegado por una mon- galardones literarios,
pende de ella Ðque debera depender taa de cadveres. cmo en los ltimos
de ellaÐ, haga su vida cada vez ms Este es el punto de parti- aos la funcin de los
independiente. Y, sobre todo, no en- da de ÔBajo tierra secaÕ, la premios ha ido viran-
tiende por qu est tan sola, un mie- novela con la que C- do de descubrir a reco-
do nuclear que lo irradia todo. sar Prez Gellida nocer, de arriesgarse a
(Valladolid, 1974) jugar sobre seguro.
ÔLA SECAÕ ESTç ESCRITA CON una prosa elegante y her- ha ganado la 80
mossima, muy cuidada, donde cada palabra est escogi- edicin del
da para crear imgenes muy bellas y poderosas. La escena Premio Na-
inicial con una Nuria nia mirando asombrada los volao- dal, un rela-
res, pescados tendidos en cuerdas para secarlos al sol, es to con aire de
la primera de las muchas que encontraremos en la novela. western que, si
Tambin es poderossima y muy vvida la descripcin del bien no arriesga ni en
oficio de corchero, de sus rutinas y la dureza que la rodea. forma ni en contenido, s nte-
T. Rodrguez asume varios riesgos en esta novela y todos gra en lo que pretende ser una
los resuelve con brillantez. Por un lado, ha creado una pro- mezcla infalible todas y cada
tagonista con la que cuesta empatizar en la parte inicial y una de las tendencias que cin-
que nos acaba ganando Ðel arco que recorre el personaje la celan el ÔthrillerÕ ms actual: un
despega del ttulo: Nuria se esconde tras una mscara de escenario rural, unas pincela-
dureza para protegerse de su enorme fragilidadÐ; por otro, das de ficcin histrica, el re-
pone en el centro de la historia un conflicto que va ms all curso a dos tiempos que se van
de las visiones contrapuestas entre alternando en la narracin, la
el campo y la ciudad para cen- presencia de unos perfiles fe-
trarse en los conflictos en el meninos que intentan trascen-
propio territorio, donde der los tpicos del ÔnoirÕ y un
cada personaje tiene sus tono ÔgoreÕ, marca de estilo del
razones y desde la po- novelista vallisoletano, que, con-
sicin de cada uno to- vertido en recurso habitual del
das son comprensi- gnero, ha perdido capacidad
bles. La autora no es de impacto Ðno es lo mismo leer
maniquea: no hay una por primera vez la descripcin
verdad absoluta, pare- de una piara de cerdos devo-
ce decirnos, y para en- rando restos humanos que ha- Csar Prez
tender las acciones de cerlo por tercera. Gellida
los dems tenemos que Consideraciones crticas (Valladolid,
ponernos en su piel. aparte, por encima de la disec- 1974) // ABC
Txani Rodrguez
*/5+ƫ
ABC CULTURAL Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 āā
Cuestin de fe y de
ciencia matemtica
ƫ %".! %Čƫ%!*0"%+Čƫ5ƫ06%*#!.ƫ/!ƫ.0!.+*ƫ
5ƫ2%!.+*ƫ 1.*0!ƫ¦+/ƫ!*ƫ1*ƫ%*0!*0+ƫƫ
!ƫ-1!ƫ %(+#.*ƫ(ƫ%!*%ƫ5ƫ(ƫ0!+(+#
Čƫ ƫƫ ƫƫ do de la increencia. La recepcin por parte del cientfico
de la larga carta de Ratzinger, convirti su libro, en nueva
Q
uien considere que en- ÔScarfaceÕ; 1938, ÔLa fiera de mi de perder la fe, fue seminaristaÐ, que se contrasta con la fi-
frentarse a un volu- niaÕ; 1939, ÔSlo los ngeles tie- Conversador nura y perspicacia de un Ratzinger, avezado interlocutor.
men de ms de ocho- nen alaÕsÕ; 1940, ÔLuna nuevaÕ; El mismo genio que Hawks vol-
cientas pginas pue- 1941, ÔEl sargento YorkÕ; 1944, c en sus pelculas lo llev a con- LO PRIMERO QUE HAY QUE DESTACAR es la sinceridad
de ser aterrador, olvidar pronto ÔTener y no tenerÕ; 1946, ÔEl sue- vertirse en un conversador in- con la que ambos interlocutores se expresan. Una since-
ese temor al comenzar la lectu- o eternoÕ; 1948, ÔRo RojoÕ; 1952, finito del que nunca sabas si ridad tanto en la propuesta y formulaciones de las obje-
ra de ÔHawks! El zorro platea- ÔRo de sangreÕ; 1953, ÔLos caba- era cierto o no esta o aquella ciones a la fe como de las respuestas. Sorprende cmo el
do de HollywoodÕ cuyo autor es historia. McCarthy lo advierte matemtico italiano aprovecha las conversaciones para
Todd McCarthy (Evanston, Illi- con elegancia y cierta irona, desplegar un saber sobre literatura, arte, cine, series de fic-
nois, 1950). Se olvidar pronto § ƫƫ¥ ƫƫ pero los testimonios quedan cin, y, por supuesto, ciencia, que despierta el inters de
porque el trabajo de Todd es for- ƫ ƫƫČƫ ah. No hay pgina en esta ex- quien no ha dejado de ser un universitario. Una sinceri-
midable, est escrito con una ƫ ¥ƫƫ quisita y cuidadsima edicin dad que hay que relacionar con el motivo comn del en-
solvencia, claridad, inters y de Hatari!Books que no sea un cuentro, la siempre apasionante bsqueda cooperativa de
documentacin apabullante.
ƫƫ ƫƫ descubrimiento, un aprendiza- la verdad. Odifreddi, que se presenta como un servidor de
Un lujo biogrfico, que va ms ƫ ƫ je, en fin, una gozada. Cine en la religin de la matemtica, desgrana con crudeza no slo
all y se adentra en la crnica estado puro, atmsfera de las argumentos referidos a la compleja
del momento y en la crtica de bambalinas que se reservan de- relacin entre ciencia y fe sino
una obra cinematogrfica fue- lleros las prefieren rubiasÕ; 1959, trs de la cmara sin fin, la in- los referidos a algunas otras
ra de los lmites habituales de ÔRo BravoÕ; 1962; ÔÁHatari!Õ, 1967. trahistoria de un tipo genial que cuestiones que afectan al
un gran director. Todo en ÔEl DoradoÕ. fue un verso suelto por dos ncleo histrico del cris-
ÔHawks!Õ es deslumbrante. De un gnero a otro, de his- cuestiones esenciales. Una, por- tianismo o a la relacin
Howard Hawks tiene en su torias basadas en Hemingway que por formacin, educacin de la propuesta cristia-
haber tal cmulo de pelculas a guiones escritos por Faulkner y posicin poda elegir qu ha- na con los entornos re-
extraordinarias que solo cabe (los dos Premios Nobel), de ac- cer; dos, porque, adems, era ligiosos de la antige-
sealar a Hitchcock y Ford, tores y actrices como Bogart, alguien ilustrado, con criterio; dad. Lo que permite
como compaeros del Olimpo. Bacall, Cooper, Wayne, Grant, es decir, alguien condenada- que el anciano Ratzin-
Ni uno ms. Sin embargo, para Hepburn, Monroe, Mitchun, mente libre en un ambiente en ger despliegue su sabi-
alguien que consider que la toda la fbrica de sueos se cru- el que la sobrevivencia y la apa- dura acumulada en bre-
clave de una produccin cine- za por estas pginas. Hawks fue riencia primaban ms que el ta- ves y sustanciosas inter-
matogrfica era entretener no un verso suelto en el Hollywood lento. S, formidable. venciones.
Piergiorgio Odifreddi
āĂ ƫ */5+
Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 ABC CULTURAL
C
uando muri su pa- de su ciudad natal. Y, en el ex-
čƫƫ ƫƫ
dre, Soren escribi tranjero, solo estuvo en Ber-
en su Diario ÇQuie- ln. En este sentido se aseme-
ro ser ahora como ja mucho a Kavafis (Alejan-
ƫ ƫ
ese ro espaol de dra), Kafka (Praga), o a Pessoa
nombre impronunciable, hun- (Lisboa). Este ltimo tiene mu-
dirme bajo la tierra como el chas semejanzas con l. Entre
§ ƫ
Guadalquivir. ÁSaldr otra otras cosas porque el dans
vez!È. Soren naci en 1813, in- utiliz muchos heternimos
gres en la Universidad en para firmar gran parte de su
1830, se licenci en Teologa obra, como posteriormente
en el 1840, se doctor en el 1841 hizo el portugus. A Soren le
y muri en el 1855. Tena cua- gustaba mucho el caminar, *ƫ#.*ƫ%+#."Čƫ(ƫ-1!ƫ$ƫ!/.%0+ƫ +'%)ƫ.""Čƫ,.ƫ1*+ƫ
renta y dos aos. El padre ha- perderse entre la multitud. Se- !ƫ(+/ƫ#.* !/ƫ,!*/ +.!/ƫ !ƫ(ƫ1(01.ƫ!1.+,!ċƫ+(1)%*+/+ƫƫ
ba enviudado y se haba vuel- gn los das, iba acompaado
to a casar con la criada emba- por un bastn de bamb o con 0.&+ƫ!*ƫ!(ƫ-1!ƫ*+ƫ-1! ƫ !0((!ƫ !ƫ/1ƫ2% ƫ5ƫ+.ƫ,+.ƫ0.0.
razada. Con ella tuvo siete alguno de los tres paraguas de
hijos. Soren era el ms peque- colores que tena. Hablaba con
o. Cuatro de ellos murieron la gente, era un filsofo calle-
antes de los treinta aos. El jero, un peripattico.
padre, muy religioso, vivi es- En ÔSobre el concepto de iro-
tas defunciones como un cas- naÕ escribe que Scrates era
tigo a su supuesta sfilis que un virtuoso del contacto for-
nunca se confirm que la pa- tuito. ÇNo pierdas las ganas de
deciera. Era un co- caminarÈ, deca So-
merciante acauda- ren. Al regresar de
lado, meticuloso, sus paseos, escriba
austero y lector. de pie con su som-
Gracias a la parte de brero an puesto y
su herencia, la otra el bastn o el para-
le toc a su nico guas a su vera. En
hermano vivo que todas las habitacio-
le sobrevivi, pudo nes de sus respec-
vivir el escritor muy tivas casas, haba
dignamente a pesar una mesa con tin-
de sus gastos desen- tero, papel y pluma.
frenados. Soren fue Kierkegaard. El filsofo camina-
un romntico tar- El filsofo de la ba de arriba abajo
do, un dandi a pe- angustia...ƫ por todas estas es-
sar de su no muy Joakim Garff tancias, y si lo asal-
agraciado cuerpo, Tusquets, 2024 taba algn pensa-
un hombre extrava- pginas miento inesperada-
gante. El cuerpo, euros mente corra a
para l, era un mal apuntarlo. Su rela-
necesario, un envol- cin con Andersen
torio no demasiado fue muy mala. A di-
bien diseado. Iba habitual- ferencia del telogo, el nove-
mente a los teatros y asocia- lista haba vivido diez aos
ciones culturales, compraba fuera de su pas. Uno era un
muchos libros, frecuentaba triunfador y el otro, un medio
cafs, gastaba ropa muy cara, fracasado. ÇSolo despus de
fumaba los mejores puros y el mi muerte me llegarn a en-
tabaco de pipa. Cuando sus tenderÈ escribi Kierkegaard.
propios libros no tenan sufi- Soren se meti bastante con
cientes compradores l se ha- su coterrneo Çtalento sin ge-
ca cargo de la edicin. Fue un nioÈ; y este le respondi muy
gran lector. Su biblioteca ron- cruelmente en ÔUna comedia
daba los tres mil volmenes. al aire libreÕ.
Pocas veces sus derechos de
autor le satisfacieron. Marca- Duda y desesperacin
ba y subrayaba las pginas, ha- Sus tres personajes preferidos
ca anotaciones al margen con de ficcin fueron: Fausto, Don
distintos colores. Le gustaban Juan y El judo errante. Faus-
los libros bien editados y en- to representaba la duda, la in-
cuadernados. Esto ltimo lo compatibilidad con el mundo
fue haciendo con todos sus moderno que caracterizaba al
propios volmenes. intelectual. No estaba muy de
Pero adems Kierkegaard acuerdo con la versin de
frecuentaba las bibliotecas p- Goethe, ms conciliadora.
blicas. En la suya la literatura Fausto no deba ser interpre-
clsica y la teolgica ocupa- tado como un hereje conver-
ban un gran espacio. Y entre so. Don Juan lo acerc a Espa-
sus autores contemporneos a. Representaba el placer.
sobresalan, Hegel, Goethe, Mientras que El judo errante
Schlegel, Novalis, Byron o He- era la humanizacin de la de-
ine. Tambin Schelling a quien sesperacin. Duda, placer y
escuch en Berln y transcri- desesperacin conformaban
bi las clases a las que asisti. al propio Soren. Para l la se-
Ambos eran antihegelianos. duccin, en ÔDiario de un se-
*/5+ƫ
ABC CULTURAL Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 āă
ductorÕ, era una especie de tracto que haba que acudir al
vampirismo refinado e inte- rescate de sus lectores. Kier-
lectualmente elevado a la ca- kegaard que viene de Scho-
tegora de arte. El ÔDiario de penhauer es, adems, el pre-
un seductorÕ fue recibido por cursor de los existencialistas.
la prensa con los siguientes Pero Sartre o Camus eran
adjetivos: repugnante, asque- ateos y Soren, cristiano. Un
roso y provocador. Soren se cristiano protestante contra-
quejaba de su abandono, pero rio a la Iglesia Oficial Danesa.
hasta lo recibi el Rey Cristin Al principio fue pietista (lute-
VIII. l, como presente, le re- rano), pero evolucion hacia
gal su libro ÔLas obras del la total libertad de conciencia
amorÕ. El Rey le confes que su e interpretacin individual de
literatura era tan profunda que los Evangelios. A ello se refie-
no estaba a su alcance. Kier- re en ÔDe mnibus dubitan-
kegaard le dio la razn. La en- dumÕ.
fermedad de los celos es uno
de los temas esenciales del li- Cumbre biografa
bro. Los suyos propios con res- Esta biografa de Garff es ex-
pecto a Regine. Este ensayo lo traordinaria, un monumento,
escribi por las mismas fechas pero no debera solo haber sido
en que, en Bruselas, Marx y escrita para daneses. Me refie-
Engels estaban redactando el ro a que la mayor parte de los
ÔManifiesto comunistaÕ (1848). europeos, los catlicos funda-
Soren no lo ley aunque escu- mentalmente, se pierden en
ch referencias. Nada ms ale- esa geografa religiosa local tan
jado de su pensamiento. En un Secuencia de ÔOrdetÕ (ÔLa palabraÕ, 1955), de Carl Theodor Dreyer. Johannes, el protagonista, compleja, diversa y llena de
pasaje de su ÔPost scriptumÕ haba perdido la cordura tras estudiar la obra de Kierkegaard y se crea Cristo personalidades que represen-
cientfico y definitivo, alaba la tan muchas tendencias. Hay
libertad del individuo y una infinidad de pginas de-
la monarqua. Tena sus les, alguna mesonera, sfilis, tor Eremita, donjuanista y es- dicadas a los conflictos teol-
dudas sobre la democra- de un pene curvo cuya manio- cptico; en ÔDos discursos edi- gicos y disputas de Kierkegaard
cia y el liberalismo. Nun- brabilidad vaginal podra ha- ficantesÕ mostr el miedo por con sus contemporneos que
ca lleg a entender las di- berse visto un tanto limitada. el erotismo espiritual frente son fundamentales, pero hu-
ferencias entre el socialis- El escritor siempre tuvo una al de Regina. La repeticin es, biera estado bien al menos un
mo y el comunismo. S relacin tensa con su sexua- quizs, una de sus obras ms captulo muy didctico expli-
reconoci que este ltimo lidad. ÀEl recuerdo culpable adelantadas a su tiempo. En catorio. Esto debera haberlo
coincida al menos con el del padre? ÀMiedo a los efec- ella rechaza las reglas estruc- visto el editor espaol. Y ya
cristianismo en lo referen- tos secundarios de la mas- turales no solo de la novela digo que esta obra es una de
te a la igualdad de todos los turbacin y el onanismo? El sino de la escritura en gene-
hombres. Todos los hom- galanteo y la falta de activi- ral. Un libro de referencia de
bres, en su caso, con Dios. La dad fue lo ms seguro. La la posmodernidad y de la de- ƫƫƫ
misericordia era esencial. El tentacin, el pecado, la mala construccin. As como todo 7 ƫČƫ
sptimo captulo de la segun- conciencia. Todo lo subli- conocer es un recordar (grie- ƫ ƫƫƫƫ
da parte de ÔLas obras del m con la escritura. As se gos), la filosofa moderna en-
amorÕ, fue escrito contra el co- expresa en ÔEl concepto de sear que la vida entera es
ƫƫ ƫ ƫ
munismo. angustiaÕ. Y en La enferme- una repeticin. La repeticin
dad mortal, reconoce la ayu- y el recuerdo son el mismo
Excludo del ejrcito Ė§ ƫ §ƫƫ da de Dios contra el pecado. movimiento solo que en direc- ƫ ƫ ƫ
Para acceder a la Universidad ƫ ƫ El concepto de angustia tuvo ciones opuestas, pues lo que
ƫ ƫƫ ƫ
tuvo que examinarse de dans, ĕƫƫƫ dificultades crticas y de co- se recuerda ha sido y se repi-
francs, alemn, religin, he- mercializacin. En este libro te hacia atrs. La verdadera ċƫƫ
ċƫ ƫ ƫƫƫƫ
breo, matemticas, historia, se adelant a Freud. La auto- repeticin, en cambio, se re-
escritura y latn. Esta ltima
ƫƫ contemplacin y la introspec- cuerda hacia delante. Lo es- ƫ
lengua era la oficial para los Čƫ ċċċ cin como los nicos mtodos cribe Constantin Constantius.
exmenes. Fue excludo del psicolgicos legtimos. La his- Temor y temblor tiene muchas
ejrcito. El Diario es una fuen- a Ofelia. En Copenhague cau- teria y la agresin eran cues- similitudes con ÔLa repeticinÕ. las cumbres del gnero biogr-
te fundamental para conocer s revuelo. Nunca dejaron de tiones sexuales. Y como Jung, La primera se refiere a Abra- fico e incluso ms all.
su pensamiento y su aconte- cruzarse por las calles e inven- Soren reconoce la continui- ham; mientras que la segun- Al telogo le encantaba ir
cer. No es histricamente pre- taron una especie de lengua- dad de un yo teolgico a tra- da a Jacob. ÇEl salto, la para- de iglesia en iglesia, tuviera la
ciso, o simplemente narrati- je de gestos. Saban perfecta- vs y a pesar de las determi- doja, la fe en virtud de lo ab- tendencia que tuviera, escu-
vo, no es indicativo sino sub- mente sus horarios. Soren dej naciones psquicas. surdo y, en suma, todo aquello chando los sermones de sus
jetivo. Contiene notas de los escrito en su nico testamen- A los crticos en general los que est ms all de la ciencia ÇcompetidoresÈ. En invierno
pocos viajes, lecciones univer- to que la declaraba su herede- acusaba de charlatanes. El pre- y del pensamiento, ms all era casi el nico feligrs. So-
sitarias, lecturas, laboratorio ra universal. Pero Regina es- fera a un buen lector frente a de toda racionalidadÈ, comen- ren, en sus momentos de m-
experimental de ideas, todo taba casada y aceptarlo sera cientos malos. Utiliz mucho ta Joakin Garff. Aqu aparece xima desesperacin, quiso ha-
aquello que lo ayudaba a la au- casi una confesin de bigamia. la prensa como colaborador, el heternimo o seudnimo cerse cura rural. Tuvo muchas
tocomprensin. Ella le dijo a su nico herma- sus heternimos o pseudni- Johannes de silentio. Migajas dudas de fe. A su amigo judo
Regina fue un personaje cla- no vivo con el que Soren lleva- mos, pero no le gustaba. Y, sin filosficas lo firma Johanes Israel Levin le coment un da
ve en su vida. Estuvieron pro- ba aos sin hablarse, que eje- embargo, defendi la libertad Climacus. lo siguiente: ÇSuerte de no te-
metidos. Finalmente le devol- cutaran el testamento obvian- de expresin. Busc tambin Kierkegaard no reciba a na- ner ningn Cristo y ser libre
vi el anillo de compromiso do los deseos del difunto. La a travs de las ciencias natu- die en su casa. Tena pavor a de poder disfrutar de la vidaÈ.
con una carta que la incluy fortuna de Kierkegaard esta- rales el destino que Dios que- los incendios. En 1795 Copen- Su hermano lo enterr a des-
en su libro ÀCulpable o inocen- ba muy mermada. Peter Chris- ra para l. Su tesis la dedic hague haba sido destruida por gana y nicamente coloc su
te?. ÇOlvida a quien escribe tian tambin se haba gradua- a la irona como un distancia- las llamas. Su comportamien- nombre como uno ms del res-
esto. No puedo hacer feliz a do en Teologa y su tesis haba miento intelectual con los to, no en sus formas, tena cier- to de la familia. Aos despus
una muchacha. Mi vida inte- tratado sobre la Mentira. otros, con el mundo y consigo to aire primitivista. El siem- se le puso un mrmol de ho-
lectual y mi valor como mari- ÀCmo sobrellev su sexua- mismo. Autor de ÔO lo uno o lo pre defendi la primitividad, nor. Al cementerio acudieron
do son incompatiblesÈ. Algo lidad Kierkegaard? No se sabe. otroÕ, una coleccin de pape- por eso a Hegel no lo tragaba muchas ms personas que lec-
por el estilo le escribir Pessoa Circulaban rumores de burde- les dispersos firmados por Vic- porque deca que era tan abs- tores.
āą ƫ *0.!2%/0
Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 ABC CULTURAL
A
DAVID MORçN
Javier Zamora (El
Salvador, 1990), 34
aos y una maleta
vital ms pesada
que un ancla de
hormign, se le ha secado el
pozo de la poesa. Ni rastro de
versos; nada que rimar. En
2009 y 2017 public un par de
poemarios, pero ahora, insis-
te, nada de nada. ÇNo me nace.
Creo que la escena potica de
Estados Unidos me ha causa-
do trauma, porque fueron edi-
tores y profesores y colegas
los que me dijeron Ôno pongas
esta palabra en espaolÕ o Ôno
escribas esto porque nadie te
va a publicarÈ, explica.
La narrativa, en cambio, le
salv la vida. Literalmente. Evi-
t que muriese ahogado en
una piscina olmpica de mar-
tini, cauteriz heridas y, sobre
todo, le permiti sacarse de
dentro esa novela de terror y
de aventuras pero sobre todo
de miedo cerval en que se
transform su vida cuando,
con apenas nueve aos, viaj
desde La Herradura (El Salva-
dor) hasta Tucson (Estados
Unidos) para encontrarse con Javier Zamora (El Salvador, 1990) // ADRIçN QUIROGA
sus padres. Cinco mil kilme-
tros, diez semanas y un desier-
to que no se acababa nunca. que est volando. ÇMuestro otra
Cuatro pases y una tierra pro- ƫ ƫ ƫ ƫ parte de la inmigracin. Que s,
metida que a punto estuvo de es trauma, pero no slo esoÈ.
convertirse en su tumba. Dos De ah que el enfado, la furia
veces.
No estaba ÔSolitoÕ (Random ĝ ƫ¥ƫ ƫƫ ms bien, que le producen to-
dos esos periodistas, escritores
1
CARMEN R. SANTOS C. R. S. JAVIER VILLUENDAS 8%0+/ƫ0¨)%+/ċċċƫ
ÇLa palabra es la luz de la sangreÈ, nos Mucho se habla en la actualidad del em- La msica es el arte pop ms modelado James Clear. Diana
dice Mara Zambrano. Esta cita de la poderamiento femenino. Pero, ms all por lo externo en el corto plazo, vertigi- Ao: 2020
pensadora malaguea abre ÔVuelan pa- de las tesis de un cierto feminismo doc- noso en modas por la evolucin del for- Libro lanzado en la semana 37
2
lomas. Arte de sermones para tiempos trinario, no es una tarea fcil. Pero no mato, del vinilo al ÔstreamingÕ en el m-
inciertosÕ, que recientemente subi a las imposible, sobre todo si se cuenta y se vil, de las orquestas al DJ, de la llegada 1ƫ!.!.+ƫ0%!*!ƫ$).!ƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫƫ
tablas de los madrileos Teatros de la ponen en prctica mecanismos y recur- del ÔsinteÕ a un futuro en donde la IA va Boticaria Garca. Planeta
Comedia y La Abada, cuyo texto pode- sos adecuados. En esta labor, puede ser a darle la ensima vuelta al oficio de Ao: 2024
mos ahora leer y disfrutar, pues nunca de beneficiosa ayuda ÔEn mi vida falt componer. Por no hablar de la decaden- Libro lanzado en la semana 03ƫ
3
est de ms recordar que el teatro tam- yoÕ, de significativo subttulo: ÔEl cami- cia de los estudios, pues todos podemos
bin se lee. Y quiz ms en este caso, no para reencontrarte a ti mismaÕ, que ahora grabar desde casa un disco tipo ƫ/+%! ƫ !ƫ(ƫ*%!2!ƫ
cuando estamos ante un homenaje a la ha conseguido un puesto de privilegio Cecilio G o tipo Haydn (siempre, eso s, Pablo Vierci. Alrevs
palabra, y a su indiscutible poder. Jos en la selva de los libros de autoayuda. con las grandes discogrficas al acecho). Ao: 2022
Luis Gmez, acadmico y nombre esen- Nos llega de la mano de la polaca Nata- Y as llega ÔSlavery RecordsÕ, la novela Libro lanzado en la semana 45
4
cial de nuestra escena, y Javier Huerta lia de Barbaro, escritora, ÔcoachÕ y co- de Pedro Learreta para describir el fi-
Calvo, catedrtico de Literatura Espa- lumnista de xito de varios peridicos nal del cuento del rock, que nunca lle- ¨)+ƫ$!.ƫ-1!ƫ0!ƫ,/!*ċċċƫ
M. Rojas Estap. Espasa
Tracking extrapolado semanal elaborado a partir de las ventas registradas en ms de 1.300 puntos de venta
ola, secretario y revistas. Entre gar. Susan Sla-
de la Fundacin otras cuestiones, very es la duea Ao: 2018
Universitaria Es- Barbaro analiza de una tienda de Libro lanzado en la semana 41
5
paola e investi- diferentes tipos vinilos de segun-
gador especiali- de mujer ÐLa Su- da mano en el co- .*!ƫ#+!.* ƫ
zado en estudios misa, la Sufrido- razn de Los çn- Fernando Savater. Ariel
teatrales,unen ra, la Reina de las geles, y, con un es- Ao: 2024
sus fuerzas en un Nieves, la Nia tilo que al Libro lanzado en la semana 04
6
trabajo tan origi- Salvaje, la Ama- principio me cho-
nal como extraor- ble...Ð, lo que nos c por cuenta- !&ƫ !ƫ/!.ƫ0Òƫ
dinario. Nos ofre- permite ser cons- cuentos, la colec- Joe Dispenza. Urano
Vuelan palomas cen un significa- En mi vida... cientes de los da- Slavery Records cin de historias Ao: 2012
J. L. Gmez y J. tivo repaso por Natalia inos estereoti- Pedro Learreta alrededor del fue- Libro lanzado en la semana 38
7
Huerta Calvo un gnero bas- de Barbaro pos y roles en los Liburuak, 2024 go del rock y sus
Punto de Vista, tante desconoci- Destino, 2024 que hemos podi- ÿpginas entraables per- (ƫ)+*&!ƫ-1!ƫ2!* %¨ƫ/1ƫ!...%ƫ
2023. ÿpginas do, pese a su rele- ÿpginas do caer. Y aboga ÿeuros sonajes se torna Robin Sharma. Debolsillo
ÿeuros vancia, sobre ÿeuros por Mi Tierna rpido en un Ao: 2010
todo en el Siglo Compaera, Çcie- emotivo tapiz hu- Libro lanzado en la semana 41
8
de Oro espaol, si rro los ojos para mano que se sa- ƫ
bien no se cie a verla [...]. Siento borea como una +.ƫ/%ƫ(/ƫ2+!/ƫ21!(2!*ƫ
esa poca: las prdicas con las que los en mi corazn que debera seguirla. Si hermosa cancin de los Jayhawks, con çngel Martn. Booket
sacerdotes aleccionaban a los feligre- lo hago, mi miedo se transforma y se el lacrimal atento. Hay captulos como Ao: 2024
ses desde el plpito. Unos sermones que convierte en amabilidad hacia mi mis- el de ÔMotherÕ, dedicado a la madre de Libro lanzado en la semana 04ƫ
9
no slo impartan doctrina, sino que maÈ. Hoy la mujer ha avanzado mucho la prota, u ÔOchenta aosÕ que son ma-
tambin daban cauce a la stira, la de- en las sociedades occidentales Ðen las terial sensible de primera, y aparece por (ƫ,+ !.ƫ !(ƫ$+.
nuncia... Y los predicadores no pocas que no lo son es otro cantarÐ, sin que all incluso Nick Hornby con su ÔAlta fi- Eckhart Tolle. Gaia
veces empleaban tcnicas actorales para nadie se lo haya regalado y luchando delidadÕ como faro de este ÔSlavery Re- Ao: 2007
hacer ms atractivo y eficaz su discur- contra trabas, resistencias y corsets que cordsÕ. Y el giro final, demoledor. La cla- Libro lanzado en la semana 35
10
so. Al plpito no podan acceder las mu- en numerosas ocasiones son las propias ve es su personaje central, una vieja glo- ƫ
jeres, pero ms que oportunamente G- mujeres quienes se los ponen, arrastra- ria de la escena que se pregunta Çsi no .!ƫ.%+Čƫ, .!ƫ,+.!ƫ
mez y Huerta recuperan sus voces ÐSor das por una desmenida autoexigencia hubiera preferido desempear un pa- R. T. Kiyosaki. Debolsillo
Juana Ins de la Cruz, Teresa de Carta- que lleva a la infelicidad. Por eso, la ba- pel de mujer ms normalÈ por tantos Ao: 2023
gena...Ð, marcndose as un revelador talla no ha terminado, como bien expli- sinsabores, ya que qued atrapada en Libro lanzado en la semana 22
contraste entre la espiritualidad inte- ca Natalia Barbaro, quien lanza un men- la mayor creacin artstica del siglo XX
rior y contenida de estas y el dogmatis- saje positivo y esperanzador: ÇAunque y pas a ser una vctima ms del rock
mo masculino. Propuesta para Ôtiem- nos alejemos mucho de nosotras mis- and roll. ÀCmo he llegado hasta aqu?,
pos inciertosÕ, como reza el subttulo de mas, siempre podemos encontrar el ca- se pregunta. Y responde: ÇPor medio de
la obra. De ayer y de hoy. mino de vueltaÈ, un proceso triste y nada originalÈ.
āć §ƫ %/!(8*!
E
l crtico ingls John Ruskin dijo tor quisiera advertirnos de la fealdad Hoy es obvio que Turner no preten- dro impresionista, dcadas antes de
de William Turner que era Çel del progreso industrial. Un detalle ape- da pintar un cuadro realista, sino que las creaciones de Monet, Renoir y Pis-
artista que ms conmovedo- nas perceptible es la aparicin de la eligi el desguace del barco por su alto sarro.
ramente haba atrapado el luna mientras el sol se pone a esa hora valor simblico. Marcaba el final de Turner naci en Londres en 1775 en
temperamento de la NaturalezaÈ. Una en la que la noche y el da se solapan. una poca y el despegue de la indus- el seno de una familia de clase media.
afirmacin refrendada por los gustos El cuadro fue acogido con crticas trializacin, a la vez que hay en la obra Su padre era fabricante de pelucas y
del pblico que, en una votacin orga- por su falta de realismo. Se le repro- una exaltacin romntica de la Natu- su madre tena problemas de estabili-
nizada por la BBC en 2005, eligieron ch a Turner que representara al bar- raleza, muy habitual en sus trabajos. dad mental, por lo que el joven William
ÔEl ltimo viaje del TemerarioÕ como la co con los mstiles que ya haban sido El pintor ingls fue esencialmente fue criado por su to materno. A los 14
mejor pintura expuesta en los museos desguazados, que ignorara que haba un paisajista que retrataba con sus pin- aos, ingres en la Royal Academy of
britnicos. El cuadro, de 91 por 121 cen- dos remolcadores y no uno, que obvia- celes la pequeez del ser humano fren- Art. Ms tarde, se dedicara a viajar por
tmetros, puede verse en la National ra que la entrada en el estuario se ha- te a la grandiosidad de fenmenos na- Francia e Italia para estudiar la pintu-
Gallery de Londres. Turner pint su ba producido a plena luz del da y que turales como la fuerza del mar, las tor- ra clsica. Poda permitrselo porque,
obra en 1838 cuando haba cumplido l en esas fechas estaba ausente del mentas, los incendios y las catstrofes. a los 24 aos, era un artista cotizado y
los 63 aos, era un artista consagrado pas. Turner, junto a John Constable, fue el venda sus cuadros a la aristocracia a
y disfrutaba de un notable patrimonio. un precio inusualmente alto.
Siempre se neg a desprenderse de este El paso del tiempo no slo no ha
leo sobre lienzo, por el que senta es- mermado su xito. sino que ha ido re-
pecial predileccin. valorizando su obra. En 2006, Chris-
Cuando acometi el cuadro, el na- tieÕs sac a subasta un leo con una vis-
vo de guerra HMS Temeraire acaba- ta de Venecia, que se vendi por 36 mi-
ba de ser desguazado en unos astille- llones de dlares. Su obra est hoy
ros del Tmesis para vender la made- dispersa en diferentes museos contra
ra. El barco haba participado en la su voluntad, ya que l quera que sus
batalla de Trafalgar como escolta del cuadros fueran expuestos en su casa
buque insignia del almirante Nelson. de Chelsea.
El acontecimiento levant una gran En los ltimos aos de su vida, sus
expectacin con una enorme atencin hbitos excntricos y su pintura abs-
de la prensa. tracta, ya impresionista, provocaron
Turner pinta al Temeraire en el cua- duros ataques de los crticos. La reina
drante inferior izquierdo de la tela. Su Victoria se neg a concederle la distin-
silueta est enmarcada por los rayos cin de caballero de honor al conside-
del sol en el atardecer que iluminan el rar que estaba perturbado mentalmen-
cielo. Vemos a un remolcador que te. l propio artista alimentaba esa le-
arrastra al viejo navo, con las velas yenda con su doble vida, ya que se haca
plegadas, en su ltimo viaje. La silue- pasar por un almirante retirado y sus
ta de ambos es reflejada en las aguas hbitos amorosos no eran precisamen-
del estuario, pero, mientras el buque te ejemplares. Todo esto no es hoy ms
aparece con una grandeza majestuo- que una pura ancdota frente a la mag-
sa, el remolcador arroja un humo que MEMORABLE. En una votacin organizada por la BBC en 2005, se eligi ÔEl nitud de una obra que le coloca entre
mancha la atmsfera, como si el pin- ltimo viaje del TemerarioÕ como la mejor pintura en los museos britnicos los mayores genios de la pintura.
ƫ de su nave griega, justo sonre con la mirada tretasÈ; Çastuto ante el
donde comienza la Odisea. perdida en algn punto del enemigo; infiel a la esposa,
El da que conoc Conversa con sencillez,
como si ignorase que las
pasado: ÇOdiseo es el hroe
ms moderno de la anti-
ausente en el hijo; cruel
con las amantes. Usted
a Homero musas lo acompaan, y gedad; no es un hroe de sabr si quiere que un
mira el horizonte con la la guerra, sino de la hombre as exista de
(%/!/ƫ*1*ƫ!4%/0%¨ċƫ!.+ƫ+)!.+ƫ/ƫ!4%/0!ċƫƫ sabia tranquilidad de un astucia; muy griego, pues verdadÈ, concluye enco-
pescador del Peloponeso: ese era mi deseo: cantar las gindose de hombros. Yo lo
!ƫ(()ƫ.(+/ƫ.ƫ1(Čƫ5ƫ5+ƫ$!ƫ0!*% +ƫƫ ÇFeacia se esconde en hazaas de un hombre miro desaparecer por
(ƫ/1!.0!ƫ !ƫ+*+!.(+ Corf; la isla de los Cclo- capaz de ser ejemplar detrs de su propia sombra
pes pudiera ser Trinacria, frente a Aquiles, que es el y regreso al bullicio de
Cada da, justo cuando la entre la gente, con un que es Sicilia; Circe vivira guerrero de la fuerza, y Madrid convencida de que
aurora de rosados dedos abrigo oscuro y un gorro de cerca de Npoles, y Calipso ante Hctor que es, al fin y Ulises nunca existi. Pero
toca el horizonte, el lana porque el invierno es en algn lugar del norte de al cabo, un defensor de la Homero s existe. Se llama
hombre cruza el umbral de ms duro lejos de êtaca. Sus çfricaÈ. ÇPero, ÀUlises ciudad, el primer patriota Carlos Garca Gual, y yo he
su puerta de Madrid y se palabras cantarinas, existi?È Ðle interrumpo de la literatura en sentido tenido la suerte de recono-
adentra en la lnea de propias de un aedo, impaciente, ajena a la moderno. Ulises es ms cerle.
sombra que dibuja sobre el inundan la maana y poco desproporcin de la completo y ms complejo
asfalto la hilera de copas a poco la ciudad desapare- geografa, que en m que aquellos. Es el polytro- MARêA JOS
de los rboles ms altos del ce. Hoy me ha hecho un siempre se ha resumido en pon; el hombre de los mil SOLANO
Retiro. Pasa inadvertido hueco en el cuenco negro el hombre amadoÐ. El aedo trucos o las Çmltiples
%/!(8*!ƫ §
ABC CULTURAL Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 āĈ
ƫ ƫ ƫƫ
POR ELVIRA NAVARRO
La entidad
eterna de Bach
E
mpez a beber a solas el da a lo lejos a Luis con su novia toman-
que se divorci. Abri una do el aperitivo en la terraza de un bar
litrona y se la llev al sof. al que ellos haban ido a menudo
Haca ms de un ao de antes de tener al chiquillo. El es-
E
la marcha de su exmarido, pero tanque maloliente de sus emo- ste diario me ha propuesto es-
de repente tuvo la impresin de ciones se agit con violencia. cribir un artculo de dos mil
que haba tenido lugar ayer ÀPor qu tena que llevar a caracteres, incluyendo espa-
mismo. Le pareci que ola al aquella mujer precisamen- cios, en el que cuente algo re-
tabaco que l fumaba, que te all? lacionado con la llamada msica clsi-
los cojines sobre los que se Por la noche se despa- ca. Acepto encantado, porque se trata
recostaba guardaban la for- ch otra botella de vino. del asunto que ms me interesa en el
ma de su cuerpo, como si Envalentonada, sac del mundo. Les hablar de Bach, de algo
hubiera estado sentado all cajn el mvil recin ad- que hay en l que me resulta casi mila-
hasta haca pocos minu- quirido y seleccion la op- groso. Para entenderlo, piensen uste-
tos. Vio al trasluz unas cin de nmero oculto. des en una montaa nevada, o en un
manchas sobre la Primero se llam a s mis- acantilado, o en una roca; en algo que
mesa, semejantes a ma para cerciorarse de se encuentre en la naturaleza, sea gran-
huellas de pies; una que apareca como desco- de o pequeo. Incluso pueden visuali-
metfora de lo piso- nocido, y luego a Luis. zar un rbol, o todo un bosque y, si les
teada que se senta. ÀDiga? ÀQuin es? ÀOiga? apetece, imaginen una tormenta pode-
Conforme fue vacian- Le llam cuatro veces segui- rosa. Lo que sea que ustedes hayan ele-
do la botella, empez das. gido tiene una entidad que se sita al
a experimentar lo con- Al da siguiente, cuando fue margen de nosotros. Las rocas, las mon-
trario: las huellas ya no a por Mateo, no se atrevi a mi- taas, los acantilados y las tormentas
la aplastaban, sino que la rar a su exmarido a los ojos, y estaban ah antes de que cualquier ser
convidaban a un baile. se prometi no volver a telefo- humano respirara sobre la superficie
Le toc quedarse con nearle de manera annima, pero de este planeta. Nada de eso es un ar-
su hijo y no prob el al- cuando se qued otra vez sola no tificio, ni fue crea-
cohol en toda la sema- tard ni una hora en abrirse un do por ninguno de $ƫ*+ƫ
na, pero el domingo por vino blanco. Antes de acabar la nosotros, como los +),1/+ƫ
la tarde, tras dejarle en botella, ya estaba prendada de telfonos, los co- )Ò/%Ďƫ
casa de su padre, con aquellos ÀDiga?, Àquin es? ches, las barandi-
quien haba acordado Lo hizo cuatro, seis, llas o las escobas.
+),1/+ƫ
una custodia comparti- diez veces ms. ÀY qu ocurre )+*0¦/Čƫ
da, descorch una bote- Compraba vino con la msica de 2%!*0+Čƫ*%!2!Čƫ
lla de vino y la palade re- en las sema- Bach? Se trata, cla- +. %((!./ċċċ
memorando la mirada nas en las que ro est, de una
desabrida de Luis. Des- estaba sola, y creacin humana
de que ella insult las noches se pero, por algo que me resulta imposi-
a su nueva novia, convertan en ble explicarles, no me lo parece en ab-
l no disimulaba un festn de lla- soluto. ÔLos conciertos de Brandembur-
su desprecio. Ella madas annimas goÕ, sus cantatas, cualquiera de sus com-
haba aceptado, e NIETO a Luis. posiciones posee la misma entidad
incluso promovido, Baraj pedir cita natural que tienen los lagos, las piedras,
la separacin y luego el con un psiclogo. Se angus- la lluvia o las tormentas. Cuando oigo
divorcio Ñhaca aos que la pareja segua activada la opcin de nmero tiaba incesantemente por Mateo. Si a Bach, no escucho un artificio, no me
no funcionaba, casi desde que haban oculto y no la cambi. Saba que se la pillaban, se acabara la custodia parece algo generado por un hombre,
tenido al nioÑ, pero cuando su ex la estaba comportando como una para- compartida, quizs incluso le prohi- sino un elemento tan eterno e inhuma-
inform de que estaba con otra, sus noica, pero eso no mejoraba su ni- biran verle, como a esas madres mal- no como la lluvia, el hidrgeno o los
certezas se hicieron aicos. La sen- mo. Se compr un nuevo mvil. La de- tratadoras o locas. ÀLuis viva aque- ocanos gigantes.
sacin de querer volver con l, de po- pendienta le pregunt si deseaba otro llas llamadas como un acoso? Empe- Su msica parece tener una existen-
seerle de nuevo, le duraba cada vez nmero o conservara el suyo, y ella z a interrogar sutilmente al nio cia anterior a la nuestra. Johan Sebas-
ms, y en ese momento, ya borracha, le dijo que otro. De vuelta en su casa, para colegir algo sobre su padre. Pin- tian Bach no compuso msica; compu-
aquel sentimiento la enardeci. se llam desde su telfono al nuevo y chaba en hueso; Mateo se haba vuel- so montaas, viento, nieve, cordilleras,
Se notaba un poco febril. En la con- confirm que apareca como desco- to hermtico, y tal vez ah estaba la extensiones de campos llenos de trigo,
figuracin de su mvil, seleccion la nocido, pero no se tranquiliz del todo respuesta. espacio, tiempo, sol, calor, fro. Vuelva
opcin de ocultar nmero. Luego fue hasta que no le hizo una videollama- Una madrugada, tras el ÀDiga? y el visualizar lo que eligi al inicio, ese ele-
a la agenda y le dio al circulito con la da de WhatsApp a Luis para hablar silencio de ella, su exmarido pregun- mento natural. ÀEra una planta, un bos-
inicial de Luis. Eran las once de la no- con el nio. Su exmarido se asom t: ÀYolanda? Colg de inmediato. Fue que? Da igual. Solo quiero que sepa que
che. Tras tres tonos, escuch un des- apenas a la pantalla. Hola, ahora te una manera de delatarse. Llor has- la msica de Bach, y cranme que ja-
confiado ÀS? Cort inmediatamen- paso a Mateo. La secuencia le pare- ta el amanecer. Estaba segura de que, ms entender por qu, tiene la misma
te. Le temblaba la mano. ÀY si en la ci idntica a la de todas las tardes. al da siguiente, tendra que presen- entidad eterna. Y justo despus de ese
pantalla de l no haba figurado como Fue abstemia durante las tres se- tarse en comisara y le quitaran al punto tras la letra ÇsÈ termina este ar-
nmero desconocido? Volvi a ase- manas siguientes, pero un sbado vio nio. Por la maana, se duch, se vis- tculo de dos mil caracteres, incluyen-
gurarse de que, en efecto, estaba mar- ti y se maquill. Esper sentada en do espacios.
cada esa opcin, y se meti a la cama +.ƫ(ƫ*+$!ƫ/!ƫ !/,$¨ƫ+0.ƫ el jardn a que algo de eso ocurriera,
dicindose que, si haba visto que era +0!((ƫ !ƫ2%*+ċƫ*2(!*0+* Čƫ pero no pas nada. El domingo fue a
ella, poda ponerle la excusa de que recoger a su hijo, que la abraz con
le haba llamado por error.
/¨ƫ !(ƫ&¨*ƫ!(ƫ)¨2%(ƫ.!%h*ƫ total normalidad, aunque ella no sin- JUAN CARLOS
Al da siguiente se levant con el -1%.% +ƫƫ5ƫ/!(!%+*¨ƫ(ƫ ti normalidad alguna, sino impuni- ORTEGA
corazn desbocado. En su telfono +,%¨*ƫ !ƫ*Ò)!.+ƫ+1(0+ dad.
āĉ ƫ *0.!2%/0
Usl, momentos
antes de la
inauguracin
de la muestra
en Madrid
çNGEL DE ANTONIO
y pienso mirandoÈ
tar tiempo en las obras y de pro-
poner reflexin, ms que de ha-
cer arte pop.
ÑHay otra friccin en ese ejer-
cicio que es la de la imagen fi-
(ƫ,%*0+.Čƫ2+6ƫ10+.%6 ƫ !(ƫ.0!ƫ+*0!),+.8*!+ƫ!/,¦+(Čƫ((!2ƫƫ(ƫ#(!.ƫā %. ġ gurativa de la fotografa y la
abstraccin que se genera en
.% ƫ!(ƫ,.+5!0+ƫę!ƫ(16ƫ5ƫ/*#.!ĚČƫ+*ƫ(ƫ/+).ƫ !(ƫ..++ƫƫ/1/ƫ!/,( / su propia pintura.
ÑTal y como yo utilizo la foto,
procuro que esta sea un medio
que me permita mirar con dis-
JAVIER DêAZ-GUARDIOLA ÑEl proyecto naci cuando me te fui al Metropolitan. Me fui ÑTocaba lo duro. Porque a m tancia y ÔrobarÕ. O sea, me per-
F
ue uno de los artis- invitaron a ver la Sala Verni- obsesionando con cierta icono- me gusta trabajar y descubrir, mite estar ms en el mundo que
tas fundamentales cas. No la conoca. Al entrar vi grafa. Pero como sntesis, me pero indagando y haciendo. Soy llamamos real. Creo que ver pin-
que despuntaban en un espacio barroco y de arqui- vinieron dos conceptos. de hacer, pues soy pintor. Me tura es ÔexperienciarÕ. Y expe-
los 80. Desde enton- tectura pesada. Pero ensegui- ÑÀCules eran? gusta elaborar los pigmentos, rienciar es alcanzar un punto
ces, simultane en da pens en la luz y me dirig al ÑUno, la idea de la luz, que con- mezclarlos, hacer la pintura... cero en el que todo puede pa-
su quehacer la pintura (con la crucero. No soy una persona ca- tinuaba. Otro, la imagen de la ÑÀY cmo es su pintura? sar. Yo miro pensando y pien-
que se consagr), con la foto (a tlica, pero me gustan los espa- sangre: a travs de la tortura, el ÑMi pintura siempre propone, so mirando. Debemos empezar
la que cada vez da ms prota- cios recogidos, me gusta el si- dolor, el martirio... Me esmer pero tambin esconde, porque por abrirnos y percibir no so-
gonismo en sus citas). Con esta lencio. Pregunt si podra abrir en hacer un trabajo de campo creo que debe ser el espectador lamente con los ojos, sino con
ltima, Juan Usl (Santander, un agujero arriba. Con eso la ex- ms exhaustivo y visitar luga- el que la complete con su pro- todo el cuerpo.
1954) se centra en las imgenes posicin ya estaba. res donde estas iconografas se pia deduccin, con su pensa- ÑReconoce que el trabajo le
que nos bombardean desde el ÑClaramente, le diran que no. repetan, estaban a flor de piel, miento. Para esto fue coagulan- ha transportado a su infancia.
exterior. El lienzo y el caballe- ÑÇEs parte del patrimonioÈ, es- y se consideran patrimonio: An- do la idea de simultanear y fric- ÑYo crec en una casa donde
te le sirven para asentar las in- tas cosas. Entonces me salie- daluca, Valencia, MurciaÉ Dis- cionar la foto y la pintura. Hago mis padres eran hortelanos de
teriores. Por eso no le gusta con- ron al paso las paredes blancas. paraba con la cmara. Tena cin- muchas fotos, pero me siento unas monjas de clausura. Y me
traponerlas, sino ÔfriccionarlasÕ, Me vinieron a la cabeza imge- co mil imgenes. pintor. Estoy ms a favor de rei- vi maravillado por ese mundo:
©
como sucede en ÔDe luz y san- nes de retablos. Pens: ÇÀQu ÑTocara condensar... vindicar la pintura por militan- la luz, los colores, que me en-
greÕ, versin reducida para la tipo de iconografa habra hoy cantan saturados porque soy
galeria 1MiraMadrid de un mag- en estas capillas?È. Y me ima- del norte. Todos los componen-
no proyecto que naci en la Sala gin muchas cosas. El Barroco ƫ#.*ƫ 1 ƫ !ƫ*+ƫ/!.ƫ ¨* !ƫ!/08/ƫ tes de mi pintura tienen mucha
Vernicas de Murcia y en la que es parte de nuestra tradicin y /!ƫ/+(2!*0ƫ/1)%!* +ƫ-1!ƫ!(ƫ!/01 %+ƫ vinculacin con el paisaje que
la pauta la dan referentes reli- me fui empapando de imge- yo he vivido y sobre todo con la
giosos atravesados por el tamiz nes. Y, claro, vi las imgenes que
!/08ƫ/%!),.!ƫ!*ƫ(ƫ,.! Ğƫ estructura mental que desarro-
de Çun hombre laicoÈ. yo llevaba dentro, por mi edu- ll. Y la constru de una mane-
ÑÀCmo se condensa en gale- cacin, por nuestra tradicin, +ƫ.!+ƫ-1!ƫ$5ƫ$!$+ƫ#.* !/ƫ ra muy naif. Porque en mi casa,
ra una cita que pas por Ve- y decid visitar lugares. Volv a ,%*01./ċƫ%!),.!ƫ.!+ƫ-1!ƫ!/0/ƫƫ por ejemplo, no haba libros, ni
rnicas y el CICUS sevillano? Nueva York, donde lgicamen- !/08*ƫ,+.ƫ$!./!Ğ apego por la cultura.
*%2!./.%+ƫ
ABC CULTURAL Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 āĊ
ÑÀY cmo se mira de una ma-
nera laica unos contenidos que Un Espai 13
en plena forma
tienen una connotacin tan
marcada?
ÑBueno, mi mirada es relativa-
mente laica porque he procu-
rado tener una distancia. Pero
la distancia no es nunca obje- (ƫ!/,%+ƫ !ƫ.0!ƫ!)!.#!*0!ƫ !ƫ(ƫ1* %¨*ƫ %.¨ƫ1),(!ƫ
tiva. Sin embargo, yo crec en
esa educacin. Tengo experien- ąĆƫ¦+/ƫ5ƫ(+ƫ!(!.ƫ+*ƫ(ƫ+)%/.%ƫ .%*ƫ 1.00
cias muy fuertes de cuando era
nio. Por ejemplo, encontrar-
me por primera vez delante de ISABEL LçZARO cia espacial multisensorial que se apoya en
L
un cuadro, por accidente, que a Fundacin Joan Mir celebra nada un minimalismo esencialista con piezas que
fue algo terrorfico. Todo en m menos que cuarenta y cinco aos de pasan por ser escultura, tambin instala-
fue un proceso encadenado, sin trabajo desde su Espai 13, enfocado cin, un sutil dibujo y sonido, de manera or-
prisas, sin que nadie forzara en el arte emergente. Un lugar que se ha de- gnica, proponindonos un paseo por un
nada, pero que a m me ha he- finido por evolucionar junto a las pulsiones ente vivo. El resultado es Ôun protagonista
cho ir apreciando, valorando y creativas desde un espritu curioso y exi- subyacenteÕ que casi respira y se desarrolla
construyendo un imaginario gente, en lnea con la propia personalidad desde su aparente blanda realidad en un
personal. Porque pas muchas mironiana, hacia la experimentacin y la casi impoluto cubo blanco.
horas solo, descubriendo. Eso relacin con las nuevas producciones. Este
te da un nivel de valoracin que hilo de conexin con la actualidad del arte Abrir la mente
no s si bueno o malo, pero s de nuestro momento ya hered objetivos y El escenario-ente liga con el espacio desde
desprejuiciado e intenso. Por competencias del Espai 10, donde actual- su palidez casi absoluta e invita a quien lo
eso mi pensamiento tambin mente se sita la tienda de la Fundacin. transita a hacerlo abriendo la mente y los
es desordenado. Luego la vida Sobre estas lneas, Con un programa arriesgado y en constan- sentidos. Espacio y obra anan esa expe-
te da unas pautas y eres capaz ÔJuicioÕ (2022) y ÔCruzÕ (2022) te ebullicin, el espacio se despliega como riencia ms all de lo visual desde una apa-
de establecer unos registros. mbito de investigacin y cuestionamiento rente sencillez circular. Tejidos que se mue-
ÑEs mendrico, s, pero luego del rol del arte en una sociedad en constan- ven y casi respiran en un movimiento me-
es muy sistemtico. ÔDeltaÕ es es el tiempo de los aconteci- te transformacin y diversa en su propia com- cnico. Un hilo de agua continuo y pausado
una gran secuencia de fotos; mientos y las circunstancias. posicin. Hacia esta esencia seala ahora el sale de la pared Ðes ese surco del ttuloÐ que
la estructuracin en polpti- El de la pintura es otro tiempo, ciclo comisariado por Irina Mutt bajo el po- acaba en un recipiente oscuro de una pro-
cos al final genera otras se- ms pausado y reflexivo, que tico ttulo ÔNos acompaaremos cuando ano- fundidad ajena a la realidad.
cuencias; en su pintura, pare- tambin necesito. Fjate, no creo chezcaÕ. De este acompaamiento y su pro- Un espacio de inquietud y reflexin, pues,
ce repetir un movimiento... que haya hecho grandes pintu- ceso es de lo que viene y hacia lo que va la ini- que nos transporta a una irrealidad pauta-
ÑLa respuesta es el tiempo. Yo ras. Siempre creo que estas es- ciativa de la Fundacin Mir como escaparate da que nos atrae y que interpela a nuestros
creo que la pintura no es una tn por hacer. del arte ms actual, respaldando lo que se deseos de tocar, oler y sentir. El sonido en-
imagen muerta o fija. Yo prefie- ÑÀEn serio? est haciendo ahora en un mbito plural, tan- volvente de ese palpitar y respirar toma
ro que haya una zona o muchas ÑDesde luego. A la pintura ade- to de procedencias como de implicaciones. como punto de partida a un ente del relato
en el cuadro que me deje mbi- ms hay que dejarla en paz. ÔBloodchildÕ, de Octavia E. Butler, dndole
tos, resquicios, fisuras, lugares, Pero yo quiero pintar. Y quiero En pequeas dosis acertadamente en esta sala dimensionali-
pieles, filtros, para sumergirme estar en los dos tiempos: el mo- Mutt conjuga en su ciclo la mirada de crea- dad propia y viva.
y definir aquello personalmen- mento en el que el fotograma doras jvenes en su forma de estar en el mun- Mayol nos lleva desde un espacio de en-
te. Y creo que se lo merece el es- sigue corriendo y en el que se do y subraya cmo ocupan los espacios a sueo a la realidad espacial con el referen-
pectador. El ojo que se sita de- quema. Esa fue la imagen que travs de una produccin entendida de una te escrito como punto de anclaje y compren-
lante de una pintura se mere- se me qued cuando conoc el forma verstil y amplia. Para ello la acom- sin. El texto abre las puertas al entendi-
ce participar. La vida tiene que cine. paarn estos meses propuestas diversas miento, dibujando los lmites que en sala se
ver con eso, ms que con sinte- ÑAcaba de inaugurar en Le- como la de Inari Sandell, Danielle Brathwai- difuminan intencionadamente para crear
tizarlo todo. long, vive de las ventas... ÀDis- te-Shirley y nombres ya habituales del eco- esa congelada extraeza de una cueva lu-
ÑÀTienen aqu, como en el Ba- fruta de un momento dulce? sistema del circuito artstico de la Ciudad minosa y etrea.
rroco, una lectura simblica ÑQuiero creer que todo es tran- Condal como Helena Vinent o Alba Mayol,
los recurrentes azules y rojos sitorio. Lo dulce es sinnimo de quien protagoniza este primer captulo. Alba Mayol Solc i no clos Fundacin
del conjunto? adormecimiento. Yo me lo paso Desde el sonoro ttulo ÔSolc i no closÕ (ÔSur- Joan Mir. Barcelona. Parque de Montjuc, s/n.
ÑLa tienen, evidentemente. Si muy bien en el estudio porque co y no cercadoÕ), Mayol traza una experien- Comisaria: Irina Mutt. Hasta el 14 de abril
te fijas, en las pinturas hay mu- s que muchos problemas me
cho rojo, y mucha ocultacin o estn esperando all. Proble-
desaparicin del mismo. Para mas que no son de mi relacin
m, en esta muestra, es el color con el exterior, sino que nacen
de la sangre. Trabaj sobre los de no sentirme satisfecho del
colores de las llagas de los cua- todo con lo que produzco.
dros que fotografi. ÑNo s si vivir en dos escalas
ÑÔDeltaÕ es un mural de ms distintas, Saro en Espaa, Nue-
de 400 fotos. La anterior ex- va York en EE.UU., ayuda a re-
posicin en este espacio fue lativizarÉ
fotogrfica. ÀEs cada vez ms ÑMira, es algo que me ayuda a
fotgrafo que pintor? generar una agitacin interior.
ÑLa foto siempre fue para m A no dormirme en los laureles.
un lenguaje paralelo al de la pin- A soar desde un lugar tenien-
tura. Siempre voy con la cma- do en cuenta el otro. Y a tener
ra a cuestas. Sin embargo, y aun- un pie siempre en una orilla y
que en la calle los jvenes de mi en la otra del ÔazulÕ. El azul es
generacin nos entregbamos otro color bsico. La gran duda
a la accin, al volver a casa me de no saber dnde ests se sol-
pona a pintar. Son dos cami- venta asumiendo que el estu-
nos, dos velocidades, dos tiem- dio est siempre en la pared.
pos. Con la cmara ante la cara,
me siento protegido. Genera un Juan Usl De luz y sangre Gale-
escudo. Su inmediatez siempre ra 1MiraMadrid. Madrid. C/ Argu-
me hizo sentir estar vivo, pues mosa, 16. Hasta el 30 de marzo Vista del montaje de ÔSolc i no closÕ, de Alba Mayol
ĂĀ ƫ (!./ƫ /,%+/ƫ !ƫ.0!
Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 ABC CULTURAL
L
blicitaria que los portugueses hicieron en Espaa en 1975. as conmemoraciones, nes de un abrigo de mujer.
Nuno Nunes-Ferreira Tan nuevo y tan cerca GALERêA como las buenas in- Lo que desconocamos era
JUAN SILIî. MADRID. C/ DOCTOR FOURQUET, 20. HASTA EL 27 DE MARZO tenciones, las car- este tema Ôpoco exploradoÕ
ga el diablo. de la influencia de la m-
Cualquier ao es bue- quina en su Surrealismo.
Los paisajes de Lola Zoido no para celebrar el cen- Exposiciones magnfi-
tenario de lo que to- cas como la que se mon-
MIGUEL CERECEDA que, y en 2024 tene- t en el IVAM sobre el
Despus del sorprendente auge y la prematura cada del mos la ocasin de objeto surrealista (1997),
arte nft, con obras que se vendieron por millones de dla- darle vueltas a lo o la que comisari Jos
res y cuyo valor mercantil ahora parece casi nulo. Despus kafkiano y al Surrealis- Jimnez con el tema de
de las polmicas experimentaciones con la inteligencia ar- mo entre otras lindezas. ÔEl surrealismo y el sue-
tificial, tanto en arte como en literatura, con casos como el Motivo, sin duda, de oÕ en el Thyssen (2013-14),
de la novelista japonesa Rie Kudan, que gan un importan- exaltacin para los comi- ofrecieron revisiones de ese
te premio literario por una novela escrita con la IA, o el de sarios, que son capaces de movimiento sin que la meca-
Boris Eldagsen, en Alemania, que gan un concurso de fo- cantar por todos los palos o, nizacin fuera algo relevante.
tografa con una imagen generada tambin por inteligen- como apuntara Pablo Helgue- La cita del fotgrafo Paul B.
cia artificial. Despus de todas estas recientes experien- ra en su ÔManual de estilo del Haviland de que Çvivimos en la
cias, parece como si el uso de las nuevas tecnologas para arte contemporneoÕ, termi- ÔRotoreliefs. Relieves de rotorÕ. era de la mquinaÈ es una ob-
la creacin se hubiera puesto en entredicho. nan por certificar que el ni- Discos pticos de Duchamp viedad que no sirve, ni mucho
Cabe decir al respecto, sin embargo, que el arte desde co ÔismoÕ que funciona es el menos, para apuntalar algo as
siempre ha jugado con ellas. Desde la imprenta y la cma- oportunismo. Nuestra poca, como una tesis curatorial. Pi-
ra oscura, a la fotografa y el nadie lo ignora, es extraa, y dromologa e incluso canta- lar Parcerisas propone una re-
cine, siempre han sido los ar- cuanto ms frikis son las can- ron, de forma demencial, la su- visin, bastante poco afortuna-
tistas los primeros en explo- tinelas y absurdo lo realizado, blimidad de la guerra, acele- da, del Surrealismo que, segn
rar sus posibilidades expre- ms viralizaciones se consi- rando sin freno hacia la cats- apunta, habra descubierto Çel
sivas. Lo mismo pasa con las guen. Tal vez la Fundacin Ca- trofe. Tambin asumimos que, cuerpo como mquina que ela-
holografas o con el arte ge- nal program la muestra ÔSu- como apuntara Giedion, la me- bora sueos que genera el de-
nerado por ordenador. rrealismos. La era de la m- canizacin tom el mando y seo ertico y desvela la fuerza
Lola Zoido es una joven ar- quinaÕ con seriedad acadmica, los ideales modernos de la ar- del inconsciente y la irraciona-
tista extremea que experi- pero lo cierto es que el caso es quitectura terminaron por edi- lidad como fuerza creativaÈ.
menta con las formas plsti- rarsimo o, directamente, val- ficar un sistema que, para los Si volvemos, como sera
cas y visuales a travs de las ga la paradoja, divagatorio. habitantes, fue prcticamen- oportuno, al primer Manifies-
nuevas tecnologas. Constru- te carcelario. to del Surrealismo escrito por
ye sus imgenes mediante la No hay nada ms bello Aquella superioridad est- Breton y publicado en 1924, no
inteligencia artificial y las ejecuta con impresoras 3D. Las Casi en parvulario aprendimos tica y funcional que Le Corbu- encontraremos otro rastro de
formas as generadas son sorprendentes y desconcertan- aquello de que un automvil a sier estableciera de su ÔDela- esas ÔmaquinacionesÕ que esta
tes. Ella dice que se trata de Çpaisajes que yacen sobre s toda velocidad es Çms bello geÕ en comparacin con el Par- exposicin pretende desvelar.
mismosÈ. Presenta adems un interesante holograma muy que la victoria de SamotraciaÈ, tenn podra haber dado Acaso todo tenga que ver con
seductor. Pero, aunque el camino de su experimentacin y algn fervor tuvimos por ÔMe- enorme satisfaccin al fordis- la belleza, segn declar el
parece absolutamente correcto, es posible que todava ten- trpolisÕ de Fritz Lang antes mo. Chaplin parodi como na- Conde de Lautramont, que se
ga que darle algunas vueltas ms a los resultados. Lola Zoi- de entender el subtexto tota- die esos Ôtiempos modernosÕ produce gracias al Çencuen-
do May May Eyes GALERêA BADR EL JUNDI. MADRID. C/ BAR- litario. Las llamadas Ôvanguar- en los que el esclavo de la ca- tro casual de un paraguas y
QUILLO, 43. HASTA EL 9 DE MARZO dias histricasÕ anticiparon la dena de montaje termina ator- una mquina de coser sobre
%*01.ƫ5ƫ!/1(01.ƫ
ABC CULTURAL Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 Ăā
A la izquierda,
escultura de Man
Ray. En la otra
La naturaleza emocional
pgina, ÔA la hora
del observatorioÕ, de la pintura
del mismo
autor. Abajo, la
mtica foto de
Duchamp y *ƫ2!6ƫ)8/Čƫ5ƫ2*ƫ%*+Čƫ(ƫ(!)*ƫ**!ƫ!.*%*#ƫ!*0.ƫ!*ƫ
Eva Babiz /,%+ƫ *%)+Čƫ$+.ƫ+*ƫ1*ƫ+.ƫ-1!ƫ/!ƫ,+5ƫ!*ƫ(+ƫ0!401(
de Julian
Wasser
K
andinsky consideraba el color un me- NichtÕ (ÔNo lo sÕ), frase alusiva al proceso
dio esencial para ejercer una influen- de creacin de Berning: ÇSi me preguntas
cia directa sobre el espritu: ÇEl co- cmo empiezo, a menudo no lo s, quiz
lor es la tecla, el alma es el piano con sus sigo una pista, comienzo y, en seguida, vuel-
cuerdas, y el artista es la mano que, median- vo a no saberÉ La pintura te va dando y qui-
te una u otra tecla, hace vibrar adecuada- tando, mientras el color fluye como un or-
mente el alma humanaÈ. ganismoÈ.
Para el pintor ruso, el lenguaje hablado
o escrito no poda expresar la vibracin an- Huir del gesto heroico
mica esencial que transmite el color, tam- Con la pareja de trminos ÔFeige FaulÕ (co-
poco para Anne Berning (1958); sin embar- barde y perezoso), repetida en varios lien-
go, en su caso, las palabras juegan un papel zos, la artista huye del gesto heroico y mas-
clave a la hora de activar el proceso creati- culino asociado a la pintura, en el que no se
vo. La quinta individual de la artista alema- siente representada, y reclama otras for-
na en Espacio Mnimo sigue la estela de su mas de hacer lentas y cuidadosas. Un pro-
exposicin en 2018 titulada ÔIdiotÕ, donde, ceder que tambin reivindica para un mun-
adems de expandir la naturaleza pictri- do en guerras y azotado por la crisis clim-
ca a la tridimensionalidad cermica, dej a tica. ÔFichtenÕ (abetos) apunta a la brutal
un lado la cita explcita a la Historia del Arte sequa de los bosques alemanes y ÔThem/usÕ,
y el poder de la imagen para explorar las po- a la necesidad de empatizar con el entorno
sibilidades de la pintura apoyndose en el al que pertenecemos.
elemento textual.
Como entonces, los trminos caligrafia- Anne Berning Ich Wei§ Nicht Gale-
dos en los cuadros de hoy se repiten con for- ra Espacio Mnimo. Madrid. C/ Doctor Fourquet,
mas, tonos y tamaos diferentes. Las letras 17. Hasta el 23 de marzo
invaden el lienzo con una monumentalidad
mesa de diseccinÈ. Fascinan- cin Canal atiende, ms que arquitectnica y sirven de estructura fsica
te defensa de la tropologa me- nada, a las correras de los pro- y ancla conceptual. Son forma y significa-
taforizante que en pintura en- to-dadastas neoyorquinos con do al tiempo, disparaderos reflexivos que
carnara con brillantez, entre el mnimo aadido de algunas estimulan las emociones del espectador. En
otros, îscar Domnguez. cositas de poca monta de Dal, lo referente al contenido, la convocatoria
algunas fechadas en 1970, esto previa tena un carcter ms atrevido o, si
Compaeros de viaje es, cuando haca aos que el se quiere, provocador. Las expresiones Ôidio-
Recordemos que Breton, tras Surrealismo no era otra cosa taÕ, ÔdogmaÕ, ÔmierdaÕ, ÔquÕ o la onomatope-
dar la definicin del Surrea- que una reliquia perfectamen- ya de la risa ÔhahaÕ, parecan interpelar al vi-
lismo a la manera de un dic- te conservada en los museos- sitante sobre cuestiones de adoctrinamien-
cionario e incluso de una en- mausoleos. to y manipulacin meditica.
ciclopedia como Çautomatis- Tal vez lo que la cita quera
mo psquico puroÈ, poniendo colocar sobre la mesa de di- Ecos sombros
a las claras su vinculacin con seccin era al cadver inco- Eso s, siempre desde la ambigedad se-
la interpretacin de los sue- rrupto de Marcel Duchamp mntica de los vocablos y su deformacin
os freudiana, anota quines velado por sus secuaces. Del visual: las lneas serpenteantes dificultan
son los que han hecho Çprofe- Surrealismo que, como apun- la lectura y permiten divagar por otros de-
sin de fe en el Surrealismo t Bretn, Çtiende a destruir rroteros discursivos y espacios de asocia-
absolutoÈ y, tras componer definitivamente todos los res- cin mental. En la cita actual, quiz por la
una lista de escritores del pa- tantes mecanismos psqui- influencia del fro invierno berlins y la co- ÔFeige FaulÕ
sado como Swift, Hugo, Poe, cosÈ, qued poco que pueda yuntura internacional, el trasfondo ideol-
Baudelaire o Rimbaud, que ha- contemplar el Ôojo salvajeÕ. gico tiene ecos sombros y pesimistas, sin
bran sido surrealistas sin sa- Aquel delirante y hasta pa- anular por ello la ambivalencia interpreta-
berlo, deja caer en una nota a ranoico juego, declaradamen- tiva. ÔMelancholyÕ (melancola) es la pala-
pie de pgina que tambin hay te anti-cartesiano, surgido des- bra protagonista de la sala principal, pero
algunos filsofos que podran de el sueo de Çun hombre a cuesta entenderla; sobresalen los fragmen-
atender al Çdictado del pensa- quien la ventana ha partido tos ÔmeÕ (yo), ÔlandÕ (tierra) y, sobre todo ÔholyÕ
miento sin intervencin regu- por la mitadÈ, brilla por su au- (sagrado), concepto alineado con la dimen-
ladora del pensamientoÈ, y sencia; o acaso la mquina de sin espiritual que inspiran las obras.
unos pocos pintores que tam- coser carece de hilos. En la pieza ÔLieber NichtÕ destacan las s-
bin pueden ser compaeros Quizs esta Çconmemora- labas ÔLiebÕ (encantador), ÔErÕ (l) y ÔIchÕ (yo),
de viaje: Derain; Picasso, al que cin surrealistaÈ en Madrid aunque la traduccin completa es Ôpreferi-
se califica Çcomo el ms puro, aprovech que el Pisuerga ra noÕ, frase relativa a la famosa contesta-
con muchoÈ; Braque, Du- pasa por ah. cin de ÔBartleby, el escribienteÕ, de Herman
champ, Picabia, Chirico, Klee, Melville, un personaje que el filsofo Gior-
Man Ray, Max Ernst y, espe- Surrealismos. La era de la m- gio Agamben ha definido como Çla figura
cialmente, Andr Masson. quina Colectiva Fun- extrema de la nada de la que procede toda
El difuso ncleo maquinal dacin Canal. Madrid. C/ Mateo creacin y, al mismo tiempo, la ms impla-
de la revisin del Surrealismo Inurra, 2. Comisaria: Pilar Par- cable reivindicacin de esta nada como po-
que se propone en la Funda- cerisas. Hasta el 21 de abril tencia pura y absolutaÈ. En este sentido, co- Una de las esculturas de la cita
ĂĂ ƫ %*01.ƫ */0(%¨*
Sç BA D O, 1 0 D E F E B R E RO D E 2 0 2 4 ABC CULTURAL
ę ƫƫ Ěčƫƫ
ƫ §ƫƫ ƫƫ
ƫ% !*0% ƫ).ƫ(ƫ"%(+/+"ƫ !ƫ!/0ƫ%0ƫ!*ƫ ƫ/ƫ*!* % Čƫ
!*ƫ(ƫ-1!ƫ/!ƫ% !*0%"%ƫ(ƫ %/0%*0+Čƫ)!0"¨.%)!*0!Čƫ+)+ƫę(%!*Ě
U
Obra de la serie ÔCmo explicarle un chiste a un caballoÕ no de los grandes ca- vigilancia para la visin noc- desenvuelve con soltura den-
talizadores de los turna. All nos esperan unas tro de esa tradicin misgina
miedos contempo- monumentales figuras textiles que, desde los bestiarios me-
El teatrillo rneos es el alien,
cuya monstruosa identidad so-
que intentan evocar aquellas
vidas negras invisibilizadas en
dievales hasta las expresiones
paranoico-crticas de Dal, ani-
de la gran pintura brevuela el imaginario colecti-
vo a travs de vainas, abduccio-
los relatos coloniales.
Modelo, cantante y artista,
maliza la representacin de lo
femenino. Especficamente,
nes y platillos volantes. En su la japonesa Mari Katayama Ovartaci imagina a las mujeres
libro ÔAliengenasÕ (Siruela, (1987) naci con un trastorno como reptiles, con diminutos
(ƫę.!(%/)+ƫ).%*+Ěƫ !ƫ¦%#+ƫ2..+ƫƫ 2006), el historiador e hispanis- congnito y, siendo nia, deci- orificios nasales, costillas visi-
Ĩ-1!ƫ"%$ƫ,+.ƫ+*!Ő+(!/ĩƫ*+ƫ !!ƫƫ ta John F. Moffit sealaba que, di que le amputaran ambas bles, labios prominentes y ojos
en el mbito angloparlante, el piernas. Sus autorretratos, que rasgados.
!(%,/.ƫ(ƫ)!/0.ƫ !ƫ1*ƫ,.+"!/%+*( significado de la palabra tras- giran en torno a la trascenden- Ms all de sus ambigeda-
ciende lo ficcional y lo extrate- cia de aquel hecho, se caracte- des y de sus amplios mrgenes
rrestre; por ejemplo, desde 1950, rizan por la presencia de pr- interpretativos, las obras selec-
îSCAR ALONSO MOLINA los inmigrantes que merodean tesis, esculturas cosidas a mano cionadas dejan claro el princi-
Empieza la colaboracin entre Ponce+Robles con este ar- por los EE.UU. son comnmen- y gestos anodinos, como de mu- pal postulado de ÔLoving the
tista un tanto a contrapelo, Iigo Navarro (1977), a quien te llamados Ôilegal aliensÕ (ex- eca. La cuestin del drama bio- AlienÕ: la raza, el gnero, la iden-
desde hace tiempo se le habra deseado ver representado tranjeros ilegales). Esta condi- grfico, as como los vnculos tidad, y ahora tambin la eco-
por una galera de al menos este fuste. Es algo habitual en cin polismica es estirada entre identidad y cuerpo, tam- loga, son los emblemas por ex-
nuestra escena que nombres como Antonio Montalvo, Con- como un chicle en ÔLoving the bin son determinantes en la celencia de la otredad. Sorpren-
cha Martnez Barreto, Jos Luis Serzo, Sara Quintero o Jor- AlienÕ, exposicin integrada por obra del dans Ovartaci (seu- de la brevedad del texto del
ge Diezma, con quienes se le puede poner en sintona por cuatro artistas internacionales dnimo de Louis Marcussen, catlogo que firma la comisa-
la va de su interpretacin sui gneris del ÔrealismoÕ, tarden cuyas obras escenifican su otre- 1894-1985): diagnosticado de ria, Laura Lpez Paniagua, cuyo
en encontrar acomodo en el sistema comercial Ðcuando lo dad corporal, sus luchas racia- esquizofrenia e ingresado en escaso afn terico es contra-
consiguenÐ, quin sabe por qu prejuicios o complejos. les o sus particularidades se- un psiquitrico, se someti vo- rrestado por los circunloquios
Pero en este caso, tras la larga espera en la que el artis- xuales. luntariamente a la castracin ÔqueerÕ del ensayo que aporta
ta fue demostrando lo slido de su proyecto, as como su La propuesta ms sugeren- qumica y, poco despus, se au- Helen Hester, profesora de g-
impecable dominio de procesos y tcnica (atencin a las te procede de la coreana Anne tomutil el pene. nero en la Universidad de West
superficies de sus acuarelas y telas, vayan al detalle), cabe Duk Hee Jordan (1978), cuyo London. La exposicin imagi-
esperar que su trabajo sea conocido por un pblico amplio campo discursivo rebasa la sub- Un rato no muy largo na un universo paralelo, arti-
y acceda a ferias, instituciones y colecciones de relevancia. jetividad identitaria para abrir- Pese a la insistencia de la comi- culado exclusivamente por po-
se al espectculo de la Natura- saria en referirse a Ovartaci en lticas identitarias, donde la po-
EL TRABAJO DE NAVARRO HA SIDO INTERPRETADO leza, cuya visin detenida ofre- femenino, lo cierto es que este breza y las desigualdades
con frecuencia en clave mera y netamente surrealista, en ce perturbadoras historias de se identific como mujer du- econmicas no parecen inter-
parte porque el propio artista nos empuja a ello a travs de metamorfosis, apareamiento y rante un breve periodo de su ferir en la constitucin de otre-
los textos que escribe como acompaamiento de sus im- canibalismo, protagonizadas longeva vida. De hecho, en sus dades marginalizadas. Pura fic-
genes, y en los que las situaciones cotidianas se topan cons- por mariposas, anfibios y hon- ltimos aos, renunci de ma- cin de serie B.
tantemente con el absurdo, lo onrico o lo delirante. Quiz gos. El espacio expositivo dedi- nera explcita a su identidad fe-
sera recomendable a quien se acerque por vez primera a cado a la noruega de origen con- menina y pidi ser tratado Loving the Alien Colectiva
lo intrincado de estas imgenes que no ceda de inmediato goleo Sandra Mujinga (1989) como un hombre. Su obra po- La Casa Encendida.
a semejante tentacin, que rechace la mano que se le tien- se encuentra sumergido en una see el encanto sin refinar del Madrid. Ronda de Valencia, 2.
de desde la literatura, distanciando la lectura de esos escri- cegadora luz verde, color can- Ôart brutÕ, en tanto que se mues- Comisaria: Laura Lpez Pania-
tos donde Navarro parafrasea sus imgenes por medio de nico del extraterrestre, pero tra ajeno a las convenciones gua. Hasta el 28 de abril
historias rocambolescas.
De este modo, lo que parece salido del sueo adquirir
la textura del juego, y lo que aparenta paranormal deven-
dr ms bien disparatado o mtico; todo improbable, s,
pero susceptible todava de ser reconstruido por la lgica
de la travesura, por las reglas de un teatro privado, del di-
vertimento o la fiesta, del carnaval. Esta labor, que arran-
ca con ÔperformancesÕ familiares, donde su mujer, hijos y
amigos, junto a l mismo, aparecen enmascaradas bajo ilu-
minaciones de tramoya, y que va dejando su rastro en ob-
jetos, vdeos e instalaciones que salpican sus exposiciones,
amasa un substrato barroco de juego de espejos que va ms
all de los medios tcnicos en que se traduce a cada paso.
La pintura est al final de esa cadena (aunque yo desta-
cara la inteligencia de unos pasos previos en el formato
del pequeo boceto preparatorio para el cuadro y de los pa-
peles, que suelen escapar al mbito comercial); y es una
pintura que merece la pena apreciarse en vivo, porque est
hecha con la sabidura y la sensibilidad de los grandes.
L
ejos quedan ya en las
sienes de nuestra me-
moria esa irnica pre-
gunta surgida en los
ÔmovidosÕ aos ochenta: ÀDi-
seas o trabajas? Bien es ver-
dad que esto, en gran medida,
posiblemente se refera ms
al diseo grfico, territorio de
aparente mayor calado glamu-
roso y moderno, que al de pro-
ducto o industrial.
De todas formas, muchas
cosas y muchos hechos han
ocurrido desde entonces en el
diseo espaol que han posi-
bilitado que esa sarcstica
ecuacin se haya despejado
definitivamente: disear es
trabajar, para conseguir un
mundo mejor, ms funcional,
sostenible y humano.
En este sentido iniciativas
como esta nueva edicin, la sp- Bodegn con algunas de las principales aportaciones de este creador, como la ÔLampara CestaÕ
tima ya, del Madrid Design Fes-
tival es buena prueba de la ex-
celente salud actual del diseo
en nuestro pas. En su contex- ƫƫ ƫ ƫƫ ƫƫ compromiso con el taller como
un espacio no solo de trabajo
ƫ ƫ 7
to surgen una serie de propues- y produccin, sino anloga-
tas expositivas que sirven de mente como un lugar dinmi-
termmetro fiable para certifi- co de experimentacin y con-
car la adecuada temperatura fluencia de ideas y miradas,
del diseo espaol. con una clara dimensin hu-
Una de las ms interesan- manista que quedar bien pa-
tes y pertinentes es sin duda ƫ/¨(+ƫ,+.ƫ(ƫ.!0.+/,!0%2ƫ!*ƫ!(ƫ!*0.+ƫ1(01.(ƫ !ƫ(ƫ%((ƫƫ tente en todos sus trabajos,
la exposicin ÔMiguel Mil. Di- desde el mobiliario hasta los
seador (pre)industrialÕ, ex- !ƫ!/0!ƫ,%+*!.+ƫ !(ƫ %/!¦+ƫ!/,¦+(ƫ2(!ƫ(ƫ,!*ƫ(ƫ ƫ! %%¨*ƫ objetos cotidianos.
celente y novedosa retrospec- !(ƫ .% ƫ!/%#*ƫ!/0%2(ƫ-1!ƫ$+5ƫ..*
tiva Ðla ms importante rea- Un mtodo prctico
lizada hasta el momento a Su campo de creacin, como
nivel nacionalÐ sobre una de ese mbito una extensa y pro- por su temprana incursin en puede verse en la muestra, abar-
las figuras pioneras y semina- ductiva carrera, a lo largo de la el interiorismo, hasta sus ex- ca un doble mbito. Por un lado,
les de nuestro diseo. que recibir numerosos galar- periencias como editor y su el espacio domstico, con nu-
Se trata de una completa pa- dones y reconocimientos, des- presencia activa en diferentes merosos ejemplos de muebles
normica de la vida y la obra de el Premio Nacional de Dise- empresas; y a su vez recoge al- y otros objetos, y donde ese ca-
de este creador, a travs de ms o en su primera entrega has- gunas de sus principales se- rcter humano, al servicio de
de 200 piezas, planos y dibu- ta el prestigioso Compasso as de identidad dentro de este las personas, le lleva a aplicar
jos originales, que abarcan, en dÕOro Internazionale y la im- territorio. un mtodo prctico, enfocado
un amplsimo recorrido cro- portante Medalla al Mrito en Una constante que puede en el usuario, en el que los va-
nolgico de cerca de setenta las Bellas Artes, lo que le sita verse reflejada en toda su tra- lores estticos se alinean junto
aos dividido en ocho seccio- posiblemente como la perso- yectoria es la bsqueda per- a una tica de lo cotidiano. Es
nes, las diversas manifestacio- nalidad ms laureada de toda manente de la simplicidad, una esfera en la que el objetivo
nes de su trayectoria creativa, la Historia del diseo indus- muy en sintona con una de no es solo crear funcionalidad,
entre prototipos, piezas de pri- trial en Espaa. las frases ms emblemticas sino que igualmente busca in-
mera poca y trabajos ms cer- de la Historia del Diseo y de fluir en el modo y estilo de vida
canos al presente. A destacar Menos es an ms la Arquitectura, Çmenos es de las personas. ÇDisear es ver
igualmente el cuidado y elabo- El proyecto expositivo efecta msÈ Ðatribuida a Mies van la vida con lupaÈ, dice el propio
rado montaje del un recorrido que nos mues- der Rohe, pero en realidad acu- Miguel Mil, considerando cui-
proyecto. tra diversos aspectos de ada por el gran Peter Beh- dadosamente cada detalle.
Miguel Mil su vida y de su trayecto- rensÐ, basndose en una eco- El otro vector de creacin
(Barcelona, 1931) es, ria, desde sus orgenes noma de materiales y recur- se vincula al espacio urbano,
pues, uno de los familiares, pasando sos, y en contra de lo ostentoso con la idea de combinar la co-
nombres absoluta- y recargado. modidad, el servicio, con otros
mente referenciales Depuracin de formas y ob- factores tales como el bienes-
de este sector de crea- jetivo de naturalidad que le tar y la interrelacin. De nue-
cin. Nacido en el seno iban a servir a la perfeccin en vo, lo pblico como una con-
de una familia de la alta una Espaa todava saliendo secuencia esttica y tica. Una
sociedad barcelonesa de la dura posguerra, con gran- voluntad que queda asimismo
muy relacionada con des carencias materiales, lo muy bien representada por al-
las artes Ðsu to Pedro que le llevara lgicamente a gunos de los ejemplos expues-
Mil Camps encarg a hacer de la necesidad virtud. tos de bancos y asientos urba-
Gaud la famosa Casa Esa escasez de medios que nos.
Mil, tambin cono- an perviva a principios de
cida como La Pedre- los 50 le har asimismo otor- Miguel Mil Diseador (pre)
ra, y su hermano gar especial importancia a las industrial Sala Fernn
Leopoldo ser asi- tradiciones artesanales y a los Mesa ÔMaraÕ (arriba) Gmez. Centro Cultural de la Villa.
mismo figura impor- Silla ÔGataÕ, procesos y tcnicas manuales. y mesa ÔHarpoÕ (sobre Madrid. Plaza de Coln, 4. Comisa-
tante del diseo indus- un clsico Un valor que puede verse del estas lneas), ejemplos rios: Claudia Oliva y Gonzalo Mil.
trialÐ, ha desarrollado en del cataln mismo modo reflejado en su de la versatilidad de Mil Hasta el 17 de marzo