El dispositivo Vyalev reduce los ‘períodos de inactividad’ del medicamento en pacientes con Parkinson avanzado

La bomba Vyalev, aprobada por la FDA, ayuda a los pacientes con Parkinson avanzado a gestionar los períodos de inactividad y a mantener un mejor control sobre los síntomas.
Jan. 9, 2025
Ray Henderson con una versión experimental de la bomba Vyalev de AbbVie. Esta dispensa dosis constantes de una formulación de foscarbidopa-foslevodopa para mantener bajo control su enfermedad de Parkinson. Foto de Cyrus McCrimmon para UCHealth.
Ray Henderson con una versión experimental del dispositivo Vyalev de AbbVie. Este dispensa dosis constantes de una formulación de foscarbidopa-foslevodopa para mantener bajo control su enfermedad de Parkinson. Foto de Cyrus McCrimmon para UCHealth.

Cualquiera que sea el estereotipo de un aficionado al bordado en punto de cruz, Ray Henderson no encaja en él. A sus 65 años, Henderson es ingeniero eléctrico especializado en sistemas de control para Los Alamos National Laboratory (Laboratorio Nacional de los Álamos). Sin embargo, encuentra que el proceso meticuloso y exacto de bordar cuadro tras cuadro con hilo de colores es relajante, y sus productos coloridos y táctiles complementan de manera satisfactoria las representaciones digitales detalladas que produce en su trabajo habitual.

A lo largo de los años, terminó los calcetines de Navidad bordados en punto de cruz para sus tres hijos adultos y su primer nieto, cada uno de los cuales le llevó cientos de horas de trabajo para completarlo. Luego llegó su segunda nieta, una bebé llamada Esmeralda. Parecía que ella no recibiría un calcetín de Navidad hecho a mano.

Henderson fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson a mediados de 2018. Para 2021, la enfermedad ya había deteriorado tanto sus habilidades de precisión que no podía seguir bordando el calcetín de Navidad de Esmeralda. El Parkinson también afectó su capacidad para caminar, su energía general y la calidad de su sueño. Lo que antes eran ciclos de “activo-inactivo“, “activo” cuando su medicamento de carbidopa-levodopa lo ayudaban a sentirse como su antiguo yo, ahora se habían convertido en ciclos de “inactivo-activo”: las tres horas “activo” y una hora “inactivo” entre dosis se habían invertido. Ahora tenía que organizar sus salidas al supermercado cercano a su casa, al norte de Longmont, para asegurarse de regresar antes de que los efectos de los medicamentos desaparecieran.

“Pensaba, bien, tomaré mi medicación ahora, voy a estar ‘activo’ en 20-30 minutos y podré ir al supermercado”, dijo Henderson. “Si logro hacer las compras en 30 minutos, puedo regresar a casa antes de que me inactive”.

Entrega especial a través de Vyalev

Ya no más, gracias a un dispositivo médico aprobado por la U.S. Food and Drug Administration (Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU.) el 17 de octubre. Originalmente conocido como AbbVie-951 cuando Henderson comenzó a usarlo hace dos años, ahora se llama Vyalev. Se trata de una bomba fabricada por AbbVie que administra de manera continua una fórmula de foscarbidopa y foslevodopa a través de una pequeña aguja, en lugar de hacerlo en dosis de píldora tradicionales. La carbidopa y la levodopa trabajan juntas para entregar dopamina al cerebro de Henderson, un neurotransmisor que la enfermedad de Parkinson le priva a sus pacientes. La falta de dopamina está vinculada a muchos de los síntomas del Parkinson.

El neurólogo especializado en trastornos del movimiento en la University of Colorado School of Medicine (Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado), el Dr. Drew Kern, ha dirigido tres ensayos clínicos y sigue liderando tres estudios de extensión a largo plazo del dispositivo de AbbVie en el CU School of Medicine’s Clinical and Translational Research Center (Centro de Investigación Clínica y Traslacional) en el UCHealth University of Colorado Hospital (Hospital Universitario de Colorado de UCHealth), en el Anschutz Medical Campus (Campus Médico de Anschutz). Henderson se unió al tercer ensayo, tomando su primera dosis el 1 de noviembre de 2022. Él y otros cinco pacientes del Dr. Kern continúan usando la bomba gracias a su participación en el ensayo.

El Dr. Drew Kern, neurólogo especializado en trastornos del movimiento y líder del sitio de ensayos clínicos del Clinical and Translational Research Center (Centro de Investigación Clínica y Traslacional) para lo que se convertiría en Vyalev en el UCHealth University of Colorado Hospital (Hospital Universitario de Colorado de UCHealth), somete a Henderson a una serie de pruebas físicas y cognitivas como parte del ensayo clínico. Foto de Cyrus McCrimmon para UCHealth.
El Dr. Drew Kern, neurólogo especializado en trastornos del movimiento y líder del sitio de ensayos clínicos del Clinical and Translational Research Center (Centro de Investigación Clínica y Traslacional) para lo que se convertiría en Vyalev en el UCHealth University of Colorado Hospital (Hospital Universitario de Colorado de UCHealth), somete a Henderson a una serie de pruebas físicas y cognitivas como parte del ensayo clínico. Foto de Cyrus McCrimmon para UCHealth.

Kern dice que AbbVie desarrolló una nueva formulación líquida de carbidopa/levodopa, con pH neutro, para el dispositivo, pero lo que realmente marca la diferencia es la entrega constante de estos medicamentos probados. Compara la combinación de la bomba con aguja subcutánea con las bombas de insulina que han revolucionado el tratamiento de la diabetes. La idea de una entrega continua de medicamentos no es nueva en el tratamiento del Parkinson, explica. AbbVie ya había desarrollado un gel de carbidopa-levodopa para ser dispensado gradualmente directamente en el intestino. Sin embargo, ese enfoque tiene desventajas.

“Es un tubo de alimentación, es incómodo y requiere cirugía”, dijo Kern. “Muchos habitantes de Colorado no quieren andar por ahí con un tubo de alimentación si están haciendo senderismo, acampando o realizando otras actividades”.

Flujo continuo de carbidopa-levodopa para un ‘equilibrio estable’

La bomba Vyalev dispensa el líquido foscarbidopa/foslevodopa a través de una aguja fijada con un pequeño vendaje, sin necesidad de cirugía. La formulación pH-neutral fue importante para minimizar la irritación en la piel, explica Kern. El vendaje y el sitio de la inyección se mueven a un lugar nuevo cada dos o tres días.

La bomba dispensa 10 mililitros de la combinación de medicamentos desde una jeringa dentro del dispositivo. Henderson la reemplaza una vez al día. Dentro de los parámetros establecidos, puede ajustar la dosis con lo que equivale a configuraciones de “alta”, “media” y “baja”. También tiene un botón que puede presionar para administrar una dosis adicional una vez por hora si siente que necesita un impulso.

La bomba libera pequeñas dosis de foscarbidopa-foslevodopa desde una jeringa, las 24 horas del día. Henderson cambia la jeringa una vez al día. Foto de Cyrus McCrimmon para UCHealth.
La bomba libera pequeñas dosis de foscarbidopa-foslevodopa desde una jeringa, las 24 horas del día. Henderson cambia la jeringa una vez al día. Foto de Cyrus McCrimmon para UCHealth.

“Me ayuda a estar en equilibrio”, comentó Henderson. “Sigo haciendo cosas que no podía hacer antes de tener la bomba”.

Se siente bien, dice él. No tiene problemas para levantarse por la noche o por la mañana, lo cual solía ser una lucha porque sus medicamentos orales habían perdido efecto. Ya no observa el reloj cuando hace mandados. Su esposa Kathy no tiene que cortarle la comida. Camina una milla todos los días con Tillie, su perro cocker spaniel.

“Realmente ya no tengo tiempos de ‘inactividad’”, dijo Henderson. “Estoy prácticamente ‘activo’ todo el tiempo, 24/7, aunque algunos ‘activos’ son mejores que otros”.

La bomba hace la diferencia

Kern tiene grandes expectativas sobre el potencial del dispositivo para ayudar a los pacientes con Parkinson en etapas más avanzadas (según él, las pastillas suelen ser eficaces hasta que la enfermedad progresa). La bomba ofrece una dosificación precisa, algo que es complicado de lograr solo con pastillas. Además, puede ser una alternativa para aquellos pacientes que no están interesados en, o cuya edad o estado de salud hacen que la neurocirugía de estimulación cerebral profunda sea demasiado riesgosa.

“Cuando una persona lleva entre cinco y diez años con la enfermedad, es muy probable que se beneficie de este tratamiento”, explicó Kern.

Kern considera la bomba de AbbVie como un “cambio radical” para muchos de los 1 millón de personas con la enfermedad de Parkinson en los Estados Unidos. Afirma que la aprobación por parte de la FDA de Vyalev ya ha generado consultas de otros neurólogos y espera que tanto neurólogos generales como médicos de atención primaria terminen recetando la bomba.

El bordado del calcetín de Navidad de Esmeralda, casi terminado. Foto cortesía de Ray Henderson.
El bordado del calcetín de Navidad de Esmeralda, casi terminado. Foto cortesía de Ray Henderson.

Los beneficios para Henderson han sido claros: mejor sueño, mayor movilidad y habilidades de precisión mejoradas. Tener la bomba como compañera constante le costó acostumbrarse, dijo él, y a veces le resulta incómoda. Pero ya no tiene que poner un recordatorio en su iPhone para tomar las pastillas de carbidopa-levodopa cada cuatro horas, recordatorios que a veces olvidaba, lo que le costaba más tiempo de “inactivo”. La bomba también sigue funcionando durante la noche, evitando brechas durante el sueño.

Como usuario de Vyalev a largo plazo, él y Kathy se han vuelto expertos en cambiar la cánula a diferentes puntos de su abdomen, un proceso que les lleva unos cinco minutos. Henderson compara la cánula con un alfiler, cuya aguja de 9 milímetros (0,35 pulgadas) administra el medicamento. El cambio de la jeringa de medicación también toma aproximadamente cinco minutos y la bomba le avisa cuando es necesario hacerlo o reemplazar la batería. Ha aprendido que, si la piel cerca de la cánula se irrita, debe moverla a otro lugar.

Henderson es consciente de que la bomba AbbVie no es una cura, al igual que las pastillas de carbidopa-levodopa, ayuda a controlar los síntomas, pero no a tratar la enfermedad de Parkinson en sí.

“El Parkinson sigue ahí. Todavía tengo todos los síntomas que conlleva el Parkinson, dijo. Pero lo que no tengo es el tiempo ‘de inactividad’ de tener que lidiar con el Parkinson”.

¿Y entre los frutos de Henderson al mantenerse ‘activo’? Un exquisito trabajo de bordado para una nieta a la que quiere mucho.

About the author

Todd Neff has written hundreds of stories for University of Colorado Hospital and UCHealth. He covered science and the environment for the Daily Camera in Boulder, Colorado, and has taught narrative nonfiction at the University of Colorado, where he was a Ted Scripps Fellowship recipient in Environmental Journalism. He is author of “A Beard Cut Short,” a biography of a remarkable professor; “The Laser That’s Changing the World,” a history of lidar; and “From Jars to the Stars,” a history of Ball Aerospace.