-enseguida señor Alastor – se retiró el camarero.
                          
-oye ¿ordenaste por los dos?
                          
- confía en mi querida te va a encantar la Jambalaya que preparan aquí, es una de las especialidades de la casa.
                          
-Bueno está bien si tú lo dices – dijo apenado un poco.
                          
- Mientras esperamos por la comida ¿de qué te gustaría hablar? Ya que no hablaste nada en el auto.
                          
-Bueno tú estabas inspirado hablando de tantas cosas que pensé que sería grosero interrumpirte – dijo usando eso de escusa porque la verdad era que no quiso hablar con él.
                          
Alastor rio por eso que dijo Vaggie pues sabía que era una chica difícil.
                          
-          ¿Sabes querida? No te he dicho que te ves esplendida esta noche. Te sienta fenomenal ese color.
                          
-          Pues no hace falta que lo digas, sé que no lo dices en serio.
                          
-          Claro que lo digo en serio querida- giro el rostro aun sonriente- Charlie siempre me dice ¿No es linda Vaggie? siempre ayuda a todos en el hotel. Además Charlie me conto que te gustaba un poco la música Jazz.
                          
-          Espera, ¿ella te dijo eso de mí?
                          
-          Si, y también me dijo que  tu última cita fue un asco, ¿fue en un restaurante de comida rápida, no? así que quise esforzarme un poco para superar lo que te había sucedido en el pasado.
                          
-          ¿! En serio Charlie te conto eso de mí!?- sorprendida exclamo.
                          
-          Charlie y yo nos contamos muchas cosas – cerro los ojos en señal de agrado.
                          
-          Si ya veo... - se cruzó de brazos.
                          
No puedo creer que Charlie le tenga tanta confianza como para dialogar con el sobre esas cosas, se dijo para ella misma en su mente.
                          
Pero más pronto que nunca el camarero traía la orden de ambos.
                          
-que aproveche- se retiró el camarero.
                          
-Adelante querida pruébalo te va a encantar.
                          
Vaggie y Alastor comieron la Jambalaya y estaba muy buena que Vaggie comío cada porción tomando el vino que ordenaron. En cierta parte tuvo que reconocer que esa elección de Alastor fue positiva sabiendo que nunca le agrada nada de lo que este hacía.
                          
Finalizada la comida la casa les invito un delicioso postre, una rica tarta de manzana la cual degustaban tranquilamente mientras escuchaban algunos comediantes en la tarima haciendo sus números de chistes y ese tipo de cosas.
                          
Luego de ello la banda de jazz comenzó a tocar y varios de los demonios se levantaron de sus mesas para bailar, en ese momento Alastor miro a Vaggie insinuando que ellos también debían hacer lo mismo.
                          
-          Vamos querida la banda esta tocando tenemos que sacarle brillo al suelo.
                          
Ella trago nerviosa una porción de tarta y  se puso nerviosa.
                          
-          Ah... no Alastor yo paso- dijo tensa mientras permaneció sentada.
                          
-          Oh vamos solo es una pieza y luego seguiremos degustando del postre.
                          
-          Ah no es que hay mucha gente bailando y no quisiera estorbarle a nadie en la pista. Si quieres ve tú y yo me quedare aquí en la mesa.
                          
-          No pienso bailar solo, para eso te tengo a ti esta noche querida como mi invitada- y le extendió su mano con su carismática sonrisa.