Suiza

Suiza
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Nombre oficial: 'Confœderatio Helvetica
Confederación Suiza
Bandera suiza.JPG
Bandera
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Escudo
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Mapa o ubicación de Suiza
Gobierno
Forma de gobierno:República federal parlamentaria con democracia directa
Capital:Berna
Idioma oficial:Alemán, francés, italiano y romanche
Presidente de la Confederación Suiza
Ueli Maurer


Características Generales
Superficie:41.290 km²
Población
 • Densidad
8 500 000 (2018) hab
205 hab/km²
Moneda:Franco suizo (CHF)
Gentilicio:Suizo -a

Suiza (en alemán, die Schweiz; en francés, la Suisse; en italiano, Svizzera; en romanche, Svizra), oficialmente conocida como Confederación Suiza (Confœderatio Helvetica en latín, de ahí que sus códigos ISO sean CH y CHE), es un país sin salida al mar ubicado en Europa central y que cuenta con una población de 7.725.200 habitantes (2009).[1] Suiza es una república federal de 26 estados, llamados cantones. Berna es la sede de las autoridades federales, mientras que los centros financieros del país se encuentran en las ciudades de Zúrich, Basilea y Ginebra. Suiza es uno de los países más ricos del mundo según su PIB per cápita, que asciende a 67.384 dólares estadounidenses.[2] Por su parte, Zúrich y Ginebra se encuentran en el segundo lugar de las ciudades con mejor calidad de vida en el mundo.[3]

Suiza limita al norte con Alemania, al oeste con Francia, al sur con Italia y al este con Austria y Liechtenstein. El país se caracteriza por su política de relaciones exteriores neutral, sin haber participado activamente en ningún conflicto internacional desde 1815, y es la sede de varias organizaciones internacionales, incluyendo la Cruz Roja, la Organización Mundial del Comercio y una de las dos oficinas de la ONU en Europa. Suiza no es miembro de la Unión Europea pero desde 2005 forma parte del espacio de Schengen; es una nación multilingüe y cuenta con cuatro idiomas nacionales: alemán, francés, italiano y romanche. La fecha de creación de Suiza como nación se fijó el 1 de agosto de 1291 de acuerdo con la tradición, de ahí que cada año se celebre la fiesta nacional ese mismo día.

Actualmente, se percibe a Suiza como uno de los países más desarrollados del mundo. Por su política de neutralidad, el país alberga gran cantidad de inmigrantes provenientes de naciones de varios continentes, por lo que es considerado como uno de los países europeos con mayor diversidad cultural. Finalmente, es reconocida internacionalmente por sus montañas, relojes, chocolates, bancos, trenes y quesos.[4]

Etimología

El nombre Suiza proviene de la palabra Schwyz, nombre de uno de los cantones de Waldstätten que conformaron el núcleo de la Antigua Confederación Suiza.[5] El topónimo del cantón data del año 972 y proviene del antiguo alto alemán Suittes, vocablo relacionado con la palabra suedan que significa "quemar", haciendo referencia a una zona boscosa que fue quemada para construir algunas viviendas en la zona.[6] El uso del nombre para esta área se extendió para denominar a todo el cantón, y después de la Guerra Suaba en 1499 gradualmente se utilizó para nombrar a toda la confederación. El nombre en alemán de Suiza para el país, Schwiiz, es homónimo al del cantón y su capital, por lo que para distinguirse se emplea un artículo determinado en d'Schwiiz para referirse al país y la forma simple Schwiiz para el cantón y la ciudad.

El antiguo nombre del país, Helvetia, viene de la palabra Helvetii, una tribu celta que habitó en la meseta suiza antes de la época de los romanos. La primera mención del nombre Helvetti data del año 300 a. C.[7] Los nombres del neolatín Confoederatio Helvetica o Helvetia fueron introducidos cuando Suiza se convirtió en un Estado federal en 1848, remontándose a la República Helvética.

Historia

Paisajes de Suiza

Historia temprana

Los vestigios humanos más antiguos que existen en Suiza datan de hace 150.000 años aproximadamente.[8] Asimismo, las herramientas de agricultura más antiguas fueron halladas en Gächlingen y se estima que datan del 5300 a. C.[8]

Las tribus más antiguas conocidas en el área pertenecen a las culturas Hallstatt y La Tène, llamada así debido al sitio arqueológico de La Tène, ubicado al norte del lago de Neuchâtel. La cultura de La Tène floreció a finales de la Edad de Hierro, alrededor del 450 a. C.,[9] posiblemente bajo influencia de las civilizaciones griega y etrusca. Uno de los más importantes grupos étnicos en la región de Suiza fueron los helvecios. En el 58 a. C., en la batalla de Bibracte, las fuerzas de Julio César derrotaron a los helvecios.[10] En el año 15 a. C., Tiberio, quien más tarde sería emperador de Roma, y Druso el Mayor, conquistaron los Alpes, integrándolos al creciente Imperio romano. El área ocupada por los helvecios, de donde proviene el nombre Confoederatio Helvetica, pasó a formar parte de la provincia romana de Gallia Belgica y más tarde a la provincia Germania Superior, mientras la porción este de la Suiza moderna estuvo integrada a la provincia romana de Raetia.

En la Alta Edad Media, desde el siglo IV, la parte occidental de la actual Suiza formó parte del territorio del Reino de Borgoña. Los alamanes se establecieron en la meseta suiza en el siglo V d. C. y en los valles de los Alpes en el siglo VIII, formando Alemannia, y quedando el actual territorio de Suiza dividido entre los reinos de Borgoña y de Alemannia.[11] En el siglo VI, la región entera pasó a formar parte del Imperio franco tras la victoria de Clodoveo I sobre los alamanes en Tolbiac en el año 504. Posteriormente los francos también dominarían a los burgundios.

Entre los siglos VI y VIII Suiza continuó bajo la hegemonía franca (las dinastías merovingia y carolingia). En 843, tras alcanzar su máxima extensión bajo el reinado de Carlomagno, el imperio franco fue dividido en el Tratado de Verdún.[11] El territorio de la actual Suiza quedó dividido entre Francia Oriental y Francia Media hasta que fue unificada por el Sacro Imperio Romano Germánico en el siglo XI.[11]

Para el año 1200, la meseta suiza comprendía los dominios de las casas de Saboya, Zähringer, Habsburgo y Kyburg.[12] Algunas regiones (Uri, Schwyz y Unterwalden, después conocido como Waldstätten) fueron anexadas como inmediaciones imperiales para garantizar el control del imperio sobre los puertos de montaña. Cuando la dinastía Kyburg cayó en 1264, los Habsburgo bajo el mando del rey Rodolfo I, que fue emperador del Sacro Imperio en 1273, extendieron su territorio al este de la meseta suiza.

Antigua Confederación Suiza

La Antigua Confederación Suiza fue una alianza realizada por las comunidades de los valles centrales de los Alpes. La Confederación facilitó el desarrollo de varios intereses comunes (libre comercio) y aseguró la paz en las principales rutas mercantiles en las montañas. La Carta Federal de 1291 firmada por las comunidades rurales de Uri, Schwyz y Unterwalden es considerada el documento que sentó las bases de la fundación de la confederación, aunque es probable que alianzas similares ya hubiesen existido desde décadas anteriores.[13][14]

En 1353, los tres cantones originales se habían unido con los cantones de Glaris y Zug, y con las ciudades-estado de Lucerna, Zúrich y Berna para formar la Antigua Confederación de ocho estados que existió hasta finales del siglo XV. La expansión territorial ayudó a incrementar el poder y la riqueza de la confederación.[14] En 1460, los confederados controlaban gran parte de los territorios al sur y oeste del río Rin hasta la cordillera de los Alpes. En 1499 la victoria de Suiza sobre la liga Suaba y la casa de Habsburgo en la Guerra Suaba dio como resultado una independencia de facto del Sacro Imperio.[14]

La Antigua Confederación Suiza había adquirido una reputación de invencible durante estas guerras, pero la expansión de la Confederación sufrió un revés en 1515, con la derrota en la batalla de Marignano. Esto marcó el fin de la llamada época "heroica" de la historia de Suiza.[14] El éxito de la Reforma de Ulrico Zuinglio en algunos cantones llevó a varias guerras internas en el país entre 1529 y 1531 (Kappeler Kriege). Recién en 1648, más de un siglo después de estas guerras, Johann Rudolf Wettstein, como enviado de la Confederación Suiza, consiguió mediante hábiles negociaciones que las potencias firmantes del Tratado de Westfalia reconocieran oficialmente la independencia de Suiza con respecto al Sacro Imperio Romano Germánico y su neutralidad en las guerras (Ancien Régime).

Los siglos XVI y XVII estuvieron caracterizados por el creciente autoritarismo de las familias gobernantes. En 1653, esta situación, combinada con la crisis financiera traída por la Guerra de los Treinta Años, produjo el estallido de la Guerra de los campesinos suizos. Sumado a esto, permanecía el conflicto religioso entre los cantones católicos y los cantones protestantes que entre 1656 y 1712 llevaron a violentos enfrentamientos como la batalla de Villmergen.[14]

Era napoleónica

En 1798, las fuerzas de la Revolución francesa conquistaron Suiza e impusieron una nueva constitución.[14] Esta constitución centralizaba el gobierno y abolía los cantones, y tanto el territorio de Mulhouse como el valle de Valtellina fueron separados de Suiza. El nuevo régimen, conocido como la República Helvética, fue muy impopular. Había sido impuesto por un ejército invasor, destruyendo siglos de costumbres y tradiciones y convirtiendo a Suiza en un estado satélite de Francia. La fuerte represión efectuada por Francia durante la rebelión de Nidwalden (septiembre de 1798) fue un ejemplo de la presencia opresiva del ejército francés y de la resistencia local a la ocupación.

Cuando estalló la guerra entre Francia y sus rivales, las fuerzas de Rusia y Austria invadieron Suiza. El pueblo suizo se negó a combatir al lado de los franceses en nombre de la República Helvética. En 1803, Napoleón organizó una reunión con líderes políticos suizos en París; el resultado de esta reunión fue el documento llamado "Acta de Mediación", el cual restablecía en gran parte la autonomía de Suiza y la Confederación de 19 cantones.[14] Desde entonces, gran parte de la política suiza se encaminaría a balancear la tradición de los cantones autónomos con la necesidad de un gobierno central.

En 1815, el Congreso de Viena restableció por completo la independencia de Suiza y las potencias europeas accedieron a reconocer permanentemente la neutralidad del país.[14] Las tropas suizas sirvieron a varios gobiernos hasta 1860, cuando pelearon en el sitio de Gaeta. El tratado también aumentó la extensión territorial de Suiza, con la anexión de los cantones de Valais, Neuchâtel y Ginebra. Los límites de Suiza no han cambiado desde aquel entonces.

Estado federal

El cantón de Berna fue uno de los tres cantones que presidieron el Tagsatzung (antiguo consejo ejecutivo y legislativo) junto con Lucerna y Zúrich. La capital del cantón fue elegida como la capital federal en 1848, principalmente debido a su cercanía con el área francófona del país.

La restauración del poder en Suiza fue solamente temporal. Después de un periodo de disturbios con repetidos enfrentamientos violentos, como el de Züriputsch en 1839, estalló la guerra civil en 1847 cuando algunos de los cantones católicos trataron de establecer una alianza entre ellos (Sonderbundskrieg).[14] La guerra duró menos de un mes causando menos de cien víctimas, la mayoría de las cuales se debieron a fuego amigo. La Sonderbundskrieg parece muy pequeña comparada con otros conflictos que existieron en la Europa del siglo XIX y en la historia de la sociedad suiza.

La guerra mostró a los habitantes de Suiza la necesidad de unidad para fortalecerse ante sus vecinos europeos. Suizos de todos los estratos sociales, ya fuesen católicos, protestantes, liberales o conservadores, se percataron de que los cantones progresarían más si fusionaran sus intereses económicos y religiosos.

Así, mientras el resto de Europa se encontraba en medio de revoluciones y guerras, los suizos promulgaron una constitución más moderna, la cual daba al gobierno un diseño federal, en gran parte inspirado en el modelo estadounidense. Esta constitución impuso una autoridad central, dejando a los cantones el derecho de autogobernarse y resolver cuestiones locales. Además la asamblea nacional se dividió en una cámara alta (el Consejo de los Estados de Suiza, con dos representantes por cada cantón) y una cámara baja (Consejo Nacional de Suiza, con representantes electos de todo el país). Para introducir cambios a la constitución se volvió obligatorio realizar un referéndum.

Asimismo se implantó un sistema único de pesas y medidas, y en 1850 el franco suizo se convirtió en la única moneda oficial del país. El artículo 11 de la constitución prohibió el envío de tropas al extranjero, aunque en 1860 el ejército suizo fue obligado a participar al lado de Francisco II de las Dos Sicilias en el sitio de Gaeta.

Una de las cláusulas más importantes de la constitución era la que establecía que podía ser reescrita completamente si la ocasión lo demandaba, de esta forma la constitución evolucionaría totalmente en lugar de ser modificada año tras año.[15] Esta característica de la constitución se volvió muy útil con la llegada de la Revolución industrial, cuando varios proclamaron que era hora de modificar la constitución. Un primer borrador fue rechazado por la población en 1872, pero dos años más tarde se aceptaron las modificaciones.[14] Fue aquí cuando se introdujo un referéndum facultativo para la creación y modificación de leyes a nivel federal. También se establecieron normas que regulaban el ejército, el comercio y otras cuestiones legales. Finalmente, en 1891, la constitución fue revisada de nuevo y se implantó un inusual sistema de democracia directa, el cual sigue siendo único hasta el día de hoy.[14]

Historia moderna

Suiza no fue invadida en ninguna de las dos guerras mundiales. Durante la Primera Guerra Mundial, Suiza dio asilo a Vladimir Illych Ulyanov (Lenin) donde permaneció hasta 1917. En 1917 la neutralidad de Suiza fue seriamente cuestionada por el escándalo protagonizado por Robert Grimm y Arthur Hoffmann, cuando intentaron crear una tregua entre Rusia y Alemania. No obstante, en 1920, Suiza se unió a la Sociedad de Naciones, la cual tenía su sede en Ginebra, con la única condición de que quedaría libre de todo requerimiento militar.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército alemán realizó detallados planes de invasión,[16] pero nunca invadió Suiza.[14] El país fue capaz de mantener su independencia gracias a una combinación de disuasiones militares, concesiones a Alemania y muy buena suerte en las operaciones militares que retrasaron la invasión alemana. También existieron intentos por parte del Partido Nazi suizo para anexar el país a Alemania, pero fallaron. La prensa suiza criticó duramente al Tercer Reich, insultando frecuentemente a su líder. Suiza fue una importante base de espionaje para ambos bandos durante el conflicto, además de que a menudo actuó como mediadora en las comunicaciones entre los Aliados y las fuerzas del Eje. La Cruz Roja Internacional, con sede en Ginebra, jugó un papel muy importante durante este y otros conflictos.

El comercio en Suiza fue bloqueado por los Aliados y por los países del Eje. La cooperación económica y la ampliación del crédito para el Tercer Reich variaban según el riesgo de invasión y de la disponibilidad de otros socios comerciales. Las concesiones alcanzaron su punto máximo luego de que una línea ferroviaria que conectaba al país con la Francia de Vichy fuera cortada, dejando a Suiza completamente rodeada por el Eje. En el transcurso de la guerra, Suiza recibió más de 300.000 refugiados, de los cuales 104.000 eran de tropas extranjeras, que fueron aceptados según los Derechos y obligaciones de los países neutrales, documento firmado en las Conferencias de la Haya de 1899 y 1907; 60.000 de los refugiados eran civiles escapando de la persecución de los nazis. De estos, alrededor de 27.000 eran judíos. Sin embargo, las estrictas políticas de inmigración y asilo, así como las relaciones financieras con la Alemania Nazi, generaron controversia.[17] Durante la guerra, la Fuerza Aérea Suiza combatió aeronaves de ambos bandos. En mayo y junio de 1940, derribaron once aviones de la Luftwaffe que habían invadido el espacio aéreo suizo, obligando a otras naves intrusas a retirarse después de un cambio de la política en las relaciones con Alemania. Más de cien bombarderos Aliados y sus tripulaciones fueron albergados durante la guerra. En 1944, los Aliados bombardearon por error las ciudades de Schaffhausen (matando a cuarenta personas), Stein am Rhein, Vals y Rafz (con dieciocho muertos), así como Basilea y Zúrich el 4 de marzo de 1945.

En 1959, las mujeres recibieron el derecho a votar en algunos cantones, convirtiéndose éste en ley federal en 1971.[14] En 1963, Suiza se unió al Consejo de Europa. A finales de la década de 1970, una parte del cantón de Berna se separó y creó el nuevo cantón de Jura. En 1984, Elisabeth Kopp fue la primera mujer en el Consejo Federal Suizo y fue en 1999 cuando llegó a la presidencia la primera mujer, Ruth Dreifuss. El 18 de abril de ese mismo año la población suiza votó a favor de una revisión completa de la constitución federal.[14]

En 2002, Suiza se convirtió en miembro de pleno derecho de la ONU, dejando a la Ciudad del Vaticano como el único Estado reconocido que no tiene una membresía completa de la ONU. Suiza fue uno de los fundadores de la EFTA, pero no es miembro del Espacio Económico Europeo (EEE). Una solicitud de membresía fue enviada a la Unión Europea en mayo de 1992, pero no prosiguió cuando el acceso al EEE fue rechazado en referéndum en diciembre de ese año.[14] Desde entonces se han realizado múltiples referendos y votaciones sobre el acceso de Suiza a la Unión Europea, pero debido a las diversas reacciones que ha tenido la población, el proceso de obtención de la membresía se ha detenido. Sin embargo, la ley suiza ha ido cambiando gradualmente para ajustarse a lo que la Unión Europea y el gobierno suizo afirman, son una serie de acuerdos bilaterales. Suiza y Liechtenstein han estado rodeados totalmente por la Unión Europea desde el ingreso de Austria en 1995. El 5 de junio de 2005, el 55% de los votantes suizos accedieron a unirse al Tratado de Schengen, un resultado que ha sido catalogado por la Unión Europea como una señal de apoyo por parte de Suiza, un país que es tradicionalmente percibido como independiente o aislacionista.

Política

La constitución federal de 1848 es el fundamento legal del Estado federal moderno y la segunda constitución más antigua aún en vigencia en todo el mundo.[18] Una nueva versión de la constitución fue adoptada en 1999, pero no introdujo cambios notables en la estructura federal. Ésta delimita los derechos y obligaciones básicos de los ciudadanos, su participación activa en la política, divide el poder entre la confederación y los cantones y define las autoridades y jurisdicciones federales. Existen tres principales cuerpos de gobierno a nivel federal:[18] el parlamento bicameral (poder legislativo), el Consejo Federal (poder ejecutivo) y la Corte Suprema Federal de Suiza o Tribunal Supremo Federal (poder judicial). La función de la Corte Suprema Federal es la de atender las apelaciones en contra de las cortes cantonales o federales. Los jueces o magistrados son elegidos por la Asamblea Federal para un periodo de seis años.

El Parlamento suizo se compone de dos cámaras: el Consejo de los Estados, que cuenta con 46 representantes (dos de cada cantón y uno de cada semi-cantón), los cuales son elegidos por cada cantón bajo su propio sistema; y el Consejo Nacional, el cual consta de 200 miembros elegidos bajo un sistema de representación proporcional, dependiendo de la población de cada cantón. Los miembros de las dos cámaras son elegidos cada cuatro años. Cuando ambas cámaras se encuentran en sesión conjunta se les conoce como Asamblea Federal. A través de referendos los ciudadanos pueden rechazar o aceptar cualquier ley proveniente del parlamento, y por medio de iniciativas introducir nuevos puntos a la constitución federal, haciendo de Suiza una democracia directa.[18]

El Consejo Federal constituye el gobierno federal, dirige la Administración Federal y hace de jefe de Estado. Está integrado por siete miembros elegidos para un mandato de cuatro años por la Asamblea Federal, quien también vigila las acciones del consejo. El presidente de la Confederación es elegido por la asamblea de entre los siete miembros del consejo, tradicionalmente en rotación y sólo por un periodo de un año; el presidente dirige el gobierno y asume sus funciones representativas. Sin embargo, el presidente es un primus inter pares sin poderes adicionales, y permanece a la cabeza de su departamento durante su administración.[18]

Desde 1959, el gobierno federal suizo ha estado formado por una coalición de los cuatro principales partidos políticos, cada uno teniendo un número de asientos que difícilmente refleja su popularidad entre los votantes y el número de representantes en el parlamento. Desde 1959 hasta 2003, la clásica distribución de 2 CVP/PDC, 2 SPS/PSS, 2 FDP/PRD y 1 SVP/UDC fue conocida como la "fórmula mágica" (Zauberformel). En las elecciones de 2007, los siete asientos del Consejo Federal fueron distribuidos de la siguiente forma:

2 Social demócratas (SPS/PSS)
2 Liberal demócratas (FDP/PRD)
2 Partido popular de Suiza (SVP/UDC)
1 Demócratas cristianos (CVP/PDC).

Democracia directa

Los ciudadanos suizos son materia de tres jurisdicciones legales: la comuna, el cantón y la confederación. La constitución federal de 1848 define un sistema de democracia directa (a veces llamada semi-directa o democracia representativa directa debido a que tiene una mayor similitud con instituciones de una democracia parlamentaria). Los instrumentos de la democracia directa suiza a nivel federal, conocidos como derechos civiles (Volksrechte o droits civiques), incluyen el derecho a elaborar una "iniciativa constitucional" y a un referéndum, los cuales pueden influir en las decisiones del parlamento.[18]

Por medio de un referéndum, un grupo de ciudadanos puede poner en disputa alguna ley que haya sido aprobada por el parlamento si puede conseguir más de 50.000 firmas que estén en contra de la ley en un plazo de cien días. Si lo logra, se lleva a cabo una votación nacional donde se decide por mayoría simple si la ley es rechazada o no. Ocho cantones unidos también pueden realizar un referéndum para la aprobación de alguna ley federal.[18]

De manera similar, la "iniciativa constitucional" permite a los ciudadanos solicitar que una enmienda constitucional sea puesta en votación si logran conseguir 100.000 firmas que apoyen la enmienda en un plazo de 18 meses. El parlamento puede complementar la enmienda propuesta con una contrapropuesta, donde los votantes tendrán que indicar su preferencia en las papeletas, en caso de que ambas propuestas sean aceptadas. Las enmiendas constitucionales, ya sean de iniciativa popular o parlamentaria, deben ser aceptadas por una mayoría doble del voto nacional y del voto cantonal.[19][20][21]

Cantones

Su población varía entre los 15.000 habitantes del cantón de Appenzell Rodas Interiores y los 1,2 millones de habitantes del cantón de Zúrich, mientras que su área varía entre los 37 km² de Basilea-Ciudad y los 7.100 km² de los Grisones. Los cantones comprenden un total de 2.889 municipios. Dentro de Suiza existen dos enclaves: Büsingen perteneciente a Alemania y Campione d'Italia perteneciente a Italia.

El 11 de mayo de 1919, en un referéndum organizado en el estado austriaco de Vorarlberg, más del 80% de la población votó a favor de que el estado se integrara a la Confederación Suiza. Sin embargo, la oposición del gobierno de Austria, los Aliados, los liberales suizos, los suizos-italianos y los romandos, impidió la anexión del estado.

Relaciones exteriores e instituciones internacionales

Tradicionalmente, Suiza evita todas las alianzas que puedan implicar acción militar, política o económica y ha sido neutral desde su expansión en 1515.[22] No fue hasta 2002 cuando Suiza se convirtió en miembro completo de la ONU,[22] pero fue el primer Estado en adherirse a la organización después de un referéndum. Suiza mantiene relaciones diplomáticas con casi todas las naciones e históricamente ha actuado como intermediario de otros Estados.[22] Suiza no es miembro de la Unión Europea; la población suiza ha rechazado la membresía desde principios de la Década de 1990.[22]

Embajada de Suiza en La Habana

Un número alto de instituciones internacionales tienen su sede en Suiza, debido en parte por su política de neutralidad. La Cruz Roja fue fundada en 1863, y tiene su centro de operaciones en el país. A pesar del hecho de que Suiza sea uno de los países que más recientemente se integraron a la ONU, en Ginebra se encuentra la segunda sede más grande de la organización, sólo después de la ubicada en Nueva York. Aparte de la sede de la ONU, Ginebra también es la sede de varias organizaciones dependientes de la ONU, como la OMS y la UIT, además de otras 200 organizaciones internacionales.[22] Más aún, muchas federaciones y organizaciones deportivas tienen su sede en el país, como el Comité Olímpico Internacional en Lausana, la Federación Internacional de Hockey sobre Hielo (IIHF) en Les Avants, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) en Zúrich y la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) en Nyon.

Fuerzas Armadas

Las Fuerzas Armadas Suizas se componen del ejército y la Fuerza Aérea Suiza. Como Suiza es un país sin salida al mar, no cuenta con una marina de guerra, pero en los lagos limítrofes el ejército hace uso de botes armados. La peculiaridad del Ejército Suizo es el sistema de milicia. Los soldados profesionales constituyen sólo el 5% del personal militar. El resto son ciudadanos alistados de entre 20 y 34 años. Los ciudadanos suizos tienen prohibido servir en tropas extranjeras, con la excepción de la Guardia Suiza en el Vaticano.

La estructura de la milicia suiza estipula que los soldados deben mantener en casa su propio equipo, incluyendo la famosa navaja del ejército suizo y sus armas personales. Algunas organizaciones y partidos políticos encuentran esta práctica como controvertida y peligrosa. A la edad de 19 años, el servicio militar es obligatorio para todos los ciudadanos varones; las mujeres pueden servir voluntariamente. Cerca de las dos terceras partes de los jóvenes suizos son declarados aptos para el servicio; mientras que aquellos que no lo son deben pagar un impuesto especial en vez de realizarlo. Anualmente, cerca de 20.000 personas son entrenadas para el combate en un curso de 18 a 21 semanas. La reforma "Ejército XXI" fue adoptada por voto popular en 2009, y reemplazó al antiguo modelo "Ejército 95", reduciendo el número de efectivos de 400.000 a 200.000. De estos, 120.000 son soldados activos y 80.000 reservistas.

En total, sólo se han declarado tres movilizaciones generales para asegurar la integridad y neutralidad de Suiza. La primera con motivo de la Guerra Franco-Prusiana entre 1870 y 1871. La segunda fue decidida en respuesta al estallido de la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914. La tercera movilización tuvo lugar en septiembre de 1939 en respuesta a la invasión alemana a Polonia, y Henri Guisan fue elegido General en jefe.

Debido a su neutralidad, el ejército no puede tomar parte en conflictos armados en otros países, pero ha participado en varias misiones de paz alrededor del mundo. Desde 2000, el departamento de defensa también utiliza el sistema de inteligencia Onyx para monitorear las comunicaciones por satélite. Después del fin de la Guerra Fría ha habido numerosos intentos para reducir la actividad militar e incluso disolver el ejército. Uno de los referendos más importantes sobre este tema tuvo lugar el 26 de noviembre de 1959 y, aunque no fue aprobado, mostró que un alto porcentaje de la población suiza está a favor de dichas iniciativas.[23]

Geografía

Extendiéndose sobre las laderas norte y sur de los Alpes, Suiza comprende una gran variedad de formas de relieve y climas en una limitada área de 41.285 km².[24] La población total es de cerca de 7,6 millones de habitantes, resultando en una densidad de población de 240 h/km².[25][24][26][27] La parte sur del país es montañosa y se encuentra menos densamente poblada que la parte norte, donde el terreno, en parte boscoso y en parte despejado, cuenta con la presencia de varios lagos.[24]

Suiza se puede dividir en tres áreas topográficas básicas: los Alpes suizos en el sur, la meseta suiza en el centro, y las montañas de Jura en el norte.[24] Los Alpes es una cordillera de montañas altas que corren a través del centro y sur del país, ocupando cerca del 60% de la superficie total. Entre los picos más altos de los Alpes suizos, siendo el mayor la Punta Dufour (Dufourspitze) con 4.634 metros sobre el nivel del mar (msnm),[24] se encuentran múltiples valles, con cascadas y glaciares. Estos conforman la cabecera de algunos de los ríos más importantes de Europa, como el Rin, el Ródano, el Eno, el Aar y el Tesino. Otros ríos corren por el país y desembocan en los grandes lagos que hay en el territorio nacional como el lago Lemán, el lago de Zúrich, el lago de Neuchâtel o el lago de Constanza.[24]

Una de las montañas más famosas del país es el Cervino (4.478 msnm) en los Alpes Peninos, formando parte de la frontera con Italia. Otras de las montañas más altas del país se encuentran en esa zona: la Punta Dufour (4.634 msnm), el Dom (4.545 msnm) y el Weisshorn (4.506 msnm). En la sección de los Alpes berneses, al norte de Lauterbrunnen, se encuentra un valle con 72 cascadas, también conocido por los montes Jungfrau (4.158 msnm) y Eiger (3.970 msnm), y otros de los valles más pintorescos de la región. En el sureste destaca el valle de Engadina, donde se encuentra la comuna de Sankt Moritz, y el pico más alto de la zona es el Piz Bernina (4,049 m).[28]

La parte norte del país es la más poblada, ocupando cerca del 30% de la superficie del país, es también llamada meseta o Tierra Media (Mittelland). Cuenta con amplios valles con colinas, bosques y pastizales, usualmente utilizados para la agricultura y la ganadería. Es en esta zona donde se ubican las ciudades y los lagos más grandes de Suiza.[28] El lago más grande del país es el lago Lemán, ubicado en la parte oeste y compartido con Francia.

El clima es por lo general templado, pero puede variar mucho de localidad a localidad,[29] de las condiciones glaciares en la cima de las montañas a un clima casi mediterráneo en el sur del país. Los veranos suelen ser cálidos y húmedos con lluvias periódicas que ayudan al desarrollo de la agricultura en la región. Los inviernos en las montañas alternan días de sol y nieve, mientras las tierras más bajas tienden a tener días nublados y neblinosos. Un fenómeno climatológico llamado Efecto Föhn[29] puede ocurrir en cualquier época del año, incluso en invierno, y se caracteriza por el paso del aire cálido del Mediterráneo por los Alpes desde Italia. Las zonas con menos precipitaciones son los valles del sur en el Valais,[29] donde se cultiva el valioso azafrán y viñedos para la producción de vinos. Los Grisones también tienden a ser más secos y ligeramente más fríos,[29] aunque a veces reciben numerosas nevadas en invierno. Las condiciones más húmedas del país persisten en las alturas de los Alpes y en el cantón del Tesino, donde las lluvias y nevadas son abundantes.[29] La zona este tiende a ser más fría que la zona oeste del país, además de que las precipitaciones suelen ser escasas a lo largo del año, con variaciones menores entre el paso de las estaciones. El otoño suele ser la estación más seca del país, aunque los patrones del clima en Suiza pueden variar mucho de un año a otro, haciendo que sea muy difícil predecirlo.

Los ecosistemas de Suiza pueden ser particularmente vulnerables, lo cual se debe a que los múltiples valles delicados separados por las montañas a menudo forman ecosistemas únicos. Las regiones montañosas en sí son también vulnerables, con una amplia gama de plantas que no se encuentran a esas altitudes en otras partes del mundo, pero que se enfrentan el maltrato de los visitantes y de la ganadería.

Economía

Suiza cuenta con una de las economías capitalistas más estables, poderosas y modernas del mundo,[30] ubicada entre las diez mejores según el Índice de Libertad Económica de 2009. El PIB nominal per cápita de Suiza es más alto que el de la mayoría de las economías europeas, sólo superado por el de Luxemburgo, Noruega, Qatar, Islandia e Irlanda. La moneda oficial del país es el franco suizo (CHF).

El índice de paridad de poder adquisitivo (PPA) de Suiza se encuentra entre los quince mejores del mundo. El reporte de competitividad del Foro Económico Mundial coloca a la economía de Suiza como la segunda más competitiva en el mundo. En gran parte del siglo XX, Suiza fue el país más rico en Europa por un margen considerable.[30]

Suiza es el hogar de algunas de las corporaciones multinacionales más grandes del mundo. Las compañías más grandes de Suiza son Glencore, Nestlé, Novartis, Hoffmann-La Roche, ABB y Adecco. También destacan UBS AG, Servicios Financieros Zúrich, Credit Suisse Group, Swiss Re y los grupos relojeros Swatch y Richemont.

Entre las actividades económicas más importantes en Suiza se encuentran la industria química, la industria farmacéutica, la fabricación de instrumentos musicales y de medición, las inmobiliarias, los servicios financieros y el turismo. Las principales exportaciones del país son los productos químicos (34% de los bienes exportados), la maquinaria electrónica (20,9%) y los instrumentos de precisión y relojes (16,9%).[31] Los servicios exportados suman un tercio de los bienes exportados.[31]

La población económicamente activa llega a los 3,8 millones de personas. Suiza cuenta con un mercado laboral más flexible que los países vecinos y el índice de desempleo se mantiene bajo. Sin embargo, el índice de desempleo aumentó de 1,7% en junio de 2000 a 3,9% en septiembre de 2004. En abril de 2009 el índice de desempleo había bajado hasta 3,4%, en parte debido al alza de la economía que comenzó a mediados de 2003.[31]

El sector privado en la economía suiza es inmenso, además de que el país cuenta con bajas tasas de impuestos para los estándares occidentales; siendo una de las más bajas de los países desarrollados. El lento crecimiento económico de Suiza en la década de 1990 y principios de 2000 trajo consigo una serie de reformas económicas para adaptarse al modelo de la Unión Europea.[32] Según Credit Suisse, sólo el 37% de los habitantes del país es dueño de su propia casa, uno de los índices más bajos en toda Europa. El aumento de los precios de los alimentos y bienes raíces fueron del 145 y 171% en 2007, mientras que en Alemania fueron del 104 y 113%.[31] El proteccionismo agrícola, una rara excepción a la política de libre comercio suiza, contribuye al alza de los precios de los alimentos. Según la OECD, la liberalización de los mercados está retrasando algunas economías europeas como Suiza.[32] Sin embargo, el PPA suizo es uno de los más altos en el mundo.[33] Aparte de la agricultura, las barreras económicas y del comercio entre la Unión Europea y Suiza son mínimas y el país ha firmado múltiples acuerdos de libre comercio con otros países del mundo.

Infraestructuras y medio ambiente

La electricidad generada en Suiza proviene en un 56% de centrales hidroeléctricas, un 34% de centrales nucleares y un 5% de centrales térmicas y de otros combustibles convencionales como el carbón.[34]

El 18 de mayo de 2003, fueron rechazadas dos iniciativas antinucleares: "Moratorium Plus", que pedía el cese de la construcción de nuevas plantas de energía nuclear (41,6% a favor y 58,4% en contra),[35] y "Electricidad Sin Energía Nuclear" (33,7% a favor y 66,3% en contra). La antigua moratoria de diez años para la construcción de nuevas centrales de energía nuclear fue el resultado de una iniciativa ciudadana de 1990, en la cual el sí ganó con el 54,5% de los votos, contra el no que obtuvo 45,5%. La Oficina Federal de Energía Suiza (SFOE) es la responsable de responder y atender todas las quejas y dudas sobre el abastecimiento y utilización de la energía, junto con el Departamento Federal de Medio Ambiente, Transporte, Energía y Comunicaciones (DETEC). Estas agencias apoyan el concepto de la "Sociedad de 2000 vatios" para reducir en más de la mitad el consumo de energía del país para el año 2050.

La administración de las vías terrestres suizas es financiada a través de puestos de peaje y con los impuestos sobre los vehículos. El sistema de autopistas suizo requiere el pago de un peaje, con un valor de 40 CHF, por un año, tanto para vehículos de pasajeros como de carga. La red de carreteras suizas tiene una longitud de 1.638 km (2000) y un área aproximada de 41.290 km², lo que convierte a Suiza en uno de los países con mayor número de autopistas en proporción a su tamaño. El aeropuerto más grande del país es el Aeropuerto Internacional de Zúrich, por el cual pasaron más de 20,7 millones de pasajeros en 2007. A este le siguen el Aeropuerto Internacional de Ginebra con 10,8 millones de pasajeros y el Aeropuerto de Basilea-Mulhouse con 4,3 millones de pasajeros, ambos aeropuertos son compartidos con Francia.

La red ferroviaria cuenta con 5.063 km, transportando a más de 350 millones de pasajeros anualmente.[36] En 2007, cada ciudadano suizo había recorrido un promedio de 2.103 km en tren. La red ferroviaria es administrada principalmente por la SBB-CFF-FFS, excepto en gran parte de los Grisones, donde los 366 km de vías estrechas son operados por el Ferrocarril Rético, que incluye algunas líneas que son Patrimonio de la Humanidad. La construcción de túneles a través de los Alpes ha reducido la duración de los viajes que se efectúan entre el norte y el sur.

Suiza es altamente activa en cuanto al reciclaje y las regulaciones anticontaminantes, siendo uno de los recicladores más grandes del mundo, con un aprovechamiento de los materiales reciclables que va del 66% al 96%.[37] En muchos lugares de Suiza, la recolección de basura en los vecindarios no es gratuita. La basura (excepto materiales peligrosos, baterías, etc.) es recolectada sólo si está en bolsas con una calcomanía que demuestra el pago, o en bolsas oficiales entregadas al depositar el pago del servicio.[38] Esto supone un incentivo económico para reciclar, ya que el reciclaje es gratuito. Oficiales de salubridad y la policía revisan los depósitos de basura para buscar aquellas bolsas donde no se verifique el pago del servicio así como antiguas cuentas y recibos que puedan dar pista de dónde provienen aquellas bolsas. Las multas por no pagar el sistema de recolección de basura van de los 200 a los 500 CHF.

Su economía se ha beneficiado del hecho que dictadores del Tercer Mundo derrocados en sus países hayan depositado dinero malversado durante sus gobiernos en instituciones financieras suizas.

Educación, ciencia y tecnología

La educación en Suiza es muy diversa debido a que la constitución del país delega la autoridad del sistema escolar a cada cantón.[39] Existen escuelas públicas y privadas, incluyendo muchos colegios de renombre internacional. En todos los cantones, la edad mínima para ingresar en la escuela primaria es de seis años.[39] La escuela primaria consta de cuatro o seis grados, dependiendo de cada escuela. Tradicionalmente, la primera lengua extranjera que se enseñaba en las primarias era alguno de los otros idiomas nacionales, aunque en el año 2000 en algunos cantones se comenzó a dar clases de inglés.[39] Al final de la escuela primaria (o al comienzo de la escuela secundaria), los alumnos son separados en varios grupos (a menudo tres) de acuerdo a sus capacidades intelectuales. Los que aprenden más rápido son inscritos en clases avanzadas para ser preparados para el examen matura o bachillerato y para estudios más específicos,[39] mientras que los escolares que asimilan los conocimientos un poco más lentamente reciben una educación más adecuada a sus necesidades.

Existen 12 universidades en Suiza, diez de ellas son administradas a nivel cantonal y usualmente ofrecen carreras no técnicas. La primera universidad del país fue fundada en 1460 en Basilea (con una facultad de Medicina), y tiene fama de ser uno de los mejores centros de investigación química y médica en Suiza. La mayor universidad del país es la Universidad de Zúrich con cerca de 25.000 estudiantes. Los dos institutos administrados por el gobierno federal, la ETH en Zúrich (fundada en 1855) y la EPFL en Lausana (fundada en 1969, anteriormente asociada a la Universidad de Lausana), gozan de una excelente reputación internacional. En 2008, la ETH Zúrich figuraba entre los mejores quince institutos del campo Ciencias Naturales y Matemáticas según una lista publicada por la Universidad de Shangai Jiao Tong,[40] mientras la EPFL se encontraba en el puesto 18.º de la categoría Ingeniería/Tecnología y ciencias computacionales. Además, existen varias universidades de ciencias aplicadas. Suiza tiene el segundo mayor índice de estudiantes extranjeros en educación terciaria, sólo por detrás de Australia.

Hay varios científicos suizos que han sido galardonados con el premio Nobel, por ejemplo el famoso físico de origen alemán Albert Einstein, quien desarrolló la teoría de la relatividad mientras trabajaba en Berna. Más recientemente Vladimir Prelog, Heinrich Rohrer, Richard Ernst, Edmond Fischer, Rolf Zinkernagel y Kurt Wüthrich recibieron el premio Nobel de diversas ciencias. En total, hay 113 ganadores del premio Nobel que tienen alguna conexión con Suiza y el Premio Nobel de la Paz ha sido entregado nueve veces a organizaciones con sede en el país.[41]

En Ginebra se encuentra el laboratorio más grande del mundo, el CERN, dedicado a la investigación de la física de partículas. Otro importante centro de investigación es el Instituto Paul Scherrer. Invenciones muy conocidas incluyen el LSD, el microscopio de efecto túnel (premio Nobel) y el popular velcro. Algunas tecnologías ayudaron a la exploración de nuevos mundos, como el globo presurizado de Auguste Piccard y el batiscafo de Jacques Piccard, que le permitió llegar al punto más profundo del océano.

La Agencia Espacial Suiza, llamada Oficina Espacial Suiza, participó en el desarrollo de varios programas y tecnologías espaciales. En 1975 también fue uno de los diez fundadores de la Agencia Espacial Europea y es el séptimo contribuyente más importante para la AEE. En el sector privado, varias compañías están implicadas en la industria espacial, como Oerlikon Space y Maxon Motors.

Demografía

En 2009, Suiza contaba con una población estimada en 7.725.200 habitantes.[1] Los extranjeros que residen y trabajan temporalmente en el país conforman el 22% de la población.[42] La mayoría de ellos (60%) provienen de países de la Unión Europea o de la EFTA.[42] Los italianos son el grupo extranjero más grande del país, siendo el 17,3% de la población extranjera total. Son seguidos por los alemanes (13,2%), inmigrantes de Serbia y Montenegro (11,5%) y Portugal (11,3%).[42] Los inmigrantes de Sri Lanka, la mayoría de ellos refugiados tamiles, son el grupo asiático más grande del país. En la década de 2000, instituciones nacionales e internacionales han expresado su preocupación sobre lo que ellos creen es un incremento en la xenofobia, particularmente en algunas campañas políticas. Sin embargo, la alta proporción de ciudadanos extranjeros en el país, así como la integración de elementos extranjeros a la cultura suiza, subrayan la apertura de la sociedad suiza.

Idiomas

Suiza se encuentra en el cruce de algunas de las grandes culturas europeas, las cuales han influenciado fuertemente el idioma y la cultura del país. Suiza tiene cuatro idiomas oficiales: el alemán (63,7% de la población total lo habla, junto con extranjeros residentes en el país; 72,5% de los residentes con la ciudadanía suiza en 2000) en el norte, este y centro del país; el francés (20,4%; 21,0%) en el oeste; y el italiano (6,5%; 4,3%) en el sur. El romanche, una lengua romance que es hablada localmente por una minoría (0,5%; 0,6%) en el sureste, en el cantón de Grisones, es designado por la constitución federal como un idioma nacional junto con el alemán, el francés y el italiano (artículo 4 de la constitución), y como un idioma oficial si las autoridades desean comunicarse con personas que hablan este idioma (artículo 70), pero las leyes federales y otros documentos oficiales no deben ser escritas obligatoriamente en este idioma. El gobierno federal debe de comunicarse en los idiomas oficiales, y en el parlamento federal se da una traducción simultánea en alemán, francés e italiano.

El alemán hablado en Suiza es predominantemente un grupo de dialectos del alemán conocidos como alemán suizo, aunque en las escuelas y medios escritos se usa el alemán estándar. La mayoría de las transmisiones en radio y televisión se dan en alemán suizo. De forma similar, existen dialectos del franco-provenzal que son hablados en algunas comunidades rurales de la parte francófona, conocida como Romandía, entre los que se encuentran el vaudois, el gruérien, el jurassien, el empro, el fribourgeois y el neuchatelois. Finalmente, en la parte italiana del país se habla el tesinés (un dialecto lombardo). Además, los tres idiomas oficiales cuentan con algunos términos que no son entendidos fuera de Suiza, por ejemplo, palabras extraídas de otro idioma (en alemán utilizan la palabra billette[43] que proviene del francés), o de palabras parecidas en otro idioma (en italiano se usa el término azione no para acción, sino como descontar o rebajar, que proviene del alemán Aktion). Aprender otro de los idiomas nacionales es obligatorio para todos los escolares suizos, por lo que se supone que la mayoría de los suizos son bilingües.

Salud

En 2006 la esperanza de vida al nacer era de 79 años para los hombres y 84 años para las mujeres,[44] una de las más altas en el mundo.[45] Los ciudadanos suizos cuentan con un seguro médico que es obligatorio, permitiendo el acceso a una amplia variedad de servicios médicos modernos. Sin embargo, los gastos en los cuidados para la salud son particularmente altos, ya que desde 1990 se ha registrado un aumento en la cantidad de presupuesto que se utiliza para cubrir los gastos médicos, que para 2003 ocupaban el 11,5% del PIB; esta situación se ha reflejado en los altos precios de los servicios dados.[46] Con una población cada vez más anciana y nuevas tecnologías en el cuidado de la salud, se espera que estos gastos continúen en aumento.[46]

Urbanización

Entre dos tercios y tres cuartas partes de la población vive en zonas urbanas.[47][48] Suiza pasó de ser un país rural a uno urbanizado en sólo setenta años. Desde 1935 el desarrollo urbano ocupó gran parte del paisaje suizo desocupado los últimos 2.000 años. Esta dispersión urbana no sólo afecta a la meseta suiza, sino también a las montañas de Jura y de los Alpes y continúan aumentando las concesiones para el uso de la tierra. Sin embargo, desde principios del siglo XXI, el crecimiento de la población es mayor en las zonas urbanas que en cualquier otra área.[48]

Suiza cuenta con una densa red de ciudades, donde las poblaciones grandes, medianas y pequeñas se complementan.[48] La meseta suiza está densamente poblada, con una población relativa de 450 h/km2 y el paisaje continuamente muestra signos de la presencia del hombre. El tamaño de las áreas metropolitanas más grandes: Zúrich, Ginebra-Lausana, Basilea y Berna, tiende a incrementarse.[48] En una comparación internacional la importancia de estas áreas urbanas es mayor de lo que sugiere su número de habitantes.[48] Además, las dos ciudades de Zúrich y Ginebra son reconocidas por la buena calidad de vida que ofrecen.

Religión

Suiza no tiene ninguna religión de estado oficial, aunque la mayoría de los cantones (excepto el de Ginebra y el de Neuchâtel) reconocen sus propias iglesias oficiales. En todos los casos incluyen la Iglesia católica y la Iglesia Reformada de Suiza que son financiadas con el impuesto eclesiástico. Estas iglesias, y en algunos cantones la Iglesia católica antigua y las congregaciones judías, son financiadas por diezmos pagados por los creyentes.

El cristianismo es la religión predominante en Suiza, dividido entre la Iglesia católica (41,8% de la población) y varias iglesias protestantes (40%). La inmigración ha traído el islam (4,3%, predominante entre los kosovares y los turcos) y a la Iglesia ortodoxa (1,8%) como las minorías religiosas más importantes.[49] La encuesta del Eurobarómetro de 2005[50] anunció que el 48% de los suizos entrevistados era teísta, el 39% expresó creer en "un espíritu o una fuerza de la vida", el 9% era ateo y el 4% agnóstico. El 30 de noviembre de 2009 el pueblo suizo aprobó por referendo la prohibición de la construcción de minaretes en el país.[51]

El país ha estado históricamente dividido entre los católicos y los protestantes, con una compleja mezcla de territorios con mayorías católicas y protestantes por todo el país. En 1597, el cantón de Appenzell fue oficialmente dividido en dos para los católicos y protestantes.[52] Las ciudades más grandes (Berna, Zúrich y Basilea) son predominantemente protestantes. El centro del país, así como el Tesino, son tradicionalmente católicos. La constitución federal de 1848, bajo la reciente impresión de los enfrentamientos entre los cantones católicos y protestantes que culminaron en la Sonderbundskrieg, define un Estado consociacional, permitiendo la coexistencia pacífica entre ambos grupos. En 1980 se votó una iniciativa para separar completamente la iglesia y el Estado pero fue rechazada, con sólo el 21,1% de la población a favor.

Cultura

La cultura de Suiza está influenciada por los países vecinos, pero a través de los años se ha desarrollado una cultura distinta e independiente con algunas diferencias regionales. En particular, las regiones francófonas se orientaron más hacia la cultura francesa.[53] En general, los suizos son conocidos por su larga tradición humanitaria, ya que Suiza fue el lugar de nacimiento del movimiento de la Cruz Roja y alberga al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. De forma similar, en la Suiza alemana están más orientados hacia la cultura alemana, aunque los hablantes del suizo alemán se identifican estrictamente como suizos debido a la diferencia entre el alto alemán y los dialectos del alemán suizo. En la Suiza italiana se percibe mayormente la cultura italiana.[53] En resumen, una región tiene una conexión cultural más estrecha con el país vecino que comparte su idioma. La lingüísticamente aislada cultura romanche en las montañas del este de Suiza se esfuerza por mantener viva sus tradiciones no sólo lingüísticas.[53]

Muchas zonas montañosas están altamente conectadas con las culturas deportivas del esquí en invierno y del senderismo en verano. A lo largo del año, algunas zonas tienen una cultura de ocio para atraer el turismo, aún en primavera y verano, a las estaciones más tranquilas, cuando hay menos visitantes y mayor presencia suiza. Una tradicional cultura de granjas y cultivos también predomina en algunas zonas y las pequeñas granjas continúan omnipresentes en las afueras de las ciudades.

En el cine, las producciones estadounidenses conforman la gran mayoría de las carteleras, aunque varias películas suizas han tenido éxito comercial. El arte folclórico se mantiene vivo gracias a varias organizaciones ubicadas a lo largo del territorio nacional, donde se fomenta la música, la danza, la poesía, la talla de madera y el bordado. La trompa de los Alpes, una trompeta hecha de madera, junto con el yodel y el acordeón, se han convertido en el símbolo internacional de la música suiza tradicional.

Literatura

Como la confederación, desde su fundación en 1291, estuvo compuesta casi exclusivamente por regiones de habla alemana, las primeras obras literarias están en alemán. En el siglo XVIII, el francés se convirtió en el idioma de moda en Berna y otras regiones, mientras la influencia de los aliados francófonos y otros territorios se iba marcando más que antes.

Entre los autores clásicos de la literatura suiza en alemán se encuentran Jeremias Gotthelf (1797-1854), Gottfried Keller (1819-1890) y Conrad Ferdinand Meyer (1825-1989). Los tres máximos representantes de la literatura suiza del siglo XX son Robert Walser (1878-1956), Max Frisch (1911-1991) y Friedrich Dürrenmatt (1921-1990), autor de Die Physiker (Los físicos) y Das Versprechen (La promesa).[54]

Los escritores suizos francófonos más prominentes son Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), Germaine de Stael (1766-1817) y Benjamin Constant (1767-1830). Autores más recientes incluyen a Blaise Cendrars (nacido Frédéric Sauser, 1887-1961), a Charles Ferdinand Ramuz (1878-1947), cuyas novelas describen la vida de los campesinos que habitaban las zonas montañosas, en una época decadente[54], a Gustave Roud (1897-1976) y a Philippe Jaccottet (* 1925). Autores de habla italiana y romanche también han contribuido a la literatura suiza, pero de una forma más modesta.

Probablemente, la creación más famosa de la literatura suiza es Heidi, la historia de una niña huérfana que vive con su abuelo en los Alpes, uno de los libros para niños más populares en el mundo que se ha convertido en un símbolo de Suiza. Su creadora, Johanna Spyri (1827-1901), escribió otras obras con temas similares.[54]

Medios de comunicación

La libertad de prensa y el derecho de libre expresión están reconocidos por la constitución de Suiza.[55] La Agencia de Noticias Suiza (SNA) transmite durante todo el día información sobre política, sociedad, economía y cultura en los tres idiomas oficiales. La SNA es la que aporta casi todas las noticias sobre Suiza, y varios servicios de noticias extranjeros colaboran con ella.[55]

Históricamente, Suiza ha tenido el mayor número de periódicos publicados en proporción a su población y tamaño.[56] Los periódicos más influyentes son el Tages-Anzeiger, el Neue Zürcher Zeitung (ambos en alemán) y Le Temps (en francés), pero casi cada ciudad cuenta con su periódico local. La diversidad cultural del país contribuye a la publicación de múltiples periódicos.[56]

En contraste a los medios impresos, las radiodifusoras siempre han estado en gran parte bajo el control del gobierno.[56] La Radiodifusora Suiza, cuyo nombre recientemente se cambió a SRG SSR idée suisse, es la encargada de producir y transmitir varios programas nacionales de radio y televisión. Los estudios de la SRG SSR están distribuidos a través de las diferentes regiones lingüísticas. Los programas de radio son producidos en seis estudios centrales y cuatro estudios locales, mientras que los programas de televisión se realizan en Zúrich (SF), Ginebra (TSR), Lugano (RTSI) y Coira (RTR). Una gran compañía de transmisión por cable también permite el acceso de la población suiza a los programas de países vecinos.[56]

Medios de comunicación

La libertad de prensa y el derecho de libre expresión están reconocidos por la constitución de Suiza.[55] La Agencia de Noticias Suiza (SNA) transmite durante todo el día información sobre política, sociedad, economía y cultura en los tres idiomas oficiales. La SNA es la que aporta casi todas las noticias sobre Suiza, y varios servicios de noticias extranjeros colaboran con ella.[55]

Históricamente, Suiza ha tenido el mayor número de periódicos publicados en proporción a su población y tamaño.[56] Los periódicos más influyentes son el Tages-Anzeiger, el Neue Zürcher Zeitung (ambos en alemán) y Le Temps (en francés), pero casi cada ciudad cuenta con su periódico local. La diversidad cultural del país contribuye a la publicación de múltiples periódicos.[56]

En contraste a los medios impresos, las radiodifusoras siempre han estado en gran parte bajo el control del gobierno.[56] La Radiodifusora Suiza, cuyo nombre recientemente se cambió a SRG SSR idée suisse, es la encargada de producir y transmitir varios programas nacionales de radio y televisión. Los estudios de la SRG SSR están distribuidos a través de las diferentes regiones lingüísticas. Los programas de radio son producidos en seis estudios centrales y cuatro estudios locales, mientras que los programas de televisión se realizan en Zúrich (SF), Ginebra (TSR), Lugano (RTSI) y Coira (RTR). Una gran compañía de transmisión por cable también permite el acceso de la población suiza a los programas de países vecinos.[56]

Gastronomía

La gastronomía de Suiza es multifacética. Mientras algunos platos como la fondue, la Raclette o el rösti están presentes en todas las cocinas del país, cada región desarrolló su propia gastronomía, coincidiendo cada zona gastronómica con las distintas zonas lingüísticas.[57] La cocina tradicional suiza usa ingredientes parecidos a los de otros países europeos, entre otros productos lácteos y quesos como el gruyer o el emmental, producido en valles de Gruyère y de Emmental, de donde toman sus nombres.

El chocolate se ha fabricado en Suiza desde el siglo XVIII, pero ganó su reputación a finales del siglo XIX con la invención de técnicas más modernas, como el conchado y el templado, que ayudaron a mejorar la calidad de los productos. Además, otro de los grandes adelantos suizos en esta industria fue la invención del chocolate con leche en 1875 por Daniel Peter.

El vino, principalmente blanco, se produce principalmente en Valais, Vaud, Ginebra y Tesino. Los viñedos han existido en la zona desde la época de los romanos, e incluso se hallaron vestigios que podrían datar de fechas anteriores. Las variedades más producidas son el Chasselas (llamado "Fendant" en Valais) y el Pinot Noir. El Merlot es la principal variedad producida en Tesino.

Deportes

Gran parte de los deportes más populares en Suiza son deportes de invierno. El esquí y el montañismo son muy practicados en el país tanto por suizos como por extranjeros, ya que sus cumbres nevadas atraen a alpinistas de todo el mundo. El país ha organizado múltiples campeonatos y torneos mundiales de deportes invernales, incluyendo dos ediciones de los juegos olímpicos de invierno en 1928 y 1948, ambos en Sankt Moritz. Además, en Engelberg, se celebra anualmente una de las pruebas de la Copa de Mundo de saltos de esquí.

Como otros europeos, muchos suizos son aficionados del fútbol y el país cuenta con su propia selección nacional, organizada por la Asociación Suiza de Fútbol. Desde la década de 1920 el fútbol cobró popularidad y comenzó una época de auge de este deporte en el país, el cual culminó en 1954, cuando Suiza organizó el Campeonato Mundial de fútbol. Tras un estancamiento en las décadas que le siguieron, a finales de la década de 1990, la selección de fútbol logró clasificarse para el la Copa Mundial de Fútbol de 1994, con lo que el país retomó el interés por el fútbol.[58] Hasta 2009, la selección nacional ha disputado 8 Copas del Mundo, siendo los cuartos de final su mejor resultado. En 2008, Suiza organizó junto a Austria la Eurocopa. Suiza ha participado en 3 Eurocopas, donde nunca ha pasado de la primera fase. La principal competición de fútbol del país es la Super Liga Suiza.

Muchos suizos también son seguidores del hockey sobre hielo y apoyan a uno de los 12 clubes en la Liga A. En abril de 2009 Suiza fue la sede del Campeonato Mundial de la IIHF, por décima ocasión.

El ciclismo es otro deporte que también cuenta con una amplia promoción y participación. En Suiza, se celebran gran variedad de pruebas ciclistas como la Vuelta a Suiza y el Tour de Romandía, además de que el país ha sido sede de campeonatos internacionales como el Campeonato Mundial de Ciclismo de Ruta. Entre los ciclistas suizos más destacados se encuentran Fabian Cancellara, Alex Zülle y Tony Rominger.

Otros deportes que han cobrado popularidad en Suiza incluyen el tenis, con tenistas de la talla de Roger Federer y Martina Hingis; y el patinaje artístico, destacando el patinador Stéphane Lambiel. En ambos deportes los suizos han ganado múltiples torneos y campeonatos. Además existen otros deportes donde varios deportistas suizos han sido exitosos como la esgrima (Marcel Fischer), el piragüismo (Ronnie Dürrenmatt), la vela (Alinghi), el kayakismo (Mathias Röthenmund), el voleibol (Sascha Heyer, Markus Egger, Paul y Martin Laciga), entre otros.

El automovilismo, el motociclismo y otros deportes similares fueron prohibidos en Suiza después del desastre de Le Mans en 1955 con la excepción de eventos como la carrera de montaña. Esta prohibición fue retirada en junio de 2007. Durante este periodo, siguieron surgiendo en varias regiones del país varios corredores exitosos como Clay Regazzoni, Jo Siffert y el corredor del Campeonato Mundial de Turismos Alain Menu. Suiza también ganó la Copa Mundial de Motocross A1GP en la temporada 2007-2008, con el conductor Neel Jani. El motociclista suizo Thomas Lüthi ganó el Campeonato Mundial MotoGP de 2005, en la categoría de 125cc.

Los deportes tradicionales suizos incluyen la lucha llamada Schwingen, una antigua tradición de los cantones rurales del centro del país.[59] El steinstossen es la variante suiza del lanzamiento de peso, una competición donde se arroja lo más lejos posible una pesada piedra. Practicado entre la población alpina desde la época prehistórica, se popularizó en Basilea alrededor del siglo XIII. El hornussen es otro deporte autóctono de Suiza, el cual es una mezcla entre el béisbol y el golf y es practicado principalmente en la zona norte del país.[59]

Véase también

Referencias

Enlaces externos

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Fuentes