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Autocompasión. Enfoque psicoterapéutico
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Libro electrónico217 páginas2 horas

Autocompasión. Enfoque psicoterapéutico

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Mediante el análisis de la autocompasión y la experiencia, su autora expone una modalidad de terapia autóctona en diferentes temas: corrientes fundamentales de la psicoterapia, evolución: comunicación, psicoterapia de grupo, terapia basada en el análisis de la autocompasión, desarrollo de la terapia y medicinas complementarias en el sistema de aten
IdiomaEspañol
EditorialNuevo Milenio
Fecha de lanzamiento24 jul 2019
Autocompasión. Enfoque psicoterapéutico
Autor

Sara Gilda Argudín Depestre

Profesora Auxiliar y Consultante de Psiquiatría. Especialista de II Grado de Psiquiatría. Desde 1985 hasta 2006 dirigió el Hospital de Día del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras. Ha publicado varios artículos sobre psicoterapia y el Sistema de Atención Ambulatoria, y ha realizado investigaciones que han devenido trabajos de terminación de residencia.

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    Autocompasión. Enfoque psicoterapéutico - Sara Gilda Argudín Depestre

    amor.

    Agradecimientos

    A mis compañeros en todos estos años de trabajo y, en especial, a mis pacientes, que tanto me han enseñado y me permiten seguir creciendo.

    Prólogo

    He tenido la ocasión de conocer, y seguir la trayectoria personal y científica de la profesora Sara Gilda Argudín Depestre desde hace más de cuatro décadas. Fue mi alumna en el hospital Clínico-Quirúrgico Docente Calixto García, cuando cursó la asignatura de Psiquiatría en el pregrado. Después culminó la residencia en este servicio que yo dirigía, y tuve la oportunidad de tutorear su tesis de residencia para graduarse con brillante expediente como especialista de I Grado.

    Realizó misión internacionalista en Mozambique, en dos períodos, durante los años 1977-1979 y 1979-1980. Años más tarde la seleccioné para que me acompañara como miembro del grupo de colegas que colaboró conmigo, cuando me designaron jefe del servicio de Psiquiatría del hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, para su puesta en marcha, y ha permanecido desde entonces en esa institución durante veintiocho años. Formé parte del tribunal que le otorgó la categoría docente de Profesora Auxiliar y que la promovió a especialista de II Grado.

    La autora de este libro, además de haber consolidado una formación profesional impecable, es trabajadora ejemplar que mantiene una ética intachable y adorna, con su generosa comprensión, la tarea no siempre gratificante de comprender, apoyar y ayudar a los enfermos psiquiátricos que ha tenido a su cargo.

    Como docente, se ha desempeñado con un juicio claro, un espíritu crítico constructivo y una afectividad que le ha permitido ser figura paradigmática para alumnos y pacientes.

    Esta obra que hoy tengo el honor de prologar recoge la experiencia acumulada, enfrentando la tarea de ofrecer ayuda psicoterapéutica a los enfermos psiquiátricos, tan necesitados de comprensión y hambrientos de afecto.

    Es destacable el aspecto integrador de esta técnica que utiliza recursos de la medicina occidental con otras alternativas, entre las que se cuentan las que brinda la medicina tradicional china.

    Se debe señalar que la autora permaneció varios meses en Vietnam, como parte de su formación de especialista, para el entrenamiento en acupuntura.

    Es necesario destacar la importancia actual de la aplicación de técnicas, en las que los psicofármacos pueden ser sustituidos por recursos que no entren en conflicto con las consecuencias del injusto y genocida bloqueo que Cuba ha soportado durante más de medio siglo.

    La psicoterapia, que tiene como propósito modificar pensamientos impropios, emociones aceleradas y conductas erróneas, se basa en el logro de una comunicación positiva entre terapeuta y paciente, tratando de superar conflictos y obtener un desarrollo de la personalidad más adecuado.

    Este trabajo logra su objetivo, a mi juicio, al expresar el papel de la comunicación en diversas técnicas psicoterapéuticas. El énfasis en el análisis de la autocompasión se basa en una extensa experiencia acumulada en la Clínica de Día del hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras.

    Se exponen los diferentes tipos de psicoterapia de inspiración analítica, conductista y existencialista con un enfoque crítico, pero aceptando los aspectos utilizables en cada una de estas.

    Por último, se merecen destacar en las conclusiones los cuatro principios de la comunicación en esta técnica.

    Respeto al criterio ajeno.

    Primero comprender y después ser comprendido.

    Ganar-ganar.

    Punto de vista interactivo.

    Estoy convencido de que a los lectores de esta publicación les será más fácil en el futuro GANAR-GANAR.

    Miguel Ángel Valdés Mier

    Doctor en Ciencias

    Profesor Titular y Consultante

    Servicio de Psiquiatría del hospital Clínico-Quirúrgico

    Hermanos Ameijeiras

    Introducción

    Por definición, la comunicación es trasmitir, informar, relacionarse y tener correspondencia entre personas.

    Para algunos autores, es difícil determinar en qué momento la comunicación y la psicología convergen e interactúan en el proceso del conocimiento, pero coinciden en plantear que toda la comunicación está integrada al comportamiento humano y en esa medida causará cierto impacto psicológico; de lo que se desprende que sea necesario aislar y analizar algunos de los elementos adecuados de la psicología humana, ver la manera en que pertenecen a la comunicación y cómo pueden influir para la elaboración de un mensaje.

    El doctor Manuel Calviño señala que cuando en psicología se hace referencia a la comunicación se habla de dos aspectos directamente interconectados: en primer lugar, un proceso de intercambio entre personas y cuyo resultado es la trasmisión de elementos de la constitución subjetiva entre uno y otro, y que puede ser entendida como principio metodológico o como condición imprescindible de determinación y realización de las capacidades, funciones y procesos psicológicos; en segundo lugar, un proceso de intercambio real entre las personas que facilita la realización conjunta de ciertas actividades (problema de la comunicación en los grupos e instituciones), o el logro de ciertas metas o propósitos personales (desarrollo de las habilidades personales de comunicación).

    La psicoterapia es un tipo de tratamiento psicológico que busca hacer modificaciones en los pensamientos inapropiados, en las emociones patológicas y las alteraciones del comportamiento; que requiere que se establezca una relación entre personas y se vale de diversos instrumentos para desarrollar una comunicación que sirva de enlace emocional y permita transmitir información del paciente hacia un profesional calificado, y de este hacia el paciente o pacientes, mediante la comprensión de sus personalidades para superar conflictos y promover el desarrollo adecuado de la personalidad. Es, por tanto, fácil de comprender el papel de la comunicación en la psicoterapia.

    Las preguntas que se hacen algunos estudiosos que se introducen en la definición de la comunicación, son semejantes a quienes intentan definir la psicoterapia. ¿Es ciencia? ¿Es arte?

    La comunicación se ha calificado como una ciencia múltiple y dispersa de reciente incorporación al campo científico, ya que su surgimiento se establece por algunos autores a partir de los años 30 del siglo xx, pero con huellas que se evidencian en la oratoria y la retórica de los filósofos griegos, en cuanto a la construcción de un discurso persuasivo para lograr el fin deseado por medio de la palabra. Es precisamente esa la característica esencial de la psicoterapia con independencia de la escuela que se trate, porque la palabra es su denominador común.

    De los planteamientos del enfoque sistémico de la Escuela de Palo Alto, una pequeña ciudad al sur de San Francisco, Estados Unidos, donde se fundó un instituto para investigaciones de los trastornos mentales y se elaboró una teoría de la comunicación interpersonal de gran relevancia en los años 60 del siglo xx, y de sus estudios se puede inferir la importancia de ambas entre sí. Gregory Bateson, a finales de los años 60 del siglo pasado, planteó que la ciencia humana de la comunicación debe nutrirse de especialidades diversas, como la antropología y la psiquiatría; basó sus estudios, entre otras cuestiones, en los patrones de comunicación de los esquizofrénicos; hizo estudios en familias y continuó sus análisis bajo el supuesto de que la terapia tiene lugar cuando el sistema de comunicación cambia. Dejó de fijarse en el contenido del lenguaje o del mensaje verbal en sí para centrarse en el patrón, el proceso y la comunicación como procesos esenciales, en oposición a la Teoría Matemática de la Comunicación, de Claude E. Shannon y Warren Weaver.

    El presente trabajo tiene como objetivo general exponer cómo está presente la comunicación, como ciencia, en diversas técnicas psicoterapéuticas. Se hace énfasis, específicamente, en la terapia basada en el análisis de la autocompasión, nombre que recibe el modelo de psicoterapia que se ha desarrollado en la Clínica de Día del hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, de La Habana, y que es la piedra angular de un sistema de tratamiento ambulatorio, combinado e integral.

    Se le considera un sistema, porque es un conjunto de principios que se enlazan entre sí y contribuyen a un objetivo determinado; ambulatorio, porque los pacientes participan en un régimen de hospitalización parcial; combinado, porque aplica la psicoterapia grupal e individual con otros recursos psicoterapéuticos; e integral, porque utiliza recursos terapéuticos de la medicina occidental y las medicinas alternativas.

    Tiene como sustento teórico las modalidades psicoterapéuticas cognoscitivo-conductuales y humanistas, los principios de la psicoterapia breve y la aplicación de una concepción holística, ya que reúne recursos de la medicina occidental y la medicina Tradicional china.

    Es una psicoterapia de duración breve que combina la modalidad grupal e individual, así como otros recursos terapéuticos de la medicina alternativa, como relajación, Do-IN (una técnica de automasaje y digitopresión) con participación de los pacientes como monitores de su propio grupo, lo cual exalta el sentido de responsabilidad ante su curación. También se llevan a cabo técnicas participativas, debates literarios, cine-debates y musicoterapia. Se utiliza, además, la acupuntura, con el objetivo de aliviar síntomas emocionales diversos sin el uso de psicofármacos o con disminución marcada de estos, para así evitar que se atribuya la mejoría al tratamiento medicamentoso recibido, más que a su propia participación para lograr el crecimiento personal.

    Esta publicación, que explica una modalidad de psicoterapia, se hace en virtud de la relevancia que toman cada vez más las dolencias de nivel neurótico, incluso en las consultas de medicina general, donde se plantea que más de 40 % de los que se censultan son portadores de alguna enfermedad psiquiátrica a ese nivel de funcionamiento.

    En virtud de la progresión sociológica y los cambios surgidos en la ideología, la comunicación ha dado una preponderancia mayor a la modalidad participativa por encima de los modelos clásicos que, coincidentemente, se desarrollaron. A partir de los años 60 del siglo pasado, cuando tomó auge la ciencia de la comunicación, también las corrientes filosóficas que sustentan las escuelas psicológicas fueron influidas por las corrientes humanistas y participativas.

    La comunicación y la psicoterapia tienen una relación estrecha y evidente, pero es necesario saber cuál o cuáles son los modelos de la comunicación que están presentes en escuelas psicoterapéuticas específicas y cómo repercute la aplicación de los diferentes modelos de comunicación en la modificación cognoscitiva, afectiva y conductual de los pacientes (Tab. 1).

    Tabla 1

    Modelos terapéuticos y Modelos comunicativos

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