La muerte nos pela los dientes
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En La muerte nos pela los dientes (cuando algunos quedan) es, sin duda, una mirada hacia nuestras costumbres y tradiciones; es vernos como sociedad.
Los autores hacen un estudio del fenómeno tan humanamente humano: la muerte, y cómo a través del tiempo esta especie ha enfrentado la muerte. Muerte considerada en distintos niveles o estados emocionales, desde lo tristemente negro hasta lo tristemente humorístico; desde lo ritualmente importante hasta como exorcismo, así como darle una especial bienvenida musical.
En La muerte nos pela los dientes encontramos una seriedad humorística de la muerte en lo social; un tratamiento teórico-antropológico de lo que ésta significó para los habitantes del Viejo Mundo y, por supuesto, para los pueblos en Mesoamérica. También se reflexiona sobre la sombra de perder nuestras tradiciones, ante el avance de otras costumbres que se originaron en los pueblos celtas, esto es, el llamado Halloween.
En este libro, los autores recopilan la cultura popular mediante canciones, chistes, dichos, refranes, cuentos, calaveras, entre otras manifestaciones. Sin duda, es un texto interesante porque nos invita a acercarnos a la muerte a través de la vida cotidiana, las fiestas, el humor y la tradición oral, es decir, lo que los antropólogos han considerado elementos que nos identifican con nuestra cultura.
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Comentarios para La muerte nos pela los dientes
1 clasificación1 comentario
- Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Esta bueno el libro si quieres saber más sobre el día de muertos. Y de dónde proviene y el como influyó mucho la conquista española en caso de México para cambiar este concepto.
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La muerte nos pela los dientes - Jorge Argüello Sánchez
PRIMERA PARTE
LA MUERTE
¿Qué es la muerte?
La muerte no sólo es un simple concepto ya que ha ocupado el tiempo y parte de la vida de filósofos, antropólogos, teólogos, biólogos, médicos, sociólogos, literatos y toda clase de científicos y no científicos; y aún así, todavía en el tercer milenio nos seguimos preguntando ¿qué es la muerte?, ¿qué hay después del más allá?, ¿por qué, cuándo y cómo moriremos?, preguntas que todos los hombres de distinta época y zona geográfica se han formulado, dando respuesta a cada una de ellas de acuerdo a "...las formas y maneras de actuar, de hacer las cosas,
Imagen 1Fosa común...
de preverlas, de pensarlas, de evaluarlas, de tomar decisiones, de resolver situaciones, de encontrar respuesta y solución para las cosas pequeñas y para los grandes problemas y misterios que sólo el hombre se plantea: origen, destino, vida y muerte..."2 interrogantes que encuentran respuesta a partir de sus singulares códigos culturales, porque cada sociedad tiene su propia manera de explicar-se el sentido de las cosas y fenómenos que le rodean, el surgimiento del universo (cosmovisión), el origen del hombre (antropogénesis) así como de su muerte.
Por lo tanto, para el mundo entero la muerte continúa siendo un misterio, nadie sabe cómo, cuándo, dónde y porqué morirá; el teólogo responderá que sólo Dios sabe cuándo llegará el día; el médico pronosticará que cuando se detenga el corazón y cese la respiración; el literato cuando se extinga la inspiración; el biólogo cuando los tejidos entren en un periodo de descomposición; el filósofo cuando se neutralice la capacidad de asombro; el antropólogo cuando nos quedemos sin cultura; el sociólogo cuando desaparezca la sociedad; el científico cuando la ciencia no dé para más y para los no científicos simplemente cuando se acabe la vida.
En todas las sociedades, la muerte es uno de los ritos de paso más importantes de la humanidad, este ritual lleva implícito una gran variedad de sentimientos: dolor, tristeza, luto, respeto, alegría, ironía y sarcasmo; razón por la que los muertos siguen estando presentes (vivos) en la memoria de los familiares y de la comunidad, se les recuerda por algún acontecimiento importante: santo, cumpleaños, boda, ani versario luctuoso, día de muertos, navidad o año nuevo, de ahí que surja la siguiente interrogante:
¿Los individuos al morir sólo cambian su estado de vida? el físico contestará: pasa rán a ser materia transformada en energía y viceversa; para el antropólogo los muer tos ocuparán un nuevo sistema cultural, sin embargo, seguirán siendo considerados miembros de la comunidad –so pretexto- para
continuar las fiestas; para el teólogo los difun tos serán ánimas en sala de espera intentando acreditar el juicio final; para el literato los óbitos pasarán a ser la reencarnación de la inspiración;
para el médico cada finado será una experiencia más y un paciente menos; para el biólogo los cadáveres se convertirán en abono que aprovecharán los gusanos; para el sociólogo los occisos serán una ausencia/ presencia al interior de la sociedad exonerados de impuestos y, para el no científico la muerte simplemente será una prolongación de la vida con sus difuntos.
Cuando alguien muere, familiares y amistades se resignan y hacen los preparativos para inhumarlo o cremarlo, sin embargo, todavía se preguntan a dónde irá, cómo será su viaje al más allá, los científicos se refugiaran en la epistemología para responder de manera convincente, mientras tanto, los no científicos dirán que como nadie ha regresado del eterno viaje, posiblemente el más allá estará mejor que el más acá. Para otros la muerte es tan sólo un pase a otra vida, a una dimensión distinta y desconocida, es como una puerta que se abre una vez y regularmente para una sola persona, con la ventaja o desventaja que no puede contarnos, en caso de regresar, lo sucedido en la otra vida.
Por lo tanto ¿de qué sirve pensar en la muerte y en el más allá?, algunos científicos responden sobre el más acá y el más allá que todo es materia y energía en constante transformación. Entonces qué sentido tiene preguntarnos sobre la muerte, "si cuando nace la vida sobre la tierra con su ropaje terrenal, se va llenando de razón y sensaciones, para que luego todo esto desaparezca (simplemente se disuelva en la nada)... luego esta vida es un absurdo irrepetible ¿Para qué tiene el hombre que educar la razón que le ha sido dada, y desarrollar sus sentimientos, si ha salido de la nada... y se convierte en nada?... ¿Para qué tener una conciencia efímera de la existencia,
Imagen 2Pelando los dientes...
si en este corto instante vimos infinidad de estrellas, y aprendimos a sumar y dividir... a experimentar el encanto y el miedo, a alegrarnos de la belleza y amar con desinterés? ¿Para qué –uno pregunta- se me ha dado todo esto, si no soy eterno, si va a desaparecer en el próximo instante sin dejar siquiera una imagen ilusoria de ello?
Por lo tanto, si cada uno de nosotros estamos conscientes que algún día moriremos, por qué nos cuesta trabajo aceptar nuestra muerte, si ni siquiera sabemos cómo es, ya que ha sido representada de dis tintas maneras, tal vez por eso inferimos que es hermafrodita, porque cuando decimos muerte,
defunción, víctima, inerte, calaca, flaca, huesu da, parca, hablamos del género femenino y