Mi Marqués Eternamente
Por Dawn Brower
3.5/5
()
Información de este libro electrónico
Algunos cuentos de hadas están retorcidos. Como hija de un duque, lady Annalise Palmer debía estar teniendo una vida encantadora. Sin embargo, las apariencias pueden ser engañosas: su padre se ha asegurado de que toda la vida de ella esté llena de nada más que angustia y dificultades. La felicidad es una emoción evasiva y el amor es inexistente. Tampoco tiene motivos para creer que lo encontrará. Ryan Simms, el marqués de Cinderbury ha estado solo casi toda su vida. Después de la muerte de su padre, su abuelo lo abandonó y lo dejó al cuidado de su malvada madrastra. Desde muy joven aprendió a no confiar en ninguna mujer y, especialmente, a nunca enamorarse. Son dos almas perdidas en busca de la salvación. Juntos pueden ayudarse mutuamente a sanar, si pueden creer en la posibilidad de la felicidad, escapar del tormento que ambos han sufrido y, en el camino, descubrir un amor eterno.
Relacionado con Mi Marqués Eternamente
Libros electrónicos relacionados
Flechado Por Mi Pícara Navideña Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNunca Engañes A Una Chica Intelectual Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOlvidando el pasado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Nunca Desafíen A Una Leona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn Falso Caballero: A La Caza De Un Noble Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Atraído por Lady Elianna: Amor Legendario, #3 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEmbrujo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mi Duque Atormentado: A La Caza De Un Noble Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Amor y santidad: El escándalo se encuentra con el amor, #7 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn Conde Menos Escandaloso Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Su Perfecto Bribón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTodas Las Damas Aman A Coventry Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una reputación en peligro Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La promesa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El escándalo de la sufragista Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tentando a un marqués: Romance seductor de la regencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCreer En El Amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl mayor pecado Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Enamorada de un rufián: Peligrosos y deseado (2) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Amar a un Rey Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El único amor: El clan MacLerie (8) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Seducida por un libertino Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La joya prohibida de la India Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Confesiones De Una Sinvergüenza Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un beso para un pícaro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Tiempo de traiciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La bella y el barón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El escándalo de una noche Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una pasión irlandesa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Romance de la realeza para usted
La Esposa Despreciada Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un Lugar En Tu Corazón Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Su amante por una noche Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mi Duque Atormentado: A La Caza De Un Noble Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Mujer Equivocada Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Amor Prohibido Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los miserables: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La esposa cautiva Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Esposa a la fuerza Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Encantada Por El Duque Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Veinte mil leguas de viaje submarino: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El amante diabólico Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Reina Margot Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Secreto de la señorita Sinclair: Libro 4 de la serie Secreta. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Falso Matrimonio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5En la cama con el diablo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mi Dama Apasionada: HIJOS DE LA VERGÜENZA, #3 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmor a segunda vista Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa del Rey: La Corona de Clavos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDuquesa por Error Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ex-Solterona para Navidad: Casa de Haverstock, #4 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Interludio con el Sr. Darcy: Una Variación de Orgullo y Prejuicio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Secreto del Duque de Morewether Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La Bella Indómita Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa maldición de Anne: Las hermanas Moore, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa novia rebelde: Pasiones prohibidas, #2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn Pasado Doloroso Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Capturando a la dama esquiva Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tormenta de Pasiones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Antes De Ser Tuya: Solteronas, #4 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Mi Marqués Eternamente
2 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Mi Marqués Eternamente - Dawn Brower
Mi marqués eternamente
Serie Siempre Amada 3
Dawn Brower
Traducción del inglés: Elizabeth Garay
Índice
Agradecimientos
Prólogo
CAPÍTULO UNO
CAPÍTULO DOS
CAPÍTULO TRES
CAPÍTULO CUATRO
CAPÍTULO CINCO
CAPÍTULO SEIS
CAPÍTULO SIETE
CAPÍTULO OCHO
CAPÍTULO NUEVE
CAPÍTULO DIEZ
Epílogo
ACERCA DE LA AUTORA
TAMBIÉN DE DAWN BROWER
EXTRACTO: El Conde De Harrington
PRÓLOGO
CAPÍTULO UNO
Sin título
Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes, son producto de la imaginación del autor o son utilizados de manera ficticia y no deben interpretarse como reales. Cualquier semejanza con lugares, organizaciones o personas reales, vivas o muertas, es meramente una coincidencia.
Infinitely My Marquess Derechos de autor © 2019 Dawn Brower
Published by Tektime
Arte de portada y ediciones por Victoria Miller
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser utilizada o reproducida electrónicamente o impresa sin permiso escrito, excepto en el caso de citas breves incorporadas en las revisiones.
Este libro es para todo los que creen en el amor y esperan encontrarlo algún día. En ocasiones solo tiene que tener fe y a veces ha estado allí todo el tiempo. Siga creyendo y algún día el amor puede encontrarle.
Agradecimientos
Como siempre, gracias a mi artista de portada, Victoria Miller. Eres fabulosa, como siempre. También gracias a Elizabeth Evans, que haces que la escritura sea divertida. Gracias por ayudarme y leer todos mis borradores.
Prólogo
Inglaterra 1795
Campanas de boda resonaron por la campiña, anunciando la inminente boda de lord Victor Simms, el segundo hijo del duque de Ashthrone y de lady Penelope Everly. No era el primer matrimonio de ninguno de los dos. El pequeño Ryan Simms estaba emocionado de tener finalmente una madre. Desde que podía recordarlo, solo habían sido su padre y él. Pronto, tendría una madre y también dos hermanas: Delilah y Mirabella. Delilah era dos años más grande que Ryan y tenía el cabello más negro que había visto en su vida. Mirabella era pelirroja y era un año más joven que él. Ryan había celebrado su cumpleaños número siete, un mes antes de la boda.
¿Cómo estás, mi niño?
. Su padre se inclinó y revolvió su cabello. ¿Estás feliz?
.
Sí, papá
, respondió. Quería decir a su padre que nunca había sido tan feliz, pero no sabía si podía hacerlo. Su padre parecía tener un estado de animo más ligero y no quiso recordarle momentos más tristes. Su trato siempre había sido gentil, pero había estado muy deprimido la mayor parte del tiempo. Incluso un niño de siete años reconocía la aflicción, y aunque nunca había conocido a su madre, Ryan seguía extrañándola todos los días. Lady Penelope no podría reemplazar ese hueco, pero podía cubrirlo parcialmente.
Me alegro
, dijo su padre. Se siente maravilloso tener alegría en nuestras vidas. Ahora corre a sentarte con la niñera. Sé un buen niño
.
Ryan hizo lo que su padre le dijo y corrió a sentarse con su niñera en su lugar en la iglesia. Delilah y Mirabella ya se encontraban allí. Se sentaron con su espalda recta y expresiones sombrías en sus rostros. ¿No estaban contentas de volver a ser parte de una familia completa? ¿Por qué se veían tan...infelices?
Lady Penelope caminó por el pasillo de la iglesia y se unió al padre de Ryan. El vicario dijo muchas cosas que Ryan no entendió por completo, pero en realidad no le importaba. Todo lo que importaba era que finalmente tendría una familia. Una que siempre estaría allí para él, que lo colmaría de amor, de atención y muchos abrazos. Realmente deseaba tener a alguien que lo abrazara más a menudo. Una vez había visto a una madre y a su hijo. La mujer había atraído al niño a sus brazos, lo abrazaba y besaba como si fuera lo más preciado para ella.
El vicario pidió a su padre que repitiera algunas palabras y después lo hizo lady Penelope. Ambos habían hecho lo que les había pedido. Al concluir, los declaró casados. Todos en la iglesia aplaudieron. Una sonrisa llenaba el rostro de Ryan, y él aplaudió junto con ellos.
Es un niño tonto
, dijo Delilah, levantando su nariz al aire. No puedo creer que tengamos que lidiar con él todos los días
Mirabella asintió con la cabeza, pero Ryan creía ni siquiera haber entendido a Delilah. Las chicas eran un enigma, que no podía evitar preguntarse si alguna vez podría descubrir. Especialmente porque nunca antes había tenido que lidiar con ninguna de ellas. ¿Qué es ser tonto?
.
Ni siquiera se da cuenta de lo que es un insulto
, se burló Delilah. Supongo que eso podría hacer las cosas más interesantes
.
Ryan no lo creía, pero al momento no le importaba descifrar a qué se refería. Se encogió de hombros y tiró de la manga a la niñera. ¿Ya es hora de partir? Tengo sueño
. Tenía siete años y ya había hecho más de lo que solía hacer. Su padre no lo dejaba salir mucho de casa. Era como si al dejarlo de ver, temiera perderlo. La niñera lo mimaba por petición de su padre.
Tan pronto como la feliz pareja parta, podemos seguirlos
.
Ryan asintió y esperó a que su padre y su nueva madre salieran de la iglesia. La niñera podía llevarlo a casa. Tal vez podía jugar con sus soldados de juguete en su habitación. Le gustaba más la paz y la tranquilidad. Últimamente había habido demasiado ruido en su casa. Todos tenían que venir para visitarlos, por la boda. Incluso tenía una nueva prima, lady Estella. Ella era una pequeña bebé y no podía jugar con él, pero a él le gustaba mirarla. La niñera ayudó a cuidarla mientras estaban de visita, así que él la veía a menudo.
Finalmente, su padre y lady Penelope se dirigieron hacia el pasillo. Al salir de la iglesia, todos se pusieron de pie para seguirlos. La niñera tomó su mano y se volvió hacia Delilah y Mirabella. Vengan conmigo, chicas
.
No tenemos por qué escucharte
, dijo Delilah con arrogancia.
Sí, no la escuches
, repitió Mirabella.
La niñera dejó escapar un suspiro exasperado. No tengo tiempo para un berrinche. Ustedes dos vengan conmigo ahora, o les retorceré las orejas
.
Delilah se levantó y volteó la cara desafiándola. Voy a salir, pero no porque me lo hayas dicho. Quiero ir a casa y lo haré
. Mirabella corrió tras ella y salieron de la iglesia.
Ryan dio la mano a la niñera. ¿Conocen el camino?
.
No lo sé tesoro
, dijo ella. Mejor las seguimos. Esas dos me van a volver loca. Muy pronto echaremos de menos la tranquilidad y tendremos problemas para recordar cómo era
.
Él asintió con la cabeza a la niñera, a pesar de que no entendía. ¿Por qué no habría más tranquilidad? ¿No debía tenerla siempre en su habitación? Ese era su espacio seguro. Supuso que más tarde lo averiguaría. Este era un día feliz. Su padre se lo había dicho, y decidió creerlo así.
Inglaterra 1800
Ryan
, gritó su madrastra. Su aguda voz atravesó sus tímpanos incluso con la distancia que los separaba. Aún no podía creer haberse emocionado por tener a esa mujer como madre. Ven aquí ahora mismo, niño tonto
.
Miraba fijamente las paredes desnudas del ático donde ella lo obligaba a dormir. Su bonita habitación se la habían quitado para darla a Delilah. Bueno, no había sucedido al principio, pero cuando su padre murió, lady Penelope obtuvo el control completo sobre él. Debía estar preparándose para ir a Eton, pero seguía atrapado haciendo trabajo no remunerado para lady Penelope. Ella alegaba que no tenían los fondos para enviarlo a la escuela y dar a sus hijas la adecuada educación que se merecían. Por lo que había contratado tutores para todos ellos. Él recibió su educación por casualidad. Ella no hubiera permitido que se encontrara con el tutor si hubiera podido evitarlo; sin embargo, su abuelo, el duque de Ashthrone insistía en recibir sus reportes trimestralmente. Si no tenía noticias de lady Penelope, entonces no recibía los fondos.
Ryan bajó las escaleras corriendo y se dirigió a la sala de estar. Lady Penelope estaba sentada en el diván leyendo un libro. Sus dos hijas, Mirabella y Delilah estaban en sillas frente a ella. Delilah hacía labor de costura y Mirabella pintaba acuarelas sobre un lienzo.
Ya es hora
, rió lady Penelope. "Necesito que prendas la chimenea. Está haciendo frío en el salón.
Su madrastra había despedido a casi todos los empleados. Esta era otra forma de ser frugal y gastar el dinero en sus hijas y en ella misma; eran egoístas. El único personal que mantuvo fue un cocinero y un conductor. Ryan no podía ser conducido en un carruaje. Eso haría que lo llevaran con su abuelo y ella tendría mucho qué explicar. En tanto a cocinar, lady Penelope había intentado que él lo hiciera. Se dio por vencida cuando se dio cuenta de que lo hacía muy mal. Nunca había estado tan agradecido de ser tan terrible en algo. Prácticamente, desde hacía unos años, Ryan había sido el esclavo de su madrastra, desde la muerte de su padre. Él no podía esperar a recibir su herencia, por pequeña que fuera y hacer que lady Penelope saliera de su casa. Seguramente tenía parientes con los que podría irse a vivir. Nunca le había caído mal nadie, tanto como su madrastra y sus dos hermanastras.
De inmediato
, contestó Ryan.
Se puso a trabajar para encender la chimenea. Las llamas lamieron la madera y el calor se extendió en el lugar. Ryan se puso de pie y se sacudió la mano sobre sus pantalones, dejando un rastro de cenizas y hollín a su paso.
Ve y lávate. Tienes un aspecto vergonzoso
.
Ryan apretó la mandíbula y asintió hacia su madrastra. No confiaba en lo