Discursos del papa Francisco en tiempos de vulnerabilidad: Estudios críticos

Introducción

Si bien es cierto que la situación de los más vulnerables fue siempre una preocupación para la Iglesia desde las primeras comunidades cristianas, en los últimos años el tema ha cobrado un giro significativo dentro de los documentos eclesiales. En efecto, la Constitución Pastoral Gaudium et spes (GS) puede considerarse el punto de partida de una nueva manera de acercarse los seguidores de Cristo a los pobres y a los que sufren: Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo (GS 1).

La Iglesia de América Latina retoma esta intuición del Concilio, cuya inspiración se debe a Juan XXIII y, en la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Medellín (1968), recoge de un modo inédito el clamor de los más pobres. Puede considerarse que este es un hecho fundante de una tradición llamada a crecer a lo largo de las últimas décadas y que adquiere una expresión madura en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Aparecida (2007), Brasil y en el pensamiento del papa Francisco, presidente de la comisión de redacción de dicho documento.

En nuestros días, la globalización y el predominio de los intereses del capitalismo financiero global está suscitando en la población mundial nuevas formas de pobreza, exclusión y vulnerabilidad: "Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo: la exclusión social. Con ella queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está abajo, en la periferia o sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no son solamente explotados sino sobrantes y desechables" (Aparecida 65).

En América Latina, simultáneamente con la realización de la Conferencia de Medellín, y en sintonía con el espíritu de una época, nació la Teología de la liberación, que acompañó todo el proceso de toma de conciencia y profundización de los vínculos que unen la fe con la justicia y asignó al saber teológico el carácter de una hermenéutica de la esperanza. Con el correr del tiempo y ante el crecimiento de la exclusión, se acuñó el concepto de principio misericordia, asociado al de Iglesia samaritana, principalmente por el teólogo Jon Sobrino (1992), bajo la inspiración de la parábola del buen samaritano (Lc 10,29-37)¹.

El papa Francisco (2015), desde el comienzo de su pontificado, se hace eco con gestos y palabras concretas de la gran exigencia del discipulado cristiano, en un mundo cada vez más complejo y herido por las situaciones de gran vulnerabilidad, que tiene sus principales víctimas en los migrantes, la trata de personas, la degradación del ambiente (Laudato si’). En definitiva, desde los excluidos se está poniendo en evidencia que el sistema imperante tiene grandes grietas de inhumanidad. A la par, los avances científicos y tecnológicos, generadores también de exclusión, están llevando a un replanteo antropológico que surge de los modos de socialización, de constitución de subjetividad y de nuevas formas de esclavitud, realidades que ponen en cuestión la doctrina universal sobre la dignidad humana, consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos hace 70 años. También es importante considerar las nuevas formas de comprender la justicia frente a las realidades que devienen con los desarrollos tecnocientíficos, de modo que autores y corrientes de pensamiento contemporáneo ponen en cuestión los grandes interrogantes de la ontología clásica sobre el lugar del hombre en el cosmos, y abren nuevas perspectivas a los planteos éticos y políticos respecto a los derechos de los animales y los derechos de las cosas (en relación a Inteligencia Artificial como una nueva forma de mente). Ante esta situación, de la que no escapa la realidad de los Estados constituidos desde la modernidad, los marcos legales y normativos pierden legitimidad, suscitan desorientación y provocan un malestar generalizado, con muchos focos de violencia y producción de nuevas víctimas.

El programa eclesial de la Conferencia de Aparecida (2007) ofrece lineamientos para la misión de la Iglesia en el contexto anteriormente descrito. El papa Francisco lo retoma y actualiza en diversos documentos, tales como: la exhortación apostólica Evangelii gaudium (2013) y la carta encíclica Laudato si’ (2015), que constituyen el punto de partida y horizonte para nuestra investigación. A estos documentos principales del pontífice se agregan numerosos mensajes y discursos escritos y pronunciados en diversas circunstancias, tales como Jornadas mundiales de la paz, los migrantes y los pobres y los viajes apostólicos realizados a países de América Latina.

Esta obra compila varios trabajos de un equipo de equipo de investigación de la Universidad Católica de Córdoba, radicado en las facultades de Filosofía y Humanidades y de Teología, quienes nos propusimos indagar ciertos temas expuestos en diversos discursos del papa Francisco que contribuyeran a profundizar la reflexión en el espacio público y académico sobre los diversos modos de vulnerabilidad contemporáneos.

Los textos aquí presentados constituyen estudios críticos sobre algunos de estos temas desarrollados desde una perspectiva propia –teológica, filosófica o sociológica–, retomando documentos, homilías y diversas expresiones públicas que conforman el corpus de los discursos analizados.

El trabajo de José María Cantó expone de qué manera se encuentra la consideración de las personas vulnerables en el discurso del papa Francisco, poniéndolo en diálogo con otros dos conceptos principales como son las personas pobres y las excluidas, junto con otras expresiones que le son propias como la de descartados e incluso cultura del descarte.

Para esto se analizan tres de los documentos principales del actual pontificado: su texto programático la exhortación apostólica Evangelii gaudium (EG), 24 de noviembre de 2013 y dos de sus documentos de orientación social, la encíclica Laudato si’ (LS), 24 de mayo de 2015 y la encíclica Fratelli tutti (FT), 3 de octubre de 2020. Por medio de un recorrido temporal conceptual se buscan las ideas principales del papa sobre estos temas, más allá de los diversos objetivos de cada documento, hasta concluir en el actual contexto de la pandemia de Covid-19, que ha manifestado y agravado de modo dramático muchas de nuestras vulnerabilidades, como triste confirmación de lo que el papa no ha dejado de exponer en estos años.

A partir del análisis de los textos se puede afirmar con certeza que se encuentra en la enseñanza del papa Francisco un cuadro de referencia más que amplio y consistente para poder referir todos los otros temas que se desarrollan en esta investigación.

Siguiendo con la perspectiva teológica, el texto de María José Caram reflexiona sobre la esperanza, realidad humana compleja, con diferentes dimensiones. Considera en su trabajo la manera en que este tema ha sido abordado por el Magisterio de la Iglesia latinoamericana, particularmente en la Conferencia de Aparecida y luego, en continuidad con ella, por el papa Francisco. En primer lugar, la atención se dirige a la gravedad del contexto actual, donde se abre paso una esperanza compartida por muchos. Se detiene también en la consideración de su dimensión teologal, refiriéndose a algunos aportes de teólogos latinoamericanos y europeos que, en el proceso de recepción del Concilio Vaticano II procuraron discernir en difíciles contextos la presencia y acción del Espíritu de Dios, cuya misión unida a la del Hijo, consiste conducir todas las cosas hacia su plenitud.

El capítulo de Marta Palacio enfoca filosóficamente la cuestión de la tecnocracia para construir un diálogo crítico con la exposición que de esta realiza la encíclica Laudato si’. A partir de recuperar el afamado problema heideggeriano sobre la técnica, el texto indaga en ciertos problemas teóricos y práxicos suscitados por la tecnocracia, los cuales abren controversias y acalorados debates tanto en el campo intelectual, como en el ético y político que discuten tanto sobre al valor de la tecnología en nuestro mundo contemporáneo (Habermas), como acerca de sus efectos nocivos en el ambiente y la vida de todos los seres (Latour), como también discurren sobre la pretensión de superación tecnológica de los límites del cuerpo humano, incluso de la propia Tierra (Arendt).

A partir de los análisis filosóficos que giran en torno al duelo sostenido entre Gaia y Antropoceno que irrumpen en el escenario del dominio y poderío tecnocrático, el ensayo se dirige a consumar una conversación crítica con la concepción de tecnocracia tal como la tematiza Laudato si’, cuestión a la que el documento promulgado en el 2015 dedica todo un capítulo.

Por su parte, el trabajo de María Leguizamón se introduce en la problemática de la Trata de personas que analiza a partir de ciertos textos del magisterio del papa Francisco, que considera en continuidad de las homilías del entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio que realizó en Eucaristías presididas por él en Plaza Constitución a partir del 2009 con motivo del Día Internacional contra la Trata de Personas que tienen lugar durante el mes de setiembre.

Finalmente, el trabajo de Sergio Navarro se propone comprender las estrategias de lucha contra la trata de personas en la Argentina (2021), realizadas por agentes pastorales y funcionarios públicos, como construcción de un campo de poder guiado por la sinergia entre el campo religioso y el campo político cuando se observa desde el magisterio del papa Francisco.

En este estudio de caso típico analiza concretamente las prácticas de lucha contra la trata de personas en Argentina realizadas por el Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata (Córdoba, 2021), observadas mediante técnicas de observación participante. El objetivo es comprender las prácticas de los agentes en este campo de poder, en sus sinergias y divergencias, usando conceptos analíticos de la teoría de la economía de bienes simbólicos elaborada por la sociología de Pierre Bourdieu. Este análisis revisara documentación y registros del trabajo de campo.

La hipótesis de investigación es que este campo de poder en Argentina se constituye con los intercambios de agentes que pertenecen, con mayor o menor compromiso, tanto al campo religioso como al campo político. El magisterio del papa Francisco genera una sinergia religioso-política que orienta las prácticas de los agentes de luchas contra la trata. Con este análisis sociológico se propone reflexionar sobre esta sinergia simbólica de los discursos del papa Francisco entendiendo que fundamenta sobre el sentido y energía de la lucha contra la trata. En las conclusiones se plantean pros y contras sobre este caso típico, desde un horizonte de amistad social que supere todas las pugnas.

Los trabajos que presentamos nos permiten ver, desde sus diversas miradas, la vigencia del discurso social del papa Francisco, en los múltiples aspectos que considera y su inspiración constante a la tarea de reflexión y acción en favor de los más desfavorecidos, y vulnerables. Con una consideración que centrada en los seres humanos sufrientes, se extiende a toda la creación afectada por un desarrollo tecnocrático desenfrenado que pone en riesgo el futuro de la tierra y la humanidad.

¹ Sobrino desarrolla esta idea en su obra titulada El principio misericordia. Bajar de la cruz a los pueblos crucificados, publicada en 1992 por la editorial Sal Terrae (Santander), pp. 31-45.

Francisco: Pobres, excluidos, descartados y vulnerables

José María Cantó

Para nuestra investigación sobre diversos enfoques y situaciones de vulnerabilidad buscamos en este trabajo presentar de qué manera se encuentra la consideración de las personas vulnerables en el discurso del papa Francisco, poniéndolo en diálogo con otros dos conceptos principales como son las personas pobres y las excluidas, junto con otras expresiones que le son propias como la de descartados e incluso cultura del descarte. Este trabajo se encuentra en continuidad con la comunicación presentada junto con la Dra. Mónica Moore en la Semana de Teología 2019 (Moore y Cantó, 2020), en la que tratamos este tema en el documento de la Conferencia de Aparecida, que consideramos verdadera inspiración en gran parte de los escritos del papa Francisco y luego analizamos algunos textos papales orientados a auditorios muy específicos: los discursos a los movimientos sociales y alguna de las intervenciones dirigidas a jóvenes, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud y en la exhortación apostólica Christus vivit.

En este trabajo elegimos tres de los documentos principales del actual pontificado: su texto programático la exhortación apostólica Evangelii gaudium (EG), 24 de noviembre de 2013 y dos de sus documentos de orientación social, la encíclica Laudato si’ (LS), 24 de mayo de 2015 y la encíclica Fratelli tutti (FT), 3 de octubre de 2020. A través de ellos haremos un recorrido temporal conceptual que nos permitirá encontrar las ideas principales del papa sobre estos temas, más allá de los diversos objetivos de cada documento, y concluir en el actual contexto de la pandemia de Covid-19, que ha manifestado y agravado de modo dramático muchas de nuestras vulnerabilidades, como triste confirmación de lo que el papa no ha dejado de exponer en estos años.

La exhortación apostólica Evangelii gaudium

La exhortación EG recoge los aportes del sínodo de los obispos sobre la Nueva Evangelización del año 2012, antes de la elección del papa Francisco, pero es el documento elegido por el Santo Padre para exponer las orientaciones fundamentales de su ministerio. Suma, por lo tanto, alguna de las fuentes que lo inspiran, entre las cuales se encuentra sin duda la experiencia eclesial que significó la Conferencia de Aparecida, cuya comisión redactora del documento final encabezó justamente el entonces arzobispo de Buenos Aires. Esta continuidad entre Aparecida y EG es señalada por varios autores como Guzmán Carriquiry², o Carlos María Galli, que recoge una larga lista de temas en los que se encuentra este influjo, entre ellos los que se refieren el encuentro con las periferias humanas y sociales… las dimensiones sociales del Reino de Dios y de la evangelización; el lugar de los pobres en el corazón de Cristo y de la Iglesia; la lectura del proceso de globalización; la denuncia de los sistemas de exclusión (Galli, 2015, p. 115).

Veamos entonces, como lo hicimos en el trabajo anterior, las referencias a la pobreza y a la exclusión en la exhortación apostólica, su continuidad con el texto de Aparecida y los puntos que puedan ser nuevos o más característicos del pensamiento del papa Francisco. Constatamos que, a diferencia del documento de Aparecida, en el documento papal no se utiliza en ningún momento expresiones como vulnerables o vulnerabilidad, pero encontramos un concepto que se acerca a estas expresiones: la fragilidad.

Si buscamos citas explícitas del documento de Aparecida en relación con estos temas, encontramos solo el número 181, en contexto de la dimensión social de la evangelización, que explicando la misión universal del Reino (capítulo 4 de EG), cita el texto de Aparecida 380, La misión del anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo tiene una destinación universal. Su mandato de caridad abraza todas las dimensiones de la existencia, todas las personas, todos los ambientes de la convivencia y todos los pueblos. Nada de lo humano le puede resultar extraño, con el que se introduce en el documento episcopal el capítulo 8: Reino de Dios y la promoción de la dignidad humana. Por lo tanto, se busca para la misión evangelizadora el mismo fundamento, la misión del reino, y el mismo horizonte, su universalidad.

Otra referencia que podemos incluir es la cita del Discurso Inaugural del papa Benedicto XVI ante los participantes de la Conferencia de Aparecida, recordando que la opción por los pobres está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza (Benedicto XVI, 2007a, 450), incluida en EG 198 que forma parte del mismo capítulo 4 de la exhortación apostólica³. Como también otra cita de las palabras del papa Benedicto a los obispos brasileños en su mismo viaje pastoral, en el que les recuerda que los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio (Benedicto XVI, 2007b, 428), que el papa Francisco hace suya en el número 48 de la exhortación apostólica al explicar a quiénes debe privilegiar la Iglesia que busca renovar su dinamismo misionero⁴.

Otra posible aproximación en la comparación entre ambos documentos, siempre en el tema que nos ocupa, la podemos hacer considerando su esquema general: el documento de Aparecida expone sobre todo las situaciones de pobreza y exclusión en el capítulo 2 de la primera parte, la Mirada de los discípulos misioneros sobre la realidad, que siguiendo la metodología del ver – juzgar – actuar (que el documento episcopal confirma) corresponde al primer momento. Y lo retoma en el capítulo 8, Reino de Dios y promoción humana (Aparecida 380-430), como uno de los aspectos fundamentales de la misión de la Iglesia que quiere dar La vida de Jesucristo para