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Teoría del edredón: Personas que transforman el mundo, sus ciudades, territorios y comunidades
Teoría del edredón: Personas que transforman el mundo, sus ciudades, territorios y comunidades
Teoría del edredón: Personas que transforman el mundo, sus ciudades, territorios y comunidades
Libro electrónico591 páginas7 horas

Teoría del edredón: Personas que transforman el mundo, sus ciudades, territorios y comunidades

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Información de este libro electrónico

El edredón es una funda ligera y un relleno que, con diverso gramaje y espesor, tiene por finalidad cubrir la cama y proteger a las personas que la ocupan del frío y la humedad. A través de la metáfora del edredón, podemos entender mejor el mundo en el que vivimos, sus ciudades, territorios, comunidades y personas. Nuestro uso del edredón provoca desajustes como el paradigma científico-tecnológico en el planeta. El manejo acelerado y globalizado de este edredón llamado mundo va generando desajustes medioambientales, económicos, sociales y culturales de gran complejidad. El Paradigma 2030, reflejado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en las Agendas que los aplican, plantea una manera más humana y sostenible de ajustar el edredón, mediante una gobernanza más democrática que haga cómplices a instituciones, empresas, entidades sociales y ciudadanía. El factor clave en dicha propuesta es la persona. Los seres humanos, en calidad de personas anónimas en su devenir cotidiano o como personas referentes liderando organizaciones, podemos generar, mediante un uso más sabio del edredón, bienestar y bienser para todas las ciudadanas y ciudadanos que habitan el planeta. ¿Quieres ser una de esas personas que transforme el mundo, sus ciudades, territorios y comunidades?
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento12 mar 2024
ISBN9788413527895
Teoría del edredón: Personas que transforman el mundo, sus ciudades, territorios y comunidades
Autor

Roberto San Salvador Del Valle

Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Máster en Ocio y Potencial Humano. Licenciado en Filosofía y Letras (Historia y Geografía). Diplomado en Arqueología. Catedrático de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas en la Universidad de Deusto. Director de la Cátedra Deusto Cities Lab. Miembro del Equipo de Investigación Ocio y Desarrollo Humano, que cuenta con el reconocimiento oficial del Gobierno Vasco con categoría A. UNIC Engaged Research Officer. ESSI European School of Social Innovation Scientific Director. Ha sido director del Instituto de Estudios de Ocio (2000-2007). Ha sido vicerrector de Comunicación, Plurilingüismo e Innovación Social (2007-2015).

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    Teoría del edredón - Roberto San Salvador Del Valle

    TeoriaDelEdredon_600.jpg

    Roberto San Salvador del Valle

    Teoría del edredón

    Personas que transforman el mundo, sus ciudades, territorios y comunidades

    Colección ciudad 2030

    El mundo, sus ciudades, territorios y comunidades, se en­­frenta al reto de alcanzar un desarrollo sostenible, tanto en el ámbito medioambiental como económico, social y cultural. Para ello necesitamos una mirada más transversal de los problemas: cambio climático, sobreexplotación de espacios y recursos, alternativas al modelo económico predominante, aprendizaje y empleabilidad, desigualdades, salud, creatividad e innovación, diálogo intercultural e interreligioso, valores democráticos… Y necesitamos mo­­delos de gobernanza más democráticos, colaborativos y transectoriales entre instituciones, empresas, entidades sociales y ciudadanía anónima. De todo esto hablan los libros de esta colección.

    Con la colaboración de:

    DISEÑO DE CUBIERTA: PABLO NANCLARES

    © Roberto San Salvador del Valle, 2023

    © Los libros de la Catarata, 2023

    Fuencarral, 70

    28004 Madrid

    Tel. 91 532 20 77

    www.catarata.org

    Teoría del edredón.

    Personas que transforman el mundo, sus ciudades, territorios y comunidades

    ISBN: 978-84-1352-752-9

    E-isbn: 978-84-1352-789-5

    DEPÓSITO LEGAL: M-18750-2023

    thema: JHB/RPC/RNV/RNC

    impreso por artes gráficas coyve

    este libro ha sido editado para ser distribuido. La intención de los editores es que sea utilizado lo más ampliamente posible, que sean adquiridos originales para permitir la edición de otros nuevos y que, de reproducir partes, se haga constar el título y la autoría.

    Para ti, que eres acogida.

    Para vosotras dos, que sois futuro.

    Índice

    PRESENTACIÓN

    INTRODUCCIÓN. TEORÍA DEL EDREDÓN

    Enseñanzas de un humilde edredón

    Lugares mejores para vivir

    La clave son las personas

    Por un nuevo contrato social

    Políticas y gobernanzas más democráticas

    Entre lo global y lo local

    PRIMERA PARTE. CIUDADES EN LA SOCIEDAD EMERGENTE

    INTRODUCCIÓN

    CAPÍTULO 1. PARADIGMA CIENTÍFICO-TECNOLÓGICO Y SOCIEDAD EMERGENTE

    De la máquina de vapor al dron

    Del telégrafo al metaverso

    Configuración de la sociedad emergente

    CAPÍTULO 2. ACELERACIÓN DEL TIEMPO

    Percepción del tiempo

    Empleo y usos del tiempo

    Del tiempo universal al tiempo social

    Del tiempo social al tiempo personal

    Del tiempo personal al tiempo inmediato

    Tiempo inmediato que acelera el tiempo

    Tiempo inmediato que globaliza el espacio

    Ante la aceleración del tiempo

    CAPÍTULO 3. GLOBALIZACIÓN DEL ESPACIO

    El espacio como experiencia personal

    Uso y empleo del espacio

    Sobreexplotación y contaminación en el espacio natural

    Vaciamiento y revitalización del espacio rural

    Desurbanización y reurbanización del espacio urbano

    Manipulación y abstracción en el espacio virtual

    Ante la globalización del espacio

    CAPÍTULO 4. DESAJUSTES EN LA SOCIEDAD EMERGENTE

    En el medioambiente

    En la economía

    En la sociedad: ciclo vital

    En la sociedad: colectivos sociales

    En la sociedad: salud

    En la sociedad: educación

    En la cultura

    En la política

    Y en esto llegó la pandemia

    SEGUNDA PARTE. PERSONAS QUE TRANSFORMAN LAS CIUDADES

    INTRODUCCIÓN

    CAPÍTULO 5. PARADIGMA 2030. DESARROLLO MÁS HUMANO Y SOSTENIBLE

    Cambio de paradigma

    Al cuidado de nuestra casa común

    Un nuevo enfoque ajustado al Paradigma 2030

    CAPÍTULO 6. POLIS. POLÍTICAS Y GOBERNANZAS MÁS DEMOCRÁTICAS

    Modos de pensar

    Formas de sentir

    Estilos de aprender

    Maneras de hacer

    CAPÍTULO 7. EKOS. ECOSISTEMAS DE INNOVACIÓN TRANSFORMADORA

    Ecosistema

    Innovación

    Transformación

    Ecosistema inteligente, sostenible y sabio

    CAPÍTULO 8, FACTOR pH. PERSONAS REFERENTES Y ANÓNIMAS

    Ciudadanas y ciudadanos anónimos

    Ciudadanas y ciudadanos referentes

    Barreras objetivas, experiencia y complicidad

    Barreras subjetivas, experiencia y complicidad

    Personas que aprenden, piensan, sienten y hacen

    Criterios para una agenda en primera persona

    150 propuestas de acción para una agenda en primera persona

    CAPÍTULO 9. MÉTODO KAIA. COMUNIDADES DE APRENDIZAJE, INVESTIGACIÓN Y ACCIÓN

    Transición de las personas

    Método KAIA

    Comunidades de aprendizaje, investigación y acción

    Organizaciones convocantes

    Personas convocadas

    Espacios presencial, virtual o híbrido

    Al tempo giusto

    Recursos y financiación

    Dinamización de las comunidades

    Aprendizaje, investigación y acción

    Procesos a mimar

    Hitos a desarrollar

    Evaluación de procesos, medición de impactos y rendición de cuentas

    CAPÍTULO 10. PRÁCTICAS INSPIRADORAS.

    LABORATORIOS DE INNOVACIÓN TRANSFORMADORA

    Focos prioritarios de los laboratorios

    Laboratorios, urbanismo y desarrollo medioambiental

    Laboratorios, tecnología y desarrollo económico

    Laboratorios, personas, grupos de edad, colectivos sociales y desarrollo social

    Laboratorios, valores, políticas y gobernanzas democráticas

    Laboratorios, gobernanza democrática y desarrollo humano sostenible

    EPÍLOGO

    GLOSARIO PERSONAL

    LECTURAS INSPIRADORAS

    AGRADECIMIENTOS

    NOTA BIOGRÁFICA

    PRESENTACIÓN

    La obra que se presenta a continuación forma parte de la Colección Ciudad 2030 promovida por la cátedra Deusto Cities Lab de la Universidad de Deusto.

    Dicha Cátedra nace como consecuencia de la observación, a lo largo de las últimas décadas, de los procesos de transformación de las sociedades industriales del entorno en nuevas realidades emergentes. Surge de la necesidad de acompañar a los diversos actores institucionales, empresariales, sociales y ciudadanos en la materialización de los derechos humanos y en el logro de un desarrollo más humano y sostenible, así como en la implantación de las agendas de desarrollo correspondientes en ciudades, territorios y comunidades. Se trata, por lo tanto, de un proyecto decantado tras un largo tiempo de análisis comparativo de iniciativas similares en distintas partes del mundo. Y sitúa un primer hito de transformación en el año 2030, fecha en la que la Agenda 2030, los Objetivos para el Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda Urbana deberán haberse plasmado en la realidad.

    En tiempos de cambio e incertidumbre, el mundo necesita transformarse y avanzar en busca de un desarrollo más humano y sostenible. Para ello, parafraseando a Eduardo Galeano, necesitamos pequeños cambios, sostenidos en el tiempo y diseminados en el espacio, que transformen el mundo. Debemos hacer de las ciudades, territorios y comunidades lugares mejores para vivir, generadores de bienestar y bienser, para las personas que las habitan y transitan, atendiendo cada caso y permeables a cada circunstancia, tomando como referencia la protección y despliegue de los derechos humanos, la democracia, la participación, la solidaridad, la innovación y la transformación. Valores fundamentales que deberán verse acompañados por otros de carácter más operativo, tales como el empoderamiento, la transparencia, la confianza, la cocreación, la corresponsabilidad, la experiencia y la complicidad.

    Hoy, más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas y esta cifra aumentará al 70% en 2050, si bien, en regiones como Latinoamérica, ya se han alcanzado dichos porcentajes en la actualidad. Resultado de esta acelerada evolución, las ciudades se han convertido en epicentro de los grandes retos de la humanidad. Los problemas vinculados con la contaminación y el cambio climático encuentran fundamento en los modelos de movilidad y transporte adoptados en las ciudades, así como en la sobreexplotación en el uso y consumo de espacios y recursos. La necesidad de generar desarrollo económico y empleo, fuente de autoestima, autonomía personal y bienestar, planea sobre las ciudades. Las contradicciones y desajustes del modelo económico global han provocado crecientes desigualdades que se concentran, sobre todo, en las periferias urbanas, donde habita un tercio de la población urbana en asentamientos informales y suburbios. El fomento de la creatividad y el acceso a la cultura, el deporte y la educación tampoco han salido bien paradas en la gobernanza de las ciudades. El desarrollo humano sostenible, basado en un desarrollo medioambiental, económico, social y cultural, implica promover un desarrollo de las ciudades, territorios y comunidades. La consecución de dicho objetivo requiere de la generación de ecosistemas de innovación transformadora.

    Tenemos la percepción de que las ciudades, territorios y comunidades en las que vivimos requieren de otras miradas que nos ayuden en la búsqueda de respuestas eficientes y eficaces a los retos planteados. Pensamos que cuestiones tan importantes y complejas exigen aproximaciones que tengan en cuenta tantos, y tan distintos, centros y periferias. Necesitamos completar una mirada profunda para poder contemplar la realidad en su complejidad actual. Una mirada de tal calibre es una invitación, serena pero firme, a romper los moldes de lo disciplinar y lo sectorial, porque se quedan cortos y miopes ante tamaño reto. Habremos de superarlos con un enfoque trans, en su doble acepción de al otro lado —más allá de donde nuestra mirada nos permite alcanzar— y a través de —con una mirada más profunda y consistente de la que estamos habituados—. La transdiciplinariedad, la transversalidad, la transectorialidad, la transgeneracionalidad, la transterritorialidad o la transtecnologización son prescripciones facultativas ante la superficialidad provocada por la aceleración y la uniformización generada por la globalización.

    La colección Ciudad 2030, en la que integramos la presente obra, es un esfuerzo colectivo por desbrozar los contenidos de dicha mirada trans.

    Una mirada transdisciplinar supone un esfuerzo de aproximación entre disciplinas procedentes de distintas áreas de conocimiento, desde las ciencias naturales a las humanidades, pasando por las ciencias de la salud, ingenierías y ciencias sociales. Llega al otro lado, iniciando una hibridación de pensamiento y prácticas, conformando una metadisciplina de nuevo cuño. Y a través de dicha mirada solo se reconocen, dialogan entre sí, con el fin de com­­partir conceptos y metodologías.

    Una mirada transversal aborda de modo holístico, integral y conjunto: el territorio, el medioambiente, la población, la economía, la educación, la política, la cultura o la salud. Alcanza al otro lado, ayudando a la ciudad a convertirse en glocal, capaz de ser muy de aquí sin dejar de ser también muy de allá. Pero, simultáneamente, profundiza a través de la complejidad que supone un desarrollo más humano y sostenible.

    Una mirada transectorial incide en las relaciones colaborativas, entre instituciones, empresas, entidades sociales y ciudadanía, identificando los flujos de relación compartidos entre ellos. Al llegar al otro lado, reconoce los modelos de liderazgos colaborativos que, partiendo de los intereses particulares de cada sector, avanzan sobre el bien común y la felicidad —bienestar y bienser­— del mayor número posible de personas. A través de la mirada se profundiza en las políticas y la gobernanza reforzadas con valores radicalmente democráticos.

    Una mirada transgeneracional conlleva el reconocimiento de grupos de edad y colectivos sociales, en lo que cada uno de ellos tiene de distante e invisible al disfrute del bienestar y del bienser, pero sin renunciar al bien común compartido a través de un nuevo contrato social. Al alcanzar el otro lado, reconoce las inmensas minorías y las barreras extrínsecas e intrínsecas que encuentran para el disfrute del Estado social y democrático de derecho. A través de la mirada se asienta las bases de unas políticas y gobernanzas más democráticas, cohesivas y equitativas, desde el respeto a la diversidad.

    Una mirada transterritorial supone la consideración de realidades espacio-temporales con identidad propia, pero interdependientes. Al mirar al otro lado, identificamos centros y periferias, en los que se incide priorizando procesos y cohesión interna, o buscando resultados y atractividad externa. A través de la mirada se fijan unas políticas y gobernanzas más democráticas, más equilibradas en la convergencia de centros y periferias.

    Una mirada transtecnológica implica la aceptación del peso que la ciencia y la tecnología tienen en la resolución de los retos planteados, pero supeditadas a un fin superior: un desarrollo más humano y sostenible, junto a la garantía y protección de los derechos humanos en su consecución. Desde el otro lado, se entiende el sentido último de la innovación de base científico-tecnológica. A través de la mirada se comprenden las potencialidades de cada uno de los campos de innovación actuales en torno al byte, el átomo, la neurona o el gen.

    De todo ello se escribirá en esta y próximas monografías, de todo ello se dialogará, de la mano de personas de orígenes, procesos formativos e itinerarios vitales diversos, con el objetivo de inspirar en la búsqueda de respuestas a los retos planteados desde una profunda mirada transdisciplinar.

    Equipo de Deusto Cities Lab Katedra

    EDREDÓN 1

    Mirada 360º. Mirada TRANS

    INTRODUCCIÓN

    TEORÍA DEL EDREDÓN

    Vamos camino del hogar, de nuestra casa, del refugio donde buscamos momentos de privacidad tras transitar por calles, parques y avenidas, expuestos al desgaste de la vida, tras dedicar gran parte de nuestro tiempo a estudiar, trabajar, desplazarnos, estar…

    Dentro del hogar, nuestra habitación se convierte en un resquicio de soledad e intimidad. En su interior, la cama, lugar de sueños inquietantes, relajantes, estimulantes… Somier, colchón, sábana bajera, almohadas, manta… y cubriendo todo tipo de sueños e insomnios, la pieza objeto de nuestra atención, el edredón.

    El edredón es un cobertor, compuesto por una funda ligera y un relleno de plumón, algodón o material sintético, variando en gramaje y espesor, que se utiliza junto o en sustitución de las mantas y los cubrecamas. Una prenda que usamos para cubrir la cama, con el fin de combatir el frío exterior y la humedad.

    Es un recurso humilde y sencillo que no solo explica cómo logramos calor y protección o aprovechamos el sueño, sino que nos va a permitir tejer en torno a él una teoría del edredón.

    A través de analogías e imágenes, nos facilitará la observación de la propia sociedad. El ajuste y el desajuste de los extremos, la armónica o la irregular distribución de su funda y relleno, la cobertura o no de sus usuarios, etc., nos van a dar pie a toda una serie de lecturas en torno a los rasgos y desajustes de la sociedad emergente (Maalouf, 2009), el necesario cambio de paradigma, el papel de las personas en la transformación del mundo, la generación de comunidades de aprendizaje, investigación y acción, o la progresiva convergencia en ecosistemas de innovación transformadora tanto en ciudades como territorios y comunidades.

    ENSEÑANZAS DE UN HUMILDE EDREDÓN

    Observemos fijamente el edredón. Su forma rectangular, con sus cuatro esquinas que, junto a un óptimo uso y disfrute, necesitan de un delicado y equilibrado ajuste. La presencia de estos cuatro puntos, en permanente tensión y equilibrio inestable, es una fuente inagotable de analogías e imágenes recurrentes para la obra que iniciamos.

    Dirijamos nuestra atención a la evolución en el tiempo de las soluciones técnicas dadas a su composición y formato hasta lograr su óptimo rendimiento actual. En ello encontraremos paralelismos con el modo en que los avances de la ciencia y la tecnología en torno al byte, neurona, átomo y gen van modificando nuestras condiciones de vida.

    Hablemos del papel desempeñado por el edredón en el tiempo, con épocas de menor o mayor protagonismo, como quien estuviera contemplando la aceleración del tiempo natural, social y personal en nuestras sociedades a manos del tiempo inmediato.

    Atendamos al proceso de extensión del edredón en el espacio, desde las comunidades nórdicas hacia zonas más templadas e, incluso, cálidas, como quien estuviera hablando del proceso de continuidad y globalización del espacio natural, rural y urbano por impacto del espacio virtual.

    Analicemos las implicaciones de una correcta o incorrecta distribución del edredón en nuestra calidad de sueño, como si estuviéramos evaluando ajustes y desajustes en el grado de desarrollo alcanzado en los ámbitos medioambiental, económico, social y cultural de nuestra sociedad.

    Observemos el manejo del edredón para dar cobertura a las personas ocupantes de la cama, estableciendo analogías con el buen gobierno de la sociedad, con la implementación de políticas y gobernanza más o menos democráticas. La búsqueda del bien común, por medio de la alteridad, empatía y solidaridad, o de la solución individual ante la propia necesidad, presentes en el manejo de la funda y el relleno del edredón, en el gobierno de una sociedad.

    Repasemos la integración de las partes de un edredón, dando lugar a la identificación de las estructuras, procesos, resultados e impactos de las políticas y la gobernanza empleadas en el gobierno de la sociedad.

    Centremos la atención en las personas ocupantes de la cama para contemplar el modo en que gestionan la apropiación y el uso del edredón, proponiendo incorporar a la ciudadanía a los agentes ya presentes (instituciones, empresas y entidades sociales) en la transformación hacia un desarrollo más humano y sostenible. Podremos vincular los verbos aprender, pensar, sentir y hacer a las personas anónimas o referentes en el ejercicio del gobierno democrático de las ciudades, territorios y comunidades.

    Diseñemos prototipos de edredón desde un talante de innovación transformadora: modificando la materia que configura el relleno, introduciendo inteligencia a la funda, aplicando otros sistemas de ajuste y distribución, desarrollando alternativas en el manejo del mismo… Todo ello nos permitirá hablar, en términos de sociedad, del proceso de configuración de comunidades de aprendizaje, investigación y acción que vayan convergiendo en ecosistemas de innovación transformadora.

    Hablar de edredones es referirnos a un elemento casi imperceptible en la lista de nuestras prioridades de gasto, inversión y mantenimiento doméstico. Pero que tiene una relevancia mayor de la que pensamos al cubrir casi un tercio de nuestro tiempo disponible, al protegernos de la intemperie, al aportarnos descanso, reparación, calidad de vida, bienestar y bienser¹.

    De todo ello, vamos a hablar en las próximas páginas. Con la mirada puesta en el edredón, vamos a intentar comprender mejor la sociedad emergente, en tiempos de incertidumbres. Y vamos a destacar la importancia de las personas como factores clave, tanto en el manejo del edredón como en la necesaria transformación de la sociedad emergente.

    La lectura de las siguientes páginas nos llevará por una reflexión que, compartida o no por quien la lee, espero que, en todo caso, conlleve reflexión crítica y arrastre a un compromiso de acción transformadora.

    Ante un futuro en tiempo de descuento, con anuncios permanentes de experiencias desdichadas, cabe la reivindicación de un futuro por construir, mediante experiencias satisfactorias como materia prima y una metodología para provocarlas. Tan solo hace falta, además de desearlo, implementarlo.

    LUGARES MEJORES PARA VIVIR

    En nuestro hogar, el planeta Tierra, vivimos tiempos de incertidumbre, de cambios constantes, en los que el cambio climático, la concentración de la riqueza, las desigualdades de diverso cuño, las xenofobias expresadas de maneras distintas y el conflicto político nos sacuden cotidianamente en una amplia gama de intensidades.

    En un entorno como el que vivimos es muy difícil identificar resortes desde los que iniciar o consolidar proyectos de vida individuales y colectivos propositivos. No resulta sencillo encontrar puntos de apoyo estables y seguros para ideas, valores, planes, decisiones, proyectos o acciones. Todo nos inclina a un justificado pesimismo crónico. De la lectura de la prensa, la escucha de la radio, la mirada televisiva o la exposición digital no resulta sencillo entresacar buenas nuevas que alimenten la esperanza, que sustenten un paso firme y decidido en busca de anhelos y deseos.

    Las coordenadas medioambientales, económicas, sociales, culturales y políticas de nuestro devenir cotidiano abundan en la idea de un cierto colapso del mundo conocido, de la insostenibilidad de las fórmulas aplicadas en los últimos dos siglos. El horizonte se llena de grandes y oscuros nubarrones que anuncian un futuro en tiempo de descuento (Beck, 1998; Bude,2017; Pardo, 2016; Stiglitz, 2002).

    Pero lo que parece una severa amenaza, el hecho de que el futuro será sostenible o no será, puede convertirse en una oportunidad inigualable para aprender de aciertos y, sobre todo, de errores propios y ajenos; pensar soluciones y alternativas viables a mantener en el tiempo; hacer cosas diferentes a la hora de enfrentarse a viejos problemas y nuevos retos; sentir el pulso de las personas que comparten nuestro tiempo presente y futuro (Beck, 2017).

    En tiempos de incertidumbre, el mundo necesita avanzar en la consolidación de los derechos humanos, un desarrollo más humano y sostenible, y unas políticas y gobernanzas más democráticas. Para ello, precisamos cambios que, sostenidos en el tiempo y en el espacio, transformen el planeta. Y este libro surge del deseo de hacer, de las ciudades, territorios y comunidades, lugares mejores para vivir, generadores de bienestar y bienser, para las personas que las habitan y transitan, atendiendo cada caso y permeables a cada circunstancia.

    Las personas de referencia que, desde diversos ámbitos de actividad y distintos niveles de intervención, participaron y participan en los procesos de elaboración e implementación del Paradigma 2030² (Agenda 2030, ODS, Nueva Agenda Urbana y resto de Agendas) así lo han interiorizado. En cada uno de dichos documentos, se analizan y diagnostican los problemas, se identifican los retos, se establecen los objetivos y las líneas de actuación, se fijan estructuras y procesos, se elaboran indicadores de desempeño e impacto. El Paradigma 2030 describe el futuro anhelado y la hoja de ruta para alcanzarlo, en un ejercicio contracultural de insubordinación ante el dictado del pesimismo crónico y fundamentado que nos inmoviliza.

    No hay motivo, a pesar de todo ello, para dejarse llevar por la desesperanza. Contamos con el relato que nos habla de que otro mundo, con sus ciudades, territorios y comunidades, es posible. Y tenemos diseñada la hoja de ruta para ir llevándolo de la poesía y el cuento al ensayo y teatro. No podemos dejarnos llevar por un determinismo trasnochado que nos aboga a un final dramático, que parece deseado por muy pocos, pero esperado por una mayoría, como si estuviera afectada por una variante del efecto Pigmalión.

    Es momento para leer el relato con detalle, desde el análisis y diagnóstico inicial hasta la receta final con su modelo de implementación. Es momento de transformar nuestro modo de pensar y, sobre todo, nuestra subjetividad, nuestra forma de sentir, para acabar haciendo las cosas de un modo radicalmente distinto.

    Necesitaremos desaprender para aprender. Tendremos que adquirir nuevos conocimientos y competencias para hacer frente a los desajustes que estamos sufriendo (Senge, 2000), así como reordenar las motivaciones y los valores desde los que abordar las reflexiones previas a los grandes debates públicos, dando preferencia a motivaciones vinculadas con aspectos tangibles sostenibles e intangibles que humanicen, a valores democráticos vinculados a los derechos humanos civiles, políticos, sociales, económicos, culturales y ecológicos. Para abordar un cambio de paradigma necesitamos comenzar por una profunda transformación del modo en que encaramos la vida (Sádaba, 1985).

    LA CLAVE SON LAS PERSONAS

    Si las personas iniciamos este camino de modificación de motivaciones, valores, percepciones e intereses, la transformación de instituciones, empresas y entidades sociales será factible. La razón de dicho cambio estará basada en la incorporación de personas con otro talento y talante al liderazgo democrático de dichas organizaciones. El impacto será directo, diligente y profundo. Las organizaciones cambiarán porque las personas al frente de sus salas de máquinas o de sus puentes de mando, la ciudadanía de referencia, estarán alineadas con los diagnósticos, objetivos y propuestas recogidas en el Paradigma 2030. Al asumir sus responsabilidades y tareas, las personas con capacidad de intervención al frente de instituciones, empresas y entidades sociales comenzarán a incidir de manera significativa en la realidad medioambiental, económica, social, cultural y política de ciudades, territorios y comunidades.

    El resto de las personas, las inmensas minorías, la ciudadanía anónima, actualmente al margen de los puentes de mando y sin posibilidad de tomar decisiones de amplio espectro, irá encontrando numerosos espacios de implicación en los procesos de transformación: bien como demandantes ante las personas responsables de la sociedad organizada, bien como agentes activos en la transformación tanto en su esfera privada como pública.

    Las personas son el factor clave, que activa el proceso de disolución de incertidumbres y contradicciones por medio de acciones propositivas en su condición de seres humanos, individuos, personas, usuarios y usuarias, consumidoras y consumidores, ciudadanas y ciudadanos, y agentes referentes (Nussbaum, 2002).

    Desde la esfera más propia del individuo en atención a sus necesidades de alimentación, vestimenta, seguridad o alojamiento hasta aquella vinculada a su activación como ciudadanía de referencia, pasando por su papel de persona en grupo y sociedad, de usuario o consumidor, todas ellas se convierten en campo de implementación de los objetivos y propuestas del Paradigma 2030.

    POR UN NUEVO CONTRATO SOCIAL

    Es momento de hablar de un nuevo contrato social, de sumar la ciudadanía anónima a la sociedad organizada, en la atención al reto de la sostenibilidad medioambiental, económica, social y cultural, junto a los procesos de transformación democrática de las políticas y de la gobernanza que implica (Shafik, 2022; Aguirre, 2023).

    La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por la ONU, representa un ideal común para alcanzar un futuro mejor y más sostenible (ONU, 2015). Se trata de un mínimo común denominador adoptado entre personas de referencia en instituciones, empresas y entidades sociales, de diferente origen y procedencia, de género, edad y condición diversa, al que, inexorablemente, faltó y falta sumar la experiencia vital y la implicación de tantas y tantos ciudadanos anónimos repartidos por el mundo.

    La agenda habla de un desarrollo más humano y sostenible, desde las vertientes medioambiental, económica y social (Huete y Merinero, 2021). Una manera interesante de abordar la persona desde sus distintas funciones y actividades, en relación con otras personas, con otros seres vivos y con el planeta que habita. Tal vez, tratándose de una mirada integral, no hubiera estado de más profundizar en una cuarta vertiente: la cultural. El hecho de incidir, de modo más explícito y autónomo, en el desarrollo cultural hubiera permitido aumentar las posibilidades de incorporar plenamente el factor persona a la fórmula de la sostenibilidad. La persona observada desde su identidad —patrimonio, talento, creatividad y valores— y en diálogo con las identidades —patrimonios, talentos, creatividades y valores— de otras personas.

    La implicación de las personas anónimas en los talleres donde se tejen los edredones y también en los departamentos de diseño e I+D+i, mano a mano con las personas referentes, es condición imprescindible para el despliegue de una transición con éxito. Estamos a tiempo de evitar el agujero negro del conflicto de identidades, del menosprecio de patrimonios ajenos, de la falta de reconocimiento del talento universal, del desprecio de la creatividad y del debilitamiento de los valores democráticos. Elementos, todos ellos, imprescindibles en la consecución del resto de las vertientes contempladas en un desarrollo más humano y sostenible.

    A pesar del breve periodo discurrido desde la redacción de las agendas, en sus múltiples fórmulas y expresiones, la aceleración del tiempo continúa incrementando la mortalidad de los análisis y diagnósticos preexistentes, y la globalización del espacio provoca mayor interdependencia en la búsqueda de alternativas y respuestas (Eriksen, 2016; García Canclini, 1999). De tal manera que parece oportuno dedicar un instante a la consideración de ambas variables, por su relevancia creciente tanto en la generación de problemas como su papel prioritario en la implementación de soluciones.

    La secuencia de acontecimientos acaecidos en las últimas décadas, desde la elevación de la temperatura media del planeta a los conflictos interculturales e interreligiosos, pasando por las crisis económicas cíclicas, las crecientes brechas de vulnerabilidad o los ejercicios de violencia de naturaleza diversa, adquieren velocidad de crucero y se extienden hasta el rincón más recóndito del planeta.

    Los textos de las agendas soportan la presión de las viejas globaldemias³ en torno al cambio climático, la concentración de la riqueza, las caras de la desigualdad o las xenofobias en expresiones distintas. Incluso, mantienen su validez ante las nuevas globaldemias nacidas con la pandemia del COVID-19 y la expansión hostil de populismos y autoritarismos. La pertinencia del enfoque y contenidos del Paradigma 2030, a pesar de la indiferencia y beligerancia de tantos, radica en su apuesta por las alianzas, en la profundización en unas políticas y gobernanzas más democráticas, en las que implicar al mayor número posible de instituciones públicas, empresas privadas y entidades sin ánimo de lucro. Así como la necesidad de localizar los objetivos de desarrollo sostenible establecidos, acercando el Paradigma 2030 a la ciudadanía anónima en el entorno de sus ciudades, territorios y comunidades.

    POLÍTICAS Y GOBERNANZAS MÁS DEMOCRÁTICAS

    La aceleración y la globalización abren fisuras en la búsqueda de un desarrollo más humano y sostenible. Las políticas glocales y la gobernanza multinivel se han convertido en un requisito imprescindible a la hora de hacer frente a las viejas y nuevas globaldemias. La convergencia de las políticas desarrolladas por organismos internacionales, instituciones de cooperación e integración, Estados, regiones y municipios está en la base de los conceptos de alianza y localización. Ante la complejidad de los retos planteados, las políticas y la gobernanza deben integrar en el diseño del edredón tanto a las empresas como a las entidades sociales y ciudadanía anónima, si pretendemos ciudades, territorios y comunidades más humanas y sostenibles (Subirats, 2016).

    El mundo empresarial de las multinacionales es imprescindible en el éxito del ejercicio de transformación. Un comportamiento por su parte alejado de los principios recogidos en el Paradigma 2030 pone en cuestión su aplicabilidad. Siendo condición necesaria, no es suficiente, ya que la mayoría del tejido económico está configurado por pequeñas y medianas empresas, con el factor de proximidad a su favor, pero con el enemigo de la fragmentación. Por lo tanto, es imprescindible que ambas realidades, con su diferente grado de influencia, se incorporen al Paradigma 2030, si se desean alcanzar los objetivos propuestos (Stiglitz, 2019).

    En cuanto a las entidades sociales, su especialización y focalización resultan insustituibles en la respuesta eficaz a las necesidades identificadas. Se requiere potenciar la mirada integral de la sociedad emergente para acabar siendo una respuesta, además de eficaz, eficiente. Se trata de configurar un tercer sector que condicione las políticas y el modelo de gobernanza desde parámetros radicalmente democráticos, y que sea capaz de incidir en la realidad desde su independencia intelectual y material (Castells, 2012; Font et al., 2007; Tascón y Quintana, 2012).

    La inmediatez en la respuesta y la omnipresencia de los cambios sufridos en la última década por las nuevas globaldemias, a sumar a los ya provocados por las viejas, refuerzan la necesidad de una ciudadanía anónima, activada y activa. Los objetivos de transformación requieren la activación del 85% de la población que no responde al perfil de ciudadanía de referencia, al no ubicarse al frente de instituciones, empresas o entidades sociales.

    La activación de los diferentes grupos de edad, mujeres, personas migrantes, colectivos LGTBIQA+, personas con diversidad funcional, colectivos sociales en riesgo de pobreza y exclusión es fundamental en la búsqueda de alternativas y soluciones para los problemas de su grupo o colectivo. Lo es, tanto o más, en la identificación y visibilidad de la distancia a las que las inmensas minorías se encuentran de los objetivos de derecho a: un hábitat ecológico y de calidad; una distribución equitativa de los recursos y la riqueza; una igualdad de derechos y cohesión social; una convivencia en la diversidad cultural; y un disfrute de derechos y deberes democráticos.

    La ciudadanía anónima será el elemento determinante de la solución, del nuevo contrato social, por su doble condición de demandante y ofertante. Su carácter demandante, ante la ciudadanía de referencia, de las condiciones de bienestar y bienser, suficientes y dignas, para aproximarnos a un desarrollo más humano y sostenible. Y su carácter ofertante, ante el conjunto de la sociedad, de los conocimientos y competencias propios de su talento, y de las motivaciones y valores que impregnan su talante. La acumulación de experiencias memorables y significativas reforzarán la complicidad individual y colectiva con el Paradigma 2030 y su implementación progresiva.

    ENTRE LO GLOBAL Y LO LOCAL

    Las páginas de este libro se desplazan por el teclado de la vida, desde lo global a lo local, y viceversa. Su mirada está preocupada y ocupada en los desajustes del mundo, de la sociedad emergente (Maalouf, 2009). Se siente interpelada por los retos que se plantean. Al buscar respuestas, soluciones y alternativas, conscientes de la complejidad paralizante que aflora de cada uno de los rincones del planeta, se refugia en las ciudades, territorios y comunidades más cercanas.

    Dos son los motivos fundamentales que justifican dicha prevención. El primero de los motivos es huir de la simplificación del mundo que puede acompañar a quienes, partiendo de su realidad por poderosa e influyente que sea, creen entender todo y tener respuestas universales para todas y todos. Y el segundo de los motivos es la necesidad perentoria de llegar a comprender, al menos, el lugar en el que uno vive, aunque a uno le siga sorprendiendo cada día, en su complejidad, matices y diversidad (Bauman, 2002; Beck, 2017).

    La presente obra debe leerse, por lo tanto, como una espiral envolvente que arranca en la inmensidad del planeta, para irse deslizando por las laderas de continentes, Estados, comunidades, territorios y ciudades más próximas a la biografía del autor. Cada lector podrá encontrar, desde su mirada, la identificación o no con los desajustes y los retos presentados, así como las respuestas, soluciones y alternativas planteadas desde la espiral que envuelve la vida del autor. Encontrará o no una completa disociación o una coincidencia parcial o total en las aproximaciones al continente, Estado, comunidad, territorio o ciudad. Lector y autor compartirán o no continente o ciudad. Y podrán coincidir o no en reto, respuesta o solución. El sentido último de la obra es enfrentar al lector a la mirada de su propia espiral envolvente, ante la que aprender, pensar, sentir y hacer.

    Decía Miguel de Unamuno que todos los humanos somos hermanos, siendo el mundo entero un Bilbao más grande (1923). Compartimos el 99% de nuestra fuente de ADN, de nuestra carga genética, por lo que podemos analizar y entender cualquier realidad al estar configurada por un número amplio de variables compartidas. Pero esto no nos debe alejar de un profundo respeto al 1% restante, que encierra nuestra ilimitada diversidad, nuestra capacidad de variada respuesta a los retos planteados en torno a tanta y tanta variable compartida.

    Como las matrioskas —o mamushkas—las páginas de este libro van sacando piezas del interior del mundo. Dichas piezas responden a categorías preestablecidas de continente, Estado, comunidad, territorio o ciudad. Lo que para el autor significa Europa, para el lector se podrá convertir en América, África, Asia u Oceanía. Lo que implica que las afirmaciones recogidas en la obra son susceptibles de ser corroboradas, matizadas o refutadas por las diferentes experiencias biográficas de cada lector (García Canclini, 1999).

    El interés del autor avanza, fiel a su propia biografía, desde el mundo hasta la comunidad, territorios y ciudades vascas donde desarrolla su realidad cotidiana, pasando por la vivencia más esporádica del continente europeo y del Estado español.

    El autor camina inspirado por Bernardo Atxaga, cuando sugería en la década de los noventa la convivencia y la solidaridad entre las comunidades que viven en el territorio del pueblo vasco (Euskal Herria), y apostando por una ciudad vasca (Euskal Hiria), pluridentitaria y contraria a los conceptos esencialistas:

    Necesitamos otra ascensión, salir de estos dos círculos que todavía hoy condicionan en exceso la vida de las personas de este país. Creo que ello se producirá cuando, precisamente, miremos a la nueva realidad vasca con otra mirada, capaz de crear, de inventar, una utopía; no una utopía heroica —ya hemos tenido bastantes—, sino una utopía que tenga por objeto, por sueño, la mejor convivencia de todos cuantos vivimos aquí. Yo he llamado a esa utopía Euskal Hiria. Otros le pondrán, quizás, otro nombre (2007).

    Es de la mano de esa utopía de la que camina el autor, planteando la posibilidad de que cada lector la sustituya por su propia Euskal Hiria, reinterpretando las palabras de Atxaga y fundamentando una mirada transcultural de la realidad del planeta que habitamos. Una mirada que vincule la proximidad del propio municipio con la globalidad del mundo compartido, con todas las conexiones intermedias de continente, Estado, nación y región a integrar lo más armónicamente posible.

    Esta obra es una oportunidad para que cada lector construya su propia utopía, cimentada, a pesar del lecho de incertidumbre y del pesimismo crónico y fundamentado que pisamos, en la identificación de los desajustes que se manifiestan en la sociedad emergente, pero también con propuestas dadas por personas que transforman el mundo, sus ciudades, territorios y comunidades, hacia un desarrollo más humano y sostenible, generando comunidades de aprendizaje, investigación y acción, posibilitando ecosistemas de innovación transformadora.

    PRIMERA PARTE

    CIUDADES EN LA SOCIEDAD EMERGENTE

    INTRODUCCIÓN

    Originariamente, los pueblos nórdicos, tras observar que las aves utilizaban el plumaje como protección, inventaron el edredón a modo de prenda de abrigo ante el frío y la humedad. Se tiene constancia del uso de los primeros sacos con rellenos de plumas en el siglo I a. C. Se popularizó en el resto de Europa y América del Norte con la llegada de la Revolución Industrial, en dura pugna con las mantas de lana. Y ha alcanzado gran predicamento en la sociedad acelerada y global actual.

    En 1864, Julio Verne, en su libro Viaje al centro de la Tierra, nos relata la historia del eider, una variante de pato islandés, y del origen del edredón:

    No era más que un cazador de eíderes, ave cuyo plumaje consiste en la mayor riqueza de la isla. Dicha pluma, llamada edredón, se recoge sin

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