Averroes - Compedio de Metafisica PDF
Averroes - Compedio de Metafisica PDF
Averroes - Compedio de Metafisica PDF
ANA,|
.4
AVERROES C O M P E N D I O DE M E T A F S I C A
ARTCULO 43 DK L O S E S T A T U T O S D E LA A C A D E M I A :
En las obras que la Academia autorice o publique, cada autor ser responsable de sus asertos y opiniones: el Cuer po lo ser nicamente de que las obras sean merecedoras de la luz pblica.
W.
REAL ACADEMIA
m
DE CIENCIAS MORALES Y
A
POLTICAS
AVERROES
(DIO DE METAFSICA
T E X T O R A B E Y NOTAS CON TRADUCCIN DE CARLOS QUIRS RODRGUEZ
NIHIL DR.
OBSTAT ASN,
MICHA'EL
NDICE G E N E R A L
INTRODUCCIN
Vida de Averroes Obras de Averroes El Manuscrito madrileo de las Parfrasis L a parfrasis metafsica Nuestra edicin
TRADUCCIN
ndice-resumen de la metafsica de Averroes Variantes ms notables de la edicin del Cairo Lagunas importantes de la edicin del Cairo Lxico de trminos tcnicos Erratas del texto castellano
T X T O RABE
ivf
INTRODUCCIN La historia de la filosofa hispano-rabe no podr escribirse, hasta tanto que se haya publicado el nmero de monografas indispensable para facilitar la labor de sntesis a quien haya de llevar a cabo tan ardua empresa. La redaccin de trabajos parciales, como preliminar necesario para un estudio de conjunto, es relativamente fcil si se trata de analizar la doctrina de autores espaoles pertenecientes al ciclo latino o castellano; mas cuando ya se trata de los pensadores de la Espaa musulmana, el empeo ofrece alguna mayor dificultad, a causa, principalmente, de la lamentable decadencia en que desde hace ms de tres siglos se halla entre nosotros el estudio de la lengua y literatura arbigas. Con los ltimos restos de la raza islmica desaparece de la pennsula el noble afn de asimilacin de la cultura rabe, iniciado por los mozrabes.
cordobeses con un ardor que pona la propia en grave peligro de olvido y proseguido despus con miras puramente cientficas por el arzobispo don Raimundo y por Alfonso el Sabio, y con fines apologticos por Ramn Mart y Raimundo Lulio, para extingirse al fin con dbiles destellos en la obra de catequizacin de los moriscos de los'reinos de Granada y Valencia, poco tiempo antes de su expulsin definitiva. No negamos la existencia en todo tiempo de cultivadores aislados y espordicos de tales estudios, ni desconocemos tampoco que en la poca moderna se vislumbre un renacimiento ms importante en intensidad que en extensin de los mismos; pero hay que confesar que desde el siglo x v i la tendencia en los eruditos est caracterizada por el desprecio, casi sistemtico, hacia los medios de investigacin de un sector importantsimo de la ciencia espaola. De aqu que sea hoy todava aventurado, por prematuro, todo trabajo de sntesis sobre las doctrinas de Averroes, el ms grande y famoso representante de la ciencia hispano-musulmana, por falta de materiales slidos y autnticos con los que fraguar un conocimiento genuino de las mismas. Para ello sera preciso editar y traducir antes una serie de textos, lo suficientemente completa para que los estudiosos pudiesen formarse una idea exacta del pensamiento del filsofo cordobs. En este sentido es prematura la monografa de
XI
Renn (i), tan interesante por otros conceptos, en especial por lo que se refiere a la historia del averrosmo latino. Verdad es que de la mayora de las obras de Averroes existen traducciones latinas medievales, que parecen ofrecer, a primera vista, base bastante firme para proceder a ulteriores investigaciones. Pero, sin negar a tales versiones el valor que en algn aspecto puedan tener, es lo cierto que ni para el crtico ni para el filsofo ofrecen las suficientes garantas. En primer lugar, hay que tener en cuenta que, salvo raras excepciones, no representan una translacin directa del original; pero esto sera lo de menos, si reuniesen otros requisitos ms esenciales. Llevadas a cabo por traductores que a un concepto pobre y falso de la interpretacin fundado en una rigurosa literalidad unan, las ms de las veces, un desconocimiento casi supino del tecnicismo y hasta de las materias filosficas (2), pecan de obscuras e ininteligi(1) Ernest Renn, Averrois et 'averroisme. Thse francaise pour le doctoral s-lettres. Pars, 1852. Hay una traduccin espaola hecha por Edmundo Gonzlez-Blanco y editada por la casa F. Sempere, de Valencia. No lleva fecha. (2) L a frase motus quem vocant lenliabi> que aparece con frecuencia en las versiones latinas de las obras de A v e rroes, no es otra cosa que el movimiento en espiral, en rabe 8J4J9UI frSjlJj. L a palabra ^9^9, que en filosofa significa ser, era a menudo literalmente vertida por invencin, co-
XII
bles (i) y han dado lugar, no slo a lamentables confusiones (2), sino hasta a verdaderas herejas (3). Nada, pues, tiene de extrao que tales traducciones no pudieran ser utilizadas ni aun por
mo puede verse en el siguiente texto, que tomamos de la edicin de los Juntas a que ms abaja nos referimos: De demonstratione simpliciter seu absoluta quod est causee et inventionis simul. (1) En prueba de ello transcribimos el siguiente pasaje que, al estudiar la retrica de Averroes, cita Menndez Pelayo (Historia de las ideas estticas en Espaa, Madrid, 1910; tomo II, pg. 123): Veruntamen qui I04UU sunt multiplica runt verba quae sunt extra verificationem sed concurrunt ut res adminiculantes casui verificationis. L a palabra verificatio representa, sin duda alguna, una traduccin impropia, por ser vulgar y no tcnica, de la rabe s j b t a o ' i , que en este caso debi verterse por convencimiento. (2) Gil de Roma, citado por Mandonnet, qujase amargamente de que Averroes trate a los telogos de parlanchines y charlatanes, pues tal era el alcance que el filsofo agustino daba a la palabra loquentes, que no es ms que una mala y desde luego inocente traduccin de la palabra con que en la filosofa rabe se designa a los motaclitnes: Immo, quod peju est, nos et alios tenentes legem derisive appellat loquentes et garrulantes vel garrulatores.v Vide Asn, El averroismo teolgico de Santo Toms de Aquino, apud Homenaje a Don Francisco Codera, pg. 304, nota. (3) Las famosas proposiciones: Quod sermones theologi fundati sunt in fabulis, Quod fbula; et falsa sunt in lege cbxistiana, sicut in alus con tanto calor defendidas por los averrostas hasta el punto de merecer una justa condenacin del snodo celebrado en Pars el ao 1277, han tenido segura-
XIII
los crticos y sabios ms eminentes. Ogase lo qu este respecto dice Menndez Pelayo, testigo de mayor excepcin: A dificultar el progreso en esta rama de la historia de la cultura ha contribudo, entre otras causas, la escasez de textos impre sos en que el pensamiento de los rabes pudiera ser estudiado... Haba que buscar las principales obras de Avicena, Algazel y Averroes en brbaras interpretaciones latinas, muy difciles de encon trar ya, hechas sobre otras hebreas, que en su mayor nmero estn inditas. Todo gnero de di ficultades se conjuraba, por consiguiente, contra el animoso investigador que se atreviera a embos carse en este laberinto. Lo que son esas traduc ciones latinas (calco grosero y servil de las pala bras, no del sentido) slo podemos decirlo los que por necesidad hemos tenido que manejarlas o consultarlas alguna vez. Parece increble que Ave rroes, interpretado en esta forma, haya podido ser el pasto intelectual predilecto de los librepensa dores de la Edad Media (i). A llenar esa necesidad, universalmente sentida, de cimentar el estudio del pensamiento de los filsofos hispano-rabes sobre ms slidas bases
mente por base el haber tomado la palabra rabe Ojio como equivalente a mito y fbula, cuando debi haberse tra ducido por ejemplo o smil. Vide Asin, op. cit., pg. 305. (1) Prlogo a la obra de Asn; Alganel. Dogmtica, Moral, Asctica. Madrid, 1901, pginas XI y XII.
XIV
pretendo contribuir, bien mezquinamente por cierto, con la publicacin de los presentes texto y traduccin del Compendio de Metafsica de Averroes, al cual seguirn, Dios mediante, otros tratados del mismo filsofo sobre la Fsica, Psicologa y Teologa, en la medida que me lo permitan las circunstancias de mi vida militar en campaa, poco favorables por cierto a la realizacin de tales estudios, que exigen un tranquilo vagar que no me sobra y el auxilio de libros que me faltan.
Vida de Averroes.
En cuatro cosas, dice un ulema espaol (i), supera Crdoba a las grandes urbes, y son: el puente, la aljama, Medina Azahra, y lo que vale ms, la ciencia. En efecto, Crdoba, emporio de las ciencias, metrpoli del saber, patria de Abenhzam, telogo profundo, historiador erudito y delicadsimo poeta, y cuna del judo Maimnides, apellidado por sus correligionarios el segundo Moiss, vio tambin nacer el ao 520 de la hgira (1126 de J. C.) a Abulualid Mohmed Ben Roxd, el nieto, conocido en las escuelasfilosficasmedievales con el nombre de Averroes. Educado en el seno de una familia con tradiciones jurdicas (2),
(1) Vid. Almacar, Analectes, I, 96. (2) Su abuelo, que llevaba, como l, el nombre de A b u l ualid Mohmed Ben Roxd, fu jurisconsulto eminente, autor
XV
dio principio a sus estudios con el derecho, ciencia en la cual result un fnix, segn frase de su bigrafo Benabioseibia. Desde muy joven debi tambin dedicarse al estudio de la medicina, pues su libro Culiat{e\ Colliget de los escolsticos) tuvo que ser escrito, segn demuestra Munk (Op. cit, pag. 429, nota 3), antes de los treinta y siete aos de edad, es decir, antes del ao 557 (1162). Su aficin a la medicina griega fu quiz la ocasin y el motivo que le determinaron al estudio de lafilosofa,pues no se sabe que antes del Culiat hubiera publicado ninguna obra filosfica. Con la subida al trono, en el ao 55^ (1163), del almohade Ysuf, prncipe cultsimo, impuesto como el que ms en los problemas filosficos, hasta el punto de causar la admiracin de los profesionales, inaugrase para la ciencia una era de libertad y florecimiento. En su afn de rodearse de sabios, procedentes de todas las comarcas de su imperio, para protegerlos y colmarlos de honores, vise poderosamente secundado por el filsofo guadijeo Aben Tofail, quien lleg a tal estado de privanza con el monarca, que pasaba da y noche en el regio alczar. Aben Tofail fu quien
de obras notabilsimas de derecho y juez supremo de la E s paa musulmana. Su padre Abulcsim Ahmed fu juez de Crdoba. Vide Munk, Melangts de philosophie juive et rabe. (Pars, 1859), pgs. 418 y 4 1 9 .
XVI
present a Averroes ante Ysuf. Qu opinan los filsofospregunt el sultn en el curso de la visitaacerca del mundo? Es eterno o es temporal? Averroes, que ignoraba los informes que sobre sus aficiones haba comunicado Aben Tofail a Ysuf, neg, lleno de rubor y de miedo, sus conocimientosfilosficos.Pero Ysuf, que se dio cuenta de su turbacin, comenz l mismo a disertar sobre la cuestin planteada, alegando las opiniones de Platn, Aristteles y dems filsofos, al par que las refutaciones de los telogos musulmanes, desarrollando un tal esfuerzo de memoria y erudicin, que impresion vivamente a nuestro filsofo. Este, obligado por las finas atenciones del monarca, acab por expresar su propia opinin sobre el tema. Gracias, pues, a tan culto prncipe, pudo Averroes dedicarse de lleno a sus estudios favoritos y dar libre curso a su actividad cientfica. Es ms: si hemos de creer a Abdeluhid de Marruecos (i), de quien tomamos estas noticias, referentes a las relaciones entre el filsofo de Crdoba y el sultn de los almohades, a ste se debe el haber sugerido a aqul la idea de comentar a Aristteles. Un da, (hace decir Abdeluhid a Averroes), me llam
(i) The history of the Almohades by Abdo-'l-Whid alMarrekoshi. Edited by R . Dozy. Second edition: L e y d e n , Brill, 1881; pgg. 174-175.
XVII
Aben Tofail y me dijo: he odo decir hoy al Prncipe de los creyentes, quejndose de la obscuridad de expresin de Aristteles o de sus traductores y a propsito de la profundidad de su pensamiento: Ojal encuentren tales libros quien los exponga y haga asequible su sentido, hacindolos perfectamente inteligibles, para facilitar su comprensin a las gentes. Yo no puedo hacerlo, como te es notorio, aparte de mi avanzada edad, por la ocupacin de mis trabajos y por la dedicacin de mis esfuerzos a cosas que requieren ms mis cuidados. Esto fu (concluye Averroes) lo que me indujo a llevar a cabo las exposiciones abreviadas (i) que he hecho de los libros del filsofo Aristteles., En efecto, Averroes no se qued corto, sino que satisfizo con exceso el deseo de Ysuf. El ao $65 (1169) publica en Sevilla, donde ejerca el cargo de cad, el, Comentario sobre los tratados de /os anima/es. Su vuelta a Crdoba (en donde afirmaba 1 tener sus libros), acaecida despus del ao 566 (1170), marca el apogeo de su actividad literaria, pues, como puede verse por las fechas conservadas en algunos de sus libros, los volmenes sucdense unos a otros en cortos intervalos de tiem(1) Refirese probablemente a los llamados Comentarios medios, que fueron, de las tres clases de ellos, los primos compuestos por nuestro filsofo.
XVIII
po (i). NO parece haberle distrado de su febril tarea un viaje que, con una misin poltica, a lo que se supone, hizo elfilsofoa Marruecos, en donde el ao 574 (i 178) public su comentario al libro De sabstantia orbis. Al ao siguiente fech en Sevilla su tratado teolgico titulado Mtodos de demostrar cin de los dogmas. En 578 (1182) emprenda nuevo viaje a Marruecos, llamado quiz por Ysuf, para volver al poco tiempo a Crdoba, de la cual ciudad fu nombrado cad. Si grande fu la estimacin en que Ysuf le tuvo, no fu menor la que, en un principio, le prodig su sucesor Yacub Almansur, elevado al trono en 580 (1184). Gozando cerca de ste de un favor comparable al disfrutado por Aben Tofail en el reinado anterior, Averroes pasaba en palacio gran parte del tiempo, departiendo de asuntos cientficos con el monarca, a quien, en un exceso de familiaridad, trataba con frecuencia dt hermano. All por el ao de 591 (1195), cuando Almansur preparaba contra Alfonso VIII la campaa que termin con la derrota en Alarcos del rey de Castilla, vemos a Averroes en mayor privanza que nunca. Pero, a partir de este momento, obsrvase en el sultn almohade una reaccin en contra de
(1) Vase una serie cronolgica de tales obras en la citada monografa de Renn, parte primera, cap. I, par. 8.
XIX
nuestro filsofo. ;A qu se debi este cambio de conducta? A resentimientos personales entre ambos, a intrigas polticas y cortesanas, a exacerbacin en el sultn del sentimiento religioso, originada, ya por el buen xito de su campaa contra los cristianos, ya por excesos irreligiosos del filsofo, juzgados intolerables? De todo pudo haber un poco. Por de pronto, no puede atribuirse su desgracia al hecho desnudo y aislado del cultivo de las disciplinas filosficas, pues que ni la labor cientfica del filsofo, muy avanzada ya en aquella fecha, ni el contenido doctrinal de la misma, pudieron permanecer ignorados para quien durante un perodo mnimo de siete aos no se cans de dispensar su proteccin y sus favores a un sabio con el que gustaba de conversar a diario sobre temas cientficos. Esto no quita que todo ello viniera a parar en una enconada persecucin de la filosofa y de sus cultivadores, contra los cuales se crey el sultn en el deber de promulgar un edicto prohibiendo el estudio de toda ciencia filosfica (i). Pero si el cultivo de la ciencia griega no fu la verdadera causa de la desgracia de Averroes, fu, por lo menos, el pretexto: Almansur comenz por convocar una asamblea de los alfaques ms notables que examinasen las doctrinas de Averroes, en su relacin con las verdades religiosas. El resulta(i) Cfr. The history, op. c i t , pg. 225.
do de esta especie de snodo no pudo ser ms desfavorable para nuestro filsofo, cuyas enseanzas fueron condenadas por la inmensa mayora de los doctores. La defensa constante y calurosa que de ellas hizo el cad Abuabdala Ibrahim El Usuli, lejos de mitigar en algo lo fulminante de la condenacin, sirvi slo para que el defensor se viese envuelto en la desgracia del defendido. En efecto, ambos fueron en plena mezquita anatematizados, ante la multitud, como reos de extravo en materias religiosas, y culpables de estar en oposicin con los dogmas del islam. La consecuencia natural de esta excomunin fu el que Averroes se encontrase despojado de sus honores y dignidades y desterrado a Lucena, ciudad habitada, en su inmensa mayora, por judos. Entonces cebronse en l las stiras de los poetas, que quiz en su privanza le habran dedicado pomposos ditirambos, y las iras de aquel pueblo que antes pareca haber escuchado complaciente los elogios que en uno de sus zjeles le tributara el trovador popular Aben Cuzmn (i).
(i) El zjel a que me refiero lleva el nmero CV1 en la
reproduccin fotogrfica que, del manuscrito nico conservado en el Museo Asitico Imperial de San Petersburgo, hi20 el Barn David de Gunzburg (Berln, 1896). Don Julin Ribera, que ha estudiado bien el Cancionero de Aben Cuzmr,
(cf. Discursos ledos ante la Real Academia Espaola en ta recepcin pblica del Sr. D Julin Ribera y Tarrago. Madrid,
XXI
Segn Benabioseibia (i), volvieron, despus de cierto tiempo, a adquirir el filsofo y sus compa1912), ha tenido la amabilidad de remitirme copia de dicho zjel, del que transcribimos la parte relativa a Averroes. Hela aqu con la propia grafa vulgar del manuscrito:
.4J9JI
9-4I
iA
vJ
s
J-S~a9
O-Jl r***j
14^
^o3 3 sli 1
SM4
v O o i viu. s^J
oJ4 U
aJ
>
j-a4-.ll ^ - U i - J l Jaa.
jai ^i-5_4
^o_w>291 g
^il o 3 1
.ai J a-aJl aa V
*a o a. 9
Cuando se trate de generosidad hay que pensar en Aben R o x d Abulualid, hombre de elevadas aspiraciones y de costumbres ^uras: o.nnis ephcebum nesciens adeat eum. Las buenas cualidades de la familia en l se vincularon. Quien a los s u yos se parece no peca; no se heredan virtudes de los extraos. No bastaba que fuese ilustre el abuelo del gran cad, pues no ves cmo se contina el apellido? Mohmed es el nombre. Se ha suplido la prdida del abuelo con el nieto. (1) edicin Vase el texto de Benabioseibia, reproducido en la del 8jaJJ| safra hecha e n e l C a i r o 1910) pg. .
(1328-
eros de infortunio la gracia del perdn, merced a la influencia de un grupo de notables sevillanos que atestiguaron no ser ciertos los cargos que contra Averroes se haban acumulado. Ocurri esto el ao 595 (1198), siendo llamado a Marruecos, ciudad en la cual muri una noche de jueves, a nueve de Safar, correspondiente al 10 de Diciembre de II98. Fu enterrado en el Cementerio que est fuera de la puerta de Tagazut, donde estuvo depositado tres meses. Despus fu llevado a Crdoba y enterrado all en el mausoleo de sus ascendientes en el cementerio de Benabs. Abenarabi, el murciano, en sus Revelaciones de Meca (Fotukat) cuenta que fu testigo de sus funerales en Marruecos y que presenci tambin los preparativos de conduccin de su atad desde dicha ciudad hasta Crdoba (l).x
(1) Abenaiabi, el clebre mstico de Murcia, fu convio personalmente en Fotuhat
(I, 1 9 9 ) : una vez, siendo jovencito Abenerabi y Averoes cad de Crdoba; otra, durante un xtasis; y la ltima, cuando el cadver de Averroes fu trasladado desde Marruecos a su ciudad natal. He aqu la traduccin de este interesante municado por el Sr. Asn: Cierto da, en Crdoba, entr a casa de Abulualid A v e rroes, cad de la ciudad, que haba mostrado deseos de conocerme personalmente, porque le haba maravillado mucho lo que haba odo decir de m, esto es, las noticias que le h a relato autobiogrfico, desconocido hasta hoy y que nos ha sido co-
XXIII
Tal es, en resumen, la vida de Averroes, de.la cual slo hemos querido tocar sumariamente los
ban llegado de las revelaciones que Dios me haba comunicado en mi retiro espiritual; por eso, mi padre, que era uno de sus ntimos amigos, me envi a su casa con el pretexto de cierto encargo, slo para dar as ocasin a que pudiese conversar conmigo. E r a yo a la sazn un muchacho imberbe. A s que hube entrado, levantse del lugar en que estaba, y dirigindose hacia m con grandes muestras de cario y consideracin, me abraz y me dijo: S. Y o le respond: S . Esta respuesta aument su alegra al ver que yo le haba c o m prendido; pero dndome y o , a seguida, cuenta de la causa de su alegra aad: N o . Y entonces A v e r r o e s se entristeci, demudse su color y, comenzando a dudar de la verdad de su propia doctrina, me pregunt: Cmo encontris vosotros el problema resuelto mediante la iluminacin y la inspiracin divina? Es acaso lo mismo que a nosotros nos ensea el r a z o namiento? Y o le respond: S y no. Entre el s y el no, salen volando los espritus de sus materias y los cuellos de sus cuerp o s . Palideci entonces Averroes sobrecogido de terror, y sentndose comenz a dar muestras de estupefaccin, como si hubiese penetrado el sentido de mis alusiones..
Ms tarde, despus de esta entrevista que tuvo conmigo, solicit de mi padre que le expusiera si la opinin que l haba formado de m coincida con la de mi padre o si era diferente. Porque como Averroes era un sabio filsofo, entregado a la
reflexin, al estudio y a la investigacin racional, no poda menos de dar gracias a Dios que le permita vivir en un tiemp o en el cual poda ver con sus propios ojos a un hombre que haba entrado ignorante en el retiro espiritual para salir de l como haba salido, sin el auxilio de enseanza alguna, sin estudio, sin lectura, sin aprendizaje de ninguna especie. Por eso exclam: E s s t ; un estado psicolgico cuya rea-
XXIV
puntos principales, por no repetir en vano noticias ms particulares y anecdticas que pueden
lidad nosotros hemos sostenido con pruebas racionales, pero sin que nunca hubisemos conocido persona alguna que lo experimentase. Loado sea Dios que nos hizo vivir en un tiem po en el que existe una de esas personas dotadas de tal esta do mstico, capaces de abrir las cerraduras de sus puertas, y que adems me otorg la gracia especial de verla con mis propios ojos! Quise despus volver otra vez a reunirme con l [es decir, con Averroes], y por la misericordia de Dios se me apareci en el xtasis, bajo una forma tal, que entre su persona y la ma mediaba un velo sutil, a travs del cual yo lo vea, sin que l me viese ni se diera cuenta del lugar que yo ocupaba, abstrado como estaba l pensando en s mismo. E n t o n ces dije: En verdad que no puede ser conducido hasta el grado en que nosotros estamos. IY ya no volv a reunirme con l hasta que muri. Ocurri esto el ao 595 en la ciudad de Marruecos, y fu trasladado a Crdoba, donde est su sepulcro. Cuando fu colocado sobre una bestia de carga el atad que encerraba su cuerpo, pusironse sus obras para que sirvieran de contrapeso en el costado opuesto. Estaba yo all parado, en compaa del alfaqut y literato Abulhasn Mohmed Benchobair, secretario de Sid Abusad [uno de los prncipes almohades] y de mi discpulo Abulhquem Ornar Benazarrach, el copista. Volvindose ste hacia nosotros, dijo: No os fijis acaso en lo que <irve de contrapeso al maestro Averroes en su vehculo? A un lado va el maestro y al otro van sus obras, es decir, los libro que compuso. A lo cual replic Benchobair: No lo be de ver, hijo mo! Claro que s! Bendita sea tu lengua! Entonces yo tom nota de aquella frase de Abulhquem, puraque me sirviera de tema de meditacin y a guisa de recor-
XXV
ver los curiosos en las ya citadas obras de Renn y Vlunk, a las cuales les remitimos.
Obras de Averroes.
No pretendemos dar aqu tos ttulos de todas las obras de Aristteles, sino slo los de aquellas cuyo texto ha llegado hasta nosotros. Y aun en esta enumeracin hemos de prescindir de las mdicas y jurdicas que no hacen a nuestro objeto. La lista completa de las mismas puede verse en las citadas obras de Renn y Munk; para sus ttulos rabes consltense las de Benabioseibia y el Dahab.
OBRAS FILOSFICAS: COMENTARIOS A LAS OBRAS DE ARISTTELES
Grandes comentarios: ltimos analticos; Fsica; Del cielo; Del alma; Metafsica. Comentarios medios: Sobre los libros que acabamos de citar y adems sobre los siguientes: Organon con la Isagoge a Porfirio; Generacin y corrupcin; Meteorolgicos; tica a Nicmaco.
datorio (ya no quedo ms que yo de aquel grupo de amigos. Dios los haya perdonado!), y dije para mis adentros: A un lado va el maestro, y al otro van sus libros.
Parfrasis o Compendios: Sobre los libros cita dos en los dos grupos anteriores, exceptuando la tica a Nicmaco, y adems sobre los siguientes: Parva naturalia (De sensu et sensibili) y los nueve ltimos libros De animalibus. De todos estos comentarios se conserva versin latina y, de la mayora de ellos, hebrea. En rabe tenemos: Parfrasis a los libros de Metafsica, Fsi ca, Del cielo y Parva naturalia; comentarios me dios y parfrasis al Organon, Del alma, Generacin y corrupcin y Meteorolgicos. De los grandes co mentarios no se conoce texto original; tan slo del de la Fsica se conservan dos o tres fragmentos en el manuscrito Gg 36 de Madrid, que contiene las parfrasis fsicas y metafsicas. Tambin existe en rabe un comentario de Averroes a la Repblica de Platn.
OBRAS FILOSFICAS: TRABAJOS ORIGINALES
l. lehfot al-tehfot, ms conocida en la his toria de la filosofa con el nombre de Destructio destructionis. Hay edicin rabe del Cairo (1303 = 1886) bastante correcta. 2. Prolegmenos a la filosofa. Coleccin de doce disertaciones acerca de cuestiones lgicas, en su mayora. Existen en rabe en el manuscrito 629 (Casiri) de la Biblioteca del Escorial. 3- Compendio de Lgica, citado por el mismo
0
XXVII
Averroes en el prlogo de sus parfrasis fsicas y metafsicas. Existe en hebreo. 4. Epstola de primitate praedicatorum. En latn. 5. Cuestiones sobre las diversas partes del Organon. En latn. 6. Disertaciones fsicas. En hebreo. 7. Sermo de substantia orbis. En hebreo y en latn. 8. Tratado del entendimiento y de lo inteligible. En rabe (ms. 879 del Escorial). 9. Dos disertaciones sobre la unin del en tendimiento agente con el hombre, tituladas en latn De connexione intellectus abstracti cum nomi ne y De animae beatitudine. En hebreo. 10. Un tratado titulado De la posibilidad de la unin. En hebreo. 11. Refutacin de la clasificacin de los seres dada por Avicena. En hebreo.
0 0 0 0
OBRAS TEOLGICAS
l . Armona entre la ciencia y la religin. 2. Un apndice al anterior tratado, que versa acerca de la cuestin: Si Dios conoce las cosas particulares. 3. Mtodos de demostracin de los dogmas. Este tratado y los dos anteriores se conservan en rabe en el manuscrito 629 de la Biblioteca del
0
xxvm Escorial. Fueron publicados por Mulleren Munich, el ao 1859, edicin que ha servido de modelo para otras tres o cuatro, hechas estos ltimos aos en el Cairo. El propio Mller public en 1875 una traduccin alemana de dichos tratados. Del primero hay tambin una traduccin francesa de Len (xauthier (Argel, 1905). Del segundo hay una elegante traduccin latina de Ramn Mart, publicada por Asn en su citado trabajo El averrosmo teolgico de Santo Toms de A quino.
E l manuscrito madrileo de las Parfrasis.
Como hemos visto, Averroes compuso sobre las obras de Aristteles tres clases de comentarios: grandes, a los que dio el nombre de o v i j a s : medios, llamados comnmente v.i|oil>; y pequeos, nombrados en rabe ^Iga., es decir, sumas, compendios o parfrasis. . De este Abulualid (Averroes) yo he vistodice Abdeluhid de Marruecos ( I ) - esa exposicin abreviada de los libros delfilsofo(Aristteles) en una sola parte (volumen) de cerca de ciento cincuenta folios, con el ttulo de Sumas. En esa parte resume el libro llamado Dephisico auditu, as como el De celo et mundo y los intitulados De generaone el corruptione, De meteoris y De sensu et sensato.*
() Cfr. The history, op. cit., pg. 175.
*^*5? 3 P " V
,5
XXIX
El texto rabe de estas Sumas dbase por perdido, hasta que Guillen y Robles dio noticia de una copia manuscrita del mismo (i) en el nmero XXXVII (Gg 36) de su Catlogo de los manuscritos rabes existentes en la Biblioteca Nacional de Madrid (Madrid, 1889). En 1880 haba ya examinado Hartwig Derembourg este y otros manuscritos rabes de dicha Biblioteca, si bien el resultado de sus observaciones no se public hasta el ao 1904 en el trabajo de dicho arabista, titulado Notes critiques sur les manuscrits rabes de la Bibliothque Nanale de Madrid, e inserto en el Homenaje a don Francisco Codera (Zaragoza, 1904)5 pgs. 571-618. El manuscrito madrileo, bien conservado por cierto, forma un volumen en cuarto, encuadernado en piel, que consta de ciento trece folios de elegante y clara escritura magrebina (2). Al margen del texto aparecen alguna que otra nota latina o rabe
(1) Otro ejemplar del mismo manuscrito debe existir er Oriente, pues hace pocos aos se edit en el Cairo el texto rabe de la parfrasis metafsica, que representa un cdice distinto del madrileo. En la cubierta de esa edicin se anunciaba tambin laprxima publicacin de la v-uaJ; Uiwtj que quiz sea la parfrasis del De anima. (2) Vase el fotograbado que publicamos del f. 83 v.. primero del texto de la parfrasis metafsica por nosotros editado.
XXX
en caracteres hebreos, debidas, sin duda, a lectores cristianos y judos, respectivamente. Las notas latinas, escritas en un carcter de letra que parece ser del siglo xv, son, unas veces, copias de textos anlogos, tomados de las ediciones latinas de las obras de Aristteles (i), y otras, traducciones de palabras rabes. Las notas rabes en caracteres hebreos estn destinadas a llamar la atencin del lector sobre la doctrina contenida en el texto (2).
(1) L a pgina cor. que se abre la parfrasis "metafsica
lleva en el margen superior las palabras con que comienza la Metafsica de Aristteles: Omnes homines natura scire desiderant et unaquseque res naturaliter appetit perfectionem sui esse. Y concluye: Causa autem est quod hic mxime sensuum cognoscere nos facit, et multas differentias demonst r a t (Vid. f. 83 v. del cit. ms.). (2) Las tres nicas notas en caracteres hebreos que contiene la parfrasis metafsica y que el Doctor Yahuda ha t e nido la bondad de transcribir para m en caracteres rabes, se hallan en los folios 93 v , 94 y 94 v. L a primera, que corresponde en nuestro texto impreso al nmero 4 0 del libro 2 . , es del tenor siguiente:
0
si^sJl^u.
La tercera (num. 4 8 , Hb. 2 . ) va redactada as:
0
ji\
***** s* ^ | ^ | ^
;^|
, ,
s
XXXI
La parfrasis fsica que encabeza ei manuscrito, ofrece adems la curiosidad de reproducir al margen, en los primeros folios, dos o tres pasajes del texto rabe, hoy perdido, del Gran Comentario sobre dicha ciencia. Integran el manuscrito los seis tratados siguientes, que citamos por el orden que en l aparecen: i. J ] p c U - J l s a l s a (Acroasis fsica). 2 voJWl UMIJI s j f c (Del cielo y del mundo). 3. aUusJ1 sjgJ) s a l s a (De la generacin y corrupcin). 4. * g M jtf^l sa|3 (Meteorolgicos). 5.s4isiJlsalsa (Del alma). 6. i**x}\ s*a. U ^-J* (Metafsica). Este ejemplar, pues, que difiere del descrito por Abdeluhid, en que al examinado por ste le faltaban los tratados 5. y 6. de nuestro manuscrito, en el que no existe en cambio el tratado De sensu et sensato que figuraba en el otro, forma un todo orgnico, con el ttulo comn de J C | g^J| s a l s a o Libro de las Sumas y con un prlogo general que, por creerlo de utilidad, traducimos a continuacin (i):
0
9
9
(1)
siguientes):
Uao' sita
U ^ l B1 .*o>JJ 4> Sai' sil Si >tSJ| si* Sjo Ija si| ]4) jiiji. ^.SJI sitg si) j* sio guij! S44>Se ^Jc SaJ| sig^Ui siliJ] S X Q
XXXII
Proponmonos en la presente disertacin volver a [examinar] los libros de Aristteles, para extraer de ellos las afirmaciones [rigurosamente] cientficas, o sase aquellas que determinan su sistema [doctrinal], es decir, sus conclusiones ms slidas, eliminando lo que en esos libros pueda haber de perteneciente a las doctrinas de otros filsofos antiguos, pues, como es para todos evidente, tales afirmaciones [aristotlicas] son las de ms fuerza persuasiva y las de ms slida argumentacin. A ello nos ha movido [la consideracin de] que mucha gente padece un error al contradecir las doctrinas de Aristteles, sin tomarse la molestia de abordar [el estudio de] sus verdaderas teoras; lo cual da lugar a que sean obscuros los informes obtenidos sobre lo que en dichas doctrinas pueda haber de verdadero o de falso. Propsito es ste que ya Abuhmid [Algazel] quiso llevar a cabo en su libro llamado Macsid al falV99JI /UJ \xu* 61* sigila &M>S<, S o h SW gi| vif aig gj s & -SJl Soloa s i g ^ l Ug^j W sj| ^
g43& SAO
s
lc
ta*9
\ Li U &
9
^*-Jg U>l>j il) xaiJI vi* Uiloj ^ J* ^ sil .s*.i* 1*4) ^ jUJl sil *ug * ^ S J I ri 44I ^ Ul s a i j | gcUo ^ ^ M t slgU I S ^ ^ ^^^j ^ ^
w 9
s^sja
s J i l U f e
XXXIII
sifa (Intenciones de losfilsofos),si bien no lleg a alcanzar lo que pretenda. Y as nosotros quere mos realizar esta su empresa, porque esperamos que ello pueda reportar a nuestros contempor neos esa utilidad que Algazel esperaba obtener, y porque aun subsisten los motivos por l mencio nados. Claro es que quien haya de estudiar este libro ha de empezar antes por repasar el arte de la lgica, bien la de Abunsar [Alfarabij, bien la ms breve an, contenida en el compendio por nos otros compuesto. Comencemos, pues, por el pri mero de los libros de Aristteles, que es el cono cido con el nombre de Acroasis fsica.
La parfrasis metafsica.
El tratado cuyo texto y traduccin damos en el presente trabajo es, como se ha visto, el ltimo de los contenidos en el manuscrito que acabamos de describir, y es un resumen metdico y razonado de la doctrina aristotlica acerca de la. metafsica. Divdese en cuatro libros o disertaciones, que comprenden las siguientes materias: Libro I. Plan de la obra. Preliminares. Explicacin de tr minos tcnicos. -Libro 2. Relacin y subordina cin de los diez predicamentos. Anlisis del con cepto de substancia.Libro 3. Modalidades del ser. Libro 4. Principios -y causas de las subs tancias.
0 0
XXXIV
Averroes promete en el prlogo de la parfrasis metafsica un quinto libro, que no aparece en el manuscrito, como tampoco aparece en la edicin del Cairo, ni en ninguna de las traducciones latinas y hebreas. Por todo esto puede darse como seguro que ese quinto libro, que ya el autor consideraba como de mero ornato y parte no esencial de la metafsica (i), no lleg a escribirse jams. Acerca del tiempo en que este y los dems tratados que integran el manuscrito hayan podido ser compuestos, no tenemos datos directos. Es verdad que alfinaldel tratado sobre los Meteorolgicos aparece la fecha del ao 554. Pero tal fecha, que ya extra a Steinschneider (2), est desde luego equivocada, pues ese tratado no pudo ser compuesto hasta despus del ao 560. En efecto: al tratar de los terremotos y sus caractersticas dice: El terremoto que tuvo lugar en Crdoba y sus alrededores el ao quinientos sesenta y seis de la hgira, reuni todas las condiciones requeridas, por la multitud de estrpitos y ruidos que se produjeron. Por aquel tiempo no estaba yo presente en Crdoba, sino que llegu a ella despus (3). Pero hay en la parfrasis metatsica un dato que derrama alguna luz sobre la fecha de su redaccin,
(1) (2) (3) Vid. infra nm. 1 3 , libro | . Vid. Derembourg, op. cit., pg. 578. Ms. cit., f. 57 lneas 12 y siguientes.
i
XXXV
a la vez que quita valor y fundamento a una opinin muy generalizada. Crease comnmente que las parfrasis haban sido compuestas antes que los grandes comentarios. Pues bien, la parfrasis metafsica (y seguramente todas las otras que figuran en el manuscrito) ha sido redactada despus del gran comentario sobre dicha ciencia. En efecto, despus de afirmar Averroes que las formas universales no estn sujetas a generacin o corrupcin, sino de una manera accidental, aade: Esto ya lo hemos demostrado en el gran comentario a los libros de Aristteles sobre esta ciencia (la metafsica) (i). Ahora bien: el gran comentario sobre la metafsica lo escribi nuestro filsofo en su vejez. En el libro XII, captulo 8. del mismo, al exponer su propsito de desarrollar sus teoras astronmicas, se expresa as: /// jiiventute autem mea speravi ut perscrutatio compleretur per me; in senectute autem jam despero (2). Suponiendo, pues, que Averroes se considerara ya viejo a loscincuenta aos, el gran comentario sobre la metafsica no pudo haber sido escrito antes del ao 570. Por otra parte, es probable que en la fecha 554 slo la decena est equivocada, equivocacin que puede atribuirse a predominio en la mente del copista de la idea de la centena. De ser cierta esta sospe(1) (2) Vid. infra libro nm. 39.
pg. 4 3 0 , nota 1.
XXXVI
cha, nuestra parfrasis habr sido compuesta, lo ms temprano, el ao 574 (1178 de J. C), es decir, veintin aos antes de la muerte de su autor. A veces, los frecuentes viajes de Averroes a Marruecos hacan que alguna de sus obras aparecierafirmadaen dicha ciudad. Tal sucede, como hemos visto, con el tratado de Substantia orbis. Pues bien, la parfrasis metafsica consta que fu redactada en Espaa, pues al hablar del astrnomo Azarcala dice ser natural de esta nuestra tierra que es la pennsula del Andalus (i). De esta parfrasis existe una versin latina, hecha por el mdico hebreo Jacobo Mantino. Publicse en Venecia en las varias ediciones que de las obras de Aristteles, con los comentarios de Averroes, hicieron los Juntas; entre otras, en la aparecida el ao 1552, en cuyo tomo octavo est contenida con el siguiente ttulo: Averrois Cordubensis Epitome in librum metaphisicce Aristotelis Jacob Mantino hebroso interprete. La traduccin est hecha a la vista de otra hebrea, pues al explicar la palabra alhuiya (seidad o ileidad) dice que lleva articulum, scilicet, litteram he, que es el artculo hebreo, en vez de decir que lleva el articulo rabe al, como aparece en nuestra edicin (2).
(1) (2) Vid. infra libro IV, nm. 15. Vid. infra libro I, nm. 3 3 .
XXXVII
La versin adolece, aunque quiza en menor grado que otras, de todos los abusos de literalidad comunes a las dems traducciones latinas, y as vierte s51s (pruebas) por signa, vigolfrip (motacalimes) por loquentes, *JoJl s a U o l (los del Prtico o Estoicos) por gentes habitantes in tentoriis, y la frase v i U j J l v a f e a .i 1*09 t**3 Ue 94)9 {que es una de- las cosas que tienen su lugar en el libro de la demostracin) por quod totum in libro Posteriorum suppositum fuit modo suppositi. Del texto rabe apareci hace algunos aos en el Cairo una edicin hecha bajo la direccin de Mustaf El Cabani, de Damasco. La impresin, que no tiene fecha alguna ni en la portada ni en el explicit, lleva muchas erratas y bastantes lagunas, debidas, bien a lo incorrecto del cdice que haya servido de modelo, bien a la incuria del editor.
Nuestra edicin-
Para llenar los fines de mera divulgacin de las doctrinas de Averroes, cre en un principio sera suficiente publicar tan slo la traduccin espaola, con las consiguientes notas y aclaraciones, del Compendio de Metafsica, tomando como base esa edicin del texto rabe, hecha ya en el Cairo. Bien pronto pude convencerme de questa no era aprovechable, ni siquiera corrigiendo sus errores y llenando sus lagunas, pues no ofreca las garantas
XXXVIII
necesarias para el buen xito de una versin. Imponase, en consecuencia, no slo tener a la vista un texto ms seguro, sino tambin dar una edicin ms correcta del mismo, basada en el ya citado manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid. De l emana, pues, el texto rabe que publicamos, salvo que en algn pasaje nos ha parecido ms aceptable la edicin del Cairo, y que en contados casos hemos introducido alguna correccin, impuesta por la gramtica o por la ortografa (i). Asimismo hemos credo conveniente romper la pesada y fatigosa monotona grfica del texto, que se nos ofrece en el cdice sin solucin alguna de continuidad, dividindolo en prrafos numerados; recurso que tiene adems la ventaja de facilitar la confrontacin del original con la traduccin castellana, dividida tambin en prrafos con nmeros correlativos. Porfin,la parte del texto correspondiente a cada olio va indicada en lo rabe con nmeros entre parntesis. En lo que toca a la versin, hemos atendido ante todo al concepto. En esta parte, la dolorosa enseanza de las traducciones latinas medievales prueba el poco provecho que puede sacarse de
f
(.1)
de todo, han pasado inadvertidas en la correccin de pruebas, puede verlas subsanadas el lector en el lugar correspondiente.
XXXIX
una interpretacin demasiado literal. Aun as y todo, si bien dentro de la necesaria claridad, hemos procurado ceirnos en lo posible al texto, requisito menos dispensable cuando se trata, como ocurre en el caso presente, de materias filosficas que parecen requerir un mayor grado de fidelidad y exactitud. Cuando para el redondeo de la rase castellana, o para mayor claridad en la expresin, ha parecido necesaria la adicin de alguna palabra, sta ha sido encerrada dentro de parntesis cuadrados, los cuales en frases anlogas van suprimindose gradualmente segn avanza el texto, con objeto de no afear la composicin tipogrfica. De otros trabajos complementarios que aparecen en el presente libro, slo merecen especial mencin el lxico arbigo-espaol de trminos tcnicos y el ndice resumen, que, a la vez que da una visin sinttica del conjunto, facilita la pronta bsqueda de las materias.
No quiero terminar esta Introduccin sin manifestar mi sincero agradecimiento a cuantos amablemente han coadyuvado al mejor xito de mi trabajo. Llevado por vocacin irresistible al cultivo de esta clase de estudios, mis modestas aficiones habranse frustrado por falta de estmulo y ayuda, a no haber tenido la fortuna de encontrar uno y
XI.
otra en la direccin y consejo de D. Miguel Asn y Palacios, que ha puesto adems a mi disposicin los libros e instrumentos indispensables. Gratitud debo tambin al maestro D. Julin Ribera y Tarrago y a los jvenes arabistas don ngel Gonzlez Palencia y D. Jos Snchez Prez, cariosos amigos que han tenido la bondad de evacuar para m alguna cita en libros que no estaban a mi alcance. Y por ltimo, no quiero pasar en silencio que los Padres Agustinos de Valladolid me han franqueado amablemente en varias ocasiones su selecta biblioteca, donde he podido estudiar, con toda clase de comodidades, obras escolsticas que me eran inaccesibles.
Tetun (Marruecos), 1 5 de Marzo de 1 9 1 9 .
TRADUCCIN
LIBRO PRIMERO En el nombre de Dios clemente y misericor dioso. Bendiga Dios a Mahoma y a su familia. 1. Dice el cad Abulualid Mohmed ben Ahmed ben Mohmed Ben Roxd, apidese Dios de l: Proponmonos en esta obra recoger de los libros de la metafsica (i) de Aristteles la doctri na general en sta existente, siguiendo para ello el procedimiento habitual en nuestros libros ante riores (2). 2. Empecemos, pues, por dar a conocer pri meramente el objeto, utilidad, divisiones, lugar de orden y relacin de esta ciencia [con las dems]. Empecemos, en una palabra, por explicar todo
(1) Literalmente: ciencia de lo que est despus de la f
sica. Corresponde esta frase a las palabras griegas ~ ovzoc u.sx <p3'.v, y dice relacin al orden que guardan entre s la fsica y la metafsica, con arreglo al plan seguido en la snte sis aristotlica. (2) E l opsculo que publicamos constituye la ltima par Introduccin. te de una serie de estudios de nuestro autor sobre la fsica, la psicologa y la metafsica. Vid.
4 aquello cuyo conocimiento debe preceder al estudio de esta ciencia. Como ya se ha dicho en otro lugar, las artes y las ciencias (i) son de tres clases: o especulativas, que son las que tienen por nico objeto el conocimiento; o prcticas, que son aquellas en que el conocimiento es un medio para la accin; o auxiliares y directivas, que son las artes lgicas. Tambin se ha visto en el libro de la demostracin (2), que las ciencias especulativas se dividen a su vez en dos clases: universales y particulares. Universales son aquellas que consideran el ser en general y sus modalidades esenciales, y son tres: la tpica (3), la sofstica y esta [ciencia (4) que nos ocupa]. Las cien(1) Las palabras v>olc y &c]o corresponden a las
nuestras de ciencia y arte. Sin embargo, como puede verse por el contexto, Averroes emplea la de & c l i o como aplicable a ambos conceptos, si bien el trmino S O C conserva su significacin exclusiva de ciencia. (2) Es el conocido en griego con el nombre de 'AvaXoTix
Gotspa. Estudia y da reglas para el uso de la demostracin perfecta o apodctica. (3) El arte tpica da reglas para el recto empleo de los
0
lugares comunes, de las proposiciones probables y comunes entre los sabios. Su estudio es el objeto del libro 5 . del Oreanon de Aristteles. (4) frase Siempre que en el curso de este opsculo aparezca l a
feUoJl S>4), s _ J x J l
entenderse por
ella esta ciencia de que tratamos. Creo necesario hacer esta advertencia, porque las palabras 1*4) y no se usan en
cias particulares son aquellas que estudian el ser en un estado determinado. En el citado lugar se ha dicho que las ciencias particulares se reducen nicamente a dos, que son: la ciencia fsica, que es aquella que versa sobre el ser mudable, y la ciencia matemtica, que es la que trata de la can tidad abstrada de la materia. Todas estas obser vaciones estn tomadas de lo contenido en el libro de la demostracin, y son desde luego evidentes. 3. Sin embargo, conviene que estudiemos en esta ciencia dicho asunto. As, pues, decimos que esta triple divisin de las ciencias especulativas responde a la necesidad de dividir los seres mis mos en tres clases. En efecto; si se les examina atentamente, se ver que hay algunos que slo existen en la materia, dando lugar, por consi guiente, a que se instituya una investigacin para esta clase de seres y para las modalidades esen ciales de los mismos, como es evidente para quien conoce la fsica. Hay tambin otros seres en cuya definicin no
rabe con el valor relativo que en castellano ste y aqul. la fsica, diga a rengln seguido SQJ*J1 1*4), la fsica, sino la metafsica. E l arte de la sofstica tiene por objeto catalogar las diver sas clases de sofisma, para evitar cualquier error que pudiera ocurrir en el curso de la argumentacin. Se
da el caso, por ejemplo, de que Averroes, despus de citar no querien do, como sucede en castellano, significar por estas palabras
6 aparece la materia, si bien existen en sta, como sabe perfectamente el que estudia la matemtica-; por lo cual, hay que establecer una investigacin acerca de las especies de dichos seres y acerca de sus modificaciones esenciales. 4. Por fin, apareciendo en la ciencia fsica otros principios que, ni estn en la materia, ni exis ten en un estado concreto, sino que existen de una manera absoluta, era necesario que se hiciese acerca de ellos un estudio en un arte general que considerase el ser en absoluto. Y es que hay co sas generales, comunes a los seres sensibles y a los insensibles, por ejemplo, la unidad y la multi plicidad, la potencia y el acto, y dems propieda des generales; en una palabra, todo aquello que afecta a los seres sensibles, en c.uaato existentes, que es precisamente lo que caracteriza a los seres separados, segn demostraremos despus. Ahora bien; no era posible que tratase de esta clase de seres ms ciencia que aquella que tiene por objeto el ser en absoluto. 5. Por lo cual, y una vez visto que las ciencias especulativas son de dos clases, particulares y uni versales, y como acerca de aqullas ya se ha tra tado anteriormente, slo nos resta hablar aho ra de la ciencia, cuyo objeto es, como se ha di cho, el ser, en cuanto tal; de todas las especies del mismo, hasta llegar a las materias propias de las artes particulares, y por fin, de todo aquello
que les es esencialmente anejo, reduciendo todo ello a sus causas primeras, que son los seres separados. 6. De aqu que esta ciencia no d razn de otras clases de causa sino de la formal, la final, y, en cierto sentido, la eficiente. Quiero decir que [el sentido en que aqu se toma la causa eficiente] es distinto de aquel que tiene la causa eficiente en las cosas mudables, ya que en este caso no es condicin [precisa] del agente el preceder, con anterioridad de tiempo, a su efecto, como ocurre en las cosas naturales. De modo que as como, al asignar causas a alguna cosa en la ciencia natural, se parte del punto de vista de la naturaleza y de los seres naturales, as todo intento de sealar causas a las cosas existentes ha de provenir del punto de vista de la divinidad y de las cosas divinas, que son los seres que no existen en la materia. 7- En una palabra: el objeto primario en esta ciencia estriba precisamente en la exposicin de las cosas que aun nos quedan por estudiar, mediante el conocimiento de las causas ltimas de los seres sensibles. Pues habiendo sido ya declaradas en la fsica solas dos causas remotas, a saber, la materia y el motor, faltan ahora por exponer la formal, final y eficiente de los mismos. Porque entre el motor y la causa eficiente parece haber una distincin, ya que el motor slo da a
_ 8 lo movido el movimiento, mientras que la causa eficiente da la forma por la cual existe el movimiento. Slo dicho conocimiento puede caracterizar a esta ciencia, pues las cosas mediante las cuales cabe ponerse al corriente (i) de la existencia de tales causas, son algo general, y eso aun despus de admitido en este lugar lo demostrado en la fsica acerca de la existencia de un motor inmaterial. 8. En cuanto a la causa material y al motor ltimo, en el citado lugar, es decir, enja fsica, existen principios mediante los cuales cabe ponerse al tanto de aqullos; es ms, no tienen exposicin adecuada en otra ciencia [que no sea la fsica]; en especial el motor ltimo (2). Por lo cual, las de(1) Las palabras J e sg significan en este y en otros
9 mostraciones empleadas por Avicena para probar en esta ciencia [la existencia] de un primer princimientras que las causas estudiadas en esta ciencia, lo son desde un punto de vista ms elevado, desde el punto de vista divino, es decir, metafsico, que es el que corresponde a los seres inmateriales. Por consiguiente, la causa eficiente en la fsica tiene el carcter de causa fsica, mientras que en nuestra ciencia tiene el carcter de causa metafsica. E n resumen, en el estudio de las causas de los seres, c o rresponde a la fsica la investigacin de las causas material y motriz; falta, pues, tratar de las causas formal, final y efi ciente, en el sentido apuntado. N o se crea que el hecho de haber estudiado en la fsica la causa motriz nos desliga de la obligacin de tratar de la causa eficiente, pues ambos con ceptos encierran distinta idea. E n efecto, la causa motriz slo puede proporcionar el movimiento, mientras que la causa eficiente suministra la forma, causa y raz del movimiento. Fu necesario que hubiese un estudio propio y especial de las citadas causas en esta ciencia, porque si es verdad que acerca de ellas haba algunos datos, stos eran demasiado generales e inconcretos, y eso aun despus de incorporada a la metafsica la doctrina acerca de la existencia de un motor inmaterial. E n cambio, las causas material y motriz tienen en la fsica principios suficientes, que pueden ponernos al c o rriente y darnos una idea exacta y apropiada de las mismas, tanto, que otra ciencia cualquiera no podra tratar de ellas d e una manera real y propia, principalmente acerca del m o tor o causa motriz. E s verdad que A v i c e n a pretendi d e mostrar por medio de la metafsica la existencia de un pri mer principio, prueba que corresponde a la fsica; pero s bien se mira, no ha podido emplear para ello pruebas verda deras y apodcticas, sino argumentos fundados en verdades que no tienen otra base que su probabilidad y su aceptacin
IO
pi, son afirmaciones polmicas (i), de todo punto errneas, que no dicen nada ad rem, como vers claramente por las refutaciones de que han sido objeto por parte de Abuhmid [Algazel] en su libro de La Destruccin [o Tehfot] (2).
por la mayora de los filsofos, verdades que, por toda esaserie de circunstancias, resultan all completamente neas y, desde luego, poco detalladas y propias. (1) de los Llmanse proposiciones polmicas las que tienen por filsofos. Desde luego se ve que el nico mtodo fundamento su probabilidad y aceptacin por la mayor parte esencial y concluyente para llegar al conocimiento de la verdad consiste en el empleo de proposiciones apodcticas; por lo tanto, el uso de recursos de otra naturaleza (polmicos, sofsticos, retricos y poticos) no puede tener ms que un carcter suplementario y, por decirlo as, de relleno, pero nunca fundamental y definitivo. (2) Con una cita tan vaga no es posible saber en qu err-
parte del Tehfot refuta Algazel a Avicena, o por lo menos es difcil sealar con exactitud el lugar aludido. Sin embargo, habida consideracin a la doctrina que Averroes acaba de exponer acerca del deslinde de campos y separacin de materias fsicas y metafsicas, cabe suponer que el error de Avicena estribaba en presentar, para probar la existencia d e Dios, argumentos metafsicos, cuando para dicho objeto slo a la fsica corresponde proporcionar argumentos. E n efecto, esta misma doctrina sustenta Averroes en varias partes de su Tehfot, en especial en la disputa dcima, donde contestando a Algazel, dice: Estas palabras obligan de una manera indudable al convencimiento a aquellos que para llegar a l a conclusin de la existencia de un ser incorpreo adoptan el mtodo del ser necesario. Pero este procedimiento no lo si-
II
9- Por esta razn el que se dedica a esta cien_ cia [metafsica] toma, como hemos dicho, de la fsica el ser que estudia la metafsica, y presenta el punto de vista desde el cual ese ser es motor, no de otro modo que la misma ciencia toma de la astronmico-matemtica (i) todo lo referente al nmero de los motores. Y no es que est de ms en esta ciencia, como quiere Avicena, lo demostrado en la fsica acerca de la existencia de principios separados; antes [tal estudio] es aqu imprescindible, ya que se vale de tal doctrina como de materia fundamental, pues dichos principios constituyen una parte de las materias de esta [ciencia].
guen los antiguos (filsofos), siendo A v i c e n a el primero que lo ha empleado, hasta llegar a decir que era el mejor m t o do de que se haban valido los antiguos. Mas lo cierto esque los antiguos, para llegar a la conclusin de la existencia de un ser incorpreo que fuese principio del universo, slo se valieron de cosas posteriores, a saber, del movimiento del tiempo. (Tehfot, j edic. del Cairo, 1302 Hgira, p g i -
nas 107 y 108). Por lo que se refiere al sentido genuino de la palabra Tehfot, vid. el detallado y completo estudio de A s n Sens du mot tehfot dans les oeuvres d'Al-Ghazzli e t d'Averroes. (Revue Africaine, (1) 1904.)
este
punto al astrnomo e historiador espaol Abulcsim ben S i d en su obra "-o<5)l s S U ^ (Beyrut, 1 9 1 2 ) , pg. 6 0 .
12 10. De lo dicho se deduce cul sea el objeto y materias de esta ciencia. En cuanto a sus partes, si bien la doctrina metafsica la hallamos diseminada en las obras atribuidas a Aristteles, pueden reducirse a tres (i). La primera estudia los seres sensibles, en cuanto existentes, as como todos sus gneros, que son las diez categoras, y todo lo a ellos inherente, refirindolos a sus primeros principios, en la medida que es posible en esta parte [de la metafsica]. 11. En la segunda se estudian los principios de la substancia, que son los seres separados, dando a conocer cul sea el ser de stos y relacionndolos con su primer principio, que es Diossea bendito y ensalzado, de quien da a conocer los atributos y actos que le son propios. Explica, adems, la relacin con El de los dems seres, [demuestra] que El es la perfeccin ltima y la forma y agente primarios; [en una palabra, declara] todo aquello que es propio de cada una de las cosas separadas y aquello que es comn a muchas de ellas. 12. La parte tercera especula sobre las materias propias de las ciencias particulares, desha(i) No hay que confundir esta divisin en partes con
tratados.
L a primera tiene un carcter ms fundamental y se refiere a la divisin de materias; la segunda es ms bien didctica y pedaggica y atae a la divisin del libro.
13 ciendo los errores en que acerca de ellas hayan incurrido los antiguos, cosa que tiene lugar en el arte lgica y en las otras dos artes particulares, que son: la fsica y la matemtica. Proviene estode que no es propio de las artes particulares el rectificar sus propios principios, ni deshacer [cualquier] error que en ellas ocurra, como ya se ha visto en el libro de la demostracin. Tal propie dad slo puede atribuirse a un arte general, que puede ser sta (la metafsica), o bien el arte tpi ca. Slo que a sta le conviene impugnar las [di versas] opiniones con sentencias por todos admi tidas, sin que se pueda estar seguro de que en ellas no vaya envuelto algn error; mientras que nuestra ciencia [las impugna] con afirmaciones cier tas, aunque stas sean por concomitancia comu nes. De aqu el que sea necesariamente esencial a esta ciencia el rectificar los principios de las artes particulares. 13. De [todo] esto se deduce que las partes esenciales de esta ciencia son slo las dos prime ras; en cuanto a la tercera, [se pone] en razn de mejora; y, en efecto, siendo la existencia y el modo de ser de la mayora de las materias pro pias de las ciencias particulares algo de suyo evi dente, y [proviniendo] nicamente el error que en ellas [pueda haber] de los antiguos [filsofos], per tenece al completo conocimiento de las mismas el deshacer dichos errores, en la medida que la so-
14 lucin de las dificultades que puedan ocurrir en una materia dada contribuye al perfecto conocmiento de sta, una vez adquirido el conocimiento esencial de la misma. 14. Por nuestra parte, hemos credo conve niente distribuir este libro en cinco tratados. En el primero ponemos los preliminares, en lo cual nos hallamos ocupados [al presente], y explicamos las palabras empleadas en esta ciencia. En el se gundo hacemos mencin de aquellas cosas que son algo as como la especializacin [del conteni do] de la primera parte de esta ciencia. En el tra tado tercero exponemos [las propiedades] genera les inherentes a las cosas [estudiadas en el segun do tratado]. El cuarto comprende el estudio del contenido de la segunda parte de esta ciencia. El quinto (i) abarca el contenido de la tercera parte de esta ciencia. 15. La utilidad de esta ciencia es del mismo gnero que la utilidad [propia] de las ciencias es peculativas, segn lo declarado en el libro del alma, donde se ha [dejado] dicho que el objeto de la misma [ciencia metafsica] es procurar la perfeccin del alma raciona^ a fin de que el hom bre adquiera su perfeccin ltima. Mas aun siendo la utilidad de esta ciencia del mismo gnero de la
( 1 ) Este quinto tratado no ha llegado hasta nosotros, y probablemente ni lleg a escribirse. Vid. Introduccin.
15 utilidad de las ciencias especulativas, es, sin embargo, ms excelente en dignidad, ya que esta ciencia se toma, con relacin a las dems ciencias especulativas, como fin y complemento, puesto que, mediante el conocimiento de la misma, se adquiere el de los seres en sus ltimas causas, que es el ideal de la ciencia humana. Adems, las ciencias particulares, slo mediante sta, pueden poseerse a la perfeccin, ya que, segn lo dicho, ella es la que da validez a los principios de las otras, a la vez que deshace los errores que en ellas puedan ocurrir. 16. El lugar de orden [que a esta ciencia corresponde] en la enseanza es despus de la fsica, pues, segn hemos dicho, se vale, como de fundamento material, de lo demostrado acerca de la existencia de formas inmateriales. Sin embargo, parece que el llamarla ciencia que est despus de la fsica le corresponda por razn del lugar que ocupa en la enseanza, pues desde otro punto de vista, es anterior [a la fsica] en existencia. Por eso se la denomina ciencia primera. 17. De lo dicho se deduce cul es el objeto de esta ciencia, cules sus partes, su utilidad, relacin y orden, y qu es lo 'que significa su nombre. En cuanto a los mtodos de enseanza que usa, son los mismos empleados en las dems ciencias. Las clases de demostracin empleadas en ella son, en
i6
su mayor parte, pruebas quod (i), pues en ella s parte siempre de lo ms conocido para nosotros a lo ms conocido en la naturaleza. Sin embargo, lo general de esta ciencia, segn se ha dicho, o es algo evidente o prximo a lo en s mismo evidente o es algo que se evidenci en la ciencia fsica. 18. Queda, pues, explicado aquello que primeramente nos hemos propuesto. Procedamos ahora a tratar de cada una de las cosas [comprendidas] en la parte primera de esta ciencia, una vez que hayamos explicado en cuntos sentidos se dicen los nombres aplicables a los [diversos] asuntos de [que trata] esta ciencia, y a las partes de los mismos asuntos. De este modo estarn en disposicin de ser utilizados para el examen de cada una de las cosas que se han de investigar. 19. Decimos, pues, que [la palabra] ser se toma en varios sentidos, uno de ellos [en cuanto se aplica] a cada uno de los diez predicamentos, que
( 1 ) L a palabra sLJla designa aquella clase de d e m o s tracin apodctica llamada en rabe v j | sU) y en latn escolstico, demonstratio quod. Corresponde a la cuestin o pregunta: si existe (algo) = an sit~ti sott u Sxx iov., J n o da a conocer ms que la existencia, a diferencia de la prueba *J ^^3* = demonstratio quia, que da a conocer la e s e n cia, y corresponde a la pregunta por qu. Vid. Tratado de Lgica, por Abusalt de Denia, pg. 50, y su traduccin, p gina 125, por C. ngel G. Palencia. tem Munk, Melanges, pgina 110, nota 3 et alibi.
S
pertenecen a aquellas especies de nombres que se predican [analgicamente o] segn la va de orden y relacin (i), y no de una manera puramente equvoca o unvoca. Aplcase en segundo lugar [la palabra] ser a lo verdadero, que es aquello que existiendo en el entendimiento est conforme con lo que est fuera de l, como cuando decimos: [Es verdad que] existe la naturaleza? [Es verdad que] no existe el vaco? Dcese tambin de la quiddidad de todo aquello que tiene quiddidad y esencia fuera del alma, bien sea cognoscible, bien no lo sea tal esencia. I^as diez categoras convienen en poder recibir esta doble significacin de la palabra ser, [sindoles aplicable] la una en cuanto tienen una esencia fuera del alma, y la otra, en cuanto [el ser] significa las quiddidades de dichas esencias [de las categoras]. De aqu que la palabra ser se reduzca a esas dos solas significaciones,
( i ) Es una de las clases de predicacin analgica, que consiste en que la razn de que una cosa sea predicada de otras muchas estribe, no en que todas stas estn dentro de un mismo gnero (predicacin equvoca), ni tampoco en que todas esas cosas sean entre s equvocas, o lo que es lo mismo, con iguales palabras e ideas distintas, sino en que lo predicado les comprenda a todas, en cuanto que todas dicen r e lacin a una cosa que se considera como tipo. Este c o n c e p to de predicacin es sumamente amplio, pues dentro de l caben ideas pertenecientes a diversos gneros, as como tambin las palabras equvocas.
18 es decir, a lo verdadero y a lo que tiene existencia fuera del entendimiento, y dentro de esto a las especies y a las formas, es decir, a las formas y esencias de las especies. 20. El ser per accidens, considerado aisladamente, no puede ser concebido en el ser, pues la esencia de una cosa y la guiddidad de la misma no pueden ser per accidens. [El ser per accidens] slo se concibe mediante una relacin mutua de los seres. Y es que cuando comparamos dos seres que estn en relacin mutua tal, que el uno est en la guiddidad del otro (como sucede, por ejemplo, con el centro respecto de la circunferencia, y con la igualdad de los ngulos de un tringulo respecto de dos ngulos rectos), o que cada uno de ellos exista en la guiddidad del otro (como existen uno en otro, por ejemplo, [los conceptos] de padre e hijo), dcese de ellos que existen de una manera esencial. Mat. cuando no son [de tal naturaleza] que cada uno de ellos est en la esencia del otro, dcese que estn el uno en el otro de una manera accidental; as es, por ejemplo, nuestra afirmacin de que el albail trabaja la madera y la de que el mdico es blanco. Signifcase tambin con la palabra ser la relacin que une mentalmente el predicado con el sujeto, as como las palabras que designan esta relacin, bien sea tal unin afirmativa o negativa, verdadera o falsa, esencial o accidental.
19 21. Estas son las acepciones ms conocidas en que se toma la palabra ser en filosofa (i). [Dicha palabra] es un nombre trasladado, pues el sentido que esta palabra indica para el vulgo es un modo de ser determinado de la cosa. As dicen: ha sido hallado lo perdido. En general, para la gente slo designa la idea [de algo que est] en un sujeto que no puede ser dado a conocer por esa [palabra ser]. Por eso algunos creyeron que designaba un accidente de la cosa, y no la esencia de sta, ya que vulgarmente era un nombre derivado. Mas no debe fijarse uno en esto; antes por la palabra ser
(i)
gstico que filosfico, de la palabra ser. H a y que tener en cuenta que los traductores rabes han empleado para expresar la idea de ser la palabra ^g^gc (hallado), que no tiene, o para
acomodarme ms a su tecnicismo filolgico, no es un nombre primitivo, sino derivado. Ahora bien; las ideas de primitivo y derivado se corresponden lgica y respectivamente con las de substancia y accidente, y de aqu el que hayan considerado al ser como un accidente. Averroes deshace este error, haciendo ver que si es verdad que lingsticamente la p a l a bra
tiene que someterse a las condiciones de la idea de ser, que tiene una significacin substantiva. Por lo tanto, los dos conceptos (vulgar y tcnico) expresados por la palabra
bg>g
20
debemos entender aqu, si con el ser queremos significar la esencia, lo que se entiende cuando decimos: una cosa, una esencia; y, en general, [debemos entender por la palabra ser] lo que dan a entender los nombres primitivos. Por eso vemos que algunos han credo que el ser que significa lo verdadero es el mismo que el ser que significa la esencia. A esto se debe "tam bin el que [algunos] hayan credo que era acci dente, pues decan: si la palabra almauchud (ser) designara la esencia cuando decimos de la subs tancia que tiene una existencia [verdadera], habra una contradiccin en las palabras. Y es porque ig noran que la palabra almauchud (ser) se toma aqu [en esta ciencia] en un sentido diferente del que tiene all [entre el vulgo]. 22. Adems, si la palabra ser designara un accidente de la cosa, como afirma repetidas ve ces Avicena, se dar necesariamente uno de estos dos casos: que sea, o uno de los inteligibles prime ros, o uno de los segundos (i). Si fuera inteligible primero, sera por necesidad uno de los nueve predicamentos [accidentales], y [en ese caso] no podra aplicarse la palabra ser a la substancia y
(i) Reciben el nombre de inteligibles primeros aquellos que existen en la realidad y en el entendimiento, y de inteli gibles segundos aquellos que no existen ms que en el e n tendimiento. La idea de caballo es un inteligible primero, la de hipogrifo un inteligible segundo.
21 a los restantes predicamentos accidentales, ms que en cuanto les afectase dicho predicamento, a no ser que hubiese un gnero nico de accidentes, comn a las diez categoras, supuestos todos absurdos y torpes. En ese caso, no podra ser presentado como respuesta a [la cuestin] qu cosa es? [formulada] acerca de cada uno de los individuos de las diez categoras; todo esto es de suyo evidente. Si fuera uno de los inteligibles segundos, que son aquellos que existen slo en el entendimiento, no habra en ello inconveniente, pues uno de los sentidos, que hemos enumerado como aplicables a la palabra ser, es [precisamente] ste, que es sinnimo de. verdadero. Mas esta acepcin y aquella otra del ser aplicable a las esencias in singulari, difieren entre s en gran manera, come se ve a poco que se reflexione. [Lo que se ha visto en esta cuestin] es norma constante en este hombre (Avicena), en todas [las doctrinas] que se citan como propias del mismo. 23. La ileidad [alhuya] se toma como sinnima de aquellas acepciones que tiene la palabra ser, si bien no es aplicable a lo verdadero. Es tambin una palabra trasladada, pues entre el vulgo es una partcula [el pronombre //], mientras que aqu es un nombre (i). Por eso se le ha unido el
(1) alhuya Explica aqu Averroes el origen de la voz tcnica ($>g4>Jl) como derivada del pronombre $4) (l, Ule),
aditamento propio de los nombres, formado por el artculo al; de esta [palabra] se deriva el masdar, que es la accin, es decir, la forma que da origen a la accin, dicindose, en consecuencia, alhuya de alhua, como se deriva [por ejemplo] humanidad de humano y hombra de hombre (i). La razn de que as hayan procedido algunos traductores, proviene de que creyeron esa [palabra] menos expuesta a errores que la de ser, que tiene forma de nombre derivado [en la lengua rabe].
m9 la terminacin propia de los nombres abstractos y el articulo determinativo. E s , pues, como si en el tecnicismo de los escolsticos de la decadencia se hubiese derivado del
pronombre Ule el abstracto illeitas, (i) L o mismo que sj]uil significan hombre, si
bien la segunda palabra se aplica ms bien al gnero humano y la primera al individuo. Para salvar la dificultad que representa la traduccin de dos palabras de una lengua,
correspon-
de exactamente, hemos tenido que echar mano de la p a l a bra hnmbtla, que si bien existe en castellano, slo es en
un sentido muy restringido. A l hablar Munk de este p a s a je en Melanges, pg, 2 4 2 , nota 2, y Guide, tomo I, pg. 2 3 1 , nota 1, sustituye v k J | vi A I ^ J J ! por vio gJO^'rtll
va*ttll. No se crea, sin embargo, que se trata de una v a riante El traductor hebreo se encontr con la misma difi-
cultad que nos ocurre a nosotros, y para salvarla crey oportuno traducir las palabras correspondientes hombre por individualidad de individuo. a hombra de
23
24- La substancia se dice, en un sentido pri mario y ms conocido, de lo concreto que ni est en sujeto (i), ni es en manera alguna predicable del sujeto. Dcese, en segundo lugar, de todo pre dicado universal que da a conocer la quiddidad ge nrica, o especfica, o diferencial, de algo concre to. Se aplica en tercer lugar a todo lo significado por la definicin, y dentro de tal significacin [se aplica], bien a aquello que da a conocer la quiddi dad de la substancia, bien a todo aquello que da a entender una cosa cualquiera de las pertenecientes a los diez predicamentos. Por eso se dice que las definiciones dan a entender las esencias de las co sas, si bien esto [que constituye la acepcin ltima mente indicada] slo puede ser llamado substancia en un sentido relativo y no en un sentido absoluto. 25. Siendo la acepcin ms conocida de subs tancia la de algo concreto que ni est en un suje to ni se predica de l, ya que sta es la que re conocen todos los filsofos como [propia de la] substancia, aquello que segn ellos da a conocer la esencia de una cosa determinada, aquello me rece con mayor razn ser llamado substancia. Por
(1) Estas palabras no deben tomarse en el sentido de que
sta es sujeto de los accidentes, sino en el sentido de que no puede ser predicada la substancia, pues esto equivaldra a convertir el sujeto en predicado, en el orden lgico, y la substancia en accidente, en el orden metafsico.
24 eso, los que opinan que los universales de una cosa concreta son los que dan a conocer la esencia de la misma, creen que esos [universales] son los ms dignos del nombre de substancia; mientras que los que juzgan que la corporeidad da a conocer la esencia de la cosa concreta, y que la misma tiene su fundamento en lo largo, en lo ancho y en lo profundo, llaman a las dimensiones substancias. A su vez, los que creen que la esencia concreta est constituida por partes indivisibles (i) llaman substancias a stas; as omos a los motaclimes de nuestro tiempo llamar al tomo
(i)
Demcrito como base de su sistema teolgico. L o s tomos los designaban con el nombre de partes o partculas indivisibles 51
^1J>1.
tancia nica o aislada: b j S J l d g ^ J l . Esas partculas o tomos no tienen ni cantidad, ni extensin y son creados por Dios. L a generacin y corrupcin de los seres se verifica
mediante la unin y disgregacin, respectivamente, de d i chos tomos. Vid. Munk, Melantes, 3 2 2 ; Guide, tomo I, p gina 313 de la traduccin francesa. Aunque inusitada, uso aqu la palabra motaclimes, castellanizada, porque la de telogos, ms corriente, resulta algo inexacta, ya que, en todo caso, no podra referirse ms que a los telogos nes. L a voz s g o J & o , q
U e
musulma-
ron en su sentido ms material por loquentes, denota a los seguidores de una escuela, el Kalam, que tenda a defen-
25 substancia aislada. Del mismo modo, para los que opinan que el [ser] concreto consta nicamen te de materia y forma, la materia y la forma de lo concreto merecen con ms razn el nombre de substancia, y esto con arreglo al concepto que tengan de la materia y forma de cada uno de los seres. 26. El que todos en general hayan coincidido en ese juicio, es decir, en que lo ms digno del nombre de substancia es aquello que da a cono cer la esencia del [ser] concreto, dbese a que se ra torpe y absurdo [suponer] que los principios y elementos de la substancia no son substancia; pues aquello que es causa de una cosa cualquiera merece con ms razn [tener] aquello de lo que es causa. Por ejemplo, la cosa misma que es cau sa de las cosas calientes, es ms acreedora al nom bre de calor; por eso, nadie ha supuesto como parte de la substancia, al accidente en cuanto tal, sino en cuanto da a conocer la esencia de la subs tancia concreta, como, por ejemplo, los que su pusieron substancias a las dimensiones. En este supuesto, si se demuestra que hay un ser separa do, que es causa de que exista esta substancia con creta, ese [ser] ser llamado con ms razn subs tancia; de aqu el que Aristteles haya dado el nombre de substancias 2L las inteligencias separa das. La palabra alchauhar (substancia) ha sido to mada por los filsofos del alchauhar (perla) del
26 vulgo, que es la piedra preciosa de elevado valor. El punto de semejanza entre estas dos palabras se funda en que estas [piedras preciosas], a causa de su excelencia y preciosidad, son llamadas chauar hir (joyas) por relacin a los dems bienes, as como tambin al predicamento de substancia, que es el ms noble de todos, se le da el nombre de chauhar. 27. El accidente se dice aquello que no da a conocer la quiddidad del [ser] concreto que no est en un sujeto. Es de dos clases (i): uno que no da a conocer la esencia de una cosa, o sea el in dividuo de accidente, y otro que da a conocer la esencia del individuo, y es el universal de acci dente. La palabra aldrad (accidente) est tomada de lo con ella significado por el vulgo, a saber: algo que cesa rpidamente. Se divide en las-- nueve
(1) Hay dos clases de accidente: individuo de acciden se
te: blanco; y universal de accidente: blancura. E l primero no puede dar a conocer la esencia del sujeto en que halla: blanco no puede dar a conocer la esencia de hombre. El segundo da a conocer la esencia del individuo que a ese universal de accidente corresponde: conocida la esencia de la blancura, se conoce la esencia de lo blanco. T a l parece ser el sentido de las palabras de Averroes. Cabe, sin embar go, suponer que se refieran a la conocida distincin entre el accidente comn y el propio. L o blanco no da a conocer la substancia del hombre, pero si lo risible, ya que, a pesar de ser accidental al hombre la risibilidad, slo en el hombre se encuentra.
27
categoras de cantidad, cualidad, relacin, en don de, cuando, situacin, hbito, accin y pasin. En el libro de los predicamentos (i) ya he explicado las significaciones de estas palabras. La cantidad se dice de todo aquello que puede ser medido por una de sus partes, aplicndose de una manera pri maria y propiamente especfica al nmero, y se cundariamente a los dems gneros all enume rados. 28. La cantidad puede ser o esencial o acci dental. Esencial es, por ejemplo, en el nmero y en las restantes clases [de cantidad] que [all] he enumerado. Accidental es, por ejemplo, en la ne grura y en la blancura, pues la mensurabilidad les afectaren cuanto que existen en la magnitud. La esencial existe en la cosa, de una manera primaria; tal es la esencia de la mensurabilidad en el nme ro y en la magnitud. Tambin puede tener una existencia secundaria y mediata; por ejemplo, el tiempo, que se computa entre las [especies] de cantidad, por razn del movimiento, y ste [a su vez] por razn de la magnitud. De una manera aun ms remota entran en la cantidad lo pesado y lo ligero, pues stas son cualidades, y en tanto les alcanza la mensurabilidad, en cuanto que exis ten en las magnitudes. De una manera ms prxi( 1 ) E l estudio de las categoras o predicamentos es e l objeto del libro primero del Organon aristotlico.
28 cna [entran en la cantidad] las dems cualidades existentes en las magnitudes; tales son: lo grande y lo pequeo, lo estrecho, lo ancho y lo profundo, pues estas cosas, si bien son cualidades, se computan como cuantitativas, por ser cosas que tienen .una existencia primaria en las magnitudes. 29. En cuanto a la cualidad, se toma ahora en un sentido ms general que aquel que tiene en el libro de los predicamentos, pues adems de afirmarse de los gneros que all he enumerado, se dice tambin de las formas especficas, como son la .humanidad y la animalidad. [Entre las cualidades] hay unas que estn en la substancia de una manera esencial, como el hbito y la disposicin, y otras que lo estn mediante otro predicamento, como la figura que est en la substancia mediante la cantidad. La relacin acompaa a todos los diez predicamentos, pues existe en la substancia; tales son la paternidad y la filiacin, y otras cosas por el estilo; en la cantidad, como lo doble, la mitad y lo equivalente; en la cualidad, como lo parecido, y la ciencia y lo sabido; en [la categora en] donde, como lo colocado y el lugar; en el [predicamento de] tiempo, como lo anterior y lo posterior; en la [categora de] situacin, como lo derecho y lo izquierdo, y, [por fin], en los predicamentos de accin y pasin, como el agente y el paciente. 30. La diferencia entre estas cinco cosas, que se fundan en la relacin simple, y la relacin exis-
29 tente en la relacin mutua (i) estriba en que la relacin que se incluye en la relacin mutua, es relacin entre dos cosas, en las cuales la esencia de cada una de ellas se compara con la esencia de la otra; tales son, por ejemplo, la paternidad y la filiacin; mientras que en la relacin existente en [las categoras tn\ donde, cuando, etc., la relacin entre dos cosas se toma slo de parte de la esencia de una [con relacin] a la esencia de otra. Por ejemplo, el [predicamento] en donde (2) est constituido por la relacin del cuerpo al lugar, por lo cual en la definicin de ste va incluido necesariamente el [concepto de] cuerpo; mas no se sigue necesariamente que en la definicin de cuerpo vaya incluido el [concepto de] lugar; no es, pues, relativo [con relacin mutua]. Mas, si se toma el cuerpo bajo la relacin formal de [algo] localizado, entonces le afecta la relacin mutua, llegando a
(1) L a palabra &4*u expresa la relacin unilateral y
simple. T a l es, por ejemplo, la que dicen las cosas calientes al calor, que es el tipo y norma con la cual se comparan. E s el fundamento del fenmeno lgico conocido con el nombre de
&slo1
denota la rela-
cin bilateral y mutua, es decir, la que existe, por e j e m p l o , entre padre e hijo. (2) Entre el cuerpo, considerado como tal, y el lugar,
no puede haber ms que una relacin unilateral; mas si se considera al cuerpo, no como cuerpo, sino bajo la relacin formal de cosa colocada, entonces la relacin entre ambos es mutua y bilateral.
entrar en cierto modo tal predicamento en el de relacin; otro tanto ocurre con lqs dems catego ras en que figura la relacin simple; en una pala bra, la categora de relacin, unas veces, afecta por s misma a las cosas relativas y no por intermedio de otra, como la filiacin y la paternidad, lo iz quierdo y lo derecho; y otras, afecta al ser, me diante otro, como [sucede en] el agente y el pa ciente, a los cuales afecta la relacin, mediante las categoras de accin y pasin. La relacin alcanza tambin a las dems propiedades inherentes a las categoras, como son la oposicin y la contrarie dad, la privacin y el hbito. Por fin, la relacin pertenece a los inteligibles primeros y tambin a los segundos, a cuya clase pertenece la relacin entre el gnero y la especie. 31. La esencia se dice, en general, de aquel [ser] concreto, que ni est en un sujeto, ni se pre dica de l, o sea del individuo de substancia. Afr mase asimismo de todo aquello que da a conocer la substancia de algo concreto, a saber, de los uni versales de la substancia. Tambin se aplica al [ser] concreto que est en un sujeto, como el acciden te. Dcese, adems, de todo aquello que da a co nocer la guiddidad [de una cosa], o sea de los nueve predicamentos y de sus especies. Siendo esta palabra [esencia] significativa, por va de an terioridad, de algo concreto que no est en un su jeto, debe con ms razn aplicarse a aquello que
ni est en un sujeto ni es [a su vez] sujeto de cosa alguna, si es que hay alguna cosa que tenga tal propiedad. En cuanto a la esencia de una cosa, si se toma desde el punto de vista indicado, se sig nifica con ella bien la guiddidad [misma], bien una parte de la guiddidad. 32. Cuando [se dice de] una cosa que es [tal] por esencia, esto se toma en varias acepciones. Una de ellas corresponde al [ser] concreto que no est en un sujeto. Afrmase tambin de aquello que da a conocer la esencia del mismo [ser] con creto, y, en general, de todo aquello de que se pre dica la substancia en general. Dcese tambin lo que es por esencia como opuesto a lo que es por accidente, segn se ha explicado en el libro de la demostracin, donde se ha dicho que esto tiene lu gar en las proposiciones predicables (categricas) de dos maneras: una, cuando el predicado existe en el sujeto, como la racionalidad va incluida en la substancia del hombre; otra, cuando el sujeto existe en la substancia del predicado, como exis ten, por ejemplo, en el tringulo los ngulos igua les a dos rectos. Ser por esencia se dice tambin de los predicados que existen de una manera prima ria en sus sujetos; tal es, por ejemplo, la existen cia del color en la superficie, y de la vida en el alma, pues el color est en el cuerpo mediante la superficie, y la vida en el cuerpo mediante el al ma, siendo sta una de las cosas significadas con
32 el nombre de predicado primero en las proposi ciones demostrativas. Se dice ser por esencia del ser que no tiene causa anterior a l, ni causa efi ciente, forma material yfinal.Tal es el motor pri mero, segn lo que se ha visto en la ciencia fsica, y lo que vendr despus. 33. La cosa. En cuanto a la palabra cosa, d cese de todo aquello de que se predica la palabra ser. Tmase tambin en un sentido ms general que aquel que tiene esta palabra ser, pues se aplica a toda idea representada en nuestra alma, bien exista fuera de sta en la misma forma, bien no exista, como la cabra-ciervo (i) y el ave fnix; por eso decimos con verdad: tal cosa, ora tenga sta existencia, ora no la tenga. De aqu que el trmi no cosa se aplique a las proposiciones falsas, a las cuales no es aplicable la palabra ser. 34. La expresin lo uno pertenece a una de las especies de nombres anlogos (2). As, pues, lo*
(1) L a palabra s J i l j C est compuesta de j C = cabra = ciervo. Corresponde a la de hircocervus, que se en
Junctas.
labras, en relacin con lo por ellas significado, la siguiente divisin: 1. Nombres diversvocos (aXK(vuu,cc, *!1*&O)J q
u e
siguen la orientacin normal y corriente en el lenguaje, con sistente en que a cada nombre distinto corresponda distinta idea. 2 .
0
Nombres unvocos
(jtfljio),
que designan c o -
33 uno numrico se aplica en un sentido primario y ms conocido a lo continuo, como cuando deci mos: una lnea, una superficie, un cuerpo. De to das estas cosas, aquella a que primariamente se aplica el [concepto de] uno es la que es perfecta, es decir, la que no es susceptible de aumento y disminucin, como la lnea circular y el cuerpo redondo. Lo continuo puede serlo, bien por s mismo, como la lnea y la superficie; bien a causa del concepto [de algo] existente en lo continuo, como ocurre con los cuerpos de partes homog neas, debindose a eso el que pueda decirse que esta agua determinada, por ejemplo, es una. Dce se tambin lo uno de cosas ligadas que estn en contacto, como son aquellas que tienen un solo movimiento, y [entre stas], a las que con ms ra zn se aplica el [nombre de] uno, son. las que es tn ligadas por naturaleza; tales son las partes unisas que tienen un mismo gnero y distinta especie, por ejem plo, caballo, hombre. 3 .
0
Nom
bres anlogos ( g L o ) , que se relacionan con un tipo comn; por ejemplo, cosas militares milicia. 5 .
0
tienen voces distintas y significacin igual. Ejemplo: bello, hermoso. 6. Nombres derivados (IIaptvuu.Gt, BJf-fto), que se originan de otro que se considera como primitivo, como dorado, de oro, etc.
3
34 das por trabazn, y as se dice una mano, un pie, y de aqu que no tengan ms que un movimiento nico. Afrmase, adems de esto [lo uno], de las cosas ligadas por el arte, y as [se dice] una silla, un armario. Tales son las acepciones ms corrien tes que tiene lo uno numrico. 35. Dcese tambin lo uno del individuo uno en la forma, como Zaid y Amru. En una palabra, con lo uno quiere significar el vulgo [todas] estas cosas, en cuanto estn separadas de otras y aisla das por su esencia, ya que a primera vista no pue de apreciarse ms sentido de la unidad que el in dicado. Por eso se afirma del concepto de unidad numrica ser aquella mediante la cual se dice de cada cosa que es una. Ahora bien, entre dichas co sas, hay unas que estn separadas por los lugares que las contienen, siendo esta [clase de] separacin la ms conocida. Hay otras que estn separadas por sus lmites, como son las que estn en contac to; y en otras [por fin] slo existe una separacin mental, y en este sentido afecta el nmero a lo continuo. Esto supuesto, lo uno numrico en di chos seres slo designa cosas ajenas a la esencia de los mismos, as como los accidentes que les son inherentes, en cuanto son indivisibles. 36. As es como se produce en el entendi miento lo uno que es principio del nmero; y es que el entendimiento, al abstraer de los dichos in dividuos ese concepto de indivisibilidad en dos o
35 ms individuos, resulta entonces lo uno que es principio del nmero; y si el entendimiento repite, esa [operacin], se produce el nmero. Desde este punto de vista, entra el nmero [a formar parte de] los diez predicamentos en la categora de can tidad, teniendo como principio la unidad, ya que el nmero no es otra cosa que un agregado de unidades, tomadas en el sentido indicado. Y [no slo es principio, sino que tambin] medida [del nmero], ya que ste slo por la unidad puede ser medido, y por ella afectar la medida a las cosas en las cuales existe, de una manera primaria y na tural, [tal medida], o sea lo indivisible, respecto de estas cosas; tal es el primero en el gnero de cua lidades y en el gnero de cosas cuantitativas. Pero el vulgo no conoce ms acepciones del nmero que la indicada. 37. En esta ciencia [metafsica] lo uno se toma como sinnimo de ser. Por eso lo uno numrico puede referirse al individuo que no es susceptible de divisin, como tal individuo, as decimos: un hombre, un caballo. En un sentido parecido deci mos que es una la cosa que resulta de la mezcla de [otras] muchas, como el oximiel resultante de la mezcla de vinagre y miel; si bien no tiene punto de semejanza con el concepto de unidad que nos lleva a afirmar de lo continuo que es uno, pues lo continuo no es divisible en partes naturalmente determinadas en nmero, como ocurre en el oxi-
36 -
miel. Esto, adems de que la separacin en las magnitudes continuas es algo que se sale de la substancia de las mismas, mientras que la separacin en la cosa resultante de la mezcla no es algo que se sale de la substancia de las partes constitutivas de la mezcla. La aludida especie [de unidad] no pertenece al gnero de las cosas compuestas de ms de uno, pues las partes del compuesto existen en acto en el compuesto, mas no as las partes del oximiel en el oximiel. 38. Es evidente que la unidad en la presente cuestin, si con ella se alude a lo uno individual, implica precisamente una separacin del individuo concreto, esencial y quidditativa, y no una separacin [producida] por algo ajeno a su esencia, como sera, por ejemplo, el afirmar de esta agua en concreto que es una en nmero, pues la separacin en tal cosa slo es algo accidental en el agua; de aqu que quede [siempre] la misma agua, sepresela o no, en conformidad con la propiedad que tienen los accidentes de ir sucedindose en el sujeto, sin que ste cambie substancialmente. 39. Esto fu lo que indujo a creer a Avicena que lo uno numrico designaba slo un accidente de la substancia y de las dems cosas separadas [por el concepto de unidad], no siendo posible que designara la substancia de la cosa, o lo que es lo mismo, que denotara una separacin que no aadiese algo [accidental] al concepto de substan--
37 cia. Y es que se figuraba que, una vez concedido que lo uno denota una separacin que fuera accidente en el accidente y substancia en la substancia, el nmero se compondra de accidentes y substancias y no estara incluido en la categora de cantidad, lo que sera absurdo. Adems, deca, de suponer que no designa [la unidad] ms que la substancia, se seguira otro absurdo, consistente en que las substancias se sustentasen en los accidentes, pues no siendo bajo este supuesto, cmo podremos decir de un accidente determinado que es uno? (i). Su error parte precisamente de haberse fijado en la significacin vulgar de lo uno, lo que le llev a creer que las separaciones y unidades de las cosas eran accidentes en los seres separados [por el concepto de unidad], como explicaremos ms [particularmente], cuando tratemos de la unidad y de la multiplicidad. 40. Predcase tambin en esta ciencia lo uno numrico de las substancias separadas, las cuales son en general ms acreedoras a la denominacin de unidad numrica, ya que no son divisibles, ni cualitativamente, a la manera que se divide el [ser]
(1)
dente? Decir: un accidente o accidente uno supone poner al accidente como sujeto de la unidad. Ahora bien; si la unidad indica substancia, tendremos al accidente sujeto de la s u b s tancia, lo que trastorna la nocin de ambos conceptos.
38
concreto en materia y forma, ni tampoco cualita tivamente, como se divide lo continu. En cuanto a esta clase de unidad numrica, es evidente, en ltimo trmino, que por un lado se asemeja a lo uno individual, y por otro a lo uno especfico; ase mjase al individuo, en cuanto que no es predica ble de muchos, ni se dice finalmente [que est] en un sujeto; y a la especie, en cuanto que es un con cepto de unidad, inteligible por su naturaleza. To das estas son las acepciones que tiene lo uno nu mrico. 41. Afrmase tambin la unidad de lo uno for mal en cinco maneras: la primera [corresponde a] lo uno especfico, como cuando decimos de Zaid y de Amru que son una sola cosa, en cuanto a la humanidad. La segunda [se refiere] a la unidad ge nrica, como cuando afirmamos del individuo hombre y caballo que son una sola cosa por razn de la animalidad. El gnero puede ser prximo o remoto. Ahora bien, todo lo que es uno especfica mente, lo es genricamente, pero no viceversa. A lo uno genrico se acerca lo uno material. La ter cera [especie de unidad corresponde] a lo uno por razn del sujeto que es suceptible de mltiples definiciones, como son [las de] que crece y dismi nuye. La cuarta [especie] se refiere a lo uno por relacin, como cuando decimos que es una sola la relacin del capitn a la nave y la del rey a la ciu dad; y la quinta a lo uno accidental, como cuando
39 decimos: la nieve y el alcanfor son una misma cosa, en cuestin de blancura. Todos estos son los sentidos que tiene lo uno esencial. Dcese tambin: lo uno por accidente como opuesto a lo uno por esencia, y as decimos que el mdico y el albail son una misma cosa, cuando por accidente el albail es mdico. Este caso slo puede darse en los conceptos compuestos (i), ms no en los simples, ya que la esencia de un ser determinado no existe de una manera accidental . 42. Queda, pues, evidenciado en cuntos sentidos se toma la [palabra] unidad en esta ciencia, con lo cual habrs visto que es sinnimo de [la palabra] ser; as como que investigar en esta ciencia el primer [ser] de cada uno de los [varios] gneros de seres, y en especial el que se refiere al gnero de substancia, monta tanto como investigar la unidad primera en cada gnero, con la diferencia de que [esta propiedad] afecta al principio en cuanto es unidad de una manera distinta a como le afecta en cuanto es ser. Por eso la palabra uno se predica en un sentido analgico de lo primero indivisible en cada gnero. Ahora bien, lo que en este asunto merece con ms razn el nombre de primero, es, desde el punto de vista de la materia, la unidad en la substancia, y desde
(t) Vid. el prrafo 20 de este libro primero.
el punto de vista de norma y medida, la unidad en la cantidad numrica. 43. En cuanto a la unidad numrica, puede darse el caso de que lo indivisible en forma sea divisible en cuantidad, en el sentido en que es, por ejemplo, el hombre uno y uno el caballo, o de que [una cosa] sea indivisible a la vez en cuan tidad y en forma. Esto [ltimo] puede tener lugar de dos maneras: si es [algo] que tiene, posicin, tenemos el punto, y si no tiene posicin, ser lo uno universal, que es principio del nmero y ex presin natural de todas las cosas numeradas. De modo que todo lo que no sea ste [uno universal], slo es expresin [o representacin] por semejan za, como sucede con los pesos y medidas y otras cosas por el estilo en los sistemas de pesar [y me dir]. Conviene tengas presente que la palabra uno puede reducirse a cuatro clases: lo uno continuo, lo uno en cuanto que es todo y [algo] general, lo primero y simple en cada genero, y lo uno uni versal, predicado por va de anterioridad y poste rioridad, es decir, de una manera anloga, de to das las cosas, por el estilo aqu enumeradas. 44- Lo. idntico, lo opuesto, lo otro y lo dife rente. Lo idntico se toma en [ciertas] acepciones que se reducen a las mismas que tiene lo uno. Hay lo idntico en nmero, que se da en aquello que tiene dos nombres, como cuando decimos: Mohmed^es [el mismo] Abdal, y en general,
-cuando se indica con dos signos una sola cosa. Hay [tambin] lo idntico en especie, como cuan do decimos: t eres [lo mismo] que yo en cuanto a humanidad, y lo idntico en gnero, como cuan do decimos que este caballo es [lo mismo que] este asno, en cuanto a la animalidad. Existe tambin lo idntico por relacin, [lo idntico] por razn del sujeto y [lo idntico] por accidente, de todo lo cual se han dado ya ejem plos. Todo esto pertenece al captulo de lo que es [idntico] por esencia, que es lo que se pre tende [investigar] en esta ciencia y en las otras. Existe tambin lo idntico por accidente, que so lamente tiene lugar de una manera determinati va (i), como si decimos del msico que es mdi(i) En nuestro manuscrito parece leerse j j S ^ ' i , a cuya
edicin del Cairo y que tambin aparece traducida en el tex to latino por determinationis. E l sentido de la frase parece ser el siguiente: L.a identidad accidental, es decir, la motiva da por la comparacin de dos propiedades, de las cuales una es accidental, slo puede existir en un caso particular, deter minado y concreto y no de una manera universal. Se puede decir que hombre y msico son una misma cosa, cuando se d el caso de que ese hombre sea msico. Mas no puede de cirse que hombre y msico son una misma cosa, hablando de una manera general y absoluta. Vid. Aristteles, sica, libro 5 . , capitulo I X .
0
Metaf
42 co, cuando se da la coincidencia de que el msico sea mdico. 45. Lo idntico en especie, cuando se refiere a la substancia, se llama semejante; si reside en la cuantidad, se llama equivalente, y si est en la cualidad se llama parecido. Lo parecido tiene varias significaciones, entre otras [la que se aplica] a las superficies cuyos ngulos son iguales y cuyos lados estn relacionados. Se da tambin el nombre de cuerpos parecidos a aquellos que tienen figuras parecidas, que son aquellos que tienen igual nmero de superficies de formas iguales. Se aplica tambin a aquellas cosas cuya forma pasiva es una sola, como, por ejemplo, dos cosas rojas, que son iguales en lo rojo. Dcese adems de dos cosas, de las cuales una es de menor pasibilidad, como dos cosas rojas, de las guales una es de color menos rojo. [Por ltimo, lo parecido] se dice de aquellas cosas que tienen muchas propiedades comunes, como cuando decimos del estao que se parece a la plata y al plomo. 46. En cuanto a los opuestos, se designa con ellos a cuatro especies [de cosas] que ya he enumerado en el libro de los predicamentos, en donde los he dado a conocer por medio de [oportunas] descripciones (i), y son: la afirmacin y la negacin,
ti) La palabra
s*w,
nrt
Y con la escolstica
descriptio, se diferencia de la
43 los contrarios, los relativos y el hbito y la privacin. Sin embargo, la palabra contrario se dice a veces en un sentido ms general que el que tiene all, pues en el citado lugar se ha dicho que los contrarios son en realidad de un mismognero. Mas, por semejanza con stos, se llama tambin contrarios a los que no convienen en un mismo sujeto, aunque sean diferentes en gnero. Tambin se llaman contrarios, por extensin, aquellos que pertenecen por algn motivo a los mismos o tienen con ellos alguna relacin, como la de ser activos o pasivos con relacin a ellos, o estn relacionados de alguna manera con dichos contrarios. 47. Tambin la palabra privacin se toma en ms sentidos de los enumerados all [en la lgica]. En efecto; las especies all enumeradas son tres solamente: una [consistente en] que no tenga una cosa determinada lo que debe tener y en el momento en que debe tenerlo y sin que sea posible que lo tenga en lo futuro; tal sucede, por ejemverdadera definicin en que no da, como sta, la diferencia, sino el accidente comn o el propio. H e aqu la definicin que da Averroes mismo de la descripcin: vJjji ^ j j ) L^jg.
iS
4> jjj.lioJl
s: E n
cuanto a aquellas (definiciones) en cuya formacin intervienen propiedades posteriores (a la esencia de la cosa), deben ser llamadas con ms razn descripciones. Vid. Munk, Melanges, pg. 108, nota 1.
44 po, con la calvicie y la ceguera. La segunda [consiste en] que, junto con esas condiciones, sea posible el que la cosa tenga en lo futuro eso [de que est privada]; tales son, por ejemplo, la pobreza y la desnudez..La tercera [consiste en] que no tenga un sujeto determinado aquello que debe tener y en el estado en que debe tenerlo, como sucede con lo bizco en los ojos y la deformidad en los miembros. Por lo que se refiere a otras acepciones que no sean stas, designadas por la palabra privacin, algunas estn constituidas por la ausencia, en una cosa dada, de aquello que puede existir en el ser, tomado en general, como cuando decimos de Dios que no es mortal ni perecedero. Otras son tales que se refieren a una cosa que no tiene aquello que existe de suyo en la especie; as decimos, de l mujer, que no es macho. Otras [enfin]son tales a que se refieren a una cosa que no tiene algo que debe tener en otro momento, como cuando dec-mos del nio que no es inteligente. 48. En cuanto a [la palabra] otro [o distinto] s toma en acepciones opuestas a aquellas en que e s toma lo idntico. Hay, pues, lo otro numrico, e genrico, relativo y por razn del sujeto. Diferenciase lo diferente de lo otro en que una cosa es otra por s misma, mientras que diferente P g que hay en ella; de aqu se sigue qe l diferente se diferencia en algo y en algo u o
ep cfo s ei , c
0 C S r al
45 conviene [con el otro miembro de la diferencia]. 49. Potencia y acto. Mas porque el ser se di vide en potencia y acto, debemos considerar cuan-* tas acepciones tienen la potencia y el acto. As, pues, la potencia se toma en varios sentidos: uno que se aplica a las potencias de los seres que son motores de otros, en cuanto que los mueven, bien sean fsicas, bien racionales dichas potencias. Ejemplos: el calor quema, el mdico cura, y en general [todo aquello que se refiere a] las artes prcticas. Otra clase [hay de potencia] aplicable a aquellas potencias que tienen como propiedad el ser movidas por otras y son opuestas a las poten cias motoras. Dcese tambin de aquello que tiene en s mismo el principio del movimiento, en lo cual se distingue la naturaleza del arte. Aplcase asimismo la potencia a la accin buena, y as se dice: Fulano tiene potencia para hablar y andar y para todo aquello que caracteriza a cada hombre, en cuanto es capaz de obrar eso que le caracte riza. 50. Predcase tambin de todo aquello que, obrando [de suyo] con facilidad, ofrece, sin em bargo, resistencia a ser hecho, como se ha dicho [al tratar] de la categora como. Los gemetras la emplean tambin en otro sentido, pues dicen que tal lnea, por ejemplo, tiene la potencia de [o equi vale a] tal otra, cuando el cuadrado de la una tie ne el mismo valor que el cuadrado de la otra. A
46
todas estas cosas slo es aplicable la palabra po tencia por va de semejanza, pues el empleo ms corriente en filosofa y ms vulgar entre los fil sofos de la palabra potencia, se refiere al modo de ser de una cosa que est en disposicin de existir despus en acto. Esta es precisamente la potencia de la que se predica la materia, y aquella que me rece con ms razn, como hemos dicho, el nom bre de potencia. Y, en efecto, si bien se considera, se ver que todas aquellas cosas que hemos enu merado como susceptibles de que se les aplique la palabra potencia, slo lo son por semejanza con esa [acepcin de la palabra potencia]. Porque de los hbitos y de las formas, en tanto decimos que son potencias, en cuanto unas veces obran y otras no, semejando consiguientemente algo que est en potencia. A su vez, cuando decimos de una cosa que tiene potencia para otra, se quiere signi ficar que tiene una disposicin excelente [para esa otra cosa], sentido que aparece asimismo en todas [las dems acepciones]. 51. Tambin suele decirse que las partes de una cosa existen en potencia en dicha cosa, y esto de dos maneras, segn se refiera a aquellas partes que provienen de la cualidad, como son la mate ria y la forma, o a aquellas otras que se derivan de la cantidad. Estas [ltimas], cuando son tales que [slo] estn contiguas, constituyen una pura potencia; mas cuando existen en acto en la cosa,
47 pero ligadas o pegadas unas a otras, el nombre de potencia se predica de ellas por va de posteriori dad. En un sentido parecido a ste existen las partes indivisibles [o tomos] en el compuesto, segn opinan los partidarios de tal teora. Esa verdadera potencia, unas veces tiene un agente exterior que la pone algn obstculo, y en ese caso, puede realizarse o puede no realizarse, como sucede, por ejemplo, cuando el esparto que ma; y otras, no tiene obstculo alguno externo, y entonces la potencia se realiza y se reduce al acto de una manera necesaria; tal sucede con las rela ciones celestes (i) que estn primero en potencia y despus en acto. 52. Ser en acto es aquel que no es ser en po tencia. Sus especies vienen a ser las mismas que las del ser en potencia, as como las especies de los dos se reducen a las diversas clases de catego ras. La potencia, en cierto aspecto, es una priva cin, si bien pertenece a aquella clase de privacio nes en las cuales la cosa que constituye la priva-
(1) L a edicin C a i r o , en vez de V f u pone V J O , y la traduccin latina, situs. Quiz se refiera a l a s d i v e r s a s p o siciones que por razn d e su m o v i m i e n t o v a n a d q u i r i e n d o sucesivamente los cuerpos celestes. E s t o s , al tener e n a c t o una situacin determinada, estn e n p o t e n c i a p a r a l a s s i g u i e n
tes; mas c o m o su movimiento e s , s e g n l a t e o r a p e r i p a t t i
s u c e s i v a s n o pueden
cin puede existir en la futuro. Queda, pues, evidenciado en cuntos sentidos se toman la potencia y el acto. Ahora bien, la no-potencia tiene a su vez acepciones parecidas. Como la palabra no-potencia tiene las mismas divisiones que la privacin, unas veces es algo necesario, como cuando decimos que la lnea del radio no tiene la potencia [o el valor] de un lado del cuadrado, y otras es algo posible, como cuando decimos de un nio que no tiene potencia para andar. 53. De lo perfecto e imperfecto, del todo, de la parte y del conjunto. Lo perfecto se toma en varias acepciones. Una de ellas, se refiere a aquello fuera de lo cual no existe cosa alguna, y en este sentido decimos del mundo que es perfecto. En un sentido parecido se dice que la circunferencia es completa, por no ser susceptible de aumento ni de disminucin; as como afirmamos de la lnea recta que es imperfecta, ya que admite aumento y disminucin, aun despus de trazada. Tambin decimos del cuerpo que es perfecto porque no hay cosa alguna que tenga ms dimensiones que aquellas en que se divide el cuerpo; mientras que de la lnea y de la superficie decimos que son imperfectas, por tener aqulla una sola dimensin y sta dos. Del nmero tres se dice asimismo que es perfecto porque tiene prin-
cipio, fin y medio, acepcin sta que se parece a. la primera. ' 54. Adems, se llama perfecto a todo.aquello que es excelente en su gnero, como cuando decimos: mdico perfecto, perfecto taedor de lad. En tal sentido decimos de los seres que son perfectos, puesto que nada les falta que corresponda a su perfeccin. La misma acepcin se hace extensiva a las cosas malas, por lo cual se dice: ladrn perfecto, embustero perfecto. ; Tambin se denomina perfectas a aquellas co- , sas que, adems de alcanzar su perfeccin propia, sta resulta excelente, en s misma considerada; en este sentido decimos de los seres separados que son perfectos, mientras que las cosas causadas por ellos afirmamos que son imperfectas. Desde este punto de vista, lo que es ms digno del nombre de perfecto es el primer principio, ya que l es causa de todo, sin ser efecto de cosa alguna, y, por consiguiente, slo de s mismo recibe su complemento, mientras que todos los seres lo reciben de l, de donde proviene que sea el ser ms completo en cuanto a perfeccin. Tambin se dice la [palabra] perfeccin, en un sentido "extensivo, de todo aquello que tiene relacin con cada una de las cosas a que se aplica dicha palabra. 55- Todo designa aquello que comprende el conjunto de las partes, y fuera de lo cual no exis.te cosa alguna. En general, es sinnimo de lo .que
5o se designa con la [palabra] perfecto en su primera acepcin. As, decimos del cuerpo, que tiene
todas las
el todo
es de dos clases: uno que es continuo, es decir, que no tiene partes en acto, y otro discreto, que es a su vez de dos clases: una, constituida por algo cuyas partes estn situadas unas junto a otras, como sucede con los miembros orgnicos, y otra, formada por algo cuyas partes no tienen posicin; tales son los nmeros y las letras. [Los filsofos], sin embargo, suelen distinguir a la primera clase, constituida por bra
lo continuo,
con la pala-
todo,
conjunto.
pias slo de la cantidad, que pueden ser mensurativas o no mensurativas de otra cosa, estar en acto o no estar en acto, ser homogneas o no. La otra clase de lo designado por la palabra
parte
est constituida por aquello en que es divisible una cosa, desde el punto de vista de la cualidad y de la forma. En este sentido decimos que los cuerpos constan de materia y forma, y que la definicin consta de gnero y diferencia. 57.
Lo imperfecto
en su sentido [obvio] se
perfecto,
como cuando
decimos: imperfecto taedor de lad, imperfecto flautista. Aplcase tambin a aquel ser cuya perfeccin no es excelente en s misma, aunque lo
sea en su gnero; y as decimos, de todos los otros seres, que son imperfectos con relacin al primer principio. Lo imperfecto en cuanto a la cantidad no siem pre se puede decir que es imperfecto, sino que esa cosa [imperfecta] debe ser tal que sus partes estn ligadas unas a otras, que stas sean hete rogneas y que adems la cosa que se dice fal tar exista en eso [que es imperfecto] por naturale za, y [por ltimo], que aquello que constituye a una cosa en estado de imperfeccin no sea tal que con ello perezca la substancia de la cosa, pues de aque llo cuya desaparicin implica la desaparicin de la substancia del ser, no cabe afirmar que haga a la cosa imperfecta. En un sentido parecido se llama imperfectas a las cosas artificiales. En cuanto a lo excesivo, se toma como opuesto a lo imperfecto [o deficiente]. 58. Lo anterior y lo posterior se toman en cinco acepciones: 1. Anterior en tiempo. 2. An terior en orden, que tiene lugar cuando se toma como base un principio determinado, cosa que puede verificarse, bien en la diccin, bien en el lu gar. 3. Anterior en nobleza. 4. Anterior en na turaleza, y 5. Anterior en causalidad. En el libro de los predicamentos he dado ya a conocer lo signi ficado por cada una de estas cinco divisiones, y no hay para repetirlo el motivo de una nueva acep cin. Lo anterior puede tener una sexta acepcin
a a a a a
52 : aplicable a lo anterior en conocimiento, pues no todo lo que es anterior en conocimiento lo es en el existir. 59. Las palabras [rabes] sbab e ila, [que sig nifican causa], son dos palabras sinnimas, apli cables a las cuatro [clases de] causas, que son: la materia, la forma, el agente y el fin; y por seme janza se aplica tambin a las cosas relacionadas ccn esas [clases de causa]. Las causas, como ya se ha dicho en otra parte, pueden ser prximas y remotas, esenciales y ac cidentales, particulares y generales, compuestas y simples, y cada una de stas puede estar en acto y en potencia. Adems, entre las causas, hay unas que estn en la cosa, como son la materia y la for ma, y otras que estn fuera de la cosa, como son el agente y el fin. 60. La materia tiene varios grados. Uno lo constituye la materia prima, que es informe. Otro grado lo constituye la materia dotada de formas, cosa que tiene lugar en los cuatro elementos, que son la materia de los cuerpos compuestos. Esta clase de materia es de dos especies: una que equi vale a ese estado [de la materia] que acabamos de mencionar, caracterizado por el hecho de no desaparecer totalmente la forma primitiva cuan do sobreviene otra, sino que la forma de la ma teria existe en ella como algo intermedio, segn se ha demostrado en el libro de la generacin y de
53
la corrupcin (i). La segunda especie est consti tuida por la materia en la cual subsiste la forma de la materia al advenimiento de otra forma; tal es la disposicin, existente en algunos cuerpos de p a r tes homogneas, para recibir el alma. Esta [mate ria] es la que ms propiamente recibe el nombre de sujeto. Tambin suele llamarse a las partes del compuesto, en cuanto cuantitativas, materia del compuesto; y en este sentido, los partidarios de los tomos dan a stos el nombre de materia. Tales son las acepciones en que se toma en filoso fa la palabra materia. 6l. A su vez, la palabra forma tiene varios sentidos, pues hay formas de cuerpos simples, las cuales son [propias de cosas] inorgnicas; for mas de cuerpos orgnicos, que son las almas; y formas de cuerpos celestes, que se parecen a los cuerpos simples, en cuanto que son inorgnicos, y a los orgnicos, en cuanto que se mueven por s mismos. Todo esto fu declarado en la ciencia fsica. Se toma tambin la forma por la cualidad y cantidad resultantes de la mezcla como tal, sien do por esto por lo que las formas de los cuerpos de partes homogneas se diferencian unas de otras y se hallan afectadas de sus cualidades pro pias, como, por ejemplo, la dificultad de destruc(i) E s uno de los tratados que integran el manuscrito
54
cin, propia del oro, y otras cualidades por el estilo. 62. La palabra principio se predica de todo aquello a que es aplicable la palabra
causa. Dce-
se, adems, de todo aquello por donde comienza el movimiento en una cosa, como el extremo de un camino, que es el principio del viajar. Tambin se llama principio a aquello por donde es mejor que empiece el proceso de una cosa; por ejemplo, en la enseanza es frecuente no empezar por los primeros principios naturales, sino por lo ms fcil. Todo lo que, fuera de lo dicho, reciba el nombre de principio, lo recibir por razn de semejanza con alguna de las acepciones apuntadas; en este sentido decimos de las premisas que son
principio de
minacin en tanto se atribuye a aqullas, en cuanto que son causa eficiente de la consecuencia, o materia de la misma. 63.
Elemento
ne a resolverse una cosa, desde el punto de vista de la forma; as decimos que los cuatro cuerpos ( i ) llamados agua, fuego, aire y tierra son
elementos
( 1 ) Nuestro manuscrito emplea la forma V*4 basta cuando esta palabra tiene carcter de adjetivo; asi dice, por
ejemplo, <JWJ1 v e n
55 llama elemento a aquello que se cree ser la parte ms diminuta en una cosa, segn el parecer de los partidarios de los tomos. Tambin suele decirse de los universales que son los elementos de las cosas particulares, segn la opinin de los que creen que [dichos universales] son principios de las cosas, hasta el punto de que lo que es de ms universalidad, tiene ms derecho a ser llamado
elemento.
64. Se llama necesidad a aquello sin lo cual no es posible que exista un ser dado, cosa que tiene lugar por razn de la materia, como cuando decimos que el animal que est dotado de sangre, por necesidad ha de respirar. Asimismo se llama necesidad a la coaccin, que es lo contrario de la eleccin. De aqu que los poetas griegos la hayan descrito como algo daino y que entristece (i). Tambin se dice necesidad aquello que no puede ser de otro modo y manera, y desde este punto de vista decimos que los cielos son [necesariamente] eternos. 65. La palabra naturaleza se aplica al conjunto de las cuatro especies de mutacin, que son: generacin y corrupcin, movimiento de traslacin, crecimiento y mutacin. Dcese tambin de
(1 )
poeta E v e n o , contemporneo
d o e n el l i b r o 5. , c a p i t u l o V de la Metafsica
56
las formas que son principio de tales movimien tos, a las cuales formas se da con ms razn el nombre de naturaleza; en especial a las que son simples, porque las orgnicas reciben ms bien el nombre de almas; tal es, por ejemplo, el princi pio de crecimiento." En este sentido omos decir a los mdicos: la naturaleza ha obrado de tal ma nera, refirindose con ello a la potencia modera dora de los cuerpos, que es la nutritiva, porque sta, si bien es orgnica, es para ellos ms simple que las otras potencias. Por eso siempre aplican la palabra naturaleza a la potencia del corazn, lo que da origen a nues tra afirmacin de que el acto natural se opone al racional. Tambin se da la denominacin de natu raleza a los elementos Cuerpos homogneos componentes del ser, y por esa razn decimos que la naturaleza de los la constituyen el agua, el fuego y dems cuerpos simples. La palabra natu raleza se aplica tambin a las diversas especies de materia y, en general, a todas las especies de for mas y de materias y a las diversas stas consiguientes. 66. Hemos, pues, llegado al fin de lo que constitua nuestro objeto primario, que era expli car lo significado por las palabras. Empecemos ahora a decir algo acerca de las cuestiones plan teadas por esta ciencia. mutaciones a
LIBRO 1.
SEGUNDO tiene
varias acepciones; mas el ser a que nos referimos aqu es aquel que designa los diez predicamentos, los cuales hacen las veces de especies, respecto del gnero que es objeto de esta ciencia. Ahora vamos a demostrar que el significar el ser los diez predicamentos, no tiene lugar de una manera pu ramente equvoca, pues si tal ocurriera, tendra mos un gnero que no sera objeto exclusivo de una sola ciencia, que es la que nos ocupa (la me tafsica), ni se daran los predicados esenciales que constituyen la divisin primaria del ser, como cuando decimos que ste puede estar en potencia o en acto, o le atribuimos otros predicados que esencialmente le convienen. Ahora bien; la pro posicin cuyo sujeto sea un nombre equvoco, no puede tener atributo esencial, como es de todo punto evidente para el que se dedica al arte de la lgica. 2. Tampoco designa el ser los predicamentos
de una manera unvoca, pues si tal ocurriera, las diez categoras formaran un solo gnero o esta-
58
ran incluidas en un mismo gnero, siendo as que los sentidos nos atestiguan su diversidad y multiplicidad. Pues si bien es cierto que algunos antiguos crean que el ser es uno (i), llevles a ese extremo el no haber examinado atentamente el ser sensible y su inclinacin por las afirmaciones sofsticas. Pero ya Aristteles se ha encargado de refutarlos en el libro primero de su obra De physico auditu (2); en cuanto a nosotros, ya tendremos ocasin de discutir con ellos cuando tratemos de las materias de las artes particulares. 3. Si, pues, las cosas se han de tal manera que la palabra ser no designa los predicamentos, ni equvoca ni unvocamente, slo cabe que los designe de una de las varias maneras que son propias de la analoga. Esta tiene lugar en aquellas palabras que significan cosas que se refieren a una sola y misma cosa, con relacin de anterioridad y posterioridad, segn podra verse por el examen
(1) 1 fundador de esta teora fu Jenfanes de Colofn,
contemporneo de Pitgoras. Fu desarrollada por sus dos discpulos, Parmnides y Melisso, sobre todo por el primero, que dio a esa doctrina una base ms cientfica. Vid. Aristteles, Meta/inca, (a) libro captulo V .
de los principios generales de la ciencia fsica. E l manuscrito rabe que contiene el opsculo que traducimos, se abre con la parfrasis de Averroes acerca de esta obra del griego. filsofo
59 de las mismas; como cuando llamamos a las cosas relacionadas con la guerra, guerreras, y a las relativas a la medicina, medicinales. 4. Siendo, segn lo que precede, propio de esta ciencia el relacionar unas con otras las diversas especies de seres, en cuanto son causas unos de otros, hasta el extremo de reducirlos todos a sus causas ltimas, conviene que estudiemos esta propiedad en todos los predicamentos y que veamos qu relacin guardan unos con otros desde el punto de vista de la existencia, y cul es anterior a cul; y si es que hay un predicamento que sea fundamento de los dems, qu predicamento es ese y qu fundamento tiene l a su vez. Despus de hecho esto, procederemos a sealar las causas de las cosas que les son anejas, consideradas en su aspecto ontolgico, tales como el acto y la potencia y otras cosas por el estilo. Todo ello [se ventilar] en la medida que nos permita la [naturaleza de] la primera parte de nuestra ciencia; y lo que en punto a causas remotas de dichas cosas nos quede por tratar, lo esclareceremos despus en la segunda parte de la misma. 5- Las demostraciones empleadas en esta clase de asuntos, son en su mayor parte lgicas. En efecto, las cuestiones cuya discusin constituye el objeto del arte lgica, son susceptibles, como se ha dicho en otro lugar, de ser empleadas de dos maneras: o como medios, mtodos y cnones que
6o
tienden a fortalecer el entendimiento y a preser varle del error, o como formando parte de un arte demostrativa, en cuyo caso pueden ser utili zadas en otro arte, a manera de principios y de materia fundamental, en consonancia con lo que deben tener de comn las artes demostrativas, en cuanto a utilizar unas aquello que ha sido demos trado en otras. As, por ejemplo, el astrnomo -toma del gemetra [la siguiente verdad]: la mitad del dimetro es igual a un lado del exgono. 6. Una vez declarado el objeto de esta parte de [nuestra] especulacin, as como el sentido de las palabras empleadas en ella, empecemos a tra tar de la misma. Decimos, pues, que, segn se ha visto en el libro de los predicamentos, el predicado esencial es de dos clases: uno que da a conocer la guiddidad y esencia del individuo de substancia (siendo el universal ms general en este sentido el predicamento llamado substancia); y otro que no da a conocer la esencia y guiddidad del individuo de substancia; al contrario, si algo da a conocer, esto no puede ser substancia ni esencia del mis mo. En una palabra, este [predicado] nicamente -puede existir en un sujeto; por eso en su defini cin se afirma ser aguello que se dice [existir] en un sujeto, mientras que de la substancia se afirma ser aguello que se dice [o denomina] sujeto. Los universales ms generales de esta [ltima] clase son los nueve gneros de accidentes, all [en el ti-
6i
tidad, cualidad, relacin, en dnde, cundo, situa cin, hbito, accin y pasin.
y. Esto supuesto, se ve de una manera gene ral que la categora de substancia se sustenta en s misma, sin que necesite, para existir, de ningu na de las categoras accidentales, mientras que el predicamento de accidente necesita de la substan cia para existir y es efecto de ella. Pero conviene que veamos cmo se han las cosas a este respecto en cada uno de los predicamentos. As, pues, se observa desde luego que [el concepto de] subs tancia va incluido en la definicin de los tres pre dicamentos siguientes:
en dnde, situacin
hbi
to, como se deduce claramente de sus definicio nes, pues en todas ellas aparece [la idea de] cuer po. As decimos de la [categora] es
en dottde, que la relacin del cuerpo al lugar; 'otro tanto suce de con la situacin y el hbito. En las categoras de accin y pasin, por lo que hace a las que afec
tan a la substancia, la cuestin no admite discu sin. En cuanto a las que estn afectas a la canti
dad
y a la
cualidad,
pasin,
pues
cantidad es siempre algo substancial, la nutricin da aumento; mientras que, considerada en la cualidad, es algo acciden tal, por ejemplo, el cuerpo quema.
3. Por lo que toca a las cuatro categoras si-
62
guientes: cantidad, cualidad, relacin y cundo, aunque en sus definiciones no aparezca la catego ra de substancia, es de suyo evidente que necesi tan de la substancia para existir. En cuanto a la categora de relacin, es evidente que no puede estar separada [de la substancia], pues no slo tie ne a sta como sujeto, sino a los dems predica mentos. Ejemplo de ello son [las ideas de] doble y de mitad, que existen en la cantidad, y [las de] arriba y abajo, existentes en [el lugar] en donde. A su vez, de la naturaleza de la categora de cua lidad se deduce, desde luego, que es accidente, y que, con mayor razn que el caso anterior, es im posible que est separada de la materia; de lo contrario, existira la pasin en lo no paciente, la figura en lo no figurado, el hbito en lo no habi tuado y la disposicin en lo no dispuesto, que son los cuatro gneros de cualidad ms conocidos. 9. En la cantidad, sobre todo en la discreta, no se ve con toda claridad que necesite de la substancia [para existir]. Otro tanto puede afir marse de la continua, ya que creemos que una de sus especies est constituida por el cuerpo, en cuya definicin se afirma la divisibilidad del mis mo en las tres dimensiones. De aqu que algunos hayan credo que las dimensiones eran substan cias, y tales, que podan dar a conocer la esen cia de la substancia concreta. [El proceso de] esta investigacin llev a algunos a afirmar la separacin
63
de la cantidad [respecto de la substancia], y esos tales fueron los que opinaban que la materia de las matemticas era algo separado. I O . Por nuestra parte, afirmamos ser de suyo evidente, con evidencia primaria, que las dimen siones son algo que no da a conocer la esencia del individuo de substancia. As, pues, aplicadas a dar del individuo de substancia la idea de que son ca paces por su naturaleza, la especie o gnero de este individuo de substancia, estar incluido en la definicin de las mismas, tanto cuanto puedan es tarlo los sujetos en las definiciones de los acciden tes, sin que tal idea [es decir, la dada por las di mensiones] llegue a estar incluida en la definicin de tal individuo [de substancia], de la misma ma nera que lo estn los predicados que son causas de los sujetos en las definiciones de stos. As, por ejemplo, decimos del hombre, igual que de la mayor parte de los animales, que tiene una cier ta cuantidad, puesto que cada uno de ellos tiene una magnitud propia. En una palabra, es eviden te que las dimensiones son posteriores al ser ani mado, y que el alma y lo animado son anteriores a ellas. Tambin es evidente que los seres natu rales son anteriores a las dimensiones que en ellos se pueda imaginar. Ahora bien; a estas [dos clases] se reducen todos los individuos de subs tancia, ya que cada uno de stos es o animado o natural.
64 -
11. En cuanto a la cuestin de qu cosa sea el gnero ms universal que se encuentra en ta substancia, si es el mismo cuerpo o algo a lo que sea accidental el cuerpo, y en este ltimo caso, qu cosa sea esa a la que es accidental la. corporeidad, todo lo explicaremos cuando se declare la naturaleza de los principios de la substancia sensible y el modo de ser de las especies, de los gneros y, en general, de los universales. Por lo que toca a los que afirman la existencia de una cuantidad separada, si se refieren a la cantidad que existe en las cosas sensibles, ya se ha demostrado en la ciencia fsica ser tan imposible que la materia prima est depojada de ella, como el que est despojada de forma; de lo contrario, se dara un individuo de substancia sin cantidad, lo que es absurdo. 12. Otra de las cosas demostradas en la fsica, al examinar la naturaleza del espacio, es la imposibilidad de que a dimensin est separada. En la misma ciencia se ha evidenciado que el tiempo existe en un sujeto, que es el cuerpo celeste; de lo que se deduce que la categora cundo-existe mediante la substancia. En efecto, un ser en tanto dice relacin al tiempo, en cuanto es mudable o . se concibe en l una mutacin; ahora bien, lo mudable tiene que ser necesariamente cuerpo, conforme a lo declarado en la fsica. 13. El nmero perteneciente a la cantidad dis-
_ 65
creta no es otra cosa que un conjunto de unida des, segn se acostumbra a definirlo. Ya hemos dicho antes que mediante las unidades designa un concepto universal sacado por el entendimiento de cosas ajenas a las esencias de las cosas, y que, por lo tanto, el nmero es por necesidad un acci dente; ms tarde demostraremos que le conviene ms bien ser acto del alma que realidad existente. De esto se deduce que ni esta [cantidad] ni ningu no de los nueve accidentes, puede estar separado de la substancia; antes por el contrario, la subs tancia es anterior a ellos con anterioridad de cau sa a efecto, y no slo le conviene esta clase de prioridad sobre los accidentes, sino tambin aque lla que existe por razn del tiempo, as como la que existe por razn del conocimiento, ya que la substancia es ms conocida que el accidente; por lo que hace a lo anterior y a lo posterior, ya queda dicho cuntas acepciones tiene. La cuestin relativa a la existencia de una cantidad separada, cuyo modo de ser se diferencie del modo de ser de esta cantidad sensible, y que sea objeto del arte matemtica, segn el parecer de Pitgoras, ser examinada cuando se establezcan sobre sli das bases las materias de las artes particulares (i).
(0
de
66 14- Respecto a la manera que estas categoras tienen de existir en la substancia, a saber, si sta tiene lugar mediante una especie de gradacin, de modo que unas sean algo as como causas de que otras existan en la substancia, o bien existen en sta, dentro de un mismo grado, hasta el punto de que no sean unas anteriores a otras, cosa es que aparece clara, en vista de la necesidad que tienen algunas de ser precedidas por otras en la substancia. Tal es, por ejemplo, el caso de la can tidad, que es evidentemente la primera en cuan to a existir en la substancia, ya que no se da can tidad sino en el cuerpo, como ni tampoco lugar sino en lo corpreo, en cuanto tal, ni situacin sino en lo localizado, ni accin y pasin sino por intermedio de la situacin y del lugar en dnde', cosas todas que se deducen de lo demostrado en la fsica. Asimismo la categora de hbito no se encuentra en una cosa, sino despus de ser sta cuerpo y dotada de lugar y de situacin. Sin em bargo, no hay inconveniente en que se encuentren en un mismo grado dos de ellas; por ejemplo, la cualidad y el lugar en dnde, pues en ninguna de ellas se ve preferencia sobre la otra, para existir en la substancia. 15- De lo dicho se deduce que los nueve pre dicamentos [de accidente] existen en la substancia, a la par que queda declarado cmo unos tienen una existencia anterior a otros en la substancia.
Ahora debemos estudiar tambin los elementos y principios de la substancia, y en general, [investi gar] si hay una materia que, existiendo en la subs tancia sensible, sea anterior a sta, y, caso de que exista, de qu naturaleza es. Lugar es ste en que se tropieza con arduas dificultades y gran diferen cia [de opiniones] entre los antiguos, adems de ser preliminar esta cuestin a aquella otra en que se investiga si hay o no una substancia separada que sea principio de la substancia sensible, y caso de existir, cul sea su modo de ser. 16. Decimos, pues, que, segn hemos visto an teriormente, la palabra substancia tiene varias acep ciones; sin embargo, la ms extendida y la reco nocida por todos es la de individuo concreto que no est en un sujeto ni se predica del sujeto (i): ta les son los individuos hombres, animales, plantasi astros y piedras; de aqu la conveniencia de esta blecer una investigacin acerca del principio de esta substancia sensible. Son varias, segn hemos dicho anteriormente, las opiniones de los antiguos acerca del fundamento y partes de esta substancia sensible. En efecto, algunos creen que consta de partes indivisibles finitas o infinitas (2); mientras que otros piensan que es la corporeidad aquello en que se basa [la substancia]. Ahora bien, como el
(1) (2) Vid. libro Vid. libro prrafo 24, nota. prrafo 2 5 , nota.
68 concepto de corporeidad implica la divisibilidad en dimensiones, opinan que stas son las ms acreedoras al nombre de substancia. Mas pudiendo ser las dimensiones, por medio de una repre sentacin mental, superficies, y stas resolverse en lneas y las lneas en puntos, son de opinin que los puntos son substancias. A su vez, otros juzgan que los universales de la substancia, predicables de sta, considerados en cuanto son algo que subsis te por s mismo, son principios de la misma. En general, convienen todos en reconocer una causa material, si bien algunos creen que sta son los tomos, mientras que otros dicen que es el fuego o el aire u otras cosas por el estilo, de las excogita das por cada uno de los filsofos anteriores. 17. La falsedad de tales opiniones, desprovis tas de todo valor, fu ya declarada en la ciencia fsica, en la cual se ha visto claramente que todos los seres sensibles constan de materia y forma. En el mismo lugar se ha dado a conocer el nmero de especies de las materias y de las formas, si bien all slo se especula sobre ellas, en cuanto principios del ser mudable y, de una manera ge neral, en cuanto son principios de la mutacin. Por eso, las opiniones referentes a tal cuestin, calificadas de defectuosas desde tal punto de vista, tienen su refutacin propia en aquel lugar (en la fsica)', tal es la teora de los tomos y otras que aquella ciencia toma a su cargo refutar. En cam-
6g
bio, el estudio que de ellas (de la materia y de la forma) se hace al presente, versa acerca de su cualidad de principios de la substancia, como tal substancia; de aqu que las opiniones a ellas refe rentes que sean falsas, consideradas desde este punto de vista, tengan su refutacin en este lu gar. De esta clase es [la opinin de] aquel que cree que los universales de la substancia son prin cipios de la misma, as como [la de] aquel que piensa que las dimensiones son aquello que sir ve de fundamento a la substancia, si bien esta sentencia es susceptible de ser examinada desde dos puntos de vista, [esto es], en esta ciencia y en la fsica, como lo hizo Aristteles en el [libro] ter cero del De coelo et mundo. Avicena se equivoc de medio a medio en esta cuestin, pues crea que al fsico no le era posible demostrar que los cuerpos constan de materia y forma, y que slo el metafsico era el encargado de demostrarlo! pero que tal afirmacin no tiene fundamento al" guno, cosa es de suyo evidente para quien cultiva las dos ciencias, a saber, la fsica y la metafsica. 18. En este supuesto, y una vez declarado el aspecto en que esta ciencia estudia la cuestin que nos ocupa, debemos empezar nuestra investiga cin acerca de este asunto por lo ms conocido para nosotros, que son las definiciones. En efecto, una de las cosas a que se aplica la palabra subs tancia, es la definicin, y de aqu que oigamos a
los filsofos decir que la definicin da a conocer la substancia del ser; eso, adems de que debe mos partir siempre de lo ms conocido para nos otros a lo ms conocido por naturaleza, como se ha dicho en otro lugar. As, pues, la definicin, se gn lo dicho, es una oracin que da a conocer la esencia del ser, mediante algo esencial, que cons tituye el fundamento del mismo. Ahora bien, queda demostrado en el arte lgica que las cosas predicables son de dos clases: esenciales y acci dentales. Los predicados esenciales son, a su vez,, de dos especies, a saber: predicados que son par tes de la substancia del sujeto, siendo stos los que propiamente constituyen las definiciones; y predicados en cuya substancia existen los sujetos, y stos no pueden integrar la definicin, por ser algo posterior a la substancia definida. Por eso, estudiada la cuestin en este aspecto, se ver, a poco que se reflexione, que los individuos con cretos estn dotados de partes anteriores a ellos, en las cuales tienen su fundamento, concepto que slo es aplicable a la substancia. 19. Mas porque los individuos de accidente, si bien llevan incluida tambin en su definicin la [idea de] substancia, que les sirve de base, son cosa distinta de sta, por eso no tienen verdade ra definicin, ni tampoco el compuesto de subs tancia y accidente, como la tiene el compuesto de materia y forma, segn se ver despus. Por esta
parte aparece con toda claridad que ninguno de los predicados de las categoras [de accidente] puede servir de base a la substancia, pues para los efectos de dar a conocer la esencia o parte de la esencia del individuo de substancia, de nada pue de servir el que sta est dotada de cualidad, o cantidad, o relacin, o lugar, o tiempo, o accin, o pasin, o situacin, o hbito. De esto se deduce claramente la diferencia existente entre las formas esenciales y los accidentes, bien que ambas cosas residan en la substancia. 20. As, pues, una vez demostrado que existen partes de la substancia anteriores a sta, estudie mos la manera de existir que tienen estas partes en la substancia, [investigando] si los universales son algo accidental a las mismas, o [por el contra rio] algo anterior a ellas, como quieren los parti darios [de la teora] de las formas [separadas]. En una palabra, estudiemos todas aquellas cosas que les estn anejas, no slo en cuanto que son indivi duos sensibles o partes de algo sensible, sino tam bin en cuanto que son inteligibles y universales, pues son stos dos aspectos del ser completamen te distintos. Adems, constando la definicin de partes mltiples, [debemos investigar] la manera de existir de cada una de estas partes en el com puesto, si existen en potencia o en acto, y, en ge neral, por qu razn decimos que lo definido es uno, constando de mltiples partes en la defin-
72 cin. [Por fin] se dar a conocer qu relacin tie nen las definiciones y sus partes con las cosas de finidas. Esta investigacin parece que debe ser comn a substancias y accidentes, una vez conce dido que los accidentes son definiciones, si bien aqu el objeto primario es el conocimiento de la substancia. 21. Por esta razn debemos estudiar, en pri mer lugar, las definiciones. Decimos, pues, que evidentemente la definicin slo conviene, prima riamente y por va de anterioridad a la substan cia, mientras que en las dems categoras, dado caso que la tengan, existe por va de posterioridad. En efecto: las otras categoras, si bien tienen pre dicados esenciales que integran las definiciones de las mismas, conforme a lo que ocurre en la subs tancia, con todo llevan necesariamente en sus de finiciones la definicin de la substancia,, pues se trata de cosas que no pueden existir en s mis mas. [La definicin de substancia puede ir inclui da en la de accidente] o en potencia prxima o en acto. [Va incluida] en potencia prxima, cuan do se trata de categoras en cuya definicin no aparece la relacin de las mismas con la substan cia, conforme a lo que antes dijimos, y en espe cial cuando existen abstradas en el entendimiento y se las aplican nombres primitivos. De la blan cura, por ejemplo, en cuanto abstrada en el en tendimiento, se dice que es color que hace que
la vista distinga [los objetos] (i). Esta propiedad se encuentra en mayor proporcin en la magnitud y en la figura. 22. Mas cuando [los accidentes] se expresan mediante nombres derivados, que son los que ms propiamente los designan, entonces se manifiesta la substancia en la definicin de los accidentes. En realidad, la substancia aparece de una manera clara [como incluida] en acto en la definicin de los accidentes, cuando se trata de aquellas cate goras en cuya definicin se encuentra la substan cia; y en general, en los accidentes esenciales en cuyas definiciones van envueltos los sujetos o g neros de sujetos de estos accidentes. Tales son, por ejemplo, la chatedad en la nariz y la risa en el hombre. Por eso, los nombres de estas cosas de signan un ser compuesto de accidente y de subs tancia. En cunto a los nombres primitivos de ta les compuestos, como dice Aristteles (2), o no tienen definicin, a causa del exceso y repeticin que sta implicara, ya que el que define la chate dad incluye en la definicin de sta la de nariz y adems la de la depresin existente en la nariz,
(1) Este es el sentido de la frase j O > l l ^ S j & o . T a l tra Metafsica
duccin est garantizada por la existencia, en la sado en anlogos trminos. Vid. Metafsica, tulo V I I . (2) Vase Metafsica, libro 7 . , captulo V .
0
74 depresin en cuya definicin incluye la nariz, con lo cual resulta sta incluida dos veces en la misma; o, dado que tengan definicin, ser por una razn de posterioridad, con relacin a la substancia compuesta de materia y forma, pues la definicin es aplicable slo a los compuestos. 23. Una vez demostrado que todas las categoras tienen definiciones que designan las esencias de las mismas, y que slo a la substancia le conviene una verdadera definicin y una guiddidad substancial, veamos si las esencias e inteligibles de las cosas son las mismas cosas singulares, de la misma manera que decimos que la imagen de una cosa es la cosa misma y que la forma sensible de un ser es de igual significacin que el ser sensible, o si son ms bien [tales inteligibles] algo distinto de los mismos [seres singulares] en cuanto que tienen una existencia fuera del alma. Decimos, pues, que los predicados que constituyen la esencia de una cosa, es decir, aquellos que dan a conocer la substancia del ser singular, son este mismo ser singular, en la forma que dejamos apuntada, esto es, en cuanto dan a entender la substancia de los singulares. 24. Pero los predicados accidentales [de una cosa] no son la cosa misma, pues si ocurre [por ejemplo] que el mdico es albail, la esencia de la medicina no existir en el [concepto de] albail, como ni tampoco el ser hombre consistir en ser
75
hombre blanco. En casos como stos, el predica do y el sujeto slo de una manera accidental pue den ser una misma cosa, al revs de lo que ocu rre en los predicados esenciales. En efecto, si los universales esenciales de una cosa no fueran la cosa misma singular, esto es, el sujeto, la esencia de una cosa no sera la cosa misma, y, por consi guiente, la esencia de animal, en un animal dado, no sera el animal mismo, con lo cual desaparece ra [todo] conocimiento, hasta el punto de que ninguna cosa tuviera inteligible [propio]. 25. En cuanto a aquellos que describen los universales como existentes en s mismos (i) y se parados, se ven obligados a admitir que son, desde cierto punto de vista, distintos de los seres singu lares. Partiendo de la base de sus afirmaciones, tendran que admitir una de estas dos cosas: 1 . Que esos universales no fuesen los inteligibles de
(1) E l problema de los universales y su introduccin en
la filosofa arranca de la observacin de Herclito, en que estn los seres singulares. E s t o indujo a los
referente filsofos
a la inconsistencia de los objetos y al perpetuo flujo y reflujo a pensar que una doctrina verdaderamente cientfica no p o da reconocer como base lo particular y perecedero, sino lo universal y fijo. Esta teora fu desarrollada sobre todo por Platn, quien la exager hasta el punto de creer a los univer sales separados y existentes varios pasajes de la Metafsica, del libro trina de Platn. en s mismos. Aristteles, en sobre todo en el captulo V I I
tales seres singulares, y, en ese caso, no tendran virtualidad suficiente para [intervenir en la forma cin de] la idea de las cosas singulares, que es precisamente lo contrario de lo que afirman, ya que la razn de que traigan a colacin los univer sales y sean partidarios de ellos no es otra cosa que [la obtencin de] un conocimiento ms per fecto. 2. Que se les concediese que esos univer sales [separados] diesen a conocer las substancias de los singulares y fueran un medio para entender las esencias de los mismos, y aun en ese caso se se guira que dichos universales separados, conside rados como existentes fuera del alma, eran algo distinto de los [otros] seres que existen fuera del alma, en cuanto a la propiedad que stos tienen de cambiarse unos en otros. Eso, adems de que, para que pudiesen ser entendidos, necesitaran di chos universales de otros universales; porque si un ser existente fuera del alma necesitara, para ser entendido, de otro ser que estuviese fuera del alma, para este ltimo se necesitara lo que para el primero y tendramos un proceso hasta el infi nito. As, pues, se deduce de lo dicho que, para que podamos entender las esencias de las cosas, no necesitamos afirmar la existencia de universa les separados, prescindiendo de que existan o no; mas, dado caso que existan, son insuficientes para dar idea de las esencias de las cosas y, en gene ral, para [influir en] el ser sensible.
a
77 26. Que los universales que entran a formar las definiciones son eternos e incorruptibles, y que, caso de que existan en s mismos fuera del alma, como creen los partidarios de [la teora de] las formas, no ejercen influencia en la formacin del ser sensible, puede demostrarse de la siguien te manera: Todo ser producido es algo, es decir, es una criatura y una forma; procede de algo, es decir, de un elemento; y es [engendrado] por algo, a saber, por la causa eficiente. Asimismo es evi dente que en todas las cosas engendradas, bien lo sean natural, bien artificialmente, el agente y el efecto han de ser por necesidad distintos en n mero e iguales en esencia y en definicin, o, por lo menos, anlogos. Tal propiedad es manifiesta en la mayor parte de las cosas naturales compues tas, como sucede con los animales y plantas, por generacin de raza, pues en stos el generante en gendra, o algo igual a l en especie, como el hom bre, que engendra un hombre, y el caballo, que engendra un caballo, o algo parecido y anlogo, como cuando el asno engendra un mulo. Otro tanto aparece en las cosas simples, ya que el fuego en acto engendra fuego en acto. 27. Sin embargo, alguien ha suscitado dudas, cuando se trata de animales producidos por gene racin espontnea, y de plantas producidas de igual manera. Adems, el fuego puede ser produ cido por percusin del pedernal y, en general,
78 -
por el movimiento, a la vez que es cosa manifiesta la existencia de motores que no pertenecen al gnero de lo movido; tal es, por ejemplo, el semen que mueve la sangre menstrual hasta convertirse en hombre, y el calor de la incubacin que imprime al huevo cierto movimiento, propio para convertirle en ave. A esto hemos de contestar que evidentemente los seres as producidos estn integrados por ms de un motor; as, por ejemplo, el padre imprime movimiento al semen y ste a la sangre menstrual. Esto supuesto, el motor, que necesariamente debe ser uno en esencia con lo movido, o anlogo y parecido a l, es el motor ltimo, que es el que da al motor prximo la potencia para mover; ahora bien, el motor ltimo, en el semen, es el padre, y en el huevo es el ave; si bien, como ya se ha demostrado, son insuficientes tales motores, si no les fcompaa un principio externo, el cual, en opinin de Aristteles (i), que es la cierta, est constituido por los cuerpos celestes, mientras que para muchosfilsofosmodernos es el entendimiento agente, segn se ha visto en la fsica. 28. En cuanto a los animales y plantas, pro(1) Conocida es la teora de Aristteles acerca de la inobras: H o -
fluencia de los astros en la generacin. D e aqu su clebre afirmacin, repetida en muchos lugares de sus minem generat homo et sol.
79 ducidos por generacin espontnea (i), si bien son producidos por el calor de los astros, tal ca lor no es el motor ltimo en su produccin; antes bien, hay un motor anlogo a ellos que les da la forma substancial; motor que, si no es uno en esencia con lo movido, obedece a la razn de ser inmaterial el motor, segn se ha visto. En los animales y plantas engendrados espontneamente, el motor ltimo constityenlo, segn la escuela de Aristteles, los cuerpos celestes [que obran] mediante potencias anmicas de ellos emanadas, y, segn el parecer de los filsofos modernos, el en tendimiento agente. En efecto, Aristteles cree que el agente transmutador y productor no puede ser ms que un cuerpo, o [algo que obre] median te un cuerpo, esto es, una potencia existente en un cuerpo; que la accin que constituye elfindel cambio no puede provenir ms que del agente transmutador; y [porfin]que no es posible que la
(i) Como se ve, el concepto de generacin espontnea, esco dado a esa generacin por
admitido por todos los peripatticos, sin excluir a los lsticos, es distinto del sentido
algunos filsofos modernos. L a generacin espontnea, para los aristotlicos, representaba la produccin de un ser orga nizado (animal y planta) sin causa seminal, mas no sin algu na causa fsica. En los animales de estirpe o raza, la genera cin reconoca como causas al animal y al astro; en el ani mal producido espontneamente, obedeca nicamente a la influencia astral. Otro tanto puede decirse de las plantas.
causa eficiente de la mutacin sea una cosa, y la causa eficiente del fin de la mutacin otra. 29. En cuanto al movimiento que [aparente mente] engendra al fuego, no es que el tal movi miento sea causa eficiente del mismo. La causa efi ciente del fuego es algo que es una sola cosa [con l] en cuanto al gnero; a saber, el calor que, pro cedente de los astros, est esparcido en los elemen tos, y el calor del aire mismo. Por su parte, el mo vimiento no hace ms que suministrar para estos efectos la disposicin en cuya virtud el sujeto pue de recibir la forma del fuego, como puedes com probarlo en el algodn que es quemado por el sol mediante un rayo reflejado por un cristal. En efec to, parece que el rayo no puede actuar en este fe nmeno, sino a travs del aire, con objeto de reci bir [de ste] el calor con que ha de quemar el algo dn, puesto que la luz no es [por s misma] fuego, como es evidente. Adems, el movimiento es una especie de vida para los seres naturales, pues pa rece reducir a acto puro las partculas de fuego existentes en potencia prxima en el aire; por eso el levantar viento acrece la substancia del fuego. De aqu [se sigue] que, posiblemente, lo que con serva, en cierto sentido, la forma del fuego exis tente en acto en la concavidad de la esfera lunar, sea el movimiento del cuerpo celeste, segn lo declarado en la ciencia fsica. En efecto, lo all de mostrado con respecto a los elementos se refiere
8i
a que stos, con relacin al cuerpo celeste, hacen las veces de materia; por lo cual no pueden existir sin l, de la misma manera que la materia prima no puede estar desprovista de forma. A su vez, el cuerpo celeste necesita de los elementos para existir, en la proporcin que las formas necesitan de las materias. 30. Lo que hemos dicho referente a que una cosa slo puede ser engendrada de otra igual a ella en especie y esencia, es ms evidente an en las cosas artificiales que en las naturales. Por ejemplo, la salud producida en los cuerpos humanos por el arte de la medicina procede de la forma de la salud existente en el alma [del mdico], as como la forma existente en piedras y adobes de la casa fabricada por el albail es una forma que proviene de la forma existente en el alma del mismo. Sin embargo, siendo propio de tales formas el constar de ms de una accin, ya que necesariamente, si ha habido curacin, es que ha existido una evacuacin, y si ha habido una evacuacin es que ha precedido un remedio purgante, se sigue por necesidad que lo que en ellas es anterior en el alma del artfice es posterior en cuanto al tiempo en la produccin; de aqu el dicho: lo primero en el pensamiento es lo ltimo en la accin, y lo primero en la accin es lo ltimo en el pensamiento. 31- Otro tanto parece ocurrir con las cosas
6
82 naturales, as como el que tengan por principio ltimo la concepcin por medio del entendimiento. De lo contrario, de dnde les viene que estn naturalmente en disposicin de ser entendidas por nosotros? En efecto, esta [cualidad de ser inteligibles] es algo esencial que existe en la naturaleza de las mismas; ahora bien, lo que es esencial no puede existir en una cosa, mas que necesariamente como producto de una causa eficiente. Pero en las cosas naturales nada hay que pueda hacer a lo sensible inteligible en potencia (es decir, de naturaleza tal que pueda ser entendida por nosotros), a no ser en la hiptesis de que se origine de una concepcin intelectual, aunque tenga un ser sensible, procedente de principios sensibles, como sucede en las cosas artificiales. En efecto, si la clepsidra es inteligible (i) para quien no la ha fabricado, esto se debe a la razn de tener su origen en el entendimiento, es decir, en la forma que est en el alma del artfice, pues en otro caso sera entendida de una manera accidental; otro tanto tiene lugar en las cosas naturales. De aqu se deduce, en trminos generales, la existencia de formas separadas, como causas de que
( i ) La palabra rabe tfJl&oJ), que Alcal transcribe tnenqulna y traduce relox de agua, es, segn Dozy (Supplement aux dictionnaires, rabes, II, 617), de origen persa, sin que tenga relacin alguna con el griego u.crrravov.
83
la substancia sensible sea inteligible; [formas se paradas] que dan a lo sensible la forma substan cial que le hace ser inteligible en potencia, por intermedio de la naturaleza y de los cuerpos ce lestes. Tales formas son las de los cuerpos celes tes, y en este aspecto vieron la cuestin los parti darios de [la teora de] las formas, aunque no se mantuvieran dentro de tal punto de vista. 32. Pero, como nos hemos salido de nuestro objeto, volvamos a nuestro punto de partida. De cimos, pues, que, siendo evidente que lo engen drado, en tanto puede serlo en cuanto se origina de algo que es una misma cosa [con lo producido] en especie y en esencia, es tambin evidente que la esencia, como tal esencia, no est sujeta a ge neracin y corrupcin. Otro tanto puede afirmar se de la materia, pues sta tampoco puede ser en gendrada por la causa eficiente. En su consecuen cia, lo sujeto a generacin y corrupcin es el indi viduo, compuesto de las dos, es decir, aquella cosa que es distinta de su causa productora, en cuanto al nmero, y una misma cosa con sta, en cuanto a la forma. Queda, por lo tanto, demostrado que las formas y las materias, como tales, no estn sujetas a generacin y corrupcin, a no ser de una manera accidental. Y como las esencias de las cosas no son ms que la materia y la forma de las mismas, segn se demostrar despus, resulta que las formas y materias, como tales, no estn
sujetas a generacin o corrupcin, a no ser de un modo accidental. 33. Las formas son generables y corruptibles y, en general, transmutables, en cuanto que son parte del ser esencialmente sujeto a generacin y destruccin, esto es, del individuo, que es un con junto de materia y forma, en cuanto esta forma lo es de algo concreto, no en cuanto que es forma [abstracta]. Lo mismo sucede con respecto a la materia, pues a sta en tanto la afecta la muta cin, en cuanto que es materia de un ser concre to, mas no en cuanto que es materia [en abstrac to]. Pero como la causa de la mutacin que afecta a las formas es la materia, a las formas correspon de con mayor razn esa propiedad [de no ser afectadas de generacin y corrupcin ms que de una manera accidental]. Sin embargo, la materia no es inteligible, por razn de ser materia preci samente, ya que lo inteligible slo afecta a una cosa en cuanto est en acto, sino que la materia es entendida constantemente o por va de analo ga, como sucede en la materia prima, o bien en cuanto le ocurre estar en acto, como sucede en las materias propias de cada ser. 34. As como es evidente que la materia en abstracto no puede ser fabricada por el artfice, as tambin lo es que no puede ser fabricada la forma en general, sino que lo que fabrica el art fice es el compuesto de materia y forma; porque
85
ste en tanto produce la forma, en cuanto que transforma el elemento para comunicarle la for ma. Por ejemplo, el que fabrica un armario, no produce la materia, como ni tampoco la forma del mismo, sino que de una madera determinada produce un armario determinado. Y es que si la forma y la materia, como tales, estuvieran sujetas a generacin y corrupcin, la generacin proven dra de la nada en general, y la corrupcin ira a parar a la nada en general. As, por ejemplo, en el supuesto de que un cuerpo, como tal cuerpo, pudiera ser engendrado, tendramos que dicho cuerpo se originara necesariamente de algo abso lutamente incorpreo. La generacin y corrupcin son ms bien propias del compuesto de ambas cosas, a saber, de la materia y de la forma; con lo cual queda demostrado que la causa productora de un individuo slo puede ser un individuo, ya que lo que transforma el elemento es el indi viduo. 35Queda, pues, evidenciado que las defini ciones [o esencias] son ingenerables e incorrupti bles (1), si bien las cosas definidas estn sujetas a generacin y corrupcin; tambin [queda decla-
( 1 ) L a palabra definicin est tomada aqui y en otros pasajes, no en su sentido lgico, sino en una acepcin o r t o lgica, es decir, que ms bien que la definicin misma lo que 8e quiere significar es lo definido.
86
rado] hasta qu punto les alcanza tal propiedad, as como que no tenemos necesidad alguna, para el caso, de admitir [la teora de] las formas, pues este punto de vista fu el que impuls a los partidarios de tal teora a establecerla. En efecto, los anteriores a Platn (i) crean que no haba ms ciencia que la que versa sobre las cosas sensibles; mas como observaran que los seres sensibles eran mudables y perecederos, negaron la ciencia en absoluto, hasta el punto de que alguno de los antiguos [filsofos], preguntado acerca de [la esencia de] una cosa sola sealarla con el dedo, como dando a entender que era elmera e inconsistente, que los seres estaban en continua mutacin, y que no exista verdad alguna en las cosas, afirmaciones que dieron, en general, origen a la doctrina de los sofistas. Llegada la poca de Scrates, como reconocieran [losfilsofos]la existencia de inteligibles eternos y universales, afirmaron que existan fuera del alma, de la misma manera que existan en ella, adems de creerlos principios de la substancia sensible. De lo que hemos afirmado se deduce que tales universales, aunque existieran de la manera que ellos creen, no tendran influencia alguna en la existencia de las cosas producidas,
(i) Sustentaban esta teora Herclito y su discpulo Cratilo, contemporneo de Platn. Vid. .Aristteles, Metafsica, libro capitulo V I , y libro 1 3 , captulo I V .
8;
ya que la causa generadora del ser particular slo puede serlo otro ser particular, igual a l o parer cido, segn lo anteriormente expuesto. 36. Temistio, defendiendo a Platn, alega, para probar la causalidad eficiente de las formas [separadas], la existencia de animales engendrados de la putrefaccin. Hay que creer que tal princi pio est reconocido por Aristteles, y que la ne cesidad de ponerlo como causa de generacin es evidente, no slo en semejante gnero de anima les, sino tambin en los engendrados por raza, segn lo afirmado en el libro De animalibus (i). Mas, para Aristteles, el principio prximo en ta les seres es la potencia vital, y el remoto, las for mas de los cuerpos celestes. Toda esta doctrina de Aristteles debe ser objeto de una investi gacin. 37. Es falso que Aristteles crea que las for mas separadas tengan una influencia general in mediata en todas las cosas engendradas, como piensa Avicena; sino que, en cuanto a algunos se res naturales, es de creer que la necesidad obli gue a hacer intervenir las tormas separadas en la generacin del individuo, como se cree ocurre en los animales, especialmente en los que no son de estirpe; pero en cuanto a otros, no se ve tal [par(1) Ms abajo daremos razn de estos tratados de A r i s
tteles .
88 ticularidad], como ni tampoco la necesidad de que as suceda, desde el punto de vista de la genera cin de los mismos. Sin embargo, considerada la forma producida en cuanto que le conviene ser entendida y, en general, en cuanto goza de la propiedad, comn [a todas las cosas], de estar or denada, se hace evtente la necesidad de admitir dichas formas para todos los seres, segn hemos dicho. Pero este principio [por nosotros admitido] existe de una manera distinta de aquella que le dan los partidarios de las formas, al creer [por ejemplo] que la idea y esencia de
caballo,
tal
como existe en la materia, existe [tambin] fuera del alma; y de ah el que se vieran obligados a admitir la existencia de un caballo relinchando, sin estar en la materia, y la de un fuego que [se parado de la materia] quema; y si esto es lo que quieren dar a entender, estn en un completo error. Mas si pretenden significar lo mismo que Aristteles opina acerca del modo de ser de las cosas separadas, como cree el principal de esos [filsofos], se equivocan al dar el valor de afirma ciones cientficas a dichos enigmticos, metafri cos e imprecisos, destinados a instruccin del vulgo; pero esto ya lo examinaremos ms tarde. 38. Queda, pues, demostrado por lo dicho que, caso de existir universales, existentes en s mismos fuera del alma, no tendran influencia ni en el conocimiento ni en la generacin, ya que la
generacin, por su esencia, slo es propia de algo individual y particular. En cuanto a las cosas co munes que son evidentemente producidas de una manera accidental, es decir, en cuanto que estn en un sujeto, parece ser la naturaleza la causa de su produccin; as como la causa de que la natu raleza haga las veces de agente debe ser buscada en los movimientos de los cuerpos celestes, mien tras que [a su vez] la causa de que los cuerpos celestes den esta [propiedad] a la naturaleza son las formas separadas inteligibles. Mas Aristteles slo reprende en Platn el [hecho de] que esta blezca lo que [slo] es principio, agente remoto de una cosa engendrada accidentalmente, como prin cipio y causa eficiente de lo engendrado de una manera esencial, es decir, como su causa prxima. 39. En este sentido debe entenderse la dife rencia entre las dos teoras. Pues no es que Aris tteles niegue que las formas separadas sean prin cipios agentes en cierto sentido, sino que este sentido ha de ser el que hemos dicho, es decir, que los seres particulares tienen sus universales, pues en este punto de vista se funda la diferencia entre las formas de Platn y los universales de Aristteles. Segn esto, no es necesario, en cuan to a las cosas naturales, admitir formas separadas [que influyan] en alguno de los seres engendra dos, si se excepta el entendimiento humano. Esta es la verdadera doctrina aristotlica, y por
90 eso demostr antes, que las formas universales no estn sujetas ni a generacin ni a corrupcin, a no ser de una manera accidental; todo lo cual ya ha sido explicado por nosotros en el comentario a su obra acerca de esta ciencia (i). 40. Ahora conviene que examinemos, en el asunto de los universales, si es posible que tengan tal [propiedad], es decir, si es posible que existan en s mismos fuera del alma, hasta el punto de que merezcan ser llamados substancias con mayor motivo que los sujetos sensibles que les corresponden. Entremos en materia. En el supuesto de que estos universales existan fuera del alma en la misma forma que tienen en ella, cabe imaginar que esto se verifique de una de estas dos maneras: 1. Que existan en s mismos sin que, tengan relacin alguna con los individuos sensibles, afirmacin que es contraria a lo que implica la definicin del universal, pues ste, como se ha dicho, es aquella cosa que puede ser predia
(1)
grandes, pequeos y medios. Para designar la primera clase, usaba la palabra ^ J M I O comentario,
(
que es la empleada en
el pasaje que estudiamos. Refirese, pues, nuestro autor, a su gran comentario sobre la metafsica, que, segn eso, resulta compuesto antes que la parfrasis metafsica, por lo menos, y seguramente antes que las dems que componen el volumen. Vid. acerca de este punto la Introduccin.
cada de muchos; eso adems de que tal hiptesis llevara necesariamente a la conclusin de que el inteligible de la cosa no es la cosa misma, afirmaciones todas ellas absurdas. 2. Que el universal sea algo existente fuera del alma, [pero existiendo adems] en el individuo; mas, as concebido el universal, se ver, a poco que se reflexione, que tal hiptesis implica absurdos de la pjsor especie. 41. En efecto, si suponemos al inri versal fuera del alma y existiendo en los individuos, su comunicabilidad a los individuos tiene que verificarse necesariamente en una de estas dos formas: o bien que exista en cada individuo una parte del universal, de modo que Zaid [por ejemplo] no tenga ms que una parfe determinada del concepto de humanidad, y Amr otra, no pudiendo, en consecuencia, la humanidad ser predicada esencialmente de ambos por va de [la interrogacin]: qu cosa es?, ya que lo que [slo] tiene una parte de hombre, no puede ser hombre, afirmacin cuya imposibilidad es evidente en s misma; o bien que el universal, en [toda] su universalidad, exista en cada uno de sus individuos, hiptesis que pugna consigo misma, pues de ella se sigue necesariamente, o que el universal se multiplique en s mismo, de forma que el universal que da a conocer la esencia de Zaid sea distinto del que da a conocer la esencia de Amr, no siendo, en consea
92
cuencia, uno solo el inteligible [o idea] de ambos, lo cual es imposible; o que en [toda] su universa lidad exista, como una sola y misma cosa en se res mltiples, y no slo mltiples, sino que tam bin infinitos, sujetos a generacin unos, y a corrupcin otros, hasta el punto de que [el uni versal] sea generable y corruptible, uno y mlti ple, bajo un mismo respecto, lo cual es imposible; adems de que tal hiptesis implica necesaria mente, no slo la existencia simultnea en el uni versal de cosas contrarias, ya que muchos univer sales son susceptibles de divisiones producidas por diferencias contrarias, sino tambin la existencia de los mismos [universales] en lugares contrarios. 42. Adems, aun concedido que el universal existiese en muchos seres, al modo que cabe con cebir la existencia de lo uno en lo mltiple, es de cir, como algo uno en Hmero y concreto exis tiendo en muchos seres, se seguira que el hom bre [por ejemplo] estara compuesto de asno y caballo y de todas las dems especies en que el hombre se divide, de modo que todas estas espe cies estuviesen unidas, bien por trabazn, bien por contacto. Es ms; de suponer que tales uni versales existiesen fuera del alma, se seguira la existencia fuera del alma de otros universales que hiciesen inteligibles los primeros universales; [la existencia de] estos segundos [exigira la de] unos terceros, y as hasta el infinito.
93 43- Ahora bien; tales inconvenientes no se siguen si suponemos que el universal existe en el entendimiento, pues, como ya se ha demostrado en el libro Del alma (i), aquello en virtud de lo cual el universal es tal universal debe buscarse en una substancia separada, nica e idntica, a saber, en el inteligible de los inteligibles. Por otra parte, cmo puede ser el universal substancia y algo que existe en s mismo, como esos [filsofos] creen, siendo as que de l se afirma que est en un sujeto, sin que pueda denominarse sujeto, como consta por su definicin? Ahora bien; un ser que est en estas condiciones es necesariamente accidente. Adems, admitida su hiptesis, no habra cosa alguna que tuviera substancia propia, sino que las substancias de las cosas seran algo comn, y la substancia particular servira de sujeto a la substancia general. Absurdos todos, derivados de la hiptesis de universales existentes en s mismos, fuera del alma. 44. Pero si no concedemos ese estado [de separacin] a los universales, puede ser que haya alguien que afirme que no son verdaderos, sino inventados y falsos, fundndose en que lo verdadero, segn se define en el libro de la demostra(1) cimos. E s una de las parfrasis contenidas en el mismo ma-
94
cin, es
aquello que existe en el entendimiento, en cuanto que est conforme con lo que est fue ra de l. D e este argumento e s p e c i o s o se han ser vido m u c h o s motaclimes d e nuestra poca, apli c a n d o esta misma doctrina a echar p o r tierra la existencia de los universales; p e r o d e esto no pue den inferir en buena consecuencia, c o m o ellos se figuran, la desaparicin de [todo] c o n o c i m i e n t o , pues no se valen [para ello] ni d e a r g u m e n t o s que consten de dos premisas, ni de p r e d i c a d o s esen ciales. E s t o y a t e n d r e m o s ocasin de discutirlo c o n ellos y con otros, c u a n d o establezcamos so b r e bases slidas los principios del arte d e Ja l g i c a y de las d e m s artes particulares. 45. E n cuanto a la dificultad que aqu ocurre, referente a la existencia d e los universales, es d e las que pronto se resuelven. A s , pues, d e m o s principio a nuestro razonamiento. S i bien lo falso e s aquello que est en el entendimiento c o m o dis c r e p a n d o d e lo que est fuera d e l, segn da a e n t e n d e r lo contrario de la definicin d e verdade ro, sin e m b a r g o , esto, es decir, la existencia en el entendimiento de una cosa q u e no c o n v i e n e con l o que est fuera d e l, p u e d e c o n c e b i r s e d e varias maneras. U n a d e ellas consiste en q u e una cosa tenga un ser puramente mental, sin q u e exista, en manera alguna, fuera del entendimiento, y esto cae manifiestamente y va envuelto en el c o n c e p t o d e falsedad. Otra manera consiste en q u e la cosa
95 [que existe en el entendimiento] exista tambin tuera de l, pero siendo recibida en el entendi miento de modo distinto del que tiene fuera de l; esto, a su vez, puede tener lugar de dos mane ras: 1. Que ese estado, que la cosa tiene en el entendimiento, consista precisamente en una com posicin de sujetos que tengan efectivamente exis tencia fuera del alma, pero cuya mutua relacin sea distinta de la que tienen en s mismos; esto entra, sin duda alguna, en el concepto de falso, en cuya definicin va envuelto, como [puede verse por estos ejemplos]: la cabra-ciervo, la idea del vaco y otras cosas que el entendimiento compo ne, sin que existan, tal como estn compuestas, fuera del entendimiento. 2. Que existan fuera del alma seres de diferentes esencias, existentes unas en otras y confundidas; pero que venga el enten dimiento a diferenciarlas unas de otras, reuniendo lo que tengan de parecido y separando lo que en ellas haya de diferente, a fin de que el entendi miento pueda conocer aisladamente las naturale zas de las cosas en su ser ntimo; ahora bien, esto no puede en modo alguno ser calificado de falso, ni ir envuelto en su definicin.
a a
46. As es como podemos abstraer, con obje to de entenderlos, el punto de la lnea, la lnea de la superficie y la superficie del cuerpo, y en ge neral este es el punto de vista desde el cual nos es posible entender todas las cosas que de suyo
estn en otras, bien sean esas cosas accidentes o bien substancias. Sin embargo, si, al abstraer el entendimiento tales esencias y distinguirlas unas de otras, ocurre, como sucede muchas veces, que pertenecen al grupo de aquellas que por su natu raleza existen de una manera primaria en otras, entonces esas esencias son entendidas juntamente con las cosas que les sirven de sujeto; tal ocu rre con las formas materiales, las cuales en tanto son entendidas en cuanto son materiales. Pero gi esas esencias son tales que no existan en otras de una manera primaria, sino de una manera adven ticia [y secundaria], como se verifica en la lnea, en ese caso son entendidas de una manera esen cialmente abstracta. Esta operacin [abstractiva] es, como se ha visto en el libro Del alma, privati va de la potencia racional, pues los sentidos slo pueden percibir las formas en cuanto son singu lares, y, en general, en cuanto estn en la mate ria y son seres concretos; si bien no las reciben de una manera tan material, como la que tienen fuera del alma, sino en una forma ms espiritual, segn se ha demostrado en el citado lugar. 47. El entendimiento tiene, como operacin propia, el despojar de su forma a la materia con creta y el concebirla aisladamente en su ser nti mo, propiedad que manifiestamente le conviene y mediante la cual se verifica la inteleccin de las esencias de las cosas, pues de lo contrario no exis-
97 tira ciencia alguna. Por lo tanto, lo contenido en la definicin de falso, es decir, la existencia fuera del entendimiento de una cosa que discrepa de la que est fuera de l, no puede comprender la acepcin indicada. De la misma manera, por medio de la definicin de verdadero no puede* uno representarse el ser propio del universal, debido a ser equvocas las palabras empleadas en ambas definiciones, a saber, las empleadas al definir lo falso, como algo que est fuera del entendimiento en cuanto discrepa de lo que est en l, y lo verdadero, como una cosa que existe en el entendimiento en el mismo estado que tiene fuera de l. 48. Mas puede ser que a alguien se le ofrezcan dificultades acerca de un universal en estas condiciones, y haga la observacin siguiente: si suponemos que los universales son cosas [puramente] mentales, sern por necesidad accidentes, y si son accidentes, entonces cmo pueden dar a conocer las substancias de los seres concretos que existen en s mismos, habindose dicho que lo que da a conocer la esencia de la substancia es substancia? Esta dificultad se resuelve, a poco que se reflexione: en efecto, cuando el entendimiento despoja de las formas a la materia y entiende en su ser ntimo las substancias de las mismas, bien sean tales formas substanciales o accidentales, entonces sobreviene a stas en el entendimiento el concepto de universalidad, sin que el universal
7
98 -
sea las mismas formas de tales esencias. Por eso los universales pertenecen a los inteligibles segundos, mientras que las cosas a que se unen los universales pertenecen a los inteligibles primeros; ahora bien, acerca de la diferencia entre los inteligibles primeros y segundos ya se ha tratado largamente en el arte de la lgica, y es cosa muy conocida para los peritos de la misma. 49. Una vez demostrado que los universales no son substancias de las cosas sensibles, veamos cul es la substancia de las mismas. Es evidente que los seres sensibles, es decir, los individuos de substancia, estn compuestos de ms de una cosa, desde el momento en que para ellos empleamos la pregunta: por qu?, pregunta que no se emplea con las cosas simples; pues nadie dir: por qu el hombre es hombre?, ya que las ideas de sujeto y predicado son [aqu] idnticas. La pregunta: por qu?, slo puede ser empleada en las cosas compuestas, como cuando decimos: por qu el hombre es mdico?, a lo que se responde: porque es racional, respuesta con la cual se da la forma de la cosa. Tambin puede darse [como respuesta] la materia de la misma, y en este sentido decimos: por qu este ser es sensitivo?, a lo que se contesta: porque se compone de carne y de hueso. En general, como respuesta a la pregunta: por qu algo es tal cosa?, puede ser aducida una de las cuatro causas.
99 50. Siendo esto as, es de todo punto evidente que los individuos de substancia son cosas com puestas, y que, aunque sean una sola cosa en acto, son, sin embargo, mltiples en potencia. Pero la unidad en los compuestos no procede de la liga dura o contacto [de los componentes], al modo que tiene lugar en muchas de las cosas artificia les; pues no es posible que los elementos de una cosa existan en acto en la cosa misma, ya que, de lo contrario, el compuesto de elementos sera los mismos elementos. Por ejemplo: si en el oximiel, compuesto de miel y vinagre, estos elementos es tuvieran en acto en el compuesto, el oximiel no sera otra cosa que los mismos vinagre y miel. Asimismo el agua, el fuego, el aire y la tierra no existen en s mismos en la carne y en el hueso, pues, en tal caso, el hueso y la carne seran agua, fuego, aire y tierra. 51. De aqu se deduce que en el ser engen drado hay otra cosa distinta de los elementos, en virtud de la cual ste es lo que es; de lo contra rio, lo engendrado sera la cosa misma de que est compuesto; a no ser que digamos que en el agua, fuego y aire existen en acto la carne y el hueso, y en general, seres infinitos, con lo cual nos convertiremos en partidarios de la doctrina del caos (1). Adems, en ese caso, la cosa que
(O Refirese, sin duda, a los siguientes versos de H e -
IOO
hace se diferencien entre s el compuesto y el elemento [componente] tendra que ser por necesidad, ya que es un ser que aade algo al mismo [elemento], o elemento, o algo [procedente] de elemento. Pero, si fuera elemento, sera necesario suponer para ste lo que se supuso para el primero, es decir, para que este [ltimo elemento] se distinguiera del ser compuesto de l y de los elementos anteriores a l, sera necesario otro elemento, y as hasta el infinito, hasta el punto de que en una sola cosa existiesen en acto infinitos elementos. Mas si fuera algo [procedente] de elemento, tendra que existir una cosa, en virtud de la cual se diferenciara del elemento que le integra; y si esa cosa fuera algo [procedente de] elemento, se dara un proceso hasta el infinito. 52. De este razonamiento se deduce que en el compuesto hay una substancia, que no son los elementos y que se llama forma. Ahora bien; constando precisamente las definiciones de gnero y diferencia, segn se ha visto en el arte de la lgica, y deducindose de lo antes dicho que las tales no tienen, consideradas como universales, existencia fuera del entendimiento, ni son en
su Metafsica,
li-
captulo IV: Mucho antes de todas las cosas existi hermoso de todos los inmortales.
IOI
modo alguno causas de los seres definidos, es evidente que el gnero no es otra cosa que la expresin de la forma general de lo definido, con relacin a lo cual hace sta las veces de materia, ya que es propio de la materia el ser comn. En una palabra, el gnero es una cosa que se une a la forma general, de la misma manera que se une el universal al inteligible de la cosa. Asimismo, por lo que hace a la diferencia, es tambin evidente que afecta como inteligible a la forma particular del ser, en cuanto que ste existe en el entendimiento; en una palabra, es expresin de la forma, as como el gnero lo es de la materia. 53- Por esto se ve claramente la relacin de las definiciones con las cosas definidas, a la vez que se resuelven muchas de las dificultades que acerca de ellas pudieran ocurrir; tal es, por ejemplo, la que se les ocurri a muchos de los antiguos [filsofos] que decan: cmo puede suceder que el [concepto de] animal, por ejemplo, que tomamos en la definicin de hombre, sea ms general que hombre, siendo parte de ste? Tambin se suele formular esta duda: cmo puede predicarse el gnero de la especie por el procedimiento de [la interrogacin]: qu cosa es? Todas estas dificultades se les ocurren por no discernir claramente la acepcin [diversa] de las dos clases de ser, a saber, el mental y el que est fuera del entendimiento; por eso no podan menos de presentarse-
102
les las dificultades que se ofrecen siempre en aquellas cosas en que tiene lugar el [sofisma lla mado] dictum simpliciter(i), tomando como uno lo que es mltiple. 54- As, pues, una vez demostrada la relacin del gnero y de la diferencia con las partes de lo definido, es evidente que las partes de la substan cia concreta no son otra cosa que la materia sen sible. Lo mismo ocurre con los accidentes, en cuanto les corresponde tener definiciones y forma sensible; esto, era todo lo que nos propusimos de mostrar desde un principio. Veamos ahora qu cosa son las formas de los seres sensibles en ge neral, o sea, las diferencias del elemento primario [o materia prima], y cules las materias de tales seres, ya que, segn se deduce de la naturaleza de todos ellos, son susceptibles de ser definidos, y ya que las definiciones constan de gneros y de diferencias que representan las formas y materias, bien sean [definiciones de] substancias, bien de accidentes. 55- Decimos, pues, que, por lo que hace a la materia, corresponde a un ser que es potencialmente la cosa misma que despus existir en acto y ser definicin y forma. En cuanto a la forma, es el acto y la esencia, mientras que el individuo
(i) Vid. Elenckorum, libro cin de este lugar sofistico. capitulo IV, la explica
103 sensible est integrado por esos [dos principios]. Por lo que respecta a la materia, reconocen todos los antiguos [filsofos], adems de ser cosa que desde luego se deduce de lo dicho en la ciencia tsica, que todas las cuatro clases de mutacin, a saber, generacin y corrupcin, aumento y dismi nucin, cambio y [movimiento de] translacin, tie nen un sujeto sobre el que han de ejercer su acti vidad transformativa, pues es de suyo evidente que la mutacin, por ser un accidente, necesita tener un sujeto; por lo cual, no se da mutacin sin cosa mudada. Sin embargo, las cosas que tienen mutacin substancial, deben tener todas las dems clases de mutacin; en cambio, las cosas que tie nen las dems clases de mutacin [no substancial], no es preciso que tengan tambin la mutaci/i substancial; tal sucede, por ejemplo, con el movi miento local, segn se ha demostrado en la cien cia fsica, con relacin al cuerpo celeste. Mas to los los antiguos reconocen, como hemos dicho, que la materia es una substancia, si bien se divi den las opiniones acerca de la esencia de la mis ma, es decir, de la materia prima. Lo que h a y acerca de esto, ya lo hemos declarado en la cien cia fsica; despus declararemos las diferencias de la misma [materia]. 56. En cuanto a la forma, representada por la diferencia, conviene ahora que empecemos a tra tar de ella y que demos [cuenta de] las diferencias
104 generales mediante las cuales es divisible, en cuan to que es forma; empecemos, pues: Aristteles re fiere de un antiguo [filsofo], de Demcrito (i), que reduca las diferencias de las cosas a tres gru pos: la figura; 2., la posicin; 3. , el orden. Ahdra bien, adems de que no comprende en esta opinin las formas de los seres sensibles, es decir, las formas incluidas en las definiciones de stos, no hace figurar en ella cosas que merecen con mayor razn el nombre de diferencias; tales son las diferencias substanciales, cuyos diversos gra dos han sido dados a conocer en la fsica. 57. Antes bien, es evidente, en una palabra, que las diferencias substanciales de las cosas son muchas: unas que radican en la substancia y otras que existen en la cuantidad, en la cualidad y, en general, en cada una de las diez categoras; si bien el que ocurra que no se manifiesten las diferen cias naturales de las substancias, es debido en gran parte a que los accidentes propios de stas ocupan el lugar de las diterencias, como sucede con la figura, la situacin el orden y otros acci dentes. De aqu el que se interprete en ese senti do a Demcrito, cuando haca consistir las dife rencias de la substancia en las tres citadas; pero
0
(1) tteles.
trada en el libro
ios
no puede estar libre de reproche, ya que, como vemos, hay muchas substancias cuyas diferencias radican en cosas distintas [de las tres indicadas]; tales son, por ejemplo, las substancias cuyas diferencias estriban en el calor y frialdad, y en otros accidentes; en cuanto a las diferencias pro pias de las cosas artificiales, son [tambin] acci dentes. 58. Como las cosas constan de materia y for ma, las definiciones, que renen esas dos cosas, son de todo punto perfectas. As, el que define la casa como constituida por adobes y madera, slo expresa la casa en potencia; y el que la define como algo que oculta y cubre lo que ella contie ne, o como algo que tiene una figura determina da, no presenta ms que la forma [de la casa]; y aun sta, no segn el ser real que tiene, ya que [la forma] slo puede existir en la materia. En una palabra, no presenta ms que una parte de la de finicin, pero no todas las partes que sirven de base a la misma. En cambio, el que rene esas dos cosas en la definicin, diciendo en ella que la casa est constituida por adobes y piedras, some tidas a una composicin determinada y dispues tas para un fin determinado, ste presenta todas las cosas que constituyen lo fundamental en un edificio, consideradas desde el punto de vista en que son fundamentales. 59- Puede suceder, sin embargo, que a alguien
io
se le ocurra alguna dificultad acerca de esto y diga: demos de buen grado que estas cosas tengan lugar en las definiciones de seres que tienen materias sensibles, pero cmo pueden tener lugar en los seres en cuyas definiciones no van incluidas materias sensibles, como son, por ejemplo, las definiciones del tringulo y de la circunferencia? Esta dificultad tiene su solucin. En efecto, aunque estas cosas carecen de materias sensibles, por lo cual se dice de ellas que han de ser estudiadas precisamente como no existentes en la materia, hay, sin embargo, en las mismas algo que, con respecto a ellas, guarda la misma relacin que la materia sensible respecto a las formas naturales. Cuando decimos, por ejemplo, que la circunferencia es una figura circundada por una sola lnea, en el interior de la cual hay un punto y en la cual todas las lneas que parten de ese punto en direccin a la lnea circundante son iguales, en esta definicin las palabras figura y circundada por una sola lnea hacen las veces de gnero, y las restantes, las veces de diferencia. La relacin existente entre estas materias mentales y las sensibles se funda en que las mentales existen en potencia en la circunferencia, no de otra manera que existen las materias de las cosas sensibles en las cosas sensibles. Todo esto ya lo explicaremos ms tarde, cundo se declare la forma de existir las partes de la definicin en lo definido, y la razn
de que sea una sola cosa lo definido, constando de muchas partes la definicin. 60. Si las cosas, pues, se han tal y como las hemos expuesto, y habindose, adems, demostrado que las substancias sensibles constan de materia y forma y del compuesto de ambas, quiz venga alguien a hacer la siguiente pregunta: si las substancias sensibles se componen de materia y forma, cul de las dos cosas es la indicada, por las palabras [substancia sensible]: la materia y la forma, o el compuesto de ambas? Es evidente que tales palabras se refieren, en una acepcin ms corriente, al compuesto de las dos cosas; y si unas veces se aplican a la forma y otras al compuesto [de materia y forma], esto slo puede tener lugar por va de anterioridad y posterioridad, ya que el compuesto, slo mediante la forma, puede existir como tal, siendo, por lo tanto, ms digna de que se le aplique dicha palabra. Por eso, comparadas ambas significaciones, se ver que la significacin del compuesto por la substancia sensible es anterior en tiempo y posterior en naturaleza, mientras que la designacin de la forma por dicha substancia es posterior en tiempo y anterior en existencia. Y es que el pueblo no suele apreciar estas diferencias en los individuos de substancia, porque el vulgo, como slo percibe el compuesto, a ste es a quien aplica el nombre; de donde resulta que, debido a esa denominacin, la significacin refe-
io8
rente al compuesto es anterior en tiempo a la sig nificacin relativa a la forma, pues sta es percibi da en ltimo trmino, sin embargo de ser anterior en existencia al compuesto. 6l. Conviene tambin que tengamos presente lo que hemos dicho otras veces, a saber, que el ser en las cosas sensibles tiene dos manifestacio nes, que son el ser sensible, y el ser inteligible, y que el ser inteligible es el mismo ser sensible, en cuanto que ste es dado a conocer en su esencia por aqul; de aqu el que se diga que el inteligible de una cosa es la cosa misma. Ahora, que el ser inteligible sea el mismo ser sensible por razn de entrar el ser inteligible en la composicin del ser sensible, o por razn de ser ste producido esencialmente por aqul, como pretenden los partidarios de la teora de las formas: o bien que ambos sean una misma cosa, desde todos los puntos de vista, es una opinin absurda. Cier tamente, una vez supuesto que el inteligible de una cosa es la cosa misma, desde cualquier punto de vista, tendramos que la forma inteligible del compuesto era el compuesto mismo, y, por lo tanto, que el hombre era el alma [del hombre]. 62. Asimismo, de suponer que la substancia inteligible entrara en la composicin de la subs tancia sensible, seguirase que las cosas sensibles no estaban sujetas a generacin y corrupcin, pues, segn se ha demostrado anteriormente, esto
og
es lo que sucede con respecto a la forma y mate ria, consideradas de una manera absoluta, es de cir, que no estn sujetas a generacin y corrup cin. De aqu el que los elementos de las subs tancias mudables deban ser necesariamente mu dables, de una manera accidental y no de una manera esencial; es decir, que las formas natu rales son generables y corruptibles, no de una manera esencial, sino en cuanto que forman par te de lo generable y corruptible, que, como ya queda demostrado, es el individuo. Ahora, si exis te [o no] alguna forma natural separada, cosa es que ha sido ya discutida en la ciencia fsica. 63. De lo dicho acerca de la definicin, [o sea que la definicin] es una elocucin que consta de partes, se deduce que las definiciones slo son aplicables a las cosas compuestas, y que la forma, la materia y, en general, las cosas simples, no pueden ser definidas, a no ser por va de seme janza; sigese tambin, que los que dicen que las definiciones de las formas separadas son las mis mas definiciones de las formas que existen en las materias, estn en un error. Tambin yerran los que afirman que las substancias de las cosas son los nmeros (i), pues en ese caso tendran que admitir que los nmeros no se componen de uni(1) T a l era la opinin de los pitagricos. Vid. Aristte libro captulo V et alibipassitn.
les, Metafsica,
110
dades, ya que, siendo las cosas capaces de ser de finidas, la definicin consta de partes que no son unidades; a no ser que digamos que los seres sen sibles son puras unidades, en el cual caso, la defini cin no podra existir en manera alguna. Mas, por el contrario, es de suyo evidente que el nmero existe en la materia, y que en l existen, la unidad, por ra zn de la forma, y la multiplicidad, por razn de la materia, todo lo cual hemos de explicar despus. En una palabra, es evidente, por lo que hace a los individuos sensibles, que son seres compuestos, desde el momento en que tienen dos modos de ser completamente distintos, a saber: el ser sensi ble y el ser inteligible; porque no es posible que estas maneras de ser existan en las cosas, como procedentes de una misma raz, sino que la forma es causa de que el ser sea inteligible y la materia es causa de que el ser sea sensible. 64. Queda, pues, declarado cuntas son las especies primarias de las formas sensibles; convie ne, por lo tanto, que empecemos a explicar las di ferencias de la substancia material y sus clases. Entremos en materia. Siendo cuatro los gneros de mutacin, a saber: substancial, cuantitativa, cualitativa y local, y no siguindose de la existen cia de la mutacin local en una cosa la existencia de la mutacin substancial en la misma, como ni tampoco la existencia de la mutacin cuantitativa o cualitativa, es evidente que el sujeto de la mu-
III
tacin substancial es distinto del sujeto propio de las dems clases de mutacin y, en especial, del sujeto de la mutacin local. De aqu el que apa rezca clara la distinta acepcin que tiene la pala bra materia, segn se trate de los cuerpos celes tes o de los cuerpos sujetos a generacin y co rrupcin. As las cosas, la materia es de dos cla ses: una, que es sujeto de la mutacin substancial, a la que corresponde con ms propiedad el nom bre de materia, y otra, que es sujeto de las dems clases de mutacin, a la cual se la conoce ordina riamente con el nombre de sujeto. La razn de que los cuerpos celestes tengan materias simples, no compuestas de materia y forma, estriba precisa mente en que no son susceptibles de ms muta cin que la local, pues la mutacin substancial es la que hace que el ser est compuesto de materia y de forma material. 65. La mutacin, como tal, segn se ha visto por las afirmaciones universales de la fsica, no puede existir sino en un ser capaz de divisin, pues la divisibilidad, en tanto se da en el ser, en cuanto est dotado de materia, no en cuanto est dotado de forma, la cual slo puede ser afectada por la divisibilidad, de una manera accidental. En tre los seres mudables, hay unos que tienen una sola materia comn: tales son los cuerpos simples, que tienen una manera comn de participar de la materia prima. Caracteriza a esta especie de seres
112
el poder cambiarse cada uno de ellos en su con trario, en la misma proporcin en que ste es ca paz de la misma operacin, es decir, de cambiar se en el otro; as, por ejemplo, el aire puede con vertirse en agua, de la misma manera que el agua puede transformarse en aire. Hay otra clase de seres que tienen materias diferentes, como la fle ma, cuya materia es la grasa, y la bilis amarilla, cuya materia son las cosas amargas. Esta clase de seres est caracterizada por la propiedad de no poder afirmarse de cada uno de ellos que sea potencialmente su opuesto, de la misma manera que se dice de este segundo [ser virtualmente el pri mero]. La grasa, por ejemplo, es virtualmente fle ma; pero la flema no es grasa en potencia, de modo que pueda convertirse en materia de grasa; de la misma manera, el vivo est en potencia para ser muerto; pero el muerto no est en potencia para ser vivo, de modo que se convierta en mate ria de vida. 66. Por esta razn, no toda cosa proviene de otra cualquiera, sino de su opuesto correspon diente, dotado de una materia adecuada. De aqu el que las cosas no se distingan unas de otras, slo por razn de las formas, sino que tambin de las materias; y no slo por razn de for mas y materias, sino, adems, por razn de las causas agente y final. De todo esto se deduce con toda claridad la conveniencia de que toda invest-
lis
gacin sobre cada uno de los seres naturales deba remontarse a las cuatro causas, sin limitarse ex clusivamente a las remotas, sino incluyendo tam bin las prximas. Esto es todo lo que hay que decir acerca de los principios de los cuerpos sen sibles y sus diferencias. 67. Ahora bien, cmo puedan las definiciones constar de mltiples partes, siendo uno solo lo definido, cosa es que se hace evidente conside rando que el ser concreto no est compuesto de materia y forma, hasta el punto de que cada una de stas exista en acto en el compuesto, como acontece en las cosas compuestas artificialmente, sino que la materia existe en potencia en el com puesto, mientras que la forma existe en acto en el mismo. Cuando afirmamos, pues, de la materia, que existe en potencia en el individuo, expresa mos una idea distinta de la que se expresa cuan do decimos que la materia est en potencia para tal forma; antes bien, lo que pretendemos signifi car, cuando decimos que ella existe en potencia en el individuo, es que la forma se separar de ella cuando se corrompa el individuo, con lo cual existir en ella en acto un cambio, despus de ha ber estado en potencia [para ese cambio]. Ahora bien: estando asimilados los gneros a las mate rias, han de existir asimismo en potencia en la cosa definida, y de ah que no exista en acto una animalidad abstracta, sino una animalidad deter8
minada, es decir, diferenciada. Es ms: cuanto ms remotos sean los gneros con relacin a las formas sensibles, ms les conviene esa clase de ser; es decir, el ser en potencia; tal sucede, por ejemplo, con [el gnero remoto consistente en] ser el hombre un cuerpo. Por esa razn, no se nece sita declarar en la definicin ms que el gnero prximo, ya que todos los gneros del ser, si es que tiene varios, van incluidos en potencia en el prximo; pero, cuando damos el gnero remoto, prescindiendo del prximo, ste no va incluido en aqul, lo cual da motivo a que sean defectuo sas las definiciones que estn en esas condiciones. En efecto, ese modo de ser, representado por los gneros, es un trmino medio entre la forma, existente en acto, y la materia prima, que carece de forma, bien que revistiendo para el caso diver sos grados, como ya hemos dicho. 68. La razn de esto debe atribuirse a que los gneros no son otra cosa que expresiones de las materias compuestas [o concretas], las cuales, por una parte son acto y por otra potencia; por eso, los gneros pueden ser definidos, como pueden serlo las especies ltimas. Pueden servir de ejem plo [las siguientes definiciones]: el hombre consta de racionalidad y de animalidad; la animalidad est integrada por la sensibilidad y por la nutri cin!, y as sucesivamente, hasta llegar al gnero ltimo, que es el que ms de todos se aproxima
a la materia prima, por lo cual este gnero, lo mismo que la forma ltima, es incapaz de ser de finido, a no ser por va de semejanza. Es cosa evidente que, cuando se trata de gneros que se predican de una manera unvoca, la idea expresa da por el gnero representa, en lo afectado por el gnero, un modo de ser ms completo, que el ex presado por las ideas de los gneros anlogos, ta les como el ser y la cosa, por ejemplo; por esa razn, apenas pueden ser [llamados] gneros (i), a no ser de una manera equvoca. 69. De las materias representadas por los g neros, unas son sensibles, como las materias de las cosas naturales, y stas son las que mejor me recen el nombre de materias, y otras son supues tas e ideales, como las materias de las cosas ma temticas; pues, si bien en la definicin de s tas no aparecen las materias sensibles, tienen, sin embargo, algo que se asemeja a la materia, como
(i) E S decir, los verdaderos gneros son los que tienen o sea, aquellos que encie
gnero.
sucede con la circunferencia, que tiene como g nero [o materia] el ser una figura circundada por una sola lnea; a esto se debe el que las cosas ma temticas puedan ser definidas. De aqu se dedu ce que las cosas matemticas no estn separadas, pues si el tringulo, por ejemplo, estuviera sepa rado, antes que l lo estara la figura; si la figura fuera una cosa separada, lo sera la lnea; si lo fue ra la lnea, lo sera tambin el punto; pero todo esto ya lo examinaremos despus. Ahora bien; si existieran cosas desprovistas de materias sensibles o mentales, las tales no seran en modo alguno cosas compuestas, ni tendran definicin alguna, ni se dara en ellas un ser en potencia, sino que seran acto puro, ni habra que buscar fuera de ellas la causa de su simplicidad: en una palabra, en ellas la guiddidad y la guoddidad (i) seran una misma cosa; de aqu el que estn evidente mente en un error los partidarios de la teora de las formas, al suponer que stas y las cosas sensi bles son una misma cosa, por definicin y esencia. 70. En cuanto a saber qu partes de la cosa definida son anteriores a sta en definicin y esen-
(1) L a primera se refiere a la esencia de la cosa y la segunda a su existencia. Ambas propiedades se fundan en la doble cuestin que se puede establecer acerca de un objeto dado, a saber: quid sit y an sit o quod sit. Cfr. supra, pgina 16, nota 1.
ii;
cia, y cules posteriores; es decir, qu partes de lo definido tienen sus definiciones incluidas en la definicin de la cosa definida, [hemos de decir] que son aquellas partes que provienen de la forma, esto es, de la forma general, que es el gnero, y de la forma particular, que es la diferencia. Y es que las definiciones de tales cosas constituyen ne cesariamente el fundamento de lo definido; y as, tomando como ejemplo la definicin de hombre: animal racional, veremos que [los conceptos] ani mal y racional, que son partes del concepto hom bre, son anteriores al concepto de hombre, dado caso que la diferencia tenga definicin. De la mis ma manera, la figura que es una parte del concep to de circunferencia, es anterior a sta. 71. Mas por lo que toca a aquellas partes que estn en una cosa como provinientes de la canti dad, la cual existe en el sujeto por razn de la materia, son cosas posteriores en definicin a lo definido, como, por ejemplo, la definicin de sec cin de las circunferencias, que es posterior a la definicin de circunferencia, as como la defini cin de ngulo agudo es posterior a la de ngulo recto, y las definiciones de mano y pie del hom bre posteriores a la definicin de hombre. De aqu se deduce que yerran los que dicen que los cuerpos sensibles constan de partes indivisibles, bien se las suponga finitas, bien infinitas. Parece asimismo que las definiciones de las materias ac-
cidentales guardan, respecto a la cosa material, la misma relacin que las definiciones de las partes provinientes de la cantidad; as, por ejemplo, las definiciones de cobre, madera y piedra, que son materias [accidentales] del tringulo y de las cir cunferencias y, en una palabra, partes de stas, no son anteriores al tringulo [y a las circunferencias]; pero las definiciones de las materias 72. esenciales son por necesidad anteriores a lo definido. Hemos, pues, explicado cmo puede ser uno lo definido, constando de mltiples partes; cules definiciones de las partes de lo definido son anteriores a lo definido, y cules no; pues es cosa evidente que los que opinan que estos uni versales existen fuera del entendimiento, no pue den aportar una solucin a esta difcil cuestin, ya que se ven obligados a admitir que el hombre est compuesto de muchas partes y contrarias. Por eso, son impotentes para distinguir y expli car por qu unas partes de lo definido son ante riores y otras posteriores a lo definido. Tambin la cuestin, sobre la que tantas investigaciones han hecho los antiguos filsofos, relativa al enlace del alma con el cuerpo, y, en general, de la potencia con el acto, tiene su explicacin en lo di cho. En efecto, la causa de esto no es otra que la congruencia entre la potencia y el acto, siendo el motor la causa eficiente de la conversin de la potencia al acto. Por eso, todas las cosas que no
tienen elemento [o materia], no pueden tener dicha composicin [de acto y potencia], ni [por lo tanto] motor alguno. 73. Rstanos ahora estudiar la cuestin acerca de la cual hemos prometido hacer una investigacin, y que consiste en averiguar cul es el gnero ms universal que se encuentra en la substancia, gnero que, segn es habitual y corriente, se dice ser el cuerpo o lo corpreo. Decimos, pues, que algunos han supuesto que la primera cosa que reside en la materia prima informe son las tres dimensiones, las cuales son tambin la primera cosa mediante la cual se concibe dicha materia. A s pues, crean que el nombre de
cuerpo
tena esa
significacin, ya que las substancias se designaban con un nombre primitivo, por razn de no existir en un sujeto. Esta opinin fu la de Porfirio, quien la crey opinin de los filsofos anteriores a Platn y de otros. Adems deca [Porfirio] que la diferencia entre ellos consista nicamente en que unos suponan la materia prima esencialmente informe, mientras que otros la suponan informada por las dimensiones, y stos eran los del Prtico (i). Otros crean que las tres dimensiones^ eran algo consiguiente a una forma s^pleVxis- .
(1)
latino d e l a parfrasis d e A v e r r o e s verti la efcpxesin J1 por habitantes in tentoriis, ignoraldO"" que frlsll
^D
120
tente en la materia- prima, forma que tena por misin el hacer que el cuerpo recibiese sus propiedades de ser continuo y discreto. Pensaban, adems, que las citadas dimensiones eran algo uno y comn a todas las cosas sensibles, al igual de lo que tiene lugar en la materia prima; el que profesaba tal opinin era Avicena. Efectivamente [crea ste que] la palabra corpreo corresponda a ese sentido [accidental], pues es un nombre derivado y lo derivado denota accidente. 74. En cuanto a los partidarios de la primera opinin, segn los cuales las dimensiones son lo primero que sirve de fundamento a la materia prima, hemos de decir que se ven obligados a admitir que las dimensiones son substancias, ya que son lo primero que sirve de fundamento a la materia prima, y admitir tambin que dan a conocer qu cosa sea cada uno de los individuos de substancia. Ahora bien, los individuos de substancia, como se ha demostrado en la fsica, son de dos clases: unos que estn dotados de formas simples, y son las formas de los cuatro elementos, y otros, compuestos y dotados de formas compuestas. Estos ltimos pueden ser a su vez de dos clases: o compuestos del gnero de los simples, como las
(tienda de campaa) no es aqu otra cosa que la adaptacin servil del griego c r c o d (prtico) y, ms concretamente, la escuela del prtico o de Zenn.
121
formas de los cuerpos de partes homogneas, o individuos dotados de almas. Pues bien; es evi dente que las dimensiones son posteriores en pre dicacin a cada una de tales especies y que stas van incluidas en las definiciones de las dimensio nes, tanto cuanto puedan estarlo los sujetos en las definiciones de los accidentes, como es evidente para el que se dedica al arte de la lgica. 75- Pero no es posible concebir a las dimen siones residiendo en la materia prima y siendo a la vez accidentes, pues los accidentes necesitan de un sujeto, de una manera distinta de la que le ne cesitan las formas; porque los accidentes necesi tan precisamente un sujeto informado y en acto; en cambio, la forma lo necesita, mas no en cuan to es acto; de lo cual resulta que el individuo con creto tiene su fundamento en la forma y no en el accidente. En una palabra, la diferencia entre la relacin que dice la forma al sujeto y la que dice al mismo el accidente, es cosa de suyo evidente para el entendido en estas cuestiones. 76. Sin embargo, las dimensiones existentes en la materia prima son unas en nmero y comu nes a todos los cuerpos; pero son dimensiones en potencia, porque no estn definidas por lmites, antes del advenimiento de las formas a los mis mos; mas cuando aparecen en los cuerpos las for mas, entonces se convierten en dimensiones deli mitadas en acto, con arreglo a la cantidad que es
122
propia de tales formas; pues, en efecto, las formas generables y corruptibles tienen una cantidad de finida, procedente de la materia prima. Estas son las dimensiones de las cuales no puede estar des provista la materia, pero que nicamente son sus ceptibles de aumento y disminucin al sobrevenir [a la materia] la generacin y corrupcin. Estas tres dimensiones, existentes en la materia prima, de la manera dicha, son aquellas que, segn el parecer comn de los antiguos filsofos, resi den de un modo primario en la materia prima y aquellas mediante las cuales reside la forma en la materia prima. 77. Mas no es posible que tales dimensiones sean substancias, pues, de serlo, al reducirse a acto, en virtud de la recepcin de lmites, seran substancia y no cantidad, lo que es imposible. En una palabra, ya se ha demostrado en la fsica cuan falsa es la opinin del que cree que la mate ria prima est esencialmente informada, y que la forma de la misma est constituida por las dimen siones. En efecto, si las cosas sucedieran tal como ellos piensan, la corporeidad sera individualmen te una e invariable en todas las formas de seres producidos; mas su error parte de que, al ver que la corporeidad es invariable en cuanto al gnero, la creyeron incorruptible; o tambin de que, al ver que es invariable como accidente, la juzgaron invariable como forma. Mas segn esa opinin, se
seguira que la materia prima est informada, no slo por las dimensiones, sino tambin por muchos accidentes, que no estn separados de ella y que son comunes a los cuerpos simples. 78. En cuanto a los partidarios de la segunda opinin, si pretenden que existe una forma simple en acto distinta de las formas de los cuerpos simples (formas que estn constituidas por la gravedad y ligereza y, en general, por la inclinacin (i), segn lo que puede deducirse de las palabras de Avicena) y que el conjunto de tal forma y materia prima es la substancia, a la que sobreviene la corporeidad, es decir, las tres dimensiones, todo lo cual est designado con el nombre de
cuerpo o
corpreo,
mos dicho, lo indica de una manera ms propia, mirada la cuestin desde este punto de vista es, con toda seguridad, una opinin errnea, pues esto implicara que la produccin del elemento era debida a un cambio [accidental] (2). Mas si con
( 1)
E l concepto vj =
inclinacin,
en l o s cuerpos sim-
del
elemento, e n el
p o r error
d e l a d o c t r i n a e x p u e s t a e s el s i -
guiente: S i s u p o n e m o s l a m a t e r i a p r i m a a c t u a d a p o r u n a f o r -
124
ese concepto designan la naturaleza de la inclinacin que aparece en la materia prima, inclinacin que viene a ser como el gnero de las formas de los elementos, entonces es seguramente una opinin verdadera, y en este sentido decimos que la corporeidad o lo corpreo es el gnero ms comn que se encuentra en los individuos de substancia. Por esta razn existe tal gnero en las cosas compuestas, de la misma manera que existen los gneros en las especies, pues el gnero (i) le conside-
ma distinta de la de los elementos, al sobrevenir sta, el trnsito que se opere consistir en una alteracin (mutacin a c cidental) y no en una generacin perfecta y substancial. Transcribo a continuacin un pasaje de Santo Toms, relativo a esta materia: Nec etiam potest dici quod habuit ( m a teria prima) aliquam formam communem, et postmodum supervenerunt e formae diversae quibus sit distincta. Quia hoc esset idem cum opinione antiquorum naturalium qui p o suerunt materiam esse aliquod corpus in a c t u . . . E x quo sequebatur, quod eri non esset nisi alterari. Quia, cum illa forma praecedens daret esse in actu in genere substantiae et faceret esse hoc aliquid, sequebatur quod superveniens forma non faceret simpliciter ens actu sed ens actu hoc, quod est proprium formae accidentalis; et sic sequentes formae essent accidentia, secundum quae non attenditur generarlo, sed alterado. (Summa Theologica, p. i.*, q. 66, a. i.) (i) En el manuscrito de Madrid faltan las palabras sin>]| s J y todas las que siguen hasta terminar s^3j 5 En nuestro texto las hemos tomado de la edicin del Cairo. E s verdad que el sentido no parece sufrir gran cosa leyendo s * o J l , con tal que la pala-
125
ramos como un compuesto de materia y forma general, la cual dice a la forma [particular] una relacin igual a la que hay entre el animal y la forma de las especies que en el animal estn contenidas, pero en cuanto que a tal compuesto se unen las dimensiones, o lo que es igual, [consideramos al cuerpo] como algo intermedio entre la potencia y el acto. 79. La corporeidad, que es comn a los cuerpos simples, est constituida (i) por la forma de la inclinacin, en cuanto que a sta se unen las dimensiones; mas stas, que son comunes a los cuerpos simples, son numricamente unas, en el sentido en que dijimos existan en la materia prima, sin que formen un gnero ni vayan incluidas en la definicin como representativas de una forma general (2). Por eso, lo que el concepto de cuerbra cuerpo se tome en la acepcin ya explicada y no como parte del animal. Sin embargo, atendido el contexto creo que debera leerse S t n i > H = el gnero. Parece que los cdices arbigos daban ambas lecciones, pues la traduccin latina pone una e n e l texto y da la otra al margen.
dice
(1) A s i la edicin del Cairo que trae j - O donde el c de Madrid pone ^4> s'irtl = no est constituida. L a doctrina expuesta en el texto autoriza desde luego a suprimir la negacin. (2) E s decir, las dimensiones consideradas como e x i s tiendo potencialmente en la materia prima no pueden informar la materia, ni constituir una forma general de la misma y, por lo tanto, no pueden ormar con la materia gnero alguno.
126 po expresa, tomado como materia prima, es dis tinto de lo que expresa, tomado como forma ge neral (i); ahora bien, la diferencia entre el gnero y la materia prima ya ha sido tratada en otro lugar. 80. Estando caracterizada la materia propia de los cuerpos celestes por no tener, ya que son eternos, dimensiones elementales, es decir, di mensiones comunes, que salen de potencia a acto al aparecer las formas, es de todo punto evidente que la palabra cuerpo o corpreo, aplicada a la substancia celeste y a los cuerpos dotados de un movimiento rectilneo, tiene una significacin equ voca, ya que la naturaleza de la inclinacin es completamente distinta en ambas clases [de subs tancias]. En efecto, la inclinacin existente en los cuerpos simples estriba en la existencia de formas contrarias en la materia prima, mediante la exis tencia de las dimensiones comunes; por eso las formas de tales elementos son divisibles, por razn de la divisibilidad de la materia; mientras que el concepto de inclinacin en el cuerpo celeste indi ca la existencia de una forma, que no tiene con trario, en una materia que no es susceptible de ser dividida mediante dimensiones, de la cual no es propio y a la cual le es imposible el despren(1) Lase tfj^oJ) v*|&o <*|&oJ| en vez de -*-ol*Jl
127
derse de la forma, y la cual [por ltimo] no tiene como fundamento a la materia en cuanto a ser capaz de la divisibilidad propia de sta, segn se ha declarado en la fsica. 81. Habindose, pues, las cosas tal como las hemos explicado, es evidente que el cuerpo estu diado por las matemticas es distinto del cuerpo fsico, pues el matemtico estudia las dimensiones precisamente en cuanto estn abstradas de la ma teria; pero el fsico estudia el cuerpo compuesto de materia y forma, en cuanto que tiene dimen siones, o las dimensiones en cuanto estn en tal cuerpo, que es como deben estudiar las dos cien cias aquello que les es comn, segn se ha expli cado en el libro de la demostracin. 82, Aqu dan fin las cuestiones de este trata do, que comprende el contenido de los libros sexto y sptimo de los atribuidos a Aristteles.
LIBRO TERCERO 1. Despus de haber tratado de las diversas clases de seres sensibles, as como de los princi pios en virtud de los cuales se hacen sensibles, y despus de haber dado a conocer qu relacin guardan unos con otros en cuanto a la,existencia, conviene que procedamos a tratar de aquellas co sas que son, con relacin a esos seres, algo como inherente [a los mismos]; pues si bien tenemos pre sente que el estudio de lo uno y sus especies, aun que puesto por nosotros en esta parte, pertenece a la primera, ya que en esta ciencia lo uno est em pleado como sinnimo de ser, sin embargo, en cuanto que lo uno se opone a lo mltiple y lo mltiple tiene a su vez cosas inherentes, desde cierto punto de vista tiene tambin cabida en esta parte. Por eso ponemos el estudio de la unidad al lado de la investigacin de las cosas inherentes a la misma. Comencemos, pues, por tratar de la po tencia y del acto, dando a conocer qu cosa sea la verdadera potencia. 2. Decimos, pues, que la palabra potencia, se9
130
gn lo que anteriormente hemos explicado, se aplica a muchas cosas; sin embargo, lo significado de una manera equvoca por la palabra potencia, cuando decimos, por ejemplo, tal lnea tiene la potencia de [o es equivalente a] tal otra, debemos dejarlo a un lado, mientras que debemos investigar al presente aquellas acepciones de la potencia que no estn tomadas en un sentido puramente equ voco, sino que dicen relacin a un principio nico [es decir, son anlogas], pues tales acepciones constituyen el punto de vista desde el cual seres mltiples [y diversos] pueden llegar a ser el objeto de esta ciencia, segn lo que antes hemos dicho. 3. Ahora bien, limitndonos a alguna de las significaciones de la potencia, tomada en el senti do dicho, puede haber dos clases de sta. Perte necen al primer grupo las potencias que ejercen su actividad en otras cosas, las cuales potencias, si alguna vez ocurre que operen sobre s mismas, tienen tal propiedad como algo accidental, cual ocurre cuando el mdico se cura a s mismo; que es lo contrario de lo que sucede con la naturaleza y las potencias naturales, cuya actividad ha de ejercerse esencialmente sobre ellas mismas. El se gundo grupo lo forman las potencias pasivas, a las cuales conviene recibir la actividad de cosas dis tintas de ellas, en cuanto que son distintas, mas en las cuales no hay potencia alguna para ser su jeto pasivo de una actividad emanada de ellas
mismas, sino [que esa actividad ha de proceder] de algo diferente, como tal, y de algo exterior a lo paciente. Cuando decimos, de esta clase de potencias, que no pueden ser sujeto pasivo de una actividad emanada de ellas mismas, slo se quiere aludir, entre las varias especies de privacin, a la privacin fsica, que consiste en sustraer a una cosa aquello que debe existir en otra, y no a la privacin violenta, que consiste en sustraer a un ser lo que debe existir en ste; ahora bien, en cuntas acepciones se toma la privacin, ya queda explicado anteriormente. 4. Pero quiz haya alguien que formule la siguiente pregunta: Por qu razn algunas potencias, que tienen como propiedad el ser sujeto pasivo de la actividad de otras, reciben a veces esa actividad de s mismas? Tal sucede, por ejemplo, con la salud, la cual puede provenir de la medicina y de s misma; mientras que en otras cosas no puede darse este caso: por ejemplo, en la casa, la cual no puede provenir ms que del arte del albail. La causa de esto debe buscarse en que la existencia de la salud es una resultante de la naturaleza y del arte, y por esa razn tales artes son de suyo prcticas, pero*el xito final se considera como procedente de un motor que no mueve por eleccin; mientras que la existencia de la casa y de otras cosas por el estilo proviene enteramente del arte y puede reducirse a un acto de eleccin.
5- Mas porque entre las potencias activas hay unas que estn dotadas de alma y otras que no lo estn, resultando consiguientemente que unas obran por naturaleza y otras por apetito y elec cin, de las cuales "unas estn dotadas de razn y otras no, resulta que las que carecen de razn y de apetito estn caracterizadas por no poder pro ducir de suyo ms que una de las dos cosas con trarias, y as el fuego quema y lo fro enfra. Y es que no tienen potencia ms que para una de esas dos cosas contrarias, dando a nuestras palabras no tienen potencia la significacin de aquella pri vacin que consiste en sustraer a una cosa lo que debe existir en otra. . En cuanto a las potencias que obran por apetito y eleccin, pueden producir cualquiera de los contrarios; por lo cual, el conocimiento de los contrarios en esas artes prcticas pertenece a una misma ciencia; tal es, por ejemplo, el arte de la me dicina, a la cual corresponde el conocimiento de la salud y de la enfermedad. Sin embargo, en es tas artes el conocimiento de uno de los contrarios constituye su objeto esencial, mientras que el co nocimiento del otro contrario es en ellas cosa ac cidental, ya que estas artes no pretenden produ cir los dos contrarios; y as, el arte de la medici na, por ejemplo, conoce la enfermedad, mas no con el objeto de producirla, mientras que estudia la salud para producirla y conservarla.
133
7Otra de las cosas que caracterizan a las po-
tencias fsicas es que estas cosas aplicadas a la parte paciente obran de una manera necesaria; y as el fuego, cuando se aplica a la lea, no puede menos de quemarla. Mas no se sigue que las cosas que obran por apetito y eleccin hayan de obrar necesariamente, al ser aplicadas a su sujeto pasivo, pues si tal sucediera, produciran simultneamente los dos contrarios, ya que por su naturaleza pueden producir ambos; o los dos contrarios se serviran de obstculo mutuo, con lo cual no podran obrar en manera alguna. De esto se deduce que lo que decide la produccin de uno de los dos opuestos es otra potencia, conocida con los nombres de apetito y eleccin, cuando a esa potencia va unida la potencia decisiva (i), 8. segn lo que declarado queda en el libro Del alma. Una vez determinadas las clases de potencia activa y pasiva, es evidente que la bondad y malicia de la accin y pasin son una consecuencia [de la bondad y malicia] de ambas clases de potencia; de modo que la bondad de la accin y ( i ) E l concepto de potencia que Averroes llama f C U & S I decisiva, signicado por lo que pudiramos traducir
por facultad de decidirse a hacer una cosa, originase de la teora expuesta en este lugar. Si la potencia electiva es de suyo indeterminada para obrar uno de l o s dos contrarios, es evidente la necesidad de otra potencia que la decida a aceptar uno de ellos. V . A r i s t , Met., lib. I X , c. 5.
0
134
pasin indica un agente y paciente [buenos], pero no viceversa, de modo que dados un agente o pa ciente [buenos], se siga una accin buenas. 9. Queda, pues, demostrado cul sea la po tencia que se predica de los seres motores y mo vidos; tratemos ahora del sentido que tiene la po tencia por va de anterioridad, que es el expresa do por la palabra posible. Entre todas las significa ciones que tiene la palabra potencia, sta es la que no puede ser dada a conocer ms que por la defi nicin de acto, ya que la potencia y el acto, a pesar de ser opuestos, son, con todo, relativos, y cada uno de los relativos slo puede ser concebi do mediante la relacin que dice al otro. Pues no debemos procurar que todas las cosas sean defini das con arreglo a una sola norma, porque no to das las cosas tienen gneros y diferencias, sino que unas han de ser definidas por sus opuestos, otras por sus inteligibles, otras por razn de su ac cin y pasin, y en general, por las propiedades que les son inherentes. 10. A pesar de todo, no se da ese crculo vi cioso que Avicena dice seguirse de la definicin de estas cosas [relativas] mediante la otra, pues si bien el que cada uno de los dos relativos exista en la idea del otro es algo que fluye necesaria mente de la naturaleza de los mismos, sin embar go, no existe de tal manera que uno de ellos sea y pasin
de una cosa en la dea de sta. Esto es debido a que ninguno de los dos relativos es causa del otro, sino que los dos existen simultneamente, siendo esta la razn de que a la idea de uno vaya unida la idea del otro. Lo que arma Avicena slo se seguira de suponer que cada uno de los relativos existe en la dea del otro, en cuanto anterior a l en existencia o ms conocido en cuanto al concepto, en cuyo caso resultara una cosa existiendo en la idea de s misma. Pero no hay tal cosa, sino que tanto su existencia como su conocimiento son simultneos ( i ) . La causa de esto debe buscarse en ( i ) Para la perfecta inteligencia de la doctrina de este prrafo, debe tenerse presente el curso ordinario seguido en el desarrollo de la demostracin. Para demostrar, por ejemplo, que el caballo est dotado de la facultad de nutricin, habria que hacer el siguiente raciocinio: est dotado de la facultad de nutricin porque es orgnico, es orgnico porque es animal, etctera', raciocinio en el cual cada una de las propiedades va incluida en la siguiente como en su causa y como en algo anterior y ms conocido; sigese, por tanto, que el proceso normal de demostracin se verifica en forma rectilinea. Si, en vez de este procedimiento en linea recta, quisiramos adoptar otro en forma circular diciendo, por ejemplo: el caballo est dotado de nutricin porque es orgnico, es orgnico porque est dotado de nutricin, tendramos la especie de demostracin defectuosa, conocida con el nombre de crculo vicioso. Aplicando esta doctrina al caso presente, resulta que, al afirmarse que la explicacin de cualquiera de d o s relativos
136 que siendo [tal relacin] una cosa producida por el alma en los seres, de modo que si no existiera el alma no existira la relacin, como ni tampoco la [relacin unilateral o] atribucin, si mediante esa relacin se puede concebir uno de los sujetos de sta, se obtiene por fuerza la idea del otro su jeto, ya que la existencia de dicha relacin tiene por fundamento a esos dos sujetos. I I . Y si esto es cierto, luego el acto consiste en que el ser exista en una forma distinta de la que tiene cuando decimos que existe en potencia; pero tal privacin puede entenderse de dos ma neras: bien como sustraccin de algo que debe existir en una cosa en otro momento, y que ya ha existido, lo cual tiene lugar en las cosas que estn, ora en acto, ora en potencia; bien como sustraccin a una cosa de algo que debe existir en otra, y mediante esta [ltima clase de] priva-
por el otro (por ejemplo, de lo localizado por el lugar y del lugar por lo localizado) implica un circulo vicioso, se parte del supuesto de que uno de ellos ha de ser causa del otro y anterior a l. Mas a esto hace observar Averroes que los conceptos relativos son simultneos y que, por lo tanto, cual quiera de ellos puede 3er explicado por el otro, sin temor de incurrir en crculo vicioso. Partiendo de la base de esta si multaneidad, suponer, por ejemplo, que la idea de es anterior a s misma, o que existe filiacin es posterior a la idea de paternidad, es suponer que una cosa en la idea de s misma c o m o en algo anterior y ms conocido, lo cual es absurdo.
137 cin puede concebirse el acto en los seres eternos. As, pues, la potencia es una disposicin, una po sibilidad que tiene el ser para poder existir en acto, sin que este concepto de potencia sea apli cable a lo significado por nosotros cuando deci mos que algo es infinito en potencia, como cuan do decimos del movimiento y del tiempo que son infinitos en potencia, porque lo infinito no puede reducirse a acto, hasta el punto de separarse de la potencia; antes por el contrario, tal concepto [de infinito en potencia] indica que el acto est siempre unido a la potencia. Todo esto ha sido ya explicado en el libro De phisico auditu, pues mu chas de las cosas all demostradas estn en los confines de esta ciencia. 12. Siendo esto as y una vez demostrado qu cosa sea la potencia y qu cosa el acto, es eviden te que ambos existen de una manera primaria en la substancia, y secundariamente en las dems ca tegoras, que son: cantidad, cualidad, relacin, en dnde, cundo, hbito, accin y pasin. Y esto, no slo si la pasin de una cosa procede de un principio intrnseco a ella, como ocurre con las co sas naturales, sino tambin si se origina de un principio externo, como pasa con las potencias antes mencionadas; cosa que tiene tambin lugar con respecto a la accin, pues con sta se da a entender todo aquello que puede producir una operacin, bien en s mismo, bien en otro. En
efecto: la potencia que tiene la sangre menstrual para ser hombre, es anterior a la potencia que sta tiene para ser un gramtico, porque la disposicin prxima para recibir la sintaxis slo aparece despus de la existencia de la forma humana. 13. Ha habido antiguamente y hay en nuestra poca algunos que niegan la existencia de una posibilidad anterior en tiempo a la cosa posible, suponiendo que lo posible y el acto son cosas simultneas (i). Estos, destruyendo por completo
(1) L o s filsofos griegos a que aqu se refiere Averroes
son los de la escuela de Megara, llamada tambin erstica, fundada por Euclides, discpulo de Parmenides y de Scrates. Vase a este respecto, a Aristteles, Metafsica,
0
lib. I X ,
captulo 3 . En cuanto a los pensadores musulmanes a que Averroes alude en este pasaje, son seguramente los herejes chabaries o fatalistas y los telogos axares, que o n e g a -
ban en absoluto la libertad humana, o la reducan a un mero concurso pasivo, prestado a la omnipotencia divina. V i d e
(Cairo, 1 . 3 0 2 - H . ) , p. 3 0 : contes-
tan a los filsofos lo siguiente: E s a proposicin, es decir, la afirmacin hecha por alguien de que el mundo puede ser mayor o menor [de lo que es], resulta para nosotros absurda. Y es que tal tesis slo puede concebirse desde el punto de
139
la naturaleza de lo posible, se ven obligados a aceptar, como consecuencia, que lo posible es ne cesario y lo necesario posible. Por su parte, los filsofos de nuestra poca no admiten ms posi bilidad que la que existe por parte de la causa eficiente; pero ya enumeraremos los absurdos que a los tales se les siguen, cuando tratemos de los principios de las artes particulares, pues es este un principio muy importante entre los varios que son propios de las artes particulares; tanto, que el error, que acerca de l pueda haber, da origen a otros muchos, siendo sta, en ltimo resultado, la causa que ms contribuye a inducir a sofismas. Esos filsofos de nuestra poca niegan que el hombre tenga libertad y albedro, echando por tierra con esa suposicin todo conocimiento cien tfico, as como las manifestaciones de la voluntad y del libre albedro y hasta todas las artes opera tivas [o prcticas]. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los tales, como ya hemos dicho al guna otra vez, no son partidarios de tal doctrina porque les lleve a ella la fuerza del razonamiento, sino porque les sirve para dar solidez a teoras
vista de los que opinan que la posibilidad es anterior a la
reduccin de una cosa al acto, es decir, anterior a la existen cia de la cosa posible. Pero nosotros creemos, por el contra rio, que la posibilidad existe cuando existe el acto, con el cual conviene [en un todo, es decir], sin que haya [por parte de cualquiera de los dos] exceso ni defecto.
140
previamente establecidas como ciertas, y en cuya certeza han convenido consigo mismos, buscando la condenacin de lo que a tal doctrina contradi ce y la afirmacin de lo que pueda favorecerla. 14. Mas habindonos separado del asunto por nosotros tratado, volvamos a l. Decimos, pues, que una vez declarado qu cosa sea la potencia y qu cosa el acto, debemos explicar cundo estn en acto y cundo no cada una de las cosas parti culares, pues cualquier ser no est en potencia as como quiera. Es evidente que las potencias unas son prximas y otras remotas, y, por consi guiente, los sujetos unos son prximos y otros remotos; ahora bien, la potencia remota no puede reducirse a acto, a no ser despus de aparecer, mediante la existencia del sujeto ltimo, la poten cia prxima. Por eso, cuando decimos que una cosa existe en potencia en otra, y esa potencia es una potencia remota, lo hacemos en un sentido metafrico, como cuando decimos que el hombre est en potencia en el trigo y de una manera ms remota en los elementos. Mas lo cierto es que el hombre existe realmente en potencia en la sangre menstrual y en el semen, siendo sta la potencia prxima existente en el sujeto ltimo [es decir, en el sujeto prximo]. 15- Pero esta potencia no tiene en el sujeto un estado cualquiera, sino aquel estado mediante el cual sea posible su reduccin al acto, como
141 cuando decimos que el semen no es ms que el hombre en potencia, con tal de que caiga en la matriz y no le toque el aire exterior de modo que pueda enfriarle y corromperle. Lo mismo que pasa con esto, ocurre tambin con las disposiciones ar tificiales, pues no todo enfermo est curado en po tencia, sino aquel que adems est en un estado tal que hace posible la curacin. La potencia pr xima necesita, por consiguiente, para poder exis tir, de dos cosas, que son: existencia del sujeto prximo y existencia de un modo de ser, median te el cual dicho sujeto est en potencia. Una vez. que se den estas dos condiciones, se aporten las causas eficientes y se remuevan los impedimentos, la potencia no podr menos de reducirse al acto. 16. Una cosa que caracteriza a la potencia prxima es que el ser que la saca de la potencia al acto, es decir, el motor de la misma, siempre es un motor uno en especie y en nmero, lo cual tiene lugar, de un modo especial, en las cosas na turales. As, por ejemplo, la potencia que hay en la sangre para que sta se convierta en carne, slo puede ser reducida a acto por un motor nico, que es la potencia nutritiva existente en los miem bros; pero la potencia que tiene el pan para con vertirse en carne, necesita, para ello, de ms de un motor, que son: la boca, el estmago, el hga do y las venas; y, en un sentido ms remoto, la potencia que existe en los elementos para conver-
142 tirse en carne necesita, para los efectos, adems de los motores enumerados, de los cuerpos celes tes. Es ms: muchas de las cosas que sirven para la nutricin, precisan, juntamente con los moto res fsicos, de varios motores artificiales, como su cede con el pan, a cuya elaboracin contribuyen varias artes. 17. Al sujeto prximo de la cosa, sujeto en el cual reside la potencia y que es llamado aque llo de que se hace algo, se le concibe con un nom bre derivado, no con el nombre mismo [o nombre primitivo]; esta fu la costumbre corriente entre los griegos, pues stos no acostumbraban a decir [por ejemplo]: la caja es madera, sino de madera, porque la madera es, en potencia prxima, la caja. Mas del sujeto remoto no cabe derivar el nombre de la cosa; por lo cual no decan [los griegos] que la caja era terrea o acuosa. Sin embargo, esta ma nera de dar a conocer el sujeto es desusada en nuestros tiempos, debido a no existir en nuestra lengua' tal forma de designacin, de la cual usa la lengua rabe slo para los accidentes y diferencias, pues no dicen [los rabes]: algunos animales son racionalidad, sirio racionales; de lo cual se dedu ce que la forma es diferente del sujeto; tampoco dicen que el cuerpo es blancura, sino blanco. En cuanto a los gneros, los predican de las especies, designndolos con nombres primitivos, y as d cese: la caja es madera, el hombre es animal.
143 18. Siendo esto as y una vez demostrado que las cosas particulares constan de algo que est en potencia y de algo que est en acto, y dn dose varias potencias en la mayor parte de los seres, es evidente que tienen varios sujetos; y Como los sujetos, en tanto existen, en cuanto estn en acto, sigese que en una cosa existen tambin varios actos. Mas como no se puede dar, en ambos extremos [potencia y acto], pro ceso hasta el infinito, segn se ver despus y se ha demostrado ya en la fsica, es evidente que el sujeto ltimo es el que existe en potencia pura y la causa de que de ella participen los dems su jetos, ya que tal es la condicin de las cosas pre dicadas por va de anterioridad y posterioridad respecto al ser a quien dicen relacin. Por eso, a lo que est en medio de ambos extremos no lo llamamos ni potencia pura ni acto puro. 19. As, por ejemplo, la materia prima es la causa remota de que los dems sujetos del hom bre estn en potencia para ser hombre, es decir, la potencia para ser hombre que tienen sucesiva y gradualmente los elementos, el trigo, la sangre, la carne y, por ltimo, cada una de las partes [o po tencias] del alma. De la misma manera, el acto ltimo en cada ser es la causa de que en ste existan las dems cosas que existen en l en acto; tal es, por ejemplo, la racionalidad, que es una de las causas de que exista la animalidad, ya que la
animalidad en absoluto no existe, sino que lo que existe es una animalidad determinada. A su vez, la animalidad es una de las causas de la nutricin, ya que no se da cuerpo dotado de nutricin en absoluto, sino un cuerpo dotado de nutricin de terminado. En una palabra, cada uno de los dos ac tos de entre stos tiene con respecto al otro la mis ma relacin que dice la forma simple a la materia prima; de modo que as como la materia prima no puede existir sino mediante la forma (pues si existiera sin forma se dara el caso de existir lo que no existe), as tambin cualquiera de los dos actos, que tenga con respecto al otro esa relacin, estar en condiciones parecidas. 20. De esto se deduce que la potencia va ad herida a la materia y es [como] la sombra de sta, aunque la potencia se tome en sentido de anterio ridad y posterioridad; lo mismo que el acto, el cual, aun tomado en un sentido de anterioridad y posterioridad, es algo que va inherente a la for ma y a manera de sombra de sta. Ahora bien, una vez declarado que hay formas que son acto puro, sin mezcla alguna de potencia, es evidente que la causa de que las formas tengan el acto mez clado debe buscarse en la potencia, de cualquier gnero que sta sea, es decir, bien en la potencia de mutacin substancial, bien en cualquiera de las dems clases de mutacin. Proviene esto de que el acto, en esta clase de
145
seres [es decir, en los seres que tienen su acto mixtificado], existe de una manera determinada, mientras que en aquellos [seres que son acto puro] el acto existe de una manera absoluta. Pues bien; la cosa que en un gnero dado existe de una ma nera absoluta, es la causa de lo que en ese gnero exista de una manera determinada, segn hemos dicho alguna otra vez; as, por ejemplo, el fuego, que es lo que absolutamente puede llamarse ca liente, es la causa de que exista el calor en cada uno de los seres. Esta proposicin es de un uso muy frecuente en esta ciencia y un principio de mucha impor tancia entre los principios evidentes en s mis mos; por lo cual conviene que nos ejercitemos en formarnos de l una idea [clara], hasta conseguir lo de una manera perfecta; por eso lo puso Aris tteles como prenotando; es decir, lo coloc en el libro primero de su obra sobre esta ciencia (i). 2 1 . Queda, pues, explicado qu cosa sea la potencia y qu cosa el acto, cundo est en po tencia cada de las cosas particulares y cundo no; as como tambin queda declarado de qu manera se relacionan las potencias unas con otras
0) T n g a s e en cuenta que los rabes dividan en 13 li de Aristteles. E l primero for regulares de la Metajsica al bros y no en 14 la Metafsica rresponde en las ediciones libro II, c. i . 10
146 y los actos [unos con otros]. Conviene ahora que estudiemos, con respecto a los dos, cul es an terior a cul; es decir, si la potencia es ante rior al acto o el acto anterior a la potencia. He mos dicho anteriormente que la palabra anterior tiene varias acepciones, entre otras, la anterior por razn del tiempo y anterior por razn de cau salidad; acepciones ambas que son, de todas las que tiene la palabra anterior, las que aqu se trata de investigar, con respecto a la potencia y al acto. Decimos, pues, que los ms eximios, por no decir todos, los filsofos antiguos anteriores a Aristte les, crean que la potencia es anterior al acto en tiempo y en causalidad; de aqu que algunos cre yeran en la existencia del caos y en la de to mos infinitos, y otros afirmaran la existencia de un movimiento desordenado. La razn que les con dujo a estas conclusiones, debe atribuirse a que no conocan ms principio que el material; eso, adems de que, al parecer, habiendo visto que las potencias de las cosas particulares eran anteriores a stas, desde los dos puntos de vista, a saber, del tiempo y de la causalidad, sacaron una conse cuencia universal aplicable a las dems partes del mundo (i). 22. Pero sometidos ambos a un verdadero
(1) Respecto a las opiniones de los filsofos a que lib. I, c. 3 .
0
se 4.
0
147 examen y estudiados desde el punto de vista de sus naturalezas [respectivas], se ve que el acto es anterior a la potencia, bajo esos dos aspectos [de tiempo y causalidad]. En efecto, segn se ha visto en la fsica, toda cosa mudable tiene una causa transformadora, lo cual puede tener lugar en las cuatro especies de mutacin; en cuanto a la po tencia, de su examen se deduce que no tiene ac tividad suficiente para reducirse por s misma al acto, lo cual, por lo que respecta a tres clases de mutacin, a saber, la substancial, la cuantitati va y la cualitativa, es una cosa evidente, ya que en ellas el motor y la causa eficiente vienen de afuera; por lo que toca a la mutacin por razn del lugar [el problema se presta a] cierta perple jidad. Esta cuestin ha sido explicada ya en los libros sptimo y octavo de la obra De phisico auditu, siendo una de las cosas que de tal estudio se desprenden la conclusin de que el acto es ante rior a la potencia, por razn de la causalidad y por razn del tiempo. De la naturaleza de las po tencias particulares se deduce tambin que la po tencia, aunque sea anterior en tiempo al acto, es^ sin embargo, posterior en causalidad, pues el acto es la entelequia de la potencia; ahora bien, aque llo, por razn de lo cual existe la potencia, tiene que ser causa final de la misma, ya que no es posible un proceso de entelequias hasta el infini to, como demostraremos ms tarde.
23. De lo expuesto se deduce que el acto es anteriora la potencia, en cuanto que es causa efi ciente y final [de la misma]; ahora bien, la causa final es causa de las causas, ya que stas slo por aqulla tienen existencia. Esta clase de anteriori dad es precisamente la que debemos examinar, puesto que la anterioridad por razn del tiempo, bien sea potencial, bien actual, existe, en la cosa que es anterior, de una manera accidental; es de cir, que el que las causas de un ser sean anterio res en tiempo a ste, es algo accidental que afec ta a las cosas particulares sujetas a generacin y corrupcin. En efecto, si esa propiedad existiera de una manera esencial en las causas eficientes^ no se dara causa alguna eterna; y no existiendo lo eterno, no existira tampoco lo sujeto a genera cin y corrupcin, segn lo demostrado en la ciencia fsica. Adems, es evidente que las cau sas slo producen, de una manera esencial y pri maria, la esencia de lo causado. 24. Ahora, en cuanto a la cuestin de saber si tales causas han de preceder en tiempo a lo causado, no es una cosa evidente, como quieren muchos motaclimes; antes por el contrario, de tal suposicin se siguen los absurdos antes men cionados por nosotros, referentes a que, en ese caso, no existira cosa alguna temporal y, con ma yor razn, eterna. En efecto, resuelta la cuestin en este sentido, sera posible en las causas un pro-
149
ceso hasta el infinito, y, en consecuencia, no exis tira una causa primera, y no existiendo lo prime ro, no existira lo ltimo. Por consiguiente, de su poner que las causas del conjunto del mundo son anteriores en tiempo a ste, del mismo modo que las causas de las partes generables y corruptibles del mundo preceden a stas, se seguira necesa riamente que este mundo es una parte de otro mundo, dndose entonces un proceso hasta el in finito, a no ser que se suponga que este mundo slo est sujeto a corrupcin en parte y no en todo. 25. Por eso, los que admiten tal hiptesis se encuentran, no slo con los absurdos citados, sino con otros muchos; todo lo cual les proviene de sentar como' principio que la causa eficiente es necesariamente anterior en tiempo. De aqu que cuando se les interroga de qu manera la cau sa eficiente del tiempo puede ser anterior al tiem po, bajan la cabeza; porque, si responden que la causa eficiente del tiempo no precede a ste en tiempo, en ese caso reconocen la existencia de un agente que no es anterior en tiempo a su efecto. Mas si contestan que le precede en tiempo, se les puede proponer de nuevo la cuestin acerca de este [ltimo] tiempo, a no ser que digan que el tiempo es algo que existe por s mismo, y algo improducido, cosa que no quieren admitir. Pero todas estas cuestiones son ms propias de la ter-
cera parte (i) de esta ciencia, por lo cual debemos volver a nuestro punto de partida. 26. Decimos, pues, que la posterioridad en tiempo de la potencia con respecto al acto se evi dencia, adems, por la razn de la imposibilidad de que la potencia est desprovista de acto, segn ha sido demostrado respecto a la materia prima. Adems, muchas cosas, en tanto tienen potencia para [convertirse en] otras, en cuanto que tienen algn acto de aquello para lo que estn en poten cia; as, por ejemplo, el discpulo, que es docto en potencia, en tanto llega al ltimo grado de ciencia, en cuanto que en l hay alguna ciencia; de lo contrario se seguira el error de Menn, registrado en el libro primero de los Analticos posteriores (2). Adems, si las cosas eternas, que son aquellas que no tienen mezcla alguna de potencia, son anteriores a las cosas sujetas a co(1) L a tercera parte deba comprender, como ya s a b e Introduccin.
mos, el contenido del libro quinto de este tratado, que no ha llegado hasta nosotros. Cfr. (2)
de: Q u o d enim aliquis nescit num illud omnino sit, quomodo hoc sciat, quod illud omnino habeat tres ngulos aequales duobus rectis? Sed manifestum est quod hoc quidem ratione scit, simpliciter autem (nulla universalis ratione habita) non scit. Si vero non dubitatio illa in Platonis tteles, Analyticor. strado. Poster., lib. c. i. :
c
Menone
accidet;
aut enim nihil discet aliquis, aut quae jam s c i v i t Vid. A r i s An sit d e m o n
I5i
rrupcin, que son aquellas que tienen mezcla de potencia, es evidente que el acto es anterior a la potencia. Ahora bien, que las cosas eternas no tengan mezcla de potencia absoluta, es decir, de potencia que afecte a la substancia, cuestin es que ha sido ya declarada en el libro De coelo et mundo (i); otro tanto puede afirmarse de la po tencia para la nutricin y el crecimiento, y de la mutacin pasiva. En cuanto a la potencia para el lugar y el cambio de situacin, no slo no ha sido demostrada la imposibilidad de que las posean, sino, por el contrario, la necesidad de poseerlas. Sin embargo, de alguna manera ya ha sido decla rado en el citado pasaje, respecto a la potencia para el lugar, que existe un acto anterior a ella, que no tiene potencia alguna. 27. Pero esto es aplicar a estas cuestiones pruebas especiales, pues [es de advertir que] mu chos de los problemas de esta ciencia, por no de cir los ms principales, se deducen, cuando hay que formarse ideas de ellos, de lo demostrado en la ciencia fsica, adems de solucionarse en ella las dudas que acerca de tales problemas pueden ocurrir en esta ciencia. Pero es posible tambin demostrar esta cuestin de una manera general. As, pues, decimos que, siempre que una cosa
(1) E s t a obra de Aristteles es el objeto de una de las
est en potencia para ser otra, es decir, para ser otra cosa motora o movida, es posible que esta [ltima] exista o que no exista, ya que tal es la naturaleza de la posibilidad y potencia, mientras que afirmamos de una cosa que es necesaria, cuando ni ha dejado ni dejar de ser, ni es tampoco posible en modo alguno que no exista, ni tiene potencia para no existir; y as, nadie puede creer que en el tringulo haya potencia para que sus ngulos sean iguales a cuatro rectos. Esto supuesto, ambas naturalezas [posible y necesaria] son diferentes, de modo que el que dice que lo necesario es posible, afirma un cambio de verdades, adems de seguirse de su opinin la no existencia de lo necesario. Luego si las cosas se han tal como nosotros afirmamos, sigese necesariamente que el acto es anterior a la potencia, desde todos los puntos de vista. 28. Pero se nos ofrece aqu una duda y es la siguiente: cmo es posible que las cosas eternas sean principios de las cosas corruptibles? En efecto, las cosas que estn siempre en acto, deben estar necesariamente en una actividad continua; de lo contrario, habra en ellas un modo de ser en potencia, y, por lo tanto, sus efectos debieran existir siempre, pues el motor de las cosas que tienen como propiedad existir en un momento dado y perecer en otro, debe estar sometido a las mismas condiciones de ellas, es decir, debe mo-
153
ver [durante un tiempo] y no mover [durante otro]. Esta dificultad tiene, sin embargo, su solucin en lo demostrado en la ciencia fsica acerca del mo vimiento eterno de translacin. Y es que el ser propio de este movimiento es algo intermedio en tre el acto puro y las cosas que existen, ora en potencia, ora en acto, parecindose a las cosas existentes en acto, por razn de la eternidad en tal movimiento existente de una manera substan cial y por razn de carecer de potencia para la corrupcin, y semejndose a las cosas que exis ten, ora en potencia, ora en acto, en las diversas posiciones adoptadas, y en general, por ser ese movimiento un movimiento de translacin local. 29. Considera ahora con cunta generosidad obra la providencia divina, al unir unos con otros estas dos clases de seres, colocando entre la po tencia pura y el acto puro esta clase de potencia, a saber, la potencia para el lugar, hasta formar por ese medio un lazo de unin entre el ser eter no y el ser corruptible. Por todo esto, no hay ra zn para que temamos que este movimiento lle gue a perecer en un momento dado, ni tampoco que se detenga, como creen algunos, ya que en su actividad motora no hay potencia alguna (i). Mas los que no creen en la eternidad del movi(1) Esto era lo que teman Empdocles y sus lib. IX, c. 8. discpulos.
154 miento, no pueden dar la razn de que el Crea dor, que es eterno, sea la causa eficiente del mun do, despus de haber pasado un tiempo en que no ha obrado, pues se veran obligados a admitir que, antes de obrar, era causa eficiente en poten cia (i). Ahora bien, lo que est en potencia, slo puede ser convertido en acto por un motor y, en general, por un agente que sea anterior a l, ya que la conversin de la potencia en acto es una mutacin y toda mutacin proviene de una causa, muante, como se evidencia por la atenta consi deracin de los principios naturales. 30. Una vez demostrado que el acto es ante rior en causalidad a la potencia, veamos cul de los dos es anterior en acto y en bondad. Deci mos, pues, que el mal slo se da en la privacin
(1) efecto Santo Toms da la razn diciendo que, bien que el de la creacin del mundo sea temporal, la accin
creadora del mundo es eterna, pues siendo su entender y querer una misma cosa con su obrar, si el acto voluntario d e la creacin es eterno, el acto creador tambin lo ser. Claro est que se trata del acto creador considerado en Dios, y no del acto de la creacin efectiva, que se verifica en el tiempo. Partiendo de esta distincin, no cabe admitir con respecto a la accin creadora del mundo, que es eterna, un trnsito d e la potencia al acto. Nihil igitur prohibet (concluye el doctor Anglico) dicere actionem Dei ab aeterno fuisse, effectum autem ejus non ab aeterno, sed tune quum ab aeterno dispo-
o en aquel de les contrarios en que se encuentre la privacin de su contrario; as, por ejemplo, la enfermedad, si bien tiene una existencia determi nada, sin embargo, en tanto es un mal, en cuanto es privacin de la salud. Y siendo propio de la potencia el serlo simultneamente para los dos opuestos, deja de ser, como tal potencia, bien puro, sino que est mezclada; por otra parte, llamndose la potencia bien o mal segn la rela cin que dice al acto, resulta por necesidad ms noble ste que la potencia. Ahora bien, como la causa de la privacin, en la cual consiste el mal, no es otra que la potencia, sigese que los seres, en los cuales no hay potencia, no tienen tampoco mal alguno en absoluto, ya que ni tienen priva cin ni contrario. En esta clase de seres el bien, que no es ms que la verdad, tiene una existencia perpetua en cualquier estado [que se los conside re], es decir, que en ellos lo verdadero no se cam bia en falso en un momento determinado, como es de rigor ocurra en las cosas que se encuen tran, ora en acto, ora en potencia. En esta ltima clase, sin embargo, puede darse el bien, pues si lo verdadero se diera nicamente en las cosas que estn siempre en acto, no habra demostracin po sible de las cosas que existen, ora en acto, ora en potencia; y no habiendo demostracin para esas cosas, no tendramos tampoco medio de demos trar las cosas que existen siempre en acto, por-
que el conocimiento necesario arranca necesaria mente de cosas necesarias, sin que podamos lle gar al conocimiento de aquellos seres [siempre en acto], a no ser partiendo de estos [seres que estn, ora en potencia, ora en acto]. 31. Decimos, pues, que lo verdadero tiene que ser por necesidad o afirmativo o negativo; pero no siendo la afirmacin ms que la composicin de unas cosas con otras, y la negacin divisin de unas cosas de otras, si hay cosas que no son susceptibles de composicin, en ellas la negacin es verdadera, as como si se dan cosas siempre capaces de ser compuestas, o sea, que no pueden existir sin composicin, en ellas la afirmacin existe necesariamente de una manera constante. Mas si se dan cosas en que pueden ocurrir los dos casos a la vez, es decir, que estn unas veces se paradas y otras divididas, en stas la verdad no puede existir de una manera constante. Es eviden te que las dos especies [de seres] existen en la forma siguiente: es decir, que aquellos que son susceptibles, unas veces, de composicin y, otras, de divisin, no son otros que las cosas particula res. En efecto, en un tringulo determinado pue de existir, bien la composicin, y en ese caso ten dr sus ngulos iguales a dos rectos; o bien pue de admitir una divisin, y entonces lo que era verdad en l se convierte en algo esencialmente falso; y de aqu que se diga que estas cosas, en
157 las cuales lo verdadero es susceptible de tener un opuesto en el momento de ser verdaderas, son falsas en potencia. 32. Por lo que hace a las cosas que estn siempre o en composicin o en divisin, stas no son otras que las cosas universales, en cuanto se relacionan unas con otras, procediendo de esta fuente lo necesario que pueda haber en las cosas mudables. As por ejemplo [la idea de] los ngu los iguales a dos rectos entra siempre y nica mente en composicin con [la idea de] tringulo; la idea de ste se compone necesariamente con la de figura; y de la misma manera, la racionalidad forma necesariamente composicin con la huma nidad; la humanidad, con la animalidad; la animamalidad, con la nutricin; y la nutricin, con el cuerpo. En cambio [la idea de] ngulos iguales a tres rectos se encuentra dividida de [la idea de] tringulo; as como tambin la racionalidad se en cuentra dividida de [la idea de] asno y de caballo; por lo cual, no puede haber falsedad en estas co sas, a no ser por algn error, procedente de to mar como susceptible de composicin lo que debe ser dividido, o de tomar como cosa que puede dividirse lo que debe ser compuesto. 33- Sin embargo, el acto, igual que su cons tante perpetuidad, deben tomarse como cosas pro pias de estos [universales], en cuanto son inteligi bles, no en cuanto son existentes, pues de lo con-
158
trario, los universales existiran separados, distin cin que no se les ocurri a los partidarios de la teora de las formas. Mas si a tales universales se les concede una existencia fuera del entendimien to, esto ha de entenderse en el sentido de que es tn en potencia para tal existencia, pues si no tu vieran una disposicin para existir, la idea que ellos dan de las cosas sera falsa. De aqu el que la verdad designe [de una manera primaria] las cosas que existen siempre en acto, fuera del en tendimiento, y por va de anterioridad y de pos terioridad a esos [otros seres que no estn siem pre en acto]; [sigese tambin] que el que sean aqullos seres verdaderos es la causa de que lo sean stos, segn corresponde a las cosas que tie nen un sentido de anterioridad y posterioridad, estribando en sto precisamente la razn de que el mal, que es lo falso, est descartado de las co sas insensibles, y de que stas participen siempre del bien, que es la verdad. 34. Una vez que hemos tratado de la poten cia y del acto y de las modalidades de ambos, debemos hablar de la unidad y multiplicidad y de las modalidades de ambas. Decimos, pues, que la unidad tiene aquellas acepciones que antes hemos mencionado, y que vienen a reducirse a dos: la unidad numrica y la unidad que significa lo uni versal, la cual se divide, como se ha dicho, en uni dad especfica, en unidad genrica y en otras clases
159 que ya han sido enumeradas. Por su parte, la uni dad numrica se aplica, en un sentido primario, a lo continuo, y, de una manera secundaria, y por va de semejanza, a lo trabado, despus a lo com puesto y por ltimo lo ligado. Tambin suele tomarse la unidad numrica como un individuo concreto, que no admite divisin en cuanto indi viduo perteneciente a una especie determinada, como Zeid y Amr; especie sta la ms acreedo ra al nombre de unidad. En una palabra, la uni dad numrica se aplica a todo aquello que est esencialmente separado y aislado de otra cosa [separacin que puede ser determinada], bien por una sensacin, bien por hiptesis, bien por la cosa misma, siendo las separaciones ms conoci das las separaciones sensibles, y entre stas las se paraciones producidas en las cosas por los lugares que stas ocupan, y despus las producidas en ellas por sus envolturas. Las separaciones determi nadas hipotticamente son cosas conocidas y sir ven para medir las longitudes y, en general, la cantidad continua; pero las separaciones operadas en los individuos por sus esencias estn lejos de ser conocidas, y aun lo estn ms las separaciones de las cosas producidas por sus esencias inteligi bles, sentido ste al que se aplica la unidad por ra zn de la forma. 35- La unidad puede tambin tomarse en un sentido real simple, en cuanto es algo que no ad-
i6o
mite divisin dentro de cada gnero, como, por ejemplo, el color blanco entre los colores, el intervalo entre dos notas en las melodas (i), y la letra, sea vocal o no, en las palabras; lo mismo ocurre con lo uno cuantitativo, que no admite divisin cuantitativa. Ahora bien, en cada uno de estos gneros, as como existe primariamente la unidad, as tambin existe el nmero, siendo el nmero existente en la cantidad el estudiado por el matemtico. De aqu se sigue que la unidad se dice de las diez categoras y lo mismo el nmero; pero la unidad, que es principio de la cantidad discreta, no es la unidad predicada, por va de anterioridad y posterioridad, de toda clase de gneros, como ni tampoco el nmero que existe en la cantidad es el nmero existente en cada gnero, segn lo que se ver despus. La definicin de la unidad, de un modo absoluto, consiste en afirmar que es la medida del nmero, y la unidad numrica no es otra cosa que algo concreto que existe en el entendimiento sin admitir divisibilidad cuantitativa; esta unidad es sinnimo de ser, del
(i) Parece referirse a la unidad que representa en la se-
msica rabe el mnimum de distancia entre sonido y sonido, unidad que est representada en nuestra msica por un
s
mitono, mientras que en aqulla llega, segn algunos, hasta un cuarto y an un quinto de tono. L a palabra > significa en los diccionarios corrientes sonido metlico, es decir, lo equivalente a la voz castellana tintineo.
que slo se diferencia en el modo. En efecto, considerada la esencia como algo indivisible, es algo dotado de unidad; mas si se la considera slo como guiddidad, entonces se llama esencia y ser. 36. Siendo todo esto tal como hemos dicho, deseara yo saber ahora qu cosa es la unidad principio del nmero y cul su modo de ser; pues una vez que sepamos lo que es [la unidad], se nos har evidente la esencia del nmero, ya que ste se origina precisamente de la repeticin de la unidad. Decimos, pues, que la unidad numrica es aquella cosa concreta que existe en el entendimiento y es indivisible en cuanto a la cantidad, cualidad y situacin. La razn de aadir la palabra situacin en esta definicin obedece a que tambin el punto es indivisible, cuantitativa y cualitativamente, mas est dotado de situacin. La "unidad dicha es, pues, principio del nmero, sin ser nmero; mas las dems cosas a que se aplica el nombre de unidad, slo son unas por razn de la propiedad numrica de esta unidad que existe en la cantidad, as como slo por razn de la multiplicidad numrica, puede abarcar la multiplicidad las dems cosas mltiples. Ahora bien, que la unidad, principio del nmero, es algo que est en un sujeto, es cosa evidente, y por eso se dice, al definir la unidad, que es aquello mediante lo cual se dice de las cosas que son unas; pero que el matemtico abstraiga ese concepto de su sujeto in11
dividual considerndole en abstracto, de la misma manera que abstrae [de sus sujetos] la lnea, la super ficie y el cuerpo, es tambin algo de suyo evidente. 37. Aqu radica la diferencia entre el estudio que hace el que cultiva esta ciencia y el que ha cen los matemticos acerca de la unidad, pues el metafsico especula sobre la unidad, bien cuan titativa, bien substancial, mientras que el mate mtico slo la estudia en cuanto es cuantitativa, haciendo abstraccin del sujeto; as como el fsico estudia la lnea y la superficie como lmites del cuerpo, mientras que el matemtico las considera exclusivamente como lnea y superficie. La unidad, por lo tanto, lo mismo que la multiplicidad, son cosas que pueden ser estudiadas tanto por el fsi co como por el metafsico, si bien ese estudio parte de puntos de vista distintos, pues slo as pueden versar ciencias diferentes acerca de una misma materia. 38. Ahora bien, no apareciendo clara en la unidad, considerada como tal, la necesidad de te ner un sujeto, y entrando slo por esta razn den tro de la categora de cantidad, ya que la unidad significa una cosa concreta, incapaz de ser dividi da por razn de la cantidad, cualidad y posicin, sigese que es principio de la multiplicidad num rica, estando sta, por lo tanto, dentro de la catego ra de cantidad. Mas cuando se aplica a aquellas cosas de las que se afirma la unidad de una mane-
ra absoluta, comprende la serie de todas las unidades de los diez predicamentos; por lo cual la unidad sera tambin algo inherente a los mismos. Eso, en el caso de que supongamos que el sujeto de la unidad absoluta sean precisamente los diez predicamentos, es decir, las unidades existentes en esos predicamentos ya enumerados, no de otra manera que la lnea que estudia el matemtico no es otra que la lnea que existe en los cuerpos. Y es que el sujeto de la unidad numrica ha de ser por necesidad o algo comn a todos los diez predicamentos, como opina Avicena, o una cosa separada, pues tal es la opinin que muchos filsofos antiguos tienen acerca de la naturaleza de la unidad, considerndola como un ser separado. Pero ya veremos despus, en la parte ltima de esta ciencia, el empeo que pone Aristteles en refutar tal opinin (i). 39. En cuanto a lo sustentado por Avicena, referente a que el sujeto de la unidad es una cosa que aade algo sobre los diez predicamentos, ya que lo designado por la unidad es siempre y en cualquier estado un accidente que existe en todos los predicamentos, es una opinin absurda; porque si la unidad siempre y en cualquier estado designara cosas ajenas a la esencia de los seres a los cuales se aplica, no existira una unidad subs(1)
V.
Met., lib. X , c.
2 . , y lib. X I V , c. 3 .
0
14
tancial, ni en el individuo ni en lo universal, es decir, por razn de la forma. Lo mismo [que ocu rre con respecto a la substancia], ocurre tambin con relacin a los dems predicamentos, pues en ese caso la unidad estara en los diez predicamen tos como algo comn ajeno a ellos, opinin que se desvanece por s misma, como se deduce de lo que vengo sosteniendo. En efecto, si se supone a la unidad en sentido de universalidad, como sig no de un accidente comn a los diez predicamen tos, la designacin por la unidad de ese acciden te existente en cada uno de ellos ha de ser por necesidad, o unvoca, o anloga, es decir, por va de anterioridad y posterioridad, o equvoca pura. Es evidente que la unidad no significa las cosas a las c*uales se aplica, de una manera equvoca, pues a los conceptos equvocos no les conviene un predicado esencial, ni tampoco definicin. Tampoco significa la unidad los predicamentos de una manera unvoca, ya que es imposible que el predicamento de substancia y los predicamen tos de accidente constituyan un gnero aplicable a ellos por univocacin, pues se trata de dos co sas completamente distintas. Es ms; si se diera ese supuesto, el individuo de tal accidente debe ra ser percibido por los sentidos, como sucede con los dems predicamentos accidentales, los cuales tienen existencia, aun prescindiendo de un alma [que los perciba].
i6
40. Slo cabe, por lo tanto, que la unidad designe los predicamentos por va de anterioridad y posteridad, y en ese caso lo nico que podra designar la unidad sera las esencias de los predicamentos, ya que tal es la relacin que dicen unos a otros; a no ser que los predicamentos existiesen en otros predicamentos, en los cuales la relacin del accidente que estuviese en la cantidad con el accidente que existiese en la substancia fuera la misma que hay entre substancia y accidente, y en estos ltimos existieran otros, y as hasta el infinito, lo que es absurdo. Siendo esto as, slo cabe suponer que sea sujeto de la unidad absoluta la unidad existente en cada predicamento. Pero el que tenga alguna duda acerca de esta cuestin, dir seguramente: cmo puede pensarse que la unidad y el nmero pertenezcan a la categora de cantidad, para creer en seguida que existen en cada una de las categoras, en cuanto que son propias de las categoras mismas y no algo accidental a ellas? 41. De aqu que haya credo Avicena que el sujeto de la unidad deba ser necesariamente un accidente existente en todos los predicamentos (i). Pero no son las cosas como l las cree, porque la unidad numrica tiene una naturaleza distinta de
(1) Acerca de esta opinin de A v i c e n a , vid. Munk, Me-
la naturaleza de las dems clases de unidad, debido a que la unidad numrica significa una cosa desprovista de cantidad y cualidad, es decir, una cosa que hace que el individuo sea tal individuo; porque ste slo es individuo, mediante el concepto de indivisibilidad, en cuanto el entendimiento lo abstrae de la materia y lo considera como algo separado. En efecto, lo uno en nmero y la unidad numrica no son ms que cosas producidas por el alma en los individuos existentes; de modo que si no existiese el alma, no existiran tampoco la unidad numrica y el nmero, a diferencia de lo que sucede en la lnea y en la superficie y, en general, en la cantidad continua, por cuya razn est el nmero en gran manera desligado de la materia. Pero es que Avicena ha confundido la naturaleza de la unidad, que es principio del nmero, con la unidad absoluta y comn a todos los predicamentos; y como la unidad, principio del nmero, es accidente, crey que lo era tambin la unidad absoluta y general. Eso, adems de pretender que ocurre con respecto al nmero lo mismo que ocurre con respecto a la lnea y a la superficie, [opinando] que tiene [el nmero] una existencia independiente del alma, lo cual le obliga a suponer en los predicamentos una entidad que aade algo a los mismos. 42. Siendo, pues, tal la naturaleza de la unidad numrica y del nmero compuesto de unida-
des, la medida primariala unidad, en nuestro casoslo corresponde por esencia al nmero; en cuanto a las medidas de los dems gneros, slo existen en stos de una manera accidental; por lo cual, la numeracin y mensuracin existe en ellos por razn del nmero. De aqu que para las dems clases de medida se busque lo que se acerca ms a la unidad, es decir, que se emplean [como medidas] para tal gnero las que son indivisibles o las que son de difcil divisin, debindose a esto el que todos los pueblos hayan convenido en medir todos los movimientos por el movimiento diurno, ya que ste es el de ms velocidad; es decir, que midieron todos los movimientos, tomando como base el tiempo propio de ese movimiento, lo mismo que la quietud de las cosas movidas, que tambin tienen como medida el tiempo correspondiente a ese movimiento. Por la misma razn, procuran [tomar] para los pesos y medidas la cosa ms pequea que sea posible. En cuanto a las cosas afectadas de una medida que no sea cuantitativa, la medida slo puede corresponderles de una manera accidental y por razn de la categora de cantidad, como sucede, por ejemplo, con la mensurabilidad de la ligereza y de la gravedad, y la mensurabilidad de los colores blanco y negro. 43- Queda, pues, demostrado por los anteriores razonamientos qu cosa sea la unidad que es
principio del nmero, y cul su naturaleza, as como tambin que el nmero es el conjunto de tales unidades, y la multiplicidad una cosa integrada por stas. Pero es el caso que Avicena impugna la citada definicin de nmero, diciendo: Cmo es posible que la multiplicidad constituya el gnero del nmero, siendo ella el nmero mismo? En efecto, la multiplicidad, como tal, se divide en sta y en estotra multiplicidad, lo mismo que el nmero, el cual se divide en tales y tales cosas numeradas, que son las sensibles. Es esto un error de Avicena, porque la multiplicidad absoluta es ms general que la multiplicidad numrica, de la misma manera que la unidad absoluta es ms general que la unidad que es principio del nmero. Pero aun en el caso de que las cosas sucedieran como l dice, cabra imaginar el nmero como una de las especies de cosas enumerables; en el cualcaso, el nmero y las dems cosas mltiples tendran la multiplicidad como gnero; [representacin o imaginacin] sta que no sera una creacin absurda del alma, y que nicamente afectara al nmero en cuanto que es una operacin del alma sobre las cosas, susceptibles de ser numeradas. Pero impugnaba adems por otro motivo la definicin de unidad y de nmero, pues deca: Si la unidad va incluida en el nmero, y la unidad slo puede ser concebida mediante [la idea de] privacin de multiplicidad, existente en el nme-
ro, luego cada uno de los dos va incluido en la idea del otro, y tanto el uno como el otro es como un principio para la concepcin [del otro]. A esto tengo que responder lo mismo que he contestado al tratar de las difiniciones de las cosas relativas, y que ya he dicho ms arriba. 44. Pero habindonos apartado de lo que es tbamos tratando, debemos volver a nuestro pun i de partida. Decimos, pues, que una vez demos trado que con la unidad al presente se designan todas las categoras, y que la unidad es sinnimo de ser, es evidente que el estudio de la misma por esta ciencia puede slo partir de ese punto de vis ta. Habindose, pues, atenido los filsofos anti guos, por lo que'respecta a la unidad, al sentido expresado, es decir, a que es sinnimo de ser, en cuanto que los dos tienen un solo sujeto, diferen cindose nicamente en cuanto al modo, sin em bargo, sus opiniones, por lo que respecta a la uni dad primaria que es principio del ser y causa de que existan y puedan ser medidos los dems se res, considerados como tales seres, dividironse en dos. , 45- Los fsicos ms antiguos, entre los cuales deben contarse los que crean en la anterioridad de las cosas sensibles particulares con respecto a sus universales, al tener esa opinin y al creer adems en la necesidad de que existiese en cada gnero una unidad primaria que fuera causa de la
existencia de cada una de las especies en ese g nero y causa de que las otras especies sean me didas y determinadas, ya que ese gnero se apli ca a tales especies por va de anterioridad y pos terioridad, como ocurre con los diez predicamen tos, es decir, que el calor, por ejemplo, se aplica [primariamente] al fuego, pero a las cosas que tie nen relacin con el fuego, por va de anterioridad y posterioridad, siendo el fuego la causa de que existan las dems cosas calientes y de que stas sean medidas y numeradas, resultando de esto la imposibilidad de que las cosas calientes puedan ser medidas por una unidad tal como la blancura o el color negro, ya que la medida en cada gne ro ha de ser por necesidad algo propio de ese g nero, y siendo sta la condicin de los seres como tales seres, es decir, el ser predicados por va de anterioridad y posterioridad, [al creer todo esto, digo], creyeron en la necesidad de que hubiese un ser primario que fuese causa de que los dems seres existan y puedan ser numerados y conoci dos, no de otra manera que la unidad es en los nmeros causa de que puedan existir y ser nume radas las dems especies de nmero. Mas como no conocan otras clases de causa que la material, pensaron que la unidad, tomada en el sentido di cho, era esa causa; pero esto, siempre con arreglo a la diversidad de opiniones que tenan acerca de la causa material remota, la que unos crean era
i7i el agua, otros el fuego y otros [el tomo] infi nito (i). 46. En cuanto a los ms modernos de esos filsofos, cuando tuvieron conocimiento de la cau sa formal (siquiera tuviesen de ella una idea in exacta, ya que crean que el inteligible de una cosa exista fuera del entendimiento y que era ms dig no del nombre de ser que el sensible que le co rresponda), afirmaron que la unidad universal, comn a todo aquello a que era aplicable la unidad, es la causa de que existan los dems seres a los que se aplica la idea de unidad, no menos que la causa de la mensurabilidad de stos. 47. A toda esta serie de conclusiones condu jo la especulacin a losfilsofosanteriores a Aris tteles. En cuanto a ste, habiendo visto clara mente la distincin entre la existencia inteligible y la existencia sensible de las formas, as como tambin que el inteligible no tiene existencia fue ra del entendimiento', como tal inteligible, sino que las formas existen fuera del entendimiento en cuanto son sensibles, y habiendo visto, adems, que lo ms general en las cosas sensibles son los diez predicamentos, y siendo evidente, respecto a los predicamentos accidentales, que en cada g(1) Para el completo conocimiento de las opiniones
0 0
e r o de stos h a y una cosa que es la causa d e que existan y puedan ser numeradas las d e m s e s p e c i e s existentes en ese gnero, y as, por ejemplo, entre los colores, el blanco es la causa de que existan y sean m e d i d o s los d e m s colores, p o r q u e e l negro p u e d e considerarse c o m o privacin de blancura, ms bien que c o m o cosa existente en s misma, sucediendo otro tanto con las partes del pie y los pies en los versos que sirven para medir ,a stos, y con el intervalo ms dbil en las m e l o das, [cuando v i o claramente todo esto, digo], juzg preciso que hubiese en la categora d e substancia alguna cosa con las p r o p i e d a d e s dichas, y a que las substancias son muchas; es decir, j u z g necesario que entre stas hubiese una que fuese c a u s a de la existencia de las d e m s substancias, y no slo de las substancias, sino que tambin d e los d e m s seres (i). En efecto, los otros seres s l o pueden ser m e d i d o s , en cuanto existen en la substancia, y a que slo mediante sta p u e d e n existir, segn se ha demostrado al principio de esta ciencia. 48. La unidad, en las c o n d i c i o n e s dichas, si s e toma c o m o separada d e la materia, es la que -Con ms razn m e r e c e el n o m b r e d e unidad, por ser ms digna del n o m b r e de ser; d e aqu que esta cuestin venga a reducirse a aquella otra que,
(1) Vid. Arisr., Met., lib. X, ce. i. y 2.
173 desde un principio, ha sido el objeto constante de nuestra investigacin y para cuyo pleno conoci miento hemos adelantado las presentes nociones. Esta cuestin no consiste en otra cosa que en ave riguar si existe una substancia separada que sea principio de la substancia sensible, o, por el con trario, la substancia sensible se basta a s misma para poder existir; cuestiones, estas dos, que son una sola en cuanto al objeto, si bien son dos en cuanto al modo; y por esa razn, una vez demos trada la una, queda averiguada la otra. De la mis ma manera, una vez demostrado que existen va rias substancias separadas, es preciso tambin que exista en ellas una cosa que sea causa de que sean mltiples y numeradas. Todo esto queda r evidenciado en la segunda parte de esta cien-^ cia, pues la investigacin que ahora hacemos acerca de estas cuestiones no tiene otro carcter que el de prlogo con relacin a aquella otra par te, que puede ser considerada como fin de sta, cuya nobleza ha llevado a algunos a creer que la ciencia divina [o metafsica] slo versa acerca de los seres separados. 49. A esto se reduce lo que hay que decir acerca de la unidad, considerada como sinnimo de ser, acerca de la manera ms conveniente de averiguar su relacin con la unidad primaria y acerca de las condiciones en que la unidad se opone a la multiplicidad. Veamos ahora en cuan-
tas maneras se opone a sta. Decimos, pues, que la unidad puede oponerse a la multiplicidad de muchas maneras: una de ellas, por razn de la di visibilidad e indivisibilidad, y en este sentido la oposicin entre ambas viene a ser algo parecido a la que hay entre el hbito y la privacin, supues to que la unidad carece de la divisibilidad que hay en la multiplicidad. La unidad puede oponer se tambin a la multiplicidad, por razn de las propiedades que caracterizan a ambas, ya que la unidad implica identidad, y la multiplicidad, dis tincin, diferencia y oposicin, si bien la distin cin es de las tres la nica que se opone a la uni dad, considerada desde el punto de vista de la identidad. En efecto, todo ser ha de ser, por ne cesidad, o idntico o distinto [es decir, otro]; y dentro de estas [dos propiedades], ha de tener las diversas especies que hemos enumerado, como propias de lo idntico y de lo distinto. As, pues, lo idntico, como hemos dicho, puede afectar al gnero, a la forma y al individuo, cuando tiene dos nombres sinnimos o la significacin de su nombre dice relacin a la significacin de su defi nicin. Lo idntico, en cuanto a la especie, si se encuentra en la substancia, se llama semejante; si en la cantidad, equivalente, y si en la cualidad, parecido; esto, claro est, segn las diversas acep ciones que hemos enumerado como propias de la palabra parecido. De aqu se sigue que una cosa
puede ser idntica o distinta, semejante o dese mejante, equivalente o no equivalente, parecida o no parecida, acepciones todas que convienen en que una cosa sea o idntica o distinta, bien en un sentido absoluto, bien en un sentido restringdo(i). 50. En cuanto a lo diferente, no es opuesto a lo idntico, de la manera misma que se opone lo distinto, pues lo distinto [o lo otro] no ha de ser por necesidad distinto en algo; pero lo diferente es diferente en cuanto a algo; por lo cual, la dife rencia es susceptible de ms y de menos, propie dad que no tiene la distincin. En efecto, la dife rencia lo es en algo, y el ser diferente en algo im plica la conveniencia en algo con lo idntico; por eso, la multiplicidad [con relacin a la unidad] no indica una distincin pura, sino una especie de distincin, que es la diferencia. Aquellas cosas mudables que es imposible convengan en un solo sujeto, desde un mismo punto de vista y a un mismo tiempo, esas son las que reciben el nom bre de opuestas, y vienen a ser de cuatro clases,
(i) l lector se dar perfecta cuenta de que estas dife y equivalente se hacen
desde un punto de vista tcnico y filosfico, ms bien que desde un punto de vista lingstico y lexicolgico, es decir, que se refieren ms bien al tecnicismo filosfico que al l e n guaje vulgar. Tngase presente para este y otros casos an logos.
176 a saber: contrarios, hbito y privacin, afirmacin y negacin y relativos. Ya se ha dicho antes cun tas acepciones tienen lo contrario y el hbito y la privacin, si bien los verdaderos contrarios deben, existir en un solo gnero y ser sumamente dife-, rentes y distintos entre s. 51. Pero las cosas que son distintas en cuan to al gnero, aunque sean, diferentes entre s, no son, sin embargo, susceptibles de ms o menos diferencia, as como tampoco procede su mutua diferencia de ser cosas contrarias, ya que pueden convenir en un sujeto y algunas en ms de una cosa. Tales son los diez predicamentos, los cuales son distintos en cuanto a sus gneros; pero el que se los califique de diferentes, es debido a no ser producidos unos por otros y a no tener gnero alguno comn, mas no a que su mutua diferencia provenga de la contrariedad. Contrarias, por otra parte, son aquellas cosas que, teniendo un mismo gnero, llegan al mximum de diferencia y distin cin por parte de la forma; por lo cual, no pue den ambos contrarios tener un sujeto comn, sino, que la generacin de uno implica necesariamente la corrupcin del otro, siendo distintos por razn de esa forma, es decir, por importar la generacin del uno la corrupcin del otro, y por lo tanto, son completamente distintos en cuanto al ser, 52. Ahora bien, de lo contenido en la defini cin de contrarios se deduce que un contrario
no pueda tener ms que un solo contraro, pues si lo ms perfecto en un gnero dado es aquello fuera de lo cual y encima de lo cual no se en cuentra nada, sigese necesariamente que lo per fecto en cuestin de diferencia debe ser tal, que no pueda haber nada ms diferente que ello. Por que si tuviera algn otro contrario, ste poseera, al existir, una contrariedad o mayor o menor que la del primero; si fuera menor, tendra un estado intermedio entre los dos contrarios y no sera un extremo, y si fuera mayor, lo que se supone estar en el lmite de la contrariedad, no estara en tal lmite, sino en el medio. Tampoco es posible que tengan dos cosas un mismo grado de contrarie dad con respecto a otra, cuando se trata de cosas entre las cuales existe el mximum de distancia, porque el mximum de diferencia slo puede dar se entre dos lmites que tienen entre s el mxi mum de distancia; por esa razn no es posible que exista entre dos lmites ms de una lnea recta. 53- Como el nombre de distancia, que apare ce en la definicin de contrarios, se predica, prima riamente y por va de anterioridad, de la cantidad, sigese que la primera contrariedad es la que se da en el lugar, siendo ella la causa de que las dems clases de contrariedad existan simultneamente en cuanto a la substancia y modo de ser. En efecto, a no ser por la magnitud, no sera posible la existen12
cia simultnea de dos contrarios, tales como el ca lor y la frialdad y otros; por lo cual, la aparicin de la distancia [o dimensin] en la materia prima es una condicin [necesaria] para la existencia de los contrarios. Como entre los contrarios hay unos que son de tal naturaleza que el sujeto que los re cibe no puede estar sin uno de ellos (como lo par y lo impar, de los cuales uno tiene que estar ne cesariamente en el nmero), y otros en los cuales el sujeto puede estar sin los dos (como el sujeto de los'colores blanco y negro), resulta que los contrarios pueden ser de dos clases: unos que no tienen medio, y otros que lo tienen. 54. Como la mutacin, segn ha sido eviden ciado en la fsica, va siempre de un contrario a otro, debe haber necesariamente entre ambos un medio, pues el medio es lo primero en que se con vierte lo mudable, al ir de un extremo a otro; por ejemplo: el cambio de blanco en negro no se ve rifica hasta despus de haber tenido lugar una mutacin a uno de los medios que hay entre am bos colores. De aqu la necesidad de que el me dio y los extremos entre los cuales se halla el me dio estn dentro de un mismo gnero, pues de lo contrario los medios no seran la primera cosa en que se verifica el cambio, ya que las cosas que se diferencian en gnero no pueden cambiarse unas en otras. Ahora bien, si los extremos y los me dios estn dentro de un mismo gnero, es eviden-
179 te que en la composicin de los medios entran de alguna manera los extremos, pues si no participa ran de stos y no formaran con ellos algo a ma nera de composicin, es decir, si los extremos existiesen en acto en el medio en el estado que tienen cuando estn aislados, los extremos seran los medios mismos. 55- Queda, pues, sentado que los medios, en tanto llegan a ser contrarios, en cuanto participan de la contrariedad propia de los extremos, y que aqullos son en general cosa distinta de stos; todo lo cual prueba la imposibilidad de que los medios sean en acto puro los extremos mismos, o de que aqullos existan en acto puro en stos l timos; de aqu la posibilidad de que los extremos existan simultneamente en un sujeto, considera dos en cuanto existen en el medio, y la imposibi lidad de que esto suceda cuando se les considera como tales extremos y desde el punto de vista de su perfeccin ltima. La existencia de los ex tremos en los medios es una cosa intermedia en tre el acto puro y la potencia pura, no pudiendo existir el medio ms que entre cosas susceptibles de ser mezcladas; por lo cual, no puede haber, (por ejemplo], trmino medio entre la salud y la enfermedad, ya que no es propio de la salud mez clarse con la enfermedad. [En el caso citado], el sujeto receptor de ambos no puede estar sin una de las dos, ya que, siendo la enfermedad nociva
i8o
a la.accin o pasin del miembro sensible y no sindolo la salud, no puede haber cosa sensible que sea algo intermedio entre el dao y el no dao, si bien ste es susceptible de ms y de menos. Por lo tanto, el nombre de intermedio que Galeno aplica a un estado que no es ni salud ni enfermedad, es una especie de metfora, pues tal estado ha de de ser necesariamente o de salud o de enfermedad, aunque no sea ni completa enfermedad ni completa salud. 56. Por tal razn, todo lo que respecto a los medios se exprese por medio de la negacin de los extremos, debe entenderse como verdadero medio, es decir, que cuando decimos, por ejemplo, que el color ceniciento no es ni blanco ni negro, se quiere significar una esencia que carece de algo que tienen los dos extremos, que se hallan dentro de un mismo gnero, y que participa, por va de mezcla, de algo de dichos extremos. Pero lo expresado por la negacin de los extremos, en cuanto que ni stos ni el medio estn dentro de un mismo gnero, no puede ser un medio, como sucede cuando decimos que la piedra ni habla ni es muda, y que Dios ni est dentro del mundo ni fuera de l. 57 Esta misma particularidad es la que hace que los contrarios se diferencien de las dems especies de oposicin, ya que en ninguna de stas se da un verdadero medio. En efecto; por lo que
hace a la afirmacin y negacin, es evidente; por lo que hace a la privacin, en cuanto equivale a la negacin, se somete a las mismas condiciones que la negacin, siendo esta especie de privacin la que se opone al ser; y en este sentido decimos que el ser se origina del no ser. Entre [los dos opuestos de] las dems especies de privacin, es posible imaginar un trmino medio, aunque no verdadero; tal sucede cuando decimos que el embrin ni ve ni es ciego, y que la piedra ni habla ni es muda, como hemos dicho antes. En cuanto a los relativos, no les conviene, como tales relativos, tener un medio, ya que no es propio de ellos existir dentro de un mismo gnero; tal ocurre con el agente y el paciente, de los cuales uno puede estar en un gnero, y el otro en otro. Pero en cuanto la relacin puede estar afectada de contrariedad, desde ese punto de vista le conviene tener un medio, si bien por razn de la contrariedad y no por razn de la relacin; tal ocurre con el trmino medio entre lo grande y lo pequeo, entre lo superior y lo inferior. 58. De esto se deduce^ pues, que estas cuatro clases de oposicin son distintas entre s, aunque es evidente que la privacin y el hbito son como los fundamentos de los contrarios y de los cosas afirmativas y negativas. Porque partiendo la generacin, ya de la privacin de la forma, ya de la forma contraria, y siendo propio de la forma con-
traria estar privada del contrario engendrado, aun que tenga cierta contrariedad, puesto que lo generable ha de ir por necesidad precedido de la privacin, se sigue necesariamente que sta va aneja a las cosas contrarias, a las que es anterior por naturaleza. Adems, uno de los dos contrarios debe ser menos perfecto que el otro, ya que la imperfeccin es privacin de perfeccin; as ocu rre, por ejemplo, en lo caliente y lo fro, lo hmedo y lo seco. Por lo que respecta a la negacin, es evi dente que no hay diferencia entre ella y esta espe cie de privacin, es decir, la privacin en general. 59. Siendo, como hemos dicho, los contrarios distintos en la forma y unos en el gnero, convie ne que averigemos ahora si todo lo que es con trario es o no distinto en cuanto a la forma. He mos de decir que siempre que los contrarios va yan ligados a la forma de la cosa, son diferentes en cuanto a la forma; as, por ejemplo, lo sujeto a generacin y corrupcin y lo eterno no pueden existir con una misma forma, pues de lo contrario sera posible la existencia de hombres eternos. Pero aquellos otros contrarios que existen en una cosa por razn de la materia, no hay inconvenien te en que existan dentro de una misma forma, como el ser macho y el ser hembra, que se dan dentro de una misma especie, como lo estn tam bin lo blanco y lo negro. 60. De lo dicho se deduce cules sean las pro-
piedades de la unidad y de la multiplicidad y cmo ambas pertenecen al primer gnero de oposicin. Veamos ahora en qu sentido les es propia tal oposicin, ya que si no existiera la unidad, no existira la multiplicidad; y no existiendo sta, no habra, en modo alguno, oposicin. Decimos, pues, que no es posible que lo uno se oponga a lo mltiple por va de contrariedad, puesto que lo nico que es contrario a lo mltiple es lo poco; ahora bien, lo uno no es poco, porque lo poco es propio de lo divisible, y lo uno slo podra ser poco por razn de ser divisible, mas no - por razn de ser uno. Adems, si lo uno fuera poco, el dos sera mltiple, ya que lo poco y lo mltiple son cosas relativas; adems, segn eso, la unidad sera una cierta multiplicidad; todo lo cual es absurdo (i). Por otra parte, lo contrario, como se ha visto, slo puede tener un contrario, y ambos estn dentro de un solo gnero; condiciones que no se dan en la unidad y multiplicidad.
(i) L o contrario de lo mucho es lo poco; si, pues, lo uno de s e r si-
guientes absurdos: i . L o uno, que envuelve en s la idea de indivisibilidad, se convertira, por el hecho de equivaler a lo poco, en divisible. 2 . L o uno implicara cierta multiplicidad originada por esa divisibilidad hipottica. A d e m s , si lo fuera poco, el dos, que, como dice Aristteles unolib.
0
(Afetaf.,
184 61. En cuanto a saber si la oposicin entre ambos es oposicin de privacin y hbito, cues tin es que merece ser estudiada. En efecto: des de el momento que la unidad es indivisible y la multiplicidad divisible, vemos que la unidad est privada de la divisibilidad, la cual existe en la mul tiplicidad. Muchos filsofos antiguos han visto la cuestin al revs, es decir, consideraban a la mul tiplicidad como privacin de unidad; al parecer, lo que les indujo a convenir en tal opinin fu la observacin de que la privacin es, en cualquier aspecto que se la mire, una cosa menos noble que el hbito, que lo es ms, siendo este [ltimo] el estado en que la unidad se halla con respecto a la multiplicidad, ya que la unidad es la causa de la existencia de sta. Sin embargo, es, como hemos dicho, cosa ms evidente an que la unidad es privacin de multiplicidad, pues muchas privacio nes hay que son ms nobles que las cosas de cond i c i H poco noble; por eso, en ciertas ocasiones, el no ver, por ejemplo, es mejor que el ver. 62. Sin embargo, de suponer que la oposicin entre ambas ocurre de la manera dicha se sigue un absurdo de la peor especie, consistente en que el hbito tendra como fundamento a la privacin, ya que la unidad y multiplicidad estn en esa refacin [de fundamento y cosa fundada]. De aqu, el que creamos ms aceptable la opinin de que su oposicin se verifica por va de relacin. En
i8
efecto: es propio de la unidad el medir, y de la multiplicidad el ser medida; pues bien, el medir y el ser medido son cosas relativas. Sin embargo, esta relacin no radica en la substancia de la uni dad, sino que es algo accidental a ella, y por eso la relacin de la unidad a la multiplicidad no tie ne la misma acepcin que la relacin en virtud de la cual se dice que unas cosas son relativas a otras. Pasa, en el caso presente, lo que pasa con la cau sa y lo causado; porque el fuego, [por ejemplo], es causa de las cosas gneas; pero su razn de ser fuego es distinta de su razn de ser causa; por lo cual, en cuanto que es fuego, est comprendido en la categora de substancia, y en cuanto es cau sa, en la categora de relacin; cosas todas que son de suyo evidentes. Del mismo modo, la pala bra multiplicidad parece ser aplicable a sta, no desde el punto de vista mencionado, [es decir, desde el punto de vista del hbito y la privacin], aunque en ste se funde precisamente, sino en cuan to dice relacin a lo poco; por lo cual, la relacin existente entre la unidad y la multiplicidad co rresponde a la multiplicidad, en cuanto puede ser medida, y a la unidad, en cuanto puede medir. Cabe tambin que supongamos que la unidad se opone a la multiplicidad, de los dos modos a la vez, si bien bajo distintos aspectos; en ese .caso, la unidad ser fundamento de la multiplicidad, no en cuanto le conviene ser privacin de multiplici-
i86 dad, sino en cuanto que es principio de ella; y en ese sentido, la oposicin entre ambas tendr carcter de relacin. Pero, adems, en cuanto le conviene a la unidad estar privada de aquello que existe en la multiplicidad, es decir, de la divisibilidad, la unidad se opone a la multiplicidad, por va de hbito y privacin. 63. Pero puede ser que alguien iormule la siguiente pregunta: si una cosa no tiene ms que un solo contrario, entonces en qu sentido se opone lo igual a lo grande y a lo pequeo? Porque, desde luego,' lo igual no puede ser contrario de ambos, puesto que lo contrario no puede tener ms que un solo contrario. Adems, lo igual radica en el trmino medio entre lo grande y lo pequeo; ahora bien, lo contrario no puede ser lo intermedio, sino que lo intermedio debe estar entre los dos contrarios. Dificultad es sta que se resuelve diciendo que lo igual se opone a lo grande y a lo pequeo, en cuanto son desiguales. 64. Una vez que hemos tratado de la unidad y de la multiplicidad, as como de las propiedades de ambas, conviene que hagamos ahora una investigacin acerca de la finitud de las cuatro causas, que son: la material, la formal, la eficiente y la final, pues es de utilidad para la cuestin que venimos tratando, es decir, para la cuestin acerca de los principios de la substancia, y para muchas de las cuestiones anteriores. De aqu, el que
18; -
Aristteles la haya puesto en lugar preferente, enr el primero de los libros [de su obra] acerca de esta ciencia (i), libro que es el marcado con el alif minsculo (2); conseguido este objeto, se dar fin, si Dios quiere, a la primera parte de esta ciencia. Decimos, pues, que, dados ms de dos efectos, es decir, tres o ms, y suponindolos infinitos en nmero, veremos que pueden clasificarse en tres categoras [y ser] primero, medio y ltimo, cada uno con una propiedad caracterstica. Al ltimo le caracteriza el no ser causa de ninguno. Al medio, el ser causa y efecto: causa del ltimo y efecto del primero, lo que tiene lugar igualmente, sea uno o mltiple el medio, finito o infinito, ya que este modo de ser le corresponde al medio por ser medio y no por ser un medio de tal o tal forma, es decir, finito o infinito. El primero est caracterizado por la pro-
(1) (2)
filsofo
griego el
Metafsica.
les estaba designada por las letras del alfabeto. Claro que en el rabe no existe la divisin en letras maysculas y minsculas, pero nada quita que, quiz tomndolo de las versiones griegas, hayan adoptado los traductores rabes un sistema
de numeracin de las partes del libro, sistema en el cual parecen haberse adoptado letras de un tamao mayor o menor, segn la importancia de la parte numerada.
piedad de no ser ms que causa, y no efecto de cosa alguna, en cuanto que es causa. Este existe como opuesto al ltimo, y el medio, como una mezcla de ambos extremos; todo esto es evidente en s mismo. 65. Ahora bien, al atribuir a un efecto ltimo determinado una serie infinita de causas, supone mos la existencia de un nmero infinito de me dios; mas los medios, como tales medios, sean, como hemos dicho, infinitos o no, necesitan, por ser efectos, de una causa primera, pues de lo con trario, podra darse el caso de que hubiera un efec to sin causa. Pero si suponemos que tales medios son infinitos [en nmero], incurrimos en una con tradiccin, pues tales medios han de reconocer necesariamente una causa primera; ahora bien, si los suponemos infinitos en nmero, no pueden tener una causa primera; eso, adems del absur do que supone el que exista un medio sin extre mos. Pasa con la anterior hiptesis lo que ocurre con aquellas que implican una contradiccin; tal es, por ejemplo, la del que supone la existencia de un infinito en acto. Pero, segn se ha demos trado en el libro de la Sofstica, esto es un princi pio para echar por tierra tal hiptesis. 66. Esta demostracin, si bien es propia del agente motor, puede, sin embargo, considerarse como general para dar a conocer lo finito de las cuatro clases de causa. Con todo, lo mejor es que
I8Q
la demostracin se haga en cada una de las cau sas restantes, empleando para ello algo que les sea propio; y as empezaremos a hacerlo por la causa material. Decimos, pues, que el que una cosa se produzca de otra, puede tomarse en dos sentidos; uno cuando se dice, por ejemplo, que el agua se engendra del aire, y el aire del agua, lo blanco de lo negro y lo negro de lo blanco. De esto se deduce que esta acepcin indica realmen te un sentido de posterioridad, ya que aquella cosa de la cual se engendra algo, es, en realidad, el sujeto del agua y del aire, de lo blanco y de lo negro, mas no la forma del agua y del aire, ni el mismo color blanco y negro. Antes bien, todo esto se toma en el sentido de que la forma del agua desaparece del sujeto, sustituyndola la for ma del aire, pero sin que se d en este caso prio ridad de aquello de lo que se engendra una cosa respecto de lo engendrado, ni proceso esencial hasta el infinito, ya que no es posible concebir la forma del agua como anterior a la forma del aire, ni la forma del aire como anterior a la forma del agua, sino como existentes ambas en un mismo plano. As, pues, ambas cosas tienen un mismo sujeto, estando cada una de ellas en potencia y en disposicin de ser la otra en idntica proporcin; por lo cual, en cosas como stas, puede verificar se la generacin en forma circular. 67. La segunda de las acepciones en que se
igo
toma la expresin: tal cosa se engendra de tal otra, se. refiere a que la existencia en acto de aquella cosa de la cual se engendra otra consista precisamente en estar en disposicin de recibir la perfeccin de.otra idea, de otra forma; de manera que el modo de ser de esa cosa, considerada como sujeto, sea tal que pueda ser movido a recibir una perfeccin por parte de esa idea [o forma] ltima, siempre que no haya algo que lo impida. Pueden citarse como ejemplo la potencia nutritiva del feto, la cual est en disposicin de recibir la animalidad, as como la animalidad est en disposicin de recibir la racionalidad, pues de cada una de estas [potencias] se puede hacer tal afirmacin, diciendo, por ejemplo que de la potencia nutrititiva se engendra la animalidad, y de la animalidad la racionalidad; no de otra manera que decimos que del nio se engendra el hombre. 68. Esta acepcin [de la generacin] es la que permite concebir en la cosa engendrada ms de un sujeto en acto, estando caracterizada esta clase, a diferencia de la primera, por la propiedad de que en ella la idea [o forma] ltima no est en potencia para ser el sujeto y convertirse en l, porque si es verdad que los principios estn en disposicin de recibir los fines, los fines no estn en disposicin de recibir los principios. Ahora bien, es evidente que tampoco esta especie de sujetos puede llegar hasta el infinito, pues si tal sucedie-
191 ra, se dara el caso de existir en acto cosas infini tas en una cosa finita, ora existan en acto puro en la cosa los sujetos, como existen en la potencia nutritiva los sujetos relativos al feto; ora tengan una existencia intermedia entre la potencia y el acto, como existen los elementos en los cuerpos de partes homogneas. Adems, segn se ha de mostrado en la fsica, hay un sujeto esencialmente informe, el cual no puede tener a su vez un suje to, pues entonces estara dotado de forma; si, pues, el sujeto primero y la forma ltima son los que constituyen los extremos finitos de cada ser sensible, luego lo que hay entre ambos ha de ser por necesidad algo finito, pues es imposible que existan cosas finitas en cuanto a los extremos e infinitas en cuanto a los medios, ya que tal hip tesis implica una contradiccin, pues lo que es fini to, lo es desde todos los puntos de vista, no finito desde uno e infinito desde otro, cosa que se ver clara en cuanto se reflexione algo. 69. Por lo que hace a la causa final, es asimis mo evidente de suyo que no puede darse en ella un proceso hasta el infinito, pues es esta una tesis que vuelve a surgir en cuanto se niega ( i ) . En
(l) Hace nuestro autor referencia al fenmeno lgico que
tiene lugar cuando la negacin de una afirmacin implica y supone dicha afirmacin. A esto hace referencia Santo T o
192 efecto, si el movimiento y la velocidad pudieran llegar hasta el infinito, y el proceso hasta el infinito no fuera un procedimiento contradictorio, no ha bra cosa hacia la cual tendieran el movimiento y la velocidad, en cuyo caso seran stas intiles y vanas. Este absurdo se seguira, no slo en aque llas cosas en las cuales la existencia del fin es la consecuencia del movimiento, sino tambin en aquellas otras que tienen unfin,en cuanto que son seres que no estn sujetos a mutacin, como lo son las cosas que no estn en la materia. 70. Tambin es cosa manifiesta la imposibili dad de que, por parte de la causa formal, se d un proceso hasta el infinito. Por lo que hace a la forma material, existente en cada una de las par tes del universo, es desde luego evidente [que no se da un nmero infinito de causas] atendida la ra zn que demuestra lo finito [del nmero] de suje tos, pues no es posible que en una cosa finita exis tan infinitas formas, como no es posible que en esa cosa existan infinitos sujetos. Esta misma verlabras: ad negationem alicnjus, sequitur ejus positio. A s , por ejemplo, la negacin de la eternidad del tiempo supone, segn los partidarios de la misma, la afirmacin de tal eter nidad. Decir que el tiempo empez equivale a afirmar que antes del tiempo no ha habido tiempo y, por consiguiente, que ha habido un tiempo en que no ha existido el tiempo. Por lo dems, ya veremos ms adelante la solucin de esta dificultad.
193
dad se manifiesta claramente en cuanto al conjun to del mundo, porque, sirviendo sus partes sim ples de formas, unas para otras, segn se ha visto en la fsica, no es posible que tales partes simples, en cuanto que unas son perfeccin de otras, lle guen hasta el infinito, como tampoco lo es que las perfecciones puedan llegar hasta el infinito. La tierra, por ejemplo, existe precisamente por causa del agua, el agua por causa del aire, el aire por causa del fuego y el fuego por causa de la es fera, sin que se d en esta serie un proceso hasta el infinito. De la misma manera, cuando supone-, mos la existencia de formas inmateriales que son perfecciones unas de otras, el nmero finito de las mismas puede demostrarse de la manera di cha, es decir, de la misma manera que se ha de mostrado la finitud [numrica] de las causas finales. / I . Se deduce, pues, de las razones dichas, que las cuatro causas son finitas [en nmero] y que existe una materia ltima, un agente ltimo, una forma ltima y un fin ltimo. Ahora, en cuan to a saber si en cada una de ellas existe una o va rias causas ltimas, es cuestin que cabe estudiar aqu. Por lo que hace a la materia prima es, se gn se ha demostrado en la fsica, una sola, estan do sujeta a generacin y corrupcin, por lo cual los cuerpos simples pueden cambiarse unos en otros.
18
72. En cuanto a la causa eficiente ltima, si hubiera ms de una, la palabra eficiente se predi cara de ellas, o por va de univocacin, o por va de relacin con una idea comn. Ahora bien, si la palabra agente se predicara de ellas por va de univocacin, se dara un gnero en el cual convi nieran, con lo cual resultara dotada de materia la causa eficiente ltima, suposicin cuyo absurdo ha sido evidenciado ya en la ciencia fsica; y al re ferirme al agente [ltimo], entiendo por ste el motor ltimo. Mas si se dijere que el nombre de agente [o causa eficiente] designa a esos varios agentes en cuanto que dicen relacin a una misma cosa (ya tenga un mismo o varios grados esta re lacin que dicen a esa cosa), en ese caso el ser al que dicen relacin ser el agente primero, en vir tud del cual son agentes cada uno de ellos, siendo stos, por lo tanto, efectos, y ninguno de ellos agente ltimo. De aqu la necesidad de que el agente ltimo sea uno solo, prueba sta que sirve tambin para demostrar, con respecto a las causas formal y final, la misma proposicin, es decir, que la ltima, en cada una de esas dos series de causas, no puede ser ms que una en nmero. 73. De lo dicho se deduce que existen cuatro causas ltimas; veamos ahora si en cada una de ellas se encuentran todas o parte de las dems causas. Respecto a la materia prima, ya se ha de mostrado en la fsica que no est dotada de for-
195 ta, por lo cual no pueda tener una causa eficiente, ya que sta da ai paciente la forma precisamente. Sin embargo, ha de tener necesariamente un fin, el cual no es otro que la forma, pues de lo contrario existira lo que de suyo no puede existir. 74. En cuanto a la causa eficiente ltima, por razn de ser necesariamente eterna, debe ser inmaterial, si bien es preciso que est dotada de forma. Mas, en cuanto a saber si tiene una causa final, cuestin es que debe ser estudiada. Ahora bien, si suponemos que la causa eficiente ltima tiene una causa final, sigese necesariamente que es un efecto de sta, ya que el fin es ms noble que el agente; mas como esa causa eficiente no est en la materia, sigese que la causa nica de su existencia es la causa final. Por otra parte, como hemos supuesto que el agente ltimo es causa eficiente de su fin, sigese que l es causa de su fin, con lo cual ser causa de s mismo; inconveniente que no se sigue en las cosas materiales, en las cuales el agente slo es causa del fin, en cuanto que ste es engendrado, o en cuanto que est en la materia, mientras que el fin es causa del agente, en cuanto que el fin es tal fin. Siendo, pues, esa [solucin] imposible, slo cabe aceptar que la causa final del agente sea el agente mismo, as como el fin del maestro al ensear es slo difundir el bien, y el fin del legislador el mover
ig6
al hombre a la virtud, sin que con ello adquiera l la virtud. 75. Respecto a la causa formal primera, es tambin evidente que no tiene causa eficiente, pues si la tuviera, no sera la ltima causa formal, porque existira antes una causa formal en la cau sa eficiente. Ms lejos est an de estar dotada de materia la forma ltima; luego, si no tiene ma teria, la forma ltima y el agente ltimo son una misma cosa, en cuanto al sujeto, pues si su pusiramos que son dos en nmero, se seguira que la causa formal ltima era un efecto del agen te, o el agente un efecto de sta, en cuanto que est dotado de forma; en el cual caso no sera agente primero. Tampoco puede tener una causa final la causa formal ltima, porque la causa final tiene forma; y en tal caso sta sera anterior a aqulla, y, por consiguiente, no sera causa formal ltima; sigese, pues, que la causa final ltima se tiene a s misma por fin. De aqu, que no sea posible suponer que el fin ltimo es otra cosa que el agente primero o que la forma primera, pues, segn se demuestra en este razonamiento, la forma primera y el agente primero son una misma cosa, en cuanto al sujeto, no pudiendo ser tampoco, segn lo que venimos diciendo, algo distinto de s mismo. 76. Dedcese, pues, de lo dicho que todas las cosas se reducen a una sola causa, que es [a la
197
vez] causa final, eficiente y formal, cuestin que demostraremos despus de una manera ms parti cular. 77. Aqu termina el tratado tercero, con cuyo fin coincide el de la primera parte de esta ciencia.
LIBRO CUARTO i. En lo anteriormente expuesto queda dicho que el ser se predica de todas las diez categoras, de la substancia por va de anterioridad y por va de posterioridad de los dems predicamentos, y que la substancia es causa de que existan las restantes categoras. En el mismo lugar se ha di cho tambin que la substancia sensible se divide en materia y forma, las cuales son a su vez substan cias, por constar de ambas la substancia, en cuan to a su existencia, y ser ellas el fundamento de la substancia, la cual es, a su vez, fundamento de los dems predicamentos. Tambin queda dicho que los universales e inteligibles de estos seres no tie nen existencia, fuera del alma, as como que los universales no son causa de que existan las cosas particulares sensibles, a ellos correspondientes, sino que la forma particular y la materia particu lar son las causas nicas de que exista la substan cia concreta. Y se ha dicho, por ltimo, que el
200
individuo slo puede ser producido por otro indi viduo de igual o parecida especie, mientras que la forma universal y la materia universal no estn sujetas a generacin y corrupcin. Estas son, en total, las conclusiones a que se ha podido llegar en las anteriores lucubraciones acerca del cono cimiento de los principios del ser. 2. Pero estudiando esta ciencia el modo de reducir el ser a sus causas primeras ms remotas, conviene que veamos si tales principios, a saber, la materia y la forma, cuya existencia en la subs tancia sensible ha sido ya demostrada, bastan para producir la substancia sensible, o hay, ms bien, una substancia separada, siempre en acto, que sea causa de que exista la sensible, y, caso de que exis ta, cul es su modo de ser, en cuntas maneras se dice que es principio de la substancia sensible y, por ultimo, si, a semejanza de lo que pasa con las materias, las cuales, segn se ha visto en la fsica, se reducen a una materia primera que existe en el ser, tambin las formas pueden ser reducidas a una forma primera, existente en la materia, o son ms bien redctibles a una forma separada, cues tin que puede establecerse tambin acerca de la causa final primera y de la causa eficiente pri mera. 3. El mtodo ms apropiado para llegar a re solver el problema consiste en establecer aqu, a manera de prnotandos, lo que se ha demostrado
201
en la fsica acerca de la existencia de motores in materiales. Conviene, pues, que, siguiendo la cos tumbre de los filsofos, traigamos a colacin tal doctrina, por va de resumen y no porque sea propio de esta ciencia el demostrar esa tesis. De cimos, pues, que, segn se ha visto en la ciencia fsica, todo ser movido tiene un motor; ahora bien, la cosa movida, en tanto es movida, en cuanto que est en potencia; y el motor, en tanto mueve, en cuanto que est en acto; si, pues, el motor mue ve unas veces y otras veces no, ser un ser movido, desde cierto punto de vista, puesto que, cuando no mueve, est en potencia para mover. Por eso, si su ponemos que el motor ltimo del mundo unas ve ces mueve y otras no, sigese necesariamente que existe un motor anterior a l; y en tal caso, no ser aqul el motor primero. Si a este otro motor le suponemos moviendo unas veces y no movien do otras, necesariamente ha de ocurrir con ste lo que ha ocurrido con el primero; por lo que, nece sariamente, o se dar un proceso hasta el infinito, o hay que dar por supuesta la existencia de un motor absolutamente inmvil, que no pueda ser movido ni esencial ni accidentalmente. Por consi guiente, el motor ltimo ha de ser eterno, lo mis mo que lo movido por l; porque si eso [movido] estuviera, en un momento dado, en potencia para ser movido por l, habra otro motor anterior al motor eterno. Por eso, el motor, cuya existencia
202 se ha demostrado en el libro decimosexto del De anima/idus (i), no tiene virtualidad suficiente para mover sin el concurso del motor universal. De mostrada, pues, la existencia de un movimiento eterno y no siendo posible que exista ms movi miento eterno que el circular de translacin, segn se ha evidenciado en la fsica, sigese de una ma nera manifiesta que hay un movimiento de trans lacin eterno; pero como no se conoce ms ser que est en estas condiciones que el cuerpo celeste, si gese que el movimiento de este cuerpo es el mo vimiento eterno, y el motor de ese cuerpo el mo tor eterno cuya existencia se est demostrando. 4. La existencia de un movimiento continuo, eterno por razn del tiempo, es cosa no menos evidente. En efecto: el tiempo, segn se ha visto, es algo indisolublemente unido al movimiento y algo que no puede ser producido por agente al guno, por muy poderoso que se le suponga, pues si suponemos que el tiempo ha sido creado, es que ha existido despus de no habe*sido nada, antes
(1) L o s rabes reunieron bajo esta denominacin comn sobre el indicado de los anima
203 que existiese; mas como los conceptos de antes y despus se refieren a partes del tiempo (i), resulta que el tiempo existira antes de existir. Adems, si el tiempo fuera engendrado, existira un momento dado, antes del cual no habra existido tiempo pa sado, siendo as que es imposible concebir un momento dado en acto y presente, al cual no pre ceda un tiempo pasado; cosa menos concebible an, si se considera el tiempo en su naturaleza n tima. El error en la presente materia slo puede proceder de tomar el tiempo por la cosa que re presenta el tiempo, es decir, por la lnea. En efec to, la lnea, en cuanto que tiene una posicin y existe en acto, debe ser necesariamente finita; lue go, a fortiori, es posible concebirla como finita. Ahora bien, si consideramos el tiempo desde este punto de vista, es decir, como una lnea recta, es
(i) Vase cmo refuta Santo Toms esta doctrina acerca antequam
tempus esset, non ponit aliquam temporis partem in re, sed solum in imaginatione: quum enim dicimus: tempus habet esse post non esse, intelligimus quod non fuit aliqua pars temporis ante hoc nunc signatum. En una palabra: ese antes que se dice preceder a la existencia del tiempo y el antes pro pio del tiempo, tienen un sentido completamente distinto; en efecto, y para valerme de una frmula lgica muy fami liar a nuestro autor, son trminos equvocos, ya que el pri mero es puramente imaginativo, mientras que el segundo una parte real del tiempo. Vid. Summa bro 2 . , c. 36.
0
es li
contra
Gentiles,
204 imposible que sea infinito. Este sofisma est comprendido dentro del lugar sofstico, llamado de translacin y mutacin, cuyo significado ha sido ampliamente expuesto por Abunsar [Alfarabi], al tratar de los seres mudables. 5- As, pues, habindose demostrado que el tiempo es continuo y eterno, sigese que va unido al movimiento eterno continuo y uno, ya que el movimiento realmente uno es el continuo; ahora bien, si existe un movimiento eterno, existe necesariamente un motor eterno nico, pues si fuera mltiple el movimiento no sera uno y continuo. Que el motor a que nos referimos es un motor inmaterial, cosa es que se evidencia considerando que su actividad motriz se verifica en el tiempo y es infinita, mientras que el motor material es necesariamente cuantitativo, es decir, o es cuerpo o est en un cuerpo. Ahora bien, toda potencia existente en el ser cuantitativo est dotada de la divisibilidad propia de la cantidad y acompaa a sta en su finitud o infinitud, segn se ha visto en la fsica, y esto, bien se suponga a la aludida potencia como esparcida e impresa en el cuerpo, como sucede con el calor respecto del fuego y con el fro respecto del agua, o bien se la suponga como ligada, de una manera cualquiera, con la materia, con tal que esa unin sea algo necesaria para la existencia de la misma, como sucede con el alma. Mas como la forma material no puede te-
205
ner una cantidad infinita, segn se ha demostrado en la fsica, se sigue necesariamente que no existe una potencia material, infinita en actividad mo triz; pero todo esto ha sido ya declarado en la fsica, de donde puede tomarse tal doctrina. 6. Esta cuestin referente a este motor es susceptible de ser probada de otra manera. Deci mos, pues, que, concebido como material, el mo tor primero, por causa del cual se mueve el cuer po celeste, resultara existiendo en un sujeto dis tinto y exterior al sujeto movido por l (i), y, en tal caso, ese [supuesto] cuerpo o movera al cuerpo celeste mediante una imaginacin y concepcin de aqul por ste, como hace el animal, o le mo vera mediante una potencia fsica, como [cuando es movida una cosa] en el lugar, lo cual es tam bin evidentemente imposible. Supongamos ahora que el movimiento de ese cuerpo celeste slo se debe a un deseo [o tendencia] a la inclinacin, pues de seguro habr alguien que invoque es ta opinin. Opinin que no basta a refutar lo di cho por Avicena, respecto a que el movimiento de inclinacin va desde un estado no natural a un
(i)
con el alma de ste. L a s inteligencias o principios separados ai comunicar el movimiento a los planetas producen en ellos las almas o formas. Por lo tanto, las inteligencias son con re lacin a los cuerpos celestes motores extrnsecos.
206 estado natural; porque esta propiedad slo se da en la inclinacin correspondiente a aquellos cuerpos cuyo movimiento es rectilneo, y en los cuales, por consiguiente, la quietud es algo como natural, y el movimiento, algo a modo de accidente. Pero la inclinacin en este cuerpo [celeste] es, como ya se ha demostrado, de todo punto homognea, puesto que se desenvuelve alrededor de un punto medio; y de aqu el que se diga que no es posible en ella la quietud, siendo sta una de las cosas que fomentan la creencia de que es causa del movimiento del cuerpo celeste; mas cuando afirmemos la imposibilidad de que tal cuerpo sea inanimado, se ver lo absurdo de esa opinin. 7. Ahora bien, de dnde nos consta que el cuerpo celeste est animado? De lo mismo que venimos diciendo. En efecto; es de suyo evidente que este cuerpo est en continuo movimiento y, por lo tanto, es preciso que apetezca o el movimiento mismo, o algo unido necesariamente al movimiento, a saber, la providencia de las cosas terrenas, o las dos cosas a la vez, pues es evidente que no apetece el fin del movimiento, pues si lo apeteciera podra estar en reposo. Ahora bien, todo aquello que apetece el movimiento mismo o algo necesariamente unido al movimiento, debe estar dotado de alma y de apetito originado de un conocimiento, porque el movimiento es una operacin del alma; tanto, que si no existiera el alma,
no existira ms que el ser movido. Confrmase esta doctrina con lo que dice Alejandro [de Afrodisia], a saber, que no es posible sea inanimado aquello que es ms noble que lo animado; ahora bien, la razn de que el cuerpo celeste sea ms noble que lo animado est en que aqul gobierna el ser animado y es anterior a l con anterioridad de naturaleza; adems, el cuerpo celeste es eter no, y lo eterno es ms noble que lo no eterno. Sin embargo, es evidente que el cuerpo celeste conoce lo que existe aqu abajo, pues de lo con trario no tendra de las cosas que aqu existen la providencia que hemos mencionado y que ha dado lugar a que los sabios se hayan formado del cuerpo celeste una gran idea y le hayan conside rado como un dios. 8. Si, pues, el cuerpo celeste est animado, slo podr moverse o por razn de la sensacin, o por razn de la imaginacin, o por razn del cono cimiento intelectual. Pero es imposible que el cuerpo celeste tenga sentidos, pues los sentidos han sido dados al animal para [la conservacin de] su salud, y este cuerpo, como se ha demostrado, es eterno. Lo mismo sucede con la imaginacin, pues sta tambin ha sido dada a los animales para [la conservacin de] su salud, adems de que no puede existir imaginacin sin sentidos, y de que, si el movimiento del cuerpo celeste tuviese su origen en los sentidos o en la imaginacin, ese
- 208 movimiento no sera uno y continuo. Por lo tanto, no nos queda ms recurso que admitir que el movimiento aludido procede del deseo originado del conocimiento intelectual; slo que, si creemos corpreo a ese ser conocido, del mismo modo que sueles t llamar [corpreas] a las cosas exis tentes aqu, es decir, debajo de la esfera de la luna, resultar que lo menos noble es comple mento de lo ms noble, lo cual es imposible. Pero adems no es posible suponer que la causa de su movimiento sea su conocimiento de otro cuerpo celeste ms noble que l, porque al asignar la causa de su movimiento a este ltimo, tocaramos las mismas consecuencias que se derivaron al asignrsela al anterior, con lo cual se dara nece sariamente un proceso hasta el infinito. 9. As, pues, si este cuerpo celeste no puede moverse en direccin a atro cuerpo, bien sea ste superior, bien inferior a l, no hay ms remedio que suponerlo movido por un ser, objeto de su deseo, ms noble que l, ser que no es otro que aquel cuya existencia es el bien absoluto, puesto que lo deseado es el bien. Mas es preciso que ese bien, deseado por el cuerpo celeste, sea la ms ex celente de las cosas deseadas y el ms perfecto de los bienes, y, adems, que ese movimiento anmico sea ayudado por la inclinacin que el cuerpo ce leste tiene por naturaleza, porque no hay ninguna repugnancia entre la inclinacin propia de
2og
cuerpo y su movimiento anmico, segn se ha de mostrado en la fsica. Esta es una de las pruebas que sirven para demostrar que el motor es inma terial; sin embargo, el procedimiento ms propio y fundamental es el que hemos seguido en pri mer lugar, procedimiento que es el empleado por Aristteles; y por esta razn nos ha parecido me jor el dar cabida aqu a todas esas cosas, tomn dolas del que se dedica al [estudio de] la fsica. IO. As, pues, lo que ahora debemos estudiar aqu respecto a los principios dichos, considera dos desde ese punto de vida, es decir, en cuanto son inmateriales, es la cuestin de saber cul es el modo de ser de los mismos, cul es su nme ro y qu clase de relacin guardan con respec to a la substancia sensible, o, lo que es lo mismo, en cuntos sentidos son principios de sta, ya que la palabra principio es aplicable a muchas cosas. Debemos adems estudiar la manera que tie nen dichos principios de relacionarse unos con otros, en cuanto a la existencia, es decir, si son unos anteriores a otros, o son ms bien indepen dientes, de modo que no sean unos causas de otros, o, en el caso de que sean unos causas de otros, de cuntas maneras lo son; de qu modo se conocen las cosas comunes a todos ellos, cmo convienen y cmo se diferencian, en cuanto que, dentro de lo que les es comn, se exceden unos
14
de otros; esto, claro est, en el caso de que sean unos causas de otros, y entendiendo por cosas comunes a ellos las siguientes: el entendimiento, el percibirse a s mismo, la substancia, el ser viviente, el ser uno y otras cosas por el estilo, propias de cada uno de ellos, las cuales sern explicadas despus. Debemos, en una palabra, emplear en esta parte el mismo mtodo de investigacin usado en la parte anterior; de manera que, as como en la primera parte se trat de la relacin mutua de los seres, en cuanto que son tales seres y de la relacin de las cosas que desempean las funciones de co.sas inherentes, as tambin debemos estudiar en esta otra esta especie de ser, para tratar despus de la relacin que el ser sensible y las cosas a l inherentes dicen respecto a este ser inteligible; hecho lo cual, habremos dado una nocin completa de los seres, considerados como tales seres, y de sus causas ltimas. Esta parte de nuestro estudio abarca el contenido del libro que, entre los que Aristteles escribi acerca de esta ciencia, va sealado con la letra lam [es decir, del libro duodcimo], habindose visto, por lo que hemos dicho, que el conocimiento de esta parte es a manera de complemento y perfeccin de esta ciencia. I I . De lo dicho se deduce cul sea el objeto de nuestra investigacin acerca de esta parte de la metafsica, y cules las cuestiones que comprende;
211
comencemos, pues, por [dar a conocer] cada una de ellas. Decimos, pues, que los principios a que nos referimos son ms de uno, como se ha visto en la ciencia matemtico-astronmica, puesto que el motor, cuya existencia hemos demostrado an tes, no tiene nada que ver con el motor cuya exis tencia se prueba en el libro decimosexto de la obra De animalibus, ya que el primero es anterior en naturaleza al segundo, porque el segundo ne cesita del primero para ejercer su actividad mo triz; de modo que, si aqul no suministrase a ste sujetos sobre los cuales pudiera obrar, no podra tener operacin alguna, segn se ha demostrado en la ciencia fsica, mientras que el primero no nece sita del segundo para ejercer su actividad motriz. 1 2 . Adems, los sentidos perciben, con res pecto a la presente cuestin, movimientos mlti ples en el cuerpo celeste, que parecen ser partes del ser afectado de un movimiento mayor, as como las esferas de tales movimientos [fracciona rios] parecen ser partes, o algo as como partes, de una esfera mayor. Estas [esferas particulares], son, como se ha demostrado en la fsica, de una misma substancia y no tienen contrario; por lo cual, todas ellas son eternas; eso, prescindiendo de la consideracin de que las partes de lo eterno son eternas; luego si esas esferas que forman par te del cuerpo [celeste] mayor son eternas, los mo tores de tales esferas tambin lo sern, estando,
212 por tanto, comprendidos en el gnero del motor universal. 13. Por lo que respecta al nmero de movi mientos y de cuerpos movidos en virtud de ellos, cuestin es que debemos tomar de la ciencia as tronmico-matemtica, exponiendo acerca de la cuestin la doctrina ms comn en nuestros tiem pos, o sea, aquella en la cual no discrepan los cul tivadores de esta ciencia, desde Ptolomeo ac, y reservando para los que a esa ciencia se dedican aquella otra que es entre ellos objeto de contro versia. En efecto, de mucho de lo referente a tales movimientos no puede uno darse cuenta, ms que empleando para conseguirlo proposiciones comu nes [o probables], ya que para enterarse de gran parte de lo que se refiere a ellos, se requiere un tiempo tan largo, que excede en muchas veces a la vida del hombre; y al hablar de proposiciones comunes en una ciencia, entiendo por stas aque llas que no son objeto de discrepancia por parte de los cultivadores de esa ciencia; por lo cual nos decidimos a presentar aqu tales opiniones. 14. Decimos, pues, que en lo que todos con vienen respecto a los movimientos de los cuerpos celestes, es en que su nmero llega a treinta y ocho (i), a saber: cinco para cada uno de los tres
(1) Sumados todos los aqu enumerados como pertene
planetas superiores (i), que son Saturno, Jpiter y Marte; cinco para la Luna; ocho para Mercurio; siete para Venus; uno para el Sol, en cuanto se le considera en una esfera excntrica y no en el epiciclo (2); y uno para la esfera circundante universal, que es la esfera de las estrellas [fijas]. 15. En cuanto a la existencia de una novena esfera, es objeto de duda, pues Ptolomeo crey que haba en la esfera del Zodaco un movimiento lento, distinto del diurno, movimiento que verificaba su revolucin en miles de aos, mientras que a otros les pareci que tal movimiento no era otro
ponda a la novena esfera, cuya existencia era objeto de discusin entre los antiguos astrnomos. (1) YA planeta v^gi en el sistema astronmico de los griegos guraba como fijo en un crculo o esfera (Jj) que era la que giraba. Reliquum est circuios quidem moveri, astra autem quiescere et infixa circulis ferri. Arist., De Calo et Mundo. Edit. Junctas, t- V, lib. 2 . , c. 2. , f. 129.
0 0
(2) Vase cmo define Alfonso de Veracruz en la pgina 1 1 9 de su Phisica Speculatio (Salamanca, 1569) los excntricos y epiciclos: Apud astrlogos circulus eccentricus dicitur qui, dividens cselum et terram in duas partes sequales, habet tamen centrum suum extra centrum terrse, et epiciclus est circulus parvulus positus in circunferentia deferentis, per cujus circunferentiam movetur corpus planetae et defertur. L a teora de los excntricos y epiciclos es debida a Ptolomeo. Averroes se pronuncia contra ella en varios pasajes de sus obras y en especial en su Comentario magno a la Metafsica. Vid. edicin apud Junctas, t. VIII, f. 329 v.
214 que el de avance y retroceso. Sustentaba tal opinin un" personaje llamado Azarcala (i), natural de esta nuestra tierra de Espaa, cuyos secuaces formaron con esa base un sistema astronmico del cual flua necesariamente la existencia de ese movimiento. Lo que les decidi a sustentar esta opinin fu el haber observado en el Sol idas y venidas a un punto determinado del Zodaco, en las cuales encontraron algo [de particular y] distinto. Segn otros, esta distincin [y particularidad] era debida al aumento de uno o varios movimientos en la esfera del Sol, mientras que otros la atribuan [simplemente] ora a un defecto [de construccin] en los instrumentos [de observacin], ora a impotencia de los instrumentos mismos para apreciar estos fenmenos en su verdadera naturaleza. 16. En mi concepto, no es cierto que exista una novena esfera sin estrellas, porque la esfera slo existe por causa del astro, que es la ms noble de sus partes [integrantes], por lo que, cuanto ms se multipliquen en la esfera las estrellas, tanto ms noble ser sta; cosa que ya ha evidenciado Aristteles. Ahora bien, la esfera que tiene el movimiento mayor es la ms noble de to(l) Astrnomo hispano-rabe que floreci en la segunda Note sur Alpetra-
das las esferas, por cuya razn creemos falsa la afirmacin de que carezca de estrellas; antes, a mi modo de ver, esto es imposible; de aqu la conve niencia de que se examine atentamente la cuestin, cuando se investigue la causa de dicho movimiento. 17- Mas habindonos apartado de lo que est bamos diciendo, debemos volver a nuestro punto de partida. Decimos, pues, que una vez determi nado el nmero de movimientos, queda necesaria mente determinado un nmero igual de motores, porque cada movimiento no puede originarse sino de un deseo correspondiente, y a su vez este de seo, propio del movimiento, tiene como objeto un ser deseado propio. Todo esto [que se refiere al nmero de motores, ha de entenderse] en el su puesto de que el motor de todas las esferas en el movimiento diurno sea uno solo, porque si supo nemos que cada una de las esferas en ese movi miento diurno tiene un motor propio, entonces el nmero de motores asciende a cuarenta y cinco. 18. A primera vista parece ser que sta era la opinin de Aristteles; pero Alejandro [de Afrodisia] (i) evidenci la opinin contraria en su fa(i) Era uno de los comentaristas de Aristteles ms en Bibliotheca escurialensis, de Casiri, se refiere a un tomo
boga entre los musulmanes. E l nmero 794 de la arbico-hispana de dicha Biblioteca, que aqu jse trata.
2I"
mos tratado De los principios del todo, en el cual afirma ser uno solo el motor de todas las esferas en su movimiento diurno. Ahora, en cuanto a sa ber cul de las dos opiniones es la ms conve niente y adecuada, es problema que da lugar a una investigacin, porque si suponemos que cada uno de los siete planetas tiene una esfera propia en la cual se mueve con el movimiento dicho, o sea, el diurno, segn es opinin corriente entre los matemticos, en ese caso lo ms racional es atribuir a cada uno de esos planetas que tienen ese movimiento, es decir, el diurno, un motor par ticular, pues de lo contrario la naturaleza habra obrado en vano, porque la suposicin, por nues tra parte, de una esfera a la que no correspondie se un movimiento propio, sera una cosa intil. 19. Sin embargo, admitido este supuesto, el movimiento diurno no sera en realidad uno, pues to que no procede de un motor nico; pero aun conviniendo en que tal movimiento fuese nico por razn del tiempo y mltiple en s mismo por razn de las diversas distancias y de los diversos motores, sera, conforme a esta hiptesis, uno ac cidentalmente, porque slo a las partes de la es fera celeste conviene el ser cosas movidas con di ferente velocidad y lentitud, teniendo unos mis mos movimientos en cuanto a la esencia y en cuanto al tiempo; ahora bien, lo que es acciden tal, si no puede tener lugar en las cosas nunca o
por lo menos en el mayor nmero de los casos, con mucha mayor razn no podr existir* en los cuerpos celestes. 20. Por lo tanto, un movimiento, esencialmen te uno, corresponde slo a un ser movido nico; y un ser movido nico lo es slo por un motor nico. Por lo cual, lo que se impone es considerar a todo el conjunto de las esferas como un solo ani mal (i) de figura redonda, cuya parte convexa est constituida por la parte convexa de la esfera es trellada, y su parte cncava por la concavidad que est en contacto con la masa esfrica del fuego. El movimiento nico que este animal tiene es univer sal, y los movimientos que tiene en cada uno de los planetas son movimientos particulares, siendo su movimiento mximo anlogo al movimiento local de translacin, [propio] del animal; y sus movi mientos particulares, parecidos a los movimientos [propios] de los miembros del animal. De aqu, el que estos movimientos [particulares] no necesiten de centros, sobre los cuales giren, como los nece sita la tierra para su movimiento mximo, pues la mayora de esos movimientos, segn se ha visto en las matemticas, tienen sus centros fuera del centro
(1) L a idea de considerar al mundo como un gran ser animado encuntrase tambin en Platn: Plato in Timeo et alibi: Dicndum est hunc mundum animal esse (Alfonso de Veracruz, op. cit., p. 210).
del mundo y no guardan con relacin a la tierra una distancia uniforme. Por-esa. razn, .no es necesario que supongamos un gran nmero de esferas, se paradas unas de otras, cuyo centro y cuyos polos sean el centro y los polos del mundo; antes por el contrario, debemos imaginar que existen, entre las esferas propias de cada astro, cuerpos que, al pa recer, no estn separados unos de otros y que ca recen de un movimiento esencial, teniendo slo un movimiento que les corresponde en cuanto.que son partes de un todo; y [en fin] que sobre estos cuerpos se mueven los planetas en su movimiento diurno. 2 1 . Hiptesis es sta, de la cual no se sigue absurdo alguno, porque lo que oblig a los mate mticos a atribuir a cada uno de los siete planetas una esfera, distinta de las esferas propias de sus movimientos, en la cual se moviesen con movi miento diurno, fu el haber credo un inconve niente el que un ser que est afectado de dos mo vimientos distintos fuese movido con arreglo a una misma medida. Pues bien; este mismo prin cipio entra a informar la hiptesis que hemos ideado, pues los movimientos propios de es tas esferas estn regulados por sus esferas propias, mientras que el movimiento comn les correspon de en cuanto que son partes del cuerpo mayor; y esto, no porque a estas partes corresponda un mo vimiento de una manera esencial, sino en cuanto
219 que son tales partes. En cuanto a la cuestin de cmo procuran esas partes seguirse unas a otras en su origen de un solo motor, estando separadas, y cmo no se sirven de mutuo obstculo, ya ha sido tratada en el libro De ccelo et mundo. 22. Por lo que respeta a saber si podemos suponer a los motores en nmero menor del sealado, segn opinan algunos, dando a cada esfera un motor nico, de modo que lo primero por l movido sea el planeta, del cual emanan despus potencias que dan origen a los dems movimientos, que son propios de dicho planeta y que slo por causa de l existen, es cosa imposible, por lo que se deduce de lo que hemos dicho antes y de lo que seguir despus. En efecto; una vez sentado que el movimiento pasivo en las citadas esferas se origina de un conocimiento que tiene por objeto cosas que no estn en la materia, es evidente que los dems movimientos existentes en cada uno de los planetas no pueden originarse de un conocimiento que tenga por objeto el planeta, ni de un apetito que al planeta tenga por fin, como se deduce de lo dicho. Por otra parte, no se dan casos de potencias que, fluyendo de los planetas, vayan a parar a las partes de los mismos, porque los planetas, de las diversas especies de alma, slo poseen aquella que est constituida por el conocimiento intelectual. 23. Respecto a la cuestin de saber si el n-
220 mero de esas substancias puede ser mayor que el nmero de los movimientos celestes, no hay en ello inconveniente alguno; sin embargo, en el su puesto de que haya algn principio ms dejos enumerados, ese principio debe tener necesaria mente una operacin propia, bien sea principio de uno o de todos los otros principios (como vere mos despus, respecto al principio primero), bien lo sea de alguno de los seres sublunares, del enten dimiento agente, por ejemplo. En efecto, es impo sible que alguno de esos principios tan nobles no tenga una operacin propia, puesto que de la esencia del fuego [por ejemplo] no puede menos de proceder la accin de quemar; y es que tales principios son activos por naturaleza, como el sol, por ejemplo, que naturalmente ilumina. Ade ms, si existiera algn principio sin operacin, la naturaleza habra obrado algo en vano, y eso no slo cuando el objeto primario de la existencia de ese algo no fueran las operaciones del mismo, sino aun cuando fuesen su objeto secundario, como ex plicaremos despus; porque la razn, en ambos casos, es idntica; es decir, en ambos casos no debe existir un principio que sea intil. De aqu, la conveniencia de que decidamos la cuestin en el sentido de que el nmero de tales principios es finito y de que es imposible la existencia de principios que no sean activos. 24. Una vez demostrado loreferente a la exis-
tencia de tales principios, veamos cul es su modo de ser, en qu sentido son motores y en cuntas maneras son principios de los cuerpos celestes y divinos. El procedimiento para hacernos cargo del asunto consiste en dar cabida en este lugar a doctrinas demostradas en la ciencia del alma, pues muchos de los principios aqu empleados estn tomados de esa ciencia, sin que haya otro camino que conduzca al conocimiento de lo que es caracterstico de este gnero de existencia, que el conocimiento de la mencionada ciencia, y de aqu el que se diga en el Cdigo divino (i): Concete a ti mismo y conocers a tu Criador. Decimos, pues, que, segn se ha demostrado en la citada ciencia, las formas tienen dos clases de ser, que son: ser sensible o parecido al sensible, que es el ser que es propio de las mismas en cuanto estn en la materia, y ser inteligible, que es aquel que les conviene en cuanto estn abstradas de la materia. Por lo tanto, si se dan formas a las cuales convenga una existencia en cuanto que no estn en la materia, las tales deben ser necesariamente inteligencias separadas, puesto que en las formas,
(i)
sino a la Co-
leccin de tradiciones
Asctica,
222
como tales formas, no se da un tercer modo de ser. 25. Queda, pues, demostrado que los referi dos movimientos slo existen en cuanto que [pro vienen de] inteligencias; veamos ahora de qu ma nera mueven a los cuerpos celestes, lo cual se ve rifica mediante un conocimiento intelectual, al cual sigue un apetito, en una forma parecida a como mueve al amante la forma de lo amado. Esto su puesto, sigese que los cuerpos.celestes estn nece sariamente dotados de inteligencia, ya que son [intelectualmente] cognoscitivos;esta clase de demos tracin es la conocida con el nombre de demos tracin causae et esse (1) [o propter quid et quia]. Mas porque el movimiento coexiste con un deseo, sigese que estn tambin dotados de apetito ra cional. 26. Sin embargo, de todas las especies de
(i) Vase la diferencia entre estas dos clases de demos
tracin, explicada por el mismo Averroes: E t dicimus quod oportet neccessario in hac specie sillogismi, cum hoc quod est utilis scientiis veris, quod tradat cum hoc causam, adeo quod medius terminus in ea sit causa duarum rerum simul, hoc est cognitionis rei et causa rei, contra id quod est dispositio demonstrationis inventionis (esse , quia medius terminus ibi est causa cognitionis nostras de conclusione tantum. Cfr. edi cin apud Junctas, t. I, f. 56, De demonstratione. A m b a s cla ses de demostracin son conocidas tambin con los nombres
1
de demonstratio
Vid. supra, lib.
quod (esse).
223 alma, no tienen ms que la apuntada, [es decir, la intelectual]; pues no es posible que los cuerpos celestes tengan sentidos, ya que los sentidos slo han sido dados al animal para su conservacin, en tanto que los cuerpos celestes son eternos. Tampoco tienen stos potencias imaginativas, como cree Avicena, porque las potencias imaginativas, segn se ha demostrado en la ciencia del alma, no pueden existir sin sentidos, ya que el objeto de tales potencias es hacer que el animal se mueva por sensaciones ya pasadas, lo cual en la mayora de los casos obedece a una razn de conservacin. Adems, si las cosas en los cuerpos celestes se hubiesen de la manera que dice Avicena, es decir, representndose stos imaginativamente las diversas posiciones que adoptan, el movimiento propio de los mismos carecera de unidad y continuidad debido a la sucesin de las diversas cosas imaginadas y de las diversas modicaciones de las mismas. En ese caso, las varias posiciones de los cuerpos celestes seran algo accidental en stos y estaran motivadas por la relacin de unas a otras, no siendo, [por ejemplo], la inclinacin existente en el movimiento del sol ms que la resultante de la posicin de la esfera del mismo con relacin a la esfera mayor. 27. Luego, si esos cuerpos celestes no pueden tener imaginacin, tampoco pueden tener movimientos particulares, sino que su movimiento s
224 uno y continuo, en el sentido que venimos dicien do; porque, al representarse el bien en cuyo cono cimiento intelectual estriba su perfeccin, desean asimilarse a aqul en la perfeccin, adquiriendo para su ser el estado ms excelente de que son capaces: y como ser movido es mejor que estar en reposo, ya que el movimiento es una especie de vida para los seres naturales, de ah que estn en continuo movimiento. 28. Y no es que el conocimiento en los cuer pos celestes est motivado precisamente por el movimiento, pues si esto sucediera, se dara el caso de que lo superior existiera por causa de lo inferior; sino que su movimiento es una conse cuencia necesaria de dicha perfeccin y algo que sigue a sta, como sigue la accin de quemar a la forma del fuego. Ahora bien; as como para nos otros, una vez adquirida la perfeccin ltima, lo mejor es que la comuniquemos a los dems, en la medida de que stos son capaces (sin que de ello se siga que nuestra perfeccin exista por razn de los otros), as tambin los cuerpos celestes se ha llan en el mismo caso con relacin a las cosas que les son inferiores, como demostraremos despus. 29. Queda, pues, demostrado por este razona miento cul es el modo de ser de estos motores y en qu sentido se ejerce su actividad motriz; de lo cual se deduce que, no slo son motores de los cuerpos celestes, sino que, adems, les dan las for-
mas, en virtud de las cuales son lo que son; de modo que, quitados [los motores], los cuerpos cir culares careceran de formas, de la misma manera que, quitado el entendimiento en acto, no existira en nosotros la perfeccin ltima. Por esa razn, los dichos motores son en cierto sentido causas efi cientes de los cuerpos celestes, ya que la causa eficiente es la que produce la substancia de la cosa, bien sea continua, bien sea intermitente la accin de dicha causa; si bien lo mejor es que sea conti nua. Desde otro punto de vista, dichos motores son tambin causa formal de los cuerpos celestes, pues las formas de stos no constituidas por otra cosa que por la idea que puedan tener de aqu llos, as como por razn de estar, segn hemos di cho, movidos, mediante un apetito, los cuerpos ce lestes por los motores, stos son tambin causas finales de los primeros. ^ , 30. Por l tanto, los referidos principios son para el ser sensible, como su causa formal, eficien te y final; por lo que la necesidad de que el ser sensible proceda de ellos no ha de interpretarse en el sentido de que existan por causa de ste, sino en el sentido de que ste existe por causa de ellos, segn se ha-demostrado en esta ciencia. Por con siguiente, slo cabe suponer que el origen de los cuerpos celestes obedece [con relacin a los cita dos principios] a una razn secundaria, entendin dose en el mismo sentido que cuando decimos,
16
por ejemplo, del legislador que comunica l virtud a los hombres, mas no con el objeto de adquirir l mismo la virtud. En efecto; es evidente que hay dos clases de seres: unos destinados a servir a otros, en cuanto que stos son causasfinalesde los primeros; y otros que complementan y perfeccio nan a los dems, en cuanto que rigen a stos y no precisamente porque existan por razn de stos; estas dos clases de seres existen en los hbitos y en las artes liberales. 31. Queda, pues, demostrado respecto a estos seres separados, en cuntos sentidos sean princi pio de la substancia sensible y la manera que tie nen de relacionarse con sta; conviene ahora ave riguar cmo se verifica la relacin mutua entre los dichos principios y si tienen un mismo grado de existencia, de modo que el mundo tenga muchos principios, o son ms^bien efectos unos de otros, reducindose todos ellos a un principio nico, que sea el primero en su gnero y anterior a todos ellos, de modo que los dems en tanto sean prin cipios en cuanto participen de l; y en este ltimo caso, en qu sentido unos son principios de otros, y el primero, principio de todos ellos. 32. Decimos, pues, que, si se estudian atenta mente dichos principios, se ver que unos exceden a otros en nobleza, pues es evidente que el motor del movimiento diurno es ms noble que todos los dems, ya que stos son movidos accidental-
mente por l, sin que l sea movido por ellos; ade ms de que, por tener un movimiento de mayor velocidad y mover un cuerpo de mayor volumen, es necesariamente ms noble. Estudiada la cues tin en los dems principios, se ver que se exce den unos a otros en el sentido dicho; ahora bien, las cosas que exceden a otras en excelencia, si este exceso no es especfico, es decir, si no las exceden hasta el punto de constituir diversas especies que sean ms nobles unas que otras, la diferencia que entre ellas exista slo procede de ser unas ante riores a otras, dentro de una misma cosa comn a todas ellas, siendo, por consiguiente, las cosas que estn en estas condiciones, efectos unas de otras, y la anterior a ellas, en el sentido dicho, la causa ltima de las mismas y el principio de su existencia. 33. Siendo esto as y una vez demostrado que el ms noble de los citados motores es el que ori gina el movimiento diurno, sigese que este mo tor es la causa ltima de todos ellos; verdad que se deduce tambin de la considerado de que los dems seres movidos participan del movimiento de ese motor, y son movidos por ste. Por consi guiente, si los cuerpos celestes convienen en re presentarse intelectualmente el motor del movi miento diurno, luego a cada uno de ellos le corres ponde un conocimiento general o comn y un co nocimiento particular; general, en cuanto que to dos se representan al citado motor; particular, en
228 cuanto que cada uno de ellos conoce a cada uno de los motores. 34. Pero esa generalidad [propia del conoci miento] no dice relacin de gnero [al conocimien to] que es propio de cada uno de ellos, puesto que las cosas conocidas no estn en la materia, sino que tal relacin lo es de cosas que se relacionan con otra nica que es anterior a ellas y la causa de que existan. Adems, lo general es anterior a lo parti cular; tanto, que, suprimido lo general, quedara suprimido lo particular; ahora bien, no siendo po sible que el conocimiento general sea anterior, con anterioridad genrica, sigese que la anterioridad propia del mismo, respecto a las dems cosas co nocidas, es una anterioridad de causalidad. 35- Esto mismo es evidente respecto de los va rios movimientos existentes en cada uno de los pla netas, pues siendo cosa manifiesta que tales movi mientos slo existen por razn del movimiento [pro pio] del planeta, sigese necesariamente que los motores que tienen esos movimientos tambin exis ten por causa del movimiento del planeta; porque de lo contrario, el movimiento del planeta proce dera de dichos motores de una manera accidental. Si es, pues, cierto lo que suponemos, luego los motores de todo planeta que tenga varios movi mientos son efectos del motor [propio] del planeta, y los motores de los siete planetas, efectos del motor de la esfera mayor.
229 Kstas son en total las conclusiones a que por este razonamiento se llega en la cuestin referente a formarse idea de la existencia de un primer prin cipio dentro de este gnero; quiz ms tarde, cuan do examinemos las propiedades que caracterizan a cada uno de dichos principios, se vea que este mdtor [de la esfera mayor] no es suficiente para constituir un primer principio. 36. Tambin puede evidenciarse de una ma nera ms general que la anteriormente empleada, que dichos seres separados se reducen necesaria mente a un primer principio, sin que puedan ser independientes unos de otros de modo que no haya entre ellos dependencia de causa y efecto. Y a la verdad, la palabra principio slo puede pre dicarse de los seres separados, o de una manera unvoca, o de una manera equvoca, o por va de orden y relacin, manera que es propia de los nombres llamados anlogos. Ahora es impo sible que se predique de ellos unvocamente, por que los nombres unvocos slo pueden ser ml tiples por razn de la materia, siendo as que los seres separados son inmateriales. Tampoco es po sible que de stos se predique equvocamente la palabra principio, porque, como queda probado, pertenecen a un mismo gnero (i). Por lo tanto,
b i e n ;
(1)
genera en
su
230 slo cabe suponer que dicha palabra se aplica a los seres separados, por va de anterioridad y pos terioridad. Pero las cosas predicadas por va de anterioridad y posterioridad estn relacionadas con una sola, que es causa de que esa idea pueda existir en las dems; y as, por ejemplo, la palabra calor slo se aplica a las cosas calientes, por razn de la relacin que tienen con el fuego, el cual es la causa de que el calor exista en las otras cosas ca lientes. 37- De aqu se sigue que tales principios se reducen a uno solo, si bien esto no se deduce de este argumento de una manera tan propia como se deduce de la prueba anterior [en la cual se de muestra la reduccin de todos los principios a uno primero], bien sea uno o bien sean varios los gra dos de relacin que guardan respecto a l; cosa que no prueba este razonamiento, como lo prueba el anterior respecto a algunos de esos principios. La misma verdad se ver de una manera clara, si nos fijamos en que las operaciones procedentes de
en el caso anterior, pues de lo contrario habra contradic cin entre estas palabras y las que le preceden L o s motores no tienen un mismo gnero, porque, siendo el gnero expre sin y signo de la materia, los motores son inmateriales; sin embargo, tienen algo de comn y genrico, en el sentido que nuestro autor explica despus, es decir, en cuanto se refieren a un tipo primitivo y anterior, fenmeno al que los dan el nombre de analoga. . , lgicos
los movimientos de los cuerpos celestes contribu yen a la existencia y conservacin de cada uno de los seres entre nosotros existentes, hasta el punto de que, si suprimiramos alguno de los citados movimientos, perecera la existencia de los seres y desaparecera el orden que hay en ellos. Por esa razn observamos que la luna y los planetas pres tan con sus movimientos y con sus diversas in fluencias (i) una especie de ayuda al Sol, puesto que, respecto a proximidad y alejamiento guardan con l distancias determinadas, ya que, guardando determinados grados de proximidad y distancia, los vemos hacer siempre marchas de una velocidad y lentitud fijas, segn se ha demostrado en la ciencia astronmico-matemtica; ahora bien, tal operacin no puede convenir a los tales cuerpos celestes de una manera accidental. 38. As, pues, dichos cuerpos celestes en sus movimientos tienden necesariamente a un fin; mas como no existen precisamente por causa de las cosas aqu abajo existentes, ese fin que les es co mn es la causa de su armona y de la ayuda que prestan a cada una de las cosas entre nosotros existentes. Y a la verdad, cuando una cosa es el
(1) Concese con el nombre de vjjjOJili o influencias a toda clase de actividades planetarias. Refirese asimismo a la idea expresada por nosotros con la palabra meteoros, por creerse a stos efecto nico de dichas actividades.
efecto de varios motores, la existencia esencial de la misma slo puede resultar de que tales motores convengan en un solo fin, y a esto alude Dios cuando dice: Si en ambos [es decir, gielo y tierra] hubiera ms dioses que [el verdadero] Dios, ios dos pereceran seguramente (i). En resumen, el mundo slo en virtud de un principio nico llega a tener unidad, pues de lo contrario la unidad existente en el mundo sera una cosa accidental, o ms bien el mundo no podra existir. 39. Pasa en una palabra con el mundo, lo que pasa con una ciudad bien ordenada, pues aunque en sta haya muchos mandos, todos se reducen a uno solo y tienden a un solo objeto, pues de lo contrario no habra en ella unidad; ahora bien, as como debido a esto puede conservarse la ciudad, as tambin puede conservarse el mundo. or eso, las ciudades en que impera el rgimen domstico marchan rpidamente hacia su ruina, porque en ellas la unidad es algo accidental (2).
(1)
Alcorani,
ceran las sociedades en las cuales fuese nico y supremo el poder de la familia o de la tribu. A s , pues, Averroes, siguiendo la tradicin aristotlica corriente en la materia, cree
40. Queda, pues, demostrado qu clase de ser corresponde a tales principios y qu relacin guar dan con el mundo sensible y entre s; veamos aho ra las propiedades que les caracterizan; para lo cual debemos proceder a investigar esta cuestin teniendo presente lo demostrado en la ciencia del alma. Decimos, pues, que, por lo que respecta a saber si los dichos principios se entienden a s mismos, [la afirmativa} es cosa evidente, si consi deramos que teniendo nuestro entendimiento la facultad expresada, es decir, pudiendo al entender las cosas inteligibles, volver [sobre s mismo] para entender su propia esencia, ya que su esencia son los inteligibles mismos, siendo por lo tanto en ese momento una misma cosa la inteligencia y lo in teligible, con mucha ms razn habr de verificar se este fenmeno en estas inteligencias separadas. En efecto, si a nuestro entendimiento le conviene tal propiedad por razn de no estar impreso en la materia (a pesar de estar con ella ligado), con mucha ms razn le convendr a las inteligencias separadas, que no tienen dependencia alguna de la materia. Por consiguiente, en ellas la inteligen-
que la direccin de las multitudes no debe encomendarse a las diversas familias, en un rgimen puramente econmico o domstico, sino que debe entregarse a un organismo directivo superior y constituir as la sociedad poltica de las sociedades. que es el ideal
234 cia y lo inteligible tienen que alcanzar un mayor grado de unin que en nosotros, porque nuestro entendimiento, aunque sea una misma cosa con lo inteligible, sin embargo, hay alguna diferencia, por razn de su relacin con la materia. 41. Una vez demostrado que cada una de esas inteligencias se conoce a s misma, veamos si es o no posible que cada una de ellas entienda a algn ser que est fuera de su esencia. Decimos, pues, que, segn se ha visto en el libro De anima, lo in teligible es perfeccin y forma del inteligente; lue go cuando afirmamos que alguna de esas inteli gencias conoce algo distinto de ella, en tanto lo entiende en cuanto procura perfeccionarse con esa cosa distinta, siendo por consiguiente sta anterior a dicha inteligencia y causa de su existencia. De la misma manera, si suponemos que alguno de esos principios es efecto de otro, en ese caso, el efecto ha de conocer necesariamente a su causa. De mo do que ambas proposiciones son mutuamente con vertibles, es decir, el principio que conoce a otro, es efecto de este ltimo; y [viceversa], el principio que es efecto de otro principio conoce a este otro principio, pues no es posible que lo causado se conozca a s mismo, sin conocer tambin aque llo que constituye el fundamento de su esencia. 42. Queda, pues, demostrado que todo prin cipio que se conoce a s mismo, ha de ser necesa riamente un efecto que conozca a su causa; de lo
cual se deduce que algunos principios son causas de otros, en cuanto que son forma, agente y fin de los mismos, segn se ha visto por la relacin que guardan con los cuerpos celestes; en efecto, ambas relaciones [de causalidad y conocimiento] vienen a ser una sola. Pero la causa en dichos prin cipios tampoco existe precisamente por razn del efecto, ya que no e,s posible que lo ms noble exis ta por causa de lo menos noble, sino que la pro duccin del efecto por la causa en dichos princi pios es algo que sigue a la perfeccin de la causa,, como la accin de quemar es algo que fluye de la substancia del fuego. Siendo esto as, sigese con toda evidencia la imposibilidad de que en ellos la causa conozca a su efecto, pues de lo contrario, sera posible la conversin de la causa en el efec to, y lo ms noble buscara su perfeccin en lo menos noble, lo cual es imposible. De aqu se si gue con toda claridad que, dado un primer princi pio que no sea efecto de cosa alguna, como ha sido demostrado anteriormente, ese principio no puede conocerse ms que a s mismo, sin que pueda co nocer a sus efectos. Propiedad es sta que no es privativa del primer principio, sino que es gene ral a todos ellos, incluso a los cuerpos celestes, pues, segn podemos observar, stos no conocen las cosas que les son inferiores, desde el punto de vista de su existencia; pues si esto sucediera, lo ms noble podra ser perfeccionado por lo menos
noble, y las ideas de esos principios estaran suje tas a generacin y corrupcin, como sucede con los inteligibles humanos. 43. Esto supuesto, aunque cada uno de los principios separados est dotado de unidad, en el sentido de que en l el inteligente y lo inteligible sean una misma cosa, sin embargo, tienen en esto diversos grados, siendo el msacreedor a esa uni dad el primer principio; despus, el que le sigue; luego, el que sigue a este ltimo. En una palabra, cuanto mayor nmero de principios necesite uno de stos para entenderse a s mismo, tanto me nos simple ser, siendo, en cierto modo, mltiple; y viceversa, cuanto menor nmero de principios necesite para conocerse a s mismo, tanto ms sim ple ser, hasta el punto de que el primer ser sim ple sea realmente aquel que para entenderse a s mismo no necesita de cosa alguna fuera de s. 44. Estas son las conclusiones a que nos con duce la fuerza del razonamiento en lo relativo al conocimiento propio de tales principios. Sin em bargo, esta doctrina lleva consigo gran nmero de consecuencias inaceptables y de dificultades, una de las cuales estriba en que, segn eso, los prin cipios no conoceran las cosas de las cuales son principios*, en cuyo caso las cosas se originaran de stos, de una manera parecida a como se originan unas de otras las cosas naturales, es decir, como procede, por ejemplo, del fuego la accin de que-
mar y de la nieve la accin de enfriar. En su consecuencia, los seres no se originaran de esos principios de una manera consciente, siendo absurdo que proceda de un agente cognoscitivo, en cuanto tal, una cosa que ste no conozca; a esto alude Dios cuando dice (i): Cmo no ha de conocer a quien ha creado, siendo El el inteligente y el sabio [por excelencia]? Adems, siendo la ignorancia una imperfeccin, el ser completamente perfecto no puede tener imperfeccin alguna. Esta es la ms fuerte de las dificultades inherentes a esta cuestin, dificultad que vamos a resolver. 45. Decimos, pues, que comunicando el agente al paciente una cosa parecida a la que tiene en su substancia, y siendo [por otra parte] necesario que el paciente sea algo distinto del agente y segundo en nmero con relacin a ste, hay que admitir por necesidad uno de estos dos casos: o que la distincin entre ambos est determinada por la materia (lo cual ocurrir por fuerza cuando el paciente sea especficamente igual al agente, sin que entre ellos haya diferencia en cuanto a la forma), o que la distincin entre ambos estribe en una diferencia dentro de la misma especie, lo cual se verificar cuando el agente sea, dentro de esa especie, ms noble que el paciente, pues no se da el caso de que el paciente sea por su esencia ms
(1) Alcorn, L X V I I , 14.
noble que el agente, ya que la esencia de aqul proviene precisamente de ste. 46. Esto sentado, sigese que, en los princi pios inmateriales, el agente y la causa, en tanto se diferencian del paciente y del efecto, en cuanto que, teniendo ambos una misma especie, difieren en cuanto a la nobleza, aunque no de una manera especfica. Ahora bien, como nuestro entendimien to en acto est constituido por la concepcin de la gradacin y orden existentes en cada una de las partes integrantes del mundo y por el cono cimiento de cada uno de los seres que en l existen por sus causas remotas y prximas hasta abarcar el conjunto del mismo, sigese necesaria mente que la esencia de aquel entendimiento que es causa eficiente de nuestro entendimiento en acto no puede desconocer las mencionadas cosas; de donde se sigue la afirmacin de que el enten dimiento agente entiende las cosas que hay aqu abajo. Sin embargo, tiene que conocerlas de una manera ms excelente; pues, de lo contrario, no habra diferencia alguna entre l y nosotros; lo cual no puede menos de suceder, ya que, segn se ha demostrado, nuestro entendimiento en acto est sujeto a generacin y corrupcin, por estar mezclado con la materia, mientras que lo por l entendido es eterno e inmaterial. En efecto, debi do a su imperfeccin, el entendimiento en nos otros existente necesita, para entender, de los sen-
tidos; porque si suprimimos la cosa sentida, suprimimos la idea de la misma; del mismo modo que, faltndonos la sensacin de una cosa, nos falta la idea de sta, sin que nos sea posible adquirirla ms que por va de testimonio. [A eso se debe] tambin el que existan en el entendimiento agente cosas, cuyas causas son desconocidas para nosotros, lo cual nos da la clave para sealar las causas de los sueos y de las advertencias en ellos recibidas (i); ahora bien, la imperfeccin a
(i) L o s peripatticos rabes, siguiendo la tradicin aris-
totlica, consideraban el sueo verdadero o bueno (cu8uovipz) como un estado propicio para la comunicacin con Dios, la cual adoptaba las tres fases de profetismo, adivinacin y
simple advertencia. E t post hoc (dice nuestro autor , considerandum est de natura somniorum et quod est sui generis de comprehensionibus divinis, quod non acquiruntur per acquisitionem hominis. Dicamus igitur quod istarum comprehensionum qusedam dicuntur somnia et qusedam divinationes et qusedam prophetise. (Coment. al tratado De per somnum, apud Junctas, t. V I , f. 3 7 . ) A c e r c a de la simple advertencia he aqu lo que dice Maimnides, traducido por Munk: Q u a n d on dit Dieu vint auprs d'un tel dans un songe de la nuit il ne s'agit point la de prophtie et cette personne n'est pas prophte. En effet, on veut dir seulement, qu'il est venu cette personne un divinitione
avertissement de la part de Dieu, et on nous declare ensuite que cet avertissement s fit au moyen d'un songe/> (Guide des gars, II, 3 1 6 - 3 1 7 ) . Averroes mismo, en su famosa Epstola
ad atnicum, traducida al latn por Ramn Mart, se expresa de esta manera: si ^XIIMLOJI J90 vo4
s
240 que nos referimos, existe en nosotros slo por razn de la materia. 47. Por la misma razn ocurre tambin que la idea del entendimiento que es causa eficiente del entendimiento agente, no^es otra cosa que la idea de ste, ya que tanto el entendimiento productor como el producido son especficamente una misma cosa, sin otra diferencia que aqul existe de una manera ms noble. Esto ocurre tambin [con respecto a los otros principios]; de modo que el principio primero entiende el ser, de una manera ms noble, desde todos los puntos de vista en que pueden excederse [unas a otras] las inteligencias libres de la "materia, ya que, no distinguindose especficamente la idea del primer principio de las ideas del hombre, con mucha menos razn se diferenciar de las ideas de los dems seres separados; si bien, en cuanto a nobleza, est
so
JAC9 , 5 ^ 9 % v S U W I ^
jl^l
*l vigjj
<itl4>J^)! fClgi). Cmo es posible que alguien se figure que los filsofos peripatticos hayan credo que la ciencia eterna de Dios no comprende las cosas particulares, siendo as que opinan que El es la causa de la advertencia que se da en los sueos, de la revelacin y de las dems clases de inspiracin? Vid. el texto rabe y traduccin latina citada, al fin
del estudio de Asn, El averroismo teolgico de Santo Toms de Aquino, en el Homenaje a D. Francisco Codera (Zaragoza,
Escar, 1 9 0 4 ) , pgina 3 3 1 .
muy por encima del entendimiento humano, sien do la cosa que ms se acerca a l la inteligencia que le sigue, y as sucesiva y gradualmente, hasta llegar al entendimiento humano. 48. Ahora bien; as como el objeto propio de nuestro conocimiento son las cosas materiales, de modo que, si conocemos esos principios, los co nocemos por relacin [o analoga] (aunque este co nocimiento de los principios admita diversos gra dos, ya que la cosa ms prxima a nuestra subs tancia es el entendimiento agente, lo cual ha hecho creer a algunos que podemos conocerle en su esen cia ntima, hasta el punto de llegar a ser una misma cosa con l y convertirse el efecto en la causa mis ma), as tambin el objeto del conocimiento del en tendimiento agente no es otro que su propia esen cia, y si conoce sus principios, los conoce por rela cin, ocurriendo lo mismo con el tercero y con el cuarto, y as sucesivamente hasta llegar al primer principio. Por su parte, al primer principio carac terzale el no entender cosa alguna por relacin; por lo cual, no puede entender inteligible alguno que implique en l imperfeccin, sino que su enten dimiento es el ms noble de los entendimientos, porque su esencia es la ms noble de las esencias; por lo cual, no caben dentro de su esencia diver sos grados de nobleza, sino que es noble en abso luto y sin comparacin. Porque si en esos princi pios lo que el efecto entiende de su causa fuera
le
242 igual a lo que la causa entiende de s misma, no habra diferencia alguna entre la causa y lo cau sado, ni se dara en estos principios separados multiplicidad alguna. 49. De lo dicho se deduce en qu sentido cabe afirmar, de dichos principios, que entienden todas las cosas (cuestin que es comn a todos ellos, aun a los cuerpos celestes) y en qu otro se dice, de esos principios, que no entienden las co sas inferiores a ellos; con lo cual, quedan resuel tas las dificultades anteriormente apuntadas. Y en efecto: en el sentido expuesto, se puede afirmar que conocen el ser que emana de ellos, ya que todo aquello que procede de algo cognoscente y en cuanto tal, ha de ser, como hemos dicho, nece sariamente conocido; de lo contrario, tal emana cin sera igual a como proceden las cosas natu rales unas de otras. A la primera afirmacin se atienen los que dicen que Dios conoce las cosas; mientras que a la segunda se aferran los que su ponen que El no conoce lo que le es inferior, sin darse cuenta de las varias acepciones de la pala bra conocer; pues habindola tomado como signi ficativa de una misma cosa, se les seguan en con secuencia dos afirmaciones contradictorias, como se sigue en aquellas locuciones que se toman simplicitery secundum quid (i).
(1) Dice relacin al lugar sofistico, as llamado por los
243 $0. Asimismo se resuelve, con estas razones la dificultad anteriormente expresada. En efecto, no es imperfeccin el conocer una cosa de una manera ms cabal y no conocerla de una mane ra ms imperfecta; la imperfeccin consiste preci samente en otra cosa [muy] distinta, pues el que no puede tener de una cosa una visin imperfecta, pero la v de una manera perfecta, en realidad para l esto no es una imperfeccin. Y todo esto que decimos es cosa evidente en el sistema de Aristteles y sus discpulos, o se sigue necesaria mente de dicho sistema; pues han demostrado claramente que el entendimiento agente conoce lo que hay en este mundo, es decir, lo que es inferior a l. Lo mismo sucede con las inteligencias de los cuerpos celestes, pues segn se ha visto por lo que hemos dicho, no hay distincin entre la posibili dad de que tal [propiedad] exista en el entendi miento agente y la de que exista en los principios superiores a l, ya que [todos] ellos no pueden en tender cosa alguna que no constituya con ellos una sola substancia, a no ser en la forma expresada. 51. Por lo dicho, hemos visto la manera que
escolsticos, y que se da cuando a palabras que deben te ner un sentido relativo se las toma de una manera absoluta o viceversa. La palabra rabe vlp^Xo que designa dicho lu gar sofstico, significa lingsticamente palabra diacrticos, ambigua, indefinida, vacilante. sin puntos y pudiera traducirse por palabra de significacin
244 tienen tales principios de entenderse a s mis mos y a las cosas exteriores a su esencia. Ahora? en cuanto a que dichos principios sean substancias, cosa es de la que no cabe dudar, porque los prin cipios de las substancias han de ser por necesidad substancias. Adems, si la palabra substancia se aplica a cosas inmateriales, lo que con ms razn merece el nombre de substancia es el principio primero entre ellos, ya que la substancia del mis mo es causa de las substancias de los dems. 52. Es tambin evidente que dichos princi pios estn esencialmente dotados de vida, de goce y de felicidad, teniendo el primero de ellos una vida, ms perfecta que la cual no hay ninguna; como ni tampoco goce mayor que el suyo; y esto, debido a que su felicidad no proviene ms que de su misma esencia, mientras que los dems por l tienen felicidad y goce. Y en efecto, si entre nos otros la palabra vida se aplica al ltimo grado de percepcin que es la percepcin de los sentidos, con cunta mayor razn ha de aplicarse a seres que, dotados de una percepcin nobilsima, tie nen un objeto de percepcin nobilsimo. De la misma manera, la felicidad, siendo [a modo de| una sombra que sigue a la percepcin, y tenien do los mismos grados de excelencia que los seres dotados de conocimiento (ya se les considere a stos en s mismos, ya con relacin a la duracin de su percepcin), con mucha ms razn estos
245 principios han de estar realmente dotados de goce, por razn de su facultad cognoscitiva. Puesto que cada uno de ellos, excepto el primero, tiene goce y es feliz por s mismo y por el primer principio, mientras ste goza y es feliz por slo su esencia, y como su conocimiento es el mejor de los cono cimientos, su goce es el mayor de los goces; y aunque conviene con los dems principios en es tar en perpetuo goce, tal perpetuidad y goce es originada en ellos por dicho primer principio. Asi mismo, todos los conceptos que les son comunes les son aplicables, al primer principio por su esen cia [misma] y a los dems por razn del primer principio. 53. Habiendo quedado evidenciada en los ra zonamientos anteriores la conveniencia de investi gar entre las substancias una primera que sea cau sa de la multiplicidad en ellas existente (ya que en toda multiplicidad, segn lo demostrado en ese lu gar, debe haber necesariamente una unidad), es preciso que tambin en estas substancias haya una primera, que sea causa de la multiplicidad y del nmero en ellas existente. Es sta una de [las ra zones] que demuestran la necesidad de que entre estos principios haya uno que sea anterior a ellos en naturaleza, en cuanto que tales principios son mltiples y difieren en excelencia, dentro de la es pecie. Ahora bien, siendo 16 uno en cada gnero aquello que es indivisible y aquello que la di-
246
visibilidad existente en ese gnero no puede ha cer mltiple, y existiendo, [por otra parte], la multiplicidad en cada uno de estos principios separados en cuanto que por su esencia les con viene entender lo mltiple, segn se ha visto por los razonamientos anteriores, sigese necesa riamente que lo uno en esta [cuestin] es incapaz de divisibilidad, debido a que [ese ser uno] en tiende su propia esencia. En su consecuencia [este uno] no entiende ms que una sola cosa simple, que es su esencia, sin que pueda entender multiplicidad alguna, ni en su esencia, ni fuera de su esencia. El es uno y simple, por razn de subs tancia, mientras que los otros principios slo lle gan a tener unidad por l. Ahora bien, como el con cepto de unidad en cada uno de estos seres separa dos estriba precisamente en que su objeto inteligi ble sea uno (debido a que los mltiples inteligibles, con los cuales se identifican tales seres, se redu cen a uno solo), sigese que la idea de unidad slo existe realmente en el primer principio, despus en el que le sigue, luego en el que sigue a ste en orden, hasta el punto de que la inteligencia con mayor nmero de inteligibles sea el entendimien to existente en nosotros. Este es, pues, el ser uno, objeto constante' de nuestras investigaciones en lucubraciones anteriores, es decir, el ser uno en cuanto a la substancia, del cual reciben su unidad las dems substancias.
54- Declaradas ya las propiedades que caracterizan al primero y a cada uno de los seres separados, conviene examinar el orden [que guardan] con relacin al primer principio, hasta llegar al ltimo grado del ser sensible, constituido por los elementos simples y la materia prima. Decimos, pues, que de las razones anteriores se deduce que el ms excelente de estos motores es el motor de la esfera estrellada, que es la causa primera de los mismos, siendo esto todo cuanto se deduce de dichas afirmaciones. Slo que, comparadas esas propiedades del primer principio (consistentes en ser uno, simple e incapaz en absoluto por su esencia de entender lo mltiple) con la operacin del citado motor, no le cuadran a ste las mencionadas propiedades, pues de este motor ha de emanar por necesidad ms de una forma, ya que l s el que proporciona la forma de la esfera estrellada y: la existencia al motor de la esfera que le sigue enorden. Ahora bien, de lo uno y simple no pudiendo seguirse ms que un ser uno y simple, cmo puede seguirse algo mltiple con diversos grados de excelencia? Y en efecto, siendo el motor ms excelente que la forma de la esfera, la esencia de la cual emanan esos dos seres, por necesidad ha de constar de partes, ms nobles unas que otras. Pero si tal es la condicin de esta esencia, es decir, la del motor de la esfera estrellada, ella ser [a su vez] efecto necesariamente, y tendr una
248
causa, q u e l o sea d e su existencia, s i e n d o a este
zado), p o r q u e introducir otro principio anterior a s t e s e r a n e c e s a r i a m e n t e s u p e r f l u o , y e n la n a t u raleza no h a y nada 55superfluo. el orden en que se
E n c u a n t o a [saber]
r e l a c i n al
primero,
e s c o s a e v i d e n t e la c o n v e n i e n c i a d e dacin] de proximidad
y q u e el m s
del [primer
principio]. que l e si
E n c u a n t o al o r d e n [de l o s p r i n c i p i o s ]
guen, debe ser objeto de una investigacin, pues, s e g n h e m o s d i c h o , c o n v i e n e q u e se p o n g a en pri m e r l u g a r el m s n o b l e ; a h o r a b i e n , lo m s n o b l e o la n o b l e z a e n la p r e s e n t e [cuestin] slo pode
cuerpo los as
complementan
motor,
d e a l g n - j Q t r o j m s q u e .l p a r a m o v e r
a un astro,
249 respecto a aquel que necesita menos movimien tos, y a aquel que no tiene necesidad alguna de masque de su propio movimiento. Ahora bien, es evidente que al motor de la esfera estrellada le conviene tal nobleza, de todas esas [cuatro] mane ras; es decir, que su movimiento es el ms veloz de los movimientos; su cuerpo, el ms volumino so de todos los cuerpos; y [por fin] mueve a mu chas estrellas con un movimiento nico, a diferen cia de lo que sacede con los dems astros. 56. En lo que toca a la colocacin de tales principios despus del [ltimo enumerado], pa rece, segn lo dicho, que no estn a nuestro al cance principios ms slidos que los suministra dos por el procedimiento de razones de congruen cia, es decir, presentando la cuestin, segn cos tumbre de los comentaristas, de modo que el que sigue en orden a este [ltimo principio enu merado] sea el motor de la esfera de Saturno, y as [sucesivamente] siguiendo el orden de las es feras, conforme a lo expuesto en la ciencia mate mtica. La razn de que hayamos dicho que no disponemos en este asunto de mtodos apodcticos, nace de que, suponiendo motivada en estos motores la nobleza por la posicin de unas esfe ras con respecto a otras, no hay concordancia entre esas [cuatro] cosas que producen la nobleza; y as, siendo lo circundante ms noble que lo por l circundado, en cuanto que aqul le sirve a ste
%
250 de forma, con todo no existe en lo circundante la nobleza que proviene de la velocidad del movi miento y del mayor o menor nmero de stos, as como [la derivada] del mayor o menor volumen del astro. Y en efecto, vemos que las esferas infe riores, por ejemplo, la luna y el sol, son ms ve loces en movimiento. A no ser que verdadera mente haya quien diga que esta [mayor] veloci dad no es tal en s misma, sino nicamente con relacin a la distancia. Del mismo modo, se ve que el sol es de mayor volumen y tiene menos movimientos. Debido a todo esto, no podemos, de una manera decisiva, darnos cuenta del orden de estos [principios]. 57. Mas quiz alguno pregunte y diga: si su ponemos, segn el orden adoptado por vosotros, que emana, por ejemplo, del motor de Saturno el alma de este [planeta] y el motor de la esfera si guiente a ste, como el movimiento de la esfera de Saturno es ms de uno, lo que del citado mo tor dimane ha de ser varios y ascendern eviden temente a seis: uno, el motor de la esfera siguien te, ms los cinco que integran el movimiento de Saturno. Pero, segn vuestra hiptesis, no debie ran emanar del citado motor ms que tres seres, ya que est en tercer lugar con relacin al prime ro, porque la multiplicidad existente en el acto del motor es una consecuencia necesaria de la multiplicidad existente en la substancia, as como
de una sola esencia no se puede seguir ms que un solo acto. [A esto] replicamos: esta [conse cuencia] nicamente se deducira, si afirmramos que la emanacin de tales seres del tercer motor se efecta emanando en un mismo grado. Mas lo que nosotros decimos es que de ese motor que est en tercer lugar, a saber, el motor de la esfera de Saturno, emanan de una manera primaria nada ms que tres seres: uno, el motor de la [es fera] que sigue a ese [planeta]; otro, el alma de la esfera; y otro, uno de los motores que imprimen movimiento a la esfera. De este motor [citado en tercer lugar] ernana el motor de los otros tres res tantes motores de Jpiter, de una manera gradual, a su vez, es decir, emanando el segundo del pri mero y el tercero del segundo. 58. Y si se replicase que, segn esto, los motores emanados, por ejemplo, del sol y de la luna (una vez que en la esencia de ambos lo ml tiple existe en mayor proporcin que en los otros principios), estaran en relacin con la mul tiplicidad existente en la esencia de esos dos [pla netas], y, en su consecuencia, tendra la luna, por ejemplo, nueve movimientos, y el sol (suponin dole en la cuarta esfera) cinco, u ocho, s se le su pone ms arriba de la luna y debajo de Venus y de Mercurio, segn los diversos pareceres que en esta cuestin hay entre los matemticos, contes taramos: o bien que la multiplicidad proviniente
de cada uno de ellos no ha de ser otra necesaria mente que aquella en que se divide la esencia (lo cual es cierto; y, debido a esto, de lo uno no pro cede ms que una sola cosa, sin que sea posible que emanen dos; ni que dimanen tres de la esen cia [de un principio], en cuanto que sta se divide en dos; como ni tampoco [es posible], en cuanto que se divide en tres, que procedan de ella cua tro); o bien que lo emanado de la esencia mltiple sea necesaria e irremisiblemente [igual] en nmero a aquello en que se divide la esencia en s misma; lo cual no es cosa evidente, pues lo nico que segn las precedentes [observaciones] no es facti ble, es que alguno de estos principios carezca de operacin; ahora, en cuanto a que las acciones de cada uno de ellos sean [iguales] al nmero de aque llas cosas en que se divide su esencia, cosa es que quiz no se siga de una manera necesaria. As la cuestin se reduce a la excelencia en nobleza [de unos principios sobre otros], de modo que el prin cipio que, perteneciendo a aquellos cuya esencia es divisible [o mltiple], sea ms noble, tendr operaciones iguales [al nmero de cosas en que se divida] su esencia; mientras que en aquel que menos perfecto sea, lo mltiple de sus operacio nes ser inferior a lo mltiple de su esencia. * 59 Pero de esto, de ninguna manera se se guira el absurdo consiguiente a la emanacin de una esencia nica de operaciones mltiples, o a la
procesin de una substancia mltiple de una mul tiplicidad ms perfecta que la existente en la esencia de la causa. Conviene, pues, que se tenga especial cuidado con el orden de estas substan cias, en cuanto se originan unas de otras; de lo contrario, incurriramos en el absurdo que se debe evitar, consistente en [afirmar] que de lo uno no emana lo uno. Esta opinin ha sido originada por la conversin [de proposiciones no converti bles]; porque, siendo cierto que de lo uno no se origina ms que lo uno, se crey que esta propo sicin era convertible, y que una operacin pre cisamente ha de emanar de una cosa, o que dos operaciones precisamente deben originarse de dos cosas. Mas lo cierto es que de una cosa no pue de originarse ms que una sola cosa, y de dos, dos cosas o menos; pero que de dos cosas deban emanar irremisiblemente otras dos, no se sigue necesariamente. 6o. La opinin [rechazada] es la de los moder nos filsofos del islam, como Abunsar [Alfarab] y otros, y se cree ser asimismo la de Temistio Platn, entre los antiguos, siendo [la razn] men cionada la ms fuerte de las pruebas en que se fundan para afirmar tal sentencia. Sin embargo, es defectuosa, porque nuestra asercin de que de lo uno no emana ms que lo uno, es verdadera con re lacin a la causa eficiente, como tal, mas no en cuanto es causa formal y final, ya que stas se di-
cen tambin eficientes, por semejanza. La cuestin que propiamente cabe investigar aqu versa acer ca de si es posible concebir, en algo nico y sim ple, ms de una cosa, y que varias cosas reciban su complemento de una sola; si esto es imposible, lo que se cuestiona ser cierto; si es posible, no lo ser. 6l. Pero, habiendo ya tratado de esto en otros lugares, establezcamos lo referente al orden [de los principios], en la siguiente forma: del primer principio emana el motor de la esfera estrellada; de ste, la forma de la esfera estrellada y el motor de la esfera de Saturno; del motor de la esfera de Saturno, el alma de este planeta, el motor de la esfera de Jpiter y uno de los motores que pro ducen el movimiento de la esfera de Saturno, mo tor del cual emanan los tres motores restantes [que producen], a su vez,'de una manera ordena da los movimientos del citado planeta. Del motor de la esfera de Jpiter, proceden asimismo otras tres cosas, [a saber]: el motor de la esfera de Mar te, el alma de la esfera de Jpiter y, en tercer lu gar, un motor, del cual proceden los dems mo tores que contribuyen a producir los movimien tos propios de este [planeta, emanando] ordena damente el segundo del primero, el tercero del segundo y el cuarto del tercero. De la misma ma nera se cree que las cosas ocurren en todos [los dems principios], si bien la [prueba de la] or-
255 denacin [de los mismos] no es decisiva, sino [mo tivada por] una razn de congruencia. 62. No hay inconveniente en. opinar que el motor del Sol procede del motor de la esfera es trellada y que de aqul proceda luego el motor de Saturno, y as sucesivamente por este orden, hasta [llegar] al motor de la luna. Abona esta co^ locacin [de principios] a que nos referimos lo que observamos en la marcha de los planetas, comparada con el Sol, con respecto al cual guar dan siempre distancias determinadas, en veloci dad y retardacin, [lo cual sucede] especiamente en Venus y en Mercurio, pues los movimientos de las esferas que transportan e esos dos [planetas] son iguales al movimiento del Sol. Asimismo ve mos que la luna tiene en su conjuncin, oposicin y cuartos, una revolucin igual [a la del Sol], cosa que tambin se da, a fe ma, en los tres [planetas] superiores (i). Por eso no es, segn lo dicho, im probable que el Sol sea el ms noble entre ellos y que tenga por motor a aquel que sigue en orden al motor de las estrellas fijas. En general, no es tn a nuestra disposicin, como hemos dicho, principios mediante los cuales nos demos cuenta de la colocacin [de estos seres] de una manera
(1 1 C o m o se ha visto, se da el nombre de planetas supe riores a los tres suprasolares, a saber: Saturno, Jpiter y Marte.
256
eoncluyente. El entendimiento agente emana del ltimo de estos motores, motor que hemos de considerar como moviendo la esfera de la luna. 63. En cuanto a los elementos [o cuerpos sim ples], son necesariamente producto del movimien to mayor, cosa que ha sido evidenciada en el libro De avio et mundo, en el cual se ha dicho que el movimiento, de suyo, produce calor, de cuya exis tencia se sigue la ligereza, que es la forma del fue go, mientras que de la falta de movimiento se si gue lo contrario, es decir, la gravedad, por lo cual el fuego est adherido a la concavidad del cuerpo circular, mientras que la tierra est fija en el me dio [del mundo], a causa de su alejamiento [de la influencia] del movimiento del [motor] circundan te. Los cuerpos simples que estn entre el fuego y la tierra, a saber, el agua y el aire, participan de los dos modos de ser, es decir, que son pesados y ligeros: pesados, con relacin a lo que est en cima de ellos, y ligeros, con relacin a lo que est debajo. 64. En una palabra, siendo debida la existen cia de los cuerpos simples, precisamente a la ra zn de ser mutuamente contrarios, y no recono ciendo ms causa eficiente tal contrariedad que el movimiento del cuerpo circular, resulta ser ste por necesidad la causa eficiente y conservadora de los mismos. Mas no tiene slo con relacin a ellos este doble aspecto, sino que adems es para
ellos a modo de forma, siendo stos, a su vez, los que con relacin a l constituyen la materia. Y es que el [elemento] inferior busca su perfeccin en el superior, y todos ellos su complemento final en el cuerpo circular, cosa ya demostrada en [e! libro] De ca?lo et mundo. Adems, el cuerpo re dondo, en cuanto circular, necesita de un cuerpo en torno del cual circule, que es [el que constitu ye] el centro; ahora bien, la tierra es la que tiene tal propiedad con relacin al cuerpo circular. Mas como, una vez existente la tierra, han de existir los dems elementos, dedcese, en consecuencia ne cesaria, la existencia de los elementos de la exis tencia del cuerpo celeste, de un modo parecido a cmo se sigue, de una manera necesaria, [la exis tencia de] adobes y ladrillos, de la forma de la casa. Luego, si las cosas se han de la manera di cha, [el cuerpo celeste] produce la existencia de los elementos como causa conservadora, eficiente, formal y final [de los mismos]. 65. Por lo que respecta a [los cuerpos com puestos de] partes homogneas, en la ciencia fsi ca se ha visto que no es necesario atribuir sus cau sas prximas a algo que no sean los elementos y los movimientos de los cuerpos celestes. Del mis mo modo, algunos de los cuerpos combinados [de los cuatros elementos] nicamente llegan a ser ani mados, en opinin de Aristteles, por influjo de los cuerpos celestes. Por eso dice que el hombre es en17
258 gendrado por el hombre y por el sol; la causa & esto, segn l, es que el individuo slo puede ser producido por otro individuo como l; y como [por otra parte] aquellos [cuerpos celestes] son cuerpos vivientes, comunican la vida a lo que hay aqu [en la tierra], pues no es posible que ponga en movimiento a la materia, para adquirir la per feccin alma, cosa alguna que no sea un cuerpo que por naturaleza tenga [la propiedad] de ser ani mado, porque una cosa no puede comunicar ms que aquello que existe en su substancia. Aristte les no da entrada en la ciencia fsica a principio [alguno] que sea separado, a no ser [cuando se trata del] entendimiento humano y de los movi mientos de los cuerpos celestes: con respecto al entendimiento humano, a causa del entendimiento material, por no estar mezclado ni tener una mate ria [tal] que necesite ser movida por algn cuerpo; y por lo que toca a los cuerpos celestes, en aten cin a que sus potencias son infinitas. 66. Siendo esto tal como se ha explicado, la fuerza de los razonamientos en la ciencia fsica nos ha llevado a admitir un principio exterior en los animales y en las plantas, pues en ellos apare cen potencias, con actos definidos, que obran por un fin; tal es, por ejemplo, el alma nutritiva. Por esa razn, no es posible atribuirlas a los elemen tos; como ni tampoco cabe atribuir su existencia a un. individuo generador, ya que ste slo da a se*
- 2 59
mejantes cosas, o la materia receptora, o el ins trumento, como son, por ejemplo, el esperma y la sangre menstrual. 67. Todo esto ya ha sido explicado en la cien cia fsica; mas, considerada la cuestin desde [el punto de vista de] esta ciencia, se ve que la ma nera de hacerse inteligibles estos seres no es ema nando de la forma material e individual, en cuan to individual; pues, si fuera propio de las formas materiales, como tales, el producir las formas en las materias, tal propiedad no se dara en las for mas separadas. Mas, habindose demostrado que las formas separadas producen las formas en las materias, sigese necesariamente que las formas materiales no las producen. Esta misma [conclu sin] se deduce necesariamente, si se considera que el ser material individual no puede producir ms que algo individual como l; ahora bien, por lo que toca a la forma inteligible producida, es evidente que no es algo individual; de aqu la ne cesidad de que sea el entendimiento agente el que d las formas a los cuerpos simples y a otros, pues el generador esencial del individuo es otro individuo, igual a l; por eso dice Aristteles que el hombre slo es engendrado por el hombre y por el sol. El individuo resulta engendrado de una manera esencial, mientras que la forma lo es de un modo accidental; por ello resulta evidente, en esta cuestin, que el generador de la forma no es l
2O
individuo; y, en su consecuencia, un hombre de terminado producido esencialmente es engendra do tan slo por este sol y por otro hombre deter-* minado; mas, lo en l producido de una manera accidental (es decir, la humanidad), slo es engengrado por la humanidad, abstrada de la materia. Esta es la diferencia que separa la doctrina de Aristteles de la de Platn, acerca de la eficiencia de las formas; y [colocndose] en el punto de vista de aquella [primera opinin], desaparecen las de ms dificultades. 68. Habindose las cosas tal como han sido expuestas, y una vez demostrado que los cuerpos celestes son causa de la existencia de los elemen tos, y de cuntas maneras lo son, [sigese que] las formas de stos [cuerpos celestes] son causa prxi ma de la existencia de la materia prima comn a ellos, es decir, causa formal y final tan slo, ya que como causas de la materia prima no es posible con cebir ms que esas dos; porque la causa eficiente produce alguna cosa, en tanto en cuanto comunica a sta su substancia, por la cual sta es lo que es, lo que constituye su forma. Pero la materia prima no tiene forma, para que tenga agente, ni tampoco cabe imaginar en ella otra materia, ya que ella es la primera. 69. Cabe tambin concebir la materia como causada, de otra manera, a saber,- en cuanto que. siendo la [palabra] materia predicable de ella mis-
2I
ma y de las materias de los cuerpos celestes, por el procedimiento [llamado] de anterioridad y posterioridad, y siendo, en las cosas orientadas en tal sentido, lo anterior causa de la existencia de lo posterior, sigese que tambin, por esta razn, la materia de los cuerpos celestes es causa de que exista la aludida materia, mientras que la causa de que existan las materias de los cuerpos celeses son nicamente las formas de stos. La necesidad de este orden en los cuerpos celestes debe entenderse en el sentido de que de los [seres] separados, en cuanto tienen un modo de ser comn, irremisiblemente ha de proceder otra clase de entes, algunos de los cuales no tienen formas tales que puedan existir sin un sujeto; de donde se sigue necesariamente la existencia de un sujeto; con lo que la existencia de tales formas en las materias estar motivada por una necesidad. 70. En cuanto a la existencia, por s mismas, de estas formas, es decir, de las almas de los cuerpos celestes, obedece a [una razn de] mejora, pues el que existan es mejor que el que no existan. Con esta [teora] se resuelven las dificultades que pudieran ocurrir acerca de la existencia de las formas que hay aqu [en el mundo sublunar]. Pues de seguro habr alguien que diga: si [tales formas] existen de una manera ms noble en las esencias separadas, cmo es que existen despus en un estado de mayor inferioridad? A no ser que replique
22
alguno que la providencia en estas cosas existe por razn de la materia; con lo cual lo ms no ble existira por causa de lo menos noble. Lo que tenemos que responder a esto es que la existencia de tales [formas] en el citado estado de inferiori dad, es necesariamente una existencia secundaria, en cuanto que tal modo de existir es mejor que el no existir [de ninguna manera]. Por eso tienen un [modo de] ser menos perfecto, ya que lo me nos perfecto representa una mejora con relacin a la nada. Pero el que tengan una existencia imper fecta y sean formas existentes en las materias, est motivado .por algo necesario, ya que no pueden existir de una manera ms perfecta. Ahora bien, as como lo mejor para nosotros, despus de ha ber adquirido nuestra perfeccin ltima, es que la comuniquemos a otro, en la proporcin de que ste es capaz, as tambin ocurre en los principios separados, cuando de ellos proceden las almas de los cuerpos celestes. : 71. Por su parte, la existencia de las formas de los cuatro cuerpos o elementos obedece a una necesidad proviniente de la existencia de las for.mas de los cuerpos celestes; adems, el que tales .formas existan en la materia es debido a una ra zn de necesidad. Parece, por lo tanto, reunirse en ellas una doble necesidad: una, en cuanto que existen; y otra, en cuanto que estn en la mate ria. Esta doble necesidad est causada por la exis-
23
.tencia de-los cuerpos circulares, debindose la ne cesidad de que existan [los elementos], a la 'exiscia de aquellos [cuerpos circulares]; y la de que estn en la materia, a la existencia de aqullos en un sujeto. 72. En cuanto a las formas resultantes de la mezcla y combinacin de los elementos (cuales son las formas de plantas y animales y la forma del hombre), el que existan en s mismas es por razn del alma racional, mientras que la existen cia de sta est a su vez subordinada a algo ms no bleza saber, la nobleza existente en los cuerpos ce lestes. Por eso, vemos que lo que en la tierra est en lugar ms cercano a los cuerpos celestes, es el hombre, que es algo intermedio entre el ser eter no y el [ser] generable y corruptible. La existencia del alma racional en la materia obedece tambin a una necesidad, pues entre el alma racional y las formas inferiores hay la misma relacin que entre aqulla y el entendimiento adquirido. Ahora bien, la relacin del alma sensitiva con la racional, es relacin de materia, lo mismo que la relacin [que dice] el alma nutritiva a la sensitiva, y la relacin de [los seres de] partes homogneas al alma nutri tiva [que] es tambin relacin de materia a forma. Esta misma relacin existe entre las formas de los [seres] de partes homogneas y los elementos [existentes en el cuerpo] del hombre, pues el hom bre es el lazo de unin entre el ser sensible y el
264
ser inteligible. Por eso Dios dio un complemento a ese ser, que, por su distancia de la divinidad, lleva inherente la imperfeccin. 73. En cuanto a la cuestin de por qu existe ms de una especie de almas vegetativas y sensitivas, parece ser debido, en su mayor parte, a fua razn de] mejora. En algunos [de esos seres], parece verse claro que existen en consideracin al hombre, o unos por causa de otros; mientras que en otros no se ve clara esa [razn]; tales son, [por ejempo], los animales enemigos del hombre y las plantas venenosas. Por eso, como se ver despus, el dao que se causan dichos seres unos a otros es debido, las ms de las veces, a algo accidental y a la necesidad de la materia. Tal sucede con las vboras y otros [animales que son] carniceros, con respecto a los cuales es evidente que causan dao a aquellas cosas que, si no son ms nobles que ellas, tampoco les son inferiores; cosa que no puede ser debida ms que a una necesidad. Queda, pues, demostrado, por lo dicho, cmo se originan necesariamente unos seres de otros, as como su mutua relacin, en cuanto al complemento; y que los complementos de todos ellos deben atribuirse a la perfeccin primera, as como tambin sus existencias reconocen como causa la existencia primera. 74. Ahora conviene que examinemos lo referente a la providencia de lo aqu existente, es de-
25 -
cir, de lo que hay bajo la esfera de la luna, discurriendo en esto con arreglo a los principios anteriores. Decimos, pues, que la existencia de las cosas que estn sobre la faz de la tierra y su conservacin en especies, es necesariamente algo intententado de propsito, que no puede ser producto de la casualidad, como crean muchos de los antiguos, cosa que se hace evidente, cuando uno se persuade de lo bien que se armonizan los movimientos de los cuerpos celestes con la existencia y conservacin de los seres que existen aqu [en la tierra]. En donde se ve esto ms claramente es en el sol, y, despus, en la luna. Con respecto al sol, es evidente que, si tuviera mayor volumen del que tiene, u ocupara un lugar ms cercano [a nosotros], pereceran las [diversas] especies de plantas y animales a causa del excesivo calor. A su vez, si fuera de menor volumen o estuviera ms lejano, tambin pereceran a causa de lo intenso del fro; cosa que puede comprobarse por [la consideracin de que] aquello mediante lo cual el sol produce la ignicin, son sus movimientos y tambin por los lugares [de la tierra] que a causa de la fuerza del calor o del fro son inhabitables. 75- Tambin se ve de una manera clara la providencia, en la esfera inclinante del mismo [sol], pues si no tuviera esfera inclinante, no habra ni verano, ni invierno, ni primavera, ni otoo, siendo evidente que tales estaciones son necesarias para
266
la existencia de las [diversas] especies de plantas y animales. Que hay providencia en 4a: existencia del movimiento diurno, cosa es en-gran manera evidente, pues si ste no existiera, no habra noches ni das, y la mitad del ao. sera da y la otra -mitad noche; en el cual caso, los seres pereceran, o de calor durante el da, o. de fro durante la noche. . . . 76. En cuanto a la luna, tambin es evidente su influencia en la produccin de la lluvia y en el madurar de los frutos; as como [es tambin evidente] que, si fuera de mayor o menor volumen del que es, o estuviera ms lejos o ms cerca, o su luz no fuera participada del sol, no producira las mencionadas acciones. Asimismo, si no tuviera esfera inclinante, no podra producir diversas operaciones en diversos tiempos.Por eso, debido a esa [esfera], son clidas las noches en tiempo de fro y frescas en tiempo de calor. Lo clido de tales [noches] en tiempo de fro, proviene de que la posicin de la misma [luna] con respecto a nosotros es entonces igual a la situacin del sol en tiempo de calor, ya que, debido a tener la esfera de la luna una mayor inclinacin, est sta ms cercana al zenit. En tiempo de calor, suceden las cosas al revs, es decir:.la aparicin y ocultacin de la luna se verifica por. la parte del medioda, pues siempre aparece precisamente por Ja parte .opuesta al sol; de modo que, cuando el sol est en.el medioda, apa: ;
267
rece [la luna] por el norte y se oculta por el me dioda, mientras que, cuando el sol est en el nor te (i), suceden las cosas viceversa, es decir, que aparece por el medioda y se oculta por el norte. Debido a eso, [la luna] llega entonces a producir fro, pues en ese tiempo es cuando derrama sus rayos por la parte del medioda. Adems, el que en ella aparezcan revoluciones uniformes con dis tancias fijas respecto al sol, no debe atribuirse a que no tenga providencia de lo que hay aqu [en la tierra]. 77. Lo mismo que hemos dicho del sol y de la luna, debemos opinar con respecto a los dems astros, a sus esferas y a sus revoluciones con dis tancias fijas en relacin al sol. Por eso dice Aris tteles que la revolucin de los astros es la revo lucin del sol, debindose [la razn] de esta afir macin a que [dichos astros] siguen el movimiento del sol, al que tienden a imitar. Por nuestra parte, aunque no percibamos distintamente muchos ras tros de los movimientos de los mismos [planetas] ni sus excentricidades, as como ni tampoco su mo vimiento directo ni su retrogradacin, sin embar go, afirmamos de una manera categrica que to das esas cosas estn motivadas por la providencia
(1) No sabemos qu interpretacin dar a esta afirmacin
de A v e r r o e s , que parecer a los astrnomos y aun al simple observador de todo punto inexacta.
368
de lo existente aqu {en la-tierra]. La dificultad, para nosotros, de percibir esos [movimientos] pro viene de la necesidad de largas experiencias, a que es imposible llegar en [toda] la vida humana. Por eso debemos tomar esas [observaciones] de los doctos en la ciencia astronmica, en tanto en cuanto se juzguen posibles sus afirmaciones sobre las actividades de dichos planetas. [Y al decir po sibles] me refiero, no slo a la posibilidad de que se llegue a tales [conclusiones] despus de una lar ga observacin, sino que tambin a la posibilidad de que los planetas tengan tales operaciones. Mas, a causa de la excelencia de estos cuerpos celestes, no creemos, como hemos dicho en otras ocasio nes, que su providencia de las cosas que les son inferiores sea para ellos el fin primario, pues de lo contrario los seres eternos serviran de medio para los seres mortales, y lo superior existira por razn de lo inferior. Sin embargo, por el hecho mismo de tener providencia de esas cosas, en la forma indicada, no podemos afirmar de dichos [planetas] que ignoren las cosas aqu existentes, ya que las operaciones de un ser dotado de cono cimiento, como tal, han de ser conocidas para l, si bien este conocimiento [debe entenderse] en el sentido ya explicado. 78. Como esta serie ordenada de movimientos existe participada en los planetas, en tanto en cuanto entienden la esencia de sus principios, a la
2g
vez que stos la participan del primer principio, que es Dios (sea ensalzado), sigese que la pro videncia primera que existe en nosotros es la de Dios (sea bendito y ensalzado), quien es causa de |todo] lo que habita en la tierra. Todo bien puro, que aqu exista, procede de El y es querido por su voluntad; en cuanto a los males, como son [por ejemplo] la corrupcin, la decrepitud, las enferme dades y otras [cosas por el estilo], estn motivados por la necesidad de la materia. La razn de que esto sea as estriba en que, en cuanto a la exis tencia de estos [males], no cabe ms que uno de estos dos casos: o que no existan esas cosas a las cuales va inherente el mal (lo que sera un mal mayor), o que existan en ese estado, ya que no son capaces de una existencia mejor. La utilidad del fuego, por ejemplo, es indiscutible; y [slo] de una manera accidental ocurre que destruya mu chos animales y plantas. Sin embargo, fjate, en [cuanto a] la providencia de los animales, cmo se les ha dado el sentido del tacto, sin el cual no seran de suyo susceptibles de que [la providencia] los librase de los seres sensibles que los destruyen. Del mismo modo ha sido dado a cada una de las especies de animales [todo] aquello que [tienda a] preservar su existencia de seres que [puedan] des truirlos; lo cual es una prueba evidente de la exis tencia de una providencia sobre las cosas que hay aqu [en la tierra] Por eso, si examinas atentamente
2/0
lo referente a la mayor parte de los animales, vers que no es posible que existan, sin que se den aquellas cosas que [puedan] conservar su existencia. Donde se ve esto ms claramente es en el hombre, pues ste, a no ser por el entendimiento, no podra existir todo el tiempo [que le corresponde]. De aqu el que, en nuestro sentir, dichos principios conozcan, en la forma que lo hacen, los males aqu existentes, y que llegue a darnos su providencia, no slo la existencia, sino que tambin [todo] aquello que [tienda] a preservar nuestra existencia de lo que puede destruirla. 79. Alejandro piensa que la afirmacin de los que dicen que la providencia se extiende a todas las cosas particulares, como creen los del Prtico, es tambin de todo punto errnea. En efecto, si la providencia en dichos [principios] se origina de que estn dotados de conocimiento (segn se ha dicho antes), no pueden tener conocimientos particulares nuevamente adquiridos, sobre todo siendo [tales principios] infinitos. Adems, tal afirmacin hace necesariamente injusta a la divinidad, pues si sta llegara hasta regir [o gobernar] individuo por individuo, cmo, a pesar de tal gobierno, [pueden] ser afectados de males? [Y al hablar de males], me refiero a aquellas especies [de mal] que pueden no sobrevenir al individuo; pues, en cuanto a los males necesarios, quiz no haya nadie que niegue que el hecho de que afecten
al individuo proviene de parte de Dios. Por su lado, los que tienen tal opinin con respecto a la providencia, creen que todas las cosas son posibles para Dios; de lo cual se sigue necesariamente que le hacen injusto. Adems, es en gran manera evidente, que todas las cosas no son posibles, pues no es posible que lo corruptible [por ejemplo] sea eterno, ni tampoco que lo eterno sea corruptible; como no lo es que los ngulos de un tringulo sean iguales a cuatro rectos, o que los colores lleguen a ser objeto del odo; tales afirmaciones son en extremo perjudiciales a la ciencia humana. 80. En cuanto a los que creen alegar una prueba en favor de tal [opinin,, diciendo] que las acciones de Dios no pueden ser calificadas de injustas, antes el bien y el mal guardan con respecto a El una misma relacin, esos tales afirman una cosa completamente extraa a la naturaleza humana y en pugna con la naturaleza del ser que es extremadamente bueno; segn eso, no habra nada que fuese bueno en s mismo, sino por suposicin; ni tampoco mal por esencia; pudiendo cambiarse el bien en mal y el mal en bien; con lo cual, nada habra que fuera absolutamente verdadero; hasta el punto de que ensalzar y adorar al [Ser] primero fuese un bien, slo por suposicin, siendo posible que todo bien consistiese en abandonar su culto y en apartarse de la creencia de que debe ser honrado: sentencias todas estas semejantes a las de
Protgoras ( i ) . Mas ya acabaremos de hacer patente la enormidad que envuelven [tales opiniones] en el tratado que, Dios mediante, seguir a ste. 8l. Aqu termina la disertacin sobre la segunda parte de esta ciencia, correspondiente al tratado cuarto de este nuestro libro. Alabanza a Dios, Seor de los mundos, y salud a los siervos que ha elegido.
FIN
(i)
crates, que el hombre es la medida de todas las cosas. Segn esa teora, puede darse el caso de que una cosa sea al mismo tiempo buena y mala, verdadera y falsa, segn la diversa idea que de ella se forme cada hombre. Vase la refutacin de esta doctrina en varios pasajes de la Metafsica tteles, especialmente en el lib. IV, c. 5. Los filsofos a los que Averroes atribuye estas sentencias eran, sin duda, los motaclimes. Cfr. Asn, Algazel, pg. 2 7 1 . de Aris-
LIBRO PRIMERO . i. Objeto de la obra. 2. Ciencias especulativas, prcticas y auxiliares. Ciencias especulativas, gene rales y particulares. Fsica, Metafsica y Matemti ca.3. Fundamentos de esta ltima divisin. Se res fsicos y seres matemticos.4. Seres abstrae tos.5. Resta tratar de la Metafsica. 6. La Me tafsica estudia las causas formal y final y la eficien te, en cierto sentido.7. Estudia el conocimiento de las causas ltimas de los seres. Distincin entre causa eficiente y motor.8. El estudio de las causas material y motriz pertenece a la Fsica. Error de Avicena.9. La Metafsica toma su ma teria de la Fsica.10. La doctrina sobre la Metatsica se puede reducir a tres grandes partes. Par te primera. . 11. Parte segunda que versa acerca de los prin18
*274
cipios de la substancia. 12. Parte tercera. Estudia las materias de las ciencias particulares.13. Par tes esenciales de esta ciencia son las dos prime ras. La tercera es de mero complemento.14. Libros o tratados en que se divide esta obra. 15. Utilidad de la Metafsica.16. Puesto que ocupa en la enciclopedia.17. Clases de pruebas utiliza das en esta ciencia.18. Entrada en materia. 19. El ser. Sus diversas significaciones.20. El ser accidental.
21. Etimologa de la palabra mauchud (ser) y verdadera acepcin de la misma. Resolucin de una duda. 22. Error de Avicena sobre la natura leza del ser. Refutacin. 23. lindad o seidad. 24. Substancia.25. Qu cosas merecen el nom bre de substancia, segn las diversas escuelas filo sficas.26. Punto esencial en que todas coinci den.27. Accidente. Sus clases.28. Cantidad. 29. Cualidad. Relacin.30. Distincin entre re lacin mutua y relacin sencilla.
31. Esencia.32. Lo que es por esencia.33. Cosa.34. La unidad y lo uno. Uno continuo esencial y accidental. Otras divisiones.35. Lo uno formal. Concepto vulgar de la unidad. 36. Gnesis de la idea de unidad.37. Sentido de la unidad en esta ciencia. 38. El concepto metafsi co de unidad se funda en un aislamiento o separa cin esencial y no accidental.39. Opinin de Avicena sobre el carcter accidental de la unidad.
275 Su refutacin.40. Lo uno numrico en esta ciencia. 41. Cinco modos de lo uno formal.42. La uni dad como sinnimo de ser.43. Divisin y sub divisin de lo uno numrico.44. Identidad.45. Diferencia entre semejante, parecido y equivalente. 46. Oposicin. Acepcin metafsica de la contra riedad o modo de ser contrario.47. Sentido de la privacin.48. Lo otro o lo distinto.49. Con cepto de potencia. 50. Otras acepciones de la palabra potencia. 51. Sentido de la frase: las partes de la cosa es tn en potencia en la cosa. Potencia con obstcu los y sin ellos.52. Ser en acto.53- Lo perfec to.54- Otras acepciones de lo perfecto.55- El todo.56. Las partes. 57- Lo imperfecto.58Anterior y posterior.59- Causa.60. Materia. 61, Forma.62. Principio.63.Elemento. 64. Necesidad.65. Naturaleza.66. Conclusin.
LIBRO SEGUNDO 1. La idea de ser no es aplicable de una mane ra equvoca a los predicamentos o categoras.2. Ni tampoco de una manera unvoca. 3. Sino de una manera analgica. 4. Relacin mutua de las categoras.5.Clases de demostracin aplicables a estas cuestiones.6. Predicados universales esen-
276
cales y accidentales.7. Nocin de la categora de substancia. El accidente. Las categoras accidenta les. En dnde. Posicin. Hbito.8. Examen de las categoras, cantidad, cualidad, relacin y cun do, en cuanto a su dependencia de la substancia. 9. Cantidad continua y discreta.10. Las tres di mensiones no dan del individuo de substancia ms nocin que la que puede dar un accidente. I I . La materia prima no existe separada de la cantidad y de la forma.12. El tiempo est en un sujeto que es el cuerpo celeste.13. El nmero representa algo ajeno a la esencia de las cosas. Es, pues, accidente. Resumen de todo lo tratado: los predicamentos accidentales no pueden existir sin la substancia.14. Algunos predicamentos exis ten en la substancia mediante otros.15. Investi gacin de los elementos de la substancia sensi ble.16. Opiniones de los antiguos acerca de los elementos de la substancia.17. Su discusin y refutacin corresponde a la fsica, pero tambin pueden ser examinadas en esta ciencia.18. Pre dicados esenciales y accidentales, como expresin de los elementos que integran la substancia.19. El predicado accidental no da a conocer la esen cia de la substancia. 20. Consideracin de las partes de la substancia como cosas sensibles y como cosas inteligibles. 21. La definicin conviene primariamente a la substancia y secundariamente a los accidentes. En
277
la. definicin de accidentes va incluido de alguna manera el concepto de substancia. Cundo va in cluido en potencia prxima.22. Cundo va in cluido en acto.23. Los predicados esenciales son la misma cosa singular, en cuanto dan a cono cer esa cosa. 24. Los predicados accidentales no son la misma cosa singular.25. Los partidarios de los universales separados se ven incapacitados para afirmar que el predicado esencial es la cosa misma singular.26. Los universales separados son insuficientes para influir en la existencia de la cosa sensible. Lo que produce el ser es otro ser igual o parecido a l en la forma.27. Resolucin de una dificultad. 28. Doctrina acerca de la ge neracin espontnea en el concepto aristotlico. 29. Doctrina relativa a la produccin del fuego. 30. La doctrina de la identidad entre el generante y lo engendrado es ms aplicable an a las cosas artificiales que a las naturales. 31. Datos que demuestran la existencia de for mas separadas como causas de que la substancia sensible se haga inteligible.32. El trmino de la generacin no es ni la materia sola ni la forma sola, sino el compuesto de ambas.33. La forma es trmino de la generacin slo en cuanto entra en el compuesto.34. Otro tanto puede decirse de la materia. 35. Conclusin: no es necesario recurrir a los universales separados para explicar la produccin dlas'cosas sensibles.36. nter-
vencin de las formas de los cuerpos celestes en la formacin de los seres sensibles, segn doctrina de Aristteles.37. Verdadero sentido de esta doctrina. 38. Los universales separados no pueden explicar la produccin del ser sensible ni dar nocin del mismo. 39. Aristteles admite cierta influencia de las formas de los cuerpos celestes en los seres sensibles, pero rechaza la influencia exagerada que les otorga Platn. 40. Pueden existir fuera del alma universales separados? Respuesta negativa. 41. Refutacin razonada de la teora de los universales separados.42. Otros absurdos que se siguen de esa teora.43. Todos estos absurdos no se siguen, considerando al universal como existente en el entendimiento. 44. Propnese una dificultad basada en la nocin de verdad. 45. Resolucin de la dificultad. Doctrina sobre la abstraccin.46. Desarrollo de esta doctrina. 47. Diferencia entre la abstraccin y la falsedad. 48. Resolucin de otra dificultad.49. Cul es la substancia de las cosas sensibles? Los seres sensibles se componen de varias cosas. 5' Los seres sensibles, aunque unos en acto, son mltiples en potencia. 51. Hay en el compuesto una cosa distinta de todos los componentes, en virtud de la cual el compuesto es lo que es.52. Esta cosa distinta es la forma. La forma general est representada en la
definicin por el gnero, y la particular por la di ferencia.53' Clave para la resolucin de dificul tades. Diferencia entre la idea de una cosa y la realidad objetiva de la misma. 54- A la forma general representada por el gnero corresponde la materia sensible y a la forma especial la forma sen sible.55- La materia es potencia, la forma es ac to, y el sujeto sensible el compuesto de ambos. 56. Tres fuentes de diferencia para las cosas: figu ra, situacin y orden.57- Las diferencias esen ciales de las cosas son mltiples.$8. Las mejores definiciones son las que expresan la materia y la forma de las cosas.59- En las cosas en que no aparece la materia hay algo que la suple. Materia hipottica o mental.60. El nombre de substan cia, aunque a veces indica la forma, significa ms bien el compuesto de materia y forma. 61. Ser sensible y ser inteligible. Diferencia y relacin entre ambos.62. El ser inteligible no puede entrar a formar parte del sensible. 63. Las definiciones slo son aplicables a los compues tos.64. Diferentes especies de materia. Diferen cia entre materia y sujeto.65. Seres de materia mutuamente convertible y seres de materia incon vertible.66. Las cosas no slo se diferencian por la forma, sino tambin por la materia y por otras cosas.67. La materia existe en potencia y la forma en acto en el compuesto.68. Los gne ros son representativos de las materias.69. De
28o la materias representadas por ios gneros unas son sensibles-y otras hipotticas.70. Las partes de lo definido que provienen de la forma gene^ral y de la forma particular son anteriores a lo definido. 71. Las partes de lo definido que proceden de a cantidad son posteriores a lo definido.72. La dificultad de conciliar lo uno de la definicin con las partes de que consta no puede ser resuelta por los partidarios de la teora de las formas separadas. 73* Cul es el gnero ms universal que se encuentra en la substancia? Opiniones de los antiguos acerca de la manera ms rudimentaria de informacin de la materia por la forma.74. Opinin de los que creen que la forma ms elemental de substancia es la materia prima, informada por las tres dimensiones.75. Incompatiblidad de esta opinin con la condicin de accidente, propia de las tres dimensiones. 76. Las dimensiones slo existen en potencia en la materia prima.77. Pero esas dimensiones en potencia no son substancia; de lo contrario, al convertirse en acto, sera substancia y no cantidad.78. Crtica de la segunda opinin. Las dimensiones estn en la materia prima, mediante una forma que no se distingue de la general de los elementos.79. Forma de corporeidad, Comn a los cuerpos simples.80. La palabra cuerpo tiene distinta acepcin, segn aplique a los cuerpos celestes o a los; sensibles.81.'
s e
LIBRO TERCERO I . Modalidades del ser.2. Multiplicidad de acepciones de la palabra potencia.3. Potencias activas y pasivas. ^-4. Potencias mixtas de accin y pasin.5. Potencias fsicas y voluntarias. 6. Las potencias voluntarias pueden obrar cual quiera de los dos contrarios.7. Las potencias na turales o fsicas obran de una manera necesaria.8. Una accin o pasin buena denota un agente o paciente bueno, mas no viceversa.9. Acto y po tencia son, como relativos, simultneos y defini bles el uno por el otro. I O . Y en esto no hay crculo alguno vicioso, como cree Avicena. I I . El acto es privacin de potencia, privacin que puede ser temporal o esencial. La potencia es disposicin para estar en acto.1-2. El acto y la potencia afectan primeramente a la substancia y secundariamente a los dems predicamentos. Con cepto de pasin. 13. Filsofos antiguos y moder nos que niegan la anterioridad de la posibilidad respecto del acto. 14. La potencia remota no es reducida a acto, sino despus de haber aparecido la potencia prxima.15. Para que un sujeto est en potencia, debe hallarse en determinadas cir-
282 cunstancias.16. La potencia prxima es reducida a acto por un solo motor.17. Lo engendrado del sujeto prximo se designa con un nombre derivado de la potencia prxima. 18. Los seres que constan de potencias gradualmente progresivas tienen varios sujetos y, por tanto, varios actos. En ellos la potencia ltima es causa de las otras potencias, y el acto ltimo causa de los dems actos.19. Ejemplos que confirman la doctrina del prrafo anterior.20. La potencia va afecta a la materia y el acto a la forma. 21. Es el acto anterior a la potencia? Opiniones de los antiguos.22. En general el acto es anterior a la potencia en causalidad y acto.23. Respecto a las causas agente y final, es anterior a la potencia en causalidad, que es la prioridad esencial.24. No es necesario que tales causas hayan de preceder en tiempo al efecto, pues se dara un proceso indefinido de causas. 25. Inconvenientes que se seguiran de lo contrario. 26. Razones que demuestran que la potencia no puede ser anterior en tiempo al acto. 27. Prueba general tomada de la naturaleza de lo posible. 28. Los seres eternos que son acto puro deben estar en perpetua actividad y sus efectos existir desde siempre. Cmo pueden, pues, existir cosas, ora en potencia, ora en acto? 29. Concatena cin gradual de los seres, como manifestacin de la providencia. 30. Una cosa es tanto me-
283
jor, cuanto menos tenga de privacin y de potencia. 31. Las cosas que estn siempre en composicin son siempre verdaderas y las que se hallan en perpetua divisin son siempre falsas.32. Las cosas que estn en perpetua composicin y en perpetua divisin, son los universales.33. Pero el existir siempre en acto los universales ha de entenderse desde el punto de vista de las ideas y no desde el punto de vista del ser.34. Concepto de la unidad y sus divisiones.35. La unidad simple e indivisible en cada gnero.36. La unidad principio del nmero.37. La unidad, desde el punto de vista matemtico y desde el punto de vista fsico.38. La multiplicidad que tiene por base la unidad numrica va incluida en la cantidad. La multiplicidad, cuya base es la unidad absoluta, es una de las modalidades de las categoras. 39. El error de Avicena consiste en creer a toda unidad accidente. Refutacin de esta opinin.40. La unidad universal se predica analgicamente de los diez predicamentos. 41. Origen del error de Avicena. Diversa nat * raleza de la unidad numrica y de la unidad absoluta.42. La representacin primaria y esencial del nmero es la unidad.43. Dificultad propuesta por Avicena. Diferencia entre la multiplicidad numrica y la multiplicidad absoluta, como clave para la resolucin de esa dificultad.44. Diversas
284
opiniones de los antiguos acerca de la unidad considerada como sinnimo de ser. 45. Los filsofos ms antiguos pusieron cmo principio de los seres la causa material, nica que conocan.46. Los ms modernos sealaron ya una causa formal, si bien la tomaron como idea separada.47. Doctrina de Aristteles sobre la cuestin. 48. Hay una substancia separada, principio de la sensible, o sta se basta a s sola para existir?49. Diversas maneras de oponerse la unidad a la multiplicidad. 5 - Lo diferente y lo distinto. Cuatro clases de oposicin. 51. Los contrarios y su distincin de la diferencia.52. Un contrario slo puede tener otro contrario.53 El fundamento primario de los contrarios.54- El medio y los extremos en los contrarios deben pertenecer a un mismo gnero. 55 Los extremos residen de algn modo en el medio, mas no en acto puro.56- El medio, como negacin de extremos, es un compuesto de ambos extremos.57 La diferencia entre la contrariedad y las dems especies de oposicin estriba en ^ u e stas no tienen verdadero medio. 58. El hbito y la privacin son los fundamentos de los dos contrarios y de la afirmacin y negacin.59- Los contrarios pueden pertenecer a la misma forma; mas cuando la contrariedad se origina de la forma, los contrarios son de distinta forma.60. Lo mltiple no se opone a lo uno por va de contrao
riedad, pues lo contrario de lo mucho es lo poco y lo. uno no es poco,, por ser lo uno indivisible y divisible lo.poco.....: 6 l . En la unidad y multiplicidad hay una oposicin de hbito y privacin, en cuanto la unidad est privada de multiplicidad y no viceversa. 62. Pero la oposicin entre uno y mltiple es ms bien de relacin.63. .Lo igual se opone a lo grande y a lo pequeo en cuanto desigual, es decir, por va de hbito y privacin.64. Trmino en una serie de causas.-65. Prueba de la imposibilidad de una serie infinita decausas.66. Pruebas especiales. No hay serie infinita de causas materiales. Primer modo de engendrarse una cosa de otra.67. Segundo modo de originarse un ser de otro.68. Diferencia entre esos dos modos de produccin.69. Tampoco en las causas finales se da un proceso infinito.JO. Lo mismo puede decirse de una serie de causas formales. 71. Conclusin: en ninguna de las cuatro especies de causa se da un proceso infinito, y por tanto en todas ellas existe una causa ltima, que es desde luego una en la causa material.J2. Cmo lo es tambin en las causas eficiente, formal y final.73. Cada una de las cuatro causas, tiene las tres restantes? La materia, no tiene ni causa formal ni eficiente, pero s fin, que es la forma.- 74- La causa eficiente ltima tiene forma, pero no materia ni fin, fuera de s misma.75. La forma
286 ltima no tiene causa eficiente, ni materia, ni fin exterior a ella. Consecuencia: el agente, la forma y el fin ltimos son una misma cosa.76. Conclusin. LIBRO CUARTO I . Recapitulacin de toda la doctrina anteriormente expuesta.2. Hay, adems de los principios expuestos, algn otro separado que intervenga en la formacin de la substancia sensible? 3. Doctrina expuesta en la Fsica sobre la existencia de un primer motor inmvil.4. Argumento tomado de la naturaleza del tiempo, para probar la existencia de un movimiento eterno. 5- El primer motor es uno e inmaterial.6. Otra prueba de la inmaterialidad del primer motor.7. El cuerpo celeste es animado.8. El cuerpo celeste se mueve en virtud de un deseo, originado del conocimiento intelectual.9. Dicho deseo tiende a un ser ms noble que l. 10. Programa de cuestiones relativas a la naturaleza de los principios separados. I I . Multiplicidad de tales principios.12. Multiplicidad de movimientos en el cuerpo celeste y su carcter eterno.13. Insuficiencia de datos para sealar el nmero de movimientos y de cuerpos celestes.14. Nmero de movimientos comnmente asignados por los astrnomos a los
287 cuerpos celestes.15. Existe una novena esfera? 16. Opinin de Averroes contraria a la existencia de tal esfera. 17. Nmero de los motores celestes.18. Opinin de Alejandro de Afrodisia sobre la cuestin. Ventajas de la opinin de Aristteles. 19. dem de la opinin de Alejandro.20. Con-cepcin del conjunto de los cuerpos celestes como un gran ser animado con un solo movimiento general y varios movimientos particulares. 21. Ventajas de esta teora, en cuanto armoniza las dos opiniones precitadas.22. Imposibilidad de una mayor simplificacin en el nmero de motores.23. Es posible que el nmero de substancias separadas sea mayor que el de movimientos. 24. Dichos principios son inteligencias separadas de la materia.25. Los cuerpos celestes se mueven de un modo parecido a como mueve lo amado al amante.26. Los cuerpos celestes no se mueven en virtud de un conocimiento sensitivo o de una potencia imaginativa, ya que carecen de sentido y de imaginacin.27. El movimiento del cuerpo celeste es uno y continuo.28. El movimiento del cuerpo celeste no es el fin de su deseo, sino consecuencia de ste.29. Los motores comunican a los cuerpos celestes, adems del movimiento, la forma, y constituyen sufin.30.Los principios separados no existen por causa del ser sensible, sino ste por causa de aqullos. 31. Orden y subordinacin de tales princi-
288 pips. 32. Razones que dan a conocer la superioridad del movimiento diurno.33, El principio del movimiento diurno es la causa remota de todos los dems motores, y por tanto todas las cosas movidas tienen algo de comn. 34. La aludida comunidad no tiene un carcter genrico, sino analgico.-35. Los motores, que producen los varios movimientos de un astro, son, a su vez, producidos por el motor del astro.36. Los diversos principios separados se reducen a uno primero, del cual dependen, como depende el efecto de su causa.37, Otras pruebas de la misma verdad.38. Los astros tienden en sus movimientos a un fin nico.39. El orden en el mundo es igual al rgimen de una ciudad.40. Cada uno de los principios separados se entiende a s mismo. 41. Tambin entienden sus causas.42. Unos principios son causa formal, eficiente y final d otros.43. La unin entre lo inteligible y el inteligente en estos principios, con ser cualidad comn a todos ellos, es mayor en el primero que en el que le sigue, y as sucesivamente.44. Puede el principio productor ignorar el efecto producido?:!45- La diferencia entre agente y paciente en estos principios estriba en una mayor o menor excelencia dentro de la misma especie.46. Todos los principios entienden todas las cosas, si bien unos de una manera ms perfecta que otros.47El entendimiento que produce al entendimiento
8o
agente tiene l mismo inteligible qu ste, s bien tal inteligible e x i s t e de un modo ms perfecto en el primero que en el segundo.48. Los principios inferiores conocen a los superiores por analoga. 49. Concordia de dos verdades que parecen contradecirse.5. No es defecto, sino perfeccin, el no conocer una cosa de un modo imperfecto cuando se la conoce de una manera ms perfecta. 51. Estos principios son verdaderas substancias.$2. Estn dotados de vida y de g o c e . s 53. Hay en estos principios uno primario que es causa de la multiplicidad y variedad de los dems.54- Emanacin ordenada de estos principios, partiendo del primero hasta llegar al ser sensible. 55. Esta emanacin se verifica siguiendo una gradacin fundada en la nobleza y en la simplicidad de los inteligibles.$6. A partir del motor de la esfera estrellada, no hay razones apodcticas, sino de congruencia, para establecer el orden de l o s diversos motores.-57- Clave para la resolucin d una dificultad.58. De un principio no pueden proceder ms seres qu aquellos en que s divide la esencia delmsmo, pero pueden proceder menos.59. La proposicin: De lo uno rio procede ms que lo uno no es convertible. 6b. La proposicin: De lo uno slo procede lo uno es verdadera, aplicada al agente como tal, mas no en cuanto es causa formal.y final: >./ 61. Selase el orden de emanacin de losdi-
.2QO
versos motores.62. Otro modo de subordinar los motores, partiendo de la base de hacer ema nar del motor de la esfera estrellada el motor del sol.63. Los elementos emanan del movimiento universal.--64. Los cuerpos celestes son causa eficiente, formal y final de los elementos.65. Los cuerpos celestes intervienen en la formacin de los cuerpos de partes homogneas.66. Tam bin concurren a la produccin de animales y plantas. 67. El entendimiento agente da la for ma a los cuerpos simples y a otros. 68. Los cuerpos celestes son causa formal y final de la ma teria prima, comn a los elementos, mas no efi ciente de la misma, pues la materia prima, como informe, no tiene agente productor. 69. Otra prueba de la misma tesis.JO. La existencia de . almas en los cuerpos celestes obedece a que es mejor que existan que el que no existan. 71. La existencia de formas en los elementos orignase necesariamente de la existencia de for mas en los cuerpos celestes.72. Las formas de los seres terrenos animados estn subordina das al alma racional y sta, a su vez, a la exce lencia de los cuerpos celestes.73. Razn de la variedad especfica de almas vegetativas y sensi tivas. 74. Razn de la Providencia. Plan precon cebido en la existencia ordenada de los seres. Ejemplos tomados de la distancia y volumen del soL75. Variedad de estaciones. Movimiento
2gi
diurno.76. Influencia de la luna en la produc cin de la lluvia y en la vegetacin. Otros efec tos. 77. Influencia de los dems astros.78. To da esta serie de actividades providenciales subor dinadas radica en la Providencia primaria de Dios. La existencia de males dbese a la necesidad de la materia. 79. Opinin de Alejandro de Afrodisia sobre la extensin de la Providencia a las cosas particulares.80. Teora errnea inventada para explicar las aparentes injusticias en la Provi dencia divina. 81. Conclusin.
I. == Incorporada a nuestro texto. NI. z r ; No incorporada a nuestro texto. C. == Edicin del Cairo. M. r r : Nuestro texto.
LIBRO S E G U N D O
C: pg. 19, ln. 7 y 8. NI: U***> jaa soMiaifo vi)J| ^ji M: pg. 39, ln. 12, despus de ^ I S A j f c , n.7. C: pg. 20, ln. 13. N I : v3lj)*aJ] ^Je 1*3|4U>9 U i M * . M: pg. 4 1 , ln- 20, n. 13, despus de s s l s a ^ U 9 I . C: pg. 23, lns. 15 y 16. NI: siga* v j | aou9 alJ). - M: pg. 48, ln. 7, n. 24, despus de M: pg. 50, lns. 16, 17, 18, 19 y 20, n. 28. C: pg. 24, ln. 22, 23 y 24. I: v c *\
294
9& woa^l ^ J ^ l ^ VjtpJt s34*ijJ vjlgJJ gjija.
9
jAioJtg 94) j**!) |SuO v j . ^ - j ^oJ U9 >j4)9>JI VU3 U ^ % ( 4 > jai BigJ l^ls-
M: pg. 79, lns. 7, 8, 9 y 10, n. 78. C: pgina 38, ln. 19, 20 y 21, I: Desde ^*MtaJ| viJI 51*4 s U ^ I hasta lal*j5)| c a e J t .
r 9o M
M: pg. 80, lns. 5, 6, 7 y 8, n. 80. C: pgina 38, ln. 26 y 27. NI: Las palabras de nuestro texto desde sJoJl s**+ hasta U>l^Jult van redactadas as: gjhx 94) ,S-9UMJ| ^ J & J I ^ o J l s^***
94)9 *J Jj^il P J 9 0 J s i wall> fXg^oJ! j4>9^Jl viC 51 \xux> s i l j g 5a gJ sottJ gil g OoS ^ S J )
LIBRO
T E R C E R O
Mfpg. 103, lns. 17, 18 y 19, n. 40. C: pgina 50, lns. 16 y 17. - I: Desde g^u S9& VJ>
hasta j^js^dgA*.
L A G U N A S IMPORTANTES D E L A EDICIN D E L C A I R O
M: pg. 21, ln. 10, n. 35. C: pg. 10, ln. 16: Despus de fol ^il hasta V&4> ^ 9 M: pg. 24, lns. 13 hasta 2 1 , n. 4 2 . C : pgina 12, ln. i. : Despus de ^9>9JJ hasta &&I9J]
a
M: pg. 25, lns. 5, 6, 7, 8 y 9, n. 43. C: pgina 12, ln. 5: Despus de J ja hasta 94194JI
U B R O S E G U N D O
M: pg. 77, lns. 18 a 24 y pg. 78, lns. 1 a 9, 75, 76 y 77. - C: pg. 38, ln. 6: Despus de hasta ^ I j s i o lol M: pg. 79, lns. 13 a 23, n . 79 y 80. C : pgina 38, ln. 22: Despus de toJ hasta ^itf o s os
296
LIBRO
T E R C E R O
M: pg. 99, lns. 22 a 24 y pg. 100, lns. 1 a 6, n.*" 34 y 35. C: pg. 49, ln. 1: Despus de SJ9X0JI te|4)lo4 hasta <*tk 4> s i ^ .
LIBRO C U A R T O
M: pg. 129 lns. 22 y 23, n. 7. C: pg. 63, ln. 26: Despus de sl&iiu V*MMJ hasta taa jjjaJi M: pg. 144, lns. 17, 18 y 19, n. 37. C: pgina 7 1 , ln. 24: Despus de v^StftoH sjgj) hasta M: pg. 157, lns. 3, 4 y 5, n. 57. C: pg. 78,
ln. 13: Despus de v i c iao hasta siljillg sjgl
M: pg. 158 y 159, todo el n. 6b. C : pg. 79, ln. 8: Despus de J s * j b hasta V A J I I iiJ* M: pg. 161, lns. 10 a 24, n . 65 y 66. - C: pgina 80, ln. 13: Despus de 9 {di N * U A 3 1 | hasta Uj4| l o i l . M: pg. 168, lns. 20, 21 y 22, al final del n. 77. C: pg. 84, ln. 4: Despus de |i4>U> I04 hasta
os
9
L X I C O D E TRMINOS
TCNICOS
principio o a parte :|j4l Las tres dimenante. siones. gJtawtl == Imposibilidad. NJIO?1 Continuidad. Alteracin, cambio acs i Jas | La casualidad, cidental . el acaso. lbk9CUi| = Disposicin, (ojc) jtf! = Influencias aptitud. planetarias, meteoros. ^cUi^l Conjuncin (de flj i ni 1 = Evacuacin (en medicina). dos planetas). l>33 5 ,\fr\= Los to- &o|i. i mi = Movimiento 1 directo de los planetas. mos. sJb&Lja) == Oposicin (de = Libre albedro. dos planetas). = Remoto, ltimo. jj^l =z Percepcin, co- Niinfi Mtl Elemento, substancia fundamennocimiento. tal de los cuerpos. ( , j t f U o ) g ^ l Artes ^Ij j Al Comunidad, liberales. manera de ser comn. = Unin del preEquivocacin, a c e p dicado con el sujeto. cin de un sentido por ^-ajl = La tierra. otro. - J j l ^ L o eterno sin
Silo)
de accin.
sjx si) = La categora
9
de pasin. vimiento de avance y si_i) ) = Los primeros retroceso. principios. ^ol = Remoto, ltimo. si51| = Momento actual g_J) = rgano, en los del tiempo. cuerpos vivientes. s j l ^ l 3= Afirmacin. ( s - o l c ) ^4>5J) = La ciensial = En donde, catecia divina, la metafgora o predicamento sica. de lugar. ^jJJ z= Orgnico, organi= Por necesidad, zado, dotado de rganecesariamente. nos. J:1J9 s o ^ i t = RelafCl&ol ~ Imposibilidad. cin analgica de una s j | i o l = : Posibilidad. cosa a otra por va de jU-^M = Aislamiento o anterioridad o de posseparacin, que es la terioridad (primaria o base de la unidad. secundariamente). jj-il == Aviso recibido sjj514U = En general. durante el sueo. SJUIAJIJ = Por analoga, g^ijjil == Humanidad, por comparacin. esencia del hombre. >*]iJ)j = Por relacin sJL.os-l= Separacin, o analoga. disgregacin. Separa- s^agJb =4 Por hiptecin de dos verdades, sis. determinando la ne- (J) A9ja=El Zodaco. gacin . s i 1 4 ) ^ = Argumento pervj|xsi| = Pasividad, profecto, appdcticp. piedad del ser pasivo. Simple, no com^ol**ail == Divisibilidad. puesto.
(g^jU^OMI^Mo-
jljli
299
Los cuerpos simples. > = Lentitud, retardacin. ( i j ) - - 4 = Movimiento lento. X Momento postenor al tiempo presente. baxa == Remoto, ltimo. Inverosmil. si Evidente, suficientemente demostrado. s3|)t ^ S|A == Demos= tracin, prueba. a^aS = Abstraccin, operacin intelectual que despoja a los cuerpos de la materia. 49^3 = Posibilidad, sentido metafrico. j^3 == Movimiento pasivo . j49>'i = Consubstanciacion, identificacin substancial. ^j*3 = Impulso motor, actividad c influencia motriz. 4*-i-3 = Imaginarse, figurarse. Representas
cin fantstica e imaginativa. Imaginacin, fantasa. (61i) jjgbS = Epiciclo. sj .JM'J i = Ordenacin, conveniente clasificacin de las cosas creadas . SJU1J3 ^ ^ J Orden y relacin, una de las especies de analoga. sjjfijS---- Composicin de partes en los cuerpos. Composicin que determina la afirmacin. SA' Analoga. J 9 O J = Formarse idea, representarse, c o n c e- bir. Idea, representacin, concepto. il-o-S = Contrariedad, propiedad de lo contrario .
3
de la matemtica. La Astronoma. 5OAJ1J == Astronmico, matemtico. Astrnomo. jjji = Diferencia total, distincin.
4
300 ej .J1 * 3 Induccin a 4>3^ = La substancia. error. Sofisma. SjA = El movimiento. 3 = Cambio, muta- s b l & = Temporal, procin. ducido en el tiempo. sij == Oposicin. V J L A = Estado, condij .jj^a, i Mensuracin. cin, naturaleza. Hiptesis. hgb^ ^ ' J A = Defini*\i Finitud. cin. Esencia. JlgS == Univocacin, sgb^ = Propiedad camodo de ser unvoco, racterstica de los (v^lji) M|3=Estrellas cuerpos creados en fijas. cuanto tales. (b.-a) ^ I s ^ / n / e n / z o SJM& = Sensacin. secunda. V J ^ O A Aparicin, presjj Pesantez, gravesentacin . dad de los cuerpos. si 1^0^=Animal. Ser do( fcxUo) sJiaA. = Arte de tado de alma sensila controversia. Ttiva. pica. itu-ilg -;>> = Animalidad, ^ J b A Polmico, diaforma general de los lctico , no apodctico. animales. Parte, porcin. jj^-Jl ( A j l - i . = Excn Particular. trico. = Los particula- soli=Propio, especial, res. Las formas conpeculiar, privativo. cretas de los universa- & == La lnea. les. . &i = Ligereza, propiesn^ Cuerpo. dad de los cuerpos ligjo >n> r= Corporeidad, geros . orma general de los >5K = El vaco. cuerpos. si5b> = Diferencia, disNwtia Gnero. tincin imperlecta.
3<>i
Prueba, argumento, 49 Movimiento circular. s 3 | S = La esencia. ,salS r= Esencial. i-i, jj = Orden, grado, plano, categora, clase. (C& Retrogradacin aparente de los planetas . U j j ^ E l sueo, en cuanto es un estado propicio para el conocimiento de ciertas verdades, por medio de la revelacin. S L A J r= El planeta Saturno . 'siUj El tiempo. j-4)j = El planeta Venus. klg r> W9lj ngulo. siiUi z=z Lo que est en reposo, en estado de quietud. sAJUn Negativo. VOJJUI Causa. = Causalidad. icyu =r Velocidad, celeridad . c*> ~ Superficie.
sJtth^
=
MSJM La Sofstica, viga* = Reposo, quietud. s^Lut Negacin. <OM zp El Zenit. >[OM El cielo. gUx Celeste. jil^jrtig^i = Sofstico. 8J = Parecido.
s o i i = E l individuo.
sli =
vilxuulg
vgjig
sSgA
Apetito, deseo. s j j s j ^ Lo verdadero. jgiao = Origen, procedencia, emanacin. g o = Cualidad. Atributo divino. cUo = Arte, ciencia. Parece tener un sentido ms general que x | i o = Artificial, producto del arte. v o = Clase, especie. gjgo = La forma. Uno de los dos elementos esenciales en la composicin de los cuerpos.
J9JO
Contrario. == Necesidad,
^.jgj == Necesario. =
(jilo Lado (en geometra). f * i Carcter, sello y condicin naturales. fClas P U J = Naturaleza . S>JU> = Fsico, natural.
vj Extremo.
Njj4
cultad de entender. s*)r = General, universal. alar = El nmero. s^>ia_x: Privacin. No existencia.
s j = El accidente.
ijl.c = El planeta Mercurio . v = 1 Cantidad, magnitud. vJac = El entendimiento, la potencia o facultad intelectual. s p -Je Ciencia. Tiene un sentido ms restringido que cUoBle = Causa.
^gJc = Modo de ser esencial. ^Jof = Prctico. j o i c == La materia prima. Providencia. *J = Final. (S$) i^\c == Potencia nutritiva. tfl = Trmino, extremo, colmo. Causa final. JA = Otro, distinto. (MJAC = Dierencia total, distincin. ^ua] = Sujeto a corrupcin, corruptible. s J - r | j = El agente. La causa eficiente. Lo activo. aVuai Corrupcin, destruccin de los cuerpos engendrados. s l o - =s Diferencia (en lgica). NJJKJ= El acto. (sJ* ) sJl* Entendimiento agente. --Mil. La filosofa griega. Sis Esfera. sSls Recto.
s4 =z
303
en sentido lato. Produccin . S4jji z=z Prximo. 89 = La catetos = Violencia, fuerza. gora de cualidad. Ul p> gxoa = Juicio. N^jJ Que se sigue neProposicin. cesariamente. gj La categora de hV4 Polo . bito. a = Dimetro. S & I 9 J Cosas anejas, Decisivo, apoinherentes a otra. Andctico. tecedentes y consis^lg Subsistencia; guientes. Propiedades. base, fundamento. (voJr ) jj*jj<J| i u u U ggii ~ La potencia. La Metafsica. sij == Generable, pro- g |^ La Materia; uno pio de la generacin, de los dos componenengendrado. tes esenciales de los Sj3i= Multiplicidad. cuerpos. gj = Esfera, orbe. viJgo Integrado, com8 # 1 Causa y razn puesto . suficiente de algo. g-a o Quididad, ^ J =z= Universal. esencia. = Universalidad. ^ S I A O C > la+o = Princisii|al == Los universales, pio. %ko& 9 z== La catego- - o "i> = Dotado de ra de cantidad. cuerpo. ^JU Perfeccin, com- ^jVio = La cosa moviplemento, entelequia. da, el ser que recibe = Ser ntimo de una el movimiento. cosa. Astro, estrella, ( s ! 9 ) S j i p A o == Los planetas (astros erranplaneta. tes). generacin,
s
304
lo sujeto a mutacin.
v 3 - i - o == Producido,
creado, engendrado. * | = : L o finito. s m i i o = Lo animado. 4*13x0 = L o intermedio. 33o = La c a t e g o r a cuando. s j g ] s J s = Lo prototipo, fytoi j* &i\ fas as* lo primitivo. Proceso hasta el infisio Tringulo. nito. ^ja* = Abstrado de la c i i j ^ ^ E l planeta Marte. materia, mediante V]JULO = Distancia. operacin intelectual. gVui* ==: Equivalente. S J A - ^ -Me Imposible, s J l ^ o == Absurdo, imposible . absurdo. &9bA = Definido, de- j & U a o = Circular. (sJic) = Ententerminado .
=
j a - o = E l motor, la causa motriz. SiiwgMi^ = Lo sensitivo, lo sensible, lo dotado de la facultad de sentir. O^e = Sujeto. sjje a-o Predicado, atributo. ( l s ) - o Esfera circundante universal. s J Ji-o = Diferente. = Lo que est dotado de percepcin y conocimiento. s*>4)So = Teora, doctrina, sistema, escuela. = Lugar de orden. soj* Compuesto de partes. jjo tzz Centro de rotacin .
305 dimiento- adquirido o participado del entendimiento agente. sojiMip Recto, en lnea recta. s m f r i i o = Exgono. SIQJULO = Purgante. *J| j|Mir=Lo determinado, lo concreto, lo particular. 4jSr=:Lo que conviene con otra cosa y es comn a ella. Equvoco, con varias acepciones. ^.jio El planeta Jpiter . v i i v u t c = Derivado. A = Lo anlogo, lo propio de la analoga. (vJ^l) 4x = Verdad comn y corriente, aceptada por todos. jil_o =: Prembulos, prenotandos, principios . 4 9 0 0 Dotado de forma, informado. iible Contrariedad, modo de ser contrario. ^ l o Relativo, pro9 9
pio de la relacin mutua. S 4 I 0 = Cuestin, problema, materia de investigacin . s j J o = Absoluto, general. Independiente. s^gb.Jto = No existente. <i5)j*o =: Los inteligibles. s j g l x = Causado, efecto. <a. = Sentido, significacin. Idea, concepto. Cosa. ( jt1g) l l * * = Los lugares sofsticos. Elencha sophistica. sjjjlj = Lo separado de la materia.
e
b j i o = Singular.
vlj.x.i.g
== Producido, causado. OtliU Lo opuesto. = Cuanto, total, mximum. bis = Proposicin. Premisa.
v.3*j-i- = Lo3 predica-
mentos.
(al) s ^ g o = La esfe-
306
dra, el que produce. v i o < o = Posible. galo = Hbito, capacidad. ( A j , 'jo o == Combinado, mezclado. noo == Imposible. ^ j J j i o ^ L o propio del rgimen de familias o de tribus. s j ^ o ~ La lgica.
t
^sxo = Lo propio de
la lgica, lgico. s t i Ai o ~ Aplicado a, predicado de. sJoixo = Separado, dividido. Discreto (en matemticas). SJXSO Pasivo. s o n o Lo divisible. s l o V o Indefinido. Lugar sofstico que consiste en tomar lo absoluto por lo relativo o viceversa. s^isioo Gemetra. so&9 Afirmativo.
o arte. La materia de que se trata. <Jo Inclinacin, tendencia de los cuerpos hacia arriba (ligereza) o hacia abajo (gravedad). s j l i =z Racional. s o t e == Imperfecto. g> i = Consecuencia (de las premisas). uni = Proporcin, relacin. vj&i = Racionalidad.
i = Propio de la ra-
b g & g * ==
El
ser,
lo
que
cionalidad. = Orden, armona en las cosas creadas i Especulacin, investigacin cientfica. syi Especulativo. s j u i i i = El alma. La forma substancial de los cuerpos orgnicos. g& = Punto (en geometra) . si i =- Movimiento de cinaratsnl. sJlbalg gii = Clase de sofisma conocido con
v*oUi
el nombre de transa
cin y cambio.
307
tC igi] <. (Xgi = Especie, clase. gi = Especfico. ;tg4> = El aire, la atmsfera, el espacio.
i*9Q=Seidad
g4>
o ileidad.
tfbag = La unidad. = Medio. ==; Hiptesis, suposicin. La categora de situacin. ^o4>9 = Hipottico, supuesto, mental. ^i -a =x Perfectamente demostrado, apodctico. gxega == Movimiento diurno.
u i g < * g
FE DE E R R A T A S
trece; lase: quince. Pg. 17, ln. 2 2 (nota). Dice: predicacin equvo ca; lase: predicacin unvoca. Pg. 38, lns. I y 2. Dice: cualitativamente; la se: cuantitativamente. Pg. 85, lnea ltima (nota). Dice: lo definido; lase: la esencia de lo definido. Pg. 1 7 5 , ln. 1 $ . Dice: en algo con lo idntico; lase: en algo idntico. Pg. 225., ln. 1 3 . Dice: no constituidas; lase: no estn constituidas. Pg. 250, lns. 20 y 2 1 . Dice: lo que del citado motor dimane ha\ lase: los que del citado mo tor dimanen han. Pg. 261, lns. 20 y 2 1 . Dice: la existencia, por s mismas, de estas formas, es decir, de las al mas de los cuerpos celestes obedece a una razn de mejora; lase: la existencia en s mismas de estas formas [inferiores] est motivada por algo ms noble, a saber, por las almas de los cuerpos celestes.
Pg. xxix, ln. 1 7 . Dice:
:
TEXTO
RABE
vo vi
*\
Vf
ir i If r
v
jSJE
v^bS4
54,
uur ur ur trr
irr
f r. r rf
i if i if
vilSJI
siabJI
51c la 51c la
>1
irr trr
trr
l^lc Vu*"
bus &ss
76.
ifr ff
i rr
ba.|
ba.|g
A A
ir ir rf
r-
It
ir if
1 ro ro
fA 0*
0.
bjoJl
ri
V
J90
ir if r
11
*y
V J I
9
ir n
vr
ir n
(A
S&4
8*4)
glWl
^gS!
ilioJt
813J! 8J|iJ
JJJI
-Cjii-uig s^jjgrlgjl
y
^ I x , tfjjl AA s i | &4> ^
vs^l SJUUJI
9
1*4) si* filil ,>J| ^ sJgJI |*4) ^ S i | 4> 8 1 . U a**J|g 1*4 U*|3 si* PuljJl JlAoJI ^4) s*jjrj|
9
feJtJt
s|
vjgii s i * sjgi
vil
j b i S * 3 1 vJgiag
79.
SIS
Vie4i
SJSg
VS| J| V J U O |
9 J
vigSi v i | viSot
vilut U .s-ic
80JU
^4) -i>
8\4)Ui* jJX sigS v i | v i c 3 i 8>j> 3Sl& s*gic 1 4 v l | S | i 3 8J9J 84)331 9*3 1*4* t - * l sJgIg vo**oJ| si&ii s i i S i V Q Swt v > i
fXlgil
jaS2 3&i g a
vi* v i | Ji4)
jgjJt
JMjg^l
vuuJ
UI9 8J < 4 31
sil
S i 1* jgjAll
S I S vil ^9*
s i l vigj*
^JjJI
j4)l
8i** l 4 )
Jjg
s*J
JJjJ
S^II
8i| IbA
sJi*Jl ^ 9
viS*i v-uJ 81 U S
^ 3 1 vigSi
b i vil
^1 J * | joSJI
vlgi U I 9
iJMA
O. sioSi
SJIJ
jJMti y i d l g J )
sii
jg^Jli
*9>9 1 8 * u 4 J ^U*9
<\S* Vil
SVM3| il
(Xli^ vix
|S>
U4) sigS
siS*ig ailSi
yit
94)
/A
yiJIg 1j-i
JJSJI
soisi,*
sig
4
- w
sVo
j * 94) Ue li4) * * 9
8J9JJ
^944^]
)4)*g*g
J9JAJ|
3*1)1
vixa
^j4|9 * U s J l i
y* U)*g*g sjj-Jj ^ 1
*->$3
>IAM3|
8*4)
ly>
a * g i
31
sjtf Si s J M 8*4*
**l
UI9
s ^ c l SJ* siSr*
UDX*
U)J
sAJg
g i M s * J l x J |
JWUJ1 jSi| S i S 3
S i l J l g
8xl4
s j x j w
sii
> A
8*S3
s i * 8*9*9 SJ*
8J si*
f l w
1*4)9 S I * si*
si)
si|g,AJ|
s a J * t
JU*J1
sil
s J j r o
S*g
gi)
SJ y6
S i | g j A J |
I* jlg 8*9*9
1*4 3 ^ 1 >lsV3| gJ
ayUU 8Jlc ^ U * J 1 6h
s i | ^
Uw
- n iui NJHUJ
sa irtJ)
0
si* l a j ^ ^ ^ J X J ]
*JsjtoJ|
li4> U* MUXII jixJ J S si] s*4>3J si) si) ^ J i i joJlg SJUOJ) S UJ U sJJi* IC9 77.
loiljiJM* .93 fo^l j siiljiJ) JIMI .9 j * ^ aJu ilSJg sjuio-"iJl si* 8*3*^* Slxl a JSi** S)MA s j | i l*i1s SJMOAJI j** 3-4) U'ijjw* si] 3 - i j 1 SJ3SA l* S&3 ^ JiiiJI )4>3J3 to')^ U-ki j4V UJ J S
g j A i
<*3J3 Utflj^ s i *
c
4> U- ili^JJ J S
t
UiSJI j x j | U i jo.i lj 8Jj*i Jl > l A i J S i c l i o S J U O ! sir S l S S*JMI1> sil *f S i B3J3JM lo* siS* il si |* l S g
M^JASJI
Si^i
3
s* ^ij|
Jr sai3.a si| siio-o sil i c l sil^JI S4> s3lj*i|3 si* sJx2 sil sj^lgiJ) a lb.il siSo*3 lo j liJ
9
*JJI
^ 9 * ^ J*
l*i
UMJI
sJ 5l| soaJI Jr .4 U)i3* 14 telix si) ^i lu*J j * s i * sJa31 UJI s j | si* s J j 3 ] >lv31 s t f 5JJ
9 9 9 9
*4>J| Stf> i c ta *\i*o ljjl U>i J SJUIS3) s i > | s ) S | li4> |j *J)c JA ll sJ i sil jSi
9 9
^Ix l>*lc siiJ gJ * 1 X * S * J | C 34) 1*4 s*JlJl sJlxl liJo s J l &3JI ss|a-,| l*i] *4> s^tfj^ a s * l J | s i l i UJj Ui| Uaisl* s | i
9
78. Ui
U 4 & - 4 S U 4 - 0 s s | s si*
*sJ\c
vJiUJj
4> v i | UJ vJU 61a UJ si4 v*J oJ *i1 UJJ 1^4)4 S-4> v i | V J I 94)9 V j & 3g (JCUj 3g >|j-i 3g s i g o jolg vi|gx*J|g vilij| <*l9i| !g*9 i *>J9J siUj3| jjJI 3gJ tfi| |b>* j4)l5 xegJI JjiJI i *1J1 Lud v s o i siga sii|g j4)i 5 g vJxl v i ^ i V * J &X094JI J j i Ul i * * 4>i >l**&3| siijg 3 J jS3J| vioiJIg |jf4V J*)) V o i vjdj| ^gi Ufe (115) t*S\ S i * i j U ^ I t&lilg oJI s i g a s i | J | s i n o j i l i joJI UI9 76.
9I j * o l 9I 94> Ue s c | v i l gJ * i | Vbgl siojg lgaJI UJ s^eAJl vi* ljliu*o 8jgi si4) soJ gl sjjjjj g| vJU vi si^i v*J gJ l l Jig v J J | ]S4> s i |
J s J g Jii* silsgl i Oakz~o 3txl sJ*i v i UJ Ul j^JI s i U j i iajJjg Sjfll s i U j i -J|JJ1 *4 siyu b i u i . sig Uo **g s i l i Jajdl s i U j i Ugi J l ^ j l 94) sigS sife p j | siUj i smoAll f X g j^JI s i U j i UI9 3xo jI J i v i l liutgj v*u i v i | i g 1 VjUtxuafg 8jg4> v i | i x | V4jsxJ|j J*31 vigoi
v S
si| b | vugi^JI w p J I
vJUAJI i 4> saglvll i smJ| v | |St v*rtill sJ| oii J| i VJ*UJ| v | l S | g vjgi>J| i jjuiuilg i j**g sjgx>J| i yi s i l i * l j 3 | v-rtxil
*iio> JJA Uil Sil J&9 iajJJ S l i g > j l o JSJg vJU^t iljxuio vi* 4)4 U l j ) Jig vjgiAJl 4>>- *c|*>
- ir. <tl4iJ|g siUoi^t l e 8J*l*J1 olijgxaJl 1*4) j 4 v 4 > 8*-4) *U1 v i | a x i loga ^ g l u t f lo JbJg toj-o-aJI si|b^*gJt
sic U)03u >|xui5l| b g ^ g jgj-b v s j sJgiJI |S4) vio vi^U vijg vJUSll i S M ]\
s
I4VOX4 s i w i i g v a * i
oJ| J s vigb U * 1
i ] | , | x i 3 J | 8 * 4 ) * 9 * 9 U) v J g S *o*&oJt
AJ J * S
8J9J b g o i o
xlgiilj 8 9 ^ o l4)3li9 v b j 3 |
bixil | * | 4 ) 4 * J * 9 >U**1| si
vio v i l l ^ J V J U ] g | | ^
f
^iioj
s j i gJ Jbg j * J | 8 *
j&Jt 8 * si
3 i l | f^blgoJI
- no 9*4) 4 ) siia, vi iJJlj aft>9< 4 ) N$a> vio ^olj>^1 *3>3 9-4) l4>J V.A5J9JJ1 siiSU 9 v*J|g ^3*9 94) 8 * 3 * 3 *
ib
^biufcJI
taiga0)3 li
72. oi j4)>!io!g ta*9*9
jgoJJ Ulg
j 9
sUJl vjtfJ) si.*) vio g4) Uil ta^ii i 9 vJl&J vJiill v j - * l vio
9 |i4) *3*3<> sjjil vij j i U J*J3 oVisU-tlI Volo.311 4-jiolli 34)3 viUiil 34) 83UiJ] Volj>511 vio 8>ijJ| V A U - 9 _ _ J | ^3*33 ia**liJ) v i l i l l 3 JjJJl *3*3J1 si** OiMia 8J9JJ] 8 4 ) * vi_*> g4) Jgo4) 9 lbl 89o"!il| o>u 4 ) J S O J I vio U)i5* U J ) li4) wtjill
VAOIJ
WiliJl Jl *u)U*Jl *V*3 b)9xuiJl vjjixj) J | MUJI U*U^Jl H 8a*!xJ] 8o*ui l * j 304^! jjxwi - 4 ) 3X4)11 fciuti 4 ) S.a*W! J) >lj*511 * 4 M 1 * U J ] 8xui
g
> l j * ^ l M)iUiiJl 3 0 8o-ii tai** 4)3 8J30JI Jl loa! i l l 8M0I3JI 34) viUiii)^ viUil vio vaUtioAM^l Jl 41*3 9 vJsJK^J] bg^sJJa v^ng-u^J! *3*3J| ta* vloil *ic 8**oJ viloiJ! 89*J *J1 *3*sH 1*4) *J 8J1 v*o3 jl gails.aiJIs aalaiJl v*a9aJ| vio * * 3 vJ UI9 tajii) 73.
8 4 ) * vi
bg*g vigi
vi vab*g Uil l4)il ta*i 9 vaaaa vil 804*149 vJi^ll VAoaJ taxa 9 g S J U vi>l vio ta*a 3! vi)ii3| vi>|
n f
vi|g
| * 4 ) J g IftVobC
v i i | i | S | vjgji vi) sJilsJ vi) U S g Jifi i l | j g o J | 8 * 4 ) U)JU U - i vXb31 vJbJla jloJI v i | g * i 8ag*g
vi) vji| vjgi v i l 3 | V4H*31 VJIAJIA 1 1 * h J U v i i a A g vl>) vi vyiiill vigix Jg*4)J|. v i i l i Uil U * * 8*U*Jt 94) B 4 J | 8 * 4 ) Je | 4 g * g vi) vjg viaig V A O * 3 | vi vibl bga,g g4) v*#> v i o 94)9 i | 3 bg*g 8jgj
voJ 1&| BjgjJI 8 4 vio 94) *lgo Ijgog *g*gJ) lilo& | * | Jil v J i 3 | v i | U g voi| v j | & 4 b * g i vi] vilo* U VAttat U * vio Uj* *** vi) j**3t vJUUt Je 09*0 BjlSoJl * M 1 vS9
^J*^ 8 * i vilo*
U)iC 8*gU^JI Volo.31 V*ttg Uil* v i U a o * i 3 | i c | jpuj3| s-ol*o*3| j g o Ulg 7 1 . (114, V.) j g o * g * g v i l l o J U * g BjgjJI vi*l v i o v i S g V * | Vio 9 * 4 ) l b * | V i b * g g U 4 ) * A | vi4g v i o BjgjbJl 14>*
J * * * ^ !
V4,l3|
8H9 jgjJI
nr
vjg Uil
*JiUi3| a bJgi Uil *AU3| 4)3 V * J 1 J 8 vigli*]) 9jj| <v4)S<> vi* sjjjaJl Q4) 1*4)3 8*WI vio 8bol1 >eJ| |*4M vi la lc\i jgoJ) v i g l a vi>31al v*4)&og
]Mg 6 8 . 4) 8jg<>uJ] UJ 4)
VJXUI
i| oaa 80WI9
Uil vlclJI vi) oa vluxuJI vi&4> %e JgSIl 8*UU 4)9 94) U 84 94) *J1 8j4)9> 8*084 vil >jiJl s j j
gJx* 8 * U 1 | vi] j g o vi] l| vilo* bag 6 9 . leg 4)ilc vJli 8*UJ1 vSil UJ 8il U * g 1 8*90 vi&g jJ*>lJ|g v^biJ] vi* vjJ 8gU*<J| v]5l) ialgo lioJl * g * 9 a iJ*Jl 94) 8a vob&oJl Joxut 1*4) U VOOAOJ] 4) 84gU"dl Vo]3l) 8 * U v i g l i ]o] 1*4) J* algo bg*g vud| viglig 8bWl 8*4) *9*g l4M VMJJ] |*4) jsjg oaa U)J90 809U-J) vol511 84 j*l vi* Wj]*oJ) v ) l UJ 8 )>. H 8*4) i c Vo4>aJ vijbg^go U)ie j * o i vi) bu 3 UJ v-Jx)] b g * g j |
n r
s i lili]
* 9 > g
U>J
8 * g * &
sjj*s|
Vil * g
si)gj>J|g
v i l o * vJ U s l g
)4>*g>g
B\*W1
SJUSJ|1 U 8*1
s3)juSOMt^l
sJxsi
i l*] slo) %
Jl vxMtii v| tos
aJgJ| so**uJ) s i ] l S] algoJ) s o * * u l | J) SJJU si) UI9 Jji-11 Jg4>J] Ul >k5)] 8*) vlio X J
a
67. |*|
sb&i 8j)sJ] jgoJI si) si* b S s i l ! 8Sj]S4>J) jgoJJ *%4>J| J90JI U>o*AO s i g l a 3] S4>]gS blgoJI S jgoJ] o**J] i3go4)J) ^ A l | s i ] s L s s i ll sx>] 1 1 * 9
5
U U * J l:O*x
*4>
S i u i J
Jo
SOIMI
s*uoA)]g siUii) 8*J94 U-il SJAM) s i ] gj] sJgS 8*Jaio 4> 8jgoJ] UI9 v3l*J]o *Jgo\oJl 94) so**J|g *
U * J g
sj*J)i
S O * J |
Vi|*Jj\>
- ni VKMrt^ 8 *.a 1| &4U * I l 9 jlj-oJI $4>9 J9** **lc j>l~* <ib9 sjill sa^g l^lg sj2l| 341 gU*Jt sic siUa<S*tt21| ^9>9 sojJ tfjgJ| vio l*l si^**t)Mt2i| jA^llg - 4 l jlji^l) si* s-oJ U l gU^JI vooJ] bg>9 gU-J| vojaJI U a l U s s i j l 1&1
9 s i ,
SAUJI
jgo vic
>|o\c|
UAJ
S**J
JUJOJI
|J|
siUtiiS) si) gu*)| sjg &Jg \>g|o*J| So|2l| sjjji sio sil 8biC U & i tfixJtg sjio*cJ|g siUii| gbJg* Ui U U t l f e s j l I0J9 *Io so-ii Sigli Uil s o l ) lo
S
sol sil*
SOAO>
SJUJ
&)
ti4)U> l o 1
IA^JI
S|sl B>
SjAC
Ul 809U-JI
OJI^O
s i j l f j i$g4>J|
U)jOM
si| J|
SJAS
66.
11
- 1 >
v i o l i s i | jiJjj
loS
5
iaxu
s * u J
UsJg
8glxJ|
&21J1
s i g i j g
U * U * %
a*
b sjbj4a j^wiji Je
siU
sJlxJ)
JjJg j sitlj^oJ] Ha
joiJllb
JAJI Sil
s i
JgJjto Sjgj 4)
SJUOM^I
Ulg
63.
U S g soJIsdlg sUd|
gj)
S4J
a' j o ) IjJI
\lSg o o a s j j
s i )
jlpJlg
J^J)
s j * i si)
toJJAU S A O
\)li4) sla
^ j ]
ic]
SJ|AJ|J
toga
sV>2]|
bg&g
silo Ul UsJtxg
gSt)Xe
J4)bsliJ slclJj si 3
4)
sia>
94)
Bija
Vio
4)9
8J9-OJ1
i\2. i c ^ U 2lo^JOo
J |4)g
ba
aSa&waoJ)
- loi
8> -
61. a jo211
j*o sJ 211
d
t*4)
SJJI
solgloJI
voi9i B C j a o vJckj Sis o g sj&j Sla j^og s ^ l g U I s n S j ^ o l l S A O *^1g 1<>9 jSoJl IJaJ IjCkoJlg s j g l l ) vijiao l o J l 1*4) sixg sj^j SA^gl B So&li' si*J1 l e S4I0IJI 1*4) s i l i j a . vio BAlJl vitljAoJt 82)J| loa) B21J alo ilill
BC BC
sij^o
JAOJ] BIJ
Sis j ^ o S o i lot S A j i
sjuiig *ijoJl Ha ijJko
c
j h o silj iji-og
S4J
VJIJ^OJI
1*14)9 siJjiJI s i r ^IjJlg i'!!] s i r saJ|Jtg sjg211 s i c sl 1*X>3 SAjjJI j4) VdUlJg } 4 ) X A i JO211 So4)9J sM*211g Jg211 SA<it&4 six j i s o lo
SJUIO*OJ|
62.
SAOO^JI
Sio j4)<)
3
l*J'
*J)
(113,
V . ) S4ASjiJ1 syufeaJIj
BXJAUJI
1 ^ 1 l-xs^g
SAOOJ1
J|
SJJOUJI
SASIJ]
3l
g c1o21] be feo&uo
c
IJAUI JAUM
B1 j i l1 joaJig
- \o\ *J|xs1 jil <a\6 \ay* sJi] sili U9 *|sJ si** 8J|*i1 StS S j S C oU jgSo sic soj2U1 vJ|aoJ| U S sic s^jjj s*uj]g 59. si|S si_c jSoii si| gl gS&lg sil* sic sj|si] 8j sa|S
SAO
8S >QOJ|
9
8jS]| s j
sle6| 4) 8jxe
S4 j4)J|
9
Ui|g
gic
SMAII
S4)gJl ]&4)
8JJ2II9 O i S>|g sic jSoa Ui) S&I9JI sJxsJl si|g jSo 21 Sa.|gJ| si] 94) sjjsJ] sjj a siaiil sic jSoi Vei) Ui
JAJI
21]
S J
J4)X
84JJ| sic
SJ4)SO
94) 1*4) 6 0 .
*sle singt^moli S 4 4 ) S o B1 sii Sig 8jJCg oi 3J1 siliaJ] s] g4> 8jlS SJ] g4>9 si<21i|g ^UsiJ| UJgi si] J&g sJJs sasg S 4 4 ) S J | ]&4> i ]4>9*oc1 sio sJc)iJl i jjislo 4) S^lg 31 8C Sos 3 Sa.]gJ] 8jgoJ] si| 8j|cg jgo g4> s i sxo 3 oS sJc ]i g4) s i 8MMJ1 sio sijJ gJc] U)il U M sJ|4
|A]
tfjfxJlg
490*1 si] sio s4) sjjib si] |S4)J so|J| sJoJ] U^lg vUliutag sa,]g ^ A U si ji] ^ A M J ] | Sa.]gJ] ^ J ] i
jJfc* l4)S2k| SS >|JAU| 5J fejgl IjgSO sja,j LS SjZ-o sijlj^J| S5.j s||iJ|g s j l g U | VM ilUIs |*-4) ix|
AI
*11
s C j S o s*3 S4I3IJI s^4>slj&4 l]>i vijJf I A ] soaSj sJ*js3lljao sio X*s\*l\ >3J\J1 Ij^oJ) iJ| six OJl| sjg3J| six iliJ
9
joJI l o - o vial* vi) 1&4> 1 c s-ojLs sita si|s ojil SlxoJI 8*4) vio j l | Uil *1 3--o
58. Vui^Allg
sogjSloJl sialj^oJI viol vil U4V1* (113) i SoAoo yoS siglas 1O4P1 i 8b>3>aJ1 S J J U I vi-uia.. U4c
(
*l|jJ| sJ|
l 4 ) U * Vi|
9
S.HQMlJJg
V | j ^ .XJM' 31O
8j4)jJ| V3S3 o| vSgS U)|i*g si| o\iiU 3I W * SwoJ|xiJ1 sJ4)| si* U * i *J| s21*J| 1 c SjloXg S^lg six Sj*loJ| j U | vigl s i | s^jL gil U| sjgjii sa> U * s VjjsJ| |4)aJ| s^asia Ue j$l| ie
J S O J
VMJJ
U)io Ss-lg
s i | silo*
S4J3
JaoJ so| sjjiil ^J| jomso tf!* U*S vilol ^3 s i | i i | j b O J si| 83 J| oAUio 8i|* l*8 U * l 3 83J 4)ie s|jJ| six js|-oJ| sigla sil Vojli gil Uls 8*4jl * 33 |4)*a i si|*J| s J | sioMiiiil U ***4 8j3J| sigla si| silua U f**Xo\ Uil 8i|s U * j4)<j SJAUJ
33 sigla sif U| sjjta tfj SJMUJ SUJ| 8*4) vio *~.3 *i|* J|
VOJOS
3 U)lb|si J| l**lj |*-4) siglig s^jl SJUOOJ gjxis s | l sijj| oAiiio J | S Uo U-io v i | l U sjAll
SAUJ
i] f i i s
SAO
Socg
s<4)JJ| j o J l g s*tojJ| 1J1 I j A CCJAM] 13a)3] s i o sj*u Jl 8121|J 4 > U i l 8JAMJ| 8&4> s i l s J ] s j g a i s i ] 3 ] lawiii i 3 3 U o J | S o o x | 4>i| lila U l
U ) l a | ]4>i]g s j l g l
t4Vaiji J e x o a s i j i sga
SJUMJ
57.
Ja^lg S l j A j a l ] s i o s o f t J 8 S o . s i i l l g 8Jj ^ J l lo l e so4>xLo s J | b a ] g I j ^ o s i o jal] 8 i e ji1oJ| aJ| VutoSJtg *aJa S J ] H s J ] I j ^ o U)!32>l &<* j4>M
3) s o i j S
sa ba,|g
sjxs ]4>X4-M 8 ^ l g J |
I j & o J l ]&4> s i x 8 j a 1 o ^u3] Ua U*og gJ |4> sJgii si 8*1g a'ijMO S 8 i e tojobo S 4>9
1^4) s i x j b o 8 i |
j^l
Jalo s J | S i l 8*4*1%
JJM
sJJ)
o4> |4)9
A1C
s,J 3
S J 9 J 94)
14> Je s^jaj^
sjg31
ul
|4) gJ)
sic
SsjjoJ]
g S ) SAJJ
v.s.l UU
55. g4>
I j ^ o sio s i j l
U>4* S9JJWI21) ^AJII
|i(0
j4)04
Utg
8 j ^ - O
83 j04
8*53
a!as4
a*j|
1I
j4>>a
Uil
1^4) s i j ^ J l g
siji&21| Ut
|oao
8iglg
Ij^JoJI
SMI>J|
s^oc
U I 9 B I J A J I CJJ S4SI9III
8 | S Wil'9
S 4 I 9 I I I
gljA
jgj U i | g si j | l o * , J | solgUJ alijas v l i ) sjijlja. J | ]** U Jl 813l asa s o i Iji-oJI sij siug 3 o | 8* IjA. J) ali*o S4ttJ U9
c
si]>aJ| a - 4 ) c a > 4 sjAIl aJ sisal sjlglpJI SJiil s-oU*a.3| s^ocl a^wag sSlljaJI (il filo, sij i c j aolc U
S2JK
I J A J 94)9
JU*
i j<>3|
56.
IJSJJJ
l l S g S J | SJJ
k Uijg
so
sj^j
l i a lo*o oVjoJI 9
VJJ
|S4>
sojJtxoJ)
ax|io s
SJAU^
1331
\cf
fctSjJj
sjgjla jJi sjji s*J J| algJl g4) l4)g U*A Jl jiU s i s ] ^ ) S Jl j4)gaJ1 a algJl 94)9 soSA*oJ| 4p|ag ,j4)1saJl soag
SJ-OJ]
sio sjgoll s o j lo s i u j
I3
54.
sou] Jl 4)'ii i a sJgol| |foJ| sic 14)4*3)3 3 &*6XU}\ siVSoM>o]| 4>g Sjutg4iaJ| bgagJj
8bUJ|g
sijjil si) Sobt&oJI sJgJ| sio 0.21 3 Si] sjgi Jg3| sJJ| g4> Sitg S 4 9 U I MJ| ija-o g4> sitjaoJ| s4) 31 sJgsJI i\I sio S44S si]6 i jlb&o i4)3 14)J Jg3| sio i r I sjg^la sojJ] s|oJj 6Ji sij |UM).9 io Ul sjx siug clol S j Sl sio sisj ol 04404 balg Sil l4) si) 6\]&g
SJJC
Sic S0JJ4 s3 aa|g oic s.^jjj |oi| 04*44 b a j g 34) U4 Sjgjo s i j A I ja-oJI sil U 9 sijJI 3 sJlsi S j s i l ^ g J ! sil4) U)ic sojJ ill silsJl JsJj Sj9-a s i lls s*a si siyl J4>JU
(112,
4) Je l4)ls
SJSJ
sJsJao 4)3
- ;r 8i|bj 94) 8bJg 04 SolgbJI U)J j l o lo 61i 8bJi Jo"|b 8-J 4 ) )4)J i j i J | i|*oJ1 j i U | | i J b i g m !4)Jg Si) sjgj]
S sxuwJ) s i o silua
53. j i i
94) s j g | b a | g
s j a * balgJI
S964
8 J
94) O9I
54 j4)S4
iaalg
j4)lgaJ| 8 b4)
bVtJ| 84) s i |
V b a l Ib4)g bgbXeg e
J6
loJg
SoUaSiolV |j4& 3g UxuSxo s i i a soJ V 94) smia. sJ6 i e j gbgagoJI gjJI siitg s*aJ| 6_Jb j j j bgagoJI
8j6 |4)'i|b s i o
sJij
|4>i|
|b4) i baJgJI S 9 6 4 s i |
8J9J
|b4) s i c s j a a soboJI
sJXA
|o4 sojutlio
j4
8j4eg 8j4)>a4 o*u4 balg 94)9 Ib s i c | a , | a 3g tfijb balg b a | g i 8bagJ) i x o s i | 6 W9 84 Ibalg j j o Veil 1ba|g )4)io sJgixoJI
S964
6ii
sio
b a | g |4)4 j4)gai i l | 8j46J| siolgXoJI ijii" s i j j 6Jbg i o sigi s i l Sjgj sojJ balg sjgjxo J) VVio balg J ) 84L UJ so sJg3J 39I9 8*8a bag* loij bagJI
g| sJ|*sJ| sJsjtJ]
VJ
Jb jg> s i l
S4J)
s i | W)a3
s i 4 > SJUUJ
UIs ill 84>aJ1 Je 31 *a j4)g>Si 3 |*u> *b4) vi -9 -i via6 sJgiI |4> vio
VJJ
a9 5 1 .
b4) vi| Ulg U i l b sic ^ j l i . g4) |og Wilgb blaoJI j4>1gaJ| blao vi| Je vJo j4)j>J| 8*9 St 3 lo o 3 J4>1> b l i j |
VOJMI
52.
3 bJJ a J | 94) |4)*9 vjg3)| (112) Vi|g l4)i|Su oga>og 8i3 Jbg gibJ vio socl 8 3g *-l> sio soi| g|a> J
J9j-ll9
4i>J|
BJ
vil Jbg ga
V M I J O V4i|
ljbl S J 9 | J vitjboJI - J - e |*>J1 vo4t1 siJiJ v i | viitfj 6|jb3J vt lol bJJ| tbtl 6Jb SjS,o s.is3
3
vil p J U
slg3lg tfilbt iJo vjg3| lbc le l4)i b*|g sJ si| 4)99 silba biloJl g4)9 vjg3| I0I9 vJgollg Silba Oga>og ro4cj s'ibJi vitljb31 v9j| s i l j b l vi3g U)a oga*oJ1g b'il U)igi 9 l4)jaU (o j i l vi|g g4)g vijbJJI
siJ
84
49.
Jes 8.49*iJ|
so1a3| sjgic a S a
| 4 > * * o a a balg
Jbj
sic j b O J
Si g i l S i ] jila'
|oi
|o SoJWI
sic
i | J | sj^JIjg ^j.uioJ1
seJxU seMi3| |yij|a fajXtf S J s4>ij -J3 43^ b sic SeDojJa b a f a i x J e s j ^ j gil ^.Jx gb|g i J | sLglaoll a sjl lo 84>a J e silaliie siolga
olo4)o | b | !b4> s J a sJ*u Joi sjLa i l | *4>*J| So'i| 83~*o4 >i) s j X j s i | soailt si| bo^ 50.
Jbis
S j u a J
i J b g
03 I sio
SI
v l | J | vJixJI vjgxo s i o j i i l
sJtxsJ)
OJIJJ
vj) 4>aj viga Si) 3| (CoiJia lbajg B|]g $4) vit 84)ai bgagJI vlJU sJ 3! lisfoJl
9
VC
j W
voi BAJ) !J| vJ'xll g4> 8j4>aa vi .J*I *Hj*l9 V3| i U i 3 | vla*J|
e
si i Ug *i3gJ4>Jt
vi|
V 4 4 i j i
Vog | j iJbJg vJJ-sJ| vJ*J| 04) Uj4>9> vio ^- vjj| viai vigii 3a |4)4)i Je i j b jgoii vi] v i o J Sil (Xgg-oJI loa] 6Jb6 jJI vjwfii g4) vJgJxJ) bgJug g4) fcbjjo vio vlxj Ug B'i|b g4) loil vJJ*J| vjxj] jgoil
c
IboJ) v a t JbJg vJgoJ) |bJ| J | jvo3| 4)31. 41 Jl SJ 3gJW vlJU 3 6JSJ S>ut|ioJ|\a |ii
V
VJSJU
3 gil vjgoll
JsJg vilgbjj
oJg Sxulo
jJhC
V i o VJ)3|j VSJjjj|
-m si
SJJUJI
S064
vi
J a
JS
v9yij| sic
sio6i si|
B4 sa s * a sJ *oJ| si| *J
8*44) U s t | si|Sj|j
SJQJ|
sJoai
Ui|
SAMJ
46.
SJOXAOJI
sk|sJ|
U)4 J | J U sjjjiJ|
Ui) J a 4 4 ) 3 sJlJU
9
jgoi sio
ftio
Aj> >j>
SJ|J|
SiOijill
8 b J * i J | 8 i | i - i U 43 844)U S 3
9
U >> sja.
9
Wj^og
juila
31 8
j 9 j
soJ|*Jl
si|
>MJ^]
sis! sJclJI
SJRJI sigi
Jie) s i i i
S444
SaSa 3 siia
S44
44 8 j 4 l *
8 J 3 - 3 J$44)Jl4
8Ji-iiJ b M | a
j 9
si|6
9
9
sJxsJli
Jl sJsc S
U)Ja3X<, SoJ
9 9
|i> S J | sJiJ|
8-M!-a
Ol
J 4 4 ) j4
9
liobC U
|iobC i
3JJ
Sjualg^Jl
8J 3*
| i i | s U >-
9
UAJC j b S J i o lil
iJbig
siS4
sil s i ^ ^ i J b i U4JI 8 | 3 | 4
8j4)>J|
8 4 ) * Je 31
sJooa
SJVMIOII
9
j U ^ a o *)***]
( 1 1 1 , V.)
|i4) s i g i i
84i3] s i | j | S i 3 |
sio
9
6JS j4
14 J1 ,\c\
9J
Sol
bJl
V ) J 8AJJ
J | Vo3
4J-UJ!
lo tfji
fASg S ^ U J
vial g4S
jooi i (ajia* 3 j | o4> U! viusaiJIj vjgcll o*wuJ| ( A j l vio ^wi Jl *3|S> joo3 jol vio vjgl *J| b | b J | 945 |S4> g&ug BjJ& vi le lia Jb vaJj 4> ilt /l>iOJl Lula btoJ| >t-i3| jbo3 U
UJ-c
44.
tabal
84)a vio U ) g b O vjg ^la (aJilJ vic bJjJiJIg jtilf 94) lo 4a vi voJ|*J| v i - c j b o vi) vJIaog voUJJ VoJ-u 3| oJgib >jjli31 14> vo vJ4)aJ1 vi]i
JI9
I04I9
j^jJI
VJOMJI
* baga vij vio vuJ lJj ale i S J | Alfa viaig fitgoJI 1^4) vaJi 3J] g*uJ| g | lb4> v o |Ni> vJgJioJI
O**
vigi v i | Ul vujol bal jgj vjag bb*J|j l*1ig IjAC 94) vJgxoJI vit i o v j 3 JSg Jg4)Jt *J ljir*o s i | lo 13 BjgoJI i baJgJI ^gill
!o4vio4
vJ|3 ^
s|ga HA V jooi si) sigla si|b goii s i | sj.uoJ| i e *3|b i|b jgoxe U>-i-e bafa Oi s i | si* bs
9
42.
sig ilc jgo-M U>io sJaJave sigi. ] sejb V jljoolj e 8<>a Je s * d bl*e ( 1 1 1 ) I4VOJU s i | j4>04 |i4) j g o Jl Uii-i sio s i u i V Je Ml*J1g O e JaJ|g ejgoJl e lij Jbg balg sjjjjuiJI s i | i gjjVi.nell s|ooJ| S si SMJ b | OgJjfceJJ O a l sio |4M JJ| SJUAJJ si-e siga s i | sj-oJI
* J J | S.JV0SJ * j | i -*> ge) Vei] J J | sic lo>>3 Ogl*J| )o6 *16 |Stft s i | i )b| jliJI 4> aJ
9 9
sljaoJI si) U
|4>io JJ| j g o si] s i i o i SJIUJ si| siJ| sio |iog s.JeiMi.49 JgJjto JaxJI bg3 si] S - Q | 3|g LaJgJ** O S j4>o |i4> sig 0 | a Slbg |j-i> Oaoll sj-uio)! >A1 OgJx* VMMJ Ogl |bfo VoJ (*9 s i | si| JQ4>U| gO sjuiJg gijb oJ| jgoia 3 i| salu Veoa sioji V Je O O |4>ie sjgolj |iaJ| s o j >J |S> s^iuJg 83gJxo
j i 3 |i| Mg-o-ll soljaoll 3 a |4)A> S J X I ,j SJb gJ 8i| U>bgag gai Je |4>igb i l | >l*ol| go33 V>i| siijig SJUIOJII syioJJ s|
0
^ i " o SJbS Jb s i | i J
\ituiol| sioJgxeJI a sJ|aJt 8b-u| iit Uoiljgoi 8b4> sie ba|g sJifl |b) Je > l sit 1b)g <o J 43.
s J a > J | s i | i |ia1g sit si|g *j|oJ] bVJI Ualg eJolaie SJb i _4>- ba|g J OgxoJlg
sj*> Uj SiC J sjJKJ Sil i c ] siU |S4) siji loJ lio sjuii 4 ) gi|S s i i | i S| gi|S sjjpua (*ajj s i ] si^ga^oJI sJaixoJ) 94) li4> siaxJI s j | 1S| U SlSjg si.%jjxoJ| s.Jq*J) 0S4) A |S4) jo^l siqS *1 J^JU - ***** B4)a s i o o | &4> s l Si )io SJSJO) si3J *j|oJl J S <* *J si| s i l
9 v
si) Uoi 94) Uo s l a i ^ l i * o jl l4)J sjgsxojfa sixJl s i o le J1*3 Voii *i*-> sJgXoJl 94) siji sifa lio sls]
J9J41JI Jl 4)a
41.
sJxj si| Ufiio Safa Safa i siSoJ sl4) JOJIS &|S sj|i i s i i i i a s i | s i g u a 3 sol i|S s i o l a j a |iu*
WjM vS"** ttijoog sJ|*l| sJIo sJgXoJI si| S M J l X* sJoiiuij i| Je *JJ loil
SjJC
SJSJU
l4>io Isafa
i o S l S g SSgag 9 sjjjug * J x soSio j4*J| SlS J90'i si| S j g j J l j | s i - C ic| 3gJ*o l4)ie |Safa (iljil Silc sJgJxoJI
J SWAU JOXJI S l S i SJJ S|ooJ| *S4) s i c j g o i lo si| ***So4 SMUJ gi| J j g o i o sfwtoJ| s*fui I40 *J s i | i U>9
*1
- If* !<0_i| SJ&g Ujjil sJiSiig S M J 1 Utftj* i s*s Jg agalo |S|*| Isa] U)io S X J J | sjjjl i
9 9
o*a
SJIJJU*O
SJJ1
sjjil
S i | S i S e 4 S J U U J jJ|*il| Sog^jJI S^lc S SJJM U Je sjxlU U>J S J M J I 1^4) sigSi 9 gjgj sogi - 4 ) - 3 J SJS sit |&|g 3 8 .
9 9 9
/UJ3 sla,| sio U ) S > S M U J 8i3 BS^lg 841 |4Vt,j* i si|i 8*J| 4) 14)49 ijiw ill o\>lJ| Ji9 U-4> ill jijsj U s 2>ao s * o Je
9 9 9 9
J4)alJ
U>al&>|
Ljit S*1
841 9 siip^JJ J.i |ji|4 silSJU 85*3^3 s e M 84)Jl U043 si) 3J J|i' 8J394 8jU31 8&4) JI3 8 ^ ) 3 tSfoi lsa.|
9
S>3 8So 9 sJI^Jt soJUxJt 3.9 sJUH 8J>Jl43 3 9 . 9i3 ]4)i|9 8J4 siUilij sl st s i | 8 S * l sii s*J 5J| g lla^lg
9 9
U>i|3 J U ^ J
j-o^l i J i 84S0JJ ^liJi sigii 84)*J| 84) sio si| Uig si|a j 1 g j | sujau gJjioJt siiaoJJ st SJSjg SoJUxJI 9 sjxJI s i sjjJ g4) Ul U)J 8bC>cJ| sg sU-oJl 84) Sg>g sg^g l <A,3 S9 S|g S * J Jl U ) X JftVlMligs ingina ] | S o J R J | Jl
0
40. U&fu
10
gaJc
\ff
ale U>x
U>u ^ g i j 3 . i. A vwbxi v i c
SAgS U*1 8$41giJ] ^U3| v51 ]g sJlb v i | vl!Mg Jg JgJ4> v3l> 5 ^ 4 ) 9 Jg4>J| v L a v i 8jSJ! U)J
J:
S J i S I S v i l ISig S2h|g V M I * vio U>i1 V A I S 9 sit frg v^js^' I^^J] s^u}) |4)Jc vljai si] 3] S A J J vJ
Jl 8g*io Sjgj 4 ) j ^ t g v^S. vjjjfc ^ J ] U-o^g vi lo l4)jUJ i * J l S I S ag>g S V J J ^ J I 94) ix^jg !4>*LI 8jUJ1 'U<3] Je sj]jb 8ilatfjtjAJ]V J O I SJS ^IxiiiJH J J U I J jIjaJl S9A9 vu-ttJ] 4 ) i l | jUJ] J] Sjl^JI 'j vi] Vojl (110, V . ) Sil j4)o\ li4) vio 37.
so^oJI Je
3 vi5)
S&lg lSfo Jl S J J O J I S S 4 ) U
Mj 3 I04I l4> s i l i eJotie st 9) 8 ^ 1 g 8 j Jl l4)*i S soSioJl vlgJl sio j4>< U sJgaJI ]4> sio 8&4> vJlxl ji Je |il vio i^oJ] 1&4> l^l jt* ^ 9
8!al*io Utftj* v i c
8jS]oJ] M^U^oJI V o l j ^ ^ l
a*1g UoUi
Uit
8 , ^ 5 ^ 1 v o i l g i J l g joJ] j i
34. U J|
S O J
*3ui sigi Uil sh JgJ4> s) j J si|jgooJ| 8^4) ssJioJ| 00 b^lg >& Jl SJg-ieJI >1^31 M U)J| Je S o S s S i o Se|*J1 s.j|i I04I9 l4)i9>9 i sxuJjg U^lc s-eJ JSlg sotJI * j l S o J _ * J | ( X t j l sil 8i|i so|J1
c
Ualjgoie j i U l e
8jgj
l-4>-J eobi
lj1 J*9
35.
sit 1^19 sjxJU siigJj 8o U)ix sigas st 3|g 8j* sio jS| *J ia^gj S i i g i sti |ig U *t |4> sjigJ) j * e six s>g Ig lm
0
* sioij^oJU J
8 ^ 9
SJaJJ ipw>J| sic sigjgjxo 8*a*aJ| s1giJJ sigip^oJlg sio sJoiI 1&4V 8*11 4>Si1 U jl*o 94) Ii4> s o c 3 | frlxlo. SA*iaJ| |S4) i sjgl | S , A O Sg^g l e ssgjgJI si|
8J|S * J
lia^lg s o i i SJl
8^4) sil ssj2 Ue-e S e d slgji 4)0^ aig 3 6 . sUoJ Ulg sjgl |*xo Jl 4> sil jljW sSjl&oJI
- ifr S I S 3
sjg^l
g4)
S^lg
IS40
J l 4>S UoJg s s u
sic
sjjlo U o - i l
J e y*$)
U J J U S
l4>*o> J e
soSioJlg sjiaJ)
s i s l i - i l U &>g sl*o
siS <9
sigSig Ssij
lSAo
J x 9 |S4>
S^g sil
|o>i j o 3 | j4>>4
siogi Si Sil
SlSg
sJoi Je
32. sjJti
Sil
sb*>
s j x J V t s S j i k i o |4>l s t S
U>**o> sio
SJMII S 4 0 9 J I
ISI9
g4>9
Seocl
ioJl
c
sigls
sSS^g
sil icl
cgiJ|. s S g j i
soJ
S svLsJ)
S9&90JI
jJ.lill9
S 3 U
s*i
Je
sio sJil
U ) 3 U
1V9 4 0U
sio
S^|gJ| ^JJ1
SoSSi
SS4> M
l4)3Uo& Je lxo>
SIS i
S0SJ0JI9 s * j
si^AJ
vi)
s i t g | S S ) 1S4)
sit
lS|g
sj&oJI
)S4> I J ) f^gl
S9g
|4)3Uo>J
o 3 | S4*uJ|
j A g s S j a . 3 j ^ o J I 1S4) j l i jgoi
Sitj^ioJI jiu
1 Sote
l4>io S^jg
sJSb
Sjooi 3
1S|
^ o J | IS4J
jiko
sotJI
lelg
sJaxJJ U*j 9J Ul loa BjJSS-iioJI so|j>5I| jo-a S^gi MsJg ISo^go UJ o a 3 | sJUJt U i soJ sJxJU SJ] sJc]*!] si) S| lo B&Q4 |4)J Jxls 84)aJ| S4) vio 4) g| lois JK sit ,\9* -Jl j4)9> 4)X SJ] 94) 4)A si_o |4)1 lo loilS S94 si] sJ3)1g UwSai
S-OIJAJII
lila loa l! l4% \ls sio sJax loo sifel l4vl 4> sJo>aJJ 4
30.
BjlxJlg sJc]aJ]g jooJ) Jjie ^ a ^ ^ o J ] Sg&gJ] ]S4) sio l)! Je U ) C Sjuugjui^oJI S9A9JI j g j suJ SlSJg |S]
9
Je 3! U j g S o S9J si] saia soJa Jb Js sit SJ Bi) s^goUJI a sjgai lo 9 leg i & ] | SoJ) j4)o4 Bi| M*ai a Loa 94)
SJJUJ
3 sJaJI s^UJI
Je 8j4 soSSaJ S e | |oi| s i o si|io sil^p^goJI si| 3 sjuuij Si] Je sio4*3 Bjj sooi S09
*J>I ^ *!
3^
31. 9
j4)g^JJ
|SO
4)
]o>OXJ SlfoJI sS4) M 9 josJI soi y si] xoii (110) S9A.9J] s i o BS^Ig oiij 8 4) sJ4)9 sb*> sio sjgjxo liSJg S^Jg Sxo s i o j | SoJ|*ll sig\
2
s^ll siilxiJ glaiog BS^lg UuSj* viS voJ UfeJe U J ectg^l Uilg l4 vllg^j v&ilg ghSioll jgo511 vij SlSg
S*J
vSsU '- 94) Uil V k I jioJ vigS S J 1 Mo J v6cvll SUJ1 vio USls
VMJS
vL soljAI
BS4)J
84J| Je Joiog BS&lg U i S j ^ Uilg *JJ> vit,)* WJ A U J U i SJ) jjiJI VijgoS N U] JSg vJol 3 J l
vloa vi) SlSg vJloSJl mtfju&uvil vigxu Bjgoi U J S Seo 4) iJl vJlg&^l vJal Je l4)SgJ>g i BiU vigSi vil vio vJl oSj^io vigSi vil vit I0J9 *o1S Sp. 3.3 st 84*>->4Jl >1M^J lo l4> ipJl Si Si j^Ji vj^l vio U)j90i vil Je
S I S
VJUIJQ
28.
Xi
JtfXjUgvJUHl SIS vic Boj3 SpJ! vi| vJUiJl Je Joa. lsl Ul USo. jUJl 8j90 v j ^ t f l
UJAC
SJS
vil U vJi^l J
vi IS4) vi-og Vo4>Sja 4)^ l Jeg vo~oJ1 vigoog vJi B>glo*J1 solj^ilJ o M vp-o l n a J vo4)i| g u^ VoJ Sli Uj j Uvl 4) lo
l4)J
4) SJI U j g o
VODJ
S J ^
SAM
ia gj| sjgs S J | s j j X i
Sq^oJI Q4)Q S.AUQUI^OJU 8xuu g| s ingina o Sg>g sSag^g 94)9 sjgjtxo S9A.99 Jg*4) 3 4 ) s i s t si) SliJa Jg>>4)J| sic
J944) i
W j | * o 5l9C
si) tfjgjJlai
25.
SUl^|
jgojJI 84 Je ssgioxoJ 90
s i | s JMgU-JI s o l e t a J s S i s sit I s |
sM
*i
O A 9 /j>J| |4) vl| SoitiiJI >|j>| sio U)J S 4 0 J 9 26.
Uil
SMI|O>J|
voejj U Je gljVioll
sitoJ j i l l i
| - | SIS9 U)C
- ir (
<l,pJ1 8&4> a a c
3
sio j I
jj
U vJxS l^foJI SlaJ s i g S Si| s o j L l i ^ S C Jl V^4> g] Sl+oJ| 8^4) s i o A]OJ !^->o sigS si] U| 8-3*
vil lojg vJo5J] |s*oJ| jo| sio S*4 siuiui U J 4>*oJ i slUJ j*M Sl sio> | lia^o S g j si]
t 4
^l^j^l s * J
0
likfo S Q S
S4> s i - o
ii o
sio S4uJ jtiJI s3) si] s j * s J SJUUJ 8 A J A I | alfoJ] l o i * i 4 J | a l|* SSJACJ] 8&4>9 stj^l |4>iC
(
jiaOJ 51]
S J M J j^xo ]4>ie S > 9 9J I0JI9 C^OMIJ 8j>o SMVQAII s i ] S I J s i t vi]g ^4)]i s i J x i aj jpuJoJ] stl s K *J SoJlt s L |4)J|*| sl>] i t l S ^ j g SJS A sio sJgil] SjoJ] Je l4)^9>9
S i l S i u i u U J * tJl
Soj>i s i ] ui> U ]&4>Jg sJelc 13 o t4>io =o 51 s i | A boga vi) siSoJ 5 8i|g 8U&0 4)^Vx s i ] J e li4) sJgJ) 4 Meta S M U J S | A O SlfoJl g&4> S9>g yo] sio 1^4) s i u i i> S]g 24.
j O M
Jxg
lo li4) * O s i ] g4> S J S Je siAgl] J] skjAJlg 8*4)51511 vLoxiu 11 b l f o J ] j i l si] SttiJI sic i s i u i Jl 8>ga s l u - ilg SJxJ) S I S sio 89U 4 ) l4>
8jXoJ] S J U 5J| s o i j I04 s ^ o J ] s i SMii&J] )S4> 8j*o Si|& s s j x l 44)5151! ^ l j A l l i s L s SlJg ssJxJl S J S i
- irv Sl Sl (Xg J |
sSjjJI
f
SJ]JJ| V J U O I
* e l S 4)
lotftp- So1J1
^{9
l i l l JA
809JI
94)9
swisJo sijip.
p o ^J^i
V i | -.Q4)SC
l4tj> jioJ|
,1j3l|
j^SS
6$$)
SSJJIQ
JsJ s i | J e ^ s o o e i l l s o - J |
Uil Je
^ x i i u i i s*S |o|
4) lo S4 s i o s L
|*J
l4l&4
iy
8&4>
gJoio
4)9
a^lg i j ^ o s i c
Sis i
soJ|J|9 >lo-uJ|
lila ixjja
51 s*Sg
jiaiae sJI s i j ^ o J l ^ i s i | siSo* sio) Jolg 2 2 . s j s i | j SJg So4>4 so4>9>i lo sJ*o ialaxJI JSo) s i o s i c i j ^ i j ^ 4 s J | sigS* o s a l ^ l g tj^-o S i s sJSl
9
S433
s#3
SAS)S1|
loo * o o S l S
c
Silll S^4> p
Siag>gJ| sitj^JI jSku sil s.iuJ1 sioS Jg4> 3 31 siC 3)g S j g S l ) j g o i s i c sigS
s32 SJUJ |oi
g 3 |i4)
I04I
% |i)ga s i o s i u i
sio
J * J | jgoSJI* sigSi 5J| cC iJ1 31| S4sil| >lj>| si UJJ j4)1g>J1 S4) abe sigo* sil s.iSo sl) Jolg 2 3 .
SJXJIJ
8^!gJl
l * l g
20.
s i ] s4) ii s i |
9
J g l
SJJ|
sis
9
OJ^-O
sJAlJ j
i a 2 k | g s i l g j 8J-I|J
9
V A i g J l
aJiJI
8 j A
8*
UuJc
j l j *
SJM
sJ
sic
l4)o*J s J o S X o
s j i g i
U>it U U 1
s-o4>o
s i l s i ] J | j j^. 4)J %
sic
U)9U
Joio s o J
84> Jfi sil (109) 9 sJSJl >1J>1 4) l-o 84 sio MogJI jjpJI
s j l g J !
i j ^ soU31|
U s i ^J (X&jili .J
SSxJ] |S4> sitJ] S4) SSC UJjil o *il sigis sil SlSg
U>SSXJ
sgjiJIg J ) s o t S9g* SC sigS U i | I40 & S s l 4J 6\J1 lilji) io |S4> s o t sjjgjiio sigS U i j s o t J I io UI9 S^lg 6fi>4)
U o g J l
i j j J I 9 31311 n.io->l
t
si*ij!g * n siij^oJ] SSC sigS *i]s l o t SJ] g > 1S4) si] I j J l Si A s i o * SSg 4
c
sij<>311 1 U l i 1S.O.]g
t*
* S J 1 *S4) S 313!l
U>io Sa-lg sJSJ x i s i l Jgill sJ)jtiJ| slfil Sic P s i g S i 3 J l o t t-o 109*11 i c | 1 g SjAJl SS4) S SS jpuxSJl
0 * 0t* S
19.
j^-c s i c s i g S i s*aJ S] 9*9^JU. tfS^tg 8*og*ll aSJl 4>g siUjJl 9 v i g U si] U)8 sSi] si] s j j s^tg sicg
e
siliUio -J~c
BjJ s i t
loVaSi]
- irf v i o S | g s l S l SJUI^. S sig31ig sU 4) 8*g*iJl c^joJlg i&eJIg s K j i*l SAOOAJJ S^lgg 84>U
x c
8*gJ*Jl S31J|
s|oSJ|
- ^ 9 S j l S * J sU>g *U swoij
A 31 OS joJ) j t S U j |4)j*"i So4>g4 Si| J e S O g S J l JiJI 94)9 sJSlt* ox^oJ) SlsJJ S^lgg 4gSi S i s s-mgoJSi s i | s S i 8 S (XJJU S i s SgAg U l s 15. XS
8*09*11 g S J | j*C g j * l | S l s J 8*Si s S li4) v i | sio" S sJ4)| U i l lg1 v i g l g SJMJI s.io s31| S U j g S SOSA s i o JlSjjJU vSg*J| s t j ) 94)9 jlSlg sJl-*_s|
s4)io 1gx**l < i - 9 S4MJS3)| 8jJj> 4 ) 9 8&4> US3L ^o4>JcS Uilg S o J | 8*4) l4)ix SojL 8*4> S l S l lg*gg silSgC I g S O j s4>i| (108, V . ) i S o J I U g S a - g s g j * ! 1 6-L. 8S4>
SI4I
^ 1
s i o ogjjto o s i - J | sjooAlt
Sis s sit
9I S
xut\i
S i s lie) s L s i l s i c
s x * * s sJo^Jlig
16.
g4)g
V J A I v i t 8*8 s ^ I g S J t v j j t U & SlSJg 8lj>1 S^tk\ g4) x J l i S o J l * U S l s J l g g o - i j l SIS4 o s s g v g o j*C sigS s i | tiSauiutl U |S4)Js 31*31| ^Syit)
j*c
sJJ 8j*& s i t lid s.-aJ|a j4)0> 8i| I04I9 12. U *J1 8 J 1 J J 8 * s i t Uitg ge-wJ! 9 v iaSo <c3J! SlJJ >|3Jt 9I >ll t4t311 si) b U)J sa*)g a^lg j4)g> sio |_4)-i1 soxJI sJJ) ai 8i31 8*Jj1 Jj3]| >1ls I4I9 Jjl Sjgj U**>9 jlg 8*1 jl 81*9*1) i r ) 8S&I9JI 8 J | 8*4) si) si*$3 8*Jjl socll s<,JJ > | | 4> 8*4) st
sio s4>9 sigjjjl lil |4)go9 8jgj 8*1 jl J4)iti slSl) <
0 9
SMI
8oJ| s U>311 S 3 t 8*4) * * * 1 UI9 13. 8*iJliJl s &iJ| 8)io sio U-4) S I *
9
SXMI'J
J) 4a
9
Si) 4 >
9
Jl sil. 8*9 s4)* 1 i j g 1&4) lloj Jl SMtg**lj jo! sio lj*& si|9 loilg 8|ioJ| Sli sJ4)l sio 94) sio sloJt'iMU s i ) i 31) l4)*)c 8*4)
S.999J
sjjg j4)S Jl l4)-*-J- V9999JI 9 ls> s i t J I 8J94)OJ| siU*9Vll9 8j*i s5lj,o !M311 J * J | sjAA SJ*J S9^t l4)*9 l4)J)l si* suuJ i l l 4 ) 8 JioJl 9 lio) siU*4LeJl 8*4) sJt,! liS-oic sl31| s i t s-ie 8*lc S99i) *J) si) slg9i9 14.
-irrvJio
4)
lo>i
J l >|JW31|9
sJstJ l4Vo
feU-ul
14V* sil
4X9
S^lgg A g
j4)g>g 31* ^ j * o g
sJir
iaAlg s J i SJ*
iojJIjg *J1
( 1 0 8 )
S J U j4)i&u i l l
>|J-31|
sio
o>iJ|
14)
jOA s i l
**i*
ji
jjxuii i
U)J
S1U4)
s^Sjj&oJI
8Sggo IJ
4) lo 4 sio
ill
8">gm^ol1 si1So9J| s4
jjjjio sio Sg
> o
sJjS
A1*WI3]1 >uii 9
Jl
(XgiJl
1*4)
4J4 S J * g
sa,1gJJl Sg&gJt
SMag^i^oJ] Sg^gJJ
slji* s<i
lilx i o Ul slgiwoJ! *9^9J1 1*4) J l A^lgJ 8>*i 4) 1oJ sils.g^oJU loJc JiS*! s j sogSi 9-4)
jO*Jl sJxJl
1*4)
sio
'j>Jl
sio 8>o>
So^UI
8jXoJ1 sil
sLi
Uo
S44 94)9
1S4) sio
s J g J l l AJ>JJ
sJUSlIg
soloill
o ai 1 1 .
S
*9
8I49JS0
I0I9
SoJxJl
sio
>j>J1
1*4)
ill
SI40JI s i l
^ - ^w ( X j A i
sJxJ1 sio
8*e9
S44
*J1 p.oJ1
j4
94)
JuSJl t o * A i e
SI*
S I * J l oSijA i
SJX
9.
0
SoiaJ| S l S s i b j i AofUi
94)
S S g M l i o
SiC 51| 6 j i . i > Si) sjfcu Soi S^UJ] g| vjjjjj ftio sjl
SSgXu S l | JJ.J| s i g S ) s i ) v * > t g g j x i J I 94) s J g u o J | BS4) (XiUi l e S l x i g siljxvlj s<,_i|g SjJagjijioJ sl|
51 i5) ( X f S l l * oJ S J | s L o J I
VIMII S J J |
S s i i i U J e 8J1*u9J| 8iSj2kg s^ut^JI lS4) s l x o six s i ) 8J sJ4)jJJ s i l s . i S o le S & l |S4) a u a S l j s J * J | 94) s a i g l l s o ^ ^ l siMjoMlg Jg4) A s^ad - J | |S4) J g 5 ) | 94) le S l S J geAtjl sio
t
s l o 10.
s S g l4>Sg>g S g i g
l>SSc
j x i i ^ 1 X | J e s J l a i s l x J l s i l ISJ *J 4 ) 4 i c | S g ^ g J ) a s * a J l 14)*J >M s a x S j o x i I b i l g | 4 ) * J tf&lelo 4 ) s o ) S X J J e SoSio le>b3U sl4) S > 9 s i ] g s x x l s|xu>| U)03U s i g S a 511 i c | S O X J s i o I04I9 lxuii s i g i S 4 ) > s i J x a s x x l |J|X*I| U ) 0 * J |4)x9 j i o u i l | ^lx511 s 9 j * ' i lo 4
jiaiSui^ll
&i51i sin9o]| 'sio s l i ) gil Ul* sjtto j * smiioJl gil I04I9 U*& **le s^SiiiioJlg gJ j*J1 94)
UJ jao* val 4)4.) sjj Jj311 AC s i o sJil J3J1g Jjl li) i l l >l*wa5)|4 i i * s i ) sioj s i l U 51Jg 1i4)U> 4)51511 U)i1 I9IJ9 >U**J1 8o U SlSJg \U*J1 g*4) 4)> s i o Sjia.ii U1
$4t
s^uisi ]S s i | 1*19
8.
sio s i l 3 ) sJsJlj SigS * J ) jooill 9) siiJJ 9) S w J u oI Uil Sttlg^Jl si31 sjiilo J sigS.1 s i ) ule n i i o H
t 0
sixog siuj
1*4) gSj& st 9J9 suA sigi s j i > i s i g S j si] s i > *iS si) si_S__S sJ sjjll s i c g] s-ilg^Jl s i c sojiJl
i l l 'l**311 sil S i t U"*> J900JI 1*4) UJjil io ^iSJ gJ|-.o-S sji331 siga* joJI SJ s i g b ^ill ^ i c j ]i4) c * i si) s i S o j s*uJ gils l^lg sJt* SJ*g S4M.5)1 *->51 Sio s i j j l gUiM jl S O M O J
0
Kjgoi g i S
siA-i
1*4) SojL U s *.i>J| S J * Sjifc s4x.ii >\.\ i s o j j j Jl ag)AiJ1 s<Ui>511 j*2 s i l s^jJoi g*. swuaaJ1 **U)i
- m'sil ^jJ Jo*4) 1 * s l i * g s i l g U - > J | s ^ j a J I S i i > | sigS silg s i c S S J l ( C g g o J I *C ^ 9 0 9 0 i 1*4) SAj) s i | fchSig 1elA S J * S S J * siJS S-4>-> sigS.
l|g j 1 > si
*J j g o i
OXIXOISM
SJ* S j 9
S4
S411J9 S J *
XSJ si
8***4
s^Ui^ill
sJxoJ Sg^g
8*4)J sig_SAi_J|
SJSJg
S j * J | Si S j j * 9 l4)J S J 1 UI9 * * J | S 94) sUm.3J1 si o*| S i l si*3 ( 1 0 7 , V . ) S i s o J l IS4) si* UI9 s u i * ] S i l sj9 U SJSJg 4*uigJ| s l g ^ s i | S * | Sg^gJl < * * > Sil SJ s i . i s i | siS U * ^ 1 1*4)9 sigSwuiJ! 8*9 siSJ sj>Jl |S4) s i | Uljil i s i S i l s o J l 14) S S S f u
y6
S J | si
U!
7. SJ*g
8 | * s S 9 S i ) S j o l si j4)u S A J 1 1*4) s i l
sj31 g | l4Vu*9i s S j ^ J I s9|Mu sigS s i ] Ul s t X i SJ*Jg j4)!i S i U !**> s i i ^ l s i l S S99 31|g s S J | g l | i 4 ) U-s *ti*J| 4 ) g S S A J 1
S J | 4 ) s i l i u s u a j s i l s^1 si
94)9 s S o J ) S o j i l g] U)Mt9 s S p J l s i l i A U slSg SiS*tt* 31 gJg si9i)1 sjjt9 s S o J I si3J j g o i s i c s9gj&og su&9iio 9
- ir* io
4>|l1 jqo 5*9 |iS*o sigS si] sic 5Lo l*4)Uio 4& Sit 84)iJ! 8*4)4 ll sijojJ) Ujooi
( X o i s^xxuio
sJija g4 oxlxlll sio 9>U1 1*4)9 4)|iiJl s^ac Jpic Sg sJl^^jg IsiJI ^ g o siai 8l*Jt (XlgoJ] sio j**i]| silSg>gJ] ^ . 2 iXoJ| ]&4) i joi gl sj|| Jjl s l o l e siUjJ| si) j4g 1*^4) 1*4) sij |S|g 5.
st S| Sa,|g l-O-io 8*1jl S J (Mi* Sjgj g > 49 |i4) si|S 1*19 slaloJI -4) 8'*9^J1j 8*>lgJ1 Sj^J|
1*S sit 9J 1 *^1g Jjt Sjgj i4> s*ljt s i j*c SJ1 |S4) si] Ula sJo'io s^lg sJl siSt sJ Jl siUjJI i
SSJJ^J
1 s<S gS Sjgj g4) Jg*aj jA-o sJg S*l4>i j* Souiio 4)9 sS S 9 sg sjSg s^u gl So^t, 4)Uilt
soiac
si* U Je
JC|
Jg*4)Jt sJxi 1 U sJs U>J sit 9I ' W l 9 SSgj*ljg Ulg suiiJI ^ sJlaJt U)SgAg 9
I*J9J-O M*3
icl
*C loa si)S S>gi sij siSo4 5 S*i^g*fiJ1 jgoJj st 1 *>gi 51] V4a.g ^.suxSJl sJaJ| 9 si* U Je *4>|o 9 suii Sai gjS |S4>9 Sill 8*4)|o j* S*i^9*4) Sg9 Slti4) sio SSgJi J U * S l t sJ*J| 1*4) yo] s,io iatoJl 1*4) sitx sil siSo SS9 6^ 0 Sjj sJgJJJ i j ^ J I sil sjgjtii j&j sif*M li4) j^eJl
*J9J^ M a
^j^oJI
Sic ij^ioJlg
voS) SJl
j^oJI vi**
a
BxJjl
suasludl
vJSll
2x,
vigS
si) ^ts
Jill .t lo
Sil
viuJJ vi
*xCll
sSjA l i .
SJAJI
I* soJI 4)
S&4va
>
VHAJI l^l
Sxlj^ll
Voj^l]
|4>
Sp
vio loio
Sxlj!
S S93.9
lo
IJI j)^
Sg
4.
vi*
viJojJlg
sSjaJI
Sa ligiio
Sliljil
s)y>$
SJuJfg vjjjlg
S>g
vit vil ljlg S*>g v i | vLa Sg>go vilojJI |Sl vi|ojJ| v i | o j sJj v i ^ k voJ 6*1) jlo vil S^gua UgSio viJojJ! sJJ1j sxll
IJIMIO
voJ
Ijtg
vita
dSJl
94)9
8to
viJojJl
lil.J^
io
04I9
v^itoMt^oJ]
s*S lcg
8 b U Jl jj SJ9J1 s i | *4S1| soJJ| a 5J U 8 j g o Jl J90JI 4)3 sJei >-J| 8*9*90 J9I *W1 j > 1 Slg jlo | , A 1 | 8ago Jgl < 51
9
oa5l|vJx|J|9J95J| si) 94) sxlSoJl 1*4) Je saggJV s o ^ 5 ! | sjxwudlg 3 . SoJxJ| si* U 8j*looJl 8 4) > Je |i-4) * i
c
si|
Jkikt
sjjtj|
2>4>
JOMI
94) V 84 sio 6 ^ jAoJlg 89JV 94) V 84 sio e e 9<M ji.1 sJg 8j|3 1*1 jA-oJ) silg sUaJV 51 Ve s i SiJ1 Je 89SI 8x9 l g i *1 V e>94 3 i o e Sp*
SOJIJOJ
j*
51g 8jV
l1 |ioj sil Jg511 oJ1 94) sigS 51a 8ie se^l vS* sejj V 5*9 sejj | 5. 5lg 8j|3 i , i | i l | 1*4) e vil
SJJ
9
sJoJig si^gioJl
sojutsie 94) lo 8 4 sio j4)g> |1 lo4) 83909 8*U Jl I4V0I9S si51giJ| jiUi silg 80I9 lo4)49 U 4 ) * ! | *9*9Jt 9 V4>i^]g>asK9 >1*5)1 8*4) *s>l*tJ
SJUUJ
Ui|*>j> *9*9 A sxvu <l*tJI 3g s-niiJt O y t ag^g t-o-4) 8*j>J! 8*loJ1g 8JJ1 8jgoJ| sli s-so/tti^eJI S O & A l t sijg 8*11 jlAoJ) j4>9iJ| *9>9 i o s a
SIAVUJI
*l*o 8j*o S sobSieJI sjgi|4 8*11 4 ) | U jlb&s *9***l s w s i | Uiyi Ui| 8x|ioJ| 8*4) st W9 2.
ll^lj^J^s
75.
s<>J
vio
**l9
4>*
J*9 ^ l
jgoJI
siSoa i9i
sjutJg ^cggoJli
* ^ l 9 o i 5 ! l sJclsJlg
sJgsl 1&4)
sis j4c le o 5 ) | sJclsJJ sigS sil lila lo 1 c SSjS >!*3J XJ>2> sil sJgS) 1&4) sio siuS
(
saxwi J l ^.y6
1*4)
ilxll g4)
S^lg
Joisco
73.
S|JMI5)| U>io Salg slSl S > s i | siS* sl_O) jila sko S M J J SUS Jg3| JjiaUJI Ul sigis U>*ig S*stJl s u J SlSJg SjgOo
j*C
Uil *JXS11
S o J x J ]
Uj-ol
O9X0JI o * u Uil sktJ] S | sLcl U)J sigS Ml siSoJ JJjgoJI 4)9 jgj S 4 > | g a UJ s i | UI9 SjgoJl S^g. 3| Si|> U S&g 3|g sigS s i | sojjj U S 4 sio o 3 | sLclJJ UI9 74.
| J j |
i o Ul SlSg j5i *3 >| Sfui J sigS sJo UI9 I J I slS S) Sic Sjgj sJgKe g4> s | s w |&| MtxJU S S U i
S u w J
sJ Wjil
i |&4> sojl sjuuJg SilSJ I** g4> sigS S U M U J | S | > sio J.WJ S U I I g4) Uil slcJJI si| s\i3gA}J| jgo^l S 4 si Sixu sJ 4>g S S U i 9 I SigSi U>il S4t> sioS si) 5J| sa'jJ sois Ixiioo lS4> si|5 |S|g s\i|x U>il S J sil s^xbJI i sJil J| sJl*Jt SilS SU sio sLoaJl Jl S..11UJI j A J S J | suag^UJIa ^
s a
J4*J'
sUoo S l S j SJJJS s i | j x
- irr SJU)i
ja* Jl
8O\UUJJ|
S o J
JVMoJ)
Vio
3 siSo.i
S u u J
U6
V M J
Si^U^ i>03U lo 4
loi| s j 3 | si] SIS sllio iteU ja* Jl joi s i | S33USJI vio '1Q4>J19 Aos&l] sJ*| si ^Wlg ^Wl shw| si <S>9 l&4> S O SiSoJ Sjgjxlg SJJI S l > 1 S o jUJIg jWI sl>| j*C Ijgo UJjil io SlSg 8i|4)i j*c Jl jgjo sJUi*3!1 |S4>J |4>:>4)l' six soJuJ sS^lo |4V*4 Jg)4) silgS i|xJ|
SAXMJ|
g o Sjgog o l s k l i g go SSlo |i4) sijg 8*4) Uio U)io S^|g S^|g i o 3 | sxwwj| sl) U U $O 8a|xg sil vib Sii S&lg sio jSI l4)io S^ga SS g| S3>lg g4) !4)jo1 sio 3 SU Jg5!| SSloJt Ul li4) S I S siaa siSol SJSag sS^lg vSMtlJI 81SJ1 l4)il **aJ1 sJJ1 s4 Jl U)*J 4|-UJJ| sj>>imi si| sio jSl Sio S>9 oJ sli O3| slxliJI Ulg 72. Ul sklJI so*u| sig_S_j sil 8jg sojJ S^lg s k | s S<MI1 sit si| sai ^jiuu i*o Jl xmi U l
9
4|g
sia43 Si jiu suii> |i4)i 4 1 gil IdaJc sJcliJI *aaoJ| SoJxJI i 3 Sig Jga4) |S o i 3 | s k | i J | <4i sili o i 5 J l j^oJI skliJU iclg i_JS ^ l o l i 8*11 U ) J U sl4 Afpu S3>1g > J J| Sxuiia U)*l 94) Sxll sxui SJ| /->J| S l S i Sagliio 9I SS&lg Sujo ^1 4)9 sJc|i |4>io Sa.|g st j l o 84 SJ| s!g3| skliJl
- in f
siaijo' VAUjjut^e vjuiqjui^o S ill 8ja>51| BjgoJlg sjg51| s i | sJUoJI sj<> si]i ajio 8jgj U4)iu U sioa^lio sio 804)|iio jar 4)9 U j l <io 8>4)lo A|AU>1 SOJ*3 34) l-o si^l &.ua9ia sa'li xgJl |S4) sit S| U)4Wig!
f
siejilla sij| 4>9 4 sigla 8j*l Si loa? siaa 8al*J! g4) Sj| saa*J| Ulg 6 9 . 8*9ja Sga *gJ} |S4) si| 8aU jar J| ja suaaJ 8i|
f
joig
JUwJlg
sigia SMI |i4) SMIOJ ssi-o jar ssijo' (106) 8a4)i Soil S i J sJ4|g s u r Ma g |S| 4)9 tJlg sjiJI 8o>i
(
<*a|a U.a 8a|*J| Sg&g i l | ,'|a-3| a) |S-4) aa-o,a 4) saa> sao sa|ajr UJ ill ^]axti31 3 g sJa 8oJJ ill J9-O3| 4)g jaxai sil Uik suiaJ U o S S SSgig-o J9s4) siwaJ siioa S o U i l 1a| gJa S99 8jgoJ] j1 Ulg MJ 9 i l | 70.
8>gJ| siaa SIS s j5S|9 sJl*Jl ^|J>1 sio Si|g si] siSoa StfiaJ 8i|i sa|rgogJ| 4)lia 8a siaii
siiJ U UJ 8aUi 3 j g o 4)|oJl ^Al| 9 Siga j4)4a SlSg UJ 8aUi 3 sa|rgg 8 ai Siga si] siSo.4 8glj>! st UJ Bils 8j-1a SoJlxJI 9 a*JS |S_4) soUJI ^ 9 3 U Je saJ jgoJt U o x a iu*)]
8J9O9 J^l
* - 0 l
sioiMJJ Si5]
S X M ,
i>io
9 0
sJUiiui51| J l
S I S
sJlio sJgJJ
JSg
5iS|xJ| 89AII sio 8i| 8S4) s i o S i l g sJS i sjg |i| IS4) sjiojg 0>4il1 sigi SiilgaiJI S09 ^S-^
sj>j 40JI sio S9S1 8i| sjgi si| s s4)gii si| sioj .Jl 94) s^uill |S4)g 6 8 . 1S4) s o i j g sJxiJi S i l g r g g sio j i | sigiioil
f
94) S J J 80 ji>53| iJ| si| sjg^| ssioJI s i g S ssioJl sS|ogi)1 si5J 8J1 sj>a.itin si] sio 5 g fCgogeJl 8gJ|<i J SI949J 8 S : U O s j j | x j |
S j t t J g
si|,t|j|
s j g j j
giaJsiafco
si|xggJ1 si* Jjt (Xgill |S4> si| s i u g4>g si|Jog?Jl i J S i yo$) s i | i 9J 8i51 Si|4>i j* J l J ^ I si| siSo
SJUJOJ
sit >lg4ug sliio 9 84>1iio j sUJ|j ^{util sSSigJ 9 * 1 ! S sJI^Jt l ^ o 51*9 ^AI| 9 s i | r g g J | SgAg "si4 lo^gio ISg^g siiaig g| siiJJ 8ggoJ| 8 S | * J | 84)UiJ1 S o l j ^ ^ l 3 . 9 siU*S0^51| sJU sUiJIg 8gJU1 li4> si] staiSJI
S o J x J ]
Jg| sic 51 SJ4)l"-o jar UUJjil ISlg Jg| S U>J SigS siaijo* jar s o OMtg Siga s i | xai^o *| la|g SJ|i*i silia vS-ill lgJIl i vJliJI fgJl 1S4> OJiJIg i siai Sg sJxsJjj sJ SaU> 51 U r*a sio loVuil
f
ji.oJ| sJc|Jla s o i l s i t s i | g silaaJf |S4)g 6 6 . f*uj5J| sll*J| 4>|i S|M i U l e Siga s i | siSea Sis sJJxJI s i * Silg Silg i JS sixu si| Jg51| siSJ 5)ga4>J| sojjuJIa SlS sio S i g Soia Ua SailaJ! S Q i g Je > A I | sio sigia sil sj| / A J | s i | sJgiiS sio ^lg<oJ|g >tg4>J| si sigS ^ W l s i | sj|sa U i UJSI
|i4> siog soaa5)| sio Sg*u^|g Sgjj5)| sio saa5!1g /UH Sio SJ|
'lg4>J|g ^loJJ (Cgg^Jt g_4> SiiJI i sigi]| s i t s|aaJ| 5 g >|g4)JJ Sjgo 51g >VeJ1 Sjgo 5 Sg*5J1g saaSUg 1 J >WI Sjgo s i | i * * Je SIS si S|g-J| 519 *a
c
slo ag ^Jg4)Jl Sjgo U l a c l g r 909.0 J| sic s4)S 5 g siga U Je sigJI Sio U s^sJ siSoa SJUUJ |S4> 1 >WI S j g o siuuJ st S| silsJIa gaU>i ja J| jgjo
Sjgo 51g >|g4)J| Sjgo Je SoSSio s4)g s i | sia SSi|g sa'jo l*oi Uo) si ,UJ1 jjjgo Je >|g4vJI SgJla g > lo4>i Si|g si_ig silg U_4)J fCggJIs 4 s i | siSol SlSJg Si|g sJ|o Je S i | o S|Siwi^|g
s t a * s l i c | sjJoMI si sJaajiu s a Ua f X i j i S1& Je jSlo U .SJSjg V S l i l loo l a | j a 3 g j4)giJl |&4) s i o Ba 51U s j g | g4*Mj|
> j i J | S o i s j J | |S4) SoUaag j * o J | s j a l a 09j-oJI UJjil S i l S i l sJgiS S1| A* S i l SoJxJI |S4) S i o sjg51l SAjliio UJijSg liaxlo Sa51a sitiaf s i o j i i l si51gJjfco
jailg o\uigg sjg] s s l i o l 8a51i Ua S i g a Sil j4)o' S S J 1 BJ*a SUUJ s i l s jJi51| Ul S o i a / U o S i l g slJg
Je sJgjVog sJ Sil S O a s i | <&uag511 Ulg 51oI ^-J 9I | S i | g Vtfg5)| s i j Ao^ui sjg^ll s i c sjgjjiog jai5Jl
Slaio jar g l |a4)|iio i c l | S <uuig g4) U 5 4*wg g4) J S4)i s i o 51oI ^J sjgjjto 51 o a s i c Sil s l g ^ | s o i a g ^ o i o J l g ja>511 sJa|iU SMiia s i u SSgig s l i g S - L x g4) U
U l a U i 51 ldUtgl
jac U g 5 ) 1 sS4) |aJji| i o siSJ SJc ja>a s l g K o si] 4 U g l l s j g j s i o si51 liuiail Uo{i
li4)
s a a Sa4)|io
- Uv l * l | ^1J-51| sjji |
4
oJ| J l
llla
OgJxoJlg JxJ! 5!t J i 51|g SJXJ J| U * U i g a |4)ig siJ SijIiJI ,|a3J1 Je si|
nl6 )S4>9
5) 1
sog9i
slll Jgo Je 4) s i
BjiJl
SJUIJ
Soll Sigiasil
s t silg
Jsg
sJ
l4)i
|51|
4)
JsJg
JJI
jII
siaa
4)
ill
gl sJ1\o
1*4
94)
s s i s^JgJJg U S 4)
Sa4
Si
S44)igJ|4
8jJ| sL|.
Sogj
Sjj
s^jgj]
Si]
Sj U 8 4 Sio 5! SjiJI
Sigii
S i J a o
4 J | 4)49 l^-l 1 ^
SgigoJl soS*JJ
|S4
sjX
soSxJlg
JJ|
84
Je 8j&J1 sitia,
S3g
J Uil
SilgJ!
sit I
sjgig
sJiUu sJU
63. s
SMMJ
gUoJl si| J U|
SJt
U sJ
s i i
Ua
SJUIJ
SJIg j o J | g jaalj
sigi
sj|il|
vilui IS suuJg S i l g s u i i i i
104)9
S *J
SjiJlg SilgJI
$ 39 8JJI9 soS*J1 Ua|ia |o4)Jata v U Ulg 61. J> voiitjo
vitg vj^t SJ0JI9 SJoJl vio suii| |Sa) voS*J| tgtj 9 vtMt 94) vit Si SjaJt r*-e SilgJI v j | i |S4) VoSC SSigJJ vil j4)t taj' lo o3| viJ U)Sgig salSgigoJt vi-o vj4| votSc5J| vio Ija vi|i Sj*Jt
Ijai vitig^t sxa i oaa 3| viga S9 JsJg SosJI oaa s i l vio vJliJl SS4) lat to4>Jala s j | i
c
UJ^t i o viJ
62.
vog SJoJ i vigi sit 94)9 ai vjjio JS vic sojJ j i lo JSJg SjiJtg SilgJI vi|j |S4) vi| l VoSxJla ^5*9
sal-OoJl
V&JO*
sJAtJIg sJao SjJlg Uat viga vi| sJ vbja Si|gJ| v i | iviuuJ Sl^l 8S4) v i | 3| sloJI vJU-a 5 JsJg gJ 3
V4I4
sio sLoJlg
- lio li.11 sic l o s la sga sit sia>1ioJl i t SSiL sU sajJlg jWt9 j U H slio sJto-lt saiac siloaJIg siug siaa
SJUMJ
SJAJI
Ulg sjuuUJtg
59.
s<,jJa
SMtaJ
Sj9j g4> > A H BjgoJ l*a|a |i5)| sio sit lo si s i | sioa s ta s|i Jj^lg ui J
S^J|AJ|
sioJ 3|g S l g Sjgo S Jj51|g iw|iJ| si|oM| aiga >ga ill la3| Ulg sigaJjl -alai 1*4) siga sil sigi sil sio (*lo r*aa suwls Jga4)J| sla sio ^^11 _8 siailagigoJI 8agi51|g
jgiJt
Siailg gjgo
,Cgi silSsig,, siJJI gjtf^lg saa3|g i l g j | ^ g i l j i|g i l g J I ssaJj lo sJgjjJI |Sj sio siaaa SSS 60. xaa sJ |o JiJg slalill s ^ U sjgl Uwlg SjiJlg soJgJ sais lo4>a sotJI UJa|a S 4 1 Je jO*i si| soJ jai sa sol gJg Sj sii SoJ s ^ | g i|gJ| siga s i | sioa
suutaJ JJJ
sia
SjaJJ SSloJI st 1 taJI B 4 Je SjJI sJM sslogl s i sJiJJI &| sJaJa s u a ailgJlg sJsJ| 4) loa! w aJ lo 8 4 sio 3aJs siga s i |
Sjilg
SJUUJ
y$]a vila^lg
salud]
Sg SigS Sio
iagigj] s i | lilg sJ i ,
M vo1i3| vi lio I jU Ulg Sgigo AC vio vigM sJio 3.A9i AC s i 3 agio U A sJaii vi] sia >9 ^ Sil OoJt Bg o d 3g jA04. 3 i| siaiaJl i lilg' suida s i ) i | o J | Ulg 1^4) vlu bg v*ujil 3g vaU &l 4vujgioJ] U A ) J g j vil vi]]o U) U Uo>iU* vio v.2k|g sin i a | g j si) U4)JJUJ sio V*UA1 vit B Uojil vig vil vij Sd] sJg*AJ|g slc]Jt 4>iL alo51) vio vit U vi5) SJUI> i ji5)]g alill 84 vio jA*oJ]g
jAiJ] SJ*A>
viu
58. Sio
Vit
Vi]g Sjl*Ao
Vi^lAoJ]
Jg SAlUJlg 8goJJg diaJJJ sllg51t 4) s U t g *J9*a vio Ulg SjgoJI s-olar sio Ul vit W vigill vi] vigi sil g
V S i
j 9 j 0
la U U
sigioJ] ^Jl
Vjafi
U)A9 SJSJ
Voiud]
- ur SJXSJIJ 3
s|j431
U>3 S g SAO
9 I V2hJ1 3
sJjiaJU V]j4)3|
s A * J |
U>:aga,g B4)>
Sjitdg
ss|j3|
3
vilet l4>Jg
slo
ia^lg (Xgg*
S3)jt3!
SJKSJI
1&4>Jg ji3 J J J
^|JJ3| 3
3|
Vtglo
silo
souajai^oJ!
gxJI s i
SM
j j sj*J1 viji
B M l j j 3g jjJI C og
M-o^ig lj-o
s^tgltJ
ligo
sJs31g j 3 | jjJI 3
S&WMJ
s i silg sjs^ ^
3g ao
i l l sji^jjj
BJX
sio
VIUIA]
sli3
sio
BlC
jJS4 Blo
56.
wtgloJI
si] sltijoJI sj
.l.jui. 4
silutgloJ|
3 sil 31o JA3| sigu s lllgs i*<> si| JSg 4aaJ U sxt ta
sloSe a3
SJJI aag
U>
si|J] sltSjoJJ
siaijoM)
SAIUIJ Sduuls
Bale
sjjaa 1 o
UJ93
uaooi
loV*
l o 4 ) ^ l gJ 3 U l4e ^1b3]
J S Q
| i o v i o siJalioJl
vfejJlg
blg-uJJ
loa a
j A J j
sit
I0J9
54.
vubJj
i l l vil4iagioJ| aa.| Jl
v^u vigj
U i l vluJl
IO4)AI w i g i o J l
i l l
vlj4j31g
v i g ^ J ^ua s j g ] 4)Uig31 v i i vJ
! i > J | ^1*K31
j a x VMMJ suutivll
l9
s i l U ) i 3 siaSj4)Jl v i oj>o v i l ^ u i g i o J I v i l v J l s i o
4)ilAtl
SJB1J4)3| 4 )
vil i c |
b g i
^ J l sJlaJl
55.
s i j l o Ul sil4vuagAoJl s i l v j i ag
v i g S i s i ] v i & o j SJUIJ s i l d u a g i o J l s i )
- Ul aclJI le i 4)9
^UAJU
JaA-lg 3 ^ oJl 4V
^k*
U4)SA|
viga sitg
S4)4
SA|g
fCgg*
SMJ
g4) *u> 9 soliJI sif si| gil Jg S*a>|g Sao 3| SaJi sigj si| SojJ &g 3g S C 0jt l o *3 lo
^M*
b0.g)
SJUUJ
i * Salo Swl sigj si| Ut J Salo* j | / A S A J ag sJU gJta soil sit *si|9 soil g| sjg3| si bg&gl! |o9 Sajuil sit si|g
S9JJ
Uil SaciJt 0i\t si| SaJcJI le Uo j | >Al 1S4)Jg SaJuJI jjx i lo4) oaa siii|
c
VUM
siu aagJ
SJUUJ
siga si| sJ s3J| 1c sojSaaii 3g| sjja Uil iaJI 3 SfUttJI g4) sigdg ^itoJI S J | g4) sjg3| Sa|il| i|a |xo Sag^gJI a j4)g>J| a s3|b|il| SU sg>9
g
- I V
yic Ulg U>uja UI9 gUo j * Ulg 9 l ^ o I0I9 v&Uo j^c
94)
v i g a i si) Ul
>JUIJ|
s3J| UI9
50.
S i | JU SL
3g
i^lg
A*
^ s ^ ^*Jt
&I9
sL
0
*3 sii j
SJUUJ
Je siui UAS sjtj b3g silloJlg 8>JU*J|g 8>agJlg shJI s i | 3 | Sob*J|g ioJlg !4)g balg
Sua t a J J sl|\ Lo4)
og
sea
3 si|bag ^i|bJ|
83aJ1j
sxlJlg 8J|oJ| 8l
s
51.
b|J1
Jbg
3 <--oi vi)
Uu3
siSoJ b3
SJI
&*Uio 4) i l | j - A - R - J I si3goJt b a l g
8 s
sio
s s j sio
vig
suuJ
|4VOJU
Sio
a. loit >l">31 4) i
|4>J S\WI gJjioJ 94) b J | >j>J1 JbJ WOgiJI O~o >lA3| 9 J A J U1 4)33] solxJI si] soga sio* SSjAJg
49.
balgJI J l luiai 8S S*J* si) UXt si9 bgagoJJ >9 s i J e j^J SjSJI sLl&> balgJj s i t Ulg s l 3 !
s
t4)b&t
ejDg 94)94>J| balgJJ sil UVolg 84 s i SjiJ! 8b4) sio SSJ S J | s i | 3| sLtAoJlg sitJlg oJtl! A A s t s i | SJbg 8JJOJ| 4) 94) 94) lo
:
84 s i * blgJJ
ai i l i b b e iJ| s | i o 3 | si-uaj l
8jgoJ| i g swutiaJI 9 g4) g4) sl|ib sil U\l bi jiAJIg *]3b S i A.ni g| s i l b j j i o siloM! sJ si|5* | b | s.oSir>l|g s i t l&l fegill g4)94)Jl si|g sba, sJ3b J | s**|
1b4)Jg 8*d1 SJU)| g J x sl| si| U b b e i l | )9^| Ulg 3iUo U l Ijs-c Ulg 94) 94) Ul ' A J ^9^* ^ 1
- i'* yo\ s i y*
b S sitg yi*i\ < 3 Q O J J 4 ) g u . g . , % l |
0
S _ Q
jb
i sjjjiaj] g4) balg U> siga, sil i c ! 8,o3" j4)!gaJ| y-*] ut J s j _ j Asa j4)lgaJJ suuJg 4>1gaJ1 jVui bgag
48.
U S J b J s bgagJ| s ^ U .
^laj >IJA5I| 8 b 4 )
S4Mg ia >J1 j4)g>J| so! SAig-taoJI 4>gaJ! | b * g4> sjjo b a l g lo4> v J a J l s b 4 > s b g a g J l S entila s i o " S M Vo4)ba| s lo S J b J g g4>aJt ^ b j g s i j a l 8j1 y&\9* ta^S^S i
c c
e9gJU.
l4> sil b 3 i S J b S g j a 3 |
1-v
to99 jlaJI U
8jbo
sx|
$4) b a l g j sjL
8UJ1 sUA^I b X i s i j
vilo*
siU
si)
Sjgj
s^uiia s u a i
|b3
sJUoJI
silbgag* 4)
sijig luiija*,
Uul^ifiJ b g a g * U) bgag*, g4)
l g | j j j l i g s ^ b sj|ji 9 S 4 J | g4) s j g l
jiiuJ s i g a balgJJ s i ]
S*gJ*-og 8 b g b * o g
sacud
sJ
UJg
balgJJ s i | I-|
1gb9ic| |ia_4)g
SMIJ| i
sjjuiaj
i^goivJI i|
UJs so4)io s i b a J |
) u l c g4) l-o j * c J e
Bgjgoi
si3g sij
SoWI
jiU
sij
IgJ's
*uig*aa s i o
le sj|ii U
bgagJU c**^
bgag i
S M M J ) g4)
ba|g
fojJbiu' 3 i
suMiJ|g b a | g l ^ u l c O J j i l | y6 Jl bj U o^
l&4)i
jgoJI
J s J o i
loJ
gwijl
U l JUJ1
oJgMsoJl
bgag
sifibJI
- Msil* s i l Jbg j a l 84 si bbxJlg balgJI ! S A sj3*l j g o i U i l balgJI s i | g b b x J l i b g j balgJI v i j i 1 | i b a g j U40 b a j g s l s J bgag-oJl SjiJl s * b x i jgoi
l4)
a|
Ul s l g
sil s i u J l si_o
la4>
Uilg b a j g UoJ jXggoJ s i l 4 s i o bgagoJJ s i b l j * a J t s j g 3 | aalgJl i so4glj| sioAil 4>aJ|j silJi silbgag^Jl J U b g a g s sujudlg bgagj] Ib i o g4>
45. lgij
sigj
^9^9 su-uiJl g4> sigl b a l g s u a suaia i s i g j s i l c^lgi^l 6h ^l*. s i g a su/ttJlg sjutiaJl Ub S ( X g i f C g i st l ogJ jbio UJl
U o fClgi^l Sh
9>9
sfr
- lo
a VjOJaJ] J a
t
vigi v i | ^aSllg
a g i o J | vigai
lo* jJbill taaaL i l | ^|ua3| j i U Ulg v i * * U j x o l *a4> 8 4 viog ^ J ^ J U U>J J a U>1 voJ1 sJgo 1 a C a l g - d l aasi J a <io Ig 8J|g sJjuM] j a s i i sJgioJI
43.
0I9
8*>4> I g a a x J I ) a * o
Jiuii S4I s j i c l
ag U l e 8Jg*jJ| 8jJ1g a l a t l i 8 a * )
mlt\
Jl
v * ^ * a a x J | v i l U
81119.11^0 gol J l i c l | a i v i j a g a x o g |a> sSlaga^o 8jJ| vio v - l aJ| 8J<aoJ1 8J| vita so ale l&4>g
Cgg*Jl
B-*x j J Bixxi aaxJJu aalgJl si| sio* U 4 ^ - i - x - o g4> aa*Jl aalgJl vi| 4Jag silaagJl U
4 Sil i c l oJxaJlg >-o4.il si* laja-o s o a A l | VoMtiio jxc i**.! sojii g4) Uil Bi3 l o Sin sowuil) si) aJag ljlo *<J sSjxg algJl sio s4>aJ| saaxs sJxi >-> g4> Uil BJaaxJl saagJlg aasdjj aalgJl si'i s*J sutill ilgjg si|agag>J| sola^l i sutJJ 4Jl joill siflaj ilol a a c 3g s l a a c Baag 41XQ) a-l aa*Jl si 14 4JaJg sLaioJI so4J| UaJkg ^uiJlg aalgJl 8 J J 4 BAIC sioxil li*u su|g aUH vio Ui
f
l j * aa*J| laxe g4> aJl aalgJl vi|a Wg siJJgoJI vil solj si| s o j x sol*J1 sL4oJ| aalgJl sil aicl
icl taiJlg oaJl i j*3| slio a a x l l jc3J| sJxaj j*3J 8j41 suti aagj sJ silg 8*:A4 BJ a a g j sil U>xlc lailj lagag si3g*J| sl*a sil Jl 8-i-o sxa,.*J| aaJ|g aa*JU aalgJl sigJg 4 2 . Uil xx^Jli sjg3| sSoxJ| s|4 8XxaoJ| 84)
(
J3I s | i a 3 1 silLo U UI9 aalgJl g4>g a axil L U-i| jaaillg U>J axJI 4JaJg gJ|a s|aoxo Uil
c
sg4j
gJi
Je sJat
lo)
vi] falo a a l g a a l g i Jl l e
A o J | vyui31] JSla g | ^ I g i
v i | vi* g4)g S A lji! *J3!a g ] j*a]ig v ^ j a i l vj|ai Jila )4uJc vj|i .i}} UJ -9-J- >lx5J| 1 c vJa v * * J aalgJl
I JA vjgoa* l*]
ItfuJc
jiU s vJ|aJ| v j u i a J J j vjxJI J a vo-u l i j a * s i | J VMiSi v i j vJ s i ] g a g a g [&} i l ] v l j C ^ t viiJgAo foJc vJa* v i ] 3I| vio* v j J a J a v i | ] a ] g 4 0 . jjjv,
v i i ] a ] v i ^ g o J ] v i l g a v i o il ,*JU J e
vjJJgo V i 3 g o J ] 9 a a g i v i ] VojJj g] V M J | U>*4 v j * J ] J l v o J | ^ 9 a J ] v j * J | >u v i g i i v i * a a] vi3g&J] j40g>aJ1 J l vJ] g x u i i j4>9>J1 5J] v i ] la]g O l a * J a g tU) JAC J l J a g a] viJJgio vJoJ] aatgJJ xggoJI v i g a j v i ] V * M vJ J a Ji
|a4> i A a J | g JgAo sJge i SgagJ] a a ] g J ] 31] i vio sil aaxJlg aa|gJ] i a s i a u V A J ] vjjib v i ] g45 Si] b x vj VoJ| sJgic
S a | g v j ^.9 a g a g *
/ jxAJl J l si9ij 1*1 I0I9 VeSJI gJgio S*3 Jal* l1 a l a i (Aoa voi| v ^ U a a | g il l4u sj| i l l sio 84>aJ1 a4>j 1 - J | jiaJI vigaig jA*J] S2J OJ|
9
vaajgJ
i c l y&*l] vi^gioH v i o j i a l Ix vuuJ sj*oJl aajoJJ l i a a c i l l 4>g j-*J| v3Jgi.oJl a a o a g J I s i | a a g J | sie j i a l !x> swuaJ -oJJ*iI| 8 X 9 j i j a J | <J| s i l ] > < viga\ s i l gJi- 3 Sil voVuiailj 9 aaoj. a J | a J { j*Jl vi^gioJJ l i j i A e I A 9I a a x J l aalgJl ^ g g o J l l=oa |jlo 1x0 viga* v i l UI9 1u vial vlgj U U)la J9l
**4 VSXMI U>A9
aalojl 8 x x t i
AU*J1
v i o j*ia
vi|
aaloJJ pCggoJI v i l v i o li** vil &Jg U Ulg 39. Ial ox vJaa U i l 8I9 viJJgAoJ) x x o a J e ai"lj yo] g4>
f
U>*Jc sJlib i l l 'k&W v i l a v i c aj*, js-ol J e v l l a ssJaJt iatoJjj 3Jg s o l t 3 4)gaJlj a a l g 14) viga* 31 SalgJJ s i g i i siilgioJI j o > 9 aJaag jg-oJl i c l
t
ljlc
- H sJxS sj_^g
swuaijq
bbx
le
sjilll
siL
tfjbbxJ)
siaxi <xggo s g<S Uo b b J | laxo g4> b J | aa|gJ| >luu3)l 3 U>4 sJlib i l | U>i1 saagj) b a i s L s JaJg
v*o
i J | 1b-4>
aja*
ajaj
s
oaJ)
U a a ic
JUISJ
sixi s i o
Jas
sojuiajlg a m J | g
t
gxs soJ*J| ]a4) s i a t o yi s i u sjll g4> |b4>g 3 7 . s i o SAS yij soJ*J| 1a4> s x a l o s i ] 4Jag *,aj|xi]| ig tfx j>ii Uil xllxillg 4>ga aajg gl s o a a | g g4) s i a a (XggoJI s i c l a j a * 33 sJ| fa-wJjg o a J ]
U)A9 3
ia o J l a i l i g xxa<
*U>i U) s i t a sio
J b J a s i ] ]a]i t u a*ug < Uo) s i a a sio s-oJxj! ]a4) s x a l o U-4)x-S Sia Uo jJlg sio>a4 J a i i
c
aalgJls
b a l g g4> U S |
|b| bbxJU
ba|gJ| s i | UJg
*i>U
38. S9J
j4Ka
sj|oJ51| i VJJ3J| sigJJI Ojio s^uiia s^uiia i So^u*9l 5 3 sigooJI j*cg sigooJI vijaJIg silaJSJI A Jl a * J l g so>9i 3] a J | g4)g 8 o J i balgJI sJiog lJ^l J41 balg lo>3 sit U4g sjuilia^ll b4) sio balg sJig
LJJ
g4) 8oJt bJI bb*J1g b b r la| 8 9 4Jb4 3Jg| * balgJI sit ba|gj|
SjuiJg UA)
8*9 J O J J
bJI
SJ|J
sJgoJI balgJI g4) JoioJI Jo^JI Ib. > - g4) bJI S*o4J| i bJI 3 g sjutlia^JI J
t
>
le
jJlig
SOJSSJJ
bag b x j j4va* lo l e sjuiia i bgagoJI bb*J| g4) Silg bbxJt Olido Sil 8*9 sj| s i | g4) sjUoJI ba|gJ| bbxJI ba|gJ|g silot.31 'lail sio gail so^io jAC So4 Jl 8*9 so^io ja*J1 sioaJI 8*11 jUoJI g4) o w s4>aJ1 i sitJij loilg bgagoJt s ^ i l sbtjo 8lg SoxuSio j 4 4) lo S4)a sio S*4)loJ1 s i b | i o 8l 4Jbg siioMi aa 844) lo 4) viia sio si bal Iblg 8ba|g s | 4 Ibgagog l|b U j x si.J UJ ( 1 0 2 ) sJa 1b4) sila Ibtg 3 6 .
8 8 bgag bgag |g bb*J| Ibio g4) i J I balgJI |b4> si|4 b | bbxJ| 844)lo |il viiui g4) lo lil siui |b) bbxll i balgJI sil Jl 8*9
Sojuiio j 4 sjgs
sJ|3 11 jgoill s i l u i S A O U l e
Q4> a J | jjJI i1 84>aJ] 4) siog jj|g SoaaSi aJ| jAJI Sialiuilg jgxuaoJ! jAXJ) ^1*i51| s i c SiaaJI U1a loO^tgJ g sJxsJlg jjg'JI lili ai SSaoJI 3 4 .
aalgJl ^1 sigis ]<>4)a!gJ s g *jJ|g aalgJl i s l i i l s fKaj tfUaJLt o g aalgJl i l - i J l g sb l O j a soa i l l >la311 J e Ol> aaxJl* aalgJl U-tfiaal s i u i * o J |
slJ a a e
Uli so* 31g1 sloioJI J e sJlib aaaJfe J e soS sjjoJt J e s o i soailoJI J e jloJ s o J 1 J e aaxlli
aalgJl sl|
bg j o J I
y>]
*J4)gJ| s i l j l i a i ^ l g
U)iAcl> s o _ j
s i l j l i a i l Ulg s l o i o J ! soJI *UaJlig sj|g3i1 ja |a4vg Ja sio b*Jg *j4)^>J| s i c a*Ju lwlgaj soluSiiJ!
jaJc S I J J a J | g4)g oMg'xJ| U>ili<oU jgoJli aalgJ] v* ' aJ| g4>g o*uu i b s a S V O J aalgJl ^JM ^ 9 35.
4
S i i j i
a - 3 8*11 jlkeJI
8ia s i o l i > l V** sSaloJt bg>u3 sJoSi aSg sixioiJiU g i b o S i u a i lo>io S 3 a l o J | silSo s i j sJo3 Lo aJaJg sklo* sia| Wla U)-*-*-j3 ( 1 0 1 , v . ) i l l ,1*-i5ll U l g 3 2 .
AJi 84>aJl
84)
S A O
sil
S J U
Jl
U)*
sitial
silioJl 3
8J9J
A L U1 s M i l l a J a a g sJaJI 3 8*i|g**J|g
vilioJlg
-3
soJ| v i c s l o s i o
Iba) s J i 9 so|g3
s*4jo
) V 3 U 84>a s i o sji3 S4)SJ) f > j l > bg&gj] |a4) U)*l| 4 v i l l l aJaJ alaxiui] Ld*g s i 4 SoJ gJ 8iL a J a i c 89S Je SJISJ s a a o J j sita U \-*43 5J4L a l a s i o t&4) J c g US t a S si4)aj| ^ajla
SJJU
agag^Jt ,1*ui5)l
,v
Bjgj
I0J9 jjgjl S i o S j |
8g9 |4>*9
SJUUJ
S i iJI
^ j j Uus jaJl
sio le J e JaSlS lo s i g ^ s sj.aaa*u suiaJ Uu ssloJl 31*9 8jlg 89 8jl S a g a i l ] jgoJl i sj* sil 8ilui
sisloJI s i l a sil 81 a J S g j * a J | )S4) i s j j u S 3 sia3J 3 ISl lo|S 31*9 8SgagJt o33| A S a g a Uil loils 1
j9
SoJ JSlg 8g 8 j l i g 31*9 8jl S S g a g o J I >l*"i311 silsja ^1>U3!1 s o l e Jl Jal | i l Uil J| 8jgjJ| j 83j*oJ|
SJJUM
3 s i l j j j ]S4> i siaa 1
saila
loil s i a i g
8 \ j g j jgol s i c
31.
sa|aa3)|g liJlu g ] l a a g o
U>JLo9il sao jl Ij-u SjuiaJ saJ-uiJlg s b M ( X o >laj*>311 sjJuJJ sajia s i | U)a9 s i a o J sjuiaJ ,>|a>ut| L4) s i | s i l US jujo >lul li) s i l a sil a J a g ( S a l s s l o Uu
salaa3Jl9 saaajill aJs jaita S a g a s i ) s i a o J 5 U ) i | i c l J siljo531 U>ai s i a o J >luul 14) s i l a silg U|a S j g j 4U3 SjuaaJ 8 S ) 9 siaSioJI |i-i-a liaa sJoSiag l i a a sadj- s i | i c l U) -*
-9
l*s-> sjjSoJ
sa4)
84u s i la gago
siJioJI l a 4 ) s i | a J S g
8 a j a J l slui5]l 4 ) 9 liaa s J o S i a g 7
- n sJaJa 8 4 s 51x3 jlig 89 jli a>oJ i l l jgo51l i *JsaJ| 8 4 sio JoiJLig lJ sjJ il) cclgill sitfoJI sJ_o-a31 g>4>51511 gali*J| si3o\t> s i | 5
jculs 29.
8*o.l1 893JI si_aa siUa.3 j51l lo4)aal siaiaoaoJI ill 84JI i c | 893JI
Vio ^CaiJj
siu 4$l5J1 |&4> Ja solaJl ia, silSoJI 3 sigia 8S4) Jx sigaii liud lS 1&4jJg a-uillg Jj51| agagoJl a| sog3
8lj*
lo i c si s i | 51g U
SoJ
|*Sg
j a j sJia
s9 51o 1 89 U>aa 3
SJJ/JJJI
si|
94) lo sJg sjjtia si] sJa3 89JI1. 51c ls siga si) g4> sJxla 8JoaJU9
J ^ O J
uia sJig o*a sJxsJI J| 89*11 ^ g j * s i t i Si 8o soiajjj BaxaaoMI sjgoli Ssaa 1 4)14 8J |a4)g j**o sixs 8*vuuJ|a 893JI sio soas] sJxsJI sil siiii as Sis 3 0 .
8>|aJ|
So|
\ ^\
c4
ySiils
soj*a
^il6 Ulg SaoJl s s x sil 8 4 sio 1 sil loil 8]3 lo > 4) saa> sio slS l*o siaJalioJI Je 4) loil SgJ| ' *9*J| si|s )a|g gagiiio sJa |*o l o a ijagago j*c 8g3 ^Jla sJxJl Jl S3l51la y> gl u U1 lu3 sJlSa Ut
vlc siliaa lia) |b4) vioiij si] silo* big Uo lUS sxilgJl g| llja-o icl lo 1* SgiJl baga 1J1 sil sjgii
s u ^ vll b | baga 51|g baga sij aS viloa bii lljaio a| / A l | i vlgiig ljilui vio Jb4) Sglg si lio 5 1 1
si| 3Lo| U vil<>a vJg sj|ja 51g sjja s*J |a| jgj ja
sjuiaJ
&a|
vila*aaJ1i 1-Jb_l U s sila |b|g sUJi lalgj ^ 5 1 j>aa vJlS bii vilo* J 9 J J | vil vlli siog salaili* lajgj viga 53| i c | |S4) Slj i aJb SojJg viliaJI SgsJI vlai sjgj sJxiJIi lili U l sK |b4) vi la |bl sjajl sgag ao**
t
^luu3J| viga v i a l g4)g *i li4)U) viaJa big 2 8 . i l l > 1^511 vals Sb>liJ| (101) b|ao Mj5)|
5 Ig lob |4>J*3 viga vil Sjgj vojJa s j x i to|b 4) 1 l4)'i51gJx i U b i U b siH ]blg 8gil|a bgag U)i vi|l
4
|iaa baga vil U)iL> vio i l l 'U>5J! vi51 U|b sbgago vllaJl Sb4M Uajao viga vi| SjgjO vjJa liaa bisig viaa'i loi vJaia 1 A U J | |b4) vil51 Ijaa 5J|g Ijaa vi| i c l Sg Sboj-aJI sliill saja 1 vio aaoJ| volxJI i vaJ| vl*iJ| siaa vuigioJl 94) sljall bgagj|*|b4) vil jgo51|a Ui&A Ul ^li Sjlig Sgi Sjli baga i l l 'Iv&^Jg i |4)i3 sbgagoJI s*Jj51| 84 sioi vlxiJla sbgageJI Sgi leui vauaJ U)i|g j4)9>JI
If
vigjgs. 3 loo IS419 OoJxo j*Cg Sija. ^oSls vilojJI 4l 1 c*>jils voJ*]] |&4> s i o villiJI jaJLj v i d ] tUl |S4>9 SJ Ua v i p . j | So a s i JAC SgJ) v i | lol j o a a s gil vjgsis 2 6 . vi| U>as v i l o * 5 BgsJ] v i | S4)a vio vUsJj l e viLojJU J JgJI saloJl jol vio v i i lo J e vJxsJl v i c j * i i J e U)S SgsJ] a a g i Loil 'LUJ3)| vio 3 ldg
4) a J | J a vio Lo vlxs Uws L 84>a vio j a l slv>| o oi's SgsJU vJ|e 94) bJJ v J i J | J a vJlio J e sgs Lo S4)a vio
VOJJOI
vio vjg31| 3.3 jglaoJ i l o - vojJ 3Hg lo vol a i c 0)9 s\>a.311 ^L>ui311 vLS vil I03I9 8j*>51l siogJUS 8a.a!iJ! >1A311 J e 0 0 a s i 31o 1 sg to-ig^u vuid i l ] vio voasl vUsJ) vi) v i i J I vios tfg&il Lficlll, i l l 4)9 ssJoVll tfgsJl U$* v o j J sJj311 jgoill vil Lola BgsJI >LoM*Jl 3 viai'i a s a l a s j4>gaJl s vigas i l | i e | o\l|aioi311 J e g 9 0 J I 9 a * i J | J e sgsJl J a a g V 0 J W I 9 vJs axgJI Jlaiui31|9 vi]oJl s SgaJf
I0I9
sJ'*3i3J|
vJla ^eJc via3}g L)igag v i u i v h LacLiiol axa viii 3*3 aJLi4) v i | viloJ! S 89JI jol vio aJ|i4) viuiS 3Lo1 gsJJ vio 89S 8J3 v t J LoJe lob&o 8o1J] ViUlaJLl >L>ui31| 8 i 4 ) S vlgsJl 94) 1^4)9 2 7 . la) viaii l<eJ> s j SflJjtJl Ja4) viLtgJo vio IjA vi|
4
Uo) a a g j
**e>J| voJxJl i S A lo Je S J 9 J a-iLill viilJI 3 |g v3|aJLi 4 * loil vjlw31 vil viodl vio *L l j | g
9
s n i r t e U vilS V M M O J I vijojJU V o a s i i vi) Uu vopa vio) lol* 24. voJSioJ! vio u i i Ja j U i Lau lj4)14 i ) a vuuJa i c l Uja iJI V3J|AOJ| SS4) Ja (*9 vic voji vi UjA i o Ul Jag Jj| vic 3o vala. ,-i lio) aag* 3 1 1 S\Wi JAC J | JOJ vil vluu31| i viaol 1^4) J e jo31 aa a voJ vjg3| aagj v J a|g vl l v t w t li) aagj 3s
9 9
jwlc oaio voJUOl loa valvuit 1a| J i j S i o i j>3| sa^uLsJI gi"|J| voJWl ->lj->1 vil**! vaJl> vilojJU VoJ le vio l j > voJ 1*11 |a<a vigl vil S j g j vojJ LuJe Loil VoJ 1*11 l a ) vil <* 1 Slo)i JAC Jl j3| J09 jal
9
25.
U)JAC
j a | vi3Jaog
aj 3
vi|g vilojJI &Jo*9o voaiii VMU J vJcl agagj Igjil > V0J94M 9I viUjJI J a s voo)J vJIyuJI ale viloj*
Ida U a a
sJolvll S a sS3io
s J x J | vi) (~U
soJxJI a s x u i S3 ai] aJSg SgJI J e SJJ.HQJI S J S4W s | i o l aJSg j j x o J a j * * i o sJa" si] suJ U>! U j o l s i o j4>u SgJI s i | a
c
*\
\6
l|
3Uj3|
j * * i l | UI9 c ^ j l * ^ a aJs 3 j o 3 |
s a g j * a i jol silaoJl S J |
f
UJI
s o S i o sJxJJ
SujaJ) g J | j o l s i o I J |
slxaJl s i | l S g S f ^ u J l ? M>IA 4 > siUjJL s U J | J e | * J | S U M J | go)g SgJ] * J a | s i o &JI9 SgJI s J U g4> i-ato-i jox J l si^UaJI joi s i | s i a o suuJ si| U)J S J U UfS |S4> siuiiig
9AJI
1s|g
23.
SAAuj 94) i | x J ] SMMiJlg ^ l g s l e l s so*i sil 8 4 s i o soSiJI |S4)g sJal s i o a a g i U i l aJi s L a S i SILMM^I s i | >|gMt i U j J I S o S a i l l s i l J A U si] Avia S J 94) i c ) v j x l L i 8Jc soSioJJ Sgago 94) sJxaJl g | SgJI 'vS^JI J e ( 1 0 0 , V . ) S o S a i o ^ - J | VLVUI] s i g a sil
s J x J )
v i | >J4>a vio
9
laJoo lo
SMtia. i
a a g j ^.vj)
VILV
SOS
AA1|
Lilao aJ)4>g
jo lo o Jila U U
a a g j Lo agag i v u - J j
0 9
ill
jlill s i l aJa
vlo
4)
|a*
L | o a o^aoJI o
i a *jgo
| a 4 ) i Lia v i o Jg3| *JI*oJ1 i l*g 0*09 i c l voixJI viga ig vJxsJlg gJI 4 ) lo v i i i i a> a | g 2 1 . viga* vwuJ ig giiJL. vJjaJ]
SLUJ3|
vio a a | g va
vJxsJI &futig V3U J l LdJU 9*J| IM** vs*a vititg j a l o Je voa | Lo4)jol i i i v i | *i a s i jjgSiJI Je vJxsJI 9 I sJxsJ] Je SgJI vai vio) i c | Lfiaa) gag Je vJLib vaioJ| v i | sslut U-i |ils ag vi|a4>g
OUU4MJ|A
viltgJooJI
|o4>
viiaJI ^LobJ) v l _ a v i | vjgi vlxJlg SgJI i Soaio 8g&)| Vi| vigjj |gi| JJLt vog vJ| |a4>Jg loilg Soiaiio
o>J|
Vo4vLa
JAUIJL9
Jl vogg
4>|M
/|ja3L9
|S*oJL
gjj baga
KVe 8g S1 A9 v l s i ^<>J S A S J J 1
19.
v3
vitu^ArtiJI
J e ill
i v vaJJl i
agag
xa a a g v i | a
Ja O L - i - o
V k w u J l
i jjaiJI
(100)
VIMJL
vLS a | ailgoaJI a g a g i
laJe a i x o J I
vial
*a-J|
20.
vlxaJI v i | joVaa a J a a g j*lig v o ^ a s i vlLi v i i L i vlg vi Lia s i t a vilg LJ vj3J v l o g jgoJt vaalgJ v i o vaa.31 3*3 a g a g o I j g o l i l o v i l J**> i g j * a . | i g v o j a S i i v4-"Jl l o i l v i a J l v i o i 31o 1 gg3 icl vla
S
I049A v i l v i g a l o a
i
j * * J | ggS
Vo4l9 V J * i | i g J 1
*1 -
s.iLS a) *a vh soMt. Vil vSgaioJI sigjgi'j 3 |giL4 1 aaJuJI CggoJ1 Ulg HjJI eg*Jl vsgaioJl g4) vfJ|
f
v s g a i o i vigjgs. 3 lgilas /-Jl VJU1 &io vjji. sois | a 4 M vjjjiJl pCggoJl v4)Si sia31 i U 3g j j J3)aJ| 8 4 ) <i]6 Si l u U j i [ui *i|
vj>J| v i o gailj
so
jo
BjgoJJ vi) j4)j lio) viog vsaMi vigjgsjg v i 4 i g4) vigjgjg v l u VjuiaJl vigJgSj 31 J a g (XgogoJI JgJao felgi^l Je U)igloa a S S vj|ia311 Ulg
VJJI
U)AC
vu VSgaioJI v i g j g j b s vjgl vji 4 ) ill 'U"i3)l> vi|ga viLuii3)lg *djaJ| vi] ^31g | a a 4 ) 1*4) v i l a ) a | g 18.
>1A>311 ji3) gil v l a g vl*sJL Ug ogSJL) U o *Jgo ( C g g o v i o j & ) l4)J vi) viuJ) vio balg
83S
vio j !
4 ) U S4)a v i o a a g i U i | vilcggoJI vii|a Ulg aa|g UJ viaJ a a | g vlxs v i o jial || >AI| a vJxsJI Je tai j*
J l
AA
UJ9
slxJ) ^eJI
aj* 3a ^ j l a si* >1g4>J| sL s^Jg s^aJI ^ 9 | a | 8*xUoJ1 v3|a|ax&3| 9 yo$\ sJJaJl 84> l e 9 4*3*9 gJ|aJl) sigi si|g sit ogJli |jjl>
?
s4
sJ
SJUUJ
gi| il|
UJ-AS
SIOJ
JlaJIg sijjJI g g J | agag g4)g aagi a l u a g sii^ol |gig sij^oili sija4> s j g o a aicg g lo g4> i l l /jJl ag a siga* l4>i s|gnJ| .c|ilg 8lclaJ|
t J e
SJIV*^|
8g sJxsJI J |
J| U>J
^ajoJj si)
f
JJJAII
16.
ao-o sio aalg gi sio lad siga* UiJ aaJ|g slxaJ) si) aJa sJlio B.j3u.j<Ji g3)l i 8o|ag a a 3L aalg Jl U a j j Uil UaJ joa si51 saJ| i i l | gJl / l o e 311 a i l l *aWl g! 4)g a aalg aa*
sJJ|
^aliai 4> UaJ siga* si31 jaJl i i l | gJ| Ulg iwaJlg iaatoJlg s<>aJla aalg aa* sio 3aJ J | aJa si31 siUis'4i311 i ill 89*11 ^J vio a*lg sgJ|g Jl siLajaJ1 8a4) *o aJa i a l i a i lls UaJ sigai
c f
8* Lio si 3aJ 8gl*i 5ll iJl sJLaJla aalg sio 8 aal 8 a_J| /jJJ sjjjJI pCggoJl g-ai ag 17.
9
_ AV _ so**
8
Sooiic
0& si)
8jJ
4>JLc3
/3g4)g
O^sWJI J|
Ja4>
<-*LoJ| ^ag si1jl3a3|g siliaj^l si ) ig gioJ*J! sigjgsb suuaJ j U J J lila L segsJI >3g4> s i l gJcliJj La I9aa0.1l s L | J ! so4)la| j i ) t si3J /L>u31 sa4
LQJIC
S i a i Lo sic Liaj ag
14.
sJa siga. i o sJaiJ slJ|g ggJj 4> U <;a3 aa a| siga* 3 sija siga 3 iog slxJL siltijaJl sio s i | joLll si g4>g sai| ^ 1 ggaJL sail
g*j
aalg 1
J4>io gail
1 agago Lu s i | sLjj | a | aJaJg j a 3 t rggeJ1 sjgo a jgai a J a sJjA Loil gaaxj ggJj aJig > a ggaJL Ja sio axalg Jl gll agago siLu5!| sij Lvlg ggJL agag silwti^l Loil si (99, Y . ) siLuo'i31 a ggaJI 4 ) S4>g ioJjg sioSJ1 soa a giaJj Je
SMJSJI
j43|
il s*Jg
15.
Jb i * * vi sg*11 vjli i a sliio j*c 90 U> vlxsJI i Ja voaJ aag Ib) SgsJL vjjio 8*9 vlxJ| vil vliaJ|
la i
J**J|
.CUU.J1
VJJ|
| a o voLu
lilg
jOgaJI
ioJ|g vi31|g Sl311g s\aJ|g 8*oJ1 4) A J | v3JgoJ| vio /*uJ| vJlSil vila /|gju sjxii vijg vJ* vifg sJg ^jl si gl *uu4J| jgo^l i vJlaJla si|a i Iba* Lb| i * * aJaag Lsjab voai ^Jl j]\
sS
sJlaJLa
vi| aJag
Sobsio
8jj i
g| Si|b
V|JU|
ill SgJl
vil Jag g a i S-i-o viga* vi31 S iJ| Sg*l| Jr vlgoa b*j v i o a j Uil gail| vlgjj vxjjl b|bi*31! v i U i 3 | Sjgo
Vogi
Voaa
vi La bg
13.
Ku
AO _
*aalo J90i a U4>io balg sla Saga si) jgj U^lu Je j ^ J Je Seb'ie U4)bal si) S 4 sio baga SuiaJs b a | g 3 vi Ja b l Bjgoi /AJ sl-u1 agi U *4>a lo (99) bgagj) lo4) Loilg
a^J
Ivua
siaslboJl vi*
si Ja loilg j.31 gol lo4>aal jgoi ( o sijisu si la a J a J g a baga Lo4>io balg si sala gJ lUw sial Jl lo sojJa bgagJI J e sobaio g4) U 4>a sio & a L o jgoa j9-a3 /-AJ baga sil sojJa s a l a s goaJJ se|g 1*o 39j*oJ|g bgagj] a L 4 sla a J b 31 suuaJg *taa o>
S M i i J j
l o a ill saa SoJ SMisi saa SoJ gJg ss)bgagoJ| S jgoa Jal 8aAiiJ| ga4)S ajuii saa sJ s*asi saa SoJ gJ (XggoJI jgoa a J b 8jgjO sio sLa Uueggo b a l Uta aiba g4> loa) bgagJJ s UiolgS saja bl U>J 31 sacggoJI / A l l sga\ si) g_4) sJsJSs |b4> ( a o | b l g 11 .
xflj sigaa si] )o4)ba| siaaj Je so4>aa sob*JJ ]a4)g s i bag a a g j a l sisg s gJ baga sij gala Uc /Al!
tfgS gjlig 3 * S gjl baga i l l ^LA31 S sigaa lb4>9 ]a4>ag gjaAJ baga sil &U> U - / A l ! c*Sj ltJlg
4) gillg gaJj^l jgo^l S s | t % ) \ j g o i -KobxJI baga s3 8as bJ| slao3|g / A l ] S bJ) blb*iu>3!! sil lilg' a*o g4) gsJl sio *oJ| 1b4> s^aaJg sUJl
I vUa 3 f X i l o gl Lo4>J*9
|g
8.
viaa4>J <JaL Lo4VVlbj9 vJL*9i3l|g vJxsJ) Sbga. v i | viaas 3cLi vigSi vJL31 g| vUsJI b o a vi 15 L vi) 5Jbg o gl 3c U viL5 L vig5j a a 1a4) s u5i> vutaJg Mxiog o vJL*9i31 gl vlxsJI b a a 3 >lx>3| J e vJta i J | SgJI 4) Lo viai b S | 9 .
SJJC
vJL LO jLu> vio i*J| 1b4> j4)a vuaaJg vUJlg sgJI viL* vJjtJ) babai 3 | sgJI
U4)i1
viaLooJI vio b a | g vJ5g viaLooJI vio Le4> vi3aio v 4 i v i | aa vuaJ si| SaaLo J | sL3L goi Loi| vlaJ vuuJ siL Sbalg Sjig J e /LwS3| * a a i baJl
c
O M
sXoaJLtg Laillwilg LfiJtxLi v*ag l4>a3g*eJ vxag LaVojlgJa 9 vaJa Sil Lia* vial vlga a J | jgbJ) v.*uJg 1 0 . "sio vojJ s n l o H v i | ^3 A l /Lv3| Sb4> b a b a i
v i | foJ U - i |
5j^.o
vo&L 3!
ox|ioJLt
vlxsi
jao
8J
JM1*J|
lo
vi| 4>41
v j j j | Ulg jlV
jL3| J] fXajjg exLvoJI vic vibla bgag ^fea 4) L Le>io JeLill gJI *a4> vi31g o |b| |jt VMgjJ| Vijgb
S VaJ
5.
L LaV-og VugSiJI o
L)i.o a4)g jlJ|g vgA lcLs LfiJUg c*4C*JL leLs vdi 3 ilL U)J vaci 3 L 1 o vijiaoJl a a | vi|aJl Je 3) ios Uil
VJXSJ
9
L&ioQ VSOJ
vilgb 4) L o
3J
9
J4)J
VMUJ
bjjj
viwuu jlaJLa aa
/ A J | exj
6
(UoJI v l a aJaJg b|b31 vio vi>L j-4)1 vUfl J a vJ|o a a l g voJJ la)-,- b|b31 8j*o LcLsJI
UjXo
* | i o J | 8b4) bgoo
VuuJ
VjJS
VMUJ
l4)Uaig U)J*iJ a o J | voJxi 4)9 JxsiJ vjoJI vJ*i vi3 |b1 J4)il \\ \\ 9| LJ! v o a j g
VSJM
7.
LV>3g**o
VMiJg bl 3g Uxij^i
si] Juis
LOAJC
3.
Silftio
s i 15 silg O g U>J i
lolg
B-i
ju
s^J] LOAS
sio sjxll
BA*JA4J|
SJUI5JKJI
jo31s
iJ| O g sJ*siJl g i l i l i l l ssioJlg Loi]a s go loil s i o sjxsii ^ilj 3 AC go LOA lOjAC s i o s j i si] Loilu 1 3o] Sgi loas swuaJ iJ] si s\*-4oJl s slLaJla loila tajlg oc go lo* lOjAC s i o si Loija sio sjxs si] slxi s i ] Je sgS
LOAS S M U J
Je soasdl s i Lio 1 s i u s l a i Loil 98, V . ) loi| a s i o aaga si] siL Loe / J | fXSj go a J | A*UO\1| s o a * J | SiL> Loe /AJ
<JSJ
SJAC S
Soa*Jl sJLi sag s^5 Je Lilos asg sos aag si] salu Leos i l l gsJ| sau sJL L sigis sJLu sJluu asg o slo loila sio sJxsii as tOjAC sio
SJXSA
4.
sil loiLu
3 sxtg LOA la siog sioJJ sic sig5i as il] saoJI U o sie 3] sig5j 3 si)s siuJl vjio
LOAS
5Ja
S5OA
9 vuig^aoJl
lo)J
^g-agJI ( C l g i l i
U>J
LiJ l a l g
1.
ium v i i 5 U j X g >Juugttao
4 ) i l l to-taLvo
i vJgsJl J l uoi sal i i a s i agagJJ i v * i vio vuaa. 3 v i 15 vilg vaaloJJl sJjio l i o v j j i i i iJI go^ll 1&4) i l i U a v i l
9
U*
i vJoxiuu aalgJl vi 15 S i vlg) s^jasJl vio tti] vausJl aalgJl U 4 vio v i 5 3 agagoJJ l a l j o cli-oJI s a o vlao
c
IJI
x o li4) s i c v o a i J I l i b i a 5JaJg U saga /jaJI l a 4 ) i gcvujjl aJa vjxi asg ssalgJ v i c voaiJI sauulill
JlsoJl i
s s a l g j vicg sic
voailla
Loajil 8il i c l
SgiJl 4 } U ^j9 vJJ|9 jgsJl i vJgsJl v i o laoiJg oisisaJI J e S j i 5 /fcuttl J e vlLSa SgiJl V o - l l V i l v J g S 2-
SgJl VOA1 B.oJc v l j i i vi 15 l o vil 31 V o a LoaS LvJoi lo | a 5 o a vil UJgs5 s a y v i l * A S vo-i31 51jiil>
vLoi|
&3iA
siili
S]
s^ua^j
5|J|
sio
Sij*
oji^-o
S boaooJI sJaoJ) vij 5Jg s31i3J| e\Lc |4U Jio uiaij Jg3| 85aloJ1 i gbloxo 9 0 agag g45 ^UttJl &o**9o Utfjgo s | 5_JS_J ijiAoJl aLiu3| bgag
9
g4) gL*uJ1 sojaJI 9 siioJI i*og JgJ4>i| soluiLi. alxa^Li 8o*uio 5J?a si||
|4u JAC
Jgx) i tfbloio
jjjgoJl
jA B j g o
^g>g
VuoaJg
3g
U>J VA
9
% U
*u4>J| VoJxJI i
81.
jooi
j | SoJuiaJI
9
sio sio
8Saj>o
alxiJJj i i
loi) oJlxiJI v i | 5 J a
*A<J|
LaiLa
lolg
Jg*4>J|
gi
kS
J s i j C
SjgoJjg
JaLdl
sil5jiAi
|o4S
Ijiij v i |
SAOJXJI
viljJI v*|i5
^ J O A 4>g
|i45g
82.
UVLuaJI
^9
i] SjgauioJj
V i 3 l 9 o J |
vio
PsjMlg
J9-OJ | a | suic
sil5 si|g JLaiuil smc>i3| sig5j s i | B C sojUa si 15 Jg31 galoJ| S s i o U l ] SJAOJI B * s u i*oJl | S 4 M blj! s$a sjgjj jO*J g4> s i L u i S o ^ 3 | j g o J SMiiaJl5 g4> a J | aagj S j u i i a
SC
ill
SoWI BjgoJlg
8aloJ| f C g o a o
sio 3 a
sLia!
B^oMiaJlg
79.
sLoJ] j g o 4 )
a a x J L B a a l g BauJ| soUaa3| Uus 5 j i i i l 1 aL*i3| Jg3| Jg*4Jl i (98) B a g a g * U M I Lila a J I gail| Je B*>L*J] BjgoJl siaa a a i B a g U 3g lm i > siuJo
jO*J] solio s^lioJI so-uiaJ] sio sg4>ioJ| si 15 5JaJg s k i asg oWI B j g o J l sLioJ| s o">H si sg4>sJl j*
jO*J|g suoiaJI s i u sSjSJl ( X g o U j* i
80.
*l
UMS
tf>jM
g| S o - u a |i]gS si| jg4)<5J| sJ5 |j4)|o* sij5 BAJJI siiji 5ja B^jaioJI s-clja31g g l - * J l j 4 ) g a J | Je ^t>i>
VA _ aic viloiillg aLijJI vliii l e l g Jg*4>Jl loio j J i 3 i tfagagJ] V (*o>! i 1 aliu311 a o g alutJlg vigaJ) 1
silg ^ 3 1 1 S a U I 31g1 sl*3 11 b | 3 1 loil >Ua*ll 31JJ| alK311 84) "igit loAS slai l e i ] jgoJl vigai sil b1*3j g a o slio i siSeJ vutJg 77.
slxsJI Jl viaja 1&1 v l a J IjOga viila gJ *i3 ]j4)ga oJoaJLg shanp Jag la 3 IjOga s i l Loil J loJg4a a1x*3ll silg s i l S J l jgoo Jg31 B a l o J t sil 1j ^e* aJag JU40JI S o J * J ] i &i31* vi*ti a & 9 LoJjgO 4) balg *koaaJ1 vlaJ Igoj L viiLa g_J jge^l si)
Iglj so4)iI Se4>4U leilg viUgaioJ] jgoJ "l so.YiJL> e i a l g] a^uiLs jAC loil IgioS s^utiaJLt Bit t Jcg Sjgo loil J e
BJJ'
B*o<iaJ!
*1
Bjgo lio
JOM
U**
^ l
*J s i b j e 1 s****aiJ1 tJ s j C JI j09>Jl 90 Jg31 9I so-utaJI ^ ^ I j y J c sJa>. aJI gog S3L11 aL*.311 ^ a J l t ^Jgl S US sfefclj so-t 311 vi la al v^aioJJ
- vv
SoJxJ] i
SOMA'
jgo 4 ) 9 ft^uiu
JUJOJ!
|4)g S*ajo j g o silga ajo lolg c4j3| siUaut3t SUuJt swua si ->5jJ| sigai s i | Ul si|aio lv>1 silga sigai sit Ulg ^lj>3t 84>JU&J| S o U i a 3 1 | jgo aalg vic sLoaJJ i jlio atj31| sit j4)U g4)g suag a|su3)| agaa a agaU t4)i1g sa|io3)| * a 4 ) sie aalg aJag s ! j x 3 | a g a a silcggJt aagi le *4)a Je s4)ioJt oxtio sjgtj sieJ s i u > sjgt 4 ) !lx3| sit slaij si) S J 5 J suuJg 75.
sij sljrt 1a-4) < * 4>g J92I Jg*4)Jl sla aJag jgoJt *a|a salj jXggJI Jl l4P>ta stj*31 Ulg sJaJl gjgo a fXgg-o 1 1 o-liai Uil s|j*31| s i | siog sjx g4) U 84>a s i 3 ggoJ| Jl l4>|a jgoJl
c
soJg ojgoJU
MJI
JWJI
s a J ) sog 84)aJ1 y a - 4 )
Jl SjgoJt evui s i u sjaJl ioaJUg sjxJl* sogj 8 a 4 ) slglj sioJ giii ai i s i u sjJI JAuig (CggoJl >1A31 * l ~ l 4 ) Jg^t J9A4)Jt s l a i SJ al*u31| siaJ
t
76.
gaJli alau|4)g a Usa 311 -wje>l s a j i ^ aaxJl* aalg |als UM jgoJt s l g o a siaa sifetoiJli agaa* J A C tP^ yeal| SAuaj sJxJti a g a a * sijto Uu jgoJI siJoa |4)J Sa-.|Jl ii|aJ| jgoll si) aJag jgoJI aJi s o i d i i l l 4 ) atA3| a4)g Jg31| JgA4)Jl sie agaa* i*ea
- vi _ 3g
SMjill U p S SJUUJ J O C U>J SWUUJ i l l
sL3|
U>J
sSg
aag
ajj ^Cjj
sJoSiS
J-
sJ |
9
lg
UoS Si|
S0M1V0H
lao i r
si
s^uaaJI s o - i l lk
sisai
f
si)
Up
goi
Og3|
SOJIJ
U l ^loaJI
a| ixoJl
UPI siaj
SjutgjjSjS
S siuuJ sigS
sJJs
SOCg
gil
Sofjg
y} i g 3 | aaJoJI s l x a
jgo-o
Jg3!| saloJI
si|
sJ > s o 4 ) * 4 9 sjlaol
a|*j^1 Jg^l Up
al*3l i-U]
silg
JOJ4)J| S
sjji sil
UPU
ovajuoo aa)g
U P I lg*>jg
sojoail
t
sJJaJj
AUW*3| . j o > l jJ
Jipa s i |
ssioJlg Isio
si]
Jg44)J| Up
sjgl 4) a|*31
s j i a|
sio
a|a*3|
s i g i s i l J9J
sojii
*S4> sils xoJlxil! >U>3| Stgo JJoSXo o4i$A-o Wieg ais 8igrt%oH algoJl I d S g a a 8 Uvuiia ilj 8j1aJl5 a!gJl
J9-O3U
JAVCM
>i
&U
siga* s j | s i 5 o l
aalg o a
'jlo j* >*oJl*il| s i ) jOi; f4 siog Sgaa e\koJb^ii1 i> gjg lSjU * L sJaJl silaJ ljls* **J**M ^M oj 8*3 s l a J o J I s i gJg ljto |*l oaJJ si|5J sJa-Jl >tf si s i ) Vola
a*J
SUM
U
l4>iilaag i sjjjuiJl s-uuJg va-o sjx 4 ) l 4 J 8*i31 sutti l4)*9 8*4) W l 8UaJt4g l4>ilS S>g l o i g J x a j S i goJU. siJilil ,|oa
j4><5>
siUg^aoJlg ( 9 7 )
agaaoJl >lj>l 1 i c l 8*c 8jli<, 4 ) Ufclg 8*4>UJlg ill ^Ija31 4>A Sgio-oJl a a A illa l4>Sgia s i g 5 i olaJIg sjuiaJl 4> i l l 8!*J1 BjgoJl i c l 8jgoJ1 sis 8jgj sojl s U 3 | 8S4) agaa sif 5JSg s l o A l l 4) i l l "siUoi31 a a s i l a J s sJLio agaa^Jl U p ^9*M. V*1 i* lo4) s i i a J l s i l i l l g silgjaJl a a i g seU silg^a
go'Ji | a g a a
j i i l . U i l < u o J v4tU>3| v i l a J a a v i | Ug
68.
v s o i s i vsJgo v i U 3 ] si] J a O j i o g * S 3 | <xlgi3J ia | a a o g Sxig v*oa v i * giJgo giilgjaJIg gMJgjag JI j*a.3| vuiiaJl J) 4>i".
v i o >U3| v i j i l 9-4) Ua
v i u g a,iill *Oa J e 3) gjo3] gjgoJJ l> v*uJ gil |ao v i | 4 1 g i i vJJi v u i | i a 3 | gao voil VMiiaJt a ga aih vio vi|5 U vil
oJl v u t | i a 3 | UoOSi i l ] j W I v i o
Utlial gao v i g a i vi] alaj 3 JaJg >-J!g agagJ|a V 0 - - 3 I a]jiU. 31 Ui-9 v U a 3 1 U .1 al a i i l ) a|goJ] gaog 69.
- r1 vio vil '-i 1 via* voJ |ao vial viog 6 6 . aUJ] i aJl voJI vLUoJ] vi_o vL viai) >Jk
U)*J 3S
lojjg go*3oJl
SS
(96, V.)
jgoJU
V 3 * J
vic
va y a |ao vieg tftJlg Me lili vjkut^Ug vL vio aalg aalg ^ s J J | agi vil * - J *1 jgoJ] aJa i jo'iJb 3))g ipuj^t v)Lui31| gai &*>t>Jl >kwi31 JjjiJl vaJMi^l 0*i vilg vl_ aaxjJl sLui3!| l e
ingn a o 11 VoVuta^l a L o
i vlgJI
g-O
!<>i
loJgog
oa >1j>1 vSlgS agaaJI vigaS S j lolg 6 7 .
g4i VMUJ
BJI
agago Uoio aalg va vil J* jgog alo vio l*ajo vl_j jjxUoJU 84jJ1 >1*>31 9 vlJaJla i
VJMJI
V1*_JLJ gjgoJlg ggJU v*ajoJl loagag JgioJl JAC galla s o A l j i agago loil to U a > J i * o vL | a a jgo Je o\g Usil toa* UJg i * o losjlaiuj U)i1 gJU. voAl] i agago loil Upa lilg' vJxsJI U>) .rf)** aagi v o a A l l aJa aUti a i r jgoJI fcuoi lo-il vuilia^l vi15 loJg ogJU vJ5 vil a** vuJ aJaJg agaaoJI i UpI ogJU. loagag vi la algoJl U iilg^a aagi Uil vL
VJXIU
jgoJ) si_o vLia^l siaxU UJag vLa vija 1 SJ agagJI i x l j a l agagj] )ao* -9-aoJ1
- vi So-uU. v o a j g > j4)gaJ| sigi Sil] jjAiJJ (0090 4g voSa ]s4>9 j3] j*>1*il1 SUJ (9090 S09 gaUJI solja3J siga* si] SoJ U - i l g (XggoJI ^o"*U j*a3| J909 8SU vio Viajo j J 4-u Salgo U>a9i| gU-uJI 94) j4>gaJ| i *il|g v 3 | i jasJI 3| loJ i 3 *i3 u3g4> 0909 alo sio
9
>-J|
UJ JJJI UI9
JUOOMI
ga g4> siaa sio -*MJJ siga Ui] soU9i511g so-uiio aagj Uil SoUsi3) si] jgo ga g4) sia sio 3 Jga4> U U - i o j4>gaJ| a ioJI >Lui3|g
SJKJIJ
jgoJJ
soU*a31 aljiuil i sJtaJla jiAo 8Sa]g U>J aLJI s t i si] siioJI |S4) soaog Jg31 saUJ] * o\u.JI i aJl gaiJI Je a a J | j**i si] gj I40 aalg a J a slo *!a J]
JAA
si] i c | a J a Je g j31
i l l 84>aJl Je /U j**i s i | 3-Je g-9 9 si| >|g4>J| /Lwi3| si_og /|g4>J| J] **i si] Je g9 /UJ] 9 8iaU aJ] soxJJIa a al
o
U>J s|goJl U
SJJWOJI SOMISJI
jjgJli si] Uo aalg sla 9 sj|i suuj il siioJ] ] > S4 it soAuaJla j 3 | i slli i l l *4>aJ1 Je J4I&0 shaMU i a gJU U*ua soxjjjl swuuJg sd gJU t siioJI SMuJg gJlt sii a J | a J a a g so-waJ] jjaU Jl
sS
vijaJl
a'goJI
aaJlg a g a a / L u i 3 J vi|5 a| alai vio SJgo j4 a|!ac3l juig>uia-oJ| >kwi3| vi) sjg gl a Jal vil vlii
*J9J vio viuuJ
jjjjia s1>1 ga
vigia vilg
4) U~l * aagJI
viuiuai
Jg44Jl vLs
vio
jaJlg
UigwuiaJ| sol>31 V | M I v i o
vio viliJla
j4) o LaJUg
UJ aagj vi 15 a | Syo
agagJl
vJgMeJ) agagjjg
vuagjuiaoJl
g4)g vUiJ|
a Ulg
3g9* / A J | vig5
V444JI 4>
SjgoJl
Uiguiao siga Jg3| .ng.naoll jgoJI cdoil va s i u i a Jg 64. Igilg aUJI j4>aJ| vlgo f C j - u vil 44 SaJ j4>gaJ| i joiill v**lia1 s4jl j44l*JI 1-049
V o j i SJUUJ
UJ vJgii
j4>gaj|
gl
*-ak*9 j44l3Jl j*UJ (CggJI j4 vigaa ai* j4)gaJ1 i A algo lilg vil j4>04 U aJaJg viill a J | u>iJl
SJJ
11 -
agagg s^jg^ao agag silagag /L-*31 8&4)J ^^gJ! so* sg.iaoJ| agagJJ 94) vJgacoJI agagJ) si|g sjgjbvo slgixo vi) sjgi U aJaJg &i>4)L
So4)Sag B-9jJU
siaa
g4) sJgxoJl agagJJ siga vil I-0I9 '-Jl g4) / A l l sJgjjJtoJj sic sjdjo Sjulgul^oJI si) ^eJc 9I jgoJL sigjilil aJa ^
t
SjmgmapJl
agagJ]
Ul sjjao aJa si]4)aJ| ) o > vio ftuiii 54)54) sigS siUpJ] *.i.a sio >A1| g4) /-Ul s J g * o sij UJjil i o
t
ia
U5jo sujgMiaoJI j4)gaJ1 l*! UJjil i o aJaag 6 2 . jgo3) sigS sil aJa vio vojJ sJgxoJI j4)gaJ| sic loS )a4) s i u i a a] Bacila 3g si 15 c 8gmaoU i c l wJJooJ! Jg44)Jlg (96) iJJoJl jgoJI jol sio saiu sigai si]
8J3J
sbjxJU ijgj j - j * . i o gj^iJl j4)lgaJ| siUj-! 3 ajul caita 4 ) c^uooJt jgol) sil aJa sJli sijaJU g4)g si|aJU
aAitla
jgoJI sio > sj_4> (ola sLs sii L Je s o A l l sp Jy 11 i aJa jo3| siwi a i s sjtso $utuoJl
W J I
sil j4) /jja! ga sJgs sil aaJl sLj) Log 6 3 . loaJUg Jgj4)g jgol) silg sikajoJJ 4 ) Uil agaaJl si)g a*uuJ| sio
SJJJ
*1
blgoJI
8a_4> s i u 8a_<>
o4)o>oJ|
sil
Ui
1&4) S M M I JSAJI
>uig.MiaoJ1 jgo511
juig-MiaoJI siui Si
agaaoJI ^
s,g^g g ^ a 1 Je
8j*i >ljal la aaJIg laalg agaaoJI viga* sjjag j4)1gaJ1 sil vi*ig Uiog l e a &J 1&4) s i ' a|g 6 0 .
S U
jjalo
vio
aaj*
juig.Mia.oJ1
jjjgog
sio
Je gl Sjg-aJIg aloJl
Je
8>
sli
U vial 4>g
8jgoJla
via^o
g4)
via vio sJ
vt sixJ53aJ1 sioiU) a
8jlio
S44
lia
iti
i o aJaJg so-ui511
-J-e
siUjJI
i
fcoaifco
vajoJ1
U>iJ5Ja
Soa'io
viUjJI
sio
SJUUJ
vij al agagJI i
l9je Uil jgo>oaJ1 vi51 vLoiJI 1*4) j4>gaJ1 s o l ^ vaijo>J1 Je sJ^laJI v i o a i i i ale
SOJUI5J1 IgRSgl
va-oJl
jgoJ! si51 SO4M511I jgoJI Je gJ5)aJ| J e siUjJl i sojoJI Je agagJI i 8aio Sjg-aJIg lja1 sic ^il
8j
lo
JJ
8JiJ
le
lie
si.4)a
5 1 **9 1
61.
J*
j*9
**9i*l\3
58. Vg^J]
viaJl vlgi UiU vjjiig v i j gil viuJ] a a j aJl vi) gjgaj U jiMM9 viaj aJl g i l * 1J| a a j aJlg gqj'j 3 vial A S
UJ
9
3 sioJI a a ^jaj i k
31
i >j
vioay v j j ^ j j l a a viJ gil gs Ogig a a J | s Uo>la U ) - J i l l >l*31 xxoaj | J g4)i ISaJ viaclg
f
tai
59.
g i i t g M i a o
va-i U)il JjjlaJl i lilg" s t i o * \ * * > < a J | j g o l Jl i l l ogoaJI vJi si Jala i aalg a g j j a j
aaJ| 1a<o i lilg vita MgWio jaoJl Jl U>io faji l9 v"iia 11 gJjio vJj aalg g j j a i lilgg v J
jJ>iJ|
UJ
e>l| Six
sUJl
U>
jio
sUI
xl
taM4>U
-oWI vlgosJI x i g
U>
vlgJI i (Xji
0
'UsaJI
*U5J1 via|
*u<aJ1 voixJI A U>|jo viioj \j4>oaJl >|*i3| vlgoS v i | >jUoaJl4 i4><a vL 57. i aagj U U>iog j4>eaJ| i Saga U U>io vilg jiii viilgioJI vio a a l
9
IJ vi| 3|
JMXJ|
vlio UJgoi volo U> olJI vljXI velS *MJ| aJaJg v l j x 3 | vio aJS j*cg v^jillg (XgJlg v&JI (95, v . ) Jxa i
i*J|
S| vJsxJl vio aaia s .i|j *i51iJ| S4> i j4>gaJ| vlgo >U511 S4) jox i UJgos
S
JA
1 0
so4>iojJi si4>aJ| f a j l v i * a J | agagJlg i4>aJl agagJI U A S a g a i l l > l * 3 | sojJj U 4 > a J e g J | >ja4> j u g 4 > a a l g S i l J * sJU4>li slgJI
9
sij
|a!g
54. sJosJlg
aUJI s i e
8 . . g . . t t l 1 BjgoJlg le j O i i l S sjgo*
t
Ug sjg51| j o i x J I |4>J s i l
>o>H
Ij4>lga s l ^Ig-J algeJlg jgoJI s i f e l a o 4 ) s J g o S g lljxl tfgsJli g4> a J l , J 1 4>s a a U J I U l s l g jgoJI Ulg jgoJlg SaJJg s l x i J i j sig.^ a J l 55.
>4J|
g|
aic
Up jSoS aUJI
Ul sfcj&tf) sio
s i | * A O J | SoJJl i s L S U s j j s i x j 4 5 J U o lolg geillg aU*sJlg vigaJI 4 ) i l l c*ij31 siljjiJl gjJc sil leggo 4>a s i JJsiJIg gj|aiui3|g (JoaJ sollg si|a
jjisill s i g i U o il s j x
8jol s i e
^ 1 jjxil)
Ulg j l i l l j ! - U J
l f -
S>ga
vi*l**
>J
l*|
52.
agaaJI s | UJg Sjgo -a**J1 94)9 ViUi<a5)| j* v*aia vio vaJiji (95) Uil vsioJ| s x U o i vi**i U vi|*J 4) via vio U>-1 v o a Uo vi*i vi|ag vloig SgagJj vio fe>g4 4> % v4)aJ| a j | Sgag UJ vuuJ
f
vio j Itf*jV M U J VMaJI vil vi** vilSgSaoJl vjUvil j a o sio j a i i l l SgSaoJJ *WI SjgoJI U o vigii s i l i * l J944)11 vij lS4) v i l i S Jg*4>J1 Je fcoWl ^-J| VjgoJ v j * ->- *JoaJl* g4)g iSjim j4>o* 1*l aJSag ^-J1 vJgxoJ JaJJ vj** U 84>a SolJI >JJ| jgo vJgJto vaaJ vsa5) sil vlosJI jol vio Ua SjgoJI ala* JoaJI* g4)g vi4>SJ1 i 4) vi*a vio Jg*4)J! a l a * v/jiaJl vil vi|agSaoJ| J| SgaaJI uai vi**i 1i4>
sio3
53.
6MU \O aJs vJ|io l4)*Jc 8* a^Jii vi| via* j * vlai*g viga* vs* I9JI9 vo_4>-i| aJSg sUsJI vio j*3 8 * "sio vec| viUti^l S a i 5Lie Sji SJ si1g*aJ|
vil vi^o* S J U a*&* SS aJSag sie ' j a g4>g viU53| Uil sJa |S4>g g4> U vs*j#a vio cCgiJl Je vuiiaJi vUa* icl vil agagJI S4>a vo4)J j*J VoJ vi*a vio v 4 J vj o>
- ir s J i s i 3 sj|* s*** Si)4t^| SoJ {ijg sJo sojjijoJI sj_ie s3g*4>* i g * ag >JJ1 Sjgo* s*|gaJl* 5g*s
0
lilg'
SX*j31 <io SJAJUI s i u u g4) SoJ S*lga* ig* a JoaJ|*g jg<fiJ1 sJa |S4) s i j4)lS a J a i a J a s i l a Jajg 50.
Saalg siutJ
8i| a*r lioJI jg3| s i o j*ia aag* U 84>a J e v-iloillg s^ii <*A11 >JJ1 siUioMil a a g i si) s i a * 3
SAui
si**aia*dl sia*
SoJ
jlillg >UH aag* SJUUJ a J a g slmxJlg sJJ| j*x j | s i j 3|g soaJJlg s o 4 J | U i l ^ l . vbjSllg ^lg4>J|g ljlg /Jg4>g IjUg >U voaJJIg s o o J | j* j a l
1J*J
51.
a J | >>Jl sjuii g4> s i l J]g g4> lo s* g4> s-uo*31 l o r g UaJ ^|g4>Jlg jWlg ->1J| s i | sjgi g| sio s*aj* sJgJI J l j * o i UJ s*Ui 3 ^l*i| slo>l|*5 'sJxJI* sijoJI si*t** s* a J l >A11 gJ* 3 l*lg OjJaJl* Utcuu) Ul viga* si) s*Jc lailj i * o s i l a | s*u<a*3! sojj U s* sojJ Uiui) s i la s i l s i 3 vtooMil s i o gl siog si-o s*joJ| 1*l g4> vi*|** s i | i c l vjgll i a s*Ui u c J l a J a g sju*<ail* sJ* i l l siUo*51|
- ir i c l & j i A e J | /Uui3] vi U>aa i v i S a l il) S|sJ51| vj Je v i 4 ) S j ] ^ j S v i g a * v i | v j S l J | a a 3 liJgS * S g a g aJl il V8a|oJl a a 3 g v4>aJ| j &Ic g4> U vi4)SJ1 ^ j l a U*l g4) i l | vJJaJ] Je vi4>aJ1 s vjgjbg 84) a j ] 3 a 4 ) J e JaJI i u vi) |AJg vljcl 8 J 9 J 4 ) i 48.
foJI jUuJ| ^l*a3J j4)lga Vo4)3i v i a S 1lj*| <)6 1S|g j4)ga j4)gaJl 84)U vSjJU
U v i | vjjjj a s g U a l a j eJlsJ|
] S | vJs*J| vi] aJag vio|5 ym\ vJai a^iJI | a 4 ) via3 l4)4)i5 J e U4)lga vJcg Jg4)J| vio jgoJI Ja (Cjail i a i A a UJ vjx 8\tjC gl 8\j4)ga Ijgo vla ^Igwut JJl i * vi4)Vj|
JaJg vilgaJI
a S g sjg^l sjgjtoJ] sio JaJI UJ vj i l | > ^ l g vi3gj*oJl v i u V9JJ| i viioJI xUo 9 vjgjl vh) i-J5 vJglj vioJ ipuiijj viu gJ |&4)g ilgillg vjg| oxIioJ) >|*u*3| j4)lga vjAoaJ ViJoJaJl vij V M J a s S|g 49. >|a-ii3| v i | j4)o* 8 i | vjgsis Uj4)ga U j & i l s JUigjuaaoJI >-w vio j a j vio 8 i j e j4)gaJ| v o l a - i 1 i c | &ug*aoJt Voi> viga* a J | vJ4J| U9 vio*iuii Ul 8 4 vio S a | g vlgaV ^ l' vi| J U J J I 3 vioatj 3 vjlJl |S4> vlog g4> 8 i j x i ggJ| i*J1 vi l a a l vijauil vii*ui3| vJ
f
-11 UJaxia oaJ| si soaill Jajai *4>aJ| tfS4>Jrg 46. ao^oJI sio oaJIg oaJI i ill aagi il sii| silg U > i l | S4>aJ| 4> o"a4> sioaJtig SoiaJ| vio a-u>J|g
t
.10>
sJ4>aJ| ao |&) siail U o 9I lljrl siij >|o>ui saailg s * > sio toau slog sijgSJI 8^4) S IjJia lagag al i
^ljMJi|
Jar J) i sJIaJla UaaloJ sio aJa sij Jr s L JJgl S9JI4 s o l a g4> sJxJl lS4>g tila a laja* jgoJI aja* Uii saJ| sij s^iil] ^ j i 9 s i u i U Je J944) i 4 ) sita sio sJaJ|jg g t o A 4 ) sita si 84>aJ| Je 1jiilg*4> g*a U M il s i | i si|g UJ1 jUog
Ailagj
sio *goJ|
(Tj
UI9
47.
v.) ssj&o
90*49 UJ!
IOJI
Jgst4>l|
SJJU
si| a o
|i4)
sia* s J lg
a a aJaag, i*oJ| |a4> s i o i t il siaaJJ vJr g4) U aJi sifs JaJJ aJl agagJI |a4> * J sb* saaloJJ
- >Q4S
94) U
l e si_4)Sj| i / A l ! SigS
sJtaloJI b a slile si a J a sio so4)9i U Je sioaJ] >*J1 agag i r 1 Bgag Je jgoi* sil si* l4) sil* sil U s a l si4>aJ| ^ j l a *Jc 941 U o Jr si4>Jl S sio sioaJ] 9 g4) si*a sio J agagJI U*l /-uJ| siga* sio s** |S4)g s i 4 ) S j j ^ j l a ilol agag J siga* sil jc sil II9 *** 9 ^ 0 9 ^SlJl a a s i a i sJala i| jol i a l si| l si4>aJl <a,l a g a g J / A l l siga*
|a4)g si4)aJ| ^ j l UuJr 04) iJ1 sJlaJl a Je sioaJI h siga sil ]o4)aa| sj*4>ag Je j g i * s i | siao* l*l aJi s**j3 i 4 ) Uil si4)aJl 9 eJ sij aJl sJJaJl s w J | 4)o** 84*>ig si4>aJt a j | il] siUgg-oJ]
f
9 /ljiol il l*l |a4)g U)--9il 9 g*Jc 4 ) U J A C l e jgoig sj*|ji sJio salaJ] a a s i a i g4io *i|g 8*a suuJ loo si4)aJl U>*aj* aJl jgo ill vio aJa j*rg aJS s**5jiJl sio gaiJl a J a Je suiiJl a j | a g a g sJ
c
iJio
SJU-S-JI
S3XJ
ajio /|*l *1* sJ* i a si*l*ioJ| sio 9j9*g U)*3 a a s i a i gio g o1 sa& s.u*J l4)9 U)4)i Je s*alaJl
su.jj
43.
111] agag
Si** aalgg sj|o j-Oga Sl SuiiiJl s*|il i s i u i aS |jOg-> J1J1 sigl s*l IJlg sigJLoJI sjgjjxo i c l il f-cggo i sJli U o g4)g so*l Je sila* U!g gOS s i i o SO Ug sio vio* U a g fCgg Je
yoga lio sigl* s lao liolut is l*|g Sjgj sc sljiiio /|*jil| o i g a s i g l i s L /|*juii)1 sio / A l s o | saog vo|_J| ogaJJ Ugg solJI 4>gaJ| sigl*g
*Vo|s silJIJI S4> Uxg sio sojJi U i l U>Ji silaoJl suniiJl a| Ul&4
f
44.
SCjio O Ulg ssato* siut*J U>i| slg* s i | sJilJ aag* aJ| gO siU>*J| s aa U l ssaloJI vijs siall lW> asg sioaJI o - j l s*Jc go U J e sioaJ| s
sj*glill sSo IgJsig |iUj Jlio sio o i l 4>*A3| sao* U a sic soOojJ* sua*Jg sil*JUl a g a g sJj*|J| U>l*cl sju**|ioJ|* sigJgS* il s4>|s SSjKoJl , s i g o C J * U*3 il*jj*g Si|aJl sigoaoJl* ilg sipao sio sJi|i i l l al*o a>%oi 3 so4)j* (Xog soO^o |O 3 sJgsJl
t
OA
O . j l o1j>1
lagago slijS i o Ul a J a g
41.
l e siga* si) 8*S sol,jiSi IjjJjuij sla* s^J SAtaJl s,oa< s o i 8o / j a s i g l * s i l Ul si*4>ag aa|
gjo*Jg U / j a 8AU^I i * o si 8J Uil aaj "sigl* i a U)io a a l g s i l l e Jg-oao * i U i i l | s i g l i 51a j | / j a sui*J s i U l / j a J a J l sil g4> U sajjo' s i o l*i|a i U a J - l - J l s i g l * gl gjuli* Jlaijuil si** |ao)g |a} s i l i l 8olwui) si a a l g s J siUti'i*
8i*Jl* 1 a g a g o
s i g l * s i l Ul 8jgj 8<jJ* 8i| U i g 8-aS s'Ji* (oJl sj* a J l J U 1 s i g l * i a sigl* 51a g j o C 8*ti s Ijilio J U 1
8i*Jl*
lagago
i a g a ^ l U>**g iSH l)o** 8*4>Uio j*g 8j* Uag a a l g 84>a s i o lj*3l l a a l g |auii U|1 s i g l *
s i H a l Ixo a l a l 8*S a a g * si] U a s i c sojJ*g s l { a o aag* silg 8alio sJgoS* sojuiai* sil*JUl s i o j i i l J l s a l i o (lgo s 84>aJl J e si*j*ilJ a g a g o 8il Uolw i o l*lg 42.
jjl-g sjutjg j U a s i o l*lo s i U i l l s i g l * s i l a J a s i c U ) * O*ijo l)Jl s i g l i i a 8a) liljil i o gj 8o*^sJl <xlgi^l ^ i s**a
1*lg U J U O Ul 8*ailio Ul
1&4) > J i
39.
ajjoJ! jgoJI s i g l i si] |J4) j * g d V j l si) si**4)aoJ| | i l a J 1 sapJI l e si* gagJ) si ag* Jclaal*
Sjuial
a
s|*JUl
a g a g o sjuilj ^ j l
il sjgi
sij s i l o l
i | 4 u l c 4 ) i J j 4>aJ1 J e s^isiJi
jgo
!
SJUUJ
a J l g4) s h a Jol J U | s i 11 a | U a a i a l U s
f
gili
sio
g) ( X i i o - o Jl
suutill
fajla
sloji
JJIUJ*
j4) j a l o
*a jo i l l
UJjil i o s i l s o A l l
- .61 ialaJl jaoJI ai la] sii51 aigaio 4) lo 64>a si s i j a iloaJUg MgSXo s i g a i s i ] U)J s j C 5^4) si l i b i g
j 9 j
U *4)a s i o
J]i4> s i o j4XO j i i c
gao* soUJ
s i i a s i o S i i o U g suijJI ^Jo^o s i j s i g j 4 ]gi]5 a ] goJL so4>ojL. lo JaJg sjuiil] a . j j &4*4 94)94) s a l o 9 94)
c
si]
IgiLa s i l
*W
goSll a g a g si 9vut,l slgi 64 J] i^oJl aJa IgSalj] UJ lgoa] asi so4)J j-ooJI J a 4 U L e jloJI ioJsJl sLgLSiJl Ig^a]
jg4)*aJl s o J s i sjostiuii i l l J o a o j 4 4 ) i l l a4 U4) siLa silg l4)J / f i e Vil sJgJI la4) s i o S444 ]a4) s i M i w i g as 38.
U i l silaJL sigaJl v i l a a l (93, v.) s i g a J ] 5Jg sjXoJ] j 4 ) 4 i l l SjiiioJ! jgo51) U "jaJl o i n J l jo51 g4> 4 ) U 84)a s i o 1 s b j x J U 64 a La loil L%el s i o 644oJl g4) L o i g a a SUAMJ] siga* s i ]
&AJMS
soaA
s i l a b a g4) sIc]J) sj* s j x i 644oJ] bgag sj*J1g So]ja51] siLaa siga 3 s> un J|g global] s]ja5!1 6SjloJ| j g o J ] go)
> H 8*>4)J
x-c
84gl<*JI
1 silaJL silaJ] , A I J
sic
s J i u i
| > | /Ua-aJl s j
sita i a
a J U .
51o
I soisO] | Q
Lv| / A
a C Bi|
BXJoLl
solja
5Jo| / A l s i U j siLa
BSSa
|i4> SJUUJ
gilg
jji'i
UJs i l o A t y u )
84>aJ| J e
o-LUa a J | U>J
9
SJIUJS
Lo J e a g a g o s L a
gJg
>4)i| s i u i ,j Jj>
4>
U i l JjaJJ s i g i o J I
5l 51o 1 siLtLaJI b g a g
aia s j u j g j o A o t i g agaga
36. gJclJt
iJ| s i l i | g j a J 1
1a4> s J i o s i g J J
a Lo J e
j g o g4> a o x J l g >j\LuiiJ| ggjJl 4 ) g o A j l b i e B&4) jOJ g o A j l s44>&o s i * J a | a 4 > S g jg'j>uJ| s o l j a i l l 37. jjii sij)
Lo ( o > s ^ j e
i
si]agagJ|
siai]
ajJtj.3 SjgjJl
LUJUI
sjloJl j g o J I s J L b l silg^aJl
J| giela
s i | si siga ud|
Bo|i4g aJ|
s J a sio\
U sJ*
soAil
jgoJI
sigas
4>
ill
siga
si51 a J a a S)
iuiUoJU. siga* Loil 1>J) toJsc s i sJsJl 1 > s j X s i t a s i o gl Jg511 ajoJ! 4J (93) a g a g o agago* olJJ algoJl
Jag sJxsJl
r*i1oJl l4**io4 5 JoJI aloJI v i l j4*a* lo^g 34. 1 galoJl v i o (CgoaoJ) ^io* loilg *LoJ| jgoJI a J a vil
J l
joixJJ
j - s A j
( i o * 5 il 1
lo i | j ^ O J loilg jjiljaJI j g o i o 5J
UJ algoJlg j g o 4) loJ jgoJI s L a gJg U s j i o s i o aLuaJlg s5L511 l e />51 s i o sigJl siLaJ alutsg s i g a so*uaJl s i l l i j i gJ a J a sJog sj5La51| J e /i 51 J l So4iia j 4 C s i o s i g i i s i | Bjgj soj51 s i g a i s o l u t a g > lo4 4 s i o i c l lo4>io vajJJ g > loil aluiJlg sigJJ s i 51o 1 4 Li| s o A L I sigoJ! s i l <agl Lwo siog jgoJlg aloJt s o A l l go j o i > J | J J * J Jl s i l a af sow ge Bals 51g i"S J J C a g a a J I s i | L I U s a J siag a^il bis 35. silg
jila
agaaoJI jg-o| s l a
5 ilg J s 1
g4)
i51 j j c g O > i o
- r agag i VAUUJI
4)
sjlo
jgo
a g a g s*g*Jl Le
loilg
SgJjj
go
SoljaiJI
4)
* > J J J S l i a o s tg | i a j a ag UJ
32.
loil
sigaioJI
si]
loa
S}Uil si| s i * i g4) S4>UJIg {-CgiJIa a a l g g4) L>e sig-i j51| a J a g sa.ui| ilg slt|
JAC
SAOJU
-4)
si51
JgA>11
lo4>o
S t j o J J
g4)
a J | soAJI
g4)
a a j g g aaxJLt Sj4
sila
si j i a ) | A SJJOOJ s^ugMiaoJI >U-J5)1 siL4>lo sLa Ulg jgoJI s i | s i u asa j4>4uu I o J e algog j g o UaUg UjgO
sij4v
33. Uil
Sj*xio sJoaJUg sigaiog sb^utl jgoJI siga a*u|JS siiLaJI s i o 'ja 4> s i t a sio
lolg g4)g
LJ ila
SjgoJlg
> 4>
sialoJI g<o.
f
g> 4
aJl soaAll
^ UMJI
silaJL U
joill a J a a g Sjgo
4)
jLiio
Sjgo 4)
s a l o 4) s i t a s i o saUlI s | a
lalg il s a U
sic
aJoii Loil / A l ) s i l s i o
ia a J | | a 4 ) g 94) 84>l*J|g c C g i l l j
30. siie
ggo
s x s i * 4] s i c s o i i l i loil g9o
c
90JI
lii|
I j ^ L v * (XiLoJI sjut 9 Li* s*a*Jl sig4 s i l gj9,) l g4J1 s j | s i | s L | * 4JaJg sigaJ] a siLojJl
9
gjaJl | sl**J| SJ9I9 sl**J| |&4o 3J*iJ)4J| ^Lu5| i *51| Sig4> S i l IM9 31.
sijI s i * 5 1 v J a J | j gOilj o5J] Llai* sig4 silg 3g U J x i si51 s a x i u t * |oi*<u4) a s i g 4 i s i | U>J s j C *531 LacLw a aga9*9 3 | a *| LoJ 4J si] s i a i
9
silg i a c g o i s i c sig4i s i g 4 t siL 51| sJaxi s i | sclto* a sJLvll4 fcuigjuaa*!] S J > L V O s i c Luig^ta* Bbgag s i ] 4 sJgx* s | 4 s i ] silioJJ s b c Uil sil g j r l i o J ] g*51| -4)g sJic vic salo loigaJ I O X O J
SJ
si*
aic
*l
s>jua i
BQ
ic)
vojuiaa g |
j j R i J !
s i ]
siaJ
jJJtoJl
jal jlj-ii
s-uJ
Axil] iDiJ
loilg
slclJlg
sjga
SjIjaJI
suiiaJL)
aalg
J4>J
>1g4>J| Sjljag SJ
Sogaill jija
sio siUuoAill i
8jAuJl
alsjtiuil
Si* i
8ajaJ|
SJA s i i | g
?
UJ!
sJaii
BJ
SuoxioJ)
C ]xJJ)j
r
S l MJ MQ iJ
sijiai
i l |
5 ioaJI sijiai 1
U)4
^lg4>Jl VMUJ
U 1 c jl-M
La aJaJg s a ^ J l sjxl
si|
sglL
>|g4)Jl
siga*
jo
s i l o l 8<oaJ]
tf4Mg
84>a4 oaLvll
i s i u i Lo i c
a4>
sojaJI
j*Jl (92, v . )
JUJOJI 9 s o
Sla
yo]
si_o
aJUtf) s i u i aJl
SojaJI
SJJJ1
g U ^ l SJIUJ
sio loiljio
si|
Lo4
Siga
aagi sic
s i J suuJ
aJ&Jg
sojaJIg joo
BjgoJl
j*i
lo 84>a J e
LaJI agag i
glWll
'lg4>J| J| jgoll
0.
61*6Q fy*!]
sic
sJaJLtg aUjJ| a a
f
sioJI a a * i o J | 4
sjgsi
IjiU j * o *
3a loil
a a i e J I g ioJI
oaoll
Og
?
*]a6
B a o i SJUUJ sil
gl a * a o J | g O g g o ^ i j l
8l* U Je
8*gU*aJI sola311
Je
Je sJJsJ|
s o i x J j
sJibdl
ja<,J|
- o
sJ Lvutlie l a j a * l i l o s i l vi**i* a si* 8i*g4il o i l l gO i j a J I si**i U |iO sia* S o J Uilg 8*jOgaJ| jgo 8*4*
Je
ig*4) j* 8igJ 8 * o U H * l a a l g
ajaiJ1
8*gUjJ|
U Je
s J | J l sJixJI g | go^uljl s * o a Je
j*XJ|
8L JS
v*jJ U j-es^l aJa a Lb*1 sojJ SusiJj (ajL b g a g * A - |S4> s i o j4>l59 a*U>i j * C J | aJa jol jog sjgil] sJaJj J l >LWAS53| si|*4>U sjjti s i ) s ( a | i a J |oJ Ul i
,li
IJJ
s^gwuiaoJ! agagJj
Ja
s i * * *
aJ i r 1 Lo liui s i g a * oLcli i c l
s i o s L a ,>|g4 siJigaioJl x a j4>1oJ1 s i o s i l a g s i l J9J 8*9 sojJ* sJcLill s i l i x l i - a J | s i c g| jpu*4J| sJgxoJlg ge) siga* s i l g aaxJL sJgjuieJI j* siga*
g l
|*-u|io
aaJ|g
8*4) Ul|*
laalg
( C g i i l *
|*l aJa j4)* a J a a g 5!* aJg* j U a J t f LvutUog U)***' sJxJ)* Ijli s i g a i sJxiJl* jlill
s i l s
o*Ut*J|
a i l a s i o iaJgioJ! s i | g * a J l i L i t a s i i l
27.
f A
Ul vlgjua SOMJI j l a
lagag
Uyi
v i | le
U Jg*
j4>0> v 4 ) 3 i i l l i c l /AJI 8*4)U 4 ) i l vi5JgoaoJ| S J ] i * * J l * 8i*** 5a,j*oJ1 /Jl U)iL aa.Jl / J l vilaj&oJl 4)ga sa*i Uil* i c | 8LU ' J l 4 > viuJa S J * J | * i l | si51g>aJJ UI9 24.
sigii viuuJ /|i siLi si| sJ v o j C | a | S**J4J1 si|a 8**J s**51| siLui511 4 ) siLuii51| 5 g /LuJj 3 s*oJl 8*4) U 1 |aal Lu C g g * J | g 8a_> 3 vlg^a-Jl siga* Ui1
c 9 9
s4i VoJ gJ 8*i|aJ1 si5Jg.oa.oJl j>51| va51* sj*i i c | 8i*** iajoJI / J | - 4 ) 8 * i | a J | /Jl vi Lili 51 vLi / A l | 4 ) / J | 8*4)U vLi Ul viLcgo^oJI
sLig 8*J1 jLt&oJI vilgjaJI 4 ) iVo vilgjaJl 8*4)U vigdi /1*5J| vio / A l vjgxo |i4) v i i * 5] i a jXoH ( a i j i
9
25.
*g
lalg
s j a | vio U)* 1oJ|a BjLioJl viLUiJl |gJa| Uil s4)i5J s j i i l | 4 ) viLvliJI i l i vil Vo4)J solut* 1 83j*oJl
9
sii51 8^4) siLv6)U vls U)4 ^Ig sS|isjoJ| 8&4) j4)lga siLvJl 8^4) s i g i i s i | SojJ | a 4 ) Lb*| | a 4 ) siLi i o
Je loe vjoaill o-jl agago 4 ) U 8 4 vio 83jloJ1 Lo* (92) tox* VMiil] jajla i l l /l*5ll *t*3 U 8 4
g*s s l * s s i 4 ) J ! s
soLuJI a J s
W*M
9
sSSal | s | Ul*
22.
Uil* s*sail| J c
ill
laJl sljcoll 3
9
UjiLcggo s * u | i a | | l 4 ) i | e g g o U > S g a a i S a g * i l |
aJsJg sjC siUii]| 3
aJIg ssij i
siosJ|
sl_i-e
Ul 9<-ij1 sjgii U s i ] j a j * J |
sJel s i i | g 4>gag
aJSg
agagoJ] s o * J | a a g
Uil
siai
23.
U)j* 4> s1
i*J|
|i4>
4)0*
|i4>
si| ailg ja
la4>
si| |a1g
20. ^
a4>
goJI* sigJLill a J a
gl Juig4ia-o so|ul 4 ) sita sio lovaaJi il] salgJJl siL Jag JgXo 4 ) sia siog u g ^ i a * gl /1a| >|ja| |a aaJ| siLa | a | |j|g Iba siLuL* s.ijagagJ|
sJ4)g sja^oJl i
'Ijal
a4>
agag agag Ja
Z6
aJa sio sjgil] agooJI siLS si|g Uiagaa sljxilJ j4>gaJ| j^o I sjgi agaaJI a
jOU
21.
si|g j4)gaJJ soaio cCgig ilgl aag* Loil aaJ| si| j4>*
JJLUI
agag
lail j4)gaJ|
y>$)
J| U>i*u Lfiaa a
j a r * SMUJ
vjqis ( X g
OfO$U. / A J | *4>lo s j x j sjg g4> sj*s Ua a a J | s i ) siUeJ| &xUo i sij* aa i|i volg Lo* U | **i|aJ|
sj*J|* s i o g si|aJ|* s a i o s i j s i o oJo^a-oJI /Lu*31| s i ] >lj>! 4> i l ] si3Jg oaJ| LxDaal s i j i o si]aJJ* L si|g o
/
a g a a J ] Loio sJiU i l l 4 ) BoL og <xggoJ1 j4>aa <i3lgoa-oJ| j4>ga 9 siLcggeJ] s i g a i s i j i]iJJ sjioJJg s i x SjLvo Ijgol s L l a| a a Lalo sJij* s j u u l a4)g
j4)4 <4)aJ1 g a o s i o jo 311 slogi U 1b4)Jg b g a a J | j4)ga s a | >|ja| s i l g a lo*Jl jUaJ| solaj31] si] sJeJi j-*"U j4)gaJJ 31] i J s e J J lao a a g * s ^ u u J g lo* sogii loio 0*9 loaa i a g * | - * | s 1 x 3 1 | s o l A ] si31g
]OJ*X
19.
s i o Xgoa-oJJ ! - o _ i s j J | g j4)gaJ| s l ^cgoa-oJJ 3Jg 4>aj| a4) slog a x * si3JgioJ| si3)ga s i e s o j i i &*4>lo sjjj*
J4JO*-J
L Je o
SjgoJlg
saUl
aa|g
SUUJ
sita j4>gaJ]
ff
c
17.
Jg-o a*agMta, Jl
0
Uil to*8 aJ|i4) jiiJl si] 31| jgoJI J g i | g blgJ| xlgij sio ovUaJLtg j**io agagJ a l i o 4 ) sita sio siLa ^|j31| sio a J b i sj*a U aJbJg uiill a l * o 4 > si*a >1ja31|* slgJLa 61\i4> siaigc 4>aJ| g a 4 ) sio 8awui|aJ1 toJIo^U slaai I ,1J31| sio aJa u g l Ija 3 il] 1 alvo 4 ) lo 84>a sio to*a jiJl li4> Ulg soJxJ| 61* a^lJI ^|j31| sio toaaJ* U aJaJg j^ga g4> lo* j4>gaJ| j4)gaJ| siloli s i | ] j sia li4) siaigx 84>aJ| 8a4> sio W>* ^ a i * i l l 4 ) a!i31| s i | 1j si gl JWaLvo 4 )
3*9
l e ***oJ1 s < J x J | gl solxJJ l a _ 4 ) si*4)ag* si*l Ulg ^ 1 * % >lJl sio aillil) i g - j j l s U s U sil j * s i l 61*s ^ 1^4) o l e aa | i u u
sluta>31| sil si*** sil V i a * sut*J **J| sJ*J| s t a f o aJ] g4> soJjd] |a4> s * a ) o si|g j g o g aU si< aJgo slglj sio aic u*iai* si** al6 ]*& og&ag sil*** slai solnJ) |a4)g ***oJ| s*JjJ| i c | S2* J*J1
C
18.
- fr l4Vb*
aag* s s * aJs
siog j4)gaJ1 i
agago
s i | **i a so** l e j4)gaJl S tfagag i Ualo jjUaJLg s*Slfe9 j4)gaJ| siUiS4*u*| sic Lb*l s o a s i
xgoJ| 1a4> s si|s 4 ) | agago sla silg l o |o*|g ^loaJj s i u |j*ia is31i|g lojgc }
|a4> s i f s
j4)ga |1Q> s t o 8 i c s o a s i aJ sJoJ| s a u sJoJ| sita si|g 3 sol SMig^iaoJl 4)gall |a*oJl g4)g sjls* 1 agag agag Li silut U*3 lila ]c-a j4)gaJ| s o - i | si| s i g i s ( o > H ale 8* j&oJlg toj>l s i l 31| si lato l e
16. sslou
sloa* 31g f X g g o i S M U J a J | 8*J| jloJ| soAJI ga) s*aJg4J|g sil*ll|g silgiallg swulil| solALa p C g g o l e |a*o sic soaJl sl*a* s i l il U l^vlg jlaaJIg U l e >UaJ|
sisJi! asg
i l | 4 ) 8**jaaJ| si| 31
sja Ulg j4>gaJl s o ^ l * s s a j a|x*31| s i | |g|j al**311 Jl sJa pagetuaJ) slag lagoA sio4)gi | a | al*j3!1 j4>Jga osiJI sil Iglj ( 9 1 ) osiil J | ogoaJIg ogoaJl Je 8*alvo 4 ) 8*Jc JgoaoJl 8i|*J s i | |g|j sigjlg
js|
- tr
a
s a s i *lc S o a s i j4)gaJ| sl> j4>gaJl sijls* si) s i * * s o a s i l l s i o g a i l | ]ao J s i suuJg 8**>*o J e SU^MJ] siga* ^ J | s o a i l t J sJ* a s si* o s s s l j e 3 1 | J e si-o ssjx:| j4)oaJl s i | s SjXoJI* siga* a J | g si|ojJ|*
jLvoJlg soasioJ) sj|s* ag s J e sslu asg s j x J ] s a J | | a 4 ) a g a g j* a g a g >-Sj|so so-a li) s i o U U siLa" U J e so*J]*ill r U o J
( c
g g J | g O suigiOoJJ aJa j *
a*aoi
aic
i c s o . a s . i<n s s ^ j g c | i > s
c
a g a g 1 Ulg 14.
agagJ s*Lvui31La lo** siga* i a s**iji* a J a sJog 8*9 agago a a l g i i , 9 o s | j4>gaJ] 3 S 3 X J to* siga* 31 i a jis* lo* si]*
s i La a l jOgaJl s U a s i U>Jgl s i o s i l j4>o* i|s soaJLa 31] lilao sJ* 3 l*l a J a a g s o - . a i 31| s*oa sJ* 3 1 1 aJ 31] r g 31g S V U go U 8 4 s i o so^oaJI a J
laog si*31|g (JtgJIoAgi* 31] sj]xsi1 31g s l x s 31g siLaUJ] sJ JgSo a J a a g ***oJl sJJ] s si**i Uo j4>La Ja
f
ss*aJLa aa]g 8 j i siLu] loio a a g * s i ] x o * s^ulg s *a]o J e s o a s i Uo*a31 j4>* S4i*j ils si*31|g jOgaJ] 9 a g a g <JWi!| si31gJUll s i l slgiJl | a o s i o y lg 15.
11. sLfig
J s j a J l
S^UMJI
1sL
* l a j t c sila J
Ig SMtgMiaeJI j4>gaJ|
Ulg si]*JaJ| sJ-oaJLig Sjulia311g |gi31| soJI Igaljl Igila s i ] ljLio U vil ***4J1
S JJ|
0
agag
agag
li< s i |
|gJ|a si*aJ1
i si**i
aa siLuiguiaoJ] i a J ] siao* 31
sJLvo
a**JJ
s i ^ i a U-uia
siui U
13.
ala311 x U a
sio ial
Sil a x * sj**iiug ljx j t j o o L i sila JaJg ->LUAS3]| s i l g a lagago ]u siga* s i | sio j a ] sjuiLI 31* siga* si]
suuill slc31| sio balg 31 S i |a4> l sio a31 aa
f-
agj U 4)a Je U)aa i lagU 8^ia gl soAl) U a g b a UiiLcgg* sualial gl soljell siLcgg* s o l l Ja a a a lagU s s o g J l aJb sia* sJg
siLcggJl sjLvuil 4 ) i l l si31gaoJ| agi U 64)a Je jila 9 g siU>i31] i lilg Ja slL-i-o U)agaa i sio aalg sJaJ sil aJg U jlbiU ga sil silgjaJl sio
SKiJl
soasio S4M9ill lg SM91| silg 8C ajjio al** 3 1 si] 1 Vdil 8.4*4J1 silagagoJl 9 1*l 4)0"* aJaag l4Je c*a<>a 4 ) 8b4)g 1 4 W 9 so4>gii i l | alaull Je j 4 ) g a J | o!i1 sio s j
c
saio
sJ sil j4)gaJl S O L V M I I
- n9 ^1 gjio s j * J | glg 9 o si|g sljX311 si31go "sio *s* sia31 |4J JgJ*g j4)aaJ| J| U>agag a>
s
Si] sJgSia Jgo Jgo 9 61* 9 jo311 s* Jo| s31iJ| si31goJ| a a i agU j4>gaj| si| s* sio j4>0* a | U>agaa sio s i t * 61*9 gJg *gJlg si*311 4 ) i l l
f
rKgJ] 9 jo31| Jag siLaoJ] Jl S^JUOJ] s>uii si*311 i U)io si]a Ls sJxii* s i | g sjxi* si] jjjgo Ulg Jg Ug si** a-J 9 jo3)]J 4>gaJ
S o U l 9 ]4>io si La
s*aJlg s<>aJ1 sJgo 9 sJLaJLa U>* si La J La s*J1g Loil soiJ] 9 sjxai* si] s i ] sjxi* si] sJgo ol>*g siga* Uil s*aJ| Ulg oi l*JLa l4>ga ];*] siga* s i w t * SQiiiaJLa' ljc s9*aJ|g soaJ] - o i l l ^ 3 1 ] si3JgioJ] Ulg 8.
]4>agaa 4>o* SAM*J s i | silg i la ioJ]g |311g Uagag i S j i i i o U)i| Ujol sio si** a j4>gaJ| sJgo Uo U>i] si** U>*9 jo31|9 89|311 lgo Ul j4>gaJ| Jl oaa Lcggo U>1 g4> ss*i*J j4>gaJ| si] sjLai si) siao* 3 1
soiJlg s R J L a si31g9oJ| JJLUI U J lcggo i i * aa sJ* > si*31| S si*agagJ| sJ3jui31|g sgJlg so5J| i agagoJI U>i] s*j sic U)jol sio j4>o* s*aJl Jgo Lo*! aJaag
8C|iO
J S
s i g a i Je ( X j 4 lo jj sjjia loa s j n i m j vo'ioJ si4>aj| aa^uii silgg s | j L u u g SiJj] 4 ) s\a si le vil Isla 4)4 solJI s J L o * i i 3 1 | 94)9 oJxJ| s i o Sjjaig Je JLi4> s i i u i i l l J9-O31| Ji a a g i
SJOXAUS
SJiUjJ c l i o
Soluii
6.
8i| sjgjji 84
S o J i i l l
9 ^ j A i l SJ sJoxiuJ1 sLgla^ll
s i l i o sxlaJI sJo^oaoJI s i ] si3SqJ| s o fia a sLa aa soe| si|g si|ag 8ij4>lo j4)gaJ| s o u i sio sjJ s i o 31 saiog Ij4>ga
UOUOJS
saje s i | s j j si4>lg lula j4)oaJ| s o - - i u sio sjx i a a q j Loil JoaJla 94)9 84>lo 2 g *J j4>gaj s * J loa 1 (9090 i sl''j a J | sil s a a sLa aJaJg <-Cggo Soxlg e 9 o Je sJLi a J | s~i| j4>gaJ1 sha'g
f 9
oJI sa4)J i l |
siLvlaJJ
sjaJIg soaJI i e | aJ|i4) s i a a e ( 9 0 ) i l | sljefll sJxai silg s j j t s j silg S9 *gJ!g iog silg sa|3)|g
c
sJgo s i | sogoJ| Je j4)> !a4> l4> <*g 1a|g 7 . aalg Jl l o a g a g i Sjio j j g Uil^a 41a 4>gaJl
is-Sg
8*i]<aa3gju)
sig|j
Jl
So4>a|*3i|g
sitgin% ll
0
slsiig
31g s a IjiL)
Stgj
s33JgJ|
S M I LO*
loxxoa
SOJUII
ia
S M J * J
SJLUJ
Ja s J o f sil Jl
aSS
goJ!
jaiig
agagJI S S 3 i
1)J
oVuiai S S *
gosJl
s i o I J ^ j a J | 3 Ja S U A * s i | J | l o * s s l g s J I
SoJxJl Jao
ailJI
JfcoJI
(89, v.)
1.
i l l J M X J I si31g&oJ) J e s j s ^ a J ) Q4) S i o 1i4> a o A i cJeLioJ) 8a_4)J XggoJl SwuaJJ ^ ^ 3 1 1 Jjio s j j x u g j a s ^ o 1jiui]j Swuaxl |4)xle agagJJ! sJ3]a si) s i u i g 8aalg eLvoJ Lcggo l a s i l a UJ J a i J a si|
j i j a si31goao 1*4) s j g a j s i 1 3)9 geLvoJ) 8 & 4 ) 4)9 x o g 8gsJ]j 94) lo io agagoJ) lxlgj J9) 80-i s ^ S i . x)| Bxi)aJ) si^goa-oJ] s i J a te J j sJxsJLt 94) L o
SJUUJ
si
8 e | i o s j g l j sioJ six
2.
9) l a a l g Lua m*}] si31goJ1 s i i | J J a s | g j J4>i3) sijg sil U)jji9 l4)j*l*x a4Vu sjuaaJlg a a l g sjuua s i a i a i ^LoiaJ! v i o siLu s i o SX siL
sigj* l g i l
s4)Joli j i J a Jl s 4 ) a l s a J l s i J a a l g
agagoJI
sii|
siog ag
sJJ|
Sg l e
sigleai lilg'
sowui) | J ! sJo*
aJaJg ^jill
U P O SAJ*
i]]
siUto^ui3]|
le *6
BJUJOJI
U4pUiio.11 S o U i a 3 1 | sl
slgi
OJUUJI
|| *x*4oJ|g
o l g jgoJI
s|io|
t*** l e aloallj
U)ic o j 3 J J | si1o>il|g
aj4 Juca
Jl
li4>i1
a a|g
66.
(XjMl ^UJUI31| a l e
s i a i |^
sJJ1
rf tai] siloaJ| lilg slio tfgagJI a4) s i e aalg* )4>i1 84)a s i e l4)*Je sJoJ loil l4) si] gayiill laxo U)J Jg*4) 9) gaiiilJ gJe]s s i e >>J1 sJai J | 1 o J e sll* SA*i\-ui31] 63.
**j31i s o lua 31| si) slgi 4)aJ] a4V9 jgoJI 84)a jlu siluao*] loail sj31]g ^IgoJlg jlillg ^W) 4) i l l * a J ] J e S4tjiui3]1 sll* a - g xajoJI soluia311 a J l >jaj] s * l a o l a J a o . le J e >A1| ^a sll jp| >]xu>31] silutsoM*) 4> slIaJ| s i | ]*l sl]S* ag Ijai 31 silg
lalfo luaSul
|4)I l4)* j * s i o 1j s^uia* &jaJ1 siga* s i | a l g4) xla ia] ge) lo 64.
s i | s i l o * 3) a J l J e J1JOO311 slj* ag sija-o age Sil sjgi 4>aJ| a4>*g j | 9 .a 31g egi* siga*
c
eJ1aiui31|g geiJlg Jillg aUJlg sigaJ) 4) i l l o*j31| 4)9 silajaJ! a4) ]a* 4) i l l jg-aJl J e l*1 sllig si31 lo**** l4)i s i | i lo *ol*g 8***oJ]
SMI|*
sa|
84)aJl a4>*g gil| 1a*i luii o - i i si] a l 4) *J311 sigix* l a a jpu*oJ| s i m i o a - sigjg* 1x4311
<X<JUI
HJJ
aic JgJ4)J| 8jgo U>x si ilxll (89) sjjJlg alaxiu31| loulc j31l 8jgoJl
84 sio sjaoJl >lja| si) sjjju ajja pCggoJ! s-! sigJ|aJ| s 1 1 84>aJl 84>43 M^joJl o < 8xaJ| J* D 8gagJl 84>S Jox4)J| s<>-u| fcuje Ija 3 iJJ Afr^U 1 HamiaS) a Je^J s>ui| tojJc sj|jb ill jQO |_4)-i~o- 8A.9I Je lo| sllai jO-aJlg 61.
8*1311 S-O|JU>311 go U>iog Jl jXC 4>g 4*luuJ| so Wia31{ Sxwii 4)3 siglo^Jl solua31! 3 0 l>iog sjuigill 4)3
U>if 84 sio 8*J31| 8xwug SxJI u lol 84 sio O^UuJl soJxll a siui a la4) si9 |4)J|aJi sio jtjaio JofaJ] xoJlg 8axaJ| Je 8J3OJ1 sJJai aag
JUXOJI
330 sJoiii 84>aJ| 8a4V3 (ajioo 34) lo* jxo<>Ji U>aaJ3 ssu sio 1 V 3 >lja31| &o>>luoJ| solu31| 4 U sio H a
JJ3
le^olg solgll
a'3 sxuaJl 8xle slli U sl Je sJlai |axJ1 62. sjjoMt sj4) so sajaJl* AJJ a i u 8io lo Je sll 8io aga* a J | l e |axJ| sJi ag AoJJ laxo 8a 8X9 laxu SoJ lJj 8il soxUill SIS so /Jl s i g l jgju lo sJSg sJ4Vui) go) aJl Sio s L 4>lii sJilgill sio
t
toba.) W i
Bgag
J e siJJlsi j | i o J | s ^ a i i o J )
9
58.
Ul oJag MjoJ| i
SeaxoJ) i j i l l g
viU^U ^ S a * o J |
agaa* laxo
vio
si_j|_i_j|g
J e soaioJl sjji
SJUUJ s i j
aag
a J a sa|c31
i*
Uaio s i j U sJi
I * l|g
SAUOJJ
59. Je
aUJI 4) i l l B*Jj31|
il|
slui31|
Je
sj|jb
ag BtJ1g
U>io
<-og
U jJ
xja U>ieg
SJ*J1J
U>iog
U)ie a a | g slSg
BO^uiu
jWlg sJclJI 4>g -J| sic gajl ^4>9 J93II JgJ4)J| U-o siiljo J e Jg*4p|g 60.
sUtJ)
sJ
Upa i l l
Upa
BjgoJl a a g i si
Boajg
J9*4>J1 j g o
BjgoJl s j g l a
U llg J 5 I I
sJoioJ] J e sJlU a J ) 94)9 s j g i l j s i j J l I90.I So4>] Je Ola* a J l 94)9 X J O > J 1 So-ila i l l l g sJSJI se*itt
C
8*8*aJj 8 4 s i e J l 8*11 So*ttil l e j>JJ S * J U ] J J e sio 8Jg Se1*3)5 sil ^JgAi 8 4 J ! S4)J9 BjgoJlg
s-uuJ le J e s J l s i a g s.o4)a jeljg s o U a l g C UJgSa M > i l l i J l S J a s i 15 silg 31l *jui i *oU 804U l4>-il sijagageJj JU S s j g i i 4 J } 8a4Mg
8 i l i o j4 siga* silg s x u |4>au ^jo 1j>1 &1 l e e soU 8i1 sJJA S J J l 1S4> <*+ siga* silg 1j>31l siga* s i | g 5SU40JI4 oJ lagago
3) 8 0 i > S J ] a - J a
*cUoJJ jge311 J e s o l i
84J1
8ae> 8*jH
BiliJi
54. lilg
| S | s1SgagoJ| JS4)
JSJJJ
l e iXoJI
sli ag
&o|3 sj|i
S j i j g sofc s | S a g
ill
'k*31|
&uii jl*J| jalg
sjgi 84>aJ|
a4)ig
vM-oj-S
4>!
sL U
g4>
31gJxo
g4>
c
si[a a)
SiJagagoJJ
|aj
*J
g4>3 J4)Jlo
sla
Je
SoJUj
SoUil)
SAuJg
55.
so-uioJ| tf1
soAiaJ|
^ M J S J | g4>g sloieJI Je Ul
SJ
Je sj|i JaJjj
*J
Je
|a4)g
SOJU
Sic toau
&|ja31 U UfiSaj
IJJ
- nVS4>9 Ja | j si 1j
VAMAJ
sojoJt i Ija
ill
s*alg
Jlli
SgJlj S g a g o - i SuioJ
sUoil lajato Uo)51ag 8gJ|j U salioil s a l * saliolg solar 51| ssjiol s i o U)iaJ S o a c lo g4>aj gJlg siilgSoJI a l g sjjaiou U*9 aaga s i l U sgastoJ| siU i l |
8g
so-aii g 3 lilgg U J al* *ag| Je 1 J | sljju > j g j g) io Uoa solae^l saliol soUail swiaj lo l<Poa C J J J | exlb Je giM
3
53.
sofi sil soJiiMioJt oaJl a slgig sijoai % sskj aJaag 4 a a x j go)g siloaillg salajJl a sia< sila a! s
Saga SuuJ
s i | S a | s * l - i S i l So-uiaJl slgi
slgiig so-utaJI U>J| s o - i i Uo j3aj alx! J | so-ai J| s o . n a i ) oaJl sila ) soji sil ao-uJ1g a J | i
f
a Uo aJS o g J | g sJgJI 1 c
J e g 8l siluii) vJxaag
JJJU
50.
8Jg4>">->
<J*x&u* ag s - j - a - J I
sig*ia4>JJ
Je g j a i s i | sigjgi
v i o v t j 4 SgJI so^ui) U)iic s l j i loi| tola 8&4>g S*4- aJs SgJI s4ii| J e
OOX&UM
Jlg
s*4'J| SoiaJJ
toJe sJIi iJJ sgJI 4> sa3g sJjtJU asu a a g j si51 SgJI souil |a] sgJI vil SJag toiJx sJa lo j a l |J U a >g Jg*<aJ1 U v a s i | aJag silogi si|aloJ|
SOAUI
toiJe s j | i Uo U a a e
SJAJ| JC
sa)4
sj|i
Uil s i a a g
l i l g a J a a g SgJla U s i 4 u l U>i|as |la v l x i swuuJg |ala*i*l sJ s i | s | i x ^ J | J e sg sJ s i | , J | to**oa i*J] 1<0 j4)i J&ag 1aa 1a4>g SgJI* * U / J l ^ | j a | s i | sj| ag 51.
s a U J | 4>g SJfljall v h s i o i J | >lja51l Ul *aHj J e >lja1 s i i l a i o Sa4>g S*oaJ| v h s i * i J | Ulg B j g o J l g 511 ' J l sJxJli s | a l e g s a sg s i i | a SgJI
SOMI)
vlo U)il
s i | S sgoU gl S 4 u
to*
sj*
JJ>|J
U>ilc
- r j*JJa"
sli9iiit ]l 3
0
sJ agag sia*
|a4>
(o sigl
aag. sij iUu U (CggoJI S bag* 51) siljiJIg jAsJlg i sJgaJIa s* aagi si) U>i) ill sJ'aJl Je sJb* ^iJ|
i
sai
lae Uo s^axJI
S*U|
U>*Je
9 lilg siLl* bgagoJI i aag* sil S ; U ' J l lo Jl i baga 5 1 toiog a*| 51g siU 5 sil s5)51) 1 1 a 5 Ul sljoJI lilg segi baga s i | sil 1 S*s aag. si] Si1 U 'Jl 9 aag* 511 U>ie9 sJle 5 sil *oJ1 lilga" jal 1 iJl sgagJJ sJ*t&e Sgag Je sJl* sila j**J| Ul siog gil|* j* si-og aaxll* j* sio
(
48.
gg4>
;
U>*Je sJl*
si51aJ1g (eggoJI* j*g s^lioJli j* . g sjuaJIi j* S* ' * sJlag saja* j*l* 'Jl si) a a>Jl sJl* ' * s|g*g ' * sJla* sJloJI siga* si) s^jJ* aJaJg Jl sojuii* agagoJl si5)g sJxsJg SgJI 3 49.
saja* 4> U S-4>-a si* U>j**J sajaoJ '|*5)1 g sJio 8*i gl s x * a (88) gJ| aJi s| A$** U>j**J **< (ilioJI t> UaJ|*g j** sj*iJlg "siwuu jl a .,11
(
aja si) U>i| i l | gJl Je sJ)* U U>ig sJelsJI U Je sJ|* ag saja*J1 gJJ sJ*lJl 4>g U>j* sio sejioJl sie s**j<al! sJoii lo>g saja la** S3|a i
- n
utitiio l4>x5llg 8*gU*io l4>l*!gj i l l ^iuiJI l e S4)lio s j 1 s i | g a siij |1 8 ^ 1 i o s<>Ul sJlig sj|55!| 4)4!'i9 aaJ|* BJgU'o U9*a*d i l | 4>g slwgUjio sijoa| a a l g |451I*SJ| jgO i l | l e sj|,g Vstil sla) U4)aa1 U 1 c l*1 sj|* ag SjoaJI l e sj|* ag soa sJl U4)aaj sjjjeala' j51| sie j * a o J | si) lilga* siJoJI al a j i i i l l 4f'Jl s o o j J l g sJI S** *ij51! sslio51| l e ] > sJa* i | S51JjAoJI UI9 44
S
46. i3]
U)OO^UJJ
Wije ag sj%cJ1 s j j i a s i a a e
sijlJIg a|a511g S4JMI9 8*agoJ| 4>g a.Jj-i-4) l e sJlj a s aJ| so*| si) 5 1 soaxJjg 8 -a 1 -o -Ug 1
5JU4)
a|a|
aa|g fCgge
8a4) s i o sija UJ 8j1*'iui511 8 4 l e a t a ) 1-b-*1 sJxsio gl U>J lela U>i| sJio jjjjji |o4)i** s i j a gf
SAUJI*
S$51i al|i4) Ui-io aae aJ] sil J S g a]|4> s i a a e aag sil si1 U 'II s aag* 511 U>aa| s sjial siao* s i | o sie 8l aagi sil 8 i | ^J| <%J1 3 si Sil iJIg o*JJg <xloJ| sJe sJiiwioJI 3 sJ s a g a g
Je si* g4)
9 j-oajj aa|gJ| s > > si| sJxi sil **i*9 5Ja j*eg <*1 voUg sJ5 U aalgJlg sj|i31| aa|gJ| s*alia| tfxjjl sJgoJl J5J| aa|gl|g sjuaia sjuiia 9
4)4JUUJ|
slg^lg
a a r l c^u-ea Je 5 J 5 gl *|ig ( 8 7 , Y . ) sj>i.s a J a si* Ii4> sJJjb g4)g4)J) * sJJaJIg j**l|g shjillg 94>g4)J1 44.
tfiog aa|gJ] U J e sj|* i J | siU)aJJ a1o si|4)a Je Jga siU**l bJ ^ 1 5 lo 9 5Jag aaJl 9 g4)g4) lo >i Je s l a i o vJoaJltg aJJ| a i e gj] g4) aao si| Ul s*| 5il JiJga egiJ|j 94)94) lo tfiog sijioil*- aalg
c
]a4>
si|
U J 9 5 SMtiaJ]
MUI-OJI*
g4) s-ijJ!
|S4)g tfJ5 5 J S tfJiol siai ag sjJUg (CggoJUg elioJ] tfS4) agooJl 94)9 si|aJl U *o* sio tfJ5 lo siua
S*M4J| J5S
loil 1^4)9
SJXJIJ UJ995
luj/a jliugoJI si 15 sil s j e laj tfJ sJi j4>9aJl sil5 | a | ^gill 9 94)94)119 45.
tfJ sL tf**5J
- rf S i u i i a J l
a a l g g4)S giJ)j l a a l g s i 15
f
U s!5g
a*. tfiog
a a | g J | ,Jj)jJ|g s o l i l l g
asg s i | a J | i a a l g U)Jc sJ|. i l | i!*Ji x * o a :4)S si| |ilgs5 s i | a J | j si| U J J | S O 9 sj*J|* a a | g J | sj| |a|
8J*J
lo ' | J s i ] 5
sjC
jgoi
sj*Jl* s J o a i 51
9
* J t
aalgJl sj)'i ag s 5 Je
sjg51| s j / a a s i | s i u
tfc|ioJ|
tfao)
s sSjS
s i u g j4)gaJ| sania j j o l j g s i | a g a g J | S M t | i a | s i o sjoaia saJj sil 511 s w a s m i a g) s i j a s i o tfSaJ* lo j*c i sjg5l| aalgJl sJ5* s i | sio |a*oJ|
a a l g 94) s i t a
sJg5J| J e 5 * 5 sllsi aalgJ] soil s i | 5 5JaJg agago 51g| 5 J a s i o s i | 5 lo j a | g suiia sJ5 S s i n 9 > o l | j**J|
0
siga* s i l
Uo aaxJl aalgJlg
a a | g j | SUjJlg aalgJl siluii5)|5 tf*o5J1* Uuio jgoJI Je |4)g jgoJlg *o5Jl> loiiio j*r siga* si) l1
9
lJgo aa*J1 sit j4)gaJ| j j 4 ) g a g sojJ1 9 sjC 94) aalg Jgo s i a i 5la|a si^ soJg j4>]gag sljel sie sj|ae Jag s a J | Jgo s i a i 5)|a siga* sil sic 5Lb s-ojJ a j4>gaJ| Je sJa* Uil Uj i ljlg sJl J* 511g s|je51| siai j4)lgaJ| siga* s i | gcg j | sj|a> aaxlU a a | g sil g*J| W J | sJ| a sjgi 4 1
JP
U-ijg
a i C jiSI |4> siuiujg jIaieJ] >1*51| fJWoa i sljxl jaJIg aalgJl i sJgJI Je selioJI a 4 > i aa*Jl> aa| JJ sj|* ag
9
40.
aa|g
|4)*
51 s | 5 al aaaJjj
s i o
Vil 4>a sioi s o A U 4>*> Ul 4>a* giJ|* aalgJl Ulg (-egg-o Je UaJl* sJls* 51g s i t j * i 5 Je B i t a * sjgsto a a l g o
i l s J o a *
5 1
4>a
s i e
( X g i J i
4>*
|ilg5 syuiaJl*
a a l g J l
s ^ j g
- rr so g 4 ) 1OJ so-uiai s i | sido* 5) a J l s o J | J c sJgJI 1l4) s i o s u j j g b a l g suijg a a l g siluj |iJga s i w a i a d l a a a l g sil tfu -<-|J1 s i o a j i o o J | / J l a
?
sio
sJJaJIS (JswaJI* a a x J I s a g a a o / | j a | J | SOAUJI SAIUJ jol sJoioJI solSc51| j | j a i | s i j rajiol l o e (ajiooJI j U a i | 61*6 sio 84joJ1 / k 5 1 | a s j | a l j | g sijaiamJI a
sJ*iJ|j
a a | g J | S J a j j l a l |_i_4) a a | g J | s i | s i u g4)g
SJJI j | o J | s o J | j | j a i | l e S J s J b j U i l S i l s * a J | j sila s i c ,a.j|a > J j | j a i | 1 c 5 s i ^ l o g S i l a 1 si|a a a x J | j a a l g sil SJJI j l o J 1 > W I 14> sio
lilga
\*<> s J i o S jkai51|
SJJ
/IOJ| * U
j e s i o (CggoJI J e s j | x i i s i l s l j c 5 1 | s i ( *j4>9> J J * M
39.
J C sJaj
4 ) lo )4>io3 silj!ja51j j 4 ) ) 4>g to*gai i l l J4)iaUU U>jl*ai1 lo lalg sloioJJ Uil Je Uji-og B*loioJ| 4)9 aaxJJ saL 84>aJ| 39 |41*l4>4 B j l a i o
/|a51| v a 4 > i
aaxj|j
aajgjj
JoaJUg tosa s i e
B a j a 4) j g o l J e
U>io s l a *
Vu9io j * 4) s i a a s i o s i g i |4>J 9a51 s l j e l a J | a a l g J l s i 4 > a J | 9 s j i a a * 4>aJ! s a 4 > s i g s a 4 ) sio aja |a| sl_*_JJ s i l a J a g aaxj| 36. |a*o 94)
sio
a l J l a * 89oJ|
aa| JU
9
jai
Ui|
aaxJl sila
3|*g
^9!
to*s
aag*
11 /|*53| j * a i l | s s a J s J o S i o j*J| i c |
BJJS
sia 9 Sio
sjg^ll a J a 9
XJ4J|*9
U)*
Ba4> 9
UI9
37. |sa|j
8* s l a *
aalgJl a J a si9
agagJJ
33.
gl
-JS
Ul / J | |a<0 lilg A O J SJaJg S j i o / l i C g sLjjixS J e / J | soil sJi* ]a4)Jg s o g a z o Ulg a g a g o agagoJl s*| UuJc sJi* % 8*al5J| klJI
s S S o l | /)OM>51| ( X l g i ! sio (gil sjj* a a | g J |
34.
_J_e SJa j4>lg 5lg) s)|* a a x J ] aalgJ] SJa sio a a | g soMiag a a | g ^^6^3 a a l g <a UJgS sJoioJI
a J j g4>g U I J s i | S U 8a4> sio a a l g 8*9 sL U Jglg So^iaJIg jjaxuioJl a J | 5 s o i 51g 8a|*j 8*9 siSe* suuJ
c
ag a a l g 81 8*J| (86, v . ) jloJ| / W l sJgi SJaJg U)i3ja i l | 4>g 8-IUJOJI 8*JOJ| 1 c a a l g sj|* ***J|* l*ijo s i | S U a a l g 8* sL U j a | g 8 a a | g siog aalgJl sJaJIg aalgJl a*J|S SoaJioJI /|*511 4>g s i g a sj|9* ag 9 9 3aalg Sja 51) si siS* sJ U 1^4) iwljJlg a a | g J | wutjSJlS elioJl* 8*ijoJ1 l e S J a a a | g j | UwJe sl|* i l | i W I J4>1 4) 8a4> 8aa|gJ| aaadl* 8jgoJ|* aalgJl s o J | J e aalgJl sj|9* ag 8a4> J e jgojoaJI
84
35.
- 1 1
94)9 e g g
c
loil 85JJl 8^4) sigSJg Jo3clgi]g JuaiJI si5lgoJl 4)9 (9090 i suuJ aJ) aJ)
c
JUMJ|
1 c s*jai slji
51g cgg<> 94) s*uJ lo l e slii si) a] siJS tfoJ) 4)4 /-o agag si4>jj4 s| 51o] >>J (9090 94) i * i ii| jjsjo laSoj sjloxui] al / A l | sila Ulg 84)U >j> 9I 84)U U)J *i) loba) ag l e sJL gij eilaj L Ulg o s o 94)9 (9090 a suaJ a J |
JJ| J W H
3
&
l e sJLi
l e sJoaJjjg 94) lo 80 <je L l e ll sILitg j4)gaJl o i si|aJL> L sJLi ag s5)5L ^ a J l tule sll U slS o skg
siU)jjJ|
sixaag l e siloaJI LjJ| sigSa SJa si) SJ|i4) s L i o (XggoJI j4>ga sJgoa^J) sigS* sil lo4)aa| sigS* si| jl_i\J|g siLui5!| j4)ga 9 agLJ| siJ) SjgUoJ] LlgjJJ agag sJio slgaJ| j4)ga i ^ggoJ) si5)gaJ| i siiaj L slj ag voJi\J| siiVo|J o
aa|
OAUgi*
J S M J a J | agagoll
gi|&4
lo sllib ag
\uiaiJLt s g a i l l 8-uiJl s i )
XMiiJ!
vjuioJI ga4> s i u
^'jJlg Blilj
30. siug
l4>agag loil i l l
Usalo
sJli siiixi s i u
** s i e
g4> sita LoS si>5)| s i l SJa sJlg <s iLil 1 1 S g Lo siLSoJla siLSeJl Jl se-iaJj
SeMiaJI iaa ^
siLSeJl *3 >g4 s i | se^oaJl a a S j g j s i o sui-Jg S j g j s i S i e g4> s j i a s i o so-uiaJl a a j sila sslo-oJ| s i e g4) 51g s i a i Jala Lo 84>aj sJgJl 8 ^ 4 ) sjjLog l51| siaaJ Jg&o oloaJLtg uJ| "si^go "LU S J a S g l ^ l olg&e 51 Lslaj iloJl /U*u5U aa51 s i g S i s i l sil lol ^ J l g lol al51|
s i c laJi s o j a l
sjjtj s i l olgo eWgit al 511 Lo4>3aJ sitial] sJgJtoJ|g si5JgSeJl salgJ jLu saf51i saaJi aa loaJU. 4>g a U l g s g s x j ^ aag sl*u silg
s ^ L , sJLai silaJ)
31.
gejg g o g o l e ilg f T g g o g)
4>g jjga J l jl^oJl 1^4) v i o s j j u U sJS 1 c Ual i aJl saJl jlioJI l e l-l vlLaig j ^ g a l l silS
iJlg s i a a * i l l cfilgiill aJi 1*9 aaxJJ so silaJl vi jjaiJI l o s a l s i j s slwJIg a|g*J| sJio sjxJl , 1 1 aagj a s silaJl aJlg soxJ| s U o U s o a aag* a s g <*xJ|g aaxJJ j * a s i l l agag sJio LvJgl l a g a g sio *oaJl9 ac ils siUjJIso l / o ^ i g i a g feili | a o vio aaj|9 so*J| sla) sio jaJIg sajaJ) sJaj sil9.3 UJJ|S i-pi-JI i
aSg
Soo"-*J1 9
so!lc51J a a g i i l l
lu l*| | a o sio s ^ j
aj s i | 9 s3oJ|g sJjxJlg sjiMg joxoJlg j4j*aJl sJio |4>9J > o J | sio s i a e U i l U>-ls si|j3Jla s | S si|g solocill 9 5)g1 lagag si|agago
9
siii U s o r | l e sJli a s
JMSASJ)
USg
29.
le
sixJLa soaJl i a a g i g sJioJlg sgiJIg gaLS j O g a J ) segJxeJIg soJxJlg V u A l l a siaJ) 9 g gUoJ|g sicwJlg soasioJla ioJI s g si|aoJ]g siaoJ|a si51| g si|g s l x 9 j sil S g jU*Jlg sia^Jla <JsgJ| S g jalioJlg sJgx&oJlg sic LsJla sjxsii
- r i -
i s VI09
V*-
SlSu
j a l 94) lo 4*51
SJJJU
94) a l | / l l vil
lo
sjX 94)
sfUJill 94) ljlo lagago |i4) si] s i u i s i j i |aa4) |a4) s i | se-aU. s a | g4) s i | 3 j4)lga juJ| jloJI j4)gaJ| ja4) a g a g i
j4)gaJ| s i o sgalo
Sic
SOJUI51|
|a4)g
4)ag l4)iloi| i ^ioll*4 *U jlaalj 4)9 j94)oaJ| a i c j4)lga siioju l o i | s]3 lol sa4) s i | siioi5l| s i u
J|*J II
8|51;.i
si51g9oJ|
94)9
sifcDlo
so
sio
'sSj**
lo i | | g o v a l g4)g s i | a
/ g4)g
J | tUoaJ. sojuilig sjjgjll ^XJJJUJI , 1 | g4)g ge>eaJ| sii|g l51|g jiallg S J a l | 4 ) jJ'l i 1c s i j x sig sUiJu si|g I si51goJ|
sl9i
si|g glg f j l | g i o g
sllii
?
si51g9ol| jsij
sj|iS
s4uaa e g i j 51g1
sl|
lo s l a le
28.
1> -
J c s J a I* v l S J c jiJIi sJli gl s l o gl <cgi gl v a vJ3 J c Ulg j O g a J | i o U vjc U J c U l 3Jag JsaJI jjaJI vi51goJl v i o v i l 3 , J W ] U
--i
*oU
U 3JaJg
W9
25.
a j J l \oU
M U vi) j a l v o o a i c 4)
Jl j U J ) >J1 l a o
o* vsioxJlg v j * J | g
si vsJili U)J1 jUJl <1SJ1 vi] ] j v i o 3 J a 3 g IjOlga. v i o viioJaieJ] (MU U 3 IjOga loU-* (85, I j a 51 ,]ja]
J] jUioJ] s i o jOgaJl
vi]3 a ] J l
- if aalg vmia
vj|a s-J-3 |i4)
siga.
g|
sJgoJl 6h viilgeJJ
U)J v j X J U 4>a
|a<ag
JKJ|
(
j i > o V|JC511
sie
sio s o voui
i g)U |a)g
ilgil)
viilgSXeJl
vuiJ aJas a s si4>aJ| a l)agag iJ) si5Jgs*oJ1 4)9 agageJI v*! j**Jl
|a4) tule vaJeu
s i | Uaac
U aa)
vi| xiio
f
via51 saloll
Jc sJcui aic
Ul 51] agageJI
VAM| U ) J C S J < S U
soioJI
saaJI aJaJg
VO-*|
liog vja
jg<0oaJ]
g) aJ jbooil U)io vaialg so51J|g vJ51| g)g >U*ui)1-> sio fegvll sL vJxJI U)ic j a o * iJ| 8noJl gl sJaJ| sio jJgaJig viluil] vio gjUuIl sii l o a g ) J |
U>i| VOJMI
v*
a | S g a g o J i VM<I
vJ)
viiuo
<uJ| jloJI Jc aJb j4Vl9 51g| vlji j4)gaJ| 2 4 . vJlig 51oI vio
vJ| (Xggo
Jc 51g cgg
{
g)
v*uJ a J |
jlAoJl
*4)U
- ir -
VMI1
UMJC
vi| JgioJI >1o-i51| vio g4>g 89.mi si] 9 agagoJ! JU l e "Ja* loil J94VO>J| a i c 8 va* a l ] iatoJI * va* loi] aJoaJU. 94)9 lll] vi aag v 4)lgaa / A l | i !
4
ja4>Jg vlg] vo 4) il] /lo-51| vio vo4>* U 8J<aJJ*g Je va .1 o J] agaoJ] vo-i| vi aa V O 4 > O * J a a i Iglj U lo! la4)Jg vi|aJ| Jc vJuUoJl 8i** 8i| va|oJl vilaJI Jc vJai agagoJl 8SJ v| gJg |gJ| v j C 8i1 IgJvag vJgJ| vio ll agago 8i| j4)gaJ| i |iJg9 vitaJ a|i4J vl|a* aJ] i*oJ| j*c Jc li4> vJJa* agagoJ] v i | ^-J1 v j C Jc vja* vi| vi] 8-ils l*lg 22. vi*i*ij vio aJa 3 jo51| gla* 51a >|UJI vii| aJa jja* ]< viga* gl ilgiSI vi51gJtoJ] vio
vjJ]
vi] vjg51| vi5!g9JvoJ| vio vilo vita vjg5]| v51ga*oJ| vio VOJUII vl-<6i-* VoJg 8XMJ] vi51gol| vio a a ) 8g vio 51| vj*J1 vi51go U* Je 51g j4)gaJ| Jc agagoJI
sjji il] /U->51| cCloi) 4)9 ji*J| si%J| vio balg lgi 5)g s a o Ijil Oji il] 5) g4) lo l e v4)SJ1 a aJ] vlog 8agago
*4J4J| SJ4) SMiJiig
sjiit
8\4)U J lo sJ 8\4)lo le
l - o J - r sJJi si|
|4)4S { o o a a
yud| si^lgoJl
si|ga |4)J s i i a sio |o4)aa| siuijoJ| sia4u. agagoJl Ji si 1^4)lo Je sla s i i a sio |iJ|g
sjuiiJl ^ajl
si4a4) J| ^ a u . agagoJl so-il si| U |a4)Jg silgaJI o.jt agago g4) lo Jlg saaloJI Jl i | j siuioJ|
i c l jgoJJ J| Ulg
(ClgiilJ
J| )ol
|*|
Jag si4)aj|
l4)i|44)log (Clgi^l jgo agagoJl S j g o s^iJ soj*Jl agagoJl Ulg sigo si] siao
SMUJ
20.
aic j g o Ulg
SJ*J| sj
a g a g sJio i]il] 84)U lo4)aa| siga* si] uuiJl siJioJl fclgjJ vio^taJI siigljJI Jal*, gl 8j|aJJ jajoJl sit^l sJio 8 i a | o 8>4)U |o4o aalg sJ siga* si] g| sii
SoJ
iog si|aJ]4 s i | a a g o
9
lol
lo4)a s L sjljg
aJa s i ] sla j^t aag si] U4o aalg 84>U i 3g ag s u l sjjiJlg agsd] sJgoaoJ]
4j3 SJJJ
S S | J | US]
9
sjjjjg Utfalfo
51
g9
JPtJ4<JI
U| sigaj
soJxl]
]a4)
sjC
O s l g i l l
]a4) sio s i u i a9 1 7 .
ole sla Ug ftijog Biuuig S i i Ug SoU**] Ug /]_a_j] 4V9 aja siuofjj] loil W
(Clgi| S| sloxiuioll SOJJUJI
| J | I U S oUo*i-J|
A U o J ) Solxll 9 S J J
giu
jo51|
sigl
sio slg5J|
AUJUI51|
SOJUIJ]
9 Uo / M
so
/M
9 sJgSJ] 1]
si]
JMJ
sj]i ag
Jc S o M t i i
Uo / J
/M
sic s o a s i ] a i c ac Uaic
sla Jc U)aa|
13.
sillill ,jaJl Ulg v i % 3 | siUjaJI 4 0 U1 voJ.ll vooJxJ) silirggo j 3 a | agag si| a | sJUI 84>a Jx
f
*3g UJ9
t V M i
89j3toJ soloi vio vij /|oaJ| sio vlu sioJ Je |4)43 g-Jl sj_a siga. lo IjioJ si|J|xoJ| aJi sJa ii-> sjgoa x~o
f
8*a1gJ|
14.
nixun siai J| j a o l ] tais jai Jg^l aJIoJ] si^Uo slloljg se UoJI 8 a ) S sJoxiuaoll >lo-ui 311 |4)i fayig sio v j g ^ j , a j | si vjji i l | jgo^l l^ j i a i 14)43 j S i
8 J 4I
lo4 v j g i l l s i o (84, v . ) iljJIa U>J 8 W 1 vaalgJJI 8-10!J| gJIoJlg soJstJI | 4 ) sio lili sjaJ) tule sJoiAi selioJI 8 a 4 ) sio siJliJI >jaJ| 8 i o i i lo Je 9 * a i )p(io SMiia si 4 ) soJxJI 1 4 ) 8*3io I0I9 15. sJoag sjutiJl s j j i i aJ s i u i ag 8>j&J| s<>gi*J| i a 84)lil| sjuiill sJ|ou| 4 ) l4)4 sjJ| s i | J|i4) 8 o s j i silg v i l jjill sJto Je viVuti^l sloa* sio 4)3 84jiJ| sogJx)| 8*3o s^oia sio VoJ*J| | 4 ) U J | soJxJI |4) 84-" vl a l J 3 j |4)Ja| sJoai 8i3jao4 si^l S0U3JI9 84l*JI 8>* S>yaJl V o g l x l ) vio agooJI g4) Jl
U M M
o t si|agagoJl SjXo
aiSli a j o a i i
1a_4>
tfj3
*J3
g o ^ j l Jl jo>uioJ|
U S*ugjuaoJ| jgol
jxJI viilg3oJ| 4> Jl U^Ual ( J U o i 9 g agago ) vJlg! Jl aJa vuujjg U)9aJi i l | vaalgJJ} 3 U o > 3
c
Uf*M9 U>agag agag | vijxjg BS'jIsoJl o51| 4)9 ^*J**9 sS-H*-^ ^jU JJ1 9*5 vS-^l ^ 9 ^ 1 U*+o J l Ua|
jijju JJ | - - J | viiug o i i J | vj|xs51jg viloJJ Jg51| jgoJlg o s i l j vJ|_oa-J| silg * * J | vitagagoJI laalg s o a i iJ| jgo511 v i o aJa JAC J | vjg$l| vlc|sJ|g l4)io a a | g s i o jiaj vo*tig jIoJI jgo^l v i o laalg SogJxJJ sifcggo 9 &J3 ij sJlilj
s o A U J j g
12.
S 9
a 4 > Ul aJag ole actio JJ a l a loilg viU>jJl valia Uil v J a a J ) x | i o v i l 5 1 vlaaJ] axUo Ulg ar|ioJ| 1 g u vi] viogj VMUJ jg>o vlaglja >|j31| Ji v j v i l U>saJ vi|a s i ] g salo vlagUtl*
aa4)g
vaa
lus
voJxJI |a4> jgj vio vita U |a4>Js 8jg4>io vigai gjijaJt (lioJI a U o ^.^.a't
A -
U< >
jg-all sj.uuJ|
siu s i | U a t u l e 1 9 jaollg )
slcliJJg ja-oll s i u | S j s i | si>i B | sJcIsJlg M g sJc|al|g U eajalj jaioJI ou U-il jaol] s i | i solxJI
B&4) 1&4>
8jgoJ|
O> a*)*
agag Jc
saiga
i l ] JS-O^I
siil jJtoJI
1i4)
soXui s i |
a x j lit JSg
J3->4>
soJxll
i c | aJ)i4>
UI9 jaoH
SAUJI
Solag
8j*
U)JQ1.J4IJ Solad I
SA
sigj
i l | 84>aJ| a s u g *uoJJ
sic
Sogail| e c l i o sic siio-oJI agag a a c SoJuiii [06 agag sio **oJ| Ji si|
sjgi volad] 3 volad]
f
a U ^juuJg &ioJl*ill
a
loa
|a)
a jla-o ^l+o
vio
ill
84
sJgJI
|a)
sio s i u i aa 10.
s i ^ l o l t a IJMUO 8 a a i
4>aJl 4)9
S j u u J g
a*.
5.
SUJWS
S g jijaJI <JuUoJ| si lcggo Jl 4i> sil Jl oX|gi| sjgill lu! Jl J a * i o a 8JS'jig sJ jjjilaJj sa|gJJ|
c
silo a | BjOXoJI /Uilt s sJclsJl J c sJIsi a J l a Jl l o a Jgxso s o a s i si| |i4) sJclsJl y s i o lo ( M o a si| log 8i**<al| J90I S sJ|aJ|a
SJUUJ
|*Uj
4)a s i o o x i Ui) X J J O J I soJxJI 3 B^luul <a*i >Joc| s i o l4) Soljj) U 1*6 BMUJoJl ^Ij-iillg JUJoJI 4)a s i o 8J.lvI o i 1~ 1 agagoJl jgoJ SJUU11 -o 3
s i u u J
7.
jgo) SJIU! O S I S J X O J soJxJl s i o le si U <asu soJs) s aJ|a s i o s i u i aJ| sil ( 8 4 ) aJag ^g^taoJI Jg44>J| i c l <-3-3 s i U o s i l l siUuaJI |o4) * i > o J I
c|iog
sJaaJJ B X U O 4)3
vjjiol Ug
agagoJl
Sii iJ|
BJjaJ|
J U J J | soJJ| 33
siUl
j4>ieJ|
4jaJ|
g4)g
VOAJISJI
volcg
agagoJl
a
3
aJ| JJ
jjcg Uo J !4)g
Jg4)J| s i x
aao *oaJl
Jai
Ba4)4
o33 soU*3II
sail
B a 4 ) J | Jj-iJl
(Ju.lioJI
|4Vw3i| s i ] a g a g o J 1
soUiii) sjalgJlj
&i] J a g g4>
s j C ^M*
aag |a4)
SAJ
sijagagoJj siaoi | - o - J
3
iiliJI /-1aiil|
U)olg3
jUI| sJxas
ic
Jg44)
Ul
U)*4
Jag a a
U)3a|gJ S g
l a | a a g g J*u4>J| S O J X J | s j g ] j s
si
lagago
s i | g JgA4)JJ
3
(4)agaa
>iJ|
sjjsas SoiJIxiJI
ji
sioJ
lat si*
f
t
aJSg
auoa
aa Jc UsalgJg *&4) c | g i |
SMMJ
j| a | j o
sj
3U4oJ|
soJxJ]
sia I0J9 4. 3g
Jg4> S
Isleto liagag
jiaii ole
sjjaj
agago
4)
si|a
tjgol
J4)
gsJlg jiaJIg aagj] sJio uig-uaoJl j4g U*jguaoJ| ^1*45J| JoaJig oWI siatgJJI s i o aJa og sJxsJlg agago 4) U 4>a s i o ngmaoll jgol siaJi i l |
Vsoi&jJl
viUa-jJl *U|
^OM
I9 i*oa*o &k I
1 1 1
3.Jo9
su
isa| s i l jiao
1.
SXggoJ) QXvuijl s i | o s i o o W i sLglj jJi lalc 81 S j > )o g a i J c SAUOJ) bXI lo Soic oaioJI siio.j
2.
KitiJI jgo)l i a i i i s sUaJfeg &uuig si^ijog BoUtslg Sil sjgi ScUoJI 8^4) i fXgj-iJl a i x |o)jgoi SobJ s i i sogiadlg au|ioJ) vil r * g o lo jJX s sj*a bjj
c
6s
sJosd] s l a ) sio Uu solad) i J | 4>g sVdoX < J U U O Ulg (JulioJI 4>g sav^uiog 84) i sXo r * U o |o!g
fJuUoJI s i | siU>oJ| s i j i i S I04I sJi ajjg s o i & o J I j 4 i i i l l 4) sJJ|s SiJJag S*l s i j a i o 8\ijill
J A k J I a3U U
<olc
v i o 94>9
UJ! i l l ^ l o a J )
v4 jlg a
Jl 9-JJ
3.0ULJ)
8 .19
911
^9J
.1
V A I U
Jj.,a