A Fábula Del Toro y La Mosca

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A FBULA DEL TORO Y LA MOSCA Estaba un toro pastando en la dehesa y lleg una mosca cojonera de estas que empiezan

a posarse dando el coazo. El caso es que se le pos al toro en el culete y ste la espant con el rabo. La mosca ech a volar y se volvi a posar en el culete. El toro volvi a sacudirle con el rabo, as que la mosca vol y se pos esta vez un poco ms hacia delante, en el costado del toro. El toro hizo un esfuerzo y volvi a alcanzar a la mosca con el rabo. La mosca, que ya estaba 'mosca' con el rabo se pos entonces en el hocico del toro, donde ste no podra llegar con el rabo... de repente el toro sac la lengua y glupp!!!, se pape la mosca... *MORALEJA*: Lo que no puedas terminar con el rabo, termnalo con la lengua.

FBULA DE LAS HORMIGAS Esto son dos hormigas que van por el bosque y se encuentran un charco. Ante la imposibilidad de cruzarlo, esperan por si pasa un animal que pueda llevarlas al otro lado. En esto que pasa un conejo que se ofrece cruzarlas. Una de las hormiguitas que era muy cursi le dice al conejo: -No, no vamos a cruzar contigo porque estas sucio y asqueroso y nos vamos a manchar! Cuando el conejo se va, divisan un par de pajitas y deciden subirse en ellas, a modo de barca, para cruzar el charco. Cuando iban por la mitad del charco, un mal viento hizo que las pajitas se hundieran y las dos hormiguitas cayeron al agua.

*MORALEJA*: Ms vale conejo sucio que dos pajas mal hechas.

FBULA DEL PAJARITO Esto es un conejito que iba por el bosque y se pone a llover a cntaros. Busca refugio y encuentra un rbol hueco, pero dentro haba un pajarito. Le dice: - 'Pajarito, Pajarito! Djame entrar en el rbol que me estoy mojando!'. A lo que responde el Pajarito: - 'No te dejo, que no hay espacio para los dos'. Y el conejito vuelta a insistir: - 'Venga Pajarito,que voy a pillar una pulmona! Pero el pajaro segua cabezota sin ceder. Llova cada vez mas y el conejito chorreando 'Venga Pajarito, que tengo mucho fro!' insista.... 'No te lo repito ms, si digo que no es que no!', afirmaba con rotundidad el Pajarito. *MORALEJA*: Cuanto ms duro se pone el pjaro, ms se moja el cone.

Fbula de la liebre y la tortuga En el mundo de los animales viva una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no cesaba de pregonar que ella era la ms veloz y se jactaba de ello ante la lentitud de la tortuga. - Eh, tortuga, no corras tanto que nunca vas a llegar a tu meta! Deca la liebre burlndose de la tortuga. Un da, a la tortuga se le ocurri hacerle una inusual apuesta a la liebre: - Estoy segura de poder ganarte una carrera - A m? Pregunt asombrada la liebre. - S, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quin gana la carrera. La liebre, muy ufana, acept. Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. El bho seal los puntos de partida y de llegada, y sin ms prembulos comenz la carrera en medio de la incredulidad de los asistentes. Confiada en su ligereza, la liebre dej coger ventaja a la tortuga y se qued haciendo burla de ella. Luego, empez a correr velozmente y sobrepas a la tortuga que caminaba despacio, pero sin parar. Slo se detuvo a mitad del camino ante un prado verde y frondoso, donde se dispuso a descansar antes de concluir la carrera. All se qued dormida, mientras la tortuga sigui caminando, paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse. Cuando la liebre se despert, vio con pavor que la tortuga se encontraba a una corta distancia de la meta. Sali corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy tarde: la tortuga haba ganado la carrera!

Ese da la liebre aprendi, en medio de una gran humillacin, que no hay que burlarse jams de los dems. Tambin aprendi que el exceso de confianza es un obstculo para alcanzar nuestros objetivos. Esta fbula ensea a los nios que no hay que burlarse jams de los dems y que el exceso de confianza puede ser un obstculo para alcanzar nuestros objetivos.

Fabula del Len y el Raton: La fbula del len y el ratn: Un len dorma muy tranquilo, mientras un ratn se le subi encima para jugar. El len despert y atrap al ratn. Cuando estaba a punto de comrselo, el ratn suplic perdn, a cambio de pagarle sobradamente, cuando llegase el momento apropiado. Al len le dio mucha risa y lo dej partir sano y salvo. No pasaron muchos das, hasta que unos cazadores atraparon al len y lo dejaron atado a un enorme rbol, con una gruesa cuerda. Justamente pas por all el ratoncito, quien al ver al len en apuros, corri a socorrerlo y roy la cuerda hasta romperla. Cuando el len estuvo libre, el ratn le reproch por su burla anterior. - Hace unos das te burlaste de mi promesa, pero los ratones sabemos ser agradecidos y cumplidos.

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