PDF Parador
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y Carnaval
“...este mar, que lo nivela todo, es escuela de
igualdad, y es escuela de libertad: Este mar que
rompe toda barrera, dando alas al alma, y lo es de
fraternidad al juntar y enlazar los pueblos...”
AS C
L Y suDELParador
AÑADAS
T EIDE P
Miguel de Unamuno
Hace, por lo menos tres mil años que ya andaban unos primitivos
tinerfeños por aquí cuando era la montaña más blanca y más verde
que es ahora. Alguno de los primeros que los vieron, quedaron muy
gratamente impresionados: “tienen los cabellos rubios y tan largos
que casi les alcanzan el ombligo. No son de más altura que la
nuestra. Son fuertes, bastante osados y
de gran inteligencia. “Las vírgenes
van completamente desnudas pero
no se avergüenzan de ello...”
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los vecinos de las otras Islas. Vivían del pastoreo, del cerdo, de la cabra y Las aguas acabaron entrando en los cristianos cauces que era menester:
de una oveja deslanada que había entonces. Araban, con los cuernos de las particularmente desde que los Católicos Monarcas –ya alcanzaban casi con
cabras; lo justo para tener cebada, trigo y habas con lo que hacían una las manos la unidad peninsular– decidieron tomar cartas en tan estratégico
especie de pan que hoy llamamos “gofio”. asunto. Compraron los “derechos de conquista” de las islas restantes, más
jugosas y rebeldes: Gran Canaria, La Palma y Tenerife. Fue Alonso de
Les gustaba andar siempre acompañados de un perro del que hasta hoy Lugo, el más intrépido capitán de los que había, encargado por los reyes
han llegado soberbios y fieros ejemplares llamados “verdinos”. Tenían una de conquistar a los recalcitrantes tinerfeños que aún se pavoneaban por su
moral relativamente estrecha y sorprendente: la esterilidad y el adulterio isla cuando ya iba y volvía por sus aguas Cristóbal Colón, el aventurero
permitían romper con la pareja; pero el hombre era muy severamente por entonces.
castigado si osaba dirigir palabra a la mujer que encontrase en
descampado o solitaria. Desembarcó Alonso de Lugo y se hizo el fuerte en Santa Cruz. Pero su
invasor ejército se vio sorprendido y derrotado por el mencey de Taoro,
En los asuntos de gobierno, las maneras no eran tan distantes de las llamado Benitomo en el barranco de Acentejo. Aclara, sin embargo, la
nuestras: había clases sociales –hidalgos, escuderos y villanos–. En Tenerife leyenda que el verdadero artífice de la tal victoria sería Tinguajaro,
estaban todos agrupados en una sola unidad territorial. Repartida, eso sí, hermano del mencey, valeroso y tan generoso guerrillero que, tras su
en nueve comunidades gobernadas cada una por un “mencey” o rey o aplastante victoria , “no intentó perseguir a los vencidos ni aumentar en
reyezuelo que ahora se diría, se debía dejar aconsejar por un senado de ellos la matanza, permitiéndoles que retiraran sus muertos y heridos, los
ancianos. cuales sumaban muchos cientos. Sentóse luego en una piedra a descansar.”
Y, como su hermano y rey le afeara su conducta generosa para con el
Pasarían muchos siglos –hasta el XIII, cuando menos– hasta que enemigo, le supo contestar: “He cumplido con mi misión, que era vencer; la
arribaran a estas costas las primeras naves de godos y golosos matanza háganla los carniceros...” Advierta el lector que ser carnicero era
descubridores, cargadas ya de pólvora y de rezos mucho más que góticos, el oficio mas denigrante entre aquellos guanches.
cuando a estos guanches sorprendieron sólo armados con cuchillos de
juguete, con piedra o de madera fabricados. Aún así, y como esta vez sí que estaba todo escrito y bien atado,
Tenerife acabó siendo cristiana y española. Pero después de que ya no
Llegaron, enseguida, genoveses, lusitanos, mallorquines, catalanes, quedaran moros en España. Sólo luego de que ya se hablara español en
andaluces y hasta vascos. Vestidos unos de exploradores o colonos y otros otro todavía poco conocido continente.
muchos de piratas sin disfraz. Todos venían a la busca de tesoros
imposibles y esclavos fáciles de cargar en estas playas. También vinieron Aquellos guanches, como si fueran rocas de su gesta, merecieron
frailes misioneros, sobre todo desde que un Clemente VI, Papa, erigiera en poético, aunque póstumo, homenaje:
Reino Celestial el Archipiélago.
“Ingentes moles de cortadas grietas
O, tal vez, atraídos por los aires de rumores de apariciones milagrosas Y volcánicas vetas,
en Tenerife provocadas, como el viajero puede y debe comprobar: En el Que el soplo lento de la edad carcome,
sitio de Guimar se apareció, ante dos temerosos pastorcillos, una Bella sombrean las profundas hondonadas.”
Señora consagrada luego como Virgen de la Candelaria y Patrona de la
Isla por los muchos milagros que aquí hizo ante un vecindario carente, Se firmaron paces que no fueron más que treguas; rotas por abusos y
todavía, de la gracia y la fe conquistadora. pillajes con un Alonso de Lugo vitalicio a la cabeza. Por décadas los indios
hubieron de vivir en reservas montaraces. Y hasta los muchos moriscos
Desde que el normando Bethencourt abrió el melón de la invasión en que habría por entonces resistieron tanto en vivir en estas tierras que todos
Lanzarote, apenas estrenado el siglo XV, la conquista resultó sanguinaria e los intentos de expulsión fueron inútiles. Unos y otros acabaron siendo
interminable. Talas, incendios, saqueos y apresamientos con intenciones aproximadamente respetados.
esclavizadoras fueron contestados con una resistencia indígena inesperada
para tan bien armados caballeros.
Parador de Las Cañadas
del Teide: Ambiciosos
Colonos Aventureros
l fin, y por lo menos quedó todo irreversible y un mucho
A positivo: las Islas dejaron atrás la Prehistoria para pasar a ser la
Castilla renacentista del Atlántico.
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americano. Serían isleños los fundadores de Montevideo, de San Antonio menos. Fue, cuando ya por poco amanecía el siglo xviii, una guerra de
de Texas... redundantes cortesías: Si el Almirante hizo saber que “mi mayor deseo es
Por fin, vino llegando todo muy de prisa y, afortunadamente, muy que ningún isleño sufra las consecuencias de mi petición de rendición”.
mezclado, como suelen ser los tiempos que en vaivenes que la prosperidad Los fieros defensores guanches, tras su victoria concedieron que “las
reboza. Tenerife y otras islas volvieron a recuperar su perdido paraíso; esta tropas sean embarcadas con todas sus armas y sus botes. Y que se
vez dibujado con colores de fiscalidades protectoras y crecederas .Con obliguen a no molestar al pueblo los navíos de la escuadra británica...”
impuestos hasta mucho más pequeños de los que gozaba la propia
Andalucía. Serían así estas las afortunadas “Islas del Azúcar”, cuando Más o menos por entonces, la isla ya gozaba de las bellas maneras y el
estos guanches, nunca del todo castellanos cultivaban, mediado el siglo singular aspecto que hoy enseña al viajero :templos, palacios, casas
XVI, la caña traída de los vecinos de Madeira, en tantos como doce ingenios señoriales y una naturaleza verbenera –virgen todavía de turistas– para el
y de tanta y tan agotadora actividad que hasta de la ayuda de esclavos venerable asombro de tan ilustres visitantes como Humboldt, inmortal
importados precisaron. naturalista y primer consagrados de La Orotava: “...confieso no haber visto
en parte alguna un cuadro más variado, de más atractivo y más hermoso
Llegarían todavía mayores alegrías económicas cuando, un buen día, las por la distribución de las masas de verdura y rocas que el Valle de La
cinturas de este Teide, por el momento sólo adormiladas, amanecieron Orotava; ni siquiera después de haber recorrido las orillas del Orinoco, las
adornadas de unas vides que harían el vino “Malvasía” el más famoso y cordilleras del Perú...”
cotizado caldo de unos tiempos que duraron, al menos, dos centurias.
Británicos, flamencos, franceses, italianos, españoles y hasta la incipiente Aparecen todavía restos suficientes de las casas que blasonaron estas
colonia americana tenía a gala brindar con “malvasía”. Tan jugoso fue el calles. El barroco de la iglesia de la Concepción; la Casa de los Balcones,
negocio que despertó graves envidias de otras islas y la incontinencia construcción del XVII, que atesora hoy una sugerente colección de artesanía
codiciosa de Inglaterra que aquí se vino a establecer con frustrados canaria.
intentos de apropiarse del comercio bodeguero.
A dos mil ciento cuarenta metros se alza este Parador de Las Cañadas
Estas playas y estos puertos recibieron numerosas e incómodas visitas del Teide dentro del Parque Nacional, en un escenario bellísimo e
de piratas y corsarias potencias extranjeras. Hasta el propio Nelson en irrepetible. El Teide, sosegados sus eructos desde el siglo xvii, comenzó a
persona, aunque acabaría con el rabo entre las piernas y un brazo de ser ya el pacífico milagro que el caminante puede degustar a lomos, tal
vez, del teleférico con parada, fonda y panorama por sí mismo
sorprendente desde el Parador de Turismo.
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El Teide: El Dulce Desde entonces muchos han sido los huéspedes que han disfrutado de
este lugar único: el conde de Barcelona, padre del rey don Juan Carlos; el
Gozo del Ocio magnífico poeta Rafael Alberti, o el primer hombre que pisó la luna, Neil
Amstrong... Y una larguísima lista de políticos, escritores, empresarios,
Me dicen que allí las playas son negras por la músicos...
lava llegada hasta el mar y se extiende al pie de un Conviene recordar que el pico del Teide, con 3.718 metros de altura es
inmenso pico humeante de nieve bajo un segundo sol el punto más elevado de todo el territorio español. Parte de la isla está
de canarios silvestres. atravesada por la cordillera de Anaga.
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Paseos Placenteros
Santa Cruz
Por algo este Carnaval de Santa Cruz ha sido declarado de Interés Garachico. Que es museo vivo y apretado de pasados y presentes.
Turístico Internacional. Los chicharreros, “oriundos de Tenerife”, inundan Güimar, valle y jardín de plátanos y papas y tomates. Icod de los
las calles de su ciudad que visten de lentejuelas y donde las comparsas, Vinos. Sitio, además, renacentista y barroco; de playeras apretaduras y
las murgas y las rondallas se entremezclan con muchos personajes sueltos escaparate del sacrosanto drago milenario, postal de obligatorio ritual.
que van travestidos o disfrazado. El ron canario y la alegría abunda en
estas fiestas que resultan glamurosas, coloristas y divertidas. Pero siempre, y sobre todo, Santa Cruz, principio y medio y fin de
geografías y e historias orgullosas de bullicio. Anfiteatro del Atlántico que
Los tinerfeños son amables, serviciales y buenos conversadores. No no desclava sus miradas –apagadas de blasfemias, encendidas de
tema el viajero en preguntar todo lo que se le ocurra: ellos se explayarán esperanzas– de vecinos y lejanos continentes. Nelson otra vez
animosos en la respuesta. orgullosamente derrotado. Más barroco: Vivires marineros. Playas doradas
de arenas y rubias cabelleras importadas. Y el Carnaval, explosión mística
Para los viajeros que no anden escasos de tiempo y pueden darse un y pagana, despertador de pasiones de ruidos y colores.
chapuzón: muy cerca del centro, junto al barrio de los Marineros está
la playa de las Teresitas, de arenas de color rubio dorado.
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Desagravio libertario y libertino de goces encendidas de las sombras Playas tan conocidas en el mundo entero como la playa de América,
–”sin pecado no hay carnaval“, diría sabiamente Caro Baroja–: Carcajada la de los Cristianos constituyen el sueño de cientos de miles de personas.
vengativa de pasados y sonrisa alegre de futuros. Fiestas de guanches con
memoria y sin rencor: Y si el clima es especial, también lo son el mar y la luz. Una mar que
permite la práctica de cualquier deporte acuático a lo largo de las cuatro
“...La patria es una peña, estaciones del año. Dicen que la pesca es generosa en todas las
La patria es una roca, modalidades. Por otra parte, las noches de Tenerife-Sur ofrecen toda la
La patria es una fuente, marcha que el turista pueda desear para sus vacaciones: Salas de Fiestas,
La patria es una senda y una choza...” discotecas, cenas medievales, folklore...
La Orotava
Puerto De La Cruz
Parador de Cañadas del
Iglesias de San Marcos, iglesia de Nuestra Señora de la Peña Teide
de Francia y San Francisco. Fortín de San Felipe, hoy Museo Las Cañadas del Teide. 38300 La Orotava (Isla de Tenerife)
Histórico y Naval. Mirador de Humboldt, Lago artificial de Tel.: 922 38 64 15 - Fax: 922 38 23 52
Martiánez. Jardín Botánico de Aclimatación. e-mail: [email protected]
Central de Reservas
Tenerife Sur También Existe Requena, 3. 28013 Madrid (España)
Tel.: 902 54 79 79 - Fax: 902 52 54 32
www.parador.es / e-mail: [email protected]
Tenerife Sur es el paraíso del turismo de sol y playa, con un clima que
garantiza bañarse en sus playas todos los días del año. wap.parador.es/wap/