Ciudadanía Diferenciada
Ciudadanía Diferenciada
de igualdad interpretada a partir de lo colectivo, no tanto de lo individual. Se sostiene que siempre hay un grupo mayoritario que ostenta una posicin dominante, y que en ese dominio siempre se da un elemento de injusticia. Por ello, se pretende en este caso la aplicacin de concretas polticas diferenciales a favor de grupos minoritarios, es decir, modelos de discriminacin positiva (polticas de cuotas) a favor de colectivos marginados de una o de otra manera a lo largo de la historia (mujeres, negros, homosexuales, etc.). Se tratara, en el fondo, de medidas de desigualdad, cuya finalidad sera alcanzar una supuesta igualdad plena (toda forma de desigualdad siempre se cobija bajo ropajes que tratan de aparentar lo contrario, y en este escamoteamiento el eufemismo es su signo ms definitorio). El problema principal de esta propuesta es que se entiende la ciudadana no desde un punto de vista en el que se privilegie lo comn (lo comn esencial, no lo comn obligado), sino desde una sobredimensin de la diferencia. Como seala Rubio Carracedo (2007), otro problema inherente a las discriminaciones positivas es que deben tener un lmite de tiempo y no convertirse en permanentes, si no se quieren lesionar principios como los de justicia o igualdad. Un caso revelador lo tenemos en las polticas de normalizacin lingstica que se han aplicado en determinadas comunidades de Espaa (Baleares y Catalua, por ejemplo), que no parecen tener fecha de caducidad, dado que sus defensores nunca parecen satisfechos con los efectos obtenidos. El objetivo de estas medidas, en el fondo, consiste en lo que suele llamarse vulgarmente darle la vuelta a la tortilla, no en conseguir una igualdad efectiva, por la causa evidente de que no se defienden derechos (que, por definicin, son universales, al alcance de todos), sino privilegios, autnticos tratos de favor (en suma: se pasara de una igual inclusividad a una desigual segmentacin). Otro problema que tiene esta concepcin de la ciudadana es que no permite entender las identidades desde un punto de vista racional, es decir, se sostiene que toda diferencia, por el hecho de serla, ya implica que debe ser defendida legalmente. Sin embargo, lo diverso, todo lo diverso, en s mismo, no tiene porqu ser necesariamente algo positivo, al menos hasta el punto de que se deba promocionarlo desde el poder poltico.