Contradicciones Latinoamericanas Nestor Garcia Canclini
Contradicciones Latinoamericanas Nestor Garcia Canclini
Contradicciones Latinoamericanas Nestor Garcia Canclini
Nstor Garca Canclini La hiptesis ms reiterada en la literatura sobre la modernidad latinoamericana puede resumirse as: hemos tenido un modernismo exuberante con una modernizacin deficiente. Ya imos esa posicin en las citas de !az " Cabru#as. Circula en otros ensa"os$ en in esti%aciones histricas " sociol%icas. !uesto &ue fuimos colonizados por las naciones europeas ms atrasadas$ sometidos a la contrarreforma " otros mo imientos antimodernos$ slo con la independencia pudimos iniciar la actualizacin de nuestros pases. 'esde entonces$ hubo olas de modernizacin. ( fines del )*) " principios del ))$ impulsadas por la oli%ar&ua pro%resista$ la alfabetizacin " los intelectuales europeizados+ entre los a,os einte " treinta de este si%lo por la expansin del capitalismo$ el ascenso democratizador de sectores medios " liberales$ el aporte de mi%rantes " la difusin masi a de la escuela$ la prensa " la radio+ desde los cuarenta$ por la industrializacin$ el crecimiento urbano$ el ma"or acceso a la educacin media " superior$ las nue as industrias culturales. !ero estos mo imientos no pudieron cumplir las operaciones de la modernidad europea. No formaron mercados autnomos para cada campo artstico$ ni consi%uieron una profesionalizacin extensa de artistas " escritores$ ni el desarrollo econmico capaz de sustentar los esfuerzos de reno acin experimental " democratizacin cultural. (l%unas comparaciones son rotundas. -n .rancia$ el ndice de alfabetizacin$ &ue era de /0 por ciento en el (nti%uo 1%imen$ sube a 20 por ciento en 3420. Los 500 peridicos publicados en !ars en 3460 se con ierten en 7000 para 3420. *n%laterra$ a principios del si%lo ))$ tena 28 por ciento de alfabetizados+ el Daily Telegraph duplic sus e#emplares entre 3460 " 3420$ lle%ando a /00 000; Alicia en el pas de las maravillas endi 350 000 copias entre 3465 " 3424. 9e crea$ de este modo$ un doble espacio cultural. !or una parte$ el de circulacin restrin%ida$ con ocasionales entas numerosas$ como la no ela de Le:is Caroll$ en el &ue se desarrollan la literatura " las artes+ por otro lado$ el circuito de amplia difusin$ prota%onizado en las primeras dcadas del si%lo )) por los diarios$ &ue inician la formacin de p;blicos masi os para el consumo de textos. -s mu" distinto el caso del <rasil$ se,ala 1enato =rtiz.3 >Cmo podan tener los escritores " artistas un p;blico especfico si en 3420 haba 4? por ciento de analfabetos$ en 3270 un 85$ " a;n en 32?0$ 58 por ciento@ -l tira#e medio de una no ela era hasta el a,o 32/0 de mil e#emplares. 'urante arias dcadas ms los escritores no pueden i ir de la literatura$ deben traba#ar como docentes$ funcionarios p;blicos o periodistas$ lo cual crea al desarrollo literario relaciones de dependencia respecto de la burocracia estatal " el mercado informacional de masas. !or eso$ conclu"e$ en el <rasil no se produce una distincin clara$
Bomado del libro Culturas hbridas$ editorial Gri#alboCCNC($ Dxico 3220. 1enato =rtiz$ A moderna tradicao brasileira$ <rasiliense$ 9ao !aulo$ 3244$ pp. 7/C74.
como en las sociedades europeas$ entre la cultura artstica " el mercado masi o$ ni sus contradicciones adoptan una forma tan anta%nica.7 Braba#os sobre otros pases latinoamericanos muestran un cuadro seme#ante o peor. Como la modernizacin " democratizacin abarcan a una pe&ue,a minora$ es imposible formar mercados simblicos donde puedan crecer campos culturales autnomos. 9i ser culto en el sentido moderno es$ ante todo$ ser letrado$ en nuestro continente eso era imposible para ms de la mitad de la poblacin en 3270. -sa restriccin se acentuaba en las instancias superiores del sistema educati o$ las &ue erdaderamente dan acceso a lo culto moderno. -n los a,os treinta no lle%aban al 30 por ciento los matriculados en la ense,anza secundaria &ue eran admitidos en la uni ersidad. Ena Fconstelacin tradicional de litesF$ dice <runner$ refirindose al Chile de esa poca$ exi%e pertenecer a la clase diri%ente para participar en los salones literarios$ escribir en las re istas culturales " en los diarios. La he%emona oli%r&uica se asienta en di isiones de la sociedad &ue limitan su expansin moderna$ Fopone al desarrollo or%nico del -stado sus propias limitaciones constituti as Gla estrechez del mercado simblico " el fraccionamiento hobbesiano de la clase diri%enteHF./ Dodernizacin con expansin restrin%ida del mercado$ democratizacin para minoras$ reno acin de las ideas pero con ba#a eficacia en los procesos sociales. Los desa#ustes entre modernismo " modernizacin son ;tiles a las clases dominantes para preser ar su he%emona$ " a eces no tener &ue preocuparse por #ustificarla$ para ser simplemente clases dominantes. -n la cultura escrita$ lo consi%uieron limitando la escolarizacin " el consumo de libros " re istas. -n la cultura isual$ mediante tres operaciones &ue hicieron posible a las lites restablecer una " otra ez$ ante cada cambio modernizador$ su concepcin aristocrtica: aH espiritualizar la produccin cultural ba#o el aspecto de FcreacinF artstica$ con la consecuente di isin entre arte " artesanas+ bH con%elar la circulacin de los bienes simblicos en colecciones$ concentrndolos en museos$ palacios " otros centros exclusi os+ cH proponer como ;nica forma le%tima de consumo de estos bienes esa modalidad tambin espiritualizada$ hiertica$ de recepcin &ue consiste en contemplarlos. 9i sta era la cultura isual &ue reproducan las escuelas " los museos$ >&u podan hacer las an%uardias@ >Cmo representar de otro modo Cen el doble sentido de con ertir la realidad en im%enes " ser representati os de ellaC a sociedades hetero%neas$ con tradiciones culturales &ue con i en " se contradicen todo el tiempo$ con racionalidades distintas$ asumidas desi%ualmente por diferentes sectores@ >-s posible impulsar la modernidad cultural cuando la modernizacin socioeconmica es tan desi%ual@ (l%unos historiadores del arte conclu"en &ue los mo imientos inno adores fueron FtrasplantesF$ Fin#ertosF$ desconectados de nuestra realidad. -n -uropa el cubismo " el futurismo corresponden al entusiasmo admirati o de la primera an%uardia ante las transformaciones fsicas " mentales pro ocadas por el primer au%e ma&uinista+ el surrealismo es una rebelin contra las alienaciones de la era tecnol%ica+ el mo imiento concreto sur%e #unto con la ar&uitectura funcional " el dise,o industrial con intenciones de crear pro%ramada e inte%ralmente un nue o hbitat humano+ el informalismo es otra reaccin contra el ri%or racionalista$ el ascetismo " la produccin en serie de la era funcional$ corresponde a una
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-n este libro fi%uran las cifras recin citadas. 7 Idem. p. 72. Ios Ioa&un <runner$ FCultura " crisis de he%emonasF$ en I. I. <runner " G. Cataln$ Cinco estudios sobre cultura y sociedad$ .L(C9=$ 9antia%o de Chile$ 3245$ p. /7.
a%uda crisis de alores$ al aco existencial pro ocado por la se%unda %uerra mundial J...K. Nosotros hemos practicado todas estas tendencias en la misma sucesin &ue en -uropa$ sin haber entrado casi al Freino mecnicoF de los futuristas$ sin haber lle%ado a nin%;n apo%eo industrial$ sin haber in%resado plenamente en la sociedad de consumo$ sin estar in adidos por la produccin en serie ni coartados por un exceso de funcionalismo+ hemos tenido an%ustia existencial sin Larso ia ni Miroshima.? (ntes de cuestionar esta comparacin$ &uiero decir &ue "o tambin la cit C" extendC en un libro publicado en 3288.5 -ntre otros desacuerdos &ue ahora ten%o con ese texto$ por los cuales "a no se reedita$ estn los sur%idos de una isin ms comple#a sobre la modernidad latinoamericana. >!or &u nuestros pases cumplen mal " tarde con el modelo metropolitano de modernizacin@ >9lo por la dependencia estructural a &ue nos condena el deterioro de los trminos del intercambio econmico$ por los intereses mez&uinos de clases diri%entes &ue resisten la modernizacin social " se isten con el modernismo para dar ele%ancia a sus pri ile%ios@ -n parte el error de estas interpretaciones sur%e de medir nuestra modernidad con im%enes optimizadas de cmo sucedi ese proceso en los pases centrales. Ma" &ue re isar$ primero$ si existen tantas diferencias entre la modernizacin europea " la nuestra. Lue%o$ amos a a eri%uar si la isin de una modernidad latinoamericana reprimida " poster%ada$ cumplida con dependencia mecnica de las metrpolis$ es tan cierta " tan disfuncional como los estudios sobre nuestro FatrasoF acostumbran declarar. CND= *NB-1!1-B(1 EN( M*9B=1*( MO<1*'( En buen camino para repensar estas cuestiones pasa por un artculo de !err" (nderson &ue$ sin embar%o$ al hablar de (mrica Latina$ reitera la tendencia a er nuestra modernidad como un eco diferido " deficiente de los pases centrales. 6 9ostiene &ue el modernismo literario " artstico europeo tu o su momento alto en las tres primeras dcadas del si%lo )), " lue%o persisti como FcultoF de esa ideolo%a esttica$ sin obras ni artistas del mismo i%or. La transferencia posterior de la italidad creati a a nuestro continente se explicara por&ue en el tercer mundo$ de modo %eneral$ existe ho" una especie de confi%uracin &ue$ como una sombra$ reproduce al%o de lo &ue antes pre aleca en el primer mundo. =li%ar&uas precapitalistas de los ms ariados tipos$ sobre todo las de carcter fundiario$ son all abundantes+ en esas re%iones$ donde existe desarrollo capitalista$ es$ de modo tpico$ mucho ms rpido " dinmico &ue en las zonas metropolitanas$ pero por otro lado est infinitamente menos estabilizado o consolidado+ la re olucin socialista ronda esas sociedades como permanente posibilidad$ "a de hecho realizada en pases ecinos PCuba o Nicara%ua$ (n%ola o Lietnam. .ueron estas condiciones las &ue produ#eron las erdaderas obras maestras de los a,os recientes &ue se adecuan a las cate%oras de <erman: no elas como Cien aos de soledad, de Gabriel Garca Dr&uez$ o Midnight s Children, de 9alman 1ushdie$ en Colombia o la *ndia$ o pelculas como YoQ de Yilmiz GRne"$ en Bur&ua.
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9a;l YurSie ich$ F-l arte de una sociedad en transformacinF$ en 'amin <a"n GrelatorH$ Am!rica "atina en sus artes $ EN-9C=C9i%lo ))*$ Dxico$ 324?$ 5a. ed. p. 382. 5 Nstor Garca Canclini$ Arte popular y sociedad en Am!rica "atina$ Gri#albo$ Dxico$ 3288. 6 !err" (nderson$ FDodernit" and 1e olutionF$ citado.
-s ;til esta lar%a cita por&ue exhibe la mezcla de obser aciones acertadas con distorsiones mecnicas " presurosas desde las &ue a menudo se nos interpreta en las metrpolis$ " &ue demasiadas eces repetimos como sombras. No obstante$ el anlisis de (nderson sobre las relaciones entre modernismo " modernidad es tan estimulante &ue lo &ue menos nos interesa es criticarlo. Ma" &ue cuestionar$ ante todo$ esa mana casi en desuso en los pases del tercer mundo: la de hablar del tercer mundo " en ol er en el mismo pa&uete a Colombia$ la *ndia " Bur&ua. La se%unda molestia reside en &ue se atribu"a a Cien aos de soledad Cco&uetera deslumbrante con nuestro supuesto realismo mara illosoC$ ser el sntoma de nuestro modernismo. La tercera es reencontrar en el texto de (nderson$ uno de los ms inteli%entes &ue ha dado el debate sobre la modernidad$ el r;stico determinismo se%;n el cual ciertas condiciones socioeconmicas Fprodu#eronF las obras maestras del arte " la literatura. (un&ue este residuo contamina e infecta arios tramos del artculo de (nderson$ ha" en l ex%esis ms sutiles. Ena es &ue el modernismo cultural no expresa la modernizacin econmica$ como lo demuestra &ue su propio pas$ la *n%laterra precursora de la industrializacin capitalista$ &ue domin el mercado mundial durante cien a,os$ Fno produ#o nin%;n mo imiento nati o de tipo modernista irtualmente si%nificati o en las primeras dcadas de este si%loF. Los mo imientos modernistas sur%en en la -uropa continental$ no donde ocurren cambios modernizadores estructurales, dice (nderson$ sino donde existen co"unturas comple#as$ Fla interseccin de diferentes temporalidades histricasF. -se tipo de co"untura se present en -uropa Tcomo un campo cultural de fuerza trian%ulado por tres coordenadas decisi asU: a# la codificacin de un academicismo altamente formalizado en las artes isuales " en las otras$ institucionalizado por -stados " sociedades en los &ue dominaban clases aristocrticas o terratenientes$ superadas por el desarrollo econmico pero &ue a;n daban el tono poltico " cultural antes de la primera %uerra mundial+ bH la emer%encia en esas mismas sociedades de tecnolo%as %eneradas por la se%unda re olucin industrial Gtelfono$ radio$ autom il$ etcteraH+ cH la proximidad ima%inati a de la re olucin social$ &ue comenzaba a manifestarse en la re olucin rusa " en otros mo imientos sociales de -uropa occidental. La persistencia de los anciens regimes y del academicismo &ue los acompa,aba proporcion un con#unto crtico de alores culturales contra los cuales podan medirse las fuerzas insur%entes del arte$ pero tambin en trminos de los cuales ellas podan articularse parcialmente a s mismas. -l anti%uo orden$ precisamente con lo &ue a;n tena de aristocrtico$ ofreca un con#unto de cdi%os " recursos a partir de los cuales intelectuales " artistas$ aun los inno adores$ ean posible resistir las de astaciones del mercado como principio or%anizador de la cultura " la sociedad. 9i bien las ener%as del ma&uinismo fueron un potente estmulo para la ima%inacin del cubismo parisiense " el futurismo italiano$ estas corrientes neutralizaron el sentido material de la modernizacin tecnol%ica al abstraer las tcnicas " los artefactos de las relaciones sociales de produccin. Cuando se obser a el con#unto del modernismo europeo$ dice (nderson$ se ad ierte &ue ste floreci en las primeras dcadas del si%lo en un espacio ?
donde se combinaban Fun pasado clsico a;n utilizable$ un presente tcnico a;n indeterminado " un futuro poltico a;n impre isible J...K. 9ur%i en la interseccin de un orden dominante semiaristocrtico$ una economa capitalista semiindustrializada " un mo imiento obrero semiemer%ente o semiinsur%enteF. 9i el modernismo no es la expresin de la modernizacin socioeconmica sino el modo en $ue las !lites se hacen cargo de la intersecci%n de di&erentes temporalidades hist%ricas y tratan de elaborar con ellas un proyecto global, >cules son esas temporalidades en (mrica Latina " &u contradicciones %enera su cruce@ >-n &u sentido estas contradicciones entorpecieron la realizacin de los pro"ectos emancipador$ expansi o$ reno ador " democratizador de la modernidad@ Los pases latinoamericanos son actualmente resultado de la sedimentacin$ "uxtaposicin " entrecruzamiento de tradiciones ind%enas Gsobre todo en las reas mesoamericana " andinaH$ del hispanismo colonial catlico " de las acciones polticas$ educati as " comunicacionales modernas. !ese a los intentos de dar a la cultura de lite un perfil moderno$ reclu"endo lo ind%ena " lo colonial en sectores populares$ un mestiza#e interclasista ha %enerado formaciones hbridas en todos los estratos sociales. Los impulsos secularizadores " reno adores de la modernidad fueron ms eficaces en los %rupos FcultosF$ pero ciertas lites preser an su arrai%o en las tradiciones hispnicoCcatlicas$ " en zonas a%rarias tambin en tradiciones ind%enas$ como recursos para #ustificar pri ile%ios del orden anti%uo desafiados por la expansin de la cultura masi a. -n casas de la bur%uesa " de sectores medios con alto ni el educati o de 9antia%o de Chile$ Lima$ <o%ot$ Dxico " muchas otras ciudades coexisten bibliotecas multilin%Res " artesanas ind%enas$ cable isin " antenas parablicas con mobiliario colonial$ las re istas &ue informan cmo realizar me#or especulacin financiera esta semana con ritos familiares " reli%iosos centenarios. 9er culto$ e incluso ser culto moderno$ implica no tanto incularse con un repertorio de ob#etos " mensa#es exclusi amente modernos$ sino saber incorporar el arte " la literatura de an%uardia$ as como los a ances tecnol%icos$ a matrices tradicionales de pri ile%io social " distincin simblica. -sta heterogeneidad multitemporal de la cultura moderna es consecuencia de una historia en la &ue la modernizacin oper pocas eces mediante la sustitucin de lo tradicional " lo anti%uo. Mubo rupturas pro ocadas por el desarrollo industrial " la urbanizacin &ue$ si bien ocurrieron despus &ue en -uropa$ fueron ms aceleradas. 9e cre un mercado artstico " literario a tra s de la expansin educati a$ &ue permiti la profesionalizacin de al%unos artistas " escritores. Las luchas de los liberales de fines del si%lo )*) " los positi istas de principios del ))$ C&ue culminaron en la reforma uni ersitaria de 3234$ iniciada en la (r%entina " extendida pronto a otros pasesC lo%raron una uni ersidad laica " or%anizada democrticamente antes &ue en muchas sociedades europeas. !ero la constitucin de esos campos cientficos " humansticos autnomos se enfrentaba con el analfabetismo de la mitad de la poblacin$ " con estructuras econmicas " hbitos polticos premodernos. -stas contradicciones entre lo culto " lo popular han recibido ms importancia en las obras &ue en las historias del arte " la literatura$ casi siempre limitadas a re%istrar lo &ue 5
esas obras si%nifican para las lites. La explicacin de los desa#ustes entre modernismo cultural " modernizacin social$ tomando en cuenta slo la dependencia de los intelectuales hacia las metrpolis$ descuida las fuertes preocupaciones de escritores " artistas por los conflictos internos de sus sociedades " por las trabas para comunicarse con sus pueblos. 'esde 9armiento a 9bato " !i%lia$ desde Lasconcelos a .uentes " Donsi is$ las pre%untas por lo &ue si%nifica hacer literatura en sociedades donde no ha" un mercado con suficiente desarrollo como para &ue exista un campo cultural autnomo condicionan las prcticas literarias. -n los dilo%os de muchas obras$ o de un modo ms indirecto en la preocupacin por cmo narrar$ se inda%a sobre el sentido del traba#o literario en pases con un precario desarrollo de la democracia liberal$ con escasa in ersin estatal en la producC cin cultural " cientfica$ donde la formacin de naciones modernas no supera las di isiones tnicas$ ni la desi%ual apropiacin del patrimonio aparentemente com;n. -stas cuestiones no slo aparecen en los ensa"os$ en las polmicas entre FformalistasF " FpopulistasF$ " si aparecen es por&ue son constituti as de las obras &ue diferencian a <or%es de (rlt$ a !az de Garca Dr&uez. -s una hiptesis plausible para la sociolo%a de la lectura &ue al%;n da se har en (mrica Latina pensar &ue esas pre%untas contribu"en a or%anizar las relaciones de estos escritores con sus p;blicos. *D!=1B(1$ B1('EC*1$ C=N9B1E*1 L= !1=!*= !ara analizar cmo esas contradicciones entre modernismo " modernizacin condicionan las obras " la funcin sociocultural de los artistas$ se precisa una teora liberada de la ideolo%a del refle#o " de cual&uier suposicin acerca de correspondencias mecnicas directas entre base material " representaciones simblicas. Leo un texto inau%ural para esa ruptura en el &ue 1oberto 9ch:arz escribi como introduccin a su libro sobre Dachado de (ssis$ Ao 'encedor as (atatas, el esplndido artculo F(s idias fora do lu%arF.8 >Cmo fue posible &ue la 'eclaracin de los 'erechos del Mombre se transcribiera en parte en la Constitucin <rasile,a de 347?$ mientras se%ua existiendo la escla itud@ La dependencia &ue la economa a%raria latifundista tena del mercado externo hizo lle%ar a <rasil la racionalidad econmica bur%uesa con su exi%encia de hacer el traba#o en un mnimo de tiempo$ pero la clase diri%ente C&ue basaba su dominacin en el disciplinamiento inte%ral de la ida de los escla osC prefera extender el traba#o a un mximo de tiempo$ " as controlar todo el da de los sometidos. 9i deseamos entender por &u esas contradicciones eran FinesencialesF " podan con i ir con una exitosa difusin intelectual del liberalismo$ dice 9ch:arz$ ha" &ue tomar en cuenta la institucionalizacin del &avor) La colonizacin produ#o tres sectores sociales: el latifundista$ el escla o " el Fhombre libreF. -ntre los dos primeros$ la relacin era clara. !ero la multitud de los terceros$ ni propietarios ni proletarios$ dependa materialmente del fa or de un poderoso. ( tra s de ese mecanismo se reproduce un amplio sector de hombres libres+ adems$ el fa or se prolon%a en otras reas de la ida social e in olucra a los otros dos %rupos en la administracin " la poltica$ el comercio " la industria. Masta las profesiones liberales$
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1oberto 9ch:arz$ Ao 'encedor as (atatas$ 'uas Cidades$ 9ao !aulo$ 3288$ pp. 3/C75.
como la medicina$ &ue en la acepcin europea no deban nada a nadie$ en <rasil eran %obernadas por este procedimiento &ue se constitu"e Fen nuestra mediacin casi uni ersalF. -l fa or es tan antimoderno como la escla itud$ pero Fms simpticoF " susceptible de unirse al liberalismo por su in%rediente de arbitrio$ por el #ue%o fluido de estima " autoestima al &ue somete el inters material. -s erdad &ue$ mientras la modernizacin europea se basa en la autonoma de la persona$ la uni ersalidad de la le"$ la cultura desinteresada$ la remuneracin ob#eti a " su tica del traba#o$ el fa or practica la dependencia de la persona$ la excepcin a la re%la$ la cultura interesada " la remuneracin a ser icios personales. !ero dadas las dificultades para sobre i ir$ Fnadie en el <rasil tendra la idea o principalmente la fuerza de ser$ di%amos$ un Vant del fa orF$ batindose ante las contradicciones &ue implicaba. Lo mismo pasaba$ a%re%a 9ch:arz$ cuando se &uera crear un -stado bur%us moderno sin romper con las relaciones clientelistas+ cuando se pe%aban papeles decorati os europeos o se pintaban moti os ar&uitectnicos %recorromanos en paredes de barro+ " hasta en la letra del himno de la rep;blica$ escrita en 3420$ plena de emociones pro%resistas pero despreocupada de su correspondencia con la realidad: *+os nem creemos $ue escravos outrora,Tenha havido en tao pobre pas* -outrora era dos a,os antes$ "a &ue la abolicin ocurri en 3444H. ( anzamos poco si acusamos a las ideas liberales de falsas. >(caso se poda descartarlas@ Ds interesante es acompa,ar su #ue%o simultneo con la erdad " la falsedad. ( los principios liberales no se les pide &ue describan la realidad$ sino &ue den #ustificaciones presti%iosas para el arbitrio e#ercido en los intercambios de fa ores " para la Fcoexistencia estabilizadaF &ue permite. !uede parecer disonante &ue se llame Findependencia a la dependencia$ utilidad al capricho$ uni ersalidad a las excepciones$ mrito al parentesco$ i%ualdad al pri ile%ioF para &uien cree &ue la ideolo%a liberal tiene un alor co%nosciti o$ pero no para &uienes i en constantemente momentos de Fprestacin " contraprestacin Cparticularmente en el instante cla e del reconocimiento recprocoCF$ por&ue nin%una de las dos partes est dispuesta a denunciar a la otra$ aun&ue ten%a todos los elementos para hacerlo$ en nombre de principios abstractos. -se modo de adoptar ideas extra,as con un sentido impropio est en la base de %ran parte de nuestra literatura " nuestro arte$ en el Dachado de (ssis analizado por 9ch:arz+ en (rlt " <or%es$ se%;n lo re ela !i%lia en su examen &ue lue%o citaremos+ en el teatro de Cabru#as$ por e#emplo .l da $ue me $uieras, cuando hace dialo%ar en una casa cara&ue,a de los a,os treinta a una pare#a fanatizada por irse a i ir a un Sol#s so itico frente a un isitante tan admirado como la re olucin rusa: Carlos Gardel. >9on estas relaciones contradictorias de la cultura de lite con su sociedad un simple resultado de su dependencia de las metrpolis@ -n ri%or$ dice 9ch:arz$ este liberalismo dislocado " desafinado es Fun elemento interno " acti o de la culturaF nacional$ un modo de experiencia intelectual destinado a asumir con#untamente la estructura conflicti a de la propia sociedad$ su dependencia de modelos extran#eros " los pro"ectos de cambiarla. Lo &ue las obras artsticas hacen con ese triple condicionamiento Pconflictos internos$ dependencia exterior " utopas transformadorasP$ utilizando procedimientos materiales " 8
simblicos especficos$ no se de#a explicar mediante las interpretaciones irracionalistas del arte " la literatura. Le#os de cual&uier Frealismo mara illosoF &ue ima%ina en la base de la produccin simblica una materia informe " desconcertante$ el estudio socioantropol%ico muestra &ue las obras pueden ser comprendidas si abarcamos a la ez la explicacin de los procesos sociales en &ue se nutren " de los procedimientos con &ue los artistas los retraba#an. 9i pasamos a las artes plsticas encontramos e idencias de &ue esta inadecuacin entre principios concebidos en las metrpolis " la realidad local no siempre es un recurso ornamental de la explotacin. La primera fase del modernismo latinoamericano fue promo ida por artistas " escritores &ue re%resaban a sus pases lue%o de una temporada en -uropa. No fue tanto la influencia directa$ trasplantada$ de las an%uardias europeas lo &ue suscit la eta modernizadora en la plstica del continente$ sino las pre%untas de los propios latinoamericanos acerca de cmo ol er compatibles su experiencia internacional con las tareas &ue les presentaban sociedades en desarrollo$ " en un caso$ el mexicano$ en plena re olucin. (rac" (maral hace notar &ue el pintor ruso Lazar 9e%all no encuentra eco en el mundo artstico demasiado pro inciano de 9ao !aulo cuando lle%a en 323/$ pero =s:ald de (ndrade tu o %ran repercusin al re%resar ese mismo a,o de -uropa con el manifiesto futurista de Darinetti " confrontarse con la industrializacin &ue despe%a$ con los mi%rantes italianos &ue se instalan en 9ao !aulo. Iunto con Dario de (ndrade$ (nita Dalfatti$ &ue se uel e &uturista lue%o de su estada en <erln$ " otros escritores " artistas$ or%anizan en 3277 la 9emana de (rte Doderno$ el mismo a,o en &ue se celebraba el centenario de la independencia. Coincidencia su%erente: para ser culto "a no es indispensable imitar$ como en el si%lo )*)$ los comportamientos europeos " rechazar Facomple#adamente nuestras caractersticas propiasF$ dice (maral+4 lo moderno se con#u%a con el inters por conocer " definir lo brasile,o. Los modernistas bebieron en fuentes dobles " enfrentadas: por una parte$ la informacin internacional$ sobre todo francesa+ por otra$ Fun nati ismo &ue se e idenciara en la inspiracin " b;s&ueda de nuestras races Gtambin en los a,os einte comienzan las in esti%aciones de nuestro folclorHF. -sa confluencia se obser a en las Muchachas de /uarantinguet0, de 'i Ca alcanti$ donde el cubismo da el ocabulario para pintar mulatas+ tambin en las obras de Barsila$ &ue modifican lo &ue aprendi de Lhote " L%er$ imprimiendo a la esttica constructi a un color " una atmsfera representati os del <rasil. -n el !er;$ la ruptura con el academicismo la hacen en 3272 artistas # enes preocupados tanto por la libertad formal como por comentar plsticamente las cuestiones nacionales del momento " pintar tipos humanos &ue correspondieran al Fhombre andinoF. !or eso los llamaron Findi%enistasF$ aun&ue iban ms all de la identificacin con el folclor. Wueran instaurar un nue o arte$ representar lo nacional ubicndolo en el desarrollo esttico moderno.2
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(rac" (. (maral$ F<rasil: del modernismo a la abstraccin$ 3230C3250F$ en 'amin <a"n Ged.H$ Arte moderno en Am!rica "atina $ Baurus$ Dadrid$ 3245$ pp. 780C743. 2 DirSo Lauer$ Introducci%n a la pintura peruana del siglo 11$ Dosca (zul$ Lima$ 3286.
-s si%nificati a la coincidencia de historiadores sociales del arte cuando relatan el sur%imiento de la modernizacin cultural en arios pases latinoamericanos. No se trata de un trasplante$ sobre todo en los principales plsticos " escritores$ sino de reelaboraciones deseosas de contribuir al cambio social. 9us esfuerzos por edificar campos artsticos autnomos$ secularizar la ima%en " profesionalizar su traba#o no implica encapsularse en un mundo esteticista$ como hicieron al%unas an%uardias europeas enemi%as de la modernizacin social. !ero en todas las historias los pro"ectos creadores indi iduales tropiezan con el an&uilosamiento de la bur%uesa$ la falta de un mercado artstico independiente$ el pro incianismo Gaun en ciudades de punta$ <uenos (ires$ 9ao !aulo$ Lima$ DxicoH$ la ardua competencia con academicistas$ los resabios coloniales$ el indianismo " el re%ionalismo in%enuos. (nte las dificultades para asumir a la ez las tradiciones ind%enas$ las coloniales " las nue as tendencias$ muchos sienten lo &ue Dario de (ndrade sintetiza al concluir la dcada de los einte: deca &ue los modernistas eran un %rupo Faislado " escudado en su propia con iccinF$ el ;nico sector de la nacin &ue hace del problema artstico nacional un caso de preocupacin casi exclusi a. ( pesar de esto$ no representa nada de la realidad brasile,a. -st fuera de nuestro ritmo social$ fuera de nuestra inconstancia econmica$ fuera de la preocupacin brasile,a. 9i esta minora est aclimatada dentro de la realidad brasile,a " i e en intimidad con el <rasil$ la realidad brasile,a$ en cambio$ no se acostumbr a i ir en intimidad con ella.30 *nformaciones complementarias nos permiten ho" ser menos duros en la e aluacin de esas an%uardias. (un en pases donde la historia tnica " %ran parte de las tradiciones fueron arrasadas$ como en la (r%entina$ los artistas FadictosF a modelos europeos no son meros imitadores de estticas importadas$ ni pueden ser acusados de desnacionalizar la propia cultura. Ni a la lar%a resultan siempre las minoras insi%nificantes &ue ellos supusieron en sus textos. En mo imiento tan cosmopolita como el de la re ista Martn 2ierro en <uenos (ires$ nutrido por el ultrasmo espa,ol " las an%uardias francesas e italianas$ redefine esas influencias en medio de los conflictos sociales " culturales de su pas: la emi%racin " la urbanizacin Gtan presentes en el primer <or%esH$ la polmica con las autoridades literarias pre ias GLu%ones " la tradicin criollistaH$ el realismo social del %rupo (oedo) 9i se pretende se%uir empleando la metfora de la traduccin como ima%en de la operacin intelectual tpica de las lites literarias de pases capitalistas perifricos respecto de los centros culturales$ dicen (ltamirano " 9arlo$ es necesario obser ar&ue suele ser todo el campo el &ue opera como matriz de traduccin.33 !or precaria &ue sea la existencia de este campo$ funciona como escena de reelaboracin " estructura reordenadora de los modelos externos. -n arios casos$ el modernismo cultural$ en ez de ser desnacionalizador$ ha dado el impulso " el repertorio de smbolos para la construccin de la identidad nacional. La preocupacin ms intensa por la Fbrasile,idadF comienza con las an%uardias de los a,os einte. F9lo seremos modernos si somos nacionalesF$ parece su consi%na$ dice 1enato =rtiz. 'e =s:ald de (ndrade a la construccin de <rasilia$ la lucha por la modernizacin fue un mo imiento por le antar crticamente una nacin opuesta a lo &ue &ueran las
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Citado por (. (. (maral en el artculo mencionado$ p. 78?. Carlos (ltamirano " <eatriz 9arlo$ "iteratura,3ociedad$ <uenos (ires$ Machette$ 324/$ pp. 44C42.
fuerzas oli%r&uicas o conser adoras " los dominadores externos. T-l modernismo es una idea fuera de lu%ar &ue se expresa como pro"ecto.U37 'espus de la re olucin mexicana$ arios mo imientos culturales cumplen simultneamente una labor modernizadora " de desarrollo nacional autnomo. 1etoman el pro"ecto atenesta$ iniciado durante el porfirismo$ con pretensiones a eces desenca#adas$ por e#emplo cuando Lasconcelos &uiere usar la di ul%acin de la cultura clsica para Fredimir a los indiosF " liberarlos de su FatrasoF. !ero el enfrentamiento con la (cademia de 9an Carlos " la insercin en los cambios posre olucionarios tiene el propsito para muchos artistas de replantear di isiones cla es del desarrollo desi%ual " dependiente: las &ue oponen el arte culto " el popular$ la cultura " el traba#o$ la experimentacin de an%uardia " la conciencia social. -l intento de superar esas di isiones crticas de la modernizacin capitalista estu o li%ado en Dxico a la formacin de la sociedad nacional. Iunto a la difusin educati a " cultural de los saberes occidentales en las clases populares$ se &uiso incorporar el arte " las artesanas mexicanas a un patrimonio &ue se deseaba com;n. 1i era$ 9i&ueiros " =rozco propusieron sntesis icono%rficas de la identidad nacional inspiradas a la ez en las obras de ma"as " aztecas$ los retablos de i%lesias$ las decoraciones de pul&ueras$ los dise,os " colores de la alfarera poblana$ las lacas de Dichoacn " los a ances experimentales de an%uardias europeas. -sta reor%anizacin hbrida del len%ua#e plstico fue apo"ada por cambios en las relaciones profesionales entre los artistas$ el -stado " las clases populares. Los murales en edificios p;blicos$ los calendarios$ carteles " re istas de %ran difusin$ fueron resultado de una poderosa afirmacin de las nue as tendencias estticas dentro del incipiente campo cultural$ " de los nculos no edosos &ue los artistas fueron creando con los administradores de la educacin oficial$ con sindicatos " mo imientos de base. La historia cultural mexicana de los a,os treinta a cincuenta muestra la fra%ilidad de esa utopa " el des%aste &ue fue sufriendo a causa de condiciones intraCartsticas " sociopolticas. -l campo plstico$ he%emonizado por el realismo do%mtico$ el contenidismo " la subordinacin del arte a la poltica$ pierde su italidad pre ia " consiente pocas inno aciones. (dems$ era difcil potenciar la accin social del arte cuando el impulso re olucionario se haba FinstitucionalizadoF o sobre i a escuetamente en mo imientos mar%inales de oposicin. !ese a la sin%ular formacin de los campos culturales modernos en Dxico " las oportunidades excepcionales de acompa,ar con obras monumentales " masi as el proceso transformador$ cuando la nue a fase modernizadora irrumpe en los a,os cincuenta " sesenta$ la situacin cultural mexicana no era radicalmente distinta de la de otros pases de (mrica Latina. !ermanece el le%ado del realismo nacionalista$ aun&ue "a casi no produce obras importantes. En -stado ms rico " estable &ue el promedio del continente si%ue teniendo recursos para construir museos " centros culturales$ dar becas " subsidios a intelectuales$ escritores " artistas. !ero esos apo"os an di ersificndose para fomentar tendencias inditas. Las principales polmicas se or%anizan en torno de e#es seme#antes a los de otras sociedades latinoamericanas: cmo articular lo local " lo cosmopolita$ las promesas de la modernidad " la inercia de las tradiciones+ cmo pueden alcanzar los
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campos culturales ma"or autonoma " a la ez ol er esa oluntad de independencia compatible con el desarrollo precario del mercado artstico " literario+ de &u modo el reordenamiento industrial de la cultura recrea las desi%ualdades. 'ebemos concluir &ue en nin%una de estas sociedades el modernismo ha sido la adopcin mimtica de modelos importados$ ni la b;s&ueda de soluciones meramente formales. Masta los nombres de los mo imientos$ obser a Iean .ranco$ muestran &ue las an%uardias tu ieron un arrai%o social: mientras en -uropa los reno adores ele%an denominaciones &ue indicaban su ruptura con la historia del arte Cimpresionismo$ simbolismo$ cubismoC$ en (mrica Latina prefieren llamarse con palabras &ue su%ieren respuestas a factores externos al arte: modernismo$ nue omundismo$ indi%enismo.3/ -s erdad &ue esos pro"ectos de insercin social se dilu"eron parcialmente en academicismos$ ariantes de la cultura oficial o #ue%os del mercado$ como ocurri en distintas cuotas con el indi%enismo peruano$ el muralismo mexicano$ " !ortinari en <rasil. !ero sus frustraciones no se deben a un destino fatal del arte$ ni al desa#uste con la modernizacin socioeconmica. 9us contradicciones " discrepancias internas expresan la hetero%eneidad sociocultural$ la dificultad de realizarse en medio de los conflictos entre diferentes temporalidades histricas &ue con i en en un mismo presente. !areciera entonces &ue$ a diferencia de las lecturas empecinadas en tomar partido por la cultura tradicional o las an%uardias$ habra &ue entender la sinuosa modernidad latinoamericana repensando los modernismos como intentos de inter enir en el cruce de un orden dominante semioli%r&uico$ una economa capitalista semindustrializada " mo imientos sociales semitransformadores. -l problema no reside en &ue nuestros pases ha"an cumplido mal " tarde un modelo de modernizacin &ue en -uropa se habra realizado impecable$ ni consiste tampoco en buscar reacti amente cmo in entar al%;n paradi%ma alternati o e independiente$ con tradiciones &ue "a han sido transformadas por la expansin mundial del capitalismo. 9obre todo en el periodo ms reciente$ cuando la transnacionalizacin de la economa " de la cultura nos uel e Fcontemporneos de todos los hombresF G!azH$ " sin embar%o no elimina las tradiciones nacionales$ optar en forma exclu"ente entre dependencia o nacionalismo$ entre modernizacin o tradicionalidad local$ es una simplificacin insostenible. -)!(N9*NN '-L C=N9ED= Y L=LENB(1*9D= CELBE1(L 'esde los a,os treinta comienza a or%anizarse en los pases latinoamericanos un sistema ms autnomo de produccin cultural. Las capas medias sur%idas en Dxico a partir de la re olucin$ las &ue acceden a la expresin poltica con el radicalismo ar%entino$ o en procesos sociales seme#antes en <rasil " Chile$ constitu"en un mercado cultural con dinmica propia. 9er%io Diceli$ &ue estudi el proceso brasile,o$ habla del inicio de Fla sustitucin de importacionesF3? en el sector editorial. -n todos estos pases$ mi%rantes con experiencia en el rea " productores nacionales emer%entes an %enerando una industria de la cultura con redes de comercializacin en los centros urbanos. Iunto con la ampliacin de
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Iean .ranco$ "a cultura moderna en Am!rica "atina$ Gri#albo$ Dxico$ 3246$ p. 35. 9er%io Diceli$ Intelectuais e classe dirigente no (rasil -456074589#$ 'ifel$ 9ao !auloC1o de Ianeiro$ 3282$ p. 87.
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los circuitos culturales &ue produce la alfabetizacin creciente$ escritores$ empresarios " partidos polticos estimulan una importante produccin nacional. -n la (r%entina$ las bibliotecas obreras$ los centros " ateneos populares de estudio$ iniciados por anar&uistas " socialistas desde principios del si%lo$ se expanden en las dcadas del einte " treinta. La editorial Claridad$ &ue publica ediciones de 30 000 a 75 000 e#emplares en esos a,os$ responde a un p;blico en rpido crecimiento " contribu"e a la formacin de una cultura poltica$ lo mismo &ue los diarios " re istas &ue elaboran intelectualmente los procesos nacionales en relacin con las tendencias reno adoras del pensamiento internacional.F35 !ero es al comenzar la se%unda mitad de este si%lo &ue las lites de las ciencias sociales$ el arte " la literatura encuentran si%nos de firme modernizacin socioeconmica en (mrica Latina. -ntre los a,os cincuenta " setenta al menos cinco clases de hechos indican cambios estructurales: aH -l despe%ue de un desarrollo econmico ms sostenido " di ersificado$ &ue tiene su base en el crecimiento de industrias con tecnolo%a a anzada$ en el aumento de importaciones industriales " de empleo de asalariados+ bH La consolidacin " expansin del crecimiento urbano iniciado en la dcada de los cuarenta+ cH La ampliacin del mercado de bienes culturales$ en parte por las ma"ores concentraciones urbanas$ pero sobre todo por el rpido incremento de la matrcula escolar en todos los ni eles: el analfabetismo se reduce al 30 o 35 por ciento en la ma"ora de los pases$ la poblacin uni ersitaria sube en la re%in de 750 000 estudiantes en 3250 a 5 /40 000 al finalizar la dcada de los setenta+ dH La introduccin de nue as tecnolo%as comunicacionales$ especialmente la tele isin$ &ue contribu"en a la masificacin e internacionalizacin de las relaciones culturales " apo"an la erti%inosa enta de los productos FmodernosF$ ahora fabricados en (mrica Latina: autos$ aparatos electrodomsticos$ etctera+ eH -l a ance de mo imientos polticos radicales$ &ue confan en &ue la modernizacin pueda incluir cambios profundos en las relaciones sociales " una distribucin ms #usta de los bienes bsicos. (un&ue la articulacin de estos cinco procesos no fue fcil$ como sabemos$ ho" resulta e idente &ue transformaron las relaciones entre modernismo cultural " modernizacin social$ la autonoma " dependencias de las prcticas simblicas. Mubo una secularizacin$ perceptible en la cultura cotidiana " la cultura poltica+ se crearon carreras de ciencias sociales &ue sustitu"en las interpretaciones ensa"sticas$ a menudo irracionalistas$ por in esti%aciones empricas " explicaciones ms consistentes de las sociedades latinoamericanas. La sociolo%a$ la psicolo%a " los estudios sobre medios masi os contribu"eron$ a modernizar las relaciones sociales " la planificacin. (liadas a las empresas industriales$ " a los nue os mo imientos sociales$ con irtieron en n;cleo del sentido com;n culto la ersin estructuralCfuncionalista de la oposicin entre tradiciones "
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Luis (lberto 1omero, "ibros baratos y cultura de los sectores populares $ C*9-($ <uenos (ires$ 3246+ -milio I. Corbiere$ Centros de cultura populares$ Centro de -studios de (mrica Latina$ <uenos (ires$ 3247.
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modernidad. .rente a las sociedades rurales re%idas por economas de subsistencia " alores arcaicos$ predicaban los beneficios de las relaciones urbanas$ competiti as$ donde prosperaba la libre eleccin indi idual. La poltica desarrollista impuls este %iro ideol%ico " cientfico$ lo us para ir creando en las nue as %eneraciones de polticos$ profesionales " estudiantes el consenso para su pro"ecto modernizador. -l crecimiento de la educacin superior " del mercado artstico " literario contribu" a profesionalizar las funciones culturales. (un los escritores " artistas &ue no lle%an a i ir de sus libros " sus cuadros$ o sea la ma"ora$ se an insertando en la docencia o en acti idades periodsticas especializadas en las &ue se reconoce la autonoma de su oficio. -n arias capitales se crean los primeros museos de arte moderno " m;ltiples %aleras &ue establecen mbitos especficos para la seleccin " aloracin de los bienes simblicos. -n 32?4 nacen los museos de arte moderno de 9ao !aulo " 1o de Ianeiro$ en 3256 el de <uenos (ires$ en 3267 el de <o%ot " en 326? el de Dxico. La ampliacin del mercado cultural fa orece la especializacin$ el culti o experimental de len%ua#es artsticos " una ma"or sincrona con las an%uardias internacionales. (l ensiC mismarse el arte culto en b;s&uedas formales$ se produce una separacin ms brusca entre los %ustos de las lites " los de las clases populares " medias controlados por la industria cultural. 9i bien sta es la dinmica de la expansin " se%mentacin del mercado$ los mo imientos culturales " polticos de iz&uierda %eneran acciones opuestas destinadas a socializar el arte$ comunicar las inno aciones del pensamiento a p;blicos ma"oritarios " hacerlos participar de al%;n modo en la cultura he%emnica. 9e da un enfrentamiento entre la l%ica socioeconmica del crecimiento del mercado " la l%ica oluntarista del culturalismo poltico$ &ue fue particularmente dramtica cuando se produ#o en el interior de un mismo mo imiento " hasta de las mismas personas. Wuienes estaban realizando la racionalidad expansi a " reno adora del sistema sociocultural eran los mismos &ue &ueran democratizar la produccin artstica. (l tiempo &ue extremaban las prcticas de diferenciacin simblica Cla experimentacin formal$ la ruptura con saberes comunesC$ buscaban fusionarse con las masas. ( la noche los artistas iban a los vernissages de las %aleras de an%uardia en 9ao !aulo " 1o de Ianeiro$ a los happenings del *nstituto di Bella en <uenos (ires+ a la ma,ana si%uiente$ participaban en las acciones difusoras " FconcientizadorasF de los Centros !opulares de Cultura o de los sindicatos combati os. Xsta fue una de las escisiones de los a,os sesenta. La otra$ complementaria$ fue la creciente oposicin entre lo p;blico " lo pri ado$ con la consi%uiente necesidad de muchos artistas de di idir su lealtad entre el -stado " las empresas$ o entre las empresas " los mo imientos sociales. La frustracin del oluntarismo poltico ha sido examinada en muchos traba#os$ pero no sucedi lo mismo con el oluntarismo cultural. 9e atribu"e su declinacin al sofocamiento o a la crisis de las fuerzas insur%entes en &ue se insertaba$ lo cual es parte de la erdad$ pero falta analizar las causas culturales del fracaso de este nue o intento de articular el modernismo con la modernizacin. Ena primera cla e es la sobreestimacin de los mo imientos transformadores sin considerar la l%ica de desarrollo de los campos culturales. Casi la ;nica dinmica social 3/
&ue se intenta entender en la literatura crtica sobre el arte " la cultura de los a,os sesenta " principios de los setenta$ es la de la dependencia. 9e descuida la reor%anizacin &ue se estaba produciendo desde dos o tres dcadas antes en los campos culturales$ " en sus relaciones con la sociedad. -sta falla se hace patente al releer ahora los manifiestos$ los anlisis polticos " estticos$ las polmicas de a&uella poca. La nue a mirada sobre la comunicacin de la cultura &ue se constru"e en los ;ltimos a,os parte de dos tendencias bsicas de la l%ica social: por una parte$ la especializacin " estratificacin de las producciones culturales+ por otra$ la reor%anizacin de las relaciones entre lo p;blico " lo pri ado$ en beneficio de las %randes empresas " fundaciones pri adas. Leo el sntoma inicial de la primera lnea en los cambios de la poltica cultural mexicana durante la dcada de los cuarenta. -l -stado &ue haba promo ido una inte%racin de lo tradicional " lo moderno$ lo popular " lo culto$ impulsa a partir del alemanismo un pro"ecto en el cual la utopa popular cede a la modernizacin$ la utopa re olucionaria a la planificacin del desarrollo industrial. -n este periodo$ el -stado diferencia sus polticas culturales en relacin con las clases sociales: se crea el *nstituto Nacional de <ellas (rtes G*N<(H$ dedicado a la cultura FeruditaF$ " se fundan$ casi en los mismos a,os$ el Duseo Nacional de (rtes e *ndustrias !opulares " el *nstituto Nacional *ndi%enista. La or%anizacin separada de los aparatos burocrticos expresa institucionalmente un cambio de rumbo. !or ms &ue el *N<( ha"a tenido periodos en &ue busc deselitizar el arte culto$ " al%unos or%anismos dedicados a culturas populares reacti an a eces la ideolo%a re olucionaria de inte%racin policlasista$ la estructura escindida de las polticas culturales re ela cmo concibe el -stado la reproduccin social " la reno acin diferencial del consenso. -n otros pases la poltica estatal colabor del mismo modo con la se%mentacin de los uni ersos simblicos. !ero fue el incremento de in ersiones diferenciadas en los mercados de lite " de masas lo &ue ms acentu el ale#amiento entre ambos. (unada a la creciente especializacin de los productores " de los p;blicos$ esta bifurcacin cambi el sentido de la %rieta entre lo culto " lo popular. Ya no se basaba$ como hasta la primera mitad del si%lo ))$ en la separacin entre clases$ entre lites instruidas " ma"oras analfabetas o semianalfabetas. Lo culto pas a ser un rea culti ada por fracciones de la bur%uesa " de los sectores medios$ mientras la ma"or parte de las clases altas " medias$ " la casi totalidad de las clases populares$ iba siendo adscrita a la pro%ramacin masi a de la industria cultural. Las industrias culturales proporcionan a la plstica$ la literatura " la m;sica una repercusin ms extensa &ue la lo%rada por las ms exitosas campa,as de di ul%acin popular or%inadas en la buena oluntad de los artistas. La multiplicacin de conciertos en pe,as folclricas " actos polticos alcanza un p;blico mnimo en comparacin con lo &ue ofrecen a los mismos m;sicos los discos$ los casetes " la tele isin. Los fascculos culturales " las re istas de moda o decoracin endidas en puestos de peridicos " supermercados lle an las inno aciones literarias$ plsticas " ar&uitectnicas a &uienes nunca isitan las libreras ni los museos.
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Iunto con este cambio en las relaciones de la FaltaF cultura con el consumo masi o$ se modifica el acceso de las di ersas clases a las inno aciones de las metrpolis. No es indispensable pertenecer a los clanes familiares de la bur%uesa o recibir una beca del extran#ero para estar enterado de las ariaciones del %usto artstico o poltico. -l cosmopolitismo se democratiza. -n una cultura industrializada$ &ue necesita expandir constantemente el consumo$ es menor la posibilidad de reser ar repertorios exclusi os para minoras.F36 No obstante$ se renue an los mecanismos diferenciales cuando di ersos su#etos se apropian de las no edades. -L -9B('= CE*'( -L !(B1*D=N*=$ L(9 -D!1-9(9 L= D='-1N*Y(N Los procedimientos de distincin simblica pasan a operar de otro modo. Dediante una doble separacin: por una parte$ entre lo tradicional administrado por el -stado " lo moderno auspiciado por empresas pri adas+ por otra$ la di isin entre lo culto moderno o experimental para lites promo ido por un tipo de empresas " lo masi o or%anizado por otro tipo de empresas. La tendencia %eneral es &ue la modernizacin de la cultura para lites " para masas a &uedando en manos de la iniciati a pri ada. Dientras el patrimonio tradicional si%ue siendo responsabilidad de los -stados$ la promocin de la cultura moderna es cada ez ms tarea de empresas " or%anismos pri ados. 'e esta diferencia deri an dos estilos de accin cultural. -n tanto los %obiernos entienden su poltica en trminos de proteccin " preser acin del patrimonio histrico$ las iniciati as inno adoras &uedan en manos de la sociedad ci il$ especialmente de &uienes disponen de poder econmico para financiar arries%ando. Enos " otros buscan en el arte dos tipos de rdito simblico: los -stados$ le%itimidad " consenso al aparecer como representantes de la historia nacional+ las empresas$ obtener lucro " construir a tra s de la cultura de punta$ reno adora$ una ima%en Fno interesadaF de su expansin econmica. Bal como lo analizamos en el captulo anterior respecto de las metrpolis$ la modernizacin de la cultura isual$ &ue los historiadores del arte latinoamericano suelen concebir slo como efecto de la experimentacin de los artistas$ tiene desde hace treinta a,os una alta dependencia de %randes empresas. 9obre todo por el papel de stas como mecenas de los productores en el campo artstico o transmisores de esas inno aciones a circuitos masi os a tra s del dise,o industrial " %rfico. Ena historia de las contradicciones de la modernidad cultural en (mrica Latina tendra &ue mostrar en &u medida fue obra de esa poltica con tantos ras%os premodernos$ &ue es el mecenaz%o. Mabra &ue partir de las sub enciones con &ue la oli%ar&ua de fines del si%lo )*) " de la primera mitad del )) apo" a artistas " escritores$ ateneos$ salones literarios " plsticos$ conciertos " asociaciones musicales. !ero el periodo decisi o es el de los a,os sesenta. La bur%uesa industrial acompa,a la modernizacin producti a " la introduccin de nue os hbitos en el consumo &ue ella misma impulsa$ con fundaciones " centros experimentales destinados a con&uistar para la iniciati a pri ada el papel prota%nico en el reordenamiento del mercado cultural. (l%unas de estas acciones fueron promo idas por empresas transnacionales " lle%aron como exportacin de corrientes estticas de la pos%uerra$ nacidas
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9obre estas transformaciones casi todo est por ser in esti%ado. Denciono un texto precursor: Ios Carlos 'urand$ Arte, privilegio e distincao$ 9ao !aulo$ !erspecti a$ 3242.
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en las metrpolis$ sobre todo en los -stados Enidos. 9e #ustifican por eso$ las crticas a nuestra dependencia multiplicadas en los sesenta$ entre las &ue sobresalen los estudios de 9hifra Goldman. 'ocumentada en las fuentes norteamericanas$ supo er cmo se articularon los %randes consorcios G-sso$ 9tandard =il$ 9hell$ General DotorsH con museos$ re istas$ artistas$ crticos norteamericanos " latinoamericanos$ para difundir en nuestro continente una experimentacin formal FdespolitizadaF &ue reemplazara al realismo social.F38 !ero las interpretaciones de la historia &ue ponen todo el peso en las intenciones conspirati as " las alianzas ma&uia licas de los dominadores empobrecen la comple#idad " los conflictos de la modernizacin. -n esos a,os estaba ocurriendo en los pases latinoamericanos la transformacin radical de la sociedad$ la educacin " la cultura &ue resumimos en las p%inas precedentes. La adopcin en la produccin artstica de nue os materiales Gacrlico$ plstico$ polisterH " procedimientos constructi os Gtcnicas lumnicas " electrnicas$ multiplicacin seriada de las obrasH no era simple imitacin del arte de las metrpolis$ pues tales materiales " tecnolo%as estaban siendo incorporados a la produccin industrial$ " por tanto a la ida " el %usto cotidianos en los pases latinoamericanos. Lo mismo podemos decir de los nue os iconos de la plstica de an%uardias: tele isores$ ropa de moda$ persona#es de la comunicacin masi a. -stos cambios materiales$ formales e icono%rficos se consolidaron con la aparicin de nue os espacios de exhibicin " aloracin de la produccin simblica. -n la (r%entina " el <rasil eran desplazadas las instituciones representati as de la oli%ar&ua a%roexportadora Clas academias$ las re istas " los diarios tradicionalesC " %anaban espacio el *nstituto di Bella$ la .undacin Datarazzo$ semanarios sofisticados como :rimera :lana) 9e constitua un nue o sistema de circulacin " aloracin &ue$ a la ez &ue proclamaba ms autonoma para la experimentacin artstica$ la mostraba como parte del proceso %eneral de modernizacin industrial$ tecnol%ica " del entorno cotidiano$ conducido por los empresarios &ue mane#aban esos institutos " fundaciones.F34 -n Dxico la accin cultural de la bur%uesa modernizadora " de los artistas de an%uardia no sur%e en oposicin a la oli%ar&ua tradicional$ mar%inada al comienzo del si%lo por la re olucin$ sino contradiciendo el nacionalismo realista de la escuela mexicana auspiciado por el -stado posre olucionario. La polmica fue spera " lar%a entre &uienes detentaban la he%emona del campo plstico " los nue os pintores GBama"o$ Cue as$ Gironella$ Llad"H$ empe,ados en reno ar la fi%uracin. 32 !ero la calidad de los ;ltimos " el an&uilosamiento de los primeros consi%uieron &ue las nue as corrientes fueran reconocidas en %aleras$ espacios culturales pri ados " por el propio aparato estatal &ue comenz a incluirlas en su poltica. ( la creacin del Duseo de (rte Doderno en 326?$ se a%re%aron otras instancias oficiales de consa%racin: las an%uardias fueron recibiendo premios$ exhibiciones nacionales " extran#eras promo idas por el %obierno " encar%os de obras p;blicas.
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9hifra D. Goldman$ Contemporary Me;ican :ainting in a Time o& Change $ Eni ersidad de Bexas$ (ustin " Londres$ 3288$ especialmente los caps. 7 " /. 34 -studiamos extensamente este proceso en la (r%entina en "a producci%n simb%lica$ 9i%lo ))*$ ?a. ed.$ Dxico$ 3244$ especialmente el captulo F-strate%ias simblicas del desarrollismo econmicoF. 32 'estacamos en la biblio%rafa sobre este periodo la documentacin " el anlisis presentados en el libro de 1ita -der$ /ironella$ EN(D$ Dxico$ 3243$ especialmente los caps. 3 " 7.
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Masta mediados de la dcada de los setenta$ en Dxico el patrocinio estatal " el pri ado del arte estu ieron e&uilibrados. !ese a la insuficiencia de ambos auspicios en relacin con las demandas de los productores$ ese e&uilibrio da al campo artstico un perfil menos dependiente del mercado &ue en pases como Colombia$ Lenezuela$ <rasil o la (r%entina. ( fines de los setenta$ pero especialmente a partir de la crisis econmica de 3247$ las tendencias neoconser adoras &ue adel%azan el -stado " clausuran las polticas desarrollistas de modernizacin aproximan a Dxico a la situacin del resto del continente. (s como se transfiere a las empresas pri adas amplios sectores de la produccin$ hasta entonces ba#o control del poder p;blico$ se sustitu"e un tipo de he%emona$ basado en la subordinacin de las diferentes clases a la unificacin nacionalista del -stado por otro en el &ue las empresas pri adas aparecen como promotoras de la cultura de todos los sectores. La competencia cultural de la iniciati a pri ada con el -stado se concentra en un %ran comple#o empresarial: Bele isa. -sta empresa mane#a cuatro canales de tele isin nacionales con m;ltiples repetidoras en Dxico " los -stados Enidos$ productoras " distribuidoras de ideo$ editoriales$ radios$ museos en los &ue se exhibe arte culto " popular: hasta 3246 el Duseo de (rte Contemporneo 1ufino Bama"o " ahora el Centro Cultural de (rte Contemporneo. -sta accin tan di ersificada$ pero ba#o una administracin monoplica$ estructura las relaciones entre los mercados culturales. 'i#imos &ue$ de los a,os cincuenta a los setenta$ la fractura entre la cultura de lites " la de masas haba sido ahondada por las in ersiones de distintos tipos de capital " la creciente especiaC lizacin de los productores " los p;blicos. -n los ochenta$ las macroempresas se apropian a la ez de la pro%ramacin cultural para lites " para el mercado masi o. (l%o seme#ante ha ocurrido en <rasil con la 1ede Globo$ due,a de circuitos tele isi os$ radios$ teleno elas nacionales " para exportacin$ " creadora de una nue a mentalidad empresarial hacia la cultura$ &ue establece relaciones altamente profesionalizadas entre artistas$ tcnicos$ productores " p;blico. La posesin simultnea por parte de estas empresas de %randes salas de exposicin$ espacios publicitarios " crticos en cadenas de BL " radio$ en re istas " otras instituciones$ les permite pro%ramar acciones culturales de asta repercusin " alto costo$ controlar los circuitos por los &ue sern comunicadas$ las crticas$ " hasta cierto punto la descodificacin &ue harn los distintos p;blicos. >Wu si%nifica este cambio para la cultura de lite@ 9i la cultura moderna se realiza al autonomizar el campo formado por los a%entes especficos de cada prctica Pen el arte: los artistas$ las %aleras$ los museos$ los crticos " el p;blicoP$ las fundaciones mecenales omnicomprensi as atacan al%o central de ese pro"ecto. (l subordinar la interaccin entre los a%entes del campo artstico a una sola oluntad empresarial$ tienden a neutralizar el desarrollo autnomo del campo. -n cuanto a la cuestin de la dependencia cultural$ si bien la influencia imperial de las empresas metropolitanas no desaparece$ el enorme poder de Bele isa$ 1ede Globo " otros or%anismos latinoamericanos est cambiando la estructura de nuestros mercados simblicos " su interaccin con los de los pases centrales. En caso notable de esta e olucin de monopolios mecenales lo constitu"e la institucin casi unipersonal diri%ida por Ior%e Glusber%$ el Centro de (rte " Comunicacin de <uenos 38
(ires. 'ue,o de una de las ma"ores empresas de artefactos lumnicos en la (r%entina$ Dodulor$ dispone de recursos para financiar las acti idades del Centro$ de los artistas &ue re;ne Gel Grupo de los Brece al principio$ Grupo C(YC despusH " de otros &ue exponen en esta institucin o son lle ados por ella al extran#ero. Glusber% pa%a los catlo%os$ la propa%anda$ los fletes de las obras " a eces los materiales$ si los artistas carecen de medios. -stablece as una tupida red de lealtades profesionales " para profesionales con artistas$ ar&uitectos$ urbanistas " crticos. (dems$ el C(YC act;a como centro interdisciplinario &ue combina a estos especialistas con comunicadores$ semilo%os$ socilo%os$ tecnlo%os " polticos$ lo cual le da %ran ersatilidad para insertarse en distintos campos de la produccin cultural " cientfica ar%entina$ as como para incularse con institutos de a anzada internacional Gsus catlo%os suelen publicarse en espa,ol e in%lsH. 'esde hace dos dcadas iene or%anizando en -uropa " los -stados Enidos muestras anuales de artistas ar%entinos. Bambin hace exhibiciones de artistas extran#eros " colo&uios en <uenos (ires$ en los &ue participan crticos resonantes GEmberto -co$ Giulio Carlo (r%an$ !ierre 1estan"$ etcteraH. (l mismo tiempo$ Glusber% ha desple%ado una accin crtica m;ltiple$ &ue abarca casi todos los catlo%os del C(YC$ la direccin de p%inas de arte " ar&uitectura en los principales diarios -"a <pini%n, lue%o Clarn# " artculos en re istas internacionales de ambas especialidades$ donde publicita la labor del Centro " su%iere lecturas del arte solidarias con las propuestas de las exposiciones. En recurso cla e para mantener esta accin multimedia ha sido el control permanente &ue Glusber% ha tenido como presidente de la (sociacin (r%entina de Crticos de (rte$ " como icepresidente de la (sociacin *nternacional de Crticos. Dediante este mane#o de arios campos culturales Garte$ ar&uitectura$ prensa$ instituciones asociati asH$ " sus nculos con fuerzas econmicas " polticas$ el C(YC lo%r durante einte a,os una asombrosa continuidad en un pas donde un solo %obierno constitucional pudo terminar su mandato en las ;ltimas cuatro dcadas. Bambin parece consecuencia de su control sobre tantas instancias de la produccin " la circulacin artstica &ue dicho Centro no ha"a recibido ms &ue crticas confidenciales$ nin%una &ue lo cuestione seriamente al punto de disminuir su reconocimiento en el pas$ pese a haber pasado al menos por tres etapas contradictorias. -n la primera$ de 3283 a 328?$ desple% una accin plural con artistas " crticos de di ersas orientaciones. 9u traba#o contribu" a la inno acin esttica autnoma al auspiciar experiencias &ue a;n carecan de alor en el mercado artstico$ como las conceptualistas. -n al%unos casos busc a un p;blico amplio$ por e#emplo con las exposiciones planeadas en plazas de <uenos (ires$ de las cuales slo se cumpli una en 3287$ &ue fue reprimida por la polica. ( partir de 3286$ Glusber% cambi su lnea de traba#o. Bu o excelentes relaciones con el %obierno militar establecido desde ese a,o hasta 324/$ como se comprueba$ por e#emplo$ en la promocin oficial &ue reciban sus exhibiciones$ " el tele%rama del presidente$ el %eneral Lidela$ &ue lo felicitaba por haber %anado en 3288 el premio de la )*L <ienal de 9ao !aulo$ al &ue contest comprometindose ante l a Frepresentar el humanismo del arte ar%entino en el exteriorF. La tercera etapa se abre en diciembre de 324/$ a la semana si%uiente de acabar la dictadura " asumir el %obierno 34
(lfonsn$ cuando Glusber% or%aniz en el C(YC " otras %aleras de <uenos (ires las Iornadas por la 'emocracia.70 -n la dcada de los sesenta$ la creciente importancia de los %aleristas " marchands lle a hablar en la (r%entina de Fun arte de difusoresF para aludir a la inter encin de estos a%entes en el proceso social en &ue se constitu"en los si%nificados estticos. 73 Las fundaciones recientes abarcan mucho ms$ pues no act;an slo en la circulacin de las obras$ sino &ue reformulan las relaciones entre artistas$ intermediarios " p;blico. !ara conse%uirlo$ subordinan a una o pocas fi%uras poderosas las interacciones " los conflictos entre los a%entes &ue ocupan di ersas posiciones en el campo cultural. 9e pasa as de una estructura en la &ue los nculos horizontales$ las luchas por la le%itimidad " la reno acin$ se efectuaban con criterios predominantemente artsticos " constituan la dinmica autnoma de los campos culturales$ a un sistema piramidal en el &ue las lneas de fuerza se en obli%adas a con er%er ba#o la oluntad de mecenas o empresarios pri ados. La inno acin esttica se con ierte en un #ue%o dentro del mercado simblico internacional$ donde se dilu"en$ tanto como en las artes ms dependientes de las tecnolo%as a anzadas " Funi ersalesF Gcine$ tele isin$ ideoH$ los perfiles nacionales &ue fueron preocupacin de al%unas an%uardias hasta mediados de este si%lo. 9i bien la tendencia internacionalizante ha sido propia de las an%uardias$ mencionamos &ue al%unas unieron su b;s&ueda experimental en los materiales " len%ua#es con el inters por redefinir crticamente las tradiciones culturales desde las cuales se expresaban. -ste inters decae ahora por una relacin ms mimtica con las tendencias he%emnicas en el mercado internacional. -n una serie de entre istas &ue realizamos con plsticos ar%entinos " mexicanos acerca de lo &ue debe hacer un artista para ender " ser reconocido$ aparecieron$ ante todo$ insistentes referencias a la depresin del mercado latinoamericano de los a,os ochenta " a la FinestabilidadF a &ue estn sometidos los artistas$ tanto por la obsolescencia continua de las corrientes estticas como por la ariabilidad econmica de la demanda. -n esas condiciones$ es mu" fuerte la presin para sintonizar con el estilo acrtico " l;dico$ sin preocupaciones sociales ni audacias estticas$ Fsin demasiadas estridencias$ ele%ante$ no mu" apasionadoF del arte de este fin de si%lo. Los ms exitosos se,alan &ue una obra de repercusin debe basarse tanto en hallaz%os o aciertos plsticos como en recursos periodsticos$ publicitarios$ indumentarias$ ia#es$ abultadas cuentas telefnicas$ se%uimiento de re istas " catlo%os internacionales. Ma" &uienes se resisten a &ue las implicaciones extraestticas ocupen el lu%ar principal$ pero a;n as dicen &ue esos recursos complementarios son indispensables. 9er artista o escritor$ producir obras si%nificati as en medio de esta reor%anizacin de la sociedad %lobal " de los mercados simblicos$ comunicarse con p;blicos amplios$ se ha uelto mucho ms complicado. 'el mismo modo &ue los artesanos o productores populares de cultura$ se%;n eremos lue%o$ no pueden "a referirse slo a su uni erso tradicional$ los artistas tampoco lo%ran realizar pro"ectos reconocidos socialmente si se encierran en su
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Los #uicios sobre el C(YC " sobre Glusber% estn di ididos entre los artistas " crticos$ se%;n se aprecia en la in esti%acin de Luz D. Garca$ D. -lena Crespo " N*. Cristina Lpez$ C(YC$ realizada en la -scuela de <ellas (rtes$ .acultad de Mumanidades " (rte de la Eni ersidad Nacional de 1osario$ 3248. 73 Darta .. de 9lemenson " Germn Vratoch:ill$ FEn arte de difusores. (puntes para la comprensin de un mo imiento plstico de an%uardia en <uenos (ires$ de sus creadores$ sus difusores " su p;blicoF$ en I. .. Darsal " otros$ .l intelectual latinoamericano$ -dit. del *nstituto$ <uenos (ires$ 3280.
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campo. Lo popular " lo culto$ mediados por una reor%anizacin industrial$ mercantil " espectacular de los procesos simblicos$ re&uieren nue as estrate%ias. (l lle%ar a la dcada del no enta$ es inne%able &ue (mrica Latina s se ha modernizado. Como sociedad " como cultura: el modernismo simblico " la modernizacin socioeconmica no estn "a tan di orciados. -l problema reside en &ue la modernizacin se produ#o de un modo distinto al &ue esperbamos en decenios anteriores. -n esta se%unda mitad del si%lo$ la modernizacin no la hicieron tanto los -stados sino la iniciati a pri ada. La FsocializacinF o democratizacin de la cultura ha sido lo%rada por las industrias culturales Pen manos casi siempre de empresas pri adasP ms &ue por la buena oluntad cultural o poltica de los productores. 9i%ue habiendo desi%ualdad en la apropiacin de los bienes simblicos " en el acceso a la inno acin cultural$ pero esa desi%ualdad "a no tiene la forma simple " polar &ue cremos encontrarle cuando di idamos cada pas en dominantes " dominados$ o el mundo en imperios " naciones dependientes. 'espus de este se%uimiento de los cambios estructurales$ ha" &ue a eri%uar cmo reubican sus prcticas di ersos actores culturales productores$ intermediarios " p;blicosC ante tales contradiccioC nes de la modernidad$ o cmo ima%inan &ue podran hacerlo.
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