Las Poeticas de Bajo El Volcan

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L O S U N I V E R S I T A R I O S

N u e v a p o c a
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Hay autorescuyo destino literario se justifica ple-
namente a travsde la escritura de un solo libro.
Y Cyrill Connoly tena razn en Losenemigosde
la promesa: la obligacin moral y esttica de un es-
critor esaspirar a una gran obra de arte que logre
doblegar el paso del tiempo. As sucedi con Mal-
colm Lowry, cuya novela Bajo el volcnjustifica
no slo el resto de su obra sino su vida entera.
Tal vez por ello sea interesante especular sobre
lasmotivaciones, lasexpectativas, lasinfluencias,
los anhelos, las experiencias y las estticas que
llevaron a Lowry a concentrar todo su talento en
esa obra magnfica y monumental que esBajo el
volcny que tan bien describe la tragedia ntima
de todo un pas, Mxico, a travsde la experien-
cia personal de un artista como Malcolm Lowry.
Siempre me han interesado lasimgeneso los
momentosde iluminacin que dieron pie a que
algn autor desarrollara toda una filosofa, un li-
bro sin igual o mejor an una gran novela. Edward
Gibbon recordaba con absoluta precisin el mo-
mento en que se le ocurri la idea de escribir The
Declineand Fall of theRoman Empire: fue un da
en que recorriendo las ruinas del Capitolio en
Roma, vio a un grupo de frailescantando lasora-
cionesde la tarde en el templo de Jpiter. Esa ima-
gen, el mundo pagano invadido por el mundo
cristiano, le sirvi de inspiracin para escribir su
extraordinaria obra.
Pero todo pareceindicar quela escritura deBajo
el volcnno ocurri precisamente as. La gnesis
de Bajo el volcnresulta, a mi parecer, mscom-
plicada y con mayor vinculacin a la escritura de
una novela como el Ulisesque JamesJoyce con-
cibiera originalmente, all por 1906, como un
cuento en el que un tal Mr. Hunter, a quien iden-
tificaba como a un judo nacido en Dubln, vaga-
ba por la ciudad en busca de su hijo. Ese cuento
estaba previsto para quedar incluido en Dubline-
ses. Pero, como Joyce le comentara a su hermano
Stanislaus, el proyecto se qued en el tintero du-
rante un buen tiempo y no fue sino casi diez aos
despus, en 1915, que retom la idea, prepar
un esquema y puso manosa la obra para escribir
el Ulises, que se convertira en la novela de mayor
influencia del siglo XX.
Algo semejante, aunque de ninguna manera
igual, le ocurri a Malcolm Lowry durante el pri-
mer viaje que hizo a Mxico con su esposa Jan
Gabrial en 1936, una vez establecidosen la ciudad
de Cuernavaca. Un domingo cualquiera decidie-
ron hacer una pequea excursin al barrio aledao
de Chapultepec. Lo que sucedi durante ese breve
paseo motiv a Lowry a escribir el cuento en el que
se halla la gnesisde Bajo el volcn, en el cual apa-
recen ya tresde lospersonajesprincipalesaun-
que con unosnexoscompletamente diferentesa
losque cada uno de ellosasumira en la novela.
El Cnsul desempear el papel del protagonista
pero no ser la pareja de Yvonne sino su padre,
Las poticas
de Bajo el
volcn
Hernn Lara Zaval a
Lasfotografasqueilustran esteensayo
fueron amablementeproporcionadas
a LosUniversitariospor el traductor
al espaol de Bajo el volcn: Ral
Ortiz y Ortiz, quien con gran gene-
rosidad ofreci estaseriedefotosin-
ditasdesu archivo personal.
TheLakeDistrict. Junio, 1957
mientrasque Hugh ser el pretendiente o
marido.
Lo que esde llamar la atencin en este
breve cuento cuyo borrador original tie-
ne exactamente veinticuatro cuartillas, se-
gn pude constatar personalmente en el
fondo reservado de la Biblioteca de la Uni-
versidad de British Columbia esque en
l ya estaban contenidasla mayor parte de
loselementosmticosy simblicos, as como
lasimgenes, delosqueseibaanutrir Lowry
para escribir su novela. All figuraba ya, en
primersimo plano, el volcn Popocatpetl,
que le servira para darle ttulo a la novela
y que le otorgar su dimensin mtica a la
narracin. En el cuento el Popocatpetl se
describe con aspecto siniestro, una especie
de Moby Dick que pareca invitarlosa la
vez que se meca de un lado a otro del hori-
zonte a un nico e irremediable desastre.
All est tambin Iztacchuatl, la mujer dor-
mida, partecomplementaria del mito infer-
nal as como del mito amoroso que privar
en la novela. Tambin se menciona la Con-
quista, el imperio deMaximiliano, la guerra
deEspaa, el Casino dela Selva, la calleNi-
caragua, lascantinascon susnombreschus-
cosy excntricoscomo Todoscontentosy
yo tambin, el mezcal, el pulque, el doctor
Vigil, lasbarrancas, el perro muerto, el ca-
ballo con el 7 en la grupa, loszopilotes, la
polica corrupta, losescorpionesy el anun-
cio de LasmanosdeOrlacque muestra las
manosensangrentadasde un asesino. El
cuento cierra con la pattica imagen de un
indio viejo y cojo que saca a otro an ms
viejo y decrpito en andas, medianteun me-
capal, queevoca la imagen deMxico como
pascargando el peso de su propia historia.
Como se puede desprender de la lectura
de estecuento, la epifana y el germen de
toda la novela se da cuando el Cnsul le
hace notar a Hugh el robo del queha sido
objeto el indio agonizantepor parte de un
pelado que viaja en el camin. De este
momento derevelacin, queser traslada-
do al captulo VII (nmero fatal en lacaba-
lstica de Lowry) de la novela de manera
ampliada, surgir el resto dela historia. El
dilema se plantea cuando nosvolvemosa
preguntar: Qu hizo Lowry para conver-
tir este interesante pero limitado cuento a
lasdimensionescatedraliciasde una nove-
la?Culesfueron lasmotivacionesestti-
cas, polticas y religiosas y las influencias
que le permitieron dar ese salto cualitativo
y cuantitativo, quehicieron al cuento ger-
minar en una novela de la fuerza de Bajo
el volcn?
Bajo el volcnresponde a una potica
que yo definira como la del criptgra-
fo, que sera el tipo de artista que se nutre
de todo lo que lo rodea porque percibe el
mundo como si setratara deun gran arcano
cuyo sentido tiene que desentraar. Para-
djicamente este tipo de artista se mueve
a base de alegoras, parbolas, smbolos,
emblemas, alusionesen donde detrsde
un hecho concreto o una situacin espec-
fica yace un significado ulterior accesible
tan slo a losiniciados. Se trata del artista
como gran devorador de lossecretosdel
mundo que l contempla como si tuviera
una base mgica, esotrica, llena de plie-
guesy oscuridades. DouglasDay menciona
que Lowry se senta atrapado en una red
gigantesca de correspondenciascsmicas
que lo ataban a coincidenciasy catstrofes
predeterminadas.
Cuando Lowry lleg a Mxico tena,
pues, en su haber una novela, unoscuantos
cuentosy estaba en proceso de escribir In
Ballast to theWhiteSea. Su viaje a nuestro
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BAJ O EL VOLCN
Lowry en laciudad deCuernavaca
paspudo deberse a una mera casualidad
en el sentido de que por vivir en losEs-
tadosUnidostena que salir del paspara
renovar su visa y, como haba ledo La ser-
piente emplumada de D.H. Lawrence
uno de susdolosliterarios decidi
cruzar la frontera en compaa de Jan, su
esposa, con el doble objetivo de cubrir el
trmite y al mismo tiempo seguir lospa-
sosde Lawrence. Slo que si contempla-
mosesta circunstancia como sola Lowry,
ese viaje result parte de un destino que lo
llev a una tierra mtica y lejana, llena de
esossimbolismosy esosarcanosque tanto
leinteresaban y quel tendra queir desen-
traando para usarloscomo partedesu no-
vela. Lo que quiz nunca imagin fue que
l se iba a identificar con el destino trgico
de todo un pasy lo iba a hacer suyo como
sola apropiarse de todo aquello que llama-
ba su atencin. Fue en esa circunstancia
que se produjo la pequea excursin que
dio lugar a que Lowry escribiera el cuento
Bajo el volcn. Douglas Day comenta
que seguramente ese breve relato tuvo
una primera aproximacin novelstica
tresmesesdespus. Pero el hecho real es
que la novela tard diez aosen cuajar, con
innumerablesversionesy rechazospor par-
te de laseditorialesque conducan a nue-
vasrevisiones. Hubo incluso un conato de
destruccin por fuego durante la poca en
la que Lowry vivi con Margerie en Van-
couver.
As que para buscar laspoticasde Lo-
wry ser necesario dividirlasdesde el ini-
cio en dos: lasexternasa la personalidad del
autor y aquellasotrasque de alguna ma-
nera pertenecen a su imaginario msnti-
mo. Empecemospor lasprimeras.
Lowry sin duda era un hombre culto.
Egresado de Saint Catherines College,
Cambridge, en donde no destac mayor-
mente y en donde hasta la fecha, como
bien lo ha sealado Gordon Bowker en la
nueva biografa de Lowry titulada Pursu-
ed byFuries, todava no se le concede ma-
yor mrito ni reconocimiento literario.
Sin embargo, desde su juventud, haba si-
do un voraz y apasionado lector. No creo
que otro escritor haya recibido tantasy tan
diversas influencias precisamente por la
proclividad que tena Lowry a mimetizar-
se con todo aquello con lo que se identifi-
caba. Day y Bowker mencionan a escritores
tan dismbolos como Dante, los drama-
turgos isabelinos, y en particular Shakes-
peare y Christopher Marlowe, Milton,
Goethe, Poe, Melville, Gogol, Henry Ja-
mes, Baudelaire, Lewis Carroll, Joseph
Conrad, Rimbaud, Thomas Mann, Am-
brose Bierce, Hart Crane, Knut Hamn-
sun, Eugene ONeill, Jean Cocteau, T. S.
Eliot y tantos ms.
A propsito he rehuido las influencias
ms importantes porque me gustara de-
tenerme en ellas con un poco ms de cal-
ma. No hay duda de que quien dej la
mayor huella en la vida y en la obra de
Malcolm Lowry fue el escritor norteame-
ricano Conrad Aiken, que fungi desde
su temprana juventud, cuando tena ape-
nas diecinueve aos y estaba a punto de
ingresar a Saint CatherinesCollege, como
su preceptor y tutor. Aiken se le haba
revelado a Lowry meses antes como un
modelo literario a seguir. BlueVoyage, la
novela de Aiken, cay en susmanos, como
otro de los tantos designios del azar que
le ocurrieron a lo largo de su vida, gracias
a su hermano Russell que la haba sacado
de la biblioteca pblica de Inglewood,
donde vivan, pues era un asiduo lector
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Dollarton, 1953
de novelas de mar. A Russell el libro no le
interes mayormente debido a sus piro-
tecnias verbales y se lo pas a su hermano
considerndolo ms de su gusto. Mal-
colm se prend de ella y, segn consigna
Bowker, sacudi su inmadura psique
como un relmpago. La influencia que
ejerci Aiken sobre Lowry sobrepasa con
mucho el aspecto meramente literario.
En principio result una especie de figu-
ra paterna que supla todas las limitantes
artsticas de Arthur Lowry, su padre le-
gtimo. Por su parte, Aiken asumi de
inmediato la dependencia de Lowry y lo
adopt como a un hijo. Pero al paso del
tiempo se estableci entre ellos una es-
pecie de complicidad y competencia que
fue en aumento en todos los niveles, des-
de el econmico hasta el intelectual; uno
y otro se daban y se quitaban no slo his-
toriasy referenciassino queincluso lesgus-
taba luchar fsicamente para ver quin
venca a quin. Aiken y Lowry establecie-
ron as una especie de relacin simbi-
tica que muchas veces pareca ms bien
parasitaria por partedeMalcolm. Sin duda
gran parte de la tcnica literaria de Lowry
provino de Aiken, sobre todo en lo que
toca a la estructura de la novela, al uso
del monlogo interior y de la corriente
de conciencia y, como comenta Douglas
Day, a la idea que tena Aiken de lo que
debera interesarles a ambos como nove-
listas: no tanto las acciones de sus prota-
gonistas sino lo que pensaban y lo que
sentan. Lo curioso es que Aiken poe-
ta, cuentista, novelista y crtico, que en
principio era un escritor mucho ms do-
tado que el propio Lowry, sobre todo en
cuanto a su espontaneidad verbal, expe-
riencia y aliento potico y que conside-
raba que su discpulo ingls no pasara de
ser ms que un amateur con cierto talen-
to nunca lleg a escribir una novela de
las dimensiones de Bajo el volcn. Lowry,
en efecto, era menos gil, con una prosa
ms densa, asociaciones ms rebuscadas
y vuelos lricos ms limitados e incluso
su concepcin de la novela como gnero
era msconservadora puesse hallaba ms
cercana de las convenciones del siglo XIX
que de las del vanguardismo del siglo
XX que Aiken buscaba emular tan afano-
samente.
Peseaesto, no sepuedesoslayar laevi-
denteascendencia que James Joyce, y en
particular el Ulises, tuvo tanto sobre Aiken
como sobreLowry principalmente en Bajo
el volcn. Lowry ley la novela durante su
viaje a Granada con Aiken y descubri va-
riosrecursosde suma utilidad para el dise-
o de Bajo el volcn. Y aunque nunca neg
tal influencia tambin sola comentar que
evit a toda costa caer en losexcesosver-
balesy estilsticosde Joyce.
Cul fue la deuda de Bajo el volcncon
el Ulises?Acaso la msevidente sea la uti-
lizacin de un personaje que debe encar-
nar un aspecto mtico sacado de la tradi-
cin clsica para desarrollar la trama dela
novela y darle un sentido de trascendencia
a lo que le ocurre. Joyce se sirvi del mito
de Ulisesy Lowry del mito de Fausto. La
construccin de Bajo el volcn, dividida en
doce captulos, recuerda tambin de ma-
nera tajante la estructura del Ulises. Y aun-
que Joyce divide su novela en dieciocho ca-
ptulos, su estructura est diseada para
relatar unajornada que va de lasocho de la
maana a lasdosde la madrugada interca-
lando lo que l llama la Telemaquia que
ocupa lostresprimeroscaptulos msla
rutina de Bloom durante todo un da y
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TheFarneIslands. Junio, 1957
parte de la noche. De manera semejante,
Lowry divide su novela en doce captulos,
uno por cada hora, de lassiete de la maa-
naa lassiete de la noche. Como en Joyce,
cuyoscaptulosse focalizan a travsde dis-
tintospersonajesprincipalmentea travs
de losojosde Stephen y Bloom, aunque
tambin intervienen otrosnarradoresy en
el ltimo captulo prevalece la visin de
Molly en una especie de estilo indirecto
libre que con frecuencia se convierte en
monlogo interior, en Lowry la novela se
narra mediantelasvisionesalternasdel Cn-
sul, deHugh y deYvonne con excepcin
del primer captulo, narrado a travsde los
ojosde JacquesLaruelle, un ao despus
de la muerte del Cnsul.
Una influencia semejante se percibe
en cuantoal desdoblamiento del autor en
dospersonajescomo Bloom y Stephen en
el Ulises, que representan la juventud y la
madurez de Joyce. De manera similar el
Cnsul y Hugh son losalter egosdel propio
Lowry. Y as como lasvivenciasdejuventud
de Joyce se las atribuye a Stephen con su
pedantera y su conviccin de artista, tam-
bin Lowry delega en Hugh susexperien-
ciasmarinasdejuventud y la fascinacin
que ejerci sobre l la obra del escritor no-
ruego Nordhal Grieg, y deja para Geoffrey,
el Cnsul, las opiniones de madurez de
Lowry, combinadas, por cierto, con lasdel
propio Aiken.
Ademsde la influencia de Joyce, Low-
ry reconoca tambin el rico y contagio-
so influjo deD.H. Lawrence a quien ley
desde muy joven y que fuequien lo intro-
dujo al mundo de Mxico. Lowry segura-
mente encontr en esa obra ms de un
atractivo, sobre todo en esa especie de mis-
ticismolrico, simblico y sensual tan ca-
racterstico de Lawrence y que marc a
tantosnovelistasde la primera parte del si-
glo XX. Me parece que en el caso de Lowry
exista una indudable afinidad de tempe-
ramento con Lawrence sobre todo en lo
que toca al manejo de la simbologa y a
una suerte de vitalidad anmica que esmuy
patente en ambos escritores. En el caso
especfico de Bajo el volcnesta influencia
se detecta claramente en la corrida de to-
rosalaqueasisten Hugh, Geoffrey eYvonne
en el captulo IX, que recuerda en msde
un sentido el primer captulo de La ser-
pienteemplumada.
Otra influencia que no se puede sosla-
yar, aunque sea mucho msgeneral, esla
de Franz Kafka en lo que toca al mundo
absurdo, delirante, aterrado y ebrio en
el caso de Lowry as como al uso de las
fuerzasque escapan a todo control y que
propician el miedo a una autoridad omni-
potente que fija destinosy convoca des-
gracias, a una suerte de justicia divina y ar-
bitraria que en cualquier momento puede
actuar contra nosotrosy que pone en tela
dejuicio nuestrosactosaun sin necesidad de
que exista motivo de culpa alguna. Esta
influencia est en cierto modo combina-
da con el enorme impacto que le causaron
laspelculasdel cine expresionista alemn
que incorpora a su novela para darle a cier-
tospasajesun efecto gtico a la vez que
cinematogrfico. En la biografa deGordon
Bowker se comenta que durante el viaje
queLowry hiciera a Alemania para estudiar
la lengua, antesde ingresar a la Universi-
dad de Cambridge, vea con frecuencia
pelculasmudas. Particularmente revela-
dor le result el film Sonnenaufgang, pues,
aunque slo lo vio una vez, su influencia
result tan determinante como la de cual-
quier gran libro. Enorme importancia ejer-
cieron tambin El gabinetedel doctor Ca-
ligari o LasmanosdeOrlac, ambas del
austraco Robert Wine, quedealgn modo
marcaron estilstica y temticamente el de-
sarrollo de su novela tanto por losefectos
dehorror como por lo queAiken llamaba
el efecto isabelino, que consista en efec-
tuar cortesrpidosmanteniendo un mismo
escenario, alternando fragmentospoticos
y prossticosy usando indiscriminadamen-
te citasy motivosde otrosgrandesautores.
En Bajoel volcnsehacefrecuentealusin a
LasmanosdeOrlaccon Peter Lorre, dirigida
por Karl Freund, que esuna readaptacin
irnica de la versin original que le sirvi
a Lowry como smbolo de lasmanosen-
sangrentadasdel pelado lascuales, segn
su propia opinin, significaban la culpa co-
lectiva de la humanidad.
Y la Cbala?En efecto, existen en la no-
vela repetidasalusionesa la Cbala as como
al hecho deque el Cnsul se consideraba
msun estudioso de lasartesocultasque
un artista y en variasocasionescontempla
el universo en trminoscabalsticos. No
obstante, en una carta a su discpulo y ami-
go David Markson, el propio Lowry dice
que hay que tener cuidado con la sobrein-
terpretacin de la Cbala en su novela pues
aplicada indiscriminadamente podra lle-
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var a conclusioneserrneas. El comentario
msexplcito deLowry en torno a la uti-
lizacin de la Cbala en Bajo el volcnse
menciona en la carta a Jonathan Cape en
relacin con la bebida. Dice Lowry: En la
Cbala se compara el mal empleo de los
poderesmgicoscon la embriaguez y el mal
uso del vino [...] WilliamJames, si esque
no Freud, convendra conmigo en quela
agona del ebrio encuentra su ms exacta
analoga potica en la agona del mstico
que ha abusado de suspoderes. En este
sentido el Cnsul, como Fausto, esuna es-
pecie de overreacher que busca ir msall
desu condicin humana desafiando al mis-
mo orden divino.
Si regresamosa nuestro punto de parti-
da luego de haber recorrido lasposiblesin-
fluenciasexternasque motivaron a Lowry
a la escritura de Bajoel volcny volvemosal
comentario de DouglasDayacerca de que
la novela se escribi casi inmediatamente
despusdel cuento, hay que recordar la re-
lacin que hace Lowry en la multicitada
carta a Jonathan Cape donde comenta que
varioscaptulosefectivamente fueron es-
critosentre 1936 y 1937. Sin embargo, en
la nueva biografa deBowker se hace un de-
tallado recuento de lasinfinitasversiones
por lasque pas Lowry y lasmuchasaltera-
cionesque tuvo que hacer con cada nuevo
rechazo de loseditores, que le permitie-
ron ir puliendo y afinando la concepcin
original de la novela hasta el punto de ha-
cerla irrebatible, como bien lo puso de ma-
nifiesto al contestar el dictamen del lector
de Cape.
Lo curioso, como lo han sealado am-
bos, DouglasDay y Gordon Bowker, esque
Lowry inici su oficio de escritor con un
gran estigma puesUltramarina, su prime-
ra novela, tuvo una influenciatan marcada,
tanto por parte de Conrad Aiken como de
Nordhal Grieg, que en momentos llega
casi hasta el grado del plagio lo cual, junto
con otrasvicisitudesde su carrera, le pro-
dujo al autor un enormecomplejo no muy
distinto deotrosque tena en el aspecto
sexual. En su novela Oscuro como la tum-
ba dondeyacemi amigo, Sigbjrn Wilder-
ness, uno de lostantosalter egosdel propio
Lowry, dice evocando la escritura de Bajo
el volcn:
Lacomposicin deEl valledela sombra dela
muerte[laseBajoel volcn], habasignifi-
cado todo para l: la sensacin deconvertir
su mayor flaqueza aborreca esa expre-
sin en su mayor fuerzay junto con Prim-
rose[laseMargerie], con laayudadeella, la
sensacin dequel quehastaentonces
habaestado obsesionado por lasospechade
quenuncaescribiranadaoriginal, deque
estabadestinado acopiar todasu vida le
habahincado el dienteaaquel temaatroz,
lasensacin dequeno slo estabaabriendo
nuevoscaminos, sino tambin construyen-
do unaterra nova, logrando algo extraordi-
nario, en unaltima Tuledel espritu.
Comentadas, aunque brevemente, las
poticasexternasde Lowry para construir
su novela, quisiera concentrarme ahora
en lo que yo llamara laspoticasinternas,
que tienen que ver mscon la personali-
dad del autor, con suscondicionessubje-
tivas, con su mundo nico e irrepetible y
quecomprendeesasdebilidadesqueLowry
mismo reconoca y en donde radic tam-
bin el origen de su propia fuerza.
La ms evidente y la que le caus ma-
yores problemas tanto a nivel personal
como intelectual fue su ya legendaria dip-
somana, sin duda parte sustancial de su
personalidad y que l pudo volcar en la
novela como ningn otro autor para cons-
truir a partir de este tema una alegora de
la cada del hombre. El Cnsul se pasa
tres cuartas partes de la novela bebiendo,
lo cual ha impedido que muchos lectores
encuentren afinidad con el personaje y
logren identificarse con su tragedia. Sin
embargo, precisamente esa idea del Cn-
sul como hombre cado en la desgracia,
le confiere grandeza a la novela y permite
que uno pueda identificarse con el perso-
naje a pesar de no compartir su adiccin
a la bebida.
Uno delosmayoresdescalabrosdeLow-
ry antesde la publicacin de Bajo el volcn
fue sin duda la aparicin de la novela The
Lost Weekendde CharlesJackson, que puso
en crisisla fe en su obra como la gran no-
vela sobre el alcoholismo. El tema sin duda
era semejante puesambastrataban de un
personaje alcohlico, pero comoel mismo
Lowry lecoment a Jonathan Cape, en su
novela la fantasmagora inspirada en el al-
cohol iba mucho msall de un mero caso
de alcoholismo y se converta a la postre en
una empresa espiritual.
En otro lado he afirmado que Malcolm
Lowry esun poeta del fuego. A partir del
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BAJ O EL VOLCN
Capri, 1947
propio ttulo, en Bajo el volcnexiste una
constante alusin a este elemento ya sea a
travsdel Popocatpetl, del demonio, de
Prometeo, del infierno, de Fausto, del Fa-
rolito, dela mquina infernal, etctera. Pero
la alusin msconstante al fuego se da a
travsdel alcohol y de lasbebidasque con-
sume el Cnsul. El licor esun aguardien-
te, un agua de la vida como le dicen los
escoceses al whisky y al mismo tiempo
un agua de fuego que nosabraza lasentra-
asy exalta nuestra imaginacin. Como
lo ha dicho Gaston Bachelard, el alcohol
esparte de la actividad taumaturga del ser
humano. Y esqueel alcohol funciona como
un gran motor del inconsciente. En los
deliriosalcohlicosel fuego aparece con
frecuencia y no esraro que quien bebe al-
cohol sesientaardiendo entrellamas. Recor-
demosque Bajo el volcniba a representar,
en lo que supuestamente sera la triloga
de Lowry, la parte correspondiente al in-
fierno. Y como l mismo le escribi a Jo-
nathan Cape en defensa de su novela sobre
TheLost Weekend: Hay milesde escrito-
resque pueden crear personajesconvin-
centeshasta la perfeccin pero muy pocos
que puedan decir algo nuevo sobre el fue-
go del infierno. Y lo queyo heescrito esalgo
nuevo sobre el fuego del infierno. No
olvidemosque en el captulo II cuando se
reencuentra con Yvonne y van por la calle
rumbo a casa, un abarrotero legrita al Cn-
sul: You arediablo!.
Pero el infierno msterrible se le pre-
senta al borracho cuando padece delirium
tremens. Lowrydescribe lo que significa la
gran fraternidad del alcohol en el captulo
V de la novela, en el que Geoffrey, el Cn-
sul, decide romper amarrasy busca la bote-
lla de tequila que tiene oculta en el jardn
para iniciar la segunda etapa de su descen-
so a losinfiernos. En su borrachera trans-
forma el jardn del Edn en una jungla de
la cual espera que salga el aduanero Rou-
sseau montado sobre un tigre para espanto
de su vecino Quincy, con quien sostiene
una de lasconversacionesmshilarantes
de la novela. Poco despusaparece el doc-
tor Vigil que le dice la famosa frase en tor-
no al alcoholismo: I think, mi amigo,
sicknessisnot only in the body but in that
part used to becall: soul (Yo creo, mi ami-
go, que la enfermedad no se encuentra na-
da msen el cuerpo sino tambin en esa
parte que se sola llamar el alma). Vigil in-
vita al Cnsul y a Yvonne a Guanajuato
donde acaso el Cnsul podra encontrar su
salvacin pero l declina y optan por ir a To-
maln. Poco despusdeeso el Cnsul sufre
un ataque de deliriumtremens, en el bao
desu casa, quelo ponea temblar como si es-
tuviese en losmismsimosinfiernos.
Msinteresante resulta que el alcohol
est relacionado no slo con el Cnsul y
con su permanente estado de ebriedad sino
que se vincula estrechamente con Mxico
como pasal que Lowry llama en Oscuroco-
mola tumba dondeyacemi amigo, tierra de
los pulques y las chinches. Recordemos
que en algn momento el Cnsul dice: el
nombredeesta tierra esel infierno, y luego
aade: por supuesto queno est en Mxico
sino en el corazn. Esclaro que existe una
clara comunin entre el alcohol que bebe
el Cnsul en Mxico y el infierno en el que
viven tanto el Cnsul como el pas. El Cn-
sul empiezabebiendo estricnina, luego bebe
whisky, tequila y termina con mezcal. En la
imaginacin del Cnsul el mezcal repre-
senta la bebida diablica por excelencia. En
la carta a Jonathan Cape, Lowry menciona
queBajoel volcnesunafantasmagorains-
pirada por el mezcal. Y esque para Lowry
el mezcal era una bebida infernal dado que
l le atribua (errneamente) poderesalu-
cingenospuesla asociaba con la mescali-
na (se extrae del peyote y no de un agave) la
cual haca quesu comportamiento se tor-
nara pesadillesco y delirante. Cuando casi
al fin de la novela el Cnsul decide ir hacia
Parin va totalmenteintoxicado por el mez-
cal que hasta poco anteshaba rehuido. Al
romper esa limitante el Cnsul inicia su
franco descenso a losinfiernos.
Ese anhelo por beber se relacionaba en
el imaginario de Lowry con otrosaspectos
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Foto depasaportedeMargerieLowry. Pars, 1947
entre losque sobresale el paisaje y el am-
biente que privaba en Mxico durante los
aosque van de 1936 cuando se inicia
la Guerra Civil Espaola a 1945 cuan-
do culmina la Segunda Guerra Mundial.
Lowry contemplaba Mxico, y en particu-
lar Cuernavaca, como un paraso infernal,
como la llam Ronald Walker. La ciudad
de la eterna primavera, lugar exuberante
lleno de plantasy flores, con un clima pre-
suntamente comparable al del Edn era
tambin el lugar de lasbarrancas, de loszo-
pilotesy losbuitres, de lascantinas, de la
conquista, de la tragedia de Maximiliano
y Carlota, de lospelados, de lossinar-
quistasdel Farolito en Parin que acaba-
ran con la vida del Cnsul y sobre todo de
la continua presencia del volcn acechan-
te, mito que amarra toda la novela como
la ballena blanca de Melville y que Lowry
vislumbr desde el preciso momento de
escribir su cuento, y que funge tambin
como el smbolo del hombre en espera de
que su mujer amada despierte y vuelva a
l. Esa primera aproximacin del indio
tirado a la mitad de la carretera y el pela-
do robndole lospocospesosque susvic-
timariosdejaron, dispar la imaginacin
de Lowry para aduearse, como era su es-
tilo, de ese paisaje paradjico y contradic-
torio. Convirti el paisaje exterior en parte
desu mundo interior. Si Cuernavaca repre-
sentaba el jardn del rbol de la vida de la
Cbala y de donde sern expulsadospor
igual el Cnsul e Yvonne, Tlaxcala repre-
sentaba la traicin, Oaxaca losinfiernosy
Guanajuato la posibilidad de salvacin.
El lector de Jonathan Cape llam el co-
lor local mexicano acumulado a paladas a
toda esta integracin del paisaje a la nove-
la. Lowry lo rebati con gran pertinencia
cuando dice: no logro ver de qu manera
debo concentrarme mucho msen la in-
capacidad del alcohlico para recuperarse
cuando llega Yvonnesin riesgo deser acusa-
do de acumular color en la fantasmagora
producida por el mezcal.
Heaqu la otra potica dela novela: la
del amor perdido, irrecuperable, finito, que
sin duda seasocia con la ebriedad del per-
sonajeas como con el lugar en dondevive.
El amor esel ejealrededor del cual gira toda
la trama, le da sentido ulterior a la novela,
y es el que logra sublimar el aspecto me-
ramente dipsmano del personaje. Aqu
tambin resulta muy interesanteobservar la
mentedel novelista al crear a su personaje
Yvonne. En el primer tratamiento dela his-
toria, Yvonneera la hija del Cnsul y no la
esposa; se trataba de un mero personaje
incidental sin msfuncin en el cuento que
enfatizar la tragedia del indio ya queella se
vuelveal camin por la fobia quelepro-
ducever sangre. Pero a medida queLowry
afinaba el sentido desu novela descubrelas
enormesposibilidadesdeutilizar el aban-
dono de que fue objeto por parte de Jan
Gabrial, su primera esposa, para incorpo-
rarlo a su novela y construir una conmove-
dora eirresolublehistoria deamor. Yvonne
surgedela combinacin deJan, su primera
esposa, y deMargerie, la segunda. Cito una
vez msa Gordon Bowker queen su mag-
nfica biografa nosdice:
Y mientras segua escribiendo [Lowry]
aumentaba la tensin dramtica de la no-
vela al combinar a Priscilla, la ex esposa
infiel del Cnsul, con Yvonne, su hija, y
al transformar a Hugh en el medio herma-
no del Cnsul que tiene una relacin con
ella. En el proceso ella se hace menosJan,
menosexigente, y msaquiescente, como
Margerie, en cuanto de la dipsomana del
que fuera su esposo. Ahora esYvonne, la
esposa, quien busca la reconciliacin ms
queel Cnsul. EsellalaquevuelveaQuauh-
nahuac y sereencuentracon Hugh, el hom-
bre optimista en el futuro, y se enfrenta a
elegir entre l y el pesimista y reaccionario
Cnsul.
Una de las escenas ms emotivas y me-
jor logradas en Bajo el volcnse da en el
segundo captulo cuando, luego de ente-
rarnos del contenido de la carta que le
escribiera el Cnsul a Yvonne y que nun-
ca le envi Laruelle la descubre por
1 9
BAJ O EL VOLCN
MargerieLowry
casualidad en el libro sobre los drama-
turgos isabelinos en el curso del primer
captulo, seguimos a Yvonne por las
calles de una Cuernavaca llena de voces y
dilogos extraos hasta que llega al bar
del hotel Bellavista en donde luego de al-
gunos titubeos se encuentra al Cnsul en
la barra, como hablando solo, todava ves-
tido de etiqueta y sin calcetines, a las
siete de la maana. De repente l levanta
la vista, enfoca y la ve como si se tratara
de una alucinacin. Good God, dice
para s el Cnsul, impasible, y ni siquie-
ra intenta besarla o abrazarla. A lo que
Yvonne le contesta: Surprise party. Ive
come back....
A partir de esta escena se plantea el dile-
ma amoroso del Cnsul, que esuno de los
aspectosque nosmantendr en suspenso a
lo largo de toda la novela puesel regreso de
Yvonne debera implicar que puede de-
jar de beber ya que el motivo principal de
su angustia ha quedado resuelto. Con esa
expectativa avanzamoscaptulo a captulo
para enterarnos de los antecedentes de
ambos, de lasinfidelidadesde Yvonne con
Laruelle y con Hugh, de la dipsomana y la
impotencia del Cnsul. Ah radica tam-
bin parte de la grandeza de Bajo el volcn
puescomo toda la ancdota ocurre en el
lapso de un solo da ese dilema no puede
despejarse de inmediato. Tanto Yvonne
como el Cnsul mueren ese 2 de noviem-
bre de 1938, fecha en que se festeja el da
de losmuertosen Mxico, exactamente a
lamismahora, sietedelanoche, como lo ha-
ban presagiado todoslosarcanosquepro-
liferan a lo largo dela novela. La muerte de
Yvonne se da a causa de un caballo que ha
soltado el Cnsul quea su vez muerease-
sinado a manosde lossinarquistasque lo
toman por espa. El captulo sobre la muer-
te de Yvonne esel XI y el de la muerte del
Cnsul el XII aunque se supone que suce-
den simultneamente.
El Cnsul, se salva como el Fausto
de Goethe o se condena como el Fausto de
Marlowe?Yvonne asciende a los cielos
para insertarse entre las Plyades como
una diosa mientrasque el Cnsul esarro-
jado al fondo de una barranca y tras de l
tiran un perro muerto. Qu sucede?Lo-
gran amarse y reunirse despusde la muer-
te?O estn condenados a la separacin
eterna?Todo indicara que el Cnsul se
condena. Pero a pesar del pesimismo que
priva en la novela que lesimpide a Yvon-
ne y al Cnsul volverse a unir, no debe-
mosolvidar que en el universo cifrado en
que se mova Malcolm Lowry, todo obe-
dece a un complejo sistema de relacionesy
el hecho de que ambospersonajesmueran
simultneamente aunque en diferente lu-
gar, como por una especie de designio di-
vino, significa que por fin se dio un punto
de unin entre ambos, puesde no ser as
sus respectivas muertes no responderan
ms que al caos y la disolucin. Para pro-
barlo pensemos que en la concepcin
circular que obsesionaba a Lowry en la
construccin de sus novelas, el asesinato
y eventual descenso del Cnsul por la
barranca debe conectarse con el epgrafe
de Goethe que Lowry coloca al inicio de
la novela y que dice: Aquel que sin cesar
va cuesta arriba [...] podr alcanzar la sal-
vacin. Todo esto sugiere que existe un
aliento de redencin para el Cnsul des-
pus de su muerte.
No quiero dejar de mencionar, por
ltimo, que junto con la embriaguez, el
amor y el paisaje en la potica interna de
Lowry, debe considerarse adems, como
un rasgo distintivo que permea todo lo
que escribe, su agudo y particular senti-
do del humor, que le permite, en prime-
ra instancia, rerse de s mismo en tanto
que sus protagonistas son proyecciones
de su propia personalidad. Tambin a tra-
vs de su sentido del humor Lowry atem-
pera el patetismo de ciertas situaciones,
en particular lasrelacionadascon el alcoho-
lismo, que a fuerza de la risa se convierten
L O S U N I V E R S I T A R I O S
N u e v a p o c a
2 0
Tlaxcala, 1946 Dollarton, 1946 Vancouver, 1949
en tragicmicas. Lowry estaba muy cons-
ciente de este recurso y prueba de ello es
la carta a Jonathan Cape donde esgrime
como defensa contra algunos comenta-
rios el poco sentido del humor del lector
que elabor el dictamen. Lowry mencio-
na que tanto la parte de los Taskerson en
el primer captulo, como el captulo VI,
en el que Hugh afeita al Cnsul, deben
leerse bajo una perspectiva humorstica.
Tal parece que al igual que Franz Kafka,
Lowry se rea de su propio texto a la hora
de leerlo en voz alta. Cabe tambin resal-
tar los recursos de Lowry para propiciar
la risa quevan desde la parodia, la stira
y la burla hasta losjuegosde palabras, re-
trucanos, equvocos, confusiones, citaster-
giversadas o fuera de contexto, falsas tra-
duccionesdel espaol y particularmente el
tipo de risa que suscita la embriaguez al-
cohlica y que Lowry pinta con extraor-
dinaria fidelidad.
Lowry compara su novela en variasoca-
siones con una catedral churrigueresca
como la de Santa Prisca en Taxco. Y eso es
Bajo el volcn: una suerte deconstruccin
ricamenteornamentada en la que se han
utilizado tanto suspoticasexternascomo
lasinternas. As era su temperamento ar-
tstico. La novela est recargada, sin duda,
pero no excedida pues all cada captulo,
cada prrafo, cada palabra encaja con el
todo orgnico que Lowry busc con tanto
denuedo, y en la medida que msleemos
la novela msplanosde profundidad en-
contramos. Bajo el volcnse inspir en una
excursin a Chapultepec, en Cuernavaca,
para su concepcin y se llev diez aos y
msdetrecerechazospor partedelosedito-
respara quepudiera ver la luz. No debemos
impacientarnostanto con el lector deJona-
than Capecuando lepeda a Lowry quecor-
tara ciertos captulos. Eso permiti que
Lowry seprobara y ledemostrara al mundo
de una vez por todasque su novela haba
alcanzado por fin aquel grado de maestra
que peda Connolly. Con Bajo el volcn
Malcolm Lowry logr vencer a susdemo-
nios, apaciguar a lasfuriasy ordenar el caos
en el que vivi la mayor partede su vida.
La novela no slo le otorg un lugar en el
mundo sino que a la luz de ella podemos
comprender mejor el resto de su obra. El
escritor mexicano scar Mata lo canoniz
llamndolo San Malcolm y no sin razn,
puescomo losmrtiresde antao sacrific
su vida por lo nico en lo que crea: la lite-
ratura. Brindemospuespor San Malcolm.
Salud!
BAJ O EL VOLCN
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Residenciaen Sussex, Inglaterra, dondemuri trgicamente Malcolm Lowry el 27 dejunio de1957

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