Compañera Indeseada
Compañera Indeseada
Compañera Indeseada
I
a sabiendas de que no tendría como escapar
de ti,
poderosa como eres, triunfadora cuando te lo
propones,
sin una sola derrota en la historia de tu ya
longeva vida,
sabedora de la inmensa fuerza con la que
abrazas a tus presas,
débiles ante tu poderío,
incapaces de luchar ante la brutalidad de tu
asalto,
imponiendo sobre ellas tu majestuoso
dominio,
anulándolas, drogándolas de dolor,
usurpando los más insólitos recovecos
para así continuar nutriéndote
del sufrimiento que causas y que viva te
mantiene.
II
donde la víctima, yo, no tiene posibilidad
alguna de vencerte.
III
Ocasionalmente, sin embargo, me das una
tregua
pero yo sé que estás ahí, en mí, dormida
plácidamente, desentendida,
mas sé que estás: te noto, te siento, te
intuyo...
Y vuelves a despertar, renovada, para
ensañarte conmigo.
Ya no me engañas, estás incluso en tu
ausencia,
la que querría sentir eternamente.
Sí, querría sentir tu ausencia permanente,
matarte despacio, desmembrarte lentamente
como tú has hecho conmigo,
verte sufrir lánguidamente, sin apenarme de
ti,
cortarte en pedazos, ver tus ojos llorar sangre,
deleitarme cada segundo en tu infinita agonía,
oírte implorar misericordia y negártela,
negártela con toda la crueldad que un corazón
roto,
IV
desquebrajado, rencoroso y vengativo puede
acumular.
V
allí estaré con un solo pensamiento en mi
mente:
¡Muere! ¡Muere! ¡Muere!……..
VI