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Emergen | La Hoja de Arena
http://www.lahojadearena.com/revista/2013/12/emergen/[26/05/2014 08:26:11 p. m.]
Cuento U n murcilago saliendo por la ventana de un laboratorio. El murcilago defecando sobre una granja porcina. Un La Hoja de Arena > Cuento > Emergen Emergen 38 people like this. Sign Up to see what your friends like. Like Share Menu
Menu No te pierdas nuestras actualizaciones en Twitter: Sigue a La Hoja de Arena Sigue a La Hoja de Arena Emergen | La Hoja de Arena http://www.lahojadearena.com/revista/2013/12/emergen/[26/05/2014 08:26:11 p. m.] apocalptico de Miguel Antonio Lupin Soto. cerdo comiendo el guano. El cerdo llevado al rastro. La pierna del cerdo en la cocina de un restaurante. Un chef manipulando la pierna del cerdo. Un mesero hablando con el chef. El chef estrechando la mano de un comensal agradecido As no comenz el apocalipsis. El da uno, si pudiera aplicarse en esta situacin, comenz en la calle de Donceles, en el corazn de la ciudad de Mxico. La Navidad estaba a la vuelta de la esquina: pinos artificiales, seoras de nariz respingada exhibiendo sus compras, vagabundos de barriga falsa agitando sus campanas. Buscaba un regalo para mis hijos, y mi cada vez ms famlica cartera slo poda permitirse gastar en libros de viejo. Encontr un lugar repleto de mesas que desbordaban obras como si fueran cangrejos intentando salir de las cubetas. Uno por veinte, tres por cincuenta. Eleg los menos maltratados y me form en la fila de pago. El encargado era un viejo de barba descuidada y mirada ausente que apuntaba con letra pesada cada uno de los ttulos del comprador que me anteceda. Sobre el mostrador se exhiban libros en mejor estado y, por supuesto, de mayor precio. Pastas gruesas de cuero apestando a tiempo. Uno llam mi atencin. No llevaba ttulo y su negrura era hipntica. Tena la sensacin de que si lo tocaba mis dedos desapareceran al instante. Te interesa? el viejo me miraba fijamente. No s dije sin abrir la boca. Emergen | La Hoja de Arena http://www.lahojadearena.com/revista/2013/12/emergen/[26/05/2014 08:26:11 p. m.] Oh, s sabes! el viejo cogi el libro y lo meti en mi morral. Despus pas su mano arrugada y verdosa sobre mi rostro y me cubri los ojos. Nada ms? el viejo apuntaba los ttulos de mis libros. El sonido de los clxones y el rumor de la gente en la calle reverberaban en las paredes de papel. Pagu, cog los libros, los met en el morral y sal con un ligero dolor de cabeza. El viejo se qued en el mostrador, con la mirada fija en una esquina. La semana siguiente no tuvo relevancia: cafena en el desayuno, empellones en el transporte pblico, villancicos en las calles, sesenta horas frente a una computadora, y el morral en la oficina. Esperando, esperando. El 24 de diciembre sal del trabajo buscando un taxi. Apenas estir el brazo se orill un sedn destartalado. Recit de memoria la direccin de mi antigua casa, sealando que llevaba prisa. Todo ser muy rpido dijo el conductor, mirndome por el espejo retrovisor. Reconoc su mirada ausente, pero me distraje pensando en qu libro le dara a cada uno de mis tres hijos. Abr el morral, met la mano: las galletas que le haba robado a un compaero de trabajo, plumas, una lengua glida lamiendo mis dedos Grit una obscenidad. El conductor sonri. Me asom al morral con mirada temblorosa, como cuando espiaba a Sonia, mi ex cuada, baarse. Debajo de Emergen | La Hoja de Arena http://www.lahojadearena.com/revista/2013/12/emergen/[26/05/2014 08:26:11 p. m.] los tres libros usados retozaba el de gruesas pastas negras. Lo retir. De nuevo, me asalt la sensacin de estar frente al abismo. Lo abr como si se tratara de una trampa para roedores. El olor a tiempo me golpe tan fuerte que me ocasion un ataque de tos. Luego, repas algunas de sus pginas: grabados incomprensibles, lenguaje indescifrable. Tuve la impresin de que se trataba de instrucciones. Le en voz alta un fragmento que pareca fcil de pronunciar. Mi lengua hormigue, el paladar se convirti en una cueva de terciopelo. Termin el prrafo maravillado por su ritmo y sonoridad. Se escuch una risa. Levant la mirada: el conductor haba desaparecido. El taxi estaba estacionado en lo ms alto de un pequeo cerro. Baj del vehculo con cierto recelo. La noche esparca su aliento misterioso. Las estrellas se estaban alineando. La ciudad flotaba en un mar de negrura. Encend los faros del taxi. El temblor. Ms de diez minutos de sacudida. En los rboles y en las rocas reverbera el agrietamiento de las calles, de la cordura. Polvo y miedo escapaba por las ventanas rotas. El silencio. Me recost sobre la hierba y cerr lentamente los ojos. Despert al da siguiente. La ciudad sollozaba, lamindose las heridas. Me sub al sedn destartalado; no arranc. Cog el morral y comenc a descender por un camino de terracera, pero una horda de nubes negras me tom por asalto: lluvia, granizo, tromba. Regres al taxi y durante seis das vi cmo la ciudad se ahogaba sin misericordia. El sptimo da despert ansioso. No paraba de llover, las galletas se haban Emergen | La Hoja de Arena http://www.lahojadearena.com/revista/2013/12/emergen/[26/05/2014 08:26:11 p. m.] terminado y el agua ya cubra las llantas del sedn. De pronto, unos tentculos colosales emergieron de las aguas. Se mantuvieron erguidos durante minutos, horas, exhibiendo su majestuosidad. Luego cayeron sobre los edificios que permanecan en pie. Toda la ciudad qued bajo el agua. Slo sobresalan las cimas de los cerros y de las pirmides. Baj del taxi y camin, con el morral en lo alto, hasta que el agua me lleg al cuello. Imposible. De regreso al vehculo not que algo se aproximaba peligrosamente: una trajinera llevaba mi nombre escrito con flores. Sonre como nunca lo he vuelto a hacer. Trep y rem y rem Han pasado seis meses y no he encontrado sobrevivientes. Hay das en que me gustara renunciar: quemar la trajinera y ahogarme en estas aguas verdes. Pero la visin de mis hijos leyendo los libros que cargo en el morral me hace remar con ms fuerza. *Publicado en Estacin central tris; Ficticia, 2012. CUENTO LITERATURA Por Miguel Antonio Lupin Soto Ciudad de Mxico, 1977. Ex alumno de la Universidad de Miskatonic. Sus cuentos Emergen | La Hoja de Arena http://www.lahojadearena.com/revista/2013/12/emergen/[26/05/2014 08:26:11 p. m.] han sido publicados en diversas antologas. Es autor de Efmera (Samsara, 2011), Mortinatos (Zona Literatura, 2012), Triloga Cthulhu (Penumbria/KGB, 2013) y La muerte chiquita (Ediciones del Cruciforme, 2013) Esposo de Ana, padre de tres gatos y director de Penumbria, revista fantstica para leer en el ocaso.
Etiquetas: apocalipsis, Cuento, Miguel Antonio Lupin
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Permanent Link Comparte va e-mail 1 Entre la espada y la pared: la literatura indgena Los ojos de Amira Bibanovi El hombre que siempre ganaba Del rodar de las piedras Artculos relacionados 25 8 0 Google + 0 0 Emergen | La Hoja de Arena http://www.lahojadearena.com/revista/2013/12/emergen/[26/05/2014 08:26:11 p. m.] Fosa Palabrera Facebook social plugin Sergio AssBass AssBass- Grotesque throat, runny shitted pig snore pu Si no me equivoco, invoco a cthulu con el necronomicon. Corto pero me Reply January 16 at 3:17pm 1 La Hoja de Arena is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 3.0 Unported License. Esta revista es producida gracias al Programa "Edmundo Valads" de Apoyo a la Edicin de Revistas Independiente 2013 del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Regresar a la parte superior Add a comment... Like