(HUNTER) 02.en Nombre Del Padre Gerri Hill PDF
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1
"Hunter,
ven
aqu".
Tori
Hunter
levant
la
vista
del
ordenador,
asintiendo
con
la
cabeza
al
teniente
Malone
mientras
ella
deslizaba
su
silla
hacia
atrs
y
se
diriga
a
su
oficina.
"Dnde
est
Kennedy?"
-pregunt,
haciendo
un
gesto
para
que
se
sentara.
Tori
ech
un
vistazo
a
su
reloj.
"Ella
tena
una
cita
para
almorzar".
"Ah,
s?"
Se
aclar
la
garganta.
"Est
todo
bien
con
ustedes
dos?"
Tori
se
sonroj
ligeramente.
Todava
era
inquietante
saber
que
su
lugarteniente,
ms
que
nadie,
saba
de
su
vida
amorosa.
Una
cosa
era
tener
a
Sikes
bromeando
con
ellas,
y
otra
diferente
era
tener
a
su
lugarteniente
preguntando
sobre
su
relacin.
"Sam
tena
una
reunin
con
su
amiga
Amy,
eso
es
todo."
"Est
bien.
Bien,
tienes
que
llamarla.
Tengo
una
situacin
en
Santa
Mara,
en
el
centro",
dijo,
leyendo
una
nota
garabateada
que
tenia
en
su
mano.
"Tenemos
que
ser
delicados
acerca
de
esto,
Hunter."
"Como
si
no
supiera
ser
delicada",
dijo
Tori
secamente
mientras
cruzaba
sus
brazos.
"Y
si
quieres
delicadeza,
tal
vez
deberas
enviar
a
Sikes.
Hemos
conseguido
una
gua
slida
en
nuestro
caso,
teniente.
Pienso
que
hemos
encontrado
un
testigo
que
puede
poner
a
Stewart
en
la
escena.
Odio
tomar
tiempo
fuera
de
esto."
"Lo
siento,
pero
ahora
tienes
otro
caso.
Las
quiero
a
las
dos
en
este
caso."
Seal
la
nota
nuevamente.
"El
Padre
Michael
fue
encontrado
muerto
esta
maana
en
la
rectora.
La
unidad
de
respuesta
est
ah,
y
el
laboratorio
de
criminalstica
ya
est
en
la
escena."
"Un
sacerdote?"
Tori
pregunt,
inclinndose
hacia
adelante.
"Homicidio?"
"Eso
parece.
Fue
encontrado
desnudo".
l
la
mir.
"Como
he
dicho,
delicadeza,
Hunter.
Tratemos
de
mantener
todos
los
detalles
sangrientos
lejos
de
la
prensa".
"Desnudo?
No
debera
esto
caerle
a
la
nueva
Unidad
de
vctimas
especiales?"
"La
unidad
de
Vctimas
Especiales
investiga
delitos
sexuales,
Hunter,"
dijo,
su
voz
tensa.
"Esto
es
homicidio.
Nada
ms."
"Entiendo".
Tori
tom
el
pedazo
de
papel
de
Malone.
"Eres
catlico,
Stan?
No
lo
saba".
Tori
levant
una
ceja.
"Llama
a
mi
teniente".
Se
dirigi
hacia
los
dos
agentes
uniformados
de
pie
en
los
escalones
de
la
iglesia.
"Asegrese
de
que
se
queden
donde
estn."
"S,
seora".
Tori
mir
las
enormes
puertas
de
la
iglesia,
y
luego
de
nuevo
a
los
oficiales.
"Dnde
est
la
casa
parroquial,
de
todos
modos?"
El
ms
joven
de
los
dos,
dijo:
"Es
el
edificio
detrs
de
la
iglesia.
La
camioneta
del
equipo
forense
est
ah".
"Est
bien.
Cmo
luce
la
prensa
all?"
"Lleno.
Pero
tenemos
la
cinta
puesta."
Hizo
una
sea
al
equipo
de
televisin.
"Han
estado
retrocediendo
realmente."
"Encantador.
La
odio",
murmur
mientras
segua
el
camino
alrededor
de
la
iglesia.
Detrs
de
ella
haba
un
patio
con
varios
jardines,
una
variedad
de
estatuas
religiosas
como
pieza
central
de
cada
uno.
Estaba
llena
de
actividad
mientras
las
personas..en
su
mayora
sacerdotes
y
monjasse
reunian,
a
la
espera
de
noticias.
"Detective
Hunter,
ya
era
hora.
Dnde
est
tu
compaera?"
uno
de
los
agentes
uniformados
pregunt.
"Ella
est
en
camino.
Quin
est
dentro?"
"El
laboratorio
del
crimen
y
M.E
(Evidencias
medicas)"
"Asegrese
de
que
los
equipos
de
televisin
se
mantenga
alejado.
Debe
ser
un
da
de
pocas
noticias".
Tori
entr,
encontrando
a
Rita
Spencer
inclinada
sobre
el
cuerpo.
Ella
y
el
mdico
forense
estaban
en
mejores
trminos
ahora.
Trabajar
en
un
caso
de
asesinos
en
serie
poda
hacer
eso.
"Spencer,
cualquier
cosa?"
Tori
pregunt,
mirando
el
cuerpo.
El
era
ms
joven
de
lo
que
haba
supuesto.
Rita
levant
la
mirada,
asintiendo.
"Hunter.
Obtuviste
este
caso?"
"Eso
parece."
Tori
mir
a
su
alrededor,
viendo
como
los
tcnicos
de
laboratorio
de
criminalstica
recolectaban
huellas
de
una
lmpara
cada.
"Qu
tenemos?"
"Estrangulamiento.
Muy
probablemente
con
un
fino
cinturn
o
una
cuerda.
Mira
el
patrn
de
moretones?"
dijo,
sealando
la
marca
de
ligadura
alrededor
del
cuello.
"Por
qu
crees
que
est
desnudo?"
la
ropa."
Ella
asinti
al
oficial
que
los
encontr.
"Buen
trabajo.
Asegrese
de
que
Spencer
tenga
el
cinturn.
Vea
si
coincide
con
su
marca
de
ligadura".
Sam
corri
a
travs
de
la
fina
llovizna,
disculpndose
mientras
se
mova
entre
la
multitud
que
se
haba
reunido.
Vio
a
Tori
en
el
borde
de
la
casa
y
se
desaceler,
una
sonrisa
involuntaria
lleg
a
sus
labios
antes
de
que
pudiera
detenerlo.
Tori
era
tan.
.
.
tan
poderosa,
tan
totalmente
en
control,
y
Sam
estaba
colada
por
ella
tanto
como
lo
haba
estado
el
ao
pasado
cuando
fue
trasladada
por
primera
vez
a
Homicidios.
Lentamente
sacudi
su
cabeza,
maravillndose
de
todos
los
cambios
que
ocurrieron
en
su
vida
desde
entonces.
El
cambio
ms
grande,
haberse
enamorado
de
una
mujer.
Por
primera
vez,
estaba
totalmente
feliz
con
su
vida,
tanto
profesional
como
personalmente.
Y
estaba
continuamente
asombrada
de
que
ella
y
Tori
podan
dejar
el
trabajo
al
final
del
da
y
tener
una
vida
completamente
diferente
en
casa,
una
que
implicaba
llegar
a
conocerse
mejor
fuera
del
trabajo,
lejos
del
estrs
de
la
investigacin
de
un
asesinato.
Y
como
lo
haba
sospechado,
Tori
tena
un
gran
sentido
del
humor.
Era
parte
de
su
personalidad
que
haba
mantenido
oculta
as
como
se
haba
retraido
a
la
vida.
Pero
poco
a
poco,
se
haba
abierto,
y
ahora
estaba
prcticamente
de
mejor
compaera
de
John
Sikes,
algo
que
Sam
nunca
pens
sera
posible.
Mientras
le
miraba,
vio
la
espalda
de
Tori
enderezarse
y
la
vi
inclinar
la
cabeza
hacia
un
lado.
Entonces,
como
siempre,
se
volvi,
y
los
ojos
de
Tori
capturaron
los
de
ella
en
un
instante.
Con
slo
un
leve
temblor
de
sus
labios
y
una
ceja
levantada,
se
volvi
de
nuevo
a
Mac.
Cmo
lo
hace?
Sam
se
apresur,
la
niebla
se
convirti
en
una
llovizna
franca.
Dentro
de
la
casa
parroquial,
esquiv
a
Rita
Spencer,
quien
se
dispona
a
llevar
el
cuerpo
hacia
fuera.
"Rita",
dijo
a
modo
de
saludo.
Rita
asinti.
"El
ama
de
llaves
se
encuentra
todava
en
la
cocina.
No
creo
que
Hunter
haya
tenido
la
oportunidad
de
hacerle
preguntas."
"Gracias".
"Mira,
te
dije
que
esto
era
delicado.
Al
parecer,
el
obispo
contact
al
alcalde
y
el
propio
alcalde
convoc
a
los
principales.
La
iglesia
est
preocupada"
"Estn
preocupados
por
un
escndalo
sexual.
Ellos
no
parecen
demasiado
preocupados
por
la
muerte
de
su
padre,
slo
cmo
se
va
a
ver
en
los
peridicos."
"Bueno,
tanto
como
odias
lidiar
con
la
prensa,
pens
que
te
gustara
esto".
Malone
se
detuvo.
"Ahora
encontraron
algo
en
la
escena?"
"Ellos
encontraron
pijamas
y
un
cinturn
bajo
unos
arbustos.
El
cinturn
podra
ser
la
probable
arma
homicida.
Mltiples
huellas
en
la
casa.
Pero
de
verdad,
no
tenemos
nada
en
este
momento"
"Bueno,
necesitamos
encontrar
algo."
"No
me
digas,"
murmur
Tori
despus
de
que
haba
desconectado.
Sam
y
el
monseor
seguan
hablando
en
el
pasillo,
su
barriga
casi
eclipsaba
a
Sam.
Tori
le
dijo:
"Bueno,
parece
que
sus
oraciones
han
sido
contestadas.
Van
a
enviar
a
alguien
para
manejar
la
prensa".
"Gracias,
detective."
"Le
aseguro
que
yo
no
tengo
nada
que
ver
con
eso.
Ahora,
si
nos
disculpa,"
dijo
ella,
pasando
junto
a
l
y
haciendo
seas
a
Sam
para
que
le
siguiera.
"Quin
va
a
venir?"
Pregunt
Sam
cuando
sali.
"CIU".
"CIU?
Estn
tomando
el
caso?"
"Desear".
Tori
se
detuvo
y
mir
hacia
el
cielo,
preguntndose
cunto
tiempo
tardara
en
caer
el
aguacero
"Vamos
a
ver
si
alguien
vio
algo
esta
maana."
"Empezando
dnde?"
"No
lo
s.
Coge
una
monja".
Sam
sonri.
"Coger
una
monja?"
Sus
ojos
se
encontraron
y
Tori
se
permiti
una
breve
sonrisa.
"Tal
vez
yo
debera
tomar
las
monjas.
Tienes
ms
de
una
historia
con
los
sacerdotes."
"Mi
hermano
no
cuenta.
Pero
a
lo
mejor
tienes
razn.
Creo
que
es
menos
probable
que
hagas
enojar
a
las
monjas".
"Gracioso,
Detective"
dijo
Tori
mientras
se
alejaba,
al
encuentro
de
un
grupo
de
cuatro
monjas
que
las
observaban.
CAPTULO
2
"Hunter,
escuch
que
estuviste
cerca
de
la
iglesia
hoy
y
los
relmpagos
no
te
golpearon!"
John
Sikes
dijo
con
una
risa.
"Buena
esa,
Sikes.
Siempre
puedo
contar
contigo
para
el
humor
en
medio
de
la
muerte",
dijo
Tori
mientras
coga
su
taza
de
caf.
Mirando
el
oscuro
lquido
que
pareca
tener
varias
horas
de
viejo,
opt
por
una
botella
de
agua
en
su
lugar,
tomando
una
de
la
pequea
nevera
escondida
en
la
esquina.
"He
odo
hablar
del
cura,
pero
qu
pas
con
tu
chico
sin
hogar?"
"Por
fin
tengo
un
testigo
que
tom
una
foto
de
Stewart.
Pero"
"Pero
es
otro
hombre
sin
hogar?"
"Exactamente.
El
abogado
defensor
lo
comera
de
almuerzo."
Tori
sac
su
silla
con
el
pie
antes
de
sentarse.
"El
sbado
en
la
noche
fu
divertido.
Gracias
por
invitarnos".
"Oh,
seguro.
Normalmente
nos
reunimos
al
menos
una
vez
al
mes
para
jugar.
Lamento
que
las
dos
tuvieran
que
venir
por
separado".
Tori
se
encogi
de
hombros.
"Es
mejor
estar
a
salvo."
"No
tena
ni
idea
que
Sam
poda
jugar
poker."
"He
estado
enseandole
durante
toda
la
semana
pasada.
Ella
lo
agarr
muy
rpidamente".
"Ella
luca
como
si
hubiese
pasado
un
buen
rato."
Se
apoy
en
la
esquina
de
su
escritorio.
"Y
Ronnie
es
un
idiota",
dijo
John
en
voz
baja.
"Lo
siento."
"Sam
se
pueden
manejar.
No
es
gran
cosa".
"S,
pero
era
de
ti
de
quien
estaba
preocupado.
Tendras
que
haber
visto
la
expresin
de
tu
cara
cuando
intent
besarla."
Tori
sonri.
"l
no
supo
lo
cerca
que
estuvo
de
tener
una
arma
de
fuego
metida
por
el
culo."
Jhon
se
ri
y
se
levant,
deslizando
sus
manos
en
los
bolsillos.
"Entonces,
qu
pasa
con
el
sacerdote?"
"No
lo
s
todava.
Fue
encontrado
desnudo,
estrangulado.
Spencer
encontr
sangrado
rectal,
pero
no
sabemos
si
fue
asalto
o
consensual.
Jackson
va
a
hacer
el
informe."
"Oh,
hombre.
Mejor
desea
que
el
ME
lo
declare
asalto.
Ser
un
circo
de
otra
manera."
"Ya
es
un
circo.
El
alto
rango
de
CIU
apareci
.
Estn
manejando
los
medios
de
comunicacin.
Creo
que
tienen
miedo
de
que
pueda
decir
algo
subido
de
tono".
"Ahora,
de
dnde
pudieron
sacar
esa
idea?
Pero
no
debera
la
unidad
de
vctimas
especiales
tomar
esto?
Quiero
decir,
no
fu
por
eso
que
formaron
esa
unidad?
Para
sacar
esta
clase
de
basura
fuera
de
nuestras
manos?"
Sam
mir
desde
el
otro
lado
de
la
sala
de
la
brigada,
sonriendo
mientras
Tori
y
Jhon
rean
juntos.
El
ao
pasado,
difcilmente
podan
tolerar
la
presencia
uno
del
otro.
Ahora,
ellos
eran
amigos.
Y
Tori
necesitaba
un
amigo.
Ella
necesitaba
a
alguien
ms
que
Sam
en
su
vida,
alguien
que
le
hiciera
saber
que
ella
era
una
buena
persona,
digna
de
amistad.
Oh,
ella
todava
podra
ser
una
completa
zorra,
sobre
todo
cuando
las
cosas
no
salan
como
ella
quera.
Pero
finalmente,
estaba
dejando
caer
el
escudo
a
su
alrededor
y
dejando
que
todos
los
dems
pudieran
ver
a
la
persona
de
la
que
Sam
se
haba
enamorado.
Y
Jhon
Sikes
no
era
inmune
a
los
encantos
de
Tori,
Sam
lo
saba.
John
se
haba
unido
a
ellas
con
frecuencia
en
el
barco
en
el
lago
de
Eagle
Mountain,
su
amor
por
la
pesca
casi
equivalente
a
la
de
Tori.
Tori
deba
haber
sentido
su
presencia,
volvindose
para
mirarla,
su
rostro
se
suaviz.
Aqu,
en
su
propia
sala
de
la
brigada,
no
tenan
que
ser
tan
cuidadosas.
Nadie
lo
deca,
pero
todo
el
mundo
saba
de
su
relacin.
Incluso
Gary
Walker,
el
nuevo
socio
de
Donaldson,
tena
conocimiento
de
eso.
Como
deca
el
dicho
todo
permanece
en
casa.
En
lo
referente
a
los
dems
detectives,
si
el
teniente
Malone
no
tena
ningn
problema
con
eso,
ellos
tampoco
tenan
ningn
problema.
"Tratando
de
espiarnos?"
"Y
algn
da
podra."
Ella
apret
el
brazo
de
Jhon
a
su
paso.
"Hey,
Sikes.
Dnde
estabas
esta
maana?"
"Ramrez
quera
comprobar
una
corazonada.
Pasamos
la
mitad
de
la
noche
y
toda
la
maana
comprobando
un
bar
del
vecindario
de
Oak
Cliff."
Sam
frunci
la
nariz.
Odiaba
las
vigilancias.
"Lo
siento.
Ha
habido
suerte?"
"Por
supuesto
que
no".
Se
alej
de
la
esquina
de
escritorio
de
Tori.
"Las
alcanzo
ms
tarde."
Sam
se
inclin
sobre
el
escritorio,
mirando
a
Tori.
"Ha
habido
suerte
con
tus
monjas?"
"No.
Y
tu?
Disfrutaste
de
tu
viaje
en
el
coche
patrulla?"
"No,
el
no
me
dejaba
jugar
con
nada."
Sam
cogi
el
expediente,
sabiendo
que
Tori
haba
escrito
ya
sus
notas.
Ech
un
vistazo
a
travs
de
ellas
rpidamente,
viendo
los
pocos
comentarios
que
Tori
haba
aadido
despus
de
hablar
con
las
monjas.
"El
padre
Michael
era
muy
popular."
"Aparentemente".
Sam
apoy
los
codos
sobre
la
mesa,
mirando
a
Tori.
"Quin
en
su
sano
juicio
matara
a
un
sacerdote?"
Tori
se
ech
hacia
atrs,
girardo
un
bolgrafo
entre
sus
dedos.
"Las
personas
mata
por
venganza.
Las
personas
matan
por
ira.
Las
personas
matan
por
despecho.
Las
personas
matan
por
diversin."
Ella
arque
las
cejas.
"Si
matas
a
un
sacerdote,
cul
de
esas
podran
ser
una
buena
razn?
"
"La
venganza".
Sam
se
encogi
de
hombros,
pensando
por
un
momento.
"O
ira."
"Por
qu
ibas
a
estar
enfadado
con
un
sacerdote?"
Los
ojos
de
Sam
se
abrieron.
"Podra
estar
enojado
con
un
sacerdote
si
l
abusara
de
m".
Tori
asinti.
"Entonces,
el
asesino
podra
ser
un
ex
monaguillo,
tal
vez,
dejando
salir
su
ira
ahora?
O
tal
vez
exigiendo
venganza?"
"Pero
Monseor
Bernard
dijo
que
el
padre
Michael
no
tena
ninguna
queja,
ni
siquiera
un
atisbo
de
conducta
inapropiada",
Sam
le
record.
"Slo
porque
l
lo
diga
no
quiere
decir
que
sea
verdad".
Sam
se
mordi
el
labio
inferior,
luego
sonri.
Ella
fue
criada
catlica,
y
su
hermano
era
un
sacerdote,
por
lo
que
nunca
se
le
ocurri
que
el
monseor
podra
estar
mintiendo.
"Eso
no
sera
correcto."
"Sam,
slo
porque
l
es
un
sacerdote,
no
asumas
nada.
No
asumas
que
no
estn
ocultndonos
algo.
No
asumas
que
el
padre
Michael
no
tuvo
sexo
consensual.
Y
no
asumas,
que
porque
sean
sacerdotes,
no
son
humanos"
Sam
estuvo
de
acuerdo.
"Tienes
razn.
Tengo
esta
opinin
sesgada,
lo
s."
"Y
yo
soy
demasiado
cnica
sobre
todo",
admiti
Tori.
"As
que
tenemos
que
encontrar
un
terreno
comn.
Tal
vez
deberamos"
"Hunter?
Laboratorio
del
crimen
en
la
lnea
dos",
grit
Fisk
desde
la
recepcin.
"Eso
fue
rpido,"
dijo
antes
de
golpear
el
botn
del
altavoz.
"Hunter.
Qu
tienen?"
"Tenemos
una
buena
impresin
del
cinturon,
Hunter.
Coincide
parcialmente
con
la
que
encontramos
en
la
lmpara."
"Tienen
un
nombre?"
"Juan
Hidalgo.
Ha
estado
entrando
y
saliendo.
Asalto,
robo
a
mano
armada,
posesin".
"Me
puedes
enviar
por
correo
electrnico
los
detalles?"
"Ya
est
hecho."
"Gracias".
Mir
a
Sam.
"Juan
Hidalgo?
Creo
que
una
de
las
monjas
mencion
su
nombre."
Sam
mir
sus
notas,
pasando
las
pginas.
"Aqu
est.
Un
manitas
(una
persona
que
hace
de
todo).
Trabaja
tres
o
cuatro
das
a
la
semana."
Tori
abri
su
e-mail,
escaneadolo
brevemente
antes
de
imprimirlo.
"Tengo
una
direccin.
Pequeo
Mexico".
"Por
supuesto
que
sera
de
pequeo
Mexico".
Sam
mir
a
su
alrededor,
esperando
que
Tony
estuviese
en
su
escritorio.
Haban
descubierto
por
experiencia
que
ayudaba
el
tener
un
oficial
que
hablara
espaol
con
ellos.
Pero
Ramrez
y
Sikes
haban
desaparecido.
"Vamos
a
decirle
a
Malone,"
dijo
Tori,
dirigindose
con
rapidez
al
despacho
del
teniente.
Sam
esper
en
las
escaleras,
con
las
llaves
colgando
de
sus
dedos.
Tori
sonri
cuando
los
vio.
"Tienes
el
Lexus?"
"Slo
lo
mejor
para
ti,
Hunter"
dijo
Sam
con
voz
sensual.
Se
detuvieron
en
la
puerta,
mirndose
la
una
a
la
otra,
una
sonrisa
jugando
en
la
cara
de
Tori.
La
mirada
de
Tori
cay
sobre
los
labios
de
Sam
por
slo
un
segundo,
pero
fue
suficiente.
Sam
tom
una
respiracin,
cuando
vio
los
ojos
de
Tori
oscurecerse.
"Cmo
puedes
hacerme
esto
con
slo
una
mirada?"
Sam
susurr.
Tori
solamente
sonri,
tocando
ligeramente
la
espalda
de
Sam
mientras
bajaban
las
escaleras.
del
lago
White
Rock.
Era
un
lago
pequeo
en
comparacin
con
el
amplio
lugar
de
Eagle
Mountain,
donde
guardaban
su
barco.
Pero
estaba
slo
a
dos
cuadras
de
la
ciudad,
as
que
Tori
iba
a
menudo
por
las
noches
para
pescar
y
para
satisfacer
su
necesidad
de
soledad.
Sam
comprendi
que
ella
necesitaba
su
tiempo
de
tranquilidad
en
soledad
y
nunca
lo
cuestion.
Y
Tori
saba
que
eso
tambin
le
dara
a
Sam
un
poco
de
tiempo
a
solas
para
ponerse
al
da
con
sus
amigos,
principalmente
Amy.
Pero
deshacerse
de
su
viejo
apartamento?
Bueno,
ella
estaba
tirando
300
dlares
al
mes
para
mantenerlo.
"Est
bien,"
dijo
finalmente,
mirando
de
nuevo
a
Sam.
Sam
frunci
el
ceo.
"Est
bien
qu?"
"Tal
vez
este
fin
de
semana
podramos
ir
a
mi
apartamento
y
empacar
algunas
cosas."
Sonriendo,
Sam
pareca
sorprendida.
"Oh.
Esta
bien.
Seguro".
Tori
se
detuvo
en
el
rellano
del
segundo
piso,
mirando
hacia
arriba
en
la
escalera
oscura.
"El
tendra
que
estar
en
el
tercer
piso,
no?"
"A
qu
huele
aqu?"
"Si.
Te
dije
que
era
peor
que
mi
edificio."
Antes
de
que
Sam
pudiera
contestar,
el
sonido
de
alguien
corriendo
por
debajo
les
hizo
detenerse
y
mirar
hacia
atrs.
Dos
agentes
de
polica
corran
por
las
escaleras.
"Atrs,
seoritas!"
grit
uno
de
ellos
mientras
pasaban
corriendo
junto
a
ellas.
Tori
y
Sam
se
pegaron
contra
la
pared,
fuera
de
su
camino,
Tori
mirando
sus
espaldas
"Idiotas",
murmur.
"Cules
son
las
posibilidades
de
que
vayan
al
mismo
apartamento
que
nosotras?"
"Con
nuestra
suerte,
van
a
perseguir
a
nuestro
sujeto."
Tori
se
dirigi
hacia
la
tercera
planta,
acelerando
el
paso.
"Vamos".
Los
dos
estaban
sin
aliento
mientras
corran
por
las
escaleras,
mirando
en
direccin
de
la
conmocin
por
el
pasillo.
Fuertes
voces,
todo
en
espaol,
gritaban,
tratando
de
sobresalir
sobre
los
dems.
"En
qu
habitacin
estamos?"
Tori
pregunt,
jadeando.
"Tres-doce".
"Bueno,
esto
es
jodidamente
grandioso",
murmur
Tori
mientras
recuperaba
el
aliento.
"Estn
en
la
habitacion
tres-doce".
Tori
se
par
en
la
puerta,
observando
el
caos
en
el
interior,
viendo
como
los
dos
agentes
intentaban
en
vano
de
alejar
a
la
multitud
de
un
cuerpo
en
el
suelo.
Uno
de
los
agentes
levant
la
vista
y
la
vio,
hacindole
un
gesto
para
que
se
detuviera.
"No
puede
entrar
aqu,
seora.
Tiene
que
ir
de
nuevo
al
pasillo.
Esto
es
una
escena
del
crimen".
"Y
veo
que
ests
haciendo
un
trabajo
maravilloso
en
asegurarlo".
Ella
levant
su
placa.
"Detectives
Hunter
y
Kennedy.
Homicidio".
"Maldicin,
eso
fue
rpido.
Normalmente
se
tardan
una
hora
en
aparecer."
Tori
mir
a
su
alrededor.
"Quines
son
todas
estas
personas
y
por
qu
demonios
estn
contaminando
la
escena
del
crimen?"
Las
voces
se
hicieron
ms
fuertes,
rpidamente
el
dialecto
espaol
envolvi
a
Tori.
Finalmente
levant
sus
brazos,
gritando.
"Cllense!
Todos
cllense!"
Cuando
la
habitacin
estaba
en
silencio,
excepto
por
los
sollozos
de
una
anciana,
continu
"Alguien
aqu
puede
hablar
Ingls?
Por
favor?
Ingls?"
El
silencio
se
produjo
mientras
sus
miradas
la
seguan
por
la
habitacin.
Lo
intent
de
nuevo.
"Ingls?
Alguien?"
Un
hombre
finalmente
se
adelant.
"Si.
Un
poco."
Tori
apret
los
dientes
y
se
pregunt
por
qu
demonios
nunca
haba
aprendido
a
hablar
espaol.
"Como
te
llamas?"
El
hombre
asinti
"Hctor
Ybarra".
Tori
seal
el
hombre
en
el
suelo.
"Quin
es
l?"
"Juan.
Juan
Hidalgo."
Con
las
palabras
del
hombre,
la
anciana
comenz
a
llorar
nuevamente.
Tori
y
Sam
se
miraron
a
los
ojos,
Sam
asinti
mientras
se
mova
hacia
el
pasillo,
marcando
en
su
ceular.
"La
madre?"
Tori
pregunt
a
Hctor.
"Si,
es
la
mam."
"Est
bien.
Pidale
a
todos
que
abandonen
el
apartamento,
por
favor."
El
hombre
frunci
el
ceo.
Tori
se
frot
la
cabeza,
tratando
de
controlar
su
temperamento.
"Abandonar.
Irse.
Afuera",
dijo,
espantandolos
hacia
la
puerta.
"Si."
Tori
le
agarr
del
brazo.
"Usted
no"
Observ
como
los
dems
fueron
conducidos
desde
la
habitacin,
los
dos
agentes
tuvieron
que
retirar
por
la
fuerza
a
la
mujer
llorosa.
"Nueve-uno-uno?"
"Yo
llamo".
Hizo
de
su
mano
una
pistola
y
apunt
a
Juan.
"Viste?"
"No,
no".
Seal
a
su
oreja.
"Oye".
Ella
seal
hacia
la
puerta.
"Mam
vi?
Ella
vive
con
l?"
"No,
no.
Justo
al
lado".
"Est
bien.
Gracias."
Hizo
un
gesto
hacia
la
puerta.
"Vete".
Se
dio
la
vuelta,
mirando
el
cuerpo
de
su
nico
sospechoso.
"Bueno,
esto
apesta
en
grande".
"Qu
tan
malo
es?"
Pregunt
Sam
detrs
de
ella.
"Est
totalmente
contaminada.
Movieron
el
cuerpo,
por
algo.
Parece
que
le
dieron
la
vuelta.
Alguien
tiene
sangre
en
sus
zapatos",
dijo,
sealando
a
las
impresiones.
"La
ventana
est
abierta.
En
un
dia
fro
como
el
de
hoy,
no
creo
que
l
la
tuviese
abierta
para
tener
aire.
Especialmente
ahora.
Es
casi
de
noche
all
afuera"
Tori
rodeo
el
cuerpo,
con
cuidado
de
no
tocar
nada.
"Justo
la
escalera
de
escape"
"Est
abajo?"
Tori
se
acerc
a
la
ventana
y
suspir.
"Sip".
Volvi
a
mirar
hacia
la
puerta.
"Pero
no
hay
ninguna
entrada
forzada.
Podra
haber
conocido
al
tirador".
Hubo
un
ruido
en
el
pasillo,
entonces
Mac
meti
la
cabeza
dentro.
"Damas,
nos
volvemos
a
encontrar."
"Lo
siento,
Mac,
pero
probablemente
haba
diez
personas
en
esta
habitacin
cuando
llegamos"
dijo
Sam.
"No
s
si
vas
a
encontrar
mucho."
"Vamos
a
examinar
cuidadosamente."
Mir
al
cuerpo.
"Maldicin,
quien
camin
en
mi
charco
de
sangre?"
Sam
se
encogi
de
hombros.
"No
hablan
Ingls."
Sam
se
hizo
a
un
lado
cuando
Rita
Spencer
entr,
con
su
maletn
mdico
en
un
hombro
y
la
cmara
en
el
otro.
"Bueno,
esta
tiene
que
ser
la
primera
vez",
dijo
Rita,
"que
ustedes
dos
me
ganan
en
una
escena."
"S,
bueno,
vinimos
aqu
con
la
esperanza
de
encontrarlo
vivo,
no
muerto",
dijo
Tori.
"Y
por
qu
te
mandaron
de
nuevo?"
"Pareca
como
si
hubiesen
varios
dormitorios.
Tal
vez
l
no
era
el
nico
que
viva
all.
Podra
haber
tenido
compaeros
de
cuarto",
sugiri
Sam.
Pero
Tori
neg
con
la
cabeza.
"Las
dos
hablamos
con
el
ama
de
llaves.
Ella
ni
una
sola
vez
dio
alguna
indicacin
de
que
alguien
viva
all.
Las
otras
dos
habitaciones
eran
demasiado
impersonal.
Nada
ms
que
habitaciones
para
invitados"
"Segn
tus
notas,
Hunter,
Juan
Hidalgo
trabaj
all
durante
varios
aos",
dijo
Sikes.
"Pero
porqu
lo
conservaron?
Haba
estado
entrando
y
saliendo
de
la
crcel
durante
los
ltimos
siete
aos.
Cumpli
cadena
por
robo
a
mano
armada.
La
ms
reciente
fue
en
junio
del
ao
pasado
por
posesin
de
marihuana."
"Son
una
iglesia.
Supongo
que
estan
en
el
negocio
de
reformar
y
rehabilitar",
dijo
Tori.
"Por
qu
ms?"
"Tal
vez
no
lo
saban"
dijo
Tony.
"Quiero
decir,
si
era
un
feligrs
y
necesitaba
el
trabajo,
dudo
que
hayan
verificado
sus
antecedentes".
"Y
la
suya
era
la
nica
huella
en
el
cinturon?"
Malone
pregunt.
"La
suya
y
la
del
padre
Michael"
Tori
se
levant
y
empez
a
pasear
por
la
habitacin.
"As
que
Hidalgo
entr
en
el
momento
en
que
el
padre
Michael
tena
sexo
con
alguien.
Enloqueci.
Destroz
la
habitacin.
Espant
al
otro
hombre."
Ella
dej
de
caminar.
"O
mujer.
Estamos
asumiendo
aqu".
Se
dio
la
vuelta,
con
los
brazos
extendidos.
"Toma
el
cinturn,
estrangula
al
sacerdote.
Entonces
entra
en
pnico.
Coge
sus
pijamas
y
el
cinturn,
y
corre".
"Si
l
se
toma
la
molestia
de
agarrar
el
cinturn,
por
qu
dejarlo
caer
en
los
arbustos
donde
cualquiera
podra
encontrarlo?"
se
pregunt
Sam.
"Y
no
quiero
asumir
una
pareja
sexual,
Hunter",
dijo
Malone.
"El
informe
del
laboratorio
no
ha
llegado
y
Jackson
no
nos
ha
dado
los
resultados
del
post"
le
record.
"Vi
el
cuerpo.
Habl
con
Spencer.
Haba
evidencia
de
actividad
sexual
y
no
pareca
ser
forzada".
"Bueno,
estamos
tratando
de
averiguar
quin
lo
mat,
no
si
l
estaba
teniendo
relaciones
sexuales
o
no",
dijo
Malone
bruscamente.
"Mantn
eso
en
mente."
"Bueno,
a
menos
que
el
post
nos
diga
algo
que
no
esperamos,
todo
lo
que
tenemos
es
evidencia
circunstancial
que
conecta
a
Hidalgo.
La
impresin
en
la
lmpara
Sam
arrug
la
nariz
mientras
se
serva,
preguntndose
por
qu
no
acaba
por
cambiar
a
t
de
hierbas
o
algo
as.
"Dnde
est
Tori?"
"Se
fu
al
laboratorio.
Jackson
dijo
que
tena
el
informe
listo".
John
mir
por
encima
de
Sam,
sealando
al
otro
lado
de
la
sala
de
la
brigada
hacia
la
mujer
impecablemente
vestida
que
avanzaba
por
la
sala.
"Que
bien".
"Nuestro
asesor?"
Sam
susurr.
"Un
poco
irnico,
no
es
as?"
"Qu
quieres
decir?"
"Bueno,
ya
sabes,
la
postura
de
la
Iglesia
Catlica
sobre
la
homosexualidad
no
son
verdaderamente
amigables
con
los
de
tu
especie.
Me
sorprende
que
tenga
una
lesbiana
trabajando
para
ellos."
Sam
se
volvi
y
frunci
el
ceo.
"Una
lesbiana?"
Volvi
a
mirar
a
la
atractiva
joven
que
estaba
de
pie
hablando
con
Malone.
Su
traje
negro
se
adheria
a
sus
delgadas
caderas,
cabello
rubio
oscuro,
largo
y
recto,
escondido
detrs
de
las
orejas,
su
maquillaje
aplicado
a
la
perfeccin.
Un
diamante
en
su
anillo
brillaba
mientras
hablaba
y
Sam
neg
con
la
cabeza.
"Ella
no
es
gay,
John."
John
se
ri.
"Te
lo
juro,
tu
radar
gay
sigue
sin
funcionar,
verdad?"
Se
inclin
ms
cerca,
su
voz
baja.
"No
la
has
visto
caminar?
Tiene
ese
caminar
arrogante
como
Hunter.
Y
te
apuesto
diez
dlares
a
que
su
apretn
de
manos
romperan
tus
dedos".
"Estoy
segura
que
Tori
apreciar
que
digas
que
su
caminar
es
arrogante.
Sucede
que
creo
que
es
sexy
como
el
infierno."
l
le
dio
un
codazo.
"Y?
Diez
dlares?"
"Acepto.
Porque
no
hay
manera
de
que
sea
gay."
John
se
aclar
la
garganta.
"Estamos
a
punto
de
averiguarlo."
Malone,
con
una
sonrisa
en
su
rostro,
acompaando
a
la
atractiva
mujer
hacia
ellos.
Sam
dudaba
que
estara
sonriendo
si
Tori
estuviera
aqu,
conociendo
los
sentimientos
de
Tori
sobre
el
consultor.
"Kennedy,
Sikes,
quiero
que
conozcan
a
Marissa
Goodard.
Ella
es
el
consultor
de
quien
les
habl".
"En
realidad,
es
Goddard,
Teniente."
La
mujer
sonri
a
Sam.
"Kennedy
o
Sikes?"
Sam
mir
al
teniente,
notando
el
leve
sonrojo
en
su
cara.
Saba
que
l
no
estaba
acostumbrado
a
ser
corregido
con
tanta
facilidad.
"Samantha
Kennedy."
"Encantada
de
conocerte,
Samantha."
Sam
tom
su
mano,
casi
quejndose
cuando
los
fuertes
dedos
se
apoderaron
de
los
suyos
y
la
apret
con
fuerza.
Vio
como
la
mujer
tom
la
mano
de
Jhon.
"John
Sikes.
Es
un
placer,
seora
Goddard."
Su
sonrisa
se
pronunci
mientras
miraba
a
Sam.
"Diez
dlares"
le
musit
a
ella.
"Dnde
est
Hunter?"
"Ella
est
en
el
laboratorio,
Teniente."
"Tienen
el
informe
para
nosotros?"
"Spencer
hizo
el
post
en
Hidalgo.
Todo
est
listo
menos
toxicologa.
Jackson
iba
a
reunirse
con
ella",
explic
Sam.
"Averiga
cundo
va
a
regresar.
Quiero
que
nos
reunamos
con
la
Sra.
Goddard
aqu.
Ella
tiene
algunas
preguntas
antes
de
que
se
rena
con
la
prensa
esta
tarde."
"Entiendo
que
el
alcalde
ha
puesto
en
marcha
una
conferencia
de
prensa
para
esta
tarde",
dijo
Goddard.
"Quin
estar
emitiendo
la
declaracin
en
nombre
del
departamento
de
polica?"
"La
oficina
del
alcalde
se
encarga
de
eso."
Ella
sonri.
"Ya
veo.
Bueno,
entiendo
que
es
una
situacin
delicada.
No
queremos
a
uno
de
sus
oficiales
diciendo
algo
fuera
de
lugar."
"Somos
muy
conscientes
de
que
es
delicado,
seora
Goddard,"
dijo
Sam
con
una
pizca
de
irritacin.
"Tambin
es
muy
raro
que
la
oficina
del
alcalde
supervise
una
investigacin
de
asesinato."
"Creme,
Samantha,
no
quieres
estar
en
el
extremo
receptor
de
las
preguntas
de
los
periodistas
acerca
del
asesinato
de
un
sacerdote.
Es
un
escndalo
potencial
esperando
por
explotar
y
ellos
pueden
ser
despiadados".
Ella
sonri
de
nuevo.
"Y
por
favor
llmeme
Marissa."
"Por
supuesto."
"Y
esta
persona
Hunter",
dijo,
golpeando
con
impaciencia
su
reloj
de
pulsera
de
oro.
"Tengo
citas
a
las
que
asistir,
no
tengo
tiempo
para
una
demora".
Mir
fijamente
a
Sam.
"No
vamos
a
tener
un
problema
con
su
puntualidad
verdad?"
Sam
abri
la
boca
para
hablar,
y
luego
la
cerr.
Ech
un
vistazo
a
Malone
antes
de
forzar
una
sonrisa
a
su
cara.
"Djame
llamarla."
Agarr
el
brazo
de
Jhon
y
lo
llev
hacia
la
puerta.
"Oh,
esto
va
a
ser
divertido",
susurr.
Tori
se
sent
pacientemente
mientras
observaba
a
Jackson
desenvolver
un
pedazo
de
goma
de
mascar
y
metdicamente
doblarlo
en
tres
partes
antes
de
colocarlo
en
su
boca.
Era
un
hbito
que
le
irrita
y
le
fascinaba
a
la
vez.
Pero
ella
haba
aprendido
que
Jackson
nunca
estara
dispuesto
a
proceder
hasta
que
el
ritual
fuese
completado.
Ahora,
se
puso
las
gafas
para
leer
y
abri
el
archivo,
juntando
sus
cejas.
Tori
finalmente
se
inclin
hacia
adelante
y
dijo
"Ests
poniendo
a
prueba
mi
buen
humor,
Jackson.
Qu
tienes?"
"Lo
siento,
Hunter.
No
haba
tenido
la
oportunidad
de
leer
el
informe
de
Spencer
sobre
el
Sr.
Hidalgo."
l
levant
la
vista.
"No
mucho,
en
realidad.
Simple
GSW
en
el
lbulo
temporal
derecho.
Calibre
Treinta
y
ocho.
An
no
tenemos
el
informe
completo
de
toxicologia,
pero
su
contenido
de
alcohol
en
sangre
estaba
en
oh
nueve".
"Maldicin.
Borracho
hasta
el
culo",
dijo.
Jackson
asinti
y
le
entreg
un
archivo.
"Aqu
est
el
informe
inicial
de
Mac.
Entiendo
que
la
escena
estaba
contaminada."
"Si.
Estuvimos
all".
Tori
hoje,
explorando
las
palabras,
nada
inusual.
Lo
cerr
y
mir
hacia
arriba.
"El
sacerdote?"
l
neg
con
la
cabeza.
"No
hay
mucho
de
l
tampoco.
Causa
de
la
muerte,
estrangulamiento.
Ningn
moreton
inusual
alrededor
del
cuello.
El
sangrado
rectal
pareca
ser
de
coito
reciente.
Sin
fluidos.
No
haba
ningn
trauma
para
indicar
asalto.
Pero
eso
no
significa
necesariamente
que
no
lo
hubiese.
Slo
significa
que
no
haba
moretones.
Toxicologa
estar
de
nuevo
con
l
esta
tarde,
pero
el
trabajo
preliminar
de
la
sangre
revela
que
estaba
limpia"
l
se
ech
hacia
atrs.
"El
cinturn
encontrado
en
los
arbustos
coincide
con
las
marcas
de
ligaduras
en
el
cuello."
"Gracias,
Jackson.
Te
molestara
pasarle
un
e-mail
a
Sikes
cuando
tengas
el
informe
final
sobre
Hidalgo?"
"No
hay
problema".
y
ahora
un
maldito
consultor
para
la
iglesia,
yo
dira
que
una
orden
va
a
ser
difcil
de
conseguir"
"Consultor?"
"Si.
Si
necesito
hablar
con
alguien
en
la
iglesia,
tengo
que
pasar
por
este
consultor
en
primer
lugar.
Y
si
me
hace
una
pregunta
la
adorable
pero
irritante
Melissa
Carter
del
Canal
Cinco,
tengo
que
bomberla
y
decirle
que
acose
al
consultor"
Mac
se
ech
a
rer.
"S,
ella
es
bien
parecida,
pero
he
odo
que
es
un
dolor
en
el
culo."
"Lo
es."
Tori
dej
escapar
un
profundo
suspiro.
"Bien,
Mac,
qu
ms
tienes?"
"Las
impresiones
de
las
botas
eran
de
la
talla
once.
Coincidieron
con
el
par
que
encontramos
en
el
apartamento
de
Hidalgo."
l
se
encogi
de
hombros.
"Causa
de
la
muerte,
estrangulamiento.
El
arma
asesina
fue
el
cinturn.
El
cinturn
tena
las
huellas
de
Hidalgo
"
Se
encogi
de
hombros
otra
vez.
"Como
he
dicho,
no
mucho.
Tal
vez
la
concordancia
de
la
impresin
del
zapato
ser
suficiente."
"El
trabajaba
all.
No
sera
raro
que
la
impresin
de
sus
zapatos
estuviesen
afuera.
Cierto?"
Ella
repas
el
archivo
de
Hidalgo
nuevamente.
"Y
no
hay
nada
en
la
escena?
Qu
pasa
con
la
escalera
de
incendios?"
Tenemos
manchas,
eso
es
todo.
Sin
embargo
podra
ser
de
cualquiera.
La
ventana
abierta
podra
haber
sido
slo
un
seuelo.
No
hubo
evidencia
de
una
entrada
forzada.
Podemos
suponer
que
el
asesino
entr
y
sali
de
la
misma
manera."
"Podra
el
asesino
tener
tiempo
para
disparar
y
correr
antes
de
que
nadie
lo
viera?
A
juzgar
por
todas
las
personas
en
la
sala,
vinieron
corriendo
tan
pronto
como
escucharon
el
tiro."
"Mralo
de
esta
manera",
dijo
Mac
"Disparas.
Tienes
tiempo
para
abrir
la
ventana,
salir,
deje
caer
la
escalera
y
dirigirte
hacia
abajo
antes
de
que
alguien
en
la
habitacin
te
viera?"
Tori
asinti
lentamente.
"Tienes
razn.
La
salida
ms
rpida
habra
sido
la
puerta.
Pero
si
ese
fue
el
caso,
no
habra
tenido
tiempo
de
abrir
la
ventana
sin
ser
descubierto"
"As
es
que
tal
vez
la
ventana
estuvo
abierta
todo
el
tiempo.
Quizs
Hidalgo
siempre
la
abra"
Tori
respir
profundamente
y
solt
el
aire
lentamente.
"As
que
tengo
un
sacerdote
muerto
que
pensamos
Juan
Hidalgo
mat.
Y
ahora
tengo
a
Juan
Hidalgo
muerto
sin
ninguna
evidencia
de
quin
lo
mat."
Mir
a
Mac.
"Alguna
sugerencia?"
Mac
neg
con
la
cabeza.
"Lo
siento,
Hunter.
Pero
lo
que
s
conseguimos
fueron
cuatro
huellas
tiles
en
el
interior
del
apartamento
que
no
eran
de
Hidalgo.
No
hay
coincidencias
en
ellas.
Y
ninguna
coinciden
con
las
huellas
desconocidas
en
la
rectora."
"Bueno,
har
que
Sikes
y
Ramrez
rastreen
esas
cuatro
huellas."
Se
puso
de
pie.
"Gracias,
Mac".
"Tendremos
los
informes
completos
de
toxicologa
maana.
Algo
podra
aparecer
en
ellos"
"Si.
Informame"
CAPTULO
6
"Dnde
has
estado?"
Sam
dijo
entre
dientes
mientras
Tori
se
paseaba
despreocupadamente
por
la
sala
de
la
brigada
a
las
once.
Mir
rpidamente
hacia
la
oficina
de
Malone.
"Ella
es
como
una
piraa".
"Como
te
dije
por
telfono,
ella
me
puede
besar
el
culo.
Yo
no
trabajo
para
ella."
Tori
sac
su
silla
con
el
pie,
y
luego
arroj
los
archivos
a
Sam.
"Mac
hizo
copias
para
m.
Va
a
pasar
por
e-mail
el
informe
final,
probablemente
maana".
Sam
revis
las
pginas.
"Cualquier
cosa
que
destaque?"
"No,
en
realidad
no.
El
nivel
de
alcohol
en
sangre
de
Hidalgo
estaba
muy
por
encima
del
lmite
legal.
El
informe
completo
de
tox
no
est
listo.
Y
el
sacerdote
...
no
hay
evidencia
de
trauma
sexual.
Y
hay
ADN
de
un
segundo
hombre
en
la
cama."
Sam
levant
la
vista
y
la
mir
a
los
ojos.
"Este
caso
apesta,"
dijo
en
voz
baja.
"Hunter",
Malone
grit
desde
su
puerta.
Cuando
Tori
y
Sam
se
volvieron,
el
les
mir
a
las
dos,
luego
abri
sus
manos.
"Qu
demonios?
Hemos
estado
esperando
por
ms
de
una
hora."
"Estaba
en
el
laboratorio".
Marissa
sonri
y
junt
las
manos,
apoyando
los
codos
sobre
la
mesa.
"Aparente,
detective.
Esa
es
la
palabra
en
la
que
debe
centrarse.
No
es
un
hecho,
pero
una
opinin.
Probablemente
su
opinin".
"Mi
opinin
basada
en
las
conclusiones
de
M.E."
Tori
no
era
ninguna
tonta.
Dos
podran
jugar
en
este
juego.
Marissa
agit
su
mano
con
desdn.
"Es
por
eso
que
usted
no
estar
hablando
con
la
prensa,
detective."
Ella
sonri
de
nuevo.
"Y
de
todas
maneras,
no
estoy
segura
de
que
aporte
tendra
en
su
caso".
"Seora
Goddard,
si
el
Padre
Michael
estaba
comprometido
en
una
aventura
sexual,
podramos
tener
un
motivo",
dijo
Sam.
"Slo
porque
pensamos
que
Hidalgo
lo
asesin,
slo
porque
tengamos
evidencia
circunstancial
en
ese
sentido,
no
podemos
cerrar
el
caso
y
declarar
enfticamente
que
Hidalgo
era
el
asesino."
"Adems,
Hidalgo
est
muerto",
dijo
Ramrez.
"Su
sospechoso
muerto
no
me
preocupa",
dijo
Marissa.
"Al
parecer,
su
sacerdote
muerto
no
le
importa
mucho
tampoco",
dijo
Tori
mientras
cerraba
su
expediente
y
lo
abofete
con
fuerza
sobre
la
mesa.
"Ests
ms
preocupada
por
el
control
de
daos
que
de
encontrar
a
un
asesino."
"Creo
que
encontrar
al
asesino
es
su
trabajo,
no
el
mo."
"Exactamente.
Es
por
eso
que
ud
no
llegar
a
ser
parte
de
nuestro
equipo,
y
es
por
eso
que
ni
siquiera
debera
estar
en
esta
maldita
habitacin!"
Tori
dijo
enrgicamente.
Sam
agarr
su
muslo
bajo
la
mesa
el
mismo
tiempo
que
Jhon
apret
su
rodilla
contra
la
de
ella.
"Hunter,
te
lo
juro",
dijo
Malone
con
un
movimiento
de
cabeza.
"Esta
bien
teniente",
dijo
Marissa
mientras
lentamente
se
puso
de
pie,
recogiendo
sus
papeles.
"He
odo
lo
suficiente
por
ahora."
Su
mirada
viaj
entre
Tori
y
Sam,
luego
de
nuevo
a
Sam.
"Es
tan
apasionada
en
todo,
Samantha?"
Tori
se
tens,
pero
guard
silencio
mientras
senta
el
apretn
de
Sam
en
su
muslo.
"En
realidad,
s,
lo
es,
seora
Goddard."
Marissa
levant
las
cejas
con
sorpresa.
"Bueno,
suerte
que
tienes."
Se
qued
mirando
a
Tori
por
un
momento,
luego
empuj
su
silla.
En
la
puerta,
se
detuvo.
"No
soy
tu
enemiga,
detective."
Ella
sonri.
"Lo
que
es
probablemente
algo
bueno.
Estoy
segura
de
que
ya
tienes
un
montn"
La
puerta
se
cerr
detrs
de
ella
y
Sam
afloj
su
apretn
en
la
pierna
de
Tori.
"Sabes,
no
creo
que
me
guste
mucho"
dijo
Sam
seriamente.
Los
dems
se
rieron,
y
luego
Malone
seal
a
John
"No
puedo
creer
que
la
invitaras
a
salir,
Sikes.
En
qu
diablos
estabas
pensando?"
l
se
encogi
de
hombros.
"Es
linda."
Tori
le
dio
un
codazo.
"No
creo
que
t
seas
su
tipo,
John."
John
se
inclin
alrededor
de
Tori
y
seal
a
Sam.
"Te
lo
dije.
Me
debes
diez
dlares".
Malone
se
aclar
la
garganta
ruidosamente.
"Podemos
volver
a
la
tarea
en
cuestin?"
Mir
a
Tori.
"Y
tu.
Jesucristo,
Hunter,
superalo
ya.
Ella
est
aqu
para
quedarse.
No
veo
el
motivo
de
enojarla."
"Esto
es
completamente
poco
ortodoxo,
teniente.
Ella
no
tiene
por
qu
saberlo
todo
acerca
de
nuestra
investigacin".
"No
crees
que
ya
lo
s,
Hunter?
No
crees
que
ya
lo
he
cuestionado
Y
me
dijeron
que
me
callara
y
seguiera
rdenes,
lo
que
te
estoy
diciendo
que
hagas."
"Bueno,
yo
quiero
saber
qu
demonios
est
pasando.
La
iglesia
obviamente
sospecha
algo
o
no
estaran
tan
preocupados
por
el
control
de
la
prensa.
No
tiene
un
maldito
sentido".
"Tiene
mucho
sentido,
Tori",
dijo
Sam.
"No
me
gusta
tampoco,
pero
eso
no
significa
necesariamente
que
ellos
saben
algo
sobre
el
padre
Michael.
La
Dicesis
de
Dallas
fue
arrastrado
por
el
barro
hace
varios
aos
por
el
escndalo
de
abuso
sexual.
Y
luego,
despus
de
que
el
juez
ordenara
que
los
archivos
se
hicieran
pblicos,
una
gran
parte
de
los
intentos
de
encubrimiento
salieron
a
la
superficie.
No
se
les
puede
culpar
por
tratar
de
proteger
su
reputacin
ahora
".
"Estoy
de
acuerdo
con
Kennedy",
dijo
Malone.
"Y
si
el
padre
Michael
estuvo
implicado
en
una
aventura
ntima
o
no,
no
es
algo
que
necesita
ser
hecho
pblico."
Mir
alrededor
de
la
habitacin.
"Y
todos
sabemos
que
con
el
tiempo
incluso
los
detalles
ms
srdidos
van
a
salir,
a
pesar
de
sus
esfuerzos
por
mantener
una
tapa
sobre
ellos.
As
que
no
nos
preocupemos
por
las
cosas
que
no
podemos
controlar.
Estoy
ms
interesado
en
donde
nos
encontramos
con
este
caso
".
Tori
suspir.
"Mac
encontrado
tejido
epitelial
de
dos
fuentes
en
las
sabanas
del
dormitorio
del
padre
Michael.
Una
era
del
Padre
Michael".
Se
qued
mirando
a
Malone.
"La
otra
de
un
hombre
desconocido."
Malone
tamborile
con
los
dedos
lentamente
sobre
la
mesa
mientras
miraba
al
techo.
"Maldita
sea.
Bien,
de
acuerdo
entonces.
Supongo
que
tengo
que
dejar
de
asumir
que
el
padre
Michael
era
un
santo",
dijo
en
voz
baja.
"Maldicin.
Estaba
realmente
esperando"
"Lo
siento,
Stan",
dijo
Tori.
"S,
bueno,
quera
pensar
que
fue
asaltado
al
igual
que
la
seora
Goddard".
Se
aclar
la
garganta.
"Y,
Hunter,
slo
porque
mantuviste
este
pedazo
de
informacin
de
ella,
no
creas
que
ella
no
va
a
averiguarlo.
Estoy
bastante
seguro
de
que
ella
est
en
la
lista
de
las
personas
por
recibir
copias
de
los
informes."
Frustrado,
Tori
neg
con
la
cabeza.
"Esa
es
otra
razn
por
la
que
no
tiene
que
estar
aqu.
Ella
ya
conoce
tanto
como
nosotros.
Probablemente
ms"
"Eso
es
evidente.
Bueno,
volvamos
a
esto.
As
que
vamos
con
lo
del
compaero
sexual."
Malone
mir
alrededor
de
la
habitacin.
"Cmo
lo
encontramos?"
"Trece
juegos
de
huellas.
Uno
de
ellos
tiene
que
ser
el
suyo",
dijo
John.
"Eso
si
la
dicesis
nos
permite
tomar
las
huellas
de
sus
sacerdotes
para
buscar
coincidencias.
Y
yo
no
aguantara
la
respiracin
por
eso",
dijo
Tori.
"Creo
que
hay
una
manera
ms
fcil",
dijo
Sam.
"El
ama
de
llaves.
Creo
que
tenemos
que
darle
otra
visita."
"Ella
estaba
conmocionada
cuando
le
hice
esa
pregunta,
Sam,"
Tori
le
record.
"De
hecho,
creo
que
estaba
insultada".
"Si.
Tal
vez
estaba
demasiado
conmocionada.
Quiero
decir,
si
alguien
pudiera
saber
sobre
una
aventura
amorosa,
esa
sera
el
ama
de
llaves".
CAPTULO
7
"Ella
quiso
decir
lo
que
pienso
que
quiso
decir?"
Pregunt
Sam
a
Tori
esa
noche,
mientras
estaban
acurrucadas
una
con
la
otra
en
el
sof
viendo
la
televisin.
"Hmm?"
CAPTULO
8
"Este
es
el
lugar?"
Sam
mir
sus
notas
y
luego
asinti
"S".
Apunt
al
viejo
camin
azul
"Estaciona
all."
Tori
fren
detrs
de
la
camioneta,
mirando
sobre
Sam
la
casa
de
ladrillo
rojo
estilo
rancho,
al
igual
que
todos
los
dems
en
el
bloque.
Aos
y
aos
atrs,
esta
parte
de
Dallas
era
considerada
un
barrio
de
lujo.
Ahora,
con
las
hojas
abandonando
los
rboles,
la
hierba
de
un
marrn
invierno,
la
pintura
descolorida
y
astillada
a
lo
largo
de
los
aleros
de
las
casas,
se
vea
vieja
y
gastada.
Se
imagin
que
el
marido
de
Alice
Hagen
no
era
capaz
de
hacer
mucho
en
la
casa.
Ella
haba
dicho
que
tena
enfisema.
Tori
agarr
el
brazo
de
Sam,
detenindola
de
abrir
la
puerta.
"Te
encargas
de
hablar"
dijo.
"No
soy
buena
con
esas
cosas."
Sam
sonri.
"Por
supuesto.
Aunque
esta
ser
la
primera
vez
que
acuse
a
un
sacerdote
de
tener
una
aventura."
Salieron
y
Tori
dijo,
"Si.
Pero
tu
eres
ms
diplomtica
que
yo."
Tori
se
detuvo
en
la
puerta,
mirando
a
las
macetas,
las
plantas
muertas
y
marrn,
vctimas
de
la
helada
que
tuvieron
un
par
de
semanas
atrs.
"Un
poco
descuidado",
dijo
Sam.
"Despus
de
conocerla,
y
siendo
una
ama
de
casame
habra
esperado
algo
ms
inmaculado."
"Detective,
est
usted
siendo
crtica
o
simplemente
es
una
observacin?"
"Tal
vez
slo
estereotipando".
Sam
pulso
el
timbre
de
la
puerta.
"Y
para
que
conste,
yo
no
tengo
ganas
de
esto."
Tori
se
acerc
ms,
su
boca
a
escasos
centmetros
de
la
oreja
de
Sam.
"No
te
preocupes.
Yo
cuido
tu
espalda."
En
ese
momento
la
puerta
se
abri.
Sam
sonri
agradablemente
a
Alice
Hagen.
"Sra.
Hagen,
lamento
incomodarla
de
esta
manera,
pero
tenemos
un
par
de
preguntas
ms"
Ella
hizo
un
gesto
a
Tori.
"Se
acuerda
de
la
Detective
Hunter?"
"No
lo
entiendo.
Dijeron
en
las
noticias
de
esta
maana
que
Juan
lo
haba
hecho"
Ella
neg
con
la
cabeza.
"Nunca
lo
hubiera
credo.
Juan
fue
siempre
tan
educado,
tan
agradecido
de
tener
un
trabajo.
Porque,
l
hubiese
hecho
cualquier
cosa
por
el
padre
Michael.
Y
ahora
l
se
suicid.
Por
qu?,
es
simplemente
horrible."
Tori
y
Sam
intercambiaron
miradas.
Tori
frunci
el
ceo.
Noticias?
Qu
noticias?
No
haban
odo
nada,
pero
no
se
haba
molestado
con
la
televisin
esta
maana.
"Disculpe,
pero
an
no
hemos
hecho
ninguna
acusacin
formal"
dijo
Tori.
"Juan
Hidalgo
es
simplemente
un
sospechoso
en
este
momento."
"Pero
esa
mujer
dijo"
"Qu
mujer?"
Tori
dijo
bruscamente.
"Bueno,
la
que
ellos
entrevistaron.
Esa
linda
reportera
del
Canal
Cinco
Melissa
Carter
habl
con
ella
esta
maana.
Ella
estaba
en
la
iglesia"
Tori
busc
su
celular.
"Maldita
sea",
dijo
ella
en
voz
baja,
pero
Sam
la
detuvo
con
un
rpido
toque
en
el
brazo.
"Slo
estamos
siguiendo
algunas
pistas,
Sra.
Hagen.
No
estamos
convencidos
de
que
Juan
lo
hizo",
dijo
Sam
con
facilidad.
"Estoy
segura
de
que
ud
no
quiere
que
nos
apresuremos
en
juzgar
y
acusar
a
un
inocente"
"Por
supuesto
que
no,
no."
"Bien.
Ahora
cuntenos
un
poco
sobre
el
padre
Michael.
Era
evidente
que
era
muy
querido.
Haba
alguien
con
quien
l
pudo
haber
pasado
la
noche?
O
alguien
que
pasaba
mucho
tiempo
all
en
la
rectora?"
La
Sra.
Hagen
se
inquiet,
cerrando
y
abriendo
las
manos
apretando
en
su
regazo,
pero
ella
neg
con
la
cabeza.
"No.
No
haba
nadie."
Tori
se
ech
hacia
atrs
y
dej
que
Sam
se
hiciera
cargo.
Era,
pens,
en
lo
que
Sam
se
destacaba.
Tori
no
tena
paciencia
a
la
hora
de
las
preguntas.
"La
rectora
era
grande,
al
menos,
tres
dormitorios.
Era
el
padre
de
Michael
el
nico
que
viva
all?"
Pregunt
Sam.
"S.
Bueno,
a
veces,
los
sacerdotes
visitantes
se
quedaban,
sacerdotes
de
otras
parroquias.
Pero
ninguno
de
los
sacerdotes
de
Santa
Mara
viva
all".
"Cmo
fue
que
el
padre
Michael
vino
a
vivir
all?"
"Qu
quiere
decir?"
Michael
fue
asesinado.
Como
usted
ha
dicho,
l
era
una
persona
maravillosa.
Quin
querra
matarlo?
Por
qu?"
Ella
se
acerc
ms.
La
mujer
estaba
mintiendo
obviamente
"Alguien
comparti
su
cama,
seora
Hagen.
Las
pruebas
de
ADN
nos
dicen
eso.
Tenemos
que
saber
quin
era."
Las
manos
de
la
seora
Hagen
temblaban
mientras
se
levantaba.
Fue
entonces
cuando
Tori
not
las
cuencas
de
un
rosario
en
su
mano.
"Me
gustara
que
se
vayas
ahora,
detectives.
No
tengo
nada
ms
que
decir."
"Sra.
Hagen"
"Detective
Kennedy,
hemos
tomado
suficiente
de
su
tiempo",
dijo
Tori.
"Vamos
a
volver
a
la
estacin."
Sam
abri
la
boca
como
si
fuera
a
hacer
una
pregunta
ms
de
la
Sra.
Hagen,
pero
la
anciana
mir
hacia
otro
lado.
Tori
gui
el
camino
fuera
de
la
casa.
En
los
escalones
de
la
entrada
se
miraron
unas
a
otras.
Sam
debi
haber
notado
el
escepticismo
de
Tori,
porque
dijo
"Creo
que
est
mintiendo.
Crees
que
ella
est
mintiendo,
verdad?"
"Yo
dira
eso.
Has
visto
cmo
estaba
asida
a
las
cuencas
del
rosario?"
Tori
se
dirigi
escaleras
abajo.
"Tenemos
que
averiguar
qu
demonios
dijo
Marissa
Goddard
en
las
noticias
de
esta
maana."
CAPTULO
9
Sikes,
Ramrez
y
Malone
estaban
amontonados,
Sikes
con
la
oreja
a
un
telfono,
cuando
Tori
y
Sam
entraron
en
la
sala
de
la
brigada.
"Esto
no
puede
ser
bueno",
dijo
Sam.
El
celular
de
Tori
son.
"Hunter",
respondi
en
el
mismo
instante
en
que
toc
el
hombro
de
John.
John
salt,
luego
golpe
su
telfono.
"Maldita
sea,
Hunter,
me
asustaste
hasta
la
mierda"
"Llamaste?"
"Estbamos
a
punto
de
salir.
Tenemos
el
resultado
de
Tox
de
Hidalgo.
Estaba
invadido.
Y
no
slo
de
alcohol.
Cocana
y
metanfetamina".
"Cierto.
Slo
digo
que
es
una
posibilidad
y
no
hay
que
descartarla
por
completo."
"Como
ltimo
recurso",
dijo
Tori.
"Ahora,
cul
es
el
nmero
de
telfono
de
Goddard?
Alguien
lo
tiene?"
"Yo
lo
tengo,
s,"
dijo
Sam.
"Por
qu?"
"Porque
tenemos
trece
huellas
que
explicar".
Tom
la
tarjeta
de
negocios
que
Sam
le
entreg.
"Creo
que
tenemos
que
darle
a
la
dicesis
una
visita."
"Quieres
dejar
de
estar
inquieta?"
susurr
Sam,
viendo
como
Tori
paseaba
por
la
alfombra
de
felpa.
Tori
meti
las
manos
en
los
bolsillos,
con
los
ojos
como
dardos
alrededor
de
la
gran
sala.
Sam
sigui
su
mirada,
admirando
las
pinturas
al
leo
religiosas
que
adornaban
las
paredes.
Probablemente
del
siglo
19,
pens.
"Qu
te
pasa?"
Tori
sac
las
manos
de
los
bolsillos
y
las
meti
debajo
de
sus
brazos.
"Este
lugar
me
da
escalofros",
dijo
en
voz
baja.
"Es
demasiado
silencioso".
Sam
sonri.
"Estamos
en
una
iglesia".
"S,
bueno,
no
estamos
dentro
de
la
iglesia.
Por
qu
es
todo
tan
...
tan
solemne?"
Mir
a
su
alrededor
de
nuevo.
"Tan
formal".
"Por
qu,
Detective
Hunter,
te
sientes
fuera
de
lugar?"
Sam
brome.
Tori
nuevamente
meti
las
manos
en
los
bolsillos
de
sus
pantalones
vaqueros.
"Tal
vez
tengo
miedo
de
esos
rayos
que
Sikes
estaba
hablando."
Sam
saba,
que
a
pesar
de
que
Tori
estaba
bromeando,
una
pequea
parte
de
ella
estaba
asustada
de
estar
aqu.
Pero
dudaba
que
un
extrao
pudiera
reconocerlo
por
el
lenguaje
corporal
de
Tori.
Hoy
usando
jeans
ajustados
con
un
suter
color
vino
oscuro
por
encima
de
una
camisa
igual
de
ajustada,
con
el
pelo
corto
y
oscuro
tan
limpio
como
siempre,
Tori
emanaba
nada
ms
que
confianza.
De
hecho,
ella
positivamente
estaba
rebosante
de
ella.
Era
una
de
esas
cosas
acerca
de
Tori
Hunter
que
todava
le
asombraba.
No
importaba
la
circunstancia,
sin
importar
la
situacin,
sin
importar
las
personas
involucradas,
Tori
tomara
control
y
nunca
renunciar
al
poder.
Ella
sonri
un
poco
al
encontrarse
con
los
ojos
de
Tori.
Sospechaba
que
Marissa
Goddard
estaba
acostumbrada
a
mantener
el
control
tanto
como
Tori.
Y
la
lucha
de
poder
que
tenan,
algo
divertida,
en
realidad
no
estaba
ayudando
a
su
investigacin.
"Dudo
que
Dios
enviara
su
ira
contra
t
con
rayos",
susurr.
"Oh?
Algo
peor?"
Sam
se
ech
a
rer.
"Qu?
Crees
que
porque
estamos
acusando
a
un
sacerdote
de
tener
una
aventura,
nos
garantiza
represalias?"
Claramente
divertida,
Tori
levant
una
ceja.
"Tal
vez
nuestro
castigo
es
tener
que
lidiar
con
Marissa
Goddard."
Ambas
levantaron
la
vista
al
or
el
sonido
del
taconeo
metdico
en
el
pasillo
de
mrmol
que
conducia
a
la
sala
de
recepcin
donde
las
dejaron
esperando.
Marissa
Goddard,
en
su
traje
negro
y
elegante
blusa
roja,
luca,
pens
Sam,
positivamente
regia
mientras
se
acercaba
ellas.
"Detectives,
que
absoluto
placer"
dijo
con
un
dejo
de
sarcasmo.
"Las
esperaba
hace
horas".
"Lo
siento.
Perdimos
su
debut
en
las
noticias
de
la
maana
o
la
pasamos
por
alto
otra
vez"
dijo
Tori,
igualmente
sarcstico.
"He
odo
que
ha
resuelto
el
caso
por
nosotras."
Marissa
sonri.
"Solo
dndoles
un
empujon.
Con
toda
la
evidencia,
parece
obvio
que
Hidalgo
es
su
asesino."
"Evidencia
circunstancial,
sin
un
motivo
es
apenas
concluyente,
Sra.
Goddard.
Pens
que
ya
habamos
establecido
eso".
Tori
cuadr
los
hombros,
esperando.
"Lo
hicimos?"
Marissa
se
volvi
para
admirar
una
pintura
de
la
Virgen
Mara.
"La
obra
de
arte
aqu
es
exquisita
",
murmur
ella,
mirandolas
de
nuevo
"Alguna
de
ustedes
sabe
de
arte?
"
"
No,
en
realidad
no"
dijo
Sam."Pero
son
muy
hermosas"
Tori
aclar
su
garganta
"Podemos
prescindir
de
las
bromas,
por
favor?
Estamos
aqu
por
negocios.
"
"No
era
consciente
de
que
estabas
siendo
agradable,
detective.
Supuse
que
era
un
rasgo
que
no
posea."
Ella
sonri
a
Sam.
"Sin
embargo
tu
experiencia
con
tus
compaeros
parece
haber
mejorado
ahora
que
la
detective
Kennedy
est
a
bordo."
bajo
la
mirada
en
blanco
de
Tori,
Marissa
sigui.
"S,
he
visto
tu
expediente,
"Les
aseguro
que
ellos
no
tienen
nada
que
ocultar,
detective.
Simplemente
no
quieren
un
circo
meditico
que
rodee
esta
investigacin.
El
padre
Michael
merece
ser
enterrado
en
paz".
"Estoy
de
acuerdo.
Tambin
merece
justicia".
"Y
alguien
se
encarg
de
eso,
verdad?
Hidalgo
est
muerto".
Sam
haba
tenido
suficiente.
No
estaban
logrando
nada
de
esta
manera.
"Seora
Goddard,
eso
no
es
justicia",
dijo
Sam.
"No
sabemos
a
ciencia
cierta
si
Hidalgo
lo
hizo.
Y
si
lo
hizo,
sin
duda
no
sabemos
por
qu"
"Realmente
importa
en
este
momento?
Y
por
favor,
llmame
Marissa."
"Por
supuesto.
Pero
s,
es
importante."
"Mire,
estoy
cansada
de
todos
estos
juegos,
Goddard.
Necesitamos
las
huellas",
dijo
Tori
nuevamente.
"As
es
que
anda
hablar
con
quien
quiera
que
necesites
hablar."
Marissa
puso
las
manos
en
sus
caderas,
mirando
de
Sam
a
Tori
y
de
nuevo
a
Sam.
"Dios,
cmo
puedes
lidiar
con
ella?"
murmur
antes
de
alejarse,
sus
tacones
de
aguja
resonando
en
el
suelo
de
mrmol.
"Voy
a
hablar
con
el
monseor.
No
aguanten
la
respiracin."
"Gracias.
Vamos
a
esperar
aqu",
dijo
Tori
tras
ella.
Sam
la
vio
desaparecer
por
el
pasillo
y
se
volvi
hacia
Tori.
"Me
pregunto
si,
en
otras
circunstancias,
podramos
ser
amigas
de
ella.
Tu
crees?"
"Ests
bromeando?
Ella
es
abrasiva.
Es
testaruda.
Jess,
quien
podra
soportar
estar
cerca
de
ella?"
Sam
se
ech
a
rer.
"Creo
que
esa
fue
la
manera
en
que
Sikes
te
describi
cuando
empec
a
trabajar
con
ustedes."
"l
lo
hizo,
eh?"
Tori
se
encogi
de
hombros.
"Bueno,
supongo
que
era
cierto,
verdad?"
Sam
se
acerc
ms,
su
mano
serpenteaba
entre
ellos
para
descansar
en
la
cintura
de
Tori.
"Era
cierto
cario.
Y
me
enamor
de
ti
de
todos
modos",
susurr.
Ella
capt
el
ablandamiento
de
los
ojos
de
Tori,
el
rubor
suave
que
se
filtraba
a
travs
de
su
piel
sin
defectos.
Tori
asinti.
"Yo
era
abrasiva,
no
era
yo?"
Sam
se
ech
a
rer
de
nuevo.
"Insoportable".
Tori
fue
a
inspeccionar
la
misma
pintura
que
Marissa
Goddard
haba
estudiado
antes.
Se
dio
la
vuelta
lentamente.
"Es
un
poco
irnico,
no
te
parece?
Que
tengan
a
una
mujer
como
consultor
para
la
iglesia",
explic.
"Supongo".
"Quiero
decir,
la
Iglesia
catlica
es
todo
acerca
de
los
hombres.
Las
mujeres
son
simplemente"
"Qu?
Subordinadas?
Obedientes?"
Pregunt
Sam,
sus
labios
temblorosos
mientras
trataba
de
no
sonrer
ante
las
reflexiones
de
Tori.
"Si.
Ellas
no
tienen
poder.
Por
qu
en
el
mundo
tendran
a
una
mujer
como
su
portavoz?"
"Bueno,
en
el
ojo
del
pblico,
una
mujer
es
ms
simptica,
ms
honesta".
Sam
levant
las
cejas.
"Ms
creble".
"Si.
Y
creo
que
eso
es
una
buena
cosa
cuando
estas
mintiendo
a
ellos."
Sam
no
haba
pensado
en
eso.
"No
crees
que
ella
fue
trada
aqu
por
eso,
verdad?"
La
respuesta
de
Tori
fue
interrumpida
cuando
Marissa
Goddard
volvi
a
aparecer.
"Bueno,
lo
agarraron
en
un
buen
da.
Monseor
Bernard
ha
accedido
a
verte."
"Vaya,
gracias,
seora
Goddard,
eres
an
ms
poderosa
de
lo
que
sospechbamos",
dijo
Tori
ligeramente,
mientras
la
siguian
por
el
pasillo.
"Confa
en
m,
Hunter,
le
aconsej
que
te
enviara
a
tu
camino
feliz
y
te
hiciera
rogar
por
una
orden
judicial.
Pero
insiste
en
que
podemos
cooperar
de
cualquier
manera."
Marissa
sonri.
"Y
no
te
hagas
ilusiones
sobre
las
huellas
dactilares.
No
creo
que
est
muy
interesado
en
eso."
Sam
observ
el
intercambio
con
diversin.
Una
vez
ms,
no
poda
entender
su
desagrado.
De
acuerdo,
Marissa
Goddard
era
un
poco
brusco
y
sin
concesiones,
pero
an
as,
ella
no
era
la
persona
ms
detestable
con
quien
trabajar.
De
hecho,
ella
pareca
tener
bastante
sentido
del
humor,
aunque
haya
sido,
en
su
mayora,
a
sus
expensas.
"Marissa,
si
me
permites
la
pregunta,"
Sam
dijo,
"cunto
tiempo
ha
estado
consultando
para
la
iglesia?"
"Te
acuerdas
de
hace
varios
aos
cuando
tenan
todo
ese
lo
en
Boston?
La
dicesis
contrat
a
la
firma
para
la
que
trabajo
para
supervisar
el
peridico
y
la
televisin.
Era
una
pesadilla
total."
Se
detuvo
ante
una
puerta,
una
estructura
de
roble
macizo
con
detallados
grabados
en
la
madera.
"Les
gust
y
pensaron
que
manej
bien
a
los
medios
de
comunicacin"
Ella
sonri
con
confianza.
"Es
por
eso
que
estoy
aqu."
Llam
una
vez
antes
de
abrir
la
puerta.
Sam
observ
a
Tori
como
Tori
se
movi
dentro
de
la
habitacin,
su
mirada
sobre
Monseor
Bernard.
Su
escritorio
de
caoba,
Sam
pens,
era
impresionante.
"Entren,
Detectives".
Seal
las
sillas
de
cuero
de
felpa
ubicadas
frente
a
su
escritorio.
"Por
favor,
tomen
asiento."
"Gracias
por
recibirnos,
Monseor",
dijo
Sam
educadamente
mientras
se
mova
alrededor
de
Tori
a
una
de
las
sillas.
"Por
supuesto.
Como
le
dije
a
la
seora
Goddard,
estamos
aqu
para
ayudar
de
cualquier
manera."
l
asinti
con
la
cabeza
a
Tori
mientras
abra
un
cajn.
"Detective
Hunter,
un
placer
verla
de
nuevo."
Marissa
paseaba
tranquilamente
en
la
sala,
reclamando
el
sof
en
la
pared
del
fondo.
Tori
finalmente
se
sent
junto
a
Sam
y
asinti
casualmente
al
monseor,
viendo
como
metdicamente
abra
un
tubo
de
crema
y
rociaba
una
pequea
porcin
en
la
palma.
"Este
clima
hace
estragos
en
mi
piel",
dijo,
frotndose
la
locin
en
sus
manos.
"Le
agradezco
que
se
haya
tomado
el
tiempo
para
recibirnos,
Monseor
Bernard.
Estoy
asumiendo
que
la
Sra.
Goddard
comparti
con
usted
nuestra
solicitud",
dijo
Tori,
su
tono
un
poco
brusco,
incluso
para
ella.
"Usted
tiene
una
peticin,
detective?
No,
ella
dijo
que
tena
algunas
preguntas."
Dej
caer
el
tubo
de
la
locin
de
nuevo
en
el
cajn,
esperando.
Tori
dio
a
Marissa
una
sonrisa
sin
humor,
la
cual
regres
en
especie.
"El
asesino
estaba,
obviamente,
en
la
rectora.
Hemos
recuperado
trece
diferentes
huellas
dactilares
de
la
escena.
Nos
gustara
identificar
las
trece"
l
junt
las
manos
sobre
la
mesa,
sus
dedos
regordetes
se
torcieron
ligeramente
contra
el
dorso
de
sus
manos
ahora
suaves,
sus
ojos
pensativos
mientras
les
miraba.
"Ya
veo.
Pero
estoy
curioso
en
cuanto
a
por
qu.
Si
Juan
mat
al
padre
Michael,
por
qu
le
preocupa
quin
ms
pudo
haber
estado
en
la
casa
parroquial?
Por
ejemplo,
estoy
seguro
que
una
de
esas
huellas
ser
ma.
Suelo
visitar
la
rectora
bastante
a
menudo"
"Monseor,
no
se
ha
determinado
con
certeza
que
Juan
era
el
asesino",
dijo
Sam.
esta
manera.
Me
hace
pensar
que
usted
est
buscando
algo
ms
,
detective
Hunter,
un
escndalo
potencial
que
puede
traer
a
la
luz.
"
Tori
le
fulmin
con
la
mirada.
No
haba
duda
de
que
ella
estaba
cansada
de
esta
conversacin
necia,
que
en
opinin
de
Sam
iba
a
ninguna
parte.
"Dadas
las
circunstancias,
no
nos
vemos
obteniendo
una
orden
judicial,
o
eso
dice
la
seora
Goddard."
Se
volvi
para
mirar
a
Marissa.
"Al
parecer
ella
tiene
alguna
informacin
interna
del
jefe".
Se
volvi
hacia
el
monseor.
"As
que
voy
a
asumir
a
partir
de
sus
declaraciones
que
ud
no
se
preocupa
por
su
sacerdote
asesinado.
Ests
ms
preocupado
por
proteger
la
privacidad
de
la
iglesia
y
proteger
la
maldita
reputacin
de
esta
dicesis".
Su
voz
se
elev.
"Qu
teme
que
encontremos?"
Los
ojos
de
Sam
se
abrieron
como
platos
ante
el
estallido
de
Tori
y
ella
apenas
resisti
el
impulso
de
agarrar
su
brazo,
para
tratar
de
calmarla.
Se
qued
mirando
al
monseor,
su
rostro
regordete
rojo
de
ira.
"Detective
Hunter,
si
alguna
vez
me
hable
as
de
nuevo,
voy
a
tener
que
pedir
que
la
saquen
y
se
le
prohiba
regresar.
Nunca
me
haban
hablado
de
una
manera
tan
descorts
en
toda
mi
vida
"
las
palmas
de
su
mano
golpearon
la
parte
superior
de
la
mesa
con
fuerza"
No
tiene
respeto?
"
Al
or
esto,
Sam
agarr
el
brazo
de
Tori
antes
de
que
la
situacin
empeorara.
"Monseor,
me
disculpo
por
ella",
dijo
ella
rpidamente,
dndole
un
rpido
vistazo
a
Tori.
"Estamos
muy
frustrados.
Estamos
en
un
punto
muerto,
a
menos
que
usted
nos
ayude.
Entiendo
que
usted
est
tratando
de
preservar
la
reputacin
de
su
iglesia,
pero
un
hombre
ha
sido
asesinado.
Un
sacerdote.
Su
sacerdote.
Y
queremos
encontrar
a
su
asesino"
l
las
mir,
su
respiracin
entrecortada
mientras
intentaba
recuperar
la
compostura.
l
tom
una
respiracin
profunda,
finalmente
sealando
a
Sam.
"La
seora
Goddard
me
dice
que
su
hermano
es
un
sacerdote".
Se
tap
la
boca
mientras
tosi
ligeramente.
"Qu
dicesis?"
Sam
mir
rpidamente
a
Marissa,
sorprendida
de
lo
profundo
que
haba
llegado
en
la
investigacin
de
sus
antecedentes.
En
realidad,
era
interesante
que
incluso
hubiese
hecho
una
verificacin
de
antecedentes.
"Somos
de
Denver
originalmente",
dijo
Sam.
"Se
ofreci
como
voluntario
para
Amrica
del
Sur
tan
pronto
como
sali
del
seminario.
l
ha
estado
en
Brasil
desde
hace
aos".
"Maravilloso.
Un
hombre
de
conviccin.
Pas
cinco
aos
en
Nicaragua
yo
mismo.
Se
pondr
a
prueba
su
fe
all,
eso
es
seguro.
Debe
estar
muy
orgullosa
de
l".
Ella
sonri
a
monseor
Bernard.
"S.
Mis
padres
estn
muy
orgullosos".
"Muy
bien".
l
asinti
con
la
cabeza
antes
de
inclinar
la
cabeza
hacia
atrs
en
su
silla
de
cuero,
sus
ojos
se
cerraron
como
si
estuviese
sumido
en
pensamientos
profundos.
O
orando.
Sam
mir
a
Tori,
agradecida
de
que
haya
logrado
controlarse,
luego
a
Marissa.
Marissa
le
mir
a
los
ojos
sin
expresin,
luego
volvi
su
atencin
hacia
el
monseor.
"Muy
bien",
dijo
de
nuevo,
esta
vez
en
voz
baja,
como
para
s
mismo.
Se
inclin
hacia
delante,
con
los
antebrazos
apoyados
sobre
la
mesa.
"Voy
a
cumplir
con
su
solicitud,
detective
Kennedy.
Pondr
a
la
Hermana
Margaret
a
cargo
de
darme
una
lista
de
aquellos
que
tuvieron
razn
de
estar
en
la
casa
parroquial.
Tambin
voy
a
obtener
una
lista
de
los
otros
sacerdotes
y
seminaristas.
La
Sra.
Goddard
le
dar
la
lista
de
sus
nombres"
"Perdone,
Monseor,
pero
no
creo
que
esto
sea
una
buena
idea",
dijo
Marissa,
hablando
por
primera
vez.
"No
es
nuestra
responsabilidad"
"Buena
idea
o
no,
es
lo
que
vamos
a
hacer",
dijo.
"Cuanto
antes
se
complete
la
investigacin,
ms
pronto
podremos
volver
a
la
normalidad.
No
espero
que
encuentren
algo
fuera
de
lo
ordinario".
Mir
fijamente
a
Sam.
"Pero
les
advierto,
no
los
voy
a
obligar
a
cumplir
con
cualquier
cosa.
Todava
somos
ciudadanos
y
por
lo
tanto
con
los
mismos
derechos
de
un
ciudadano.
Si
no
se
sienten
cmodos
dando
sus
huellas
digitales
al
departamento
de
polica",
dijo,
"que
sea
su
eleccin.
"
"Por
supuesto,
Monseor.
Entendemos".
Si
ese
fuera
el
caso,
pens
Sam,
tendran
que
trabajar
para
conseguir
una
orden
judicial.
Las
impresiones
eran
lo
nico
que
tena
para
seguir
adelante
en
este
punto.
"Bien.
Ahora,
si
me
disculpan,
tengo
otros
asuntos
que
atender."
Se
puso
de
pie
y
Sam
le
dio
un
codazo
a
Tori,
esperando
que
se
disculpara
con
l.
Pero
el
ceo
pronunciado
de
Tori
y
la
mandbula
apretada
le
dijo
que
no
conseguira
su
deseo.
Se
levantaron
para
seguirlo,
Tori
empuj
a
Ramrez
por
el
brazo,
hasta
que
entraron
"Consiguiste
algo
bueno?"
"Si.
Eso
creo."
"Sintate.
Sintate.
Vamos
a
seguir
adelante
con
eso",
dijo
Malone.
"Tengo
una
reunin
con
el
capitn
a
las
tres.
Me
gustara
tener
algo
que
decirle."
Seal
a
Sikes.
"Qu
has
averiguado?"
"Voy
a
dejar
que
Tony
te
diga.
Mi
espaol
no
es
muy
bueno."
"S,
fuimos
a
pequeo
Mexico",
explic
Tony.
"Un
bar
llamado
La
Sombra.
Significa
como...
en
las
sombras".
Mir
sus
notas.
"Hidalgo
se
present
la
maana
del
asesinato
alrededor
de
las
ocho.
Estaba
bebiendo
tequila
en
exceso"
"Espera
un
minuto.
Este
bar
est
abierto
para
negocios,
a
las
ocho
de
la
maana?"
Pregunt
Sam.
"Me
dio
la
impresin
de
que
nunca
se
cierra",
dijo
Ramrez.
"De
todos
modos,
Hidalgo
no
haba
estado
en
el
lugar
en
ms
de
un
ao.
Se
qued
hasta
las
dos,
cuando
recibi
un
golpe
de
alguien."
l
levant
la
vista.
"No
hay
nombres.
Lo
siento."
"No
estamos
tratando
de
hacer
una
redada
de
drogas.
Vamos"
dijo
Malone.
"Se
fue
con
un
tipo
que
se
supona
que
lo
llevara
a
casa.
Y
escuchen
esto.
Carlos,
el
camarero
con
quien
hablamos,
dijo
que
Juan
mantena
algo
acerca
de
quemarse
en
el
infierno
por
lo
que
hizo.
Carlos
dijo
que
tena
los
ojos
de
un
hombre
muerto"
"Qu
demonios
significa
eso?"
"l
vendi
su
alma
al
diablo",
dijo
Ramrez.
"l
confes
a
este
tipo?"
Pregunt
Sam.
Sikes
intervino:
"Si.
l
le
dijo
a
este
hombre
que
fue
ordenado
por
Dios
para
matar
al
padre
Michael."
l
se
encogi
de
hombros.
"Entonces
se
enter
de
que
no
era
realmente
Dios
quien
se
lo
dijo.
Lo
que
sea
que
diablos
eso
signifique"
Malone
se
frot
la
frente,
sacudiendo
la
cabeza.
"Eso
es
lo
que
tienes?
Dios
le
dijo
que
lo
hiciera?"
l
los
mir
fijamente.
"Eso
es
con
lo
que
t
quieres
que
vaya
donde
el
capitn?
Dios?"
"Qu
tan
difcil
sera
obtener
nombres?"
Tori
pregunt.
"Como
el
hombre
que
le
dio
la
cola?"
Tony
neg
con
la
cabeza.
"De
ninguna
manera.
Slo
el
hecho
de
que
estuviesemos
all
haciendo
preguntas
fue
suficiente.
Ese
tipo
se
ha
ido.
Yo
no
dudara
que
Carlos,
nuestro
camarero,
tambin
se
haya
ido."
Malone
suspir.
"Est
bien.
Tenemos
evidencia
circunstancial
que
apunta
a
Hidalgo.
Ahora
tenemos
lo
que
ustedes
dicen
es
una
confesin.
Es
as
como
quieren
cerrar
este
caso?"
"Espera
un
minuto",
dijo
Tori.
"Cerrarlo?
Si
Hidalgo
es
el
asesino,
entonces,
quin
le
dijo
que
matara
al
Padre
Michael?"
"Crees
que
alguien
realmente
le
dijo
que
matara
al
Padre
Michael?"
Malone
pareca
escptico.
"Si.
Slo
que
no
creo
que
fuese
Dios."
Tori
levant,
paseando
lentamente
por
la
habitacin,
pensando.
"Eso
explicara
nuestra
falta
de
motivo.
Juan
no
hubiese
tenido,
por
s
mismo,
un
motivo
para
matarlo.
Pero
alguien
obviamente
quera
al
padre
Michael
muerto.
Tal
vez
alguien
que
tambin
saba
que
Juan
tena
un
registro,
tal
vez
alguien
que
podra
amenazarlo,
chantajearlo"
"Pero,
quin
querra
muerto
al
padre
Michael?
y
por
qu?
Quiero
decir,
no
es
como
si
los
sacerdotes
hicieran
un
montn
de
enemigos"
dijo
Sam.
"Al
menos
no
creo
que
lo
hagan"
"Creo
que
todos
estamos
olvidando
de
una
cosa",
dijo
Sikes.
"Hidalgo
est
muerto".
Tori
asinti.
"Si.
Est
muerto.
Quin
lo
mat?
El
mismo
tipo
que
orden
el
ataque
contra
el
padre
Michael?"
"Si
este
tipo
es
lo
suficientemente
valiente
como
para
golpear
a
Hidalgo,
por
qu
no
matar
al
sacerdote
por
s
mismo?
Por
qu
involucrar
a
un
tercero?"
Ramrez
pregunt.
Tori
pens
por
un
momento.
"Tal
vez
no
haba
oportunidad".
"O
tal
vez
tena
menos
escrpulos
en
matar
a
Hidalgo
que
en
matar
a
un
sacerdote",
dijo
Sikes.
"Est
bien,
un
momento",
dijo
Malone.
"Ustedes
estn
hablando
en
crculos
aqu.
Y
si,
y
si.
Eso
no
significa
nada.
Los
hechos
significan
algo.
Cuales
son
los
malditos
hechos?"
"Saben,
esto
puede
parecer
una
locura,"
dijo
Sam,
"pero
podra
una
competencia
entre
sacerdotes
crear
el
suficiente
odio
para
llevar
a
cabo
el
asesinato?"
una
corta
escalera
les
llev
a
una
habitacin
con
una
pared
de
cristal,
lo
que
permita
una
visin
de
la
parte
de
abajo
de
la
iglesia.
El
suelo
de
la
vieja
madera
cruji
bajo
su
peso
cuando
entraron.
"Me
han
dicho
que
este
es
el
viejo
cuarto
del
grito",
dijo.
"Ellos
han
construido
uno
nuevo,
abajo
en
el
nivel
principal"
dijo,
sealando
a
una
sala
acristalada,
no
lejos
del
altar.
"As
que
este
no
se
utiliza
en
absoluto?"
"No,
normalmente,
no.
Estoy
segura
que
con
la
multitud
de
hoy,
sin
embargo,
ellos
debieron
abrirla
para
liberar
un
poco".
Ella
mir
a
su
alrededor.
"Aguanta
unas
cuarenta
personas".
Sam
se
acerc
al
cristal,
su
visin
de
la
congregacin
sin
impedimentos.
El
rea
principal
estaba
casi
llena.
En
el
frente,
not
que
varias
bancas
estaban
llenas
de
hombres
jvenes
vestidos
de
negro
de
manera
similar.
"Son
del
seminario",
suministr
Marissa,
siguiendo
su
mirada.
"Cuntos
sacerdotes
tiene
Santa
Mara?"
"Seis
que
estn
aqu
a
tiempo
completo,
sin
contar
a
Monseor
Bernard.
Bueno,
cinco
ahora
que
el
padre
Michael
se
ha
ido.
Me
han
dicho
que
los
seminaristas
ayudan
solamente
a
celebrar
la
misa.
No
estoy
muy
segura
acerca
de
las
reglas
que
tienen
sobre
quin
puede
decir
una
misa
y
quien
no.
Tu
lo
sabes?"
"Debera
saberlo,
supongo,"
dijo
Sam.
"El
hecho
es
que
mi
hermano
y
yo
difcilmente
nos
comunicamos"
"Porque
eres
gay?"
Marissa
le
pregunt
en
voz
baja.
Sam
neg
con
la
cabeza.
"l
no
lo
sabe.
Tampoco
mis
padres."
"En
serio?"
Sam
se
encogi
de
hombros.
"Ellos
viven
en
Denver,
el
est
en
Brasil.
No
he
visto
a
mis
padres
en
varios
aos
y
las
conversaciones
en
el
telfono
son
poco
frecuentes."
Ella
sonri.
"Adems,
es
un
descubrimiento
relativamente
reciente".
"Tori
es
tu
primera
vez?"
Sam
asinti
con
la
cabeza.
"Eso
te
sorprende?"
"Un
poco,
s.
Pero
Debo
entender
que
ests
muy
comprometida?"
"Muy".
Sam
sinti
el
rubor
en
su
rostro,
pero
continu,
sintindose
a
gusto
con
la
conversacin.
"No
tena
ni
idea
de
lo
que
significa
estar
enamorada
hasta
que
la
conoc.
Y
ahora
me
es
imposible
imaginar
mi
vida
sin
ella."
Ella
se
encontr
con
la
mirada
de
Marissa.
"Qu
hay
de
ti?"
"Perpetuamente
soltera",
dijo
Marissa.
Ella
seal
hacia
abajo.
"Esos
son
cuatro
de
los
sacerdotes.
Parece
que
van
a
ayudar
con
la
misa"
"Con
Monseor
Bernard?"
"No.
El
Obispo
Lewis
est
haciendo
el
servicio.
Creo
que
el
monseor
leer
la
liturgia".
"Pareces
estar
muy
bien
documentada
con
todo.
Hiciste
tu
tarea
con
eso
tambin?"
Marissa
se
ech
a
rer.
"He
pasado
casi
dieciocho
meses
trabajando
con
la
dicesis
de
Boston.
Conozco
toda
la
palabrera".
Se
alej
del
cristal
y
se
sent
en
uno
de
los
bancos.
"Tengo
curiosidad.
Hasta
dnde
estn
tu
y
Hunter
dispuestas
a
ir
en
esto
de
la
aventura
sexual
que
est
manteniendo
el
Padre
Michael?
"
"Hasta
dnde?
Actas
como
si
nuestra
intencin
fuese
exponerlo
y
nada
ms."
Sam
tambin
se
alej
del
vidrio.
"Creemos
que
es
relevante
para
su
asesinato.
Y,
francamente,
me
importa
un
bledo
si
tuviera
una
vida
sexual
o
no.
No
es
que
tenga
algn
tipo
de
placer
perverso
para
exponerlo".
"Sin
embargo,
si
se
hace
pblico,
puedes
imaginar
el
dao
que
sufrira
la
dicesis,
no?"
"Un
sacerdote
que
tiene
relaciones
sexuales
consentidas
con
un
adulto,
incluso
si
se
trata
de
otro
hombre,
no
puede
ser
comparado
con
el
escndalo
de
los
abusos
sexuales
de
los
ltimos
aos,
cuando
la
mayora
involucraban
a
nios
y
adolescentes.
No
es
lo
mismo".
"Por
supuesto
que
s.
Estn
rompiendo
sus
votos.
El
sexo
es
un
tab.
Para
la
mayora
de
los
feligreses,
la
idea
de
que
su
sacerdote
est
teniendo
una
relacin
sexual
con
otro
hombre,
en
una
relacin
continua,
es
impensable.
El
escndalo
de
los
abusos
sexuales,
por
muy
enfermos
que
fuesen,
eran
considerados
como
un
puado
de
hombres
equivocados,
que
eran
slo
eso,
enfermos.
Pero
una
aventura,
una
decisin
consciente
tomada
por
el
sacerdote
de
estar
involucrado
sexualmente
con
otro
hombre,
eso
no
sera
tolerado"
Sam
se
burl.
"Y
eso
es
una
locura."
"Pero
ese
es
el
mundo
en
que
vivimos"
Ella
extendi
las
manos.
"Sobre
todo
aqu".
"As
que
lo
tomo
como
que
ests
enterada
del
asunto?"
"De
ninguna
manera
quiero
decir
eso."
Marissa
neg
con
la
cabeza.
"Yo
no
te
lo
dira
si
lo
supiese,
por
supuesto,
pero
no
lo
s.
No
ha
habido
ni
una
sola
palabra
mencionada
al
respecto.
Monseor
Bernard
estaba
bastante
sorprendido
de
que
yo
siquiera
abordara
el
tema
con
l"
"Bueno,
estoy
segura
de
que
has
ledo
el
informe
del
laboratorio
de
criminalstica.
l
no
puede
discutir
eso.
O
no
lo
has
compartido
con
l?"
"No,
yo
no.
Pero
slo
porque
haba
pruebas
de
ADN
de
otro
hombre
en
su
cama
no
significa
que
fuese
sexual.
Podra
ser
completamente
inocente".
"Cmo
si
l
slo
prestara
su
cama
a
alguien?"
"Exactamente".
"A
pesar
de
que
haba
otros
dos
dormitorios
en
la
casa
parroquial?"
Marissa
sonri.
"Yo
no
he
dicho
que
sera
fcil
convencer
a
alguien
de
que
fuese
inocente".
Sam
se
volvi
de
nuevo
hacia
el
cristal
cuando
volvi
a
sonar
la
msica
de
rgano,
seguido
por
la
voz
suave
del
coro.
Asumi
que
el
servicio
estaba
a
punto
de
comenzar.
Recorri
la
multitud,
sin
estar
realmente
sorprendido
de
ver
al
teniente
Malone
sentado
cerca
de
la
parte
trasera
con
quien
ella
asumi
era
su
mujer.
Ella
slo
haba
visto
fotografas.
Le
dijo
a
Marissa,
"Extraoficialmente,
crees
que
l
estaba
teniendo
una
aventura?"
Marissa
ech
a
rer.
"De
ninguna
manera
respondera
a
esa
pregunta
si
fuese
Hunter
quien
me
la
hiciera.
Pero
t
...
t
tienes
algo
de
confiabilidad.
As
que
s,
creo
que
l
estaba
teniendo
una
aventura"
"Es
demasiado
atrevido
de
mi
parte
preguntar
con
quien?"
"En
eso,
ni
siquiera
podra
especular"
dijo.
"Es
por
eso
que
asumo
ests
aqu.
Quieres
saber
si
alguien
est
sufriendo
un
poco
ms
de
lo
normal?"
Sam
asinti
con
la
cabeza.
"O
tal
vez,
si
alguien
est
celebrando
su
muerte,
en
lugar
de
lamentarlo".
Ella
se
encogi
de
hombros.
"Juan
Hidalgo
era
el
asesino,
s.
El
porqu
de
eso,
es
lo
que
queremos
saber."
"No
crees
que
l
actu
solo?"
"No
estas
investigando
para
tu
prxima
declaracin
verdad?"
"Pens
que
estbamos
en
lo
extraoficial"
dijo
Marissa
fcilmente.
Sam
vacil.
Tori
la
matara
si
supiera
que
estaba
divulgando
esta
informacin.
Pero
por
alguna
razn,
ella
confiaba
en
Marissa.
Tambin
saba
que
la
necesitaban
como
aliada.
"Tenemos
la
sospecha
de
que
Juan
fue
coaccionado
de
alguna
manera."
"Y
quin
crees
que
mat
a
Juan?"
"No
hubo
hallazgos
fsicos.
Quien
lo
mat
lo
hizo
sin
dejar
rastro"
"Y
sin
entrada
forzada".
Sam
levant
una
ceja.
"Hay
algo
en
estos
casos
que
no
conozcas?"
"Debo
admitir
que
me
han
dado
libre
acceso
a
sus
informes
policiales.
Lo
cual
es
algo
que
no
estaba
esperando.
Despus
del
servicio,
voy
a
hablar
con
los
medios
de
comunicacin
nuevamente.
Te
prometo
que
no
revelare
nada
de
lo
que
me
hayas
dicho
"
Ella
dio
a
Sam
una
sonrisa
sincera.
"A
pesar
de
lo
que
todos
piensan,
de
verdad
quiero
resolver
su
asesinato.
Simplemente
no
queremos
que
la
dicesis
sea
arrastrada
por
el
lodo
en
el
proceso".
"Puedo
hacerte
una
pregunta?
Una
vez
ms,
extraoficial"
agreg
Sam.
"Pregunta"
"Quin
te
contrat?"
Marissa
desvi
la
mirada,
mirando
hacia
abajo
a
la
congregacin
"S
que
piensas
que
todo
esto
es
un
intento
de
encubrimiento,
pero
no
lo
es."
Hizo
una
pausa.
"Es
lo
que
es.
Muy
similar
a
una
campaa
poltica,
estoy
aqu
para
darle
un
giro
positivo
a
la
iglesia,
el
asesinato,
el
Padre
Michael
y
cualquier
cosa,
para
evitar
la
ms
mnima
mencin
de
un
posible
escndalo
sexual".
"Pero
por
qu
el
departamento
de
polica,
incluso
el
alcalde,
son
tan
cooperativos?"
"Increble,
pero
ni
siquiera
la
prensa
local
lo
ha
agarrado.
El
Padre
Michael
y
el
alcalde
...
son
hermanos".
"Hablas
en
serio?
Pero
por
qu
iba
a
querer
guardar
silencio
al
respecto?"
"La
poltica.
Todo
es
poltica,
Samantha."
"No
lo
entiendo".
Sam
no
era
ajena
a
la
poltica,
pero
esto
realmente
le
desconcertaba.
"Si
se
descubriera
que
el
padre
Michael
estaba
involucrado
en
una
relacin
homosexual,
y
luego
asesinado,
la
cobertura
de
los
medios
de
comunicacin
no
slo
seran
locales,
o
incluso
en
el
estado.
Habra
prensa
nacional.
Un
sacerdote
catlico,
un
sacerdote
catlico
muy
popular,
llevando
una
vida
secreta,
uno
que
cruz
al
lado
oscuro,
por
as
decirlo.
No
slo
sera
una
propaganda
en
los
peridicos"
"Dame
un
respiro.
Los
polticos
son
un
escndalo
en
s
mismos,
y
otros
han
sido
votados
a
la
presidencia
con
esqueletos
mucho
peores
que
tener
un
hermano
gay."
"Un
hermano
gay,
que
era
sacerdote
catlico.
Un
sacerdote
involucrado
en
una
aventura
amorosa.
Un
sacerdote
asesinado,
posiblemente
debido
a
esa
aventura
amorosa"
"Esa
todava
no
es
una
razn
para
pensar
que
los
votantes
lo
rechazaran
debido
a
eso."
"Pero
por
qu
correr
el
riesgo?
Stevens
no
tiene
ninguna
relacin
con
su
madre,
pero
l
y
Michael
se
haban
vuelto
cercanos
en
los
ltimos
aos.
Para
un
extrao,
era
simplemente
un
hombre
con
su
esposa
teniendo
una
cena
ocasional
con
un
sacerdote,
era
cmo
Stevens
lo
quera.
En
ese
momento,
estaba
ms
preocupado
de
que
el
problema
de
drogas
de
su
madre,
quedase
expuesto"
"As
que
cuando
su
hermano
fue
encontrado
asesinado,
encontrado
desnudo,
entr
en
pnico?"
Marissa
sonri.
"Todo
esto
es
extraoficial,
no?"
"Por
supuesto."
Entonces
Sam
sonri
tambin.
"Bueno,
no
le
escondo
cosas
a
Tori."
"No
me
imagin
que
lo
hicieras."
Marissa
regres
al
cristal,
viendo
la
procesin.
"Ha
comenzado",
afirm.
Ella
se
dio
la
vuelta.
"El
alcalde
Stevens
contacto
al
obispo
Lewis,
ofreci
cooperacin
total
del
departamento
de
polica
y
le
ofreci
correr
con
la
interferencia
de
los
medios
de
comunicacin".
"Ah
es
donde
entras
t"
"Exactamente.
Es
por
eso
que
quiere
resolver
este
caso,
cerrarlo
y
eliminarlo."
Sam
se
acerc,
de
pie
hombro
con
hombro
con
Marissa
Goddard,
ambas
mirando
hacia
la
iglesia.
Sam
vio
al
alcalde,
sentado
junto
al
jefe
de
la
polica,
varias
filas
de
frente.
En
el
altar,
monseor
Bernard
se
puso
solemnemente
a
un
lado
mientras
otro
hombre,que
asumi
era
el
obispo
Lewis,
alzaba
ambas
manos
delante
de
l,
con
las
palmas
hacia
el
cielo,
su
voz
resonando
a
travs
de
los
altavoces.
"En
el
nombre
del
Padre
..."
CAPTULO
12
"Maldita
sea,
Kennedy,
mirate",
dijo
Sikes
despus
de
un
largo
silbido.
"Debes
mostrar
tus
piernas
con
ms
frecuencia."
Sam
se
ri
de
buen
humor
por
las
miradas
lascivas
de
Sikes
y
Ramirez
por
su
falda
corta
y
tacones.
"Usaste
eso
el
funeral?"
"Lo
hice.
Es
azul
marino.
Es
perfectamente
apropiado"
"Me
sorprende
que
Hunter
te
dejara
salir
de
la
casa".
"Hablando
de
Tori,
donde
es
ella?"
"Fue
al
laboratorio
de
criminalstica.
Ella
y
Mac
estan
revisando
la
lista
de
nombres
que
quieren
imprimir."
Sam
asinti
con
la
cabeza,
pensando
en
lo
conveniente
que
era,
ahora
que
el
laboratorio
de
criminalstica
y
el
del
mdico
forense
estaban
alojados
en
el
nuevo
edificio
a
menos
de
dos
cuadras
de
distancia.
El
ao
pasado,
tenan
que
cruzar
toda
la
ciudad.
"Bueno,
debera
cambiarme"
dijo.
"Tori
se
supone
traera
mi
bolso".
"Si.
Est
en
tu
silla."
Ella
sac
su
silla
de
la
mesa,
buscando
el
bolso.
Estaba
de
camino
hacia
el
bao
de
mujeres
cuando
el
teniente
Malone
entr
en
la
sala
de
la
brigada.
Tambin
l
estaba
todava
vestido
con
el
traje
que
haba
llevado
a
la
funeraria.
Pareca
sorprendido
de
verla
vestida
de
manera
similar.
"Kennedy
lo
lograste?"
"Lo
del
funeral?
S".
"Nunca
te
vi."
"Yo
estaba
arriba,
en
la
vieja
sala
del
grito"
dijo.
"Con
Marissa
Goddard."
"Durmiendo
con
el
enemigo,
verdad?"
Sikes
pregunt.
"En
realidad,
fue
bastante
agradable",
dijo
Sam.
"Tal
vez
porque
Tori
no
estaba
cerca",
aadi
con
una
sonrisa.
"Parecen
haberse
encontrado
por
el
camino
equivocado".
Malone
asinti.
"Bueno,
tengo
que
verte.
T
y
Hunter.
Dnde
est?"
"Est
en
el
laboratorio",
dijo
Tony.
"Quieres
que
la
llame?"
Sam
dej
escapar
un
profundo
suspiro,
sin
saber
qu
decirle
a
Tori.
La
vida
que
tenan,
el
compaerismo
que
tenan
en
el
trabajo,
era
cmodo.
Ellas
eran
un
equipo.
Y
saba
que
Tori
estaba
aterrorizada.
"Qu
vamos
a
hacer?"
le
pregunt
en
voz
baja.
"No
parece
que
tengamos
una
opcin."
Tori
se
qued
mirando
Malone.
"Trato
hecho?"
"Me
temo
que
s"
"Y
no
hay
nada
que
puedas
hacer?
Quiero
decir,
Stan,
estamos
bien
juntas.
Demonios,
t
me
conoces
con
los
compaeros".
"S
que
estn
bien
juntas.
Y
creme,
te
conozco
con
los
compaeros.
Pero
estn
en
una
relacin"
dijo.
"Y
por
mucho
que
estabamos
dispuestos
a
dejarlo
pasar
aqu,
los
de
arriba
no"
Revolvi
papeles
sobre
su
escritorio,
encontrando
las
rdenes
que
haba
recibido.
Se
la
entreg
a
Sam.
"Tienes
el
fin
de
semana
libre.
El
lunes,
te
reportas
a
Travis
en
CIU.
Tan
simple
como
eso."
"El
lunes?
Pero
qu
pasa
con
nuestro
caso?"
Pregunt
Sam.
"Nuestro
caso
se
compone
principalmente
de
Hidalgo".
Tom
otro
sorbo
de
su
caf,
sin
duda
fro
ahora,
pens
Sam.
"Despus
del
informe
final
de
M.E,
quieren
a
vctimas
especiales
involucrados".
Tori
dio
la
vuelta.
"Qu
demonios?
Jackson
dijo
que
no
haba
trauma
sexual.
No
haba
indicacin
de
asalto.
Leste
el
informe."
"Lo
se,
Hunter.
Pero
no
era
lo
que
el
jefe
quera
or."
Sam
observ
a
Tori,
vio
la
incredulidad
en
su
rostro,
sin
duda,
parecida
a
la
de
ella
"Estn
haciendo
que
Jackson
altere
su
informe?
Me
ests
tomando
el
pelo?"
"No.
No
han
ido
tan
lejos,
an.
Pero
si
involucran
a
vctimas
especiales,
se
mostrar
al
pblico
como
si
el
hubiese
sido
asaltado,
sea
verdad
o
no".
"Increble.
As
que
slo
estn
tomando
nuestro
caso?"
l
neg
con
la
cabeza.
"No
exactamente.
Estn
enviando
a
uno
de
sus
detectives.
Van
a
trabajar
con
nosotros
en
el
caso.
Goddard
lo
mencionara
en
su
conferencia
de
prensa
el
prximo
lunes.
Por
lo
que
he
entendido,
quieren
terminar
esto
esta
semana.
El
Padre
Michael
fue
asaltado
durante
su
asesinato.
Hidalgo
es
el
asesino.
Caso
cerrado".
"Esto
es
jodidamente
increble",
dijo
Tori,
alzando
la
voz.
"Es
como
si
nuestro
propio
departamento
est
haciendo
un
encubrimiento,
no
la
iglesia.
Y
aqu
viene
Vctimas
Especiales.
Ellos
envuelven
este
caso
en
una
semana
y
nos
hacen
ver
tan
incompetentes
como
me
siento
ahora
mismo".
Sam
vacil,
las
palabras
de
Marissa
todava
resonando
en
su
cerebro.
Pero
ella
le
haba
prometido
que
su
conversacin
era
extraoficial
por
lo
que
no
dijo
nada.
Lo
discutira
con
Tori
despus.
"Mira,
no
hay
nada
que
pueda
hacer
al
respecto,
Hunter.
Ahora,
an
vamos
a
comparar
las
impresiones.
Todava
es
tcnicamente
nuestro
caso.
Y
no
sabemos
quin
mat
a
Hidalgo.
No
estamos
barriendo
el
caso
bajo
la
alfombra,
ya
sabes"
"Todava
no.
Pero
si
nuestras
impresiones
terminan
en
algo,
no
cabe
duda
de
que
lo
van
a
convertir
en
un
caso
sin
resolver
rapidamente".
Malone
suspir.
"Dejalo,
Hunter."
Mir
a
Sam.
"Conseguiste
algo
en
el
funeral?
Yo
no
not
nada
fuera
de
lo
comn".
"En
realidad,
pas
la
mayor
parte
del
tiempo
hablando
con
Marissa,"
dijo
con
una
mirada
a
Tori.
"Tenamos
un
lugar
fuera
de
la
vista
para
observar."
Tori
la
mir
fijamente.
"Fuera
de
la
vista?"
"Solan
tener
la
habitacin
del
grito
arriba"
dijo.
"Ha
dejado
de
utilizarse."
Tori
sonri.
"Ya
veo.
Y
qu
tena
que
decir
la
malvada
Sra.
Goddard?"
Sam
se
encogi
de
hombros.
"Nada
pertinente,
realmente.
Ella
supuso
que
yo
quera
observar,
por
lo
que
me
llev
a
un
lugar
donde
poda
vigilar
en
secreto."
Mir
de
nuevo
a
Tori.
"Ella
fue...amable."
Malone
vio
el
careo
entre
ellas,
finalmente
se
aclar
la
garganta
antes
de
hablar.
"Bueno,
no
vamos
a
tener
mucho
ms
que
seguir
hasta
que
el
laboratorio
de
criminalstica
termine
esas
impresiones.
Hunter,
por
qu
no
lo
retomamos
el
lunes?
Dale
tiempo
al
laboratorio
para
hacer
sus
cosas".
l
le
dijo
a
Sam:
"Toma
un
fin
de
semana
largo.
S
que
este
cambio
es
una
sorpresa
para
los
dos.
Y
todos
vamos
a
extraarte
por
aqu,
Kennedy".
Sam
asinti
con
la
cabeza,
mirando
por
su
ventana
hacia
la
sala
de
la
brigada.
"Ellos
lo
saben?"
"No
se
me
inform
ayer
tarde.
No
les
he
dicho
a
nadie."
Ella
asinti
de
nuevo.
Ella
lo
extraara
tambin,
y
no
slo
a
causa
de
Tori.
Sikes
se
haba
convertido
en
un
buen
amigo
de
ellas,
Tony
tambin.
Y
Malone,
a
pesar
de
su
rudeza,
era
como
un
padre
para
ellos.
No
importa
qu,
l
se
mantena
firme
por
ellos,
haba
permanecido
firme
por
Tori
durante
todos
esos
aos.
Entonces
ella
se
inclin
sobre
la
mesa
y
le
cogi
la
mano,
apretandola
duro.
"Gracias
por
todo
lo
que
has
hecho,
teniente.
Por
m".
Ech
un
vistazo
a
Tori.
"Por
nosotras".
"Demonios,
Kennedy,
no
es
como
si
no
te
fuesemos
a
ver
ms,
verdad?"
Ella
sonri.
"Por
supuesto."
Se
puso
de
pie,
y
luego
la
sorprendi
tirando
de
ella
en
un
abrazo.
"Has
sido
buena
para
nosotros,
Samantha,"
dijo.
"Te
deseo
todo
lo
mejor."
"Gracias,
teniente.
Eso
significa
mucho
para
m".
Ella
se
apart,
dicindose
a
s
misma
que
no
se
vendra
abajo
"Creo
que
podramos
tomarle
esa
oferta
de
un
fin
de
semana
largo".
Se
volvi
a
Tori.
"Est
bien?"
Con
el
rostro
sombro,
Tori
asinti.
"Seguro.
Cualquier
cosa
que
quieras.
Pero
es
mejor
que
se
lo
digas
a
los
chicos"
Se
fue
sin
decir
otra
palabra,
y
Sam
se
dirigi
a
Malone.
"Ella
no
va
a
tomar
esto
muy
bien."
"Oh,
no
lo
s.
No
tir
una
silla
o
algo".
Sam
se
detuvo
en
la
puerta.
"Ya
tienes
a
alguien
en
mente
como
su
nuevo
compaero,
teniente?"
"En
realidad,
no
eres
la
nica
que
dejara
el
equipo,
Samantha.
Ramrez
fue
escogido
para
formar
parte
de
otro
destacamento.
Pequeo
Mexico".
"Drogas?"
"Si.
El
destacamento
no
informar
a
Narcticos
sin
embargo.
Ellos
informaran
directamente
a
CIU".
Mir
ms
all
de
ella
por
la
ventana.
"No
lo
sabe
todava."
"Y
Sikes?"
Malone
se
ri
entre
dientes.
"Nunca
pens
que
vivira
para
ver
este
da,
pero
l
y
Hunter
van
a
ser
compaeros".
l
la
mir
a
los
ojos.
"Crees
que
funcionar?"
Se
imagin
a
Sikes
y
Tori
como
socios
y
asinti.
"No
creo
que
pudieras
encontrar
a
nadie
mejor.
Ellos
se
llevan
bien
ahora,
teniente.
Creo
que
van
a
ser
grandiosos
juntos".
"Bueno,
yo
no
s
acerca
de
grandioso."
Mantuvo
la
puerta
abierta
para
ella.
"Mejor
ve
a
buscar
a
Hunter."
"Tori"
Sam
le
llam
mientras
mantena
abierta
la
puerta
del
bao
de
damas.
Tori
estaba
en
el
lavamanos,
mirando
a
traves
del
espejo,
su
cara
an
hmeda
donde
la
haba
salpicado.
Sam
estudi
los
ojos
de
Tori
en
el
reflejo
del
espejo.
Ojos
preocupados.
"Ests
bien?"
Tori
cogi
un
par
de
toallas
de
papel
y
sec
su
cara,
luego
suspir.
"S,
estoy
bien",
dijo
finalmente.
"T?"
Sam
se
acerc
y
se
detuvo
para
descansar
una
cadera
contra
el
lavamanos.
Se
cruz
de
brazos,
mirando
a
Tori.
"No
estoy
segura.
Es
un
poco
sorpresivo"
"S.
S,
lo
es."
Tori
se
volvi.
"Pero
como
l
dijo,
es
una
buena
oportunidad
para
ti.
Y
sabes,
Travis,
l
es
un
buen
hombre.
l
es
honesto.
l
va
a
hacer
lo
correcto
por
ti."
Sam
asinti,
pero
no
dijo
nada
por
un
momento.
Estaba
un
poco
preocupada
por
lo
que
vio
en
los
ojos
de
Tori.
Duda.
Inseguridad.
Las
cosas
que
no
haba
visto
en
mucho
tiempo.
Ella
tuvo
una
idea.
"Sabes,
estaba
pensando.
Se
supone
que
es
un
fin
de
semana
agradable,
no
demasiado
fro.
Tal
vez
podramos
salir
en
el
bote,
pasar
el
fin
de
semana."
"Cmoya?"
Tori
pregunt,
sus
ojos
brillando
un
poco.
"Si.
Quiero
decir,
s
que
queras
limpiar
tu
apartamento
este
fin
de
semana,
pero
tal
vez
eso
pueda
esperar."
Tori
se
dio
la
vuelta.
"Bueno,
podra
conservarlo.
Ya
sabes,
nunca
se
sabe
cuando
podra
necesitarlo".
Sam
frunci
el
ceo.
"Necesitarlo?
Por
qu
demonios
ibas
a
necesitarlo?"
Ella
de
alej
de
la
pileta
y
se
acerc
hacia
Tori.
"Ya
ests
cansada
de
vivir
conmigo?"
le
pregunt
a
la
ligera.
"No,
Sam.
Nada
de
eso."
Tori
dio
un
paso
atrs,
mirando
nerviosamente
por
la
habitacin.
"Pero
tu
sabes,
las
cosas
van
a
cambiar,
ser
diferente"
Sam
la
mir
fijamente.
"Cambiar?
Quieres
decir
que
piensas
que
yo
me
cansar
de
vivir
contigo?"
Tori
se
encogi
de
hombros.
"Podras"
Sam
se
pregunt
qu
haba
trado
esta
lnea
de
pensamiento.
"Entonces,
obviamente,
no
tienes
ni
idea
de
cunto
te
amo"
Ella
se
acerc
ms,
sus
cuerpos
casi
tocndose.
"Ya
sea
que
trabajemos
juntas
o
no,
Tori,
eso
no
va
a
cambiar."
Apoyando
las
manos
en
la
cintura
de
Tori,
le
sinti
temblar
a
su
toque,
y
se
acerc
an
ms.
"Vamos
al
bote"
susurr.
"Necesitamos
estar
solas.
Sin
interrupciones."
Ella
desliz
su
mano
por
la
cadera
de
Tori.
"Podemos?"
Tori
cerr
los
ojos
por
un
momento,
la
expresin
de
su
rostro
una
de
incertidumbre.
Finalmente,
dej
escapar
el
aliento
y
abri
los
ojos,
asintiendo.
"Bueno".
Sam
se
acerc
ms,
suavemente
roz
sus
labios
contra
los
de
Tori.
"Porque
quiero
hacerte
el
amor".
CAPTULO
13
"Va
a
ser
una
noche
hermosa",
dijo
Sam
mientras
sacaba
sus
sillas
a
la
terraza
despus
de
que
Tori
haba
atracado
en
su
cala
favorita.
"No
nos
hemos
sentado
afuera
y
no
hemos
mirada
a
la
luna
en
mucho
tiempo"
"Un
poco
difcil
en
la
ciudad",
dijo
Tori.
"Es
por
eso
que
tenemos
que
venir
al
lago
ms
a
menudo."
Ella
tom
la
copa
de
vino
que
Tori
le
estaba
entregando.
"Gracias".
Tori
se
sent
junto
a
ella,
y
ellas
miraron
el
cielo
de
la
noche,
en
silencio,
la
luna
ya
se
levantaba
sobre
los
rboles
en
esta
corta
noche
de
enero.
En
realidad,
era
la
poca
del
ao
que
Tori
odiaba.
Nada
verde,
sin
vitalidad.
Sin
mirones,
ni
grillos,
sin
sonido.
Slo
el
chapoteo
del
agua
tranquila,
mientras
el
barco
se
balanceaba
suavemente
en
la
superficie.
Tori
apart
su
mirada
de
la
luna,
mirando
a
Sam.
Sam
finalmente
volvi
la
cabeza,
mirndola
a
los
ojos.
"Vas
a
decirme
que
has
descubierto
hoy?"
"Qu
te
hace
pensar
que
he
descubierto
algo?"
"Porque
tenas
algo
que
decirle
a
Malone
y
no
lo
hiciste."
Sam
asinti
con
la
cabeza.
"Ya
veo."
Ella
tom
un
sorbo
de
vino,
dudando.
"Quieres
hablar
de
Marissa
en
primer
lugar,
o
quieres
hablar
de
mi
partida?"
Tori
se
volvi
hacia
la
luna,
temerosa
"No
estoy
segura
de
querer
hablar
sobre
tu
partida",
dijo.
"Es
un
poco
atemorizante,
para
ser
honesta".
Sam
entrelaz
sus
dedos
con
los
de
Tori.
"No
hay
nada
que
temer.
Te
lo
prometo."
Ella
apret
la
mano
de
Tori.
"Confas
en
m,
no?"
Tori
asinti.
"S".
"Est
bien."
Ella
le
apret
la
mano
de
nuevo
antes
de
soltarlo.
"Vamos
a
hablar
de
mi
partida
esta
noche.
En
la
cama",
aadi.
Tori
se
qued
mirando
la
luna,
odiando
sentirse
tan
insegura,
odiando
tener
miedo
de
que
sus
vidas
fuesen
a
cambiar.
Y
era
una
vida
que
ahora
saba,
no
podra
vivir
sin
ella,
una
vida
en
la
que
se
senta
feliz,
completa,
contenida,
todas
esas
cosas
que
nunca
pens
podra
merecer.
"Sam?"
"Hmm?"
Tori
dud
slo
un
momento.
"Te
amo".
Ella
vio
como
Sam
tom
una
respiracin
fuerte.
Sam
siempre
lo
haca.
Tres
pequeas
palabras.
Pero
an
as,
eran
tres
palabras
que
rara
vez
mencionaba.
Todava
no
poda
olvidar
su
infancia,
todava
tena
miedo
de
ser
dejada
atrs,
dejada
sola.
Y
en
esas
ocasiones
cuando
algo
la
tocaba,
cuando
algo
le
haca
pronunciar
aquellas
palabras,
como
esta
noche,
saba
que
Sam
senta
el
verdadero
significado
de
ellas.
No
slo
tres
palabras
que
han
sido
dichas
con
tanta
indiferencia
por
la
mayora,
tres
palabras
lanzadas
sin
pensar.
Cuando
ella
las
deca,
venan
de
su
corazn.
Totalmente.
Sinti
a
Sam
alcanzarla
nuevamente,
sinti
que
deslizaba
la
mano
por
su
brazo
hacia
su
mano,
entrelazando
sus
dedos.
No
dijeron
nada,
simplemente
se
sentaron
tranquilamente
tomadas
de
la
mano.
Finalmente,
se
relaj.
"Ahora,
ests
lista
para
decirme
lo
que
dijo
Marissa?"
Sam
se
ech
a
rer.
"Es
hora
de
volver
al
trabajo?"
Ella
le
tendi
la
copa
de
vino.
"Llenala,
por
favor."
"Ests
disfrutando
el
mantenerme
en
la
oscuridad?"
Tori
dijo
mientras
rellenaba
la
copa
de
vino.
"Y
cuan
amable
fue
la
seora
Goddard?"
Sam
se
ech
a
rer
de
nuevo.
"Oh,
Dios
mo,
no
estas
celosa,
verdad?"
"Por
supuesto
que
no.
Es
solo
que
yo
nunca
la
considerara
amable,
eso
es
todo."
"En
realidad,
ella
fue
bastante
agradable
y,
sorprendentemente,
muy
cercana".
"Ah,
s?"
"Hablamos,
Tori."
Sam
la
mir.
"Hablamos
...
extraoficialmente".
"Qu
significa
eso?"
"Eso
significa
que
no
podemos
decirle
a
nadie."
Sam
le
agarr
la
mano
y
tir
de
ella
de
nuevo
hacia
su
silla.
"Creo
que
puede
ser
un
aliado,
Tori,
si
se
lo
permitimos.
Haba
algo
en
su
actitud
de
hoy.
Quiero
decir,
ella
no
tena
que
decirme
nada
de
esto.
Creo
que
hay
una
parte
de
ella
que
realmente
odia
lo
que
est
haciendo.
"
"No
vamos
a
ser
aliadas,
Sam.
Ni
siquiera
me
gusta
la
mujer".
"S,
lo
has
hecho
obvio."
"Bueno,
no
me
gustan
los
encubrimientos.
Y
ella
es
una
parte
de
eso."
Sam
sonri
con
suavidad.
"Todos
somos
parte
de
eso,
cario.
Queramos
o
no."
Tori
suspir.
"Si.
Lo
somos,
no
es
as?".
Ella
se
ech
hacia
atrs,
intentando
una
sonrisa.
"Pero
ests
a
punto
de
salir
de
este
lo,
verdad?"
Ella
respir
profundamente
y
luego
mir
a
los
ojos
de
Sam.
Ella
vio
a
Sam
buscando,
preguntandose
que
haba
visto
all,
preguntndose
si
poda
ver
el
miedo,
la
incertidumbre.
"Quieres
hablar
de
eso
ahora?"
Tori
se
encogi
de
hombros.
"No
me
va
bien
con
los
cambio,
supongo."
"Tori,
nuestra
vida
juntas,
lo
que
tenemos
fuera
de
este
trabajo,
es
tan
precioso
para
m,
yo
no
hara
nada
para
cambiar
eso".
Ella
le
apret
la
mano.
"Nuestros
das
sern
diferentes,
s.
Pero
nuestra
vida,
eso
no
va
a
cambiar."
Tori
le
mir,
dndose
cuenta
por
primera
vez
de
que
Sam
estaba
tomando
todo
esto
muy
tranquilamente.
De
hecho,
apenas
haba
parecido
sorprendida
cuando
Malone
les
cont
"Desde
cuando
lo
sabas?"
Sam
apart
la
mirada,
pero
no
antes
de
que
Tori
viera
la
vergenza
en
su
rostro.
Descubierta.
"Marissa?"
Sam
asinti
con
la
cabeza.
"Ella
me
dijo
en
el
funeral
que
haba
odo
que
iban
a
reasignar
a
una
de
nosotras.
Cuando
regres
y
Malone
dijo
que
quera
vernos,
entonces
supe
de
qu
se
trataba".
Le
entreg
su
copa
de
vino
a
Tori
cuando
le
tendi
la
botella.
"Es
por
eso
que
te
llam,
pero
t
ya
estabas
en
la
oficina
de
Malone.
Iba
a
advertirte."
"As
que
t
estas
realmente
bien
con
esto?"
"No
lo
s,
Tori.
Quiero
decir,
es
una
buena
oportunidad,
claro.
Pero
me
encanta
trabajar
contigo.
Me
encanta
el
equipo
que
tenemos
en
nuestro
departamento."
Hizo
una
pausa.
"Ms
que
eso,
voy
a
perder
esa
seguridad
que
tengo."
"Qu
quieres
decir?"
Se
enfrent
a
Tori.
"Yo
s
que
contigo,
siempre
voy
a
estar
a
salvo.
S
que
nunca
dejaras
que
nada
me
suceder",
dijo
en
voz
baja.
"Confo
en
ti
con
mi
vida."
Y
eso
era
lo
que
Tori
era
realmente
tema.
Si
algo
llegara
a
suceder,
ella
no
estara
all
para
proteger
a
Sam.
No
iba
a
estar
all
para
cuidar
de
ella.
Pero
ella
alej
esos
temores,
pensando
que
eran
una
tontera.
Sam
era
bastante
capaz
de
cuidar
de
s
misma.
"Tal
vez
soy
yo
quien
pierda
la
seguridad",
dijo
Tori.
"Quin
me
va
a
mantener
fuera
de
problemas?"
Sam
se
ech
a
rer.
"No
crees
que
Sikes
pueda
manejarte?"
Tori
frunci
el
ceo.
"Sikes?"
Ella
vio
a
Sam
morderse
el
labio
inferior.
Ah,
un
secreto.
Pero
esper,
sabiendo
que
Sam
no
lo
mantendra
para
ella.
"Malone
me
dijo
que
Tony
ser
reasignado
tambin.
Estn
creando
un
destacamento
para
trabajar
en
pequeo
Mexico".
"Maldita
sea,
ellos
estn
dividiendo
a
todo
el
equipo,
eh?"
"Ramrez
es
bilinge.
Tiene
sentido."
"Y
l
todava
no
lo
sabe?"
"No.
Malone
me
lo
dijo
mientras
salamos
hoy.
No
s
si
es
inmediato
o
qu".
"Increble",
murmur
Tori.
"Es
jodidamente
increble."
Sam
puso
sus
dedos
en
el
brazo
de
Tori,
apretando
suavemente.
"Vas
a
estar
bien,
Tori.
Al
menos
tu
y
Sikes...
bueno,
ustedes
se
llevan
bien
ahora.
Por
lo
menos
no
estn
trayendo
a
alguien
totalmente
nuevo,
ya
sabes."
"No.
Solo
tenemos
que
jugar
con
vctimas
especiales
por
un
tiempo,
eso
es
todo."
Sam
apret
su
brazo
otra
vez,
luego
se
puso
de
pie.
"Sabes
qu?
Estoy
harta
de
hablar
esta
la
noche."
Ella
tom
la
copa
de
Tori
y
tir
de
su
brazo.
"Vamos".
Tori
sonri.
"Vamos?"
"Si.
Ven."
Ella
levant
las
cejas
juguetonamente.
"Estoy
lista
para
desnudarte."
Tori
se
ri.
"Vamos?"
Sam
se
inclin
hacia
abajo,
cubriendo
con
su
boca
la
de
Tori,
borrando
la
sonrisa
de
su
cara.
"Quieres?"
susurr
seductoramente.
CAPTULO
14
"Quin
demonios
es
esa?"
Sikes
susurr.
Tori
levant
la
vista.
Una
mujer
alta
camin
confiadamente
hacia
la
sala
de
la
brigada,
su
mirada
movindose
rpidamente
sobre
ellas
antes
de
detenerse
en
la
puerta
de
Malone.
Ella
asinti
brevemente
en
su
direccin.
"Linda",
dijo
Sikes.
"Eso
crees?"
Era
alta,
aunque
no
tan
alto
como
Tori.
Su
cabello
castao
claro
apenas
cubra
el
cuello
de
la
blusa,
y
Tori
vio
como
la
mujer
apartaba
su
flequillo
hacia
un
lado,
luego
llam
a
la
puerta
de
Malone.
"Vctimas
especiales?"
Sikes
pregunt.
"Me
imagino".
Eran
apenas
las
diez
de
la
maana
del
lunes,
y
ya
estaba
comenzando
la
diversin.
Ella
movi
su
mirada
a
la
silla
vaca
de
Sam,
extraando
su
presencia
entre
ellos.
"Detective
O'Connor?"
"Casey,
por
favor",
dijo
mientras
estrechaba
la
mano
con
Malone.
"Encantada
de
conocerlo,
finalmente."
"Lo
mismo
digo."
Mir
por
la
ventana
y
luego
a
O'Connor.
"Toma
asiento.
Permtame
traer
a
Hunter
y
Sikes.
No
tiene
sentido
hacerlo
dos
veces."
Dio
un
paso
fuera
de
su
oficina,
y
ella
lo
mir,
observ
a
los
dos
detectives
que
hablaron
con
l.
Ellos
no
estaban
contentos
con
su
aparicin
aqu,
ella
poda
verlo.
Y
ella
no
estaba
muy
emocionado
de
estar
aqu
exactamente,
tampoco.
Haba
estado
en
el
otro
extremo,
en
medio
de
una
investigacin
cuando
se
volvi
de
pronto
a
Homicidio
despus
que
se
determin
que
no
haba
delito
sexual
cometido.
Sin
embargo
esta
era
la
nica
vez
que
recordaba
que
Homicidios
pasaba
un
caso
a
Vctimas
Especiales.
Especialmente
un
caso
de
alto
perfil
como
este.
"Detective
Casey
O'Connor,
estos
son
Tori
Hunter
y
John
Sikes.
Ellos
han
liderizado
este
caso.
Creo
que
encontrar
sus
informes
muy
completos."
Y
aadi:
"La
Detective
O'Connor
es
de
Vctimas
Especiales".
Se
puso
de
pie
rpidamente,
ofreciendo
su
mano
tanto
a
Hunter
como
a
Sikes.
Hunter
le
mir
a
los
ojos
sin
pestaear,
aunque
no
trat
de
ocultar
su
desconfianza.
Sikes
le
dedic
una
encantadora
sonrisa
y
un
guio
sutil.
Ella
le
devolvi
la
sonrisa,
menos
el
guio.
"Ya
he
ledo
los
informes.
Muy
meticuloso
en
los
detalles."
Se
sent
de
nuevo.
"Mi
capitn
se
ha
ido
por
encima
de
mi
papel
aqu,
teniente.
No
estoy
muy
emocionado
con
eso",
dijo.
"Como
estoy
segura
que
ninguno
de
uds
lo
estn
detectives",
aadi
con
una
mirada
a
Hunter.
Ella
se
sorprendi
al
ver
una
rpida
mirada
de
entendimiento.
"Bueno,
entonces
tal
vez
usted
sepan
ms
que
nosotros",
admiti
Malone.
"Hunter,
Sikes,
sintense.
Vamos
a
hablar
de
esto."
"El
informe
del
forense
no
indicaba
que
haba
un
asalto
sexual",
dijo
Casey.
"Mi
capitn
...
bueno,
me
dijo
que
tena
que
encontrar
algo."
Ella
mir
a
Hunter.
"Tus
notas
dicen
crees
que
estuvo
involucrado
en
una
relacin
sexual
consensual".
"Correcto",
respondi
Tori.
"En
base
a
las
pruebas
de
ADN
encontradas
en
la
cama,
as
como
la
evidencia
de
la
actividad
sexual,
pero
no
hay
evidencia
de
trauma".
"Entonces,
qu
demonios
hago
aqu?"
"Para
demostrar
que
fue
Juan
Hidalgo
quien
lo
mat,
y
para
demostrar
que
fue
asaltado",
dijo
Tori.
Casey
mir
alrededor
de
la
habitacin,
mirando
a
los
ojos
de
cada
uno
de
ellos,
sorprendida
por
el
desprecio
que
vi
en
ellos.
Pero
no
estaba
dirigido
a
ella.
Su
objetivo
era
el
sistema.
"Creo
que
habra
sido
ms
fcil
si
solo
Jackson
hubiese
mentido
en
su
informe,
si
ellos
estn
tratando
de
solucionar
el
caso",
dijo.
"Has
odo
hablar
de
la
consultora?
Goddard?"
Tori
pregunt.
"S.
Me
han
dicho
que
tiene
pelotas",
dijo
con
una
sonrisa.
"No
lo
dudar"
murmur
Tori.
"Pero
ella
est
empujando
el
asalto
sexual.
Hasta
el
momento,
ha
sido
mencionado
en
casi
todas
las
rueda
de
prensa.
Es
lgico
que
trajeran
vctimas
especiales".
l
asinti
con
la
cabeza.
"Dejenme
saber
si
puedo
ayudar
con
cualquier
cosa."
"Por
supuesto."
Ech
un
vistazo
a
Tori
mientras
sacaba
su
celular
y
se
diriga
hacia
la
puerta.
"Slo
tengo
una
llamada
rpida
que
hacer",
dijo
mientras
sala
de
la
oficina.
"Bueno,
qu
les
parece?"
Malone
pregunt
en
cuanto
O'Connor
sali.
"Creo
que
hay
demasiadas
malditas
lesbianas
en
la
fuerza",
dijo
Tori.
Malone
neg
con
la
cabeza.
"Sobre
el
caso,
Hunter.
El
caso".
Ella
se
encogi
de
hombros.
"Bueno,
al
menos
ella
no
est
simplemente
ignorando
la
evidencia.
Pero
su
capitn
prcticamente
le
ha
dado
la
orden,
as
es
que
s,
creo
que
va
a
ser
empaquetado
esta
semana".
"Yo
s
que
no
te
gusta
esto,
Hunter.
Pero
al
menos
no
es
como
si
estamos
dejando
ir
a
un
asesino.
Todos
sabemos
que
Hidalgo
lo
hizo."
"As
que
porque
ha
matado
a
un
sacerdote,
no
hay
que
preocuparse
por
averiguar
quin
lo
mat
a
l?"
Ella
lo
mir,
su
ira
creciendo.
"Porque
eso
es
una
mierda."
"Yo
no
he
dicho
eso.
Pero
si
ellos
quieren
archivar
el
caso
del
padre
Michael,
si
quieren
fingir
que
fue
asaltado,
entonces
est
bien.
Debera
importarnos?
Importa
que
l
pudo
haber
estado
involucrado
con
alguien?"
"Es
un
peligroso
precedente
para
establecer
la
no
revelacin
de
los
hechos".
Hizo
una
pausa.
"O
peor
an,
haciendo
caso
omiso
de
ellos."
Malone
mir
a
Sikes
y
arque
las
cejas
inquisitivamente.
"Tengo
que
estar
de
acuerdo
con
Hunter.
Podemos
saber
quin
mat
al
padre
Michael,
pero
estamos
muy
lejos
de
la
verdad
de
todo
esto."
Malone
sonri.
"Maldita
sea".
"Qu?"
"Ustedes
dos
de
acuerdo.
Ustedes
dos
llevandose
bien."
l
se
ech
a
rer.
"Diablos,
uds
dos
compaeros.
Quien
lo
hubiera
pensado?"
CAPTULO
15
Tori
tamborile
los
dedos
con
impaciencia
sobre
el
volante
del
Explorer,
mientras
esperaban
en
el
auto-servicio
por
la
hamburguesa
de
O'Connor.
Mir
su
reloj
una
vez
ms,
luego
suspir.
Haban
estado
en
lnea
casi
diez
minutos.
Tori
consigui
sofocar
su
risa
antes
de
seguirlas
al
interior.
Estaba
tranquilo
esta
vez,
no
haba
ruido
de
la
TV
a
travs
de
la
casa.
Pero
algo
ola
delicioso.
Sopa
de
pollo?
"Cmo
est
su
marido,
seora
Hagen?"
Tori
pregunt
mientras
entraban
en
la
cocina.
"No
se
siente
bien
hoy.
Est
descansando".
Se
acerc
a
la
cocina
y
levant
la
tapa
de
una
olla,
revolviendo
lentamente.
"l
va
a
querer
su
almuerzo
pronto".
"Bueno,
no
vamos
a
tomar
mucho
de
su
tiempo",
dijo
Casey.
De
pie
junto
a
la
pequea
mesa,
sac
una
silla,
girando
a
su
alrededor
para
hacer
frente
a
la
estufa
y
se
sent
casualmente
cruzando
las
piernas
y
descansar
un
tobillo
sobre
la
rodilla.
"He
dicho
antes
que
soy
de
Vctimas
Especiales.
Sabes
lo
que
es
eso,
seora
Hagen?"
Cuando
la
anciana
continu
agitando
la
olla
en
silencio,
continu.
"Investigamos
delitos
sexuales,
Sra.
Hagen.
Violacin,
asalto
sexual,
homicidio
causado
por
un
ataque
sexual.
Cosas
como
esa."
Ech
un
vistazo
a
Tori,
que
estaba
observando
a
la
Sra.
Hagen.
"Pens
que
le
gustara
saber
que
vamos
a
cerrar
el
caso
del
padre
Michael.
Juan
Hidalgo
lo
mat.
Conoca
a
Juan,
verdad?"
Cuando
no
respondi,
Casey
se
puso
de
pie
y
se
acerc
a
ella.
"Sra.
Hagen?
No
conoca
a
Juan?"
Ella
finalmente
se
apart
de
la
estufa.
"S,
conoc
a
Juan.
Haba
trabajado
all
durante
varios
aos".
"Apuesto
a
que
fue
una
sorpresa,
entonces,
no?"
"Por
supuesto.
Juan
siempre
fue
tan
cordial,
tan
amable.
Nadie
habra
sospechado
que
l
sera
capaz
de
asesinar."
Casey
sonri.
"Oh,
asesinato,
claro.
Pero
yo
estoy
hablando
de
la
aventura
que
tena
con
el
padre
Michael."
"Qu?"
La
Sra.
Hagen
se
qued
sin
aliento.
"Si.
No
lo
podamos
creer.
Pero
al
parecer,
haban
estado
teniendo
esta
gran
historia
de
amor
durante
un
tiempo.
Saldr
en
las
noticias
durante
la
semana,
tan
pronto
como
se
cierra
el
caso."
"No."
Ella
neg
con
la
cabeza.
"No.
No
la
tenan...
no
estaban
teniendo
una
aventura",
susurr.
"Tenan
que
haberla
tenido,
seora
Hagen.
El
mdico
forense
dijo
que
haban
tenido
relaciones
sexuales",
dijo
el
asunto
con
la
mayor
naturalidad.
"A
propsito
averiguamos,
que
la
aventura
sali
mal,
o
que
tuvieron
una
pelea
de
enamorados
o
algo
as.
Juan
se
quebr
y
lo
estrangul."
Hizo
una
pausa.
"Justo
eso
Sra.
Hagen.
Simplemente
se
va
a
mostrar,
nunca
se
sabe,
no?"
"No.
No,
no
lo
eran."
"Sra.
Hagen,
no
hay
necesidad
de
seguir
protegindolo.
Sabemos
que
lo
saba.
Quiero
decir,
ud
era
el
ama
de
llaves.
Usted
sabe
todo
lo
que
pasa
en
la
casa,
verdad?"
Se
dio
la
vuelta
y
empuj
la
silla
hacia
atrs
debajo
de
la
mesa.
"La
Detective
Hunter
me
cont
que
le
pregunt
con
quin
estaba
teniendo
una
aventura.
Entendemos
por
qu
no
hubiese
dicho
nada,
Sra.
Hagen.
Quiero
decir,
Juan
Hidalgo,
quien
lo
hubiera
pensado?
Pero
todo
ha
terminado
ahora."
"Va
a
estar
en
las
noticias?"
"Si.
Me
siento
mal
por
el
padre
Michael.
Quiero
decir,
l
no
quera
que
nadie
lo
supiera,
obviamente.
Ahora
va
a
estar
todo
en
la
TV".
Ella
se
acerc.
"Pero
Juan?
l
no
pareca
su
tipo,
sabe?"
Ella
neg
con
la
cabeza.
"No
era
Juan.
Nunca
fue
Juan."
"Sra.
Hagen,
me
dijo
que
no
saba
de
una
aventura"
Tori
le
record.
"Usted
dijo
que
el
padre
Michael
no
estaba
involucrado
con
nadie.
Ests
tratando
de
protegerlo
a
l
o
a
Juan?"
Justo
en
ese
momento
un
hombre
anciano,
encorvado
sobre
una
andador
con
tubos
de
oxgeno
unidos
a
la
nariz,
arrastr
los
pies
hasta
la
cocina.
"Alice,
quin
es
esta
gente?"
"Se
estn
yendo."
Ella
mir
rpidamente
y
fue
a
su
marido.
"Ven.
Es
hora
del
almuerzo."
La
Sra.
Hagen
lo
ayud
con
una
silla,
la
cual
Casey
extendi
para
l,
luego
les
hizo
una
sea
para
que
la
siguieran
a
la
salida.
"l
tiene
maana
su
cita
con
el
mdico"
dijo.
"Mi
hija
Kathleen
siempre
lo
lleva."
Ella
mir
por
encima
del
hombro,
de
espalda
al
pasillo.
"Vengan
por
la
maana,"
dijo
en
voz
baja.
"Alrededor
de
las
diez".
"Sra.
Hagen?"
Tori
dijo.
Meti
la
mano
en
el
bolsillo
de
su
bata,
sus
dedos
movindose
nerviosamente,
y
Tori
supo
que
estaba
tocando
el
rosario
que
siempre
llevaba
con
ella.
"Maana.
Tengo
que
volver
con
l
ahora."
CAPTULO
16
Esa
noche,
Tori
entr
a
su
apartamento
y
arroj
las
llaves
en
la
barra,
odiando
la
tranquilidad,
odiando
la
oscuridad.
En
la
cocina,
abri
la
nevera,
las
sombras
de
luz
rebotando
por
la
habitacin
mientras
examinaba
el
contenido
sin
inters.
La
cena
de
anoche,
el
sobrante
de
pollo
y
spaghetti
,estaban
listo
para
el
microondas,
pero
lo
rode
y
cogi
una
botella
de
cerveza,
fcilmente
girando
la
tapa
y
tirandola
a
la
basura.
Ahora,
casi
febrero,
los
das
se
estaban
volviendo
cada
vez
ms
largos,
sali
a
la
pequea
terraza,
perdiendo
los
ltimos
rayos
de
sol,
pero
sentndose
en
una
silla
del
patio
de
todos
modos.
No
haba
hablado
con
Sam
en
todo
el
da
y
no
tena
idea
de
cundo
volvera
a
casa.
Y
lo
odiaba:
la
casa
vaca.
Trajo
de
vuelta.
.
.
bueno,
trajo
recuerdos
de
su
vida
antes
de
Sam,
antes
de
que
tuviera
una
razn
para
volver
a
casa.
Y
tambin
le
hizo
darse
cuenta
de
lo
mucho
que
su
vida
haba
cambiado
en
el
ltimo
ao.
Ya
no
era
la
puta
arrogante,
odiosa
con
la
que
nadie
quera
trabajar.
Ya
no
era
la
primera
en
llegar
y
la
ltima
en
irse.
No,
ahora
tena
una
vida,
tena
a
alguien
con
quien
compartirla,
alguien
a
quien
amar,
alguien
con
quien
estar.
Y
slo
Dios
saba
por
qu,
pero
ella
tambin
tena
a
alguien
que
la
amaba.
As
que
empuj
ese
pequeo
y
molesto
miedo
lejos,
el
que
le
haba
estado
consumiendo
todo
el
da.
Tratando
de
crecer
en
su
fea
cabeza,
sealando
que
aqu
estaba
ella,
sola.
Al
igual
que
en
los
viejos
tiempos.
Tom
un
trago
de
cerveza,
sabiendo
que
no
era
para
nada
como
en
los
viejos
tiempos.
Porque
ella
saba
que
Sam
vendra
a
casa.
Sonri
ligeramente
cuando
inclin
la
cabeza
hacia
atrs,
mirando
sin
rumbo
fijo
en
el
cielo
oscuro.
S,
saba
que
Sam
vendra
a
casa.
Y
un
poco
ms
tarde,
cuando
oy
cerrarse
la
puerta
delantera,
dej
escapar
un
profundo
suspiro,
relajndose,finalmente,porque
no
estara
sola
por
ms
tiempo.
Y
Sam
la
encontr
rpidamente,
la
puerta
corredera
del
patio
se
abri
mientras
ella
asomaba
la
cabeza.
"Ah
ests".
Ella
desliz
sus
manos
por
detrs,
sobre
los
hombros
de
Tori
para
un
fuerte
abrazo.
"Dios,
te
extra
hoy".
Tori
se
volvi,
capturando
un
rpido
beso
de
Sam
antes
de
que
ella
la
soltara.
"Yo
tambin
te
extra."
"Permiteme
cambiarme",
dijo
Sam,
apretando
el
brazo
de
Tori
mientras
su
mano
se
escabulla.
"Me
encantara
una
copa
de
vino",
dijo
por
encima
del
hombro.
Tori
asinti
con
la
cabeza,
su
mirada
fue
por
ltima
vez
al
cielo
oscuro
antes
de
entrar
y
cerrar
la
puerta.
Ella
tom
el
resto
de
su
cerveza
y
llen
dos
copas
de
vino,
llevndolas
a
la
habitacin,
mirando
descaradamente
mientras
Sam
permaneca
de
pie
con
nada
ms
que
su
ropa
interior,
en
busca
de
algo
de
abrigo.
Pronto,
ella
se
puso
una
camiseta
de
gran
tamao
que
cubri
sus
pequeos
pechos,
y
Tori
le
entreg
a
Sam
su
vaso
de
vino.
"Cunto
tiempo
me
vas
a
hacer
esperar?"
pregunt
finalmente.
Sam
se
ech
a
rer.
"Para
un
resumen
de
mi
primer
da?
Qu
aburrido
sera?
Prefiero
or
hablar
de
su
da."
Ella
enlaz
brazos
con
Tori
y
la
llev
de
vuelta
a
la
sala.
"Algo
nuevo
con
el
padre
Michael?"
"Uh-huh.
Pero
t
primero".
Sam
se
meti
el
pelo
detrs
de
las
orejas
y
se
sent
con
las
piernas
cruzadas
en
el
sof,
frente
a
Tori.
"Creo
que
el
detective
Travis,
disculpame,
teniente
Travis,va
a
ser
maravilloso.
El
trabajo,
sin
embargo,
va
a
ser
aburrido
como
el
infierno,
me
temo.
Pas
la
mayor
parte
de
la
maana
siendo
presentada"
Se
inclin
hacia
adelante
para
tocar
la
pierna
de
Tori.
"Y
s,
yo
era
la
compaera
de
Hunter",
dijo
con
una
sonrisa.
"Me
hicieron
esa
pregunta
mil
veces."
Ella
tom
un
sorbo
de
vino,
y
luego
hizo
girar
el
vaso
de
ida
y
vuelta
entre
sus
dedos.
"El
caso
al
que
estoy
asignada
es
de
lavado
de
dinero.
Aparentemente,
el
funcionamiento
de
estos
casos
es
que
obtenemos
una
pista
del
FBI,
CIU
y
luego
hacemos
todo
el
trabajo
de
campo
y
la
investigacin,
y
el
FBI
llega
de
golpe
y
hace
los
arrestos".
"Qu
clase
de
lavado
de
dinero?"
"Drogas.
La
compaa
falsa
es
algn
lugar
de
equipos
de
hardware.
Ellos,o
nosotros,
sabemos
que
no
hay
inventario
all,
sin
embargo,
una
gran
cantidad
de
dinero
cambia
de
manos
cada
mes.
Realmente
entr
en
el
final
del
caso.
El
FBI
est
a
punto
de
agarrarlos"
"As
que
no
hay
homicidios
emocionantes,
eh?"
"No.
Y
lo
que
es
peor,
me
estn
enviando
fuera
para
entrenamiento."
Alarg
la
mano
nuevamente
y
apret
la
pierna
de
Tori.
"Durante
tres
semanas,
cario."
"Tres
semanas?
Dnde?"
"Los
Angeles".
"Qu?"
"Es
un
programa
organizado
por
el
FBI.
Travis
dice
que
es
de
primera
categora."
Tori
sinti
el
pnico
establecer
dentro
de
ella
"Tres
semanas?"
repiti
ella.
"Lo
s,
Tori."
Ella
se
acerc
ms,
besandole
suavemente
en
los
labios.
"No
quiero
hablar
de
eso
ahora,
de
acuerdo?
Va
a
llegar
lo
suficientemente
pronto."
La
bes
de
nuevo.
"Ahora,
hblame
de
tu
da."
Tori
se
ech
hacia
atrs,
dejando
escapar
el
aliento
lentamente.
Tres
semanas?
Dios,
ella
morira.
"Vamos.
Cuntame
cmo
est
yendo",
Sam
coaccion,
su
mano
todava
acariciando
ligeramente
la
pierna
de
Tori.
"Cmo
es
el
nuevo
detective?"
Tori
asinti
con
la
cabeza
y
cerr
los
ojos
por
un
momento,
luego
mir
a
Sam.
"Tres
semanas?"
Sera
una
eternidad.
"S.
Ahora,
cmo
era
el
nuevo
detective?"
"Morir
en
tres
semanas."
"No
lo
hars".
Bebi
un
sorbo
de
vino.
"Me
lo
vas
a
decir
o
qu?"
Tori
suspir.
"Casey
O'Connor.
Has
odo
hablar
de
ella?"
Sam
frunci
el
ceo.
"Si.
Ella
fue
asignada
a
Asalto
despus
de
que
me
fui.
Nunca
la
conoc,
aunque.
Cmo
es
ella?"
"Habla
demasiado".
"Apuesto
a
que
eso
fue
muy
divertido
para
ti,"
dijo
Sam
riendo.
"Si.
Montones
de
diversin.
Pero
logr
que
Alice
Hagen
se
abriera."
"Ests
bromeando.
Entonces,
quin
era
su
amante?"
"Vamos
a
volver
por
la
maana.
Su
marido
tiene
una
cita
con
el
doctor.
Dijo
que
hablara
entonces."
Tori
toc
la
pierna
de
Sam.
"Pero
demasiado
poco,
demasiado
tarde.
Van
a
cerrar
el
caso
esta
semana.
O'Connor
dice
que
su
capitn
en
realidad
le
dijo
que
su
participacin
era
slo
por
espectculo."
"Las
rdenes
del
jefe?"
"S".
Sam
neg
con
la
cabeza.
"Esto
va
a
regresar
y
morder
a
alguien
en
el
culo.
Tal
vez
no
ahora,
pero
algn
da,
algn
periodista
va
a
husmear
y
alguien
va
a
dejar
pasar
lo
que
pas.
Quiero
decir,
y
si
l
es
elegido?
Stevens,
me
refiero.
Entonces
tendr
el
inters
de
los
medios
de
comunicacin
nacional.
Van
a
excavar.
Y
de
repente,
un
reportero
le
preguntar
por
su
hermano.
Entonces,
qu?"
"No
es
nuestro
acuerdo"
"As
que
esta
O'Connor
slo
est
aqu
por
una
semana,
entonces?"
"Supongo.
Pero
est
cenando
con
Marissa
Goddard
esta
noche."
"Ah,
s?
Cundo
se
conocieron?"
Tori
sonri.
"Esta
noche
en
la
cena.
Aparentemente
Goddard
va
a
darle
el
discurso
acerca
de
por
qu
el
caso
debe
ser
cerrado,
y
O'Connor
se
supone
debe
estar
de
acuerdo
y
firmar
en
l."
"As
que
ella
est
bien
con
eso?
O'Connor,
quiero
decir."
"No.
Es
por
eso
que
ella
est
tratando
de
que
el
ama
de
llaves
hable.
Si
podemos
encontrar
algo
ms,
entonces
tal
vez
el
impulso
para
terminar
las
cosas
disminuya.
Quiero
decir,
todos
sabemos
que
Hidalgo
lo
hizo."
"Lo
que
es
slo
una
pequea
pieza
del
rompecabezas".
Tori
asinti.
"Slo
tengo
esta
sensacin
visceral
de
que
Hidalgo
era
realmente
inocente
en
todo
esto."
"Qu
quieres
decir?"
"l
no
es
un
asesino.
Creo
que
realmente
se
le
orden
dar
muerte
al
padre
Michael".
Termin
su
vino.
"Chantaje
tal
vez.
Tal
vez
algo
ms.
Pero
creo
que
alguien
le
dijo
que
matara
al
sacerdote,
y
luego
se
gan
una
bala
por
su
trabajo."
"Pero
eso
no
tiene
sentido,
Tori.
Como
dijo
Ramrez,
si
alguien
estaba
dispuesto
a
matar
a
Hidalgo,
por
qu
no
dispararle
al
Padre
Michael
el
mismo
y
no
involucrar
a
un
tercero?"
"No
lo
s.
Hay
demasiados
y
si
y
tal
ves.
Puede
que
nunca
sepamos
lo
que
realmente
sucedi".
CAPTULO
17
Casey
estaba
en
la
esquina
exterior
del
recinto,
mirando
su
reloj
por
tercera
vez.
Marissa
Goddard
tena
cinco
minutos
de
retraso.
Tal
vez
cambi
de
opinin.
Pero
Casey
neg
con
la
cabeza.
No
poda
tener
esa
suerte.
Y
si
la
mujer
resultaba
ser
una
copia
al
carbn
de
Teresa
Fillmore,
esta
va
a
ser
una
noche
corta
de
todos
modos.
Fingira
un
dolor
de
cabeza
si
necesitaba
hacerlo.
"O'Connor?"
Casey
se
volvi,
ensanchando
su
sonrisa
cuando
una
atractiva
mujer
se
acerc.
"S.
Soy
Casey
O'Connor".
La
mujer
le
tendi
la
mano.
"Marissa
Goddard."
Casey
mir,
observando
el
cabello
largo,
rubio
y
liso,
ajustados
pantalones
negros
y
el
suter
rojo
y
negro.
Mir
hacia
sus
expresivos
ojos
azules,
luego
arque
una
ceja.
"Eres
Marissa
Goddard?"
"Si"
Casey
ech
a
rer.
"La
voy
a
matar",
murmur
ella
mientras
tomaba
la
mano
tendida,
sorprendida
por
la
firmeza
del
apretn
de
manos
de
la
mujer.
Teresa
Fillmore
mi
culo.
"Disculpame?"
"Es
slo
que
...
nada",
dijo.
"Realmente
encantada
de
conocerla,
Sra.
Goddard."
La
mujer
asinti
y
coloc
su
cabello
detrs
de
las
orejas
con
impaciencia.
Hizo
un
gesto
hacia
un
Lincoln
plateado
aparcado
junto
al
bordillo.
"Vamos?"
Casey
le
sigui
elevando
sus
cejas
hacia
el
cielo
cuando
Marissa
Goddard
sostuvo
la
puerta
del
acompaante
abierta
para
ella.
"Estoy
de
humor
para
algo
picante",
dijo
Marissa.
"Tal
vez
podra
recomendarme
un
buen
lugar
Tex-Mex".
"Picante?
Si
es
picante
lo
que
quieras,
yo
soy
tu
mujer."
"Estoy
segura
de
que
lo
eres.
Sin
embargo,
slo
estaba
hablando
de
la
cena."
"Bueno,
yo
tambien,
seora
Goddard.
Qu
demonios
pensaba
que
quera
decir?"
Sus
ojos
se
encontraron
por
un
momento,
luego
Marissa
asinti,
con
una
leve
sonrisa
en
su
rostro.
"Llmame
Marissa."
Casey
se
acomod
en
el
coche
de
lujo,
viendo
como
Marissa
se
fue
hacia
el
lado
del
conductor,
deslizando
su
mirada
brevemente
a
Casey
mientras
abra
la
puerta.
"Confo
en
que
est
familiarizada
con
el
caso?"
Casey
asinti.
"Lo
que
ms
me
confunde
es
por
qu
estoy
aqu."
"Qu
quieres
decir?"
"Estoy
en
Vctimas
Especiales.
Y
de
todo
lo
que
he
ledo
y
odo,
no
hubo
delito
sexual".
"Djame
adivinar.
Has
estado
hablando
con
Hunter."
"S,
cinco
minutos
con
ella
y
me
haba
lavado
el
cerebro",
brome.
"No
hay
duda".
"Gire
a
la
izquierda
aqu."
Casey
seal.
"Y
ella
no
tena
que
lavarme
el
cerebro.
Le
los
informes.
Los
hechos
son
los
hechos.
Pero
lo
encontraron
desnudo.
Supongo
que
podra
ser
percibido
como
un
crimen
sexual"
Ella
se
encogi
de
hombros.
"O
lo
hacen
parecer
de
esa
manera."
"Qu
ests
insinuando,
Detective
O'Connor?"
"Qu
te
hace
pensar
que
estoy
insinuando
algo?"
"Tienes
razn.
Lo
siento.
No
debera
juzgarte
basada
en
Hunter."
"En
el
semforo,
gira
a
la
izquierda
otra
vez."
Venan
al
restaurante
favorito
de
Casey.
"Y
qu
pasa
contigo
y
Hunter?"
"Nosotras,
exactamente,
no
nos
llevamos
bien."
Casey
ech
a
rer.
"Supongo
que
deb
haberlo
sospechado
cuando
te
vi."
"Qu
quieres
decir?"
"Le
pregunt
como
lucas",
admiti
Casey.
"Ella
no
te
describi
correctamente",
dijo
mirando
a
Marissa
de
arriba
a
abajo.
Marissa
levant
una
ceja,
pero
no
dijo
nada.
Casey
sonri.
"Eres
atractiva.
Joven".
"Y
eso
que
tiene
que
ver
con
Hunter?"
"Ella
te
describi
como
de
unos
cincuenta
aos
y
un
troll."
"Un
troll?
Figurate".
Se
detuvo
en
el
semforo.
"Y
cincuenta
y
tantos?
Seguramente
no
me
veo
de
unos
cincuenta
aos".
"Creo
que
Hunter
me
estaba
dando
un
mal
rato".
Ella
seal
hacia
la
calle.
"La
Frontera".
Casey
se
ech
a
rer.
"No
exactamente.
Una
cita
de
trabajo",
dijo.
"Hay
alguna
posibilidad
de
que
pueda
conseguir
una
mesa?"
"Por
supuesto,
Casey.
Para
ti,
encontrar
un
lugar
muy
agradable."
"Gracias,
Fran.
Djame
ir
a
buscar
a
Marissa."
"Ah,
Marissa,"
dijo
ella,
su
acento
espaol
rodando
la
r
agradablemente.
"Suena
encantador."
"Ella
es
hermosa
a
la
vista,
s",
dijo
Casey.
"Pero
es
negocio".
"Si
tu
lo
dices,
Casey.
Ve
por
esta
cita
de
negocios.
Voy
a
ver."
Casey
se
inclin
para
besarla
en
la
mejilla.
"Gracias.
Ya
vuelvo."
Marissa
se
reuni
con
ella
con
una
sonrisa
divertida.
"La
duea?"
"Si.
Maravillosa
mujer.
Ella
nos
va
a
conseguir
una
mesa."
Casey
tom
amablemente
el
codo
de
Marissa
slo
para
que
la
otra
mujer
girara
y
mirara
rpidamente
la
mano
que
toca
su
brazo.
"Agradezco
la
caballerosidad,
detective,
pero
ciertamente
no
es
necesario.
No
estoy
en
la
necesidad
de
una
escolta
esta
noche."
"Maldicin.
Yo
y
mis
modales,
en
qu
estaba
pensando?",
dijo
Casey
a
la
ligera.
"Voy
a
dejar
que
luches
a
tu
manera
a
travs
de
la
multitud
entonces."
Y
ella
lo
hizo,
se
volvi
hacia
el
comedor
y
en
busca
de
Francesca.
Quiz
Hunter
tena
razn.
Marissa
era
atractiva,
s.
Pero
lo
de
arrogante
y
desagradable
no
era
una
exageracin.
Encontr
a
Fran
esperando
en
un
rincn
tranquilo,
lejos
del
ruido.
"Qu
tal
esto?"
Francesca
hizo
un
gesto.
"Perfecto."
"Y
tu
amiga?"
Casey
se
volvi,
esperando
que
Marissa
terminara
su
camino
a
travs
de
las
mesas.
"Fran,
conoce
a
Marissa
Goddard.
Marissa,
esta
es
Francesca
Ros,
creadora
de
las
mejores
enchiladas
de
pollo
que
puedas
comer".
Francesca
inclin
la
cabeza
cortsmente
mientras
sacaba
una
silla
para
Marissa.
"Bienvenida,
Marissa.
Siempre
es
agradable
conocer
a
una
nueva
amiga
de
Casey."
Ella
le
hizo
un
guio
sutil
a
Casey
antes
de
apretar
su
hombro.
"Voy
a
enviar
a
alguien
para
tomar
su
orden.
Las
margaritas
van
por
mi
cuenta
esta
noche,
Casey."
Casey
sonri
mientras
Fran
se
alejaba,
luego
la
contuvo
cuando
Marissa
le
mir.
"Ella
piensa
que
soy
tu
cita?"
Casey
se
encogi
de
hombros.
"Confa
en
m,
podra
irte
mucho
peor."
Ella
cruz
las
manos
sobre
la
mesa
y
se
acerc
ms.
"Soy
considerada
un
buen
partido."
Ella
arque
las
cejas
burlonamente
antes
de
sentarse
hacia
atrs
de
nuevo.
Marissa
finalmente
se
relaj.
"Supongo
que
debera
estar
agradecida
de
que
no
es
Hunter
con
quien
voy
a
cenar"
"A
mi
me
gusta",
dijo
Casey.
"Me
dijeron
que
era
odiosa
y
arrogante
para
ser
una
mujer."
Luego
se
ech
a
rer.
"Lo
que
es
ms
o
menos
como
Hunter
te
describi".
"Ella
es
aspera"
"S,
ella
pudo
haber
utilizado
esa
palabra
tambin."
Marissa
abri
la
carta
y
lo
revis
"Kennedy
es
una
mueca.
No
puedo
creer
que
est
con
alguien
como
Hunter."
"Oh,
no
lo
s.
Tori
tiene
esa
alta,
oscura
y
atractiva
cosa
que
maneja
bastante
bien.
Y
no
he
conocido
a
Kennedy".
Ella
levant
la
vista
cuando
un
camarero
se
acerc
y
rpidamente
coloc
una
canasta
de
tortillas
calientes
y
salsa
roja
y
verde
en
frente
de
ellas.
"Si
te
gustan
las
margaritas
fuertes,
tienes
que
probar
el
Rita
Ros.
Es
el
mejor
en
la
ciudad".
"Eres
un
oficial
de
polica
y
yo
estoy
conduciendo.
Qu
ests
aconsejando?"
"Una
margarita
con
tu
comida
debera
estar
bien,
seora
Goddard.
Y
si
ests
preocupada,
ser
feliz
de
tomar
el
volante."
Ella
le
dijo
al
camarero:
Dos
Rios
Ritas.
Tendr
la
ma
en
las
rocas."
Ella
mir
a
Marissa
con
las
cejas
levantadas.
"Lo
mismo".
"
Excelente
eleccin
"
el
dijo
mientras
se
inclinaba
cortsmente.
"Puedo
ofrecerle
un
aperitivo
esta
noche?"
Marissa
neg
con
la
cabeza.
"Nada
para
m,
gracias."
"Muy
bien.
Sus
bebidas
estarn
inmediatamente."
Casey
cogi
una
tortilla
y
la
hundi
en
la
salsa
verde,
haciendo
una
pausa
para
escurrir
el
exceso
de
compensacin
antes
de
introducirla
en
su
boca.
"Fabuloso",
murmur
mientras
masticaba.
"El
rojo
es
ms
picante
que
el
verde".
Ella
sonri.
"Y
siendo
una
Yankee
y
todo,
es
posible
que
desees
tomarlo
con
calma
con
la
salsa".
Marissa
tom
una
tortilla
de
la
canasta
y
la
parti
por
la
mitad,
luego
sumergi
una
en
la
salsa
roja.
"Su
comentario
Yankee
no
me
ofende,
detective,"
dijo,
tomando
un
bocado.
"Soy
del
sur
de
California."
Casey
ech
a
rer.
"Maldicin.
Pero
deb
haberlo
sabido.
Cabello
largo
rubio,
agradable
bronceado"
dijo.
"Pero
me
dijeron
que
eras
de
Boston".
Marissa
asinti
con
la
cabeza
mientras
sumerga
la
otra
mitad
de
su
tortilla
en
la
salsa
verde.
"He
estado
en
Boston
los
ltimos
ocho
aos.
Sigo
manteniendo
el
deseo
de
regresar
a
la
costa
oeste
pero
nunca
parece
haber
suficiente
tiempo.
Y
la
cama
de
bronceado
obra
maravillas"
Cogi
su
agua.
"Creo
que
el
verde
es
ms
picante"
"Debilucha".
Casey
tom
otra
tortilla.
"Entonces,
tienes
a
alguien
esperando
en
casa?
En
Boston?"
pregunt
ella,
luego
se
ech
hacia
atrs
cuando
el
camarero
trajo
las
bebidas.
"Gracias".
Marissa
mir
al
otro
lado
de
la
mesa,
mirndola
a
los
ojos.
"Esto
no
es
realmente
una
cita,
lo
sabes.
Se
supone
que
debemos
estar
discutiendo
el
caso".
"S,
pero
entonces
slo
terminaremos
discutiendo
y
arruinando
nuestra
comida.
Qu
tal
si
discutimos
el
caso
despus
de
la
cena?
Porque
si
tuviera
que
adivinar,
esta
es
la
primera
vez
que
has
tenido
la
oportunidad
de
salir
y
relajarte
en
ms
de
una
semana"
Marissa
asinti.
"Mis
citas
para
cenar
han
sido
con
el
alcalde
y
su
esposa
dos
veces,
el
alcalde
y
el
jefe
una
vez,
monseor
Bernard
de
la
dicesis
una
vez
y
el
resto
sola."
"Y
no
es
esto
ms
divertido?"
Marissa
sonri.
"S.
Gracias,
lo
es."
Casey
tom
un
sorbo
de
su
bebida,
sus
ojos
se
cerraron,
disfrutando
de
la
mezcla
perfecta
de
dulce
y
agrio.
"Dios,
esto
esta
bueno."
Ella
mir
a
Marissa
mientras
probaba
la
de
ella
"S?"
Marissa
abri
mucho
los
ojos
mientras
tragaba.
"Wow".
Se
aclar
la
garganta.
"Debera
tomar
tu
oferta
de
manejar.
Esto
es
fuerte."
Casey
cogi
las
tortillas
de
nuevo.
"Y?
Tienes
a
alguien?
En
casa?"
pregunt
de
nuevo.
Marissa
neg
con
la
cabeza.
"Ya
no
es
as.
Lo
tuve".
Hizo
una
pausa.
"Tena
una
vida
perfecta
y
un
trabajo
perfecto
haciendo
toneladas
de
dinero.
Bethany
era
todo
lo
que
siempre
haba
querido"
Ella
tom
un
sorbo
de
su
copa
de
nuevo."
Y
me
amaba.
Pero
quera
todo,
ya
sabes.
Ella
quera
una
vida
normal,
quera
tener
hijos
".
Marissa
se
ech
a
rer."
Y
quera
que
yo
los
tuviera.
Puedo
jugar
a
la
chica
tradicional
"
dijo,
sealando
a
s
misma
"pero
nunca
tuve
el
deseo
de
tener
hijos.
No
soy
exactamente
del
tipo
materno"
Ella
inclin
la
cabeza."Eso
no
import.
Ella
me
dej"
Ella
abri
su
bolso
y
sac
un
cigarrillo
y
busc
un
cenicero.
"No
fumar".
"Odio
estas
nuevas
leyes".
Baj
el
cigarrillo
justo
cuando
el
camarero
se
acercaba
de
nuevo.
"Estamos
listos
para
ordenar,
seoras?"
"Enchiladas
de
pollo
con
cremaextra
agria"
dijo
Casey
rpidamente,
sabiendo
exactamente
lo
que
quera.
"Con
frijoles
negros".
"Hambrienta?"
Pregunt
Marissa
volvi
a
mirar
su
men.
"Muerto
de
hambre".
"Mmm.
Tomar
el
combo
de
enchiladas.
Pollo,
carne
de
res
y
verduras"
dijo.
"Y
los
frijoles
negros
tambin."
"El
combo
es
bueno
tambin",
dijo
Casey,
recogiendo
otra
tortilla.
"As
que
dime
lo
que
pas."
"Con?"
"Betania.
Dijiste
que
te
dej."
"Qu?
Realmente
quieres
detalles?"
"Seguro.
Por
qu
no?"
Marissa
se
inclin
hacia
delante.
"Por
qu
estamos
cenando
y
conversando
como
si
fusemos
viejas
amigas?"
Casey
se
encogi
de
hombros.
"Soy
amable."
"Yo
no
lo
soy."
Casey
ech
a
rer.
"Est
bien.
Estaba
en
modo
psicologa".
"Eso
que
significa?"
"Soy
curiosa.
Y
hago
un
montn
de
preguntas".
Cogi
otro
tortilla.
"Y?
Ella
te
dej.
Por
qu?"
Marissa
suspir.
"Nunca
estaba
all".
"Viajas
mucho
por
todo
el
mundo
extinguiendo
el
incendio
de
las
iglesias
verdad?"
"No
slo
los
incendios
de
iglesias,
no.
Somos
especialistas
en
relacionarnos
con
los
medios.
Y
somos
buenos.
Te
acuerdas
del
aceite
Trinidad?"
"Trinidad?
A
eso
llamas
bueno?
La
mitad
de
los
pesados
de
arriba
pasaron
tiempo
en
prisin."
Las
sentencias
no
haban
sido
suaves,
Casey
record.
"Bueno,
puedes
imaginar
lo
que
habra
sido
si
no
hubiesemos
estado
all?
Tambin
tuvimos
al
senador
Bailey
cuando
embaraz
a
esa
interna.
Manejamos
el
desastre
minero
en
Kentucky
despus
de
la
explosin.
Y
s,
manejamos
los
incendios
de
las
iglesias.
Cuando
la
dicesis
de
Boston
tuvo
todos
esos
problemas,
estuvimos
all
".
Ella
bebi
el
ltimo
sorbo
de
margarita.
"Y
una
vez,
cuando
me
fu
por
unos
seis
meses,
las
llamadas
telefnicas
de
Bethany
fueron
cada
vez
menos.
El
ltimo
mes
o
algo
as,
existimos
a
travs
de
correo
de
voz.
Y
cuando
llegu
a
casa,
el
lugar
estaba
vaco."
"Vacio?
Qu?
Ella
tom
todo?"
"No.
vaco
de
vida.
Ella
no
tom
nada
ms
que
nuestro
perro."
"Y
no
trataste
de
encontrarla?"
"Por
supuesto.
Pero
no
hubo
el
final
de
cuento
de
hadas.
Ella
haba
renunciado
a
su
trabajo
y
se
traslad
a
Hartford."
Casey
frunci
el
ceo.
"Dnde?"
"Est
en
Connecticut.
Lo
juro,
uds
los
tejanos.
Hay
todo
un
mundo
ah
fuera,
lo
sabes."
Casey
sonri.
"Eso
dicen".
"De
todos
modos,
ella
est
saliendo
con
alguien
ahora.
Alguien
normal,
alguien
con
un
trabajo
de
verdad."
"Un
trabajo
de
verdad?"
"Alguien
que
est
cerca.
La
llam
una
vez,
slo
para
hacerle
saber
que
no
haba
ningn
rencor,
slo
para
hacerle
saber
que
estaba
feliz
por
ella".
Casey
asinti.
"El
cierre?"
Marissa
suspir.
"En
realidad
no.
Ella
me
dijo
que
no
volviera
a
llamar."
"As
que
djame
adivinar.
Has
renunciado
a
las
relaciones,
limitas
tu
compromiso
tanto
personalmente
como
profesionalmente,
y
satisfaces
tus
necesidades
de
intimidad
teniendo
insatisfactorias
relaciones
sexuales
con
personas
que
realmente
no
te
gustan."
Ella
arque
las
cejas.
"Estoy
en
lo
correcto?"
"Eres
muy
perspicaz,
Detective
O'Connor".
Ella
se
acerc
ms.
"Pero
yo
no
lo
llamara
sexo
insatisfactorio.
De
hecho,
es
muy
refrescante
no
tener
que
preocuparse
por
toda
esa
basura
emocional
que
va
de
la
mano
con
tener
una
relacin".
Ella
se
ech
hacia
atrs
y
le
dio
vueltas
a
su
vaso
vaco.
"Y
qu
hay
de
ti,
detective?
Tiene
a
alguien
esperando
en
casa?"
"Yo?"
Casey
ech
a
rer.
"No,
no.
Estoy
orientada
a
la
carrera
profesional.
Por
ahora,
al
menos.
Trat
de
mezclar
las
dos,
pero
me
dijeron
que
era
incapaz
de
tener
una
relacin
madura",
dijo
ella,
sorprendida
de
que
todava
haba
un
toque
de
amargura
en
su
voz.
As
que
ella
se
ri
de
distancia.
"Hace
mucho
tiempo".
"As
es
que
te
las
arreglas
con
relaciones
sexuales
insatisfactorias
con
personas
que
no
te
gustan?"
"Ah
est
la
diferencia.
No
tengo
miedo
de
comprometerme
como
t.
Slo
que
ahora
no
es
el
momento
adecuado
para
m.
Quiero
concentrarme
en
mi
carrera.
As
que
me
las
arreglo
con
aventuras
ocasionales."
Ella
sonri.
"Ocasionales
es
la
palabra
clave."
Ella
levant
la
vista
cuando
el
camarero
se
acerc
con
su
cena,
esperando
pacientemente
a
que
sus
enchiladas
de
pollo
fuesen
colocadas
delante
de
ella.
"Otra
copa?"
el
pregunt.
Casey
neg
con
la
cabeza.
"Mejor
no.
Gracias."
"Y
para
usted?"
Marissa
tambin
neg
con
la
cabeza.
"Agua
est
bien."
"Bueno,
disfruten
de
su
comida,
seoras.
Haganme
saber
si
necesitan
algo
ms."
"Se
ve
muy
bien",
dijo
Marissa
cuando
se
fue.
"Huele
grandioso."
"Sabe
muy
bien"
murmur
Casey
con
la
boca
llena
"Podra
comer
aqu
todos
los
das".
Marissa
asinti
con
la
cabeza
mientras
tomaba
su
primer
bocado.
"Excelente".
Casey
tom
un
sorbo
de
agua,
y
luego
seal
a
Marissa.
"Est
bien,
as
que
vamos
a
ver
si
lo
entiendo.
Ests
aqu,
tu
trabajo,
es
asegurarte
que
la
aventura
del
padre
Michael
no
se
haga
pblico"
"Presunta
aventura",
interrumpi
Marissa.
"Correcto.
Presunta
aventura.
Lo
siento"
Ella
baj
su
tenedor
"As
que
ests
aqu
para
asegurarte
de
que
la
supuesta
aventura
se
mantenga
en
secreto.
Quieres
que
el
caso
sea
cerrado,
Hidalgo
etiquetado
por
el
asesinato,
el
padre
Michael
mantenido
en
santidad
y
todo
el
mundo
bien
cuando
regreses
de
nuevo
a
Boston."
Marissa
se
ech
a
rer.
"Eso
es
realmente.
Puedes
hacer
que
eso
suceda?"
"Bueno,
podras
conseguir
tu
deseo.
Los
de
arriba
quieren
que
este
caso
se
cierre
a
finales
de
semana".
"Entonces,
por
qu
tengo
la
sensacin
de
que
vas
a
pasar
los
prximos
cuatro
das
tratando
de
demostrar
que
estoy
equivocada?"
Casey
sonri.
"Porque
es
mi
trabajo.
Pero
no
tengo
ninguna
duda,
de
que
este
caso
va
a
terminar
de
la
manera
que
quieras."
"Este
caso?"
"Si.
Todos
parecen
olvidar
que
el
asesino
de
Hidalgo
est
todava
ah
fuera.
Y
te
puedo
asegurar,
que
Tori
Hunter
no
va
dejarlo
sin
resolver".
Marissa
apoy
los
codos
sobre
la
mesa
y
junt
las
manos.
"Supongo
que
si
le
dicen
que
lo
deje
pasar,
lo
hara.
Quiero
decir,
ella
debe
cumplir
las
rdenes,
no?"
Casey
neg
con
la
cabeza.
"De
ninguna
manera.
Si
a
Homicidios
se
le
ordena
que
lo
deje
as,
eso
grita
encubrimiento.
Hunter
se
vuelvera
loca".
Marissa
tom
un
bocado
de
arroz.
"Qu
tan
bien
la
conoces?"
"Hunter?
Oh,
la
conoc
esta
maana.
Pero
ella
es
intensa.
Creo
que
ella
es
todo
acerca
del
honor,
acerca
de
la
verdad."
Hizo
una
pausa.
"Acerca
de
hacer
lo
correcto.
De
ninguna
manera
va
a
dejar
caer
este
caso".
"As
que
esto
es
tu
ttulo
de
psicologa
apareciendo
otra
vez?"
Casey
atac
la
ltima
de
sus
enchiladas.
"Si.
Viene
muy
bien,
no
es
as?"
"Tengo
curiosidad
sobre
una
cosa."
"Dispara".
"No
pareces
sorprendida
por
nada
de
esto.
El
llamado
encubrimiento.
No
me
has
preguntado
quien
podran
estar
involucrado"
Casey
levant
una
ceja
burlonamente.
"Ah,
s?
Crees
que
realmente
no
lo
se?"
"Lo
sabes?"
"Lo
siento.
Alto
secreto.
No
puedo
decirlo."
Marissa
asinti.
"No
habra
pensado
que
Hunter
confiara
en
ti
en
tan
poco
tiempo.
No
lo
suficiente
para
decirte
lo
que
saba."
"Bueno,
el
tiempo
es
corto".
Casey
apualado
el
ltimo
de
sus
granos.
"Y
soy
muy
confiable"
"Voy
a
tener
que
tomar
tu
palabra
en
eso.
Dudo
que
voy
a
estar
aqu
el
tiempo
suficiente
para
averiguarlo."
Casey
se
ech
a
rer.
"Maldita
sea,
Hunter,
ests
haciendo
una
broma.
Y
aqu
todo
el
mundo
deca
que
eras
todo
negocios".
Tori
se
encogi
de
hombros.
"Sam
dice
que
he
madurado".
"Hablando
de
Sam,
Marissa
piensa
que
ella
es
una
mueca.
Ella
no
est
muy
segura
de
lo
que
Sam
ve
en
ti"
Tori
se
acerc
a
la
ventanilla
y
di
la
orden
de
Casey,
luego
le
lanz
una
mirada.
Estaba
a
punto
de
decir
que
no
le
importaba
una
mierda
lo
que
Marissa
Goddard
pensaba,
pero
se
contuvo.
Entonces
ella
solt
la
nica
cosa
que
era
lo
ms
importante
en
su
mente.
"Sam
se
va."
Casey
frunci
el
ceo.
"Qu?
Oh,
to,
lo
siento.
Qu
ha
pasado?"
Tori
neg
con
la
cabeza.
"No,
quiero
decir,
ella
se
va
para
una
sesin
de
entrenamiento.
Durante
tres
semanas".
"Bueno,
mierda,
Hunter,
pens
que
estabas
diciendo
que
te
estaba
abandonando"
Tori
mir
al
frente.
"Se
siente
como
eso",
dijo
en
voz
baja.
"Qu
sucede?
Estn
teniendo
problemas?"
"No,
no.
Es
slo
que,
bueno,
nunca
hemos
estado
separadas."
Tori
se
volvi
cuando
el
desayuno
de
Casey
fue
entregado
a
travs
de
la
ventana.
"Gracias".
Casey
cogi
la
bolsa
y
la
rompi.
"No
pediste
caf,
Hunter?"
"Ya
tome
algunos".
Ella
se
apart,
mirando
como
Casey
dio
un
mordisco
de
su
sndwich.
"Cmo
te
mantienes
tan
delgada?"
"Bendiciones.
Mi
abuela
era
una
juda
polaca",
dijo
mientras
probaba
su
picadillo
marron.
"As
que
cuando
se
va
Sam?"
Tori
suspir.
"Maana".
"Maldita
sea.
Durante
tres
semanas,
eh?"
"Sip".
"Dnde
vives,
de
todos
modos?"
"Cerca
de
White
Rock."
"Bueno,
demonios,
Hunter,
si
no
estoy
ocupado
con
Marissa
este
fin
de
semana,
podemos
pasar
el
rato."
"Pasar
el
rato?"
"Si.
Tomar
unas
cervezas
en
algn
lugar,
ver
una
pelcula
o
algo
as."
Tori
le
mir
rpidamente,
luego
de
nuevo
a
la
carretera.
"Pescas?"
"Acostumbraba
pescar
todo
el
tiempo.
Mi
abuelo
vivi
en
el
lago
Fork.
Tena
un
buen
bote
de
pesca"
Cogi
su
caf
mientras
Tori
tomaba
la
curva
demasiado
rpido.
"Te
he
dicho
que
tu
manejo
apesta?"
"l
sigue
ah
fuera?"
Tori
pregunt,
haciendo
caso
omiso.
"No.
l
muri
en
la
vspera
de
Navidad,
hace
dos
aos".
Ella
se
encogi
de
hombros.
"Mi
hermano
tiene
el
barco."
"Y?"
"Y
no
nos
llevamos
bien."
Ella
arrug
la
basura
y
la
puso
en
la
bolsa,
luego
la
arroj
a
la
parte
de
atras
del
Explorer
de
Tori.
"Por
qu
no
se
llevan
bien?"
"Vamos,
Hunter,
que
no
vamos
a
tener
un
corazn
a
corazn,
verdad?"
Tori
sonri.
"S,
en
qu
estaba
pensando?
Realmente
no
hago
eso
de
corazn
a
corazn".
Se
dio
la
vuelta
en
la
calle
de
los
Hagens.
"Pero
tengo
un
barco
en
el
lago
de
Eagle
Mountain.
Es
un
yate
de
motor.
No
me
importara
la
compaa
si
quieres
hacer
un
poco
de
pesca."
Casey
sonri.
"Por
supuesto.
E
incluso
si
lograra
una
cita
con
Marissa,
probablemente
la
rechazara
por
la
oportunidad
de
pescar".
Tori
avanz
a
lo
largo
de
la
acera
y
estacionado,
tomando
nota
de
las
cortinas
corridas
en
la
casa
de
los
Hagens.
"Sbado
temprano.
Vamos
a
hacer
un
da
de
l."
Se
levant,
pensando
que
Sam
estara
orgullosa
de
ella.
Ella
no
iba
a
meterse
en
una
concha
y
esconderse
hasta
que
Sam
volviera.
Se
lo
haba
prometido.
Y
O'Connor?
Bueno,
ellas
parecan
llevarse
bien,
y
haba
pasado
mucho
tiempo
desde
que
Tori
haba
aadido
un
nuevo
amigo
a
su
vida.
"Luce
un
poco
tranquilo",
dijo
Casey.
"Crees
que
ella
nos
engao?"
"Tal
vez."
Tori
toc
el
timbre
de
la
puerta,
y
luego
golpe
varias
veces
cuando
no
escuch
ningn
sonido.
"Maldita
sea.
Y
pens
que
la
tenamos"
Tori
apret
la
cara
contra
la
ventana,
tratando
de
ver
el
interior.
Golpe
con
fuerza
en
el
panel.
"Sra.
Hagen?"
ella
llam.
"La
polica.
Abra".
"Debe
haber
ido
al
mdico
con
su
marido".
Tori
neg
con
la
cabeza.
"No
lo
creo.
Ella
quera
decirnos.
Quera
limpiar
su
conciencia."
Ella
se
alej
del
porche
y
hacia
el
lado
de
la
casa.
"Ella
medit
y
cambi
de
opinin",
dijo
Casey
mientras
le
sigui.
"A
dnde
diablos
vas?"
"A
la
parte
de
atrs."
La
madera
de
la
cerca
privada
estaba
desgastada
pero
resistente.
Tori
agarr
la
parte
superior,
probandola.
"Vas
a
saltarla?"
"La
puerta
est
cerrada
con
llave".
"No
necesitamos
una
orden
para
esto?"
Tori
puso
los
ojos,
luego
se
tir
encima
de
la
valla
y
cay
al
suelo
al
otro
lado.
Ella
esper.
"Vienes
o
qu?"
"Ya
voy,
ya
voy."
Casey
se
apoder
de
la
parte
superior
de
la
cerca,
imitando
a
Tori
se
precipit
por
la
parte
superior
y
aterriz
suavemente
en
el
suelo
junto
a
ella.
"Nada
mal
para
una
anciana,
Hunter."
Tori
frunci
el
ceo,
pero
no
dijo
nada
cuando
ella
se
desliz
en
silencio
hacia
el
porche
trasero.
Las
persianas
estaban
abiertas
en
la
cocina,
permitiendo
entrar
la
luz
del
sol
de
la
maana.
Tori
sigui
a
la
luz,
sus
ojos
se
agrandaron
cuando
vio
a
la
Sra.
Hagen.
"Maldita
sea",
murmur
mientras
sacaba
su
pistola
de
la
funda.
Casey
sac
su
arma
tambin,
siguiendo
la
mirada
de
Tori
a
la
cocina.
"Oh,
no".
Tori
gir
el
pomo
y
la
encontr
cerrada.
Ella
mir
a
Casey
y
neg
con
la
cabeza,
y
luego
us
su
hombro
para
romper
el
cristal
inferior
de
la
puerta.
"Voy
a
pedir
refuerzos."
"No
hay
necesidad
para
eso",
dijo
Tori
cuando
lleg
a
travs
del
cristal
para
abrir
la
puerta.
Entraron
en
la
cocina,
Tori
mirando
al
suelo,
donde
un
charco
de
sangre,
rodeaba
la
cabeza
de
Alice
Hagen,
su
cabello
perfectamente
peinado
ahora
hmedo
y
enmaraado.
Sus
ojos
abiertos
sin
vida
mirando
al
techo
de
su
cocina
inmaculada.
Tori
hizo
un
gesto
silencioso
hacia
el
estudio,
y
luego
seal
a
Casey,
quien
asinti.
Tori
luego
camin
por
el
pasillo
hacia
los
dormitorios,
encontrndolos
tranquilos
y
vacos.
"Despejado"
grit.
"Todo
despejado"
respondi
Casey
desde
la
otra
habitacin.
Tori
abri
su
telfono,
marc
el
nmero
de
Malone
cuando
ella
volvi
a
entrar
en
la
cocina.
"Soy
yo",
dijo
cuando
contest.
"Le
han
disparado
a
Alice
Hagen"
"Qu
demonios?
Muerta?"
"Me
temo
que
si.
Luce
similar
a
Hidalgo.
Tiro
en
la
cabeza.
No
hay
seales
de
entrada
forzada.
De
hecho,
la
casa
estaba
cerrada.
Irrumpimos
a
travs
de
la
ventana
de
la
cocina
en
la
parte
de
atras".
"Irrumpieron?
Por
favor,
di
que
haba
una
causa
probable,
Hunter",
dijo
Malone.
Tori
mir
automticamente
a
Casey.
"Vamos,
teniente,
no
pensar
que
hice
algo
ilegal,
verdad?"
"Bueno,
Sam
no
est
ah
para
frenarte,
as
que
quin
demonios
sabe.
Sikes
entra
aqu",
grit
l
y
Tori
alej
el
telfono
de
su
oreja
con
una
mueca.
"Aguarda
con
paciencia,
Hunter.
Voy
a
notificar
al
laboratorio
de
criminalstica.
Tal
vez
tengamos
suerte."
Tori
volvi
a
mirar
a
la
cocina
impecable.
"Tal
vez."
"Y
Sikes
recibi
el
informe
de
Mac
de
las
huellas
digitales.
Slo
una
result
desconocido."
"Por
que?
No
imprimieron
a
todos?"
"Todo
el
mundo
en
la
lista,
s.
Aparentemente
nuestra
impresion
misteriosa
no
estaba
en
la
lista."
"Qu
conveniente",
murmur.
"Voy
a
enviar
a
Sikes
all.
Quiero
que
t
y
cual
sea
el
nombre
de
vctimas
especiales"
"O'Connor,"
Tori
suministr.
"As
es.
O'Connor.
Las
quiero
a
las
dos
en
la
iglesia.
Obtengan
algn
tipo
de
reaccin
sobre
el
ama
de
llaves,
vean
si
ellos
dejaron
a
alguien
fuera
de
la
lista,
lo
que
sea.
Dejar
que
el
capitn
sepa.
A
lo
mejor
nos
liberan
de
cerrar
el
caso
".
"Est
bien."
"Pero
no
contengan
la
respiracin,
Hunter.
El
Jefe
quiere
que
esto
est
bien
cubierto
y
ordenado
para
el
viernes.
Dudo
que
el
asesinato
de
un
ama
de
casa
le
haga
cambiar
de
opinin."
Tori
suspir.
"Malone
nos
quiere
en
la
iglesia.
Est
enviando
a
Sikes
a
cubrir
este".
"Debimos
ser
nosotros",
protest
Casey.
"Este
es
nuestro
caso".
"Encontraremos
las
respuestas
en
la
iglesia,
no
aqu.
Tal
vez
esto
te
de
una
oportunidad
de
trabajar
tus
movimientos
con
Marissa
Goddard.
Trabajar
en
esa
cita
que
ests
tratando
de
conseguir
con
ella".
Casey
neg
con
la
cabeza,
mirando
de
nuevo
a
Alice
Hagen.
"No
puedo
creer
que
el
hijo
de
puta
la
mat."
"Bueno,
creelo."
CAPTULO
19
"Tienes
su
nmero
de
celular?"
Tori
pregunt
incrdula.
Casey
estaba
marcando,
mientras
caminaban
por
la
acera
de
la
iglesia.
"Yo
no
tengo
su
nmero.
Por
qu
tienes
su
nmero?"
Casey
sonri.
"No
coqueteaste
con
ella,
obviamente."
"Como
si",
murmur
Tori.
"Hey,
Marissa.
Es
Casey."
Ella
hizo
un
guio
a
Tori.
"Tienes
un
minuto
para
m?"
Hizo
una
pausa.
"Bueno,
Hunter
y
yo.
Ella
te
echa
de
menos",
dijo
con
una
sonrisa.
Tori
puso
los
ojos
y
le
dio
un
codazo
a
Casey.
"Sigue
con
ello."
"Gracias.
Vamos
para
alla"
Cerr
su
telfono.
"Ella
va
a
hacer
tiempo
para
nosotras.
Incluso
contigo",
dijo
con
su
propio
empujn.
"Pero
dejame
hablar
a
m."
Entonces
se
detuvo.
"Si
est
bien
para
ti,
por
supuesto."
Tori
asinti.
"Es
toda
tuya,
campeona.
Solo
voy
a
acompaarte."
"Y
sers
capaz
de
controlar
tu
temperamento?"
"Qu
temperamento?
Yo
no
tengo
un
temperamento"
"Oh,
Dios,
Hunter,
eso
fue
lo
primero
que
ellos
me
advirtieron".
"Ellos?
Ellos
quienes?"
"Todo
el
mundo,
Hunter.
Todo
el
mundo".
Casey
se
detuvo,
volvindose
para
enderezar
el
cuello
de
la
chaqueta
de
Tori
"Ahora
ests
presentable".
Los
dos
se
volvieron,
viendo
como
Marissa
entraba
en
la
habitacin,
su
mirada
iba
de
una
a
la
otra.
"Detectives"
salud
con
una
leve
inclinacin
de
cabeza.
"A
qu
debo
este
placer?"
Casey
se
adelant.
"Ahora,
mira,
saba
que
te
resultara
agradable
volver
a
verme."
Hizo
un
gesto
a
Tori.
"No
estaba
segura
sobre
Hunter,
sin
embargo."
"Veo
que
no
dejaste
tu
sentido
del
humor
en
el
restaurante,
O'Connor".
Se
volvi
a
Tori.
"Cmo
esta
Samantha?
He
odo
que
tiene
una
nueva
posicin."
Tori
levant
una
ceja.
"Hay
algo
que
no
sabes?"
"No,
si
puedo
evitarlo,
no.
Ahora,
como
puedo
ayudarles
hoy?"
Casey
dijo
"Un
par
de
cosas.
Una,
ellos
tienen
las
huellas
que
coinciden.
Todas
menos
una."
Ella
le
mir
fijamente.
"Alguna
idea
de
quin
podra
ser?"
Marissa
neg
con
la
cabeza.
"La
lista
de
nombres
vinieron
de
Monseor
Bernard
y
la
hermana
Margaret.
Creo
que
el
ama
de
llaves,
Alice
Hagen,
contribuy
con
un
par
tambin.
Ella
saba
mucho
acerca
de
las
idas
y
venidas".
"Si.
Probablemente
saba
mucho.
Probablemente
saba
con
quien
el
padre
Michael
estaba
durmiendo
y
todo."
"Aparentemente"
corrigi
Marissa.
"Bueno,
ella
est
aparentemente
muerta".
"Qu?
Alice
Hagen?"
Casey
asinti.
"Un
tiro
en
la
cabeza.
La
hemos
encontrado
esta
maana."
"Oh,
mi
Dios",
murmur
Marissa.
Mir
a
su
alrededor,
y
luego
hizo
una
sea
para
que
la
siguieran.
"Vamos
a
ir
a
mi
oficina.
Podemos
hablar
en
privado."
"Tienes
una
oficina?"
Tori
pregunt,
sorprendida.
"Temporalmente,
s.
Espero
irme
el
fin
de
semana."
"No
lo
creo",
dijo
Tori.
"No
tenemos
ninguna
intencin
de
cerrar
el
caso".
Marissa
se
detuvo
y
se
dio
la
vuelta.
"No
era
consciente
de
que
era
su
decision,
detective."
"Dudo
que
incluso
el
jefe
ordenara
cerrar
el
caso
con
todos
estos
cabos
sueltos".
Marissa
sonri.
"No
te
preocupes,
Hunter.
Realmente
no
es
tu
decisin".
Abri
una
puerta
en
el
pasillo
y
les
indic
hacia
el
interior.
"Tomen
asiento".
"As
que
creo
que
nadie
aqu
ha
sido
notificado
acerca
de
Alice
Hagen?"
Casey
pregunt.
"Como
te
dije
una
vez
antes,
no
creas
que
no
voy
a
ir
a
los
medios
de
comunicacin."
"Y
como
te
dije,
Hunter,
ni
siquiera
trates
de
amenazarme.
Esto
est
muy
por
encima
de
tu
cabeza."
Casey
se
levant.
"Podran
ustedes
dos
terminarlo?"
Ella
se
pase
por
la
habitacin.
"Piensa
en
ello.
Una
abuela
muy
agradable
fue
asesinada
porque
saba
algo,
porque
estaba
a
punto
de
hablar
con
nosotras".
Ella
mir
a
Marissa.
"Dnde
termina?
Quin
ms
sabe
algo?
Quin
ms
est
en
peligro?"
"Ests
siendo
demasiada
dramtica,
detective."
"Lo
soy?
Entonces
de
quien
es
el
maldito
nombre
que
dejaron
fuera
de
la
lista?"
"Te
lo
dije
no
lo
s."
Marissa
se
movi
en
su
silla.
"Me
dijeron
que
llevaron
a
cabo
una
veintena
de
nombres
de
los
que
pensaban
que
podran
haber
estado
en
la
casa
parroquial
en
el
ltimo
mes.
Y
por
qu
supones
que
un
nombre
se
qued
fuera?
Si
la
impresin
numero
13
es
ciertamente
la
del
asesino,
por
qu
crees
que
la
iglesia
lo
sabra
de
todos
modos?"
La
risa
de
Tori
era
sin
sentido
del
humor.
"Vamos,
Goddard.
No
es
el
asesino.
Hidalgo
es
el
asesino,
recuerda.
La
impresin
numero
13
pertenece
a
su
amante."
"Una
vez
ms,
Hunter,
es
slo
un
gran
crculo.
Ya
sabes
quin
era
el
asesino
del
padre
Michael.
Por
qu
es
tan
importante
saber
quien
era
su
amante?"
Tori
sonri.
"No
querrs
decir
presunto
amante?"
"Por
supuesto."
"Y
es
importante
porque
el
amante
podra
ser
el
responsable
de
los
asesinatos."
"O
el
amante
podra
ser
el
siguiente
en
la
lista",
aadi
Casey.
Marissa
neg
con
la
cabeza.
"Ustedes
dos
estn
locas."
Alz
las
manos.
"Qu
lista?
Creen
que
hay
una
lista
negra
o
algo
as?
Jesucristo,
fue
asesinado
un
sacerdote",
grit.
"Eso
es
todo.
Fin
de
la
historia.
No
hay
lista
negra.
No
hay
venganza.
Juan
Hidalgo
mat
al
padre
de
Michael.
Punto."
Casey
la
mir
fijamente.
"Pero
por
qu?"
le
pregunt
en
voz
baja.
"Por
qu
lo
mat?"
"Quin
sabe?
Tal
vez
simplemente
no
le
gustaba."
"Entonces,
quin
mat
a
Juan?"
Casey
le
presion.
"No
es
mi
problema,
O'Connor.
Es
de
ustedes".
Casey
sonri.
"Bueno,
tcnicamente,
es
problema
de
Hunter,"
dijo
ella,
echando
una
mirada
a
Tori.
"Solo
estoy
como
atada
por
poco
tiempo."
Se
inclin
sobre
el
escritorio
de
Marissa,
descansando
sus
manos
en
el
cristal.
"No
te
importa
ni
un
poco?
No
te
importa
que
Alice
Hagen
fue
asesinada
esta
maana?
No
quieres
saber
por
qu?"
Marissa
les
mir
y
vi
un
momento
de
debilidad
all,
un
momento
de
indecisin,
y
luego
nada
ms
que
indiferencia
cuando
la
mscara
se
desliz
en
su
lugar.
"No
es
mi
trabajo
a
cuidar,
detective.
Y
no,
no
quiero
saber
por
qu."
"Maldita
sea".
Casey
se
irgui
en
toda
su
estatura.
"Eres
acaso
humana?"
No
esper
una
respuesta.
Se
dirigi
hacia
la
puerta,
luego
se
detuvo.
"Vamos,
Hunter.
Estamos
perdiendo
el
tiempo
aqu."
"Cuando
voy
a
recibir
los
informes
de
la
Sra.
Hagen?"
Marissa
dijo
mientras
se
dirigan
hacia
la
salida.
Tori
se
dio
la
vuelta.
"No
es
nuestro
problema".
CAPTULO
20
Tori
entr
en
su
apartamento,
sorprendida
de
que
Sam
rondara
su
hogar.
El
olor
de
la
comida
china
le
salud
y
se
fue
a
la
cocina,
inspeccionando
los
contenedores
en
el
mostrador.
"Eres
tu?"
Sam
llam
desde
el
dormitorio.
Tori
sonri.
"A
quin
ms
le
has
dado
una
llave?"
pregunt
mientras
abra
uno
de
los
contenedores.
"No
te
metas
con
el
camarn,"
Sam
le
advirti.
Tori
se
meti
uno
en
la
boca
antes
de
cerrar
la
caja
de
nuevo.
"Est
bien."
Delicioso.
Abri
la
nevera
y
sac
la
botella
de
vino
que
haban
empezado
la
noche
anterior.
Lo
destap
con
facilidad
y
llen
dos
copas,
y
luego
fue
en
busca
de
Sam.
Detenindose
en
la
puerta
de
su
dormitorio,
observ
como
Sam
tiraba
ropa
en
la
casi
repleta
maleta
del
equipaje
que
yaca
en
la
cama.
"Gracias,"
dijo
Sam,
alcanzando
el
vino.
"Necesito
esto.
Necesito
un
montn
de
esto".
"Tomaste
un
montn
de
ropa"
observ
Tori.
"Como
he
dicho,
Hunter,
no
hay
ninguna
evidencia
fsica
para
vincular
a
Alice
Hagen
con
el
padre
Michael.
Juan
Hidalgo
no
es
una
parte
de
la
ecuacin".
"Al
demonio
que
el
no,"
dijo
Tori
con
furia.
"Cmo
puedes
estar
de
acuerdo
con
este
maldito
encubrimiento?"
Malone
dio
un
puetazo
sobre
la
mesa.
"No
uses
esa
palabra,
Hunter.
Estoy
siguiendo
rdenes,
as
como
ustedes
van
a
cumplir
las
rdenes.
Ahora
el
caso
est
cerrado.
Punto."
"Pero
qu
pasa"
"Hunter,
por
favor,
que
est
fuera
de
mis
manos.
No
crees
que
yo
hara
algo
si
pudiera?"
"No
tiene
un
maldito
sentido".
"S
que
no
tiene
un
maldito
sentido,
Hunter,"
dijo
l,
su
voz
igual
de
fuerte
como
la
de
ella.
"Pero
nosotros
trabajamos
los
casos
que
nos
dan."
Seal
a
O'Connor.
"Vctimas
especiales
van
a
archivar
el
caso
del
padre
Michael.
Todava
tenemos
dos
homicidios
abiertos
aqu,
Hunter."
l
asinti
con
la
cabeza.
"Trabajamos
lo
que
se
nos
ha
dado."
l
los
mir
por
un
momento,
esperando.
"Si
no
hay
ms
preguntas,
me
gustara
darle
las
gracias
oficialmente
Detective
O'Connor
por
su
ayuda
en
este
caso.
Creo
que
el
jefe
tambin
se
ocupar
de
mencionar
la
participacin
de
vctimas
especiales
"
l
arregl
los
papeles
en
su
escritorio
una
ltima
vez,
para
luego
dejarlos
a
un
lado.
"Hunter,
si
pudiera
hablar
contigo"
dijo
mientras
l
despeda
a
Sikes
y
O'Connor.
"Bueno,
voy
a
partir
chicos.
No
se
puede
decir
que
no
ha
sido
divertido."
Casey
dio
la
mano
a
Sikes.
"Voy
a
esperar
una
invitacin
a
la
prxima
fiesta
de
poker".
Ech
un
vistazo
a
Tori.
"Todava
en
el
maana,
Hunter?"
"Temprano.
Ven
por
la
casa."
Casey
asinti.
"Teniente,
me
gustara
decir
que
ha
sido
un
placer,
pero,
francamente,
este
caso
apesta".
"Lo
mismo
digo,
O'Connor".
Esper
hasta
que
se
fueron
antes
de
mirar
a
Tori,
hablando
antes
de
que
ella
pudiera
hacerlo
"Es
lo
que
es,
Hunter."
Ella
asinti
con
la
cabeza.
"Lo
s."
Hizo
un
gesto
hacia
la
sala
de
la
brigada.
"Ella
est
bien?"
"O'Connor?
S,
est
bien."
Tori
sonri.
"Habla
demasiado".
"Su
capitn
piensa
muy
bien
de
ella.
Extraoficialmente,
Hunter,
todos
estamos
de
acuerdo
con
este
caso,
lo
sabes.
Pero
nuestras
manos
estn
atadas".
"Entiendo".
"No,
no
lo
haces.
Demonios,
no
lo
entiendes
ms
que
yo.
Pero
nadie
tiene
respuestas
para
nosotros."
l
frunci
el
ceo.
"Esto
es
ms
grande
que
un
simple
asesinato.
Yo
lo
s
y
t
lo
sabes.
Pero
no
termina
aqu."
"Y
si
nuestra
investigacin
de
la
muerte
de
Hidalgo
y
Hagen
arrojan
luz
sobre
esto?"
"Entonces
tendremos
que
ver
cuan
lejos
llega,
no
es
as?"
Tori
entrecerr
los
ojos.
"Qu
sabes,
Stan?"
"No
soy
estpido
y
t
tampoco.
Si
la
oficina
del
alcalde
est
involucrada,
si
el
jefe
est
involucrado,
entonces
es
poltica,
as
de
simple.
No
s
por
qu,
y
no
s
que
estn
tratando
de
ocultar,
pero
es
poltica"
Tori
asinti.
Malone
slo
estaba
suponiendo.
Ella
lo
saba
de
hecho,
pero
no
estaba
dispuestoaa
romper
la
confianza
de
Sam
al
compartir
lo
que
saba.
"Por
cierto,
he
odo
que
Kennedy
fue
enviada
afuera"
"Esa
es
una
manera
de
decirlo.
Tres
semanas.
Va
a
ser
un
poco
tranquilo
en
la
casa."
"Vas
a
estar
bien?"
"Si.
Quiero
decir,
hablamos
por
telfono.
No
es
que
no
vamos
a
comunicarnos
durante
tres
semanas."
"Y
O'Connor?"
"Qu
pasa
con
ella?"
"Nueva
amiga?"
"Oh,
te
refieres
a
maana?
S,
a
ella
le
gusta
pescar.
Vamos
a
salir
en
la
embarcacin."
Malone
asinti.
"Bien,
Hunter,
bien."
l
se
ech
a
rer.
"Sam
me
dijo
que
mantuviera
un
ojo
sobre
ti."
CAPTULO
22
Casey
tir
del
cuello
de
su
chaqueta
de
cuero
apretandolo
contra
su
cuello,
tratando
de
protegerse
del
fro
que
se
haba
instalado
en
la
ciudad.
Al
parecer,
los
das
de
primavera
eran
slo
una
tomadura
de
pelo.
Mir
hacia
el
cielo,
preguntndose
si
tendran
que
cancelar
su
viaje
de
pesca.
"Maldita
sea",
murmur
cuando
una
rfaga
de
viento
le
golpe
la
cara.
Ella
corri
por
las
escaleras
a
la
dicesis,
cerrando
la
puerta
suavemente
detrs
de
ella
mientras
ella
se
estremeci
con
el
calor
repentino.
Puso
su
sonrisa
ms
encantadora
a
la
mujer
joven
detrs
del
mostrador.
"De
dnde
viene
esto?"
pregunt,
sealando
por
la
ventana.
"Bueno,
todava
es
invierno"
dijo.
"Podramos
tener
lluvia
helada
durante
la
noche."
"Ah
va
mi
viaje
de
pesca",
murmur
Casey.
Golpe
la
mesa
con
los
nudillos
a
la
ligera.
"Soy
la
detective
O'Connor
de
Vctimas
Especiales.
Hay
alguna
posibilidad
de
que
pueda
hablar
con
Marissa
Goddard?"
"Oh,
lo
siento.
Ella
est
en
el
juzgado.
Estn
teniendo
una
rueda
de
prensa".
Ech
un
vistazo
a
su
reloj.
"Ahora
mismo,
de
hecho.
Y
por
fin,
podemos
dejar
que
el
Padre
Michael
descanse
en
paz.
Todo
esto
ha
sido
horrible."
"S.
horrible
para
mucha
gente".
Casey
se
aclar
la
garganta.
"Voy
a
ponerme
al
da
con
ella
en
su
hotel,
entonces.
Todava
est
en
el
Regency,
no?"
le
pregunt
casualmente.
"Oh,
no.
Ella
est
quedandose
en
la
nueva
Suit
Bentley.
Me
han
dicho
que
es
muy
lujosa."
"Bentley,
eso
es
correcto".
Casey
entreg
una
de
sus
tarjetas.
"Si
ella
regresa
aqu,
djele
saber
que
estoy
buscandola."
"Por
supuesto,
pero
no
actuaba
como
si
fuese
a
volver."
La
recepcionista
sonri.
"De
hecho,
ella
mencion
algo
acerca
de
conseguir
una
botella
de
whisky
y
pedir
pizza"
"Una
buena
manera
de
relajarse."
Casey
se
ech
a
rer.
"Gracias
por
su
tiempo.
Trate
de
mantenerse
caliente
ahora".
Pero
la
sonrisa
desapareci
de
su
rostro,
tan
pronto
como
ella
dio
un
paso
atrs
en
el
fro.
Era
demasiado
tarde
para
tratar
de
hacer
entrar
en
razn
a
Marissa.
Ella
neg
con
la
cabeza.
No
es
que
hiciera
algn
bien.
Sac
su
celular,
marcando
a
Tori
mientras
corra
por
la
acera
hacia
su
coche.
Ella
se
sorprendi
cuando
sali
el
correo
de
voz.
"Hunter,
soy
yo.
Trat
de
coger
a
Marissa
en
la
iglesia.
No
hubo
suerte."
Hizo
una
pausa.
"Pens
que
tal
vez
podramos
detener
esta
maldita
conferencia
de
prensa".
Mir
hacia
el
cielo.
"Bueno,
supongo
que
eso
es
todo.
Y
en
caso
de
que
no
lo
hayas
odo,
nos
vamos
a
congelar
el
trasero
maana".
Ella
desliz
su
telfono
en
el
bolsillo
de
su
chaqueta,
abri
su
coche
a
veinte
pasos
de
distancia
y
ech
a
correr
hacia
l.
"Jess,"
murmur
cuando
ella
cerr
con
brusquedad
la
puerta,
todava
temblando
de
fro.
Se
sent
con
la
calefaccin
al
mximo
durante
unos
instantes,
tratando
de
decidir
qu
hacer.
Una
idea
vino
a
ella,
y
ella
sonri
con
malicia
mientras
se
alejaba.
Una
hora
y
media
ms
tarde,
despus
de
que
Casey
haba
hablado
con
el
encargado
de
que
le
permitiera
entrar
en
la
suite
de
Marissa,
puso
la
pizza
en
el
pequeo
bar
junto
a
la
botella
de
whisky
que
haba
recogido.
Se
sent
en
una
de
las
cmodas
sillas
de
la
sala
de
estar.
No
tuvo
que
esperar
mucho.
"Seora
Goddard,
me
alegro
de
verte
de
nuevo",
dijo
de
manera
uniforme
cuando
se
abri
la
puerta.
Ella
se
sorprendi
por
la
compostura
que
Marissa
mantuvo
al
encontrarla
all.
"Qu
demonios
ests
haciendo
aqu,
O'Connor?
Allanamiento
de
morada?"
Casey
seal
el
bar.
"Te
he
trado
pizza."
"Y
Scotch?
Veo
que
has
hecho
tu
investigacin".
Casey
se
puso
de
pie
y
se
inclin
casualmente
contra
la
barra.
"Cmo
te
fue?"
"Cmo
me
fue?"
"Sabes
muy
bien
de
qu
estoy
hablando."
"Fue
encantador,
O'Connor.
Encantador".
Arroj
las
llaves
sobre
la
mesa,
junto
a
su
computadora
porttil.
"De
hecho,
fue
tan
bien,
que
creo
que
los
medios
de
comunicacin
han
perdido
el
inters
en
el
caso.
Casi
no
hubo
preguntas."
"Bueno,
escondiste
todo,
lo
suficiente,
siempre
hay
alguna
nueva
crisis
que
tome
su
lugar.
Pero
no
hay
preguntas
sobre
Alice
Hagen?
Estoy
asombrada".
"No
hubo
una
sola
mencin
de
ella,
en
realidad.
Y
tu
jefe
lo
llam
una
terrible
coincidencia
despus
de
lo
que
acababa
de
suceder
con
el
padre
Michael."
Ella
sonri.
"Pero
he
odo
que
homicidio
est
sobre
eso"
"Oh,
s.
Las
pruebas
slo
se
estn
acumulando",
dijo
Casey
con
sarcasmo
"Y
cmo
duermes
por
las
noches?"
"Duermo
muy
bien,
gracias."
Abri
la
botella
de
whisky
y
llen
dos
vasos
"Slo
estoy
haciendo
mi
trabajo,
O'Connor"
desliz
un
vaso
sobre
la
barra
hacia
Casey.
"De
hecho,
mi
trabajo
est
hecho.
Tengo
un
poco
de
papeleo
para
completar
maana,
entonces
me
voy
de
aqu.
"
"
Eso
es
rpido.
Golpear
y
correr,
eh?
"
Marissa
ech
a
rer.
"Mi
vuelo
no
es
hasta
el
domingo
por
la
noche.
Golpear
y
correr
me
sacara
maana
al
medioda".
Tom
un
trago
generoso
del
Scotch
y
cerr
los
ojos.
"Bueno",
murmur.
Casey
hizo
girar
el
lquido
mbar
alrededor
antes
de
tomar
un
sorbo.
Ella
asinti
con
la
cabeza.
Suave.
Se
bebi
el
resto
antes
de
deslizar
el
cristal
sobre
la
barra
hacia
Marissa.
"Esto
esta
jodidamente
mal
y
lo
sabes."
"Lo
que
s
o
no
s,
no
es
tu
problema,
O'Connor".
Ella
volvi
a
llenar
los
dos
vasos.
"Me
pagan
para
hacer
que
los
problemas
desaparezcan."
Ella
sonri
mientras
deslizaba
el
vaso
a
Casey.
"Lo
cul
fue
fcil
en
este
caso,
ya
que
tanto
el
alcalde
como
el
jefe
estaban
dispuestos
a
empujar
los
lmites
de
lo
que
ellos
controlaban".
Ella
volvi
a
beber.
"Increble,
de
verdad."
Casey
tom
otro
trago,
pequeo
mientras
miraba
a
Marissa
por
encima
del
borde
del
vaso.
"Jodidamente
increble",
dijo
en
voz
baja.
"Pero
que
es
lo
que
todos
esconden,
me
pregunto."
"Escondiendo?"
Casey
baj
el
vaso.
"S,
escondiendo.
La
iglesia
est
ocultando
algo.
El
alcalde
est
escondiendo
algo.
El
jefe
est
escondiendo
algo.
Tu
ests
escondiendo
algo.
"
"Yo?
Te
aseguro
que
no
tengo
nada
que
ocultar".
"En
serio?
Entonces,
tal
vez
slo
ests
ocultando
lo
que
colectivamente
todos
ocultan"
Apur
el
resto
de
su
scotch.
"Debido
a
que
conoces
todos
los
secretos,
verdad?"
"S
secretos,
s.
Pero
dificilmente
conozco
todos
los
secretos,
O'Connor.
Despus
de
todo,
todava
estoy
viva".
Sostuvo
la
botella
y
Casey
asinti.
"Sabes
a
quien
pertenece
la
decimotercera
impresin",
dijo
Casey.
"Posiblemente".
"Lo
que
significa
que
sabes
quien
era
su
amante".
"Presunto
amante",
dijo
Marissa
como
en
piloto
automtico.
Ella
empuj
el
vaso
sobre
la
barra.
"Y
antes
de
entrar
en
otra
discusin
sobre
eso,
no,
no
voy
a
decirte.
Porque
no
importa
en
este
caso."
Casey
neg
con
la
cabeza.
"Por
mi
propia
vida,
no
puedo
entender
por
qu
te
importa
tan
poco.
Estas
son
personas,
seres
humanos.
Sus
muertes
no
significan
algo
para
ti?"
"Oh,
no
te
pongas
dramtica
conmigo,
O'Connor.
Como
he
dicho,
slo
estoy
haciendo
mi
trabajo.
Y
soy
muy
buena
en
mi
trabajo."
"
Sin
embargo,
es
un
trabajo
sucio
y
solitario,
no
es
as?"
Casey
pregunt.
"Cmo
le
haces
frente?"
Marissa
se
quit
la
chaqueta
y
la
tir
sobre
la
silla.
"Lo
enfrento
con
un
Scotch",
dijo
mientras
sealaba
la
botella
rpidamente
vaciada.
"Y
a
veces
el
sexo
con
un
extrao
hace
el
truco
tambin"
"
Sexo
insatisfactorio
no
puede
aliviar
tu
conciencia."
Casey
se
apart
de
la
barra
y
se
dirigi
hacia
ella.
"Pero
yo
no
soy
una
extraa,
verdad?"
"Te
dije
que
no
iba
a
dormir
contigo."
Casey
sonri.
"Pero
has
cambiado
de
opinin."
Ella
arque
una
ceja.
"No
es
as?"
Marissa
se
acerc,
sus
zapatos
de
tacn
hacindola
mas
alta
que
Casey.
Pero
fue
el
fuego
en
sus
ojos
lo
que
intimid
Casey
no
su
altura.
Pas
la
mano
dentro
de
la
chaqueta
de
Casey,
desde
su
cintura
hacia
su
pecho.
"S,
he
cambiado
de
opinin."
Antes
de
que
Casey
pudiera
responder,
Marissa
le
haba
presionado
contra
la
pared,
ambas
manos
cubriendo
audazmente
los
pechos
de
Casey.
"No
planeo
ser
gentil",
murmur
Marissa
mientras
sus
labios
posean
los
de
Casey.
Quitando
las
manos
de
Marissa
de
sus
pechos,
Casey
agarr
las
muecas
de
Marissa,
girandolas
detrs
de
su
espalda.
"Yo
tampoco",
respondi
ella
mientras
le
daba
la
vuelta,
atrapando
a
Marissa
contra
la
pared,
y
apret
su
muslo
entre
sus
piernas.
Ella
oy
jadear
a
Marissa,
la
vio
cerrar
los
ojos
mientras
su
boca
se
abra.
El
beso
de
Casey
beso
fue
casi
bruscos,
o
as
lo
esperaba
y
cuando
solt
las
manos
de
Marissa,
sinti
que
la
boca
de
Marissa
segua
abierta
para
ella.
Empuj
la
chaqueta
de
Casey,
deslizndola
hacia
abajo
sobre
sus
hombros.
Casey
le
haba
conocido
menos
de
una
semana,
haba
decidido
que
ni
siquiera
le
gustaba
la
mujer,
pero
estaba
tan
excitada
como
ella
nunca
recordaba
haber
estado.
Sus
manos
se
deslizaron
a
travs
de
la
blusa
de
seda,
el
material
suave
y
fresco
a
su
contacto.
Sin
pensarlo,
arranc
los
minsculos
botones
mientras
tiraba
de
la
blusa,
dejando
al
descubierto
el
sujetador
negro
de
encaje
que
cubra
los
pechos
llenos
de
Marissa.
Marissa
gimi
en
su
boca,
sus
caderas
golpeando
con
fuerza
contra
Casey
mientras
montaba
sobre
su
muslo.
Casey
jur
que
poda
sentir
la
humedad
en
contra
de
sus
jeans
y
se
inclin
hacia
Marissa,
ajustndose
con
fuerza
contra
ella.
"Dios,
s",
murmur
Marissa
cuando
agarr
los
hombros
de
Casey,
sujetandolos
con
fuerza.
Casey
se
agach,
encontrar
su
camino
bajo
la
falda
de
Marissa.
Frenticamente,
arranc
las
pantimedias
que
le
bloqueaban.
Desesperada
por
estar
dentro
de
ella,
sac
la
ofensiva
prenda
lejos
de
ella,
su
mano
deslizndose
suavemente
en
su
humedad,
sus
dedos
penetraron
a
Marissa
frotando
dentro
de
ella.
"S,
ms
duro."
Marissa
se
qued
sin
aliento
mientras
se
encontraba
con
cada
embestida
de
los
dedos
de
Casey.
"Mas
duro",
le
susurr.
Casey
sinti
el
sudor
en
su
frente
mientras
sostena
a
Marissa
contra
la
pared,
con
la
mano
penetrando
ms
rpido
y
ms
rpido,
la
mancha
de
humedad
goteando
sobre
sus
dedos.
Marissa
estaba
jadeando,
meciendo
sus
caderas
ms
rpido,
cada
embestida
ms
fuerte
que
la
anterior,
y
Casey
aguant,
su
respiracin
emparejando
la
de
Marissa
mientras
la
llev
al
orgasmo.
Ella
cerr
los
ojos
cuando
Marissa
le
mordi
con
fuerza
contra
su
cuello,
su
cuerpo
se
convulsionaba
entre
los
brazos
de
Casey
hasta
que
alcanz
el
clmax,
su
grito
se
ahog
contra
la
garganta
de
Casey.
"Jess,
O'Connor,"
murmur
ella
entre
jadeos.
"Es
una
blusa
de
doscientos
dlares
la
que
acabas
de
rasgar"
Casey
sonri
estpidamente
mientras
trataba
de
recuperar
el
aliento,
sus
dedos
se
deslizaban
por
entre
las
piernas
de
Marissa,
movindose
contra
su
cintura,
pintando
la
piel
de
Marissa
con
su
propia
humedad.
Sinti
los
dedos
de
Marissa
acariciando
su
cara
y
abri
los
ojos,
sorprendida
por
la
calidez
en
los
ojos
azules
que
le
devolva
la
mirada.
"Si
no
tienes
donde
estar
esta
tarde,
quiero
que
te
quedes".
Casey
asinti
con
la
cabeza,
mirando
de
los
ojos
de
Marissa
a
los
labios,
y
luego
de
vuelta
otra
vez.
"Esta
bien,
s".
"No
estoy
segura
de
tener
la
energa
para
estar
desnuda
ms
tiempo"
dijo
Casey
con
una
sonrisa.
"Lamentablemente,
tengo
que
estar
de
acuerdo
contigo"
Se
arrastr
de
vuelta
en
la
cama,
deslizndose
ms
cerca
de
Casey.
"Ha
sido
fantstico,
por
cierto."
Casey
sonri.
"S,
lo
fue,
no?"
Marissa
se
ech
a
rer.
"Eso
no
fue
un
cumplido
exclusivamente
para
ti.
Creo
que
he
participado,
ya
sabes.
Pero
fue
una
gran
manera
de
pasar
la
tarde".
Casey
rod
sobre
su
costado,
encarando
a
Marissa,
incapaz
de
borrar
la
tonta
sonrisa
de
su
cara.
Hunter
iba
a
matarla,
por
supuesto.
Ella
estaba
durmiendo
con
el
enemigo,
despus
de
todo.
Pero
nada
de
eso
importaba
ahora
mismo.
Estaba
cansada,
tanto
mental
como
fsicamente,
y
cerr
los
ojos
mientras
su
mano
serpenteaba
a
lo
largo
del
muslo
de
Marissa,
haciendo
una
pausa
al
llegar
a
la
curva
de
su
cadera.
Se
sinti
decepcionada
cuando
Marissa
detuvo
sus
movimientos.
"O'Connor,
tenemos
que
hablar",
dijo.
Casey
abri
los
ojos.
"Ahora?"
"S
a
quien
le
pertenece
la
impresin
decimotercera"
Casey
se
incorpor
sobre
el
codo,
pero
no
dijo
nada.
"Al
padre
Tim,Timothy
Resson,
fue
trasladado
fuera
de
aqu
cuatro
das
antes
del
asesinato",
dijo.
"Por
qu
crees
que
era
el
nico?"
"Yo...me
met
en
los
archivos
personales
de
Monseor
Bernard".
Marissa
se
sent,
apoyandose
contra
la
cabecera
de
la
cama,
su
mirada
movindose
nerviosamente
por
la
habitacin.
"Y
no
debera
estar
diciendo
nada
de
esto.
No
debera
haber
buscado
en
los
malditos
archivos,
para
empezar."
Ella
tom
una
respiracin
profunda.
"Me
pagan
para
fabricar
la
verdad,
exagerar,
mentir".
Ella
mir
rpidamente
a
Casey.
"Dificilmente
s
cual
es
la
verdad".
"Entonces,
por
qu
me
dices
esto?"
"Porque
me
dijiste
que
no
me
importaba.
El
otro
da,
dijiste
que
no
me
importaba.
La
verdad
es
que
s
me
importa.
Me
importa
que
un
sacerdote
fuese
asesinado.
Me
importa
que
una
abuela
agradable
fuese
asesinada"
dijo
Marissa,
su
tono
enftico.
"Se
supone
que
no
me
importe,
O'Connor.
Como
he
dicho
antes,
no
es
mi
trabajo
que
me
importe"
"Est
bien.
Comprendo.
No
tienes
que
decirme
nada.
Slo
porque
dormimos
juntas"
"Esto
no
tiene
nada
que
ver
con
el
hecho
de
que
tuvimos
sexo,
O'Connor".
Ella
cerr
los
ojos.
"Bueno,
tal
vez
si"
Ella
los
abri
de
nuevo,
volviendose
a
Casey.
"El
padre
Tim
fue
trasladado
sin
motivo,
sin
previo
aviso.
Lo
encontr
en
los
archivos
regulares
cuando
estaba
revisando
la
lista
de
nombres
que
les
presentaramos
a
ustedes
para
las
impresiones.
Esto
despert
mi
curiosidad.
Si
hay
algo
que
aprend
de
trabajar
con
las
iglesias
en
Boston,
es
que
siempre
hay
dos
archivos.
Uno
ajustado
para
el
pblico
...
y
el
otro
no".
Casey
asinti.
"Adelante."
"Normalmente,
si
un
sacerdote
se
transfiere
a
otra
dicesis
o
parroquias,
hay
un
rastro
de
papel
de
algn
tipo,
ya
sea
solicitando
arreglos
de
vivienda,
asignaciones,
lo
que
sea.
Hacer
los
arreglos
para
una
transferencia,
por
lo
general
lleva
meses,
no
das"
Retorci
las
sabanas
nerviosamente
entre
sus
manos.
"Los
archivos
de
Monseor
Bernard
eran
mucho
ms
reveladores.
Saba
que
estaban
teniendo
una
aventura.
Culp
al
padre
Michael,
pero
debido
a
su
posicin
en
la
iglesia,
no
pudo
trasladarlo
sin
que
surgieran
interrogantes.
Asque
,
envi
el
Padre
Tim
lejos.
Lo
envi
lejos
a
alguna
parte
del
oeste.
Balmorhea?
"
"Si.
Es
una
pequea
ciudad
al
oeste
de
Texas,
cerca
de
las
Montaas
Davis."
Casey
conoca
la
zona.
"Est
en
medio
de
la
nada".
"Al
parecer,
ah
es
donde
vas
cuando
ests
siendo
castigado".
"Entonces,
monseor
Bernard
inici
la
transferencia?"
"Parece
de
esa
manera
en
papel.
Desde
luego,
el
obispo
tendra
que
firmar
en
l."
Ella
se
encogi
de
hombros.
"Una
transferencia
normal,
era
slo
una
formalidad
que
el
obispo
lo
aprobara.
En
este
caso,
podra
asumir
que
el
Monseor
Bernard
revel
la
razn
al
obispo
Lewis.
Especialmente
a
la
luz
de
los
hecho
de
que
esta
dicesis
en
particular,
haba
tomado
un
poco
de
calor
en
el
pasado
para
tratar
de
encubrir
las
acusaciones
de
abuso
sexual,
estoy
segura
de
que
el
obispo
saba.
A
menos
que,
por
supuesto,
Monseor
Bernard
pensara
que
poda
manejarlo
por
su
cuenta,
que
es
como
estas
cosas
degeneran
en
encubrimientos".
Casey
se
sent,
haciendo
caso
omiso
de
la
sabana
que
se
desliz
hasta
su
cintura.
"No
lo
he
conocido,
pero
crees
que
Monseor
Bernard
es
capaz
de
asesinar?"
Marissa
se
ech
a
rer.
"Oh,
por
favor.
Bernard?
De
ninguna
manera.
A
pesar
de
su
tamao,
probablemente
entre
ochenta
y
cien
kilos
de
sobrepeso,
l
tiene
maneras
muy
afables.
Dbil,
incluso."
"Slo
porque
alguien
es
afable
no
significa
que
no
sea
capaz
de
matar.
Pero
si
l
es
un
hombre
grande,
probablemente
no
sea
exactamente
ligero
de
pies.
El
asesino
de
Hidalgo
y
de
Alice
Hagen,
en
cuanto
a
eso,
entraba
y
sala
sin
ser
visto
u
odo"
"He
ledo
los
informes.
Hidalgo
viva
en
el
tercer
piso.
No
estoy
segura
de
que
el
monseor
podra
haber
hecho
tres
tramos
de
escaleras
sin
sufrir
un
ataque
al
corazn.
l
se
queda
sin
aliento
simplemente
caminando
por
el
pasillo"
Ella
neg
con
la
cabeza.
"l
no
es
tu
asesino."
Casey
se
levant
de
la
cama,
buscando
en
el
suelo
su
ropa.
"Espero
que
no
veas
esto
como
un
golpe
y
correr
dijo
con
una
sonrisa
mientras
sostena
sus
jeans.
"Pero
creo
que
tengo
que
entrevistar
a
este
padre
Tim".
"O'Connor,
lo
que
acabo
de
decire
es
extraoficial,
lo
entiendes,
verdad?"
"Por
supuesto."
"As
es
que
si
el
padre
Tim
te
da
algo
til,
realmente
no
puedes
utilizarlo.
Debido
a
que
tcnicamente
no
sabes
que
existe."
"Si
el
padre
Tim
fue
transferido
cuatro
das
antes
del
asesinato,
no
creo
que
l
vaya
a
saber
nada.
Pero
l
puede
ayudarnos
a
entender
el
por
qu
de
todo
esto.
Por
qu
fue
el
padre
Michael
asesinado
por
Juan
Hidalgo?
Tal
vez
haba
un
rencor
entre
ellos
que
Padre
Tim
conoca"
Se
puso
el
jersey
por
la
cabeza.
"O
tal
vez
es
como
has
dicho
todo
el
tiempo,
slo
es
un
asesinato
sin
causa."
"Tu
no
crees
eso
ms
que
yo".
Casey
sonri.
"No,
no
lo
creo."
Ella
se
sent
en
la
cama.
"Gracias."
"Por
el
sexo?"
Sonrojndose,
Casey
se
ech
a
rer.
"No,
por
decirme
lo
que
sabas.
Porque
no
quera
creer
que
no
te
importaba."
"Me
he
ganado
la
vida
con
el
no
importarme,
O'Connor.
Este
caso
solo
ha
tocado
una
fibra
sensible,
es
todo.
No
tiene
nada
que
ver
contigo."
"Podras
haber
mentido
y
decir
que
tena
mucho
que
ver
conmigo",
dijo
mientras
se
acercaba
ms.
"Gracias
por
la
tarde.
Es
una
que
no
olvidar",
murmur
antes
de
besarla.
Marissa
le
agarr
del
brazo
mientras
Casey
se
levantaba
para
irse.
"Mi
vuelo
sale
el
domingo
por
la
noche."
Sus
ojos
se
encontraron.
"Si
quieres
...
bueno,
si
deseas
que
estemos
juntas,
llmame."
"Absolutamente"
Casey
se
dirigi
a
la
puerta,
luego
se
volvi
hacia
ella.
"S,
absolutamente."
CAPTULO
24
"Vamos,
Hunter,
abre",
grit
Casey
cuando
golpe
la
puerta.
"Est
helando
aqu
afuera."
Se
estremeci
cuando
mir
hacia
el
cielo
oscuro,
preguntndose
cuando
la
lluvia
helada
comenzara.
Tori
abri
la
puerta,
de
pie
en
un
par
de
sudaderas
grises
y
los
pies
descalzos,
una
botella
de
cerveza
agarrada
casualmente
en
una
mano.
Ella
sonri
un
poco
y
luego
indic
a
Casey
para
entrar.
"As
que,
O'Connor,
te
perdiste
esta
tarde
o
qu?"
Casey
esperaba
que
Tori
no
pudiera
ver
el
rubor
que
cubri
su
cara,
pero
ella
se
ri.
"S,
Hunter,
perdida.
Perdida
durante
horas".
Se
quit
la
chaqueta
y
la
tir
sobre
una
silla,
luego
cogi
una
rebanada
de
la
pizza
que
Tori
haba
puesto
sobre
la
mesa
de
caf.
Nunca
llegu
a
comer
la
pizza
con
Marissa.
"Fue
fabuloso,
por
cierto."
"Por
favor,
dime
que
no
lo
hiciste."
"Oh,
pero
lo
hice."
Seal
a
la
cerveza.
"Tienes
otra?"
"S,
tengo
otra,
pero
qu
demonios
ests
haciendo
aqu?
No
tiene
que
darme
un
recuento
de
tu
tarde,
ya
sabes,"
dijo
yendo
hacia
la
nevera.
Sac
dos
botellas
y
le
dio
una
a
Casey.
"Como
si
pudiera.
Pero
vamos
a
tener
que
cancelar
nuestros
planes
de
pesca
para
maana."
Ella
se
quit
la
gorra
y
la
tir
a
Tori.
Tori
levant
las
cejas.
"Crea
que
incluso
el
sexo
no
era
suficiente
para
hacerte
perder
una
cita
para
pescar"
le
reprendi.
"No
es
el
sexo.
Y
ni
siquiera
el
clima
fro.
Necesitas
una
maleta".
Sali
de
la
cocina
y
mir
por
el
pasillo
oscuro.
"Dnde
est
tu
habitacin?"
"Empacar
una
maleta
para
qu?"
"Vamos
a
Balmorhea.
A
entrevistar
a
la
impresin
13."
Ella
sonri.
"Me
dio
el
nombre."
"Vaya,
eres
persuasiva".
"Ella
dijo
que
no
tena
nada
que
ver
conmigo."
"Correcto.
Y
ella
te
dijo
el
nombre
antes
o
despus
de
dormir
juntos?"
"Pudo
haber
sido
despus,
Hunter."
Ella
agarr
el
brazo
de
Tori.
"Vamos,
una
maleta".
"Viaje
por
carretera?"
"Oh,
diablos,
no.
Tenemos
un
vuelo
a
Midland.
A
partir
de
ah,
vamos
a
alquilar
un
coche
y
conducir
a
Balmorhea.
Y
djame
decirte,
alquilar
un
coche
en
Midland
no
es
precisamente
fcil."
"Oeste
de
Texas?
Ests
segura
de
esto,
O'Connor?"
"Por
supuesto
que
estoy
segura.
Es
otro
sacerdote".
Casey
mir
su
reloj.
"Ahora,
date
prisa.
Nuestro
vuelo
es
a
las
nueve.
"
"Cmo
te
las
has
arreglado
para
tener
pasajes
tan
rpido?"
"Llam
a
tu
teniente
Malone.
No
es
un
vuelo
comercial."
Tori
encendi
la
luz
en
el
dormitorio,
mirndola
fijamente.
"Mi
teniente?"
"Si.
l
cobr
un
favor.
Tambin
dijo
que
estoy
para
mantenerte
a
raya
y
no
dejarte
hacer
nada
estpido."
"Yo?
Yo
no
soy
la
que
sugiere
que
volemos
al
maldito
oeste
de
Texas
para
entrevistar
a
un
sacerdote
sobre
un
caso
que
ya
est
cerrado".
Ella
se
dio
la
vuelta.
"Cerrado,
O'Connor.
En
serio.
Entonces,
por
qu
demonios
Malone
estuvo
de
acuerdo
con
esto?"
"No
estamos
trabajando
en
el
caso
del
padre
de
Michael,
Hunter.
S
que
est
cerrado.
Tienes
un
caso
abierto
con
Hidalgo
no?
Tal
vez
el
padre
Tim
sabe
algo"
Tori
entrecerr
los
ojos.
"Ests
trabajando
ahora
para
Homicidios,
O'Connor?"
Casey
se
ech
a
rer.
"Maldita
sea,
Hunter,
si
no
saba
que
eras
realmente
una
enorme
blandengue,
puede
ser
que
me
deje
intimidar
por
ese
ceo
fruncido".
Se
dio
cuenta
de
un
cuadro
enmarcado
en
la
cmoda
y
lo
recogi.
"Esta
es
Sam?"
"Si.
Eso
fue
en
el
barco
el
verano
pasado."
"Ella
es
una
belleza".
Casey
admir
la
foto
de
las
dos
"Yo
estaba
hablando
sobre
el
barco,
por
supuesto."
Dej
la
imagen
de
nuevo,
con
los
ojos
an
fijos
en
la
foto
de
Sam
con
sus
brazos
alrededor
de
los
hombros
de
Tori.
"Ella
es
un
noqueado".
Ella
se
encontr
con
los
ojos
de
Tori.
"Amor
verdadero?"
Tori
enrojeci,
pero
no
apart
la
mirada.
"S".
Casey
asinti.
"Bien.
Me
alegra
saber
que
est
ah
fuera.
Porque
algn
da
voy
a
tener
eso
tambin."
"Y
mientras
tanto?"
"Mientras
tanto,
no
hay
nada
malo
en
pasar
una
tarde
con
Marissa
Goddard
teniendo
sexo
fabuloso."
Ella
sonri.
"Ella
tiene
aguante,
voy
a
decir
eso."
Seal
la
mochila
grande
que
Tori
sostena.
"Has
las
maletas.
Ah,
y
te
he
dicho
que
estaba
nevando
ah
fuera?"
CAPTULO
25
"Si
este
viaje
resulta
ser
una
mierda,
nunca
podra
hablarte
otra
vez",
susurr
Tori
mientras
corran
por
la
pista.
Casey
sigui,
el
viento
fro
y
cortante
golpendole
en
la
cara.
"Al
menos
ya
no
sigue
nevando"
"Pequeo
consuelo,
teniendo
en
cuenta
que
es
un
jodido
inicio
de
vientos
huracanados".
Casey
se
ech
a
rer,
pero
el
viento
la
opac.
Y
tena
que
estar
de
acuerdo
con
Hunter.
Nieve
o
no,
se
senta
como
si
hubieran
volado
hacia
el
rtico,
no
al
alto
desierto
del
oeste
de
Texas.
"Este
es
el
aeropuerto,
no?"
Tori
pregunt
mientras
se
encontraban
ante
las
doble
puertas
sin
marcas
que
conducan
a
un
edificio
de
baja
altura.
"Espero
que
s,
viendo
como
el
avin
aterriz
aqu
y
todo
eso."
Ellas
haban
sido
las
nicas
pasajeras
en
el
vuelo.
Abri
la
puerta,
y
luego
le
indic
a
Tori
que
le
precediera.
"La
edad
antes
que
la
belleza."
Tori
rod
los
ojos.
"Eres
un
nia".
"Pero
un
nia
linda".
Casey
se
detuvo
cuando
las
puertas
se
cerraron
detrs
de
ellas,
sintiendo
todos
los
ojos
del
lugar
en
ellas.
Por
supuesto,
slo
haban
cuatro
personas
en
el
interior,
por
lo
que
era
ms
probable
que
as
fuese.
"Ests
segura
de
que
esto
es
un
aeropuerto?"
Tori
murmur.
Sin
inmutarse,
Casey
le
dio
un
codazo
en
el
brazo.
"Vamos".
Ella
sonri
ampliamente
a
la
mujer
detrs
del
mostrador.
"Cmo
le
va?"
"Maravilloso.
El
suyo
fue
el
ltimo
vuelo
de
esta
noche".
Salud
con
la
mano
a
travs
de
la
sala
a
uno
de
los
tripulantes
de
sala.
"Nos
vemos
maana,
Hank."
"Genial.
ltimo
vuelo".
Casey
hizo
un
guio
a
Tori.
"Te
dije
que
era
el
aeropuerto."
"A
diferencia
de
los
lugares
de
las
grandes
ciudades,
en
realidad
cerramos
por
la
noche.
Qu
es
lo
que
voy
a
hacer."
"Matavilloso.
Bueno,
no
la
vamos
a
retener".
Casey
golpe
el
mostrador.
"Somos
de
fuera
de
la
ciudad.
Hice
arreglos
por
un
coche
de
alquiler.
Sabe
dnde
podemos
recogerlo?"
"Alquiler
de
coches?
El
nico
lugar
que
alquila
coches
es
el
concesionario
Ford
en
la
ciudad.
Es
eso
lo
que
quiere
decir?"
Casey
suspir.
"No
estoy
segura.
Los
arreglos
fueron
hechos
por
m."
Abri
su
telfono,
su
pulgar
movindose
rpidamente
mientras
buscaba
a
travs
de
sus
nmeros,
finalmente
encontrndolo.
"Ellos
abren
a
las
siete",
dijo
la
mujer
Tori.
"Eso
es
encantador",
dijo
Tori
secamente.
Ella
se
acerc
ms.
"Tal
vez
deberamos
llamar
a
la
polica
local
o
al
alguacil",
sugiri.
Casey
mir
hacia
arriba,
escuchando
su
intercambio.
Los
ojos
de
la
mujer
se
abrieron.
"Para
qu?"
"Soy
la
Detective
Hunter
y
la
nia
prodigio
aqu
es
la
Detective
O'Connor,
de
Dallas.
Y
si
no
tienen
un
coche
de
alquiler,
voy
a
esperar
que
su
departamento
de
polica
local
nos
ayude."
Ella
tamborile
con
los
dedos
con
impaciencia
sobre
el
mostrador.
"As
que
quiere
llamarlos
o
qu?"
"Si.
Pero
no
es
como
piensas.
Nosotras
no
empezamos
una
aventura
o
algo
as.
Ella
rompi
con
l.
Ella
saba
que
l
no
era
el
elegido.
Con
nosotras,
slo
pas.
Estuvimos
bailando
alrededor
de
eso.
"
Tori
sonri.
"Como
he
dicho,
no
tuve
ninguna
posibilidad."
"Seoras,
quieren
otra
ronda?"
el
camarero
llam
desde
el
otro
lado
de
la
barra.
"Por
supuesto."
Casey
levant
su
copa.
"Pero
a
tu
edad,
es
mejor
que
no
te
excedas,
Hunter.
Tenemos
un
viaje
de
dos
horas
en
la
maana."
"Creo
que
puedo
mantenerle
el
paso
a
tu
culo
flaco,
O'Connor".
Casey
se
ech
a
rer.
"S,
me
gustas,
Hunter.
Es
bueno
ver
que
todava
tienes
sentido
del
humor".
"Qu
quieres
decir?"
"Este
trabajo".
Casey
hizo
girar
la
ronda
sobre
la
mesa.
"Cmo
lo
haces?
Muerte
todo
el
tiempo."
Tori
levant
la
vista
hacia
el
televisor,
mirando
sin
inters,
meditando
en
su
respuesta.
"El
asesinato,
la
muerte,
golpe
cerca
de
casa
cuando
yo
era
ms
joven",
dijo
en
voz
baja.
Todava
era
difcil
hablar.
Incluso
con
Sam,
ella
no
hablaba
de
ello.
Ella
mir
a
Casey.
"Nunca
se
ha
resuelto.
Nadie
fue
llevado
ante
la
justicia.
Lo
hago
por
ellos".
Casey
frunci
el
ceo.
"Quin?"
Tori
no
iba
a
ir
all
esta
noche.
"Te
contar
sobre
eso
tan
pronto
como
me
cuentes
acerca
de
ese
hermano
del
que
no
hablas".
Casey
mir
hacia
otro
lado.
"No
es
nada
grande,
Hunter.
No
es
nada
bonito,
ya
sabes."
"Tal
vez
me
cuentes
algn
da.
Y
tal
vez
yo
te
lo
cuente."
Dio
las
gracias
al
cantinero
que
haba
traido
sus
bebidas
frescas.
"Pero
hay
mucha
muerte,
s.
A
veces
es
difcil
recordar
que
hay
ms
vida
que
este
trabajo".
"Supongo
que
s.
Tus
vctimas
estn
siempre
muertas."
"Pero
cmo
lidias
con
el
asalto,
la
violacin
sexual,
todo
el
tiempo?"
Casey
alz
la
copa
hacia
Tori.
"Quieres
decir
en
oposicin
al
asesinato?
Por
lo
menos
las
mas
estn
vivas.
Pero
los
nios
son
lo
peor.
Hombre,
he
visto
algo
de
mierda,
Hunter.
Algunas
cosas
que
no
creeras."
Ella
se
encontr
con
los
ojos
de
Tori.
"Mralo
de
esta
manera,
hemos
tenido
un
poco
de
tiempo
de
calidad
juntas,
sin
hablar
de
este
hermoso
paisaje
que
estamos
disfrutando
esta
maana.
"
Tori
mir
por
la
ventana
el
paisaje
rocoso
y
sin
rboles
por
donde
Casey
manejaba
hacia
el
sur,
a
Balmorhea.
"Correcto.
Simplemente
hermoso,
O'Connor".
Cerr
los
ojos
de
nuevo.
"Despirtame
cuando
estamos
all".
"No
quieres
hablar?
Visitar?"
"No."
"Quieres
hablar
sobre
la
pesca?"
"No."
"Y
ests
segura
de
que
no
quieres
que
te
diga
sobre
mi
tarde
con
Marissa?"
"Cierra
la
boca
antes
de
que
te
dispare"
murmur
Tori.
"Hey,
Hunter,
despierta."
Tori
gir
la
cabeza
hacia
Casey.
No
poda
soportar
abrir
los
ojos.
"Qu?"
"Estamos
aqu".
Casey
hizo
una
pausa.
"Creo".
Tori
entrecerr
los
ojos
y
mir
por
la
ventana.
"Crees?"
"No
es
exactamente
una
metrpoli
en
crecimiento".
Casey
desaceler
cuando
una
luz
intermitente
apareci
a
travs
de
la
interseccin.
"De
hecho,
es
ms
pequeo
de
lo
que
imaginaba".
Tori
se
incorpor
y
se
estir,
sintiendose
un
poco
mejor
despus
de
la
siesta.
Ella
se
agach
por
la
botella
de
agua,
consumi
casi
la
mitad
de
un
solo
trago.
"S,
el
tequila
te
da
sed."
Tori
entrecerr
los
ojos.
"Cllate".
Casey
se
ech
a
rer,
sealando
por
una
calle
lateral.
"El
centro?
Wow,
se
ve
un
poco
como
un
viejo
pueblo
del
oeste."
Se
dio
la
vuelta,
llevndolas
por
la
calle
ancha,
a
la
bulliciosa
zona
de
actividad.
Los
ganaderos
en
la
ciudad
por
el
da,
Tori
pens.
Las
viejas
edificaciones
de
ladrillo
y
piedra,
dos
tiendas,
otras
con
fachadas,
algunas
sedes
de
negocios,
y
la
mayora
parecan
ser
negocios
en
pleno
auge
en
esta
fra
maana
del
sbado.
"Creo
que
el
sbado
es
el
da
en
que
todo
el
mundo
viene
a
la
ciudad
para
ir
de
compras",
coment
Casey.
"Qu
crees
que
la
gente
hace
para
vivir
aqu
afuera?"
romance
con
un
sacerdote
muerto
en
un
caso
que
ahora
est
cerrado"
dijo
ella,
alzando
la
voz
con
cada
palabra.
"Maldicin,
ests
de
mal
humor
esta
maana."
Tori
entrecerr
los
ojos.
"Llama
otra
vez."
Pero
antes
de
que
Casey
pudiera
golpear
la
puerta,
esta
se
abri.
"Buenos
das".
Casey
y
Tori
intercambiaron
miradas
cuando
un
anciano
les
dio
la
bienvenida.
Casey
dijo:
"Padre
Tim?"
l
sonri.
"No,
no.
Est
en
la
iglesia
esta
maana.
Soy
el
padre
Wayne.
Puedo
ser
de
ayuda?"
Casey
neg
con
la
cabeza.
"En
realidad,
lo
nico
que
queramos
era
hablar
con
el
padre
Tim.
Es
posible
que
podamos
ir
hacia
all?"
"Por
supuesto.
Est
confesando
esta
maana."
l
arque
las
cejas.
"Tienen
alguna
necesidad?
"
"Yo
no,
no".
Hizo
un
gesto
a
Tori.
"Pero
mi
amiga
est
en
extrema
necesidad".
Avergonzada,
Tori
frunci
el
ceo.
"Podemos
ir
ahora?"
"Gracias,
Padre
Wayne.
Vamos
hacia
la
iglesia".
Casey
asinti
con
la
cabeza,
tomando
a
Tori
por
el
brazo
y
riendo
mientras
se
alejaban.
"Pensaba
que
despus
de
la
tarde
que
pasaste
con
Marissa,
tu
seras
quien
estuviese
en
necesidad",
dijo
Tori
mientras
ella
le
sacudi
el
brazo.
"Alguna
vez
has
ido
a
un
confesionario,
Hunter?"
"No
soy
catlica.
Has
estado?"
"Si.
Cuando
era
una
nia."
"Nunca
se
me
ocurri
que
fueses
catlico".
Pero
con
un
nombre
como
O'Connor,
no
debera
estar
sorprendida.
"No,
no
lo
soy.
Bueno,
ya
no",
dijo.
"Algo
que
va
de
la
mano
con
...
ya
sabes,
esa
historia
sobre
mi
hermano".
Se
detuvieron
en
la
puerta
de
la
iglesia,
mirndola,
luego
mirandose
la
una
a
la
otra.
"Entonces,
qu,
solo
entramos?"
Tori
pregunt
en
voz
baja,
sin
saber
el
protocolo.
Casey
se
encogi
de
hombros.
"Supongo".
"Quieres
contarme
lo
de
tu
hermano?"
"No."
An
temblando
de
fro,
Tori
sac
las
manos
de
los
bolsillos.
"Quieres
que
abra
la
puerta?"
Casey
se
ech
a
rer.
"Somos
un
par,
eh?"
Tori
se
ech
a
rer
tambin.
"Si.
Es
slo
un
edificio,
no?"
"Supongo".
"As
que
quieres
que
abra
la
puerta?"
"Creo
que
una
de
nosotras
debera".
En
ese
momento
la
puerta
se
abri
y
un
joven
sacerdote
se
detuvo
all,
su
cuello
de
la
chaqueta
levantado
para
protegerle
del
viento.
"Oh,
me
han
asustado",
dijo.
"Estn
aqu
para
la
confesin,
supongo."
Ech
un
vistazo
a
su
reloj.
"Deje
de
escuchar
confesiones,
a
las
diez.
Tenemos
una
misa
temprano
hoy
al
medioda.
Para
el
funeral,
ya
saben."
"En
realidad,
no
estamos
aqu
para
confesarnos",
dijo
Tori.
Ella
sac
su
placa
y
la
sostuvo
en
alto.
"Soy
la
Detective
Hunter.
Esta
es
la
Detective
O'Connor.
Somos
de
Dallas."
Abri
mucho
los
ojos
y
mir
hacia
otro
lado.
"Ya
veo.
Supongo
que
estn
aqu
para
hablar
de
Michael."
"S.
Hay
algn
lugar
donde
podamos
hablar?"
Casey
pidi.
"Comparto
la
rectora
con
el
Padre
Wayne.
No
habr
privacidad
all".
Seal
de
nuevo
a
la
iglesia.
"Podemos
entrar."
Tori
dio
un
paso
atrs.
"En
la
iglesia?"
"S.
La
calefaccin
est
encendida.
Est
caliente
adentro."
"No
hay
otro
lugar?"
Casey
pidi.
Se
inclin
ms
cerca.
"Les
aseguro
que
estaran
perfectamente
seguras
all
adentro"
dijo
en
voz
baja.
"Despus
de
todo,
he
sobrevivido".
Casey
se
ech
a
rer.
"Si.
Supongo."
Mir
a
Tori.
"Est
bien?"
Tori
dej
escapar
un
profundo
suspiro
y
asinti.
Sam
pensara
que
estaba
haciendo
el
tonto.
De
hecho,
saba
que
lo
estaba
haciendo.
Ella
era
una
adulta,
no
una
nia.
Pero
esos
recuerdos
lejanos,
esos
pocos
minutos
aterradores
en
la
iglesia
cuando
los
atades
estaban
siendo
cerrados,
su
familia
alejndose
de
ella
para
siempre,
dejandola
sola,
esos
recuerdos
an
la
perseguan.
Casey
le
dio
un
codazo
cuando
el
padre
Tim
mantuvo
la
puerta
abierta
para
ellas.
"Ests
bien?"
susurr.
Tori
volvi
a
respirar
hondo,
mirando
a
los
ojos
preocupados
de
su
nueva
amiga.
Una
autntica
preocupacin,
not.
As
que
ella
asinti
con
la
cabeza
y
dio
una
media
sonrisa.
"Recuerdos
de
infancia".
"Entiendo
completamente"
El
padre
Tim
les
condujo
al
interior,
y
Tori
camin
con
los
hombros
rozando
los
de
Casey,
mirando
alrededor
de
la
iglesia
rpidamente.
"Aqu"
dijo
l,
sealando
la
ltima
fila
de
las
bancas.
"Podemos
sentarnos
aqu".
"Est
un
poco
oscuro
aqu,"
murmur
Tori.
"S.
Confamos
en
las
ventanas
para
darnos
la
mayor
parte
de
nuestra
luz.
Tenemos
la
esperanza
de
que
el
sol
se
abra
paso
al
medioda."
"Qu
hacen
por
la
noche?"
"Encendemos
las
velas",
dijo,
sealando
a
los
candelabros
que
adornaban
cada
uno
de
los
grandes
pilares
que
bordeaban
la
iglesia.
Tori
se
aclar
la
garganta.
"Bueno,
en
primer
lugar,
permtame
decirle
cuanto
lamento
acerca
del
padre
Michael."
El
padre
Tim
asinti
con
tristeza.
"Slo
me
enter
hace
tres
das.
Todava
no
puedo
creerlo".
l
neg
con
la
cabeza.
"Realmente
no
me
contaron
nada,
slo
que
lo
haban
encontrado
muerto
unos
das
despus
de
que
me
fui."
l
suspir.
"Ya
ven,
estoy
siendo
castigado.
Realmente
no
se
me
permite
contactar
con
el
exterior.
No
hay
televisin,
ni
telfono,
ni
perodicos".
Tori
y
Casey
se
miraron.
"l
fue
encontrado
estrangulado",
dijo
Tori
en
voz
baja.
"En
la
casa
parroquial".
El
padre
Tim
se
qued
sin
aliento,
con
el
rostro
en
estado
de
shock.
"Lo
mataron?"
susurr.
"Pero
no,
me
dijeron
que
fue
encontrado
muerto,
que
Alice
lo
encontr.
Ellos
no
dijeron
nada
acerca
de
un
crimen."
Cerr
los
ojos.
"Quin
hara
algo
as?"
"Fue
...
fue
Juan
Hidalgo",
dijo
Casey.
Sus
ojos
se
abrieron.
"No.
No
puede
ser.
Juan
nunca
hara
una
cosa
as.
Juan
le
deba
mucho."
l
neg
con
la
cabeza.
"No.
No
Juan."
"Qu
quieres
decir
con
que
le
deba?"
Tori
pregunt.
El
padre
Tim
ech
la
cabeza
hacia
atrs,
mirando
al
techo.
"Un
ao
atrs,
cuando
Monseor
Bernard
se
enter
de
los
problemas
legales
de
Juan,
quizo
despedirlo.
Pero
Michael
insisti
en
que
poda
ser
confiable,
insisti
que
Juan
era
un
hombre
cambiado.
Luch
por
l.
Y
Bernard
finalmente
cedi.
Juan
estaba
tan
agradecido.
No
hay
manera
de
que
l
le
hubiese
dao
a
Michael.
De
ninguna
manera"
"Creemos
que
fue
coaccionado,
o
chantajeado
o
tal
vez,
obligado
de
alguna
manera
por
alguien
ms."
"Bueno,
seguro
que
se
los
dira.
Juan
Hidalgo
no
es
ningn
asesino".
"Bueno,
vers,
Juan
tambin
est
muerto",
dijo
Casey.
"Fue
asesinado
el
mismo
da.
Disparo
a
muerte."
"Oh,
no.
No,
no."
Se
puso
de
pie
y
camin
hacia
el
pasillo,
volvindose
hacia
el
altar.
"Qu
ha
pasado?"
pregunt
en
voz
baja,
con
los
hombros
cados.
Se
volvi
hacia
ellas.
"Quin?"
Tori
levant
ambas
manos
en
un
encogimiento
de
hombros.
"No
tenemos
ni
idea.
Estbamos
esperando
que
tal
vez
usted
podra
ser
capaz
de
ayudarnos."
"Yo?"
"El
padre
Michael
fue
asesinado
obviamente
por
una
razn.
Pensamos
que
tal
vez
tuvo
algo
que
ver
con
su
aventura."
El
se
volvi
hacia
el
altar.
"Me
mandaron
fuera
para
poner
fin
a
nuestra
aventura,
Detective
Hunter.
No
puedo
imaginar
que
Michael
fuese
asesinado
a
causa
de
ello."
"Cmo
ocurri
lo
de
su
partida?"
Casey
pidi.
"Bernard
estaba
esperndome
al
final
de
la
misa
un
da.
Me
dijo
que
haba
sido
trasladado.
Tena
todas
mis
cosas
embaladas,
un
coche
esperando.
No
se
me
permita
hablar
con
nadie.
Slo
me
llev
al
coche
y
me
llevaron
lejos
",
dijo
sombramente.
"Manejamos
directamente
hasta
aqu.
Horas
y
horas
escuchando
al
Monseor
Bernard
listando
todos
mis
pecados
y
mis
votos
rotos".
Se
ri
sin
humor.
"Fue
un
preludio
al
Purgatorio,
estoy
seguro.
Y
cuando
llegu
aqu,
el
padre
Wayne
fue
puesto
a
cargo
de
m.
l
me
aconseja
diariamente
en
mi...mi
afliccin."
"Saba
Juan
sobre
su
aventura?"
l
asinti
con
la
cabeza.
"S,
lo
saba.
Nos
encontr
un
da."
Movi
la
mano
con
desdn.
"No
fue
nada,
de
verdad.
Slo
un
abrazo.
Pero,
obviamente,
uno
hecho
entre
amantes,
no
amigos".
"Gracias
por
la
informacin,
padre"
dijo
Tori.
"Ha
sido
muy
til."
"Supongo
que
debera
darles
las
gracias
por
llenar
los
espacios
en
blanco
sobre
Michael.
Me
necesitan
para
dar
testimonio
de
algo,
quiero
decir
en
el
tribunal?"
Tori
neg
con
la
cabeza.
"No
lo
creo.
No
debe
llegar
a
eso."
"Muy
bien".
Se
puso
de
pie.
"Como
he
dicho
antes,
tenemos
un
funeral
que
preparar.
Sospecho
que
tendremos
visitantes
muy
pronto".
"Entonces
vamos
a
salir
de
su
camino"
Tori
le
estrech
la
mano,
sorprendido
por
la
firmeza
de
su
agarre.
"Cuidese"
"Tal
vez
nos
volvamos
a
ver,
detective."
Lo
dejaron
an
mirando
el
altar,
sin
duda,
sumido
en
sus
pensamientos.
Una
vez
que
las
puertas
de
la
iglesia
se
cerraron
detrs
de
ellas,
las
dos
levantaron
el
cuello
de
sus
abrigos
para
protegerse
del
viento.
"Eso
no
fue
del
todo
tan
divertido",
dijo
Casey.
"No
mucho,
no."
Se
dirigieron
de
nuevo
a
lo
largo
de
la
acera
hacia
su
vehculo
de
alquiler,
al
llegar
se
detuvieron
para
mirar
hacia
atrs
a
la
iglesia.
El
padre
Tim
estaba
en
los
escalones
y
levant
la
mano
en
direccin
a
ellas
en
seal
de
despedida.
"l
es
un
buen
tipo",
dijo
Casey.
"Y
est
totalmente
solo".
Tori
suspir,
pero
no
dijo
nada.
"No
le
dijiste
sobre
Alice
Hagen.
Por
qu?"
Tori
se
encogi
de
hombros.
"No
vea
el
punto.
Ya
habamos
dejado
lo
suficiente
sobre
l."
"Probablemente
quera
saber.
Ya
sabes,
para
comunicarse
con
la
familia
o
algo
as."
Tori
le
mir
a
los
ojos.
"Quieres
ir
a
decirle?"
Casey
neg
con
la
cabeza.
"No.
Vamonos
de
aqu."
CAPTULO
27
A
pesar
de
que
haba
hablado
hasta
la
muerte,
Casey
an
no
estaba
satisfecha
con
el
resultado.
Ella
ignor
el
profundo
suspiro
de
Tori
mientras
salan
del
avin.
"Slo
estoy
diciendo
que
deberamos
hablar
con
l.
Qu
dao
hara?"
"Con
qu
motivos,
O'Connor?
Y
vamos,
de
verdad
crees
que
Monseor
Bernard
es
capaz
de
asesinar?"
"Como
he
dicho,
nunca
he
conocido
al
hombre,
pero
creo
que
todas
las
personas
son
capaces
de
asesinar,
dandoles
adecuadas
circunstancias."
Tori
volvi
a
suspirar.
"Has
ledo
el
informe
de
Hidalgo.
El
asesino
entr
y
sali
antes
de
que
nadie
lo
viera.
Bernard
es
un
hombre
grande.
De
ninguna
manera
se
desliz
hacia
arriba
y
hacia
abajo
por
tres
tramos
de
escaleras
sin
ser
visto.
Y,
francamente,
no
estoy
segura
de
que
l
pudiera
hacer
los
tres
tramos
de
escaleras"
"Pero
tiene
sentido.
No
hubo
allanamiento
de
morada.
Lo
mismo
con
Alice
Hagen.
Ambos
conocan
a
su
asesino".
"Mira,
yo
no
voy
a
mi
teniente
con
esto,
O'Connor.
l
te
dir
lo
que
te
estoy
diciendo.
No
tenemos
ninguna
evidencia
fsica.
No,
a
menos
que
haya
aparecido
algo
en
la
residencia
de
los
Hagens
desde
que
nos
fuimos."
Pasaron
la
multitud
que
esperaba
en
la
rueda
del
equipaje,
ambas
caminando
con
sus
mochilas
al
hombro.
"Una
de
las
ventajas
de
volar
ligera",
dijo
Casey,
sealando
a
su
alrededor.
"Love
Field
es
mejor
que
la
mierda
de
DFW."
"Odio
volar".
Casey
se
ech
a
rer.
"Era
por
eso
que
me
diste
ese
apretn
de
muerte
en
la
mano
durante
el
despegue?"
Tori
frunci
el
ceo.
"Yo
no
te
d
un
apretn
de
muerte."
Ella
mir
a
su
alrededor
con
recelo.
"Y
no
hay
razn
para
repetirle
eso
a
nadie".
Salieron
en
la
tarde,
la
temperatura
unos
cuarenta
grados
ms
caliente
que
cuando
haban
dejado
Midland.
"As
es
como
se
supone
que
Marzo
debe
sentirse.
Odio
el
invierno."
Tori
asinti.
"Es
casi
temporada
de
pesca."
Casey
escane
el
estacionamiento.
"Dnde
diablos
estacion?"
Tori
sac
su
celular.
"Voy
a
darle
a
Sikes
una
llamada"
"S,
s.
Estoy
ms
preocupada
por
mi
coche.
Por
qu
no
lo
dejamos
por
escrito?"
CAPTULO
28
Casey
cogi
su
caf
a
travs
de
la
ventana
de
su
coche.
"Gracias.
Oh,
y
salsa
de
tomate
extra
con
los
picadillos
marrones
esta
vez."
Abri
los
paquetes
de
azcar,
vaciando
el
contenido
de
ambos
en
el
humeante
caf
antes
de
tomar
un
sorbo.
Ella
hizo
una
mueca,
luego
verti
otra
de
azcar.
"Aqu
tienes,
cario."
"Gracias,
Dora,"
dijo
Casey
mientras
coga
la
bolsa.
"El
caf
est
un
poco
fuerte
esta
maana,
no
es
as?"
"Eso
es
porque
es
media
maana
y
se
ha
asentado
durante
una
hora."
"Son
apenas
las
diez.
Y
es
domingo".
"Entonces,
no
deberas
estar
en
la
iglesia?"
Casey
sonri.
"Abusas
de
todos
tus
clientes
de
esta
manera?"
"Slo
los
clientes
habituales.
Nos
vemos
la
semana
que
viene",
dijo
mientras
cerraba
la
ventana
en
la
cara
de
Casey.
Casey
sac
uno
de
los
burritos
de
desayuno
rico
en
grasas
mientras
se
alejaba,
preguntndose
por
qu
no
encontraba
un
nuevo
lugar
para
el
desayuno
del
domingo.
Pero
una
mordida
en
la
tortilla
de
harina
suave
rellena
de
huevos
revueltos
y
salsa
mexicana
le
recordaba
por
qu.
"Dios,
esto
est
tan
bueno",
murmur,
casi
sin
tragar
antes
de
darle
un
mordisco
hasta
el
final
a
los
palitos
de
picadillo
marrn.
Hizo
malabares
con
el
burrito,
el
caf
y
el
telfono
celular
mientras
conduca,
tratando
de
encontrar
el
nmero
de
Marissa.
Se
sorprendi
cuando
entr
inmediatamente
al
correo
de
voz.
Ella
se
encogi
de
hombros.
"As
es
que
voy
a
verla".
"Y
recoger
el
desayuno
en
tu
camino."
"Desayuno?
Vamos,
Sikes,
qu
quieres?
Un
panecillo
o
algo
as?"
"No,
yo
no
quiero
un
muffin,
Hunter.
Ve
por
ese
pequeo
lugar
de
taco
que
Sam
le
gusta
tanto."
Tori
sonri.
S,
est
bien.
Ella
poda
hacer
eso.
Debido
a
que
por
fin
haba
hablado
con
Sam
anoche,
aunque
slo
fuese
por
unos
minutos.
Pero
Sam
extraaba.
Sam
la
extraaba
mucho.
Sam
probablemente
tambin
extraaba
sus
tacos
favoritos
en
la
maana.
"Est
bien,
Sikes.
Dos
con
todo,
no?"
"Si.
Y
asegrate
de
traer
aguacate
adicional
esta
vez."
"Algo
ms,
princesa?"
"Adems
de
caf,
no."
Tori
dobl
su
telfono
antes
de
que
Sikes
pudiese
pensar
en
otra
cosa,
pero
tena
una
sonrisa
en
su
cara.
Haba
ido
a
la
cama
a
la
hora
intempestiva
de
las
9
pm
slo
para
ser
despertada
por
el
telfono
y
la
voz
de
Sam
a
la
medianoche.
Eran
las
diez
en
California
y
Sam
acababa
de
terminar
una
sesin
de
entrenamiento
de
dos
das
en
el
desierto.
"No
estoy
segura
de
como
eso
va
a
ayudarme
en
Dallas,
pero
fue
un
poco
divertido"
dijo.
"Estbamos
en
cuatro
equipos.
Era
un
poco
como
juegos
de
guerra,
supongo."
"As
que,
te
est
gustando
entonces?"
Tori
pregunt.
"Aparte
de
que
te
extrao
como
loca,
s."
Su
voz
baja.
"Realmente
te
extrao,
Tori.
Dios,
te
extrao
tanto".
Tori
cerr
los
ojos,
dejando
que
las
palabras
de
Sam
se
apoderaran
de
ella
"Extrao
tenerte
aqu,
Sam.
Extrao
nuestra
vida".
"No
tena
ni
idea
de
que
sera
tan
difcil.
No
tena
ni
idea
de
que
pudiera
extraar
a
alguien
de
esta
manera."
Hubo
una
pausa,
luego
Sam
dijo
"Sabes
que
es
lo
que
ms
extrao,
Tori?"
"No."
"Echo
de
menos
mirrte
a
los
ojos".
Tori
se
qued
sin
aliento
y
trag
con
fuerza,
finalmente
aclarndose
la
garganta.
"Te
amo,
Sam.
Por
favor,
no
te
olvides
de
eso.
Te
amo."
Sonri
ahora
al
recordar
la
respiracin
profunda
de
Sam,
Sam
murmur
palabras
hacia
ella.
S,
no
tena
idea
de
que
pudiera
extraar
a
alguien
de
esta
manera.
As
que
ella
entr
en
el
autoservicio
con
una
sonrisa
en
su
cara,
pensando
que
podra
conseguirle
a
Sikes
uno
de
esos
pasteles
mexicanos
como
un
regalo.
Dado
que
Ramrez
se
haba
ido,
haban
perdido
el
suministro
diario
de
su
madre.
Casey
sonri
a
la
recepcionista
del
del
hotel,
la
misma
que
recordaba
del
viernes,
mientras
esperaba
que
la
pareja
en
frente
de
ella
terminara
su
registro
de
entrada.
"Usted
es
la
detective,
verdad?"
Casey
asinti
con
la
cabeza,
esperando
que
no
fuera
demasiado
tarde
para
encontrarse
con
Marissa.
"O'Connor.
Ella
est?"
"No,
lo
siento.
Ella
ya
registr
su
salida".
El
corazn
de
Casey
dio
un
vuelco
al
mirar
su
reloj.
"Supongo
que
debe
haber
cambiado
su
vuelo.
Pens
que
no
se
ira
hasta
tarde."
"Oh,
no,
creo
que
su
vuelo
sigue
siendo
el
mismo.
Dijo
que
tena
algunos
negocios
de
ltimo
minuto
en
la
iglesia".
"Bien,
grandioso.
Tal
vez
pueda
encontrarla
all".
Ella
golpe
el
mostrador
mientras
se
iba.
"Muchas
gracias".
Sikes
rasg
la
bolsa
que
Tori
le
entreg,
pasando
sobre
los
dos
burritos
para
empezar
directamente
con
los
pastelitos
que
Tori
haba
aadido.
l
le
dio
un
mordisco
grande,
sus
ojos
se
cerraron.
"Dios,
est
tan
bueno."
Luego
sonri.
"No
tan
bueno
como
los
de
la
Mama
de
Ramrez,
por
supuesto.
Gracias,
Hunter."
"Seguro".
Ella
le
entreg
la
taza
de
caf
y
se
sent
en
su
escritorio,
abriendo
su
propia
bolsa.
Rpidamente
desenvolvi
su
burrito
y
le
dio
un
mordisco.
"Tienes
el
informe
de
Mac?"
le
pregunt.
"S".
Se
limpi
la
boca,
y
luego
tom
un
sorbo
de
su
caf.
"No
mucho.
El
lugar
estaba
limpio.
Pero
Spencer
encontr
una
mancha
en
el
antebrazo
de
Hagen.
No
fue
capaz
de
obtener
una
impresin,
pero
es
una
posible
transferencia
del
asesino.
Ella
tiene
el
anlisis
all,
pero
es
una
especie
de
locin
,
creo"
Frunciendo
el
ceo,
Tori
dio
otro
mordisco.
"Locion?"
"Eso
pienso.
Pero,
uds
que
encontraron?"
Tori
baj
su
burrito,
cogiendo
una
servilleta
de
Sikes.
"El
padre
Tim
dijo
que
tanto
Hidalgo
y
Alice
Hagen
saban
de
su
relacin.
Tambin
dijo
que
los
dos
eran
leales
al
padre
Michael
y
no
le
hubieran
dicho
a
Bernard.
Pero
el
monseor
lo
saba
y
que,
bsicamente,
envi
al
padre
Tim
fuera
sin
previo
aviso.
l
no
le
permiti
hablar
con
Michael
en
absoluto.
Y
cuatro
das
ms
tarde,
Michael
est
muerto"
"Si.
Y?"
"As
que
es
lgico
pensar
entonces
que
tendra
una
llave
maestra
para
todas
las
habitaciones."
Tori
se
mantuvo
caminando
cuando
John
termin
su
segundo
burrito
"Dnde
est
el
informe
de
Spencer
sobre
Alice
Hagen?"
"Ella
me
envi
por
correo
el
informe
completo",
dijo
mientras
buscaba
en
su
correo
"Dudo
que
su
expediente
haya
sido
actualizado."
"Encuentra
la
parte
de
la
mancha
de
locin."
CAPTULO
29
Casey
entr
en
las
oficinas
detrs
de
la
iglesia,
sorprendida
de
encontrarla
desbloqueada.
An
ms
sorprendente
fue
la
silla
vaca
en
el
escritorio
de
la
recepcionista.
Hizo
una
pausa,
escuchando,
pero
no
haba
sonido.
Mir
su
reloj,
preguntndose
a
qu
hora
el
servicio
de
la
iglesia
habra
terminado.
Eran
casi
las
once
ahora.
Pero
ella
no
quera
esperar,
as
que
se
fue
por
el
amplio
pasillo,
mirando
a
cada
puerta
cerrada,
esperando
recordar
cual
era
la
oficina
temporal
de
Marissa.
La
encontr
fcilmente.
Era
la
nico
abierta.
Se
par
en
la
puerta,
mirando
dentro.
Pareca
estar
tranquila,
pero
el
bolso
de
Marissa
y
un
ordenador
porttil
sin
abrir
yaca
sobre
el
escritorio.
Casey
mir
hacia
atrs
por
el
pasillo,
luego
entr,
su
curiosidad
sacando
lo
mejor
de
ella.
Ella
puso
su
mano
en
el
porttil.
Estaba
fro
y
no
haba
indicios
de
que
se
hubiese
encendido
recientemente.
Junto
a
bolsa
de
Marissa
estaba
su
telfono
celular.
Casey
lo
cogi
y
lo
abri.
Estaba
apagado.
No
era
de
extraar
que
haba
cado
directamente
en
el
buzn
de
voz,
pens.
Ella
lo
vtir
hacia
abajo,
girando
en
un
crculo
lento
en
la
oficina,
sin
saber
qu
hacer.
Marissa
obviamente
todava
estaba
aqu.
En
algn
lugar.
Y
Casey
quera
verla
antes
de
que
se
fuera.
As
que
se
fue
en
busca
de
ella.
En
voz
alta.
"Marissa?"
grit,
mirando
por
el
pasillo
en
ambas
direcciones.
"Marissa?
Estas
por
aqu?"
Silencio.
Ella
lade
la
cabeza.
"Hay
alguien
por
aqu?"
ella
volvi
a
llamar.
"Hola?"
Estaba
extraamente
tranquilo
y
camin
hasta
el
final
del
pasillo,
probando
todas
las
puertas.
Todas
estaban
cerradas.
Al
final
haba
dos
puertas
dobles.
Daban
a
un
pequeo
anfiteatro,
pero
tambin
estaba
oscuro
y
vaco.
As
que
se
dio
la
vuelta,
bajando
por
el
pasillo
hasta
la
zona
de
recepcin
y
entrar
en
la
sala
al
otro
lado
del
edificio.
Aqu,
las
puertas
eran
enormes,
todas
con
madera
tallada.
Elegante.
Prestigioso.
Supuso
que
se
trataba
de
las
oficinas
del
Obispo
Lewis.
Quizs
Monseor
Bernard
tena
una
oficina
aqu.
Trat
en
cada
puerta,
pero
estaban
cerradas.
"Hola?
Alguien
por
aqu?"
ella
volvi
a
llamar.
"Marissa?"
Todava
nada.
Slo
el
extrao
silencio.
Un
silencio
poco
natural.
"Aterrador",
murmur.
Tori
se
inclin
sobre
el
hombro
de
Juan,
leyendo
a
travs
del
informe
de
Spencer
y
tratando
de
ordenar
la
jerga
mdica.
"Aqu",
dijo
John,
sealando.
"Est
bien.
Impresin
parcial.
Demasiado
manchada
para
detalles".
Ella
sigui
leyendo.
"Extracto
de
Lavanda,
cera,
emulsionante
vegetal,
aceite
de
almendras,
aloe
vera,
glicerina
vegetal,
algas
marinas",
dijo.
"Qu
diablos?"
"Locion".
"Aceite
de
germen
de
trigo?
Dixido
de
titanio?
Cmo
diablos
nos
ayuda
esto?"
"Le
ped
a
Mac
para
que
uno
de
los
suyos
analizara
esto.
Tal
vez
podamos
conseguir
una
marca
o
algo
as."
"Desplzala
hacia
arriba.
Causa
de
muerte
casi
idntica
a
Juan
Hidalgo.
Estn
confirmando?"
"Sin
evidencia
fsica,
cmo
pueden
hacerlo?"
Tori
empez
a
caminar
de
nuevo,
movindose
detrs
de
John,
su
mente
corriendo.
"Se
me
hace
difcil
creer
que
Monseor
Bernard
pudo
haber
matado
a
esta
gente,
pero
tengo
un
recuerdo
de
l
usando
locin."
Ella
se
encogi
de
hombros.
"Por
supuesto,
eso
realmente
significa
algo?
Mucha
gente
usa
locin
para
las
manos."
John
se
inclin
hacia
atrs,
con
los
brazos
cruzados
detrs
de
su
cabeza.
"Una
mancha
de
locin
no
nos
ayudar.
Y
no
tenemos
ninguna
pista
en
cada
caso.
Dime
cmo
alguien
podra
entrar
en
las
dos
residencias
a
plena
luz
del
da
y
nadie
ve
nada?"
"Tal
vez
fue
que
nadie
se
dio
cuenta",
dijo.
"Y
si
es
alguien
que
la
gente
est
acostumbrada
a
ver
all?
Y
si
es
un
visitante
frecuente
as
que
nadie
lo
not?"
"Y
no
hay
evidencia
de
un
robo.
Tendra
que
ser
alguien
que
ellos
conocan."
"Como
un
sacerdote",
dijo
en
voz
baja.
Casey
volvi
sobre
sus
pasos
por
el
pasillo
silencioso
una
vez
ms,
finalmente
renunci
a
la
bsqueda
de
Marissa.
As
que
se
detuvo
en
su
oficina,
con
la
intencin
de
dejarle
una
nota,
aunque
se
senta
un
poco
como
una
fisgna
mientras
abra
el
cajn
del
medio
en
busca
de
papel
y
un
bolgrafo.
Ella
garabate
una
nota,
dejando
su
nmero
de
celular
y
solicitando
a
Marissa
que
la
llamarla
antes
de
que
saliera
de
la
ciudad.
Meti
la
nota
bajo
el
telfono
de
Marissa
y
silenciosamente
cerr
la
puerta.
Caminando
de
regreso
a
la
zona
de
recepcin,
lo
oy.
El
portazo
de
una
puerta
y
el
sonido
de
voces
apagadas,
luego
el
sonido
inconfundible
de
un
grito
agudo.
Una
mujer.
Luego
silencio
nuevamente.
Se
dio
la
vuelta,
alzando
los
ojos
al
techo.
Definitivamente
haba
venido
de
arriba,
pero
si
se
trataba
de
la
segunda
planta
o
no,
ella
no
tena
forma
de
saberlo.
Con
el
edificio
cerrado
y
silencioso,
podra
haber
sido
el
tercer
piso.
As
que
omiti
los
ascensores
y
fcilmente
abri
la
puerta
de
la
escalera.
Estaba
oscuro,
iluminado
slo
por
las
bombillas
que
brillan
suavemente
en
el
descanso.
Respir
profundo,
subiendo
las
escaleras,
deslizndose
a
lo
largo
de
la
pared,
con
los
ojos
vueltos
hacia
arriba.
Mir
a
travs
del
cristal
de
la
puerta
en
el
segundo
piso,
pero
el
pasillo
estaba
oscuro,
no
haba
seales
de
movimiento.
Ella
abri
con
cuidado
la
puerta,
escuchando.
Una
vez
ms,
nada.
A
medida
que
se
deslizaba
por
el
pasillo,
girando
lentamente,
no
haba
nada
ms
que
el
silencio
sobrecogedor
de
un
edificio
vaco.
Estaba
a
punto
de
decir
en
voz
alta
el
nombre
de
Marissa
cuando
oy
movimiento
por
encima
de
ella.
Tercer
piso
susurr
dirigindose
hacia
la
escalera
Tomando
los
tramos
dos
a
la
vez,
se
detuvo
en
el
rellano,
con
la
mano
en
la
puerta.
Se
recost
de
lado,
tocando
brevemente
su
arma,
sintiendo
de
alguna
manera
un
poco
de
consuelo
por
el
fro
metal
contra
su
mano.
Ella
no
estaba
segura
de
lo
que
esperaba
encontrar,
pero
no
tena
intencin
de
salir
con
su
arma
desenvainada.
Entonces
dej
caer
la
chaqueta
de
cuero
mientras
abra
la
puerta
del
tercer
piso.
Pero
tambin
estaba
oscuro
y
silencioso.
Afortunadamente,
la
alfombra
de
felpa
amortiguaba
cualquier
sonido
de
sus
botas.
Haba
un
puado
de
puertas
a
cada
lado
del
pasillo,
as
que
fue
a
la
primera
de
ellas,
acercndose,
escuchando.
Suspir
cuando
no
escuch
nada,
luego
se
traslad
a
la
siguiente.
Estaba
casi
al
final
del
pasillo
cuando
oy
una
voz
baja,
una
voz
de
hombre.
Casey
levant
la
mano
para
llamar
y
luego
se
detuvo,
pensandolo
mejor.
En
cambio,
cogi
el
pomo
de
la
puerta,
girandolo
lentamente.
No
se
movi.
"Figurate"
susurr.
Respirando
profundo,
levant
la
mano
de
nuevo,
esta
vez
golpeando
con
fuerza
a
la
puerta.
Slo
pas
un
momento
antes
de
or
la
voz
del
hombre
nuevamente.
"Quin
es?"
"Estoy
buscando
a
Marissa
Goddard,"
dijo
a
travs
de
la
puerta
cerrada.
Ella
inclin
la
cabeza,
esperando
una
respuesta.
"Soy
una
amiga
de
ella"
Oy
los
pasos
aproximandose
y,
por
habit,
rod
hacia
su
lado,
su
mano
rozando
su
arma.
Pero
no
tuvo
tiempo
de
reaccionar
cuando
la
puerta
se
abri
y
un
can
de
pistola
se
peg
a
su
cara.
"Whoa,
ahora"
dijo,
dando
un
paso
atrs.
"No
te
muevas"
Se
detuvo,
su
mirada
movindose
ms
all
del
casco
de
un
hombre
para
ver
a
Marissa
sentada
en
una
silla,
una
cuerda
atada
fuertemente
alrededor
de
su
cintura.
Volvi
a
mirar
la
cara
roja
hinchada
del
hombre,
notando
el
sudor
de
su
frente,
su
dificultad
para
respirar.
Pensando
en
la
descripcin
de
Hunter,
este
tena
que
ser
monseor
Bernard.
"Supongo
que
es
la
polica."
La
pistola
se
acerc,
el
can
casi
tocando
su
frente.
"No
necesito
recordarles
que
yo
s
cmo
utilizar
esta
arma."
Oh,
hombre,
esto
no
puede
ser
bueno,
pens,
parpadeando
varias
veces
mientras
trataba
de
concentrarse
en
la
pistola
que
ahora
estaba
tocando
el
puente
de
su
nariz.
"Soy
la
Detective
O'Connor.
Tena
una
cita
con
Marissa"
dijo
con
calma.
"Bueno,
como
pueden
ver,
est
atada
por
el
momento."
Casey
sonri.
"Ya
lo
veo.
As
que
supongo
que
debe
dejarlo
con
esto
y
ponerme
al
da
con
ella
ms
tarde."
"Lo
siento,
pero
ya
no
tengo
sentido
del
humor,
Detective.
Va
a
entrar."
Dio
un
paso
atrs.
"Por
favor,
mantenga
sus
manos
sobre
su
cabeza."
Ella
hizo
lo
que
le
dijo,
mirndolo
de
cerca,
en
busca
de
la
apertura
que
necesitaba.
Pero
sus
ojos
se
abrieron
cuando
el
monseor
se
lanz
hacia
Marissa,
desmintiendo
su
tamao,
y
le
puso
la
pistola
en
la
sien.
Los
ojos
de
Marissa
estaban
nadando
en
miedo
al
mirar
a
Casey.
l
dijo
"Por
favor
ponga
su
arma
sobre
la
mesa
al
lado
de
usted."
Casey
inclin
la
cabeza.
"No
creo
que
sea
una
buena
idea."
"Detective,
no
tengo
ninguna
intencin
de
hacerle
dao
a
ninguna
de
las
dos."
"Bueno,
viendo
que
tiene
una
pistola
apuntando
a
su
cabeza,
perdneme
si
soy
reacia
a
creerle."
"Djeme
reformular,
Detective.
No
tengo
ninguna
intencin
de
hacerle
dao
a
ninguna
de
las
dos,
pero
eso
no
significa
que
no
lo
har
si
no
pone
su
arma
en
la
mesa"
dijo
alzando
la
voz.
Casey
poda
ver
la
vena
golpeando
rpidamente
en
su
cabeza
mientras
su
rostro
enrojeca.
Ella
mir
a
Marissa,
mirndo
a
los
ojos
asustados.
Iba
en
contra
de
todo
el
protocolo
renunciar
a
su
arma.
Pero
tambin
saba
que
si
hablaba
en
serio,
nada
de
lo
que
intentara
sera
lo
suficientemente
rpido
como
para
detenerlo.
Est
bien"
dijo.
"Est
bien."
Poco
a
poco
lleg
a
su
lado,
deslizando
su
arma
fuera
de
la
pequea
funda
de
cuero
que
llevaba.
"Tmalo
con
calma".
No
saba
si
ella
estaba
hablando
con
l
o
para
ella
misma.
"Ponla
sobre
la
mesa.
Y
su
telfono
celular,
apguelo.
Pngalo
sobre
la
mesa
con
la
pistola
y
alejese."
Ella
hizo
lo
que
le
pidi,
alejndose
de
la
mesa
mientras
l
se
mova
detrs
de
Marissa,
el
arma
an
sobre
su
cabeza.
"As
se
hace,
O'Connor",
dijo
Marissa,
con
la
voz
temblorosa,
haciendo
alusin
a
su
miedo.
"Tal
vez
deb
haber
dormido
con
Hunter.
Dudo
que
ella
renunciara
a
su
arma
tan
fcilmente."
Casey
se
ech
a
rer
nerviosamente.
"No.
Ella
tampoco
se
habra
acostado
contigo."
"Tiene
esposas?"
Pregunt
monseor
Bernard.
"Oh,
hombre,
usted
no
va
a
hacerme
utilizar
las
esposas,
no?
Eso
es
tan
humillante
como
usar
mis
propios
puos."
CAPTULO
30
Vamos,
Hunter.
Creo
que
ests
exagerando
"
Sikes
dijo
mientras
se
sostena
cuando
su
coche
chill
alrededor
de
una
esquina,
con
una
mano
en
el
volante
y
la
otra
marcando
su
celular
"Ests
tratando
de
matarnos
o
que?"
Dijo
entre
dientes.
"Estoy
tratando
de
llegar
a
la
maldita
iglesia
maldita".
"No
podemos
seguir
cayendo
sobre
l.
No
tenemos
una
orden
judicial"
le
record
por
tercera
vez.
"Ella
no
contesta
su
telfono.
Marissa
Goddard
no
contesta
su
telfono.
Algo
est
pasando."
"Alguna
vez
pensaste
que
podran
estar
juntas
y
que
hayan
apagado
sus
telfonos?"
"Entonces
la
matar
yo
misma."
Su
telfono
son
y
ella
lo
tom
torpemente
mientras
conduca,
mirando
a
Sikes.
"Ya
era
hora",
murmur,
liberando
levemente
el
acelerador.
"Ms
vale
que
tengas
una
buena
maldita
excusa
por
no
contestar
el
telfono,
O'Connor."
"Y
hola
a
ti
tambin,
Hunter."
Era
Mac.
Tori
sostuvo
el
telfono
en
su
pecho
por
un
momento,
su
mandbula
apretada,
antes
de
devolverlo
a
su
odo.
"Mac,
lo
siento.
Pens
que
era
O'Connor."
"Obviamente.
Pero
Sikes
dijo
que
los
llamara
por
la
locin.
La
hemos
reducido
a
una
marca,
lo
creas
o
no.
No
s
si
ayudar
de
algn
modo.
Es
una
crema
de
manos
Lavanda
natural.
Peaceful
Herbs
Farm
es
el
nombre
de
la
marca.
Tiene
lavanda
francesa
y
manzanilla
romana.
Es
increble
lo
que
este
nuevo
anlisis
puede
hacer
por
nosotros,
Hunter.
Hemos
podido
identificar
incluso
las
trazas
del
ingrediente,
slo
de
esta
mancha.
Imagnate
cmo
esto
puede
ayudar"
"S,
s,
Mac,
imagnate,"
dijo
ella,
interrumpindolo.
"Tengo
un
poco
de
prisa
sabes?
Tienes
algo
ms?
Estamos
a
punto
de
caer
en
la
iglesia
sin
una
orden
judicial."
"Asumo
que
Malone
no
lo
sabe?"
Tori
sonri.
"No.
Y
Sikes
ya
se
ha
meado
en
los
pantalones."
Salt
cuando
John
le
golpe
"Gracias
por
la
informacin,
Mac.
Estaremos
en
contacto."
Ella
lo
interrumpi
a
media
frase
mientras
doblaba
su
telfono.
"Trata
con
O'Connor
de
nuevo,
Sikes.
Voy
a
tratar
de
mantener
las
dos
manos
en
el
volante
en
esta
ocasin."
"No
s
por
qu
diablos
te
escucho.
Vamos
a
ser
detenidos
por
un
buen
tiempo
por
entrar
sin
una
orden
judicial."
l
abri
su
telfono.
"Echo
de
menos
a
Ramrez.
Nunca
me
hizo
esta
mierda."
"Beb
grande."
"Lo
digo
en
serio,
Hunter.
Cuando
Malone
intente
reventar
nuestros
culos,
tu
vas
a
tomar
el
ardor
de
esto,
no
yo."
Mir
su
telfono,
dejando
escapar
un
suspiro.
"Cul
es
su
nmero?"
"Ponga
una
silla
al
lado
de
la
seora
Goddard,
por
favor.
Sintese,
deslice
los
brazos
entre
los
barrotes
y
espoce
sus
manos
detrs
de
su
espalda."
Casey
hizo
lo
que
se
le
dijo,
considerando
brevemente
dejar
un
lado
abierto,
luego
lo
pens
mejor
cuando
el
monseor
se
movi
detrs
de
ellas
para
ver
su
progreso.
"Ya
est.
Todo
encerrado"
dijo
ella,
tirando
de
sus
brazos
a
un
lado
para
mostrarle.
"Fue
una
buena
decisin
la
que
tom,
Detective
O'Connor."
Se
acerc
a
la
mesa
donde
estaba
su
arma,
y
luego
puso
la
suya
propio
al
lado.
"Como
he
dicho,
no
tengo
intencin
de
hacerle
dao
a
ustedes.
Simplemente
no
puedo
vivir
con
lo
que
he
hecho
por
ms
tiempo."
Levant
la
tapa
de
una
caja
grande
que
estaba
ubicada
en
un
sof
de
cuero.
"Tengo
mi
confesin
por
hacer.
Tena
la
intencin
de
que
la
Sra.
Goddard
fuese
mi
testigo.
Parece
que
ud
tambin
va
a
serlo,
Detective."
"Entonces
por
qu
el
arma?
Por
qu
estamos
atadas?"
"He
matado
a
dos
personas.
Pero
no
estaba
listo
para
que
llegara
la
polica."
Casey
mir
a
Marissa
con
las
cejas
levantadas.
Marissa
se
encogi
de
hombros
sutil.
"No
tengo
idea"
susurr.
Observaron
en
silencio
mientras
sacaba
una
larga
tnica
de
lino
blanco
de
la
caja
y
se
lo
pona,
luchando
para
asegurarla
sobre
su
gran
barriga.
Se
inclin
sobre
el
escritorio
mientras
respiraba
con
dificultad,
luego
se
enderez
y
sac
una
hermosa
estola
color
prpura
de
la
caja
y
la
coloc
sobre
sus
hombros.
Adems
de
eso,
colg
una
cruz
de
madera
en
su
cuello,
la
cruz
rebotando
contra
su
estmago
mientras
se
volva
hacia
ellas.
Con
las
manos
levantadas
hacia
el
cielo,
inclin
la
cabeza
hacia
atrs,
mirando
al
techo.
"Bendceme,
Padre,
porque
he
pecado.
Y
pecado
de
nuevo."
Baj
la
cabeza,
la
cruz
alrededor
de
su
cuello
que
se
mueve
con
cada
respiracin
que
tomaba.
"Mat
a
Juan
Hidalgo.
Y
mat
a
Alice
Hagen,"
dijo
en
un
tono
bajo.
"No
fu
lo
suficientemente
fuerte
como
para
decir
que
no."
Perpleja,
Casey
lo
mir,
frunciendo
con
fuerza
su
frente.
"Disculpe,
pero
podemos
a
hacer
preguntas,
o
qu?"
l
levant
la
cabeza,
sus
ojos
se
encontraron
con
Casey.
"Usted
no
es
catlica,
no?
No
est
familiarizada
con
el
proceso
de
confesin?"
"No
mucho,
no."
"Pero
usted
fue
criada
como
catlica
supongo?"
Casey
asinti.
"Mis
padres
se
divorciaron
cuando
yo
era
joven.
Fue
un
poco
desagradable.
Mi
madre
nunca
regres
a
la
iglesia
despus
de
eso.
Y
entonces,
bueno,
me
hice
mayor."
"Quiere
la
confesin
entonces,
Detective?
Yo
la
oir."
"Oh,
demonios,
no.
Eso
es
un
montn
de
basura,
en
lo
que
a
m
respecta."
Sus
labios
se
fruncieron
mientras
sacuda
la
cabeza
con
desaprobacin.
Le
dio
la
espalda
y
se
fue
a
mirar
por
la
ventana.
Marissa
le
dio
una
patada
en
el
tobillo.
"Trata
de
no
hacer
que
nos
maten",
murmur.
"Dijo
que
no
iba
a
hacernos
dao."
"Y
t
le
crees?"
"Viendo
como
estamos
atadas
y
mi
arma
alla,
s,
quiero
creerle."
Marissa
puso
los
ojos.
"Eres
un
idiota"
susurr.
"Tal
vez.
Pero
realmente
no
creo
que
l
tiene
la
intencin
de
matarnos.
Realmente
creo
que
quiere
confesar."
"Estamos
jodidamente
atadas!"
dijo
entre
dientes.
"No
ves
la
televisin?
Esto
es
lo
que
sucede
antes
de
que
te
maten!"
Ambas
levantaron
la
vista
cuando
Monseor
Bernard
regres,
luchando
para
llevar
una
silla.
Finalmente
la
dej,
deslizndola
ms
cerca
de
ellas.
Ellas
le
observaron
en
silencio
mientras
l
se
acomod
en
la
silla,
frente
a
ellas.
"No
planeo
matarte,
Sra.
Goddard.
Pero
tienes
razn,
detective.
Usted
debera
ser
capaz
de
hacerme
preguntas.
No
hay
otra
manera
de
que
entienda
lo
que
pas."
l
levant
la
manga
de
su
tnica
de
lino,
secndose
el
sudor
de
la
frente.
"Vamos
a
pensar
en
esto
como
un
juicio,
si
lo
desea."
Casey
mir
a
Marissa.
"Preguntas?"
Marissa
sacudi
la
cabeza.
"Sientete
libre,
O'Connor."
"Est
bien."
Casey
se
encontr
con
los
ojos
de
Bernard,
notndo
la
tristeza,
notando
la
falta
de
esperanza.
No,
no
tena
intencin
de
matarlas.
l
ya
estaba
derrotado.
Honestamente
crea
que
todo
lo
que
quera
hacer
era
limpiar
su
conciencia.
"Por
qu
es
demasiado
amplio
para
una
pregunta"
ella
dijo.
"Vamos
a
empezar
con
el
padre
Michael.
Usted
no
lo
mat."
"No."
"Pero
hizo
que
Juan
lo
hiciera,
correcto?"
l
asinti
con
la
cabeza.
"S.
Yo
...
coaccion
a
Juan
a
hacerlo,
s.
Le
dije
que
haba
encontrado
cocana
en
su
camioneta.
Le
dije
que
iba
a
llamar
a
la
polica.
A
menos,
claro,
que
llevara
a
cabo
el
mandato
de
Dios.
Le
dije
que
el
padre
Michael
haba
pecado.
Y
deba
ser
castigado".
"Porque
estaba
teniendo
una
aventura
con
el
padre
Tim?"
"S".
Sonri.
"Me
sorprende
que
halla
encontrado
algo
de
informacin,
Detective.
Pens
que
lo
tena
bien
enterrado."
Casey
se
encogi
de
hombros.
"Bueno,
soy
una
detective.
Algunas
cosas
no
se
pueden
quedar
enterradas."
Se
aclar
la
garganta.
"Pero
por
qu
matar
al
Padre
Michael
y
no
al
Padre
Tim?"
l
frunci
el
ceo.
"Por
qu
iba
yo
a
matar
al
Padre
Tim?"
"Porque
l
estaba
teniendo
una
aventura.
Quiero
decir,
ud
quera
al
padre
Michael
muerto.
Por
qu
no
los
dos?"
Bernard
neg
con
la
cabeza.
"No
me
entiende,
Detective.
La
aventura
era
una
excusa.
Eso
es
todo.
Yo
ni
siquiera
saba
sobre
la
aventura
hasta
que
el
me
lo
dijo."
Ahora
le
toc
a
Casey
a
fruncir
el
ceo.
"El
quin?"
"Gerald.
Gerald
Stevens."
"El
alcalde
Stevens?"
"S.
Algo
que
probablemente
no
sabe,
pero
eran
hermanos."
Casey
asinti.
"S,
ramos
conscientes
de
ello."
Ella
dej
escapar
un
profundo
suspiro.
"As
que,
Stevens
le
dijo
sobre
la
aventura?
No
Juan?
No
Alice?"
"No.
Juan
rara
vez
me
hablaba.
Tuvimos
un
desacuerdo
hace
unos
aos.
Y
Alice,
bueno,
Alice
simplemente
adoraba
a
Michael."
"Pero,
por
qu
lo
quera
muerto?"
"Yo
no
lo
hice,
Detective."
"No
entiendo."
"Stevens
lo
quera
muerto."
"Su
propio
hermano?
Porque
estaba
teniendo
una
aventura,
lo
quera
muerto?
Dios
mo."
"De
qu
ests
hablando?
No
tena
nada
que
ver
con
la
aventura."
"l
no
fue
asesinado
a
causa
de
su
relacin
con
el
Padre
Tim?"
El
monseor
Bernard
neg
con
la
cabeza.
"No.
Por
qu
piensas
eso?"
Casey
cerr
los
ojos
y
dej
caer
la
cabeza.
"Estamos
hablando
en
crculos
aqu."
Ella
levant
la
vista.
"Monseor,
por
qu
no
nos
cuenta
lo
que
ocurri.
Desde
el
principio."
"Qu
demonios
estn
haciendo
todas
estas
personas
aqu?"
"Es
domingo,
Hunter.
Medioda."
"Y?"
"Algunas
personas
van
a
la
iglesia."
"Bueno,
maldicin.
Va
a
ser
un
poco
difcil
colarse
inadvertidos",
dijo
mientras
miraba
por
la
ventanilla,
observandoles
andar
en
sus
trajes
y
vestidos.
"Entonces
tal
vez
deberamos
volver
atrs
y
obtener
una
orden
judicial."
"Jesucristo,
Sikes,
deja
lo
de
la
orden
ya.
Ningn
juez
nos
va
a
dar
una
orden."
"Precisamente
mi
punto,
Hunter."
"Slo
quiero
hablar
con
l,
eso
es
todo.
l
est
probablemente
en
la
iglesia
de
todos
modos.
As
que
slo
tendremos
que
esperar
a
que
salga,
luego
seguirlo.
Eso
es
todo.
Slo
para
hablar.
No
necesitamos
una
orden
slo
para
hablar
".
"El
alcalde
Stevens
vino
a
verme
un
da.
Dijo
que
saba
que
el
padre
Tim
y
su
hermano
eran
amantes.
Y
quera
ponerle
fin
a
la
misma.
Me
pidi
que
transfiriera
al
padre
Tim"
Bernard
estaba
yendo
poco
a
poco
a
la
ventana
y
mirando
hacia
fuera.
"Yo
saba
que
el
alcalde
y
el
obispo
Lewis
eran
amigos.
Saba
que
si
l
haca
esta
peticin
al
obispo
Lewis,
l
la
concedera.
As
que
estuve
de
acuerdo."
l
se
dio
la
vuelta.
"De
hecho,
estaba
feliz
de
estar
de
acuerdo.
Ellos
estaban
rompiendo
todo
tipo
de
reglas
de
conducta,
por
no
hablar
de
sus
votos.
Si
la
noticia
hubiese
salido,
bueno,
hubiera
sido
devastador
para
la
iglesia.
Otro
escndalo
que
tendramos
que
superar"
"As
que
no
se
lo
dijo
al
Obispo
Lewis?"
"S,
por
supuesto.
Transfer
al
Padre
Tim,
pero
el
obispo
Lewis
tena
que
aprobarlo.
Despus
le
expliqu
lo
que
saba,
l
estaba
feliz
de
hacerlo."
"As
que
eso
fue
todo
con
la
aventura?"
"S.
Michael
estaba
muy
molesto,
por
supuesto.
De
hecho,
l
vino
a
verme
esa
noche.
Saba
que
su
hermano
estaba
detrs
de
todo.
Me
dijo
algunas
cosas
muy
espantosas
sobre
Stevens
esa
noche.
Cosas
que
ms
tarde
me
enter
eran
verdaderas"
"Cmo
qu?"
"Cuando
eran
jvenes,
sus
padres
se
divorciaron.
Su
madre
era
una
adicta
a
las
drogas,
lo
entend.
Pero
Gerald
comenz
a
meterse
en
problemas,
pasando
el
rato
con
la
gente
equivocada."
"Eso
le
pasa
a
mucha
gente
cuando
los
padres
se
divorcian."
"Probablemente
no
tan
grave
como
esto,
Detective.
Un
chico,
vecino
de
ellos,
se
extravi.
Nunca
fue
encontrado.
El
padre
Michael
me
dijo
que
Gerald
mat
al
chico.
Gerald
tena
quince
aos
en
ese
momento,
creo."
"El
alcalde
Stevens
mat
a
alguien?"
Marissa
le
pregunt,
en
voz
baja.
"De
eso
se
trata?"
"l
mat
a
ese
chico,
s.
Y
Michael
le
ayud
a
enterrar
el
cuerpo.
Hasta
el
da
de
hoy,
nunca
ha
sido
hallado."
"Dnde?"
Pregunt
Casey.
"l
no
me
dijo
eso,
Detective."
"Est
bien,
as
que
eso
fu
un
accidente?
O
asesinato?"
"Su
garganta
fue
cortada
con
un
cuchillo."
"Jess",
murmur
Marissa.
"Es
por
eso
que
estoy
aqu,
no
es
as?"
"S".
"Est
bien,
espere
un
minuto,"
dijo
Casey,
frustrado.
"De
qu
demonios
ests
hablando?"
"El
encubrimiento
fue
un
encubrimiento,
O'Connor."
"Eh?"
"Estuve
aqu
con
el
pretexto
de
proteger
a
la
iglesia
de
un
escndalo
sexual.
Para
ocultar
el
asunto
de
padre
Michael.
Distraer
la
atencin."
Casey
neg
con
la
cabeza.
"No
me
confundas.
Estoy
perdida
con
esto."
Ella
flexion
sus
brazos.
"Y
estas
malditas
esposas
no
estn
ayudando."
"Lo
siento,
detective.
Usted
estar
libre
muy
pronto,
me
imagino"
Casey
respir
hondo.
"Est
bien,
por
qu
fue
asesinado
el
padre
Michael?"
"Amenaz
con
ir
a
la
polica
sobre
la
muerte"
"Por
qu?
Por
qu
ahora,
despus
de
todo
este
tiempo?"
"Debido
a
que
Gerald
era
popular.
Y
Gerald
era
candidato
al
Senado.
Y
porque
Gerald
estaba
siendo
respaldado
por
algunos
partidos
sin
escrpulos."
"Eso
es
todo?"
"Conoces
el
poder
que
tiene
un
Senador
de
los
EE.UU,
detective?"
"Es
evidente
que
no."
"Michael
no
quera
que
el
poder
estuviese
en
sus
manos."
"Supongo
que
no
entiendo
su
papel
en
todo
esto,
entonces."
El
monseor
caminaba
pesadamente
por
la
habitacin,
su
respiracin
trabajosa.
Casey
le
mir,
preguntndose
si
l
les
dira.
"Amenaz
con
exponerme"
dijo
finalmente,
dndoles
la
espalda.
Casey
mir
a
Marissa
inquisitivamente,
pero
ella
neg
con
la
cabeza.
Ella
esper,
con
la
esperanza
de
que
el
diera
detalles,
pero
l
se
qued
quieto,
con
la
cabeza
gacha.
No
poda
soportar
el
silencio.
"Exponer
qu,
monseor?"
Volvi
la
cabeza
hacia
ellas,
y
luego
mir
hacia
otro
lado.
"Por
supuesto,
exponerme
a
m
sera
exponer
al
obispo
Lewis.
No
poda
permitir
que
eso
sucediera.
Le
debo
demasiado
al
obispo
Lewis."
Se
ri
con
amargura.
"Por
supuesto
que
el
lo
saba.
l
saba
que
yo
nunca
permitira
que
el
nombre
del
obispo
Lewis
fuese
arrastrado
por
el
barro.
Quiero
decir,
le
debo
mi
carrera,
mi
vida,
incluso."
Casey
trag
nerviosamente.
"Exponer
qu?"
pregunt
de
nuevo.
Ella
vio
sus
hombros
hundirse,
vio
caer
su
cabeza
contra
su
pecho.
"Hace
aos...
tena
una
aficin
por...
por
los
chicos
jvenes",
dijo
en
apenas
un
susurro.
"Era
un
pecador,
s,"
dijo,
alzando
la
voz.
"Un
pecador."
Finalmente
se
volvi
hacia
ellas.
"Yo
lo
hice"
dijo,
asintiendo
con
la
cabeza
rpidamente.
"Lo
hice,
s.
Me
los
llev
a
la
casa
parroquial,
los
llev
detrs
del
altar,
los
llev
a
la
sala
del
coro."
Levant
las
manos,
con
la
cabeza
echada
hacia
atrs,
los
ojos
cerrados.
"Y
me
gust
mucho.
S,
lo
hice."
La
sala
qued
en
silencio
un
momento,
luego
sus
manos
repentinamente
cayeron
a
los
costados.
"Pero
alguien
lo
dijo.
Alguien
que
no
poda
guardar
silencio."
Neg
con
la
cabeza.
"Alguien
fue
con
el
obispo
Lewis."
Volvi
a
pararse
junto
a
la
ventana.
Busc
a
tientas
el
pestillo,
luchando
por
abrirla,
finalmente
levant
la
ventanilla
unos
centmetros,
dejando
entrar
el
aire
fro.
Luego
apoy
la
frente
contra
el
cristal.
"Estbamos
en
Kansas
City
en
ese
momento.
EL
obispo
Lewis
estaba
siendo
enviado
aqu."
Se
dio
la
vuelta,
mirandolas.
"Se
me
permiti
que
lo
acompaara.
Pas
tres
aos
en
terapia.
Nunca
toqu
a
otro
chico
de
nuevo",
dijo
con
voz
entrecortada.
"Pens
que
todo
haba
terminado,
todos
detrs
de
m."
"Cmo
lo
descubri
el
alcalde
Stevens?"
Pregunt
Marissa.
"No
lo
s.
Pero
lo
saba.
Saba
todo.
Saba
que
el
obispo
Lewis
haba
cubierto
todo.
Saba
que
yo
hu
de
Kansas
City
para
venir
aqu.
l
lo
saba
todo."
"Y
te
amenaz?"
Pregunt
Casey.
"l
dijo
que
iba
a
exponernos
a
los
dos,
s."
l
empez
a
caminar
lentamente
por
delante
de
ellas.
"Hubiera
arruinado
al
obispo
Lewis.
Habran
vuelto,
habran
revisado
todo
lo
que
haba
hecho,
cada
pequea
cosa
que
segua
enterrada,
y
lo
"Ella
no
saba
nada.
Todo
lo
que
estbamos
tratando
de
sacarle
era
el
nombre
de
su
amante.
Ese
era
el
ngulo
donde
se
centraba
nuestra
investigacin.
Nada
sobre
ud,
nada
sobre
el
alcalde."
Marissa
se
ech
a
rer,
con
una
risa
amarga.
"Todo
esto
es
demasiado",
dijo
finalmente.
"Es
demasiado.
No
tena
absolutamente
nada
que
ver
con
el
asunto
que
estaba
tratando
de
ocultar."
Ella
sacudi
la
cabeza.
"Increible.
Tres
personas
han
muerto.
Todo
porque
un
hombre
quiere
ser
senador".
Trat
de
levantar
los
brazos
hacia
arriba,
pero
la
cuerda
alrededor
de
su
cintura
se
lo
impidi.
"Y
ud
lo
permiti.
Usted
es
un
maldito
sacerdote,
por
el
amor
de
Dios!"
grit.
"Cmo
pudiste?"
Casey
movi
su
pierna,
golpeando
con
suavidad
contra
su
espinilla.
"Clmate",
dijo
entre
dientes.
"No
voy
a
calmarme!"
"Est
bien,
la
gente
casi
ha
desaparecido,
as
que
dnde
diablos
est?"
"Tal
vez
l
est
haciendo
la
confesin
o
algo
as."
"Espera.
Ella.
La
conozco",
dijo
Tori,
reconociendo
a
la
recepcionista.
Ella
sali
corriendo
por
la
puerta
antes
que
Sikes
pudiese
hacer
comentarios.
Ella
corri
por
la
acera,
tratando
de
alcanzarla.
"Disculpe.
Espera
un
segundo."
La
mujer
finalmente
se
detuvo,
volvindose
hacia
Tori.
"No
s
si
te
acuerdas
de
m.
Soy
la
Detective
Hunter
".
"S,
por
supuesto,
detective."
"Estoy
buscando
a
monseor
Bernard.
Todava
est
en
la
iglesia?"
"No.
No
estaba
en
la
misa
de
esta
maana."
Ella
frunci
el
ceo.
"Extrao.
No
recuerdo
que
alguna
vez
no
estuviese
aqu."
Tori
asinti,
frotndose
la
parte
posterior
de
su
cuello
mientras
trataba
de
decidir
qu
hacer.
"Me
puede
llevar
a
su
oficina?"
"Oh,
bueno,
no
creo
que
l
est
en
su
oficina."
Tori
sonri.
"Por
si
acaso.
Es
muy
importante."
"Bien,
bien,
seguro.
Supongo
que
puedo.
Tengo
la
llave
del
edificio
conmigo."
Tori
se
volvi
y
le
indic
a
Sikes
que
se
uniera
a
ella.
"Espere
un
segundo"
dijo,
esperando
a
que
Sikes
se
acercara.
"Este
es
John
Sikes,
mi
compaero."
"Oh.
Tenas
una
compaera
mujer
la
ltima
vez."
Ella
extendi
la
mano.
"Es
un
placer
conocerlo,
seor
Sikes",
dijo
amablemente.
"Soy
Susan
Ames."
John
sonri
encantadoramente.
"Detective
Sikes,
seora."
Tori
puso
los
ojos,
suspirando
profundamente.
"Podemos
ir?"
"Por
supuesto."
Ella
sonri
a
John.
"Como
estaba
diciendole
a
la
Detective
Hunter,
dudo
seriamente
que
Monseor
Bernard
est
en
su
oficina.
l
nunca
se
pierde
la
misa
Tal
vez
est
enfermo
esta
maana."
"Bueno,
slo
tenemos
un
par
de
preguntas.
No
le
quitaremos
mucho
de
su
tiempo."
"Oh?
Se
trata
de
Padre
Michael
todava?
O
la
pobre
seora
Hagen?"
Ella
chasque
la
lengua.
"Terrible
lo
que
pas.
Slo
tragedias
en
todos
los
sentidos.
Te
hace
sentir
miedo
de
estar
sola
en
tu
propia
casa.
Uno
nunca
sabe
lo
que
puede
pasar."
"S,
fue
terrible."
"Y
su
pobre
marido.
O
que
se
desmay
por
la
sorpresa
y
que
casi
le
perdieron
tambien"
Tori
se
detuvo
en
las
escaleras
de
la
oficina,
esperando
a
que
Susan
Ames
encontrar
la
llave
al
edificio
mientras
ella
buscaba
en
su
bolso.
"Aqu
est,"
dijo,
sosteniendo
un
conjunto
de
llaves
de
seguridad.
Pero
cuando
lleg
a
la
puerta,
esta
se
abri.
"Esto
es
raro.
Siempre
se
mantienen
cerradas
los
domingos.
Tal
vez
l
est
en
su
oficina,
despus
de
todo."
Tori
mir
rpidamente
a
Sikes,
luego
empuj
la
puerta
abierta,
lo
que
les
dej
en
el
vestbulo.
Pero
todo
estaba
en
silencio
y
oscuro,
no
haba
seales
de
que
alguien
estuviese
por
los
alrededores.
"Su
oficina
es
por
ese
pasillo,
no?"
pregunt
ella,
ya
en
esa
direccin.
"S,
pero
puedo
llamarlo
si
quieres,"
ofreci
Susan.
"No,
gracias.
Simplemente
entraremos"
Susan
corri
tras
ellos.
"En
realidad,
no
le
gusta
que
la
gente
irrumpa.
Debera
llamarlo
primero."
Pero
Tori
ya
haba
llegado
a
la
puerta
de
su
oficina.
Estaba
cerrada
con
llave.
Levant
la
mano,
golpeando
fuertemente.
"Monseor
Bernard?
Est
all?"
No
hubo
sonidos
desde
el
interior.
Tori
dio
un
paso
atrs,
sealando
la
puerta.
"brala,
Sra.
Ames."
Ella
frunci
los
labios.
"Oh,
no.
No
puedo
hacer
eso.
l
no
lo
aprobara."
Tori
sac
su
arma,
sostenindola
delante
de
ella.
"Abra
la
maldita
puerta."
Sikes
mir
a
Tori,
sus
ojos
muy
abiertos.
Finalmente
se
movi
entre
ellos,
de
espaldas
a
Tori.
"Por
favor,
Susan.
l
podra
estar
adentro.
Podra
estar
herido
o
algo
as.
Slo
queremos
ver
cmo
est."
"Bueno,
es
que...No
creo
que
est
adentro...pero,
pero"
Ella
mir
nerviosamente
a
Tori
y
el
arma
en
su
mano.
"Si
me
estn
pidiendo
que
abra
la
puerta..."
"Le
ordeno
que
abra
la
puerta",
dijo
Tori
calma.
"Est
bien.
Usted
no
se
meter
en
problemas."
"S,
pero
nosotros
podramos"
Sikes
murmur
por
lo
bajo.
Tan
pronto
como
cedi
la
cerradura,
Tori
gui
a
Susan
fuera
del
camino
detrs
de
ellos,
y
luego
abri
la
puerta.
Sin
embargo,
la
oficina
estaba
a
oscuras.
Encendi
las
luces.
La
habitacin
pareca
imperturbable.
"Acaso
mantiene
su
mesa
cerrada?"
"S.
S,
lo
hace"
Tori
desliz
la
silla
de
su
escritorio.
"Tiene
la
llave?"
"Yo
...
yo
no
puedo
entrar
en
su
escritorio,
no."
Tori
se
qued
mirndola.
"Tiene
la
llave?"
"Yo...les
permit
entrar
en
su
oficina.
Eso
es
bastante
malo,
Detective.
Voy
a
perder
mi
trabajo
con
seguridad
si
puedo
abro
su
escritorio."
Tori
suspir,
dejando
que
sus
hombros
se
hundieran,
luego
apunt
su
arma
en
su
escritorio.
"As
que
prefiere
que
dispare
para
entrar
en
l?"
"Oh,
no,
no,
no,
por
favor",
dijo
ella,
movindose
hacia
adelante.
"Este
escritorio
se
hizo
en
Roma.
Es
muy
antiguo.
l
morira
si
algo
le
sucediera"
Tori
le
clav
la
mirada.
"Entonces,
abra
el
escritorio"
dijo
en
voz
baja.
Susan
mir
a
Sikes,
pero
l
neg
con
la
cabeza.
"No
se
puede
razonar
con
ella
cuando
se
pone
as,
Susan.
Yo
ira
por
delante
y
le
abrira
si
fuera
ud"
"Entonces
tenga
en
cuenta
que
lo
hago
en
contra
de
mi
voluntad
y
a
punta
de
pistola"
dijo.
Tori
arque
una
ceja.
"Nadie
est
apuntando
con
un
arma
en
ud,
an"
agreg.
"Ahora,
abra
el
escritorio."
Ella
sorte
entre
las
llaves
de
su
cadena.
"No
s
lo
que
esperan
encontrar
aqu"
dijo.
"Son
slo
sus
cosas
personales."
"Mi
paciencia
se
est
agotando,
Sra.
Ames."
"Bien.
Aqu
est
la
llave.
Abralo."
"Jesucristo,"
Tori
murmur
mientras
le
arranc
la
llave
de
su
mano.
Ella
lo
meti
en
la
cerradura
de
la
gaveta
central,
girndola
hasta
que
oyeron
el
chasquido
del
cerrojo
abriendose.
Pero
no
fue
el
cajn
del
medio
lo
que
se
abri.
Sac
el
cajn
superior
de
la
izquierda,
mirando
en
el
interior
el
tubo
de
color
lavanda
de
la
locin.
Lo
recogi,
las
cejas
levantadas,
luego
lo
arroj
a
Sikes.
"Wow.
Crema
de
Manos
lavanda
natural
por
Peaceful
Hierbas
Farm.
Imagnate
eso."
"Si.
Imagina".
"Es
una
pena
que
no
tengamos
una
orden,"
murmur.
"Es
una
marca
especial",
dijo
Susan.
"l
lo
ordena
de
California."
Sikes
lo
lanz
de
nuevo
en
el
cajn.
"Y
ahora
qu?"
Tori
se
volvi
hacia
Susan.
"Dnde
est?"
"Le
dije
que
no
lo
s.
Como
he
dicho,
si
est
enfermo,
tal
vez
l
se
qued
en
casa."
"Y
su
casa
es?"
"Tiene
una
de
las
casas
all,
ms
abajo
de
la
casa
parroquial."
"Est
bien.
Va
a
llevarnos."
"Oh,
realmente
tengo
que
irme."
Susan
se
removi.
"Tengo
que
estar
en
casa
de
mi
madre
para
el
almuerzo.
Es
una
tradicin
del
domingo."
Tori
cerr
el
cajn
y
lo
cerr
de
nuevo,
lanzando
las
llaves
a
Susan
con
una
sonrisa.
"Va
a
tener
que
perder
el
almuerzo,
me
temo."
"Oh,
no
puedo.
Nunca
he
perdido
el
almuerzo
del
domingo."
"Ahora,
realmente
no
quiere
que
la
arrestemos
verdad?"
Sus
ojos
se
abrieron.
"Arresto
y
por
qu?"
"Oh,
qu
hay
de
obstaculizar
una
investigacin
policial?"
Ella
lanz
una
mirada
a
Sikes.
"O
no
asistencia?
Eso
es
una
buena
idea."
"Pero
yo
he
"Vamos,
vamonos."
Tori
accion
el
interruptor
de
la
luz,
y
luego
cerr
la
puerta.
"Cierre
todo."
"Qu
pasa
con
O'Connor?"
Pregunt
Sikes.
"Llamala
de
nuevo,
podras?"
Ella
tom
el
brazo
de
Susan.
"Marissa
Goddard.
Ella
tiene
una
oficina
aqu."
"S,
es
por
el
otro
pasillo."
"S,
lo
s.
Es
posible
que
necesitemos
su
llave
para
esa
tambin"
dijo
ella,
manteniendo
a
Susan
a
su
lado
con
un
firme
control
sobre
su
codo.
"Slo
va
al
correo
de
voz",
Sikes
dijo
mientras
cerraba
su
telfono.
"Voy
a
matarla."
"Bueno,
ya
sabes,
es
domingo.
Ella
se
permiti
un
da
de
descanso."
"Bueno,
nosotros
no
estamos
tomando
el
da
libre,
verdad?"
"Y
tcnicamente,
el
caso
en
el
que
estaba
trabajando
se
cerr"
agreg.
"S?
As
es
que
supongo
que
no
arrastr
tcnicamente
mi
culo
al
oeste
de
Texas
en
medio
de
una
tormenta
de
nieve
por
el
mismo
caso
cerrado?"
"Hay
algo
de
rebelde
en
ella,
no?"
"Eso
crees?"
"No
me
extraa
que
te
gusta."
Tori
se
detuvo
en
la
puerta
de
Marissa,
pero
no
haba
necesidad
de
usar
la
llave.
Estaba
abierta.
Ella
frunci
el
ceo
al
ver
el
porttil
y
el
bolso,
su
telfono
celular
al
lado.
Se
dio
cuenta
de
la
hoja
de
papel
escondida
debajo
del
telfono.
Era
de
Casey.
Ella
se
lo
entreg
a
John.
"As
que
estuvo
aqu"
dijo,
devolvindole
el
papel
a
Tori.
Tori
se
qued
mirando
la
mesa,
preguntndose
qu
estaba
pasando.
"Quin
iba
dejar
su
telfono
y
bolso
de
esta
manera?
O
lo
tomas
contigo
o
lo
pones
dentro
de
un
cajn,
no?"
Toc
la
computadora
porttil.
Estaba
fra.
"As
que
O'Connor
viene
a
buscarla,
encuentra
esto
y
le
deja
una
nota."
Tori
mir
Sikes.
"No
tiene
sentido".
"Qu?
La
bolsa
que
est
fuera
o
la
nota
de
O'Connor?"
"Si
O'Connor
dej
una
nota
para
que
la
llamara,
por
qu
no
est
su
telfono
encendido?"
"Tal
vez
se
encontraron,
as
que
slo
lo
apag"
sugiri.
Tori
se
le
qued
mirando.
"Algo
no
est
bien."
CAPTULO
31
Los
ojos
de
Casey
y
de
Marissa
se
encontraron
mientras
observaban
al
Monseor
Bernard
caer
de
rodillas
en
el
centro
de
la
habitacin,
con
los
brazos
extendidos
mientras
oraba,
sus
palabras
murmuradas
demasiado
bajo
como
para
que
pudiesen
ser
oidas.
"Alguna
sugerencia?"
Casey
murmur.
"T
eres
la
polica.
Avergualo."
"Bueno,
mi
principal
problema,
adems
de
estar
esposada,
es
que
no
tengo
una
llave
para
las
esposas."
"Figurate".
Casey
mir
la
cuerda
que
mantena
prisionera
a
Marissa.
"Voy
a
decir
esto,
l
sabe
cmo
atar
nudos.
Debe
haber
cuatro
o
cinco
de
ellos."
"Y
no
tienes
un
cuchillo
o
algo
escondido?"
susurr.
"Qu?
Crees
que
soy
MacGyver
o
qu?"
Marissa
frunci
el
ceo.
"Quin?"
"Tu
sabe,
ese
programa
de
televisin
de
los
aos
ochenta.
MacGyver".
Marissa
la
mir.
"Quieres
hablar
de
programas
de
televisin?
Ahora?
Por
favor
dime
que
alguien
sabe
que
ests
aqu.
Por
favor
dime
que
Hunter
viene"
Casey
sonri.
"Ni
siquiera
pensaba
que
te
gustaba
Hunter."
Marissa
agit
sus
brazos,
la
piel
enrojecida,
donde
las
cuerdas
le
apretaban.
Finalmente
se
detuvo
y
sacudi
la
cabeza.
"Realmente
dorm
contigo?"
"No
te
acuerdas?"
Casey
movi
las
cejas.
"Me
rogaste
que
me
quedara,
si
no
recuerdo
mal."
"Debo
haber
estado
fuera
de
mi
mente".
"No
hay
duda."
Casey
hizo
un
gesto
hacia
Bernard.
"Cunto
tiempo
debemos
dejar
que
lo
haga?"
"l
est
orando.
Tratando
de
limpiar
su
alma."
"S?
Bueno,
no
tenemos
tanto
tiempo."
Se
aclar
la
garganta.
"Monseor?"
Esper,
pero
l
no
se
movi,
su
voz
todava
baja
y
murmurando.
"Monseor
Bernard?"
Sus
brazos
bajaron,
pero
sus
labios
siguieron
movindose
en
la
oracin.
Por
ltimo,
se
volvi,
sus
ojos
claramente
aturdidos
y
hmedos
por
las
lgrimas.
"Perdone,
pero
no
deberamos
hacer
algo?"
Pregunt
Casey.
"Quiero
decir,
llamar
a
la
polica,
ir
detrs
el
alcalde,
algo".
Se
esforz
por
ponerse
en
pie,
agarrndose
al
borde
de
la
mesa
para
ponerse
en
pie.
l
tir
de
las
mangas
de
su
tnica,
las
enderez,
luego
se
fue
a
la
ventana,
abrindola
mientras
gotas
de
sudor
salpicaban
su
frente.
Se
apoy
en
el
alfizar
de
la
ventana,
con
la
mirada
muy
lejos
ya
que
daba
a
los
terrenos
de
la
iglesia.
"Ir
por
el
alcalde?"
Neg
con
la
cabeza.
"Y
hacer
qu?"
"Bueno,
usted
tiene
que
dar
una
declaracin.
Por
supuesto,
ser
su
palabra
contra
la
suya,
ya
que"
"Ya
que
todos
los
dems
estn
muertos?"
l
respir
profundamente
y
levant
la
manga
para
limpiar
su
frente.
"No
estabas
escuchando,
Detective?
No
expondr
al
Obispo
Lewis.
No
tendr
mi
pasado
expuesto.
Termina
aqu."
"Pero
sin
su
testimonio,
no
hay
manera
de
que
tengamos
ninguna
prueba
en
su
contra."
"Incluso
con
mi
testimonio,
detective,
el
alcalde
Stevens
es
intocable."
"Nadie
es
intocable."
l
sonri
con
tristeza.
"Digale,
Sra.
Goddard.
Digale
cmo
funciona
todo.
Hblele
de
encubrimientos
y
maniobras
polticas.
Dgale
que
fcil
es
manipular
los
medios
de
comunicacin.
Dgale
cmo
el
jefe
de
la
polica
no
es
ms
que
un
ttere
del
alcalde
Stevens.
Entonces
dgale
por
qu
ningn
cargo
ser
jams
levantado
contra
el
alcalde
Stevens
".
Mir
por
la
ventana.
"Dgale
que
l
es
intocable."
Tori
sali
a
la
luz
solar,
el
aire
ms
fro
que
el
calor
del
edificio.
Mirando
a
su
alrededor,
se
dio
la
vuelta
de
nuevo
hacia
Susan
Ames.
Dnde
est
su
casa?
"
"Est...
est
bajando
por
la
calle
aqu.
Pero
tal
vez
deberamos
llamarlo."
"Tal
vez
deberas
mostrarnos
dnde
est."
Tori
empez
a
caminar,
tirando
de
Susan
a
su
lado.
Casey
vio
como
Monseor
Bernard
retiraba
cuidadosamente
la
cruz
alrededor
de
su
cuello,
colocandola
suavemente
sobre
la
tela
prpura
en
la
mesa.
"Mancillado"
murmur.
Luego
se
quit
la
estola,
doblndola
metdicamente
antes
de
colocarla
junto
a
la
cruz.
Se
desabroch
la
bata
blanca,
luch
para
sacar
los
brazos
por
las
mangas.
Esta,
simplemente
la
tir
arrugada
bruscamente
en
una
silla
antes
de
volverse
hacia
ellas.
"Obviamente
estoy
incapacitado
para
llevar
las
vestiduras
de
Cristo."
Mir
hacia
abajo
y
ella
realmente
sinti
pena
por
l
mientras
l
luchaba
por
recuperar
el
aliento.
"Por
favor,
spa
que
en
mi
corazn,
en
mi
alma,
lamento
profundamente
lo
que
he
hecho."
l
levant
la
cabeza.
"Se
ha
terminado.
Est
en
las
manos
de
Cristo."
De
repente
se
dio
la
vuelta,
tomando
gigantes
pasos
torpes
hacia
la
ventana
y
luego
se
lanz
hacia
fuera,
rompiendo
el
cristal
cuando
su
volumen
golpe
contra
el.
Pasaron
unos
segundos
antes
de
que
algunos
gritos
surgieran
desde
abajo,
los
sonidos
de
pasos
dirigindose
hacia
a
la
habitacin.
"Mierda",
dijo
Casey.
"Jodida
mierda."
Intent
ponerse
de
pie,
y
luego
cay
de
nuevo
en
la
silla.
"Malditas
esposas"
murmur.
"Ests
bien?"
Marissa
miraba,
con
los
ojos
muy
abiertos.
"No
puedo...no
puedo
creerlo.
Simplemente
no
lo
puedo
creer."
"Y
yo
no
puedo
creer
que
estemos
jodidamente
atadas
a
estas
putas
sillas!"
grit
mientras
se
retorca
las
muecas
contra
las
esposas.
Se
volvi
hacia
Marissa.
"Tienes
alguna
idea?"
Susan
Ames
grit,
el
sonido
haciendo
eco
a
travs
del
patio,
su
voz
elevndose
a
medida
que
pasaban
los
segundos.
"Qu
carajo?"
"Oh,
Dios
mo."
Tori
corri
hacia
el
hombre,
detenindose
al
ver
el
cuerpo
de
Monseor
Bernard
atravesado
por
las
lanzas
de
hierro
forjado
que
rodeaba
la
estatua
de
la
Virgen
Mara.
La
sangre
ahora
manchaba
la
efigie
original,
goteando
lentamente
hacia
abajo.
"Hijo
de
puta",
murmur.
Ms
gritos
se
escucharon
cuando
la
gente
empez
a
acumularse,
y
Tori
dio
un
paso
atrs,
mirando
hacia
la
ventana
del
tercer
piso.
"Sikes,
has
la
llamada"
dijo
Tori,
sin
desviar
su
mirada
de
la
tercera
planta.
"Voy
a
subir."
"Est
bien,
voy
a
pasar
la
silla
alrededor,
tratar
de
ponerme
detrs
de
ti
para
poder
trabajar
en
los
nudos."
"As
es
que
te
perdiste
ese
da
en
la
academia
donde
aprendes
que
nunca
renuncias
a
tu
arma,
eh?"
"Vas
a
darme
un
sermn
o
vas
a
quitarme
estas
esposas?"
"Tienes
la
llave?"
"Ella
no
tiene
una
llave"
dijo
Marissa.
"Supongo
que
la
ltima
vez
que
las
utiliz
para
la
hora
de
juego,
una
mujer
se
llev
la
llave."
"O'Connor,
Dios,
tienes
que
conseguir
una
vida",
dijo
Tori
mientras
sacaba
su
juego
de
llaves,
en
busca
de
su
propia
llave
de
esposas.
"Tenemos
que
hablar
antes
que
lleguen."
"Quienes?"
"Ellos...ellos"
dijo
Casey,
frotndose
las
muecas
cuando
Tori
finalmente
la
liber.
"Parece
como
si
hubisemos
estado
atadas
durante
horas."
"Quienes,
O'Connor?"
"El
alcalde,
el
jefe,
quien
sea.
Tu
sabe,
ellos."
"De
qu
ests
hablando?"
"l
implic
al
alcalde
en
todo
esto."
"De
qu
demonios
ests
hablando,
O'Connor?"
Casey
tom
el
brazo
de
Tori
y
la
empuj
a
un
lado,
lejos
de
Marissa.
"Los
asesinatos
no
tenan
nada
que
ver
con
su
aventura,
nada
que
ver
con
tratar
de
mantenerlo
en
secreto."
Ella
seal
a
Marissa.
"Estaba
estaba
aqu
para
que
todo
el
mundo
creyera
que
tena
que
ver
con
la
aventura.
Stevens
estaba
muy
preocupado
por
encubrir
su
pasado."
"Realmente
no
veo
el
punto
en
tratar
de
susurrar,
O'Connor,"
Marissa
dijo
mientras
se
acercaba
a
ellas.
"Yo
estaba
aqu,
sabes.
He
odo
todo."
Se
volvi
hacia
Tori.
"Gerald
Stevens
mat
a
un
nio
cuando
era
un
adolescente.
Su
hermano,
Michael,
ayud
a
enterrar
el
cuerpo.
Michael
amenaz
con
decirlo
si
Stevens
se
postulaba
para
el
Senado.
Parece
que
hay
algo
de
mala
sangre
all."
Tori
se
pase
por
la
habitacin.
"Qu
demonios?
Stevens
mat
a
alguien?"
Ella
neg
con
la
cabeza.
"Increble.
Entonces,
cul
era
el
papel
de
Bernard
en
todo
esto?
Sabemos
que
mat
a
Alice
Hagen.
Encontraron
una
mancha
de
locin.
Haca
juego
con
la
que
encontramos
en
su
escritorio.
Cual
demonios
era
su
papel
en
todo
esto?"
Casey
agarr
el
brazo
de
Tori.
"Hunter,
vamos.
No
podemos
dejar
pasar
esto.
Si
hubieses
sido
tu,
si
hubieses
estado
atada
aqu,
si
hubieses
escuchado
toda
esta
mierda,
de
ninguna
manera
lo
dejaras
pasar"
"Tal
vez
sea
as.
Pero
ahora
mismo,
aqu
mismo"
Tori
dijo:
"Tengo
que
estar
de
acuerdo
con
Marissa.
Simplemente
va
a
ser
enterrado,
O'Connor.
No
puedes
ganar
esto".
Furiosa,
Casey
gir
hacia
la
ventana
rota,
con
los
puos
apretados.
"Maldito
hijo
de
puta"
le
grit.
CAPTULO
32
El
aeropuerto
estaba
lleno
para
un
domingo
por
la
noche.
Casey
y
Marissa
se
detuvieron,
mirando
la
larga
lnea
para
el
registro
de
equipaje.
Marissa
puso
sus
maletas
en
el
suelo,
con
los
ojos
todava
preocupados
mientras
miraba
a
Casey.
Casey
asinti,
metiendo
las
manos
en
los
bolsillos
de
sus
jeans.
"Bueno,
hemos
resuelto
dos
asesinatos
hoy,
tenemos
todo
cubierto,
limpio
y
ordenado"
dijo
"Dos
personas
murieron
porque
el
monseor
quera
encubrir
una
aventura
amorosa."
"Parece
de
esa
manera."
"Manejaste
la
pequea
rueda
de
prensa
improvisada
muy
bien.
El
alcalde
pareca
especialmente
agradecido.
El
domingo
un
da
de
pocas
noticias
y
todo."
"Mira,
O'Connor,
no
me
gusta
ms
que
a
t."
Baj
la
voz.
"Podramos
haber
muerto
hoy.
Y
por
qu?
Porque
algn
poltico
con
infulas
est
en
un
viaje
hacia
el
poder
y
necesita
cubrir
su
pasado?"
Ella
neg
con
la
cabeza.
"No
estoy
orgullosa
de
lo
que
hice,
pero
es
mi
trabajo.
Y
porque
soy
buena
en
mi
trabajo,
el
alcalde
piensa
que
Bernard
salt
sin
mencionar
su
nombre
ni
una
sola
vez."
"Y
por
eso
el
alcalde
obtiene
su
camino
feliz
mientras
cuatro
personas
inocentes
han
muerto."
"La
vida
no
es
justa.
La
vida
es
una
mierda"
dijo
Marissa.
"Utiliza
cualquier
lnea
que
desees,
son
todas
verdaderas."
Ech
un
vistazo
a
su
reloj.
"Debera
irme,
O'Connor."
Casey
asinti.
"Si.
Lamento
que
hayas
perdido
tu
vuelo"
Marissa
se
encogi
de
hombros.
"Me
tienen
en
espera.
Estoy
segura
que
voy
a
coger
el
siguiente."
"Tal
vez."
Caminaron
en
silencio
por
un
momento,
luego
Casey
suspir.
"Entonces,
qu
vamos
a
hacer
con
el
alcalde
Stevens?"
"Bueno,
ya
sabes,
he
estado
pensando.
Tal
vez
deberamos
dejar
que
los
medios
de
comunicacin
lo
hagan
por
nosotros."
"Qu
quieres
decir?"
"Melissa
Carter.
Canal
Cinco."
Tori
sonri.
"Ella
ha
estado
pidiendo
una
historia.
Qu
tal
si
le
doy
el
ngulo
del
hermano
y
ver
lo
que
puede
excavar?"
"Al
igual
que
el
asesinato
de
un
joven,
hace
aos?"
"Exactamente".
CAPITULO
33
Casey
se
dio
la
vuelta
en
busca
de
su
telfono.
Mir
el
reloj
y
se
pregunt
quien
llamara
a
esta
hora
en
un
domingo
por
la
noche.
"O'Connor"
contest
adormilada,
sentndose.
"Soy
yo".
"Hunter?
Maldicin,
estaba
justo
en
medio
de
un
delicioso
sueo.
Ms
vale
que
sea
bueno."
"Estoy
en
una
escena
del
crimen.
Pens
que
tal
vez
quisieras
venir."
Casey
se
puso
de
pie,
mientras
alcanzaba
sus
jeans.
"Qu
pasa?"
"Gerald
Stevens
est
muerto."
Casey
casi
dej
caer
el
telfono.
"Voy
para
all."
Casey
empuj
a
travs
de
la
multitud
de
periodistas
y
vecinos,
pasando
bajo
la
cinta
de
la
escena
del
crimen
despus
de
mostrar
su
placa
a
uno
de
los
agentes
uniformados.
La
casa
brillaba
desde
el
exterior,
cada
luz
encendida
en
su
interior.
El
vestbulo
de
entrada
era
enorme
y
se
detuvo
en
busca
de
Tori
en
el
estudio
lleno
de
gente.
Tori
se
volvi
como
si
sintiera
su
presencia,
mirndola
a
los
ojos.
Ella
hizo
un
gesto
para
que
se
acercara
y
Casey
subi
por
la
pared,
tratando
de
mantenerse
fuera
del
camino
de
todos.
"O'Connor.
Este
es
Mac
Sterner.
l
dirige
la
unidad
contra
el
crimen."
Casey
le
tendi
la
mano.
"S,
nos
conocimos
una
vez.
Los
chismes
afuera
dicen
que
fue
un
suicidio.
Es
eso
cierto?"
Mac
neg
con
la
cabeza.
"Creo
que
lo
hicieron
aparecer
de
esa
manera.
El
ngulo
est
todo
mal.
Como
le
deca
a
Hunter,
Stevens
era
diestro.
Si
te
vas
a
disparar
en
la
cabeza,
utilizas
la
mano
izquierda?
Adems,
no
hay
ninguna
huella
del
caon
en
el
cuero
cabelludo.
Mi
conjetura
es
que
el
arma
estaba
por
lo
menos
a
uno
o
dos
pies
de
distancia
cuando
fue
disparada"
Hizo
un
gesto
hacia
el
cuerpo
"Vamos
a
comprobar
presencia
de
plvora
en
su
mano,
pero
mi
conjetura
es
que
no
vamos
a
encontrar
ninguna"
Casey
mir
el
cuerpo,
con
la
mirada
detenindose
en
lo
que
quedaba
de
su
rostro.
Casi
la
mitad
de
su
cabeza
haba
volado.
Alz
los
ojos,
mirando
a
Tori.
"Dame
algo
para
seguir
adelante,
Mac.
Dnde
est
la
esposa?"
"Ella
no
estaba
aqu,
Hunter.
Sikes
esta
rastrendola"
explic.
"Alguna
posibilidad
de
que
ella
lo
hizo?"
Mac
dio
un
paso
atrs,
contemplando
la
escena.
"l
estaba
de
pie,
no
sentado.
El
es
que?
Seis
pies
tres?"
Camin
alrededor
del
cuerpo.
"Yo
slo
voy
a
adivinar
el
ngulo
hasta
que
podamos
limpiarlo,
pero
yo
dira
que
el
tirador
tena
alrededor
de
5-7
y
5-
8
pies,
como
mucho."
l
extendi
las
manos
en
posicin
de
tiro.
"Tambin
me
imagino
que
tu
asesino
era
zurdo."
"Cmo
as?"
Pregunt
Casey.
Mac
llev
su
dedo
a
la
cabeza
de
Casey.
"La
herida
de
bala
entr
por
este
lado,
en
este
ngulo.
Si
yo
soy
diestro"
se
dio
la
vuelta,
cambiando
de
manos
"entrara
de
esta
manera."
"Encontramos
el
casquillo?"
"No.
Estoy
seguro
de
que
el
tirador
se
lo
llev
con
l."
"Nada
fue
movido?"
Pregunt
Casey.
"Entrada
forzada?"
"No.
Nada
parece
fuera
de
lugar."
Tori
neg
con
la
cabeza.
"Podemos
suponer
que
Stevens
conoca
a
su
asesino."
Ella
levant
una
ceja.
"Suena
familiar?"
"S,
suena
familiar,"
murmur
Casey.
Se
alej,
entre
la
multitud,
mirando
distradamente
mientras
Tori
sac
su
telfono
fuera
de
su
cadera
y
lo
contest.
"Jess...Jesucristo",
dijo
con
un
movimiento
lento
de
la
cabeza.
Ella
respir
hondo
y
Tori
se
ri.
"Si.
Y
muy
amable
de
tu
parte
por
agarrarte
uno
para
t
misma.
Sigue
dando
vueltas,
van
a
pensar
que
deseas
ser
transferida
a
Homicidios".
"Ests
bromeando?
Crees
que
la
gente
se
muere
por
trabajar
en
Homicidios?"
"Divertido,
O'Connor".
"Si.
Divertido".
Ella
enrroll
su
nylon,
y
luego
lo
arroj
de
nuevo.
"Es
una
pena
lo
del
alcalde,
no
lo
es",
dijo
en
voz
baja.
"Si.
Una
pena".
"Pero
supongo
que
te
alegras
de
que
CIU
se
est
apoderando
de
la
investigacin,
eh?"
"Por
supuesto."
Tori
se
agach
y
meti
la
mano
en
el
refrigerador
a
su
lado.
"Quieres
otra
cerveza?"
"S".
Casey
ech
la
caa
y
carrete
en
el
borde,
y
luego
tom
la
botella
fra
y
se
sent
en
la
silla
de
cubierta
que
Tori
haba
dejado.
"As
que
CIU
slo
va
a
entrar
y
hacer
su
cosa,
verdad?"
"S".
"Ni
siquiera
usaran
tus
notas
o
algo?"
Tori
abri
su
propia
cerveza
y
bebi
un
trago.
"No
es
como
si
tuvieramos
gran
cantidad,
O'Connor.
Pero
no,
ellos
comienzan
su
investigacin
desde
el
principio.
Van
a
hacernos
ver
como
unos
incompetentes
e
incapaces
de
manejar
un
caso
de
alto
perfil
como
este."
Ella
se
encogi
de
hombros.
"Podra
ser
verdad."
"Alguna
idea
de
qu
ngulo
van
a
tomar?"
"Se
rumorea
que
Stevens
estaba
mezclado
con
el
trfico
de
drogas.
Quiero
decir,
viste
a
su
casa.
Tena
dinero
de
alguna
parte."
"Pens
que
su
esposa
era
una
mujer
de
sociedad".
"No
lo
s".
"Y
no
te
importa?"
"Ms
o
menos".
Se
quedaron
en
silencio,
Tori
todava
inclinada
sobre
un
lado,
casualmente
viendo
su
flotador
a
lo
largo
de
la
superficie.
Casey
estir
las
piernas,
volviendo
la
cara
hacia
el
sol
caliente.
Tori
lade
la
cabeza
y
mir
a
Casey.
"Marissa
es
zurda
no
es
as?"
Casey
ech
la
cabeza
con
pereza
a
un
lado,
observando
a
Tori.
"S,
creo
que
lo
es."
Tori
asinti
y
luego
mir
nuevamente
hacia
del
agua.
"Es
una
pena
lo
del
alcalde"
dijo
ella
de
nuevo.
Casey
sonri.
"As
es
que,
alguna
vez
coges
algo
aqu
atracada
en
el
muelle?"
"No.
Nunca."
Sam
estaba
en
el
muelle,
protegindose
los
ojos
del
sol,
viendo
como
Tori
se
rea
de
algo
que
la
otra
mujer
deca.
Casey
O'Connor,
supuso.
Sonriente,
camin
los
pocos
metros
a
la
embarcacin,
haciendo
una
pausa
antes
de
ir
a
bordo.
"Hola"
dijo
"Puedo
subir?"
Tori
se
dio
la
vuelta,
con
los
ojos
muy
abiertos.
Dej
caer
la
lnea,
casi
corriendo
por
la
cubierta.
"Qu
diablos?"
"Qu
clase
de
saludo
es
ese?"
"Sam,
Dios
mo,
por
qu
no
me
lo
hiciste
saber?"
Tori
murmur
mientras
la
atrajo
hacia
s.
"No
puedo
creer
que
ests
aqu."
Sam
cerr
los
ojos,
dejando
que
su
cuerpo
se
reencontrara
con
el
de
Tori,
dejando
que
sus
manos
vagaran
libremente
por
la
espalda
de
Tori.
"Hermoso
da
soleado.
Me
arriesgu
de
que
estuvieses
aqu".
Tori
se
ri.
"Llamaste
a
Malone
verdad?"
"Lo
hice".
Ella
se
apart
un
poco,
mirando
a
los
ojos
de
Tori.
"Dios,
te
extra"
susurr,
buscando
la
boca
de
Tori.
Ella
se
apart
de
nuevo,
sin
aliento.
"Te
extra
mucho,
Tori."
Ella
desliz
su
mano
por
la
cintura
de
Tori,
apretandola
ligeramente
a
su
lado.
"Ni
siquiera
puedo
comenzar
a
decirte,
Sam.
Es
tan
malditamente
vaco
sin
ti,
ya
sabes."
"S,
lo
s."
Ella
dio
un
paso
atrs.
"Ahora,
vas
a
presentarme
o
qu?"
"Maldicin".
Tori
dio
la
vuelta.
"Olvid
que
estabas
aqu,
O'Connor".
"Muchas
gracias".
Casey
se
acerc
con
la
mano
extendida.
"Casey
O'Connor.
Y
ya
que
tenas
un
labio-llave
sobre
la
vieja
aqu,
voy
a
asumir
que
eres
Sam.
Encantada
de
conocerte."
Sam
se
ech
a
rer.
"Samantha
Kennedy,
s.
Encantada
de
conocerte,
Casey."
Casey
le
dio
un
codazo
Tori
juguetonamente.
"T,
perra.
Ella
es
incluso
ms
guapa
que
en
sus
fotografias".
Tori
se
sonroj
y
golpe
el
hombro
de
Casey
en
respuesta
"Trata
de
comportarte,
O'Connor".
"No
es
posible".
Pero
ella
sonri.
"Voy
a
salir
de
tu
camino,
sin
embargo.
S
que
ustedes
dos
quieren
algo
de
tiempo
juntas."
Sam
levant
la
mano.
"No,
no,
por
favor,
qudate".
"No,
tengo
que
irme."
"En
serio,
por
favor,
qudate.
He
tenido
un
largo
vuelo.
Slo
quiero
descansar
y
sentarme
en
el
sol
por
un
rato."
Sam
mir
a
Tori
y
sonri.
"No
te
importa,
verdad?"
"No,
no.
No
te
he
visto
en
lo
que
parecen
ser
meses.
Qu
son
unas
cuantas
horas
ms?"
"Genial.
Entonces
voy
a
tomar
una
cerveza
con
ustedes."
Sam
enganch
su
brazo
con
Casey,
llevndola
de
nuevo
al
sol.
"Y
me
muero
de
ganas
de
conocer
a
la
persona
que
Tori
Hunter
ha
dejado
entrar
en
su
vida",
dijo
en
un
susurro.
"No
sucede
a
menudo"
agreg.
"No
es
ms
que
un
gran
y
viejo
osito
de
peluche",
dijo
Casey
con
una
sonrisa.
"Por
supuesto,
creo
que
ella
se
ofende
con
mi
uso
de
la
palabra
vieja".
Tori
les
miraba,
sintiendo
una
extraa
sensacin
de
familiaridad
a
la
vista
de
ellas
riendo
juntas.
Se
acerc,
repartiendo
una
cerveza
a
cada
una
"Ya
ests
contando
historias
sobre
m,
O'Connor?"
"Oh,
aligerate.
Como
si
estuviesemos
hablando
de
ti.
No
todos
hablan
de
ti,
Hunter".
Curiosa,
Tori
dej
deslizarse
su
mirada
sobre
Sam.
"Y?
Qu
ests
haciendo
de
vuelta?"
"El
alcalde,
qu
ms?
Yo
tuve
la
oportunidad
de
llamarte.
Nos
hicieron
empacar
y
nos
pusieron
en
un
avion
tan
pronto
como
llegamos
del
campo.
Supongo
que
ya
saben
que
OIC
va
a
hacerse
cargo
de
la
investigacin."
Tori
asinti.
"Si.
As
fue
como
obtuve
un
da
libre."
"Quieren
que
Travis
lo
dirija".
Tori
mir
brevemente
a
Casey.
"Significa
eso
que
tu
estars
en
el
equipo
tambin?"
Sam
asinti
con
la
cabeza.
"Si.
Me
sac
de
homicidio
en
medio
de
nuestro
caso
slo
para
asignarme
de
nuevo
al
equipo.
Qu
extrao
es
eso?"
"Si.
Ironico",
dijo
Casey.
"Y
supongo
que
has
odo
todo
sobre
el
monseor
y
dems."
"Slo
brevemente
por
Tori.
No
he
tenido
la
oportunidad
de
leer
el
archivo
o
algo".
Tori
se
inclin
sobre
el
borde
de
la
embarcacin.
"Vas
a
contarle
lo
de
Marissa
o
qu?"
"Qu
quieres
decir?"
pregunt
ella,
la
vacilacin
en
su
voz.
Tori
sonri,
mirando
hacia
ella.
"Ya
sabes,
tu
pequea
reunin
de
la
tarde
all
en
el
hotel."
Casey
agach
la
cabeza.
"Tenemos
que
hacerlo?"
Sam
se
ech
a
rer.
"Te
acostaste
con
ella?"
Casey
se
encogi
de
hombros.
"Me
gust.
Quiero
decir,
s
que
todo
el
mundo
pensaba
que
era
un
culo
duro
y
que
no
le
importaba
el
caso,
pero
creo
que
en
el
fondo,
a
ella
realmente
le
importaba"
Tori
y
Casey
se
miraron,
ambas
asintiendo.
"S,
a
ella
le
importaba",
dijo
Casey
de
nuevo.
"Se
preocupaba
mucho".
Casey
mir
a
Tori,
sus
ojos
fijos.
Ella
arque
una
ceja
inquisitivamente
y
Tori
saba
lo
que
estaba
pidiendo.
Con
slo
un
ligero
movimiento
de
la
cabeza,
Tori
esperaba
que
pudiese
transmitir
todo
lo
que
Casey
necesitaba
saber.
Ese
era
un
secreto
que
Tori
guardara
de
Sam.
Acerca
del
Autor
Gerri
Hill
tiene
diez
trabajos
publicados,
incluyendo
ganadores
de
2007
GCL
detrs
de
la
cortina
de
pino
y
la
sala
de
matanza,
as
como
las
vas
GCL
finalista
de
Hunter.
Empez
a
escribir
novela
lesbiana
como
una
manera
de
divertirse
mientras
nevaba