Costureras de La Fábrica Topeka Que Fallecieron Durante Terremoto de 1985, Víctimas Sin Rostro, Sin Nombre, Sin Número
Costureras de La Fábrica Topeka Que Fallecieron Durante Terremoto de 1985, Víctimas Sin Rostro, Sin Nombre, Sin Número
Costureras de La Fábrica Topeka Que Fallecieron Durante Terremoto de 1985, Víctimas Sin Rostro, Sin Nombre, Sin Número
silencio contrastaba con la histeria y los gritos de horror que habamos escuchado
poco antes de salir.
Avanzamos al paso de mi padre que luca preocupado y callado, as conseguimos
llegar hasta Tlatelolco poco despus de las 9 de la maana, ah presenciamos la
primera escena dantesca, escombros por todas partes, ropa, efectos personales,
restos de muebles, los enormes multifamiliares que se levantaban imponentes en
otro tiempo, estaban justo a nuestros pies.
Apenas podamos ver, el aire estaba viciado, una densa nube blanca nos impeda
respirar, pensamos que no podramos seguir; sin embargo, alguien pregunt a lo
lejos si requeramos llegar al centro y se ofreci a llevarnos, era el chofer de una
combi colectiva que nos acerc a Pino Surez, desde donde caminamos
nuevamente porque no haba transporte sobre Tlalpan, la calzada que debamos
seguir para llegar a la estacin del Metro San Antonio Abad.
Al pasar dicha estacin vimos a mi padre apresurar el paso, nos cost trabajo
alcanzarlo, los edificios que albergaban las fbricas de ropa ubicadas en la zona
estaban daados pero seguan en pie, eso pareci animarlo a continuar; sin
embargo, antes de llegar a la esquina de avenida Del Taller donde deba estar la
edificacin de 11 pisos se detuvo en seco, apoy sus palmas de sus manos sobre
las rodillas para tomar aliento y lentamente se incorpor antes de volver a posar
su vista sobre lo que quedaba de sta. Era evidente que no poda creer lo que
vean sus ojos.
Mi hermana y yo nos acercamos a sostenerlo de ambos brazos, pareca que las
piernas iban a fallarle en cualquier momento, l pidi que le permitiramos
sentarse sobre la banqueta. En ese momento comprend que haba salvado su
vida, un da antes haba acordado con su jefe laborar de 07:00 a 15:00 hrs., para
lo cual haba dispuesto la alarma de su despertador, que si son nadie la haba
escuchado. Secretamente me regocij por ello
En nuestro recorrido por los barrios de Tepito y la Lagunilla ya habamos dado
cuenta de los daos sufridos en las vecindades, de casas daadas, pero no
habamos visto nada como aquella imagen que tenamos enfrente.
La robusta estructura se haba reducido a dos pisos, por alguna extraa razn las
paredes se haban pulverizado; pap crea que las gruesas columnas podran
soportar el movimiento, pero no fue as, los techos quedaron sobre los pisos
asemejando un sndwich, con las miles de prendas que colgaban de entre los
escombros, daba la impresin de estar viendo algo irreal.
Permanecimos en silencio tratando de entender aquello, antes de que mi padre
murmurara que tena la esperanza de ayudar a sus compaeras que permanecan
al interior del inmueble, esperaba encontrarlas con vida.
Luego dijo que el peso de las mquinas de coser y las miles de prendas haba
colapsado los pisos. Nosotras replicamos que tal vez las trabajadoras haban
tenido tiempo de salir, aunque sabamos que no hubiera sido posible correr 11
pisos abajo mientras las escaleras se deshacan bajo sus pies
El tono de su voz se torn ms grave cuando nos dijo que al menos en dos de los
pisos de la fbrica de pantalones Topeka, tenan un estricto control del personal,
que llevaba a cabo un supervisor que sola asegurarse que las costureras
estuvieran en sus lugares en punto de las 07:00 AM.
Para garantizar que las trabajadoras cumplieran con sus labores acostumbraba
dejarlas bajo llave mientras bajaba a desayunar. As que Qu oportunidad
tuvieron de salvarse si estaban encerradas? Qu probabilidades habra de que
hubieran sobrevivido si la maquinara haba vencido cada uno de los pisos
superiores?
Eran las 11:00 hrs., cuando vimos a los dueos de las maquiladoras, que dicho
sea de paso eran judos, para entonces ya haban acordado no solicitar apoyo de
Proteccin Civil, era conveniente para ellos en ese momento que autoridades,
rescatistas y voluntarios volcaran su atencin en los multifamiliares, hoteles,
hospitales y vecindades afectadas o derrumbados por toda la ciudad.
En ese tiempo, mi padre se encargaba de elaborar los moldes que se utilizaban en
la aplicacin de las prendas, por tanto, conoca a la mayora de los dueos, habl
con su jefe y con los de los pisos donde saba que estaban las vctimas
potenciales.
Previamente, haba hecho varias observaciones a los dueos respecto al excesivo
peso de las mquinas y a las toneladas de tela, hilos y plstico, que ingresaba
constantemente a cada planta, aunque ninguno de stas haba sido tomado en
cuenta.
Para el medio da, empezaron a llegar los familiares de las costureras que
laboraban en los ltimos pisos, pero los dueos de las fbricas se negaron a
recibirlos bajo el argumento de que no conocan a las referidas trabajadoras.
La mayora de las vctimas eran mujeres de provincia, muchas de ellas madres
solas, sin estudios, sin referencias, sin contratos firmados, sin prestaciones de ley,
que reciban una remuneracin semanal menor al sueldo mnimo, muchas de ellas
trabajaban a destajo, y no tenan ms testigo de su paso por las fbricas y
maquiladoras que a sus propias compaeras que haba sufrido un destino similar
al suyo.
Y dado que la atencin de los capitalinos se centraba en otros puntos de la ciudad,
los empresarios no tuvieron que dar explicaciones a nadie, mucho menos
indemnizar a los deudos.