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EMOCIONES HUMANAS
La Coleccin Posgrado rene, desde 1987, los textos que como tesis de maestra y doctorado presentan, para obtener el grado, los egresados de los programas del Sistema Universitario de Posgrado de la UNAM.
El conjunto de obras seleccionadas, adems de su originalidad, ofrecen
al lector el tratamiento de temas y problemas de gran relevancia, contribuyendo a la comprensin de los mismos y a la difusin del pensamiento universitario.
Celos y envidia:
emociones humanas
AGRADECIMIENTOS
Al trmino de un trabajo como este, lo primero que el investigador debe hacer es un examen de conciencia en el que rescate el esfuerzo de todas aquellas personas que participaron de una u otra manera en su realizacin.
En primer lugar deseo agradecer la orientacin y dedicacin de mi tutora principal, la doctora Gilda Libia Gmez Prez-Mitr, a quien conozco desde hace muchos aos y respeto y admiro muchsimo, por su dedicacin a la
disciplina psicolgica, su responsabilidad en todas las tareas que lleva a cabo
y, sobre todo, agradezco el poder contar con el privilegio de su amistad.
A los miembros de mi comit tutoral, el doctor Juan Jos Snchez Sosa
y la doctora Olga Elizabeth Hansberg Torres, por sus interesantes comentarios y observaciones, a lo largo de casi tres aos de trabajo.
A mis sinodales, los doctores Arturo Bouzas Riao, Rolando Daz Loving, Javier Nieto Gutirrez y Guadalupe Acle Tomassini, por sus comentarios tanto en el examen de postulacin como en el de candidatura.
A todos ellos, amigos y colegas, muchas gracias.
A lo largo del tiempo que llev este conjunto de estudios participaron alumnos por el puro gusto de hacerlo y con la finalidad de aprender; alumnos que
cubrieron su servicio social; otros que fueron becarios, ya sea del Programa
de Iniciacin Temprana a la Investigacin y la Docencia (PITID) de Fundacin UNAM o del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigacin e Innovacin Tecnolgica (PAPIIT).
Otros colaboradores fueron acadmicos, colegas, amigos y compaeros
de trabajo. A continuacin aparecen los nombres de los alumnos y luego el
de los acadmicos.
Alumnos PITID-Fundacin UNAM
Becarios: Adriana Cabrera Gmez, Adriana Romero Tcheschner, Alejandra
Domnguez Espinosa, Elizabeth Espinosa Rodrguez, Enriqueta Aranda Su-
rez, Jessica Molina Martnez, Liliana Vargas Medina, Marina Gonzlez Nava, Mnica Mzquiz Arias, Norma Anglica Haro Gonzlez, Ruth Mndez
Hernndez.
Alumnos que fueron becarios y adems realizaron su servicio social participando en el estudio: Mara del Pilar Reyes Mungua, Nancy Leticia Castillo Vite,
Olivia Barajas Marroqun, Rosalinda Reyes Arriaga.
Proyecto PAPIIT nm. IN301799
Facultad de Psicologa (Ciudad Universitaria), becarios: Elisa Fabiola Montes
Vzquez, Paola Peralta Idueta, Roco Nuricumbo Ramrez, Tamerlan Carballo Crdenas,
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, carrera de psicologa, becarios: Katia
Carvajal Villanueva, David lvarez Campos.
Voluntarios: Alejandro Cervantes Mrquez, Cecilia Salmones Rivera, de la
Facultad de Psicologa y Lucina Padua Hernndez de la FES Zaragoza, carrera de psicologa.
Entre los acadmicos que participaron se encuentran las maestras Lilia Joya
Laureano, Gisela Sierra Otero e Hilda Fernndez de Ortega Brcenas, y el
licenciado Antonio Velzquez Moreno de la Facultad de Psicologa, as como la maestra Raquel del Socorro Guilln Riebeling (corresponsable en el
proyecto PAPIIT) de la FES Zaragoza. A todos ellos, gracias por las desveladas,
los ayunos, y todo el trabajo que implic coordinar a los alumnos, los instrumentos, las muestras de aplicacin, la captura y anlisis de los datos, y todo
lo que tuvimos que hacer para poder presentar a ustedes este trabajo.
Y muy especialmente, mi agradecimiento a la Universidad Nacional
Autnoma de Mxico, que por medio de sus programas de apoyo a la investigacin, especficamente a Fundacin UNAM, que por medio del PITID permiti que se llevaran a cabo los estudios correspondientes al primer y segundo objetivos de este trabajo; y tambin al PAPIIT (Nm. IN301799), que permiti que se llevaran a cabo los estudios correspondientes al tercer objetivo
de este trabajo.
Lo que aqu se presenta es el resultado del trabajo conjunto de todas las
personas e instituciones mencionadas. Muchsimas gracias!
NDICE
Prlogo
Captulo 1. Las emociones
Importancia de las emociones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Importancia del estudio de los celos y la envidia . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Aproximaciones tericas al estudio de la emocin . . . . . . . . . . . . . . 30
Teoras cognoscitivas de la emocin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
Algunas definiciones, o caracterizaciones, del concepto
de emocin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Distinciones entre emocin, estado de nimo, temperamento
y otros constructos afectivos relacionados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Definiciones o caracterizaciones de la emocin . . . . . . . . . . . . . . 81
Relacin entre cultura y emocin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Captulo 2. Celos y envidia
Caracterizacin de los celos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Caracterizacin de la envidia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
Semejanzas y diferencias entre los celos y la envidia . . . . . . . . . . . . 138
Semejanzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
Diferencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
Captulo 3. Tcnicas de investigacin; objetivos y antecedentes
Tcnicas de investigacin de emociones en general y de los celos
y la envidia en particular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Autoreportes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
Experimentos de laboratorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
Jugar papeles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
Vietas o historias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
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ces que las describen entre ellas, las emociones asociadas, los objetos
enmarcados en estas emociones, las caractersticas de las personas, tanto del observador como del actor, las consecuencias, su evaluacin y
sus causas. Situacin que permite dar una visin completa y exhaustiva de las mismas.
Este libro da a conocer tambin diversos puntos de vista de los
tericos que han desarrollado perspectivas acerca del tema; enmarcando la importancia que tiene la cultura sobre la concepcin, sensacin
y conducta que se genera a partir de los celos y la envidia. Asimismo,
la autora ampla la red, en ambas emociones, acerca de las cosas y
situaciones hacia las cuales se sienten, reportando que ambas no slo
se sienten hacia la pareja, sino hacia los amigos, la familia, los hermanos; de ah que una situacin importante dentro del libro sea el
proponer una gama de situaciones hablando de estas emociones en
trminos relacionales, romnticos y de comparacin social. Y que, a
pesar de que estos procesos confluyen, la doctora Reidl propone un
abanico de posibilidades en trminos de sensaciones al recordar la situacin, lo que se dice durante la misma, el desagrado que produce,
el entorpecimiento de planes, el responsable de la situacin, la forma
en que se afronta y la percepcin de justicia, entre otras.
Aunada a las anteriores, el libro hace otra gran contribucin al
proponer una alternativa en la medicin de estas emociones. Ya que,
como la autora menciona, stas estn fuertemente vinculadas a la deseabilidad social, y esto complica la labor de medirlas. La propuesta
dada por la doctora Reidl (vietas) reduce el fenmeno y contribuye
a que otros investigadores implementen esta forma de evaluacin como una medida de diagnstico en diferentes mbitos.
Por ltimo, simplemente podra destacar la importancia de este
trabajo porque hace que los lectores se interesen por las caracterizaciones sobre los celos y la envidia. O porque la autora trata de desentraar dos conceptos que van por caminos entrecruzados, dando, en
forma fiel, objetiva y definitiva, la mejor aproximacin a ellos.
Slo me resta decir que al terminar de leer el libro, me pude percatar de que estas dos emociones, aunque distantes, son cercanas y
altamente relevantes en la vida de cualquier ser humano; y que, con
la propuesta dada por la doctora Reidl, se pueden hacer contribuciones prcticas tanto para el pblico en general como para los espe-
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cialistas en el campo. Permite, por un lado, enriquecer las perspectivas tericas y metodolgicas y, por otro, aclarar con un lenguaje claro
y sencillo, algo celos y envidia que acontece en la vida diaria,
que no deseamos sentir pero que sentimos y que est fuertemente matizado por la cultura colectivista en la que vivimos.
Sofia Rivera Aragn*
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Las ltimas dos o tres dcadas han visto un incremento en la investigacin sobre emociones, principalmente referida al impacto de la
cognicin sobre la emocin;5 al impacto de los estados de nimo y
emociones sobre la cognicin;6 y la expresin no verbal (facial) de
la emocin.7 Todos estos temas de investigacin son escencialmente
individualistas, concentrndose en los procesos intraindividuales que
unen a la actividad biolgica, cognoscitiva y expresiva con los sentimientos subjetivos.
En trminos generales, todas estas aproximaciones, sin negar el
soporte fisiolgico que conlleva un estado emocional, plantean que
las emociones se dan en situaciones de relacin con otros sujetos u
objetos, de manera que tienen condiciones, antecedentes o causales,
donde el individuo sentir una u otra emocin, dependiendo de la
evaluacin e interpretacin que haga de su entorno, as como del foco
de atencin al que se dirija durante la situacin o episodio emocional
al momento de describirlo, y se comportar de una u otra manera. La
adecuada comprensin del fenmeno, por tanto, tambin incluye lo
que se sinti, como se describi, las atribuciones que se realizaron, ya
sea del comportamiento propio o el del otro, o del evento suscitado,
cmo se enfrent y cmo se termin. Esto hace necesario que los modelos que pretenden explicar a las emociones evolucionen hacia una
perspectiva dinmica tal y como lo seala Lewis.8 La investigacin
contempornea en el campo de las emociones debe ser, por lo tanto,
transdisciplinaria, borrando los lmites de la psicologa fisiolgica, social, clnica, experimental, de la personalidad y cognoscitiva.
Los lmites alrededor del dominio afectivo captado por la palabra
emocin son difusos, por lo que para las personas legas, y durante mucho tiempo tambin para aqullas interesadas en su estudio, los conceptos de afecto y emocin se consideraron como pertenecientes al
mismo rubro.9
El trmino afecto es una rbrica muy amplia que se refiere a tod o
lo emocional; puede haber diferentes formas especficas de lo afectivo, como los sentimientos, las preferencias, las emociones, los estados
de nimo y los rasgos afectivos, que se pueden clasificar dentro de diferentes niveles. Al hablar de niveles, se hace referencia a diferentes
formas de afecto, cada una de las cuales puede involucrar un rango
de subsistemas. Todos los tipos de afecto son inherentemente biopsi-
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ner una respuesta dada en un ambiente relevante. Sin embargo, argumenta que es difcil hablar de las funciones de la emocin porque
ello implicara pensar que todas las emociones comparten las mismas
funciones. Y las consecuencias de una respuesta pueden ser: 1) intencionadas o no; 2) a largo o corto plazo; 3) pueden ser singulares o
promedio y predecibles; y 4) individuales o grupales biolgicas y
sociales. Por lo tanto, concluye que cualquier emocin puede tener
una multiplicidad de funciones dependiendo del aspecto de la emocin que se considere, de la naturaleza de sus consecuencias y de si el
punto de referencia es individual, de la especie o de la sociedad.
Las caractersticas interpersonales de las emociones pueden resumirse en lo que Keltner y Kring27 han llamado la aproximacin
sociofuncional de la emocin. Esta aproximacin conceptualiza a las
emociones como respuestas de canales mltiples que permiten que el
individuo responda de manera adaptativa a los problemas sociales y
que tome ventaja de las oportunidades sociales en el contexto de las
interacciones en las que se involucre.28 Ms especficamente, estos
autores sealan que entre las implicaciones sociales de las emociones se tienen: a) la emocin que expresa una persona le indica a otras
el potencial emocional de la situacin son afirmaciones sociales
acerca de la situacin, acerca de uno mismo y acerca de los dems;
b) si la evaluacin que el sujeto hace de la situacin y la emocin que
se siente se conforman o no con las normas culturales en cuestin;
y c) son importantes para definir la posicin social y el papel que se
juega en la estructura social a la que se pertenece.
Esta aproximacin parte de cuatro supuestos: a) los seres humanos
son sociales por naturaleza y se encuentran con muchos problemas
de sobrevivencia dentro de las relaciones sociales;29 b) las emociones son adaptaciones o soluciones a problemas especficos relacionados con la formacin o mantenimiento de relaciones sociales: ciertas
emociones y disposiciones emocionales motivan comportamientos
individuales e interactivos que permiten que el individuo forme lazos sociales.30 Emociones como los celos, en algunas ocasiones, permiten que los individuos mantengan, protejan o restauren los lazos
sociales frente a amenazas que atentan contra el individuo o la relacin;31 c) las emociones son procesos dinmicos relacionales que
coordinan las acciones de los individuos de manera que guan sus in-
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teracciones hacia condiciones preferidas: no slo organizan las respuestas fisiolgicas, conductuales, experienciales y cognoscitivas, sino
que tambin organizan las acciones de los individuos en las interacciones que stos tienen cara a cara; d) la experimentacin y expresin
de las emociones producen consecuencias sociales benficas para los
individuos y sus relaciones, as como beneficios sociales acumulativos a largo plazo. Por ejemplo, los celos correlacionan con el incremento de la probabilidad de mantener relaciones ntimas a largo
plazo.32
El estudio de las emociones es importante tambin porque su regulacin, es decir, el proceso por medio del cual los individuos influyen sobre las emociones que sienten, cundo las tienen, y cmo las
experimentan y expresan, es central para la salud mental: pueden
apoyar o resquebrajar la capacidad para trabajar, para relacionarse
con otros y para disfrutar de la vida. Estos procesos regulatorios pueden ser automticos o controlados, conscientes o inconscientes, tener
efectos mltiples o especficos. Y desde el momento en que la regulacin emocional es casi siempre una cuestin social, la psicologa
social y, por ende, la cultura, juega un papel importantsimo en su
estudio.33
En virtud de lo anterior, se puede decir que las emociones coordinan las interacciones sociales de manera que le ayudan al ser humano a mantener relaciones benficas para l. Los procesos por medio
de los cuales coordinan o moldean esta interaccin, son tres:34
a) La expresin y la experiencia de la emocin mandan informacin socialmente relevante para los individuos que participan
en una interaccin acerca de sus emociones, intenciones y
orientaciones hacia la relacin. Es decir, proporcionan informacin del que la manda respecto a su estado emocional, sus
intenciones sociales, su salud fsica y mental; informa acerca
de los objetos y eventos del entorno; y evala la relacin social
en trminos de, por ejemplo, qu tan justa o comprometida es.
b) Las emociones evocan respuestas emocionales en los otros, similares o complementarias, que se asocian a respuestas benficas ante el evento emocional, como pueden ser respuestas
de ayuda, empata o reciprocidad.
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c) Son fuentes de informacin para el sujeto respecto de su estado de preparacin global para la accin y evaluacin de situaciones vitales, o respecto a eventos importantes desde el
punto de vista afectivo.42
Clark y Watson43 sealan que las funciones de las emociones se pueden clasificar en aquellas que tienen importancia evolutiva bsica y
las de origen ms contemporneo. Las primeras favorecen la sobrevivencia mientras que las segundas, ms complejas, tienen funciones
intrapsquicas, interpersonales y sociales.
Las funciones bsicas son:
a) Actuar como estmulos internos sobresalientes que alertan al
organismo sobre la necesidad de llevar a cabo una mayor recoleccin de informacin y acciones, eslabonando tipos especficos de eventos con diferentes emociones.
b) Movilizar recursos, ya que las emociones se acompaan de
respuestas fisiolgicas que pueden verse como potenciales
de accin.
c) Conservar recursos cuando la actividad prolongada no da un
resultado satisfactorio, la reduccin del esfuerzo o el alejarse
de la situacin representa una estrategia adaptativa.
Muchas formas de psicopatologa incluyen trastornos emocionales,
ya sea que las emociones se den en exceso, o deficitariamente, o de
manera incoherente, o incongruente, ya sea con la situacin que las
evoca, la forma en que se expresan, o ambos. La relacin entre la emocin y la psicopatologa ha dado lugar a dos corrientes de investigacin: por un lado a la relacin entre la emocin y las estructuras del
sistema nervioso autnomo por ejemplo LeDoux44, y por el otro,
a la forma en que los aspectos emocionales de los trastornos psicolgicos se relacionan con estilos particulares de interaccin social y el
establecimiento de cierto tipo de relaciones interpersonales.45
El conocer la relacin entre las funciones sociales de la emocin
y la psicopatologa permite construir un marco de referencia conceptual que considere las posibles causas y consecuencias de los trastornos emocionales, as como disear estrategias de intervencin que
puedan implementarse, ya que las emociones ayudan a coordinar las
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comportamiento humano, est sobredeterminada en el sentido de representar el punto final de un nmero de intenciones, actos y temas.
Los celos involucran la rabia frente a un acto de infidelidad o deslealtad; amenazan destruir a la relacin; involucran tambin humillacin;
hacen que surja erotismo intensamente ambivalente; escalan el conflicto interpersonal dentro de la relacin y se ven acompaados de
incertidumbre, frustracin y desesperanza. Cualquiera de estas reacciones, o todas ellas, pueden predisponer a un individuo a cometer
actos agresivos.
Otros autores que han sealado la estrecha relacin entre los celos y la violencia, que puede ir desde el enojo, pasando por agresin
hasta la violencia homicida son: Barnett y cols.,62 Delgado y Bond,63
Leong y cols.,64 Pines y Aronson,65 Pines y Friedman66 y Riggs.67
Los celos son una emocin dinmica: se mueve de un estado donde el individuo se siente completamente amenazado hacia un estado
en el que cree que ya domin el problema. En casos extremos, la solucin del problema consiste en la eliminacin violenta del rival.
En todo caso, existe un movimiento que va del respeto al rival hasta
su total denigracin. Si el rival no se degrada en su poder, por lo menos se denigra en su valor moral, porque entre ms tiempo dure la
situacin de celos ms culpa se le atribuye al rival por su intromisin.
Si el celoso perdiera la batalla, lo sobrecogera la melancola y la depresin, por lo que las situaciones de celos muy prolongadas con
frecuencia terminan o en suicidio o en depresin permanente.68
Los celos y la envidia juegan un papel importante en la vida humana: los celos mantienen la exclusividad de las relaciones emocionales y la envidia pone nfasis en ciertos principios igualitarios en las
relaciones que establecen los seres humanos; se requiere cierto grado
de celos y envidia para evitar actitudes de total indiferencia entre
las personas.69
Los celos llevan a conductas ms violentas que la envidia, como
lo demuestra que 20% de los homicidios involucran a una persona
celosa.70 Sin embargo, la envidia tambin tiene consecuencias negativas y dainas, entre las que destacan que la envidia no tiene que ver
con la igualdad como un valor general, sino que est relacionada con
el medio para mejorar la situacin personal del sujeto, y adems, surge cuando la demanda de igualdad es algo inalcanzable.71
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Magda B. Arnold
La teora de Arnold es en realidad de las ms antiguas dentro del
campo cognoscitivo. Su primer trabajo relacionado con el tema lo
public en 1945.78 De entonces a la fecha, se puede resumir su teora como se presenta a continuacin.
El anlisis cognoscitivo de Arnold depende del constructo evaluacin. Ella sugiere que el individuo evala de forma inmediata,
automtica y casi involuntaria, todo aquello con lo que se encuentra
que tenga que ver con l. Mientras ninguna otra evaluacin interfiera, esto lleva al sujeto a acercarse a cualquier cosa evaluada como
buena, evitar la evaluada como mala e ignorar lo que le es indiferente.
Desde el punto de vista de la autora, se considera a la evaluacin como complemento de la percepcin y como productora de la tendencia
de hacer algo. A esta tendencia se le llama emocin cuando es fuerte, aunque para Arnold, todas las evaluaciones tienen por lo menos el
estatus de experiencias afectivas.
Se seala que en la mayora de las experiencias novedosas, la memoria es la base de las evaluaciones; cualquier cosa nueva se evala
en trminos de la experiencia pasada. El objeto nuevo evoca una memoria o recuerdo afectivo asociado con la experiencia previa; estas
memorias afectivas son revivificaciones de las evaluaciones pasadas, y
distorsionan el juicio continuamente.
Arnold piensa que una situacin y todas las memorias afectivas
relevantes, llevan al individuo a tratar de adivinar el futuro. Se puede
imaginar si lo que suceder va a ser bueno o malo, por lo que la evaluacin depende, entonces, de la memoria ms las expectativas. A
partir de esto el individuo desarrolla un plan de accin que involucra
varias posibilidades para afrontar la situacin, de las que se escoge
la mejor.
Arnold tambin distingue entre sentimiento y emocin. Los patrones de accin emocional surgen de evaluaciones positivas o negativas de objetos percibidos o imaginarios, mientras que los patrones
de accin sentimental se consideran como resultado de la evaluacin de algo que puede ser benfico o daino para el funcionamiento
del organismo.
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Richard S. Lazarus
Lazarus y sus colegas inician su aproximacin cognoscitiva al estudio
de la emocin desde 1966; de entonces a la fecha, su punto de vista
ha quedado plasmado en diversos trabajos, que se irn mencionando
conforme se haga referencia a ellos.
El concepto de evaluacin cognoscitiva es un tema central de la
teora de este autor:
La evaluacin cognoscitiva refleja la relacin nica y cambiante que se lleva a
cabo entre una persona con ciertas caractersticas distintivas (valores, compromisos, estilos de percibir y pensar) y su entorno, cuyas caractersticas tienen
que ser predichas e interpretadas.79
Estas evaluaciones van ms all de las respuestas cognoscitivo-afectivas inmediatas y no deliberadas. La evaluacin cognoscitiva se
puede entender ms claramente como el proceso de categorizar un
encuentro y sus varias facetas con respecto a su significado o importancia para el bienestar del individuo; es bsicamente evaluativa, se
centra en el significado o importancia y se lleva a cabo en forma continua durante la vida de la persona.
Para este autor existen dos aspectos evaluativos principales: la
evaluacin primaria y la secundaria. En la evaluacin primaria se pueden distinguir tres tipos: 1) irrelevante, 2) benigno-positivo y 3) daina o peligrosa productora de estrs. Cuando el encuentro con el
ambiente no trae ninguna implicacin para el individuo, cae dentro
de la categora de irrelevante. Las evaluaciones benigno-positivas ocurren si el resultado de un encuentro es visto como positivo; es decir,
si preserva o incrementa el bienestar, o promete hacerlo. Las evaluaciones productoras de estrs incluyen dao/prdida, amenaza o reto.
En la situacin de dao/prdida ya se ha daado a la persona; en la
situacin de amenaza, se anticipan situaciones de dao/prdida; en
las de reto, se exige la movilizacin de esfuerzos de confrontacin y se
centran en la ganancia o crecimiento potencial que puede provocar
el encuentro con el entorno.
Cuando el individuo se encuentra en desventaja o peligro, se tiene
que hacer algo para controlar la situacin: la evaluacin que se hace
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respecto a qu se puede y debe hacer se denomina evaluacin secundaria. Esta actividad es un aspecto crucial; es un proceso complejo
que toma en cuenta las opciones de afrontamiento de que se dispone,
la posibilidad de que una opcin de afrontamiento dada permita
aplicar una estrategia particular o un conjunto de ellas de manera
efectiva. Las evaluaciones secundarias de las opciones de afrontamiento y las evaluaciones primarias de lo que est en juego interactan
entre s modelando el grado de estrs y la intensidad y cualidad o
contenido de la reaccin emocional. Las diferentes combinaciones
de los procesos de evaluacin ilustran la mediacin cognoscitiva de
la reaccin ante el estrs y el proceso de afrontamiento: cada tipo
de reaccin emocional depende de un proceso de evaluacin cognoscitivo particular.
La revaluacin o reinterpretacin se refiere a un cambio en la
evaluacin sobre la base de nueva informacin proveniente del ambiente, que puede resistir o alimentar presiones provenientes de la
persona, y/o informacin de las propias reacciones de la persona. Una
revaluacin no es ms que una evaluacin que sigue a una anterior
en el mismo encuentro y que la modifica: en esencia no difieren.
En trminos generales, la forma en que una persona evala un encuentro influye de forma determinante sobre el proceso de afrontamiento y la forma en que reacciona emocionalmente.
Existen diferentes factores que influyen la evaluacin, que se pueden clasificar en dos grandes tipos: factores personales y factores situacionales. Entre los factores personales existen dos que son muy
importantes para la evaluacin: los compromisos y las creencias. Estos
influyen la evaluacin de la siguiente manera: 1) determinando lo
que es importante para el bienestar en un encuentro dado; 2) mod elando la forma en que la persona entiende al evento y en consecuencia sus emociones y esfuerzos de afrontamiento; y 3) proveyendo la
base para evaluar los resultados.
Los compromisos expresan lo que es importante para la persona,
lo que tiene significado para ella; determinan lo que est en juego
en un encuentro particular. Aunque la definicin de compromiso
contiene componentes cognoscitivos al referirse a preferencias, valores y/o metas, se considera que tiene implicaciones motivacionales
de movimiento, intensidad, persistencia, importancia afectiva y di-
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entre ms inminente es un evento, ms intensa es su evaluacin; entre menos inminente, se puede tener ms tiempo para pensar qu
hacer, o reevaluar la situacin, anticipar el afrontamiento, etctera.
La duracin se refiere a qu tanto tiempo persiste el evento nocivo;
por lo general, tambin entre ms tiempo dure, ms nocivo es. La
incertidumbre temporal se refiere a desconocer cundo va a ocurrir
un evento; esta incertidumbre es nociva slo ante la inminencia del
evento nocivo.
Por otro lado, la ambigedad se refiere a tener insuficiente informacin, o tenerla poco clara. Cuando existe ambigedad situacional,
los factores personales son los que modelan la comprensin de la situacin, haciendo que la interpretacin de la misma sea ms una
funcin de la persona que de los lmites establecidos por los estmulos
objetivos. La ambigedad puede ser evaluada como amenazante, y
tambin como motivante para buscar, por ejemplo, ms informacin.
Por ltimo, el tiempo en el que ocurren los eventos dentro del
ciclo vital puede ser amenazante si ocurren demasiado temprano o
demasiado tarde, ya que la persona se puede ver privada del apoyo de
sus pares, de la oportunidad de prepararse para un nuevo papel, entre
otras cosas.
Una de las circunstancias que afectan la evaluacin de la situacin es la vulnerabilidad percibida del sujeto. sta est ntimamente
relacionada con la habilidad de afrontar. Por lo tanto, un aspecto muy
importante de la teora de la emocin de Lazarus es el que se refiere
al afrontamiento. Para Lazarus y Folkman, afrontamiento se define
como:
...el constante cambio de los esfuerzos cognoscitivos y conductuales para manejar demandas especficas internas y/o externas que son evaluadas como imp ositivas o excediendo los recursos de la persona.83
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miento, por lo que este proceso est continuamente mediado por las
reevaluaciones cognoscitivas.
Las etapas del proceso de afrontamiento son: anticipacin, impacto y postimpacto. Las funciones del afrontamiento son manejar o alterar el problema que est causando el dao y regular la respuesta
emocional ante el problema. Al primer caso corresponde el afrontamiento dirigido al problema, y al segundo el afrontamiento dirigido
o centrado en la emocin.
Entre las formas de afrontamiento centradas en la emocin se tienen: evitacin, minimizacin, distanciamiento, atencin selectiva,
comparaciones positivas y buscarle lo bueno a lo malo. Entre las formas de afrontamiento centradas en el problema se tienen: definir el
problema, generar soluciones alternativas, sopesar las alternativas en
trminos de costo-beneficio, escoger entre ellas y actuar. Estas ltimas pueden dirigirse al individuo mismo hacia dentro o hacia
el ambiente hacia afuera.
Entre los recursos que el individuo tiene para afrontar las situaciones se tienen: salud y energa, creencias positivas, habilidades para
resolver problemas, habilidades sociales, apoyo social y recursos materiales. Las restricciones que un individuo tiene para utilizar sus fuentes de afrontamiento son: restricciones personales, ambientales, y el
nivel de amenaza percibido.
Los aspectos conceptuales a los que se debe dirigir una teora
cognoscitiva de la emocin son dos:
a) Especificar las actividades cognoscitivas y de afrontamiento
que hacen posible traducir un encuentro con el ambiente en
reacciones emocionales a corto plazo y resultados a largo plazo,
plantendolos en trminos de proceso para poder incorporar
al cambio durante uno de estos encuentros, y a travs de los diferentes tipos de encuentro;
b) Apartarse de la simple descripcin para llegar a un planteamiento de causas y consecuencias que especifiquen las variables
o condiciones bajo las cuales ocurre cada tipo de evaluacin
con sus consecuencias emocionales as como el establecimiento de la interrelacin funcional que existe entre la persona, los antecedentes causales de la situacin, los procesos y los
resultados.84
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George Mandler
Desde el punto de vista de Mandler85 los tres aspectos integrales de
la emocin son: la activacin, la interpretacin cognoscitiva y la
conciencia. La activacin indiferenciada es la percepcin de actividad del sistema nervioso simptico. Su presencia depende de la interpretacin cognoscitiva, particularmente respecto a las interrupciones
y el bloqueo de metas u objetivos y sirve para mantener la homeostasis y la bsqueda de informacin.
La interpretacin cognoscitiva involucra estructuras que promueven reacciones innatas ante los eventos, ms las evaluaciones de la
percepcin de s mismo. Los movimientos expresivos producen reacciones cognoscitivas automticas que se ven alteradas por la reinterpretacin. La experiencia de la emocin y la conducta emocional
resultan de la interaccin entre la activacin autnoma y la interpretacin cognoscitiva. La activacin proporciona la cualidad visceral
y la intensidad de la emocin mientras que la interpretacin cognoscitiva proporciona una categora de la experiencia. Mandler argumenta que la experiencia emocional ocurre a nivel consciente, y las
salidas de sta son codificadas apropiadamente por el lenguaje convencional.
La tesis general de Mandler es que la activacin del sistema nervioso autnomo establece el escenario para la conducta y experiencia
emocionales. La cualidad de la emocin proviene del anlisis del significado que es iniciado por la activacin, la situacin general y el
estado cognoscitivo. A partir de este punto existen salidas hacia la
conciencia y hacia la accin.
La activacin se puede producir de dos maneras: por una prod u ccin preprogramada del sistema nervioso autnomo y por mediacin
del anlisis del significado que convierte a los estmulos mentales en
productores de actividad del sistema nervioso autnomo. Cualquier
indicacin de activacin que se perciba lleva en forma automtica
al anlisis del significado. Esto genera una bsqueda de estructuras
que puedan asimilar la informacin, su anlisis y la percepcin de la
activacin. Si la bsqueda tiene xito, se detiene, y esa estructura particular es almacenada en la conciencia.
La postura de Mandler se puede resumir diciendo que involucra
una retroalimentacin continua: los estmulos ambientales llevan a
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interpretaciones cognoscitivas que llevan a la percepcin de la activacin que lleva a la experiencia emocional que lleva a la percepcin
y evaluacin de la experiencia que modifica la interpretacin cognoscitiva original, y as sucesivamente.
Mandler indica que la complejidad de las entradas emocionales
hace que la emocin sea muy rica, y su significado est dado por la
estructura de las entradas y su relacin con otras entradas y otras estructuras mentales existentes. Mandler interpreta de dos maneras la
interaccin entre la cognicin y la activacin en el anlisis del significado. Desde el punto de vista pasivo, la emocin est dada por la
red relacional total de los dos conjuntos de estructuras; desde el punto de vista activo, las entradas de cualquier sistema son alimentadas
a las estructuras existentes basadas en la experiencia pasada y en los
factores innatos. Por supuesto que ambos sistemas pueden operar y
el mismo conjunto de eventos puede actuar como productor de la activacin y tienen que ser evaluados cognoscitivamente.
A un nivel de mayor detalle, el autor sugiere que las estructuras
proporcionan anlisis de las entradas y una identificacin inicial de
la emocin. stas se guardan, el anlisis del significado proporciona
ms interpretaciones, se produce entonces la activacin que, junto
con la evaluacin cognoscitiva de la situacin, resulta en una reaccin emocional especfica.
Joseph De Rivera
De Rivera86 inicia la presentacin de su teora sealando que existen
en el idioma ingls centenares de palabras que se refieren a los estados emocionales. Dependiendo de lo que se considera exactamente
que es una emocin, se tienen entre 100 y 500 palabras que probablemente capturan matices diferentes de emociones. Y decide que se
puede llegar a saber qu son las emociones y cuntas hay.
En el ambiente existen bsicamente dos elementos: el sujeto y el
objeto. Existe una emocin si la persona transforma su relacin con
el mundo; es decir, se mueve hacia o en contra del objeto acercndose o se mueve quitndose del lugar o escapando del objeto alejndose. A las emociones donde el sujeto es el objeto del movimiento
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las llama emociones yo, y emociones ello a las que tienen a otro
como objeto.
Habla de dimensiones que le permiten clasificar las emociones
como de pertenencia algo es mo, o participa de mis intereses;
existe un lmite entre lo que pertenece y lo que no, e implica una
conexin entre la persona y el otro; de reconocimiento se
identifica al objeto como miembro de un grupo especial o de estatus
privilegiado, reflejando el gusto por y la forma en que se es visto por
los dems; y de ser donde el otro tiene que existir y tener algn significado, forma o esencia, en las cuales la emocin opera
afectando la existencia o la esencia del otro o de s mismo.
Los tres tipos de emociones y las relaciones entre la persona y el
otro parecen corresponder a los tres aspectos del s mismo que describi James87 originalmente: el s mismo material queda formado por
las emociones de pertenencia; el s mismo social por las emociones
de reconocimiento, y el s mismo espiritual por las emociones de ser.
Las dimensiones del espacio psicolgico en el que se llevan a cabo
los movimientos de las emociones parecen sealar que las emociones
de pertenencia jalan un objeto hacia nosotros o lo alejan, nos acercamos al objeto o nos alejamos de l; en la dimensin de reconocimiento vemos hacia abajo o hacia arriba a las personas u objetos con
los que nos relacionamos; y en la dimensin de ser, las personas u objetos estn dentro o fuera, nos abrimos ante ellas o las excluimos.
La matriz de emociones desarrollada por De Rivera implica cuatro
ejes fundamentales: 1) si la persona u otro implcito es el sujeto del
movimiento; 2) si el movimiento es hacia o lejos del otro o de la persona; 3) si el movimiento altera la posicin de la persona o del otro;
y 4) si el movimiento ocurre a lo largo de las dimensiones de pertenencia, reconocimiento o ser, dando como resultado 24 emociones.
Esta matriz de emociones sugiere que cualquier emocin particular es el resultado de un patrn de elecciones que organizan nuestra
relacin con el otro, partiendo del supuesto escuela transaccional
de Ames, 195188 de que cualquier percepcin es realmente una interpretacin de la situacin y por lo tanto involucra elecciones. Las
diferentes elecciones que se pueden hacer producen interpretaciones diferentes de la situacin que el sujeto mantiene en relacin con
su entorno y transforman su posicin en el mundo. La eleccin que
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pueden dirigir diferentes emociones hacia diferentes personajes involucrados: hacia s mismo, hacia otros y hacia la tercera persona si
es que existe.
Cuando uno mismo es el agente del resultado, uno puede tener
emociones hacia uno mismo o hacia otros. Cuando el otro es el agente, tambin se pueden tener emociones hacia uno mismo o hacia el
otro. Cuando el agente es la tercera persona, tambin se pueden tener
emociones hacia uno mismo, hacia el otro y hacia la tercera persona.
De lo anterior, Kemper plantea como postulados de su teora, a
los siguientes:90 La teora sociolgica de la emocin se fundamenta
en los siguientes postulados: a) las relaciones entre los actores se pueden caracterizar localizando a los actores en relacin de uno con el
otro sobre las dos dimensiones relacionales de poder y estatus; b) en
cualquier episodio de interaccin pueden ocurrir cuatro cambios relacionales simultneamente; c) los cambios relacionales se entienden
como ganancia o prdida en las posiciones de poder y estatus de los
actores entre s; d) la continuidad de los niveles existentes de poder
y estatus de los actores tambin es un resultado posible de un episod i o
de interaccin; e) cuando ocurre un cambio relacional o cuando existe
continuidad, algn agente es responsable del resultado; f) los agentes
pueden ser uno mismo, el otro o un tercero; y g) uno puede sentir diferentes emociones hacia uno mismo, el otro, el tercero si existe como producto del mismo resultado relacional.
Kemper define a las emociones como:
...una respuesta evaluativa relativamente corta de naturaleza esencialmente
positiva o negativa que involucra componentes somticos distintivos (y en
ocasiones tambin cognoscitivos).91
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se cree que operan en la situacin. Entre las condiciones formales estn: la ley, las reglas burocrticas, los trminos de un contrato, etctera; los juicios que se refieren al carcter del otro y de uno mismo a
la luz de ciertas normas de equidad, reciprocidad, justicia, etctera; la
cantidad de recursos con los que se cuenta para efectuar un cambio,
pudiendo ser stos de diversa ndole.
Emociones consecuentes
En las relaciones que continan durante un tiempo existen interacciones subsecuentes que se llevan a cabo dentro del contexto tanto
de la estructura relacional existente y sus emociones estructurales
asociadas y anticipaciones y emociones relacionales. Los resultados
de la interaccin son que el poder y el estatus han incrementado, decrecido, o permanecido igual. Estos resultados relacionales hacen que
surjan las emociones consecuentes.
La articulacin de los resultados de la interaccin con las condiciones estructurales da lugar a un gran nmero de combinaciones. Estos canales relacionales pueden dar como resultado situaciones que
se consideran como estructuralmente excesivas, adecuadas o insuficientes. De estas tres posibilidades estructurales se pueden articular
tres resultados: ganancia, prdida o continuidad del estatus. Por lo
tanto, dependiendo de la condicin inicial hay nueve posibles condiciones resultantes. Si se toma en cuenta la direccin del agente causante de las diversas situaciones, tan slo para el canal relacional del
estatus propio se deben considerar 63 posibles emociones. Si esto se
hace para los tres canales relacionales restantes, quedan 1,071 posibles
combinaciones que, por supuesto, son demasiadas.
Con objeto de reducir la amplitud de la matriz resultante, Kemper introduce tres principios: a) se dicotomizan las condiciones consecuentes a un conjunto que opera cuando al individuo le agrada el
otro, y a otro conjunto que opera cuando al individuo le desagrada
el otro; b) se retienen slo las cuatro situaciones de pierde y gana;
y c) se puede considerar, al igual que cuando se habl de las emociones estructurales, que existe un isomorfismo entre el propio poder y
el poder del otro, que son inversos.
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Los canales relacionales que toman en cuenta los diferentes agentes causales uno mismo, el otro y un tercero producen una gran
cantidad de posibilidades emocionales.
Ira J. Roseman
Roseman, entre 1979 y 1991, estableci que las dimensiones evaluativas necesarias para explicar la existencia de las diferentes emociones
eran las siguientes:
a) Estado motivacional: es el motivo dominante operativo en un
sujeto en una situacin dada, y queda representado como apetencia o aversin, una recompensa que se busca conseguir o
un castigo que se desea evitar.
b) Estado situacional: este estado se refiere al hecho de si el estado motivacional recompensa o castigo est presente o
ausente en la situacin ante la cual est reaccionando el individuo.
c) Probabilidad: sta se refiere al juicio sobre si un resultado dado es probablemente cierto o incierto.
d) Legitimidad: sta se refiere a si la persona cree que merece un
resultado positivo o negativo de esa situacin.
e) A g e n c i a: sta se refiere a si el resultado es visto como causado
por circunstancias impersonales, otra persona, o la persona
misma.
El sistema de relaciones entre combinaciones particulares de evaluaciones y las emociones discretas resultantes conforman la teora
estructural de las emociones del autor. No todas las posibles combinaciones de estas evaluaciones producen diferentes emociones; lo
que equivale a decir que algunas evaluaciones son irrelevantes para
algunas emociones, o que algunas evaluaciones tienen efecto slo en
regiones particulares del espacio emocional.93
Las emociones que quedaron incluidas dentro de la teora estructural de Roseman se obtuvieron con base en las hiptesis que especifican el subconjunto de estados emocionales que son sndromes de
respuesta distintivos,94 constituidos por los componentes fenomeno-
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lgico, fisiolgico, expresivo, conductual y emotivacional dirigido a metas. Otras emociones quedaron excluidas por ser sinnimos,
supraordenadas o subtipos.
Autores como Abelson,95 Arnold,96 Oatley, Johnson y Laird97 y
Scherer98 proponen que la evaluacin que resulta de comparar un
estado actual a uno deseado es un antecedente crucial de las emociones. Esto es anlogo a la interaccin de los estados motivacional y
situacional de la presente teora. Scherer,99 Averill100 y Panksepp 101
sealan que los diferentes tipos de motivos influyen sobre cul emocin es la experimentada en una situacin dada, apoyndose de esta
manera la evaluacin del estado emocional de la teora estructural
de la emocin.
Otros autores, como Frijda,102 Ortony, Clore y Collins,103 Scherer,104 Smith y Ellsworth,105 tambin hablan de la evaluacin de la
probabilidad, certeza o expectativa como productoras de emociones.
Kemper,106 Weiner107 y Scherer,108 plantean que las evaluaciones del
agente causal de los resultados de los eventos de una situacin son
determinantes de otras emociones. De la misma manera, Averill109
indica que las evaluaciones de justicia, valor moral o legitimidad
son importantes en la generacin de otras emociones.
Como puede observarse, no obstante la sencillez de la teora estructural de Roseman, concuerda con puntos de vista de diversos
autores, en todas las dimensiones de evaluacin que plantea como
importantes para la diferenciacin de la emocin que un sujeto experimentar en una situacin dada.
James R. Averill
Averill110 se describe a s mismo como constructivista, y explica lo
que ello significa: las emociones son construcciones sociales y son
improvisaciones basadas en la interpretacin que el individuo hace
de la situacin. Adelanta una primera definicin de emocin diciendo que las emociones son vistas como papeles sociales transitorios o
sndromes constituidos socialmente. Las normas sociales que ayudan
a constituir stos se representan psicolgicamente como estructuras
cognoscitivas o s c h e m a t a s. Estas estructuras proporcionan la base para
la evaluacin de los estmulos, la organizacin de las respuestas y el
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la quinta se refiri a esfuerzo; y la ltima, la sexta, al control situacional. De lo anterior, se desprendi que los individuos son capaces
de evaluar los eventos emocionales en seis dimensiones.
Los resultados permitieron recuperar dimensiones de evaluacin: agrado, esfuerzo anticipado, actividad de la atencin, certidumbre, agencia humana y control situacional, que correspondieron
a las encontradas en el primer estudio; importancia y obstculos percibidos, que correspondieron al segundo estudio; y una ltima, lo
predecible, que fue relativamente nueva, ya que no correspondi
unvocamente con el sentido que se le haba dado originalmente al
trmino. Parece que la certidumbre se refiere a dos cosas diferentes:
certeza respecto a lo que est sucediendo, y respecto a los resultados
de la situacin.
Nico H. Frijda
Frijda117 define a las emociones como estados de preparacin para la
accin; es decir, son estados motivacionales que subyacen al comportamiento emocional, y son las principales constituyentes de la conciencia emocional. En otras palabras, son afectos que llevan al surgimiento de la preparacin a la accin con control de los precedentes.
Las emociones se rigen por leyes118 y se presentan a continuacin.
1. La ley del significado situacional. Establece que las emociones
surgen en respuesta a la estructura de significado de una situacin dada; diferentes emociones surgen en respuesta a diferentes estructuras de significado.
2. La ley de la realidad aparente. Seala que las emociones son
provocadas por eventos evaluados como reales, y su intensidad corresponde al grado de realismo percibido.
3. La ley de la asimetra hednica. Indica que el placer es contingente al cambio y desaparece con la satisfaccin continua
m i e ntras que el dolor persiste en condiciones adversas persistentes. Es decir, las emociones positivas se desvanecen porque
las necesidades se ven satisfechas, mientras que las negativas
permanecen porque las necesidades o deseos subsisten.
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o inconsistencia de un evento con las expectativas; d) conductividad, el grado en el que un evento bloquea o ayuda a
alcanzar las metas del organismo; y e) urgencia, la urgencia
percibida de realizar una respuesta conductual apropiada al
evento.
4. Potencial de afrontamiento. La habilidad que un individuo tiene
para afrontar un evento, y consiste de cinco subcotejos: a)
agente, el evento fue causado por la naturaleza, otras personas o por s mismo; b) motivo, la accin del agente se debe
al azar, a la negligencia o fue intencional; c) control, el grado en el que un evento y sus consecuencias son controlables;
d) poder, el grado en el que la persona que experimenta la
emocin es capaz de influenciar la ocurrencia del evento; y e)
ajuste potencial, el grado en el que un individuo es capaz
de afrontar cambiando las preocupaciones y metas internas
ms que los eventos externos
5. Compatibilidad con los estndares. El grado en el que un evento es compatible con los estndares morales, y consiste de dos
subcotejos: a) estndares externos, compatibilidad con los estndares del grupo social al que se pertenece; es decir, si un
evento, particularmente una accin, se conforma a las normas
sociales, convenciones culturales o expectativas de otros significativos o no; y b) estndares internos, compatibilidad
con los estndares propios, internalizados, tales como los que
se refieren al autoconcepto y el yo ideal.
La forma en que se relaciona esta teora con la de Roseman,124 segn
Scherer, es la siguiente: el subcotejo de conductividad a la meta corresponde a la evaluacin del estado situacional de Roseman; el subcotejo de probabilidad del resultado corresponde a la evaluacin de
probabilidad; el subcotejo de agente causal corresponde a la evaluacin de la agencia; el subcotejo de poder corresponde a la evaluacin
de poder. Se puede establecer relacin tambin entre el subcotejo de
relacin de incumbencia con la evaluacin del estado motivacional,
porque ambos distinguen tipos de motivaciones. El subcotejo de los
estndares internos corresponde a la evaluacin de legitimidad de
Roseman.125
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Se argumenta que existen tres amplias clases de emociones que resultan de poner nfasis en uno de los tres aspectos sobresalientes del
mundo: eventos y sus consecuencias, agentes y sus acciones, y objetos. Se incluye un mecanismo evaluador que permite distinguir entre
los tres ingredientes principales de la evaluacin: metas, estndares y
actitudes, que constituyen, respectivamente, los criterios para evaluar
a los eventos, las acciones de las personas o agentes, y a los objetos.
Un tipo emocional es un tipo de emocin distintiva que se
puede llevar a cabo o tener, en una variedad de formas relacionadas
reconocibles. Las emociones vienen en grupos dentro de los cuales la
estructura intragrupo es bastante sencilla, aunque la estructura intergrupo no lo sea. Cada grupo o conglomerado est estructurado de tal
manera que la definicin de cada celdilla en el grupo proporciona
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una especificacin de un tipo emocional que incorpora las condiciones provocadoras de la emocin de esa celdilla.
Los grupos emocionales identificados tienen dos caractersticas
importantes: a) las emociones del mismo grupo tienen condiciones
provocadoras que estn estructuralmente relacionadas; y b) cada tipo
emocional distintivo representado en ellos se conceptualiza mejor como representando a una familia de emociones muy relacionadas. Las
emociones en cada familia estn relacionadas en virtud del hecho
de que comparten las mismas condiciones provocadoras bsicas, pero
difieren en trminos de su intensidad y, en ocasiones, en trminos del
peso que les es asignado a los diferentes componentes o manifestaciones de las emociones por ejemplo, componentes conductuales. La
caracterizacin de cada tipo emocional incluye una especificacin de
las principales variables que afectan su intensidad.
Existen tres aspectos principales del mundo hacia los que se puede dirigir la persona: eventos, agentes u objetos. Cuando la persona se dirige hacia los eventos lo hace por que est interesada en sus
consecuencias; cuando pone atencin a los agentes, lo hace porque
le interesan sus acciones; y cuando se dirige a los objetos, lo hace porque est interesada en ciertos aspectos o propiedades imputadas a
ellos como objetos. Los eventos son simplemente las construcciones
que los individuos tienen de lo que sucede. Los objetos son objetos
vistos como tales. Los agentes son aquellos considerados a la luz de
su instrumentalidad o agencia real o supuesta en la produccin o contribucin para la produccin de los eventos. Los agentes pueden ser
humanos, no humanos, o abstracciones, siempre y cuando sean considerados como causalmente eficaces en el contexto particular.
La estructura global de los tipos emocionales se presenta en un
diagrama,127 donde se seala que cada uno de los tres tipos de cosas
ante las que se puede tener reacciones con valencia est asociado con
una amplia clase de reacciones afectivas. El que se experimenten stas
o no como emociones depende de qu tan intensas sean. La primera
clase general de reacciones afectivas se refiere a sentirse satisfecho
o insatisfecho. Estas reacciones afectivas surgen cuando una persona
construye las consecuencias de un evento como siendo deseables o
indeseables, de tal manera que la deseabilidad juzgada o indeseabilidad es la variable ms importante o central que afecta la
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intensidad de todas las emociones basadas en eventos. Esto significa que la deseabilidad es el principal criterio de evaluacin.
La segunda clase general de reacciones afectivas son las de aprobacin y desaprobacin; cuando estas reacciones son lo suficientemente intensas llevan a un grupo de emociones denominadas emociones
atributivas. stas son causadas por las reacciones ante las acciones de
las personas o agentes, cuando stas son vistas como elogiosas o reprobables, haciendo que el valor juzgado sea la base central de la
evaluacin.
Por ltimo, la tercera clase general se refiere a las reacciones afectivas esencialmente no estructuradas de gusto y disgusto. Las emociones aqu asociadas son las emociones de atraccion, que son causadas
por las reacciones hacia los objetos o aspectos de los objetos en trminos de su atraccin.
Cabe aclarar que, por lo general, en la realidad la persona experimentar una mezcla de emociones que resulta de considerar la situacin desde diferentes perspectivas en diferentes momentos, de tal
manera que algunas de las emociones resultantes pueden coocurrir y
algunas otras ocurrirn en secuencia.
A continuacin se introducen las distinciones relacionadas con
las reacciones ante los eventos y sus consecuencias. Esta rama incluye los tipos emocionales de satisfaccin e insatisfaccin, reacciones de la persona que est experimentando la emocin frente a
la implicacin que los eventos tienen para ella. Las reacciones emocionales de satisfaccin e insatisfaccin pueden referirse a las consecuencias para s mismo o a las consecuencias para otro. Respecto a
las consecuencias para s mismo, se puede llegar a dos grupos de emociones: para uno de estos grupos la consideracin del prospecto de un
evento es relevante y para el otro es irrelevante; las emociones resultan de reaccionar al prospecto de eventos positivos y negativos que
se cree que han sido confirmados o no confirmados: a este grupo de
emociones se les llama emociones prospectivas.
Respecto a las consecuencias para otros, se tienen a las emociones que resultan de reaccionar a las consecuencias que los eventos
tienen para otros: este grupo se denomina fortuna de otros y contiene cuatro tipos emocionales distintos. Las emociones representan las
reacciones a los eventos que una persona puede tener cuando stos
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ms diferenciada de una reaccin afectiva ms simple. La distintividad de una reaccin emocional surge en parte de la forma particular
de reaccin afectiva que es. La propuesta de los autores es del tipo de
una estructura jerrquica, en la que en el nivel superior se encuentran
dos tipos de reacciones afectivas positiva y negativa. Las acciones
con valencia son los ingredientes esenciales de las emociones en el
sentido de que todas las emociones involucran algn tipo de reaccin
positiva o negativa hacia algo. Cuando se consideran factores adicionales, surgen estados emocionales cada vez ms diferenciados. Como
ya se seal, el ms importante de estos factores es la naturaleza de
la cosa evento, agente u objeto ante la cual se reacciona.
La evaluacin cognoscitiva
La evaluacin de una persona de una situacin inductora de emociones se basa en tres variables centrales de la teora: deseabilidad,
valor o vala y atractivo, que se aplica a las emociones basadas en
los eventos, en los agentes y en los objetos respectivamente. La deseabilidad se evala en trminos de una estructura de metas compleja,
donde existe una meta central o focal que gobierna la interpretacin
de cualquier evento. La deseabilidad de un evento se evala en trminos de qu tanto facilita o interfiere con esta meta focal y las submetas que la apoyan. En forma semejante, el valor o vala de las acciones
de un agente se evala respecto a una jerarqua de estndares, y lo
atractivo de un objeto se evala respecto a las actitudes de la persona.
Se distingue a las metas de los estndares en trminos de lo que
uno quiere ver, lo que uno cree que debe ser. Se distinguen tres tipos
de metas: a) metas que se buscan activamente metas-A son las
que la persona trata de obtener; b) metas de inters metas-I,
las que por lo general no se persiguen por que uno tiene poco control
sobre su realizacin; y c) metas de reabastecimiento metas-R son
aquellas que aumentan y disminuyen. Ortogonales a estos tipos de
metas, se tiene la cuestin de si la meta se puede alcanzar parcialmente o slo en trminos de todo o nada. Todas estas distinciones juegan
un papel importante en la intensidad con la que las personas experimentan las diferentes emociones.
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indeseables, de tal manera que necesariamente se satisfacen las condiciones provocadoras de las emociones de bienestar.
Reacciones ante los agentes
Existen importantes diferencias cualitativas entre las emociones que
dependen de cmo creemos que surgieron o se dieron los eventos sobresalientes. Se considera este aspecto cuando se atiende al agente
que se cree fue instrumental para la ocurrencia del evento, ms que
al evento mismo, aunque algunas emociones resultan de poner atencin a ambos simultneamente. En el caso de estas emociones atributivas, la variable central evaluada es el valor o vala que se calcula en
trminos de los estndares invocados al evaluar la accin del agente.
Las emociones atributivas que se centran en el s mismo o en
el s mismo extendido como agente, presentan como condiciones
de provocacin el aprobar la propia accin valiosa y desap r o b a r
la propia accin culpable. Otras emociones atributivas se centran
en la agencia de los otros. Sus condiciones provocadoras son el aprobar el valor de la accin del otro y desaprobar la culpabilidad de la
accin del otro.
Existen otras emociones que parecen ser emociones compuestas
porque se dirigen tanto al agente del evento como a la deseabilidad
del resultado. Estas emociones combinan la aprobacin de la accin de
un agente con el placer del resultado deseable; la desaprobacin de la
accin de una persona con el displacer del resultado indeseable;
la aprobacin de la accin propia con el placer del resultado deseable; y la desaprobacin de la accin propia con la desaprobacin del
resultado.
Reacciones ante los objetos
El ltimo grupo de emociones principales es el que resulta de reaccionar ante los objetos o aspectos de los objetos. Las emociones de
atraccin estn enraizadas en evaluaciones de lo atractivo, que a su
vez se basa en las actitudes. Estas ltimas estn codificadas en representaciones de objetos o categoras. En cualquier ocasin particular
en la que se encuentre un objeto, se vuelve accesible la evaluacin
codificada en la representacin del mismo y/o de la categora de la
cual se le percibe como miembro. Son estas evaluaciones basadas en
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Kemper;145 dentro de la perspectiva de las emociones como tendencias a la accin en funcin de la evaluacin del entorno de: Frijda,146
Frijda, Kuipers y Ter Schure;147 o aquellas que pertenecen al punto
de vista ms cognoscitivo estructuralista, como el caso de Ortony,
Clore y Collins,148 son claro ejemplo de que el estudio y la investigacin de las emociones requieren de un planteamiento integral para
su mejor comprensin.
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usan los psiclogos y los legos para referirse a ciertos aspectos del afecto; algunos los usan de manera intercambiable, o por lo menos no
han sentido la necesidad de establecer las diferencias entre ellos.
Davidson152 establece la diferencia entre cuatro conceptos: emocin, estado de nimo, temperamento y estilo afectivo.
Frijda153 se refiere a variedades de afecto: las emociones, los episodios emocionales y los sentimientos. Las palabras emocionales se
utilizan para referirse a una amplia variedad de estados o eventos psicolgicos emociones, sentimientos, estados de nimo, y personalidades, que difieren en trminos de su duracin, orgenes, referencia
a objetos particulares o a clases de objetos ms generales e indefinidos.
Pero considera que las bases para distinguirlas se deben a dos cosas:
a) el que exista o no una relacin entre el sujeto y un objeto o evento particular; y b) el que se refieran a un proceso o estado agudo, en
comparacin con una disposicin ms o menos duradera.
Goldsmith154 plantea que el trmino emocin se utiliza para describir reacciones, estados, estados de nimo, sentimientos, rasgos y
desrdenes, y establece las diferencias slo entre las reacciones emocionales, los estados de nimo y el temperamento. Los aspectos que
establecen la diferencia entre ellos son: tipo de entidad, propiedades
temporales, componentes cognoscitivos, antecedentes, el papel de las
situaciones, universalidad versus individualidad y consideraciones del
desarrollo.
Lazarus155 plantea la necesidad de distinguir entre las emociones,
como estado o rasgo, una cualidad temperamental y una emocin
aguda o un estado de nimo, tomando como punto de partida su teora cognoscitiva-motivacional-relacional de la emocin. Su teora
implica que los criterios para distinguir entre los diferentes constructos afectivos tienen que ver con las relaciones establecidas entre la persona y el ambiente, lo estable o inestable del fenmeno, y
las condiciones motivacionales y cognoscitivas de las evaluaciones
que provocan a cada uno.
Rosenberg156 hace un planteamiento de la organizacin jerrquica de los afectos, para poder estudiarlos y analizarlos, pues seala que
el trmino afecto es un rubro muy amplio donde caben los sentimientos, las preferencias, las emociones, los estados de nimo y los rasgos
afectivos. Ella plantea la existencia de diversos niveles de afecto, es-
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tivo. Adems, cada emocin representa una respuesta a un tipo especfico de eventos que permite que surjan formas caractersticas de
comportamiento adaptativo.
Las emociones son cambios psicofisiolgicos, agudos, breves e intensos que resultan de una respuesta a una situacin con significado
en el ambiente. La respuesta emocional surge de la evaluacin, que
puede ser rpida, automtica e inconsciente, de la relevancia o importancia de la situacin estmulo para el organismo. Ocupan un lugar preponderante, como de figura sobre el fondo de la conciencia;
cuando ocurren, demandan atencin, fuerzan al sujeto a establecer
prioridades y a manejar de manera eficiente las situaciones relevantes
de la vida. El efecto organizacional de la emocin hace que los sistemas experiencial, expresivo y fisiolgico se coordinen y se dirijan
a la meta especfica en cuestin, sobre todo en el caso de las emociones negativas. Cuando provocadas, las emociones producen un cambio muy grande en la experiencia consciente.166
En una emocin a corto plazo, el evento estmulo produce la
emocin, y despus de un lapso relativamente corto los componentes somticos y cognoscitivos dejan de estar presentes y ya no se puede decir que el individuo est experimentando la emocin dada. 167
De lo sealado por los diversos autores, se puede decir que una
emocin tiene una duracin breve, es intensa, est provocada por un
objeto especfico reconocible, tiene una funcin motivadora, que prepara, mantiene y orienta el comportamiento fisiolgico, expresivo,
conductual y afectivo.
Estado de nimo
Los estados de nimo son duraderos, no estn asociados a expresiones
faciales distintivas, no estn precedidos por eventos fcilmente reconocibles; sirven para modular o sesgar la cognicin; siempre estn
presentes, son como el fondo afectivo, el color emocional que se percibe en todo lo que hacemos; se reflejan en la experiencia subjetiva;
y siguen a eventos que se perciben que ocurren a lo largo de mucho
tiempo.168
Los estados de nimo son ms duraderos; disminuyen el umbral
del surgimiento de las emociones peculiares a ese estado de nimo;
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de experiencia; la situacin es complementaria como influencia sobre el comportamiento; se conceptualiza como una variable individual y vara en su importancia de una persona a otra: los rasgos se
organizan y vuelven ms estables, dicha organizacin inicia desde el
primer ao de vida, y su importancia relativa puede cambiar durante
el desarrollo.
Una cualidad temperamental se refiere a un perfil conductual y
biolgico heredado que predispone a las personas a experimentar una
reaccin afectiva particular dados los incentivos relevantes; implica
alguna influencia gentica.180
Lazarus181 seala que el concepto de temperamento pone nfasis en las diferencias individuales de los parmetros de intensidad y
temporalidad de la regulacin del comportamiento, la expresin de
la activacin, y la emocionalidad, y en la forma en que estas diferencias individuales influyen los procesos intra e interpersonales. Se le
trata como una disposicin, ya que bsicamente es un conjunto de
propiedades disposicionales o rasgos que son ya sea heredados o
aprendidos, o ambos.
El concepto de temperamento implica que las diferencias individuales estables observadas son en parte hereditarias, y estn presentes de alguna manera desde el nacimiento; es un constructo
disposicional ms amplio y general, que incluye a varios rasgos emocionales.182
El temperamento sera, de acuerdo a los autores revisados, una
disposicin a responder de ciertas maneras ante los estmulos pertinentes, de larga duracin, que permite distinguir entre los individuos,
y que tiene bases hereditarias; con la maduracin y el desarrollo del
sujeto, llega a convertirse en rasgos de personalidad ya socializados.
Estilos o rasgos afectivos
Los estilos afectivos son el dominio total de las diferencias individuales que modulan la reactividad del individuo ante los eventos
emocionales; son parecidos a los rasgos, son consistentes a lo largo
del tiempo.183
Los rasgos afectivos o rasgos emocionales se definen como diferencias individuales estables en lo que se refiere a la tendencia para
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Otro constructo analizado por Frijda190 es el de sentimiento o actitudes emocionales, que describe como las disposiciones a responder
de manera afectiva ante objetos o tipos de eventos particulares. Las
emociones y los sentimientos guardan una relacin recproca cercana
ya que el sentimiento se puede originar en una emocin precipitada
por un evento particular, y la emocin puede precipitarse al encontrarse o pensar en un objeto hacia el cual existe el sentimiento. Los
sentimientos son disposiciones cognoscitivas para evaluar un objeto
de manera particular, son como esquemas cuyo contenido informativo da lugar a la evaluacin cuando se enfrenta al objeto. Tambin son
disposiciones para tratar al objeto en una forma que corresponde a
la preparacin para la accin durante las emociones; constituyen las
motivaciones latentes que se agudizan ante la confrontacin real o
posible con el objeto relevante. El sentimiento se refiere a las cogniciones que el sujeto tiene sobre si se puede evocar dicho fenmeno;
o que explica que ese fenmeno es evocado por objetos o eventos
particulares que por el momento parecen justificar la aparicin de
tales respuestas. Tambin se refiere a las propensiones diferenciales
a responder emocionalmente a tipos de eventos especficos.
Lazarus191 define al sentimiento y a la actitud como algo que no
es emocional, sino como una disposicin a responder de manera positiva o negativa hacia una persona o evento dado. Para que se d la
emocin, se debe activar el sentimiento o la actitud por un encuentro
con la persona o evento.
Con excepcin de lo sealado por Lazarus, los sentimientos, tal
y como los presentan los autores, son desde mi particular impresin,
lo mismo que los estados de nimo.
Por lo tanto, creo que en realidad la perspectiva de Rosenberg 192
es la ms adecuada para abordar los constructos afectivos. Parece que
efectivamente, palabras ms palabras menos, se puede decir que se
percibe un acuerdo sobre la existencia de tres niveles afectivos: en la
parte superior supraordenada estn el temperamento o rasgos
afectivos, siguen los estados de nimo y despus las emociones.
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porales en particular; no deben depender para su definicin de introspecciones aun cuando pueden ser utilizadas, y deben ser definidas primordialmente en trminos de datos de conducta dirigida
a metas.
Ortony, Clore y Collins200 piensan que la bsqueda y postulacin
de emociones bsicas es ilusoria ya que surge del hecho de que ciertas
emociones son subjetivamente muy predominantes o salientes, especialmente si son intensas, y parecen bsicas porque la tendencia a la
accin asociada es difcil de resistir y potencialmente catastrfica en
sus consecuencias para el organismo y su sobrevivencia. Tambin se
considera que la frecuencia de ocurrencia, el hecho de que les puedan
ser imputadas a los animales y que surjan desde edades muy tempranas en el ser humano, las hace ser conceptualizadas como bsicas.
Sin embargo, tratan a algunas emociones como ms bsicas que otras,
y plantean la hiptesis de compuestos para cierto tipo de estados emocionales. Lo bsico de las emociones estar dado, segn los autores,
en trminos de que se les puede dar un significado muy especfico,
principalmente en el sentido de que algunas emociones tienen condiciones provocadoras y especificaciones menos complejas que otras.
Para Ekman,201 el trmino bsico pone nfasis en el papel que ha
jugado la evolucin en modelar tanto los aspectos comunes que tienen las emociones como su funcin; es decir, los factores innatos explican caractersticas compartidas y aqullas otras que distinguen a
unas emociones de otras. Los criterios que deben cumplir las emociones para ser bsicas, segn este autor, son: a) tienen un valor adaptativo en lo que se refiere a manejar las tareas fundamentales de la vida;
b) incluir un sistema de evaluacin automtico, rpido, que tiene una
parte innata y otra adquirida; c) que los eventos antecedentes o provocadores presenten elementos comunes a pesar de las diferencias
individuales y culturales producidas por el aprendizaje social; d) que
se observen en otros primates, adems del hombre; e) que surgen muy
rpido202 y tambin duran muy poco tiempo; f) con frecuencia se experimentan como sucedindole al sujeto,203 g) tienen fisiologa propia204 y h) casi todas tienen tambin una seal fsica universal que
informa a los dems lo que se est sintiendo. Sin embargo, plantea
que es mejor hablar de familias emocionales que comparten las caractersticas mencionadas dentro de los miembros de la familia pero
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un gran nmero de sistemas de salida procesos psicolgicos, conductuales, fisiolgicos/hormonales relevantes con tendencias relativamente estereotipadas para la accin en respuesta a entradas
especficas, generando tambin estados internos de sentimiento.
Scherer206 presenta una revisin breve de la evidencia encontrada alrededor del tema de las emociones bsicas. Esta evidencia se da
en diferentes mbitos: etiquetas verbales,207 expresiones faciales,208
situaciones provocadoras antecedentes.209 En virtud de lo sealado,
l prefiere no hablar de emociones bsicas, sino de emociones como
procesos y las define como una secuencia de cambios sincronizados,
interrelacionados en todos los subsistemas del organismo cognicin/
procesamiento de informacin, apoyo/sistema nervioso autnomo,
ejecucin/motivacin, accin/sistema nervioso central, monitoreo/
sentimientos subjetivos en respuesta a la evaluacin de un evento estmulo interno o externo que es relevante para los intereses
centrales del organismo. Y plantea la existencia de cinco cotejos de
evaluacin210 de estmulos que son necesarios y suficientes para explicar la diferenciacin de la mayora de las emociones modales. Define a las emociones modales como los estados resultantes del cotejo
de la situacin en estas cinco dimensiones que se caracterizan por su
patrn prototpico de evaluacin y los patrones correspondientes de
la expresin, activacin autnoma, tendencias a la accin y sentimientos.
Las emociones no son ni conceptos, ni cosas, ni trminos de un
idioma, sino estructuras narrativas ms complejas que le dan significado y modelan a las experiencias afectivas y somticas, y no son
separables ni de las condiciones que las justifican ni de las acciones
que demandan. Por lo tanto, va a ser difcil poderlas clasificar como
bsicas, pues la clasificacin depender del aspecto sobre el que se
ponga atencin: el estado de cosas que afectan al sujeto, la experiencia somtica, la experiencia afectiva, los planes de accin, la modalidad expresiva, la funcin que cumple. Por otro lado, en todas las
culturas existen palabras que dan significado a las experiencias afectivas y somticas por lo que Shweder211 plantea que la capacidad de
sentir es un aspecto bsico del funcionamiento humano normal;
todas las culturas parecen establecer que existen tres grandes causas
bioqumicas, interpersonales y morales de las experiencias afec-
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tivas y somticas, y los conceptos emocionales proporcionan un sistema de retroalimentacin al nivel de la conciencia individual que permite que el sujeto est atento a su posicin en el mundo, y esto es
bsico. Por lo tanto, cualquiera que diga que sabe que s existen las
emociones bsicas, no es digno de confianza.
Entre los autores que apoyan la idea de la existencia de un conjunto de emociones bsicas se encuentran: Arnold;212 Ekman,
Friesen y Ellsworth;213 Ekman;214 Frijda;215 Izard;216 Oatley y JohnsonLaird;217 Panksepp;218 Plutchik;219 Tomkins;220 Weiner y Graham.221
Y entre los que no apoyan esta idea estn Averill,222 Scherer,223 Shweder,224 y Ortony, Clore y Collins,225 por ejemplo.
En trminos generales, se puede decir que todos aquellos autores
que ponen ms nfasis en los aspectos biolgicos para definir el concepto emocin, son los que habitualmente adoptan la postura de la
existencia de las emociones bsicas. Mientras que aquellos otros que
adoptan una postura cognoscitiva, sealan su inexistencia.
A continuacin se presentan algunas definiciones de emocin
correspondientes a diferentes teoras e investigadores. La presentacin se har en orden cronolgico, para posteriormente analizar los
elementos comunes existentes entre los autores, as como sus diferencias.
A la tendencia de hacer algo cuando es fuerte, se le llama emocin, aunque todas las evaluaciones tienen por lo menos el estatus
de experiencias afectivas.226
De Rivera227 establece que cualquier emocin se puede caracterizar de la siguiente manera: como una forma particular de percibir
la situacin en la que se encuentra la persona; esta percepcin es
realmente una transaccin entre la persona y el ambiente e involucra un nmero de elecciones que le dan significado a aquello que
ocurra. Como respuesta a esta percepcin, se da un comportamiento
que involucra un movimiento o transformacin de la relacin de la
persona con el otro o el otro implcito y puede caracterizarse como una instruccin que dirige la relacin hacia un fin especfico,
persistiendo la emocin hasta que la situacin ha sido transformada,
ya sea por haber llevado a cabo la instruccin de forma exitosa o por
haber cambiado el significado de la situacin. Como queda expresado por la forma en que modifica el cuerpo de la persona y/o su re-
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lacin con el ambiente en una forma especfica. Estas transformaciones siempre estn al servicio de la instruccin emocional. Como un
ajuste funcional ante las exigencias de la situacin total de la persona;
funcin que se puede describir relacionando la instruccin emocional a otros aspectos de la relacin de la persona con ella misma y
con otros.
Por lo tanto se puede conceptualizar a la emocin como:
...una estructura compuesta de un conjunto de transformaciones que alteran
el cuerpo de la persona y sus relaciones con el ambiente, transformaciones que
llevan a cabo instrucciones que cambian la situacin en la que se percibe la
persona, una instruccin que funciona para permitirle avanzar en los proyectos con los que est comprometido.228
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Ms tarde, Averill232 agrega que las emociones son sndromes. Un sndrome es un conjunto de respuestas que covaran en forma sistemtica, cuyos elementos estn relacionados de manera que forman un
sistema coherente. Los sndromes emocionales son politticos, en el
sentido de que no se pueden definir en trminos de un nmero limitado de caractersticas o esencias comunes. Un sndrome emocional,
por lo tanto, puede incluir muchos elementos diversos, algunos de origen biolgico o social, pero ninguno de los cuales es esencial para la
identificacin del sndrome como totalidad.
Son eventos internos privados que slo se conectan de manera
contingente con el comportamiento y cambios corporales que tpicamente los acompaan y que son directamente observables por la
persona que las experimenta.233
Plutchik234 define a las emociones bsicas como dispositivos adaptativos en la lucha por la sobrevivencia individual en todos los niveles evolutivos.
Shaver, Schwatrz, Kirson y Oconnor235 propusieron que la representacin mental ordinaria de los conceptos o categoras emocionales que tienen las personas son genricos y parecidos a un guin. En
este modelo implcito, los episodios emocionales empiezan con una
evaluacin de los eventos con relacin a los motivos y preferencias.
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Es decir, las motivaciones propias se pueden ver amenazadas, desviadas, facilitadas o no afectadas por los eventos que estn siendo
evaluados. El resultado es la provocacin de respuestas emocionales
tendencias a la accin, expresiones, sentimientos subjetivos, y estados fisiolgicos cuya expresin puede ser modificada en ltima
instancia por los esfuerzos que el individuo ejerza para controlarla.
La experiencia repetida con las diferentes categoras de eventos emocionales permite que se desarrollen estos prototipos.
El modelo de Shaver236 es un antecedente del presentado por Ortony, Clore y Collins,237 para quienes la emocin surge de la forma
en que las situaciones que las inician son construidas o interpretadas
por el que las experimenta, o experiencia. La teora pretende especificar la estructura psicolgica de las emociones en trminos de la
descripcin de situaciones personales e interpersonales. La teora ve
a las emociones como:
...reacciones con valencia, frente a eventos, agentes u objetos, siendo su naturaleza particular determinada por la forma en que se construye la situacin que
la provoca.238
Se argumenta que existen tres amplias clases de emociones que resultan de poner nfasis en uno de los tres aspectos sobresalientes del
mundo: eventos y sus consecuencias, agentes y sus acciones, u objetos.
Se incluye un mecanismo evaluador, que permite distinguir entre
los tres ingredientes principales de la evaluacin: metas, estndares y
actitudes, que constituyen, respectivamente, los criterios para evaluar
a los eventos, las acciones de las personas o agentes, y a los objetos.
La persona se puede dirigir hacia tres aspectos principales del
mundo que son: eventos, agentes u objetos. Cuando la persona
se dirige hacia los eventos lo hace porque est interesada en sus consecuencias; cuando pone atencin a los agentes, lo hace por sus acciones; y cuando se dirige a los objetos, lo hace porque est interesado
en ciertos aspectos o propiedades imputadas a ellos como objetos. Los
eventos son simplemente las construcciones que los individuos tienen
de lo que sucede. Los objetos son objetos vistos como tales. Los agentes son aquellos considerados a la luz de su instrumentalidad o agencia
real o supuesta en la produccin de los eventos. Los agentes pueden
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sos componentes de las emociones, no slo en los elementos cognoscitivos y lingsticos, sino que tambin en los fisiolgicos y neurolgicos que requieren ponerse a tono o ajustarse para que el individuo
logre un grado razonable de adaptacin y ajuste al ambiente cultural
pertinente. Si las emociones se constituyen literalmente por medio
de la bsqueda activa de adaptacin por parte de los individuos a su
ambiente cultural, stas a su vez funcionarn para mantener y regular,
y en algunos casos retar el ambiente cultural al que se han adaptado,
por lo que se puede esperar un alto grado de ajuste entre la naturaleza del ambiente cultural y la organizacin emocional de sus miembros.
Por el momento, no existe un anlisis neuroanatmico capaz de
distinguir la vergenza de la culpa, o explicar por qu los chinos y los
norteamericanos difieren dramticamente en los sntomas psicolgicos y psicosomticos cuando se enfrentan a las dificultades de la
vida cotidiana. Los procesos emocionales y la experiencia consciente consecuente puede ser diferente dependiendo del entorno y ambiente sociocultural; las emociones dependen del marco cultural
predominante en el que se construyen las situaciones sociales especficas y, por lo tanto, no se pueden separar de los patrones de pensamiento, accin e interaccin, culturalmente establecidos.
Desde esta perspectiva, las emociones podran definirse como
conjuntos difusos de procesos componentes.255 Ninguno de esos componentes es ni necesario ni suficiente para definir la emocin; sin
embargo, forman un agrupamiento como un todo que retiene ciertas
funciones caractersticas pertinentes para afrontar una situacin social o no social.
Desde el punto de vista funcionalista, las emociones pueden
verse como un conjunto de guiones socialmente compartidos, compuestos de procesos fisiolgicos, subjetivos y conductuales que se desarrollan en la medida en que los individuos se adaptan y ajustan, de
manera activa, personal y colectiva a su ambiente semitico comunicativo y sociocultural inmediato.
Partiendo de una aproximacin de componentes al estudio de
las emociones, como lo hacen Ellsworth,256 Frijda y Mesquita257 y
Markus y Kitayama,258 se establece que de los procesos incluidos en
las emociones, algunos son mentales, confinados a los lmites de la
persona individual por ejemplo, respuestas fisiolgicas, sentimien-
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tos sensoriales de placer y dolor, pero muchos otros son intermentales, es decir, los que se alcanzan o habilitan como resultado
de las interacciones y comunicaciones interpersonales.
Ellsworth259 seala que algunas de las dimensiones de evaluacin
planteadas como necesarias,260 para interpretar la situacin, pueden
o no ser culturalmente especficas. Las culturas pueden diferir en las
definiciones que dan por ejemplo a lo novedoso, lo peligroso, la oportunidad, y tambin difieren en lo que seran las respuestas apropiadas ante cada una de stas; de la misma manera, difieren en lo que
son eventos significativos y las creencias sobre sus causas, y por lo
tanto en sus respuestas emocionales. De las dimensiones planteadas
por esta autora, las que tienen ms probabilidades de verse afectadas por la cultura son las de agencia/control y la de compatibilidad
entre normas y autoconcepto, siendo probablemente ms fcil concebir como universales a las dimensiones de atencin/novedad y valencia/agrado.
Frijda y Mesquita,261 manifiestan que es importante lo focal262
de los eventos en el sentido de que stos sean ampliamente compartidos y cognoscitivamente elaborados en ciertos grupos culturales,
adquiriendo as una funcin definitoria para indicar cundo y cmo
sentir una emocin. Para estos autores las emociones son fenmenos
complejamente estructurados; forman parte del proceso de interaccin con el medio ambiente; son respuestas afectivas ante lo que
sucede en el ambiente y, al mismo tiempo, representaciones cognoscitivas de su significado para el individuo.
Frijda y Mesquita263 presentan su teora de la emocin de manera
esquemtica sealando que una emocin ocurre cuando se evala un
evento como relevante a sus preocupaciones o intereses. Los eventos
se codifican en trminos del conocimiento y categoras disponibles
para el individuo, y en el momento en que el evento es categorizado
como relevante, se inicia el proceso emocional. Patrones particulares de evaluacin llevan a cambios particulares en la preparacin
para la accin, que a su vez llevan a cambios fisiolgicos que sustentarn la accin que se tome. Sin embargo, los procesos de regulacin
m odifican los resultados de las diferentes etapas pudiendo as atenuar,
inhibir o exaltar las respuestas resultantes frente al evento.
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En este proceso, la emocin puede convertirse en foco de un orden de evaluacin superior en lo que respecta a su deseabilidad individual o social, lo que conlleva al significado que ello tiene para el
individuo. Al mismo tiempo, el sujeto puede categorizar su proceso
emocional o cualquiera de sus elementos y nombrarlo o etiquetarlo
con un trmino emocional, como celos o envidia. Este etiquetamiento es muy importante porque la forma en que se etiquetan o nombran
las emociones influye sobre la evaluacin, la importancia de la emocin y su proceso de regulacin.
Las preocupaciones o intereses se refieren a metas, motivaciones,
valores y sensibilidades del individuo. La evaluacin incluye a la denominada primaria y secundaria de Lazarus y Lazarus.264 En las etapas de codificacin y significacin es en donde la cultura ejerce su
mayor influencia. En lo que respecta a la significacin, se puede hablar de los significados que se refieren a los efectos sociales de las emociones; a la compatibilidad entre las normas y el autoconcepto en lo
que toca a sentir ciertas emociones en ciertas situaciones, y a expresarlas o no; y la significacin en relacin con la cohesin social: las
emociones pueden separar o unir unos individuos a otros, se pueden
divulgar o no, compartir o no, particularmente las que se abordarn
en esta ocasin.
El etiquetaje emocional se puede dar para cualquiera de los componentes y procesos antes sealados, o para una combinacin de algunos de ellos; en general, estas etiquetas emocionales se asocian a
combinaciones de evaluaciones y preparaciones para la accin. Sin
embargo, muchas de estas etiquetas se basan en algn tipo particular
de evento provocador, tal y como haya sido codificado en cada cultura. Celos es un ejemplo, ya que no pueden definirse de otra manera
que no se refiera a un evento que produce una amenaza de un tercero. Las etiquetas emocionales pueden diferir respecto a los componentes de los procesos emocionales a los que sealan, y cul etiqueta
se use depende del aspecto de la secuencia a la que atiende el sujeto,
de las etiquetas con las que se cuenta y de su disponibilidad.
Los eventos, al ser codificados, difieren en su grado de focalidad.
Cierto tipo de eventos se convierten en focales cuando representan
preocupaciones o intereses socialmente bien definidos y compartidos
por la mayora; son eventos que son tema importante del discurso
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tificarse en una regin geogrfica particular durante un periodo histrico particular tiene implicaciones muy importantes para los tipos de
emociones que es ms probable se experimenten y expresen en esos
lugares en esas pocas.
Markus y Kitayama283 presentan un marco conceptual que pretende explicar el modelamiento cultural de las emociones. Este modelo terico consiste en varios componentes: supone que las tendencias
habituales o formas de sentir, que incluyen a las predisposiciones a
las respuestas emocionales, experiencias somticas o estados de nimo ms intersubjetivos, se desarrollan a travs de la socializacin y
aculturacin, en la medida en que los individuos buscan activamente
cumplir con un grado de adaptacin a su propia e inmediata realidad individual. Esta realidad individual contiene un conjunto de escenarios escuela, trabajo, hogar que a su vez estn hechos y moldeados por una variedad de procesos sociopsicolgicos, tales como
las convenciones lingsticas, prcticas de socializacin y guiones
del comportamiento cotidiano, as como prcticas educativas, religiosas y de los medios. Estos procesos tambin son culturales y colectivos, y se refieren a aquellas realidades externas y objetivas que
existen de manera relativamente independiente de los deseos, aspiraciones o planes de cualquiera de los individuos particulares participantes. Estos procesos son, por supuesto, tambin productos histricos
preservados en la cultura por alguna(s) razn(es) en virtud de que
cada cultura tiene algunas ideas clave que se han mantenido de manera tradicional y colectiva, y que se usan para seleccionar y organizar
sus propios procesos sociopsicolgicos. Estas ideas nucleares de la
cultura influyen en la naturaleza de las tendencias emocionales habituales del grupo, obligndolo y proporcionndole conjuntos de realidades inmediatas y cotidianas, relativamente especficos a la cultura,
en las que se socializa o entrena a los miembros del grupo cultural
para pensar, actuar y sentir en una forma ms o menos adaptativa.
Se incluyen dos procesos ms en la conceptualizacin de los autores. Primero: el comportamiento de cada individuo puede prod u c i r
cambios en la realidad social inmediata, y menos frecuentemente,
en las realidades colectivas del grupo cultural, y se indican por medio de los circuitos de retroalimentacin. Segundo: se sugiere que las
ideas culturales nucleares, los procesos sociopsicolgicos, as como
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Levenson, 1994.
Russell y Feldman Barrett, 1999.
Cacioppo, Gardner y Bernston, 1999.
Rosenberg y Fredrickson, 1998.
Lazarus, Coyne y Folkman, 1984.
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cesarias para asegurar una respuesta apropiada a una situacin o evento que pueda
afectar al individuo respecto a sus necesidades y metas.
Frijda, 1994.
Clark y Watson, 1994.
LeDoux, 1996.
Keltner y Kring, 1998.
Lazarus y Lazarus, 1994.
Fawzy, Hyun, Elashoff, Guthrie, Fahey, y Morton, 1993; Friedman, 1990; Jorgensen, Johnson, Kolodziej y Scherer, 1996; Julkunen, Salonen, Kaplan, Chesney
y Salonen, 1994; Smith, 1992.
El caso de los celos parece ser especial en el sentido de que para algunos autores
(Buss, 1992, por ejemplo) favorecen y apoyan a ciertas normas culturales como la
fidelidad entre la pareja, lo que ayuda a criar y cuidar a la progenie; pero tambin
pueden llevar a homicidios pasionales (White y Mullen, 1989).
Lazarus y Lazarus, 1994.
Fredrickson, 1998.
Ekman y Davidson, 1994.
Lazarus y Lazarus, 1994.
Keltner y Busswell, 1997.
Salovey, 1991.
White, 1980.
Buunk, 1981.
Clanton y Kosins, 1991.
Margolin, 1981.
Mathes, 1986.
Buss, 1994; Buunk, Angleitner, Oubaid y Buss, 1996; Daly, Wilson y Weghorst,
1982; Makepeace, 1981; Mullen y Mack, 1985; Pines, 1992; Strachan y Dutton,
1992; White y Mullen, 1989.
Mathes y Verstraete, 1993.
Barnett y cols., 1995.
Delgado y Bond, 1995.
Leong y cols., 1994.
Pines y Aronson, 1983.
Pines y Friedman, 1998.
Riggs, 1993.
Owsley, 1981.
Ben-Zeev, 1990.
White y Mullen, 1989.
Ben-Zeev, 1990.
Taylor, 1988.
Schoek, 1966, citado por Parrott, 1991.
Smith, 1991.
La aproximacin cognoscitiva en psicologa se refiere a reconocer que el organismo
no es una caja negra, como lo haban planteado los conductistas. El organismo atiende a los estmulos, los percibe y por lo tanto los interpreta, los manipula
o modifica, los evita o los niega, los cree o duda de ellos, los valora como importantes, benficos y placenteros, o al contrario, como adecuados o no, y con base
en esa informacin, responde a la situacin. Las aproximaciones cognoscitivas
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se preocupan por los procesos que se dan al interior del organismo, que lo llevan
a actuar de diversas maneras en las mismas situaciones o de la misma manera en
diferentes situaciones.
76 Lazarus y Folkman, 1984.
77 Roseman, 1984; Shaver, Schwartz, Kirson y OConnor, 1987.
78 Strongman, 1978.
79 Lazaruz y Folkman, 1984, p. 24.
80 Lazarus, Coyne y Folkman, 1984.
81 Rotter, 1966.
82 Lazarus y Folkman, 1984.
83 dem, p. 141.
84 Lazaruz, 1984.
85 Mandler, 1976.
86 De Rivera, 1977.
87 James, 1890, citado por De Rivera, 1977.
88 Op. cit.
89 Kemper, 1978.
90 dem, p. 46.
91 dem, p. 47.
92 Lazarus y Folkman, 1984.
93 Ortony, Clore y Collins, 1988; Scherer, 1984; Ellsworth y Smith, 1988 a y b.
94 Averill, 1980.
95 Abelson, 1983.
96 Arnold, 1960.
97 Oatley, Johnson-Laird, 1987.
98 Scherer, 1984.
99 Scherer, 1988 y 1994.
100 Averill, 1968 y 1982.
101 Panksepp, 1982.
102 Frijda, 1986.
103 Ortony, Clore y Collins, 1988.
104 Scherer, 1988.
105 Smith y Ellsworth, 1985.
106 Kemper, 1978.
107 Weiner, 1985.
108 Scherer, 1984.
109 Averill, 1980.
110 Ibdem.
111 dem, p. 312.
112 dem, p. 330.
113 Citado por Smith y Ellsworth, 1985.
114 Roseman, 1984 y 1991.
115 Scherer, 1988.
116 Lazarus y Folkman, 1984.
117 Frijda, 1986, 1992.
118 Frijda, 1988.
119 Frijda, 1993.
120 Frijda, Kuipers, y Ter Schure, 1989.
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Lazarus, 1984.
Ibdem.
123 Scherer, 1988.
124 Roseman, 1991.
125 Roseman, 1979, citado por Roseman, 1991.
126 Ortony, Clore y Collins, 1988, p. 13.
127 dem, 1988/1996, p. 19-24.
128 En la seccin Algunas definiciones, o caracterizaciones, de la emocin, que se
encuentra ms adelante, se aclarar el concepto de emociones bsicas y compuestas.
129 Scherer, Smith y Ellsworth, y Roseman.
130 Ellsworth y Smith, 1988a, 1988b.
131 Frijda, 1993 y 1994.
132 Lazarus, 1991, 1994.
133 Roseman, 1991.
134 Roseman, Spindel y Jose, 1990.
135 Scherer, 1988.
136 Smith y Lazarus, 1993.
137 Averill, 1980 y 1992.
138 Russell, 1991.
139 Russell y Feldman Barrett, 1999.
140 Shaver, Schwartz, Kirson, y OConnor, 1987.
141 Sharpsteen, 1993, 1991.
142 Sharpsteen y Kirkpatrick, 1997.
143 De Rivera, 1977.
144 De Rivera y Grinkis, 1986.
145 Kemper, 1978.
146 Frijda, 1986, 1993, 1994.
147 Frijda, Kuipers y Ter Schure.
148 Ortony, Clore y Collins, 1988 y 1996.
149 Strongman, 1978.
150 Scherer y Ekman, 1984.
151 Plutchik, 1987.
152 Davidson, 1994.
153 Frijda, 1994.
154 Goldsmith, 1994.
155 Lazarus, 1994.
156 Rosenberg, 1998.
157 Davidson, 1994.
158 Ekman, 1994.
159 Frijda, 1994.
160 Goldsmith, 1994.
161 Kagan, 1994.
162 Lazarus, 1994.
163 Lazarus, 1994.
164 Panksepp, 1994.
165 Watson y Clark, 1994.
166 Rosenberg, 1998.
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Kemper, 1978.
Davidson, 1994.
169 Cuando se recuerdan emociones muy intensas con mucha frecuencia en lapsos
cortos (Ekman, 1994).
170 Frijda, 1994.
171 Goldsmith, 1994.
172 Kagan, 1994.
173 Lazarus, 1994.
174 Panksepp, 1994.
175 Watson y Clark, 1994.
176 Rosenberg, 1998.
177 Davidson, 1994.
178 Frijda, 1994.
179 Goldsmith, 1994.
180 Kagan, 1994.
181 Lazarus, 1994.
182 Watson y Clark, 1994.
183 Davidson, 1994.
184 Watson y Clark, 1994.
185 Rosenberg, 1998.
186 Se constituyen como umbrales para la respuesta emocional, influyen de manera
indirecta la posibilidad de que ocurran ciertos estados de nimo y guan lo que el
individuo decide atender en el ambiente y cules eventos se recordarn.
187 Colorean una amplia gama del repertorio cognoscitivo y conductual.
188 Frijda, 1994.
189 Kemper, 1978.
190 Frijda, 1994.
191 Lazarus, 1994.
192 Rosenberg, 1998.
193 Averill, 1994b.
194 Averill, 1994b.
195 Russell, 1991; Shaver, Schwartz, Kirson, y OConnor, 1987.
196 El mejor ejemplo de la categora.
197 Averill, 1994b.
198 Shweder, 1994.
199 Plutchik, 1987, pp. 196-197.
200 Ortony, Clore y Collins, 1988/1996.
201 Ekman, 1994.
202 Aspecto central para el valor adaptativo de las emociones.
203 Surgen de repente, con un proceso de evaluacin casi automtico y sin darnos
cuenta, junto con cambios fisiolgicos no controlados por uno, y esto da la sensacin de que le suceden a uno, uno no las escoge.
204 Existe evidencia de patrones de accin del sistema nervioso autnomo para enojo,
miedo y disgusto, (Ekman, Levenson y Friesen, 1983; Levenson, Ekman y Friesen,
1990); y para tristeza (Levenson, Cartensen, Friesen y Ekman, 1991), citados por
Ekman, 1994b.
205 Panksepp, 1994b.
206 Scherer, 1994b.
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Se pudieron traducir en el idioma de 37 pases los nombres de las emociones llamadas bsicas (Scherer y Wallbott, 1994; Wallbott y Scherer, 1986, citados por
Scherer, 1994b).
208 Aunque s se han encontrado semejanzas en diferentes culturas (Ekman, Friesen,
OSullivan, Chan, et al., 1987; Izard, 1971), tambin ha habido estudios que los
contradicen, por lo que se requiere de ms investigacin y en gran escala.
209 En este caso tambin hay resultados que apoyan la existencia de emociones bsicas (Scherer, Wallbott y Summerfield, 1986), pero tambin hay resultados que no
(Scherer, 1988), citado por Scherer, 1994b.
210 Muchos de los cuales son innatos, continuos desde el punto de vista filogentico
y por lo tanto universales (Scherer, 1992, citado por Scherer, 1994b).
211 Shweder, 1994.
212 Arnold, 1960.
213 Ekman, Friesen y Ellsworth, 1982.
214 Ekman, 1994b.
215 Frijda, 1986.
216 Izard, 1971.
217 Oatley y Johnson-Laird, 1987.
218 Panksepp, 1982, 1994b.
219 Plutchik, 1987.
220 Tomkins, 1984.
221 Weiner y Graham, 1984.
222 Averill, 1994b.
223 Scherer, 1994b.
224 Shweder, 1994.
225 Ortony, Clore y Collins, 1988/1996.
226 Arnold, 1960.
227 De Rivera, 1977.
228 dem, p. 96.
229 Kemper, 1978, p. 47.
230 Lazarus, Kanner y Folkman, 1980.
231 Averill, 1980, p. 313.
232 Averill, 1988.
233 Farrell, 1980.
234 Plutchik, 1987.
235 Shaver, Schwatrz, Kirson y Oconnor, 1987.
236 Ibdem, 1987.
237 Ortony, Clore y Collins, 1988/1996.
238 Ortony, Clore y Collins, 1988, p. 13.
239 Campos, Campos y Barrett, 1989.
240 Carver y Scheier, 1990.
241 Ben-Zeev, 1990.
242 El autor un filsofo emplea los conceptos emociones y actitudes emocionales como sinnimos, a diferencia de los psiclogos para quienes estos conceptos
son diferentes.
243 Parrott, 1991.
244 Shweder, 1994.
245 Rosenberg y Ekman, 1994; Ruch, 1995.
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C APTULO 2
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os celos han sido caracterizados y definidos de muy diversas maneras, y es precisamente debido a esto que se tienen tantos problemas con su definicin, caracterizacin, y diferenciacin del
concepto emocional de envidia.
Las aproximaciones al estudio de los celos se han llevado a cabo
de manera fragmentaria, al no tomar en cuenta todos sus elementos
para no considerarlos como un proceso. Hacerlo as resaltaba su carcter de emocin mixta, compleja o compuesta, en una poca en que
lo importante era estudiar emociones bsicas, simples, o primarias.
Sin embargo, todas las emociones, aun las denominadas bsicas, comparten con los celos y con la envidia el hecho innegable de tener antecedentes, de que se responde a ellos y de que se trata de controlar lo
que se siente, lo que se hace, y lo que se manifiesta cuando surgen.
Las definiciones y caracterizaciones presentadas a continuacin
son ejemplos de las concepciones que diversos autores han tenido de
los celos: han sido tratados como una disposicin o rasgo de personalidad, una emocin compleja, una etiqueta de una situacin, o una
explicacin de lo sentido en la situacin. Esto complica su abordaje
y estudio cientfico y, al mismo tiempo, plantea un reto para los inves-
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Solomon,14 indica que las emociones son juicios racionales, intencionales, propositivos y elegidos, son acciones de cierto tipo. Si no se
puede juzgar que se haya sufrido una prdida no se pueden sentir celos; el juicio de prdida es normativo, involucra derechos.
Para Neu15 los celos se dan respecto a lo que uno posee o ha posedo y teme perder, siempre existe un rival, real o imaginario; el foco
de atencin o preocupacin es el objeto valorado. Se requiere que el
otro sea visto como un rival genuino. En el centro de los celos se encuentran la inseguridad, el temor a la prdida, especficamente a la
enajenacin de los afectos. La amenaza de los celos es la prdida de
la atencin del otro.
La atencin formativa, aquella que sostiene parte del autoconcepto del celoso, es la que se teme perder.16 Por ello se puede decir
que el ncleo de los celos es la necesidad de ser necesitado, porque la
relacin con la otra persona crea y confirma ciertos aspectos de uno
mismo. Por ello, los celos involucran tambin deseos de venganza y
sentimientos de indignacin. Una persona est celosa slo cuando la
privacin percibida la hace dudar de s misma, lo fuerza a volver a
evaluar su estilo, o habilidad, o pod e r, en una forma que genera pensamientos obsesivos de la relacin con el rival; los celos son indiscutiblemente temor a la prdida de una atencin especial que se le tena
al individuo; sta puede o no involucrar amor, pero es especial en el
sentido de que constituye, en parte, al concepto de s mismo.
White17 sugiere que los celos son una etiqueta que se pone a un
complejo interrelacionado de procesos conductuales, emocionales
y cognoscitivos que siguen a una amenaza dirigida hacia una relacin
romntica. Los eventos de celos quedan descritos en trminos de amplios conjuntos de procesos y variables. Las variables de la evaluacin
primaria afectan la percepcin del potencial de la atraccin entre
la pareja y el rival, y la posibilidad de una amenaza debida a un rival
real o probable. Las variables de evaluacin secundaria18 se refieren
a las evaluaciones de las estrategias de afrontamiento que pueden reducir la amenaza. Despus de la percepcin de amenaza, la persona
celosa experimenta reacciones emocionales como enojo, depresin,
culpa y angustia; realiza conductas de afrontamiento para tratar de
reducir la amenaza de la autoestima o de la relacin, y los resultados
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el celoso dirija la hostilidad hacia s mismo y hace que los celos sean
un tormento.
Los celos son el temor ante la prdida, especficamente temor a
la prdida del amor o afecto de otro, donde el afecto que se pierde lo
gana, o puede pensarse que lo gana, un tercero.42 Seala el autor que
los celos siempre se tienen de alguien y siempre son un asunto de tres;
pueden presentarse de tres diferentes maneras: pueden denotar un estado mental de duracin relativamente corta, un episodio; puede denotar un rasgo disposicional, o puede denotar un rasgo disposicional
relativamente profundo, un rasgo de carcter o de personalidad.
Los celos involucran elementos conativos, cognoscitivos y posiblemente afectivos. El elemento conativo es un nido de deseos, relativamente fuertes, de que cualquiera que sea la consideracin de
atencin especial que se conceda, no se le conceda a otro que no sea
el sujeto celoso; es decir, los celos requieren un deseo de exclusividad.
El autor menciona como aspectos conductuales de los celos a comportamientos como hacer comparaciones envidiosas, comentarios rencorosos, mirar despreciativamente, hacer caras,43 siendo esencialmente
de espritu malicioso hacia otro, exigindole no prestar atencin especial al tercero en cuestin. En cuanto a los elementos cognoscitivos,
por lo menos hay tres posibles: consideraciones especiales de la pareja al rival, o del rival hacia la pareja o ambos. El componente afectivo de los celos es el enojo, ya sea del celoso hacia el rival o hacia la
pareja, o hacia ambos. Cuando esa consideracin especial se ve amenazada, lo que se ve amenazado es el yo, el sentido de s mismo, dando
por resultado los celos. De all que los celos con frecuencia son una
emocin de defensa en el sentido ms bsico del trmino: el yo al responder como lo hace est luchando por preservarse a s mismo.44
Para Ben-Zeev,45 los celos presuponen un deseo de ser favorecido
en algn aspecto y la creencia o por lo menos la sospecha o temor de que no se es favorecido como se desea. Se requiere del deseo
de ser favorecido por alguna otra persona o grupo ms que otra
persona o sobre todas las posibles personas.
Los celos tienen un componente cognoscitivo: creer o suponer
que no se es favorecido como se desea; el aspecto afectivo de los celos se refiere a sentirse molesto por el hecho de no verse favorecido
como desea: se puede producir enojo y angustia. Por lo tanto, lo que es
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de codicia o envidia; la de Isaac y Jacob, en la que se vende la primogenitura relacionando este hecho con la envidia captulo 25,
versculo 19-34 y la de Jos vendido por sus hermanos, en donde
el aborrecer es constitutivo de la envidia captulo 37, versculos
2-36. En el libro del xodo, cuando se habla del Declogo, se asemeja a la codicia con la envidia captulo 20, versculo 17. En el Libro
primero de Samuel captulo 18 versculo 6-16, ste despierta la
envidia de Sal. Y en el Nuevo Testamento, en el Evangelio segn
San Mateo, las injurias, las mentiras y la persecucin tienen que ver
con la envidia captulo 5, versculo11-13. En el Evangelio segn
San Pablo captulo 13, versculo 8-10, en la Epstola a los Romanos, el no codiciars es equivalente a la envidia. En el Evangelio
segn San Lucas, se habla de la envidia en diversas partes: cuando
Jess habla de la pecadora perdonada lo hace en relacin con la envidia versculo 30-50; cuando se pregunta Quin es el mayor?,
aludiendo a Jess, se refiere a la envidia captulo 9, versculo 46;
cuando Marta y Mara hablan de Jess, tambin se refieren a la envidiacaptulo 10, versculo 38.
Plutarco59 distingue la envidia y el odio. El odio se origina en la
idea de que la persona odiada es mala o quiere hacer mal, mientras
que la envidia se experimenta solamente en la confrontacin con
quien parece ser muy afortunado. As, el odio puede tener un motivo, una justificacin, mientras que la envidia nunca es justa.
La expresin mal de ojo, se utiliza con frecuencia para designar
la envidia. En el mundo primitivo, los individuos tienen miedo de sobresalir, de adquirir algo ms que los dems, porque saben que con ello
desencadenan el odio envidioso, les pueden echar el mal de ojo y
hacerles brujera.60 Por lo tanto, no hay que buscar la igualdad y la
pobreza, sino la justicia, de modo tal que se asignen las diferencias,
segn el mrito.61
Santo Toms de Aquino (1225-1274)62 define a la envidia como
una infelicidad (tristitia) por los bienes ajenos. En la Amrica colonial
tambin exista una preocupacin por la envidia. Fray Andrs de Olmos escribi un Tratado sobre los siete pecados mortales (la envidia es
uno de ellos) (1551-1552), en nhuatl, para evangelizar a los indgenas por medio de cuentos e historias. Bacon,63 en el siglo XVI, puso
nfasis en el aspecto destructivo de la envidia en el sentido de desear
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Tanto el celoso como el envidioso creen que es justo ganar, y no perder, pero en el caso de los celos este sentimiento es ms fuerte, por
que el sujeto ya tiene al objeto pareja.
Tanto los celos como la envidia pueden incluir aspectos importantes y muy principales, an el estilo de vida total del otro,145 lo que
los hace ms difciles de distinguir.
C. Pertenecen a la misma familia de emociones
Cuando se dice que las emociones pertenecen a la misma familia, o
al mismo grupo o categora prototpica, se parte de la semejanza percibida de las caractersticas que las definen, y se explica como reflejo del conocimiento semntico posedo por los sujetos que emiten
los juicios. Entre los modelos que explican dichos juicios est el de los
aspectos, en ste se comparan o aparejan los aspectos que denotan
antecedentes tpicos eventos y su evaluacin y respuestas constitutivas acciones y tendencias a la accin, conductas expresivas,
cambios fisiolgicos de sndromes emocionales, y posiblemente
tambin, intentos de control personal tpicos. El proceso de comparacin que subyace a los juicios de la semejanza entre las emociones
deriva en dos aproximaciones de juicio de similitud: la tcnica del
contraste y la de razn, que involucran hacer un clculo del nmero
de aspectos distintivos o comunes, respecto al total de ellos, respectivamente.146 Esta aproximacin es la favorecida por los tericos de los
prototipos emocionales147 o de las familias de las emociones.148
Averill149 seala que para distinguir tres emociones muy relacionadas como son el enojo, los celos y la envidia, se tiene que poner
atencin en el objeto que est siendo evaluado, porque la misma respuesta puede estar involucrada en los tres casos pegarle a alguien,
elevacin de la presin arterial, desprecio. Sin embargo, si el sujeto
cree que otra persona le ha cometido una injusticia, la respuesta se
puede atribuir al enojo; si cree que la otra persona tiene algo obtenido quiz de manera legtima que de otra manera sera de ella,
la respuesta se puede clasificar como celos; y si el individuo simplemente ve a la otra persona como en una posicin ms favorable que
l, la respuesta puede identificarse como envidia. En este caso, el sn-
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los celos; mientras que los celos se caracterizaron por mayor desconfianza, temor, incertidumbre y soledad.
Los autores encontraron diferencias estadsticamente significativas p < 0.104177 que interpretaron como diferencias cualitativas
en la evaluacin de las emociones en cuestin. La envidia provoca
reacciones de sentimientos de inferioridad, deseo, resentimiento y
motivacin para mejorar, ser tratado injustamente por la vida, frustracin, amargura, desear lo que otros tienen, desaprobacin si los
otros supieran lo que estaban sintiendo, vergenza de admitir sentir
envidia, es algo pecaminoso, y negacin de sentir envidia; la culpa
por sentir mala voluntad hacia los otros y la creencia de que los sentimientos propios son injustificados fueron tambin ms intensos para la envidia. Los celos se caracterizaron por una mayor magnitud de
sentimientos de desconfianza, temor a la prdida, amenaza, rechazo
preocupacin, suspicacia, traicin, soledad, incertidumbre, sentirse
degradado, consciente de s mismo, dudas acerca de s mismo y angustia, resultados que corresponden a las definiciones tradicionales.
Pines178 seala que existe una diferencia psicolgica muy clara
entre los celos y la envidia, concordando con lo que sealan otros
autores como Anderson,179 Haslam y Bornstein,180 Hupka,181 Kreeger,182 Parrott,183 Parrott y Smith,184 Salovey,185 Salovey y Rod i n ,186
Salovey y Rothman.187 La envidia involucra a dos personas: la persona envidiosa quiere algo que le pertenece a otra y no quiere que la
otra persona tenga. Los celos involucran a tres: la persona celosa responde a una amenaza de una relacin valorada propiciada por un
tercero.
Ben-Zeev188 compara las emociones o actitudes emocionales de
celos y de envidia utilizando sus tres perspectivas de anlisis de la siguiente manera:
1. Caracterizacin general.
Envidia: la actitud emocional de desear tener lo que otra
persona tiene y que es importante para la autodefinicin
del sujeto.
Celos: la actitud emocional de desear no perder tpicamente una relacin humana favorable, que es importante
para la definicin propia del sujeto ante otra persona.
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Ibdem.
Pines, 1998.
Ibdem.
Bela Szabados (s/f).
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Citado por Parrott, 1991.
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Citado por Alberoni, 1992.
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Alberoni, 1992.
Citado por Alberoni, 1992.
Citado por Gillman, 1996.
Citado por Alberoni, 1992.
Citado por Parrott, 1991.
Citado por Alberoni, 1992.
Ibdem.
Citado por Gillman, 1996.
Ibdem.
Ibdem.
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Melanie Klein, 1957.
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Rosenblatt, 1988; Shengold, 1994; Silver y Sabini, 1978; Spillius, 1993.
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Neu, 1980; Salovey y Rodin, 1984.
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Salovey y Rodin, 1984.
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Salovey y Rodin, 1984.
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Smith, Parrott y Diener, 1990; citados por Parrott, 1991.
Parrott, 1991.
Silver y Sabini, 1978.
Parrott, 1991.
Smith, 1991.
Heider, 1958; citado por Smith, 1991.
Raiga, 1992; citado por Alberoni, 1992.
Alberoni, 1992, pp. 27-28.
Ibdem
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144
145
157
Ibdem.
Ibd., p. 26.
Alberoni, 1992.
Sandell, 1993.
Shengold, 1994.
Zammuner y Fischer, 1995.
Roseman, 1991.
Smith y Ellsworth, 1985, 1987.
Scherer, 1988.
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Ortony, Clore y Collins, 1988/1996.
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Tesser y Collins, 1988.
Ortony, Clore y Collins, 1988, 1996.
Sharpsteen, 1991 y 1993.
Averill, 1980.
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Schimmack y Reisenzein, 1997.
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Spinoza; citado por Taylor, 1988.
Podolsky, 1961; citado por Taylor, 1988.
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Plutchik, 1980.
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Hupka, 1984.
Pines, 1998.
Taylor, 1988.
Smith, Kim y Parrott, 1988.
Taylor, 1988.
El bien puede ser una posesin material, una posicin social, o una posicin
de poder relativo, una cualidad personal, o algn tipo de relacin personal.
Wreen, 1989.
Estos comportamientos corresponden ms a los que hacen las personas envidiosas segn otros autores, como Hupka (1981) y Silver y Sabini (1978).
Ben-Zeev, 1990.
Parrott, 1991.
Ibdem.
Parrott y Smith, 1993.
Shengold, 1994.
Sharpsteen y Kirkpatrick, 1997.
Tesser y Collins, 1988.
Bers y Rodin, 1984.
Mikulincer, Bizman y Aizenberg, 1989.
Tesser, 1988.
Ben-Zeev, 1990.
Bela Szabados, (s/f).
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de muy mal gusto; a las personas no les gusta reconocer que las experimenta, aunque las sienta, por lo menos de vez en cuando.
Taylor114 trata a los celos y a la envidia como vicios, concentrndose en su aspecto central: sus pensamientos y deseos constitutivos
tienden a ser destructivos del objeto valorado y, por lo tanto, hacen
que el sujeto se infrinja prdidas a l mismo, perpetuando y minando
su paz o felicidad. Las personas realmente envidiosas son incapaces
de la caridad; son malos y rencorosos. En el caso de los celosos, la constante anticipacin de una amenaza a sus posesiones los vuelve suspicaces y desconfiados.
Si los celos y la envidia se consideran como rasgos de carcter y
no como emociones, tienden a ser ms generales, no dependen de las
circunstancias y son ms duraderos, son principalmente disposicionales, y menos intensos que las segundas. En este caso, la evaluacin de
los celos y la envidia es mucho ms negativa, y se consideran disruptivos. A pesar de su prevalencia y su naturalidad, a la mayora de las
personas les disgusta admitir sentir celos y envidia por su reputacin
moral negativa y porque implican una confesin de la inferioridad
inherente del individuo que los siente, aunque sigue siendo ms probable describirse como celoso, que como envidioso, porque serlo es
una actitud moralmente ms justificable, mientras que la inferioridad
inherente en la envidia es mucho ms obvia.115
La envidia es considerada un vicio por excelencia; un pecado mortal. Las razones son, sobre todo en la experiencia de envidia-estado, que se involucran pensamientos hostiles e impulsos destructivos,
ya que lo que est en la mente del envidioso es la ventaja comparativa del envidiado que de alguna manera, a los ojos del envidioso, es
responsable de su sufrimiento. Por lo tanto, la envidia es un vicio porque implica hostilidad y destruccin dirigida hacia otros; se dice que
la envidia destruye hasta aquello que se envidia, y por lo tanto nunca
lo alcanzar a tener, llevando esto a la muerte de su alma, por lo cual
se considera un pecado mortal.
Si los pensamientos e intenciones del envidioso se tradujeran en
acciones, l arruinara o destruira el bien envidiado. Esto es cierto
en los casos de envidia primitiva, donde la hostilidad dirigida hacia la
supuesta fuente de privacin necesariamente afecta al bien mismo
porque el bien no puede separarse de su fuente. Tambin es cierto en
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teger la relacin no necesariamente coincide con proteger a la persona, sino proteger la posesin de la persona. Es decir, existe cierto
grado de posesividad en un caso de celos, y esto los hace ser un vicio
en un sentido anlogo al de la envidia, ya que las personas no deben
ser tratadas como objetos. Los celos-estado o disposicionales son mejores ejemplos de celos como vicio ya que los celosos tienden a ser
posesivos, se acercan a cualquier relacin con el deseo de mantener para s mismos lo que sea que ella pueda ofrecer.117
Como los celos y la envidia son vicios, ninguna de las dos debe
sentirse, aunque la mayora de las personas las sienten en algn momento de su vida. Cuando ese es el caso, se trata de resistirse a ellas,
disminuir la frecuencia y la severidad de su ocurrencia. Aunque para
Nozick118 la envidia es inevitable, porque la autoestima se desarrolla con base en la comparacin social que se establece con las personas que rodean al sujeto.
Es poco probable que el investigador pueda observar situaciones
donde se den este tipo de emociones, a menos que sea bajo condiciones clnicas o psicoteraputicas, ya que al ser emociones clasificadas
como negativas, y una de ellas, la envidia, adems es uno de los pecados mortales, se tienden a ocultar, no mostrar en pblico, y en ocasiones ni siquiera se habla de ellas, o se niegan o minimizan sus efectos
para que nadie se entere.119
Los celos, como tales, son una emocin de rencor y malicia. En
ellos se tiene el deseo de que otro u otros dos no disfruten de la consideracin especial o del amor. Por ello se ve a los celos como una
emocin repulsiva, una emocin que refleja desde el punto de vista
moral, el lado negativo de la naturaleza humana. El resultado de los
deseos, creencias y razones operativas es el enojo; este sentimiento es
una emocin maligna, se piensa que la persona que lo siente se desacredita, porque el enojo de los celos es el enojo de la malicia frustrada.120
Por lo general, la envidia se asume como algo moralmente negativo mientras que los celos tienen alguna justificacin moral. Esto se
debe a diversas razones: 1) parece que la sociedad condona los celos
particularmente entre los varones pero no la envidia; 2) el celoso desea mantener el status quo, aspecto importante para mantener
las relaciones humanas, ya que requieren de estabilidad; 3) los celos
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mundo, sino que inventan las agrupaciones. Por ello puede decirse
que el hecho de agrupar objetos como equivalentes obedece a un proceso de codificacin y recodificacin empleado por el organismo, un
organismo que tiene por un lado una historia y, por el otro, necesidades que satisfacer.
Entre las respuestas de categorizacin existentes se encuentran las
de identidad, y las de equivalencia. Las primeras consisten en clasificar gran variedad de estmulos como formas de la misma cosa,
mientras que las segundas se refieren a la manera en la cual el individuo reacciona frente a los estmulos como si fueran lo mismo.
Tambin se encuentran las categoras marcadas por respuestas definidas afectivamente y no fcilmente disponibles a una descripcin
en trminos de las propiedades de los objetos que las constituyen,
como es el caso de los conceptos emocionales. Las dificultades que
presentan se pueden deber a que con frecuencia se remontan a la infancia temprana, cuando el lenguaje an no se desarrollaba; o a la
incapacidad para distinguir las propiedades externas comunes de los
objetos constitutivos de una categora, las cuales tienen ms que ver
con la forma en que las cosas del entorno se relacionan con necesidades internas, impresiones idiosincrsicas o altamente personalizadas.
En estos casos, el que hace equivalentes a un conjunto de cuestiones
es un estado interno, emocional, o afectivo.
En las categoras lingsticas se clasifican las formales, funcionales y afectivas. Las primeras, se constituyen por el hecho de especificar las propiedades de atributo intrnsecas, requeridas o necesarias
para ser miembro de una clase o categora, esto es tpico de los lenguajes artificiales de la ciencia. Las segundas son las que permiten
clasificar a los objetos o eventos como pertenecientes a una clase,
en virtud de que sirven para la misma funcin. Y las terceras, como se
ha sealado, establecen la pertenencia a las mismas por las relaciones afectivas que el sujeto percibe entre l, su entorno y sus necesidades; entre stas se encuentran las emociones.
Las categoras en trminos de las cuales el hombre clasifica y responde al mundo que le rodea reflejan profundamente la cultura en la
que naci; la categorizacin de ciertos actos como amistosos u hostiles proyecta las profundas tendencias culturales de la experiencia
del individuo. El proceso de categorizacin permite: a) reducir la com-
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excitacin, envidia, frustracin, culpa, anhelo, simpata, orgullo, alivio y tormento nombrados en funcin del concepto que tuvo una
mayor frecuencia de uso en la lengua inglesa de acuerdo a Francis y
Kucera.164 El dcimo octavo conglomerado reuni a los conceptos de
celos y envidia.
En 1987, Storm y Storm, en su estudio taxonmico del vocabulario de las emociones, solicitaron a 61 estudiantes universitarios y
cuatro personas con una alta educacin en el idioma ingls, que clasificaran en trminos de su semejanza subjetiva a un conjunto de
trminos emocionales; encontraron que en el cuarto conglomerado,
el referido a los trminos relacionados con enojo, odio y disgusto, las
emociones de envidia y celos constituyen uno de los subconglomerados. El hecho de que quedaran en el mismo subgrupo habla de la semejanza percibida entre estos dos conceptos emocionales.
Schimmack y Reisenzein,165 en un primer estudio realizado con
47 estudiantes de licenciatura en psicologa y 17 de otras disciplinas
de la Universidad Libre de Berln, a quienes solicit que asociaran
libremente ante los estmulos de 12 conceptos emocionales, unos de
valencia positiva y otro de valencia negativa, reporta que los celos
fueron juzgados como ms similares a las emociones de enojo, odio,
desilusin, desprecio, depresin, tristeza, y desesperanza, en este orden.
En el segundo estudio reportado, usando ahora emociones negativas
todas ellas, participaron 20 estudiantes de la Universidad Libre de
Berln y 22 de la de Bielefeld, y en esta ocasin se les pidi que juzgaran la semejanza en el significado de cada una de las emociones
contra todas las dems, en una escala de nueve puntos. Los resultados
sealan que los celos fueron juzgados como ms semejantes a odio,
enojo, angustia, tristeza culpa y vergenza. La mezcla que se da entre
los conceptos de celos y envidia puede explicarse porque stos reflejan las creencias implcitas de las personas del grado de covariacin
de las emociones: las emociones que de acuerdo a la experiencia de
los sujetos tienden a ocurrir al mismo tiempo y probablemente
tambin aquellas que se siguen cercanamente en el tiempo se juzgan como similares; esta covariacin se determina a partir del conocimiento ejemplar o episdico, ya sea propio, de otros o de personajes
ficticios, cuando surge la necesidad; y est basada en impresiones intuitivas o sensaciones de proximidad entre ellas.166
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El anlisis asociativo de grupo es en realidad una tcnica tambin cualitativa de anlisis de las respuestas obtenidas de la asociacin libre. Consiste en establecer categoras semnticas que agrupan
a los conceptos o vocablos que pueden percibirse como semnticamente semejantes y posteriormente nombrar a la categora con el concepto que tiene una frecuencia mayor.179
El anlisis asociativo de grupos (AAG) es un mtodo de anlisis
profundo para evaluar sistemticamente las percepciones, los significados psicolgicos y las actitudes que afectan el pensamiento y la conducta de grupos sociales o culturales especficos. El postulado central
inherente al enfoque del AAG, es que el significado psicolgico del
grupo, sobre un tema particular, puede ser reconstruido segn sus asociaciones de palabras a dicho tema.
El mtodo AAG ha probado ser capaz de determinar los significados psicolgicos con una eficiencia comparable a aquella de otros mtodos ampliamente usados: similitud de rangos, sustitucin de tareas
y la adaptacin a palabras del diferencial semntico.180
A diferencia del enfoque tradicional de asociacion de palabras,
en el que se le pide a los sujetos dar una sola respuesta para cada palabra estmulo, en el mtodo AAG los sujetos dan tantas respuestas
como puedan producir en un minuto, lo cual permite que muestras de
50 a 100 sujetos sean suficientes para representar a cada grupo en particular. A los sujetos se les pide escribir asociaciones libres a cada
una de las palabras estmulo presentada en tarjetas.
Las primeras respuestas son ms significativas que las ltimas y la
primera respuesta tiene ms rasgos sobresalientes para el sujeto que
la ltima. El tratamiento de las respuestas es consecuente con la conceptualizacin del significado subjetivo como un compuesto de varios
componentes principales, perceptuales y evaluativos. Refleja la faena de reconstruir este significado compuesto a travs de la reprod u ccin de sus componentes principales, a partir de su contexto y sus
verdaderos rasgos sobresalientes. Mientras ms sujetos den una respuesta en particular, mayor es el carcter sobresaliente de este elemento en particular.
El agrupar respuestas de grupo con un contenido similar ayuda a
identificar los componentes principales del significado y sus caractersticas sobresalientes. Este anlisis de contenido es realizado por dos
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Antecedentes
A lo largo de los ltimos 20 aos, se ha participado en una lnea de investigacin que pretende caracterizar a los celos y la envidia desde
tres puntos de vista: como emociones, rasgos disposicionales al
desarrollar escalas que las miden y sndromes emocionales. Para
ello, se han llevado a cabo diversos estudios, que se resean a continuacin. Pero antes, cabe aclarar que en 1982 tuve la oportunidad
de conocer a Raph B. Hupka, de la Universidad Estatal de California
en Long Beach, y de participar en un viaje de intercambio acadmico
a la Unin Sovitica. Estas dos circunstancias me permitieron iniciar
el estudio de las emociones de celos y envidia, primero a nivel transcultural, y posteriormente en Mxico.
La primera investigacin realizada sobre el tema la llev a cabo
en 1985, y se refiri a las diferencias culturales y sexuales de los celos
y la envidia como rasgo disposicional en la pareja, medida con una
escala tipo Likert, comparando a sujetos mexicanos con soviticos
(N = 380). Los principales resultados fueron: se encontraron diferencias culturales en la organizacin factorial de las respuestas dadas a
un instrumento que meda de manera confiable y valida celos y envidia en las relaciones de pareja; los soviticos son ms celosos, dependientes, desconfiados y tienen una autoestima ms baja que los
mexicanos; al comparar exclusivamente a los varones de los dos pases, se encontr que los soviticos son ms dependientes, celosos y
tienen una autoestima ms baja que los mexicanos; las soviticas son
ms celosas, dependientes, desconfiadas y con una menor autoestima
que las mexicanas, pero los mexicanos hombres y mujeres se preocupan ms por las relaciones interpersonales, y los varones mexicanos
son ms envidiosos.
Por lo que toca a las diferencias de gnero, en el caso de Mxico,
las mujeres son ms celosas que los hombres, y ellos aceptan menos la
independencia de la pareja y apoyan ms la exclusividad social y sexual, son ms envidiosos y su autoestima es ms dependiente; para el
caso de las mujeres, son ms ambivalentes hacia la relacin y hacia
s mismas, y confan menos en sus parejas. Por lo que toca a los soviticos, las mujeres son ms celosas, envidiosas y ven ms amenazada
su autoestima; en el caso de los varones, confan menos en sus parejas.
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NOTAS
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39
40
41
42
Diener, 1999.
Diener, Smith y Fujita, 1995.
Russell y Feldman Barrett, 1999.
Ortony, Clore y Collins, 1988/1996.
Frijda, 1986.
Campbell y Stanley, 1963.
No se presentarn las tcnicas de registro fisiolgico, ni las conductuales; se pone
nfasis en las empleadas dentro de la aproximacin cognoscitiva.
Likert, 1976.
Un ancla es una palabra que describe lo que significa cada uno de los intervalos
de respuesta, o la parte central del continuo, o uno de sus extremos, o ambos, y
sirve de referencia para que el sujeto conteste de acuerdo a las instrucciones que
le hayan dado.
Osgood, Suci y Tannembaum, 1957.
Ellsworth y Smith, 1988.
Roseman, 1991.
Scherer, Wallbott y Summerfield, 1986.
Smith y Ellsworth, 1985 y 1987.
Wallbott y Scherer, 1986.
Ortony, Clore y Collins, 1988/1996.
Davies, 1987
Bers y Rodin, 1984.
Bringle, 1991.
Bryson, 1977.
Buss, Larsen, Westen y Semmelroth, 1992.
Buunk, Angleitner, Oubaid y Buss, 1996.
Davis, 1987.
DeSteno y Salovey, 1996a y b.
Ellsworth y Smith, 1988.
Frijda, 1987.
Greenberg y Pyszczynski, 1985.
Hupka, 1984.
Mikulincer, Bizman y Aizenberg, 1989.
Parrott, 1991.
Pines, 1998.
Roseman, 1991.
Russell y Feldman Barrett, 1999.
Scherer, Wallbott y Summerfield, 1986.
Smith, 1991.
Smith y Ellsworth, 1985 y 1987.
Smith, Leffingwell y Ptacek, 1999.
Tesser y Collins, 1988.
Wallbott y Scherer, 1986.
Zammuner y Frijda, 1994.
Davis, 1999.
Zammuner y Frijda, 1994.
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1984.
y Eshet, 1988.
88 King, 1998.
89 Lewis y Saarni, 1985.
90 Rippere, 1977.
91 Roseman, 1991.
92 Smith, 1991.
93 Zammuner y Frijda, 1994.
94 Brunner, 1986; en Oatley, 1999.
95 Oatley, 1999.
96 Oatley, 1994; en Oatley, 1999.
97 Las cursivas son mas.
98 Larsen y Seilman, 1988; en Oatley, 1999.
99 Oatley, 1996.
100 Parkinson y Manstead, 1993.
101 Por ejemplo Smith y Lazaruz, 1993.
102 Bers y Rodin, 1984.
103 Hupka, 1984.
104 Hupka y Eshet, 1988.
105 King, 1998.
106 Roseman, 1991.
107 Smith, 1991.
108 Frijda, 1994.
109 Sharpsteen y Kirckpatrick, 1977.
110 Pines, 1998.
111 Ibdem.
112 Farrell, 1980.
113 Ortony, Clore y Collins, 1988/1996.
114 Taylor, 1988.
115 Ibdem.
116 Ibdem.
117 Ibdem.
118 Nozick, 1974; citado por Taylor 1988.
119 Stearns, 1989; White y Devine, 1991.
120 Wreen, 1989.
121 Ben Zeev, 1990.
122 Ibdem.
123 Clanton y Kosins, 1991.
124 Mullen, 1993.
125 Zammuner y Frijda, 1994.
126 Zammuner y Fischer, 1995.
127 Ellis, 1996; citado en Pines 1998.
128 Pines, 1998.
129 Ibdem.
130 Mathes et al., 1982.
131 Sharpsteen, 1995; Steward y Beatty, 1985.
132 Pines, 1998.
133 Adams, 1990.
87 Hupka
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Benezech, 1984.
Carson y Johnson, 1985.
136 Constantine, 1976.
137 Delgado y Bond, 1993.
138 Docherty y Ellis, 1976.
139 Everton y Tate, 1990.
140 Finn, 1985.
141 Goldney, 1977.
142 Laner, 1990.
143 Leong et al., 1994.
144 Mathes et al., 1985.
145 Mowat, 1966.
146 Riggs, 1993.
147 Saunders y Hanusa, 1986.
148 White y Devine, 1991.
149 White y Mullen, 1989.
150 Bela Szabados, s/f.
151 Averill, 1980.
152 Hupka, 1981.
153 Hupka, 1984.
154 Lazarus y Lazarus, 1994.
155 Hupka y Ryan, 1981; citado por Hupka, 1984.
156 Davis, 1986.
157 Stearns, 1989, 1989.
158 Ben-Zeev, 1990.
159 Jacobson y Christensen, 1996.
160 Pines, 1998.
161 Bruner, Goodnow y Austin, 1961.
162 Brown, 1961.
163 Shaver, Schwartz, Kirson y OConnor, 1987.
164 Francis y Kucera, 1982.
165 Schimmack y Reisenzein, 1997.
166 Ibdem.
167 Hupka, Lenton y Hutchinson, 1999.
168 Shaver, Schwartz, Kirson y OConnor, 1987.
169 Las cursivas son mas.
170 Hupka y cols., 1999.
171 Osgood y col., 1957.
172 Fiske, 1984.
173 Schimmack y Reisenzein, 1997.
174 Daz Guerrero y Szalay, 1993.
175 Reidl, 1994.
176 Reyes, 1993.
177 Osgood, Suci y Tannenbaum, 1957.
178 Schimmack y Reisenzein, 1997.
179 Daz Guerrero y Szalay, 1993.
180 Szalay y Bryson, 1975.
181 Reidl, 1994.
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C APTULO 4
Investigacin sobre
celos y envidia en
la cultura mexicana
(mtodo)
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Procedimiento: se solicit a los sujetos que de acuerdo a su criterio, proporcionaran un mnimo de cinco palabras como definidoras del concepto de celos, con la mayor precisin y claridad
posibles mediante el uso de adjetivos que consideraran relacionados con dichos conceptos. Posteriormente, se les pidi jerarquizar todas y cada una de las palabras proporcionadas como
definidoras en funcin de la relacin, importancia o cercana
que consideraran que tuvieran con la palabra estmulo. La jerarquizacin consisti en asignar el nmero uno a la definidora
ms cercana al concepto y as sucesivamente hasta asignar el
ltimo nmero a la definidora ms alejada.
Re s u l t a d o s: se obtuvieron 18 categoras definidoras, y se incluyeron nicamente las primeras 14 para construir el conjunto SAM,
tomando como criterio una distancia semntica mnima de 5%,
y la asntota de la curva de la red (vase grfica 1).
Personalidad 100
80
Superioridad
60
40
Inconformidad
20
0
Rechazo
Carencia
Coraje
Impotencia
Ansiedad
Posesin
Amor
Infidelidad
Envidia
Egoismo
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taban las dimensiones de evaluacin, potencia y actividad, sealadas como inherentes al significado de cualquier concepto, as
como establecer si la forma en que se han definido los celos en
la literatura especializada queda reflejada por dicha estructura.
Su j e t o s: se trabaj con dos muestras no probabilsticas por cuota.
La primera qued constituida por 340 sujetos y la segunda por
313 estudiantes voluntarios de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico. El rango de edad fue de 19 a 28 aos, hombres
y mujeres.
Procedimiento: el procedimiento consisti de dos fases:
Primera fase: a partir de las 16 primeras categoras obtenidas
de la investigacin realizada con redes semnticas aplicadas al
concepto de celos,12 se solicit la participacin de 340 sujetos
para proporcionar los adjetivos antnimos de stas. De acuerdo
a un registro de frecuencias, se seleccionaron los antnimos que
obtuvieron las ms altas frecuencias y se construy un instrumento tipo diferencial semntico situando en los extremos de
un continuo de seis intervalos iguales en distancia a los conceptos bipolares obtenidos, que fueron calificados a manera de obtener los puntajes ms bajos para el polo negativo de la escala.
Segunda fase: el instrumento constituido por 16 escalas bipolares en total se aplic a 313 sujetos de la poblacin universitaria, con las mismas caractersticas de los sujetos sealados
anteriormente.
Anlisis de datos: se emple el anlisis factorial de componentes principales para comprobar la estructura semntica supuestamente subyacente a cualquier concepto, en trminos de las
dimensiones de evaluacin, potencia y actividad.13
Resultados: en el cuadro 1 se muestran los dos factores resultantes del anlisis factorial de celos junto con los valores promedio
de las respuestas dadas a cada una de las escalas bipolares que los
constituyeron. Ambos factores tuvieron valores Eigen mayores
a 1 5.62 y 1.34, y explicaron 43.5% de la varianza total,
obteniendo coeficientes de consistencia interna muy adecuados
0.84 y 0.80, respectivamente. El primer factor contiene categoras que representan las dimensiones de evaluacin y actividad, por lo que se nombr evaluacin-actividad. El segundo fac-
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Factor 1.
Evaluacinactividad
Carga
factorial
Factor 2.
Evaluacin
Carga
factorial
Puntajes
promedio
2.48
Inferioridadsuperioridad
.70
Veracidadfalsedad
.76
2.63
2.13
Egosmoaltruismo
.69
Fidelidadinfidelidad
.74
2.81
2.14
Coraje-alegra
.68
Confianza-celos
.61
2.10
2.06
Ansiedadtranquilidad
.68
Espiritualismomaterialismo
.61
2.85
2.09
Libertadposesin
.66
Abundanciacarencia
.54
2.29
2.28
Generosidadenvidia
.52
Satisfaccininsatisfaccin
.47
2.19
2.49
Impotenciapotencia
.52
3.01
Incompetenciacompetencia
.43
Valor Eigen
5.62
Valor Eigen
1.34
Total
Varianza
explicada
35.1%
Varianza
explicada
8.4%
43.5%
Alfa
0.84
Alfa
0.80
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Personas 5%
Evaluacin 30%
Proceso 13%
Objetos 16%
Emociones 24%
Colores 1%
Carac. de celosos
11%
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1
2
3
4
5
6
7
8
Infeliz-feliz
Agradable-desagradable
Pesado-ligero
Agrio-dulce
Maduro-inmaduro
Fracaso-xito
Hostil-amistoso
Seguro-peligroso
9 Relajado-tenso
10Cruel-amoroso
11Amable-violento
12Agresivo-cooperativo
13Flexible-rgido
14Afable-peleonero
15Insatisfecho-satisfecho
16Descontento-contento
17Inteligente-tonto
1
2
3
4
Factor 1.
Evaluacinpotencia
Factor 2.
Evaluacin
0.62
0.69
0.52
0.63
0.63
0.49
0.58
0.76
4.92
5.46
4.90
5.14
5.22
4.81
5.00
5.52
0.70
0.81
0.77
0.76
0.48
0.66
0.53
0.62
0.59
5.19
4.72
4.92
4.95
4.88
4.83
5.21
5.12
4.86
Malo-bueno
Aceptante-rechazante
Malsano-sano
Desconfiado-confiado
0.82
0.42
0.56
0.59
5.21
4.67
4.95
5.64
31.15
% Varianza
23.66
7.5
Valor Eigen
7.81
2.36
Confiabilidad
0.94
0.72
Discusin de resultados
Se presenta la discusin de los resultados siguiendo el orden en el que
se llevaron a cabo los cuatro estudios de celos reseados, para discutirlos, posteriormente, de manera integral.
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Estudio 2. Diferencial semntico derivado de la red para celos. De acuerdo a las dimensiones descritas por Osgood,39 se encontraron slo dos
factores: uno que combin evaluacin-actividad y otro de evaluacin. La estructura factorial de los celos habla de un componente
eminentemente evaluativo, ya que aparece en ambos factores que la
constituyen. Parece ser que el concepto de celos no tiene un conjunto de caractersticas que pudieran considerarse como correspondientes
al factor potencia. Sin embargo, cabe sealar que la escala bipolar
impotencia-potencia, qued formando parte del factor denominado
evaluacin-actividad.
Con respecto al factor 1, evaluacin-actividad, ste no corresponde a una dimensin pura o identificable con respecto al Modelo EPA
evaluacin, potencia, actividad. No obstante, se puede mencionar
que este factor contiene en mayor proporcin elementos de evaluacin, dado que contempla conceptos como inferioridad-superioridad,
coraje-alegra, generosidad-envidia, egosmo-altruismo, adjetivos que
representan caractersticas valorativas o de evaluacin. Son dos los
pares de adjetivos que denotaron una dimensin de actividad en este
factor, ansiedad-tranquilidad y libertad-posesin. Por otro lado, impotencia-potencia que sera claramente una caracterstica de poder,
se puede interpretar como la imposibilidad de moverse o actuar; es decir, podra verse como una escala de actividad, y obtuvo una carga
factorial de consideracin y ello, aunado a lo anterior, hicieron de
este factor uno combinado.
Respecto al factor 2, todas las escalas bipolares que lo constituyeron son representativas de caractersticas valorativas de bien y mal.
Esto hace pensar que, en este caso, el modelo de tres dimensiones
propuesto por Osgood40 no se cumple completamente, ya que los celos, contienen por s mismos una carga afectiva que da mayor peso a
las dimensiones de evaluacin y actividad, dejando la dimensin de
potencia relegada o anulada aparentemente ya que s forma parte
del primer factor encontrado. An as, esto ltimo sera congruente con los sentimientos de depresin y tristeza41 que se asocian a los
celos, o a los de duelo y desesperacin,42 en el sentido de que todos ellos se relacionan con la sensacin de impotencia que se tiene
hacia algo ya consumado.
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personas celosas, se encontr la desconfianza,75 la agresividad y agresiones entre los miembros de una pareja.76 La venganza tambin fue
mencionada por Mullen y Maack77 y por Tov-Ruach.78 Dentro del
segundo tipo de consecuencias, las referidas a lo que se ve afectado, se
tuvo a la comunicacin entre los miembros de la pareja, lo que coincide con Bringle:79 la confianza80 y la autoestima.81
Entre las personas que son celadas estn, por supuesto, en primer
lugar, la pareja, lo que coincide con la mayora de las caracterizaciones o definiciones de celos romnticos dadas por los autores revisados
en este estudio. Pero aparecen otras figuras importantes: los amigos,
reportados tambin por Parrott.82 La familia, coincidiendo con lo
sealado por Ellestad y Stets83 en su estudio sobre celos entre los
miembros de la familia hijos y sus padres, y el de White;84 y en
particular dentro de la familia, surgi la asociacin de hermanos.
Los celos se sienten tambin entre hermanos, tal y como lo han reportado Barasch,85 Hart, Field, Del Valle y Letourneau,86 y Parrott.87
A este tipo de celos se les denomina relacionales. Como es de esperar,
las palabras mujer y hombre tambin aparecen asociadas al concepto celos.
En lo que se refiere a la categora de evaluacin, la evaluacin negativa arroja palabras como malos al igual que los califican Taylor,88
Clanton y Smith89 y Stearns,90 y patolgicos, como son calificados por
Intili y Tarrier.91 La asociacin clasificada en la subcategora de neutral es la de normales, mientras que en la positiva, se tiene que son
buenos y bonitos, correspondiendo a lo que opinan autores como Pines92 y Constantine93 en el sentido de que sirven en muchas ocasiones
para mejorar la calidad de una relacin pues alientan la oportunidad de
establecer una mejor comunicacin entre los miembros de la pareja.
Por lo que se refiere a la ltima gran categora constituida por las
asociaciones emitidas por los respondientes ante el concepto celos,
causas de los celos, las palabras asociadas, engao, rival e infidelidad,
son mencionadas de una u otra manera por autores como Hupka,94
Mathes,95 Mathes, Adams y Davies,96 Mathes y Deuger,97 Neu,98 P arrott,99 Sharpsteen100 y White.101 El concepto de infidelidad en particular, tambin aparece en la red semntica.
En general, se puede concluir que la tcnica del AAG permite sistematizar de manera adecuada, y en general correspondiente a lo que
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Conclusiones
Las conclusiones a las que se pueden llegar hasta el momento sealan
directrices interesantes; unas esperadas y otras no necesariamente.
Entre las esperadas se encuentran las siguientes:
a) La estructura de significado obtenida por la tcnica de redes semnticas por un lado y por la del anlisis asociativo de grupos
por el otro, reflejan de manera muy adecuada las definiciones,
conceptualizaciones o caracterizaciones que los investigadores del tema han dado para la emocin celos.
b) El significado obtenido coincide plenamente con el sealam i e nto de que el enojo es la emocin distintiva de los celos.
c) La estructura semntica del concepto emocional celos, obtenida por medio de la tcnica del diferencial semntico en su
versin derivada de la red y en la amplia, de 66 adjetivos iniciales sealan como debera de ser, una estructura eminentemente evaluativa, al estar haciendo referencia a una emocin,
concepto eminentemente afectivo orientado hacia el polo negativo.
d) El significado puede clasificarse como negativo desde la perspectiva de su indeseabilidad social y personal, desde el punto
de vista del dao que le puede causar al individuo y a la relacin interpersonal, as como en relacin con las consecuencias
derivadas de la emocin en lo que se refiere al enojo que provoca en el celoso y el comportamiento agresivo al que puede
dar lugar.
Entre las directrices no necesariamente esperadas, se tiene a las siguientes:
a) En los cuatro estudios, con las tcnicas empleadas, se obtienen
significados que hacen referencia a dimensiones, aspectos o
factores que van ms all del concepto mismo de la emocin
celos.
b) Estos aspectos o dimensiones tienen que ver con: las causas o
antecedentes de la emocin, las emociones asociadas a la de
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aquellas en las que se ponga en peligro la calidad de la relacin interpersonal en cuestin, por lo que se puede entonces hablar de celos
relacionales por un lado y romnticos por otro.
ENVIDIA
Estudio 1. Red semntica
S u j e t o s: la muestra qued conformada por 520 sujetos de la poblacin general de la Universidad Nacional Autnoma de
M xico.
Resultados: se obtuvieron 33 categoras definidoras, de las cuales
se incluyen nicamente las primeras 14 definidoras para construir el conjunto SAM, tomando como criterio una distancia semntica mnima de 5%, que fue cuando la curva de la red lleg
a la asntota. La red obtenida se muestra en la grfica 3.
Red sistmica de envidia
Grf i ca 3. Red semnti ca de envi dia
Coraje
100
Conocimiento
80
Insensatez
60
40
Envidia
20
0
Nerviosismo
Falsedad
Incompetencia
Celos
Egocentrismo
Materialismo
Insatisfaccin
Superioridad
Ambicin
Carencia
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Carga
factorial
y (media)
Factor 2.
Potencia
Carga
factorial
y (media)
Factor 1.
Evaluacin
Carga
factorial
y (media)
.86 (2.40)
Veracidadfalsedad
.77 (2.15)
Inferioridadsuperioridad
Espiritualismomaterialismo
.75 (1.96)
Corajealegra
Egosmoaltruismo
.72 (1.78)
Generosidadenvidia
.72 (1.61)
Impotenciapotencia
.57 (2.29)
Confianzacelos
.60 (1.84)
Ansiedadtranquilidad
.52 (2.25)
Fidelidadinfidelidad
.60 (2.50)
Odio-amor
.54 (2.24)
Valor Eigen
Varianza
explicada
Alfa
5.59
34.9%
0.85
.61 (2.18)
Valor Eigen
1.33
Valor Eigen
1.17
Varianza
explicada
8.3%
Varianza
explicada
7.3%
Alfa
0.75
Alfa
0.61
ciones, los significados psicolgicos y las actitudes que afectan el pensamiento y la conducta de grupos sociales o culturales especficos.105
Sujetos: se pidi a 192 sujetos, estudiantes universitarios de licenciatura, su participacin voluntaria en una investigacin sobre
emociones. De ellos, 43% fueron varones y 57% mujeres. La
edad promedio fue de 24 aos, con una desviacin estndar de
5.5 aos. Del total de estudiantes, 55% de ellos perteneca a
carreras del rea de ciencias biolgicas y de la salud, otro 45%
perteneci al rea de fsico-matemticas e ingenieras.
Procedimiento: contestaron en pequeos grupos, a un instrumento tipo asociacin libre, semejante al descrito en la seccin correspondiente a celos, dndoseles las mismas instrucciones. Los
datos fueron analizados por medio de la tcnica del anlisis asociativo de grupos, y los resultados se presentan a continuacin.
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Proceso
13%
Personas
5%
Evaluacin
30%
Emociones
24%
Colores 1%
Carac. de
envidiosos
11%
Objetos
16%
Significado de la envidia
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Factor 1
1. Infeliz-feliz
2. Calmado-agitado
3. Agradable-desagradable
4. Feo-hermoso
5. Maduro-inmaduro
6. Desconfiado-confiado
7. Cobarde-valiente
8. Fracaso-xito
9. Iluminado-obscuro
10. Seguro-peligroso
11. Relajado-tenso
12. Flexible-rgido
13. Limpio-sucio
14. Insatisfecho-satisfecho
15. Descontento-contento
0.63
0.66
0.65
0.49
0.59
0.46
0.62
0.66
0.54
0.41
0.49
0.64
0.41
0.61
0.56
16. Diligente-flojo
17. Amable-violento
18. Limpio-sucio
19. Afable-peleonero
20. Cuidadoso-descuidado
21. Respetuoso-irrespetuoso
22. Eficaz-ineficaz
23. Inteligente-tonto
% Varianza explicada
Factor 2
Medias
5.45
5.12
5.74
5.43
5.57
5.53
5.15
5.23
5.04
5.18
5.46
4.97
4.53
5.54
5.32
0.47
0.48
0.45
0.45
0.61
0.56
0.70
0.65
13.31
8.1
Valor Eigen
6.79
4.13
Confiabilidad
0.92
0.88
4.21
5.11
4.53
5.03
4.07
4.76
4.67
4.62
Discusin de resultados
La discusin de resultados se hace en el mismo orden en el que fueron presentados los estudios, al final de la discusin particular se
muestra una integrada que los considera a todos.
Estudio 1. Red semntica para envidia. Los resultados mostrados en la
grfica sealan que existen en trminos generales cuatro tipos de
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lo ajeno; los envidiosos tienen defectos, son inseguros, su autoestima es baja y se sienten insatisfechos.
En trminos generales, la conclusin a la que se puede llegar es
muy semejante a la que se lleg para el caso de los celos: la envidia
es una emocin compleja, que se puede caracterizar como rasgo de
personalidad caractersticas de las personas envidiosas o como
estado o repuesta a una situacin provocadora; es decir, que tiene
ciertos antecedentes, se lleva a cabo a lo largo de un proceso, se siente acerca de ciertas personas u objetos, y con una connotacin eminentemente negativa.
DIFERENCIAS ENTRE CELOS Y ENVIDIA
Las conclusiones a las que se llegaron en relacin con los significados
de los conceptos emocionales de celos y de envidia sealan que uno de
los problemas que queda por esclarecer es el referido a si estos significados son lo suficientemente diferentes entre s o comparten elementos que permiten o favorecen su uso indistinto para explicar lo que se
siente en un momento dado.
En un segundo momento, y con base en los hallazgos de los estudios descritos en la seccin previa, los datos recogidos en dichos
estudios fueron analizados utilizando otras tcnicas estadsticas con
objeto de responder a preguntas de investigacin diferentes. En particular, se dese saber, como ya se seal, si los perfiles del significado
obtenidos para los conceptos emocionales de celos y envidia evaluados
por medio de un instrumento tipo diferencial semntico eran diferentes o no entre s. En otras palabras, se dese saber si dichos perfiles
eran lo suficientemente diferentes como para poder distinguir los significados de los estmulos evaluados y/o en qu medida compartan
elementos comunes en sus perfiles respectivos.
A continuacin se resean los resultados de tres anlisis llevados
a cabo para responder a esta problemtica. En primer lugar, se compararon los perfiles obtenidos por medio de los diferenciales semnticos
derivados de las redes aplicadas a los sujetos, utilizando un anlisis de
discriminantes. En segundo lugar, se compararon las estructuras factoriales obtenidas para esos diferenciales semnticos, desde dos puntos de vista: cualitativo y cuantitativo. En tercer lugar, se compararon
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Odio-amor
Funcin
cannica
Medias
celos
Medias
envidia
.80
3.74
2.22
Ansiedad-tranquilidad
-.45
2.06
2.24
Ambicin-conformismo
.33
2.98
2.35
Generosidad-envidia
-.38
4.73
5.41
Espiritualismo-materialismo
-.25
4.22
5.05
.17
4.91
4.83
-.15
2.15
2.07
Libertad-posesin
Coraje-alegra
Con base en los resultados obtenidos, se puede observar que la envidia se describe ms asociada al odio, a la ambicin, a la posesividad
y al coraje, mientras que los celos se asocian ms a la ansiedad, envidia, y materialismo. Cabe hacer notar que una vez ms, la envidia
aparece como asociada a los celos.
La forma de describir a los celos y la envidia con las siete escalas
bipolares que conformaron la funcin cannica, permite predecir con
exactitud de qu emocin se trata para 77% de los casos de celos y
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Casos
Celos
Envidia
Celos
149
114 (76.5%)
35 (23.5%)
Envidia
154
25 (16.2%)
129 (83.8%)
2.29
1.21
0.23
2.40
-0.66
0.509
2.19
2.05
0.85
0.394
Confianza-celos
2.10
1.83
1.73
0.085
Impotencia-potencia
2.49
2.29
1.26
0.209
Veracidad-falsedad
2.63
2.15
3.15
0.002
Egosmo-altruismo
2.13
1.78
2.40
0.017
Fidelidad-infidelidad
2.80
2.50
1.94
0.053
Incompetencia-competencia
3.01
2.82
0.95
0.345
Celos
Envidia
Inferioridad-superioridad
2.48
Abundancia-carencia
2.29
Satisfaccin-insatisfaccin
Escalas bipolares
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Envidia
Factor 2
Factor 1
0.77*
0.79*
Factor 2
0.79*
0.56
Factor 3
0.62
0.67
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Media de
envidia
Mojado-seco
4.05
4.45
-2.12
241
0.03
Intencional-involuntario
4.82
3.50
5.02
242
0.00
Infeliz-feliz
3.07
2.81
2.16
232.43
0.03
Honesto-deshonesto
4.30
5.04
-2.99
242
0.00
Pesado-ligero
3.14
2.61
2.54
231.44
0.01
Moral-inmoral
3.98
4.59
-3.31
242
0.00
Cruel-amoroso
3.21
2.61
2.74
222.63
0.01
Pequeo-grande
4.49
3.97
2.62
239.79
0.01
Deliberado-espontneo
5.73
3.50
2.74
239
0.01
Superficial-profundo
4.20
3.52
2.69
241
0.01
Pegajoso-resbaloso
3.55
3.92
-1.98
235.43
0.05
Tacao-esplndido
3.80
3.25
2.74
241
0.01
Escalas bipolares
de adjetivos
GL
Malsano-sano
Ruidoso-silencioso
Fuerte-dbil
Intencional-involuntario
Moral-inmoral
Seguro-peligroso
Cruel-amoroso
Pequeo-grande
Pegajoso-resbaloso
Inteligente-tonto
Tacao-esplndido
Centroides
Coeficientes
estandarizados
0.345
-0.371
0.336
0.525
-0.386
0.452
0.363
0.362
-0.260
0.286
0.354
Celos
Envidia
Media
Media
3.42
3.22
4.24
4.82
3.98
5.40
3.21
4.49
3.55
5.04
3.80
2.77
3.76
3.82
3.50
4.59
5.13
2.61
3.97
3.92
4.69
3.25
0.703
-0.656
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Predicha
Total
Celos
Envidia
Celos
90
37
127
Envidia
25
94
119
Celos
70.9
29.1
100.00
Envidia
21.0
79.0
100.00
Discusin
Estudio 1. Diferencias semnticas entre los celos y la envidia. En primer
lugar, nueve escalas bipolares no discriminaron entre los perfiles de la
estructura semntica de los celos y la envidia; tomadas por separado,
seis de ellas no arrojaron diferencias, mientras que tres s lo hicieron.
Tanto los celos como la envidia fueron descritas de la misma manera
en lo que se refiere a inferioridad-superioridad, abundancia-carencia,
satisfaccin-insatisfaccin, confianza-celos, impotencia-potencia e
incompetencia-competencia. Parece ser que las razones planteadas
por Averill,236 Ortony, Clore y Collins,237 Parrott y Smith,238 Plutchik,239 Schimmack y Reisenzein,240 Sharpsteen,241 Smith, Kim y Parrott,242 Tesser y Collins,243 y White y Mullen244 son adecuadas para
explicar el traslapamiento de los conceptos emocionales de celos y
envidia en una muestra mexicana, en el sentido de haberlas caracterizado de la misma manera. Ben-Zeev,245 Hupka,246 Parrott,247 Parrott
y Smith,248 Sharpsteen y Kirkpatrick,249 Shengold,250 Spinoza y Po-
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estas emociones, de acuerdo a la opinin de Hupka349 y Hupka y Eschett,350 son en realidad etiquetas que se dan a los sentimientos y sensaciones surgidos ante la interpretacin y valoracin de situaciones o
predicamentos y que tienen la propiedad de explicar o justificar el
comportamiento instrumental de las personas, y que, por lo tanto,
para abordar su estudio de una manera ms adecuada, se tendr que
investigarlas atendiendo a las situaciones o predicamentos en su totalidad. De ah se puede concluir que ambas emociones comparten aspectos importantes, pero tambin tienen sus caractersticas distintivas.
Conclusiones
Los resultados reportados al intentar establecer la diferenciacin entre las emociones de celos y envidia, llevan a preguntarnos si la sola
caracterizacin semntica de los conceptos emocionales es suficiente para poder dar cuenta clara de las mismas o, por el contrario, si es
necesario abordar su estudio partiendo de las situaciones o eventos totales en las que se involucran los individuos.
De ser as, y para responder a estas interrogantes, se procedi a
tratar de encontrar si las diferencias o semejanzas detectadas se encuentran en las situaciones o eventos que anteceden y/o causan la
emocin, a las comparaciones que se pueden establecer con el celado
o el envidiado, a las emociones que se sienten o que acompaan a los
celos y a la envidia una vez que stas aparecen, a la forma en que se
reacciona ante ellas a nivel fisiolgico, de comportamiento y de cogniciones o explicaciones que uno se da cuando se encuentra en dichas
situaciones. Esto es lo que justific el segundo objetivo de investigacin que se presenta a continuacin.
Como una segunda pregunta referida al significado de las emociones de celos y envidia se plante la posibiidad de establecer, de
manera objetiva, la posible semejanza y/o diferencia entre ellas.
Los resultados globales basados en las respuestas dadas por los estudiantes universitarios mexicanos investigados N = 802, envidia y
N = 811, celos, a pesar de los elementos comunes que ambas emociones tienen en lo que se refiere a ser emociones compuestas, de comparacin social, de pertenecer a la misma familia o prototipo emocional, de amenazar la autoestima, de presentarse en la misma situacin
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Arnold, 1960; Bringle, 1991; Constantine, 1976; Hupka, 1984; Hurlock, 1973;
Mathes, 1991; Mathes, Adams y Davies, 1985; Miller y Siegel, 1972; Mullen
y M a a c k, 1985; Parrott, 1991; Sharpsteen, 1991; Spielman, 1971.
61 Arnold, 1960.
62 Klein y Riviere, 1953.
63 Tov-Ruach, 1980.
64 Reidl, Sierra, Domnguez y Gonzlez, 2000a.
65 Parrott, 1991.
66 Staske, 1999.
67 Parrott, 1991.
68 Constantine, 1976.
69 Hupka, 1984.
70 Mathes, Adams y Davies, 1985.
71 Neu, 1980.
72 Reidl, Sierra, Domnguez y Gonzlez, 2000a.
73 DSM-IV, 1996.
74 Intili y Tarrier, 1998.
75 Spielman, 1971.
76 Klein y Riviere, 1953; Raj, Silverman, Wingood, DiClemente, 1999; y OLeary,
1999.
77 Mullen y Maack, 1985.
78 Tov-Ruach, 1980.
79 Bringle, 1991.
80 Spielman, 1971.
81 Bryson, 1991; Guerrero y Afifi, 1998.
82 Parrott, 1991.
83 Ellestad y Stets, 1998.
84 White, 1991.
85 Barasch, 1998.
86 Hart, Field, Del Valle y Letourneau, 1998.
87 Parrott, 1991.
88 Taylor, 1988.
89 Clanton y Smith, 1977.
90 Stearns, 1994.
91 Intili y Tarrier, 1998.
92 Pines, 1998.
93 Constantine, 1976.
94 Hupka, 1981.
95 Mathes, 1991.
96 Mathes, Adams y Davies, 1985.
97 Mathes y Deuger, 1982.
98 Neu, 1980.
99 Parrott, 1991.
100 Sharpsteen, 1991.
101 White, 1981.
102 Osgood y cols., 1976.
103 Plutchik, 1987.
104 Taylor, 1988.
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Smith, 1991.
Smith y cols., 1999.
152 Spielman, 1971.
153 Parrott, 1991.
154 Taylor, 1988.
155 Parrott, 1991.
156 Russell, 1965.
157 Smith y cols., 1999.
158 Smith, Parrott, Ozer y Moniz, 1994.
159 Reidl, Sierra, Domnguez y Gonzlez, 2000a; Taylor, 1988.
160 Joseph, 1986.
161 Klein, 1957.
162 Parrott, 1991.
163 Salovey y Rodin, 1984, 1991.
164 Shengold, 1994.
165 Daz-Guerrero, 1994.
166 Alberoni, 1992.
167 Tesser y Collins, 1988.
168 Parrott, 1991.
169 Rosenblatt, 1988.
170 Salovey y Rodin, 1984.
171 Salovey y Rothman, 1991.
172 Smith y cols., 1999.
173 Spielman, 1971.
174 Rosenblatt, 1988; Sandell, 1993; Shengold, 1994; Spielman, 1971; Spillius, 1993.
175 Hupka, Zaleski, Otto, Reidl y Tarabrina, 1997.
176 Guilln-Riebeling, 2000.
177 Roseman, 1991; Smith y Ellsworth, 1985 y 1987; Ellsworth y Smith, 1988; Scherer, 1988; y Ortony, Clore y Collins, 1996.
178 Averill, 1994; Ortony, Clore y Collins, 1996; Shweder, 1994.
179 Scherer, 1994.
180 Alberoni, 1992.
181 Bers y Rodin, 1984.
182 Parrott, 1991.
183 Rosenblatt, 1988.
184 Russell, 1965.
185 Taylor, 1988.
186 Rosenblatt, 1988.
187 Shengold, 1994.
188 Silver y Sabini, 1978.
189 Spillius, 1993.
190 Osgood y cols., 1976.
191 Roseman, 1991.
192 Ellsworth y Smith, 1988.
193 Scherer, 1988.
194 Ortony, Clore y Collins, 1988/1996.
195 Schimmack y Reisenzein, 1997.
196 Plutchik, 1987.
151
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Veereshwar, 1983.
Citado por Smith, 1991.
293 Owesley, 1981.
294 Bringle y Buunk, 1985; Hupka, 1981 y 1984; Mathes, Adams y Davies, 1985; Mathes y Deuger, 1982; Mullen y Maack, 1985; Parrott, 1991.
295 Bringle y Buunk, 1985; Been-Zeev, 1990.
296 Rosenblatt, 1988.
297 Shengold, 1994.
298 Silver y Sabini, 1978.
299 Smith, 1991.
300 Spillius, 1993.
301 Bers y Rodin, 1984; Spielman, 1971.
302 Parrott, 1991; Shengold, 1994; Smith, 1991.
303 Parrott, 1991; Rosenblatt, 1988; Salovey y Rodin, 1984; Salovey y Rothman,
1991; Silver y Sabini, 1978; Smith, Parrott y Diener, 1990 citados en Parrot,
1 9 9 1 ; Spielman, 1971.
304 Ben-Zeev, 1990.
305 Parrott, 1991.
306 Plutchik, 1987.
307 Rosenblatt, 1988.
308 Shengold, 1994.
309 Smith, 1991.
310 Spielman, 1971.
311 Plutchik, 1987.
312 Parrott, 1991.
313 Sandell, 1993; Salovey y Rodin, 1984; Spielman, 1971.
314 Ben-Zeev, 1990.
315 Bers y Rodin, 1984.
316 Russell, 1965.
317 Taylor, 1988.
318 Reidl, Sierra, Domnguez, Gonzles, 2001a y b.
319 Averill, 1980; Ortony, Clore y Collins, 1988,1996; Parrott y Smith, 1993; Plutchik, 1987; Schimmack y Reisenzein, 1997; Sharpsteen, 1991 y 1993; Smith,
Kim y Parrot, 1988; Tesser y Collins, 1988; y White y Mullen, 1989.
320 Evans, 1970.
321 Averill, 1980.
322 Ortony, Clore y Collins, 1988/1996.
323 Parrott y Smith, 1993.
324 Plutchik, 1987.
325 Schimmack y Reisenzein, 1997.
326 Sharpsteen, 1991 y 1993.
327 Smith, Kim y Parrott, 1988.
328 Tesser y Collins, 1988.
329 White y Mullen, 1989.
330 Reidl, Sierra, Dominguez y Gonzlez, 2000c.
331 Ben-Zeev, 1990.
332 Hupka, 1984.
333 Parrott, 1991.
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tos y experiencias, fisiologa y conducta, cogniciones y conceptualizaciones. Se deben considerar los eventos y sus consecuencias, los
agentes y sus acciones as como los objetos que participan en las situaciones interpretadas o evaluadas.
Es un hecho que existen muchas dificultades para estudiar las
emociones en situaciones reales, ya que es poco tico inducir emociones fuertes en el laboratorio y es virtualmente imposible estudiarlas
en situaciones reales, ya que muchas de ellas pueden ser asunto muy
privado,13 sobre todo aqullas que son calificadas como negativas.14
Una solucin posible para una aproximacin inicial, es el uso de
tcnicas de autoreporte,15 especficamente cuestionarios que pidan
describir experiencias emocionales a grandes cantidades de personas.16 Cuando se ha empleado el cuestionario, por lo general se utiliza la tcnica del incidente crtico, por medio de la cual se solicita al
sujeto recuerde una ocasin o circunstancia en la que haya sentido
o experimentado la emocin de inters, y se le hacen diversas preguntas respecto al episodio emocional en cuestin.17 La informacin
solicitada, por lo general, se refiere a las situaciones antecedentes o
p r oductoras de la emocin dnde se encontraba, con quines estaba, qu hicieron esas personas, las reacciones o respuestas o cambios
fisiolgicos que haya experimentado el sujeto, as como sus reacciones expresivas qu hizo, qu dijo, se pregunta tambin sobre su
estado subjetivo sus sentimientos y su intensidad, y sobre la forma en que manej o afront y control la situacin.18
La tcnica del incidente crtico puede clasificarse dentro de la temtica del proceso narrativo que consiste en crear unidades de pensamiento que utiliza imaginera muy vvida, discurso, secuencias,
personajes y metas u objetivos importantes para el sujeto, ante los
cuales se desarrolla el razonamiento autobiogrfico, consistente en
interpretar y evaluar las experiencias recordadas.19
Se puede pensar que el recordar eventos del pasado puede hacerse de manera vvida y exacta, o inexacta.20 Sin embargo, desde el
punto de vista de Stein,21 la experiencia de una emocin inmersa en
un evento dado casi siempre activa un proceso de inferencia causal,
cuyo resultado se convierte en parte de la representacin del evento
emocional. Es decir, cuando la persona siente una emocin en un momento dado de su vida, realiza una evaluacin del significado de la es-
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son una reaccin de proteccin ante la percepcin de amenaza frente a una relacin valorada.
Si los celos surgen con la aparicin de otro considerado el rival dentro de una relacin didica muy valorada,33 la relacin
didica valorada puede ser la que se d entre miembros de la familia,
con amigos, con compaeros de escuela o de trabajo. Se han registrado
celos relacionales no slo en las madres que observan interacciones
entre padres e hijos, sino tambin entre las madres y las cuidadoras
de los bebs.34 Todas las situaciones que afecten el mantenimiento de
una identidad importante,35 o en aquellas que se afecten dominios
que son relevantes para el autoconcepto del individuo,36 producirn
celos relacionales.
Entre los estudios que distinguen los celos romnticos de los relacionales est el de Aune y Comstock,37 quienes evaluaron la diferencia entre relaciones romnticas y de amistad en la expresin de
los celos, encontrando que la expresin de los celos era ms apropiada
y ms abierta entre los miembros de la pareja romntica en comparacin con los amigos, aunque no hubieron diferencias en la intensidad con que se sintieron. Volling, McElwain, y Miller38 se refieren a
los celos relacionales en su estudio sobre la regulacin de la emocin
en contexto, en particular la de celos. Salisch39 habla del desarrollo
emocional de celos y envidia entre los nios. Miller, Volling y McElwain,40 analizaron los celos de los hermanos en relacin con los padres y madres.
Otro investigador que habla de celos relacionales es Barasch,41
cuando describe los sentimientos de rivalidad que se dan entre hermanos, donde tambin se da la envidia. Los celos relacionales tambin se dan entre los miembros del grupo de pares. Stenner y Stainton42 encontraron escenarios caracterizados como provocadores de
celos a situaciones tan diversas como traicin entre amigos, prdida
de una amistad y la rivalidad entre hermanos, por lo que se ejemplifica claramente la existencia de otros celos diferentes a los romnticos.
Ellestad y Stets43 sealan que los celos son relacionales porque
no tienen sentido fuera de una interaccin social; cuando un tercero
interviene en la interaccin, surgen los celos de uno de los actores,
pues percibe que la aparicin de este tercero amenaza la calidad de
la relacin o su identidad, o algn aspecto formativo de la misma.
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MUESTRA
Procedimiento de seleccin: la muestra inicial es de tipo no probabilstica, intencional y por cuota, en virtud de que se solicita la
participacin voluntaria de los sujetos investigados.
Sujetos: los sujetos fueron estudiantes de diversas instituciones
de educacin media superior y superior, con escolaridad mnima de preparatoria o equivalente, hombres y mujeres, de las cuatro reas de conocimiento ciencias biolgicas y de la salud,
fsico-matemticas e ingenieras, humanidades y artes, sociales
y algunos de bachillerato, a quienes se les solicit su participacin voluntaria.
Ta m a o: la muestra inicial, que respondi a seis cuestionarios no
estructurados de preguntas abiertas en forma de entrevista profunda, de aplicacin individual, cuyas respuestas grabadas sirvieron de base para la ulterior elaboracin de los instrumentos
cerrados, fue de 16 sujetos para cada uno de los 6 cuestionarios, haciendo un total de 96 individuos.
INSTRUMENTOS
Las respuestas dadas a la entrevista abierta inicial permitieron desarrollar seis instrumentos cerrados que evaluaron un episodio emocional57 de celos y de envidia, donde se describi una situacin familiar,
otra en el trabajo o escuela, y una ltima en referencia a una relacin
romntica; en la que se report la reaccin emocional, como se control o intent controlar la emocin, y cmo termin.
Estos instrumentos tuvieron una caracterstica que vale la pena
resaltar, ya que fueron construidos para permitir la comparacin de las
dos emociones: celos y envidia, y de los diferentes tipos de stas. Tienen las mismas preguntas, aunque algunas opciones difieren entre uno
y otro, con objeto de adecuarse a la situacin que est siendo evaluada. Por ejemplo, cuando se pregunta quines estuvieron implicados,
para el caso de celos o envidia romntica, las opciones son: pareja,
rival, amigos o familiares; en el caso de celos relacionales-familia o
envidia de comparacin social-familia, las opciones son: madre, padre,
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Celos
Varones
Envidia
Mujeres
Varones
Mujeres
Relacin romntica
110
95
89
121
Miembros de la familia
102
100
101
103
Compaeros de escuela
o trabajo
111
89
99
100
Totales
323
284
289
324
De los sujetos investigados, 91% se identificaron como pertenecientes a la clase media. Se tuvo una edad promedio de 21 aos 4 meses,
con una desviacin estndar de dos aos y medio. La escolaridad promedio de los sujetos investigados fue de segundo ao de carrera, con
una desviacin estndar de dos aos escolares.
Para el caso de la muestra de celos, 34% de los sujetos fueron
estudiantes del rea de ciencias sociales; 28% del rea de ciencias biolgicas; 20% del rea de fsico-matemticas e ingenieras y 18% del
rea de humanidades y artes. Para el caso de la muestra de envidia,
31% de los sujetos encuestados fueron del rea de ciencias biolgicas;
29% del rea de ciencias sociales; 23% del rea de fsico-matemticas e ingenieras, y 17% del rea de humanidades y artes.
Anlisis de datos: para poner a prueba los supuestos de los que se
parti, se procedi a comparar las respuestas dadas por los sujetos investigados, empleando estadstica no paramtrica cuando
se compararon respuestas a reactivos categricos, o en aquellos
que slo permitan un nivel ordinal de medicin y paramtrica en los casos en que se constituyeron escalas que miden a
nivel intervalar.
En particular, interesan comparaciones para un diseo de dos
muestras independientes al comparar celos contra envidia, y
celos romnticos contra celos relacionales, as como envidia romntica contra envidia de comparacin social y aquellas que
deriven de un diseo de k muestras independientes al compa-
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u ocultaran lo que sienten; 53% manifestaran su malestar o inconformidad, hablaran con las personas que provocaron la situacin con
objeto de que no volviera a repetirse (54%), y 52% ignorara la situacin; otros (56%) no se explicaran lo que sucedi para calmarse.
De los sujetos investigados, 49% report no esperar de ninguna
manera que se diera la situacin, mientras que 36% la esperaba un
poco; el acontecimiento fue sentido como desagradable (53%), no
ayud a los objetivos, necesidades o deseos de los respondientes (45%),
siendo la situacin percibida como un poco justa (40%) mientras que
37% de ninguna manera la percibi como justa; los responsables del
acontecimiento en primer trmino fueron extraos (14%) y la suerte
(15%). Ante dicha situacin, 25% de los sujetos investigados se sinti dominado e impotente por el acontecimiento, mientras que 20%
no crey que fuera necesario hacer algo para afrontarlo, y el mismo
porcentaje seal que no haba ocurrido nada importante. Para 33%
de los sujetos, el comportamiento sucedido durante el evento era
completamente inmoral e impropio; 43% seala que el acontecimiento no afect su autoestima ni confianza, aunque 31% dice que
s la afect de manera negativa; sin embargo, reportan que el acontecimiento de ninguna manera modific sus relaciones con las personas
implicadas. La intensidad con que se report sentir la emocin de
envidia de comparacin social con los compaeros de trabajo o escuela fue de M = 7, o sea bastante.
Seccin II
Diferencias en las reacciones emocionales entre los celos y la envidia
Para poner a prueba el primer supuesto, referido a las diferencias en
las reacciones emocionales entre los celos y la envidia, se obtuvieron
resultados estadsticos a partir de una prueba de c h i cuadrada que
nos permiten sealar lo siguiente: cuando se les pregunt a los sujetos si al recordar la misma situacin volvan a tener la misma sensacin, en los celos se experimenta la misma sensacin a diferencia de
la envidia. Ante la pregunta: cmo sinti el acontecimiento en s
mismo?, los sujetos respondieron que en ambos casos era desagradable,
pero lo era ms para los celos y ms neutral para la envidia. La percepcin de su capacidad de afrontamiento fue de dominar la situacin
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para cada una de las seis emociones por separado; con base en los resultados obtenidos se procedi a la segunda etapa, de nuevo, a partir los resultados obtenidos, se pas a la tercera. Los resultados se
m u e stran a continuacin.
Primera etapa. Las preguntas referidas a las situaciones provocadoras
de las emociones cuando el sujeto se compara con el rival o el envidiado, arrojaron coeficientes Alfa de Cronbach con valores adecuados
celos romnticos = 0.85; celos relacionales con familiares = 0.80;
celos relacionales con compaeros de trabajo o escuela = 0.65; envidia romntica = 0.77; envidia de comparacin social con familiares = 0.73; y con compaeros de trabajo o escuela = 0.78.
Por su lado, las preguntas que hacan referencia a la auto atribucin devaluatoria producida por la situacin emocional, tuvieron confiabilidades un poco ms bajas, pero todava aceptables, en virtud de
que en este caso son slo cuatro reactivos los que conforman a esta
serie celos romnticos = 0.77; celos relacionales con familiares =
0.65; celos relacionales con compaeros de escuela o trabajo = 0.52;
envidia romntica = 0.67; envidia de comparacin social con familiares = 0.60 y envidia de comparacin social con compaeros de trabajo o escuela = 0.61.
Por lo que respecta a las reacciones fisiolgicas correspondientes,
los coeficientes de consistencia interna se portaron muy bien para el
caso de los tres tipos de celos, pero no tanto para los tres tipos de envidia celos romnticos = 0.88; celos relacionales con familiares =
0.71; celos relacionales con compaeros de trabajo o escuela = 0.73;
envidia romntica = 0.45; envidia de comparacin social con familiares = 0.43; y con compaeros de trabajo o escuela = 0.75.
Segunda etapa. Con objeto de ver si aumentando el nmero de casos
se podan incrementar las confiabilidades de las series de preguntas, se
procedi a reunir las respuestas dadas por los sujetos que contestaron
los instrumentos referidos a celos romnticos y relacionales y por
el otro, los que contestaron a los de envidia romntica y de comparacin social.
Este ltimo procedimiento conllev a los siguientes resultados:
los valores obtenidos, aunque adecuados, celos: comparacin con el
rival, 0.79; autoatribucin devaluatoria, 0.66 y reacciones fisiolgi-
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Reacciones fisiolgicas
o corporales
Comparacin con el otro
(rival o envidiado)
Autoatribucin
devaluatoria
Tipo de
emocin
Media
celos
26.01
0.673
envidia
25.77
celos
15.22
envidia
16.09
celos
9.18
envidia
9.04
-3.20
0.875
df
Sig.
1092
0.50
1151
0.001
1161
0.382
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Como se puede ver, slo hubo diferencias estadsticamente significativas entre los celos y la envidia en los sentimientos que provoc
la situacin emocional recordada para responder el instrumento; en
este caso, los sujetos que describieron una situacin de envidia obtuvieron un puntaje mayor por haber estado ms de acuerdo en que
al compararse con el otro envidiado se sintieron en mayor desventaja que en las situaciones de celos.
Un tercer conjunto de reactivos hicieron referencia a maneras
de manejar o afrontar las situaciones donde se ha sentido celos o envidia. Para ello, se reunieron las preguntas que se refieren a lo que
se hizo para terminar la situacin, las referidas a la forma en que se
control lo que se dijo, las que investigaban cmo se controlaron las
reacciones no verbales, las que preguntaron sobre lo que los sujetos
haran en caso de volverse a encontrar en una situacin semejante. Todos ellos estn hablando de lo que el sujeto hara para poder
manejar la situacin; es decir, preguntan sobre los estilos de afrontamiento63 ms comunes empleados por los sujetos cuando se encuentran en estas situaciones.
Con objeto de poder hacer un manejo terico conceptual ms
adecuado en trminos de los estilos de afrontamiento, se procedi a
establecer la estructura factorial de las series mencionadas, en una
primera fase por separado para el caso de la emocin de celos, y luego
para el caso de la envidia. Los resultados se presentan en los cuadros
14 y 15.
En el caso de los celos se obtuvieron dos factores, que explicaron
cantidades de varianza adecuadas, conceptualmente significativas,
con cargas factoriales mayores a 0.40 y con coeficientes de confiabilidad de consistencia interna adecuados. El primero de ellos puede interpretarse como un estilo de afrontamiento de evasin o evitacin,
mientras que el segundo puede verse como un estilo de afrontamiento
activo-expresivo, para resolver la situacin.
Para el caso de la envidia, tambin se obtuvieron dos factores,
conceptualmente significativos, con cargas factoriales tambin superiores a 0.40, con cantidades de varianza explicada adecuadas y coeficientes de confiabilidad tambin adecuados. El primero de ellos es casi
idntico al primero obtenido para celos, y puede interpretarse de la
misma manera. El segundo, por el contrario, es completamente di-
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Reactivos
Factor 1
(Cargas
factoriales)
13.3
0.73
12.5
0.67
13.6
0.67
13.1
Alejarme de la situacin.
0.62
12.3
0.58
6.2
Evad al situacin.
0.58
6.3
0.51
6.1
0.47
12.1
Se retir, se fue.
0.47
10.2
Nada.
0.46
Factor 2
(Cargas
factoriales)
6.6
0.73
6.7
0.72
6.4
0.71
13.7
0.59
10.1
0.59
13.4
0.52
13.5
0.40
15.95
13.35
Valor Eigen
3.67
3.07
0.77
0.72
ferente, y se refiere al control que se ejerce sobre uno mismo para poder afrontar la situacin y se podra denominar autocontrol.
Estas estructuras factoriales sern las empleadas para establecer
las comparaciones entre los tipos de celos romnticos y relacionales,
por un lado y entre los tipos de situaciones, celos romnticos, relacionales con familiares y relacionales con compaeros de trabajo o escuela. Asimismo, la estructura factorial obtenida para envidia ser la
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Reactivos
Factor 1
(Cargas
factoriales)
0.73
10.2 Nada.
0.64
0.58
0.57
0.57
0.57
Factor 2
(Cargas
factoriales)
0.57
0.51
0.45
0.44
0.43
0.75
0.73
0.69
0.63
10.3 Me control.
0.62
% Varianza explicada
16.44
13.83
Valor Eigen
3.78
3.18
0.79
0.75
que se utilice para comparar los tipos de envidia, romntica y de comparacin social, y los tipos de situaciones de envidia: romntica, de
comparacin social con familiares y con compaeros de trabajo o
escuela.
Pero, como en este caso estamos comparando a los tipos de emocin, celos contra envidia, y no se podra hacerlo contando con dos
estructuras factoriales que aunque son muy parecidas en el primer factor no lo son en el segundo, se procedi a realizar un anlisis facto-
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Reactivos
Factor 1
Factor 2
Factor 3
(Cargas
(Cargas
(Cargas
factoriales) factoriales) factoriales)
0.69
0.56
Evadir la situacin.
0.56
0.55
0.55
Nada.
0.49
0.47
0.45
0.43
0.42
0.80
0.73
0.50
0.48
0.42
0.66
Me control.
0.49
0.48
0.48
0.46
% de varianza explicada
12.66
9.08
8.03
Valor Eigen
2.92
2.09
1.91
0.78
0.72
0.66
Celos. En la pregunta sobre si se siente lo mismo al recordar la situacin, la respuesta afirmativa fue mayor para el caso de los celos romnticos que en el caso de los relacionales. Se acostumbra ms a decirles
algo a las personas implicadas cuando los celos son romnticos que
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gicas o corporales que tienen, se observaron diferencias estadsticamente significativas entre los celos romnticos y los relacionales, al
hablar de la comparacin que establece el individuo con el rival, y
para las reacciones fisiolgicas o corporales sentidas. Las situaciones
de celos relacionales provocaron que los sujetos se sintieran inferiores
al rival; mientras que en las situaciones de celos romnticos se reportan reacciones fisiolgicas ms intensas. En ambas situaciones los
sujetos se atribuyen descripciones autodevaluatorias con la misma
intensidad.
En lo que respecta a la determinacin de las diferencias entre los
estilos de afrontamiento empleados por los sujetos investigados cuando se encuentran en situaciones de celos romnticos o relacionales,
empleando el instrumento bifactorial caracterstico de la emocin celos, reportado en pginas anteriores, se observa que existen diferencias
en ambos factores; el de evitacin-evasin y en el activo-expresivo.
Es mayor el estilo de afrontamiento de evitacin y evasin en el caso
de los celos romnticos que en los relacionales, pero paradjicamente,
tambin es mayor el estilo activo y expresivo en la misma situacin.
Cuando la comparacin se lleva a cabo con la estructura trifactorial de estilos de afrontamiento se obtienen los mismos resultados:
mayor evitacin y evasin para los celos romnticos, y menos para los
relacionales, pero ms afrontamiento activo-expresivo en los celos romnticos. En el tercer factor de autocontrol, no se dan diferencias.
E n v i d i a. Los resultados obtenidos en el anlisis del supuesto referido a
la posibilidad de existencia de diferencias entre la envidia romntica
por un lado y la de comparacin social por el otro, se presentan a continuacin.
Se observ que los sujetos sealaron que no se tiene la misma sensacin al recordar la situacin en ambos casos, pero es mucho ms
frecuente para el caso de la envidia de comparacin social que para la
romntica. Se acostumbra ms a no decir nada en el caso de la envidia de comparacin social a diferencia de la romntica; es mayor
el nmero de personas que acostumbran reclamar en el caso de la
envidia romntica respecto a la de comparacin social; el acontecimiento fue sentido con mayor frecuencia como desagradable en las
situaciones de envidia romntica; la situacin no ayud a la continua-
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Por lo que toca a los estilos de afrontamiento evaluados con la estructura bifactorial caracterstica de la emocin de envidia, se encontr que nicamente hubo diferencias estadsticamente significativas
en el estilo de afrontamiento de evitacin, siendo ms caracterstico
este estilo en las situaciones de envidia romntica.
Al realizar la comparacin de los estilos de afrontamiento con la
estructura trifactorial, se encontraron diferencias estadsticamente
significativas en los factores de evitacin-evasin, y en el de afrontamiento activo-expresivo, pero no en el de autocontrol, confirmndose
los hallazgos previos, pero descubriendo la forma en que se comporta el estilo activo-expresivo de afrontamiento en el caso de la emocin
de envidia cuando se analiza en sus diferentes tipos: de comparacin social y romntica. Se observa que los estilos de evitacin y evasin, as
como el activo-expresivo son ms frecuentes o se manifiestan ms en
las situaciones de envidia romntica, a diferencia de lo que sucede
en la de comparacin social, mientras que el afrontamiento de autocontrol se da con la misma magnitud en ambas situaciones emocionales.
Seccin IV
Diferencias en las reacciones emocionales entre los tres tipos
de celos romnticos, familia y escuela-trabajo y los tres tipos de
envidia romntica, familia y escuela-trabajo
C e l o s. Las respuestas dadas por los sujetos ante las preguntas del cuestionario cerrado que contestaron, arrojan las siguientes diferencias:
cada vez que se acuerdan vuelven a tener la misma sensacin en el caso de los celos romnticos, no en los otros dos casos; se acostumbra
ms a no decir nada cuando las personas se encuentran en una situacin de celos romnticos y con la familia, no as en el caso de los celos con compaeros de escuela o trabajo. Tambin se observa que las
personas no acostumbran hablar del asunto en el caso de celos con
algn miembro de la familia, mientras que hablan del asunto ms
con la pareja romntica y los compaeros de trabajo o escuela.
Respecto a cmo se sinti el acontecimiento en s mismo, se siente ms desagradable cuando los celos se tienen con la familia y mucho
ms si es con la pareja romntica. La situacin que provoc la emo-
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Seccin III
En esta seccin se busc establecer las diferencias, por un lado, entre
los celos romnticos y los relacionales y, por otro, entre la envidia
romntica y la de comparacin social.
Celos. Al comparar a los celos romnticos con los relacionales se encontr que en los primeros se siente lo mismo al recordar la situacin, se
acostumbra decirle algo a la pareja, se percibe como desagradable e
injusta, y como algo inmoral o impropio, pero tiene un efecto positivo sobre la relacin.104 Y cuando los celos son relacionales hay un
mayor nmero de reclamaciones y la suerte es la responsable primaria
de la situacin.
Respecto al control que se tiene sobre lo que se dice y las reacciones no verbales, no existen diferencias entre los celos relacionales y
los romnticos; sin embargo la intensidad en la emocin es mayor para el caso de los celos romnticos, donde lo que se pone en juego es
no slo la relacin interpersonal sino tambin el efecto que una posible infidelidad pueda tener sobre la autoestima de celoso.105
En lo que se refiere a la comparacin que se establece con el rival,
la devaluacin que se autoatribuye el sujeto y las reacciones fisiolgicas corporales sentidas, se observa que el celoso relacional se siente
ms inferior y ms rechazado que el romntico, aunque las reacciones
corporales son mucho mayores en el caso de los celos romnticos. Estos resultados parecen contradictorios; sin embargo, el sentimiento de
inferioridad sufrido en relacin a una persona que no es la pareja romntica podra interpretarse como algo semejante a la envidia, mientras que las reacciones fisiolgicas tenidas en relacin con la pareja
romntica hablan de la magnitud de la importancia de este tipo de
relaciones para los sujetos investigados. Pocas son las personas que
pueden reportar sentir algn otro tipo de celos que no sean romnticos, por lo que es comprensible el primer hallazgo y el segundo.
Por lo que toca a las comparaciones llevadas a cabo para los estilos de afrontamiento, dos y tres factores, se observa en ambos casos
que en las situaciones de celos romnticos se tiende a un estilo de
afrontamiento ms orientado hacia la evitacin-evasin y hacia lo activo-expresivo; estos resultados ya han sido previamente explicados.
Los resultados sealan, en general, que efectivamente se puede
hablar de dos tipos de celos, los romnticos y los relacionales. Los se-
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entre los dos grupos, pero s la hubo en la intensidad sentida de la emocin, que es mucho mayor para el caso de la envidia romntica.
Por lo que respecta a la comparacin que establece con el otro,
las reacciones fueron semejantes con excepcin de las respuestas fisiolgicas detectadas por los sujetos, donde fueron ms intensas para el
caso de la envidia romntica. Una vez ms, los hallazgos concuerdan
con lo sealado anteriormente.
Con relacin a los estilos de afrontamiento utilizados en la situaciones provocadoras de envidia romntica y de comparacin social,
el estilo de evitar y evadir es ms comn para la envidia romntica
que la de comparacin social, y es as como el estilo activo-expresivo,
tambin es ms comn para la envidia romntica.
Los resultados encontrados hasta ahora concuerdan con los hallazgos de Koonce,110 de Heikkinen, Nikkonen y Aavarine,111 y de
Tomei,112 en el sentido de que son temas que por lo general se evitan, se controlan las reacciones emocionales para evitar expresarlas
en virtud de su problema de deseabilidad social; de igual manera, la
otra posible explicacin de las diferencias encontradas lleva a pensar en la posibilidad de estar confundiendo a la envidia romntica
con los celos, lo que explicara los puntajes mayores para el caso en
cuestin.
En el caso de la envidia romntica versus la de comparacin social
fue ms difcil encontrar estudios que permitieran comparar estos
hallazgos con los de otros, en virtud de que hasta la fecha no se han
realizado con este objetivo en mente. Sin embargo, los hallazgos reportados en el presente estudio permiten pensar en que s se puede
hablar de dos tipos de envidia, la que se da con la pareja romntica
y la segunda hacia los dems, familiares y compaeros de escuela o
trabajo, que es el rea donde ms estudios de envidia se han realizado,
como ya se seal.
Seccin IV
En esta seccin se tratar de explicar las diferencias encontradas, por
un lado entre las tres situaciones provocadoras de celos, romntica,
y relacionales entre familiares y entre compaeros de trabajo o escuela; y por otro lado las diferencias arrojadas por las situaciones provocadoras de envidia romntica, con familiares y de comparacin social
con compaeros de escuela o trabajo.
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paracin con otros afectos estados de nimo, temperamento, estilos o rasgos afectivos, y sentimientos, provocados por un objeto
especfico reconocible, que tienen una funcin motivadora que preparan, mantienen y orientan un comportamiento.
Los sucesos provocados por las situaciones emocionales investigadas rescataron las dimensiones emocionales que se estudian generalmente: fisiolgica, expresiva, conductual y afectiva. En todos los
casos se obtuvieron frecuencias de respuesta considerables por lo que
toca a las sensaciones corporales que se percibieron durante el evento
emocional; tambin se dieron comportamientos corporales y no verbales, as como conductas especficas de enfrentamiento se habla,
se gesticula, se respira profundo, se manifiesta el malestar o inconformidad sentidos.
Por lo que respecta a las secciones restantes, donde se compararon las respuestas dadas ante las emociones de celos por un lado y la
de envidia por el otro, a los celos romnticos contra los relacionales,
y la envidia romntica contra la de comparacin social, y las comparaciones en cada una de las emociones entre los diferentes mbitos
donde se pueden dar relacin romntica, familia y escuela o trabajo, se puede llegar a las siguientes conclusiones:
1. Desde el punto de vista estadstico:
a) Se dieron un nmero suficiente de diferencias entre las emociones de celos y envidia, como para sostener que existen aspectos
importantes que las distinguen: por un lado, lo que se siente
cuando se recuerda el evento, el nivel de desagrado que provocan, qu tanta capacidad para afrontar la situacin se siente, qu tan inmoral se percibe la situacin y qu tanto se
afecta la autoestima. Por otro lado, el nivel de desventaja
percibida al compararse con el otro o rival. Por ltimo, en
trminos de los estilos de afrontamiento activo-expresivo y
de autocontrol. Sin embargo, an quedaron aspectos en los
que ambas emociones se parecen
b) Por lo que toca a las diferencias entre los celos romnticos y los
relacionales, hubo un mayor nmero de diferencias estadsticamente significativas entre stos que entre los celos y la envidia: por un lado, se encontraron diferencias en la sensacin
que se tiene al recordar la situacin, lo que se le dice a las per-
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decir, percepcin del responsable del acontecimiento, la capacidad para afrontarlo y lo impropio de la conducta. Por
otro lado, se dan diferencias en las reacciones fisiolgicas
detectadas por los sujetos, y en los estilos de afrontamiento de
evitacin-evasin y activo-expresivo.
2. Desde el punto de vista del mtodo. Los resultados obtenidos
permiten rescatar la riqueza de la aproximacin cognoscitiva
cultural para el estudio de las emociones. Con ello se quiere decir que la manera de abordar el estudio de fenmenos tan complejos como son las emociones compuestas o complejas de celos
y envidia, exigen este tipo de aproximacin terica, ya que
permite incluir al foco, la situacin que las provoca, la experiencia y la expresin de las emociones;121 el afecto, el comportamiento y la cognicin;122 las respuestas interactivas como
la comunicacin verbal y no verbal, as como comportamientos generales;123 los antecedentes que las causan, las reacciones
ante lo sucedido y las estrategias de autocontrol.124 Todo lo mencionado depende de la interpretacin que el individuo hace de
su entorno, y sta queda determinada por la cultura en la que
se vive.
3. La clara existencia de diferencias entre celos y envidia, por un
lado, y celos romnticos y relacionales, as como envidia romntica y de comparacin social por el otro, obligan al investigador
a pensar en la necesidad de elaborar instrumentos vlidos y confiables que las midan, por lo que ello se convirti en el tercer
objetivo de esta investigacin, y se presenta en el siguiente
captulo.
NOTAS
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caractersticas
personas celosas
Escala de
autoestima
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Escala Likert
caractersticas de las
personas celosas
Escala de
deseabilidad
social
Diferencial semntico
caracterstica
personas celosas
200
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romnticos
Escala de
asertividad
Escala de
autoestima
200
Diferencial semntico
caractersticas
personas celosas
Escala de
autoestima
Escala de
deseabilidad social
200
Escala Likert
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personas celosas
Escala de
desabilidad
social
Diferencial semntico
caractersticas
personas celosas
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Inventario de celos
romnticos
Escala de
asertividad
Escala de
autoestima
200
Diferencial semntico
caractersticas
personas envidiosas
Escala de
autoestima
Envidia de
comparacin social
vietas
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Escala Likert
caractersticas de las
personas envidiosas
Escala de
deseabilidad
social
Diferencial semntico
caractersticas
personas envidiosas
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Inventario de envidia
romntica
Escala de
asertividad
Escala de
autoestima
200
Diferencial semntico
caractersticas
personas envidiosas
Escala de
autoestima
Escala de
deseabilidad social
200
Escala Likert
caractersticas de las
personas envidiosas
Escala de
deseabilidad
social
Diferencial semntico
caractersticas
personas envidiosas
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Escala de
asertividad
Escala de
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Domnguez, 1997.
Clanton y Kosins, 1991.
Jaremko, y Lindsey, 1979.
Pines, 1998.
Silver y Sabini, 1978.
Smith, Parrott, Diener, Hoyle y Kim, 1999.
Zammuner y Frijda, 1994.
Zammuner y Fischer, 1995.
Fernndez-Garrido y Daz del Teso, 1990.
La Iglesia, 1964.
Kerlinger y Lee, 2002.
Cabrero y Richart, 1998.
McDonald, 2000.
Barden, Zelko, Duncan y Masters, 1980; Chisholm y Strayer, 1995; Delehanty,
1994; Denham, Mason y Couchoud, 1995; El-Sheikh y Reiter, 1996; Jenkins y
Ball, 2000; Nowicki Jr. y Carton, 1997: Pettersen, 1991; Reichenbach y Masters,
1983; Segal-Andrews, 1995; Strayer y Schroeder, 1989; Underwood, 1997; Zeman y Shipman, 1997.
Pettersen, 1991.
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Hansberg, 1996; Lazarus, 1994; Mathes, 1984; Pines, 1998; Taylor, 1988; Shaver,
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1985; Marelich, 1998; Parrott, 1991; Peretti y Pudowski, 1997; Rosenblatt, 1988;
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y Diener, 1990; Smith, Parrott, Ozer y Moniz, 1994; Stewart y Beatty, 1985; Tesser y Collins, 1988; Tov Ruach, 1981; White y Mullen, 1989; White, 1981.
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como las reacciones fisiolgicas detectadas por el sujeto, emplendose ms los estilos de afrontamiento de evitacin-evasin y el activo-expresivo.
Para los celos relacionales, se observ que se hacen un mayor nmero de reclamaciones, la situacin es percibida como injusta, y la
responsabilidad primaria de la misma es la suerte; y, por ltimo, los
sujetos se sienten inferiores cuando se comparan con el rival.
Si los celos relacionales se tuvieron respecto a compaeros de
trabajo o escuela, se habla del asunto con ellos, la situacin fue percibida como poco justa, los responsables del acontecimiento fueron
ellos tambin, y sentir celos hacia ellos es juzgado como impropio e
inmoral.
La envidia
El significado de la envidia hace referencia a coraje, incompetencia,
celos, infidelidad, egosmo, materialismo, insatisfaccin, ambicin,
odio; produce angustia y tristeza; las personas envidiosas tienen defectos, son inseguras, con baja autoestima, inmaduras, desconfiadas,
cobardes; se envidian objetos y personas mujeres y pareja, familiares hermanos y padres y enemigos; la envidia es valorada de
manera negativa, es un pecado, algo oscuro, peligroso, patolgico y
est causada por la carencia, la inferioridad y el desear o querer.
Los resultados del segundo objetivo sealan que la envidia es juzgada como impropia o inmoral; los sujetos se sintieron en mayor
desventaja al compararse con el otro envidiado.
Para el caso de la envidia romntica, se acostumbra a reclamar, se
siente desagradable la situacin, los sujetos son los responsables primarios de la misma, pueden dominarla, pero es impropia e inmoral.
Se siente la emocin con mucha intensidad, lo mismo que las reacciones fisiolgica o corporal, siendo el estilo de afrontamiento de evadir
y evitar y el activo-expresivo.
En el caso de la envidia de comparacin social, no se tiene la misma sensacin al recordar la situacin, se acostumbra a no decir nada,
quedarse callado, ayud a la continuacin de los planes o logro de los
objetivos, los responsables en primera instancia fueron los parientes
cercanos, se sintieron impotentes, incapaces de dominar la situacin,
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Diferentes cuestiones llevaron al tercer problema de investigacin: desarrollar instrumentos alternativos de medicin para estas
emociones. Entre los aspectos fundamentales que motivaron esta tarea se encontraron el uso que se hace del estilo de afrontamiento de
evitacin-evasin en los celos, y en el caso de la envidia el de autocontrol. Parece ser que a las personas les cuesta mucho trabajo aceptar lo que se siente, y mucho ms, hacer algo positivo al respecto,
aunque se debe reconocer que s se utiliza el estilo activo-expresivo
en las situaciones de celos y envidia.
El objetivo se alcanz para los casos de los instrumentos que miden celos romnticos y en menor medida, pero an de manera aceptable, para medir celos relacionales con protagonistas masculino y
femenino. Una de las posibles explicaciones para que los resultados
no fueran los idneos en el caso de los celos relacionales tiene que ver
con el nmero de dimensiones emocionales que constituyeron cada
una de las series de vietas, cuando el protagonista fue hombre y cuando fue mujer; al ser menor el nmero de dimensiones emocionales que
se contestaron, casi la mitad, en comparacin del nmero que constituy al instrumento de celos romnticos, la variabilidad pudo haber
disminuido afectando los coeficientes de correlacin; la solucin podra ser sumar ambas calificaciones y obtener un promedio, o sumar
las respuestas de los reactivos de ambas escalas, despus de determinar su consistencia interna, ya que la correlacin entre las escalas de
celos relacionales Juan con las de Mara es muy alta y estadsticamente significativa.
Para los instrumentos que miden envidia romntica y de comparacin social tanto para protagonista femenino como masculino, los
resultados fueron poco alentadores. A pesar de cumplir con la validacin tradicional de constructo llevada a cabo por medio de anlisis
factoriales exploratorios, con varianzas explicadas, valores Eigen adecuados y coeficientes de consistencia interna muy buenos, la validez
convergente no se encontr. Entre los factores que podemos suponer
afectaron los resultados se tienen los siguientes:
a) El haber analizado los datos para las vietas relacionales y de
comparacin social de manera separada de acuerdo al sexo del
protagonista de las historias, afectando as la variabilidad y por
lo tanto las correlaciones subsecuentes.
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