La Enseñanza de La Historia en La Escuela Primaria
La Enseñanza de La Historia en La Escuela Primaria
La Enseñanza de La Historia en La Escuela Primaria
Durante mucho tiempo, y con justificada razón, ha existido una crítica muy
fuerte a la forma en que se enseña historia en la educación básica: una
historia difícil, aburrida, con muchas batallas, nombres de virreyes y
presidentes que cambian frecuentemente. México es un país que tiene una
historia violenta, en gran parte.
Ese tipo de historia, que es un recuerdo de datos aislados, francamente
parece inútil y preferiría, como sostiene el maestro Carlos A Carrillo, que no
se enseñara. Sin embargo, se puede intentar otra forma de enseñar y de
presentar los contenidos.
Considero, como se afirma en el plan de estudios, que el estudio de la
historia es un elemento fundamental en la formación de los seres humanos
porque, en primer lugar , la sociedad humana tiene historia, es decir no
surge espontáneamente, no se construye en un momento y, sobre todo,
porque a diferencia de otros seres vivos, la sociedad humana es, en gran
parte, producto de su propio aprendizaje sobre experiencias anteriores,
entonces, ¿cómo entender el mundo de hoy, que es en donde los niños se
van a desenvolver? ¿Cómo comprender lo que sucede y la forma en que
afectan las acciones de otros hombres y de otras mujeres en la vida
personal, en la vida de su comunidad, de su ciudad o de su país, si no se
tienen los elementos básicos que expliquen cuál es la dinámica de la
sociedad? En este sentido el estudio de la historia tiene un valor formativo
muy grande.
El segundo elemento que aporta el estudio de la historia es una forma de
pensar, es decir, la capacidad de explicar y de comprender los hechos del
presente en relación con los procesos que explican su origen y evolución,
esto puede darles a los niños, una forma de pensar, lo que algunos autores
han denominado pensar históricamente. El estudio de la historia
contribuye a que los niños superen el presentismo- una forma
relativamente simplista de explicar las cosas- que pueden causar
confusiones cuando se enfrentan, ya de adultos, a problemas sociales para
los que se requiere una explicación. Por ejemplo, ¿qué es lo que explica la
violencia actual en nuestro país? ¿Qué es lo que explica los problemas
políticos, la inestabilidad o la fragilidad de la economía? Lo más común y
recurrente que se diga: “el gobernante en turno cometió los errores más
garrafales de la historia”.
No se comprende que esa situación es un producto histórico, que el hecho
de que México tenga una economía débil se debe al tipo de desarrollo que
tuvo durante el siglo XX y que, a la vez, ese desarrollo estuvo condicionado
por la propia construcción del país en el siglo XIX y quizá antes. Para
comprender el presente, por ejemplo, conocer la época colonial para ver
cómo las prohibiciones a la apertura de empresas- que era la política
colonial- condicionaron el desarrollo del país. La desigualdad, el atraso
económico, el desarrollo urbano, el centralismo, es decir, muchas de las
cosas que hoy ocurren en nuestro país- y que están en proceso de
cambio- se explican sólo a partir de su larga historia.
Lo que se puede esperar en este nivel de educación es que los niños tengan
un esquema de ordenamiento de las épocas de la historia de México, para
que posteriormente puedan acomodar en éste cualquier información que
reciban y puedan darle algún sentido; que entiendan que nuestro país se
ha formado a lo largo de muchos años y que han sucedido cambios
importantes en los que las condiciones del país juegan un papel
fundamental, pero también la voluntad de los ciudadanos, de los hombres y
mujeres, y en ese sentido, el estudio de la historia también contribuye a la
formación cívica y ética. Creo que la historia tiene esa posibilidad porque
también es la lucha de los ciudadanos para mejorar las condiciones de vida
y de trabajo, no sólo familiares- que siempre es motivo importante- si no de
vida social, y eso tiene que ver con la lucha permanente por las libertades,
por la justicia, y cómo, poco a poco, se ha ido construyendo en nuestro país
un ambiente de tolerancia cada vez mayor.
La historia tiene un valor formativo que consiste en desarrollar la identidad
con grandes valores de nuestro país que son la defensa de la soberanía, la
lucha por la justicia, la formación de instituciones para encauzar los
conflictos, lo que nos lleva a reflexionar sobre los grandes conflictos
armados y abrir a la posibilidad de que siempre existe otro camino que es el
de la paz y legalidad. El estudio de la historia tiene que promover la solución
no violenta de los conflictos sin condenar el pasado, no tiene caso decir:
“estuvo mal que tomara las armas”. Ese es un hecho que sucedió y el
propósito de la enseñanza de la historia es explicar por qué y cómo
sucedió, no decir si estuvo mal o estuvo bien, sino abrir la posibilidad
intelectual de reflexionar acerca de si conviene más otro camino, no si
hubiera sido mejor que los hicieran así, sino visto el saldo de los conflictos
armados, ¿no es preferible el camino de la paz y el de la solución no
violenta de los conflictos?
3. La Evaluación