Etica Del Abogado
Etica Del Abogado
Etica Del Abogado
II.
III.
IV.
Hace algunos aos sealaba Horacio LINCH3 que De los 150 aos de Historia
Institucional, 81 estuvimos gobernados por presidentes que fueron abogados -hoy
estamos en 155 aos y 86, respectivamente- ms de la mitad de los legisladores y la
totalidad de los jueces tambin lo son; afirmaba luego, no hay dudas que los abogados
tenemos responsabilidad. Nosotros agregamos que en muchos de esos aos se pusieron
en peligro las instituciones bsicas de la Repblica afectando directamente a la sociedad
civil y desde los lugares del poder, confrontaron con ella ejerciendo una tensin de
fuerzas que signific desentenderse de las necesidades de esa comunidad; aadimos
tambin y resaltamos que desde el reestablecimiento de la democracia en 1983, todos
los presidentes electos fueron abogados.
Este vnculo de los abogados con el poder y, por ende, con las instituciones
polticas nos hace ver el rol institucional del abogado en la comunidad, ms que el de
cualquier otro profesional, por lo que, de acuerdo al lugar de desempeo, sus
responsabilidades trascienden de lo personal y rozan la cosa pblica.
Es bueno que razonemos sobre la tica de la profesin de abogado.
II. tica profesional del abogado
El Derecho es un sistema de normas que regula la vida privada, pblica y social
del ser humano y del ambiente donde vive y constituye una forma de control social
caracterizada por el uso de la coaccin. El sistema es conducido, en gran parte, por los
profesionales de las ciencias jurdicas.
Las profesiones jurdicas en cualquiera de sus modalidades (abogaca,
procuracin, notariado, magistratura) son ejercidas por juristas (persona que ejerce una
profesin jurdica en el Diccionario de la Real Academia Espaola) y su ejercicio
suele presentar al profesional, muchas veces, situaciones para resolver donde no puede
recurrir al auxilio de su ciencia, ni de sus libros, ni de sus maestros.
Dichas situaciones, que no son habituales en otras profesiones, pueden llevar a
estados espirituales complejos y no siempre por la gravedad material del asunto, sino
por la huella que la decisin asumida amenaza dejar en la conciencia. Ello obedece
fundamentalmente a la responsabilidad que supone tener que trabajar siendo
depositarios de destinos ajenos; saber que el honor, la libertad, el patrocinio, de su
cliente o del justiciable dependen en gran medida de su actividad. En esos trances, lo
que se afecta es la conciencia profesional, aquella que se refiere a los deberes que
incumben en el ejercicio de la profesin; y que, en realidad, no est divorciada de la
conciencia que llamaramos general. El abogado bien formado no slo est dotado de
los conocimientos, las tcnicas y destrezas, propios de la ciencia jurdica, sino que debe
poseer una formacin tica que lo haga digno del alto ministerio que ejerce, teniendo
presente que la funcin que cumple es en beneficio de su cliente para que la convivencia
en sociedad resulte ms armoniosa, racional y justa4.
La formacin de una conciencia moral profesional ha sido abordada por cultores
de la tica jurdica como han sido los Dres. ngel OSSORIO Y GALLARDO, espaol, cuya
obra El Alma de la toga es un clsico en la literatura jurdica argentina y uno de los
primeros libros que los colegas mayores solan poner a mano de los jvenes graduados, 5
3
LINCH Horacio, La suma de muchos errores en Tercera Reunin del Foro para la Reforma Poltica,
www.reforma-poltica.com.ar.
4
TINTI Guillermo Pedro, tica en el ejercicio de la abogaca, 2 edicin actualizada, Alveroni, Crdoba,
2006, p. 13 y 16.
5
DECLOGO DEL ABOGADO por ngel OSORIO Y GALLARDO (MADRID, 1873-BUENOS AIRES, 1946): 1.No pases por encima de un estado de tu conciencia. 2.- No afectes una conviccin que no tengas. 3.- No
te rindas ante la popularidad ni adules a la tirana. 4.- Piensa siempre que t eres para tu cliente y no el
del mismo modo que los Mandamientos del Abogado del jurista uruguayo Eduardo J.
COUTURE6, cuyos ejemplares se entregaban a los egresados, en algunas ceremonias de
graduacin de nuestra Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT, junto al
diploma. Es justo tambin mencionar al Declogo del que tambin ocupara la
Presidencia de la F.A.C.A., Dr. J. Honorio SILGUEIRA, de Mercedes, Provincia de
Buenos Aires, en 1908.
Esta conciencia profesional debe ser clara y digna en el abogado, imbuido del
sentimiento de la responsabilidad profesional y de la conviccin de que en poco tiempo
las normas de conducta por simple gravitacin de su propia excelencia van a impedir
que el profesional pueda ser cmplice del fraude, instigador del dolo, encubridor del
delito, pues sin respeto por las normas morales, la versacin jurdica es intil y an
nociva.
El tema que nos ocupa, ha sido desde antao preocupacin de los Colegios de
Abogados y de su Federacin, la Federacin de Colegios de Abogados (F.A.C.A.) por lo
que las Normas de tica Profesional de la Abogaca proyectadas por el Dr. J.M.
Gonzlez Sabathi fueron sancionadas por la Federacin en la sesin ordinaria del 26 de
mayo de 1932. La preocupacin tambin alcanzaba a las Facultades de Derecho 7 . Estn
integradas por un Prembulo y cuarenta y seis reglas.
En el Prembulo de las Normas de tica Profesional del Abogado puede leerse
que ellas no importan la negacin de otras no expresadas y que puedan resultar del
ejercicio profesional consciente y digno. Se las define como directivas generales,
impartidas para los abogados que deseen sinceramente evitar errores de conducta o
faltas contra la moral profesional en cuanto pueda existir en el abogado una firme
conciencia moral, sin la cual ellas careceran de sentido y de eficacia. As concebidas, es
cliente para ti. 5.- No procures nunca en los Tribunales ser ms que los Magistrados, pero no consientas
ser menos. 6.- Ten fe en la razn que es lo que en general prevalece. 7.- Pon la moral por encima de las
leyes. 8.- Aprecia como el mejor de los textos el sentido comn. 9.- Procura la paz como el mayor de los
triunfos. 10.- Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que las de tu
saber. Espaa, 1931.
6
LOS MANDAMIENTOS DEL ABOGADO de Eduardo J. COUTURE (MONTEVIDEO 1904-1956): 1.
ESTUDIA El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, sers cada da un poco
menos abogado. 2. PIENSA El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando. 3. TRABAJA La
abogaca es una ardua fatiga puesta al servicio de las causas justas. 4. PROCURA LA JUSTICIA Tu deber
es luchar por el derecho; pero el da en que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la
justicia. 5. SE LEAL Leal con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno
de ti. Leal para con el adversario, aun cuando l sea desleal contigo. Leal para con el juez, que ignora los
hechos y debe confiar en lo que t dices; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez debe confiar en
el que t le invocas. 6. TOLERA Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea
tolerada la tuya. 7. TEN PACIENCIA En el derecho, el tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su
colaboracin. 8. TEN FE Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana;
en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia. Y
sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia ni paz. 9. OLVIDA La abogaca no
es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando tu alma de rencor, llegar un da en que la
vida ser imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota. 10. AMA
TU PROFESION Trata de considerar la abogaca de tal manera, que el da en que tu hijo te pida consejo
sobre su destino, consideres un honor para ti, proponerle que se haga abogado.
7
FEDERACIN ARGENTINA DE COLEGIOS DE ABOGADOS, Normas de tica Profesional del Abogado,
Universidad Nacional de Tucumn, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Publicacin N 761. El
Decano de la Facultad de Derecho, Dr. Silvio R. Belfiore, adverta que la Federacin Argentina de
Colegios de Abogados, a solicitud de esta Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional de Tucumn, ha autorizado la publicacin de estas Normas redactadas por su ex
Vicepresidente, el Dr. Juan Manuel Gonzlez Sabathi, y sancionadas por la Federacin en 1932. (). El
objeto de esta edicin de las Normas, que han adquirido extraordinario prestigio y autoridad, es el de
contribuir a su difusin y proveer de un ejemplar a los egresados de esta Facultad, Tucumn, 1958, p. 1.
Agregamos que una copia del Declogo del Dr. Silgueira se puede leer en la p. 30 de este ejemplar.
claro que slo aspiran a traducir los principios que todo abogado honorable se habra
trazado. Tienden a fijar conceptos, a disipar algunas dudas y a sistematizar por primera
vez entre nosotros el cuerpo de reglas morales que debe gobernar la profesin.
Estas Normas trazan como segundo objetivo, llamar la atencin sobre la
importancia del factor moral y tratar de mejorarlo en la abogaca. Entre los diversos
motivos que se sealan a la decadencia innegable de la noble profesin - falta de
seriedad y de profundidad de los estudios universitarios, excesivo nmero de
profesionales y crisis de los valores morales - este ltimo es sin duda el ms grave y
pernicioso8.
8
PREMBULO: Las Normas de tica Profesional del Abogado que se establecen ms abajo no importan la
negacin de otras no expresadas y que puedan resultar del ejercicio profesional consciente y digno. No
debe entenderse que permitan todo cuanto no prohban expresamente, porque son tan slo directivas
generales, impartidas para los abogados que deseen sinceramente evitar errores de conducta o faltas
contra la moral profesional. Parten de la base de que exista en el abogado una firme conciencia moral, sin
la cual ellas careceran de sentido y de eficacia. -El sentimiento de la responsabilidad profesional es un
elemento interno que anima el conjunto de reglas de una profesin ms bien que constituir una regla legal
de esa profesin.- (Julien Bonnecase. -Precis de pratique judiciaire et extrajudiciaire, Paris 1907, pr.188)
As concebidas, es claro que slo aspiran a traducir los principios que todo abogado honorable se habra
trazado a s mismo, una vez ganada suficiente experiencia en la profesin. Pues, en verdad, - la disciplina
profesional es leve para los cuidadosos de su dignidad y apenas aade nada a los deberes que una
conciencia un poco delicada se traza a s misma.- (Raymond Poincar, citado por Angel Ossorio en - El
alma de la toga-, Madrid 1920, pgina 81.) Tienden a fijar conceptos, a disipar algunas dudas y a
sistematizar por primera vez entre nosotros el cuerpo de reglas morales que debe gobernar la profesin.
Tienen tambin un segundo objetivo, de ms aliento y trascendencia: llamar la atencin de propios y
extraos sobre la importancia del factor moral y tratar de mejorarlo en la abogaca. Entre los diversos
motivos que se sealan a la decadencia innegable de la noble profesin - falta de seriedad y de
profundidad de los estudios universitarios, excesivo nmero de profesionales y crisis de los valores
morales - este ltimo es sin duda el ms grave y pernicioso. No ha de ser excusa la crisis general que
parecen sufrir tales valores en la sociedad contempornea, porque la abogaca, para tener razn de ser,
debe constituir una minora selecta, cimentada antes en la rectitud de la conciencia que en la lucidez del
ingenio (Ossorio, Op.citp. pgina 46). Sin conciencia profesional clara y digna, el abogado es
simplemente cmplice del fraude, instigador del dolo, encubridor del delito. Sin respeto por las normas
morales la versacin jurdica es intil y an nociva. Y si bien la vigencia efectiva de las reglas ticas
exige una organizacin que tarda en sancionarse en nuestro pas, las asociaciones privadas de abogados
deben adelantarse a crear o robustecer entre sus miembros el sentimiento de la responsabilidad
profesional y la conviccin de que una minora digna podr en poco tiempo imponer sus normas de
conducta por simple gravitacin de su propia excelencia.
Esta es la hora en que toda clase que no quiera ser barrida del porvenir inminente, debe realizar sin
hipocresas su examen de conciencia y preguntarse sobre qu ttulos de utilidad comn podr fundar su
derecho a existir maana en una sociedad mejor que sta.- (Pedro Calamandrei, - Demasiados abogados-,
trad. Xirau, Madrid, 1926, pg .46). Realizado el examen que aconseja el profesor italiano, parece
indudable que esos ttulos deben ser el cumplimiento celoso de las funciones pblicas y de utilidad
general ajenas a la profesin y la colaboracin eficiente al progreso del derecho hacia una ms justa
organizacin social. El abogado no debe olvidar nunca que su ministerio importa una operacin de
servicio pblico, como lo seala Jean Appleton ( -Trait de la profession d-avccat- Pars, 1923, pr. 223),
la cual ante todo comporta deberes que es necesario cumplir celosamente. Debe, adems, compenetrarse
de la realidad econmica circundante, para servir en la medida en que se lo permita su rol las legtimas
aspiraciones de reforma. Nadie mejor que l puede conocer las injusticias y las fallas de la actual
organizacin y nadie ms indicado que l para contribuir a atenuarlas o suprimirlas, sea mediante su
colaboracin en las reformas legislativas, sea en el ejercicio profesional diario realizado con una clara
comprensin de su significado. Estas reglas son la expresin de la firme esperanza de que los abogados
argentinos pueden ponerse muy pronto a la altura de su verdadero rol.
NORMAS DE TICA: 1. CONDUCTA DEL ABOGADO. En su carcter de auxiliar principal de la
administracin de justicia, el abogado debe ser desinteresado y probo, llevar hasta muy lejos el respeto de
s mismo, y guardar celosamente su independencia hacia los clientes, hacia los poderes pblicos, y
especialmente, hacia los magistrados. Debe actuar con irreprochable dignidad, no slo en el ejercicio de
su profesin, sino tambin en su vida privada: llamado a apreciar, a veces a juzgar los actos de otros,
La funcin social y pblica se refiere con precisin a la conexin que tiene este
desempeo profesional con el rol del Poder Judicial del brindar el servicio pblico de
administrar justicia, en cuya sede, es insustituible la presencia y actuacin del
abogado10.
Para ejercer la profesin de abogado en la jurisdiccin de la Provincia, se
requiere: 1) Tener el ttulo de abogado expedido por universidad nacional o por
universidad extranjera, cuando las leyes nacionales le otorguen validez o estuviese
revalidado por universidad nacional y 2) Estar inscripto en la matrcula del Colegio de
Abogados (art. 2 ley 5233).
INCOMPATIBILIDADES: El abogado debe respetar escrupulosamente las disposiciones legales que
establecen las incompatibilidades de la profesin, abstenindose en absoluto de ejercerla cuando se
encuentre en algunos de los casos previstos. Debe evitar, en los posible, su acumulacin con cargos o
tareas susceptibles de comprometer su independencia, tomarle demasiado tiempo o resultar inconciliable
con el espritu de la profesin. El ejercicio del comercio o la industria ( salvo el cargo de director de
sociedades annimas y siempre que no se trate de directores-gerentes), la docencia con ms de dos
ctedras, las funciones pblicas absorbentes, cualquier empleo que no requiera el ttulo de abogado para
su desempeo - y con mayor razn si le toma buena parte del da - deben ser evitados en lo posible por
todo profesional que desee cumplir a conciencia con su rol de auxiliar de la administracin de justicia. El
abogado legislador o poltico deber sealarse por una cautela muy especial, preocupndose en todo
momento de evitar que cualquier actitud o expresin suya puedan ser interpretadas como tendientes a
aprovechar su influencia poltica o su situacin excepcional como mandatario popular. No deber aceptar
designaciones de oficio que no resulten efectuadas exclusivamente por sorteo. Durante los primeros aos
de su jubilacin los ex magistrados demostrarn su prudencia abstenindose de ejercer la profesin de
abogado ante el fuero de cuyos tribunales formaron parte. 11. EJERCICIO DE LA PROCURACION: No
slo est permitido el ejercicio simultneo de la abogaca y la procuracin, sino que es en muchos casos
plausible que tal acumulacin se produzca porque determinar una ms eficaz y menos costosa defensa
del litigante. En las sociedades de abogados es muy oportuno que alguno de ellos reciba los mandatos con
cuyos procedimientos se logra, adems, simplificar la tarea del cliente, que no debe acudir a diversos
profesionales para la atencin de un mismo asunto. 12. ABUSOS DE PROCEDIMIENTO,
OBSTACULIZACION DEL TRAMITE: El abuso del procedimiento es una de las manifestaciones ms
resaltantes de la falta de conciencia profesional, oculta tras la observancia aparentemente meticulosa de
las reglas legales. El abogado debe abstenerse en absoluto de la realizacin de todo trmite innecesario, y
en especial de toda articulacin puramente dilatoria, cuidndose de no entorpecer el normal desarrollo del
juicio. El empleo de los recursos y formas legales, como medio de obstruccin o dilacin del
procedimiento, es uno de los ms condenables excesos del ejercicio profesional, porque afecta a un
tiempo la conducta del letrado que los emplea y el concepto pblico de la abogaca. 13.
RESPONSABILIDAD DEL ABOGADO: El abogado debe adelantarse a reconocer su responsabilidad en
los casos en que ella resultare comprometida por su negligencia, error inexcusable o dolo, allanndose a
indemnizar los daos y perjuicios ocasionados al cliente. 14. EJERCICIO NO JUDICIAL DE LA
PROFESION: El abogado puede prestar sus servicios profesionales ante cuerpos legislativos, poderes
ejecutivos o administrativos y diversas reparticiones pblicas. Pero debe hacerlo ajustndose a las mismas
reglas ticas que gobiernan su actuacin ante los Tribunales, procediendo ostensiblemente y sin
ocultaciones y cuidndose de no emplear otros medios que los de la persuasin y el razonamiento. 15.
PUBLICACION DE ESCRITOS JUDICIALES: Salvo causa justificada, el abogado debe evitar toda
publicacin de escritos judiciales antes de haber recado sentencia ejecutoria en el pleito relativo,
abstenindose en absoluto de discutir en peridicos los asuntos pendientes de resolucin. Una vez
concluido el pleito, puede publicar en folleto sus escritos y las sentencias, dictmenes fiscales, etc., pero
no puede hacer lo propio con los escritos del adversario si no est autorizado por su letrado. En caso de
publicar tal folleto deber evitar todo comentario inadecuado, guardando la actitud ms prescindente
posible hacia la contraparte y, desde luego, hacia los jueces. 16. SECRETO PROFESIONAL: El secreto
profesional constituye a la vez un deber y un derecho del abogado. Es hacia los clientes un deber de cuyo
cumplimiento ni ellos mismos pueden eximirle: es un derecho del abogado hacia los jueces, pues no
podra escuchar expresiones confidenciales si supiese que poda ser obligado a revelarlas. Llamado a
declarar como testigo, debe el letrado concurrir a la citacin; pero en la audiencia y procediendo con
absoluta independencia de criterio negarse a contestar aquellas preguntas cuya respuesta sea susceptible a
su juicio de violar el secreto profesional. 17. ALCANCE DEL SECRETO PROFESIONAL: La
obligacin del secreto se extiende a las confidencias efectuadas por terceros al abogado, en razn de su
jurdicos se da a travs del contrato de mandato (Cdigo Civil art. 1905) y le caben
desde el momento de la aceptacin, las obligaciones inherentes al mismo.
El contrato de mandato en nuestro Cdigo Civil es el contrato de confianza por
excelencia por el cual el mandatario debe ejecutar fielmente el mandato. El Cdigo
Civil en su artculo 1869 prescribe "El mandato, como contrato, tiene lugar cuando una
parte da a otra el poder que sta acepta, para representarla, al efecto de ejecutar en su
nombre y de su cuenta un acto jurdico, o una serie de actos de esta naturaleza".
El principio de la buena fe como rector en materia de contratos, haba sido
consagrado en forma invariable por nuestra jurisprudencia, por ello la reforma del ao
1968 (Decreto Ley 17.711/68), lo plasm en el texto del artculo 1198 del Cdigo Civil
provincias en las que no est prohibido dicho pacto, pueden los abogados celebrarlo, siempre que lo
hagan antes de entrar a prestar sus servicios profesionales y se sujeten a las siguientes condiciones: a) La
participacin del abogado no debe ser nunca mayor que la del cliente; b) El abogado debe reservarse la
facultad de abandonar el patrocinio o la representacin en cualquier momento. Del mismo modo, el
cliente podr, si lo desea, retirar el asunto al abogado y entregarlo a otro. En ambos casos, el profesional
tendr derecho a cobrar, si el pleito se gana, una parte proporcional a su trabajo en la participacin
convenida. Si en el segundo caso, el cliente no contina el pleito, el abogado puede cobrar los honorarios
que se le estimen judicialmente. c) La participacin convenida se entiende siempre por la totalidad del
trabajo profesional en todas las instancias y hasta la definitiva conclusin del litigio. Si ste se soluciona
antes de realizarse todos los trabajos que podan considerarse verosmilmente previstos, tendr el cliente
derecho a disminuir en forma proporcional la participacin; d) Si el pleito se pierde el abogado no cobrar
honorario. 40. RELACIONES CON LOS MAGISTRADOS: La actitud del abogado hacia los
magistrados debe ser deferente independencia. Es de su deber guardarles respeto y consideracin, as
como abstenerse de toda familiaridad fuera del lugar, aunque mantenga relaciones de amistad con alguno
de ellos, debe cuidarse de no exteriorizarlas en el Tribunal. Debe estar en todo momento dispuesto a
prestar su apoyo a la magistratura, cuya alta funcin social requiere un constante auspicio de la opinin
forense. Pero debe mantener siempre cuidadosamente la ms plena autonoma; recordando que si es
auxiliar, no es dependiente de la administracin de Justicia. 41. RECUSACIONES: El abogado debe
hacer uso del recurso excepcional de las recusaciones con gran parquedad y moderacin, recordando que
el abuso de ellas compromete a un tiempo la majestad de la justicia y la dignidad de la profesin. Debe
cuidarse ms especialmente an, si cabe, en los casos en que aquellas pueden deducirse sin expresin de
causa. 42. EJERCICIO DE LA PROFESION FUERA DEL DOMICILIO: Cuando acte
profesionalmente fuera de la ciudad de su domicilio, el abogado debe presentarse antes de la audiencia al
juez de la causa: es un acto de deferencia y un medio de hacerse reconocer. 43. INFLUENCIA
PERSONAL SOBRE LOS JUECES: Constituye falta grave toda tentativa de ejercer influencia sobre los
magistrados mediante relaciones de amistad, vinculaciones polticas, o cualquier otro procedimiento. El
abogado que se libra a tales maniobras afecta tanto la justicia de su propia causa cuanto el prestigio de su
profesin. Constituye asimismo falta grave por la deslealtad que importa hacia el colega adversario, la
prctica de mantener conversaciones privadas con los magistrados, relativas a los asuntos que tienen a
resolucin, cuando se expresen en las mismas, argumentos o consideraciones que no constan en los
escritos presentados al expediente. 44. RELACIONES DEL ABOGADO CON SUS COLEGAS: El
abogado debe hacer cuanto est a su alcance para que las relaciones con sus colegas se caractericen por la
confraternidad, esa vinculacin -fundada en el sentimiento de la solidaridad profesional, de los deberes
que impone y de la confianza mutua que presume-. Debe respetar en todo momento la dignidad del
colega, proscribiendo a su respecto las expresiones hirientes y las insinuaciones malvolas. Debe impedir
toda maledicencia del cliente hacia su anterior abogado o hacia el patrocinante de su adversario. La
confianza, la lealtad, la benevolencia, deben constituir la disposicin habitual hacia el colega, al que debe
facilitarse la solucin de inconvenientes momentneos - enfermedad, duelo o ausencia - y considerarle
siempre en un pie de igualdad, salvo los respetos tradicionales guardados a la edad y a las autoridades del
Colegio. 45. JUECES Y ABOGADOS DE CONDUCTA CENSURABLE: El abogado est en el deber de
negar toda solidaridad y apoyo al magistrado o al colega de conducta moralmente censurable.
Abstenindose de toda publicidad inadecuada, debe combatir al primero con los medios que la ley pone a
su alcance, tratando sobre todo, de poner en movimiento de opinin de los colegas mediante un rgano
propio, el Colegio local. En cuanto al segundo, debe denunciar sin vacilacin su conducta ante el mismo
Colegio, y estar siempre dispuesto a tomar la causa del litigante perjudicado por la actuacin de su
patrocinante. La solidaridad que une al abogado con sus colegas, el respeto que debe a los jueces, se
transformaran, si mediase pasividad en tales casos, en encubrimiento o complicidad. 46.
INTERVENCION EN ASUNTO PATROCINADO POR UN COLEGA: El abogado no debe intervenir en
14
TINTI Guillermo P., Ob. cit., p. 32 recurre a la descripcin de Elas NEUMAN en Las penas de un
penalista, Marcos Lerner Editora Crdoba, Crdoba, 1976, p. 99, acerca de la figura del penalista
deshonesto: Estn tambin los taimados abogados sacadores que medran con la angustia y el
desasosiego de los delincuentes (especialmente si estn detenidos) y sus familiares. Los que no trepidan
en su avidez en desvalijar familias o comprometer la dignidad de magistrados serios y responsables; los
que cobran en especias, los que dicen ser ntimos amigos del juez o del fiscal y exigen dinero para ellos,
causando o robusteciendo un triste menoscabo en la justicia. Industriales de la eximicin de prisin o de
la excarcelacin, que son derechos que invocan los propios justiciables por s. Los que en realidad slo
estn adscriptos a sus bolsillos y son capaces cmo no serlo!, de vilipendiar a los colegas y arrebatarles,
de cualquier modo, sus clientes.
jerarqua que pueda tener y por ms que las mismas quieran oponerse, prohibir o limitar
aquellos altos valores.
El secreto profesional ha sido considerado en normas de tica y en el derecho
positivo.
Las Normas 16, 17 y 18 de tica suscriptas por la F.A.C.A., que ms arriba
hicimos referencia, dan tratamiento al secreto profesional del abogado.
Establecen al respecto que el secreto profesional constituye a la vez un deber y
un derecho del abogado. Es hacia los clientes un deber de cuyo cumplimiento ni ellos
mismos pueden eximirle: es un derecho del abogado hacia los jueces, pues no podra
escuchar expresiones confidenciales si supiese que poda ser obligado a revelarlas.
Llamado a declarar como testigo, debe el letrado concurrir a la citacin; pero en la
audiencia y procediendo con absoluta independencia de criterio negarse a contestar
aquellas preguntas cuya respuesta sea susceptible a su juicio de violar el secreto
profesional.
El alcance de este deber se extiende a las confidencias efectuadas por terceros al
abogado, en razn de su ministerio. Es as que debe guardar reserva acerca de las
conversaciones efectuadas para realizar una transaccin que fracas y respecto a los
hechos que ha conocido slo por tal medio. Esta extensin del secreto profesional es
muy importante, pues si no fuese observada, el abogado vera seriamente dificultado su
rol de conciliador, tan til a los litigantes. El secreto cubre tambin las confidencias
intempestivas de los colegas.
Finalmente la obligacin del secreto profesional puede extinguirse y ello cede a
las necesidades de la defensa personal del abogado, cuando es objeto de persecuciones
de su cliente. Puede revelar entonces lo que sea indispensable para su defensa y exhibir
al mismo objeto, los documentos que aqul le haya confiado.
En el derecho positivo local, la ley provincial N 5233 establece en su Art. 6
inc. 4) la obligacin del abogado de guardar el secreto profesional de los hechos
conocidos con motivo del asunto que le hubiere encomendado o consultado el cliente,
con las salvedades establecidas por ley.
V. Independencia del abogado15
El abogado cumple funciones o actividades no slo en favor de intereses
privados o particulares sino, y esencialmente, en beneficio de la comunidad toda, pues
al luchar por el derecho y la justicia alienta el progreso, y pugna por la paz social; al
defender la libertad resguarda los derechos ms sagrados del hombre; al constituirse en
un auxiliar y colaborador de la justicia est prestando una funcin trascendente en favor
de la sociedad poltica; al prevenir litigios y facilitar la conciliacin contribuye a la
tranquilidad y convivencia de la comunidad; al promover el progreso y
perfeccionamiento del derecho colabora con su aporte a que las normas jurdicas
acompaen el desarrollo de la sociedad; al adquirir el abogado buen concepto pblico y
privado su imagen sirve como ejemplo; y al asesorar y defender gratuitamente a los
carentes de recursos cumple con un deber fundamental de los postulados de su
profesin.
Para que toda esa trascendental actividad pueda concretarse efectivamente, el
abogado debe conservar celosamente su independencia, es decir que debe actuar sin
presiones, compromisos, ni ataduras, con toda libertad, sin otra sujecin que a la ley y a
las normas de tica.
15
El contenido del epgrafe ha sido extrado de MANCUSO, Francisco La funcin del abogado en la vida
social (El secreto profesional. La independencia del abogado), LA LEY ,1991-C, 701
VII. Jerarqua de los abogados. Respeto de los jueces y del poder judicial hacia los
abogados
16
Ley 5480: Artculo 1.- Los honorarios profesionales de abogados y procuradores devengados en
juicios, gestiones administrativas y prestaciones extrajudiciales, deben considerarse como remuneraciones
al trabajo personal del profesional y se regirn por las disposiciones de la presente ley. Artculo 2.- La
actividad profesional de los abogados y procuradores se presume de carcter oneroso, excepto en los
casos en que conforme a disposiciones legales, pudieren o debieren actuar gratuitamente. Artculo 3.- En
defecto de contrato escrito, los honorarios que deban percibir los abogados y procuradores por su labor
profesional efectuada en juicio o en gestiones administrativas por prestaciones extrajudiciales, sern
fijados en la forma que determina la presente ley. Artculo 4.- Los profesionales con asignacin fija o en
relacin de dependencia no podrn invocar esta ley respecto de su cliente, cuando efectuaren trabajos que
tengan vinculacin directa con el objeto de la relacin profesional. En los procesos judiciales en que
actuaren en dicha representacin, si mediare condenacin en costas a la parte contraria, tendrn derecho al
cobro slo contra sta. Artculo 5.- El honorario devengado o regulado es de propiedad exclusiva del
profesional que hubiere hecho los trmites pertinentes, con las excepciones que determinen las normas
legales vigentes.
Ley 6508. Artculo 1.- Djase sin efecto, el cobro centralizado por parte de entidades profesionales en la
percepcin de honorarios de sus miembros; fijacin de aranceles mnimos con carcter de restricciones
que impidan el ejercicio de las profesiones de quienes hayan obtenido los ttulos de grado respectivos,
contenidos en las leyes N 5480, 5233, 3706, 4209, 5275, 6004, 5994, 5993, 5946, 5542, 5203, 5467,
5947, 5721, 5482, 5483 y cualquier otra norma vigente en la Provincia de Tucumn, con respecto a estas
leyes, con las excepciones que establece la presente.
17
Ley 5480: Honorarios de Abogados y Procuradores. Artculo 15.- Para regular honorarios, se tendr en
cuenta: a) El monto del asunto, si fuere susceptible de apreciacin pecuniaria; b) El valor, motivo y
calidad jurdica de la labor desarrollada; c) La complejidad y novedad de la cuestin planteada; d) La
responsabilidad que de las particularidades del caso pudiera haberse derivado para el profesional; e) La
eficacia de los escritos presentados y el resultado obtenido, en general; f) La probable trascendencia de la
resolucin a que se llegare, para casos futuros; g) La trascendencia econmica y moral que para el
interesado beneficiario del trabajo revista la cuestin en debate; h) La posicin econmica y social de las
partes; i) El tiempo empleado en la solucin del litigio, siempre que la tardanza no fuere imputable al
profesional; j) Las actuaciones esenciales establecidas en la ley para el desarrollo del proceso; k) Las
actuaciones de mero trmite. Artculo 16.- Los trabajos y escritos notoriamente inoficiosos no sern
considerados a los efectos de la regulacin de honorarios.
El art. 58 del Cdigo Procesal Civil y Comercial de la Nacin Argentina establece: Dignidad. En el
desempeo de su profesin el abogado ser asimilado a los magistrados en cuanto al respeto y
consideracin que debe guardrsele. El Art. 5 de la ley 23.187 de Ejercicio de la Profesin de Abogado
en la Capital Federal El abogado en el ejercicio profesional, estar equiparado a los magistrados en
cuanto a la consideracin y respeto que se le debe. Sin perjuicio de las sanciones penales que pudieran
corresponder a quien no observare esta norma, el abogado afectado tendr derecho a efectuar una
reclamacin ante el superior jerrquico del infractor, que deber tramitarse sumariamente. Adems, el
afectado deber comunicar de inmediato al Colegio cualquier violacin de la presente norma, quien podr
constituirse en parte en dichas actuaciones. Por su parte la ley provincial N 5233 en su art. 5 inc. 2
establece que En el desempeo de su profesin, el abogado ser asimilado a los magistrados en cuanto
atae al respeto y consideracin que debe guardrsele.
JURISPRUDENCIA
TICA DEL ABOGADO
POTESTAD DEICIPLINARIA DEL COLEGIO DE ABOGADOS
CAMARA EN LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Sala 2
Sentencia: 564 Fecha de la Sentencia: 01/11/2007
19
CUETO RA Julio Csar, Una visin realista del Derecho: los jueces y los abogados, Abeledo-Perrot,
Bs. As., 2000, p. 190-191.
20
CUETO RA Julio Csar, Ob. cit., p. 208.
La facultad disciplinaria del Colegio de Abogados, atribuida por la ley 5.233, persigue
el objetivo de asegurar el correcto ejercicio de la abogaca en todos los mbitos de la
actuacin profesional. Al analizar la causa y la decisin que la concluye, corresponde
anticipar que el acto administrativo por el que se impuso la sancin se presenta con
grado suficiente de razonabilidad y parece emitido dentro del margen de apreciacin
delimitado en la jurisprudencia citada con fundamentacin bastante para dar razn de
la imposicin de la sancin de tal magnitud. En el caso, el Tribunal de tica y
Disciplina a travs de una resolucin, que resolvi en forma conjunta la situacin de los
letrados, analiz la pruebas y valor la actuacin del abogado al presentarse en altas
horas de la noche a ofrecer sus servicios en un hospital pblico, entendiendo que tal
conducta implic procurarse clientela por medios incompatibles a la dignidad
profesional (artculo 7 inciso 6to. Ley 5233), y decidi suspenderlo por dos meses para
ejercer la profesin, en ejericcio legtimo de las facultades que le acuerda la ley 5.233.
En consecuencia, y encontrndose prueba suficiente de la infraccin imputada, no
aparece ilegalidad o arbitrariedad en la resolucin dictada por el Tribunal de tica del
Colegio de Abogados de Tucumn, por lo que debe confirmarse la resolucin en
cuestin.
SECRETO PROFESIONAL
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA Sala Civil y Penal
Sentencia: 23 Fecha de la Sentencia: 16/02/2012
La Corte Suprema de Justicia de la Nacin seal que la denuncia de supuestos hechos
ilcitos, efectuada por los abogados de quienes seran partcipes en ellos, y de los que
habran tomado conocimiento en razn de su vnculo profesional, implica una
violacin no slo al principio amplio de la defensa en juicio, sino de los derechos a la
privacidad e intimidad de sus clientes, garantas, que deviniendo del artculo 19 de la
Constitucin Nacional, se cristalizan en normas tan claras y especficas como el artculo
244 del Cdigo Procesal Penal de la Nacin y del artculo 156 del Cdigo Penal, y en
otro orden no menos importante, en las disposiciones que regulan el ejercicio de la
profesin de abogado, artculos 6 inc. f) de la ley 23.187 y 10 inc. h) del Cdigo de
tica del Colegio Pblico de Abogados de la Capital Federal. Si el deber de denunciar
decae (aun en delitos contra la vida) cuando los hechos son conocidos bajo el amparo
del secreto profesional, con mayor razn merece censura una presentacin espontnea
de quienes sin estar obligados a denunciar y en violacin de la prohibicin de hacerlo,
ponen en manifiesto hechos secretos que estn obligados a guardar. (CSJN, sentencia
de fecha 17 de abril de 2007, in re Clementi, Edgar Omar y otro vs. Embajada de Rusia
y otros s/ Cumplimiento de convenio de honorarios, del dictamen de la Procuracin
General, al que remiti la CSJN; Fallos 330:1804). En la referida causa, el dictamen del
Procurador General, tambin seala que al respecto, Lenkner (Schnke/Schrder,
Strafgesetzbuch Kommentar, Munich, 1991, p.1484) afirma que si el obligado a
confidencialidad obtuvo el conocimiento del hecho porque el autor es su paciente o
mandante, slo existe una autorizacin para revelar el secreto en casos de altsima
peligrosidad para el futuro, y ello tampoco procede si el autor se dirigi al abogado
(asuncin de la defensa) o al mdico (por ejemplo, para el tratamiento de una anomala
de los impulsos) a causa de ese hecho (del dictamen de esta Procuracin General en
autos: Baldivieso, Csar s/ causa N 4733, B. 436, L. XL del 8 de agosto del corriente
ao).