Tu Hijo Tu Espejo
Tu Hijo Tu Espejo
deseamos cumplirla; ste es uno de esos aspectos de la vida donde dos cosas que parecen
contradictorias coexisten, se tocan, se juntan y ambas son verdaderas.
El rechazo y sus mscaras. El rechazo en s mismo hiere tanto, quema tanto,
duele tanto, que ni siquiera el dolor de reconocerlo es comparable con el dolor
de seguirlo cargando. Por qu un padre podra sentir rechazo por un hijo?
Algunas de las razones ms comunes por las que se puede sentir rechazo hacia
un hijo son, por ejemplo:
Ser del sexo opuesto al que el padre deseaba. A veces el mensaje de rechazo
por ser del sexo no deseado no es muy evidente y se pierde en la sutileza de
ciertos comportamientos casi imperceptibles. A pesar de ello, el inconsciente
del hijo los recibe, los interpreta, los integra y reacciona ante ellos.
El sndrome del patito feo Recuerdas el cuento del Patito Feo? El sndrome del patito
feo se manifiesta de diversas formas, pero sea cual sea, siempre lleva implcito el mismo
mensaje para el hijo: No me gustas. Muchas de las cosas que dices hacer por su bien es
en realidad por tu bien, porque te avergenza ese hijo, porque te importa demasiado que
la gente piense que t no lo ests educando, formando, cuidando o alimentando
adecuadamente. Quisieras tener hijos perfectos (segn tu concepto de perfeccin) para
sentirte orgulloso, valioso e importante. Es normal, es natural y es humano que algn hijo te
guste o disguste ms que el otro, que con alguno te sea ms fcil o ms difcil relacionarte,
pero por Dios, reconcelo!. Reconocer no significa informarle al mundo, es un proceso
personal, de ti contigo.
Cuando en grado extremo los padres reprimen, ocultan y niegan el rechazo, se activar
inconscientemente un mecanismo de defensa llamado formacin reactiva, el cual consiste
en encubrir un motivo o sentimiento que causa angustia y culpa, de manera que antes de
que llegue a la conciencia se convierte en su opuesto: la sobreproteccin. Esta
sobreproteccin puede ser manifestada por el hijo como una actitud de inseguridad e
inferioridad, o como su opuesto, la prepotencia, la arrogancia, la exigencia, la superioridad,
porque recuerda: los extremos son lo mismo.
Cambia t lo que yo no puedo cambiar. En la relacin padres-hijos esto es comn:
intentamos cambiar en nuestro hijo lo que no podemos cambiar ya sea en otra persona
significativa para nosotros, o bien, lo que no podemos cambiar en nosotros mismos.
Cuantas veces pides a tu hijo que no fume, con un cigarro en la mano; que no diga
palabrotas, cuando tienes joder todo el da en la boca; que sea ordenado, cuando tu
puedes pasarte horas buscando las llaves; que no diga mentiras, cuando t las dices; que no
grite, gritando!, y as hasta el infinito. Y aqu va el mensaje implcito: esto es mo, no me
gusta, no lo puedo cambiar, cmbialo t por m.
Ay, si los padres hablramos de esto entre nosotros; si nos atreviramos a expresar
ante nuestros amigos todas estas cuestiones. Si nos atreviramos por lo menos a
confesrnoslo a nosotros mismos, cun rpido pasara, cun rpido podramos
sentirnos de nuevo serenos y en paz! Y por qu no lo hacemos? Porque el solo hecho
de reconocerlo nos hace sentir malos, culpables y avergonzados, y adems si lo
expresamos en pblico somos criticados y juzgados; sa es la realidad. Aun cuando los
que te escuchan hayan sentido lo mismo alguna vez.
Los padres valientes que enfrentan a sus monstruos interiores obtienen grandes
recompensas. Nuestros hijos pueden ser verdaderos maestros si estamos dispuestos a
reconocer nuestra parte de responsabilidad en lo que nos sucede con ellos o a travs de
ellos, que son nuestro espejo. Te atreves a empezar a tomar conciencia?