Algunos Usos y Costumbres de Los Tiempos Biblicos.
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México
Vivienda
(Primera Parte)
PROPOSITO DE LA CASA
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En los tiempos bíblicos los hombres no construían sus casas con la idea de pasar en ellas la mayor parte
de su vida. Su principal interés era pasar tanto tiempo como fuera posible fuera de ellas, admirando las
obras de Dios. La casa servía como un lugar de retiro. Por esta razón las paredes de las casas no son muy
tentadoras. No se hacían esfuerzos para atraer la atención a este lugar de retiro.
El propósito de estas moradas se sostiene en el significado de las palabras hebraica y árabe para "casa".
La palabra hebrea bavith y la palabra árabe bait quieren decir "abrigo". El equivalente español es la
palabra "casa". El término más significativo "hogar", nunca ha sido inventado por los hijos de Palestina,
porque ellos se consideran como "peregrinos en la tierra". Su tienda y su casita le proveyeron abrigo
suficiente para él y sus familiares durante la peregrinación mundana o terrenal.
Como los palestinos pasan tanto tiempo fuera de sus hogares, los escritores sagrados gustaban de referirse
a Dios como su "abrigo" o su "refugio" mejor que como su hogar. Tales expresiones en conexión con
Dios son muchas en el libro de los Salmos y los escritos proféticos (cf. Sal. 61:3; Isa. 4:6).
Refiriéndose a la naturaleza del piso de estos hogares orientales nos dice el Dr. George A. Barton:
Generalmente las casas no tienen otro piso que el de la tierra misma que se empareja y aplana, hasta
quedar maciza. Algunas veces se hace una mixtura de cal con lodo y dejándolo algún tiempo para que se
seque y endurezca Algunas veces se ha encontrado pisos de piedra resquebrajada unida con cal. En el
tiempo del Imperio Roma. no fueron introducidos los pisos de mosaicos con incrustaciones de cuadritos
de piedra labrados.
Las paredes de la casa por lo regular son hechas de adobes que se fabrican con lodo secado al sol. Job al
referirse a esta clase de moradas dice: "casas de arcilla" (Job. 4:9).
Algunas veces las paredes se hacen con una piedra muy áspera y muy común en el país. Estas son de
distintos tamaños y pegadas con lodo. Las junturas son algunas veces anchas e irregulares. Sólo los
palacios y las casas de los ricos se construyen con piedras labradas, como los palacios de Salomón (1
Reyes 7:9), y las de los ricos del tiempo de Isaías, que se jactaban diciendo: "Los ladrillos cayeron, mas
edificaremos con cantería" (Isa. 9:10).
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En estas humildes casas de Palestina el techo se construye con vigas de madera que alcanzan de pared a
pared, luego se pone una capa de pasto, o quizá de ramas poniéndose sobre ésta una capa de tierra o
arcilla; luego se riega sobre ella arena y gravilla, pasándose luego sobre ella un rodillo dc piedra, el cual
permanece sobre el techo para usarlo varias veces apisonando el techo y con especialidad durante las
primeras lluvias, para que así no se escurra el agua al través.
Se construía un pretil o parapeto con trechos en las casas antiguas para permitir escurrir el agua de lluvia,
y para evitar la caída de alguna persona. El no construir dicho pretil en los tiempos modernos ha causado
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accidentes con alguna frecuencia. La Ley de Moisés es muy definida al ordenar la construcción del pretil
mencionado. El reglamento dice: "Cuando edificares casa nueva, harás pretil a tu terrado, porque no
pongas sangre en tu casa si de él cayere alguno" (Deut. 22:8). El uso común de la casa para tantas cosas,
hicieron esencial esta ley, como podemos comprender.
Hierba en los Techos. Estando los techos de la casa en gran parte hechos de tierra y arcilla podemos
imaginarnos cómo crecerá la hierba encima de las casas, como lo indican las referencias bíblicas "serán
como la hierba de los tejados, que se seca antes que crezca" (Sal. 129:6; véase también 2 Reyes 19:26;
Isa. 37:27
Techo con goteras. Se puede entender lo natural que será que techos de tierra, después de fuertes
aguaceros, produzcan goteras: lo que hace inconveniente para la familia vivir en esas casas. Los viajeros
que pasan la noche en una de esas habitaciones, han tenido a veces que mover su cama, por causa de las
goteras causadas por el agua de lluvia. El libro de los Proverbios compara estas goteras a una mujer
rencillosa (Prov. 19:13; 27:15).
Excavaciones de los ladrones. Ya que las paredes de las casas frecuentemente se construyen con tierra y
arcilla, o de piedras pegadas con lodo, es tarea fácil para los ladrones hacer un agujero y entrar a la casa.
La referencia que tenemos en Job dice: "En las tinieblas miran las casas, que de día para sí señalaron;
no conocen la luz" (Job 24:16). También Jesús a esto aludió en su gran Sermón de la Montaña: "No os
hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan"
(Mat. 6:19; 24:43).
Víboras en las paredes. Ya que las paredes de las casas han sido construidas de piedra y que las junturas
son anchas e irregulares, fácil es para las víboras entrar en esas aberturas e intempestivamente entrar en
contacto con los habitantes. Acerca de esta clase de casas el profeta Amós habla de un hombre que
"entrare en casa y arrimare su mano a la pared y le muerde la culebra" (Amós 5:19).
VENTANAS Y PUERTAS
Ventanas. Las casas orientales tienen pocas ventanas, las cuales se abren hacia la calle, y éstas son
bastante altas. Por regla general las ventanas tienen barrotes de madera que sirven de protección contra los
ladrones, y la parte baja de la ventana tiene una especie de "biombo enrejado". "Porque mirando yo
por la ventana de mi casa, por mi celosía" (Prov. 7:6) - Postigos de madera cierran las ventanas por la
noche. Cuando se abre la ventana los que están dentro de la casa pueden ver hacia fuera sin ser vistos
ellos mismos.
Puertas. Tanto las puertas como las ventanas ordinariamente eran construidas de madera de sicómoro.
Sólo por lujo de los ricos y como ornamento eran construidas de cedro (cf. Isa. 9:10). Las puertas se
montaban sobre bisagras y "Se revolvían sobre sus quicios" (Prov. 26:14). Las puertas quedaban firmes
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al cerrarse, y esto se lograba con el uso de barrotes de madera (Prov. 18:19) -
La puerta de la casa consistente en un solo cuarto y propiedad de un labriego, se abre antes de la salida del
sol y queda abierta durante el día como invitando a la hospitalidad. En Apocalipsis se dice: "He aquí, he
dado una puerta abierta" (Apoc. 3:8). El cerrar la puerta indica que sus habitantes han hecho algo de
qué avergonzarse (cf. Jn. 3:19). Al ponerse el sol, se cierra la puerta permaneciendo así toda la noche (cf.
Luc. 11:7).
El reglamento para abrir la puerta de una casa sencilla o chica no es observado en las ciudades en casa de
más de una pieza. La referencia de nuestro Señor Jesucristo llamando a la puerta se refiere a ella (Apoc.
3:20). La diferencia entre las casas de un morador de una villa y de una morador de la ciudad, debe
siempre establecerse para poder entender las referencias escriturales respecto a las casas.
AMUEBLAMIENTO DE LA CASA
Los muebles de una casa en Palestina, cuando ésta consta de una sola pieza, fueron y aún son sencillos.
Las esteras y almohadones se usan en el día para sentarse, los tapetes y las esteras sirven para dormir por
la noche.
Debe haber utensilios de arcilla para las necesidades del hogar, además algunos de metal. Habrá una arca
de madera para guardar la ropa de cama, una lámpara sobre su pie o sobre el almud, una escoba para el
barrido, molino de mano para moler el grano y los botes de cuero de cabra en que se guardan los líquidos.
El fogón debe estar en el suelo, pero casi siempre en el centro de la pieza. Esto da un cuadro general de
los muebles para el promedio de las casas en Palestina.
La parábola del amigo inoportuno que relató Jesús si se entiende a la luz de una casa oriental de una sola
pieza, nos dará idea del arreglo para pasar la noche.
"Díjoles también: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e irá a él a media noche y le dirá: Amigo,
préstame tres panes, porque un amigo mío que ha venido a mí de camino, y no tengo qué ponerle
delante; y él de dentro respondiendo dijere: No me seas molesto: la puerta está cerrada y mis niños
están conmigo en cama; no puedo levantarme, y darte" (Luc. 11:5-7).
Entre el común de la gente de la Tierra Santa, las camas individuales en cuartos separados no se
acostumbran. En su lugar, el arreglo que se hace para dormir es semejante al de la parábola; actualmente
en Siria y Palestina entre países labriegos se usan los mismos arreglos ya descritos.
Los colchones se extienden lado a lado dentro de la pieza en una línea tan larga como sea necesaria para
que todos los miembros de la familia duerman juntos. El padre duerme en un extremo de la línea y la
madre en el otro para cuidar que los niños al rodarse no se salgan de debajo de la colcha. Así es que el
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hombre estaba en lo cierto cuando dijo en vía de excusa, "mis niños están conmigo en cama".
ALUMBRADO DE LA CASA
Uso bíblico de la palabra candil. Las versiones bíblicas antiguas usan la palabra candil con mucha
frecuencia. Esto es porque los candiles se usaban mucho en tiempos de esas versiones. La traducción
literal de la palabra original se usa con el nombre de lámpara o luz. Las gentes de tiempos bíblicos nada
sabían de candiles, sino que estaban familiarizados con las lámparas.
Distintivo de las lámparas. Cuando los hijos de Israel entraron a la Tierra Prometida, adoptaron el uso de
la lámpara de los cananitas, la que consistía en una vasija de tierra para contener el aceite y un pico
estrecho para sostener la mecha. Para el tercer siglo antes de Cristo la vieja lámpara tipo platillo casi había
desaparecido, pero en el siglo segundo los macabeos resucitaron el uso de ese tipo de lámpara, que estaba
más de acuerdo con las viejas tradiciones judías. Cuando el Imperio Romano principió a dominar en
Palestina, las lámparas que se usaban eran o importadas o fabricadas con modelos extranjeros. La lámpara
de las vírgenes usada en tiempo de Cristo era un mejoramiento de la vieja lámpara tipo platillo, con una
cubierta suficiente para que el aceite no se derramase.
La lámpara de píe. En tiempos antiguos, la lámpara de pie no era de uso común; entonces las lámparas se
ponían en lugares como un saliente de piedra en la pared. En el tiempo de Cristo las lámparas de pie eran
ya de uso general. Eran altas y se ponían sobre el piso. Últimamente los arqueólogos han encontrado
algunas lámparas de pie de bronce de catorce pulgadas de altura que eran usadas en los palacios. Se
hacían de manera de sostener vasijas y lámparas. Con seguridad la gente pobre usaba algún tipo más
barato.
Si la familia no tenía un lámpara-sostén, ésta se ponía en el almud sobre el piso colocando la parte
superior hacia abajo y el cual servía como lámpara-sostén, lo mismo que como mesa en donde se servía la
comida. La lámpara se ponía sobre el almud y no debajo de él (Mat. 5:15).
La referencia del profeta al pabilo que humea. La profecía de Isaías referente al Mesías fue que "ni
apagará el pabilo que humeare" (Isa. 42:3). La mecha se hacía de hebras torcidas de lino poniéndose
luego en el depósito de aceite de oliva de la lámpara. Cuando el aceite estaba por terminarse, producía un
humo molesto. Esto era indicación para llenar de nuevo el depósito de aceite. Ello implicaba que el
apagarse la luz era a veces intencional. Si la mecha estaba muy gastada, la señora de la casa apagaba la
luz, entonces la reponía con otra. El siervo de Dios no debe tratar así a los pobres, débiles y desamparados
de la especie humana. El pondrá el aceite, recortará la mecha, y hará que la débil flama brille. Este es un
cuadro de los deseos del Señor que quiere que nosotros ayudemos a los necesitados, levantando al caído y
salvando al perdido.
El uso de la lámpara para buscar la dracma perdida. La parábola de nuestro Señor de la dracma perdida,
(Luc. 15), necesita entenderse desde el punto de vista oriental. Las esteras, cojines, y pieles de cabra que
cubrían el piso tenían que voltearse, para limpiar el piso. Cuando era encontrada la dracma perdida, las
vecinas y amigas eran llamadas a regocijarse con la dueña de la casa, porque la dracma perdida atraía
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sobre la señora la ira del marido, y las vecinas de ella tenían para la mujer un sentimiento de
compañerismo, guardando el suceso como un secreto que no debían saber los hombres. Así como indica
el texto, "Y cuando la hubiera hallado, junta las amigas y las vecinas" (Luc. 15:9)
El significado de la luz en una casa Palestina. La lámpara se considera como un lujo necesario entre los
aldeanos. Cuando el sol se pone, la puerta de la casa se cierra, entonces se enciende la lámpara. El dormir
sin luz es considerado entre los aldeanos como un signo de extrema pobreza. En la Biblia son sinónimos
los términos lámpara, luz y vida. Un viajero retrasado busca ver una luz en alguna casa, entonces sabe que
ahí hay vida. El desear que la luz de un hombre se apague seria desearle una maldición terrible. Respecto
al hombre malvado, Bildad, en el libro de Job dice: "La luz se oscurecerá en su tienda, y apagarase
sobre él su lámpara" (Job 18:6). Pero el salmista se considera bendito del Señor cuando se decía a sí
mismo en relación con Dios, "Tú pues alumbrarás mi lámpara" Sal. 18:28). Esto es para los orientales
que aprecian el valor aun de una sencilla lámpara de barro en lo oscuro de la noche o en la oscuridad de la
casa por lo que Jesús dijo: "Así alumbre vuestra luz debute de los hombres, para que vean vuestras
obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mat. 5:16).
La estufa o fogón. Tanto los nómadas que vivían en tiendas como los aldeanos que viven en casas de una
sola pieza, llevan consigo tanto de su cocina exterior como el tiempo les permite. Estas operaciones se
hacen dentro de la casa solo cuando el frío del invierno las hace deseables. Los occidentales difícilmente
llamarían estufa o fogón lo que usan para cocinar los orientales, pero esto sirve su propósito. Con
frecuencia el lugar del fogón es el suelo en el medio de la pieza. Una pequeña construcción de barro o una
tinaja con agujeros a los lados es lo que por lo regular usan como estufa.
El combustible que usan. Los aldeanos con frecuencia usan estiércol seco como combustible en su fogón.
Algunas de las clases más pobres lo usan y venden la leña que encuentran, a aquellos que pueden
comprarla. Una referencia en la profecía de Ezequiel indica que este uso de combustible era común
en los tiempos bíblicos. Véase Ezeq. 4 :15.
En el Oriente el combustible es tan escaso que algunas veces la hierba seca y las flores marchitas se
engavillan con cuidado para usarlos corno combustible. Hay indicaciones en la Biblia de que esto se hacía
en los tiempos antiguos. Jesús dijo: "Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el
horno..." (Mat. 6:30; Luc. 12:28).
Otro combustible muy popular en Palestina son las espinas. Hay muchas clases de arbustos espinosos
que ahí crecen, y la gente los recoge y hace buen uso de ellos. Los pasajes bíblicos que indican el uso de
ellos son numerosos (2 5am. 23:6, 7; Sal. 118:12; Eches. 7:6; Isa. 9:18; Isa. 10:17; Nahum 1:10).
La viuda de Sarepta andaba recogiendo leña para encender fuego (1 Reyes 17:10). Pero el fuego que
había en la casa del sumo sacerdote donde Simón Pedro se calentaba, era alimentado con carbón (Jn.
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18:18).
La Chimenea. Los árabes bellahin tienen varias maneras de conducir hacia afuera el humo de los
fogones. Algunas veces por medio de una abertura en el techo la que sirve como chimenea, o una abertura
en un lado de la casa que sirve al respecto. Con frecuencia, cuando el fogón está en la esquina de la pieza,
hay un sombrerete sobre ésta con salida para el humo. También en ocasiones se hacen fuegos de carbón
en un bracero fuera de la pieza, y cuando ya no produce humo y los carbones están rojos, entonces se
lleva el bracero al interior.
La referencia del profeta Oseas respecto a esto dice: "Como el humo que de la chimenea sale" (Oseas
13:3). Algunos traductores se refieren a éste como humo que de la ventana sale. Una abertura enrejada en
la pared de la casa puede servir tanto de chimenea como de ventana en las casas de los aldeanos. Pero sin
duda, la mayoría de los arreglos de chimeneas usados por los árabes que ya se han mencionado se usaron
en los tiempos bíblicos. La comparación del salmista de él mismo con "el odre al humo" (Sal. 119:83),
puede ser una figura interior.
Prendiendo el luego. El método que se usaba en los tiempos del Antiguo Testamento para producir fuego
era la chispa que se producía por la costumbre de golpear un pedernal con una piedra, o por frotamiento
de dos pedazos de madera; después se encendía la llama. Hay indicaciones de que Israel en tiempos
posteriores produjo fuego golpeando el pedernal con un pedazo de acero. En Isaías 50:10, donde se habla
de encender el fuego, la palabra hebrea traducida encender quiere decir "golpear" y evidentemente
se refiere a golpear el pedernal con el acero.
El techo de una casa oriental se usa actualmente para una variedad de cosas, de la misma manera que era
usado en días de los profetas y de los apóstoles.
Usado como lugar para dormir. Para un oriental el techo es un lugar muy especial para dormir.
Por una gran parte del año el techo o terrado es el lugar más agradable en la casa, especialmente en las
mañanas y tardes. Ahí muchos duermen durante el verano, tanto en la ciudad como en el campo, y en
todas partes donde la malaria no es peligrosa. La costumbre es antiquísima.
Un ejemplo de esta práctica en la Biblia, es el incidente de Samuel llamando a Saúl, quien se había
dormido en el terrado (1 Sam. 9:26).
El Techo usado como Almacén. Los planos techos de las casas orientales expuestos al aire y al sol se
prestan muy bien para almacenar granos o frutas para que ahí se sequen. Esta costumbre es muy común en
Oriente. Rahab escondió a los espías con tallos de lino que conservaba en el techo (Josué 2:6).
Usados para asambleas en tiempos de conmoción. En Isa. 22:1 el profeta nos dice: "¿Qué tienes ahora,
que toda tú te has subido sobre los terrados?" Así se describe a la ciudad típica oriental, en medio de los
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tiempos de gran conmoción. Así como los occidentales en tales casos se congregan en las calles, así los
orientales suben a los techos, desde donde pueden ver hacia las calles, y descubrir lo que acontece.
Usado como lugar de públicas proclamas. Tanto en los tiempos actuales como en los de Cristo, los
pueblos de la Tierra Santa han tenido sus pregoneros. Las órdenes de los gobiernos locales son
proclamadas desde las casas más altas. Tales proclamas se hacen por lo regular por las tardes, cuando los
hombres han retornado de sus labores en el campo. La llamada larga ahogada, se ha hecho familiar en los
residentes y han aprendido a escuchar lo que le sigue.
La llamada del pregonero del pueblo, se dice que se asemeja a un distante y prolongado silbato
ferrocarrilero. Jesús debe con frecuencia haber oído la llamada del pregonero del pueblo. El dijo a sus
discípulos: "Lo que oís, predicadlo desde los terrados" (Mat. 10:27) Como un aviso de la imposibilidad
de esconder nuestros pecados en el día del juicio, dijo: "Lo que hablasteis al oído en las cámaras, será
pregonado desde los terrados" (Luc. 12:3).
Usado como lugar de adoración y oración. Las Escrituras nos indican que los terrados de las casas
fueron usados para una adoración verdadera a Dios, también para adoración idolátrica. El profeta Sofonías
dice: "de ellos que se inclinan sobre los terrados al ejército del cielo" (Sof. 1:5). Y Lucas nos dice de
Pedro en Jope "subió a la azotea a orar cerca de la hora de sexta" (Hech. 10:9). Será natural que los que
adoran los astros lo hagan sobre los terrados, y no hay duda que Pedro se retiró a la azotea donde podía
estar a solas con Dios.
Usado a manera de escape en tiempos de peligro. En ocasiones cuando una escapada de algún peligro era
necesaria, los habitantes de los pueblos en tiempo de Cristo podían hacerlo pasando de techo en techo,
debido a que las casas están muy cerca una de otra.
Así una persona podía escapar, pasando de techo en techo, hasta que en la última casa descendía por la
escalera que llevaba hacia abajo y a la calle, sin haber entrado en ninguna vivienda. A este 'camino de los
techos" el Señor se refirió sin duda en su aviso a sus compañeros (Mat. 24:17; Marc. 13:15; Luc. 17:31),
intentando aplicarlo al último sitio de Jerusalén, "y los que sobre el terrado, no desciendan a tomar algo
de su casa".