Recuerda Hijo
Recuerda Hijo
Recuerda Hijo
El día en que esté viejo y ya no sea el mismo: ten paciencia y compréndeme. Cuando
derrame comida sobre mi camisa y olvide cómo atarme mis zapatos, tenme paciencia,
recuerda las horas que pasé enseñandote a hacer las mismas cosas.
Si cuando conversas conmigo repito las mismas palabras y sabes de sobra cómo
terminan, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, para que te
durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuanto hasta que cerraras los
ojitos.
Por último, cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y sólo deseo morir,
no te enfades. Algún día me entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o cuánto
te amé. Trata de comprender que ya no vivo sino que sobrevivo, y eso no es vivir.
Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer.
Piensa entonces que con ese paso que me adelanto a dar, estaré construyendo para ti otra
ruta en el otro tiempo. Pero siempre contigo. No te sientas triste, enojado(a) o impotente
por verme así. Dame tu corazón, compréndeme y apórtame como cuando empezaste a
vivir. De la misma manera como te he apoyado en tu sendero, te ruego me acompañes a
terminar el mío. Dame amor, paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el
inmenso amor que tengo por ti.
ATENTAMENTE, TU VIEJO