Eq. 1 Papel de Los Electrones en La Conduccion Electrica de Los Materiales
Eq. 1 Papel de Los Electrones en La Conduccion Electrica de Los Materiales
Eq. 1 Papel de Los Electrones en La Conduccion Electrica de Los Materiales
GUZMAN
UNIDAD 2
2.1 “PAPEL DE LOS ELECTRONES EN LA
CONDUCCION ELECTRICA DE LOS
MATERIALES”
Equipo 1:
Rubén Díaz Ordaz
Por otra parte, si en vez de aumentar la longitud del grupo, aumentamos el espacio
por donde pasará n las manzanas es decir, aumentamos el ancho, incorporando má s
jugadores distribuidos en el campo de juego, también observaremos que la
conducció n cambia. Puesto que, si bien en este caso, al aumentar la cantidad de
individuos, es mayor la cantidad de manzanas que se caen al suelo o son
mordisqueadas, a su vez es mayor también la cantidad de manzanas que circulan por
el grupo, dado que al aumentar el ancho de este hay má s personas sacando manzanas
desde los cajones, con lo cual observaremos -contrario al caso anterior, donde solo
saca manzanas quien está al comienzo de la fila de jugadores que la conducció n de
manzanas mejora.
Ley De Ohm
Georg Simon Ohm
Dado que una diferencia de potencial o voltaje aplicada sobre un material conductor
hace que los electrones libres se muevan, asimismo, la existencia de un niñ o travieso
en el modelo del “juego de las manzanas verdes” hace que las manzanas se muevan en
el campo de fú tbol.
Los metales tienen energía de ionizació n baja: reaccionan con facilidad perdiendo
electrones para formar iones positivos o cationes. De este modo, los metales forman
sales como cloruros, sulfuros y carbonatos, actuando como agentes reductores
(donantes de electrones).
Estructura Electrónica
En sus primeros esfuerzos para explicar la estructura electró nica de los metales, los
científicos esgrimieron las propiedades de su buena conductividad térmica y eléctrica
para apoyar la teoría de que los metales se componen de á tomos ionizados, cuyos
electrones libres forman un 'mar' homogéneo de carga negativa. La atracció n
electrostá tica entre los iones positivos del metal y los electrones libres, se consideró la
responsable del enlace entre los á tomos del metal. Así, se pensaba que el libre
movimiento de los electrones era la causa de su alta conductividad eléctrica y térmica.
La principal objeció n a esta teoría es que en tal caso los metales debían tener un calor
específico superior al que realmente tienen.
En 1928, el físico alemá n Arnold Sommerfeld sugirió que los electrones en los metales
se encuentran en una disposició n cuá ntica en la que los niveles de baja energía
disponibles para los electrones se hallan casi completamente ocupados. En el mismo
añ o, el físico suizo estadounidense Felix Bloch, y má s tarde el físico francés Louis
Brillouin, aplicaron esta idea en la hoy aceptada 'teoría de la banda' para los enlaces
en los só lidos metá licos.
Conductor eléctrico
Cualquier material que ofrezca poca resistencia al flujo de electricidad. La diferencia
entre un conductor y un aislante, que es un mal conductor de electricidad o de calor,
es de grado má s que de tipo, ya que todas las sustancias conducen electricidad en
mayor o en menor medida. Un buen conductor de electricidad, como la plata o el
cobre, puede tener una conductividad mil millones de veces superior a la de un buen
aislante, como el vidrio o la mica. El fenó meno conocido como superconductividad se
produce cuando al enfriar ciertas sustancias a una temperatura cercana al cero
absoluto su conductividad se vuelve prá cticamente infinita. En los conductores só lidos
la corriente eléctrica es transportada por el movimiento de los electrones; y en
disoluciones y gases, lo hace por los iones.
Conducción eléctrica.
La conducció n eléctrica se asoció a metales.La conducció n eléctrica es el movimiento
de partículas eléctricamente cargadas a través de un medio de transmisió n (conductor
eléctrico). El movimiento de las cargas constituye una corriente eléctrica. El
transporte de las cargas puede ser a consecuencia de la existencia de un campo
eléctrico, o debido a un gradiente de concentració n en la densidad de carga, o sea, por
difusió n. Los pará metros físicos que gobiernan este transporte dependen del material
en el que se produzca. La conducció n en metales y resistencias está bien descrita por
la Ley de Ohm, que establece que la corriente es proporcional al campo eléctrico
aplicado. Se calcula la conductividad σ para caracterizar la facilidad con la que aparece
en un material una corriente de densidad (corriente por unidad de á rea) j, definida
como:
j=σE
j=E/ρ
j = σ E + D ∇qn
Un electró n es una partícula subató mica de carga negativa. Puede ser libre (no
conectado a un á tomo, o conexionado al nú cleo de un á tomo. Los electrones en los
á tomos existen en corazas esféricas de varios radii, representando los niveles de
energía. Cuanto má s grandes sean estas corazas esféricas, mayor será la energía que
contiene el electró n.
En los conductores eléctricos, los flujos de corriente son resultantes de los
movimientos de los electrones de á tomo a á tomo individualmente, y de los polos
negativos a los positivos en general. En los materiales semiconductores, la corriente
ocurre por el movimiento de los electrones, pero en algunos casos, es má s ilustrativo
ver la corriente como un movimiento de deficiencias del electró n de á tomo a á tomo.
Un á tomo con deficiencias en un semiconductor se llama hueco. Estos huecos se
mueven generalmente de los polos eléctricos positivos a los negativos.
Dicho de otra manera, los electrones son las partículas má s pequeñ as que se
encuentran dentro de los á tomos. Los á tomos consisten de protones (cargados
positivamente), neutrones (sin carga) y los electrones (cargados negativos). Puedes
imaginar los á tomos como si fueran un planeta donde tiene algunos meteoritos
orbitando a su alrededor. El planeta representa el nú cleo el cual consiste de protones
y neutrones, y los meteoros orbitando son los electrones. Dichos electrones se mueven
a gran velocidad alrededor del nú cleo.
Sin embargo, los electrones no escapan a la influencia del nú cleo porque está n atados
por fuerzas que los mantienen en una continua ó rbita.
Los electrones tienen una masa pequeñ a respecto al protó n, y su movimiento genera
corriente eléctrica en la mayoría de los metales. Estas partículas desempeñ an un papel
primordial en la química ya que definen las atracciones con otros á tomos. la
electricidad consta de dos partes positiva y negativa los electrones es la positiva y los
neutrones la negativa son ciclos iguales
Electrones de conducción y huecos
Entre los semiconductores comunes se encuentran elementos químicos y compuestos,
como el silicio, el germanio, el selenio, el arseniuro de galio, el seleniuro de cinc y el
telururo de plomo. El incremento de la conductividad provocado por los cambios de
temperatura, la luz o las impurezas se debe al aumento del nú mero de electrones
conductores que transportan la corriente eléctrica. En un semiconductor
característico o puro como el silicio, los electrones de valencia (o electrones
exteriores) de un á tomo está n emparejados y son compartidos por otros á tomos para
formar un enlace covalente que mantiene al cristal unido. Estos electrones de valencia
no está n libres para transportar corriente eléctrica. Para producir electrones de
conducció n, se utiliza la luz o la temperatura, que excita los electrones de valencia y
provoca su liberació n de los enlaces, de manera que pueden transmitir la corriente.
Las deficiencias o huecos que quedan contribuyen al flujo de la electricidad (se dice
que estos huecos transportan carga positiva). É ste es el origen físico del incremento
de la conductividad eléctrica de los semiconductores a causa de la temperatura.
Dopar
Otro método para obtener electrones para el transporte de electricidad consiste en
añ adir impurezas al semiconductor o doparlo. La diferencia del nú mero de electrones
de valencia entre el material dopante (tanto si acepta como si confiere electrones) y el
material receptor hace que crezca el nú mero de electrones de conducció n negativos
(tipo n) o positivos (tipo p). Este concepto se ilustra en el diagrama adjunto, que
muestra un cristal de silicio dopado. Cada á tomo de silicio tiene cuatro electrones de
valencia (representados mediante puntos). Se requieren dos para formar el enlace
covalente. En el silicio tipo n, un á tomo como el del fó sforo (P), con cinco electrones de
valencia, reemplaza al silicio y proporciona electrones adicionales. En el silicio
tipo p, los á tomos de tres electrones de valencia como el aluminio (Al) provocan una
deficiencia de electrones o huecos que se comportan como electrones positivos. Los
electrones o los huecos pueden conducir la electricidad.
Cuando ciertas capas de semiconductores tipo p y tipo n son adyacentes, forman un
diodo de semiconductor, y la regió n de contacto se llama unió n pn. Un diodo es un
dispositivo de dos terminales que tiene una gran resistencia al paso de la corriente
eléctrica en una direcció n y una baja resistencia en la otra. Las propiedades de
conductividad de la unió n pn dependen de la direcció n del voltaje, que puede a su vez
utilizarse para controlar la naturaleza eléctrica del dispositivo. Algunas series de estas
uniones se usan para hacer transistores y otros dispositivos semiconductores como
células solares, lá seres de unió n pn y rectificadores.
Los electrones intervienen en una gran variedad de fenó menos físicos y químicos. Se
dice que un objeto está cargado eléctricamente si sus á tomos tienen un exceso de
electrones (posee carga negativa) o un déficit de los mismos (posee carga positiva). El
flujo de una corriente eléctrica en un conductor es causado por el movimiento de los
electrones libres del conductor. La conducció n del calor también se debe
fundamentalmente a la actividad electró nica. El estudio de las descargas eléctricas a
través de gases enrarecidos en los tubos de vacío fue el origen del descubrimiento del
electró n. En los tubos de vacío, un cá todo calentado emite una corriente de electrones
que puede emplearse para amplificar o rectificar una corriente eléctrica
(véase Rectificació n). Si esa corriente se enfoca para formar un haz bien definido, éste
se denomina haz de rayos cató dicos. Si se dirige el haz de rayos cató dicos hacia un
objetivo adecuado se producen rayos X; si se dirigen hacia la pantalla fluorescente de
un tubo de televisió n, se obtienen imá genes visibles. Las partículas beta que emiten
algunas sustancias radiactivas son electrones.
Los electrones también intervienen en los procesos químicos. Una reacció n química de
oxidació n es un proceso en el cual una sustancia pierde electrones, y una reacció n de
reducció n es un proceso en el cual una sustancia gana electrones.
En 1897 Joseph John Thomson realizó su famoso experimento con un tubo de rayos
cató dicos, un tubo de cristal al que le había hecho el vacío y cuando las placas
metá licas del tubo se conectaban a una batería y se generaba corriente eléctrica, podía
observarse que el interior del tubo comenzaba a brillar.
Thomson pensó que los rayos cató dicos eran partículas infinitesimales que se
producían en el cá todo y eran atraídas hacia el á nodo, descubrió ademá s que la
trayectoria de estas partículas se alteraba si eran expuestas a un campo eléctrico,
Thomson llamó a esas partículas "corpú sculos". Tiempo después esos corpú sculos
serian conocidos como electrones, así es comú n en la historia de la física considerar a
Thomson como el descubridor del electró n.
el nombre "electrón" fue introducido por
George J. Stoney en 1891 y en 1894 fue
retomado por el teórico británico Joseph
Larmor para denotar las características
electromagnéticas del éter
Modelo de Thomson
El electró n no es una partícula de la realidad tal cual es, sino un concepto cambiante,
que es muchas cosas diferentes a lo largo del tiempo. El trabajo del científico no es
"descubrir" los secretos de una realidad ya dada, sino la de construir teorías y
explorar en que sentido corresponden con el mundo, pero esta correspondencia no es
una sola.
Oersted había escrito que el efecto magnético de una corriente eléctrica que circula
por un alambre conductor se esparce en el espacio fuera del alambre. De esta forma la
aguja de una brú jula lo podrá sentir y girar debido a la fuerza que experimenta.
Por otro lado, ya desde tiempos de Gilbert se habían hecho experimentos como el
mencionado en el capítulo IV, el de una barra magnética con limaduras de hierro,
donde se puede apreciar que las limaduras se orientan a lo largo de ciertas líneas.
una de las partículas se mueve y cambia la distancia entre ellas, la fuerza cambia
instantá neamente al nuevo valor dado en términos de la nueva distancia entre ellas.
Antes de Faraday la idea de las líneas de fuerza se había tratado como un artificio
matemá tico. Estas líneas de fuerza ya se habían definido de la siguiente forma:
supongamos que hay una fuerza entre dos tipos de partículas, por ejemplo, eléctricas.
Sabemos que si son de cargas iguales se repelen, mientras que si sus cargas son
opuestas se atraen. Consideremos una partícula eléctrica positiva (Figura 8(a)), que
llamaremos 1. Tomemos ahora otra partícula, la 2, también positiva, pero de carga
mucho menor que la 1. A esta partícula 2 la llamaremos de prueba, pues con ella
veremos qué pasa en el espacio alrededor de la partícula 1. La fuerza entre ellas se
muestra en la figura. Ahora dejemos que la partícula de prueba se mueva un poco.
Debido a que es repelida por la 1 se alejará y llegará a una nueva posició n que se
muestra en la figura 8(b). Si se vuelve a dejar que la partícula de prueba se mueva un
poco llegará a otra posició n, y así sucesivamente. La trayectoria que sigue la partícula
de prueba al moverse en la forma descrita es una línea de fuerza. Nos damos cuenta de
que la fuerza que experimenta la partícula de prueba es siempre tangente a la línea de
fuerza. Ahora podemos repetir la experiencia colocando la partícula de prueba en otro
lugar y así formar la línea de fuerza correspondiente. De esta manera podemos llenar
todo el espacio que rodea a la partícula 1 de líneas de fuerza, y nos percatamos de que
todas ellas salen de la partícula 1.
En cada caso la fuerza que experimentaría una partícula de prueba de carga positiva
que se colocara en cualquier punto del espacio tendría una direcció n que sería
tangente a la línea de fuerza en ese punto.
Podemos por tanto afirmar que para cualquier distribució n de carga la(s) partícula(s)
crea(n) una situació n en el espacio a su alrededor tal, que si se coloca una partícula de
prueba en cualquier punto, la fuerza que experimenta la partícula de prueba es
tangente a la línea de fuerza. Se dice que cualquier distribució n de carga eléctrica crea
a su alrededor una situació n que se llama campo eléctrico.
De manera completamente aná loga se pueden definir las líneas de fuerza magnéticas.
Al colocar una limadura de hierro ésta se magnetiza y se orienta en una direcció n
tangente a la línea de fuerza. Las limaduras de hierro desempeñ an el papel de sondas
de prueba para investigar qué situació n magnética se crea alrededor de los agentes
que crean el efecto magnético. En el capítulo anterior hablamos del efecto magnético
que se produce en el espacio. Este efecto es el campo magnético.
Fue Faraday quien proporcionó una realidad física a la idea de campo, y basá ndose en
ello se dio cuenta de que si se cambia la posició n física de cualquier partícula eléctrica
en una distribució n, entonces el campo eléctrico que rodea a ésta también deberá
cambiar y por tanto, al colocar una partícula de prueba en cualquier punto, la fuerza
que experimenta cambiará . Sin embargo, a diferencia de la acció n a distancia, estos
cambios tardan cierto intervalo de tiempo en ocurrir, no son instantá neos. Otro
ejemplo es cuando una corriente eléctrica que circula por un alambre cambia
abruptamente. Faraday se preguntó si el cambio en el campo magnético producido
ocurría instantá neamente o si tardaba en ocurrir, pero no pudo medir estos intervalos
de tiempo ya que en su época no se disponía del instrumental adecuado. (Incluso hizo
varios intentos infructuosos por diseñ ar un instrumento que le sirviera a este
propó sito al final de su vida.) Sin embargo, no tuvo la menor duda de que en efecto
transcurría un intervalo finito de tiempo en el que se propagaba el cambio. Así,
Faraday argumentó que la idea de acció n a distancia no podía ser correcta.
Faraday dio otro argumento para rechazar la idea de acció n a distancia. La fuerza
entre dos partículas eléctricamente cargadas no solamente depende de la distancia
entre ellas sino también de lo que haya entre ellas. Si las partículas está n en el vacío, la
fuerza tendrá cierto valor, pero si hay alguna sustancia entre ellas el valor de la fuerza
cambiará . Faraday realizó varios experimentos para confirmar sus afirmaciones.
Escribió que el medio que se encuentre entre las partículas causa una diferencia en la
transmisió n de la acció n eléctrica, lo que ocasiona que no pueda haber acció n a
distancia. Por lo tanto, la acció n entre las partículas se debe transmitir, punto a punto,
a través del medio circundante.
Fue en 1837 que Faraday propuso la idea de que la línea de fuerza tenía realidad
física. Con ello demostró tener una gran intuició n física para entender los fenó menos
electromagnéticos. Hay que mencionar que debido a que no tenía preparació n
matemá tica adecuada, por no haber asistido a una escuela de enseñ anza superior,
Faraday no pudo desarrollar la teoría matemá tica del campo electromagnético, hecho
que tuvo que esperar hasta Maxwell. Sin embargo, tuvo el genio extraordinario para
describir esta idea de manera grá fica.