Teoría de La Personalidad de Erich Fromm
Teoría de La Personalidad de Erich Fromm
Teoría de La Personalidad de Erich Fromm
La teoría de Fromm es más bien una combinación de Freud y Marx. Por supuesto,
Freud enfatizó sobre el inconsciente, los impulsos biológicos, la represión y
demás. En otras palabras, Freud postuló que nuestro carácter estaba determinado
por la biología. Por otro lado, Marx consideraba a las personas como
determinados por su sociedad y más especialmente por sus sistemas económicos.
(Díaz, 2007).
DiCaprio (2000) Fromm añadió a estos dos sistemas deterministas algo bastante
extraño a ellos: la idea de libertad. Él animaba a las personas a trascender los
determinismos que Freud y Marx les atribuían. De hecho, Fromm hace de la
libertad la característica central de la naturaleza humana.
Históricamente hablando esta simple pero dura vida empieza a perfilarse durante
el Renacimiento, donde las personas empiezan a considerar a la humanidad como
el centro del universo, en vez de Dios. En otras palabras, no solamente nos
llevamos de ir a la iglesia (o a cualquier otra institución tradicional) para buscar el
camino que vamos a seguir. Después vino la Reforma, que introdujo la idea de
cada uno de nosotros éramos responsables individualmente de la salvación de
nuestra alma. Y luego sobrevinieron las revoluciones democráticas tales como la
Revolución Americana y la francesa. En este momento parece que estamos
supuestos a gobernarnos a nosotros mismos. Posteriormente vino la Revolución
Industrial y en vez de trillar los cereales o de hacer cosas con nuestras manos,
teníamos que vender nuestro trabajo a cambio de dinero. De repente, nos
convertimos en empleados y consumidores. Luego vinieron las revoluciones
socialistas tales como la rusa y la china, que introdujeron la idea de la economía
participativa. Además de ser responsable de tu manutención, tenías que
preocuparte de tus empleados.
Así, tras casi 500 años, la idea del individuo, con pensamientos, sentimientos,
consciencia moral, libertad y responsabilidad individuales, se estableció. Pero
junto a la individualidad vino el aislamiento, la alienación y la perplejidad. La
libertad es algo difícil de lograr y cuando la tenemos nos inclinamos a huir de ella.
El hombre nace como una extrañeza de la naturaleza; siendo parte de ella y al
mismo tiempo trascendiéndola. Él debe hallar principios de acción y de toma de
decisiones que reemplacen a los principios instintivos. Debe tener un marco
orientativo que le permita organizar una composición consistente del mundo como
condición de acciones consistentes. Debe luchar no solo contra los peligros de
morir, pasar hambre y lesionarse, sino también de otro peligro específicamente
humano: el de volverse loco. En otras palabras, debe protegerse a sí mismo no
solo del peligro de perder su vida, sino de perder su mente. (DiCaprio, 2000).
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Erickson es un psicólogo del Yo freudiano. Esto significa que acepta las ideas de
Freud como básicamente correctas, incluyendo aquellas debatibles como el
complejo de Edipo, así como también las ideas con respecto al Yo de otros
freudianos como Heinz Hartmann y por supuesto, Anna Freud.
Cada fase comprende ciertas o funciones que son psicosociales por
naturaleza. Aunque Erickson les llama crisis por seguir la tradición freudiana, el
término es más amplio y menos específico. Por ejemplo, un niño escolar debe
aprender a ser industrioso durante ese periodo de su vida y esta tendencia se
aprende a través de complejas interacciones sociales de la escuela y la familia.
Las diversas tareas descritas por el autor se establecen en base a dos términos:
una es la tarea del infante, llamada ³confianza-desconfianza´. Al principio resulta
obvio pensar que el niño debe aprender a confiar y no a desconfiar. Pero Erickson
establece muy claramente que debemos aprender que existe un balance.
Ciertamente, debemos aprender más sobre la confianza, pero también
necesitamos aprender algo de desconfianza de manera que no nos convirtamos
en adultos estúpidos.
Si pasamos bien por un estadio, llevamos con nosotros ciertas ! o fuerzas
psicosociales que nos ayudaran en el resto de los estadios de nuestra vida. Por el
contrario, si no nos va tan bien, podremos desarrollar ! o
!!, así como poner en peligro nuestro desarrollo faltante. De las dos,
la malignidad es la peor, ya que comprende mucho de los aspectos negativos de
la tarea o función y muy poco de los aspectos positivos de la misma, tal y como
presentan las personas desconfiadas. La mal adaptacion no es tan mala y
comprende más aspectos positivos que negativos de la tarea, como las personas
que confían demasiado.
En él intervienen principalmente las funciones psíquicas, así como la acción del
ambiente. A partir de esos elementos se desarrollan los factores individuales, que
conforman el particular modo de reaccionar y enfrentar la vida que presenta una
persona.
Existe una relación indispensable entre cuerpo y mente; el carácter posee también
una base biológica que depende de elementos orgánicos como la constitución
física y el temperamento.
El temperamento es la base biológica del carácter y está determinado por los
proceso fisiológicos y factores genéticos que inciden en las manifestaciones
conductuales.
Corresponde al predominio de la sangre: físicamente son individuos de estatura
inferior a la media, buena musculatura, figura proporcionada. En sus
manifestaciones de carácter presenta tendencia a la irreflexión, es sociable, poco
tenaz y persistente.
Predomina en él lo que Hipócrates llamaba la "bilis negra", se conoce también
como tipo nervioso. Físicamente es delgado, de estatura normal o superior a la
media, con tendencia a la palidez.
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Predomina en su organismo la "bilis amarilla". De estatura normal o superior a la
media; la piel presenta un tono amarillento.
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Físicamente tienen tendencia a la obesidad, aunque pueden existir tipos delgados.
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Según Fromm (citado por Lartigue y Michaca, 2007), cada una de las
orientaciones no productivas es un tipo de carácter defectuoso, el tipo de carácter
saludable es de orientación productiva. Si algunas funciones básicas se detienen,
estos procesos frustrados permanecen como origen de los problemas para el
individuo. El carácter total de una persona puede estar centrado en un modo
particular de actividad. Cada una de las orientaciones no productivas representa
un fracaso en una de las tareas básicas de la vida.
.
Ejemplo: reírle los chistes malos o buscar continuamente puntos en común. Que le
gusta esquiar, pues como no has esquiado nunca dices: tengo un juego en la
consola de esquí que es mi favorito. Que le gusta el submarinismo, le cuentas que
pasas horas mirando la pecera.
. Ejemplo: que quiere
tener cinco hijos, no le digo que me quiero hacer la vasectomía/ligadura de
trompas y que hijos no es un concepto que interprete bien mi lado izquierdo del
cerebro. Que se lleva muy bien con ³mamá´, no le preguntas cuál es el radio de su
cordón umbilical (que no le cortaron nunca).
S
Este punto está emparentado con el anterior, pero se refiere a
cómo se encaran ciertas cosas de la relación: no queremos estar reeducando a estas
alturas. Quién paga las roscas (palomitas) en el cine, si vamos a vivir juntos o
seguimos viviendo en casas aparte, quién se encarga de comprar y quién de lavar,
qué quieres de mí, etc. Y por favor, discusiones adolescentes, no (aunque añoramos
la adolescencia).
. Me niego a tener que establecer nuevas pautas
de una vida que vivo como deseo por tener que compartirla contigo. ¿Acaso no te
gusté así, como era antes? No significa que no podamos negociar, pero recuerda:
negociar es que yo doy algo a cambio de otra cosa, no que yo ceda.
. Sí, quiero que me quieras, sin aduanas ni fronteras,
porque sí, que me lo digas, que me acaricies, que me toques, que te comprometas,
que mantengamos la complicidad, que no te escondas en la cueva o te líes en un
discurso ambiguo.
!
Si tengo a alguien, que sea para mejorar mi vida sin pareja,
que me produzca beneficios espirituales, serene mi ansiedad, me dé alegrías y
lugares de encuentro con sus desencuentros.
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: El amor propio, amor compasivo, es, desde el punto de vista
de la psicología humanista, el sano amor hacia uno mismo. Aparece situado como
prerrequisito de la autoestima y, en cierto contexto, como sinónimo de ésta. Es
algo positivo para el desarrollo personal e indispensable para las buenas
relaciones interpersonales,15 y no debe confundirse con el narcisismo, que
conlleva egocentrismo y que coincide con una autoestima baja.26 Para el budismo,
que califica al ego como una mera ilusión de nuestra mente, el amor real, amor
compasivo, sólo existe cuando se dirige hacia otra persona, y no hacia uno mismo.
Para el psicoanálisis, que, de forma completamente opuesta al budismo, califica al
ego como la única realidad, el amor autopersonal siempre es narcisismo, que
puede ser, a su vez, saludable o no saludable.
: Amor espiritual que, según diferentes religiones, todas las
personas pueden llegar a profesar al medio natural y que los grandes místicos
experimentan como expresión del nirvana, éxtasis o iluminación, estados de
conexión absoluta con el universo o con Dios. Es una manifestación sublime en la
que se eclipsan o confluyen el resto de las manifestaciones. Eckhart Tolle sostiene
que el amor, como estado continuo, aún es muy raro y escaso, tan escaso como
un ser humano consciente.31
.
.
c
hombre emergió por primera vez del mundo animal como un producto raro de la
naturaleza. Habiendo perdido la mayor parte del equipo instintivo que regula las
actividades del animal, es más impotente, peor equipado que la mayor parte de los
animales, para la lucha por la vida. Pero ha desarrollado la capacidad de pensar, la
imaginación y la consciencia, lo que constituyó la base para transformar a la
naturaleza y a sí mismo. Durante muchos miles de generaciones el hombre vivió de la
caza y de recolectar sus alimentos. Aún estaba atado a la naturaleza y sentía miedo a
verse arrojado de ella. Se identificaba con los animales y ado- raba como dioses a
esos representantes de la naturaleza. Después de mucho tiempo de lento desarrollo,
empezó a cultivar el suelo, a crear un nuevo orden social y religioso basado en la
agricultu- ra y en la cría de animales. Durante ese período adoró a diosas portadoras
de la fertilidad natural, se sentía a sí mismo como el hijo que dependía de la fertilidad
de la tierra, del seno dispensa- dor de vida de la Madre. En determinado momento,
hace unos cuatro mil años, se produjo un cambio decisivo en la historia del hombre:
dio un nuevo paso en el lento y prolongado proceso de su emergencia de la
naturaleza. Rompió sus vínculos con la natu- raleza y con la Madre, y se señaló a sí
mismo una nueva meta, la de acabar de nacer del todo, de despertar completamente,
de ser plenamente humano, de ser Ubre. La razón y la conciencia se convirtieron en
los principios que le deberían guiar; su objetivo fue una sociedad unida por los
vínculos del amor fraternal, de la justicia y de la verdad, un hogar nuevo y
verdaderamente hu- mano, que sustituyera al hogar irrecuperable, perdido con la
naturaleza. Y más tarde, otra vez, unos quinientos años antes de Cristo, la idea de la
unidad del género humano, y de un principio espiritual unificador subyacente en toda
realidad, asumió expresiones nue- vas y más desarrolladas en los grandes sistemas
religiosos de la India, Grecia, Palestina, Persia y China. Lao-tsé, Buda, Isaías,
Heráclito y Sócrates, y después, en suelo palestino, Jesús y los apóstoles;
Quetzalcóatl en suelo americano; y más tarde aún, en 292
SUMARIO ~ CONCLUSIÓN 293 suelo árabe, Mahoma, todos enseñaron las ideas de
la unidad del hombre, de la razón, del amor y de la justicia, como metas que el
hombre debe esforzarse en alcanzar. El norte de Europa pareció dormido durante
largo tiempo. Al fin llegaron a él las ideas griegas y cristianas, y transcurrieron más de
mil años antes de que Europa se saturara de ellas. Hacia el año 1500 d. c. empezó
una época nueva. El'hombre descu- brió a la naturaleza y al individuo, y echó los
cimientos de las ciencias naturales, que empezaron a transformar la faz de la tie- rra.
El mundo cerrado de la Edad Media se hundió, desapareció el cielo que le daba la
unidad, el hombre halló un nuevo principio unificador en la ciencia, y comenzó a
buscar una nueva unidad en la unificación social y política del mundo, y en el dominio
de la naturaleza. La conciencia moral, legado de la tradición ju- deo-cristiana, y la
conciencia intelectual, legado de la tradición griega, se fusionaron y produjeron un
florecimiento de creacio- nes humanas que el hombre no había conocido nunca
anterior- mente. Europa, la hija menor de la humanidad, culturalmente hablan- do,
creó tal riqueza y tales armas, que se hizo dueña del resto del mundo durante unos
centenares de años. Pero una vez más, a mediados del siglo xx, está ocurriendo un
cambio radical, un cam- bio mayor que cuantos tuvieron lugar en el pasado. Las
técnicas nuevas sustituyeron el uso de la energía física de los animales y de los
hombres, por la del vapor, el petróleo y la electricidad; crearon medios de
comunicación que reducen la tierra al tama- ño de un continente, y a la especie
humana a una sociedad en que el destino de un grupo es el destino de todos; crearon
dispo- sitivos maravillosos que permiten llevar a todos los individuos de la sociedad el
mejor arte, la mejor literatura y la mejor música; crearon fuerzas productoras que
pennitirán a todo el mundo te- ner una existencia material digna, y reducir el trabajo
en tal gra- do, que sólo ocupará una fracción del día del hombre. Pero ahora, cuando
el hombre parece haber alcanzado el co- mienzo de una era humana nueva, más rica
y más feliz, su exis- tencia y la de las generaciones futuras está más amenazada que
nunca. ¿Cómo es posible esto? El hombre ha conquistado su libertad frente a las
autoridades clericales y seculares, y sólo tiene como jueces su razón y su conciencia;
pero siente miedo ante la libertad recientemente con- quistada; ha conquistado la
"libertad de", sin haber conseguido aún la "libertad para": para ser él mismo, para ser
productivo, para estar plenamente despierto. Y así, trato de huir de la líber-
296 SUMARIO ^ CONCLUSIÓN A mediados del siglo xx, han surgido dos grandes
colosos so- ciales que, temiéndose el uno al otro, buscan la seguridad en un rearme
militar incesante y cada vez mayor. Los Estados Unidos y sus aliados son más ricos:
su nivel de vida es más elevado, su interés por el confort y el placer es mayor que el
de sus rivales, la Unión Soviética y sus satélites, y la China. Ambos rivales pretenden
que sus regímenes le ofrecen al hombre la salvación definitiva y le garantizan el
paraíso del futuro. Ambos pretenden que el adversario representa exactamente lo
contrario a lo que él mismo representa, y que hay que acabar con su régimen ²a la
corta o a la larga² si ha de salvarse la humanidad. Ambos riva- les hablan de
acuerdo con los ideales del siglo xix: Occidente en nombre de las ideas de la
Revolución Francesa, de la libertad, la razón y el individualismo; Oriente en nombre
de las ideas so- cialistas de solidaridad e igualdad. Los dos consiguen apoderarse de
la imaginación y de la fidelidad fanática de centenares de millones de hombres. Existe
actualmente una diferencia decisiva entre los dos re- gímenes. En el mundo
occidental hay libertad para manifestar ideas críticas acerca del régimen vigente. En
el mundo soviéti- co, la crítica y la manifestación de ideas disidentes están supri-
midas por la fuerza bruta. En consecuencia, el mundo occidental lleva en sí la
posibilidad de un cambio pacífico y progresivo, mientras que en el mundo soviético
esa posibilidad casi no existe; en el mundo occidental la vida del individuo está Ubre
del miedo a la cárcel, a las torturas o a la muerte, que tiene ante sí todo individuo de
la sociedad soviética que no haya llegado a ser un autómata que funcione a la
perfección. Ciertamente, en el mundo occidental la vida ha sido, y es todavía muchas
veces, tan rica y alegre como lo haya sido en cualquier momento de la historia
humana; la vida en el régimen soviético nunca puede ser alegre, como no puede
serlo, ciertamente, donde el verdugo acecha de- trás de la puerta. Pero sin ignorar las
enormes diferencias que existen hoy en- tre el capitalismo libre y el comunismo
autoritario, sería ceguera no ver las analogías, especialmente tal como se anuncian
para lo futuro. Ambos regímenes se basan en la industrialización, y su meta es una
eficacia económica y una riqueza sin cesar crecien- tes. Son sociedades gobernadas
por una clase directorial y por políticos profesionales. Ambas son totalmente
materialistas en cuanto a sus puntos de vista, a pesar de la ideología cristiana en
Occidente y del mesianismo secular en Oriente. Ambas orga- nizan al hombre en un
sistema centralizado, en grandes fábri-
298 SUMARIO ~ CONCLUSIÓN esquizoide. El peligro del pasado estaba en que los
hombres se convirtieran en esclavos. El peligro del futuro está en que los hombres se
conviertan en robots o autómatas. Cierto es que los autómatas no se rebelan. Pero,
dada la naturaleza del hom- bre, los robots no pueden vivir y pennanecer cuerdos: se
con- vierten en "Golems", destruirán su mundo y a sí mismos porque no pueden
resistir el tedio de una vida sin sentido. Nuestros peligros son la guerra y el
"roborismo". ¿Cuál es la alternativa para esta situación? Salir de la rutina en que nos
mo- vemos y dar el paso siguiente hacia el nacimiento y autorrea- lización de la
humanidad. La primera condición es la abolición de la amenaza de guerra que pende
ahora sobre todos nosotros y paraliza la fe y la iniciativa. Debemos tomar la
responsabilidad de la vida de todos los hombres y desarrollar en escala interna- cional
lo que todos los grandes países han creado internamente: una participación relativa
en la riqueza y un nuevo y más jus- to reparto de los recursos económicos. Esto debe
conducir fi- nalmente a formas de planificación y cooperación económica
internacionales, a fonnas de gobierno mundial y al desarme ab- soluto. Debemos
conservar el método industrial; pero debemos descentralizar el trabajo y el estado,
para darles proporciones bu- memas, y permitir la centralización únicamente hasta un
punto óptimo que es necesario a causa de las exigencias de la indus- tria. En la
esfera económica necesitamos la codirección de todos los que trabajan en una
empresa, v permitir su participación activa y responsable. Pueden encontrarse las
formas nuevas que exige dicha participación. En la esfera política, la vuelta a las
asambleas locales, creando miles de grupos pequeños que estén bien informados,
que discutan, y cuyas decisiones se integran en una nueva "cámara baja". Un
renacimiento cultural debe rom- binar la educación de los jóvenes en el trabajo, la
educación de los adultos, y un sistema nuevo de arte popular y de ritual secular en
todo el ámbito de la nación. Nuestra única alternatia para el peligro del "robotismo" es
c! comunitarismo humanista. El problema primordial no es el pro- blema legal de la
propiedad, ni el de participar en las iitilidades, sino el de compartir el trabujo y la
experiencia. Deben nperaise cambios en la propiedad, en la medida en que sean
necesarios para crear una comunidad de trabajo y para impedir que el mó- vil de la
ganancia oriente la producción en direcciones social- mente perjudiciales. Deben
igualarse los ingresos en la medida necesaria para dar a todo el mundo la base
material de una vida digna, evitando así que las diferencias económicas produzcan
una