Sistemas Normativos Que Rigen A La Sociedad

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Sistemas normativos que rigen a la sociedad

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO


 
SISTEMAS NORMATIVOS QUE RIGEN A LA SOCIEDAD
TEMA II
 
2.1.    Clasificación General de las normas
2.1.1.   Moral, religión y convencionalismos sociales.
2.1.2.   Diferencias entre moral y derecho.
2.2.    Características de las normas
2.2.1.   Exterioridad e interioridad
2.2.2.   Autónomas y Heterónomas
2.2.3.   Coercibles e Incoercibles
2.2.4.   Unilaterales y Bilaterales
 
Introducción
 Normas son instrumento fundamental en la organización social que permite la
convivencia entre los hombres ordenándole al individuo en cada ocasión lo que
debe o no debe hacer.
 García Maynez estima que la palabra Norma suele usarse en dos sentidos:
 Sentido Amplio (lato sensu): Aplícase a toda regla de comportamiento
obligatoria o no.  Por  ejemplo: Las reglas técnicas que prescriban un hacer.
             Ejemplo 1: Las reglas técnicas, indican la conducta que es forzoso
emplear para conseguir un propósito, más no prejuzgan si es lícito o ilícito
proponerse el fin que se trate. Ejemplo: Para hacer tortillas tengo que utilizar…
 Ejemplo 2: Las reglas técnicas, previenen la forma más adecuada de hacer
bien una cosa, por ejemplo la serie de medidas que el médico debe tomar para
realizar con éxito una intervención.
 Sentido Estricto (Stricto Sensu): Norma es aquella regla de conducta que
impone deberes o confiere derechos. Ejemplos. Reglas de etiqueta, de
urbanidad, jurídicas, etc.
      *NORMAS DE ETIQUETA.- Las impone el decoro, el amor propio y otros
sentimientos de grupo, su violación tiene como sanción  el ridículo.
      *NORMAS MORALES: Son de orden individual constituyen deberes
impuestos por los sentimientos de moralidad del grupo social para su propio
bienestar.
 
     *NORMAS RELIGIOSAS: Son preceptos dictados por dios a los hombres,
su violación está sancionada con el premio o con el castigo en la vida eterna.
      *NORMAS JURIDICAS: Rigen y coordinan la conducta social de los
individuos, son creadas y aplicadas por los poderes estatales con facultades de
coacción para conseguir su observancia.
 
2.1.    Clasificación General de las normas
           2.1.1.   Moral, religión y convencionalismos sociales.
 Para que el ser humano pueda armonizar en su entorno se vuelve necesario
que su conducta esté siendo controlada. Pero esa conducta no necesariamente
está siendo controlada por el Derecho; en ese control también intervienen
normas morales, normas religiosas y los denominados convencionalismos
sociales.  Este tipo de normas tienen algunas diferencias entre sí, por tanto no
existe coincidencia alguna en sus características. Bueno, sólo en una coinciden
y es el mismo hecho de regular la conducta del individuo en sociedad. A
continuación se tratará de establecer con claridad las características de dichas
normas.
 Normas morales.-  Las normas morales tienen una finalidad ética, pues sólo
buscan la realización del bien, pues sólo se dirigen a la conciencia de los
individuos, ya que el obligado es el juez de su propia conducta y no hay
ninguna persona autorizada para exigir su cumplimiento.
 El orden moral es el que debe producirse dentro de la conciencia, dentro de la
intimidad, entre los deberes por una parte, y los afanes, las motivaciones y los
afectos, por otra parte; es el orden interior de nuestra vida personal auténtica;
es decir, de la vida que cada cual vive por su propia cuenta de modo
intransferible y único.  La moral aspira a crear una situación de paz; pero la paz
de la moral, el deber se impone por razón del sujeto llamado a cumplir ese
deber, porque se estima que tal conducta constituye una condición para la
realización de los más altos fines del hombre.  Así, sucede que en la moral no
existe propiamente un sujeto titular de una pretensión o de una exigencia frente
a la conducta del obligado.  Resulta que el motivo de la norma moral y del
deber que ésta impone es el bien del sujeto obligado.  Los mandatos morales
se inspiran de igual modo de una idea capital del bien; tratan de conducir al
hombre a la consecuencia de ese bien, influyendo en su conducta para con sus
semejantes y para con él mismo.
 Normas religiosas: El ser humano no solamente necesita participar y
comunicarse con sus semejantes, sino que también del apoyo y guía de entes
superiores a él, tales como Dios.
 Dice la doctrina cristiana, que si el ser humano se comporta de acuerdo a sus
postulados recibirá como premio, la vida eterna. Para alcanzar tal vida, el
medio idóneo es precisamente el cumplimiento de los postulados mencionados
a través de las normas religiosas.
 Las normas religiosas, por su naturaleza, participan en gran parte de los
rasgos de las normas morales, ya que el contenido de ambas tiene como fin los
aspectos interiores de los individuos. Así tenemos que estas normas, al igual
que las morales, se diferencian de las normas jurídicas en su unilateralidad,
interioridad e incoercibilidad y sólo se identifican con el derecho en su
heteronomía.
 Normas del trato social: Este tipo de normas ha sido analizado por diversos
autores, con diferentes enfoques y denominaciones: usos sociales, normas
convencionales, convencionalismos sociales y reglas del trato social.  Respecto
de su naturaleza se les ha clasificado en forma paralela a las jurídicas,
considerándolas una etapa embrionaria de las normas jurídicas, o como una
degeneración de las mismas.
 Son prácticas colectivas a las que la sociedad les atribuye cierta fuerza
vinculante, son disposiciones que regulan conductas en la sociedad relativas a
la urbanidad, a la cortesía, al decoro, a la moda, a la corrección  de maneras, a
la gentileza, el compañerismo, la galantería, etc.; éstas surgen normalmente a
través de la costumbre, son numerosas y no tienen una codificación precisa;
podríamos decir que tienen por objeto el saber conducirse en sociedad; así por
ejemplo: el adecuado comportamiento en las comidas, el saludo entre los
conocidos, la forma de vestir en diferentes ocasiones, etc.  Se ha dicho también
que son modos de proceder que adopta espontáneamente un grupo para hacer
más previsible y humana la convivencia y que los anima un espíritu de civilidad
para hacerla más grata.
  
2.1.2.     Diferencias entre moral y derecho.
 a) Unilateralidad de la Moral y Bilateralidad del Derecho
 ¿En que consiste la unilateralidad de las normas morales (reglas éticas)?
Se hace consistir en que frente al sujeto a quien obligan no hay otra persona
autorizada para exigirle el cumplimiento de sus deberes.
 ¿En que consiste la bilateralidad de las normas jurídicas (derecho)?
Son bilaterales porque imponen deberes correlativos de facultades o conceden
derechos correlativos de obligaciones.
 Ejemplo 1: Cuando decimos “HONRARÁS A TUS PADRES” y “EL QUE
FALTA AL CUMPLIMIENTO DE UNA OBLIGACIÓN ES RESPONSABLE DEL
PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS”, estamos en presencia de una norma
moral y de una norma jurídica.
 En el primer caso, se trata de un deber que tiene el obligado de “HONRAR A
SUS PADRES”.
 En el segundo caso, no sólo se tiene el deber sino que también hay la deuda,
y esto es así porque frente al obligado de la norma jurídica existe un sujeto
pretensor que tiene el derecho o la facultad, para exigir el pago de la deuda
que, en el caso, es el de daños y perjuicios por el incumplimiento de la
obligación. Como consecuencia hay dos sujetos en la relación jurídica creada
por la norma: un sujeto pretensor a quien se le denomina como “sujeto activo” y
un sujeto obligado a quien se le denomina “sujeto pasivo”.
 Por el contrario, frente al obligado moral no existe el sujeto pretensor que
tenga la facultad, como en el caso de la norma jurídica, de exigir del obligado
moral el cumplimiento de su deber. Solamente se da el sujeto pasivo, que es el
que tiene el deber, pero no la deuda, de cumplir con el mandato moral, sin que
pueda concebirse que frente a este obligado o sujeto pasivo, pudiera haber un
sujeto pretensor o sujeto activo.
 Las normas jurídicas además de constituir deberes atribuyen derechos, por lo
que se consideran como normas “IMPERATIVO-ATRIBUTIVAS”. 
IMPERATIVAS, en cuanto constituyen deberes del obligado; y ATRIBUTIVAS
por cuanto constituyen derechos del sujeto pretensor o sujeto activo, o llamado
también “sujeto acreedor”. Por el contrario, las normas morales son tan sólo
imperativas por cuanto únicamente constituyen deberes del obligado.
 Así mismo, en toda norma jurídica existen de hecho dos juicios: uno, que
concede la facultad y otro que impone la obligación. A menudo se entrecruzan
ambos juicios para que el sujeto activo sea también sujeto pasivo; y el sujeto
pasivo sea también sujeto activo.
 Ejemplo 2: En la compraventa el vendedor tiene la facultad, como sujeto activo
o pretensor, de exigir del comprador el pago del precio de la compraventa. El
comprador es el sujeto pasivo de la relación jurídica que guarda con el
vendedor respecto del pago del precio, pero a su vez el propio comprador (que
es el sujeto pasivo  en cuanto al pago del precio) tiene la facultad de exigir del
vendedor la entrega de la cosa, siendo por tanto sujeto activo el que antes
fuera sujeto pasivo; y el vendedor (que era sujeto activo en cuanto al pago del
precio) se convierte en sujeto pasivo en cuanto a la obligación de entregar la
cosa cuyo atributo pertenece  al comprador.
Derecho:                                                         Deber:
Vendedor:                                                     Comprador:
exigir el pago                                              pagar el precio
 
Comprador:                                                       Vendedor:
reclamar la
entrega                                            entregar la cosa
 Por esto decimos que hay normas jurídicas en las cuales los juicios
IMPERATIVO-ATRIBUTIVOS se entrecruzan para que el sujeto activo sea
también pasivo y viceversa.
 
b) Interioridad de la Moral y Exterioridad del Derecho
 Siguiendo con el ejemplo 1, mientras en la moral su cumplimiento debe
coincidir con la voluntad del obligado, en la norma jurídica el resultado es ajeno
a que sea con, sin, o contra, la voluntad del obligado.
 Así, en el ejemplo de norma moral (HONRARÁS A TUS PADRES), sí se
honrará únicamente a los padres con miras al resultado del premio, pero sin la
voluntad del obligado, no se estaría cumpliendo con la norma ética porque para
ello debe atenerse a la voluntad interior del obligado y no al resultado que
tenga el cumplimiento de la obligación moral.
 Por el contrario,  y  tomando el ejemplo de “EL QUE FALTA AL
CUMPLIMIENTO DE UNA OBLIGACIÓN ES RESPONSABLE DEL PAGO DE
DAÑOS Y PERJUICIOS”, el obligado en esta norma cumple con ella aun
cuando en su fuero interno no tuviera la voluntad de pagar los daños y
perjuicios a que se hizo acreedor por no cumplir la obligación principal.
 Quiere decir esto que el cumplimiento de la norma moral no sólo debe coincidir
en lo exterior sino también en lo interior, a diferencia de la norma jurídica cuyo
cumplimiento se divorcia de la voluntad interior del obligado.
 Observamos que en las normas morales prevalece, como factor predominante
de cumplimiento de las mismas, la intención y que por el contrario en las
normas jurídicas el factor predominante no es la intención sino el resultado.
 Así, poco le importa al sujeto pretensor, o sea, al acreedor, que su deudor que
no le cumplió la obligación contraída pagara, sin su voluntad (de mala gana) los
daños y perjuicios con tal de que el incumplidor realizara el pago.  En cambio,
no sucede lo mismo si quien, aparentando honrar a sus padres realiza actos
cuyo resultado aparente son de observancia de la norma, si tales actos
realizados por el obligado no son por su voluntad, la norma ética no se estaría
cumpliendo aun cuando los resultados revelaran lo contrario.
 Podemos concluir que la moral refiérese a la realización de valores personales
(Interioridad) y el derecho Refiérese a la realización de valores colectivos
(Exterioridad)
 
c) Coercibilidad del Derecho e Incoercibilidad de la Moral
 Por coercibilidad entendemos la posibilidad de que la norma sea cumplida en
forma no espontánea, e incluso en contra de la voluntad del obligado.
 Incoercibilidad significa que su cumplimiento ha de efectuarse de manera
espontánea.
 Valiéndonos del mismo ejemplo (HONRARÁS A TUS PADRES), no puede
haber la honra a los padres si éste no se realiza espontáneamente.  La que se
hiciera únicamente por lograr el premio o por temor al castigo, pero sin la
espontaneidad del obligado para el cumplimiento de la norma, por la norma en
sí, estaría en presencia de infracción al precepto ético.
 Por el contrario, en la norma jurídica el cumplimiento de ella, como se ha dicho
antes, puede ser espontáneo o no espontáneo.  Esa posibilidad de
cumplimiento no espontáneo de la obligación es lo que se denomina
coercibilidad del Derecho, independiente de que la norma tengo o no sanción.
 La incoercibilidad de la norma moral implica que no se  puede imponer una
voluntad ajena sobre la voluntad del destinatario del mandato  normativo; es
decir, que si la voluntad del obligado  no acepta realizar la conducta, no se
puede forzar su cumplimiento.
 La coercibilidad consiste en la posibilidad  de hacer cumplir la obligación que
establece la norma aún en contra de la voluntad del obligado; por tanto, cuando
una persona se resiste al mandato de la norma jurídica, puede la autoridad
respectiva forzar su cumplimiento. Así, en el caso del contrato de compra-
venta, cuando alguna de las partes incumple su obligación, el juez puede
ordenar la entrega de la cosa o precio.
 
d) Autonomía de la Moral y Heteronomía del Derecho
 Autonomía(moral): reconocimiento espontáneo de un imperativo creado por la
propia conciencia.  Los preceptos morales con autónomos por que tienen su
fuente en la voluntad de quienes deben acatarlas.
 La autonomía se explican en razón de que estas normas son impuestas al
destinatario por su propia conciencia, puesto que es el propio individuo quien
determina la aceptación de su contenido, por lo que es él mismo quien se dicta
la norma que  ha de observar, toda vez que la autonomía (de auto; por sí
mismo; y nomos: ley, norma), es la facultad de gobernarse por sus propias
normas. De esta manera tenemos que una persona decide rechazar o
imponerse la norma moral que ordena socorrer al prójimo, conforme a su
propia conciencia.
 Heteronomía(derecho): Es sujeción a un querer ajeno, renuncia a la facultad
de autodeterminación normativa.  Las normas del derecho son heterónomas,
ya que su origen no está en el albedrío de los particulares, sino en la voluntad
de un sujeto diferente.
 La heteronomía se manifiesta en que el mandato es impuesto por un sujeto
diferente del obligado; así tenemos que las normas jurídicas son impuestas a
las personas por el poder del Estado, por lo que la voluntad de quien debe
cumplirlas es irrelevante para el derecho. De esta manera el Estado ordena
pagar impuestos o hacer el servicio militar, y las personas tienen la obligación
de cumplir con el mandato, independientemente de su  aceptación racional.
 En conclusión, se pueden identificar las siguientes diferencias:
 1.- La moral establece reglas de conducta tanto del hombre consigo mismo
como en sus relaciones con sus semejantes. El derecho regula las relaciones
entre los individuos solamente. La moral se forma por los principios internos
rectores de la conducta que indican las acciones buenas y malas, para
hacerlas o para evitarlas.
 2.- La moral prohíbe hacer el mal y ordena hacer el bien, el derecho prohíbe
dañar a otros. Por ejemplo, matar, robar, etc.
 3.- La sanción por el incumplimiento de una norma moral es interna, el derecho
sanciona los actos del hombre a través de los órganos públicos con el objeto
de conseguir el cumplimiento de una norma o castigar cuando no se pueda
lograr su cumplimiento.
 4.- La obligatoriedad de cumplir con una norma moral deriva de la naturaleza
humana, el derecho obliga por haber sido creada la norma jurídica por un
órgano competente.
 
2.2.      Características de las normas
 Antes de anotar en un cuadro comparativo los elementos distintivos de los
sistemas normativos que se han descrito, vale la pena recordar que para
emprender la diferenciación entre dichos elementos, lo fundamental entre las
cuatro normas de conducta desde el punto de vista real y lógico es que cada
una persigue un diverso valor.  Por un lado, la ética regula los preceptos
morales y su pretensión es la realización del valor bondad, es decir, lo que
aporta algo bueno al hombre; la filosofía de la religión, regula mediante las
reglas religiosas el comportamiento del hombre y su pretensión es que éste
alcance el valor santidad, es decir, lo espiritual; la sociología axiológica, que es
la ciencia de los valores regula las reglas sociales y su pretensión es lograr la
convivencia y la solidaridad humana y social; la filosofía del Derecho regula los
preceptos jurídicos y su pretensión es el logro de la justicia, el bien común y la
seguridad de la sociedad.
 A continuación se definirá el significado de cada uno de los elementos y/o
características que distinguen los sistemas normativos que se han mencionado:
 EXTERIORIDAD: Es el aspecto, apariencia de las cosas o porte; se refiere a la
conducta ostensible de una persona.  Dicho en otras palabras es la
demostración con que se aparenta un afecto del ánimo para patentizar, revelar
o mostrar algo al exterior.
 INTERIORIDAD: Esta característica es privativa de la norma moral, pues se
refiere al aspecto íntimo o subjetivo del comportamiento humano.  A la moral le
interesa la intencionalidad, la motivación, el querer interno, independientemente
de la forma en que se exteriorice la conducta; los deberes morales son
producto de los dictados de la conciencia, sin que la conducta exterior cobre
valor alguno, pues interioridad implica situación privativa a la calidad interior de
las personas, familias o corporaciones.
 AUTONOMÍA: La norma moral es autónoma, que quiere decir reconocimiento
espontáneo de una situación creada por la propia conciencia; abundando,
autonomía es la potestad de las personas para regular sus derechos y
obligaciones por el ejercicio de un libre arbitrio.
 HETERONOMÍA: La norma jurídica es heterónoma.  Esto implica que el
gobernado a quien se le aplica la norma jurídica, está sujeta a un querer ajeno;
por ende renuncia a la facultad de autodeterminación, de tal suerte que se
encuentra el sujeto sometido a un poder extraño que le impide el libre
desarrollo de su naturaleza.
 COERCIBILIDAD: La norma jurídica es coercible y coercibilidad implica la
facultad de la autoridad para hacer valer el Derecho en los casos en que éste
no se cumpla o no sea respetado de forma alguna por el gobernado; a mayor
abundamiento la coercibilidad es la posibilidad de exigir el cumplimiento de la
obligación contenida en la norma, aun en contra del obligado, ejerciendo si es
necesario la fuerza sobre el sujeto pasivo para que cumpla con la exigencia
impuesta por la norma de Derecho.
 INCOERCIBILIDAD: Implica la imposibilidad de ser coercido. Esto quiere decir
que el sujeto que acata el contenido de la norma moral lo hace de una manera
espontánea sin coacción alguna; de ahí que el acto moral es cumplido con la
voluntad libre del obligado, sin que lo haga por presión externa, es decir, no
existe un elemento que fuerce al sujeto para que cumpla tal o cual situación.
 UNILATERALIDAD: Significa en términos jurídicos la circunscripción de un
aspecto de alguna cosa, o que se refiere solamente a una parte, o bien que
sólo compromete a una de las partes; a mayor abundamiento la unilateralidad
es así porque frente al obligado no existe persona alguna con derecho para
exigirle el cumplimiento de su deber.
 BILATERALIDAD: Es la dualidad, o lo relativo a los dos lados; es decir, que
frente a un obligado siempre existirá una persona facultada jurídicamente para
exigirle o reclamarle el cumplimiento de su deber jurídico.
 
 Cuadro comparativo de los elementos distintivos de los sistemas normativos.
 
NORMA NORMA NORMA         NORMA
MORAL RELIGIOSA DEL TRATO SOCIAL         JURIDICA
Autonomía Heteronomía Heteronomía Heteronomía
Interioridad Interioridad Exterioridad Exterioridad
Unilateralidad Unilateralidad Unilateralidad Bilateralidad
Incoercibilidad Incoercibilidad Incoercibilidad Coercibilidad
 
Características de los sistemas normativos.
 Normas jurídicas
 LaHeteronomía se manifiesta en que el mandato es impuesto por un sujeto
diferente del obligado; así tenemos que las normas jurídicas son impuestas a
las personas por el poder del Estado, por  lo que la voluntad de quien debe
cumplirlas es irrelevante para el Derecho. De esta manera el Estado ordena
pagar impuestos o hacer el servicio militar, y las personas tienen la obligación
de cumplir con el mandato, independientemente de su aceptación racional.
 La Exterioridad de las normas jurídicas la encontramos en el hecho de que lo
que importa es el cumplimiento del mandato, independientemente de la
conciencia del individuo.  Puede que la persona esté o no de acuerdo en
cumplir con la norma que lo obliga al pago de los impuestos o a efectuar el
servicio militar, lo cual resulta irrelevante para el derecho pues lo que le
interesa es que realice la conducta impuesta.
 LaBilaterialidad implica la existencia de dos acciones relacionadas por el
mandato de la norma, de lo que deriva que frente a un obligado existe una
persona facultada para exigir el cumplimiento de la conducta.  De esta manera
tenemos que si la norma obliga al arrendatario a pagar precio, colateralmente
faculta al arrendador a exigir el pago.  De igual manera tenemos que la norma
jurídica que regula los contratos de compra-venta establece la obligación a
cargo del comprador de pagar el precio pactado, y la facultad del vendedor
para exigir el pago del precio.
 Por su parte la coercibilidad consiste en la posibilidad de hacer cumplir la
obligación que establece la norma aún en contra de la voluntad del obligado;
por tanto, cuando una persona se resiste al mandato de la norma jurídica,
puede la autoridad respectiva forzar su cumplimiento. Así, en el caso del
contrato de compra-venta, cuando alguna de las partes incumple su obligación,
el juez puede ordenar la entrega de la cosa o precio.
 
Normas morales
 Autonomía.- Se explican en razón de que estas normas son impuestas al
destinatario por su propia conciencia, puesto que es el propio individuo quien
determina la aceptación de su contenido, por lo que es él mismo quien se dicta
la norma que ha de observar, toda vez que la autonomía (de auto; por sí
mismo; y nomos: ley, norma), es la facultad de gobernarse por sus propias
normas.  De esta manera tenemos que una persona decide rechazar o
imponerse la norma moral que ordena socorrer al prójimo, conforme a su
propia conciencia.
 La Interioridad de la norma moral implica que el cumplimiento de la norma,
para que realmente sea efectivo, debe ser efectuado con pleno convencimiento
del sujeto, puesto que la realización de una conducta sólo para que la sociedad
se entere de que actuamos correctamente, no tiene validez en el mundo de los
valores morales. De esta manera cuando una persona da una limosna para
quedar bien no cumple con el mandato moral.
 La Unilateralidad de la moral se manifiesta en el campo de la moral en virtud
de la ausencia de autorización a sujeto alguno para exigir al obligado el
cumplimiento del mandato, puesto que la norma moral no faculta a ningún
individuo para exigir el comportamiento prescrito por ella.  De esta manera, el
menesteroso no puede exigir la entrega de la limosna.
 La incoercibilidad de la norma moral implica que no se puede imponer una
voluntad ajena sobre la voluntad del destinatario del mandato normativo; es
decir, que si la voluntad del obligado no acepta realizar la conducta, no se
puede forzar su cumplimiento.
 
Normas religiosas
 
Unilaterialidad.- Los deberes impuestos por las normas religiosas no producen
facultades correlativas en favor de otro sujeto para exigir su cumplimiento,
cuando más, es posible recomendarlo, sugerirlo, pero de ninguna manera
imponerlo.
 
Interioridad.- Se desprende en razón de que el cumplimiento de la obligación
que impone la norma va más allá de la conducta que el obligado manifiesta, ya
que además es necesario el pleno convencimiento de el sujeto, de tal manera
que si una persona va a misa los domingos por complacer a un amigo, no está
cumpliendo con el mandato religioso.
 
Incoercibilidad.- Se manifiesta, al igual que en las normas morales en virtud de
que no existe la posibilidad de hacer cumplir el mandato de la norma si la
persona no esta  de acuerdo con  él.  Claramente la identificamos con el
ejemplo anterior, puesto que no es posible que materialmente nos lleven a la
iglesia en contra de nuestra voluntad.
 
Heterónoma.- Las normas religiosas al igual que en las jurídicas, deriva del
hecho de que las normas son impuestas por un sujeto distinto del obligado. Así
tenemos que cuando una persona forma parte de un culto determinado, no
tiene la oportunidad de seleccionar cuáles de sus normas aceptará, ya que su
incorporación a ese culto lo sujeta a las normas que lo integran, y que son
impuestas por la propia organización religiosa.
 
 
Normas del trato social
 
Exterioridad.- Se manifiesta, al igual que las normas jurídicas, debido a que la
observación de los convencionalismos se satisface con la ejecución de lo
mandado por la norma, sin tomar en cuenta la aceptación plena del obligado. 
Así tenemos que si una persona acude con un traje de etiqueta a una reunión
formal, resulta intranscendente que esté convencido o no del uso de la prenda,
ya que lo importante es que cumpla con la formalidad.
 
Heteronomía.-. Se presenta por ser reglas de conducta que la sociedad ha
establecido para la observancia de sus miembros, por lo que el sujeto obligado
resulta diferente del creador de la norma; por tanto, al pertenecer a una
sociedad o una organización determinada, las reglas serán establecidas por la
propia organización.
 
Incoercibilidad.- Se aprecia en virtud de que en el caso de los
convencionalismos (por su naturaleza social), no existe la posibilidad de lograr
el cumplimiento forzado del mandato normativo, ya que en todo caso, al
infractor de una norma social se puede castigar de acuerdo con el sistema que
impone la norma, pero no habrá forma de hacerlo cumplir con la obligación en
contra de su voluntad.
 
Unilateralidad.- La mayoría de los tratadistas sostienen que se trata de normas
unilaterales, porque al establecer las obligaciones no confieren a nadie la
facultad para exigir su cumplimiento.  Tal es el caso de las obligaciones
consistentes en saludar al entrar a un recinto o ceder el asiento a una dama,
puesto que aunque la norma así lo establece, no existe la posibilidad de 
obligar  su cumplimiento.
 
Sin embargo, también se argumenta que existen muchos casos de normas del
trato social en que se da el principio de la bilateralidad, por lo que participan de
naturaleza mixta. De esta manera se señalan los casos de normas expedidas
por asociaciones, clubes y colegios, en que, sin que las normas que dictan
sean jurídicas, frente a la obligación del socio o del miembro de la
organización, existe la posibilidad de exigir el cumplimiento de lo preceptuado.

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