Minuta Penal Robo Agravado y Con Facsimil

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Frustración del robo agravado y robo con facsímil

Alí José Rivas Peña


Edwin Enrique Viloria Palomares
Universidad Valle del Momboy
3er. Año de Derecho

De acuerdo con lo prescrito en el Código Penal vigente, tenemos que


el tipo básico, al que hacemos referencia se encuentra establecido en el
artículo 455 de la siguiente manera:

“Quien por medio de violencias o amenazas de graves daños inminentes


contra personas o cosas, haya constreñido al detentor o a otra persona
presente en el lugar del delito a que le entregue un objeto mueble o a
tolerar que se apodere de este, será castigado con prisión de seis años a
doce años.”

En este orden de ideas, el Prof. Grisanti Avelo expresa, que en la


configuración de este delito es necesario se cumpla la siguiente fórmula:
Robo = Hurto + violencias o amenazas contra las personas. En tal sentido
Cuando el Código Penal Patrio, emplea el término violencias, se refiere a la
violencia física; con la expresión amenazas alude a la violencia psíquica. La
primera es la vis absoluta; la segunda, la vis compulsiva.

Por lo que se puede inferir entonces que la violencia física consiste en


aniquilar la resistencia de la víctima, mientras que la psíquica estriba en la
amenaza de graves daños inminentes contra personas o cosas. La
diferencia entre vis absoluta y vis compulsiva radica en que el concepto de
vis absoluta es la violencia físicamente propiciada sobre las personas
(concepto clásico) y la vis compulsiva es aquélla que se produce sobre las
personas pero que sin que haya un contacto físico, se produzca una
motivación al ánimo del sujeto para que determine su consentimiento para
tal o cual fin.

Dentro de lo observado, es importante señalar que la Doctrina ha


señalado que el robo (en cualquiera de sus modalidades) es un delito
doloso o intencional y pluriofensivo, pues afecta dos bienes jurídicos, a
saber el derecho de propiedad y la libertad e integridad personal, siendo
este último bien jurídico de carácter indisponible por su propia naturaleza

Ahora bien, el delito definido anteriormente se considera AGRAVADO


si se ha ejecutado con el apoyo de armas, estupefacientes, o por la noche,
o en despoblado, o en pandilla, en tal sentido se encuentra tipificado en
nuestro Código Penal en el artículo 458 de la siguiente manera:
“Cuando alguno de los delitos previstos en los artículos precedentes se
haya cometido por medio de amenazas a la vida, a mano armada o por
varias personas, una de las cuales hubiere estado manifiestamente
armada, o bien por varias personas ilegítimamente uniformadas, usando
hábito religioso o de otra manera disfrazadas, o si, en fin, se hubiere
cometido por medio de un ataque a la libertad individual, la pena de
prisión será por tiempo de diez a diecisiete años; sin perjuicio a la
persona o personas acusadas, de la pena correspondiente al delito de
porte ilícito de armas.
Parágrafo único: Quienes resulten implicados en cualquiera de los
supuestos anteriores, no tendrán derecho a gozar de los beneficios
procesales de ley ni a la aplicación de medidas alternativas del
cumplimiento de la pena”.

Como podemos notar en el robo agravado existe amenaza a la vida,


pues se utiliza un arma, para intimidar a la víctima y con ello lograr el
objetivo perseguido (que no es otro que apoderarse del bien ajeno) o con la
misma, ser capaz de producir lesión o muerte a la persona contra la cual se
ha utilizado.

Teniendo claro la definición y conceptualización, es importante


también revisar lo que dice nuestra jurisprudencia al respecto. Según la
extinta Corte Suprema de Justicia, en Sala de Casación Penal, en sentencia
del 20 de octubre de 1999 y con ponencia del magistrado Doctor José
Erasmo Pérez España, no comulgaba con el hecho de considerar el robo con
un facsímil de arma de fuego como suficiente para categorizarlo como
agravado, en tal sentido, dicha ponencia en en los términos parcialmente
transcrito refiere:

“Para que el mentado delito se repute agravado, es necesario que se


cometía (sic) -entre otros modos- por medio de amenazas a la vida, a
mano armada; pues bien, no se amenaza la vida por cualquier medio; ha
de ser de manera cierta, efectiva; que la amenaza ponga a la vida en
cierto y evidente riesgo de ser lesionada y hasta de ser extinguida, y esa
situación se da con un arma que real y verdaderamente lo sea; es decir,
con un objeto o instrumento que por su naturaleza y destino, sea
definido como arma; el que usado como tal, sea capaz de producirle
lesión o muerte a la persona contra la cual se ha utilizado. Una pistola
de juguete, un facsímil de pistola, no es idóneo (por su naturaleza y
destino) para producir "amenaza a la vida" y por lo mismo no puede
considerarse que una persona que lleve consigo un facsímil de pistola
esté "a mano armada".

Pero la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia no


está de acuerdo con esa doctrina, pues para el Magistrado Ponente Dr.
Alejandro Angulo Fontiveros, quien hace referencia a la jurisprudencia
anterior, en el Expediente Nº 00-111, del 7 de abril del 2000, expone que:
“El argumento de la susodicha sentencia fue que la agravante consiste en
amenazar la vida a mano armada; y que como "una pistola de juguete, un
facsímil de pistola, no es idóneo (por su naturaleza y destino) para producir
"amenaza a la vida" y por lo mismo no puede considerarse que una
persona que lleve consigo un facsímil de pistola esté 'a mano armada' ".

En tal sentido para esta Sala, la razón de tal agravante el uso del
facsímil del arma de fuego, pues la victima queda neutralizada con pocas
posibilidades de defenderse o defender sus bienes por la simplicísima razón
de que es casi un imposible descubrir si es un arma falsa o verdadera.
Enfatizando esta Sala que: “… quien robe con un arma de fuego falsa o de
imitación, también debe ser condenado por el delito de robo agravado y
según el artículo 460 del Código Penal” (Haciendo referencia al Código
Penal vigente para la fecha).

Equiparando igualmente desde esta óptica al referirse al facsímil de


arma de fuego a la agravante del robo cuando se usa "ilegalmente
uniformadas, usando hábito religioso o de otra manera disfrazadas". Pues al
criterio del Magistrado Ponente de esta Sala si un ladrón emplea para
perpetrar el delito de robo un arma falsa, es indiscutible que se está
valiendo de artificio para desfigurar una cosa “inofensiva” o arma falsa para
que no sea conocida, a los fines de que se confunda con un arma real con
el propósito de intimidar ala victima.

Por tanto esta ponencia concluye que aun cuando el sujeto activo del
delito se haya valido de un arma falsa para amedrentar a la víctima al
momento de cometerlo, esta particularidad no le resta a ese hecho la
gravedad que establece el artículo 460 del Código Penal. (Haciendo
referencia al Código Penal vigente para la fecha).

También podría gustarte