Informe-Galapagos 2010
Informe-Galapagos 2010
Informe-Galapagos 2010
Financiado por Galapagos Conservancy Coordinacin General M. Vernica Toral Granda, Fundacin Charles Darwin Coordinacin General Final Andrea Marn Luna, Fundacin Charles Darwin Supervisin Dr. J. Gabriel Lpez, Fundacin Charles Darwin Dr. Christophe Grenier, Fundacin Charles Darwin Equipo de Trabajo Washington Tapia, Parque Nacional Galpagos Daniel Proao, Consejo de Gobierno de Galpagos Linda Cayot, Galapagos Conservancy Edicin Andrea Marn Luna, Fundacin Charles Darwin Linda J. Cayot, Galapagos Conservancy M. Vernica Toral Granda, Fundacin Charles Darwin Traduccin Ingles - Espaol: M. Vernica Toral Granda, Fundacin Charles Darwin Diseo Grfico y Diagramacin Mara Fabiola Alvarez Fotos Fotografa portada: Celso Montalvo Fotografa contraportada: Jacintha Castora Photography Impresin Imprenta Monsalve Moreno ISBN 978-9978-53-044-3 Para citar el documento FCD, PNG y Consejo de Gobierno de Galpagos, 2010. Informe Galpagos 2009-2010. Puerto Ayora, Galpagos, Ecuador. Para citar un artculo Autor(es). 2010. Ttulo del artculo. En: Informe Galpagos 2009-2010. Puerto Ayora, Galpagos, Ecuador. Se debe citar la fuente en todos los casos. Fragmentos de este producto pueden ser traducidos y reproducidos sin permiso siempre que se indique la fuente. El contenido y las opiniones expresadas en cada uno de los artculos es responsabilidad de los autores. La Fundacin Charles Darwin opera la Estacin Cientfica Charles Darwin en Puerto Ayora, Isla Santa Cruz, Galpagos. La Fundacin Charles Darwin es una Association Internationale Sans But Lucratif (AISBL),registrada en Blgica bajo el nmero 371359 y sujeta a las leyes belgas. La direccin en Blgica es Rue Dupr 15, 1090 Brussels.
Presentacin
Una de las herramientas que facilita la toma de decisiones es la informacin y el acceso a la misma. Por ello, continuando con nuestro compromiso de proveer datos objetivos y reales para los gestores de decisiones presentamos el Informe Galpagos 2009-2010 como un instrumento que facilite el conocimiento de la realidad del archipilago en aspectos naturales, sociales y econmicos. Galpagos por ser uno de los archipilagos mejor conservados del planeta enfrenta grandes retos para su conservacin y desarrollo sostenible. Varias polticas y estrategias coherentes con la realidad son necesarias para lograr este objetivo, pero la definicin y aplicacin de las mismas seran difciles sin datos slidos que reflejen la realidad. De ah que la necesidad de informacin se vuelve vital para asegurar que las decisiones se tomen en base de criterios cientficos y tcnicos. El Consejo de Gobierno del Rgimen Especial de Galpagos, la Direccin del Parque Nacional Galpagos y la Fundacin Charles Darwin conscientes de esta necesidad, sentimos la responsabilidad de seguir trabajando conjuntamente para levantar informacin que coadyuven a la generacin de acciones en pro del buen vivir de la poblacin de las islas a travs del desarrollo sustentable y la conservacin del entorno natural nico en el que habita su gente. El Informe Galpagos 2009-2010 presenta una serie de artculos sobre temas naturales y un importante contenido social. Explorar ms en esta lnea resulta esencial para comprender mejor la dinmica social y humana de quienes estn vinculados directa o indirectamente con el archipilago, sin perder de vista los temas relacionados con la flora y fauna de las islas. La generacin constante de informacin socio-ambiental registrada en ste y en los anteriores Informes Galpagos ha permitido enriquecer el conocimiento y sentar las bases para establecer una plataforma de discusin hacia la bsqueda de una visin comn, reconociendo las particularidades de los actores involucrados en un sistema complejo y nico. La tarea no es fcil, sin embargo existen los esfuerzos para lograrlo. El trabajo conjunto de las tres instituciones: Consejo de Gobierno, Direccin del Parque Nacional Galpagos y Fundacin Charles Darwin, es una muestra de ello. Estamos conscientes que con la colaboracin de todos podemos enfrentar con mayor facilidad los retos para lograr la sustentabilidad de uno de los ms importantes patrimonios naturales de la humanidad.
Agradecimientos
El Informe Galpagos 2009-2010 es el resultado del trabajo conjunto de la Fundacin Charles Darwin (FCD), el Parque Nacional Galpagos (PNG) y Consejo de Gobierno de Galpagos (CGG), quines a travs de sus puntos focales Washington Tapia (PNG) y Daniel Proao (CGG) coordinaron internamente la produccin de los artculos aqu presentados. Un sincero agradecimiento a todos y cada uno de los autores por haber brindado tiempo y dedicacin a los artculos incluidos en este volumen. Adicionalmente, los artculos del presente informe recibieron el aporte de muchas personas e instituciones, entre ellos: AGROCALIDAD, DIRNEA, Ministerio de Transporte y Obras Publicas (MTOP), Comisin Provincial de Trnsito y a las Cooperativas de Transporte de San Cristbal, Santa Cruz e Isabela, Instituto Nacional de Estadsticas y Censos (INEC), Ministerio de Turismo, Gobiernos Municipales; de varios operadores y agencias de turismo y de buceo, de guas de turismo; dirigentes y miembros de las cooperativas de pesca artesanal de Galpagos, y de miembros de la comunidad Galpagos que participaron en las encuestas de opinin. El informe se vio favorecido de la contribucin artstica de Celso Montalvo, Claudio Crespo, Elizabeth Knight, George Hillman, Jacintha Casthora Photography, Johnny Vsquez, Juan Carlos Guzmn, Mandy Trueman, Marco Rodrguez, Mary Witoshynsky, Mnica Calvopina, Sharon Deem, Susana Chamorro, Vernica Toral, Emmanuel Clder, Christophe Grenier y Etienne Ouvrard quines gentilmente concedieron permiso para usar sus fotografas en esta edicin. La coordinacin general, publicacin, traduccin y eventos de distribucin para este importante documento fueron posibles gracias a una generosa
Foto : Jacintha Castora Photography
contribucin de Galapagos Conservancy (GC). GC es una organizacin basada en los Estados Unidos la cual es parte del grupo de Organizaciones Amigos de Galpagos. La GC tambin brind personal para trabajar de cerca con la coordinadora del Informe, tanto en la edicin como en la traduccin. Por ltimo, varias instituciones y donantes proporcionaron los fondos especficos para la realizacin de algunos de los proyectos que brindaron los artculos aqu presentados. Sin su valioso aporte, el trabajo de campo, anlisis, sntesis de resultados, impresin del documento no hubieran sido posibles. Nuestro agradecimiento a:
BESS Forest Club Conservation International Frankfurt Zoological Society Galapagos Conservancy Galapagos Conservation Trust International Watch Company Keidanren Nature Conservation Fund Lindblad/National Geographic Fund Nordic Friends of Galapagos Proyecto BID ATN/SF-10957-EC The Leona M. and Harry B Helmsley Charitable Trust, Swiss Friends of Galapagos Oak Philanthropy Limited Schaffhausen Stanley Smith Horticultural Trust The Truell Charitable Foundation World Wildlife Fund
Presentacin institucional
Consejo de Gobierno del Rgimen Especial de Galpagos
El 10 de abril de 2007, el Gobierno Ecuatoriano tras realizar un anlisis del estatus de conservacin y de desarrollo en el cual se encontraban las islas Galpagos y sus comunidades, a travs del decreto presidencial N 270, resuelve: Declrese en riesgo y de prioridad nacional la conservacin y el manejo ambiental del ecosistema del Archipilago de Galpagos. La Constitucin del ao 2008 de la Repblica del Ecuador, en su artculo 258 dispone que La provincia de Galpagos tendr un gobierno de rgimen especial. Su planificacin y desarrollo se organizar en funcin de un estricto apego a los principios de conservacin del patrimonio natural del Estado, de conformidad con lo que la ley determine; para ello bajo decreto presidencial N 1880 del 05 de agosto del 2009, se dispone la fusin de las dos instituciones ms fuertes de Galpagos, el Instituto Nacional Galpagos, INGALA y el Gobierno Provincial de Galpagos. El 20 de Octubre de 2009 inici el proceso de fusin de estas dos instituciones con la conformacin del Consejo de Gobierno del Rgimen Especial de Galpagos, pasando a ser parte de esta nueva entidad todos los activos y pasivos, sus empleados, as como las atribuciones y responsabilidades del EX INGALA y EX Gobierno Provincial. El Consejo de Gobierno es el ente rector de la planificacin y coordinacin en la Regin Insular, su nueva imagen institucional, se fundamenta en la mesa de dilogo y consensos entre los tomadores de decisiones y la comunidad de las islas, logrando as un verdadero equilibrio entre el hombre y la naturaleza que apunta al desarrollo humano sostenible. Las competencias asumidas por esta nueva institucin han permitido la continuidad e implementacin de una serie de programas y proyectos enmarcados en varias lneas de accin estratgicas: control migratorio, implementacin de tecnologas de informacin y comunicacin para el desarrollo, fortalecimiento de los gobiernos locales, planificacin para el ordenamiento territorial, educacin y capacitacin del recurso humano de Galpagos y manejo del capital natural con especial nfasis en el control de especies invasoras. Enfocados en estas lneas de accin, el Consejo de Gobierno del Rgimen Especial de las islas Galpagos, da a conocer al mundo su imagen institucional con su nueva misin, visin y valores. Misin: Es un gobierno creado por mandato constitucional con autonoma para administrar la Provincia de Rgimen Especial, su accin planificadora permite el desarrollo humano sostenible en apego a los principios de conservacin del Patrimonio Natural del Estado. Manejando los recursos con transparencia y responsabilidad; utilizando la mejor tecnologa y actitud de servicio garantizamos el buen vivir en Galpagos. Visin: Ser modelo mundial de gobierno en la administracin de la provincia de Galpagos propendiendo el desarrollo humano y el cuidado del medio ambiente. Valores: tica, respeto, transparencia y equidad.
INTRODUCCIN
La sustentabilidad en Galpagos: urge una visin compartida y un trabajo conjunto para el bienestar de los ecosistemas y de la poblacin humana
Galpagos ha sido visto como un referente mundial en cuanto al nivel de conservacin de sus ecosistemas que son nicos en el mundo. De hecho es considerado, y en la prctica lo es, un laboratorio natural donde se puede observar los procesos evolutivos. Pero tambin es cierto que desde hace ya un poco ms de un siglo, en que se estableci de forma definitiva una poblacin humana, Galpagos se encuentra en franco crecimiento y se ha convertido en un laboratorio social, en donde se construye una poblacin humana con orgenes diferentes y tambin, como es normal de la naturaleza del ser humano, con intereses distintos. El problema surge cuando nos damos cuenta que se trata de un archipilago ocenico geogrficamente aislado de cualquier masa continental y por lo tanto las oportunidades de desarrollar negocios econmicamente rentables y ambientalmente amigables son pocas. Probablemente muchos dirn que no existe ningn problema si en Galpagos hay muchos recursos naturales aprovechables. Pero seguramente lo que no han dimensionado, es que aquellos que llamamos recursos, en realidad son elementos biticos y abiticos, que en el caso de Galpagos, son de naturaleza frgil, que se
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desarrollaron en completo aislamiento, y de los cuales dependemos para sobrevivir no solo nosotros sino las futuras generaciones. En los ltimos 15 aos, el archipilago experiment un crecimiento econmico y poblacional disparado por un gran salto en el turismo, con un crecimiento concomitante en la produccin de desechos y una creciente demanda de agua y energa. Tambin se increment considerablemente el nmero de vehculos motorizados y naves de carga, y se evidenci una rpida expansin de un estilo de vida fundamentalmente consumista que resulta contradictorio con la realidad ecolgica de este frgil archipilago. Las barreras geogrficas, citadas por Darwin para ayudar a explicar la evolucin de la biota de Galpagos, se han quebrado por este flujo antropognico. Los resultados son claros: crecientes nmeros de especies invasoras, nuevas amenazas a la flora y fauna endmicas, severas tensiones sobre la provisin de servicios bsicos, la llegada de virus pandmicos y el surgimiento de problemas sociales comunes en las sociedades rpidamente cambiantes en todo el mundo. Existe una leccin simple que debe aprenderse a partir de esta agitacin: Galpagos no es un paraso apartado del resto del mundo, sino una constelacin de ecosistemas muy frgiles que ahora requieren cuidados y atencin especiales para asegurar que las fuerzas de la globalizacin y el mercado no sobrepa-
sen su resiliencia, es decir, la capacidad que tienen los ecosistemas de asimilar, adaptarse y recuperarse de las perturbaciones sea de origen natural o antrpico, que est directamente asociada con la sustentabilidad de todo el sistema (tanto natural como humano). En este momento crtico, nos hacemos preguntas claves como las siguientes: Cmo llevamos de mejor forma el mensaje sobre los lmites reales de crecimiento que existe en un ecosistema tan frgil y emblemtico? Estamos destinados a vivir un escenario de crecimiento que conducir finalmente a la degradacin medioambiental y al empobrecimiento de su gente como se ha evidenciado en muchos otros ecosistemas frgiles alrededor del mundo? Nos hacemos estas preguntas porque Galpagos se encuentra en una encrucijada con una angosta ventana de oportunidad para actuar de forma decisiva y encaminar al archipilago en el camino hacia la sustentabilidad. Es necesario, urgente e imprescindible construir una visin compartida y consensuada sobre el futuro que queremos para Galpagos. Es por ello que debemos sentarnos a reflexionar cosas tan simples y complejas a la vez como: Podemos explotar los recursos naturales como se lo hace en cualquier otro lugar del mundo? Qu pasara con la poblacin humana de Galpagos si se pierden las especies y paisajes de Galpagos? Habr posibilidades de desarrollar nego-
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cios rentables y que garanticen el bienestar de la poblacin local? Hay posibilidades de desarrollo humano sin conservacin de la naturaleza y viceversa? En fin, las preguntas son muchas, pero la respuesta una sola: La nica realidad de Galpagos es que la base y garanta de una sociedad y economa sana y sostenible y por lo tanto de una buena calidad de vida de la poblacin local es una naturaleza sana y ecosistemas resilentes. En ese contexto, es claro que aunque el sistema ecolgico precisa de medidas urgentes que potencien su capacidad adaptativa frente a las perturbaciones y cambios inducidos por las actividades humanas y la ruptura del aislamiento geogrfico; resulta igualmente esencial, para poder afrontar el futuro y asegurar el bienestar humano; entender y aceptar que el sistema social precisa de una verdadera transformacin de sus estructuras, sin la cual ninguna de las polticas o modelos de gestin resultar eficaz a largo plazo (Tapia et. al 2009). Esa transformacin no es algo que dependa solamente de algunas personas e instituciones sino de cada una de las personas que vivimos en Galpagos o de aquellos del Ecuador continental y el mundo que tengan inters en conservar el archipilago y mejorar la calidad de vida de su poblacin humana. Debemos empezar por algo muy elemental y es reconocer que la nica y verdadera razn por la que Galpagos est amenazado es porque an sigue siendo un archipilago en excelente estado de conservacin. Las islas an mantienen casi la totalidad de aquellas especies y ecosistemas que se desarrollaron hace miles, millones de aos, antes que los seres humanos supiramos siquiera de su existencia. Es preciso entonces aprender a convivir con eso, aunque implique modificar nuestro estilo de vida. Siendo como es Galpagos un sistema sumamente frgil y complejo, con fuertes enlaces e interacciones entre lo ecolgico, lo social y lo econmico, y tomando en cuenta su resiliencia, es momento entonces de planificar y ejecutar cualquier actividad por muy sencilla e inocua que esta parezca. Debemos tener presente que la resiliencia no es una propiedad absoluta y fija sino que por el contrario, es variable en el tiempo y depende en gran medida, de las acciones y relaciones que los seres humanos desarrollen en el sistema y como stas afectan al entorno. Esto no es nuevo, ya en la antigedad Herclito afirmaba que "No hay nada permanente excepto el cambio". Al vivir en un mundo cada vez ms globalizado, esta afirmacin da a da cobra ms vigencia al momento de hablar de
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INDICE Presentacin Agradecimientos Presentacin Institucional Consejo Gobierno del Rgimen Especial de Galpagos Introduccin TRANSPORTE Optimizacin en el transporte martimo de productos orgnicos a Galpagos, avances del plan de implementacin. Fabin Zapata Erazo y Marcelo Martinetti Granja Los taxis de Santa Cruz: una loca movilidad. Emmanuel Clder y Christophe Grenier El transporte de pasajeros por fibras en Galpagos. Etienne Ouvrard y Christophe Grenier Primer censo de vehculos motorizados terrestres en Galpagos. Marco Oviedo, Javier Agama, Enrique Buitrn y Franklin Zavala MANEJO MARINO Determinacin de las reas de crianza de tiburn punta negra Carcharhinus limbatus en las Zonas Costeras de Manglar de la isla San Cristbal Yasmania Llerena, Juan Carlos Murillo y Eduardo Espinoza Tiburones martillo de Galpagos: movimientos, distribucin y comportamiento. Csar Peaherrera, James Ketchum, Eduardo Espinoza, Alex Hearn y Peter Klimley Ecologa Poblacional de dos especies de Canchalagua Chiton goodallii y Chiton sulcatus en el litoral rocoso de la isla San Cristbal, Galpagos. Juan Carlos Murillo Posada Una estrategia revisada para el monitoreo y manejo del pepino de mar de Galpagos. Anna Schuhbauer, Matthias Wolff y Mauricio Castrejn HUELLA GEOGRFICA El cambio histrico del uso del suelo y cobertura vegetal en el rea rural de Santa Cruz y San Cristbal ngel Villa C y Pool Segarra SIMAVIS Sistema de Manejo de Visitantes del Parque Nacional Galpagos Gnther Reck, Mara Casafont, Edwin Naula y Magaly Oviedo Sistema de monitoreo de la calidad del agua en las islas Santa Cruz, San Cristbal e Isabel Javier Lpez y Danny Rueda Prdida de hbitat rpida, reciente e irreversible: los bosques de Scalesia en las islas Galpagos Andr Mauchamp y Rachel Atkinson 85 57 19 05 07 09 11
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Movilidad, desarrollo y relacin con el entorno del sector comercial de Puerto Ayora Pamela Villarreal y Christophe Grenier La apertura geogrfica de Galpagos Christophe Grenier El turista nacional en Galpagos: Prcticas y percepciones del entorno Verenitse Valencia y Christophe Grenier El sector de la construccin en Puerto Ayora Walter Jimbo y Christophe Grenier Un ndice geogrfico para medir la capacidad de carga turstica de los centros poblados de Galpagos Christophe Grenier La dinmica econmica de Galpagos y la fuerza laboral Teodoro Bustamante Ponce BIODIVERSIDAD Y RESTAURACIN DE ECOSISTEMAS Jardines nativos para Galpagos: Pueden acciones comunitarias prevenir invasiones de plantas a futuro? Rachel Atkinson, Mandy Trueman, Anne Guzou, Patricia Jaramillo, Marco Paz, Jos Sanchez, Yolanda Snchez y Miriam Silva Optimizando la restauracin de la degradada parte alta de Galpagos: un marco conceptual Mark Gardener , Rachel Atkinson , Danny Rueda y Richard Hobbs Galpagos de cara al cambio climtico: consideraciones para la biodiversidad y el bienestar humano asociado Nomi dOzouville, Giuseppe Di Carlo, Fernando Ortiz, Free De Koning, Scott Henderson y Emily Pidgeon Galpagos como laboratorio para la sostenibilidad: lecciones del Taller Internacional de Sostenibilidad de Islas en un Mundo Globalizado, Isla Santa Cruz, Galpagos, 22-26 Marzo 2010 169 Arturo Izurieta Valery REFERENCIAS
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Optimizacin en el transporte martimo de productos orgnicos a Galpagos, avances del plan de implementacin
Tabla 1. La cantidad de carga transportada va area y martima desde el continente a Galpagos en el primer semestre del ao 2009.
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e introduccin de plagas cuarentenarias a las islas Galpagos. Se estima que ms del 75% de los productos orgnicos que ingresa a Galpagos lo hace por va martima (Zapata, 2007). El principal puerto de enlace es la ciudad de Guayaquil. El desarrollo econmico ha generado un incremento constante en la demanda de productos de origen agropecuarios por parte de los habitantes de las islas, quienes a fin de satisfacer las necesidades propias y la de miles de turistas que visitan las islas Galpagos, deben transportar productos orgnicos desde distintas localidades del pas, en condiciones climticas adversas, propensos a daos fsicos por deficiente manipulacin, presencia de plagas, cambios de temperaturas ambientales y tiempos prolongados de permanencia en el medio de transporte, entre otras amenazas.
Problemas Identificados Falta de facilidades portuarias para operaciones de carga y control cuarentenario. Daos fsicos de la carga por mala manipulacin manual, especialmente productos orgnicos. No se cuenta con un lugar ptimo para construir un puerto para facilidades para carga y cuarentenarias en la ciudad de Guayaquil. Los muelles en Guayaquil y Galpagos no cuentan con reas de restriccin para personal, bodegas para almacenado con proteccin del clima, bodegas para mantener la cadena de fro
Facilidades portuarias
Elaborar estudios de diseo portuarios en las islas San Cristbal, Santa Cruz e Isabela Adquirir lugar en la zona costera para la construccin del puerto de operaciones de carga y control cuarentenario en la ciudad de Guayaquil. Construir infraestructura y facilidades portuarias en las islas
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Facilidades portuarias
Los muelles en Galpagos no cuentan con gras mecnicas para optimizar las operaciones de carga (es de forma manual). Los muelles en Galpagos son de uso mltiple para actividades como pesca, descarga de combustible y operaciones de carga y cabotaje entre islas. No aplican un sistema de control Aplicar control de plagas, procedimientos de fumigaciones y cuade plagas y fumigaciones en los rentenarios a carga orgnicos, muelles, barcos y carga. mercadera, muelles y barcos en la ciudad de Guayaquil. No existen procedimientos de verificacin de cumplimiento de fumigaciones y control de plagas por empresas calificadas por la autoridad martima. No existe un estudio aprobado para la aplicacin de procedimientos de tratamientos cuarentenarios para ingresar carga y productos de consumo a las islas y en la ciudad de Guayaquil. El tratamiento de cuarentena aplicado actualmente es de forma visual y al azar, se revisa el 60% de la carga que ingresa por va martima a las islas Galpagos. La mayora de barcos no poseen cmaras de mantenimiento para asegurar la cadena de fro de los alimentos perecibles durante la transportacin. Implementar y uso de cmaras de fro. Renovar la flota martima de carga ms antiguos que operan hacia las islas Galpagos . Elaborar manual de procedimientos para cada producto orgnico permitido y restringido Inspeccionar el 95% de productos orgnicos que son embarcados en la ciudad de Guayaquil.
Tratamiento de cuarentena
Las paredes estn oxidadas y en mal estado, no brindan garantas sanitarias a la carga general y productos orgnicos. Las embarcaciones transportan carga al lmite de su capacidad. No utiliza el sistema de transportacin por contenedores.
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Problemas Identificados
Los productos de primera necesi- Capacitar a los sectores manipudad, alimentos, carga inorgnica e lador, transportista martimo y inflamable como materiales de personal portuario. ferretera, artculos de hogares y gas domsticos son almacenados en el mismo lugar; no existe bodegas de acuerdo al tipo de carga, produciendo contaminacin cruzada. La carga orgnica y general es almacenada y distribuida sin orden, lo que no permite planificar en el interior de los barcos. El desembarque de la carga no tiene orden y es de forma manual lo cual aumenta el maltrato y deterioro del producto, especialmente orgnico. Durante el estibaje manual los productos orgnicos, especialmente perecibles son estropeados por uso de embalajes que no conservan su estado fsico. Las barcazas utilizadas para trasladar la carga desde los barcos fondeados en las bahas al muelle en las islas no evidencian un sistema peridico de limpieza. desinfeccin y fumigacin Las barcazas son obsoletas y no adecuadas para transportar carga general y alimentos perecibles. Debido a su escasez muchos habitantes insulares se ven obligados a comprar productos en mal estado que pueden estar contaminados con bacterias, parsitos, toxinas, entre otros, ocasionando enfermedades gastrointestinales que afectan a la salud, principalmente de menores de edad. Capacitar al sector comerciante sobre buenas prcticas de manipulacin, almacenamiento y comercializacin. Capacitar al sector manipulador de las islas. Renovar barcazas para trasladar carga en general, orgnica, especialmente perecible, desde los barcos al muelle en las islas .
Desembarque en Galpagos
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Figura 1.- Barco transportando en condiciones anti sanitarias y sobre su capacidad de carga
Figura 2.- No se evidencia la aplicacin de mtodos fsicos para control de plagas en las cubiertas de los barcos
Figura 3.- Almacenamiento de productos orgnicos de consumo con fundas de cementos dentro de los barcos
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Figura 4. Muelle Caraguay en Guayaquil, no evidencia gras mecnicas, zonas para control de plagas, recepcin, maniobras de carga, acceso vial para proteger la carga, especialmente productos orgnicos de consumo.
Estos son los factores o condiciones deficientes que ocasiona el ingreso de productos orgnicos en mal estado o daados, especialmente frutas, hortalizas, legumbres, granos, productos crnicos y lcteos. El sistema actual aumenta la probabilidad de ingreso de plagas como insectos, roedores, mamferos y reptiles dentro de la carga y embarcaciones, que a su vez redunda en impactos negativos al ecosistema nico de Galpagos. Se observa que el 60% de productos orgnicos que fueron retenidos entre 2000 y 2008 son productos no permitidos (NP), el 30% son productos
Ao 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Total NP 197 475 566 504 1 303 1 342 1 277 1 414 1 654 5 664 RS 57 114 161 66 783 587 525 696 814 2 293
restringidos (RS), el 8% de productos en mal estado (ME) y el 2% fueron productos con presencia de plagas (PL) (Tabla 3). Las actividades de control y erradicacin de especies introducidas son muy costosas y no siempre posibles por impactos secundarios al ecosistema. El costo de la introduccin de especies afecta especialmente a los agricultores y las instituciones que se encargan de la erradicacin y control de las especies introducidas en el rea del Parque Nacional Galpagos.
Total 308 1 001 1 118 937 2 460 2 308 2 151 2 316 2 755 15 354
Tabla 3. Unidades de carga orgnica retenidas en Guayaquil, Quito y Galpagos desde el 2000 al 2008. NP= No Permitidos; RS= Restringidos; ME= Mal Estado; PL= Presencia de Plagas.
transportado (Figura 5). Esta gua fue difundida a todos los actores involucrados en el transporte martimo de carga en medios de comunicacin radiales, televisados locales y entregadas en eventos realizados por INGALA y otras instituciones de Galpagos, dando a conocer los beneficios del uso de estos implementos. El uso de la gaveta plstica, cartn original de acuerdo al tamao del producto y sacos para alimentos con mayor resistencia fsica permite unifor-
mizar la carga y facilita el control sanitario de los productos, as como operaciones de cargue y descargue, y adems facilita aprovechar mejor el espacio, permi-
Figura 5 . Gua de embalajes para productos orgnicos, orienta al sector comerciante el uso de embalajes resistentes de acuerdo a las caractersticas fsicas de conservacin.
La identificacin de la carga, especialmente la orgnica, es de vital importancia. Para ello, el INGALA dise y distribuy a los sectores del transporte martimo la gua de smbolos grficos para la manipulacin y almacenado de carga segn los productos contenidos por el embalaje. Los embalajes de transporte a Galpagos deben llevar como mnimo la siguiente informacin: nombre del consignatario, isla de destino, condiciones de almacenado y conservacin en el caso de productos orgnicos, y smbolos que orienten su correcta manipulacin. En el 2010 se implementar el uso de adhesivos de diferentes colores para caracterizar la isla de destino. De esta manera se evita la confusin de la carga y prdidas econmicas.
El INGALA y la agencia de Agrocalidad firmaron un convenio de cooperacin interinstitucional para disear la campaa de calificacin al sector comerciantes de productos orgnicos en las islas, posibilitando el registro de informacin a partir de la verificacin que realizan los inspectores de calidad. Esta campaa se ejecut en el mes de agosto de 2009, registrando 93 comerciantes en la isla San Cristbal, 246 comerciantes en la isla Santa Cruz y 28 comerciantes en la isla Isabela. Adicionalmente, esta actividad permiti realizar control migratorio de personas que se dedicaban al comercio de vveres sin legalizacin de permanencia en las islas. Los comerciantes registrados proporcionaron informacin bsica sobre los pro25
ductos, remitentes, destinatarios, origen de la carga, ubicacin geogrfica, reas libres de plagas, listas de plagas, etc. El INGALA crear a partir de esta informacin el sistema para vigilancia sanitaria que permitir prevenir el ingreso de plagas. De tal forma se constituya en un verdadero instrumento de anlisis, proporcionando elementos directos de soporte, orientacin a los procesos de planificacin y toma de decisiones, mediante la consecucin de informacin organizada, actualizada e instantnea. La implementacin del sistema es complementada con charlas de buenas prc-
Figura 7. Gua de buenas prcticas de higiene. Presentada para prevenir contaminaciones fsicas, qumicas y microbiolgicas en la cadena de transportacin y en la comercializacin en tiendas locales.
En tres reuniones participativas los cinco representantes de las empresas martima de carga que operan hacia las islas Galpagos y los cuatro representantes de las instituciones de control de plagas, calidad de los productos orgnicos y seguridad martima como Parque Nacional Galpagos, Agrocalidad, INGALA, y Direccin de Espacios Acuticos Insulares, se elabor el reglamento de requisitos que deben cumplir los barcos que realizan esta actividad hacia Galpagos, estableciendo dentro de los requisitos ms importan-
tes la adecuada diferenciacin en el transporte de carga general y carga orgnica. En el caso de frutas, hortalizas y legumbres se deber transportar en cmaras de mantenimiento fro; mariscos, pescados y embutidos en cmaras de congelacin; productos orgnicos que no requieren temperatura fra para su conservacin en bodegas en condiciones normales y hermticas; y la carga general y peligrosa en bodegas hermticas separadas de los productos de consumo humano (Figura 8).
Figura 8. Contenedores de mantenimiento en los barcos, permite mantener el estado fsico durante los tres das de transportacin martima entre la ciudad de Guayaquil y las islas Galpagos
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Otro de estos requisitos es la aplicacin en los barcos de un sistema de prevencin de plagas y fumigaciones antes de zarpar con carga hacia las islas. La autoridad martima a partir del mes de septiembre del 2009 neg la operacin o trfico martimo a tres barcos por no cumplir con las disposiciones de este regla-
Nombre de la compaa
Representante legal
Provincia
Producto utilizado SIPERTRIN, beta cipermetrina 5% suspensin concentrada, MAXFORCE CUCARACHAS (Fipronil 0.01%), MAXFORCE HORMIGA (Hydramethylnon 1.0%) KLERAT BLOQUE PARAFINADO (Brodifacuom 0.05) g/Kg de producto SIPERTRIN, beta cipermetrina 5% suspensin concentrada, MAXFORCE CUCARACHAS (Fipronil 0.01%), MAXFORCE HORMIGA (Hydramethylnon 1.0%) KLERAT BLOQUE PARAFINADO (Brodifacuom 0.05) g/Kg de producto Bromuro de metilo SIPERTRIN, beta cipermetrina 5% suspensin concentrada, MAXFORCE CUCARACHAS (Fipronil 0.01%), MAXFORCE HORMIGA (Hydramethylnon 1.0%) KLERAT BLOQUE PARAFINADO (Brodifacuom 0.05) g/Kg de producto! SIPERTRIN, beta cipermetrina 5% suspensin concentrada, MAXFORCE CUCARACHAS (Fipronil 0.01%), MAXFORCE HORMIGA (Hydramethylnon 1.0%) KLERAT BLOQUE PARAFINADO (Brodifacuom 0.05) g/Kg de producto!
Rizobacter Ecuatoriana
Guayas
Balin Fumigaciones
Pichincha
Areo y Martimo
Desinpalet
Pichincha
Palet
Galpagos Radiante
Grace Vascones
Galpagos
Areo y Martimo
SEGMAR
Gerardo Vargas
Guayas y Galpagos
Areo y Martimo
El Gobierno Nacional del Ecuador, preocupado por el abastecimiento de carga y productos de consumo humano, facilit el ingreso de dos barcos (Angelina I y Galpagos) con infraestructura adecuada para transportar y optimizar las operaciones de carga, especialmente orgnica, los mismos que ingresaron a la flota martima en el ao 2008 (Figura 9). El INGALA planifica con la Gobernacin, Subsecretaria de Puertos y Transportes y el Consorcio de Municipios de Galpagos los estudios de diseo portuarios para la construccin de muelles con facilidades para operaciones de carga, descarga y controles cuarentenarios en las islas del archipilago. Para
Santa Cruz e Isabela, INGALA entreg US$50 000 a los Gobiernos Cantonales de cada isla para los estudios y diseo portuarios. En el caso de San Cristbal, el INGALA contratar una consultora invirtiendo US$50 000 para estudios y diseo portuarios. El INGALA se encuentra ubicando sitios ptimos con facilidades portuarias y cuarentenarias para la construccin del puerto exclusivo para abastecer carga y productos orgnicos hacia las islas Galpagos, invirtiendo US$25 000 en una consultora para esta actividad. Luego se contratar la elaboracin de estudios y diseo portuarios en la ciudad de Guayaquil.
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El INGALA, con una inversin total de US$128 730, registra un avance promedio del 39% en la implementacin del Plan, en su primer ao y ocho meses. El proyecto Sistema ptimo de Transportacin Martima de Carga hacia Galpagos finalizar su implementacin en el ao 2012. El plan de implementacin tiene tres componentes: (i) Optimizacin de la carga (ii) Optimizacin de las facilidades de los barcos y (iii) Optimizacin de las facilidades portuarias.
Figura 9. Nueva flota martima de carga, barco Angelina I (izquierda) y barco Galpagos (derecha). Despus de la regulacin de las embarcaciones se permite solo el ingreso de barcos con facilidades para optimizar las operaciones de carga y contenedores de mantenimiento en fro.
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Introduccin
Desde los aos ochenta el estilo de vida de la poblacin galapaguea ha cambiado rpidamente y se parece cada vez ms al que existe en el Ecuador continental, proceso que se aceler en la ltima dcada. Esta continentalizacin (Grenier, 2007) del estilo de vida de la poblacin insular est ilustrada notablemente por el uso creciente de transportes terrestres motorizados. Estos cambios tienen lugar principalmente en la isla Santa Cruz y en particular en Puerto Ayora, ciudad que es el centro econmico de Galpagos y concentra aproximadamente dos tercios de la poblacin insular (INEC, 2006). El incremento en el uso de vehculos motorizados y especialmente de taxis transforma tanto el espacio santacruceo como la relacin de sus habitantes con el entorno, es decir el medio geogrfico de la poblacin insular. Los objetivos de este artculo son: (i) conocer mejor el aspecto socioeconmico del sistema de taxis; y (ii) mostrar como su uso creciente contribuye a transformar el espacio y el medio geogrfico santacruceo, evolucin que representa desafos para los tomadores de decisiones para defender un estilo de vida insular y proteger el medio ambiente.
Metodologa
rea de estudio
El presente estudio se realiz entre febrero y abril del 2009 en la isla Santa Cruz, donde los transportes terrestres son ms desarrollados y, por ende, donde el rol de los taxis en la transformacin conjunta del espacio y del medio geogrfico puede observarse ms fcilmente.
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Recoleccin de datos
Al momento de la realizacin del estudio no exista an un censo de vehculos en Santa Cruz, as que la nica base de datos que encontramos fue la proveniente de los catastros de vehculos del Municipio, que se iniciaron en el ao 1999. Sin embargo, estos catastros no especifican claramente si un vehculo es taxi o no. Fue entonces necesario cruzar la informacin catastral con los datos obtenidos en las tres cooperativas y las dos compaas de taxis de la isla, las cuales poseen los documentos que avalan los cupos proporcionados por el Consejo Provincial de Trnsito y Transporte (ahora Comisin Provincial de Transporte, Trnsito y Seguridad Vial), que registran cada nuevo cupo otorgado. No obstante, conocer el nmero sensu strictu de taxis no es suficiente para explicar cmo estos pueden contribuir a organizar y a transformar el espacio, as como a cambiar las relaciones de la poblacin con su entorno, lo que se entiende ms por la presencia real de los taxis en las carreteras de la isla. Es por esta razn que se realizaron tambin conteos de vehculos en siete sitios de Puerto Ayora, los mismos que fueron elegidos para cubrir la mayor parte de la ciudad y son puntos representativos de la dinmica del transporte en esta ciudad. En cada sitio la metodologa fue la misma: contamos los vehculos en circulacin durante todos los das de la semana, a las mismas horas (7h-8h, 11h30-12h30, 17h-18h) y dos veces por cada sitio y los clasificamos por tipo: maquinaria para construccin y transporte de carga, taxi, vehculo de uso privado no profesional, bus y minibs, motocicleta, vehculo de institucin y empresa privada. Con respecto a los taxis, registramos tambin si stos tenan pasajeros o no. Para relacionar los datos que colectamos con los impactos que provocan los taxis, se tom en cuenta la organizacin del espacio santacruceo y su evolucin (Snchez, 2007). Sin embargo, fueron las 119 encuestas realizadas a los choferes y las 63 realizadas a los propietarios de taxis que proporcionaron la mayor informacin sobre el espacio de los taxis en Santa Cruz. Especialmente, las encuestas permitieron entender el papel de stos en la evolucin del medio geogrfico, pues la relacin de la sociedad al entorno tiene una dimensin subjetiva que no se pudo analizar solamente con datos estadsticos clsicos. Las encuestas tuvieron la ventaja de darnos elementos que dependen de las percepciones, y tambin de proporcionarnos datos cualitativos y cuantitativos que no se encuentran en las instituciones pblicas ni en las coo30
Resultados
El parque automotor y de taxis: un crecimiento sin fin?
Segn el resultado del censo de vehculos realizado por el INGALA en el 2009, hay 1 962 vehculos registrados en todo Galpagos, de los cuales 1 074 estn en la isla Santa Cruz. De este total, 205 son taxis en Santa Cruz (Oviedo et al., este volumen). Estas cifras son ms bajas que la estimacin hecha por el mismo INGALA en 2006, que indica un total de 1 276 vehculos en Santa Cruz y al menos 2 051 en todo Galpagos (Villa, 2007; pp 74). Por otra parte, cualquier persona con suficiente tiempo en Galpagos que ha observado la evolucin del parque automotor en estos ltimos aos, puede notar que el nmero de vehculos no ha bajado: 93% de los 120 habitantes encuestados en el 2008 indican que el trfico ha aumentado en los ltimos aos (Grenier, 2008). En cuanto al nmero de taxis en Santa Cruz, la presente investigacin est basada en las cifras provenientes de las cooperativas y compaas de taxis de Santa Cruz, con un total de 260 taxis registrados en la Comisin Provincial de Transporte, Trnsito y Seguridad Vial. La diferencia de 55 taxis constatada entre el censo del INGALA de 2009 y los registros profesionales plantea un problema de fiabilidad estadstica en cuanto al nmero de taxis, que es en s un ndice del carcter sensible de este asunto. Por otro lado, en el catastro municipal de vehculos del 2008, registra slo 240 taxis. En todo caso, es indudable que los taxis tienen una importancia cada vez ms fuerte en la vida de la poblacin de Santa Cruz: en el ao 1990 haba un taxi por cada 350 habitantes (15 taxis en la isla), mientras que en 2006 (ltimo censo de la poblacin) haba un taxi por cada 50 habitantes. En 2008, se estim que 64% de la poblacin de la isla us el taxi al menos varias veces a la semana (Grenier, 2008). La evolucin de la movilidad en Santa Cruz se manifiesta por el incremento en el nmero de taxis as como en el parque vehicular en general (Figura 1); lo
cual revelara una dependencia creciente en el uso de vehculos motorizados. La venta de combustible destinado a los transportes terrestres es tambin un indicador de esta evolucin. A partir de los resultados de las encuestas y de los datos de Petroecuador, se estima que cada taxi consume en promedio ocho galones
diarios; es decir, el consumo de combustible global del parque de taxis en Santa Cruz alcanza alrededor de 1 800 galones por da. Esto representa US$2 500 de ventas en promedio por da para Petroecuador o el 55% de las ventas de combustible destinado a los transportes terrestres en Santa Cruz.
Unidades
1985
1990
1995
2000
2005
2010
Nmero de taxis en Santa Cruz Total del parque vehicular en Santa Cruz (x 10) Ingreso de turistas a Galpagos (x 1000) Ventas anuales de combustible en Galpagos al sector automotor en galones (x 10000)
Figura 1. El crecimiento en el nmero de taxis es parte de una tendencia general al crecimiento insostenible que incluye el nmero total de vehculos, el nmero anual de turistas, y el consumo anual de combustible.
Fuentes: Cooperativas y compaas de taxis, 2009; Catastros Municipales de Santa Cruz, 2008; Petroecuador, 2008; SPNG, 2008; Grenier, 2007.
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500
400
300
200
100
Maquinaria para construccin y transporte de carga Vehculo de uso privado no profesional Motocicleta
Figura 2. Clasificacin de los vehculos en circulacin dentro Puerto Ayora segn el nmero promedio horario por hora y por cada sitio de conteo. Nota: no se toma en cuenta los conteos en la calle hasta la ECCD y el SPNG porque pocos vehculos van all y no sera representativo. Las letras (A-G) hacen referencia a los sitios donde se hicieron los censos en los mapas.
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Mapa 1. Circulacin de los taxis en Puerto Ayora. Autor del mapa: Emmanuel Clder
Las densidades de taxis observadas no revelan realmente el uso que la poblacin hace de ellos. En efecto, como no existen paradas especficas para tomar un taxi, estos a menudo circulan desocupados (Figura 3). La competencia sin ninguna coordinacin del trabajo de los taxistas contribuye a explicar esta loca movilidad, en la cual los taxis han perdido su funcin origi-
nal: transportar pasajeros. Sin embargo, se puede ver que el nmero de taxis circulando desocupados vara segn los sitios de Puerto Ayora. La avenida Baltra y la avenida Charles Darwin frente a la Capitana representan casos extremos del ineficiente funcionamiento de los taxis en Santa Cruz, con casi los dos tercios de estos vehculos circulando sin pasajeros. Esta manera
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de conseguir pasajeros dando la vuelta continuamente provoca ms trfico (y por ende peligro para los peatones y ciclistas), ruido y contaminacin que lo
D- Avenida Baltra A- Capitana F- Calle Isla Duncan G- Calle Isla Floreana E- Carretera hacia Bellavista C- Barrio La Cascada (Va perimetral) Nmero de taxis por hora 0 45% 28% 77% 100 72% 65% 62%
43%
Taxis desocupados
Figura 3. Nmero de taxis por hora y tasa de ocupacin (en %), segn sitios. Nota: No se calcula la tasa de ocupacin de los taxis en la calle hasta la ECCD y el SPNG porque pocos taxis van all y no sera representativo.
El incremento de la circulacin de taxis est relacionado con la transformacin del espacio: la extensin de las zonas urbanizadas se afianza por el desarrollo de los transportes motorizados. El eje estructural del transporte terrestre en Santa Cruz, la carretera entre Puerto Ayora y el Canal de Itabaca, concentra la mayor parte de la circulacin de los taxis (Mapa 2). Sin embargo, la gran mayora de los fletes se dan entre Puerto Ayora y Bellavista, que gracias a los taxis se convirti en un barrio de cabecera cantonal: hoy mucha gente vive en la parte alta y trabaja en el puerto. A su vez, el aumento de la poblacin que vive en la parte alta favorece la motorizacin de la movilidad insular al volver dependiente del uso de autos o motos particulares, taxis y buses.
de combustible provoca el incremento del nmero y/o frecuencia de arribo de barcos tanqueros a Galpagos, lo que agrava el riesgo de derrames de combustible en el mar. Se deben considerar tambin los daos difcilmente evaluables como el aumento del ruido, la degradacin de los paisajes insulares o el creciente estrs de los habitantes por el peligro generado por el trfico automotor. Sin embargo, la relacin de la poblacin al espacio y a la naturaleza, el medio geogrfico de los habitantes de Santa Cruz, ha sido an ms impactado. Las distancias se reducen con el uso de los taxis pero, al mismo tiempo, el espacio urbano parece volverse ms grande para la poblacin que hoy en da ya no quiere caminar, como lo dicen muchos choferes de taxis. As, la gente se acostumbra cada vez ms a movilizarse en vehculos motorizados, incluso por muy cortas distancias, a veces dos cuadras no ms, segn choferes encuestados. Eso es muy revelador de la evolucin del estilo de vida. Al luchar todos para recuperar una parte de los beneficios econmicos de la apertura geogrfica de la isla, todo se vuelve ms rpido que antes; siguiendo el modelo de turismo que existe en Galpagos as como el estilo de vida de la parte continental del Ecuador. Se puede formular la hiptesis que no se tiene la misma relacin al entorno cuando uno camina, se desplaza en bicicleta o cuando
1 Segn el sitio Internet del constructor Toyota, un taxi como los que circulan en Santa Cruz emite en promedio 220 g de CO2 por kilometro recorrido (www.toyota.com).
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Mapa 2. La circulacin de los taxis en la isla Santa Cruz. Autor del mapa: Emmanuel Clder
circula en taxi (o en otro vehculo motorizado), lo que afectara las percepciones que la poblacin de Puerto Ayora tiene de su entorno y, por ende, su relacin a la conservacin de Galpagos: habra que investigar ms este tema (ver Grenier 2008).
personas que usan taxis para trasladarse proporciona una fuente de dinero sustancial que motiva muchas personas a invertir en este campo (en la isla, se estima que el total de los ingresos resultantes del pago de los fletes alcanza cerca de US$380 000 cada mes). Para entender cmo se organiza este sector econmico y de eso, porque atrae tanto la gente a invertir en este sector, se puede clasificar las personas involucradas en este campo en tres categoras: (i) propietarios que alquilan el taxi a un chofer; (ii) chofer propietario de su taxi; y, (iii) los choferes empleados que no poseen el vehculo manejado.
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Hoy da, en Santa Cruz, hay 204 propietarios de taxis para 260 vehculos registrados; el 84% de los propietarios poseen solamente un carro, el 12% tienen dos mientras que siete personas tienen entre tres y cuatro vehculos, y los dos mayores propietarios tienen seis y ocho vehculos (Municipio de Santa Cruz, catastro de vehculos 2008). De los 204 propietarios, alrededor de del 43% trabajan como chofer de su
2000 1800 1600 1400 1200 1000 US$ 800 600 400 200 0 Ingresos Gastos Ganancia Ingresos
Gastos Ganancia
Ingresos
Gastos Ganancia
Chofer propietario
Chofer empleado
Impuesto municipal (US$5), Cuota cooperativa o compaia (US$20) Arriendo del taxi Mantenimiento Compra del carro
Figura 4. Situacin econmica promedio mensual (en US$) de cada persona involucrada en el sector de los taxis. Fuente: encuestas personales. Choferes de taxi: N=120; Socios: N=60.
Para los propietarios que contratan un chofer (actualmente son 117), la compra de un taxi es ante todo una inversin que permite hacer fructificar sustancialmente una parte de su capital sin muchas dificultades. Se estima que aquellos sacan en promedio alrededor de US$365 cada mes por un taxi. Solo esta cifra explica porque tantas personas compraron un taxi en los ltimos aos. Lo que puede limitar la posibilidad de comprar un taxi es su costo inicial y el tiempo necesario para recuperar el dinero investido. Un taxi cuesta en promedio US$20 000 y se debe cambiar despus de cinco aos, como indica la ley. Si el taxi se revende por cerca de US$5 000, la inversin representa un costo de US$250 cada mes. El mantenimiento representa tambin un costo importante, alrededor de US$140 cada mes.
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Otro gasto principal para los propietarios es el pago de un sueldo fijo al chofer empleado. Este alcanza en promedio US$370 por mes. No obstante, el chofer empleado tiene que pagar diariamente al dueo del taxi por concepto de los fletes realizados y que servirn para cubrir los gastos de mantenimiento y permisos varios. Este arriendo del carro vara en general entre US$40 y US$50 por da, sin importar cuales sean las ganancias diarias del chofer. Este pago otorga al dueo del carro alrededor de US$1 150 de ingresos mensuales. Los otros gastos por el propietario se reparten entre la cuota que debe pagar a la cooperativa o compaa a la cual pertenece (US$20 por mes en promedio), y el pago del impuesto municipal (US$50 por ao en promedio). Los que ganan ms ( US $745 mensuales en pro-
medio, Figura 4) son los propietarios choferes de su taxi, ya que no pagan sueldo ni arriendo, pero si trabajan con la misma intensidad que los empleados. Ellos deben pagar tambin el combustible que usan. Este gasto es el ms importante, alcanzando en promedio US$290 por mes. Sin embargo, este gasto es inferior al valor real que podra representar, ya que desde hace ms de 20 aos, el estado ecuatoriano subsidia la gasolina. Adems, en Galpagos este subsidio es ms importante para compensar el costo del transporte hasta el archipilago. El subsidio concedido por el estado permite bajar el precio de un galn de gasolina por aproximadamente US$1 y US$1,56 por un galn de diesel (Jcome, 2007). El resultado es que actualmente el precio de un galn de gasolina es de US$1,44 y el de un galn de diesel de US$1. As, se puede estimar que el estado ecuatoriano gasta cada da un poco ms de US$10 por cada taxi que circula en Santa Cruz. Finalmente, los choferes empleados por un dueo sacan alrededor de US$380 cada mes. A pesar que cada da los ingresos resultantes de los fletes alcanzan en promedio a US$50; el pago diario al propietario del carro de una mayor parte de este dinero reduce drsticamente la ganancia total. El sueldo recibido del propietario no es suficiente para compensar el costo del arriendo del taxi y el pago de la gasolina (todos los choferes empleados encuestados respondieron que son ellos que pagan el combustible, N=119). Finalmente, lo que gana el chofer empleado supera a penas la ganancia del propietario del carro, quien no obstante no conduce. A pesar de eso, el trabajo de chofer de taxi atrae notablemente hombres jvenes de la parte continental del Ecuador. Son atrados a Santa Cruz por la oportunidad de ganar ms
dinero que en su lugar de origen (de los choferes que no son galapagueos, ms de 60% vinieron a Galpagos por el trabajo). Las encuestas revelan que solamente el 10% de los choferes de taxis nacieron en Galpagos, y que ms de la mitad de los choferes migrantes llegaron al archipilago despus del ao 2000. As, los taxis generan muchos beneficios, pero estos estn repartidos de manera muy desigual segn la situacin de cada persona: propietario que emplea un chofer, propietario que conduce su vehculo, chofer empleado. El rasgo muy inequitativo entre las ganancias del capital (por los dueos) y las del trabajo (por los choferes empleados) es una de las razones mayores que permite explicar el aumento del nmero de taxis en Santa Cruz. La posibilidad de encontrar hombres que aceptan de trabajar por poco dinero (a comparacin del trabajo que hacen) permite a la gente que tiene suficiente dinero invertir en un taxi y sacar ganancias fcilmente.
de la organizacin a la cual pertenece: puede emplear el chofer que quiere, pagarlo como quiere, etc. Aunque existan cooperativas y compaas de taxis, estas resultan ser gremios de intereses privados. En realidad, el sistema taxi se entiende mejor como una organizacin en la cual hay 204 empresas, una por cada socio propietario de taxi(s). Los socios defienden un objetivo comn slo cuando el inters privado parece estar en peligro, por ejemplo cuando el municipio emiti la propuesta de establecer paradas de taxis para reducir el trfico. La relacin que une los choferes empleados a los propietarios que no conducen puede ser tambin una razn que agrava el funcionamiento de los taxis, caracterizado por la competencia generalizada. El hecho que un chofer empleado solo empieza a ganar dinero despus de haber pagado el arriendo diario del taxi puede contribuir a agravar la lucha entre choferes para recoger pasajeros, lo que puede explicar la velocidad y la circulacin constante de taxis. Adems, como el precio del flete es independiente del tiempo, el chofer tiene ms ventaja a llevar el pasajero lo ms rpido que puede. La ausencia de regulacin por parte de las autoridades contribuye tambin a explicar la competencia generalizada en el sector de taxis. Sin embargo existe legislacin abundante para limitar el ingreso de vehculos, incluso de nuevos taxis: as, cinco disposiciones reglamentarias 2 fueron establecidas desde el ao 1997, cuando se estableci que se autoriza el ingreso de automotores solo para actividades de conservacin, agricultura, y para la renovacin de transporte pblico y privado. Los reglamentos de 1999 y de 2005 establecen moratorias para el ingreso de vehculos a Galpagos; no obstante el nmero de vehculos y de taxis sigue aumentando. La ineficiencia de las polticas de regulacin del sector de los transportes se comprob tambin con el fracaso del proyecto de paradas de taxis impulsado por el Municipio de Santa Cruz. Los taxis siguen circulando continuamente en busca de pasajeros, lo que agrava entre otras cosas la contaminacin, el ruido, y el trfico, provocando congestin en ciertas calles. Si a eso se agrega la falta de sealiza-
Discusin
En pocos aos, los taxis en Santa Cruz se han vuelto omnipresentes en la vida de la poblacin. Uno se acostumbra a tomar un taxi para movilizarse distancias relativamente cortas, mientras que el nmero de taxis no para de crecer. Pero las densidades tan fuertes de taxis que se observan dentro de la isla se explican tambin por la manera cmo funciona el sistema taxi. As, la competencia entre choferes provoca una carrera para conseguir clientes que se traduce por la velocidad de sus recorridos en las carreteras de la isla y las calles de Puerto Ayora. Luego de varios meses de estudio, encuestas y entrevistas, uno puede entonces preguntarse si los poderes pblicos pueden realmente aplicar medidas para regular este sistema manejado por un gremio con aparentemente bastante poder. Por otra parte, si definimos el buen vivir de una poblacin urbana respecto al trfico automotor por bajos niveles de ruido, de contaminacin y poco peligro de ser atropellado, este se est deteriorando en Puerto Ayora: se debe invertir esta tendencia, para lo cual presentamos unas propuestas. Se debe evitar la circulacin constante de taxis desocupados con la creacin de paradas en los principales sitios concurridos de la isla y/o desarrollando un sistema de radio similar al que funciona en la isla San Cristbal. Esta medida debera acompaarse de rotaciones de horarios de trabajo de los choferes para adaptar la oferta a la demanda y evitar el exceso de taxis que existe hoy en da en Santa Cruz. Eso podra tambin mejorar las condiciones de traba-
1998: Ley Orgnica de Rgimen Especial para la Conservacin y el Desarrollo Sustentable de le Provincia de Galpagos, aprobada por el Congreso Nacional, Registro Oficial No. 278, 18 de marzo de 1998. 1999: Normas para la autorizacin y control del ingreso de vehculos motorizados y maquinaria al Archipilago de Coln, aprobada por el Consejo del INGALA mediante resolucin No. 002-CI-IV-99. 2005: Reglamento especial de control del ingreso de vehculos motorizados y maquinaria a la provincia de Galpagos, aprobado por el Consejo del INGALA mediante resolucin No. 02-18-CI-2005, del enero del 2005. 2009: El reglamento substitutivo de control de ingreso de vehculos motorizados y maquinaria a la provincia de Galpagos, aprobado por el Consejo del INGALA mediante resolucin No. CI-11/ 12-II-2009.
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jo de los choferes sin que ellos ganen menos dinero. As, si slo circularan taxis con pasajeros, se podra dividir casi por dos el nmero de taxis en circulacin sin disminuir el servicio a la poblacin. Los taxis son slo una parte del tema ms general de la movilidad en la isla. As, hay que tambin desarrollar medios de transportes de buses y minibuses para reducir las emisiones de gases contaminantes y el trfico: cuando en un taxi circulan en general no ms de tres o cuatros pasajeros (cuando no estn vacos), un bus puede transportar hasta 45. Mejorar las condiciones de desplazamiento en bicicleta y a pie, incentivando a la poblacin a privilegiar esta manera de movilizarse al crear vas peatonales (aceras) y extender la red de vas ciclistas.
Conclusin
La toma de decisiones necesita voluntad poltica y respaldo ciudadano. Los taxis tienen una dimensin de servicio pblico, como principal medio de transporte de pasajeros, pero al mismo tiempo, stos contribuyen a transformar el espacio de los santacruceos. El
asfalto se extiende bajo las ruedas de carros cada vez ms numerosos, traduciendo una inadaptacin creciente del estilo de vida a un entorno tan frgil. Los ciudadanos deberan poder buscar un mejor balance entre movilidad y proteccin de la calidad de vida. Por eso, hay que pedir ms transparencia sobre la economa generada por las cooperativas y compaas que tienen que contribuir tambin a mejorar la organizacin de los taxis en coordinacin del trabajo de los choferes. Al nivel de la provincia, el nuevo Comit de Vehculos tendra que demostrar a la poblacin las razones del ingreso de cada nuevo taxi. Es imposible seguir presentando a Galpagos como un paraso natural con la situacin actual de transporte en Santa Cruz. Si se quiere desarrollar un turismo con base local que sea sostenible y atractivo para visitantes cansados por el trfico automotor en sus ciudades de origen, se debe imperativamente reducir el nmero de taxis, organizar eficientemente el trfico de los mismos, eliminar subsidios de gasolina que generan desgastes impresionantes y promocionar otra cultura de la movilidad, ms adaptada al entorno de las islas.
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Introduccin
La movilidad interna en Galpagos ha aumentado mucho estos ltimos aos, debido a un doble crecimiento demogrfico y turstico asociado a la transformacin del estilo de vida de la poblacin insular. A pesar de haberse estudiado ciertas consecuencias biolgicas de la movilidad por barcos dentro el archipilago (Roque-Albelo et al., 2008; Causton et al., 2008), no se sabe mucho de los aspectos socioeconmicos de estos transportes martimos. Nuestro objetivo es demostrar y evaluar la movilidad humana actual por va martima entre las islas pobladas del archipilago: basado en una flota de numerosos barcos rpidos, localmente llamados "lanchas". Estas lneas de cabotaje han evolucionado muy rpidamente. En efecto, hasta el ao 2004, los viajes entre islas eran semanales y efectuados por dos lanchas de transporte pblico como por algunas lanchas (Zapata, 2005). Hoy, la movilidad ha aumentado tanto en nmero como en calidad, al haberse reemplazado las lanchas por lanchas mucho ms veloces. El anlisis de este medio de transporte martimo, hoy en pleno desarrollo, contribuye a entender el tipo de desarrollo que conoce hoy Galpagos y sus consecuencias sobre la conservacin del archipilago. Este artculo presenta los resultados de un estudio realizado entre febrero y mayo de 2009, en el marco del Proyecto ndice Geogrfico de Galpagos de la Fundacin Charles Darwin.
Metodologa
Para entender cmo se organiza la flota de lanchas de cabotaje, se realiz un cuestionario con 23 capitanes y/o propietarios de fibra, y se entrevistaron a los capitanes de puerto (Santa Cruz, Isabela y San Cristbal), al comandante de la Segunda Zona Naval, a personal del
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Instituto Nacional Galpagos (INGALA) y del Sistema de Inspeccin y Cuarentena para Galapagos (SICGAL). Luego, se encuestaron a 166 residentes de Galpagos (77 domiciliados en Santa Cruz, 49 en San Cristbal y 40 en Isabela) y a 41 turistas para estudiar su movilidad en el archipilago, su uso de lanchas y su opinin sobre este medio de transporte. Para completar estos mtodos cuantitativos, se hicieron tambin observaciones en los puertos de las cuatro islas pobladas y, por supuesto, viajamos en lanchas.
Resultados
Organizacin del transporte
En mayo de 2009 se contabilizaron 35 lanchas que hacan cabotaje en Galpagos, a las cuales se pueden aa-
Mapa 1. Organizacin del cabotaje de pasajeros entre las islas pobladas de Galpagos. Fuentes: encuestas con capitanes (n=23).
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pio de la tarde hacia Puerto Baquerizo Moreno y Puerto Villamil, y regresan a Santa Cruz en la maana siguiente (Mapa 1). Esta organizacin permite una conexin diaria, va Santa Cruz, entre Isabela (donde no llegan vuelos nacionales) y Baltra, el principal aeropuerto del archipilago. El segundo tipo de cabotaje, irregular, corresponde a lanchas fletadas por las agencias de turismo o por hoteles para sus clientes, cabotaje que puede ser de puerto a puerto, recorriendo las cuatro islas pobladas donde pernoctan los pasajeros (Mapa 1). El uso turstico de estos "charters" no es exclusivo puesto que grupos de residentes o instituciones pueden tambin fletarlos. El tipo de cabotaje y la intensidad de los flujos difieren entre las islas, Santa Cruz ocupa un lugar central en el archipilago para la organizacin de esta red. Es desde esta isla que el nmero de viajes es el ms importante hacia Isabela y San Cristbal, en particular, con las lneas regulares. En cuanto a las irregulares, los viajes hacia Floreana son los ms numerosos. La organizacin de este transporte parece directamente depender de las infraestructuras (aeropuertos) presentes en cada isla y su conexin con el continente, la movilidad turstica y la de los galapagueos.
Usuarios
Se planific hacer entrevistas tanto con residentes como turistas, pero desgraciadamente fue difcil de obtener tiempo con turistas, quienes muchas veces se negaron al ejercicio ya que no tenan suficiente tiempo o estaban cansados por el viaje. Sin embargo, es posible darse cuenta que la percepcin es diferente si uno vive en Galpagos o si est simplemente de paso en las islas (Tabla 1).
Residentes (N=166) S (%) 81 52 59 70 82 75 57 No (%) 12 42 33 22 8 18 36 NR (%) 7 6 8 8 10 7 7 Turistas (N= 41) S (%) 44 46 85 44 74 65 No (%) 27 30 12 47 23 35 NR (%) 29 24 3 9 3 0 -
Tabla 1. Comparacin de la percepcin del viaje en fibra entre los turistas y los residentes.
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Para un residente el transporte es ms cmodo que para un turista (las investigaciones se desarrollaron en marzo-abril, perodo de mar tranquilo), y es lo contrario cuando se habla de la seguridad del viaje. La clientela turstica exige ciertas comodidades que no demanda un residente, cuando para algunos locales, los viajes en el mar parecen ser una especie de prueba (28% de los encuestados espontneamente declararon marearse, mientras slo 5% de los turistas lo mencionan). Paradjicamente, es sorprendente observar que el residente es ms atento al medio ambiente marino que el turista que, en Galpagos, es supuestamente un "ecoturista". Las lanchas, por razones de comodidad segn los capitanes, se cierran cada vez ms y no permiten ya observar las aves, los mamferos marinos
o simplemente el mar . Es cierto que para ello, como fue explicado por algunos turistas occidentales pragmticos, existen excursiones exclusivas para estas observaciones en el Parque Nacional. Pero muchos problemas de conservacin surgen de este tipo de separacin denunciada en el ltimo Plan de Manejo del PNG entre espacios dedicados al turismo, donde ciertas prcticas estn restringidas o prohibidas, y espacios comunes, como por ejemplo las rutas martimas entre islas pobladas, donde no existen restricciones de velocidad o de consumo de hidrocarburos, pese a los altos niveles de contaminacin que implican estos transportes. En efecto, los dueos de lanchas no cesan de mejorar tcnicamente sus lanchas para aumentar la rapidez del viaje con el objetivo de competir con la avioneta (Tabla 2).
Tipo de transporte Lancha Avioneta Sin preferencia Barco de "trabajo" No contesta / nunca
% 60 22 6 2 10
Razones mencionadas Transporte ms barato (71%) Rapidez (77%); Comodidad (16%) Eligen en funcin de la urgencia y horarios Profesiones (pescador, marinero, etc.) -
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La movilidad de los residentes no es uniforme. En efecto, el nmero de islas visitadas para el galapagueo parece depender de su tiempo de residencia en Galpagos y su salario mensual (Figura 1). La movilidad tiene la tendencia de aumentar con un salario
Figura 1. Nmero de islas visitadas en funcin del tiempo de residencia (arriba) y el salario (abajo) de los encuestados (n = 166).
En definitiva, los residentes viajan poco hacia las otras islas. Slo los habitantes de Isabela y Floreana estn obligados a pasar por Santa Cruz o San Cristbal para poder acceder al continente (Mapa 2). Tambin los habitantes de Santa Cruz, Isabela y Floreana deben ir
de vez en cuando a Puerto Baquerizo Moreno, la capital del archipilago, para diversos trmites administrativos. Sin embargo, Puerto Ayora sigue siendo el puerto ms concurrido por los residentes de Galpagos.
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Mapa 2. Movilidad de los residentes entre las islas habitadas de Galpagos. Fuente: encuestas con residentes (n=166).
orar (disminucin del presupuesto y consecuentemente del nmero de inspectores) mientras aumentan los flujos de pasajeros y de carga. Se interrog a pasajeros de lanchas, tanto residentes como turistas, sobre la eficacia del sistema de cuarentena (Tabla 3). Conviene separar el nmero de respuestas positivas de los residentes, pues un tercio de ellos justifican (en una u otra respuesta) la eficacia de SICGAL slo por el objetivo de este organismo: evitar el ingreso de plagas. Los turistas por su parte se dieron cuenta que la inspeccin parcial de los bolsos de los pasajeros no era suficiente y el 25% de ellos mencionaron que sus equipajes no haban sido examinados (13% de los residentes).
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Preguntas Antes de embarcar en la lancha de cabotaje, su equipaje fue inspeccionado por SICGAL. Piensa que sta inspeccin fue eficaz?
Ud. alguna vez a transportado algo a otra isla, sin que el SICGAL lo haya visto?
La ausencia de inspeccin en algunas salidas de lanchas es fcilmente observable, lo que reconocen los inspectores de SICGAL que mencionan la falta de personal. Adems, salvo en Puerto Ayora, las oficinas del SICGAL no estn instaladas en los muelles, lo que impide a su personal observar el movimiento de la carga y de los pasajeros.
Discusin
El transporte de personas por lanchas en Galpagos no est regulado, salvo por escasos marinos y personal reducido del SICGAL. Convendra sin embargo que las instituciones solucionen de una vez los problemas de seguridad planteados por el transporte en lanchas, como por ejemplo el nmero insuficiente de chalecos salvavidas (cuando se ven), la frecuente sobrecarga, la velocidad excesiva que rinde la travesa peligrosa con un mar picado, la ausencia de bote salvavidas a bordo, etc. Numerosos incidentes como el rescate de una fibra con pasajeros en plena mar por falta de combustible, como lo ha experimentado uno de los autores este ao llevan a pensar que este medio de transporte es inseguro. Pero, ser necesario esperar un accidente serio para tomar bsicas medidas de seguridad? Varias instituciones deberan o podran controlar este transporte de pasajeros en la Reserva Marina entre las islas pobladas: la Armada, el Servicio Parque Nacional Galpagos (SPNG), los Municipios e INGALA. Sin embargo, no slo no lo hacen, o de manera muy incompleta, sino que han dejado un servicio pblico el transporte de personas entre las islas - en manos de intereses privados. Por otra parte, no son las necesidades internas al archipilago que organizan el transporte entre las islas pobladas sino que, una vez ms, las exigencias de conexin con afuera, con el continente. Los horarios de los movimientos de lanchas estn fijados en fun-
cin de los vuelos hacia o provenientes del continente y, por ejemplo, no se puede salir de Isabela en fibra despus de las 7 de la maana. La organizacin del transporte por lanchas demuestra as la extrema dependencia de la poblacin galapaguea respecto al exterior. Puerto Ayora acta como un lugar central en el archipilago en este tipo de transporte, tanto por el nmero de lanchas como por el nmero de pasajeros. Si Puerto Baquerizo Moreno ocupa un rango importante en este transporte, los dueos de lanchas de Puerto Villamil supieron sacar mayor beneficio de la actividad turstica de los charteres en el archipilago. El estudio de los otros transportes martimos internos a las Galpagos (los buques de carga, etc.) es necesario ya que permitira completar este anlisis y comprender de manera globales las amenazas sobre la conservacin del Parque Nacional (como las especies invasivas) y el estilo de vida de la poblacin insular.
Conclusiones
Se pueden sacar varios indicadores de este estudio para conocer la evolucin futura de los impactos de las lanchas sobre Galpagos. stos son integrados al Proyecto de ndice Geogrfico de Galpagos de la Fundacin Charles Darwin (FCD). Convendra que las instituciones regulen activamente esta actividad econmica y revisen su organizacin de trabajo. Convendra tambin solucionar de una vez los problemas de seguridad, por ejemplo: Chalecos salvavidas en nmero insuficiente, Sobrecarga de lanchas, Velocidad demasiado rpida de las lanchas que pueden partirse y hundirse por los impactos incesantes sobre el mar.
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Variables Nmero de lanchas amarradas en Galpagos Nmero de viajes regulares al mes entre Santa Cruz y San Cristbal Nmero de viajes regulares al mes entre Santa Cruz y Isabela Nmero total de chrteres al mes en Galpagos Consumo de combustible por un viaje entre Santa Cruz y Isabela (en galones) Potencia promedio de las lanchas (en caballos)
Tabla 4. Indicadores para medir la evolucin de los impactos generados por las fibras en Galpagos
Adems del consumo excesivo en combustible, las lanchas tienen consecuencias sobre los ecosistemas insulares o directamente por el transporte de mercancas sin inspeccin del SICGAL, la colisin con tortugas marinas, etc., o indirectamente por la evolucin de la percepcin de los residentes de las Galpagos frente al espacio natural en el cual viven. Por fin, la creacin de un transporte pblico, permitira proponer una manera de "viajar mejor" a los turistas (observacin de las especies marinas, de los paisajes, etc.). Con este transporte pblico de pasajeros, los residentes de Galpagos tendran la oportunidad de viajar con costos ms bajos, y de llegar a cono-
cer mejor el archipilago donde viven. Al mismo tiempo, les facilitara a las autoridades el control del trfico (contaminacin, seguridad martima, etc.), disminuyendo as los impactos de las lanchas sobre el espacio y el medio geogrfico de Galpagos. Adems, el desarrollo de una red de transportes pblicos supondra un aporte de fondos suplementarios para el Estado, lo cual podra ser invertido en la conservacin del Parque Nacional de Galpagos
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1 Instituto Nacional Galpagos 2 Comisin Provincial de Transporte Terrestre, Trnsito y Seguridad Vial de Galpagos
Introduccin
Las islas Galpagos constituyen uno de los ms complejos y nicos archipilagos ocenicos del mundo, considerado como un laboratorio natural que ha contribuido al estudio y conocimiento de los procesos evolutivos, con relevancia mundial para la ciencia, la educacin y el turismo de naturaleza. El crecimiento poblacional y las actividades econmicas, han provocado el aumento del parque automotor los cuales estn afectando tanto a la poblacin local como al medio ambiente y la biodiversidad de Galpagos. La Ley Orgnica de Rgimen Especial para la Conservacin y Desarrollo Sustentable de Galpagos (LOREG), publicada en el registro oficial No. 278 del 18 de marzo de 1998, estableci que el ingreso de vehculos a Galpagos debe ser regulado y controlado. Desde entonces, se han realizado mltiples esfuerzos por parte de INGALA para cumplir con esta responsabilidad. Es as que en el ao 2005 se realiz un censo vehicular piloto en el Cantn Isabela, a fin de analizar el mbito socioeconmico y ambiental relacionado con el crecimiento vehicular, cuantificndose un total de 117 vehculos. Posteriormente en junio del 2008, el INGALA, a fin de cumplir con las regulaciones ambientales, realiz un estudio de impacto ambiental en las tres islas, San Cristbal, Santa Cruz, e Isabela, que tiene como propsito asegurar un adecuado manejo de las operaciones del parque automotor.
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Acogiendo las recomendaciones de este estudio del 2008, en febrero y marzo del 2009 se realiz el censo de caracterizacin vehicular terrestre a nivel provincial, que permiti actualizar el inventario y caractersticas tcnicas de los vehculos, con informacin complementaria, para estructurar una base de datos y establecer un mejor control.
Figura 1. Nmero de vehculos censados en las islas habitadas de la provincia de Galpagos entre febrero y marzo 2009.
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Sector Clase Pblico Masivo Camioneta Automvil Jeep Motocicleta Cuadrn Camin Furgoneta Buseta mnibus Equipo caminero Tanquero Total 4 0 1 0 0 0 1 1 20 0 0 27 Pesca 13 3 0 1 0 2 0 0 0 0 0 19 Cuenta Propia Agropec uario 44 3 12 0 0 6 0 0 0 0 4 69 Comerc ial 28 13 5 2 0 24 0 0 0 0 1 73 Construc cin 3 0 3 0 0 8 0 0 0 0 0 14 Artesan al 2 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 6 Taxi 314 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 315 Comercial Carg a 23 0 0 0 0 18 0 0 0 0 1 42 Turstic o 34 1 2 0 0 1 6 7 14 0 1 66 Instituci onal 62 0 14 30 0 11 8 3 2 51 6 187 Particu lar 117 12 44 902 16 18 7 5 10 9 4 1 144
Tabla 1. Nmero de vehculos censados en la provincia de Galpagos por tipo y sector, en 2009
De estos vehculos, la mayora (1 144) son particulares, seguidos por los vehculos comerciales (610), de cuenta propia (181) y de transporte pblico (27) (Tabla 1). No obstante, el tipo de vehculo ms abundante es el de motocicleta (935), que incluye motos y motonetas, seguido por las camionetas (644) y camiones (88). Adicionalmente, existen 315 taxis y 187 vehculos de uso institucional.
En San Cristbal se censaron 699 vehculos terrestres (Tabla 2), la mayora estn en el sector taxi (110 vehculos), 438 vehculos corresponden a particulares incluyendo 380 motocicletas (Tabla 2), la diferencia de 151 vehculos corresponden al resto de sectores (comercio, agropecuario, turstico, carga, pesca, construccin, artesanal).
Sector Pblico Clase Masivo 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Pe sca 10 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 13 Cuenta Propia Agropecu Comerc ario ial 12 3 5 0 0 0 0 0 0 0 0 20 14 10 4 1 0 1 0 0 0 0 0 30 Construc cin 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 Artesan al 1 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 5 Taxi 110 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 110 Comercial Carga 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 3 Turstic o 8 1 1 0 0 1 1 5 5 0 0 22 Institucio nal 23 0 9 7 0 3 2 0 1 10 2 57 Particu lar 36 6 9 380 3 3 0 0 0 0 1 438
Camioneta Automvil Jeep Motocicleta Cuadrn Camin Furgoneta Buseta mnibus Equipo caminero Tanquero Total
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En Santa Cruz, se censaron 1 074 vehculos terrestres (Tabla 3). La mayora (627 vehculos) corresponde al sector particular, de los cuales 470 son motocicletas.
Sector Clase Pblico Masivo Camioneta Automvil Jeep Motocicleta Cuadrn Camin Furgoneta Buseta mnibus Equipo caminero Tanquero Total 0 0 0 0 0 0 1 1 20 0 0 22 Pesca Agropecu ario 1 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 3 22 0 5 0 0 5 0 0 0 0 4 36 Cuenta Propia Comercial 14 2 1 0 0 22 0 0 0 0 1 40 Construc cin 2 0 1 0 0 6 0 0 0 0 0 9 Artesan al 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 Taxi 204 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 205 Comercial Carga 0 0 0 0 0 9 0 0 0 0 1 10 Instituci Turstico onal 15 0 1 0 0 0 3 1 7 0 1 28 23 0 5 16 0 6 2 1 0 38 2 93 Particu lar 69 6 32 470 9 15 6 4 4 9 3 627
En Isabela se censaron 154 vehculos (Tabla 4). Casi la mitad (68) son camionetas, de las cuales 23 pertenecen al sector comercial para transporte de carga, once para el sector turstico, diez para el sector agropecua-
rio, nueve para el sector institucional, nueve para el sector particular, y la diferencia en menor cantidad para los sectores de pesca y transporte masivo.
Sector Clase Pblico Masivo Camioneta Automvil Jeep Motocicleta Cuadrn Camin Furgoneta Buseta mnibus Equipo caminero Tanquero Total 4 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 5 Pesc a 2 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 3 Cuenta Propia Agrop Comercia ecuar l io 10 0 2 0 0 1 0 0 0 0 0 13 0 1 0 1 0 1 0 0 0 0 0 3 Constru ccin 0 0 2 0 0 2 0 0 0 0 0 4 Artesanal 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Taxi 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Comercial Carga 23 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 26 Turstic o 11 0 0 0 0 0 2 1 2 0 0 16 Instituci onal 9 0 0 6 0 1 1 1 0 3 1 22 Particu lar 9 0 0 50 3 0 0 0 0 0 0 62
Suma 68 1 5 58 3 8 3 2 2 3 1 154
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En Floreana, de los once vehculos censados, siete son particulares y cuatro son institucionales (Tabla 5).
Sector Clase Pblico Masivo Camioneta Automviles Jeep Motocicleta Cuadrn Camin Furgoneta Buseta mnibus Equipo caminero Tanquero Total 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Cuenta Propia Agropecu Comerc Pesca ario ial 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Construc cin 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Artesan al 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Taxi 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Comercial Carga 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Turstic o 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Instituci onal 1 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 4 Particu lar 2 0 3 1 0 0 0 1 0 0 0 7
Suma 3 0 3 2 0 0 0 2 1 0 0 11
En Baltra, se censaron 24 vehculos; de stos doce son institucionales, nueve son particulares, y tres son destinadas a carga (Tabla 6). De los particulares, seis veh-
culos son de la clase mnibus con capacidad de 45 pasajeros, destinados al transporte de pasajeros y turistas.
Sector Clase Pblico Masivo Pesca Agrope cuario Camioneta Automviles Jeep Motocicleta Cuadrn Camin Furgoneta Buseta mnibus Equipo caminero Tanquero Total 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Cuenta Propia Comerc ial 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Construc cin 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Artesan al 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Taxi 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Comercial Carga 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 3 Turst ico 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Instituci onal 6 0 0 0 1 1 3 0 0 0 1 12 Particular Suma 1 0 0 1 0 0 1 0 6 0 0 9 7 0 0 1 1 4 4 0 6 0 1 24
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Conclusiones
De la informacin recogida a travs del censo vehicular terrestre del 2009, se puede determinar que desde el ao 1999 al 2004, al no existir un reglamento debidamente estructurado que permita el ingreso bien regulado acorde con las actividades socioeconmicas de las islas, se gener un incremento considerable de vehculos. Sin embargo, a partir del ao 2005, con la vigencia del nuevo reglamento de automotores, se logr la reduccin de ingreso de nuevos automotores en especial de camionetas para el sector taxi (transporte pblico), debido a que se consider en esta normativa una moratoria de cinco aos para el incremento de cupos en estas organizaciones, as como la creacin de nuevas compaas o cooperativas de transporte terrestre en servicio pblico. La normativa del 2005 permiti el ingreso de motocicletas para uso particular sin ninguna restriccin, lo que ocasion el incremento considerable de stas hasta marzo del 2009, cundo se modific el reglamento. Este nuevo reglamento estableci la necesidad de justificar el ingreso de una motocicleta de acuerdo a la actividad productiva que realiza. Si la justificacin es aprobada, previo a dos informes (tcnico y legal) se pone a consideracin del Comit de Vehculos La principal actividad econmica de la poblacin es la turstica; sin embargo no se refleja un incremento en el crecimiento de los vehculos destinados al uso en este sector productivo, debido en gran parte a que la mayor cantidad de turistas permanecen a bordo de embarcaciones martimas, y los que pernoctan en los centros poblados utilizan principalmente los taxis. Sin embargo, se puede argumentar que el incremento en vehculos en general est directamente relacionado con el incremento en turismo y al crecimiento poblacional.
Recomendaciones
El sistema de control de ingreso vehicular est funcionando normalmente. Existe una coordinacin permanente con la Comisin Provincial del Transporte Terrestre, de Transito y Seguridad Vial de Galpagos. Es importante que esta coordinacin se mantenga, para que el registro y control vehicular est siempre actualizado, por la responsabilidad y atribuciones que las dos instituciones tienen.
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MANEJO MARINO
Determinacin de las reas de crianza de tiburn punta negra Carcharhinus limbatus en las zonas costeras de manglar de la isla San Cristbal
La importancia de los tiburones dentro del ecosistema marino se debe a que ellos cumplen un papel ecolgico vital, pues se sitan en la cspide de la cadena alimenticia (Stevens et al., 2000). Debido a sus hbitos alimenticios actan ayudan a eliminar de las aguas los animales muertos y dbiles, impidiendo as la propagacin de enfermedades y fortaleciendo la estructura gentica de las poblaciones (Galvn et al., 1989). Hasta la fecha, en la Reserva Marina de Galpagos (RMG) se desconoce el estado de las poblaciones de tiburones. Adems, stas estn sometidas a fuertes presiones de pesca ilegal a pesar de la prohibicin de la pesca de este recurso (Reyes y Murillo, 2007). En Galpagos los tiburones son smbolo de la biodiversidad marina y por lo menos cinco de sus especies (tintorera Triaenodon obesus, tiburn ballena Rhincodon typus tiburn martillo Sphyrna lewini tiburn de Galpagos Carcharhinus galapagensis y tiburn jaquetn Carcharhinus falciformis) representan un importante recurso turstico de la zona, en especial para la actividad de buceo (Reyes y Murillo, 2007). Por todo esto, el conocimiento de su biologa y ecologa poblacional en las zonas costeras es importante para su buen manejo y conservacin. Por medio de esta investigacin se pudo conocer las diferentes especies de tiburones juveniles que utilizan ciertas zonas costeras en la isla San Cristbal como reas de crianza, con lo cual se pretende
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establecer una lnea base de estas reas en San Cristbal y proponer algo similar en el resto del archipilago, para mejorar los sistemas de manejo de la RMG en las reas costeras.
Figura 1. (a) Vista area del sitio Tortuga rodeada de mangle rojo (Rhizophora mangle); (b) Peces juveniles entre las races de los mangles.
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rea de estudio
El presente estudio se realiz en cinco sitios en las zonas costeras de manglar de la isla San Cristbal: Tortuga, Cerro Brujo (rea de manglar), Puerto
Figura 2. Las islas Galpagos con detalle de la isla San Cristbal con los cinco sitios de estudio en el perfil costero de dicha isla. Los sitios son los siguientes: Tortuga, Cerro Brujo (rea de manglar), Puerto Grande, Manglecito y Baha Rosa Blanca.
Metodologa
Desde mayo hasta diciembre de 2008 se realizaron observaciones directas en los cinco sitios por medio de la actividad de snorkeling, para as evidenciar y contar los tiburones en dichos sitios. Durante los meses de enero, febrero y abril de 2009 se realizaron en total seis salidas ms de campo en las que se utiliz el trasmallo, arte de pesca con las dimensiones de 100 m x 3,5 m y 3 pulgadas de ojo de malla, para la captura de los tiburones recin nacidos. La red se ubicaba en las entradas de cada sitio durante una hora. Los tiburones capturados eran inmediatamente liberados de la red y subidos a la embarcacin; para posteriormente tomar los datos biomtricos como:
peso, tallas (longitud total, longitud furcal y longitud estndar), sexo, y especie; adems se observaba si la cicatriz umbilical estaba abierta o parcialmente cerrada para determinar el estadio de desarrollo (Figura 3).
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Figura 3. (a) Tiburn punta negra con la cicatriz umbilical abierta (neonato); (b) Tiburn punta negra con la cicatriz umbilical parcialmente cicatrizada (juvenil del ao).
Resultados
Con el mtodo de observacin directa con snorkeling, se encontraron 19 tiburones punta negra entre Tortuga y Baha Rosa Blanca; y 23 tintoreras entre juveniles y adultos en Manglecito, Baha Rosa Blanca y Cerro Brujo (rea de manglar) (Tabla 1). Con el
mtodo de captura a travs de la red trasmallo, se logr capturar 52 neonatos y juveniles del ao de tiburn punta negra en Tortuga, Puerto Grande y Manglecito; y un tiburn martillo neonato en Puerto Grande, lo que indica que este arte de pesca es ms eficiente para capturar estas dos especies, en especial tiburn punta negra.
Metodologa
Tortuga 9 0 0 9 0 0 18
Cerro Brujo 0 17 0 0 0 0 17
Rosa Blanca 10 4 0 0 0 0 14
Total 19 23 0 52 0 1 95
Observados
Capturados
Tabla 1. Nmero de las tres especies de tiburones observadas y capturadas en cada sitio de estudio de San Cristbal.
En cuanto a neonatos y juveniles del ao, la especie ms capturada fue el tiburn punta negra, encontrado en tres de los sitios de estudio (Tabla 2). En enero el nmero de neonatos fue mayor que los juveniles del ao en Puerto Grande y Manglecito pero no en Tortuga; en febrero en cambio el nmero fue casi homogneo y estuvieron presentes en Puerto Grande
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y Manglecito y tambin en Tortuga; mientras que en abril la cantidad de neonatos fue nula en todos los sitios, solo se capturaron juveniles del ao, siendo en Puerto Grande donde se registr la ms alta cantidad.
Sitios de Estudio
Mes enero
Neonatos 0 5 0 6 2 0 5 2 0 20
Juveniles del ao 0 2 2 1 0 20 0 6 1 32
Tortuga
Puerto Grande
Manglecito
febrero abril
TOTAL
Tabla 2. Cantidad de neonatos y juveniles del ao de tiburones punta negra capturados en tres sitios de estudio en los primeros meses de 2009
Los resultados sugieren que los primeros meses del ao probablemente se efecta el parto de tiburn punta negra. Por ejemplo, en el sitio Tortuga en febrero, se capturaron ejemplares de 65 cm de largo total (LT) que posean an parte del cordn umbilical (Figura 4), lo cual indica que tenan pocos das de
nacidos, demostrando que en este mes se produjo el parto de la especie punta negra. Sin embargo, se necesitarn muestreos con mayor frecuencia en todas las pocas del ao para confirmar este evento reproductivo.
Figura 4. Tiburn punta negra neonato de 65 cm de longitud total (LT), capturado en el sitio Tortuga, presenta en el crculo el cordn umbilical, indicando que tiene pocos das de haber nacido.
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ESPECIES NOMBRE COMN Camiseta rayada Cochinito barbero Damisela cola amarilla Diabla Gobio manchado Jurel ojn Lisa rabo amarillo Lisa rabo negro Mojarra rayada Ojn blanco Ojn rayado Pargo amarillo Pargo prieto Petaca banderita Raya guila Raya de espina Roncador Roncador de ojo dorado Sardina Tambulero Zapatilla NOMBRE CIENTIFICO Archosargus pourtalesii Prionurus laticlavius Stegastes arcifrons Chanos chanos Eleotrica cableae Carax sexfasciatus Mugil galapagensis Xenomugil thoburni Gerres cinereus Xenichthys agassizi Xenocys jessiae Lutjanus argentiventris Lutjanus novemfasciatus Abudefduf troschelii Aetobatus narinari Dasyatis brevis Orthopristis spp. Haemulon scudderii Opisthonema berlangai Sphoeroides annulatus Anisotremus interruptus TOTAL 14 7 X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Tortuga Cerro Brujo (Manglar)
X X X X X X X X X X
X X
X X X X
14
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Tabla 3. Diversidad de especies de la fauna acompaante en los cinco sitios de estudio de San Cristbal, a travs de presencia-ausencia.
Conclusiones y recomendaciones
Las zonas de manglar de los sitios Tortuga, Puerto Grande y Manglecito de la isla San Cristbal son reas de crianza de tiburn punta negra, pues el 98% de las capturas son neonatos y juveniles del ao. Slo el 2% restante fue de tiburn martillo. El mtodo de captura
comprob ser ms eficaz para la toma de datos de tiburones recin nacidos que el de observacin directa. Es evidente que los tiburones punta negra en estado juvenil prefieren las reas de manglar como sitios de crianza, sin embargo, la falta de observacin de individuos adultos permite suponer que no son frecuentes en esta zona. Se necesitan estudios adicionales en diferentes
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Figura 5. Raya guila Aetobatus narinari capturada incidentalmente en la red trasmallo en Manglecito
pocas del ao para poder determinar otras caractersticas de la dinmica poblacional de la especie punta negra y de otras especies, como patrones de movimientos, tasas de crecimiento, y dems temas. Es necesario determinar tambin si los tiburones juveniles utilizan otros tipos de hbitats como reas de crianza en las zonas costeras de la RMG. Por otro lado, el arte de pesca trasmallo fue efectivo para la captura de tiburones recin nacidos y juveniles, que normalmente habitan en reas de manglar como las estudiadas. Estos cinco sitios actualmente estn definidos como zonas de pesca en la Zonificacin de la RMG consensuada, por lo cual son reas utilizadas constantemente por los pescadores. Esto sugiere que podra existir una continua incidencia en las capturas de tiburones juveniles y otras especies protegidas (e.j. rayas) que quedan atrapadas en sus redes (Figura 5). Basado en los resultados de esta investigacin, se recomienda continuar y desarrollar estudios paralelos, no solo en San Cristbal sino tambin en las dems islas, para determinar las medidas de ordenamiento pesquero que ayuden a la proteccin de las reas de crianza de tiburones, ya que, dicha red tiene una alta incidencia en la captura de tiburones recin nacidos y as el deterioro de estos ecosistemas a
largo plazo. Se recomienda re-evaluar la zonificacin actual en relacin con zonas importantes de crianza para establecer zonas de proteccin en las reas de manglar de la RMG. La creacin de zonas protegidas de crianza de tiburones mejorar el manejo de estos hbitats, y as proteger y conservar a los tiburones recin nacidos y la fauna acompaante.
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Figura 1. Impresionante paisaje marino dominado por un grupo de tiburones martillos. Foto: Alex Hearn
nicos entre sus congneres, los tiburones martillo (Sphyrna lewini) son especiales en muchos sentidos, entre los que destaca la forma de su cabeza. Su comportamiento gregario siempre ha fascinado a muchos, a tal punto que anualmente muchos turistas gastan grandes cantidades de dinero recorriendo el mundo para poder observarlos. En las islas Galpagos, los tiburones martillo, junto con los tiburones ballena (Rhincodon typus), Galpagos (Carcharhinus galapagensis) y tintoreras (Triaenodon obesus), constituyen una importante atraccin para el turismo de buceo (Espinoza y Figueroa, 2001), generando fuertes ingresos para la economa local. Esto se debe a que el archipilago es an uno de los pocos lugares del mundo en que estos curiosos animales todava pueden verse en grandes grupos (Figura 1). Se presenta aqu una resea sobre las investigaciones realizadas hasta el momento en el proyecto de marcaje y monitoreo de tiburn martillo en la Reserva Marina de Galpagos (RMG)2 . El tiburn martillo est en riesgo debido principalmente a la sobrepesca. En todo el mundo existe una fuerte presin econmica para el comercio de aletas de tiburn, lo que ha provocado el aumento de los desembarcos de tiburones y sus aletas en toda la costa occidental sudamericana (WildAid, 2005). Se estima que las
2. La totalidad de los anlisis de datos de telemetra del tiburn martillo se presentarn en la tesis doctoral de James Ketchum y en publicaciones cientficas en preparacin por el equipo de investigacin.
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capturas mundiales de tiburones alcanzan 1,7 millones de toneladas anuales (Clarke et al., 2006). En la RMG los tiburones estn protegidos por la ley (AIM, Resolucin No.011-2000), pero desafortunadamente la pesca ilegal sigue amenazndolos. En los ltimos diez aos los decomisos ascienden hasta las 20 500 aletas confiscadas (PNG, 2009). Por qu conservar estos animales? Ms all del elevado valor que tienen como recurso en actividades no extractivas como turismo (WildAid, 2001), los tiburones cumplen un rol muy importante en los ambientes marinos. En su gran mayora son depredadores tope, es decir, se alimentan de muchos animales pero casi ninguno se alimenta de ellos. As, al alimentarse los tiburones no slo se nutren individualmente, sino tambin favorecen la estabilidad en el tamao poblacional de sus presas, pues impiden que ellas aumenten desmedidamente su nmero e impacten negativamente sobre otros organismos marinos. Adems, los tiburones son muy sensibles al desmedro poblacional. Sus caractersticas de vida (baja tasa reproductiva, larga vida y madurez sexual tarda) impiden que sus poblaciones puedan recuperarse rpidamente frente a cambios drsticos de sus nmeros (Compagno et al., 2005). Ejemplos de impactos negativos directos (en las poblaciones de tiburones) e indirectos (en ambientes marinos por la remocin de stos) ahora son reportados muy frecuentemente en la literatura cientfica (por ejemplo: Stewart y Wilson, 2005; Myers y Worm, 2005; Heithaus et al., 2007; Myers et al., 2007). Por estas razones, las autoridades del Parque Nacional Galpagos (PNG) adoptaron el veto total a la captura de tiburones dentro de la RMG. Sin embargo,
Figura 2. Izquierda: Tcnica de marcaje en apnea para la fijacin de marcas ultrasnicas en la parte posterior a la aleta dorsal del tiburn . Derecha: Marcaje satelital a bordo de la embarcacin Sierra Negra del PNG. La marca se asegura en la aleta dorsal del tiburn mientras se mantiene un flujo constante de agua salada para la respiracin del animal Foto izquierda: Eduardo Espinoza Foto derecha: Peter Oxford
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Figura 3. Ubicacin de los monitores en la RMG. Esquina superior derecha: apariencia de un monitor fuera del agua. Foto: Peter Oxford
Comportamiento diario
As como los seres humanos tenemos rutinas en nuestra vida diaria (en la maana a la escuela o al trabajo, almuerzo al medio da, de regreso a casa en la noche), los siete seguimientos continuos ejercidos a tiburones martillos evidencian interesantes patrones de movimiento en esa especie (Figura 4). Durante el da los tiburones permanecen muy pasivos en zonas aledaas a la isla, para luego volverse muy activos durante la noche con frecuentes incursiones a mar abierto Ketchum et al. (en prep.)1 seala que de los seguimientos realizados se destacan principalmente tres tipos de movimientos: (i) De descanso, en navegacin a baja velocidad en reas cercanas a la isla. La conducta de descanso la efectuaban mayormente durante el da, tiempo en el cual los tiburones se mantenan cerca de arrecifes rocosos y de coral en la zona sur, este y noreste de la isla. Aunque se ha observado que los tiburones martillos generalmente nadan en escuelas o grupos, se desconoce si los tiburones seguidos se mantenan dentro de un grupo o navegaban solos.
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(ii) Direccional, cuando se dirigan hacia aguas abiertas o de regreso a la isla. La navegacin direccional ha sido descrita para esta especie en el rea de Baja California (Klimley et al., 1993), pero se desconoca si en Galpagos seguan el mismo patrn de conducta. Este estudio registr la navegacin direccional ms larga: ms de 40 km de regreso en ruta directa hacia la isla! Pero, cmo son capaces de encontrar su camino y mantener una ruta? Klimley (1993) sugiere que los tiburones martillo usan el geomagnetismo del fondo marino para orientarse sobre sus rutas de movimiento, y que en reas de aguas abiertas, buceos profundos les permiten orientarse nuevamente (uno de nuestros tiburones descendi hasta 936 metros!). Los tiburones martillo usan rganos electro-receptores ubicados en los extremos de sus cabezas para sentir el diferencial elctrico del medio circundante, inclusive del campo elctrico de otros animales (Bennet y Clusin, 1978). Esta habilidad es, de hecho, una de las razones evolutivas responsables de la rara forma de su cabeza, la cual adems de la geomagneto-localizacin, les permiten detectar mejor a sus presas y maniobrar con extrema rapidez para capturarlas.
Figura 4. Rutas de navegacin de tiburones martillo seguidos continuamente por 48 a 72 horas alrededor de la isla Wolf (Fuente: Ketchum et al., en prep.).
(iii) No direccional, o errticos, efectuados en zonas alejadas de la costa. Efectuados durante la noche, los movimientos no direccionales son giles pero sin direccin, acelerando fuertemente por corto tiempo para luego ir despacio. Debido a que la alimentacin de los tiburones martillo es casi en un 90% de calamares (Castaeda-Surez y Sandoval-Londoo, 2007), se presume que estos movimientos no direccionales son producto de la conducta alimenticia de esta especie. Los tiburones martillo aprovechan las migraciones verticales de los calamares durante la noche para salir a aguas abiertas a alimentarse. Se observ tambin que los tiburones martillo presentan elevada fidelidad de sitio. El 100% de tiburones seguidos us exclusivamente la cara sureste y noreste de la isla Wolf cuando se movilizaban durante el da. Este comportamiento preferencial ha sido ratificado en Wolf mediante la informacin recopilada por monitores ubicados en su alrededor, en los que se aprecia una notable superioridad en el nmero de detecciones de marcas ultrasnicas del lado este frente a los del oeste de la isla (Figura 5). Censos visuales de tiburones realizados en ambos lados de la isla sugieren que el comportamiento de las escuelas de
tiburones tambin es diferente: en el lado oeste la navegacin es rpida y dirigida, mientras que en el este, los tiburones transitan lentamente recorriendo las mismas reas. Hearn et al. (en prep.) sugiere que este comportamiento podra ser producto de varios factores interactuando entre s. El sureste de la isla Wolf es baado constantemente por corrientes que importan nutrientes, lo que hace que organismos se concentren en grandes cantidades ah debido a los beneficios que brinda el conseguir alimento sin movilizarse grandes distancias y bajo la proteccin de la
Figura 5. Diferencias en el nmero de detecciones registradas durante Agosto de 2007 por cuatro monitores instalados en la isla Wolf como muestra de la preferencia de sitios de los tiburones martillo. Los grficos circulares indican las detecciones nocturnas en celeste y diurnas en color crema; y los crculos concntricos corresponden al nmero de marcas registradas por los monitores.
centro del archipilago. Datos histricos provenientes de buzos con larga trayectoria en la RMG sealan que hace ms de 20 aos, sitios como Seymour Norte solan ser muy importantes para observar grandes escuelas de tiburones martillo (Fernando Ortiz, com. pers). En la actualidad es posible observar slo pequeas escuelas de tiburones martillos en ste y otros sitios donde antes fueron observados frecuentemente (como Rocas Gordon, Corona del Diablo y Len Dormido). Es indiscutible la presencia e importancia histrica de los tiburones martillos en el centro-sur del Archipilago; sin embargo la ausencia de conectividad de sta con la regin norte genera muchas interrogantes. Para su explicacin, dos hiptesis se discuten actualmente. La primera otorga este suceso a una respuesta migratoria de los tiburones martillos a medida que se desarrollan en adultos. Las zonas del sur probablemente sean usadas como reas de parto y crianza de juveniles, mientras que las zonas del norte, como reas de alimentacin de adultos. Evidencia basada en observaciones y registros sustentan esta hiptesis indicando la presencia de neonatos y juveniles de esta especie en zonas de bahias y manglares del centro sur como San Cristbal (Llerena, 2010); mientras que en las zonas del norte existen avistamientos exclusivamente de adultos y sub-adultos de ms de un metro y medio de largo total. La segunda hiptesis discute la posibilidad de que una disminucin considerable de las pobla-
Figura 6. Rutas de navegacin de siete tiburones martillo marcados con dispositivos satelitales en las islas Darwin y Wolf desde noviembre del 2007 hasta mayo del 2009 (Fuente: Ketchum et al., en prep).
ciones en el sur haya sido provocada por efectos de sobrepesca. Sin embargo, ms estudios son necesarios para poder clarificar las verdaderas razones de las diferencias en la importancia de los tiburones martillo a lo largo de toda la RMG.
Conclusiones y recomendaciones
Con base en estos resultados es evidente que el tiburn martillo es una especie residente de Galpagos pero a la vez altamente migratoria. Sus preferencias de sitio y hbitos a fina y gran escala recin estn empezando a revelarse, pero an faltan por responder muchas preguntas. Cules son las condiciones ambientales que hacen que el tiburn martillo prefiera ciertos sitios especficos? Qu gatilla esas grandes migraciones observadas hacia otras reas del Pacfico? Por qu no se ha detectado conectividad entre las reas norte y sur de la RMG? Cul es la abundancia de tiburones martillos en las diferentes zonas de la RMG? Dnde estn las reas de crianza de esta especie? En este sentido, es importante seguir con estudios adicionales para complementar la informacin ahora obtenida con nueva informacin poblacional, oceanogrfica, geolgica y de modelaje ambiental que permitan entender las condiciones y fuerzas ambientales que moldean el comportamiento de esta especie. La importancia de este estudio en esta y en otras especies como tiburones ballena, Galpagos y tintore-
ras, es muy importante para entender su comportamiento y reas de uso de la RMG. En trminos de manejo, sealizar las reas de mayor uso permitir mejorar y efectivizar el control y patrullaje para combatir la pesca ilegal. As mismo, discernir los patrones de crianza y descanso en las zonas costeras permitir a las autoridades evaluar la zonificacin provisional y adoptar medidas de proteccin en reas sensibles para estas especies. La proteccin de tiburones permitir a su vez facilitar la proteccin de especies menos carismticas pero de gran valor ecolgico para los ambientes marinos. Finalmente los patrones migratorios de estas especies permitirn detectar zonas de aguas abiertas prioritarias para la conservacin, las que servirn como herramienta base para una posible zonificacin de aguas abiertas en la RMG. En este aspecto, la cooperacin con otros pases, como Costa Rica y Colombia, es clave y esencial para la adopcin de medidas de manejo que permitan proteger a esta especie en aguas internacionales. Esfuerzos en este punto ya estn avanzando, y cientficos de la regin del Pacfico Este estn cooperando para generar la informacin regional necesaria para alcanzar esta meta (para ms informacin visitar la pgina web: www.migramar.org). Este proyecto es posible gracias al apoyo de: Conservacin Internacional, WWF-Galpagos, Linblad Expeditions, Galapagos Conservation Trust y Amigos Suizos de Galpagos
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Ecologa poblacional de dos especies de canchalagua Chiton goodallii y Chiton sulcatus en el litoral rocoso de la isla San Cristbal, Galpagos
Introduccin
Los chitones (Mollusca: Polyplacophora) incluyen cerca de 600 especies enteramente marinas. Viven generalmente en hbitats del intermareal rocoso, aunque algunos han sido encontrados a profundidades de hasta 7 000 m (Campbell y Fautin, 2001). Son organismos relativamente sedentarios, generalmente ms abundantes sobre las rocas expuestas, viviendo entre grietas o debajo de las rocas a las que se adhieren por medio de la presin que ejercen el pie ventral y el cinturn. Prefieren vivir entre las algas en la zona intermareal y submareal (Cruz y Sotela, 1984; Piercy, 1987; Randall y Martin, 1987). En Galpagos se han registrado 13 especies litorales y supralitorales de chitones (Finet, 1994), de las cuales seis son endmicas. Dos de estas endmicas, Chiton goodalli (Broderip, 1832; ) y Chiton sulcatus (Wood, 1815; ), son objeto de una pesquera artesanal debido a su mayor tamao y abundancia. C. goodalli es conocida localmente como canchalagua lisa y C. sulcatus como canchalagua tallada. La pesca de estos moluscos es realizada durante noches de luna llena y en bajamar, momento en el cual son ms accesibles a la explotacin (Herrera y Bustamante, 1996; Herrera et al., 2003). Para poder capturarlos de las rocas a las que se adhieren fuertemente, los pescadores los golpean con piedras hasta que se debilitan y desprenden. Conchales dejados a lo largo de la costa de las islas Santa Cruz y San Cristbal evidencian su extraccin , indicando la marcada seleccin para C. goodalli con respecto a C. sulcatus debido a su tamao mayor (Herrera y Bustamante, 1996; Murillo, 2008).
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La pesca comercial de canchalagua en Galpagos generalmente la realizan grupos de pescadores no registrados en el Registro Pesquero del Parque Nacional Galpagos; vienen realizando esta actividad desde hace muchos aos y lo hacen generalmente desde tierra. Hasta la fecha no han sido ingresados al sistema formal de pesca. Por otro lado, los pescadores
Figura 1.
Figura 2.
El objetivo del presente estudio fue determinar los parmetros de crecimiento, reclutamiento y mortalidad de las especies de canchalagua C. goodalli y C. sulcatus en la isla San Cristbal, con el fin de dar recomendaciones para estudios adicionales y para el manejo y la conservacin de estas especies.
Metodologa
El estudio se desarroll en la zona intermareal rocosa de la isla San Cristbal. Se seleccionaron cuatro sitios: dos en la zona intermareal dentro del centro poblado, denominados cerca del pueblo y dos ubicados aproximadamente a 9 km de Puerto Baquerizo Moreno, denominados lejos del pueblo.
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Figura 3. Sitios de pesca de chitones seleccionados para este estudio en la isla San Cristbal, Galpagos. Los sitios cerca del pueblo son: Sitio 2 La Predial y Sitio 3 Playa de los Marinos. Los sitios lejos del pueblo son: Sitio 1 - Cerro Mundo y Sitio 4 Las Negritas.
Se realizaron ocho muestreos en total para cada sitio en las dos estaciones climticas entre los meses de septiembre de 2005 a abril de 2006. Los muestreos se realizaron en luna llena y cuarto menguante durante la noche y el da. En la noche, los chitones de mayor tamao salen a comer y se vuelven ms visibles y vulnerables a la pesquera , razn por la cual en este estudio se define como poblacin vulnerable a la pesque-
ra a los chitones registrados durante los muestreos nocturnos. Durante el da se muestrearon los mismos sitios que durante la noche, a efectos de encontrar individuos representativos de la poblacin general, es decir, con mayor rango de tallas, para estimar los parmetros de crecimiento. Esta bsqueda se hizo entre las grietas y levantando rocas accesibles de mover (Herrera et al., 2003).
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En este trabajo se consideraron dos tipos de reclutamiento. El primero es biolgico y es el establecimiento de individuos juveniles en el rea (Beverton y Holt, 1957; Royce, 1996). Estos chitones no son vulnerables a la pesca debido a que su hbitat es crtico en fases juveniles, tanto en el da como en la noche. El otro tipo es el reclutamiento al stock de adultos (Pitcher y Hart, 1982), vulnerables a la pesca, que para el caso de los chitones corresponde a la fase de su vida donde estn aptos en edad y talla para salir por la noche sobre las rocas a alimentarse. ste es considerado como reclutamiento al arte de pesca (Beverton y Holt, 1957; Sparre y Venema, 1992; Tresierra-Aguilar y Culquichicn-Malpica, 1993).
Resultados
Los resultados presentados para tallas, incluyen todos los cuatro sitios de estudio, mientras que las estimaciones de crecimiento incluyen slo datos de Las
Figura 5. Comparacin de las tallas de C. sulcatus y C. goodalis segn sitios ubicados cerca o lejos del pueblo y tipos de muestreo (diurnos y nocturnos).
En todos los sitios de pesca se observ crecimiento de grupos modales a travs de los meses de muestreo (desplazamiento de las modas hacia la derecha, Figura 6). Incluso en Playa de los Marinos y Las Negritas, se not la aparicin de una nueva cohorte de individuos juveniles reclutndose al rea de pesca. Esta nueva cohorte se evidenci a partir de febrero 2006 en la Playa de los Marinos y desde el mes de
diciembre 2005 en Las Negritas. Todos estos eventos fueron coincidentes con el cambio de estacin climtica que inicia en las Galpagos en el mes de diciembre. La talla promedio estimada en que empiezan a aparecer estos nuevos reclutas en dichos sitios de pesca es de 0,87 cm en Playa de los Marinos para C. sulcatus y 0,79 cm en Las Negritas para C. goodallii.
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Figura 6. Evolucin mensual de los grupos modales de la longitud de la cuarta placa ceflica de C. goodallii en Las Negritas y C. sulcatus en Playa de los Marinos. La flecha slida indica el crecimiento de los individuos de la primera cohorte y la flecha punteada la aparicin y crecimiento de reclutas de una segunda cohorte.
Los parmetros de crecimiento sugieren que C. sulcatus crece ms rpido y alcanza una talla asinttica significativamente menor que C. goodallii, con edades de seis y diez aos respectivamente. Estas diferencias en la talla hacen notoria la preferencia de C. goodallii para los recolectores de canchalagua, ya que es una especie ms grande y por consiguiente con mayor volumen y peso de carne por individuo (Figura 7).
Conclusiones y recomendaciones
Las caractersticas de la Playa de los Marinos, el escaso oleaje y la predominancia de sustrato con alta heterogeneidad, podran estar favoreciendo los eventos de asentamiento y reclutamiento de C. sulcatus en la zona. Esto podra repercutir en la sostenida y alta abundancia de chitones que se observ durante todos los meses de muestreo, pese a que es conocido que la zona es pescada habitualmente por personas de la comunidad. La talla mnima en la cual se encontraron individuos reclutados al rea de pesca fue de 0,67 cm en C. sulcatus y 0,79 cm en C. goodallii, correspondientes a individuos de tres a cuatro meses de edad. En Playa de los Marinos se evidenciaron por lo menos dos
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eventos de reclutamiento en el perodo de estudio, en septiembre y diciembre, lo que influira en la alta abundancia de chitones encontrada en los muestreos nocturnos. Para C. sulcatus, los eventos de reclutamiento que ocurren en Playa de los Marinos podran estar estrechamente relacionados con el desove del stock parental que habita en la zona. El que sea una zona protegida del oleaje y el hecho de que los chitones tienen cortos periodos de vida larval, implicara que las larvas producidas por el stock de la zona se asienten en la misma rea. Esto no sucedera con los eventos de reclutamiento de C. goodallii en Las Negritas, los cuales dependeran de stocks parentales de otras zonas, debido a que la mayor energa del oleaje y fuertes corrientes de este sitio dispersaran las larvas lejos de la zona donde se producen. La talla de reclutamiento corresponde a la fase en que los chitones se reclutan sobre las rocas para poder alimentarse sobre ellas, donde los organismos son significativamente ms grandes de los que se reclutan al rea de pesca. Estas tallas para ambas especies fueron 2,6 cm para C. sulcatus y 2,9 cm para C. goodallii. Debido a que an no existen medidas de manejo
Figura 7. Fases y edades relativas de vida crticas en C. goodallii y C. sulcatus, construida en base a los parmetros de crecimiento calculados en este estudio.
especficas para esta pesquera, es necesario considerar los siguientes puntos para ordenar la cosecha de estas especies de chitones en las Galpagos: 1. Presentar los resultados de este estudio a los usuarios directos del recurso para iniciar una discusin entre ellos y los manejadores del Parque Nacional Galpagos sobre esta pesquera y potenciales medidas de manejo. 2. Un primer paso para el manejo de esta pesquera es identificar los pescadores involucrados en esta actividad y obtener informacin sobre los que hacen la pesca de canchalagua como parte de su vida habitual (para su propia alimentacin) y los que dependen econmicamente por lo menos en parte del ao de esta pesquera. 3. Ampliar los estudios y un sistema de monitoreo para incluir otras islas habitadas y a travs de encuestas con pescadores para poder determinar niveles sostenibles para este pesquera. 4. Estudios paralelos de la biologa reproductiva y de parmetros de crecimiento a travs del marcaje individual de los organismos deberan realizarse para poder adaptar las medidas de manejo que se vayan implementando a la real capacidad
biolgica de esta especie. 5. Las medidas de manejo que se implementen de manera participativa entre usuarios y autoridades, empezando con el otorgamiento de licencias especficas para esta pesquera, debern ser incluidas en el respectivo Plan de Manejo Pesquero.
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Una estrategia revisada para el monitoreo y manejo del pepino de mar de Galpagos
Introduccin
La pesquera del pepino de mar empez a principios de la dcada de 1990 con capturas que incrementaban anualmente hasta un periodo pico desde 1999 al 2005. Durante este pico casi 30 millones de pepinos de mar fueron capturados legalmente en la Reserva Marina de Galpagos (RMG), correspondiente a un peso hmedo total de ms ce 8000 toneladas (reportes pesqueros FCD/PNG). Las capturas tuvieron su mayor pico en el 2002 con ms de 8.3 millones de individuos colectados (Figura 1). A partir del 2002, la captura sigui disminuyendo como resultado de una sobre pesca continua debido a factores tales como la sobrecapacidad de la flota pesquera, una situacin de carrera por pescar un fenmeno mundial causado por las cuotas de captura para todos los pescadores en lugar de cuotas individuales para cada pescador, lo que hace que pesquen tanto como les sea posible en el menor tiempo y un manejo pesquero reactivo antes que proactivo. Adicionalmente, la determinacin de cuotas anuales que no son basadas en estudios cientficos, sino ms bien negociadas con los pescadores, y por ende basadas principalmente en sus demandas. En el 2008, por primera vez, se estableci un punto lmite de referencia (PLR) de 11 individuos/100 m2 en la principal zona pesquera del oeste de Isabela derivado de los monitoreos pre-pesqueros, para determinar si se abre o no una temporada pesquera. El uso de este PLR caus dos problemas. Primero, en lugar de usar el tamao de la poblacin como la base del PLR, se usaron densidades promedio del monitoreo pre-pesquera en la zona de pesca principal (Isabela oeste) como condicin para la apertura de la pesquera. Esto motiv a los pescadores que participaron en el monitoreo a enfocarse en reas dnde generalmente haban altas densidades. El resulta76
do, desafortunadamente, no representa la densidad promedio general en todas las zonas de pesca. El segundo problema fue que una vez que se abri la pesquera, los pescadores capturaron todos los pepinos de mar por encima de la talla mnima de captura (20 cm de longitud total) dentro de su cuota (de apli-
Figura 1. Captura anual en nmero de individuos y Captura por Unidad de Esfuerzo (ind/buzo*hora) desde 1999 al 2008 (en el 2006 no hubo pesquera). Fuente: Informes Pesqueros FCD.
Este estudio evalu la estrategia de monitoreo y de manejo de la pesquera de pepino de mar en los ltimos diez aos enfocado en estimar el tamao de la poblacin y a optimizar la forma en que se determina la cuota de captura. En aos recientes, los pescadores han argumentado que los pepinos de mar son ms abundantes en aguas ms profundas y menos pescadas, por ende proveyendo una reserva en la poblacin que aminora los impactos de la pesca en aguas someras (< 15 m) con los de aguas profundas (> 15 m). Se compararon los resultados de la poca de monitoreo del 2009 con aquellos de aos anteriores para demostrar las tendencias en la densidad y estructura de tallas, especficamente para los individuos menores a 20 cm de la poblacin. Esta tendencia en las tallas de la poblacin debe indicar la fuerza del reclutamiento en aos anteriores.
Captura: N individuos
Mtodos
Estimaciones de rea, nmero de transectos y estimaciones de densidad
Las macrozonas fueron definidas basadas en reas de pesca histrica y actual, identificada a travs de los observadores pesqueros desde 1999 al 2008 del Parque Nacional Galpagos (PNG) y de la Fundacin Charles Darwin (FCD). Las zonas fueron entonces delimitadas con los datos batimtricos compilados por Chadwick (1994), las cuales fueron interpoladas usan-
do ArcGIS. El lmite externo se fij en la isbata de -30 m, basada en datos histricos que indican que sta es la profundidad mxima a la cual se pesca pepino de mar (Informes pesqueros FCD). Con esta isbata como el lmite externo y el permetro costero como el lmite interno se mape el rea (km) de cada macrozona. Del total del rea de la macrozona, se estim que el hbitat apropiado para los pepinos de mar y por ende el rea efectiva de pesca es de aproximadamente 50%, por cuanto se estim que aproximadamente el 30% del terreno tenia fondo arenosos y el 20% restante es de aguas intermareales muy someras (< 5 m) o pendientes no habitable. Para calcular el nmero de transectos requeridos para representar cada macrozona, se revisaron las medias y las desviaciones estndar de las densidades poblacionales de monitoreos anteriores. Basado en esto, el nmero mnimo de replicas (transectos) necesario para lograr una precisin del 25% se estim con la siguiente formula:
Dnde n = nmero mnimo de replicas requeridas para lograr una precisin de 25% de nuestra estimacin de la densidad promedio; t = valor de la distribucin de t (prueba-t de student) para p < 0.05; Av = promedio anual de pepinos de mar por macrozona, y SD su desviacin estndar.
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Cuota CPUE
El nmero de rplicas requeridas para las diferentes macrozonas variaron dependiendo de las diferencias en la distribucin especial y densidad poblacional, con mayor cantidad de rplicas en reas con mayor distribucin en parches y menor cantidad en zonas dnde la poblacin est distribuida ms uniformemente. Se us un transecto circular (radio de 5.6 m, rea de 100 m2), de eficacia probada en estudios anteriores. Los transectos fueron distribuidos uniformemente en dos estratos de profundidad (<15 m y >15 m). El nmero promedio de pepinos de mar por m2 en cada macrozona fue extrapolada para toda la macrozona y posteriormente el tamao poblacional de todas las macrozonas fueron sumadas para determinar el tamao de la poblacin de toda el rea efectiva de pesca. Por cuanto los valores de densidad de cada macrozona no estaban distribuidos normalmente, se aplic una rutina de remuestreo de bootstrap. Esto consisti en un remuestreo al azar (1000x) de la matriz de datos para cada macrozona, lo que dio lugar a 1000 valores promedio de densidad y permiti el clculo de la desviacin standard y el coeficiente de variacin (CV %) del promedio. Para analizar las diferencias de profundidad en las densidades de pepinos de mar, todas las medidas tomadas en cada estrato de profundidad (5-15 m y 15-25 m, respectivamente), fueron tomadas en cuenta para el clculo de la densidad general por estrato de profundidad. La densidad promedio resultante fue analizada para cada estrato y comparado usando un test de t para promedios. Por razones de comparacin, tambin se aplic el test no paramtrico
Figura 2. Sitios de pesca de pepino de mar en Galpagos en base a datos goereferenciados de los sitios de desembarque y monitoreos a bordo (bases de datos FCD y PNG, 1999-2008).
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Resultados
Estimacin de reas de las macrozonas y nmero de transectos por macrozona
La distribucin de las actividades de pesca de pepino de mar en el archipilago desde 1999 hasta el 2008
Macrozona Isabela Norte 1 Isabela Norte 2 Isabela Oeste Isabela Suroeste 1 Isabela Suroeste 2 Fernandina Norte Fernandina Este Fernandina Sur Santa Cruz Oeste Floreana Oeste San Cristbal Oeste San Cristbal Norte San Cristbal Sur Espaola Norte Espaola Sur Total
Figura 3. Macrozonas identificadas sobre la base de los principales sitios de pesca y su rea efectiva de pesca (50% del rea total de la macrozona).
Isla
Macrozona (cdigo) NI1 NI2 WI SWI1 SWI2 combinado NF EF SF combinado WSTC WFL NSC WSC SSC combinado NE SE combinado combinado
Nmero Densidad transectos promedio planificados 25 19 55 57 23 179 10 31 8 49 31 32 14 47 58 119 28 21 49 459 2.8 3.6 3.7 3.6 2.2 3.3 1.0 3.5 1.6 2.5 4.8 2.7 2.4 4.8 6.1 5.1 4.7 4.9 4.9 3.9
Densidad mxima 7 19 27 17 14 27 8 16 6 16 23 13 8 42 38 42 11 11 11 42
DS
Coeficiente de variacin (%) 25.00 25.00 21.62 25.00 27.27 11.59 70.00 25.71 81.25 24.90 22.82 22.14 58.33 18.75 19.67 13.26 19.15 12.24 9.67 6.81
Isabela
0.7 0.9 0.8 0.9 0.6 0.4 0.7 0.9 1.3 0.6 1.1 0.6 1.4 0.9 1.2 0.7 0.9 0.6 0.5 0.3
Tabla 1. Valores de densidad promedio y mxima (ind/100 m2) de todas la macrozonas e islas con el nmero de transectos planificados y realizados, desviacin standard y coeficiente de variacin.
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El tamao estimado del rea efectiva de pesca, la cual representa el 50% de todas las macrozonas es 125 km2 (Figura 3). San Cristbal tiene el rea de pesca ms grande (52 km2), seguida por Isabela (33 km2) y Santa Cruz (20 km2). Floreana, Espaola y Fernandina combinada representan 20 km2. Es interesante ver que el nmero de replicas vara grandemente entre zonas como Espaola que requiere el mayor nmero por rea (49/5 km2), mientras que Santa Cruz requiere solo 31 transectos en 20 km2 (Tabla 1). El monitoreo poblacional fue llevado a cabo en las dos ltimas semanas de Mayo del 2009 por pescadores, personal del PNG y de la FCD. El trabajo fue coordinado y financiado en su mayora por el PNG y WWF. Debido a fondos insuficientes, se llevaron a cabo menor nmero de transectos que el originalmente planeado.
Fernandina
Fernandina
Isabela
Isabela
Espaola
Espaola
Santa Cruz
Santa Cruz
San Cristobal
San Cristobal
Floreana
Floreana
03
04
05
06
06
07
08
09
Figura 4. Izquierda: Densidades promedio (ind/100 m2) en el monitoreo pre pesquera desde 1999 al 2009 por isla. Derecha: Porcentaje de individuos medidos que son menores a 20 cm de longitud total, por isla (1999-2009).
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Las densidades promedio del monitoreo del 2009 para los dos estratos de profundidad fueron de 4.5 y 3.2 ind/100 m2, para los 0-15 m y 15-30 m, respectivamente (Figura 5). La prueba no paramtrica de U de Mann-Whitney para la mediana de la densidad confirm la diferencia significativa encontrada entre los
Densidades (Ind/100m 2 )
0 - 15 m
15 - 30 m
Figura 5. Densidades promedio (ind/100 m2) con la desviacin standard para los dos estratos de profundidad
Discusin
Estimar el rea de pesca fue difcil debido a la gran variabilidad en la topografa e inclinacin del fondo marino entre las macrozonas. El mapeo de polgonos para determinar el rea (m2) entre la costa y la isbata de -30 m usando ArcGIS no fue posible determinar siempre sin cierto margen de error. Sin embargo, consideramos que nuestra estimacin de rea est bien y un punto de partida necesario para calcular la cuota de pesca. No se abri la temporada de pesca en el 2009, por cunto la densidad de pepinos de mar estuvo por debajo del punto de referencia lmite (11 ind/100 m2 en Isabela oeste). Si bien la cuota de casi
Nmero de individuos (x 10 6) 10 8 6 4 2 0 1999 1999 1999 1999 1999
600,000 pepinos para el 2009 es una cuota virtual, por cuanto no hubo pesquera, sta provee un punto de referencia para el futuro. Usando este nuevo acercamiento, se calcul una cuota hipottica para cada una de las temporadas pesqueras pasadas y estos valores se compararon con la captura real de cada ao (Figura 6). Estas cuotas recientemente calculadas basadas en las densidades de pepinos de mar de los monitoreos poblacionales pre pesquera fueron ms bajas que las capturas en la mayora de aos, a excepcin de 1999, 2001, 2007 y 2008 en que las cuotas fueron un poco ms altas que la captura registrada.
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Figura 6. Captura anual de pepinos de mar y las cuotas calculadas sobre la base de este estudio (en millones de individuos) desde 1999-2009 (en el 2006 no hubo temporada de pesca).
1999
81
La cuota de captura del 2001 fue baja como resultado de un sistema de cuotas individuales aplicado por esa nica vez, en la que cada pescador registrado tuvo una cuota asignada de 3 174 pepinos, los cuales ellos podan usar o vender su cuota. Muchos dueos de embarcaciones compraron cuotas de otros pescadores. Sin embargo, ellos calcularon mal el lmite econmico de su actividad pesquera, lo que result en la captura de tan slo el 60% de la cuota asignada (Informe Pesquero FCD-PNG 2001). La cuota virtual del 2007 y 2008 es alta por cuanto esta basada en estimaciones altas provenientes del monitoreo poblacional pre pesquera, las cuales creemos estn basadas en monitoreos poblacionales sesgados y por ende no pueden ser confiados como en el valor del 2009. De los 459 transectos planificados para el monitoreo pre pesca 2009, solo se llevaron a cabo 383 (83%) debido a restricciones econmicas. Este valor represent el mayor nmero de transectos circulares llevados a cabo en las zonas de pesca de pepinos de mar de Galpagos durante un monitoreo pre pesquera. La precisin alrededor de las densidades promedio difieren entre macrozonas, con un coeficiente de variacin (CV) entre el 12.2% para Espaola Este a 81.2% en Fernandina Sur (Tabla 1). Estas diferencias pueden ser atribuidas al nmero de transectos y el grado de heterogeneidad en la distribucin de los pepinos de mar en cada zona. Cuando se integraron los datos de los transectos para cada isla, la densidad estimada para cada una mejor notablemente con valores de CV siempre <25%. Las dos islas que tuvieron la mayor cantidad de transecto (Isabela con 125 y San Cristbal con 97) tuvieron el CV ms bajo (11.6% y 13.3%, respectivamente). La estimacin de densidad para todos los transectos combinados (3.93 0.26; CV = 6.8%) pueden ser considerados de muy buena precisin. De todas la macrozonas muestreadas, ninguna alcanz el punto lmite de referencia de 11 ind/100 m2 para abrir la pesquera, lo que indica el estado crtico del recurso. Varios factores pueden explicar esta situacin. Desde el ltimo El Nio fuerte en 1997/98, el cual aparentemente resultaron en un mejor reclutamiento de pepinos, observado en el 2000-2002, en los ltimos diez aos ha predominado las aguas fras (Base de datos de temperatura de la FCD) y no se ha observado otro evento de reclutamiento. Esta falta de reclutamiento reciente y el problema de una pequea poblacin desovante que queda luego de cada temporada pesquera pueden haberse combinado para reducir la actividad reproductiva as como tambin la supervivencia de las larvas y pre reclutas, por ende impidiendo la recuperacin de la poblacin.
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Agradecimientos
Queremos agradecer a todos los participantes del monitoreo poblacional del 2009, quines contribuyeron con los datos para este estudio. Agradecimientos especiales a: Jos Pilamunga, Polibio Espinoza, Washington Bran, Javier Araujo, Luis Lozano, Freddy Lucas, Federico Parrales, Yafet Araujo, Adriano Yamuca, Fernando Vlez, Javier Camacho, Carlos Lozano, Ivn Maffare, Pedro Tipn, Luis Bonilla, Gustavo Gil, Harry Reyes, Juan Carlos Murillo, Jules Paredes, Gabriel Vsquez, Leonardo Garca, Wilson Fuertes, Onivid Ricaurte, Juan Garca, Yasmania Llerena, Yesmina Mascarell, Mario Villalta, Mauricio Ortega, Jos Luis Ballesteros, Jerson Moreno, Julio Delgado, Sam Clarke y John Tiernan. Gracias al Parque Nacional Galpagos, WWF y al Sector Pesquero por el apoyo financiero.
El cambio histrico del uso del suelo y cobertura vegetal en el rea rural de Santa Cruz y San Cristbal
Introduccin
El uso del suelo y la tenencia de la tierra en Galpagos se iniciaron en los primeros aos de la colonizacin (1832 en adelante), cuando se desarrollaron las primeras actividades agropecuarias para el sustento alimentario de los colonos. Esto signific el inicio de la primera actividad econmica en las islas. Con el transcurso de los aos, el rea de asentamientos humanos a nivel urbano y rural ha atravesado cambios importantes en el uso del espacio y su cobertura vegetal, siendo actualmente el problema de mayor amenaza la propagacin de especies vegetales invasoras y sus efectos socioeconmicos y ambientales. En 1974 se formaliz la delimitacin del espacio del rea protegida como Parque Nacional Galpagos (PNG) y de asentamientos humanos a nivel urbano-rural, mediante la legalizacin de la tenencia de la tierra, a travs del Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonizacin (IERAC). Conforme han transcurrido los aos se ha incrementado la poblacin residente e intensificado los cambios de uso del suelo y su cobertura vegetal, as como la magnitud en la propagacin de especies invasoras en las dos islas con mayor poblacin, San Cristbal y Santa Cruz. El anlisis de los cambios de uso del suelo y su cobertura vegetal que se realiz en este estudio fue en base a los siguientes estudios cartogrficos: a. Mapas de Formaciones Vegetales y Uso Actual del Suelo dentro del estudio Inventario Cartogrfico de los Recursos Naturales, Geomorfologa, Vegetacin, Hdricos, Ecolgicos y Biofsicos de las Islas Santa Cruz y San Cristbal, a escala
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1:100.000, realizado por el Instituto Nacional Galpagos INGALA-PRONAREG-ORSTOM en 1987. b. Estudio de Cartografa Topogrfica y Temtica de las Islas Galpagos, realizado por The National Conservancy (TNC) en cooperacin con el Centro de Levantamientos Integrados de Recursos Naturales por Sensores Remotos (CLIRSEN) con la colaboracin del MAE-PNG y FCD en el 2006. El anlisis se realiz solamente para las islas San Cristbal y Santa Cruz, porque la informacin de 1987 no cubre a Isabela y Floreana. Este trabajo, as como otros similares que el Instituto Nacional Galpagos (INGALA - ahora convertido en parte del Consejo de Gobierno de Galpagos), ha venido realizando, contribuir al proceso de la planificacin territorial y a orientar la aplicacin de polticas pblicas para el manejo integral de los recursos como es el agua, el suelo y su cobertura vegetal. Estos recursos tienen relacin directa con la conservacin de cuencas hidrogrficas y el comportamiento de las caractersticas del ciclo hidrolgico para el mejoramiento de la capacidad de almacenamiento y/o produccin de agua, especialmente en San Cristbal donde existen importantes fuentes naturales de agua dulce en forma superficial.
Resultados
La superposicin cartogrfica demuestra grandes cambios en las formaciones vegetales y el uso del suelo en las islas San Cristbal y Santa Cruz entre 1987 y 2006, principalmente debido al incremento significativo en la propagacin de especies invasoras. Sumado a esto, existen otros factores locales socioeconmicos, los cuales han contribuido a los cambios sealados en el rea de asentamientos humanos en las dos islas. La estructura de las formaciones vegetales y de uso del suelo, est definida en categoras y sub-categoras: 1. Vegetacin natural y pastos naturales que corresponde a reas dominadas por especies nativas y endmicas: un total de 6 884,7 ha entre las dos islas en 1987. 2. Uso agropecuario con tres sub-categoras: 2.1. Pastos artificiales y asociacin con cultivos de ciclo largo: es la categora que mayor superficie representaba en las dos islas en 1987 (13 049,4 ha). 2.2. Cultivos de ciclo corto y ciclo largo (498,8 ha en 1987). 2.3. Caf dominante: con 1 151,5 ha para las dos islas en 1987, con una mayor predominancia relativa en San Cristbal. 3. Especies invasoras: en 1987 entre San Cristbal y San Cruz, ocupaban una superficie de 1 310,7 ha en bosque de guayaba (Psidium guajava) y 62,1 ha en bosque de pomarrosa (Syzygium jambos); esto no significa la ausencia de otras especies vegetales invasoras, sino que por la baja incidencia y probablemente por el tipo de escala de trabajo no se lograron registrar otras especies. 4. Centros poblados: esta categora, por su propia naturaleza, no representa cambios de cobertura vegetal, sino ms bien se refiere a los cambios de ocupacin del espacio para rea urbana. En 1987, se observa que San Cristbal con respecto a Santa Cruz
Metodologa
El presente estudio se bas en la superposicin cartogrfica de mapas realizados en 1987 y 2006 en las partes urbanas y rurales de Santa Cruz (8 352,8 ha) y San Cristbal (14 841,3 ha). Se compararon y analizaron los cambios en la cobertura de las formaciones vegetales y del uso del suelo en el perodo estudiado (1987-2006), de acuerdo con los siguientes pasos realizados: La informacin cartogrfica de 1987, en formato analgico, fue transformada a formato digital mediante el escaneo, geo-referenciacin y digitalizacin de la misma. Esta cartografa describe cinco grandes categoras y sub-categoras de formaciones vegetales y uso del suelo. La cartografa de 2006 estableci 14 categoras, las cuales fueron agrupadas con fines de comparacin en categoras similares con respecto a la cartografa de 1987, a fin de poder hacer la superposicin de mapas.
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tena una mayor superficie de rea urbana; mientras que hoy sabemos que esto se ha invertido. Desafortunadamente el estudio cartogrfico del 2006, no registra este tipo de informacin, por lo que no se puede establecer la magnitud de los cambios de ocupacin del suelo.
Los grandes cambios en las formaciones vegetales en el perodo analizado ( 19 aos), son debido principalmente a la propagacin de especies invasoras
cambiado a otro tipo de cobertura vegetal; mientras que solamente el 21% no ha tenido ningn cambio en el perodo analizado (1987-2006).
Cambios de Formaciones Vegetales y Uso del Suelo entre 1987-2006 Ningn Cambio ha % 19 23 ha 104,7 % 81 Con Cambios Descripcin Vegetacin invasora: mora y guayaba principalmente Cultivos, vegetacin invasora, infraestructura urbana Cultivos y vegetacin invasora (cascarilla, cedrela, pomarrosa, guayaba, mora); infraestructura Vegetacin invasora (guayaba, mora comn, pomarrosa), pastos; vegetacin; infraestructura Vegetacin invasora (cedrela, guayaba, mora comn, pomarrosa); pasto; infraestructura Cultivos y reas de pastoreo; vegetacin invasora mixta (mora, guayaba y pomarrosa Cultivos y pastos; invasora (guayaba)
rea protegida del PNG (zona de influencia de Laguna El Junco; 128,9 ha) Vegetacin natural y pastos naturales (2 936,1 ha) Pastos artificiales y asociacin con cultivos ciclo largo (2 726,2 ha) Cultivos de ciclo corto y ciclo largo (498,8 ha) Caf dominante (595,0 ha) Vegetacin invasora: bosques de guayaba (1 310,7 ha) Vegetacin invasora: bosques de pomarrosa (62,1ha)
24,2 684,8
2 251,3 77
551,7
20
2 174,5 80
71,3
14
427,5
86
456,8
77
138,2
23
Especies Invasoras
506,0
39
804,7
61
41,2 95,1
66 100
20,9 --
34 --
Tabla 1. El cambio de las formaciones vegetales y uso del suelo en la isla San Cristbal, entre 1987 y 2006.
Fuente: Mapas de Formaciones Vegetales y de Uso Actual del Suelo, INGALA-PRONAREG-ORSTOM, 1987; y, Mapas de Cobertura Vegetal, Cartografa topogrfica y temtica de las islas Galpagos, obtenido por TNC, CLIRSEN, MAE, PNG, 2006.
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La vegetacin natural: de las 2 936 ha en 1987, el 77% (2 251,3 ha) ha cambiado a cultivos y a la vez ha sido afectada por especies invasoras. En esta isla se observa el semi-abandono de las unidades de produccin agropecuaria, probablemente por los bajos ndices de rentabilidad que esta actividad econmica representa en un medio donde los altos costos productivos y la escasez de la mano de obra son una limitante. La pastos artificiales en asociacin con cultivos de ciclo largo: de las 2 726 ha en 1987, el 80% (2 174,5 ha) representa cambios en el 2006, correspondientes a cultivos y principalmente a la presencia de especies invasoras, principalmente pomarrosa, guayaba y mora comn (Rubus niveus). Los cultivos de ciclo corto (legumbres, hortalizas y gramneas) y ciclo largo (banano, caa de azcar y frutales): de las 498,8 ha en 1987, el 86% (427,5 ha) ha
Mapa 1. Formaciones vegetales y uso actual del suelo de la isla San Cristbal en 1987.
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Mapa 2. Formaciones vegetales y uso actual del suelo de la isla San Cristbal en 2006.
por especies invasoras durante el transcurso del perodo analizado (1987-2006). Los cultivos de ciclo corto: a diferencia de San Cristbal, en Santa Cruz no registra ningn cambio, fundamentalmente debido a que en esta isla el mayor porcentaje de ocupacin del suelo est principalmente dedicado a pastoreo extensivo y la agricultura de ciclo corto, la cual empez a tecnificarse e intensificarse en aos recientes. No obstante, tampoco significa la ausencia absoluta de esta sub-categora, sino ms se atribuye probablemente a la escala de trabajo que no ha permitido identificar reas pequeas en los estudios cartogrficos de 1987 y 2006. Las especies invasoras: en 1987, no se registr la presencia de especies invasoras, probablemente debido a su poca propagacin en aquel entonces y al tipo de escala cartogrfica utilizada. Sin embargo, en el 2006, se observa que las especies invasoras se han propagado transversalmente en las otras categoras de las formaciones vegetales, donde alrededor del 50% (7 199 ha) del rea agropecuaria est afectada por especies invasoras.
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Cambios de Formaciones Vegetales y Uso del Suelo entre 1987 - 2006 Ningn Cambio ha % -14 ha -3415,3 % -86 Cultivos, vegetacin invasora, infraestructura Cultivos, vegetacin arbustiva propia de cada piso altitudinal y vegetacin invasora (cascarilla, cedrela, guayaba, mora); infraestructura Vegetacin invasora (guayaba, mora comn); pastos; vegetacin propia de la zona; infraestructura Vegetacin invasora (cedrela, guayaba, mora comn); arbrea propia de cada piso altitudinal; pasto; infraestructura Con Cambios Descripcin
rea protegida del PNG * Vegetacin natural y pastos naturales (3 948,7 ha) Pastos artificiales y asociacin con cultivos ciclo largo (10 323,1 ha) Cultivos de ciclo corto y ciclo largo (0,0 ha) Caf dominante (556,5 ha) Bosques de guayaba, cascarilla, mora (0,0 ha)
-533,4
7061,0
68
3262,1
32
--
--
--
--
34,5
522,0
94
Especies Invasoras
--
--
--
--
13,0
100
--
--
Tabla 2. El cambio de las formaciones vegetales y uso del suelo en la isla de Santa Cruz, entre 1987 y 2006.
Fuente: Mapa de Formaciones Vegetales y de Uso Actual del Suelo, INGALA-PRONAREG-ORSTOM, 1987; y, Mapa de Cobertura Vegetal, Cartografa topogrfica y temtica de las islas Galpagos, obtenido por TNC, CLIRSEN, MAE, PNG, 2006 * En el rea de asentamientos humanos de esta isla no hay ninguna superficie protegida
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Mapa 3. Formaciones vegetales y uso actual del suelo de la isla Santa Cruz en 1987.
Conclusiones y recomendaciones
1. La comparacin y anlisis de la informacin cartogrfica mapeada en los aos 1987 y 2006, determin cinco grandes categoras y tres sub-categoras de formaciones vegetales y uso del suelo para el rea de asentamientos humanos de las islas San Cristbal y Santa Cruz. Siendo los cambios de uso del suelo ms importantes en San Cristbal con el 71% del rea (8 352,9 has); mientras que en Santa Cruz se determin solamente el 49% del rea con cambios (14 841,3 has) en el perodo analizado (1987-2006). 2. La categora de Vegetacin Natural, compuesta por especies nativas y endmicas del rea rural o zona agropecuaria, presenta cambios significativos hacia cultivos, reas de pastoreo, y principalmente presencia de especies invasoras en el perodo analizado. En San Cristbal de 2 936 ha de vegetacin natural en 1987, solamente quedan el 23% (684,8 ha); y, en Santa Cruz de 3 948,7 ha, quedan solamente el 14% (533,4 ha).
3. El rea de pastoreo, como sub-categora de la cobertura de cultivos de la zona agropecuaria, present cambios significativos en el perodo analizado. En San Cristbal el 80% (2 174,5 ha) de esta sub-categora ha sido afectado por especies invasoras y en parte cambiada a cultivos; mientras que en Santa Cruz el rea de pastoreo no presenta cambios significativos. 4. El rea de cultivos en San Cristbal ha determinado un cambio importante (86% o 427,5 ha), debido en gran parte a la propagacin de especies invasoras, causado por el semi-abandono de las unidades de produccin agropecuaria. En Santa Cruz el rea de caf dominante ha sido afectado fuertemente por la presencia de especies invasoras como cascarilla, guayaba y mora que representan un impacto fuerte (94%, 522,0 ha). 5. Las especies invasoras constituyen el problema central de mayor amenaza para las islas, especialmente en el rea agropecuaria, donde en forma transversal han afectado a otras categoras. En 1987 San Cristbal registraba solamente una cantidad de 1
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Mapa 3. Formaciones vegetales y uso actual del suelo de la isla Santa Cruz en 1987.
310,7 ha de bosque de guayaba en el rea agropecuaria, mientras que en el 2006, este bosque es ms de cuatro veces ms grande (5 643 ha). En Santa Cruz en 1987, no se registr presencia de especies invasoras; mientras que en el 2006, el 49% (7 199 ha) del rea agropecuaria result estar afectada por especies invasoras. 6. Considerando que las especies invasoras no solamente estn afectando al sistema ambiental para la conservacin de Galpagos, sino tambin a los aspectos socioeconmicos en las reas de produccin agropecuaria anteriormente indicadas, es necesario el apoyo de los sectores pblico como privado para el emprendimiento de proyectos productivos amigables con el ambiente particular de las islas. 7. Es importante sealar que una de las especies invasoras, la guayaba, ha sido reconocida por muchos de los agricultores como una especie que presta varios beneficios econmicos; y, desde el punto de vista hidrolgico, en San Cristbal, se ha podido observar
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que esta especie cumple una funcin importante en la intercepcin de humedad y proteccin de cuencas hidrogrficas productoras de agua dulce, motivo por el que es importante la realizacin de este tipo de estudio para determinar efectos positivos que probablemente son desconocidos. 8. Se recomienda la creacin e implementacin de polticas pblicas de uso del suelo y de la cobertura vegetal para conservar las reas remanentes e incentivar la recuperacin de la vegetacin nativa y endmica y de los hbitats afectados por especies invasoras y acciones antrpicas que no son compatibles con el ambiente.
1 Instituto de Ecologa Aplicada de la Universidad San Francisco de Quito, 2 Parque Nacional Galpagos
Desde los primeros ejercicios de planificacin y ordenamiento del turismo en Galpagos, ste fue concebido como exclusivamente de naturaleza, educativo y selectivo para una demanda con inters especfico en el disfrute de la vida silvestre de las islas (Reck et al. 2008). Esto fue reiterado en la Ley Orgnica de Rgimen Especial para la Conservacin y Desarrollo Sustentable de la Provincia de Galpagos (LOREG), el Plan Regional de Galpagos y el Reglamento Especial de Turismo en reas Naturales Protegidas (RETANP). Todos reconocan la necesidad de un uso selectivo con capacidad de mantener a un nivel mnimo los impactos negativos y riesgos para la frgil biodiversidad insular, as como la importancia econmica y social del desarrollo turstico. Tambin el actual Plan de Manejo del Parque Nacional Galpagos (PNG, 2005) adopta esta poltica. La gestin turstica, que histricamente ha sido aplicada en el rea protegida mediante herramientas de manejo como la definicin de sitios de visita especficos, la concentracin de las visitas en senderos delimitados, la asignacin de itinerarios, el rol de los guas naturalistas y un sistema de cupos y patentes, ha contribuido sin duda a que impactos ecolgicos importantes se hayan mantenido en los sitios de visita dentro de parmetros aceptables y/o manejables. Del mismo modo, desde el inicio del turismo ha sido muy importante la calidad de la experiencia que obtienen los turistas durante el desarrollo de su actividad en un sitio de visita; as el manejo de visitantes se ha caracterizado por favorecer la cercana con la
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naturaleza, fomentando a travs de tcnicas de interpretacin su apreciacin y valoracin. Actualmente, estos y otros instrumentos implementados a lo largo de los aos de manejo turstico, como la Capacidad de Carga Turstica (Cayot et al., 1996), Monitoreo Turstico (PNG, 2000) o la Red de Sitios de Visita de Uso Pblico Ecoturstico (PNG, 2005), estn siendo adaptados y fortalecidos frente a la realidad y necesidad de manejo de la actividad turstica en los sitios de visita, a travs del Sistema de Manejo de Visitantes (SIMAVIS) (Reck et al. 2008).
SIMAVIS
El SIMAVIS surge como una herramienta adaptativa, de integracin de los componentes del sistema de manejo turstico del Parque Nacional Galpagos (PNG). Metodolgicamente se constituye como una modificacin y adaptacin a la realidad del PNG, de pasos y procesos de la metodologa Experiencia de los Visitantes y Proteccin de los Recursos (VERP, por sus siglas en ingls; United States National Park Service, 1993), que a su vez deriva del proceso de Lmites de Cambio Aceptable (LAC, por sus siglas en
1 5
Estrategias de Manejo In situ Zoni cacin de Uso Pblico
2
CAV (GAMM)
SIMAVIS
4
Monitoreo Turstico
3
Itinerarios
Figura 1. Principales componentes del SIMAVIS: Zonificacin de Uso Pblico (ZUP), Carga Aceptable de Visitantes (CAV) medida en grupos al mismo momento (GAMM) para el ordenamiento de Itinerarios, Monitoreo Turstico y Estrategias de Manejo como respuesta a los impactos detectados de la actividad turstica.
Zonificacin: Zonas de uso pblico para la Red de Sitios de Visita Ecoturstico del PNG
Las categoras de uso de la zonificacin de los sitios de visita, que fueron definidas en el Plan de Manejo del PNG en el ao 2005 (PNG, 2005), son redefinidas en base al estudio de los tres principales mbitos de
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manejo turstico en cada sitio de visita terrestre: mbito biofsico, social y de manejo. Como resultado se obtuvieron seis zonas de uso pblico (ZUP), dentro de las cuales se clasifican los 70 sitios de visita del PNG (Tabla 1).
16% 4%
Figura 2. Resultados de la encuesta de satisfaccin del PNG, Motivo de su visita a Galpagos, realizado en los sitios de visita de Punta Surez, Punta Espinoza, Bartolom, Seymour Norte, Punta Cormorant, El Barranco, Sombrero Chino y Cerro Dragn (Datos del PNG).
Zonificacin SIMAVIS
Restringida
Alcedo, Punta Tortuga Negra y Daphne Mayor Punta Surez, Baha Gardner, Punta Espinoza, Punta Moreno, Playa Espumilla, etc. Cerro Dragn, Bartolom, Seymour Norte, Punta Pitt, Punta Cormorant, etc. Asilo de la Paz, Media Luna, Gemelos, El Junco, Sierra Negra, Tintoreras, etc. Tortuga Bay, El Garrapatero, Las Grietas, Carola, Lobera, Concha de Perla, etc. Centro de Interpretacin y Centros de Crianza
Intensiva
No Existe
Recreacional No Existe
Recreacional Cultural-Educativa
Tabla 1. Comparacin entre la zonificacin de los sitios de visita establecida en el Plan de Manejo del 2005 y la propuesta de zonificacin del SIMAVIS.
Esta nueva zonificacin de los sitios de uso pblico adapta la herramienta definida en el Plan de Manejo del PNG (PNG, 2005) a la realidad actual del manejo de cada sitio de visita, considerando elementos de naturalidad, originalidad y fragilidad (mbito biofsico), as como las condiciones de exclusividad en que se desarrolla o debe desarrollarse la visita y las oportunidades que ofrece para ello (mbito social), y la
intervencin directa de manejo existente, necesaria y aceptable (mbito de manejo). La zona Restringida, de mayor proteccin, limitacin y control del uso pblico, corresponde a sitios de visita cuyo mbito biofsico presenta condiciones de elevada naturalidad, originalidad, fragilidad y/o vulnerabilidad. Las condiciones sociales que se desea
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otorgar al visitante son de elevada exclusividad para la investigacin, interpretacin y observacin especializada, debiendo presentar acreditacin correspondiente que justifique esta especializacin, previa autorizacin de su visita. El manejo es restrictivo en cuanto al nmero de grupos permisibles, incluso del nmero de
Figura 3. Volcn Alcedo, Isabela - sitio de visita Restringido, catalogado as por su fragilidad. Este sitio se encuentra en recuperacin, tras la eliminacin de las especies introducidas que ocasionaron su degradacin. Foto: PNG, 2008
Los sitios de visita categorizados como Intensivo Natural presentan un entorno biofsico de elevado inters para la interpretacin de sus elementos naturales y paisajsticos, de limitada fragilidad frente a la actividad turstica controlada y guiada (Figura 4). Los aspectos sociales de la visita requeridos correspon-
den con un perfil turstico de naturaleza, para una experiencia de elevada exclusividad o soledad y de importante calidad en la interpretacin y desarrollo de la actividad. El manejo de uso pblico directo es exclusivo de seguridad del visitante y de orientacin en el sendero a travs de los hitos.
Figura 4. Playa Espumilla, Isla Santiago - sitio de visita Intensivo Natural, catalogado as por su buen estado de conservacin, naturalidad y relativa fragilidad por la elevada densidad de anidacin de tortugas marinas. Foto. PNG, 2008.
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La zona funcional Intensivo Manejado puede presentar el mismo grado de atractivo y valoracin de naturalidad y originalidad de sus elementos que los sitios de visita de la zona Intensiva Natural, con la diferencia de que el grado de alteracin (actual o potencial) que presenta como consecuencia del impacto acumulativo de los visitantes sobre los recursos, normalmente erosin, es de leve a moderado, aceptn-
Figura 5. Cerro Dragn, Isla Santa Cruz - sitio de visita Intensivo Manejado. En la foto se aprecia el deterioro del sendero como consecuencia del pisoteo, un impacto localizado y manejable y/o aceptable segn los principios de manejo de la zona funcional. Foto: PNG, 2008.
La zona Intensivo Cercano corresponde a sitios de visita de acceso inmediato desde la poblacin local, que conservan recursos naturales y/o histrico-culturales de elevado inters para la interpretacin (Figura 6). Estos sitios y sus recursos pueden presentar un grado de alteracin de moderado a alto como consecuencia, no solo del uso turstico, sino tambin del uso local tradicional. Las expectativas de las condiciones sociales en que se desarrolla la visita corresponden, generalmente, a una menor exclusividad, acep-
tndose una mayor visibilidad e interaccin con otros visitantes, sin perder las condiciones necesarias para desarrollar actividades de observacin, contemplacin e interpretacin de los recursos que ofrece el sitio. La intervencin de manejo es de mayor espectro de accin, aceptndose infraestructura tanto para la proteccin y recuperacin de los recursos degradados, como para facilitar el acceso y la seguridad para un mayor rango de visitantes (escalinatas, prcticas de endurecimiento, pasarelas, miradores, etc.).
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Figura 6. El Junco, San Cristbal - sitio de visita Intensivo Cercano. Este sitio tiene acceso rodado desde la poblacin local, dispone de infraestructura para la proteccin del suelo y la facilitacin del acceso a un amplio perfil del visitante. Foto: Mara Casafont, 2006.
Los sitios de visita Recreacionales, comparten el mismo grado de accesibilidad que los Intensivo Cercano, as como el inters para la interpretacin (Figura 7). Estos sitios sin embargo, presentan las condiciones ms apropiadas para el desarrollo de una actividad de esparcimiento y recreacin, aunque siempre bajo las restricciones correspondientes al rea protegida para la proteccin de los recursos.
Atendiendo a estos diferentes tipos de actividades permitidas, las condiciones de exclusividad para el desarrollo de la visita son de menor grado de exigencia, del mismo modo que la aceptabilidad de la infraestructura permitida, aunque siempre deber respetar estndares de mimetizacin con el entorno y utilizacin de materiales del medio y/o amigables con el mismo.
Figura 7. Tortuga Bay, Isla Santa Cruz - sitio de visita Recreacional, de acceso peatonal desde la poblacin local y uso recreacional tradicional. Foto: PNG, 2008.
Por ltimo, los sitios de visita que corresponden a la categora de zona Cultural-Educativo, son sitios artificiales o seminaturales, cuya funcin es la educacin ambiental de los turistas y los pobladores locales (Figura 8). La elevada accesibilidad, falta de fragilidad
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de los recursos y la capacidad fsica de acogida de estos sitios, determinan el manejo de las condiciones sociales de estos lugares, siendo los que menor exigencia presentan y mayor aceptabilidad por parte de los turistas para el encuentro con otros grupos.
Figura 8. Centro de Interpretacin de San Cristbal - sitio de visita Cultura-Educativo, construido especficamente para la exposicin de material didctico. Fuente. PNG, 2007.
Con la definicin de estas seis ZUP, se establece el marco y los lmites del manejo para cada sitio de visita, y segn estos se definen el resto de herramientas y acciones del SIMAVIS. Carga Aceptable de Visitantes (CAV) Desde 1996 el mtodo de referencia para limitar el nmero de visitantes en los sitios de visita ha sido la Capacidad de Carga Turstica (CCT). ste ltimo se define como el nmero mximo de visitantes por encima del cual el ecosistema se degrada como consecuencia del uso turstico (Cayot et al, 1996). La CCT es estimada mediante una frmula cuyos resultados no han logrado estimar el nmero adecuado de visitantes para cada sitio de visita. Esto se atribuye a los siguientes resultados observados: 1. Para algunos sitios de visita se obtuvo una sobreestimacin (ej., Sombrero Chino o Playa de las Bachas), y en otras una subestimacin del nmero (ej., Puerto Grande o Punta Carola). 2. No se consider la aceptabilidad de las condiciones sociales en las que se desarrolla la visita. Algunos sitios de visita que no estaran sobrecargados (segn la CCT) son objeto de denuncias por la ocurrencia de un excesivo nmero de visitantes al mismo momento (ej., Sombrero Chino). 3. El nmero de CCT se mide en grupos al da para cada sitio de visita, sin considerar una ptima distribucin de los grupos a lo largo del da.
4. Los recursos presentes en los sitios de visita no presentan una degradacin que pueda relacionarse directamente con la sobrecarga. Algunos sitios presentan degradacin de los recursos, sin embargo esta no se relaciona con una situacin de sobrecarga (ej., Punta Cormorant o Caleta Tagus). El mtodo SIMAVIS define la Carga Aceptable de Visitantes (CAV) para cada sitio de visita, que sustituye a la Capacidad de Carga Turstica establecida en 1996. Este nuevo concepto fue introducido por Reck et al. (2008) y ha sido implementada como una nueva herramienta de manejo de itinerarios por el PNG a partir del 2010. El parmetro utilizado para determinar la CAV en cada sitio de visita es el de Grupos al Mismo Momento (GAMM), utilizado en parques nacionales de Estados Unidos como PAOT (People at Any One Time). En este nuevo mtodo se asume que la calidad de la visita y las condiciones ambientales de los sitios de visita no dependen de la totalidad de visitantes en un da o ao, sino de la cantidad de personas que se encuentran en un sitio en un mismo momento, entre otros factores de manejo. En el anlisis para la estimacin de la CAV, se consideran una serie de factores sociales y de manejo, que introducen variables de calidad de la visita, y organizacin y planificacin del manejo de visitantes, que anteriormente no se analizaban (Tabla 2).
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Aspectos de Manejo Presencia de infraestructura o aceptabilidad de la misma para facilitar el acceso N de actividades actuales o potenciales, de oportunidad para la desconcentracin Nivel de control actual o potencial
Tiempo de recorrido considerando paradas de interpretacin Diseo del sendero (circular o lineal) Puntos de actual o potencial embotellamiento
Tabla 2. Ejemplo matriz de evaluacin para determinar el nmero de grupos que pueden visitar a los sitios de visita en un momento dado.
En la aplicacin de este concepto, se asume que la meta general es tener la menor cantidad de visitantes posible en un sitio al mismo tiempo, logrando con esto que los visitantes se sientan ms satisfechos y que la experiencia sea mejor con un cierto nivel de exclusividad. No obstante, esto no es posible en muchos lugares dada la intensidad de la demanda y por tanto se han de mantener la menor cantidad de interferencia y visibilidad entre grupos posible.
Monitoreo turstico
El monitoreo es concebido como una herramienta de uso permanente orientada a registrar cambios a largo plazo y permitir una toma de decisiones gil para determinar las acciones necesarias para mantener y restituir las condiciones deseadas en cada lugar. SIMAVIS establece un protocolo de monitoreo sistemtico y continuo, a travs de un conjunto de indicadores cuantificables de orden ecolgico, fsico, social y de manejo. Se establecen las condiciones
deseadas y el lmite de los cambios aceptables para cada zona y sitio. Desde una perspectiva de integracin de las diferentes herramientas de manejo se ha estructurado el nuevo proceso de monitoreo, modificando el esquema de actuacin y la definicin de parte de sus elementos, as como el anlisis de los datos y el proceso secuencial de toma de decisiones. Para la seleccin de los indicadores se han considerado aquellas variables dinmicas que reflejen los cambios ocurridos en el sitio de visita como consecuencia de la actividad turstica (impactos sobre los recursos ambientales y sobre la calidad social de la visita), obviando aquellos que no ofrecen informacin relevante para el proceso de evaluacin (Tabla 3). Para cada indicador se establece una medida sencilla para su registro y un conjunto de estndares o lmites de cambio asociados a las zonas de uso pblico del sitio de visita, as como la asignacin de diferentes responsables y periodicidad para su medicin.
Parmetro
Indicador % (profundidad/ ancho) % (amplitud sendero/longitud de la cadena) % (incremento/ ancho predefinido) Si/No (n ocurrencias)
Responsables
Periodicidad
Erosin
Tcnicos, guardaparques
6 meses
Tcnicos, guardaparques
6 meses
Tcnicos, guardaparques
6 meses
Si/No (n ocurrencias)
6 meses
Senderos alternativos
Si/No (n ocurrencias)
6 meses
100
Basura Si/No (n ocurrencias) 6 meses semanal
fauna desarrollo
flora
Si/No (n ocurrencias)
Tcnicos, guardaparques
6 meses
Cobertura vegetal
comunidad
Si/No (n ocurrencias)
Tcnicos, guardaparques
Senderos alternativos
Si/No (n ocurrencias)
Tcnicos,guardaparques, voluntarios Tcnicos, guardaparques, voluntarios, guas Tcnicos, guardaparques, voluntarios Tcnicos, guardaparques, voluntarios Tcnicos, guardaparques, voluntarios, guas
Basura
Si/No (n ocurrencias)
Fogatas
Si/No (n ocurrencias)
Graffitis
Si/No (n ocurrencias)
Especies introducidas
Tcnicos, ocasionalmente voluntarios Guas, voluntarios Guas, voluntarios, tcnicos Guas, voluntarios, tcnicos Guas, guardaparques, voluntarios Tcnicos, guardaparques, voluntarios, guas
Accidentes
N denuncias
semanal
semestral semanal
De los resultados del anlisis de los problemas y la determinacin de las causas, comienza un proceso de toma de decisiones para resolver aquellas situaciones no aceptables para el manejador. En este punto entran a discusin todos los instrumentos y acciones de manejo disponibles para la minimizacin de las amenazas, cada uno dentro del nivel de decisin correspondiente, considerando las alternativas posibles para la resolucin de los conflictos, incluida la no intervencin (aceptabilidad del impacto).
Estrategias de manejo
El monitoreo constituye la base para un manejo adaptativo y participativo de los sitios usando todos los elementos que componen el mtodo para optimizar la capacidad de respuesta correctiva. Se trata de un proceso de anlisis de la informacin de monitoreo, donde la identificacin de las causas de los impactos es fundamental para la posterior discusin de las alternativas de respuesta. El mtodo segrega las estrategias de manejo directas e indirectas, segn stas sean reguladoras de
las actividades tursticas in situ generalmente fsicaso se dirijan a influir sobre el comportamiento de los visitantes, respectivamente. El grado de intervencin de las medidas directas depende de la zona funcional de uso pblico asignada al sitio de visita. Como resultado de la evaluacin de los sitios de visita y de la bsqueda de una diversificacin de las oportunidades de la actividad dentro de los sitios, o alrededor de los mismos, se realiz una propuesta para la intervencin de numerosos lugares con el fin de mejorar la calidad social de la visita, as como la minimizacin de los impactos. Algunos ejemplos ya implementados son el rediseo de senderos para hacerlos en forma circular para evitar los encuentros entre los visitantes, as como proporcionar mayor rango de oportunidades para la actividad interpretativa; la apertura de nuevos tramos; el endurecimiento de sustrato para evitar la prdida de suelo o la construccin de infraestructura para facilitar el acceso o fortalecer la seguridad durante la visita. Ejemplos de ello son Tintoreras (Figura 10), Cerro Dragn, Punta Espinoza y Los Gemelos. Uno de los componentes ms importantes del SIMA101
Figura 10. Mapa del sitio de visita Tintoreras con el nuevo trazado. Fuente: Google Earth, 2008.
VIS en Galpagos es el ordenamiento de los visitantes en los sitios de visita a travs de itinerarios. Actualmente existe una alta coincidencia de embarcaciones en ciertos sitios de visita, y por otro lado existen otros sitios de visita subutilizados. La congestin en los sitios de visita ms demandados origina un deterioro de la experiencia turstica, la misma que debe mantenerse dentro de los estndares establecidos para los modelos de turismo de naturaleza, donde se exigen condiciones de soledad y exclusividad de la visita en un
determinado rango del espectro de oportunidades tursticas, y que cuantitativamente hemos expresado como Carga Aceptable de Visitantes. Un ejemplo de esta congestin es el sitio de visita de Punta Surez (Figura 11), donde operan el 100% de las embarcaciones de tour navegable (69 ), encontrndose hasta diez grupos al mismo tiempo realizando la misma actividad y provocando con ello que el visitante no encuentre satisfechas sus expectativas en la visita de uno de los sitios ms emblemticos de Galpagos.
Figura 11. Congestin de visitantes en el sitio de visita Punta Surez. Foto: Roberto Plaza, 2008.
102
Se estn realizando varias propuestas alternativas de planificacin y organizacin de itinerarios actualizadas a la realidad de la dinmica turstica, que integran la aplicacin de todas las herramientas anteriormente mencionadas, y que estarn en proceso de experimentacin a partir del ao 2010.
Conclusiones y recomendaciones
En una ltima fase de implementacin del SIMAVIS, donde nos encontramos ahora, es importante la participacin tanto de expertos en gestin turstica como de los guas naturalistas y los operadores o empresas tursticas. Puesto que el mercado es un factor influyente en el uso intensivo de sitios de visita especficos y por tanto de itinerarios, los operadores son quienes mayor capacidad tienen para modificar la demanda y adecuarla a la oferta del PNG, partiendo del supuesto de que ambos comparten inters en la calidad de la experiencia y en la conservacin de los recursos. En una mutua cooperacin se debe redefinir la oferta de atrac-
Identificacin de sitios alternativos a los lugares saturados, segn el tipo de atractivo que estos presentan para la visita, de forma que se desconcentre el uso de estos sitios y se distribuya por otros que contengan los mismos atractivos, o similares.
Distribucin de la visita en itinerarios de 14 das, con el objeto de reducir la presin a la mitad para determinados sitios crticos. Su implementacin depender de la ejecucin del punto previo de identificacin de sitios alternativos.
103
Apertura de nuevos tramos dentro de sitios de visita para desconcentrar determinados puntos de cuello de botella, e incluso la apertura de nuevos sitios de visita en caso de no existir potencial suficiente en la actual lista de sitios. Establecimiento de varios turnos (o momentos) de visita en aplicacin de GAMM, para una ms estricta y controlada distribucin temporal de la visita, especialmente en centros poblados. Preestablecimiento del horario continental (visitar con una hora de antelacin) para ciertas embarcaciones que ocasionan mayor concentracin de visitantes y una menor capacidad de organizacin en tierra (algunas embarcaciones ya trabajan bajo este procedimiento). Optimizacin de la distribucin de las llegadas y salidas de los visitantes, utilizando los dos aeropuertos principales y los sitios de visita adyacentes para los primeros y ltimos das de crucero.
104
Todos estos elementos deben ser tratados y discutidos entre todos los actores para llegar a un acuerdo y alcanzar los objetivos del manejo del SIMAVIS, propuesta de ordenamiento de la actividad turstica dentro de los sitios de visita del rea protegida del archipilago de Galpagos. Este proceso adaptativo es respaldado por el Plan de Manejo del PNG donde se menciona que el manejo de las reas protegidas de Galpagos debe regirse bajo los principios adaptativo y precautelatorio, para el cumplimiento de los objetivos de proteccin y conservacin, as como el mantenimiento de los servicios bsicos de calidad y seguridad en el ejercicio de sus responsabilidades como manejadores del rea.
Sistema de monitoreo de la calidad del agua en las islas Santa Cruz, San Cristbal e Isabela
Antecedentes
El desarrollo econmico y el aumento de la poblacin en Galpagos han generado un aumento significativo en la demanda de bienes y servicios. El consumo de estos bienes genera desechos que en muchas ocasiones son vertidos directamente al subsuelo o al mar. Esto ocasiona que el agua superficial marina y del manto fretico se contaminen, perjudicando la salud humana y el frgil ecosistema del archipilago. La degradacin del agua puede ocurrir por la alta concentracin de nutrientes (eutrofizacin) y la contaminacin por coliformes fecales y metales pesados. La calidad del agua es un factor importante para el bienestar y el progreso de la poblacin en Galpagos, as como para la flora y fauna nativa. Un monitoreo regular del agua, en tierra como en el mar, es importante para detectar cambios en la calidad y para tomar medidas para mitigar cualquier contaminacin. Este artculo presenta el anlisis de la calidad de agua en ocho sitios en las tres islas con mayor poblacin durante 2008. Se presentan tambin recomendaciones para la poblacin y las instituciones responsables del manejo del agua en la provincia. El monitoreo mensual de la calidad del agua en Galpagos liderado por el Parque Nacional Galpagos (PNG) con el apoyo de la Agencia de Cooperacin Internacional de Japn (JICA) fue iniciado en la isla Santa Cruz en el 2005. Luego a partir del 2007 se extendi el monitoreo a las islas San Cristbal e Isabela. En la actualidad el PNG desarrolla el programa de forma autnoma en las tres islas. Un objetivo clave del monitoreo es el anlisis del agua en sitios terrestres que corresponde al agua utilizada para el consumo huma105
no y uso domstico, para el efecto se eligieron siete sitios terrestres, dnde los municipios de cada isla extraen el agua para distribuir a la poblacin para el consumo humano y domstico; y un octavo sitio, la
de los usuarios y si son sitios considerados contaminados o no. Bajo esos criterios en Santa Cruz fueron seleccionados sitios terrestres y marinos, mientras que en San Cristbal se escogieron dos sitios terrestres destinados para el agua de consumo humano y uso domstico, y en Isabela dos sitios terrestres Ver (Tabla1).
Isabela Sitios terrestres Manzanillo Casa Puerto Villamil
San Cristbal Sitios terrestres Planta del Municipio Casa Puerto Baquerizo
BIOLGICOS
Tabla 2. Parmetros analizados en el programa de monitoreo de la calidad del agua en las islas Santa Cruz, San Cristbal e Isabela.
Resultados
Los resultados del estudio demuestran que excepto en el caso de coliformes fecales, no hay variaciones ni niveles muy altos para los otros parmetros monitoreados (Tabla 3). En general, los valores registrados se enmarcan dentro de los lmites mximos permisibles para el agua de consumo humano y uso domstico. Por lo tanto el parmetro de mayor preocupacin y que necesita atencin urgente es el de la presencia de coliformes fecales.
Los resultados del estudio demuestran que excepto en el caso de coliformes fecales, no hay variaciones ni niveles muy altos para los otros parmetros monitoreados
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Sitios Parmetros Grieta Colegio Pozo San Francisco Profundo Coliformes fecales (nmp/100 ml) Potencial de hidrgeno (pH) Oxgeno disuelto (mg/l) Salinidad (mg/l) Turbidez (NTU) Temperatura Nitrito (mg/l) Nitrato (mg/l) Fsforo total (mg/l) Grieta INGALA Laguna de las Ninfas Planta Casa Manzanillo del Puerto Municipio Baquerizo Casa Puerto Villamil
1236
18
481,1
433
756
1011
7,8
7,5
7,5
7,2
7,1
7,6
7,4
7,8
Tabla 3. Valores promedios anuales registrados durante 2008 para cada parmetro medido en los diferentes sitios en la isla Santa Cruz, San Cristbal, Isabela. * = Agua dulce
Las estaciones de la parte alta y las que estn cerca al mar tuvieron diferentes tendencias de calidad de agua, por ejemplo en cuanto a los niveles de salinidad, potencial de hidrgeno, y las cantidades de oxgeno disuelto fueron bajas en comparacin con las aguas del continente.
Los resultados de la contaminacin por coliformes fecales del monitoreo de la calidad del agua.
En 2008 la concentracin anual de coliformes fecales en la grieta del Colegio San Francisco en la isla Santa Cruz fue en promedio 1236 colonias por cada 100 mililitro de agua (tabla 3). Esto indica contaminacin por heces fecales, teniendo en cuenta que la norma tcnica ecuatoriana en el TULAS establece un lmite mximo establecido de 600 colonias por cada 100 ml). La Organizacin Mundial de la Salud (OMS), an ms conservadora recomienda un recuento de 0 colonias de coliformes fecales por cada 100 ml de agua para beber, por lo que se puede afirmar que el agua de esta grietas no es apta para el consumo humano.
En el caso del sector El Manzanillo en la isla Isabela, el nivel de coliformes fecales durante el 2008 mostr un promedio de 756 colonias por cada 100 mililitros de agua (Tabla 3). Esto sugiere que si bien el nivel de contaminacin es aproximadamente 40% menor que el de la grieta del Colegio San Francisco, existe un alto grado de contaminacin por heces fecales e igualmente el agua no es apta para el consumo humano. Otro sitio altamente contaminado con coliformes fecales, fue la vivienda escogida al azar en Puerto Villamil que alcanz un nivel de 1011 de colonias por cada 100 mililitros de agua. Las viviendas muestreadas en Puerto Baquerizo Moreno registraron un promedio anual de 433 colonias por cada 100 mililitros de agua, y 481,1 colonias por cada 100 mililitro de agua para la Laguna de las Ninfas (Tabla 3). Solamente la Planta del Municipio de San Cristbal no registr presencia de coliformes fecales en el 2007-2008, mientras que el promedio anual en el Pozo Profundo en el 2008 fue 9 colonias por cada 100 mililitros de agua, la Grieta del INGALA registr 18 colonias por cada 100 mililitros de agua. Estos dos
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Cambio de la densidad de Coliformes fecales entre Enero, Abril, Agosto y Diciembre del 2008
Figura 2. Cambio de la densidad de coliformes fecales entre enero, abril, agosto, diciembre del 2008.
sitios en Santa Cruz fueron bastante bajos en comparacin con los otros sitios muestreados (Tabla 3). Es importante mencionar que de la grieta del Ingala el municipio de Puerto Ayora extrae el 70% del
agua que distribuye a la poblacin local, mientras que de la grieta del colegio San Francisco extrae el 27% del agua que es distribuida a los barrios cercanos a la grieta del colegio.
SITIOS
Ao PARAMETROS Coliformes fecales (nmp/100mL) Coliformes fecales (nmp/100mL) Coliformes fecales (nmp/100mL) Grieta Colegio San Francisco Pozo Grieta Profundo INGALA Planta Laguna del de las Ninfas Municipio Casa Puerto Baquerizo Casa Puerto Villamil
Manzanillo
2005
400
2007
3 148.9
16.6
8.3
1 458.3
150
391.6
425
2008
1 236
18
481,1
433
755,5
1 011,1
Tabla 4. Valores promedios anuales de coliformes fecales registrados durante los aos 2005-2007-2008, en los sitios de monitoreo en la isla Santa Cruz, San Cristbal, Isabela. * = No se realiz el anlisis.
Como se puede apreciar en la (Tabla 4), los niveles de contaminacin por coliformes fecales en algunos casos no cumplen con los limites impuesto por el TULAS, sin embargo es importante mencionar que luego de los estudios realizados en los sitios establecidos para la toma de muestra se observa que en la laguna de la Ninfas en el 2008 esta concentracin de coliformes fecales se redujo considerablemente, al igual que en la Grieta del Colegio San Francisco (Santa
Cruz). Esta reduccin es probablemente porque se socializaron los resultados de esta investigacin con autoridades y poblacin en general, mediante charlas, talleres, y conferencias y se hicieron los correctivos pertinentes. En cuanto a los otros parmetros monitoreados, aunque hay ligeras variaciones de un sitio a otro, en general, los valores registrados se enmarcan dentro de los lmites mximos permisibles para el consumo
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humano (Tabla 3). Por lo tanto el parmetro de mayor preocupacin y que necesita atencin urgente es el de la presencia de coliformes fecales.
Conclusiones y recomendaciones
En base de los resultados de este estudio, se hace las siguientes conclusiones y recomendaciones. La comparacin directa de parmetros de calidad de agua entre las tres islas no es posible, debido a que solo San Cristbal posee agua dulce que proviene de la parte alta de la isla (lluvia) para el consumo humano y uso domstico, mientras que Isabela y Santa Cruz poseen agua salobre, la cual se la obtiene de las grietas subterrneas que se encuentran en determinados sitios de las islas. Por los altos niveles de contaminacin de coliformes fecales detectados en la grieta del Colegio San Francisco en Santa Cruz y en el sector de El Manzanillo en Isabela se debera dejar de utilizar estos sitios para el abastecimiento de agua para
consumo humano y uso domstico. La alta concentracin de coliformes fecales que presenta la Laguna de las Ninfas sugiere que en los alrededores no existe un manejo adecuado de aguas residuales, por lo que se debe coordinar entre las diferentes instituciones para tomar medidas de mitigacin. Adicionalmente se debera evitar que sea usado como un sitio de recreacin, con actividades como natacin y buceo de superficie. Resulta indispensable que todas las instituciones de Galpagos se involucren y trabajen de forma coordinada para la conservacin del recurso agua, el cual resulta crtico para mejorar la calidad de vida de la poblacin local. Es necesario incluir en los anlisis parmetros biolgicos, como fitoplancton, zooplancton, clorofila y carbn orgnico, ya que el resultado de estos pueden ser de gran ayuda para determinar posibles fuentes de contaminacin; as poder desarrollar medidas para la mitigacin de la contaminacin del agua.
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Prdida de hbitat rpida, reciente e irreversible: los bosques de Scalesia en las islas Galpagos
Introduccin
La biota de Galpagos, principalmente debido a la colonizacin humana tarda y el alto nivel de proteccin de la mayora del archipilago como un parque nacional no habitado, as como la misma radiacin en los pinzones, cucves y tortugas gigantes que inspiraron a Darwin a formular su teora de la evolucin todava puede ser observada hoy en da. Sin embargo, el cambio del uso de la tierra en las cuatro islas habitadas (San Cristbal, Santa Cruz, Floreana e Isabela) ha afectado mucha de la cobertura de la vegetacin natural en la parte alta. Se estima que en estas islas, 29 600 ha de la parte alta (33% y 49% respectivamente de las zonas hmedas y muy hmedas) han sido alteradas debido a la accin combinada de plantas invasoras y la actividad agrcola (Watson et al., 2009). En este artculo se presenta toda la informacin espacial disponible sobre la comunidad del bosque de Scalesia, y de esta manera evaluar los impactos de los cambios en su distribucin inducidos por los humanos. En particular, se reconstruye la distribucin histrica del bosque dominado por S. pedunculata y S. cordata (Lawesson et al., 1987; Adsersen, 1990; Itow, 1995). Usando la evidencia disponible, se documenta la degradacin actual de estos bosques, se estima la proporcin que sobrevive y finalmente se analiza las razones para la prdida dramtica y rpida de este nico tipo de hbitat.
El gnero Scalesia
Scalesia es uno de los siete gneros endmicos de plantas de las islas Galpagos. El gnero incluye 15 especies con 21 taxones distribuidos
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en todas las islas, con excepcin de cuatro (Eliasson 1974). Algunas especies tienen una amplia distribucin mientras que otras son endmicas de una sola isla. La mayora son arbustos que se dispersan en la zona rida y de transicin, pero tres especies: S. pedunculata, S. cordata y S. microcephala, son rboles que ocurren en bosques densos como la especie dominante. Estos bosques estn principalmente en la parte alta hmeda y son estructuralmente nicos. Las scalesias tienen un ciclo de vida bien corto. Las semillas germinan en aperturas de los bosques alcanzando 4-4.5 m de altura en un ao, y 10-15 cuando estn maduros. Empiezan a producir flores y frutos a los 1-2 aos de edad y pueden vivir hasta los 25 aos (Itow, 1995). El reclutamiento de los cohortes ha sido relacionado con los eventos de El Nio, los cuales afectan peridicamente el archipilago. El incremento en la lluvia parece resultar en una mortalidad masiva de las plantas adultas y un reclutamiento masivo del banco de semillas (Lawesson 1988; Itow y Mueller-Dombois 1988).
El bosque de Scalesia
Los bosques de Scalesia pedunculata ocurren en la zona de transicin y hmeda de Santa Cruz, San Cristbal, Floreana y Santiago, mientras que los de S. cordata estn restringidos a los volcanes de Cerro Azul y Sierra Negra en Isabela (Wiggins y Porter 1971; Hamann 1981). Las islas de Santa Cruz, San Cristbal, Floreana y el volcn Sierra Negra (Isabela) son las nicas regiones habitadas del archipilago (con la excepcin de las bases militares y el aeropuerto en Baltra) y las partes altas de cada una han sido severamente afectadas por la presencia humana debido a actividades agrcolas y especies invasoras. Si bien el volcn Cerro Azul (Isabela) y la isla Santiago no tienen habitantes, han sido severamente degradados por los herbvoros introducidos y especies de plantas invasoras.
112
1999 y cubre un total de 1.1 ha (menos de 0.1% de la distribucin original). Puede haber un pequeo remanente en Floreana pero la coleccin de datos ah no ha sido completada. Estudios de la distribucin de S. cordata en el sur de Isabela llevado a cabo por Delgado (1997) and Shimizu (1997) proveen datos de la ubicacin y tamao de los remanentes actuales en el volcn Sierra Negra, los cuales cubren menos de 10 ha, con solo dos de los bosques remanentes cubriendo ms de 2 ha. Adicionalmente, Jaramillo et al. (2006) encontraron que la mayora de estos remanentes estn muy invadidos por Psidium guajava. Estimamos que ha habido una prdida del 99.9% del bosque de S. cordata en Sierra Negra (Figura 2).
Discusin
Si bien la prdida extensiva de bosques en la parte alta, debido a destruccin de hbitat, herbivora y plantas invasoras, est bien registrada, esta es la primera vez que se calcula la extensin total de la prdida de los bosques de S. pedunculata y S. cordata en Galpagos. Los resultados indican una prdida casi total de todo un tipo de vegetacin en las islas habitadas del archipilago. La rpida destruccin del bosque de Scalesia durante el inicio del siglo XX ocurri como resultado directo de la destruccin humana para madera y destruccin de hbitats para agricultura en todas las islas habitadas (Lundh 2006). El agua es un recurso crtico en Galpagos y la zona del bosque de Scalesia es la nica zona de las islas con disponibilidad confiable de agua, debido a la gara durante la poca fra. Adicionalmente, en Isabela sur, grandes incendios en 1985 y 1995 reemplazaron los fragmentos de bosques de S. cordata remanentes por bosques de la invasora Psidium guajava (Nowak et al. 1990), principalmente debido a la habilidad de sta ltima para rebrotar luego del fuego (Delgado 1997; Shimizu 1997). Las altas densidades de chivos introducidos fueron el principal factor para la prdida de la zona de bosque de Scalesia en la isla no habitada de Santiago (de Vries & Calvopia 1977). Ahora que los herbvoros han sido erradicados (Cruz et al. 2005; Guo 2006; Carrin et al. 2007), la vegetacin est recuperndose, an cuando las plantas invasoras estn empezando a convertirse en un problema (Atkinson et al., 2008). Sin embargo, desde la erradicacin de los chivos en el 2006, no se ha observado regeneracin de S. pedunculata fuera de las reas cercadas a pesar de la habilidad de Scalesia de alcanzar la madurez dentro de un ao
Recomendaciones
Se necesita iniciar un programa de investigacin activa y enfocada, como la identificada por Gardener et al. (este volumen) para informar y optimizar la restauracin de los fragmentos remanentes de bosques de Scalesia, y para proveer una metodologa robusta para el reestablecimiento exitoso de las reas dentro de la distribucin natural.
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Figura 1. Mapa de los tipos de vegetacin en la isla de Santa Cruz indicando en rojo la distribucin antigua (izquierda) y actual (derecha) del bosque de Scalesia pedunculata.
Figura 2. Mapa de los tipos de vegetacin en Isabela sur con la distribucin antigua (izquierda) y actual (derecha) de los bosques de Scalesia cordata en rojo. Los puntos rojos ms grandes representan los remanentes de bosques mayores a 2 ha.
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Movilidad, desarrollo y relacin con el entorno del sector comercial de Puerto Ayora
1 Universidad Andina Simn Bolvar, 2 Fundacin Charles Darwin 3 Universit de Nantes
El turismo es la principal actividad econmica en Galpagos, en particular en Puerto Ayora, el pueblo ms grande del archipilago. El crecimiento del ingreso de dinero ha generado nuevas necesidades en la gente. Existe mayor deseo de comprar, hay un incremento en la oferta de productos, y por ende, una proliferacin del sector comercial. Un recorrido rpido por las principales calles de Puerto Ayora permite observar un amplio despliegue de comercios de todo tipo: artesanas, camisetas, computadores, electrodomsticos, servicios de internet, restaurantes, lavanderas y abastos, incluso supermercados en los que se encuentra una gran variedad de productos nacionales e internacionales. As tambin se puede observar la transformacin del paisaje urbano galapagueo, cada vez ms parecido al continental. Uno de los pilares para conseguir la conservacin en Galpagos es la colaboracin y el compromiso de la gente que ah habita. As pues, es imprescindible conocer su forma de ver y valorar el entorno. Aunque se han hecho en el pasado varias encuestas y estudios de opinin sobre la poblacin islea y su relacin con los ecosistemas nicos de las islas, faltan estudios sobre los sectores sociales especficos. Entre ellos, uno de los ms numerosos y poco estudiados es el de los comerciantes, dueos de pequeos almacenes y tiendas locales. Existe una clara divisin en el sector comercial de Puerto Ayora, con una parte dirigida a los turistas y otra a los habitantes. Se puede observar una saturacin de comercios tanto en la avenida Charles Darwin (que costea el mar sin que ste sea visible en su mayora), como en la avenida Baltra (Figura 1). En la primera y, en alguna medida, en la segunda se sitan los locales destinados a los turistas (Foto 1). Por otro lado, ascendiendo por la avenida Baltra y
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dispersados a lo largo de las calles secundarias, estn los locales dedicados al comercio interno para los pobladores de Puerto Ayora. Tambin varios hogares han establecido pequeas tiendas domsticas que ofrecen escasos productos, principalmente
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Foto 1. Negocios tursticos sobre la avenida Charles Darwin. Foto: Lenin Dvila.
Este artculo est basado en una investigacin de campo realizada entre los meses de octubre y noviembre del 2009, en el marco del proyecto Huella Geogrfica de la Fundacin Charles Darwin. Se realiz una encuesta dirigida a una muestra de 100 negocios de Puerto Ayora, tomando en cuenta a los dos tipos de comercios mencionados anteriormente. En la encuesta se abordaron temas generales del negocio para tener una panormica de la situacin econmica de este sector, as como tambin temas socioambientales, que permiten hacer una aproximacin a la mirada de los comerciantes, a sus prcticas cotidianas, su movilidad dentro y fuera del archipilago y su relacin con el entorno. Se intenta determinar cules son las principales preocupaciones de este sector de la sociedad, y cul es su valoracin del medio natural y social en el que viven.
las islas un lugar apropiado para asentar sus negocios y vivir. La mayora de los comerciantes encuestados llegaron a las islas entre 1991 y el ao 2000 (Figura 2). A pesar de la restriccin impuesta por la Ley Especial de Galpagos en 1998, con respecto a la migracin, el 18% de los encuestados lleg a las islas despus de la publicacin de esta Ley. El 47% de los negocios encuestados fueron establecidos durante la ltima dcada, y el 29% entre 1991 y el 2000; apenas el 7% fue creado entre 1970 y 1990. El 17% restante adquiri el negocio en funcionamiento. Es decir, en los ltimos 20 aos aparecieron el 76% de los locales comerciales que fueron objeto de la encuesta. Esto se relaciona con el crecimiento turstico que tuvo lugar en Galpagos, el aumento en los ingresos de los habitantes de Puerto Ayora, y el incremento de su poblacin. Para tener una idea acerca del empleo que generan los negocios se les pregunt a los encuestados cuntos empleados asalariados tienen. Los resultados muestran que el 47% no contrata a nadie en su negocio, sino que lo atiende el mismo propietario o algn miembro de la familia, sin recibir paga (Figura 3). Segn sus afirmaciones, el negocio no ofrece suficientes ingresos como para poder contratar a alguien. El 32% tiene un empleado y el 11% cuenta con dos trabajadores.
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Galapagueo Entre 1998 y 2009 Entre 1991 y 1997 Entre 1981 y 1990 Entre 1971 y 1980 Entre 1960 y 1970 0%
Figura 2. Ao de llegada a Galpagos.
Fuente: Encuesta de Opinin de octubre a noviembre de 2009 realizada en Puerto Ayora (N=100).
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
Ms de 10 empleados De 8 a 10 empleados De 3 a 6 empleados 2 empleados 1 empleado No tiene empleados 0% 10% 20% 30% 40% 50%
Figura 3. Nmero de empleados asalariados en el negocio. Fuente: Encuesta de Opinin de octubre a noviembre de 2009 realizada en Puerto Ayora (N=100).
A pesar de ello, un 9% de los encuestados seal que piensa contratar a algn dependiente para su negocio, de los cuales, el 6% dijo preferir un empleado del continente pues a su parecer, el trabajador local cobra ms y no trabaja bien. Cabe resaltar que al traer a un empleado del continente, la relacin laboral de dependencia es mucho mayor que al contratar a un local. Es ms fcil controlar a quien viene a un lugar en el que no conoce a nadie y cuyo nico objetivo es trabajar. Con respecto a la ganancia que generan los negocios, algunos encuestados prefirieron no hablar. En buena medida, quienes se abstuvieron de comentar sobre este punto fueron los propietarios de los negocios ms grandes. El 20% de los propietarios indic tener ganancias de entre US$100 y 500 mensuales. Tomando en cuenta que el costo de la vida en
Galpagos es ms alto que en el Ecuador continental, las ganancias reportadas para estos negocios son mnimas. El 22% indic tener ganancias de US$501 a 1 000; buena parte de estos negocios se dedican al comercio de souvenirs para turistas nacionales. El 14%, que gana entre US$1 001 y 2 000 ofrece un buen surtido de abastos y licores. El siguiente grupo que registra ingresos de entre US$2 001 y 5 000 (11%), incluye los locales destinados al turista internacional. Se encuest tambin a nueve personas empleadas en los negocios, preguntndoles a cunto asciende el sueldo mensual que reciben. Siete de ellos perciben un salario de entre US$200 y 400, mientras que dos ganan entre US$600 y 700. Los rangos de ganancias y sueldos demuestran que existe un fuerte contraste entre negocios que
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tienen excelentes ingresos, y aquellos que tienen dinero apenas para mantener sus puertas abiertas. Los negocios ms prsperos son aquellos que se dedican a la venta de souvenirs y que estn situadas
Figura 4. Rubros en los que el propietario del negocio planea invertir (73% no estn incluidos porque no tienen planes para inversiones).
Fuente: Encuesta de Opinin de octubre a noviembre de 2009 realizada en Puerto Ayora (N=100).
En estas condiciones, el 73% de los propietarios prefiere no realizar inversiones en sus locales; su eleccin es asignar una suma de dinero para el mantenimiento de la mercadera que ofertan. El 27% de los encuestados planea invertir en el negocio, con la mayora pensando diversificar las lneas de productos que ofrece (10%), seguido por quienes desean ampliar el espacio fsico del local (7%) (Figura 4). Si bien es cierto, no todos los negocios tienen a los turistas como sus principales clientes. Sin embargo, todos los comerciantes encuestados expresan su dependencia del flujo econmico proveniente del turismo, pues a pesar de tratarse de tiendas destinadas al comercio local, el movimiento en ellas est ligado estrechamente a los ingresos que tengan los habitantes de Puerto Ayora, y estos, en gran medida, estn sujetos a dicho rubro.
Migracin
Luego de esta primera fase en la que se ha intentado dar una idea general acerca de la situacin socioeconmica del sector comercial, se analiz su perspectiva respecto a temas estrechamente ligados con la conservacin de Galpagos. Se empez con el problema migratorio, pues cada vez es mayor la presin demogrfica que se ejerce sobre el territorio habitable en
Galpagos y resulta importante conocer qu piensan los comerciantes respecto a este punto. El 25% de los encuestados seal que la migracin era favorable, un 53% dijo que era nociva, y el 22% restante encontraba en ella tanto aspectos favorables como negativos. Entre quienes encuentran la migracin hacia Galpagos nociva, manifiestan que la gente que llega quita el trabajo a los colonos (30%; Figura 5). Quienes estn a favor de la migracin resaltan el hecho de que los migrantes trabajan mejor y cobran menos (18%). Un total del 23% de los encuestados seal que la migracin trae consigo problemas como la sobrepoblacin de las islas y la destruccin de la naturaleza. Una opinin generalizada es que aquellos que llegan a las islas no saben conservar, y que por lo tanto generan un impacto para el ambiente. Hay una diferencia con respecto a la encuesta realizada a toda la poblacin en el 2006 (Barber y Ospina, 2008), pues en ella el 81% de la poblacin indic estar de acuerdo con la frase mientras ms gente llega a vivir a las islas, ms daos hay al medio ambiente. El 86% mostr su acuerdo con que la migracin aumenta el nivel de delincuencia. Una parte de la variacin en esta percepcin podra deberse a que la principal preocupacin en el sector comercial se enfoca al crecimiento de la competencia, as la principal amenaza que trae consigo la migracin es la
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falta de trabajo, pero por otra parte, alrededor del 10% muestra su apoyo al ingreso de gente, pues son los migrantes los que consumen en las tiendas locales.
Movilidad
Otro tema importante es la movilidad de los comerciantes, en particular sus movimientos dentro de Galpagos, sus salidas al continente, sus motivos para
Floreana Santa F Bartolom Todas Ninguna Isabela Cristbal 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 40% 45%
Figura 6. Islas visitadas por los encuestados (Todas fue la respuesta por los que han trabajado en turismo). Fuente: Encuesta de Opinin de octubre a noviembre de 2009 realizada en Puerto Ayora (N=100).
La isla ms visitada es San Cristbal: el 40% del total de los encuestados la ha visitado (de ellos, el 75% por motivos de trabajo y trmites, y solo el 25% por razones familiares). Isabela ha sido visitada por el 31% de los encuestados: por turismo el 58% (tranquilidad y paisajes) y 42% por visitas a familiares o por algn negocio. Quienes han ido a Isabela concuerdan en que es un lugar hermoso pero en el que no elegiran vivir. Entre los motivos sealan el aislamiento, la falta de movimiento, la escasa poblacin y el hermetismo de sus habitantes. Los que dicen haber visitado todas las islas han trabajado anteriormente en el sector turstico. Respecto a la forma de movilizacin al interior de Puerto Ayora, el 38% seal que utiliza como transporte la bicicleta, el 33% prefiere caminar, y el 29% alterna entre caminar para distancias cortas, y el uso de un vehculo motorizado para distancias largas. A pesar de que alrededor del 70% de la muestra mostr preocupacin por el incremento del parque automotor en Santa Cruz debido al ruido y contaminacin que produce, el 35% de los encuestados es propietario de un vehculo a motor, sea una moto, un taxi o un camin.
Las visitas hacia el continente son comunes entre los habitantes de la isla. El 35% de los encuestados sale de Santa Cruz una vez por ao y el 42% sale dos o ms veces al ao. Los lugares del continente ms frecuentados son: Guayaquil (35%), Quito (30%) y Ambato (17%). Es decir que los tres cuartos de los comerciantes encuestados salen de Santa Cruz una o ms veces al ao. El 23% restante no tiene una frecuencia fija en sus salidas hacia el continente; lo hacen solo si se presenta una emergencia. Al preguntarle a este grupo las razones de su permanencia en las islas, casi todos coincidieron en sealar que quisieran salir con mayor frecuencia, pero no pueden por limitaciones econmicas. Entre los principales motivos para salir estn las visitas a familiares (32%), vacaciones (23%), y revisar su salud (22%). Prcticamente todos los encuestados coinciden en que no confan su salud a los mdicos que laboran en Galpagos y que cualquier enfermedad que supere a una gripe debe tratarse afuera. Todos coinciden en que la atencin mdica no es buena en Galpagos, y que se debera incentivar la llegada de mdicos y especialistas capacitados en diferentes ramas.
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Al preguntarles a los encuestados si estaran dispuestos a vivir en el Ecuador continental, el 62% respondi que no. Prefieren quedarse por la costumbre, y por los lazos familiares pues sus hijos han nacido en Galpagos. Adems, tienen trabajo y sienten temor a la inseguridad que ofrecen las calles de las grandes ciudades. El 84% de los encuestados seala la tranquilidad como el aspecto que ms valora de su vida en Galpagos. Por tranquilidad, entienden la seguridad y la paz que ofrece la vida en las islas. La cuarta parte de los encuestados del sector comercial, sin embargo, quiere volver a radicarse en sus ciudades de nacimiento; muchos sienten nostalgia por aquello que tuvieron que dejar en busca de mejores oportunidades de trabajo, extraan a sus familiares y a lo que reconocen como su tierra. Otro tanto dice que deber regresar porque la situacin en Galpagos es cada vez ms difcil, todo est ms caro, no es como cuando llegamos. El 12% de los comerciantes encuestados est analizando la posibilidad de regresar permanentemente al continente.
Tiempo libre
Finalmente, se analiz el uso de su tiempo libre para determinar qu uso hacen de los espacios, si existe una apropiacin y un conocimiento de su entorno, y para indagar su opinin acerca del desarrollo y el crecimiento de Puerto Ayora. El 49% de los encuestados declar casi no tener das libres pues el trabajo demanda su presencia al menos seis de los siete das de la semana. Si tienen algn momento libre, lo dedican al cuidado del hogar y a descansar en casa. El 51% restante reparte su tiempo entre pasear, ir a comer y visitar las playas o la
parte alta. Entre los lugares de uso recreacional que los encuestados conocen en Santa Cruz, el primero es Tortuga Bay (48%), seguido por la Estacin Charles Darwin (10%), el Garrapatero (9%), las Grietas (6%) y la playa de los alemanes (6%). Sin embargo, el sitio recreacional ms visitado es la parte alta; ms del 85% de los encuestados visita Bellavista al menos una vez por mes, por la comida tpica que se ofrece cada domingo. Sus razones incluyeron, entre otras: es el momento de compartir con la familia, se come rico, preparan muy bien las fritadas y los caldos de gallina, adems, luego nos reunimos para ver el vley. En cualquier isla el mar juega un papel importante para la poblacin, incluyendo a los comerciantes. Al 78% le gusta el mar, mientras que el resto seal que prefera mantenerse alejado, o que prefiere solo verlo, pero no nadar ni baarse en l. Quisimos saber tambin cmo era su mirada frente a algunos de los animales que se encuentran en Galpagos, y la pregunta exploraba la reaccin que tienen al encontrar uno de ellos. Un 15% de los encuestados no haba visto nunca una iguana, un lobo ni una tortuga mientras nadaba. Alrededor del 60% seal que de encontrarse con uno de estos tres animales en el agua no hara nada, mientras que un 15% saldra del agua o se alejara del animal. Los dos animales que producen mayor temor en los encuestados son las rayas y las tintoreras, a pesar de que casi el 30% de ellos no las ha visto. Todos los encuestados enfatizaron su propsito de tratar de no molestar a la fauna islea. Se puede observar que el discurso de conservacin ha sido asimilado por los encuestados, al menos en la parte terica. Sin embargo, no todos han tenido la oportunidad de acercarse y conocer ms a profundidad su entorno.
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Desarrollo
Frente al desarrollo en Galpagos, las opiniones estn divididas. El 25% cree que es bueno y que deben continuar haciendo ms obras, pues ahora disponen de mejores servicios, la calidad de vida es mejor y resulta menos difcil conseguir algunos productos (Figura 7). Por otra parte, el 31% piensa que es demasiado acelerado. Entre los que han vivido ms aos en Galpagos,
Es necesario Bueno Destruye el entorno Terrible Hay retraso Produce sobrepoblacin Desordenado Muy acelerado 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35%
Figura 7. Opinin sobre el desarrollo. Fuente: Encuesta de Opinin de octubre a noviembre de 2009 realizada en Puerto Ayora (N=100).
Conclusin
Quienes conforman el sector comercial de Puerto Ayora se han apropiado ya del discurso de conservacin, pues en el entorno en el que se desenvuelven la naturaleza tiene importancia no solo por su valor implcito, sino adems por el peso turstico que implica y los flujos econmicos. Los comerciantes conocen Puerto Ayora, y se han apropiado de sus diferentes escenarios adecundolos a sus necesidades; as, estn quienes trotan diariamente en el camino hacia Tortuga Bay, o quienes van a Bellavista para comer los platos tpicos de su provincia de origen y para jugar vley; diferentes usos de los espacios que buscan la identificacin de ese entorno como suyo. La movilidad de quienes laboran en el sector comercial es bastante dinmica, especialmente en lo que respeta a sus visitas al Ecuador continental. Los motivos son variados e incluyen traer mercadera, vacacionar, y visitar a sus familiares, pero el ms fre-
cuente es revisar su estado de salud, por lo que una forma para evitar estos viajes, o disminuirlos, sera mejorar los servicios mdicos en Galpagos tanto en el plano tecnolgico como en el personal. Resulta indispensable contar con especialistas en distintas ramas mdicas que permitan que los habitantes se sientan seguros y bien atendidos.
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Introduccin
Luego de haber sido creado para analizar las debilidades de la conservacin de Galpagos (Grenier, 2007), el concepto de apertura geogrfica empieza hoy a difundirse: por ejemplo, se encuentra en el segundo artculo del borrador de la nueva Ley Especial de Galpagos del Ministerio del Ambiente del Ecuador, y ha sido el tema del taller internacional sobre la sustentabilidad en islas que se desarroll en la Fundacin Charles Darwin a finales de marzo 2010. La apertura geogrfica de una regin se define por las profundas transformaciones ecolgicas y/o sociales consecuentes a la conexin creciente e incontrolada de esta regin con el resto del mundo. Parece necesario mostrar en que este concepto puede ser til para avanzar la conservacin y la sustentabilidad socioeconmica de Galpagos. El presente artculo inicia recordando que las islas ocenicas son regiones caracterizadas por su aislamiento. Luego, resume la historia humana de Galpagos como un proceso de apertura geogrfica que no ha sido detenida por la conservacin del archipilago, sino ms bien al contrario. Posteriormente analiza que la apertura geogrfica de Galpagos se manifiesta en la organizacin de los espacio del archipilago, la cual conduce a un proceso de continentalizacin tanto ecolgico como socio-cultural de las islas. Finalmente concluye con la propuesta de establecer una poltica de conservacin sustentable para Galpagos que reduzca la apertura geogrfica del archipilago sin quitarle a la poblacin insular sus fuentes de ingreso.
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Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, las sociedades se adaptaron a la diversidad terrestre por procesos de diversificacin cultural y, ms precisamente, por procesos de diversificacin geogrfica. Es decir, que cada sociedad humana tena un estilo de vida acorde a sus ideas/valores, a sus tcnicas y a los recursos naturales del lugar ocupado, y por ende dejaba huellas sobre la superficie terrestre (o geo-grafas) especficas a su lugar y cultura. Los procesos de diversificacin biolgica y cultural forman regiones naturales (o eco-regiones) y regiones geogrficas. Una regin es un rea de escala mediana (de miles a cientos de miles de km2) que se distingue por rasgos naturales y/o geogrficos de otras entidades espaciales de similares dimensiones. Las islas ocenicas son regiones naturales caracterizadas por su muy largo aislamiento ecolgico (millones o cientos de miles de aos). La barrera ocenica que asla a estas islas de los continentes no es hermtica, pero s ha funcionado como un filtro. Antes de la llegada del hombre, solo algunos representantes de pocas especies han sido aptos a colonizarlas, lo que produce una desarmona en la flora y fauna nativa de las islas, que por otra parte son poco diversas. Es ms, el ocano ha cortado estos organismos insulares de sus poblaciones de origen en el continente, lo que permite en ciertos casos su evolucin divergente y la consecuente formacin de especies endmicas, especficamente adaptadas a estos lugares aislados, de reducidas dimensiones y escasa biodiversidad terrestre. Por estas mismas caractersticas, las islas ocenicas son regiones geogrficas particulares, pues algunas constituyen los ltimos lugares del planeta en haber sido poblados por los humanos. Desde la antropizacin del planeta, el aislamiento ecolgico de las islas ocenicas depende del grado de aislamiento geogrfico de las sociedades que las han colonizado, es decir de su nivel de conectividad humana con otras regiones del mundo. Una vez asentadas las primeras poblaciones humanas, ciertas islas ocenicas han formado regiones geogrficas en gran parte aisladas del resto del mundo por tiempos histricos. Un ejemplo emblemtico de este aislamiento insular es Rapa Nui (Isla de Pascua), cuya poblacin polinesia permaneci un milenio con muy pocos contactos exteriores. Sin embargo, ciertas sociedades isleas tradicionales (en Melanesia, por ejemplo) han producido espacios redes que les permitan mantener contactos regulares con otras poblaciones insulares, segn una movilidad estrechamente controlada por sus jefes.
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sistema Mundo. Un sistema Mundo conecta varias regiones en diferentes continentes u ocanos por redes de transportes que permiten flujos regulares, sobre todo econmicos como: materias primas, productos, dinero; pero tambin flujos humanos, culturales, y biolgicos. El sistema Mundo Moderno actual est estrechamente relacionado con la expansin del capitalismo, el cual se form a partir del siglo XV en Europa occidental y se expandi geogrficamente desde entonces hasta hoy comprender el planeta entero, produciendo as un espacio Mundo. La globalizacin, propiedad emergente del sistema Mundo Moderno, puede en parte considerarse como una apertura geogrfica generalizada de las regiones que presentan un inters econmico y/o estratgico para los poderosos actores geogrficos (por su capacidad de transformar regiones enteras), que son hoy en da los Estados, las organizaciones internacionales y las empresas transnacionales. En los primeros siglos de la historia humana de Galpagos, la apertura geogrfica del archipilago fue casi nula, aunque las islas formaban ya simblicamente parte del sistema Mundo a travs de su ubicacin en un mapamundi de 1570. Los descubridores espaoles del siglo XVI no se asentaron en las islas. Al final del siglo XVII e inicios del siglo XVIII, las islas fueron usadas como base de operacin por bucaneros que tampoco dejaron huellas permanentes, con la excepcin de la introduccin de ratas. La real ruptura del aislamiento ecolgico de Galpagos comenz en el siglo XIX, por la conexin del archipilago a Nantucket por flotas balleneras estadounidenses, y luego su integracin al espacio nacional ecuatoriano por su colonizacin, lo que result en la introduccin de especies domsticas. Desde entonces la apertura geogrfica de Galpagos estuvo caracterizada por la explotacin de recursos naturales destinados a la exportacin (en el siglo XIX, principalmente cachalotes, tortugas gigantes, focas peleteras, orchilla, etc.), lo que redujo drsticamente las poblaciones de ciertas especies. La apertura geogrfica de Galpagos se ampli a lo largo del siglo XIX. A partir de 1870, la colonizacin ecuatoriana fue permanente. Las partes altas de San Cristbal y luego de Isabela se abrieron a la ganadera, a la agricultura (plantaciones de caa y caf) y a la explotacin de materias primas destinadas a la exportacin. Las expediciones cientficas occidentales recolectaron grandes cantidades de especmenes de todo tipo y presionaron an ms la sobrevivencia de ciertas especies (Thornton, 1971). Esta apertura geogrfica no se tradujo en un mejoramiento de las condiciones
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vivas. A inicios de esta dcada, el Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonizacin (IERAC) organiz la colonizacin en la parte alta de Santa Cruz, pero sta no tuvo el xito esperado. Galpagos no pudo ser poblado por un frente pionero agrcola, como fue en el caso de ciertos sectores de la Amazona. Al mismo momento se hizo ms fuerte la presin de cientficos naturalistas occidentales, apoyados por la UNESCO y la UICN, para establecer una reserva natural en Galpagos. La creacin conjunta del Parque Nacional Galpagos (PNG) y de la Fundacin Charles Darwin (FCD) en 1959 result del acuerdo entre el sector conservacionista internacional y el Estado ecuatoriano. Por una parte, el 97% del archipilago pas a ser rea protegida con el asesoramiento de una ONG internacional disponiendo de una base cientfica permanente; y por otra parte, este parque nacional se destin a ser un polo del turismo mundial, como lo estableci la ley que lo cre.
aumentando para alcanzar hoy aproximadamente los 30 000 habitantes. Es que Galpagos tiene ahora un rgimen inmigratorio muy parecido a los pases ricos. La prohibicin de radicarse en la provincia la vuelve an ms atractiva y nutre una inmigracin disfrazada, con residentes ilegales. Sin embargo, hay que recalcar que esa inmigracin est tambin auspiciada por empresarios y habitantes insulares que aprovechan una mano de obra barata y dcil como por ejemplo en Puerto Ayora en el caso del sector de los comercios (ver Villareal, esta publicacin) y el sector de la construccin (ver Jimbo, esta publicacin). Pero la movilidad humana no va solo del continente hacia Galpagos. As, el 82% de 120 habitantes encuestados en el 2008 en los puertos y partes altas de Santa Cruz, San Cristbal e Isabela haban viajado una o ms veces al continente durante el ao anterior (Grenier, 2008), o sea ms o menos la misma propor-
Varias partes del mundo estn conectadas con Galpagos, siempre a travs del Ecuador continental (no se considera aqu las actividades ilegales), por diversos flujos de los cuales los ms importantes son los que entran al archipilago. Del volumen, la intensidad y los tipos de flujos que circulan en estas redes depende la profundidad de las transformaciones ecolgicas y sociales que afectan al archipilago. Una poltica eficiente de conservacin y de sustentabilidad social debe entonces actuar sobre las conexiones
entre Galpagos y afuera, es decir el Ecuador continental y el espacio mundo, de manera regular y reducir los flujos que entran y salen del archipilago. Es importante notar que los espacios locales en Galpagos estn menos relacionados entre ellos que el archipilago con el resto del mundo, ilustrando as un desarrollo hacia afuera que determina la organizacin del espacio regional, en distintas reas segn su grado de conectividad (Figura 2).
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El corazn del archipilago est conformado por el binomio Santa Cruz-Baltra e islotes adyacentes, donde se concentran los dos tercios de la poblacin y la actividad turstica insular (Figura 2). Esta situacin surgi en los aos 70 y se consolid desde entonces, gracias a la conexin terrestre entre la entonces nica puerta de entrada area a Galpagos: Baltra y el centro de conservacin y de operacin turstica en el archipilago: Puerto Ayora. La carretera que cruza Santa Cruz, nica del archipilago que no es un callejn sin salida, gener adems una extensin urbana y una actividad turstica en la parte alta de la isla. Esta rea corazn tiene mayor grado de conectividad con el Ecuador continental que con las otras islas del
archipilago. Baltra es de lejos el mayor aeropuerto de la regin insular, su nico puerto de abastecimiento de combustible y por ende el nexo ms importante para la operacin turstica en Galpagos. Puerto Ayora recibe el mayor volumen de flujos provenientes del continente por cargueros, y es el nico pueblo conectado por servicios cotidianos de lanchas de pasajeros con todas las otras islas pobladas del archipilago. Por evidentes facilidades logsticas, los sitios de visita ubicados en esta rea corazn son los ms frecuentados de las reas protegidas del archipilago. El rea central de Galpagos agrega a este binomio las tres otras islas pobladas. Floreana, luego el oeste de San Cristbal y el sur de Isabela conformaban
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el antiguo espacio colonizado del archipilago, antes del desarrollo turstico. Su larga ocupacin humana explica el importante deterioro ecolgico de sus partes altas. Hoy estas islas estn a la periferia del rea corazn. El hecho que Puerto Baquerizo Moreno siga como capital provincial es una herencia del pasado. El rea central abarca toda la poblacin del archipilago y el 90% de su actividad turstica (todos los sitios del PNG ms visitados se encuentran ah). Obviamente, es tambin la zona con mayores problemas de conservacin. El grado de conectividad de las tres otras islas pobladas tanto de afuera como de adentro del archipilago es mucho menor que en el rea corazn: el aeropuerto de San Cristbal solo tiene un cuarto de la actividad de Baltra, y esta isla no tiene conexin regu-
Foto 1. En 2010, se pueden ver tres aviones comerciales al mismo tiempo en Baltra, pero pueden llegar hasta seis el mismo da, o sea la misma cantidad que en una semana hace 15 aos. Foto: Christophe Grenier
las partes altas de las islas habitadas (ver Gardner et al., esta publicacin) son ejemplos visibles de la continentalizacin de Galpagos. Este doble proceso geogrfico y ecolgico tiene obvias consecuencias negativas en los ecosistemas, la sociedad y la economa turstica de Galpagos. La introduccin de especies y su proliferacin en el archipilago estn identificadas desde ms de una dcada como las principales amenazas para la conservacin de Galpagos (Charles Darwin Foundation y WWF, 2002) y estn directamente relacionadas con su apertura geogrfica. En otras palabras, la conservacin de Galpagos se vuelve simplemente imposible a
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medida de la creciente apertura geogrfica de las islas, independientemente de las medidas de cuarentena aplicadas ya que los flujos entrantes al archipilago superan de lejos la capacidad de control de los mismos. Pero esta continentalizacin del archipilago tambin afecta a la poblacin insular, pese a los beneficios que ella pueda obtener de su apertura geogrfica. Segn la mayora de los habitantes interrogados, la principal ventaja de vivir en Galpagos es la tranquilidad: as opinan, por ejemplo, el 84% de los comerciantes de Puerto Ayora (Villareal, esta publicacin). Pero los mismos se quejan de que esta tranquilidad se est perdiendo por culpa de los inmigrantes, acusados de ser responsables de la delincuencia. Es ms, se desarrolla en Galpagos la xenofobia en contra de ciertos grupos tnicos como los Salasacas, cuando tambin es cierto que se reproducen en los pueblos del archipilago comunidades socio-culturales del continente, con redes de migracin y territorios propios. La continentalizacin tambin impide la formacin de una cultura islea. El estilo de vida de la poblacin insular ya no tiene mayor diferencia con el de su contraparte urbana del Ecuador continental. Por ejemplo, los galapagueos hacen un creciente uso de vehculos motorizados, o construyen sus casas con los mismos materiales y segn las mismas concepciones que sus compatriotas del continente. Consecuentemente, los paisajes urbanos de Galpagos son similares a los de los pueblos continentales. Esta continentalizacin se puede notar hasta en las prcticas de ocio de la poblacin insular, que reflejan como ella se relaciona con su entorno. Por ejemplo, segn la importancia que se le otorga en el peridico galapagueo El Colono, uno los deportes ms populares en Santa Cruz es el ciclismo, que se practica sobre carreteras asfaltadas; pero el 40% de los 150 habitantes encuestados en Puerto Ayora no van nunca o casi nunca a la playa y el 90% de ellos no conocen el sitio de Media Luna, en la parte alta (Brouyere, estudio en curso). Finalmente, lo que se est perdiendo por la continentalizacin de Galpagos es el recurso turstico del archipilago, especficamente en las reas pobladas. Existen otros parques nacionales donde el turista puede ver animales silvestres, incluso de cerca; pero la coexistencia de humanos con animales nativos en los centros poblados hace de Galpagos una regin nica en el mundo. La cohabitacin de los pescadores en Pelican Bay con los pelicanos y los lobos, como las playas-loberas del malecn de San Cristbal, son los nicos atractivos tursticos tanto de Puerto Ayora
Conclusin
En los ltimos aos, el SPNG y la FCD han considerado los asuntos de conservacin y de desarrollo sustentable de Galpagos bajo el concepto de socioecosistema (PNG, 2006; Watkins et al., 2007; Tapia et al., 2008), segn el cual las dos partes del sistema la ecolgica y la social - tienen la misma importancia y el mismo grado de dependencia el uno con el otro. En realidad, el ecosistema insular est cada vez ms afectado por la apertura geogrfica de Galpagos y necesita por ello una creciente intervencin humana para mantenerse en un estado parecido al natural. En cambio, los actores sociales involucrados en Galpagos no dependen tanto del ecosistema insular para vivir, sino que dependen de importaciones e inmigraciones de toda ndole desde el Ecuador continental, as como tambin de los flujos tursticos y financieros provenientes de los pases del Norte. El turismo, incluso, no usa toda la naturaleza insular sino elementos emblemticos de ella: por ejemplo, los turistas que visitan la parte alta de Santa Cruz se fijan en las tortugas y no en el ecosistema local que est totalmente transformado por plantas invasoras. Si bien es cierto que siguen existiendo ecosistemas, ellos dependen hoy de los humanos: la nocin de socio ecosistema no permite tomar en cuenta este desequilibrio de hecho entre sociedad y naturaleza que existe hoy en Galpagos como en muchas regiones del mundo. Tal vez un objetivo conservacionista y sustentable para las islas seria construir un socio ecosistema en el cual la sociedad insular dependera realmente de los ecosistemas del archipilago por su abastecimiento en energa y alimentos, por ejemplo. Pero esto no refleja la realidad presente, y por lo tanto la nocin de socioecosistema no parece ser la adecuada para analizar la situacin actual de Galpagos y por lo tanto actuar. Adems, quin ha visto alguna vez a un socio ecosistema? En cambio, cada ser humano vive en una regin de la Tierra: una regin es poblada y sus habitantes se identifican ms o menos con ella. El
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concepto de regin parece as ms pertinente que el de socio ecosistema para trabajar en asuntos de conservacin y de sustentabilidad. La regin es una manera de dividir la superficie terrestre considerando conjuntamente ecosistemas y espacios: una regin es a la vez un ecosistema y un espacio geogrfico. Un espacio geogrfico es un producto social, es una porcin de la superficie terrestre organizada por distintos actores sociales a lo largo de la historia para vivir y usar sus recursos. Existieron y existen varios espacios geogrficos en Galpagos, que dejaron y dejan distintas huellas en esta porcin de la superficie terrestre y en los ecosistemas naturales como en los paisajes humanizados del archipilago. Ahora bien, una poltica de conservacin es sustentable cuando los diferentes actores presentes en una regin geogrfica dejan ah huellas que no atenten a los procesos naturales de la eco-regin. En islas ocenicas como Galpagos, el aislamiento ecolgico es fundamental en los procesos naturales. Consecuentemente, la nocin de apertura geogrfica debe estar puesta al centro de una poltica eficiente de conservacin sustentable en Galpagos. Se trata adaptar lo ms posible la regin geogrfica, o sea los tipos de huellas que dejan las actividades y actitudes humanas en Galpagos, a la regin natural,
es decir a un archipilago ocenico con ecosistemas ecolgicamente aislados. El rpido desarrollo de la economa insular significa cada vez ms apertura geogrfica del archipilago, pero no ha producido un real progreso para la poblacin insular, que sigue con problemas bsicos en salud, educacin, capacitacin, agua potable, alcantarillado, etc. Es decir que el desarrollo econmico insular no solo tiene un fuerte impacto negativo sobre la ecologa del archipilago, sino que no ha mejorado el buen vivir de la poblacin insular. El modelo de desarrollo econmico por apertura geogrfica debe cambiarse por un modelo de sustentabilidad ecolgica con progreso social. Si bien es claro que toda regin geogrfica o natural es un sistema abierto al resto del mundo, y ms an en el caso de una regin turstica como Galpagos, la pregunta es entonces: cmo reducir la apertura geogrfica del archipilago de manera sustentable para su poblacin humana? El desafo es mantener la actividad econmica necesaria a la poblacin insular reduciendo la apertura geogrfica del archipilago. Para lograrlo, se debe apuntar a la calidad en lugar de la cantidad, o hacer mejor con menos. Y es fundamental empezar por una evaluacin y reordenamiento del turismo, el motor de la presente y rpida apertura geogrfica de Galpagos.
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Introduccin
Durante muchos aos Galpagos ha sido un destino caro y poco alcanzable para el turista nacional. El alto costo de los paquetes tursticos ha sido el principal factor por el cual muchos ecuatorianos han preferido visitar otros destinos como Colombia o Per. Sin embargo, en los ltimos diez aos, los turistas ecuatorianos estn frecuentando Galpagos por las facilidades de pago, promociones y costos relativamente bajos si se compara con el tipo de turismo que se realiza en las islas. Entre 1998 y 2009, la demanda del mercado nacional se increment de 14 440 turistas nacionales (22% del total de los visitantes) a 56 766 (35%). De acuerdo a las estadsticas oficiales del PNG, el turismo nacional ha crecido en un promedio del 17% anual. A pesar de que las estadsticas sobre los turistas nacionales que visitan Galpagos sean sesgadas por el hecho de que ciertos visitantes en realidad no son turistas, el aumento es indiscutible. Los objetivos del estudio fueron: 1) Identificar como se vende el producto Galpagos al turista nacional; 2) Determinar el perfil del turista ecuatoriano, y 3) Determinar sus prcticas y percepciones del entorno de Galpagos. El presente artculo muestra una breve explicacin de cmo este tipo de venta ha abierto posibilidades a un mercado ms amplio, cuyos resultados explican el tipo de turista que llega a Galpagos y su comportamiento con el entorno.
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Metodologa
El presente trabajo se basa en diferentes tipos de informacin colectados durante el 2009: 1) Encuestas a las agencias de turismo localizadas en Quito a lo largo de las avenidas Amazonas, Naciones Unidas, 6 de Diciembre y Coln (N=34); 2) Encuestas a turistas nacionales a su salida del archipilago, en el aeropuerto de Baltra, en abrilmayo 2009 (N=314); 3) Encuestas a turistas alojados en los cinco hoteles que captan un importante nmero de turistas nacionales en Puerto Ayora, en diciembre 2009 (N=146); 4) Observacin participativa en los sitios de visita tursticos en y alrededor de Santa Cruz, 5) encuestas y entrevistas a los guas naturalistas (N=54); 6) Entrevistas semi-estructuradas a entidades involucradas en turismo y operadores tursticos locales en septiembre-noviembre, y
Resultados
Red de comercializacin
La mayor concentracin de agencias de turismo a nivel nacional se encuentra en las tres ciudades principales: Quito (36%), Guayaquil (20%) y Cuenca (6%). El 38% restante se distribuye en distintos puntos del Ecuador. Sin embargo, todas ellas ofrecen a Galpagos como el principal destino del Ecuador. Tras 15 aos la situacin no ha cambiado y el destino Galpagos se mantiene como la imagen que vende Ecuador al mundo (Gylbert, 1995). Actualmente la red de comercializacin del producto Galpagos se interpreta con una conexin directa entre la oferta de paquetes tursticos por cinco agencias de viajes/operadoras frente a la demanda del turista nacional y de las agencias de viajes tursticas intermediarias (Figura 1).
Figura 1. Red de comercializacin del producto Galpagos a nivel nacional, segn encuestas realizadas (nmero indicado por n).
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De las 34 agencias de viajes tursticas encuestadas en Quito, cuatro de ellas mencionan vender sus propios paquetes destinados en su mayora a turistas extranjeros, ya que los nacionales conforman solo 26% de su clientela. Las 30 agencias de viajes tursticas restantes, reportan vender solo un 19% de su negocio a clientes nacionales, sin embargo estas concentran en vender al turista nacional los paquetes tursticos de cinco importantes agencias de viajes operadoras: Islas de Fuego, Ninfa, Puerta al Sol, Promoviajes y Sevitur. Estas cinco agencias de viajes operadoras manifiestan una alta importancia del turismo nacional en sus operaciones puesto que reportan un volumen de ventas que apunta en un 80% al mercado nacional. Trabajan directamente con los Hoteles Fiesta, Ninfa, Tortuga Bay, Lobo de Mar y Palmeras, debido a que la operacin pertenece al mismo dueo o se mantiene dentro de la misma familia. En estos casos la tendencia de los dueos de estas patentes de operacin turstica ha sido la mantenerse como asociacin dentro de la misma familia por lo que las actividades de turismo quedan en manos de galapagueos que residen fuera del Archipilago o bajo la administracin de otro familiar. En base a la informacin obtenida de los cinco hoteles, se supo que dos de los propietarios viven en Galpagos y tres en el Ecuador continental, y
4500 4000 3500 3000 2500 2000 1500 1000 500 0 Noviembre Septiembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Octubre
Nios Adultos
Figura 2. Ingreso de turistas nacionales a Galpagos durante el 2009, de nios entre edades 10-12 aos y adultos (ms de 18 aos).
Fuente: Estadsticas oficiales 2009 / Parque Nacional Galpagos
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Para trminos de este estudio, se ha considerado en las encuestas a turistas mayores de 18 aos para describir el perfil del turista nacional que visita Galpagos, con datos que permitan relacionarlo con el turista extranjero (Tabla 1). El turista ecuatoriano que llega a Galpagos es joven, a diferencia de los turistas extranjeros, que en una cuarte parte tiene ms de 60 aos. El turista ecuatoriano tiene ingresos mensuales muy inferiores al turista extranjero, lo que explica la diferencia de estada entre ambos: el primero se queda en tierra (89%) cuando el segundo se embarca (72%). Se nota adems la diferencia de ingresos en el hecho de que el
Perfil del turista Edad ms frecuente Ocupacin ms representada Ingreso mensual ms frecuente Tiempo de permanencia ms frecuente Tipo de hospedaje ms frecuente Noches en tierra ms frecuente Turista Nacional 21-29 Tcnicos profesionales US$1 000 - 2 000 Tierra Hotel 6 noches
San Cristbal 4%
San Cristbal 5%
Floreana 3 %
21
Floreana 3%
Isabela 15%
Isabela 25%
33
18
80
Tabla 1. Aspectos generales del perfil del turista nacional y turista extranjero segn categoras ms representativas.
Fuente: Proyecto IGG, encuestas a turistas que salieron de las islas en el aeropuerto de Baltra en abril y mayo del 2009 (turistas nacionales N=314 / turistas extranjeros N= 598).
El paquete turstico
El paquete turstico ofrecido por las cinco operadoras mencionadas mantiene en general los mismos sitios de visita en la isla Santa Cruz (Figura 3), variando sus costos entre US$460 y US$750. El tiempo por paquete incluye tres a cuatro noches en promedio, compitiendo entre ellas por precios. Aunque existen tambin
paquetes que incluyen visitas de ms de cinco das, con destinos hacia otras islas como Isabela, Santa Fe o Floreana, pero por sus costos son poco accesibles para la mayora de los turistas nacionales. Los sitios regulares de visita del turista nacional incluyen sitios considerados como de uso turstico recreacional como las Grietas (Foto 1), Tortuga Bay, El Garrapatero, etc., sitios privados como el Chato y
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Primicias, y los sitios de visita del PNG accesibles por buses como Los Gemelos y la Estacin Cientfica Charles Darwin. Estos sitios tambin son frecuentados
Figura 2. Sitios de visita, itinerarios y tiempos de excursin en los paquetes tursticos para visitantes nacionales en Santa Cruz.
La operacin con base local en la isla Santa Cruz 1 utiliza los atractivos tursticos ms accesibles, con una combinacin de servicios tursticos como: hospedaje en hoteles, tours diarios, tours de baha, restaurantes, discotecas, etc. La oferta, en este caso, determina un producto especfico para un segmento del mercado con el cual se han especializado las operadoras dirigido generalmente a grupos de nios y familias. Pese a que el ingreso promedio de un turista nacional que visita Galpagos es relativamente alto a nivel del Ecuador continental, se ha creado un producto ms adecuado a su preferencia econmica y por consiguiente ms acorde a su perfil; el costo del paquete no solo lo ha limitado a un producto especfico sino tambin a un itinerario que reduce sus visitas y sus
perspectivas de observar y conocer realmente Galpagos. Es as que la movilidad restringe las expectativas y experiencias, no solo en Galpagos sino en el mundo, lo cual podra explicar el tipo de turismo que se lleva a cabo, y sus consecuencias en el entorno insular.
Un turista responsable?
Las motivaciones de la visita son el principal determinante del comportamiento turstico, hecho que influye directamente en las relaciones del turista con el entorno. Entre las principales razones de la visita a Galpagos, solo un 28% de los turistas nacionales afirman haber venido motivados por conocer la naturaleza del archipilago, cuando el 25% vino por turismo y
1 Los hoteles en Santa Cruz han sido mucho ms exitosos que en las otras islas. A medida que fue creciendo el turismo, Santa Cruz surgi como el eje econmico y turstico del archipilago. Antes del turismo organizado, Puerto Ayora tena solamente 2 3 hoteles, siendo el Hotel Galpagos el ms grande de estos. Para 1991, de los 26 hoteles y 880 camas en las islas, 16 hoteles y 492 camas (56% de la capacidad total) se encontraban en Santa Cruz. Ms para el 2006 en Puerto Ayora, el nmero de camas continuaba creciendo, duplicndose a 990 (Epler, 2007).
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Foto 1. Grupo de turistas nacionales camino a las Grietas, Santa Cruz. Foto: Christophe Grenier
descanso y el 17% viaja motivado simplemente por conocer mi pas. Bajo estas consideraciones, el turismo nacional se da dentro de un proceso de socializacin, sea con la familia o amigos, predisponiendo a dar menor prioridad al aprendizaje sobre la historia natural y la conservacin de las islas. Entonces Por qu es importante Galpagos para el turista nacional? Qu representa Galpagos para el turista? La observacin participativa en varios sitios de visita permiti generalizar comportamientos y reacciones que giran en torno al desinters, falta de informacin, caminatas y visitas rpidas; las cuales crean prcticas no acordes con el entorno. Por ejemplo, en el transcurso de las caminatas existe mayor atencin y prioridad a tomar fotos con la familia que tomar fotos de paisajes o animales; lo cual tambin denota un inters particular en fotos recuerdo y no en la informacin que el gua proporciona. Sin embargo, el entorno influye tambin en sus prcticas, como ellos lo mencionaron, "Gracias a los guas he tomado mejores prcticas de conservacin, por ejemplo no botar la basura y he aprendido del proceso de reciclaje", prcticas que quiz eran desconocidas previo a su visita pero que no necesitara en principio visitar Galpagos para aprender sobre ellas. Es decir, el turista asocia su mbito natural con el
tipo de turismo que realiza pero no necesariamente lo considera en sus prcticas. Cuando se pregunt en la encuesta Qu criterios son importantes para el turismo en Galpagos?, las respuestas de los turistas ms frecuentes fueron un leve impacto ecolgico y una conciencia conservacionista. De la misma manera, los entrevistados sealaron que el confort y la comida internacional no son determinantes para ellos. Pero estos criterios estn contradichos por los guas y las mismas respuestas de los turistas encuestados, quienes sealaron en un 80% que prefieren disponer de aire acondicionado y televisin en su lugar de hospedaje. Al mismo tiempo, el consumo energtico de los hoteles ha aumentado del 54% entre el 2006 y el 2008 (Grenier, 2008). Sin embargo, el uso turstico del espacio se ve determinado no solo por las motivaciones, el conocimiento previo, o imgenes asumidas sobre el destino, sino tambin por los procesos de percepcin del espacio turstico in situ. Se les pregunt a los turistas sus opiniones sobre varios aspectos de los centros poblados de Galpagos donde han estado. En el caso de Puerto Ayora, que agrupa casi el 80% de las estadas tursticas de los ecuatorianos en el archipilago, las percepciones son buenas, en promedio. Es la seguridad de la ciudad que es la ms apreciada, lo que corresponde
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a la percepcin de los mismos residentes de Puerto Ayora e ilustra, al contrario, la importancia real o percibida - de la violencia y de la delincuencia en la vida cotidiana de los ecuatorianos del continente. Tambin los turistas nacionales tienen una buena opinin del paisaje urbano, lo que es a primera vista ms sorprendente. Sin embargo, hay que aclarar que los turistas nacionales, como los extranjeros, no conocen Puerto Ayora sino nicamente la avenida Charles Darwin y unas calles adyacentes, aunque todos hayan tambin pasado por la avenida Baltra, cuyo ordenamiento urbano no es precisamente lo que uno espera en un pueblo turstico. El aprecio de los turistas nacionales por los paisajes urbanos de Puerto Ayora se puede entonces interpretar como una indulgencia por algo que conocen ntimamente: este pueblo les recuerda sus propios paisajes urbanos donde viven. De la misma manera, los turistas nacionales no tienen en general opiniones negativas sobre los impactos observados en los sitios de visitas; la contaminacin, el ruido, las construcciones y la perturba-
Como percibe el destino Galpagos Laboratorio de ciencias e investigacin Lugar nico en el mundo Lugar de recreacin (sol y playa) No contesta Total
No. 2 14 21 17 54
Tabla 2. Opinin de guas naturalistas sobre como el turista nacional percibe a Galpagos.
A este mismo grupo de guas se pregunt sobre las actividades que captan el inters del turista nacional. Contestaron, en orden decreciente, la fotografa recuerdo, nadar y comprar recuerdos; en cambio, indicaron que los visitantes ponen menor atencin a la observacin de tortugas, aves o especies marinas. Recordemos que una motivacin importante para visitar Galpagos es, segn los turistas encuestados, conocer mi pas. Segn los guas, esto est ligado ms a un sentido de pertenencia por el sitio visitado que por un inters particular. As como un gua aclar en este punto, el sentido de pertenencia lleva a los turistas nacionales a comportamientos especficos: al ser Galpagos parte del Ecuador lo sienten como propio, pero eso causa que cuiden menos del ambiente, se salgan de los senderos, dejen la basura tirada, es una falta de cultura de respeto a la naturaleza. El ser ecuatoriano piensan que les da potestad de
comportarse de igual forma en que lo hacen en su ciudad de origen. Segn los guas encuestados, aunque en su opinin el 35% de los ecuatorianos que visitaron Galpagos tienen conciencia de lo que representa, este destino por su particularidad finalmente no influye en su comportamiento. Tambin se les pregunt a los guas si los intereses y las reacciones de un turista extranjero difieren del turista nacional. Los guas respondieron en un 66% que el turista extranjero respeta las reglas del Parque Nacional, tiene inters en la conservacin y en la investigacin cientfica; su nivel de conocimiento es mayor y por ende tiene ms inters en la naturaleza de Galpagos. Por otra parte, segn un operador local, lo que normalmente le gusta al turista ecuatoriano es lo bueno, bonito y barato. Es exigente y complicado; exige mucho y da poco. Generalmente, el operador cumple las expecta-
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tivas del turista a bajos costos considerando su perfil, lo cual ha creado una figura popular de vender el destino Galpagos hacia un mercado ms popular que preferencial.
Conclusin
El crecimiento del turismo nacional en Galpagos se atribuye a la comercializacin de un paquete turstico en su modalidad de todo incluido, que ha aumentado de una manera muy importante en las islas durante los ltimos aos. La venta del producto Galpagos al turista nacional a travs de un paquete turstico muestra que el comportamiento del turista parece responder no solo a su motivacin sino a la condensacin de un paquete que reduce su movilidad. El turista puede establecer su movilidad en funcin de sus expectativas y el menor esfuerzo, hecho que muchas veces es tomado por quienes administran las rutas para adoptar controles sobre el visitante y ensearle aquello que se considera espectacular. El paquete turstico que se vende al turista nacional puede ser visto como un producto limitado a un perfil de turista especfico. La construccin de esta modalidad de turismo a travs de un paquete turstico promueve y produce smbolos que influyen en la visin del mundo (las representaciones) de los visitantes. La estrecha relacin entre el consumo visual de naturaleza y el turismo de redes se debe a la brevedad de las estadas. Resultara entonces sesgada la representacin de Galpagos como paisaje, observado tan solo en cuatro noches/cinco das en Santa Cruz y de manera muy incompleta, sin mayor nfasis en descubrir la originalidad de la naturaleza insular. Los operadores cumplen las expectativas del turista, pero esto puede ser entendido porque el visitante no posee la informacin necesaria y el producto ofertado se crea bajo estas condiciones y expectativas. El turista nacional que llega a Galpagos no demanda mayor conocimiento, no tiene mayor compromiso con el ambiente y posee una informacin limitada. La motivacin de su viaje no considera especficamente a la naturaleza de Galpagos, su inters se limita por considerar a las islas como un lugar maravilloso e importante que le pertenece al Ecuador. Bajo este contexto, antes de su visita, el turista nacional se siente con el deber de visitarlo ms no posee un inters especfico, ni la responsabilidad necesaria con Galpagos. La realidad de las islas como instrumento de edu-
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Con el primer estudio realizado sobre el sector de la construccin en Puerto Ayora, se pretende conocer mejor una actividad que puede calificarse como transversal pues se relaciona con la economa, la inmigracin y los paisajes urbanos. Efectivamente, el sector de la construccin es uno de los ms dinmicos de la economa insular. Moviliza a trabajadores que a menudo se encuentran en una situacin de residencia ilegal y est transformando rpidamente el paisaje urbano de Puerto Ayora, la principal ciudad de Galpagos. Este artculo est basado en una investigacin de campo realizada entre los meses de septiembre y diciembre del 2009 en el marco del proyecto Huella Geogrfica de la Fundacin Charles Darwin. La metodologa incluy la realizacin de un mapa sobre el estado constructivo de cada predio de Puerto Ayora segn el catastro municipal, as como de 125 encuestas con los actores involucrados en el sector de la construccin: dueos de viviendas en construccin (50), trabajadores del sector (50) y empresarios o personas contratadas para ejecutar las obras (25). El mapa desarrollado para el estudio demuestra la existencia de 2 761 lotes (Figura 1). El estado de cada lote fue establecido en tres niveles: a) construcciones terminadas, b) en proceso de construccin, y c) terrenos baldos. Las construcciones terminadas son las que presentan la cubierta de las paredes exteriores o interiores enlucidas o pintadas, o las que aunque estuvieron en obra gris, que estn habitadas y sin trabajadores. Se catalog lotes como en proceso de construccin en base de observaciones de trabajadores en el predio y/o con presencia de materiales de construccin. En terrenos baldos se incluyeron todos los lotes sin construccin, aunque se coloc tambin los predios donde se evidenciaba una construccin abandonada por largo tiempo, cubierta por maleza, con paredes y fierros cubiertos por moho.
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Como resultado de la investigacin y registro del proceso de expansin de la actividad inmobiliaria en la ciudad, nos concentramos en analizar dos aspectos: 1) Las posibilidades de una vivienda ecolgica, en especial en cuanto a los materiales empleados, y 2) El modo de operacin del negocio de la construccin.
Figura 1. Situacin de la construccin en Puerto Ayora en octubre 2009, con 1 871 lotes con construcciones terminadas (amarillo), 491 lotes en proceso de construccin (rojo), y 399 terrenos baldos (verde).
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bustibles. Adems, que dentro del lote deje observar pequeas reas verdes, con flora nativa. Segn la opinin de los entrevistados, la construccin de este tipo de vivienda requiere ms dinero del habitual. Una persona que est actualmente a cargo de un proyecto de construcciones ecolgicas en la parroquia Bellavista, mencion que hacer una vivienda que tenga un sistema de reutilizacin de aguas, que cuente con energa solar y que tenga materiales alternativos al cemento y al bloque, cuesta por lo menos un 40% ms que las viviendas hechas con material convencional. Considerando que el factor econmico impone el ritmo y el material para construir, se tornara casi imposible el trabajo. A ello se aade, como dificultad, que buena parte de los dueos de viviendas no construyen viviendas personales sino tambin para familiares, para arrendar o para establecer un negocio. Generalmente, los materiales utilizados en la construccin en Galpagos son los mismos que se usan en el continente, con ligeras variaciones. Estos
Mtodo Plano del Municipio Modelo pueblo natal De acuerdo a la necesidad inmediata Plano de arquitecto Modelo de otros pases y local De acuerdo al material del lugar De acuerdo a la actividad comercial No sabe Total
Por tanto, al disear viviendas en base a modelos establecidos en el continente, el material empleado deber ser forzosamente similar. En ninguno de los casos se comprob la bsqueda explcita de satisfacer demandas ambientales en el diseo. Asimismo, los planos del municipio han permitido construir viviendas que no difieren en nada de las otras ni en diseo, ni en el uso del material, ni en cuanto a sus mecanismos de abastecimiento de agua o energa. Una visita al barrio La Cascada demuestra el resultado del uso de planes ofertado por el municipio por un costo de US$60 a inicios del ao 2000 (Foto 1). Otro factor importante, como se mencion anteriormente, es lo econmico. Buena parte de los
barrios recin creados ofrecen una imagen que traslada a los barrios perifricos de Quito, o de otras ciudades continentales: casas a medio construir, paredes no enlucidas, y abandonadas, ventanas sin cristal o sin otro material que ayude a soportar la brisa. En estos barrios la gente sigue construyendo viviendas segn el ritmo de obtencin de ingresos econmicos: primero se construye una pieza, luego una planta, posteriormente acabados interiores, etc. Eso hace difcil una planificacin ambiental que adems de ser ms cara, requiere cambios a las prcticas usuales a las que estn acostumbrados los constructores, es decir, requieren seguimiento y planificacin constante.
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materiales. Respecto a los trabajadores, no se conoce con exactitud su nmero total, pero las encuestas realizadas a esta poblacin dan cuenta de que, por ejemplo, solamente en el ao 2009, han llegado 13 trabajadores, de los cuales cinco son menores de edad.
No. 3 7 25 13 2 50
De los cincuenta encuestados, solamente dos son galapagueos. El resto son inmigrantes, la mayora provenientes de la sierra ecuatoriana (Tabla 3). Esta actividad entonces, podra ser considerada como un
Provincia Chimborazo El Oro Esmeraldas Guayas Imbabura Loja Manab Galpagos Pichincha Tungurahua Total
trabajo exclusivamente para inmigrantes que han llegado del continente para hacer un trabajo que los locales no ejercen.
No. 6 2 1 7 3 1 1 2 1 26 50
El hecho que la mayora (28) de los encuestados est por debajo de los 25 aos (Tabla 4), confirma su aporte a la dinmica migratoria. Asimismo, si bien han tenido oficios variados anteriormente, once de ellos
No. 5 15 15 10 5 50
Ocupacin Estudiante Artesano, comercio Construccin En embarcacin Ocupaciones relacionadas con construccin Corte y confeccin, zapateros Restaurante, cocina Agricultura, piscicultura Ninguna NA Total
No. 11 6 6 5 4 4 3 3 1 7 50
En Galpagos, la condicin para que una persona sea contratada en un trabajo, es que ningn residente permanente pueda o quiera ocupar el puesto. Pero, por otro lado, cualquier visitante puede quedarse un mximo de tres meses, lo que es aprovechado por los trabajadores para poder laborar en la provincia insular de manera clandestina durante ese tiempo. Para ello encuentran cierta facilidad pues quienes los contratan en su mayora no les importa su situacin (Tabla 6). Por
tanto, no hay mayor riesgo si un trabajador viene por tres meses y se queda laborando en una obra hasta que se cumpla su tiempo. De los 13 recin llegados, por lo menos cuatro de ellos, se quedarn entre uno y tres meses y el resto permanecer mientras pueda (el tiempo que les permita el ex INGALA, institucin encargada de investigar a personas en situacin de residencia ilegal) o mientras tenga trabajo.
Requisitos Conocimiento Referencias Residencia permanente y otros (experiencia, record policial, titulo) Trabaja con conocidos Ninguno NA Total
No. 6 1 6 1 3 4 21
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Foto 2. . Construccin de una vivienda en una laguna, barrio Estrada .Foto: Christophe Grenier
Un segundo actor en el proceso de construccin son los contratistas, quienes son arquitectos, ingenieros civiles, o sencillamente maestros. Estas personas trabajan con obreros de acuerdo al nmero de obras que tengan. Pero solo seis de los 21 entrevistados piden papeles en regla a los trabajadores (Tabla 6). Segn los datos obtenidos de las encuestas, entre los 21 empresarios de la construccin movilizaron US$2 663 200 en el ao 2009. Adems contrataron 162 trabajadores de la construccin a ms de plomeros, carpinteros y electricistas. Cabe anotar que solamente tres personas movilizaron US$2 100 000. Segn sus propios testimonios, las ganancias varan entre 10 y 15% del monto del contrato. En cuanto a los negocios, existen tres grandes distribuidoras de cemento, de las cuales fue muy difcil obtener datos pero sabemos que dos de ellas pertenecen a un solo propietario. Segn testimonios de vendedores, cada una vende aproximadamente 2 000 quintales (cada quintal tiene 100 kilos) al mes. Existen tambin otros negocios como el de la venta de adoquines fabricados en la cantera de la isla, ubicada en la carretera a Baltra, de donde extraen ripio y arena. Estos dos negocios son de propiedad privada.
Conclusin
Si bien en el espacio de Santa Cruz existen dos reas claramente definidas (el parque nacional, rea de conservacin y turismo, y las zonas pobladas) stas muestran una diferencia enorme entre s. Lo refleja la construccin de viviendas, pues no se han desarrollado alternativas para evitar que este proceso derive en una agresin al entorno natural (Foto 2): amontonamiento de escombros de las construcciones, la falta de un sistema ecolgico de evacuacin de aguas, y el consumo de energa elctrica a base de combustible contaminante, entre otros. Es decir, no se ha podido lograr una simbiosis entre los tres elementos: la conservacin, el desarrollo y el mercado. En esto no solo tiene que ver una legislacin estricta. El proceso, como hemos visto, tiene varios actores con sus propias necesidades e intereses. Se debera buscar mecanismos para exigir, por ejemplo, a los propietarios de lotes que construyan otros modelos, utilicen otros materiales, etc. En realidad, la construccin es fruto de una interaccin social compleja, que incluye niveles que van desde la cultura, que est relacionada con el diseo de viviendas, con la parte econmica, que tiene que ver con el empleo de los
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migrantes, con la acumulacin de capital de los contratistas y con la venta de material de las distribuidoras. Por un lado, las construcciones en Puerto Ayora ya estn hechas. Pero se podra pensar en nuevas alternativas para una mejor convivencia con el entorno, por ejemplo para el caso de la nueva urbanizacin El Mirador, cuyos lotes han sido vendidos ya y cuyos dueos estn a la espera de que el terreno est listo para poder construir. Este nuevo espacio habitacional, que posee una capacidad de mil lotes con una extensin de 630 000 m2, podra beneficiarse como nuevo modelo de viviendas acorde con el entorno de Galpagos como lugar nico en el mundo.
Recomendaciones
Es urgente una regulacin de la construccin en Galpagos. sta debera ser consensuada entre el Parque Nacional Galpagos, el municipio local y la ciudana. Con una regulacin se podra exigir la bsqueda de material alternativo, podramos hablar entonces de los residuos de lava volcnica o madera extrada de las plantas introducidas, que se las desea exterminar. Es urgente tambin la construccin de un sistema de agua potable y un sistema de alcantarillado, y buscar al mismo tiempo, que la evacuacin de aguas de este sistema no vaya a parar al mar, pues continuara la contaminacin. Se deben realizar campaas de educacin con el objetivo de crear conciencia en los pobladores acerca de la necesidad de crear modelos arquitectnicos que se consideren autnticamente galapagueos. Se debe fomentar la construccin de viviendas que con-
sideren el uso de energas alternativas sin combustible. Adems de analizar la posibilidad de crear un sistema de recoleccin de agua lluvia y de reutilizacin de aguas servidas. Se debera obligar a los trabajadores de la construccin a agremiarse con la finalidad de controlar la oferta de mano de obra. Asimismo, la creacin de una Cmara de la Construccin es urgente, desde ella se podra regular el mercado y reglamentar la arquitectura y la utilizacin de materiales que atenten menos contra el medio ambiente. Pero no solo la construccin de viviendas debera ser reglamentada, todo tipo de construccin requiere de un incentivo o de una reglamentacin para que no se repitan edificaciones que no tengan nada que ver con el entorno local (como el banco construido recientemente o el hotel de cinco pisos que estar prximamente en funcionamiento, los dos en la avenida Baltra).
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Un ndice geogrfico para medir la capacidad de carga turstica de los centros poblados de Galpagos
En Galpagos, el turismo es el motor del desarrollo econmico (Epler, 2007) y, consecuentemente, del aumento constante de los flujos de toda ndole entre el mundo y el archipilago. A su vez, esta creciente apertura geogrfica de Galpagos (ver Grenier, esta publicacin) tiene consecuencias negativas para la conservacin y el desarrollo sostenible del archipilago. Este artculo expone los principales resultados proporcionados por el ndice de Huella Geogrfica 1 (IHG), una herramienta tcnica diseada para medir los impactos del turismo en los centros poblados de Galpagos (Grenier, 2008). Se contemplan aqu los impactos espaciales, ambientales y mediales; este ltimo trmino deriva del concepto de medio geogrfico, que expresa la relacin entre una sociedad y su entorno (espacio y naturaleza).
Metodologa
Un ndice es un nmero que permite resumir y caracterizar la variacin relativa entre dos situaciones de las cuales una sirve de base (tiempo o lugar de referencia). En el presente caso, el IHG est constituido por 121 indicadores de impactos causados por varios actores sociales relacionados con el turismo en un tiempo dado (a inicios de 2008) y en un determinado lugar (centros poblados tanto urbanos como rurales de Galpagos). Los datos que han servido para construir 114 indicadores (de los 121 en total) han sido colectados por encuestas realizadas en diciembre 2007 y enero 2008 en todos los centros poblados de
1 Geo-grafa es, literalmente, la ciencia que estudia las huellas (o grafas ) que la humanidad deja en la superficie de la Tierra ( Geo ).
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Galpagos (menos Floreana), en proporcin de la poblacin y del nmero de comercios tursticos en cada rea (Tabla 1). Estos 114 indicadores o variables, con una enumeracin de V1 a V114, estn presenta-
Lugar Poblacin Pto. Ayora 55 Sta. Cruz rural 12 Pto. Baquerizo 30 S.Cristbal 4 rural Pto. Villamil 15 Isabela rural 4 Baltra 0 TOTAL 120
Guas 60 0 0 0 0 0 0 60
Hoteles 29 3 20 2 12 1 0 67
Los siete indicadores adicionales, designados con letras (VA a VG), han sido construidos a partir de datos provenientes de estadsticas oficiales 2. Como los variables enumeradas, los indicadores con letras (estadsticas oficiales) se encuentran bajo la categora apropiada: VA bajo 1) nivel y tipo de turismo; VB a VE bajo 3) energa y movilidad, VF y VG bajo 4) impacto ambiental. Veamos ahora cmo est construido el IHG. Los indicadores expresan los impactos humanos mediante valores numricos (porcentajes, promedios, etc.). Por ejemplo, la variable V1 es la duracin promedio de estada de los turistas encuestados, que es de 6,6 das: el valor de V1 es entonces de 6,6 (Tabla 2). El valor de la variable V2, que indica que el 60% de los turistas encuestados solo han estado en barco, es entonces 60, etc. En algunos casos, el valor promedio est calculado con cifras entre 1 y 5, pues se les pidi a los encuestados que clasifiquen ellos mismos sus respuestas entre 1 (muy importante o muy positivo) a 5 (nada importante o muy negativo). Por ejemplo, se les pidi su opinin a los guas, sobre el inters de los turistas en aprender algo sobre la naturaleza (V11), poniendo una nota entre 1 (gran inters) y 5 (ningn inters): el promedio de sus respuestas es de 2,6 y esta cifra es el valor de V11. Luego, a cada valor numrico de cada variable se le otorga una nota que expresa la intensidad del
impacto, siendo el 1 el ms leve y el 5 el ms fuerte. Esta nota est dada por el manejador del IHG y debe, entonces, estar debidamente justificada (para ms detalles sobre la justificacin de las notas de las variables, ver Grenier 2008). Por ejemplo, si se quiere favorecer estadas largas en Galpagos, se pone una nota 4 a V1 porque la estada promedia de 6,6 das es juzgada insuficiente. O, en algunos casos, la nota entre 1 y 5 est directamente dada por los mismos encuestados, pues se trata del valor numrico de la variable (como en V11). Para limitar la subjetividad en la construccin del IHG, se dio la misma importancia a cada variable. Esta escala de notacin expresa la profundidad de la huella geogrfica para cada variable, del 1 (el impacto ms liviano) al 5 (el ms pesado). El resultado de la suma de estas 121 notas comprendidas entre 1 y 5 da un nmero que es el ndice de Huella Geogrfica del turismo en los centros poblados de Galpagos en enero 2008 (Tabla 2). Esta cifra expresa la profundidad de la huella geogrfica: mientras ms alta la cifra, ms profunda la huella y el impacto.
2 Fuentes: SPNG, PETROCOMERCIAL, Empresa Elctrica Galpagos, Unidad de Gestin Ambiental del Municipio de Santa Cruz, Informe Galpagos 2006-2007.
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Grupos de indicadores
Tabla 2. ndice de Huella Geogrfica del turismo en los centros poblados de Galpagos
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Estadstica Oficial
B C D E 44 45
% incremento consumo gasolina 2000-2007 % incremento vehculos motorizados 2001-2006 % incremento vuelos hacia Galpagos 2001-2006 % incremento consumo electricidad 2000-2006 % tom bus % tom taxi opinin trfico en centros poblados deseo favorecer uso energa renovable deseo reducir trfico % transporte casa-trabajo a pie, bicicleta, bus % piensa que aument el trfico % posee auto % posee moto % usa taxi varias veces por semana % va al continente 1 vez al ao o ms % del ingreso mensual gastado en transporte opinin cantidad de transportes continenteGalpagos % usa energa renovable % tiene focos ahorradores promedio de TV por hogar % tiene domsticos confort: microonda, secadora... promedio aire acondicionado por hogar opinin trfico % posee bus o camioneta % focos ahorradores promedio TV por hotel promedio congeladora por hotel promedio aire acondicionado por hotel promedio consumo mensual de electricidad en $ promedio consumo mensual de gas en cilindros % incremento consumo energa 3 ltimos aos % no usa energa renovable % no piensa invertir en energa renovable % posee bus o camioneta % posee fibra % posee barco promedio potencia motores fibras (en caballos) promedio consumo mensual combustible (galones) % increm. promedio consu. energa ltimos 3 aos % no tiene aire acondicionado
45 54 193 43 79 62 2,3 1,5 2,2 56 93 15 26 68 82 12 3,1 0 68 1,7 55 0,1 4 22 73 7,5 2 7,3 320 11 54 88 73 32 48 48 224 1550 63 82
Turistas
46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74
3) Energa y movilidad
Poblacin
Hoteles
Agencias y operadores
75 76 77 78
Tiendas Tursticas
79
150
F G 80 81 82 83
% incremento desechos Sta Cruz 2000-2006 % incremento plantas introducidas 2000-2006 opinin contaminacin centros poblados % piensa hay ms contaminacin opinin responsable turismo en contaminacin % dice separar la basura % piensa que sus aguas negras contaminan % usa tanque recolector de agua de lluvia % piensa cantidad agua llave es insuficiente opinin contaminacin zonas urbanas % no piensa invertir en ahorro de agua % piensa sus aguas negras contaminan % dice sortear basura % usa frutas o verduras del continente opinin aspecto paisaje urbano opinin presencia fauna nativa opinin tranquilidad deseo limitar crecimiento urbano deseo mejorar ordenamiento urbano deseo favorecer uso piedra de lava deseo favorecer flora/fauna nativas responsabilidad turismo en ms construcciones opinin tranquilidad opinin cantidad de gente opinin paisaje opinin ordenamiento urbano % piensa que en Galpagos se vive como en continente % piensa es bueno que Galpagos sea como continente % piensa singularidad pueblos Gal es naturaleza % dice ver menos animales nativos en pueblos superficie construida en promedio (m ) n pisos en promedio % no favorece plantas nativas/endmicas % no usa lava en construccin superficie construida en promedio (m ) n pisos en promedio % no usa lava en construccin HUELLA GEOGRFICA ENERO 2008 Valor Promedio 121 variables (114 V + 7 EO) Huella mxima terica (121 x 5) Huella mnima terica (121 x 1) Huella promedio Diferencia Huella Geogrfica/Huella promedio
2 2
93 39 2,3 91 3,1 74 94 21 23 4 71 70 74 96 2,6 2,3 2,3 1,9 1,9 2,2 1,3 2,9 3,0 3,9 2,7 3,1 53 40 86,5 69 576 2 79 56 60,2 1 96
5 5 2,3 5 3,1 2 5 4 2 4 4 4 2 5 2,6 2,3 2,3 1,9 1,9 2,2 1,3 3 3,0 3,9 2,7 3,1 5 5 1 4 3 3 4 3 3 3 5 394,6 3,29 605 121 363 + 8,7 %
84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94
Hoteles
Turistas
Poblacin
5) Impacto medial
105 106 107 108 Hoteles 109 110 111 Tiendas Tursticas 112 113 114
151
Espacio turstico
Puerto Ayora, la ciudad ms grande del archipilago con alrededor del 50% de la poblacin de Galpagos, concentra el 69% del total de las noches tursticas pasadas en tierra, proporcin excesiva que no deja gran oportunidad a los otros centros poblados y causa demasiadas presiones en este pueblo. Sin embargo, las opiniones respectivas de los turistas (V35-39) y de los habitantes (V40-43) sobre los sitios de visita cercanos de los centros poblados son generalmente positivas. Pero se observa el inicio de una percepcin de sobrecarga en algunos sitios de visita o de uso recreacional (V42).
Energa y movilidad
En Galpagos, el turismo y el estilo de vida estn basados sobre un consumo creciente de combustibles (VB, VE: la electricidad es en mayora de origen trmica). Esto es el resultado del aumento continuo del turis-
4. Estas variables (V11 a V20) tienen las notas que les pusieron los guas entrevistados: por ejemplo, cuando ellos opinan que el inters de los turistas en aprender de la naturaleza ha disminuido, dan una nota baja (ms de 3) pues significa un impacto medial (relacin al entorno) negativo: aqu, el promedio de las notas es de 2,9, o regular.
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energtico: hasta los establecimientos de baja categora han invertido en aires acondicionados como
Impacto ambiental
Incrementos del 93% de la cantidad de los desechos (VF) y del 39% del nmero de especies de plantas introducidas entre 2000 y 2006 (VG) son preocupantes para la sustentabilidad de la vida en las islas y la conservacin de las mismas. Un indicador de la relacin entre el turismo y las especies introducidas es que el 96% de hoteles y restaurantes de Galpagos importan alimentos orgnicos del continente (V91). El problema de la basura reside ms en el aumento de la produccin de desechos (VF) que en los esfuerzos de sorteo por parte de los usuarios (V83, V90). La opinin sobre la contaminacin del agua es
muy negativa, tanto por parte de los habitantes (V81, V84) como de los hoteleros (V89), pero existe poca conciencia de la necesidad de cuidar el recurso hdrico (V85, V88).
Impacto medial
El medio geogrfico dominante en Galpagos es de tipo continental, es decir una mezcla de hbitos y comportamientos originarios del resto del pas y del mundo. Un indicador de prdida del medio geogrfico galapagueo es la disminucin de animales nativos en los centros poblados, especialmente de lagartijas, iguanas y pinzones.
Foto 2. El centro Miguel Cifuentes en Puerto Ayora, un ejemplo de arquitectura con piedra de lava. Foto: Christophe Grenier
153
La continentalizacin del medio insular significa menos espacio y ms perturbaciones para la fauna nativa, aunque su presencia en los centros poblados sea un gran atractivo turstico, de acuerdo con los mismos turistas (V97) as como los residentes encuestados (V106). Los turistas piensan que es importante limitar el crecimiento urbano, mejorar el ordenamiento urbano, favorecer la presencia de especies nativas en los pueblos y construir en piedras de lava para lograr una mejor integracin paisajstica de las viviendas al entorno (V95-98); pero los hoteleros no muestran inters por esas dos ltimas medidas (V110-111). El caso de la piedra de lava ilustra una falta de conciencia general de la importancia, para el ecoturismo, de la integracin paisajstica, cuando ciertas construcciones (el Centro Miguel Cifuentes en Puerto Ayora (Foto 2), el muelle de turistas en Puerto Villamil, el centro de interpretacin en Puerto Baquerizo Moreno) demuestran que ese material puede usarse con xito en una arquitectura moderna y funcional. La mayora de los residentes piensa que el estilo de vida de Galpagos se parece cada vez ms al del continente (V104) Ms preocupante an es el hecho de que para mucho de ellos es algo bueno (V105). Esa continentalizacin socava a mediano plazo la conservacin del archipilago como la sustentabilidad de la sociedad insular y de su principal actividad, el turismo.
Conclusin
Hoy por hoy, segn los indicadores elegidos, la huella geogrfica del turismo en los centros poblados de Galpagos es demasiado profunda, pues el ndice general sobrepasa el promedio de +8,7%. An ms preocupante, las tendencias del turismo en los centros poblados muestran una dinmica de crecimiento en muchos indicadores. Cualquier turismo tiene impactos, pero an ms si nutre un proceso permanente de apertura geogrfica - por migracin, inversin, invasin biolgica e importacin - de un ecosistema originalmente aislado como el de Galpagos. El desafo es enorme: se trata de inventar el turismo del maana, que deje la huella geogrfica ms liviana posible. Este modelo eco turstico debe estar vendido en el mercado mundial con el imperativo siguiente: es la singularidad de Galpagos que debe definir, como oferta, el tipo de demanda ms adaptado al objetivo de una baja huella geogrfica del turismo en los centros poblados.
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Todo el mundo acepta que la fuente de los problemas de la conservacin en Galpagos est en el comportamiento humano y este comportamiento est fuertemente determinado por la economa. Esta disciplina se ocupa generalmente del mundo del dinero pero hay otras perspectivas, como la del mundo de los trabajadores y las relaciones que estos mantienen. Este artculo adopta este enfoque con el objetivo de explorar con datos, varias interrogantes sobre las dinmicas del trabajo en Galpagos. Los estudios de flujos econmicos en el archipilago colocan al turismo como eje central de la dinmica econmica. Sin embargo, este ensayo mostrar el destacado rol de la administracin pblica y del transporte. Adems, se intentar explicar las razones por las cuales la agricultura, la pesca y la construccin son invisibilizadas en el ltimo censo realizado en el 2006 (INEC 2006). Haciendo un recuento sobre las discusiones que se han hecho en este tema se observan dos esferas de actividad humana con especial incidencia en la conservacin de Galpagos. En primer lugar est la pesca, a la cual usualmente se le ha atribuido un efecto negativo, tanto por las presiones sobre los recursos naturales (formas de sobrepesca) como por comportamientos al margen de la norma (pesca ilegal). La segunda esfera se refiere al turismo que potencialmente podra ser amigable con el ambiente pero que tiene tambin problemas de regulacin y efectos colaterales a nivel de migracin. Pero es necesario preguntarse si existen otras dinmicas a las cuales se les otorga escasa atencin y que podran ayudar a entender lo que sucede en las Islas.
Este informe se basa en la informacin censal. No obstante, existieron lmites: No todos los censos estn disponibles en formato digital y los documentos fsicos son de difcil acceso. Adems, el censo 2006, se realiz solo en Galpagos, lo que no permite hacer comparaciones con tendencias nacionales. En segundo lugar, en el ltimo censo se opt por introducir variaciones metodolgicas que hacen que los datos entre censos tengan significados diferentes. Sin embargo, se pueden hallar algunos datos que explican parte del mundo del trabajo en Galpagos.
El trabajo en Galpagos
Lo primero a indagar es En qu trabaja la poblacin de las islas?(Figura 1). El censo del 2006 destaca la importancia del sector servicios. Este representa el 67% del empleo total. En realidad, la tercerizacin de la economa es masiva. Con respecto al sector primario vemos que existen dos subsectores importantes: la agricultura y la pesca. El primero tiene escaso peso relativo mientras que la pesca en Galpagos tiene un peso relativo que es cinco veces mayor al promedio nacional. 6,7% frente a 1,35% (Figura 2) Si analizamos la dinmica temporal de la distribucin de la ocupacin nos encontramos con una gran variacin en el sector servicios. Este en el ao 1962 representaba menos del 25% del empleo (menos de la
Figura 1. Evolucin de trabajadores por rama en las islas Galpagos. Fuente: INEC, 2001 y 2006.
156
Figura 2. Distribucin de la PEA por ramas en Galpagos y en Ecuador, 2001. Fuente: INEC, 2001.
cuantitativamente. Hay otros sectores que merecen atencin. El transporte est en primer lugar, con una participacin del 16% en el empleo (15% en el 2001). Esto lo convierte en el sector individual ms importante, si se tiene en cuenta que en el mercado laboral nacional ocupa slo al 5% de la poblacin en esta actividad. Se constata as que la economa galapaguea ha evolucionado a una dinmica que podra llamarse intensiva en transporte, con los riesgos que eso implica para conservar el ecosistema (Watkins y Marn 2008). Pero el sector ms destacado en crecimiento econmico es el pblico (Watkins y Marn 2008). An, entre el 2001 y el 2006, en que se restringe la poblacin incluida, las cifras arrojan una tasa de crecimiento del 4,5 % anual, y un peso porcentual del 14% (10, 28% en el 2001). Ms de tres veces superior al promedio nacional. Estos son suficientes datos para sealar que la dinmica econmica de las islas est fuertemente marcada por lo que suceda con las entidades estatales. stas parecen ser an ms dinmicas que el turismo y el transporte, y por lo tanto, la preocupacin por ellas, por sus impactos ambientales y sus huellas ecolgicas deberan ser tan altas como aquella que poco a poco se ha construido sobre los sectores de turismo y pesca. Las cosas pueden ser ms drsticas al reconocer que los ltimos censos desagregan una sub-rama de actividad: los organismos extraterritoriales. Se refiere a un conjunto de instituciones de tipo internacional. Su peso relativo es alto, bordea el 6%. En este caso
157
llama la atencin el hecho de que, por una parte, esta categora no aparece en los censos anteriores a 1990, y en ste, es muy reducida, slo tres personas, pero llegan a 732 en el 2001. Si se suma el empleo total de los organismos estatales y los municipales se obtiene la cifra de 23% del empleo total. Si sumramos el de los organismos extraterritoriales, este porcentaje puede llegar al 28 % 2. Este es de largo el sector ms importante de empleo, y sobre todo con un crecimiento vertiginoso, un factor dinamizador central del funcionamiento econmico y, por lo tanto, social de la provincia. Pero esta revisin, hasta el momento se refiere solo a una de las muchas variables que podran ser analizadas, conviene agregar otras dimensiones. Una de ellas, por ejemplo, es la relacin que existe con el tipo de actividad en la cual se ocupan los trabajadores. Se constata que el perfil profesional de las diversas ramas de actividad es muy diferente. Los puestos que implican una remuneracin ms estable y alta estn concentrados en las actividades administrativas del Estado y en los servicios de alta rentabilidad. Un ejemplo son los servicios bancarios. Los servicios del Estado, como educacin y servicios comunitarios, incluyen el 75% de las personas que tienen un tipo de ocupacin que podra llamarse acomodado (personal directivo y profesional). Respecto a los empleos administrativos y de oficina, de ingresos medios, el 45% son estatales. Si se tiene
2 Esta suma no es rigurosa pues corresponden en el un caso a la categora de ocupacin y en el otro a la rama de actividad. La informacin el Inec no tiene el cruce necesario para un agregacin rigurosa.
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Entre los grupos de personas nacidas en otras partes, se percibe cierto grado de especializacin. Los inmigrantes de Tungurahua participan en construccin, transporte y servicio domstico. Quienes llegaron de Manab, se concentran en labores de pesca, servicios hoteleros y domsticos. Los perfiles de los inmigrantes provenientes de las provincias ms ricas del Ecuador, Pichincha y Guayas, es inverso, tienden a concentrarse en los servicios, en las actividades financieras y la administracin. Un reflejo de ello es que el 32 % de los trabajadores nacidos en Pichincha estn en la administracin pblica, mientras que slo el 29% de los nacidos en Galpagos se encuentran en este sector. Afinando el anlisis y examinando donde vivan antes quienes trabajaban en Galpagos en el 2006, se constata que el nmero de trabajadores que lleg en estos ltimos aos, es de 2033 personas, es decir el 23% de la fuerza laboral. Esto implica que cada ao se incorporaron 254 nuevos trabajadores que vienen de fuera de las Islas. Las cosas se hacen an ms interesantes al observar dnde se ubican los nuevos trabajadores. El sector de la administracin estatal es el que recluta la mayor cantidad de trabajadores trasladados los ltimos ocho aos3. Le siguen el servicio domstico y la construccin. Las dos ltimas ramas tienen remuneraciones bajas y menor reconocimiento social. Vale la pena sealar que los sectores en los cuales existe una sub representacin de los trabajadores migrantes recientes son, la pesca, el comercio y el transporte martimo. Estos datos son interesantes por cuanto indican que el sector pesquero, parecera haber culminado con su perodo de expansin. Lo cual puede ser puesto en duda, puesto que este ltimo censo no registr a personas dedicadas a esta actividad por no tener residencia oficial en las Islas.
Conclusin
Los Censos de Galpagos demuestran claramente que un eje dinmico de mucha importancia econmica de las islas est en la administracin pblica. Es ste el sector que ms crece, el ms dinmico en la contratacin de mano de obra y lo hace con una tendencia a generar inmigracin. Los trabajadores de este sector unidos a los de las actividades empresariales son los que mejores condiciones de calificacin y, se supone, de remuneracin tienen.
3 Calculado como el nmero de personas en exceso a las que correspondera a una misma proporcin entre trabajadores que han llegado en los ltimos ocho aos y la distribucin de todos los trabajadores del archipilago.
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Jardines nativos para Galpagos: Pueden acciones comunitarias prevenir invasiones de plantas a futuro?
Introduccin
Las especies introducidas presentan la mayor amenaza a la biodiversidad terrestre nica de las islas Galpagos. El anlisis de datos de un muestreo del 97% de todas las propiedades en las cuatro islas habitadas (Floreana, Isabela, Santa Cruz y San Cristbal) realizado entre el 2002 y el 2007, conjuntamente con la informacin del herbario de la Fundacin Charles Darwin (FCD) (2009), muestra que se han registrado ahora 870 especies de plantas introducidas en el archipilago. De estas especies, por lo menos 229 especies (26%) se han naturalizado (se han establecido y se estn reproduciendo sin ayuda de los humanos) y 131 especies estn ya invadiendo reas naturales del archipilago (Guzou y Trueman, 2009). El total de especies de plantas invasoras en cada isla est directamente relacionado a la poblacin existente, con Santa Cruz y San Cristbal con la mayor cantidad de especies (Figura 1). Sin embargo, la mayora de estas especies ocurren en muy pocas propiedades (92 especies estn en solo una propiedad, y 229 en menos de 20 propiedades), lo que indica una reciente introduccin al archipilago, probablemente en los ltimos 30 aos. En la literatura se menciona que la mayora de las especies de plantas toman ms de 50 aos para hacerse abundantes y hasta 150 aos para naturalizarse (Sullivan et al., 2004; Caley et al., 2008). Esto significa que es probable que
163
muchas de estas especies se naturalicen y se vuelvan invasoras en el futuro cercano, por cuanto la propagacin de las especies introducidas se incrementa con el crecimiento de la poblacin humana. Galpagos ya tiene un sistema de cuarentena que prohbe la entrada de plantas no permitidas al archipilago. Sin embargo, como se explica arriba, nuevas invasiones se producirn por parte de aquellas especies invasoras que ya estn presentes. Ante esto, se necesita un manejo activo dentro del archipilago para reducir la dispersin de estas plantas potencialmente invasoras. Para poder responder a esta necesi-
12000
Residentes Especies
1200
No. Residentes
4000
400
Figura 1. Numero de habitantes y especies de plantas introducidas en cada de las islas habitadas.
Esfuerzos de erradicacin
La solucin tericamente simple de erradicar especies completamente de islas individuales (Harris y Timmins, 2002) ha demostrado ser ms difcil que lo esperado debido a las complejidades sociales asociadas con la remocin de especies introducidas en terrenos privados. En un estudio piloto de 30 proyectos de erradicacin de plantas que incluyen 23 especies, llevados a cabo entre el 2001 y el 2007 por la FCD, solo cinco fueron exitosos. De los 25 proyectos sin xito, las razones para su fracaso varan. Uno fall debido a dificultades tcnicas, tres por la biologa de la especie objetivo, seis por ser proyectos demasiado ambiciosos (se encontr que las especies tenan una distribucin muy grande una vez que se hicieron mapas detallados), 10 debido a la falta de financiamiento a largo plazo luego que se termin el proyecto piloto, y seis debido a que los dueos de los terrenos no dieron el permiso para la remocin de las
164
especies (Gardener et al. 2010). Las razones para negar el permiso fueron variadas, e incluan el uso activo de la especie para fines medicinales, ornamentales o para madera, o debido a apego sentimental. Adicionalmente, varios dueos de terrenos negaron el acceso a su propiedad por preocupacin ante la integridad del personal de campo. Sin embargo, un proyecto en el 2007-9 que se enfoc en la remocin y reemplazo de la planta invasiva Leucaena leucocephala de jardines privados en Puerto Ayora fue ms exitoso. Cada uno de los 27 dueos de terrenos con L. leucocephala en su propiedad fue provisto con informacin de la especies, que ya se saba era una especie invasora agresiva en el pueblo costero de San Cristbal. Si los dueos accedan a la remocin de la especie, se les ofreca a que escojan entre varias especies nativas como reemplazo. Si bien se necesitaron varias visitas a algunos dueos de terrenos, todos finalmente accedieron a ayudar en el proyecto y se eliminaron un total de 292 plantas
No. Especies
8000
800
(usando herbicida o remocin manual). Todos los dueos de terrenos continuaron removiendo nuevas plntulas de sus propiedades. Esta experiencia indica que las erradicaciones de plantas raras pueden ser posibles si se las lleva a cabo de la mano con la comunidad. Como la mayora de las especies de plantas invasoras son ornamentales (Guzou y Trueman, 2009)
400
No. Especies
300
200
100
Los datos en este artculo provienen de los viveros de San Cristbal y Santa Cruz.
Santa Cruz
Los datos desde el 2007 al 2009 muestran un incremento constante en el nmero de clientes que se han involucrado en el proyecto. En el 2009, 173 clientes diferentes fueron provistos con 7 712 plantas de 47 especies (Tabla 1). En los ltimos dos aos, el equipo de jardinera ha provisto plantas a ms de 200 proyectos, la mayora de los cuales fueron en jardines privados, si bien negocios, establecimientos educativos e instituciones pblicas y privadas tambin se han involucrado (Figura 3). Adicionalmente, el equipo de jardinera ha llevado proyectos de paisajes para ms de 30 clientes diferentes. Esto incluye un ambicioso proyecto para un plan de desarrollo urbano en la parte alta de Santa Cruz, donde toda la zona fue diseada paisajsticamente con especies nativas, por ende la alta produccin de plantas en el 2008.
165
San Cristbal
El proyecto en San Cristbal ha crecido considerablemente en los ltimos dos aos y desde sus inicios en el 2008. En el 2009, el vivero produjo 2 618 plantas de 48 especies para 44 clientes diferentes, comparado con 797 plantas de 32 especies en el 2008 (Tabla 1). Adicionalmente, el equipo de jardines cre 28 jardiIsla tem
Nmero total de clientes A. Jardines nativos San Cristbal B. Reforestacin Nmero de especies Nmero de plantas producidas Nmero total de clientes C. Jardines nativos Santa Cruz D. Reforestacin Nmero de especies Nmero de plantas producidas
Tabla 1. Nmero de clientes, tipo de actividad (jardn nativo o reforestacin), nmero de especies y nmero de plantas producidas en el programa de plantas nativas de la FCD en San Cristbal (2008-9) y Santa Cruz (2007-9).
60
20
0 Comercial
Educacin Finca Institucin Recreacin Privado
Figura 3. Tipos de proyectos para los que se entregaron plantas en Santa Cruz y San Cristbal.
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Conclusin y recomendaciones
Si bien todava est en su infancia, el proyecto de jardines nativos representa una iniciativa importante en el desarrollo sostenible de Galpagos. Los datos presentados en este estudio proveen una lnea base til para medir el futuro crecimiento del proyecto de jardines. Sin embargo, no muestran el impacto de este proyecto en el uso o dispersin de las especies introducidas invasoras. Para poder hacer esto, es necesario regresar a una submuestra de propiedades y llevar a cabo un nuevo inventario de especies introducidas, as como entrevistas a los dueos de los terrenos para saber sus razones de cambiar sus jardines. As se podr medir el impacto directo del proyecto. Los hoteles e instituciones de Galpagos tienen la mayor diversidad de especies invasoras en sus jardines (Trueman et al., enviado para publicacin) y representan un rea importante en donde enfocar el trabajo a futuro. Esto estara ayudado por una iniciativa audaz del ministerio de turismo para incrementar la
responsabilidad ambiental por parte de los hoteles y restaurantes de Galpagos a travs de la obediencia a un grupo de estndares, incluyendo el uso de plantas nativas para los diseos de los jardines.
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Introduccin
La parte alta de las islas habitadas contiene los ecosistemas ms degradados de Galpagos, con el 23% (Isabela) y el 96% (San Cristbal) de su rea alterada por especies invasoras y agricultura (Tabla 1). En algunas islas, esto ha resultado en la prdida casi completa de comunidades nicas; los bosques de Scalesia ahora cubren menos del 1% de su rango original en Santa Cruz y 0.1% en el Volcn Sierra Negra (Isabela) (ver Mauchamp y Atkinson, este volumen).
Zona de Vegetacin Transicin 23 25 2 4
Hmeda 96 86 38 23
Tabla 1. Porcentaje de las zonas de vegetacin degradadas por limpieza de vegetacin o especies invasoras en cada una de las islas habitadas (adaptado de Watson et al., 2009). Las categoras de Muy Hmeda y Hmeda han sido agrupadas bajo Hmeda.
Hasta la fecha, la meta de las acciones de conservacin en estas reas degradadas ha sido el restaurar los sistemas a una condicin casi prstina (Bensted-Smith et al., 2002). A pesar de numerosos intentos y mucha inversin, este acercamiento ha fallado consistentemente en
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brindar resultados a largo plazo. Esta falla ha sido debido a la falta de entendimiento de la naturaleza holstica de la naturaleza de la degradacin as como tambin a la falta de una visin compartida entre los usuarios de la parte alta. Desafortunadamente no hay una varita mgica para la restauracin; los cambios en los factores biticos y abiticos que ocurren a medida que los sistemas se degradan pueden ser difciles o imposibles de revertir lo suficiente para que los sistemas puedan regresar a su estado prstino (Hobbs et al., 2009). Es cada vez ms entendible entre cientficos que el mantenimiento o la restauracin de la funcin del ecosistema, que incluye una pltora de interacciones entre elementos biolgicos y fsicos, incluyendo los humanos (a menudo conocidos como los servicios ecosistmicos), debe se la meta del manejo de la conservacin (Hobbs y Norton, 1996). En este artculo se sugiere que este tambin debe ser el caso en Galpagos. Sin embargo, los sistemas pueden perder componentes ms raros de su biodiversidad, y por ende su capacidad de recuperarse antes de que la funcin en s sea afectada (Schwartz et al., 2000), es as que la meta es considerablemente ms baja que el mantenimiento de toda la biodiversidad original. Una meta basada en la funcionalidad nos permite considerad que algunas especies introducidas puedan jugar un rol neutral o incluso valioso en las comunidades naturales. Este cambio en un importante paradigma (el que las especies introducidas no son siempre malas) abre la puerta a soluciones de manejo potenciales que mantienen sistemas con capacidad de recuperarse con una mezcla de elementos nativos y exticos que nunca hubieran ocurrido naturalmente, antes que intentar regresar a los sistemas a su estado sin alteracin. Estos ecosistemas nuevos o hbridos (Hobbs et al., 2006) pueden ser ms estables y con mayor capacidad de recuperarse ante nuevas invasiones que los sistemas prstinos, y requieren menor ingreso de recursos que permiten un mejor costo eficiencia de las prcticas actuales de manejo (Seastadt et al., 2008), y por ende una mayor extensin de las reas bajo manejo activo. El objetivo de este artculo es revisar el manejo actual para la restauracin de la parte alta y proponer formar el cambio del paradigma el cual podra ayudar a optimizar esta accin. Sin embargo, hay poco entendimiento de los procesos ecolgicos en la parte alta, por lo que mucha de la informacin bsica para abrazar el concepto de ecosistemas nuevos y ayudar a mejorar el manejo est ausente. Se delinea un marco conceptual para el proceso de degradacin en la
Hasta la fecha, la restauracin de la parte alta en Galpagos se ha enfocado en la erradicacin de especies que ya tienen un impacto ecolgico significativo (ej. vertebrados - Cruz et al., 2005; Carrin et al., 2007) o que pueden tener un impacto en el futuro (ej. plantas - Buddenhagen, 2006). Tambin ha tocado el control de especies invasoras de gran distribucin en reas claves (ej. Buddenhagen et al., 2004) y manejo de pequea escala de especies endmicas icnicas, especialmente en fincas privada ej. Scalesia pedunculata (Tabla 2). Si bien algunos de estos proyectos han dado lugar a la regeneracin natural exitosa de comunidades, especialmente en islas no habitadas o relativamente prstinas, los resultados en las islas ms degradadas han variado, con el reemplazo de una especies invasora por otra (ej. Atkinson et al., 2008), o simplemente sin un impacto positivo a largo plazo. Esto se debe a menudo a la naturaleza espordica y de pequea escala del trabajo, producto de la gran cantidad de recursos necesarios para llevar a cabo trabajos en control de especies invasoras. Por ejemplo, proyectos como las 200 ha de Jatun Sacha en San Cristbal, el uso de Scalesia pedunculata como sombra para caf en Santa Cruz, o en control de malezas en reas crticas del parque nacional son posibles en pequea escala debido a la necesidad de aporte continuo de trabajo para controlar especies invasoras claves que transforman la parte alta a estados que no existan previamente (incluyendo Cedrela odorata Cinchona pubescens Lantana camara Psidium guayaba Rubus niveus Syzygium jambos y varias especies de pastos africanos). Estas especies tienen historias de vida caractersticas que compiten y ganan a la vegetacin original de Galpagos. El costo para remover especies invasoras de zonas agrcolas vara entre US$500 y US$2500 por ha, con costos de mantenimiento entre US$500 a US$1000 por ha por ao dependiendo del tipo de uso de la tierra (Scott Henderson y Jaime Ricaurte, com. pers.).
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Manejo actual Manejo de reas prioritarias: enfoque en especies icnicas o especies nicas invasivas Erradicacin a pequea escala
Ejemplos Los Gemelos (Scalesia pedunculata y Rubus niveus); Media Luna (Miconia y Cinchona pubescens) Erradicacin piloto de plantas; control de hormigas de fuego
Resultados Beneficios a especies nicas; funcin ecosistmica generalmente degradad; alto costo de mantenimiento a largo plazo Depende en la metodologa disponible, de la prevencin de la reinvasin y la participacin de la comunidad Exitoso en islas no habitadas; algunos impactos ecosistmicos no esperados Se requiere gran trabajo a largo plazo; necesario en hbitats seriamente amenazados
Nueva direccin Usar al funcionamiento de todo el ecosistema y la biodiversidad como metas; el manejo uso menos energa y puede enfocar en reas ms grandes Se deben escoger las especies sobre la base del impacto potencial; se necesita evalacin peridica, se necesita crear conciencia en la comunidad y lneas claras de autoridad. Todo el ecosistema necesita ser considerado para asegurar recursos disponibles para los problemas emergentes. Redefinir el objetivo para mantener el funcionamiento antes que un enfoque solo en ecosistemas nativos, esto bajar los costos e incrementar el tamao del rea bajo tratamiento; necesidad para planificacin espacial y participacin de la comunidad. Incremental la conciencia ambiental bsica incluyendo el entendimiento del principio precautorio; mejor cuarentena; visin a largo plazo compartida.
Erradicacin de chivos, chanchos y burros: Proyecto Isabela Jatun Sacha; Scalesia en fincas
Educacin
Programa de Jardines
Incrementa la conciencia de la comunidad sobre la flora de Galpagos y la amenaza de las especies introducidas
Tabla 2. Ejemplos de prcticas actuales de manejo y cmo el paradigma propuesto puede resultar en una restauracin ms optimizada.
Hay pocas actividades agrcolas que traen ingresos suficientemente altos como para justificar el gasto; ejemplos potenciales incluyen el agro-turismo combinado con productos de alto valor como el caf y las bananas, o los vegetales producidos en invernadero. Este problema ha llevado al abandono de cerca del 60% de la zona agrcola en Santa Cruz, terrenos que ahora actan como una fuente de semillas de especies invasoras para las fincas aledaas y para el Parque Nacional Galpagos. Una historia similar ocurre en el Parque Nacional donde casi todo el presupuesto anual para control de malezas (estimado en US$630,000 para
el 2007) fue usado en el control de las peores especies invasivas en un rea de menos de 200 ha (Figura 1). Para poner esto en contexto, se estima que la especie introducida invasora, Psidium guayaba, cubre por lo menos 90,000 ha en zona de Parque Nacional. Muy poco del presupuesto para el control de malezas se gasta en la restauracin activa o deteccin temprana y erradicacin para as solucionar problemas emergentes. Sin embargo, si bien la erradicacin de plantas parece una meta atractiva, en teora la inyeccin nica de fondos y la solucin del problema, evidencia que es extremadamente difcil (Gardener et al., 2010).
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Figura 1. Nmero de especies no nativas registradas en Galpagos en el perodo de 1800-2008. Grfico interno: Categorizacin de las 919 especies de plantas no nativas basado en la base de datos de la Evaluacin de Riesgo de las Malezas. Disposicin de fondos del Parque Nacional Galpagos para especies no nativas fue de US$630,000 en el 2007, con todo el dinero enfocado en las especies denominadas transformadoras (Plan de Trabajo del 2007 del Parque Nacional Galpagos).
para abarcar toda la zona hmeda de la parte alta. El taller revel la existencia de vacos de informacin, los cuales deben ser llenados para as lograr un mejor entendimiento del proceso de degradacin en la parte alta. Los vacos de informacin fueron divididos en tres temas. El primero aborda la distribucin espacial, la funcin y el valor de los diferentes estados de vegetacin (ej. caracterizacin de los estados), el segundo determina los procesos ecolgicos y sociales que dan lugar a la degradacin (ej. caracterizacin de las transiciones), y el tercer tema ayuda a desarrollar una caja de herramientas nueva para ayudar en la restauracin a un estado funcional. Un total de trece proyectos de investigacin fueron propuestos dentro de los temas, cada uno del tamao de una tesis de doctorado, para as llenar los vacos de conocimientos e investigacin. Los tres temas identificados en el taller son detallados a continuacin. a) Distribucin especial, funcin y valor de los diferentes estados de vegetacin No ha habido un mapeo detallado para determinar qu estados de vegetacin estn presentes en la parte alta de Galpagos. Al momento se asume que
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Vegetacin nativa T5 T5 T1
T4
T4 Muy invadido T6 T7 T3
T6
T1
Pasto
T2
Agricultura / Silvicultura
T1: Intercambio de Informacin; T2: El cultivo intensivo; nativos T3: Abandono; T4: invasin; T5: La eliminacin de especies invasoras + plantacin; T6: La eliminacin de especies invasoras; T7: El cultivo de los cultivos, etc Figura 2. Un modelo de estado-trnsito sugerido para la parte alta de las islas habitadas de Galpagos. Las cajas representan los principales estados y las flechas representan la transicin o lo que empuja el cambio entre cada estado. Las barras rojas indican posibles barreras biolgicas o fsicas que previenen la transicin a estados menos degradados.
los estados estn compuestos de especies introducidas que no tienen valore inherente. Un primer paso crucial es estudiar la funcin ecolgica para as determinar su valor social, econmico y de conservacin de cada estado. Esto es necesario para poder identificar cual estado puede ser considerado como el punto final apropiado de la restauracin. Esta informacin puede ser combinada con mapas para desarrollar una red espacial de sitios prioritarios para el manejo de la conservacin y de las comunidades humanas. b) Procesos ecolgicos y sociales de la degradacin Si bien sabemos cules son las especies invasivas claves en Galpagos, ha habido pocos estudios cuantitativos en el impacto que stos tienen en el ecosistema y cmo este impacto ayuda en la degradacin. Una elegante excepcin es el trabajo de Jger et al. (2007; 2009) en el impacto del rbol Cinchona pubescens en las pampas sin rboles de Santa Cruz. Sorprendentemente, este estudio mostr que si bien un incremento en la densidad de rboles reduce la abundancia de las especies nativas y endmicas, no se han dado extinciones. El impacto de las especies invasivas pueden incluir cambios en las condiciones abiticas o fsicas (ej. luz, agua o nutrientes) o cambios en los componentes biticos (ej. estructura de la vegetacin, composicin de
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especies, cambios en la polinizacin y redes de dispersin de semillas). Adicionalmente, los cambios en el uso de las tierras humanas pueden estar influenciados por presiones econmicas externas que pueden impactar grandemente el proceso de degradacin. Esta informacin ayuda a identificar barreras o umbrales para la restauracin y por ende, tiene implicaciones importantes para el manejo exitoso (Hobbs et al., 2009). c) Una caja de herramientas nueva en la restauracin Actualmente las herramientas usadas en la restauracin se han enfocado en la erradicacin o control a largo plazo de especies claves individuales. El nico ejemplo de un intento para combinar esto con la restauracin fue la siembra de plntulas de Scalesia pedunculata en reas recientemente limpiadas de malezas. Hasta la fecha no hay evidencia que esto ha ayudado en el poder de recuperacin de la comunidad natural ante mayor invasin debido a la falta de entendimiento de la dinmica del banco de semillas y las propiedades fsicas de la vegetacin requerida para controlar la reinvasin de malezas claves. Tambin se necesita investigacin para desarrollar nuevas tcnicas para controlar algunas de las peores y ms extendidas malezas usando un acercamiento integrado. Las tcnicas incluyen control biolgico,
cambios en el uso de la tierra y el uso de herbvoros; pero tambin es importante incrementar la eficacia de las tcnicas de manejo actuales. Adicionalmente, es esencial el desarrollar un entendimiento de las presiones econmicas, polticas y sociales que dan lugar a las tendencias actuales de uso de la tierra e identificar estrategias que permitan la incorporacin de la restauracin en estos procesos. La parte alta es habitada, son el centro de la agricultura y son tambin usadas para el esparcimiento y las actividades de turismo. Por ende, las aspiraciones sociales y econmicas de la comunidad que vive y usa la parte alta son componentes integrales en dar forma a la visin de restauracin, y debe ser considerada en todas las etapas como componentes importantes del modelo de estado-transicin.
al momento hay varios vacos de conocimiento que previenen avanzar eficientemente en este trabajo. Los proyectos discutidos en este documento son parte de un nuevo plan estratgico para la restauracin de la parte alta y se busca la colaboracin activa para as ayudarnos a entender el proceso de degradacin. Si este proceso liderado cientficamente espera producir mejores opciones de manejo basadas en el funcionamiento del ecosistema, lo cual incorpora las aspiraciones de la comunidad y maximizan la biodiversidad con soluciones de bajo costo en grandes reas, necesitamos usar el acercamiento de manejo adaptativo. Esto requerir de un mayor acercamiento entre los cientficos, manejadores y la comunidad para as ser capaces de responder rpidamente y eficientemente a los resultados del campo, continuamente redefiniendo las acciones de manejo como un equipo y dar soluciones ptimas en un mundo que cambia constantemente.
Agradecimientos
Este modelo conceptual est basado en un taller llevado a cabo en noviembre del 2008 titulado Restauracin de la parte alta en Galpagos: un plan de investigacin estratgico para ayudar a definir un manejo de la conservacin efectivo y cont con la participacin de expertos internacionales, del gobierno local y de instituciones no gubernamentales. El plan de investigacin creado en el taller est disponible en la FCD. Este trabajo fue financiado por Galapagos Conservancy.
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Galpagos de cara al cambio climtico: consideraciones para la biodiversidad y el bienestar humano asociado
Introduccin
El archipilago de Galpagos provee un laboratorio de campo nico a nivel mundial para evaluar el efecto del cambio climtico en la biodiversidad y en una comunidad pequea. Las especies y ecosistemas de Galpagos pasan por cambios climticos cclicos que van de acuerdo a las estaciones de El Nio, el cual ocurre cada dos a ocho aos. Los extremos en las condiciones climticas y ocenicas incluyen un incremento en el nivel del mar y elevadas temperaturas del mar. Aparentemente, ya ha ocurrido cierta prdida en la biodiversidad y las prdidas a futuro pueden ser aceleradas por el incremento en el impacto del cambio climtico en ecosistemas ya estresados (debido a la sobre pesca, turismo o especies invasoras). Estas prdidas impactarn directamente a las comunidades humanas por cuanto stas dependen de estos recursos naturales ya amenazados (Figura 1). Si bien las acciones de mitigacin local y el incremento de programas de conciencia local sobre el cambio climtico deben ser alentados como poltica general, estas acciones no tendrn un impacto a escala global. La atencin debe ser dirigida a incrementar la capacidad de adaptacin de las comunidades locales, y al mismo tiempo, reducir la vulnerabilidad e incrementar la capacidad de recuperacin de los ecosistemas. La respuesta al cambio climtico debe ser usado como una oportunidad para conjugar la conservacin de la biodiversidad y el salud de la comunidad a travs de un manejo adaptativo. Este artculo resumen los resultados del Anlisis de Vulnerabilidad de las Islas Galpagos ante el Cambio Climtico lleva174
Manglares (ecosistema terrestre/marino, especies marinas/terrestres) Terrestre ecosistemas plantas aves invertebrados reptiles mamferos Marino mamferos marinos pelgicos corales demersales hbitats costeros oceanografa
Bioma natural
Sector productivo
Agricultura Turismo
Pesqueras
Figura 1. Diagrama teortico potencial de los impactos del cambio climtico en los sistemas de Galpagos y las interacciones entre sus diferentes componentes.
do a cabo en Puerto Ayora, Galpagos del 20 al 23 de abril del 2009. Se cont con ms de 70 participantes: expertos y cientficos locales, nacionales e internacionales, usuarios locales y nacionales, y representantes de los sectores productivos. Los objetivos del taller fueron: (i) evaluar el conocimiento cientfico, la informacin tcnica y socioeconmica local en cambio climtico; (ii) evaluar los impactos potenciales del cambio climtico en ecosistemas locales, la biodiversidad y el bienestar humano; y (iii) formular estrategias de respuesta, enfocando principalmente en el manejo adaptativo.
ecosistemas en Galpagos. El taller lleg al consenso que el parmetro ms crtico ser el incremento en la fuerza de los eventos ENOS y una reduccin en la fuerza de los afloramientos. Los estudios cientficos predicen que los cambios en las propiedades del agua y la circulacin podran afectar la cantidad de nutrientes, la dispersin de larvas y la distribucin de zonas de hbitat. Los cambios en el viento y patrones de lluvia afectarn la estacionalidad, los patrones de crecimiento de la vegetacin y los patrones de reproduccin de la fauna nativa e introducida. El archipilago de Galpagos y la Reserva Marina de Galpagos se ubican en dos regiones diferentes de El Nio (EN) (Figura 2). La regin EN 3, al oeste del archipilago est influenciada por la Contra Corriente Ecuatorial y la Corriente de Cromwell, mientras que la regin EN 1+2 est influenciada por la Corriente de Humboldt. El predecir los impactos del cambio climtico en Galpagos a nivel local y regional es difcil debido a este complejo escenario y tambin por la falta de datos a largo plazo. El escenario disponible actualmente logrado por modelaje por el Panel Intergubernamental de Cambio Climtico (PICC) se enfoca principalmente en la regin EN 3.4, la cual se extiende al oeste de la Regin 3, desde 120oO a 170oO.
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120 - 90 - W 5 N - 5 S
Corriente nor-ecu
Corriente sur-ecua
Contracorriente ecuator
En Regin 1+2
(Cromwell)
90 - 80 - W 0 N - 10 S
Ocano Pac co
C (
Corriente nor-ecuatorial Flujo El Nio Corriente sur-ecuatorial Contracorriente ecuatorial Islas Galpagos Ecuador
En Regin 1+2
(Cromwell)
Sudamrica
90 - 80 - W 0 N - 10 S
Ocano Pac co
B
Corriente costera de Peru (Corriente de Humboldt)
Figura 2. (A) El archipilago de Galpagos en relacin a las diferentes regiones El Nio basadas en las definiciones de la NOAA (de FCD, 2009); (B) las corrientes ocenicas que baan al archipilago (www.galapagosexplorer.com). EN = El Nio.
1. Los extremos en la TSM (temporada fra y temporada caliente) muestra una tendencia divergente. 2. La variabilidad interna, incluyendo el ENOS y la Oscilacin del Decenio de Pacfico (ODP), domina el anlisis y enmascara cualquier impacto de las fuerzas externas relacionadas al cambio climtico (Figura 3 y 4). 3. Las regiones especficas de Galpagos deben ser evaluadas por separado en funcin de los impactos del cambio climtico: zona oeste, central y este. 4. El rango en la variabilidad espacial y temporal en Galpagos debido al ENOS y a la ODP, incluyendo el incremento de la TSM y NM, es tan fuerte como los cambios predichos bajo los escenarios globales de cambio climtico a largo plazo, lo que sugiere que los ecosistemas locales tienen una capacidad de resistencia intrnseca a cierto nivel de cambio.
Fase PDO
Estandarizado
TIEMPO
Figura 3. Series de tiempo del ndice de Oscilacin Sur (IOS) calculado usando la diferencia media de la anomala de la presin del nivel del mar entre Tait (T) y Darwin (D). Los eventos de El Nio estn en color rojo y los de La Nia en azul. Las reas en blanco representan aos neutros de IOS. Obsrvese el decreciente nmero de eventos de La Nia durante la fase positiva de ODP (adaptado de http://www.cgd.ucar.edu/cas/catalog/climind/soiAnnual.html).
La variabilidad puede ampli car o cancelar el cambio forzado Condiciones de ao dado = combinacin variabilidad interna y cambio forzado Ocurren extremos climticos que se superponen en fuerza y variabilidad
Aos de variabilidad interna Fase PDO variabilidad interna Cambio climtico Fuerza radiativa Tiempo
Figura 4. Representacin esquemtica de las combinaciones de las diferentes seales que afectan el clima de Galpagos.
Los modelos de cambio climtico tienden a mostrar un descenso en la circulacin atmosfrica y ocenica tropical (Vecchi y Soden, 2007), lo que resulta en un incremento en la precipitacin y un descenso en el afloramiento. Se ha hecho un modelo predictivo para Galpagos usando el Escenario IPCC AR4 SRES A1B Emission Scenario. Sin embargo, la interpretacin y validez de los resultados son limitados, por cuanto solo se ha usado un escenario hasta la fecha (Xie et al., 2009). La variabilidad interna dentro del sistema de
Galpagos (resultante de los eventos cclicos del ENOS o del ODP, o de los cambios estacionales a menor escala) ocurre con influencias externas, tales como una tendencia positiva en la fuerza de la radiacin relacionada al calentamiento global y cambio climtico (Figura 4). En ocasiones, la magnitud de las diferentes seales puede combinarse de tal forma que puede enmascarar una tendencia a la subida, mientras que en otras ocasiones esta combinacin puede exacerbar intensidades altas que pueden dar lugar a extremos climticos potencialmente desastrosos. Debe notarse
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que la magnitud relativa del ENOS es mucho mayor que la de la ODP en el Pacfico Tropical Este. Los expertos que participaron en el taller logra-
Fenmeno fsico El Nio/La Nia Incremento en el nivel del mar Acidificacin marina TSM regional SST local Afloramiento Precipitacin
Posible cambio Variabilidad continua, alguna intensa Ms probable que si, antes que no Problema probable Calentamiento de la superficie del ocano Ms probable que haya calentamiento que no haya Mas probable que haya una reduccin antes que no haya Mas probable que incremente a que no haya
Otra observacin
Tabla 1. Resumen de posibles cambios oceanogrficos en Galpagos acordados en el Taller de Evaluacin de Vulnerabilidad.
impacto. Las casas y otros edificios a lo largo de la costa, como los que estn a lo largo de Academy Bay en Puerto Ayora estarn en riesgo. El incremento de la temperatura del mar en el archipilago puede resultar en que especies de coral tolerantes al agua caliente desplacen a las especies de agua fra y se de la migracin de peces ms tropicales a las aguas del norte de Galpagos. Adicionalmente, eventos de El Nio extremos o prolongados pueden causar extinciones locales de corales a travs del blanqueamiento y poner an ms presin a los peces pelgicos ms grandes. A nivel general, el cambio climtico impactar a muchas especies marinas de Galpagos. Entre la mega fauna marina, los ms vulnerables parecen ser los lobos peleteros, mientras que los carroeros (ej. gaviotas de lava) parecen beneficiarse por periodos de calentamiento. Los organismos que se reproducen todo el ao, como los pepinos de mar (Isostichopus fuscus) son menos vulnerables que aquellos que tienen una poca reproductiva limitada a ciertas pocas del ao, tales como las langostas. No obstante, esto es vlido solo para aquellas especies que no dependen de condiciones o reas con agua fra. En general, los corales de agua fra y los sistemas de afloramiento sern las comunidades ms vulnerables al cambio climtico, incluyendo la regin norte que rodea a Darwin y Wolf y la zona oeste (Isabela and Fernandina).
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migracin humana a Galpagos han sido producto de desastres locales en Ecuador continental. Esto se puede ver actualmente con la migracin de la provincia de Tungurahua debido a las permanentes erupciones volcnicas.
Lnea de accin / Manejo adaptativo - Generar bases de datos y lneas bases conjuntas de las condiciones oceanogr cas y climticas. - Llenar los vacos de conocimientos de los procesos fsicos (ej. dinmica del clima en la temporada fra).
Proteger los sitios de anidacin de especies amenazadas - Crear ms reas de anidacin de los pinguinos con cajas para mejorar la capacidad de recuperacin de la poblacin. de anidacin arti ciales. - Incrementar la sombra en las playas de anidacin para iguanas marinas y tortugas atravs de medios naturales o arti ciales. Apoyar las recomendaciones del captulo de manejo de pesquera dentro del Plan de Manejo de la RMG para crear e implementar las regulaciones de pesca de especies de aguas abiertas. Prevenir y controlar el incremento en el nmero y dispersin de especies introducidas e invasoras que puedan resultar del cambio climtico. Promover la reforestacin y restauracin de los ecosistemas claves y conectividad ecolgica. Mejorar la capacidad de recuperacin social atravs de plani cacin urbana y manejo de cuencas de agua. - Alentar el cambio de pesqueras costeras a las aguas abiertas. - Desarrollar un rea marina protegida climticamente lista en relacin a su manejo. Fortalece el sistema de cuarentena: un solo muelle en Guayaquil, fumigacin de los barcos de carga y control de las luces de los barcos.
1. Proveer apoyo a los sectores agrcolas. 2. Involucrar a la comunidad en el manejo de cuencas
..
de agua. Apoyar el desarrollo y plani cacin urbano climaticamente listo. Crear incentivos para la colecta de agua lluvia y manejo de agua dulce.
Tabla 2. Resumen de las recomendaciones claves propuestas durante el taller y lneas de accin relacionadas o manejo adaptativo.
Conclusiones
Las caractersticas ocenicas de Galpagos en la confluencia de corrientes de agua caliente y fra han dado lugar a los ecosistemas y biodiversidad nicos que conocemos hoy en da. Estas mismas caractersticas significan que los impactos del cambio climtico sern diferente aqu que en otras partes del mundo. Es crtico que la gente de Galpagos se prepare para estos cambios potenciales. Como nuestros ecosistemas estn estresados localmente y nuestro planeta globalmente, las especies nativas as como las invasoras puede que no reaccionen como en el pasado, debido a extremos climticos an mayores, a una mayor variabilidad e impactos a largo plazo. Nuestra forma de vida ser impactada severamente no solo por las implicaciones fsicas del cambio climtico sino tambin las repercusiones en los recursos naturales
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de los cuales dependemos. Adicionalmente, la comunidad local, Ecuador y el mundo tienen la responsabilidad de asegura la supervivencia futura del Patrimonio Mundial de Galpagos. Como resultado del taller, la Declaracin de Santa Cruz fue apoyada unnimemente por las autoridades locales y nacionales (Ministerio de Ambiente, Parque Nacional Galpagos, Instituto Oceanogrfico Nacional, Agrocalidad-SICGAL y el Municipio de Santa Cruz) como un compromiso a la participacin permanente en el proceso de entender las consecuencias del cambio climtico y los roles de las comunidades y manejadores locales para tomar en cuenta al calentamiento global en el proceso de toma de decisiones. Esta declaracin y otra informacin til referente a este artculo pueden encontrar en: http://marineclimatechange.com/Marine_Climate_Change_Worksho ps/Galapagos.html
Galpagos como laboratorio para la sostenibilidad: Lecciones del Taller Internacional de Sostenibilidad de Islas en un Mundo Globalizado, Isla Santa Cruz, Galpagos, 22-26 Marzo 2010
Universidad Charles Darwin, Australia
Como nunca antes en la historia, el destino comn nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo. (Carta de La Tierra, 2000) Cuando fui invitado por la Fundacin Charles Darwin para las Islas Galpagos a participar como facilitador del taller de sostenabilidad no me equivoqu al pensar que de ste saldran nuevos conocimientos y aportes sobre cmo entender la situacin de las islas Galpagos y sobre cmo emprender un diferente proceso hacia su sostenibilidad. Las exposiciones de los expertos internacionales sobre la sostenibilidad en otras islas del mundo mostraron nuevos conceptos y ejemplos para entender mejor lo que sucede en Galpagos. Las exposiciones de los profesionales locales sobre variados temas de ndole econmico, social, biofsico, institucional y ambiental de Galpagos nos pusieron al da sobre la situacin actual en el archipilago. Los trabajos en grupo de todos los participantes del taller se conjugaron para generar nuevas y diferentes maneras de entender por donde est navegando el equilibrio entre naturaleza y el hombre en tan frgil y nico lugar en el mundo. El presente artculo sintetiza y armoniza las exposiciones y trabajos de grupo enfocados a entender sistemicamente los componentes sociales, culturales, naturales y econmicos, y concluye con recomendaciones generales y pasos a seguir para iniciar un captulo diferente de cmo lograr la sostenibilidad de las islas Galpagos.
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las comunidades humanas en islas del Pacfico nos muestra que stas han sobrevivido gracias al contacto con otras islas, donde conocimientos de sobrevivencia fueron compartidos y aprendidos entre culturas, mas no a un aislamiento total. En el caso de Galpagos el aislamiento geogrfico se ha venido aplicando ms al mbito natural especialmente cuando hablamos de la evolucin de las especies. Es ahora que nos damos cuenta que el aislamiento geogrfico tiene una connotacin social y econmica importante, y que sta se relaciona ntimamente con aquella de carcter natural. El aislamiento geogrfico es el opuesto de apertura geogrfica, situacin que igualmente impacta a la geodiversidad de las islas en un mundo globalizado.
te lo es la continentalizacin, siendo necesaria la bsqueda de un punto intermedio entre dos extremos speros: el aislamiento insular (aislamiento geogrfico) y una excesiva apertura a otras regiones (apertura geogrfica) (Waddell, 2010). Para lograr la sostenibilidad en islas en un mundo globalizado han de considerarse varios elementos con el fin de encontrar ese punto intermedio entre el no permitir ninguna influencia externa (aislamiento) y abrir sus fronteras hacia todo lo que sucede en el mundo circundante (apertura geogrfica). Hay varias lecciones aprendidas en los ejemplos insulares compartidos durante el taller (Seychelles, Azores, Canarias, Nueva Caledonia, Fiji, Chausey, Porquerolles, Glenan, Nueva Zelandia, y San Andrs, entre otras) que pueden ser consideradas como herramientas para la bsqueda de la sostenibilidad para las islas Galpagos. Las islas del mundo hoy comparten problemas similares que podran resolverse o reducirse con acciones equivalentes y adaptadas a cada realidad insular (Cruz, 2010). Para Kerr (2010) es importante tener flujos migratorios controlados que ayuden a suplir el dficit de mano de obra y de conocimiento, y asegurar que este sea transmitido con el fin de robustecer la produccin y economa local. Este mecanismo controlado de importacin de cerebros y la consecuente transmisin de conocimiento est siendo aplicado con xito en las islas de San Andrs, en Colombia (Bent, 2010). Otro concepto ligado a la sostenibilidad es aquel de la prosperidad econmica cuando el recurso es compartido, o el caso de la tragedia de los comunes. Cuando la economa se centra en las cualidades naturales de propiedad comn (del Estado) como en el caso de Galpagos, es indispensable evitar el ejemplo
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de la tragedia de los bienes comunes. En Galpagos el bien comn es el parque nacional, donde a pesar de que todos saben que la visita controlada es la clave para que el recurso perdure, hay muchos que estn llevando visitantes sin autorizacin, y como ellos lo hacen, otros lo hacen tambin antes de que el recurso se altere o termine. Lo mismo es aplicable a la reserva marina donde hay pescadores no autorizados que extraen el recurso, y como estos lo hacen, otros siguen el mal ejemplo hasta repercutir negativamente en los recursos. El crecimiento econmico de Galpagos en seis aos (1999-2005) sobrepas el 9% anual (Ospina, 2010) y hay preocupacin sobre hasta cuando seguir aumentando y cuales sern sus consecuencias. Kerr (2010) considera que el sistema econmico (ms que modelo) debe contemplar premios o incentivos para proyectos de inversin en capital natural y social, sean estos privados o de gobierno local, as como tambin un rgimen de castigo para quienes infringen las normas establecidas. Estas consideraciones son apoyadas por Lorenz y Simkins (2010) quienes adicionalmente concuerdan en que deben considerarse nuevos impuestos para desincentivar nuevas inversiones, y promover incentivos para que la gente de Galpagos invierta en el Ecuador continental, como medidas para desacelerar el crecimiento econmico mencionado por Ospina. Adems se puede pensar en modelos de uso de energa alternativa, como una manera interesante de inversin, que sean rentables, compatibles con la realidad insular y ambientalmente amigables (Sawyer, 2010). Sawyer propone la generacin de energa elctrica utilizando los gases emanados de los desechos orgnicos provenientes de la poblacin, reduciendo la emisin de gases a la atmosfera, generando electricidad limpia y ms barata, y generando ingresos por su produccin. El control local, la comunicacin y participacin activa, el fortalecimiento de las capacidades insulares institucionales y sociales, el monitoreo e investigacin de la dinmica econmica, social y natural, y la capacitacin para resolver conflictos, son otras de las experiencias compartidas por Kerr y que podran mejorarse en Galpagos. Siendo el transporte uno de los elementos determinantes en el aislamiento y/o apertura geogrfica de islas, Brigand (2010) considera importante establecer claramente cmo el espacio geogrfico de las islas est siendo utilizado por los usuarios desde un punto de vista social, lo que nos ayuda a establecer una nueva geografa del archipilago llamada mareterra (mar y tierra) cuando consideramos
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modernas de comunicacin pueden, si son estratgica y eficientemente utilizadas por la poblacin local, las organizaciones no gubernamentales, gobiernos locales y nacional, ser potencialmente efectivas en generar una identidad cultural insular propia basada en preceptos de respeto al capital natural como base fundamental para el desarrollo del capital social. Complementario al punto anterior, es importante aplicar flexibilidad para permitir la entrada de nuevos conocimientos a travs del ingreso selectivo de gente con potencial para engrandecer y fortalecer el conocimiento local y mejorar la competitividad y la iniciativa. A la par con este principio de flexibilidad se debe poner nfasis en la educacin formal e informal y evitar la fuga de capital social. Galpagos, al igual que el resto de sistemas insulares, es impactado por la globalizacin de la economa donde el mercado exterior parece dominar las actividades que se ofertan en las islas, generando un comportamiento sumiso ante las presiones del mercado. Esta situacin no es difcil de cambiar y requiere de lineamientos claros provenientes de una estratgica participacin local, donde se establezca qu se quiere ofertar y hacia dnde dirigir el mercado. Aqu han de definirse las estrategias para regular la influencia de un mercado que demanda bienes naturales (parque nacional y reserva marina), servicios (transporte, hoteles, restaurantes, comunicaciones, mdicos, guas naturalistas) y productos (alimentos, recuerdos, material de construccin, etc.). Galpagos posee una experiencia de ms de dos dcadas en procesos participativos, destacndose el proceso de la Junta Participativa de Manejo de la Reserva Marina y planificaciones regionales. Basada en esta madurez de procesos participativos, es posible empezar a generar y organizar sistemticamente la informacin de los diferentes componentes del sistema socio-econmiconatural. Esta generacin y organizacin deben ser participativas desde las bases y con apropiacin del conocimiento generado y compartido. El conocimiento es poder, y ese poder debe articularse desde la comunidad para lograr decisiones acordes a la visin comunitaria de lo que sta quiere para Galpagos.
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INFORME GALPAGOS 2009 - 2010 Ponencias del Taller Internacional de Sostenibilidad de Islas en un Mundo Globalizado, Santa Cruz, Galpagos, Ecuador, 22-26 Marzo 2010 - citadas en este artculo
Bent L. 2010. Las Islas San Andrs. Brigand L. 2010. Los observatorios de la frecuentacin: herramienta de Bountiles como base de observacin de los usos nuticos y terrestres en islas y litorales. Cruz F. 2010. Charla Introductoria al Taller de Sostenibilidad en Islas en un Mundo Globalizado. David G. 2010. Modelos en transicin hacia la sostenibilidad. Grenier C. 2010. Introduction to workshop on Island Sustainability in a Globalized World. Huchery C & A Izurieta. 2010. Scenario modelling as a tool to assist decision making. Jost C. 2010. Some reflexions and paths of geographical approaches for environmental management and development. Kerr S. 2010. Aprovechando el capital natural con cooperacin: una perspectiva econmica. Lpez G. 2010. Charla Introductoria al Taller de Sostenibilidad en Islas en un Mundo Globalizado. Marrou L. 2010. Insularidad y Transportes: el caso de las Azores visto por un gegrafo francs. Ospina P. 2010. Crecimiento econmico, escenarios futuros y sustentabilidad. Una lectura desde los actores en Galpagos. Sawyer G. 2010. Climate change response to greenhouse gas through innovative partnerships. Lorenz S & M Simkin. 2010. Charla sobre incentivos y castigos al sistema econmico de Galpagos. Waddell E. 2010. Reflecting on the immeasurable: some observations on human adaptations in the Pacific islands.
ciones locales. Este es un proyecto que atraviesa transversalmente cualquier otro proyecto (educacin, economa, etc.) pues requiere acompaarlos para promover la participacin y apropiacin en la generacin y manejo de la informacin dirigida hacia la sostenibilidad. Este proyecto transversal deber ir, con la participacin local, conectando los elementos del sistema (relaciones entre los mbitos social, econmico, natural), propiciando su entendimiento y apropiacin, y apoyando en el transcurso del proceso a la mejor toma de decisiones basado en informacin clara con conocimiento de su proveniencia.
Reflexiones concluyentes
Las islas del mundo enfrentan retos comunes ante una acelerada globalizacin y dependen para su sobrevivencia, de cmo sus habitantes se comporten ante esas presiones sin comprometer la integridad natural de las islas donde residen. Las responsabilidades de sostenibilidad recaen no solo en quienes habitan las islas, sino en el mundo entero. Declaratorias, Convenios, Leyes, y Reglamentos a nivel internacional y local no son suficientes si no asumimos una responsabilidad individual y colectiva sobre cmo actuar ante lo que resta de nuestro planeta Tierra. La Carta de La Tierra (2000) nos invita a reflexionar y a cambiar nuestro pensamiento y nuestro corazn si queremos sobrevivir en armona con lo que nos rodea. Espacios internacionales pro-islas como La Alianza de Islas Estado Pequeas (AOSIS por sus siglas en ingles); la Iniciativa de Islas de la Unin Internacional para la Conservacin de la Naturaleza (UICN), y foros como el Taller Internacional de Sostenibilidad de Islas realizado por la Fundacin Darwin, deben ser considerados como instrumentos prcticos que generen cambios tangibles en el accionar insular de Galpagos. La produccin de informacin a travs de la ciencia y la participacin ciudadana, su sistematizacin y acceso transparente, junto con la consolidacin de una identidad insular nica, proporcionarn un panorama ms alentador para el futuro de Galpagos.
Referencias bibliogrficas
Consejo de la Carta de La Tierra, 2000. http://earthcharterinaction.org/contenido/pages/Lea-la-Carta.html vista en Junio 11 del 2010. Jacob M, Weart S & H Cook (editors). 2004. Resources under regimes: technology, environment and the state. Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts, London, England. McKee D & C Tisdell. 1990. Development issues in small island economies. Praeger, New York, Westport Connecticut, London
Agradecimientos
Fundacin Charles Darwin para las Islas Galpagos; Galapagos Conservation Trust; Sr. Felipe Cruz; Dr. Christophe Grenier; Escuela de Investigaciones Ambientales de la Universidad Charles Darwin, Australia; MSc. Cindy Huchery; Sr Matthew Simkins y a todos los participantes del Taller.
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Referencias Globales
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