Hervieu-Leger - El Peregrino y El

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EL PEREGRXI{O Y EL CONVERTIDO La religinenmovimiento

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Introduccin
1999 enfrancs, edicin Primera 2004 espaiiol, edicinen Prirnera
Una par.bol.a,d.e la modemidad religi.osa Una universidad de verano organizada en Andona hace algunos aos, me dio la oporl.unidad de descubrir los encantos y los contrastes del Principado, ese Estado miriaturaanidarjoen el corazn de los Firineos. Los valles andonanos, en los que hay que penetrara pie dejandolos caminosocupados por el oleajeinintenumpidode turistas,

Se prohfuela reproduccintotal o parcial de estaobra, fotogrfico o seacual fuere el medio, mecttico, por escritodel el consentimiento sin electrnico, edltor.

abrigan aldeas encaramadas en la altura, en gran parte abandonadas, pero densamente pobladas en el penltimo siglo. No se necesitamucha imaginacinpat'arepresentarse lo que poda ser la vida de sus habitantes en estas condicionesde aislamiento, sobre todo durantelos mesesde un interminable inviernode moutaa. Altora bien, cadauna de estasaldeases el estuchede una lnaravillosaiglesia del romnico lombardo tan caractersticode la regin. En el centro de este universo,que permaneci fiel a s mismo durantesiglos,la iglesiaera el punto fijo, el lugar dondese concentraba que ah se reunfapara la vida de la comunidad, orar, pero tambin para discutir asuntos colnunes. La religin estabaen el coraznde la existenciacotidiana.Las campanas rnarcaban el ritmo del tiempo. Las fiestas religiosas regulaban los ciclosde la vida de los individuosy del grupo. Ahora ya casi nadie sigue frecuentando estas iglesias,salvo para admirar las huellas culturalesde un

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1999 @ Flammarion. A,C. CULTURALHELNICO, D.R.@ 2OO4,INSTITUTO D,F. Mxico, C.P.01020, Av, Revolucin 1500,

ISBN 968-886-030-1

rnundodesvanecido. Todavase celebrala ntisaaqu o all, pero a intervalos cada vez ms largos. La animaciu episdicade tal o cual lugar de culto, ms que reactivar, , corrfit'rna el desvanecimiento de la vida religiosa del pueblo en tierrposnormales. Aun la fiestade la Virgen de \4eritxell que, trastalos aos 60, reunala totaliclad de la poblacin andorrana al final del verano, ha ido perdiendo su capacidad de movilizacin. Todava se clestaca el evento con soli;mnidad, como conviensal U'atarse de un sitio mayor en la nemoria del pueblo audorrano, pero las familias ya no encuentran en ese da la ocasinde una reuninque, para precedentes, las generaciones un aconteciniento constitua social de primeraimportancia. Es cierto, estelugar atraea los aficionados al turismo verde,a los caminadores o a los peregrinos de un nuevo gnero,al descubrimiento de los espirituales pirenaicos. altoslugares Sin embargo, esto nada tiene que ver con el fervor de las multitudes firmemente por el clero, cuya imagerrse conservaen un encuadradas pequeo museo instalado en los espaciosdel santuario. Ahora la verdaderavida se hace evidenteen otra parte, sin duda a un lado de las arterias por el flujo de contaminadas los automvilesy de los autobuses que atraviesan el centro de ln ciudadde Andorrala Vella. El cambiode panorarna en el fondo'deestevalle pirenaico es completo: Los almacenes libresderimpuestos se alternan con los bancos devorando las casonas antiguas, incluidas las iglesias. Los turistas, ocupados sobre todo en realizar buenas compras, se desbordansobre la calzaday atiborran como pueden sus

conrrletamente ausentesde este universo invasor del y del intercarnbio uno consunro rnercantil. Y, sin enrbargo... de crislal,de ttna se sorrrende al descubrilque rnacatedral factura arquitectnica vaganrerltefi.rtr,rrista, levanla desde hacepoco tiempo una inmensaflechade vidrio por encilna de estaintensaactividadcomercial. del Sobrela explanada por sus dinrensiones, edilicio, que im:resiona se apia una nunerosa multitud: farnilias,nios, jvenes, personas(ls

edadavnnzada. la quelos rerine? No se Esla religin


puedecludar que estempeada en estouna forma particular de piedad,nutricla de creencias, capazde suscitarprcticas experiencias inditas ritrales, esfuerzos ascticos e, inchso, de xtasis. El centlo "termoldico"que cle hecho abliga la "catedral"de aceroy de cristal,con sus piscinascalientes y fras, sus "baos egipcios", sus estanques hirvientes,sus saunasy sus salas de ejercicio musculal, es en efecto, en algn sentido,el lugar de un culto: culto del cuerpo,de la forma fsica,de Ia juventud indefinidamente preservada, de la saludy del desarrollo personal, en el que se expresaalgo de las expectativasy de las esperanzasde nuestros contemporneos. Es algo a lo que parece muy ajeno el mun<lotradicional de la religin, y que no obstanteno carece de vnculoscon 1.

Muchos otros ejemploshubieranpodido seleccionarse para evocarestasimpresiones contlastaclas: recuerdos de un mundo religioso desapalecido,plesencia masiva de ta secularizacin, cultos de un gnero nuevo. El caso de

perfumes bolsas con cnrtones do clganillos, o alcohol


clesgravados. Las preocupaciones religiosas parecen

*ilo en un pnlluelo, AnrJorra ofreee eimplelnente si asf


puede decirse- la materia para una parbola de la 9

modcrnidad lcligiosa.En stapuedeninscribirse, de forma ejetnplar,los cuestionanientosy las dudasde la sociologa contempornea de los hechos religiosos. Estas interrogaciones pueden resurnilseas: cuando la presencid social de la "religin en el sentidopleno del trmino" se ilnpone al observador <Je manera evidente, se est desvanecienclo, si no es que ya desapareci y slo subsistea travs de las huellas del pasado; en cambio, cuando las creencias y prcticas rituales que caracterizan a la rnodenlidad lns avanzada se rnanifiestan de ulanera particulalmentepatente, naclie sabe si se puede seguir hablando legftimanente de "l'eligin" en relacir a ellas. Est.aparadoja marca la historia del desenvolviniento de la reflexin sobre los hechosreligiososdesdehace un cuarto de siglo. La sociologa de las religiones,durante largo tiempo en la incertidumbre de un objetodel que constataba y meda la desaparicin social, al mismo tiempo que se impona sobre todos los frentes una moclernidad deFrnitivamente a-religiosa, se ha visto atrapacla en sentido contrarioal descubrir, a la vueltade los ailos 70, que esta ntodernidad secu.lar, gobernadaen principio por Ia razn cientfica y tcnica,era tarnbinuna nebulosade creencias. Cmo identificar lo que propiamente clepende de lal .l

del la opinin se alarlnapor el ascenso respuesta, Cuanclo ett se enfientan cuattdointelectuales islam en las periferias; jvenes lllusuhllanas las revistaspara sabersi el fular de las es un "signo religioso ostentoso",que debe scr o no prnscrito en el recinto de la escuelapblica; cuaudo los jueces asumenel riesgo de determinar si tal o cual grupo, cuyas prcticasdebenevaluar frente a la ley, puedeser o no se conro "religioso"; cuandolas coutroversias consideratlo que hastael punto de discutirsi es opot'tuno desencaclenan y los funeralessolemnesde un jefe de Estado,socialista agnstico, sean celebradospor la Iglesia notoriamenLe que Catlica: son ciertamenteestas misnras cuestiones, conciernena la definicin de la religin, a su regulacin poltica, las que social, a su relacin con la nrodernidad estnen el corazndel debatepblico.El objetivo de este definitivas a estascucstiottes, libro no es aportarrespuestas sino proporcionar algunas referencias que perlnitan alumbrar las condicionesen las que se plantean.Si las utt comntnente que tocan a la religin asumen discusiones si los nrediosde comuricacin sesgoideolgicoy pasional, ms leligiosossus aspectos de los fenmenos slo retienen de y mssuperficiales, estoindicala carencia espectaculares que halt hbrramientaspara evaluar las transformaciones La rapidezde cotttempordnoo, afectado el paisajeLeligioso stas ha hecho que [a reflexin se quede corta- Los dedicados especialistas de la sociologade las religiones, durante aos a escudriarel fin de un mundo religioso heredado, se ven colocados ahora flrente a nue\'as inten'o saciones.

on lassociedndes "religin" nodernas? Y ,cul esel lugar i ^ ,.


de esLa realidad"religiosa"en la vida de las socieclades que ' ,,'' i reivindican, bajo diversas formas, el ser sociedades laicasen i las que la adhesincreyentese ha convertidoen un asunto 1, individualy privado?Estascuestiones tienenun alcance tal;

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quedesborda con creces al puado de especialistas quese consagran de tiempo completo a tratarde encontrarles una l0

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kt religin expulsucta de la Segunda Guerramunclial, Inrnecliatarrrente clespus el inters sociolgico por' la religin, inauguradopor el llamado del den Oabriel Le Bras en 1931 "a un examen detallado y una explicacin histrica del esfado del catolicismo en Francia",logr expandirse en un conjuntode trabajos que se dedicabana observar y medir la vicla religiosade 40,000 panoquiasen Francia.El esfudioclelas socialnente clilerenciadas cle la observancia, o talnbinde las relaciones entl.e la prctica(o la no-prctica) catlica y las pr.eferencias polticasde los electores, produjeron resultados de gran valor. Estos trabajossiguen siendo todava,n nruchosconceptos, el "lbudo clela barrica"mefodolgico en el que bebenalgunas de las investigaciones rns recientessobre la conclicin r e l i g i o s a d e F r a n c i a . E s t e p r . i m e re s t a d i o , c o r r e s p o n d i exactamente al mrtlentoen que el catolicisrno francs, con la fuerzaclesu t.aigambre histrica secular, pero banrboleado por las sacudidas que marcaban la entracra de Franciaen ra modernidad, levantaba el acta, no sin sobresalto, del clerrumbamiento de la civilizacinparroquial. La sociologfa francesa de las religionesse constitua como sociologa clel catolicismoen el preciso montentoen que se desvaneca definitivarnenteel sueo de una sociedad catlica, tenitorialmente unificadaen torno de suscampanarios y cle strcle'o. vez no se deba slo al hecho cle que Franciaera entonces un pnfs masivamente catlicoel que la sociologfa del catolicismo, ocupada antetodo en el anlisis refinadode t2 'la| fornras georfica y

cultual,haya conocidoah una lbrtLlnafal, llnsta la pr'ctica el punto de imponer sus problemticas, de nlodo

e historiadores intempestivo algunas veces a los socilogos qus se interesaban y judfa, Si el en las minorfasprotestante catolicisno fue asumicloas como objeto central, ello se podanmostrarhastaqu debetambina que los socilogos punto estaba sometido a la corrosin ineluctablecle un lo entorno clefinitivamente secular'. En ef'ecto,al consagrar' esencial de susinvestigaciones empfricas a la medicinde la prdida del catolicismo en una sociedad en plena nrodernizacin, los especialistas flanceses de las religiones llegaron a imponer, sobre la sociologa de entonces,la legitimidaddel estudiocientficode la religin.Es pteciso recordarque en esapocaera raro imaginalse la posibilidad de hacer una sociologacientfica de la religin de otra forma que la de esforzarse por "reducir" lo religioso al conjunto de sus cleterminaciones sociales.Este objetivo herecladas corresponda a orientaciones de una sociologa clsicade los fenmenos religiosos, colocada bajo el doble padrinazgo de lr{arx y Durkheim. Estaba de acuerdo igualmentecon el postulado que dominaba entoncesel paisajede la sociologa, puedeser segnel cual la sociedad tratadacomo un cuerpoorganizado a partir de un centro,y cuyas diferentes funciones se ajustan enlre s. En buena parte, la actividad sociolgicase dedicabaa sealarlos y los retrasos avances de este"sistema social",consagrado a una racionalizacincadavez ms extrema.Este movimiento implicabareabsorber disonancias "irracionales" presentes en el seno de la vida social y, pol' supuesto, la religin ora tomada como la nrimera de entre . ellas. Para rnuchos
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irrvestigadores, er anrisis crela racionafizacitt cJe lo sociar pasabapues, en primer lugar, por Ia elucidacin cle las modalidades de la expulsincle Ia religin fuera de las sociedades rnodernas.AI hacer esto, inscriban su trabajo lnismo dentro de la coherenciacle un novimiento cle secularizacin, imrlicaclo por la historia de la modernizacin. La medicla del derruurbamiento de las prcticas religiosas venfa oportunautente a confirmar y a convalidar la probremtica de Ia "l'educcin" sociolgica cre Ia religin, que 's les ir.pona cono el nico acceso cien{.fico posible.El estudiode los hechosreligiosos se autenfificaba sociolgicamente dando a conocer e'rpricanrente, a part.irdel catolicismotornaclo corno forma por excelenciade la religin, la prdida religiosa de la sociedad nroderna. para dar prueba de la legitimidad cienf.fica de su inters por la religin,los investigadores se vean obiigados, de alguna manera, a confirmar su desaparicin. De Ia "ret.igin perdcla,,a Io ,,religioso por todaspartes,, El final de los aiios 60 y el princirio de los 70 rnarcaron, en relacinal perodopreccclente, un viraje clecisivo. Todos los investigadores ocupados en er anrisis de los hechos

cle la problemtica de Ia empeadaen un leplantearniento racionalidad de lo social implicada por el rnodelo dotninante. La sociologlade las religionesse funcionalista vio irnplicadaen estosdebatesa travsclelas revaluaciones dc las investigaciones tericasque le imponaIa avanzada empricas sobre [a qq4qlft_qd ]_ojigipsa,De los debates sobre la religin llamada "popular", entalladosdesde el principio de los aos70, hasta las investigaciotres recientes contempoLneas, sobre las cl'eencias la sociologade las religiones ha abordado pt'ogresivarnente,en trminos de las relaciones nuevos,la cuestirin cntle las experiencias
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leligiosasde los inclividuos, las instituciones socialesde lo


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I religioso y la modernidad.El regreso con fuerza de la


pblica en el coraznnrisurode las religin sobreIa escena justo dondese supona que era tns sociedades occiclentales, avanzadala privatizacinde lo religioso; la puesta en evidencia, a tlavsde la explosinde nuevosmovimientos sociales,de las implicacionescreyentesvinculadasa la movilizacin poltica y cultural; la dispersin de las creencias reveladas por el ascenso de las religiosidades paralelasy de los nuevos movimientosreligiosos:todos en brechala idea de una modernidad estosfenmenos batan "racionalmente desencantada", definitivamente ajena a la religin, Bn el momentomismo en el que la modernidad, sacudidapor el primer choque petrolero se vea forzada a revisar su escatologa secular del progreso y del crecilniento,se acentuaba Ia proliferacin de las creencias en sociedades que son tambin,por el hechode la rapiclez a la sor.netidas del cambio en todos los dominios, sociedade.s Al tnislnotiempo tensinde una Dermanente incertidumbre,

roligiosos comenzaron, a partir,de csenlonlento, a revaluar


y a re-formularel rnodelode la incompatibiliclad y de la , exclusin mutuaque habfaregido hastaentonces el anlisisi de las relacionesentre la religin y la moclernidad. Este desplazanriento tericono corresponda slo a una revjsin intelectualque afectaraa la sociologade las religiones nicamente. La sociologaen su conjunto estabaentonces 14

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que energa Lln vivo interspol las fornlasde religiosidad asociadas al individualisnro tnoderno,se abl.ael camino para una nrevalectura de las relaciones entre religin y poltica, y eutreiustituciones y Estado. leligiosas Al procedera un replanteamiento, a la vez rerico I errrpl'ico, del modelo lineal de la secularizacin, entendida de manerainseparable conlo procesode reduccin racional del eslacio social de la religin y conlo proceso de recluccin individualista de las opciones religiosas, la sor:iologa de las religiones ha sido condLlcida a reconsiderar de rnanerams amplia su visin de la relacin de la rnodernidad con la religin. Ha coinenzado a captar esta relacin bajo el. doble aspectode la disper.sin de las creencias, por una parte,y clela desregtlacin institucional de lo religioso,por la otra.Al mismo tiempoque se deja ile pensar la religin a travs del prisma exclusivo del ' desencanto racional, hay ms intersen los pr.ocesos de descomposicin y de recoqposiein.dc las creerqia,sgug_19 i dg_gn-{et_ d_9!-._do,n1liq._.-dq la verificacin y dc la ., experimentacin, sino que encuentran su razn de ser en el

del "renriendo"", A lravsde la tenltica de la "aproriacin furtiva"' y de olros "collages", l.llo se introduce proglesivamente en el camino de una descripcin extensiva del paisaje creyente de la rnodernidad. Desde entoncesse plante rna crestin decisiva que { I \ \ ,\ i I I . est lejos ahora de ser resuelta:es posible reconocerla pluraliclad y la singularidad clel creer de las combinaciones pol ello a volver inteligible en la moderridad sin renunciar 'Iodas las respuestas a esta i el hecho religioso como tal? 'i

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cLestin formas,con el problema se enfLentan, bajo diversas clela "definicin"de la religin.Pero es sa una cuestina que es iniposible por una vezy para ofreceruna respuesla siempre.El socilogono trata cle aislar definitivamente la el tlabajo de esenciade la religin. Retomacontinuamente y de construccin identificacin de su objeto a partir de la inagotablediversidadde los hechos que obselva. Ahora bien, si se emprendeel camino de la exploracinde las creenciascontempor'neas, se debe adrritir pronto q!g_-lo religioso no se define nicanienteLqlyq-s_q9_]os_objetos sociales(las "religiones")en las que ste se manifiesta de manera compacta y concentrad.Lo reiigioro unu ", dimensintransversal Gl-Fn-menohumano,que opera,cle

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gl1 n.ia subjetiva de Ios _{gt_ J'_"_._!ro eU *s _T!4 a,t_ "l!9


espontneos, que constituyen el "creer" contemporneo. (l)

irdividuos. Se vuelve a descubrir que estas creencias estn \,, inscritasen prcticas,en lenguajes, gestos,automatismos l , I
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malreraactiva o latente,explcita o iniplcita, en todo el de la realidadsocial,cultural y psicolgica, segn "p"sot propiasa cada una cle las civilizaciones modalidades en el

Entorrces uno se detiene en la singularir.lad de las ,c,onstrrcciones creyentes individuales, en su carcler maleable,fluido y disperso,al mismo tiempo que en la

i" Bricolage (chapucelfa, (cazao apa0, naa),braconnage juntoconcollage (le pesca furtiva) confrmn nasecuencia y sentido (N.delt.) trminos con soniclo similares.
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lgicn delosprstamos y nuevas formas deaplicar.los delas


que son objeto las grandestradiciones religiosas histricas. 16
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seno de las cuales uno se esfuerza por identifical su 1 \ de las sociedatles : UItrr dc los rasgosclistintivos irtesencia. que estaclimensitl es, ptecisalncnte, tnoclernas occidentales al hilo de un progresivamente, religiosase ha cristalizado recort'ido histr'icode larga dulacin' en "instituciones r separadas, claratnente diferenciadas, religiosas"especficas, de otras instituciones polticas, faniliares' sociales, culturaleso de oro tipo. La sociologada cuentade las de lo de esta "condensacitl" lgicasy cle las modalidades al mismo religioso en "religiones" institucionalizadas, del tiempo que estudialos procesosdel clescer.rso rrogresivo religiosasen las sociedades dominio rJe las instituciones modernas laicizadas/secularizadas' Las hcrramientas de la sociologade las religioneshan sido conceptr-rales y el anlisis ante todo, para pennitir el inventario forjaclas, , de los fuucionatnientos de esta "esfera religiosa"l parlicularde lo religioso' Esta configuracin especializada. cortlo "la religin en el comprencliclaespontneamente sentidopropio del trmino",retnitelas otrasconfigutaciotres ya sea(haciaarriba) en el tiempo y el espacio, atestiguadas ya sea (hacia abajo) a un a la infancia de la humanidad, Por el de lo religiclso' ineluctable procesode degeneracin tradicionales,a las que su carcLer lado de las sociedades institrcional indiferenciado opono tfpicanlen{,ea las cotr la cultura,r la religinse cotrfunde lnoderuas, socieclacles de la alta en ella. Por el lado de las sociedades dih:yndose flotantea travsde modernidad, se difundeuna religiosidacl los "er,satz" de religiones (2), plidas copias de las grandiosas construcciones simblicas ofrecidas pot' los Tanto en un caso religiosos dignosde estenollrbre. si.slernas

cornoen otro, los socilogos dcsconocen, si se puedehablar as,por cui dc los extrenos hay quc tornarla religin.Si sc quiererlexpresar las cosasde maneramenosligera,se dir particular que, operatrdo a partir de estaconfiguracin tlc Io la sociologa religiosoque es la de las "grandes religiones", de las religiones sobre-valorael fruto de un proceso histrico clninenteurente localizadoen el tiernpo y en el espacio. Por estemismo hecho,expulsafuera de su campo de aprehensin inmensosh'arnos de una realidadreligiosa que le llegaa ser,de lrecho, ininteligitlle. o los Hacc lalgo tiempo que los antroplogo"s, cste han subrayado especialistas de las religionesantiguas, punto. Ellos lo han hecho sealando con fuerza que, ah donde ellos tralajan, lo reiigioso es algo "cornrletalrrertte En distinto" a la "religin" de la que tratanlos socilogos. "la religinestpor toclas estassociedades, lro est rattes": separada del conjunto de las relaciones socialesy de las

prcticas rle identificacirt de la Los instrumentos sociales. \., u a especificidad elaborados de los fennrenos religiosos, i, J \'\ .l : I ; I partir del nodelo de la religin institucionalizada que nos es t'1.-.'l ,.{familiar, son por ello inadecuados. As, en el universo griegoantiguo,la nocinde dios no rernitea ningunode los

en el atribu(os a los que estapalnbLa hncerefereneia


universode las religionesdiferenciadas, en las que "est que le son ogrcarlas, asociada a una seriede otras nociones lo sagrado,lo sobrenatural, la fe, la Iglesia y su clero". Como Io ha subrayado con frccuenciaJ. P. Vernant, los rnltinles dioses clel politefsmo slieso no porrf-l"oJ
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caracteres que definencomnmente a Io divino. "Ellos no


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son rri eternos, ni

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omniscientes, ni

no han creadoal mundo;han nacidoen.ly todopoderosos; por 1,sul'gienclo pol generaciones sucesivas, a ntedidaque el universo,a partir cle las potenciasllinrordialescomo Caos, Abismo y Gea, Tierra, se diferenciaba y se es relativa; organizaba; residenen su seno.Su trascendencia no vale rns que por su relacin con la esfera hunana. Como los hombres,pe'opor encima de ellos, los dioses lbrman palte integrante del coslnos".(3) Los hombresno del rnantienen con esfosdiosesningunarelacinpersonal, ordende una experiencia de comunicacin sobrenatural: "Se entra en lelacin con lo divino en tanto que,se es jefe de casa,en tanto que se es miembrode un denro,en tantoque se es mienrbro de una ciudad,en tantoque se es nragistrado, etc. Es siempre a travs de una funcin social como se establece la relacincon lo divino.La religin no est ni err el inte.rior del hombre, ni en una esfera de vida interior particular, ni ms all del universo(...) Las fronteras de la religin no pueden pues ser fijadas con (4) precisin por relacina la vida socio-poltica."

creencia, que confiere una inesperacla rerlinenciaa la frmula aplicada clsicamente a las sociedades no nodernas: "lo religiosoestpor todas partes",Religioso"a 'flotante", creencias "relativas", la carta" (5), religioso lo religioso "callejero" elaboraciones sincrticas: nuevas del que un da hablaraJ. Sguy (6), de ahora en en especfficn, estcolccado, en su indeterminacin adelaute el centro de toda reflexin sobre lo religioso de las rnodemas. La actralrenovacinde los debates sociedades sobre la "definicir"sociolgicade la religin se inscribe de la invesligacin. en estacoyuntura precisanrente Cmo identificar el objeto religioso, ms all de las sabiaso comunesde la religin que hau identificaciones Tal es el desafoal que estn llegado a ser inoperantes? de la todos los socilogos enfrentados de ahoraen adelanfe modernidadreligiosa.Pero esta cuestin-qtle se ve por ejemplocuandose trata de calificar a las famosas"sectas" ahora a todo que tanto perturbana la opinin- conciel'ne mundo:a.losjueces,a los polticosy a cadacittdadano. En el coraznde la "religin": el linaje creyente

Si estasconsicleraciones de los antloplogos o de los historiadores de las religiones revisten una irnportancia particularpara los socilogos de la modernidadreligiosa, esto se debe a que ellos mismos se ven confrontados a la rtesregulacin institucional de lo religiosoen las sociedades lnodernas. La "secularizacin" de estassociedades no se resume nicamente,como se sabe ya desde ahora, al encogimiento de una esferareligiosa diferenciada, Tambin cleja su narca en la diseminacin de los fenmenosde

Sera muy presuntuosoempearseaqu en resoher este dilema mayor que se plantea hoy a la sociedady a la de la modernidad religiosa. El objetivoque puede sociologa perseguirse no es el de decir la palabrafinal razonablemente Es el de sobre el devenirde la reliein en la modernidad, -_\\ parcialesa partir destacar algunas coherencias exrlicativas r.leun punto de de un "hilo rojo", qre pende enteramente vista que se toma sobre la realidad y que se le explicita como tal. Una eleccinde estegneroya ha sido puestaen

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prcticaen una obra aparecida en 1993, bajo el l,lulorle In (7), Yo propuse en[onces tornar Religiort pour nt,nrci.re "ltilo rojo" estelazo particulalde corrLinuiclad r:ontcl que la religin establece siempre entre los creyentes de las generacioues sucesivas.Decidl apegarme,para hablar de "religin", a las especificidades de un nrodo cle creer, sin prejuzgar que estnen juego. I clelcontenido de las creencias Contrariamente al punto de vista ms comn,que identifica creenciasreligiosaspor el hecho de que hacenreferenciaa un poder sobr:enatural,a una trascendenciao a una que sobrepasalas fronterasdel entendimiento exper:iencia hutnano, esta aproxirnacin "de-substanLivada" de la religin no privilegia a ningn contenidoparticular del creer.Por el contrario, partede la hiptesis de que cualquier r:reencia, sin itnportar cuI, puede convertirseen objel,ode una colclecin en forma religiosa, desde el molnento en que oncuentra su legitimidaden la invocacin de Ia autolidadde rrnatradicin.De nanera ms precisa,es estaconcrecinen forma'de creer la que, como tal, constituyeprolriarnente la religin. "Conlo nuestros padres creyeron, as tambin c[eemoslosotros..."Esta frmula, que puedeexpresarse en versiones divelsas,da la clave del punto de vista que se "religiosos", cJecicle tomar aqu sobrelos hechos Si se sigue

que pone por delantela lgica de engendramiento creyente aholaa creerlo (luecl'ee. Si la invocacin formal 1oconduce de la Leligin es esencial a toda "religin" de la continuidad y perrniterepresentar es porqueestacontinuidad instituida, desdeel momentoen que ha quedadocolocada organizar, bajo el control de un podel que proclama la tnemoria reivindica. verdadera del grupo,la filiacin que el creyente sta lo hace mierntrrode una comunidadespiritual que y futuros,El linaje pasados, presentes l'enea los creyentes lG]t creyente funciona como referencia legitinradora . creencia. Es igualmente un principio de iclentificacin j social: interno, porque incorpora a los crel,entesa una externo,porque los separade los quc rto i comunidaddacla; un a sta.Una "religin" es,elr estapclspectiva, ! pertenecen t i dispositivoideolgico,prcticoI' simblicoror el cual es
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y contloladoel sentido constituido, rnantenido, desarrollado I y colectivo pertenen-cia a un lina.je. creyente inclividual de Ia I l particular. Esta eleccincoloca,pues,en el ceutrodel estudiodel hecho religiosoel anlisisclc las modalidads "rp".in, segn las cuales este hecho instituye, organiza,bigggilj-y relrroduce una ,'r-l-rq;;:^r' "cadpra rje la merroriacLevente".La
r.i: ;-;*."r-q:::/;rFF-.

procedimiento, este que sendmitird n0escl hecho de"creer


en Dios" el que haceal hombrereligioso, Es perfectamente posible "cLeelen Dios" de manerano religiosa, en nombre de la iluminacinsurgidade una experiencia mlstica,de la cet'tidumbre nacida de una conternplacin estticao de la conviccinoriginadaen un colnpromiso tico. La creencia se destacacomo "religiosa" desdeel momentoen que el

polt nrm,oire principal quontraviesd hiptesis In Religiort


es que ninguna sociedad,as estuviera sta inscrita en la que caracteriza innrediatez a la modernidad ms avanzada, a puede, para existir corno tal, renunciar enteral.neute preservar un hilo mninrode la continuidad, inscrito,{"__Uua u olra forrna, en la referenciaa la "melnoriaautorizada"que perrnite la oposicin es todatradicin. superar Estahiptesis
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c l s i c ae l l t r e l a s s o c i e d a d ets radicionales e,n l a s q u e " l a religin estpor todaspartes",y las socieclades modernas, en las que la teligin se corlcentra en una esfera eslecializada, destinada por la lgicade la racionalizacin a una clesalaricin cada vez ms tronunciada. La nrisma o1'r'ece sobre toclo la posibilidad de analizaralgunasde las nodalidadescle la activacin, de la r.eactivacin, cle la invencino de la re-invencin de un imaginario religiosode la continuidad,en nuestrassociedades llamadas ,,sDer(8 niodernas" , ). El objetivorJeestelibro esretotnar esaperspectiva para tratar de aclarar la lnanera como estos fenmenos de re.,:911i nqter4lr-q. J n osi ci | se i iscr i ! en --c-o *.: ". t f_^* religic.rso ill final cJe esresiglo, y ms particuia.rnente en ei paisaje rqligioso francs. Este paisaje est, couro por doquier en Ias scciedades de Europa Occidental y de Amr'ica del Norte, marcadopor la dispersin individualista del creer, por la clisyuncinde las cr.eencias y de las pertenencias confesionales y por la diversificacin de las trayectorias recorridas por "creyentes errantes". Esta pulverizacin de las identidades religiosas individualesno implica el eclipsamiento, o inclusola desaparicin final de toda 1b'rnade vida l'eligiosa cornunitaria. Muy por el contrario,mientras los aparatos de las grandes instituciones religiosas parecen cada vez lnenos cai)acesde regular la vida de fieles que reivindicansu autonoma como sujetos cleyentes, se asistea una eflorescencia de gruposredesy

que espirituales. Las formasde esledespliegue asociativo,

de las tantoen el interior conloen el exteriol se manifiesta grandes confesionesreligiosas, son extl'enradatnente
variadas. De la red mvil que no requiere de sus miembros

ninguna pertenenqia formal, y sirrplementeaseguralazos mfnimos entre ellos a travsde un folleto o de un boletn, que regulala vida cotidianacle intensiva lastala cornunidad se dan todas las los adeptoshastaen sus menoresdelalles: fonnas de organizacin ms o menos estahley de manel'n o renrvadas de durable.La gestinde estasformasinclitas espirituales plantea problemas temibles a agrupamientos las institucionesreligiosas cuando surgen de su seno. Tarnbin plantea interrogaciones al roder pblico, roco qle salendel cuadro equipadopara tratar estosfenmenos juidico habitual de las relacionesentre el Estado y las Iglesias.Si la cnlificacinmisma de buen nmerode estos 'l'eligin" de Io que se gruposes incierta(esrealmente de que inspiranlo el controlde las prcticas trata?), alternativas es todava nrs, puesto que la libertad de cleencia sigue siendoun principiointangible. Desregulacin religiosas "liistricas", de las identidades ploliferacin cle los nuevos movimientos espiritunles, jurdicasy polticasde la gestinprblica incertidumbres de lo religioso:todoslos pases debenhacerfrente bccidentales jurdicos ahoraa estosproblemas movilizandolos recursos y culturales que la historiales proporcioua. En Francia,esta redistribucin de la situacin religiosainterviene en un pas

comunidads, on Bl sen0de las cuRlcs Ios inrlividuos


iritercanbiany 24 validan mutuamente sus experiencias

quedeseubror que Bserunpfs n0sinInquietucl, hallegado


mulfi-cultural y multi-religioso. Las identidades

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conlunitat'ias que se pt'egouan en nollrbre de la democracia en este contexto cuitulal y social nue\o Lransfonna.n ia definicin misma cle la iclenticlad nacional,y con ella el corrjunt.o dc las rclaciones de io religioso, de lo polticoy cle lo ntodel'notal conto se han esLabilizaclo hislricarnente, desde hace clos siglos. Para conrprerlrJer lo que en esta lnutacinesten juego, deberecordarse que la construcciu de la identidadfrancesa, a partir de la Revolucin, reposa sobre la idea de que la ciudadana debe trascencler las peltenencias comunitarias, y definir, m.s all cle todos los particularisrnos, un "nosotros" nacional con el que cadauno pueda ideutificarse.Esta construccin de identicJad est ahora sontetidaa una transfornlacin que la trastornaen todassus dimensiones: religiosa,cultural,socialy poltica. Sobre el terrenoreligioso,el hechomayor lo constituye la diversificacin del paisajeque se estoperanclo, al mismo ernpoque siguendistendindose los lazossocio_religiosos tejidos por el catolicisrno durantesiglos.Es cierto que las minorasreligiosas antiguas (uda y protestante) hanjugado siernpre un papel extrelnadamente intportanteen la vida nacional. Pero es evidentemente Ia pr.esencia de una comunidad musulmana llumerosa,y que manifiestade rnaneracada vez ms clara su identidadpropia, la que vuelve a irnpulsar elr tnninos completalnente nuevos la cuestinde la relacinentre estasrealidades cornunitarias diversas y la identidad francesa,construicta desde hace siglosbajo el signode la asimilacin de las minoras. Cmo pensar, a la vez, el movimiento de la \ cliseminacin inclividualista de las creencias y estos pro."ro, i 26\

lnultiformesde reconrposicirn y de ruultiplicacin de las identidades religiosas comunitarias, quc se dan en sentido Cmo comprender, al nlismo tiempo, cl proceso histrico de la secularizacin de las sociedades lnodernas 1, el despliegtre (lue cla de una religiosidad individual, nrvil y rnodulable, lugar a fonras inditas de sociabiliclad religiosa? Estas cuestiones estnen el horizontede estelilro. Paratratarde responderlas, habra que consultal'la diversidad de Ias investigaciones que se ocupan de fonna profunda de la rnultiplicacin de las creencias, de las lgicascor.nplejas de la fonnacinde las identidades en situacin socio-religiosas de desregulacin institucional del creer,del problerna de la transn.risin religiosay del dc la leligin de las .jvencs generaciones, o tambin de la nueva situacin de las relacionesdel Estado y de los grr,rpos religiosos.Por la luerza de las cosas,evocarde lnaneramuy rpida estos trabajos empricos que alimentan, ro amiba, la reflexin aqu presentada. por la aterrcin No habr que extraarse particularotorgadaal catolicismo, auu cuandose consulterr igualnrente indagaciones que vcrsan sobre otros terrenos reiigiosos. De todos modos, el proyecto no es el dc proporcionaruna desclipcincornpletade las tendencias que estnoperandoen el paisajereligiosocontenrporneo, al caso de Francia.Inle contentar, ni siquieralin-ritndose rursmodestaente, con proponcr al.qgqls nociones quc -iifinO"Oet pueden servil para organizar su estu<Jio, Ua;o el -Cmbio y de Ia rnovilidad. Este libro no quiereser otra cosa que una caja de herramientas: puestasa punto "sotle la mg9!a" en el anlisis de situaciones concretas de 21 contrario a la tradicin poltica nacional ?

revelarnal usarlas si indagacin,estas hemamientas perfeccionadas, utiiizadas en otlos merpcen serconservadas, terrenos o, por el contario, desechaclas. La religin fi'agrnentada Reflexionesprevias sobre la modernidad religiosa

Qu es la modernidad? Para aclararlas relacionesentre la modernidady la religin, volver un momento sobre la teorfa de la es indispensable "secularizacinP que durante largo tiempo lia dorninado la reflexin sobre el devenir religioso de las sociedades occidentales. Cules son los rasgos especficos de la modernidadque explican que su desarrollo haya estado constantemente asociado al eclipsamientosocial y cultural de la religin? Tres elementos aparecen aqu como determinantes: f frllg.tl cqacterstica-de la .modernidad es la. de

pglt-=P9ldil?ller 9n todoslos mbitos de la accin, la


racionalidad, es decir, el imperativo de la adaptacin coherentede los medios al fin que se persigue. Sobre el plano de las relaciones sociales, eso significa que los individuos no deberan, en principio, apoyar su estatuto social ms que sobre Ia nica base de su competencia, adquirida por la educacin y la formacin, y no la de su herenciao de sus atributos personales. En el mbito de la

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6xplloacln del mundoy de loo fcnmenos ntur108 sociales exigeque o psquicos, la racionalidad moderna 29

,ir;: :4--

explicativos resrondan a los crierios todos los enunciados precisos del pensamiento cientffico, Evidentetnentq las modernasestn lejos de realizar perfectamente sociedades que disipelas esteideal.As, la ciencia,de la que se espera y de comportamientos de creencias ignoranciasgeneradoras "irracionales", hacesurgir a[ mislno tiempointerrogaciottes de constituir nuevos focos cle nueras, sienrpresusceptibles irracionalidad. Los economistas han ilttegrado en sus anlisisla dirnensin"irracional" de. proglesivan'rente de los agenteseconmicos.Por otl'a los comrortamientos parte, las sociedades siguen siendo ineluctablelnente por conflictos entredivet'sos tipos de racionalidacl, afectadas con Ello no impide que hayanhecho de estaracionalidad, todo y ser altamente problemtica, stt emblema y su de la cienciay la idea segnla cual el desarrollo horizonte: y del desarrollo de la tcnicaes una condicindel progreso global sigue siendoen ellas una idea fuerza,incluso en la hora de la crtica de las ilusiones del cientisno y del positivismo. La racionalidadest lejos de inrponerseen en de la vida social y de ello estamos, todos los registros que nunca.No por ello ms conscientes muchosaspectos, deja de ser la referencia rnovilizadora de las sociedades modernas.

s9r1ti{g.1surropiaexistencia. La supuesta oposicinentr.e sociedades tradiciollalesque viven bajo el clominio de creencias"irraciollales" y socieclades racionalesmoclernas levela rpidarnente su inconsistencia, una vez quc se exarnina un poco nts<Je cercala realidad complejacleunas y otras, En cambio, no se puede nrinirnizarel contr.aste fundamental que existe entre una sociedadregiclapor la tladicn,en la que se imrone a todosdescle el exteriorun cdigo global de senticlo, y una sociedad que coloca en cl honrbreniislno el poder cle funclar la historia,la verdacl, Ia ley y el sentido de sus propios actos. Se trata ah evidenlemente de dos modelos"pluos" de sociedad, y ror. tanto ficticios. Toda sociedadconcretaasociasiempre,en proporciones variables, elementos que dependen del uno y del otro. Pero al subrayar estaoposicin, probablemente se toca con el dedo el rasgo nrs fundantentalde la modernidad, el que marca la cesuracon el mr.rndo rJe la tradicin: la afinnacin segn la cual el hombre es legislador de su propia vida, igualmente capaz,coorerando con otros en el selto del cuerlrociudadano quc con ellos fortna, de deternrinarlas orientac.iones que pretendederral rnundo q u el o r o d e a ( .l)

,
A travs de este sueo de un mundo enteramente racionalizadopor la accin de los hotnbres,se expl'esaun tipo particuiarde relacincon el mundo,que se resumeel una afirmacin fundamental: la de la autononrfa del individuo-sujeto, capazde "hacell l ir,urrdoen el que vive que dan un y de construirpor s misnto los significad.os

Lu nfo_-:m'4.q{_inplfqqL_ en- rgggt*fue$__r{t_!ipo


p3licular dg organizacin social, caracterizado por la diferenciacirr dc las _ llsjituciones. El proceso de racionalizacin, por relativo y contradictorio que sea, se n-ranifiestaparticularmente en la eslecializacinde los diferentes mbitos de la actividad social. En estas sociedades,lo polfic'r y lo r.eligiosose separan; lo
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I - i l \ ' , - . . , . -r ' l

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tiir:

y Io clornstico ecormico se disocian; el arte,la ciencia,la molal, la cultura constituyen otl'os lantosregistrosen los clue los hornbresejercensus capacidades creacloras.'Cada una de estasesferas de actividadfuncionasegnuna regla juego del que le es propia: la lgica de lo rolticono se confundecon la de la economao con la de la ciencia;el rnbitocJe la nroralno estregidopor.las lnisrnas reglasqr.re el del arte. Es cierto, mltiplesrelaciones e interfetencias ponen en contactoa estosnibitosdifer.entes, y su propia
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a los individuosy a Ios gnrllosel coniuntode proporcionar cle las normas, de los valores y de los Ias referencias, sfmbolosque les pennitendar un sentidoa su vida y n sus En la modernidad, experiencias. la tradicinleligiosaya no constituyeun ccligode sentido que se impone a todos, llamadas tladicionales Ello significa que las sociedades vivan bajo el clominio absolutode la religin, y que las normasreligiosas se irnpotran en ellasde maneracompleta? y de los Cieltamenteno: los trabajosde los antroplogos historiadores dernuestran, por el contl'ario, que las ttadicionales pasan su tiernpo sociedades o pre-nrodernas contemporizando con la ley leligiosa que se suronedebe regirlas.Este "juego con el cdigo" conformala dinmica de la tradiciny su capacidad paratlansfomrarse en el cnrso del tierripo.(2) Lo que es especficamente "moderno" no es el hecho de "toma y deja" qr.re los hombresaplican a la igin: lo es que la pretensinde la religin de regir la sociedad entera y de gobemartoda la vida de lodo individuo ha tornadoilegtima,incluso a los oios de los creyerites ****'*. *.,..*.-*,...'--..,...-..-, . :-**.;,. y ms fieles.En las sociedades ms convencidos modernas, creencia y la participacinreligiosas son "asignatura
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autc)noma no es nrsque relativa.Se sabeque el desan.ollcl t de Ia ciencia depencle en parte de la economa, y qrie las orientaciones de la economa estnligadas a lo poltico,y a la inversa.No obstante,la clistincin de estos clif'erentes registros cle actividad constituye un pr-incipio cle funcionanriento de la sociedad en su conjunto, y un dato cle la vida de cadauno de ellos.En su realiz.acin histrica, esta diferenciacin de las instituciones es el resultadode rna largatrayectoria, marcada por.conflictos y retrocesos, cuyas pero aparece etapas y ritrno lian variadosegnlos pases. en todaspartesconro inseparable clelproceso por.el cual se l"ra constitrido progresivarlente la autonoma del orden Iernroral,emancipndose de la tutela de la tradicin relisiosa. De las sociedades"laicizadas" Para designareste procesode emancipacin, se habla de, "lSicrzacin" de las sociedadesmodernas. Decir que la j enterase laiciza implica que la vida social ya no j sociedad

optativa": son asuntos privados que dependen de la conciencia individual,y que ningunainstitucinreligiosao poltica puede imponer a alguien. A la inversa, la pertenencia religiosa de un indjviduo y sus creenciasno podranconstituiun notivo vlido paraexcluirlode la vida social,profesional o poltica,en la medidaen que sfasno cuestionen las reglasde derechoque rigen el ejercicio de

o lo est cadn vezmenos, sonstida,0 rogas dictadas . / est, por una institucin religiosa. La religin deja de _i, I
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estas diferentes nctividndes, Bsts distincin dclosrfmbitos r seinySle en ta s.epry1ci; e;;;'-it.:!f:{,6q"i'la i


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eslcla privada, que es Ia piedra arrgular de la concepcin -.-=-:.---.-*+

cnadro, se retiene sobre todo la cletrre obra [n tica en la que Weber protestattfe), el. espru d.el capi.ta[istno, rone el acento sobre el vnculo entre el puritonismo protestantey una rnanera de actual' racionalluente en el al estilo de la actividad econurica lnundo, correspondicnte y (3) As, la brsqueda de la ganancia sisterntica capitalista, la clisciplina del tlabajo que caracterizan al capitalismo occidentalhan encontradoun apoyo espiritual favorable en la inscripcinde la accin en cl mundo, resultanteella nisma de una concepcin tcolgica particular de la y de la gracia.Pero rnsall de la relacinentre salvacin y capitalisrno,lo que se plantea es el protestantismo elltre los rasgosde la problemams vastode las relaciones

rnodcrna de la poliica.En su Restuesra a l;';iitii;i':;rl;. l "itiit,:oiitt?'kantesrableca un r,nculo directo entre


colrro sujeto y sale de su lninora rJeedad. y colocabaIa religin y la enseartza de los sacerdotes del lado de la

-ei.!e-sc*aasror'-v-.-r-ps.*e!e-p9r.'-bti }i-l-u]ili-dllnr-q

esferaprivada,De un lado estel Estado y el conjunto de las regiasformales que le comesponden; del otro, el individuo y sus "libeltades".Esla separacin del Estado poltico y cie la vicla privada no se encuentrams que en los tlernltos modelnos;reurite,ro alriba,a Ia separacin entre

er su,l!.!-Q Y e-lsbJ-elel e'l!!:-E 9,o_l_cl"l"ji: ::]i""d,1_ "-: :l

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Esta larga {.rayectolia de la "salida de la religin" significa que, en las sociedadesmodernas,religin y modelnidad .se excluyerr urutuamente,que ngurosamen[e nadatienen qu ver una con otra?Las cosas son muchoms comp i i cadas d e hecho. p_gf-ud socied_d_es _ -oj.a..dS_las !1qg I .

'ng4.p-rqigsd.thligg-l911_figf ."'*g"*"i""t"lJx"*"'tio"
ha animado muchas reflexiones filosficas, histr'icasy sociolgicas, que se refiercn particulartnente a contribucin del judasmo y la del cristianislno a la

que caracteriza a la elnergencia de Ia nocin de autonom?a rnodernidad. El judasmo,al colocarla nocinde la Alianza 'pueblo, planteael principio de la autonoma de la histolia ....-."'--'._..*....,...-.**.'... humanaiel pucblo,segnse muesttefiel o no a la Alianza,

parl.e, susrepresentaciones del mundoy susprincipios de


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accin de su propio mantillo religioso.Al esforzarse por comprender porqu ciertos fenmenos culturales, que han Ilegadoa ser universales, han tenidosu origenen Occidente y no en otrascivilizaciones, tan ricasy sabias por lo rnenos (como india, China o el mundo rabe), el socilogoalenln Mnx Weber ha sido llevado a construirsu cuadl.ocle las afinidades electivasque las creencias religiosas mantienen con los llincipiosde accinen el mundo,y particularmente con eI etlns econmicode las diferentes sociedades. De este
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de Israel, tal comola Bibliala esccnifica, historia delpueblo y de lastribulaciones queacompaan a la esla de lasluchas La Alianza no tendra fide,lidad a Dios o a su rechazo. no a cada unode losquela ningn sentido si sereconociera paraaceptal'sus trminos, concluyen unacapacidad efectiva en un sentido o en otro.Los es decir,paracornprometerse parat'ecordar profetas estn ah,a todolo largodel trayecto,
J J

de su las in-rplicaciories al rueblcl, tentadopor la infidelidad, ponen en evidencia eleccin, pero sus conntinaciones precisamente que el nrismo tiene cle oiienlar', Ia capaciclad de manera autnoma,su xopia historia, Asociada a Ia representacin de un Dios socio de los hombres en la prepara de manera decisiva la Alianza, esta capacidacl corrcepcinmoderna de la autonoma.El cristianismo

relacin al universo religioso tradicional, que las ha "seculares", cornosociedades constituido tienesu origen,en partesolarnente pero es una pafte impol'tnnte, en el ntantillo religioso judo 'tecularizacin" y clistiano de sus crltulas. I-a

cle las sociedades moclernas no se reiiire,'

pues, en el pr99-9q9".{".e., g-y_ip*il."cacial..,.y., sulqulnl {g lt


religin con el que cornnmente se la confunde.Corribina,
f,_:q :i 4i! ! ' ^

""-:S::g:.::gn:::.'rp1!:*i::"r::l'g-3"il:y*-t"l* hunanicladentela y ya no slo al lueblo elegido: en lo 5ip,"1,_e'1l13::felgiS'"sgs""t9,919..J1r,":e-c


f,r,.'.',i.n?'d' al

de nranera compleja, clelos grandes la prdida de dominio


y la plena capacidad de orientarpor s nismasu clestino,

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-l-.TyF suc.i,1,t, p,"l.,la_ flq:fldlll o pol.el reglrqzo


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cada indir4iduo. depen-ele,. la"songietpia,.de, Incltsosi la de,. Iplesia es consideladacomo institucinnediadoraentre i

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representaciones religiosas que han pelmitido a esta


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pelsonalme-nte Dios y los hombres, la sal--v.acin oliecicla a cadauno clepende . ln-ion-u.ri;"";; .;;;"i,ri"ii El
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pensarse sociedad a s mismacolno autnoma,

pariicularmente eir ru u.r, ion oTuliit,u f g,gesiansnio, empujaclo y hastael extremola lgicade la universalizacin de ,.-l.edg.9i_ry"_do (instituciones, raclicalnrente todos los intermediarios ritos, -.-.-=-.----_-\_. sitnfos intercesores, etc.)que ocultan'lO que esten juego en esteenclenh'o cara a caradecisivoentle un hombredotado 'una de capacidad autnomade elecciny un Dios que le proirone elegir a favor de o contra l mismo, Esta concepcin religiosa de una fe personal es unapiezamaestra del universo de retresentaciones del que ha emergido progresivamente la figura moderna del individuo, sujeto que gobierna autnomo su propiavida, La paradoja religiosa de las sociedades seculares l,n arnbigtiedad de las sociedades occidcntales respecto a la religin se debe a que el movilientode emancipacin con 36 la individualizacin de la Alianza, y precisamente occidentales, la clelas socieclades enropeas, se ha constrnidolristricamente soble los eqc-gll!,ol_d9.1p.,",

n";;;;; racre ros reg,t,'il;;;;ffi;;"d;l^'ni,,l,J ", hornbresque


la hacen, al afirmar que el mundo de los holnbreses rn munclopor hacer,y hacerpor ellos solos,la nodernidad ha l'oto radicalmente con todas las
Jd!it&*eF

r e p r e s e n t a c l o n ec se u n o e s t g n l o d l v i l t o q u e s e r e a l l z a e n l a
| \4,ts+'-4rEo_" -"*' |+*j-.J-4'- -J:

hlStria de modo ineluctable. La afirmacin de la antononra del honbre y de su raznha estadoasociada, a partir de la Ilustracin, con la emancipacin cle la religin. Los pases anglosajones han viviclo esta enrancipacin a travs de la de la religin,formalmente sepnradn de Io que rrivatizacin est en juego en la vida pblica, En Francia, donde las 37

huellas del cornbatede la Repblica colrtra el Antiguo ha estali[:eracin Rgimenhan sido plofundasy duraderas, cotnprendidacomo un proceso de sido frecuentemente y al al oscurantisrno cle la religin, asociada eliminacirr poltica' de la democracia rechazo
\\

'|''' : '-dercera prorosicin:, -5i Ia visirr gt'arrrliosa tle la historiay del pLogt'eso se ha pulverizerdo cn el culso de ulr siglo XX traurnatizadorot las guen'as, las catstrofes econuricasy Ias experiencias t.otalitarias, su..!fj:!gl .Jg,: valores fundadoresde la lnoclernidad-la razn, el conocimiento, el pt'ogreso, etc. Sacan su capacidad

-PeroLsegunda proposicii)glInodoque ha tenido la --. \-:___j_:_-*__*,


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ernid ad de pensar .I a,..lU!:ll l. g g9 .9llll 11:$#9,. qg{tjlo mocl re la visin religiosa de la que se ha arrancadopa-t'a En las sociedadesmodetiras, colqUl$,tar. $u-.ggtgl-gm?. la historia"secular"de cluraute largo tiempo se ha pensado del Reino: se ha acuerdocon el modelo del advenirniento y tcnico cientfico progreso de un colocado, en el horizonte conrpletade la cada vez ms alejado, la recapitulacin histolia hulnana y el currrplinriento total de las en el mbito lnaterial,en el del huuranas poteucialidades conocimiento e, incluso, en el rnbito moral' Las representacionesliberales det desarrollo econmico lnarxistade la sociedad ilimitado, as colno la concepcin a la visin comunista clelfuturo,no dan el mismocontenido de un mundo etr el que podran leinar definitivamentela prosperidadeconmicay la armonasocial. Pero tienen en conn el estar orientadas pol' una concepcin del
*_-,*--' ,,.,"" ...i'"

ilZAi;i'"4;i-ffh"i'q,l" no

linil"es plecisos. El curnplirniento total no puecle ser, desde el punto de.vista de la nlodernidad lnisnra, rni,'rs que un

",

posible asignarle.s

horizonte que si en pre se aIeja. L.g:-:9,-.*9*_""r_-ll9j-gl ll.+S vive,n en un estado peunarlente de anticipacin: esto es -",.--"".+'r'
".--',-'

vercladen el rnbitode la ciencia,err el quc cada nuevo descubrirniento l'racesurgir rns cuestionesnuevas que requieleuun esfuerzo redoblado de conocirnienl"o; es vcrdad tambin en la econorna, en la que el increnlentocle los bienes producidosy cle los nedios de produccin hace surgir continuameote nuevasnecesidades, etc. La dinrnica "utpica" de la modernidad se sita por colnpletoen es{a valoracinde la innovacirr, starnisnra-ligay'a a un esrado pennanentede insaciabilidad. I{f" GauchetTlabla a este propsitode "el inrpelativo<Jel caffii6''?) propio de las sociedades tlrodernas. Mleltras stas ms se desairollalt, ms se [gudiza su amlricill de tlolninar peffectamente la y las incertidumbres naturaleza iltherentes a la vida humana. As la nrodemidad establecesiempre ms adelante la

qu" presenta mltiples \ "9.J!rpli$J9..g19.-."d"c--"1a.-."[isto1,L judasy cristianas del con las representaciones afinidades del Reinode Dios La visinreligiosa hnal de los tiemros. de la ga") y la otra, moderna, por venir' (la "escatolo que nlatcall tantola continuidad relaciones tienen historia, judo y con el universo de la tnodernidad comola ruptura cristiano delquesale. 38

utopareligiosa que colocael cuurplimiento cle toclas las aspji.q,gl--q;.g_ j :qli, el alcance de g".gll g nlql 9o", f uela cl t$l.Iql,q los esfueLzoshumanos, aun cuando requiera su

""r9ifr.31gt_d."9.',"1-o.s_"t,r"r;ui0,_

'a:i.

del sueo se re-apropia Pelo estamoclerniclad colaboracin. la utopareligiosa, del que efa portador-a rle currplirniertto diversas, bajo fbrmasseculares y plometiendo, proyectantlo y de paz pol fin realizado. cleabundatlcia un t.rundo ..',..-'....,..\\ ,',.,. de la modernidad proposici!;\la parado.ia r.;'uarta , - ' - t ' - " 1, a reabierta contintlanrerte utlica, spiracin a ist obedece a se desal'rollan y las tcnicas cluelos conocilllientos meclicla ploducir siemprems, (5) Es necesario un ritmo acelerado. rns y siempre siemrl'e conocer siempre ms, con'rttnicar rnsrpiclo.Esta lgica de anticipacincrea,-enq-\-cp,.:+Zp-" de una cultLrLa\iTeiri'a*Aiiiijti"'p"o. lo racionaliclad y tcnica, t" cientficri-" t:tl-o_v"1ilo "-Plla "::pu:i: :i9_11tt9"... descotnpone que estalacionalidad irii?rfhar:iis prilCiiies

racionalizacin del lunclo tal cual es y la aspiracincue mueve hacia tn firturo sienipre nuevo, puede expresarse en el lenguajeseculardel progresoy del desarlollo.Tal es el casoen los periodosde expansin y de clecirniento que son tambin los de la emergencia de lo que a veces se ha llarrado "religiones seculares": religiones polfticas,
-'-",","".:'.''. rk:-*,,-.:qdy*dr**,rdjs .

rellgrones d e l a c i e n c i ay d e l a t c n i c a ,r e l i g i o n e s de la etc. Fue el caso de la fiebre de la revolucin rroduccin, 4it;rtrx(iJi@t44 industrial,en el siglo XIX, o el de los aos60, dr"rrante los "Golden Sixties", en los que la expansineconrnicade Occidentepareca qlle se desplegara sin tenerfin. Pero, al secretar su propia r"rtopamotri", l3-Ag9.g:nidEd_.nIp"dlp9 tarbjgr -rp",qn gs*i d Unhrcf_Ll- a di n m i ca cle su i.y, er.s_o-. d p,.,in

o::'"'::T'-:"i:
*i?il rriiii-dri d..L. dit' l'u.i' ."iiiijri no'"tlif li;;'i
y srtsrutinas, cotidianoordinario,con sus apremios nruclo de'' I yESta-aspiracin'a'la"abolicin'de't-oiJis"lfs"5.i'iiJdA1'y "tjl dej?6-iiiir'I"modernitld tdilf"lftiiiied' cie1a que realiza.La oposicinentre las paso d las conquistas "'p.int" cohtaiciijnijsdll v el horizonte de tn cunrplimientofttturo crea, en el corazn mismo de la el que se desarrollan, I moclernidacl,.un'esrjio . L * ' - . : * ' ' . - . , * . , " ' .?lli'el"gn -,.'.1''.'.".fu,".. Es por medio del imaginario, en efecto, como los

msi1 Lvc...ell.q.. ffi i 9."i :q1,19.* "i : 1 'iisis, este efecto de vaco social y cultural prorluciclo por el
carnbio. v ii
/.*-,-er-:*r

pp"r'l p.e-s tetin -cr

' p'p.ig

jili?iir3''*t Trit;;t r por los srupos. En ciertoi"-' el queesramos puede ' pr-oiiiiltiSi"ii3'ffio arravesando, darse
una inadecuacin duraderaentre la utopa modernay este espacioque el procesode cambio ha dejado vaco. Esra crisis cultural se ve acompaada a menudo por desequilibrios econmicos, sociales, polticosms o menos profundos, ms o menos estrucfurales. Tarnbin puede anticiparlos: tal fie el caso, en Francia,en Mayo del 68, cuandola prosperidad construida en los aos60 an no era puesta en duda pol la crisis econmica inaugurada,al principio de los aos70, por el pritnerchoqnepetrolero. En estos peliodos de disturbios, Ios sistemas religiosos f i tradicionales, formiclables reservorios cle la protesta contl'ael no-sentido, reencuelttran, bajo nuevas -s.imblica 4l

u-l)3,_,ame nazi por los I ulIv I(l uos y "p"g-.m.o-"

vr.:-

E9iY,*,i-+

quepermitenI de religiosidad formas el caso, nuevas llegaclo / superar esra r"ilT;''-";p"io.ifrr'"'-""."^t de lo de de las tradiciones renovadas o npr:opiaciones "Baglado" "creyente" de una Esta tensin liistricas. las religiones de una entre la ambicin modernidad afenazada 40

sobre los individuosy fouras, un gran poder de atraccin sobrela sociedad. de "regresode Se ha hatrladoen fbrlna tnuy inadecuada lo religioso" o de "revanchade Dios" para designar,en bloque, el desarrollo actual de ios nuevos lrrovimientos espidtuales,el ascenso de las corrientes carismticas,el o, incluso,el xito de de las pelegrinaciones renacimicnlo librera cls los libros de inspiracinesotrica Lejos de del con el universoreligiosode las sociedades vincularse

.l-g glgqt.ii,:.. rr-up-v,tq {9l.ll3_l i guclaceslrgllll.'::-t,t.e.!ipmpo Para resrondera :!%...p.\q.p-lgllll, es necesario haber pornprendido q* l^N.::.*jl11l|9l- " es, primerarnente, la prdida de la religinen el nrundo rnoclerno. -t: :l -::l.y:1"g" .. de los procesos que se de re-acornodo de las creerrcias

a.la .bsqued.a interninable de los l.i4c,-ertidumbre..ligada ' tt.l_",-5lig"t.para ... Eg1isfacerlaE.,

j ot.o.1 p,"4g::1 ji" a. c lsj't; qq so i:1. ctlr_o rl' iir$id- " ":,[ : : i.d lut.g+q9g13sj g-'!i g elt"+. t se!i.di 9l]::.9"-: t-",t :: 11 :.I ":"r -q :l-o".r-

I EL " retticttdo" de l.ascreetrcia.s pasado, estos fentllerlos,por el contrario, malliff.estan -el..-': . i< Conlr-ariar.rlente desdeel punto de vis-l'a ; a lo que se nos clice, no la rnodernacl carcter lra<tiiode -"''' *es j"_::_]L :;----. "r **i.***'*'* I ::*::-* "-"'*"'^'1:-1,--: , indiferencia creyente la que caracteriza a nuestras de-i3ffi6ifi lito r unJad o,-son d escaIi f i cadas Ias grandes """=.,',',*.."';i--1

d"gl-$$jlq.:p"'1-t+,p_.q.9p-,lgl religioss. i "ipii"aiioi'es "l:T"P.',":: instituciones


-'d+-*"e'

',.-*J--i.{.r{?ijio]19-:q;;3l;Eeg
I las instituciones religiosas. De mod<.: rnuy lgico,es a tlar,s a de Ias cl"'i=tnvAft-ffio-cle*.ust?i-' prol i feracin i ncontroIacj creencias como se ernprende comrurnente Ia descripcin del paisaje religioso actual. En qu creen pues nuestros contemporneos? A qu valores estn asociadasestas para creencias?Los socilogos no estn desprotegidos responclerestaspreguutas. encuestas realizadas a Grandes escala europea lugar', han elado dulanteestosriltilllosae,\, a una vasta literatura. El tratamiento de los clatoslecogidos pol pas abre el camino a conrpalaciones que confirmanla existencia de "tcndencias firmes" a escaladel Continente. Estosresultados convergen del rnisrno con los cleencuestas pesar dc las diferenciasde las culturas,dc los arraigos en los histricos y de las distribucionesconfesionales
+J
A'

i i6'iitLaban,.,l-_1.1,1.?*ll$"q.lg"-b.nln"Las ael picto


socialy culturalcle su capacidad perdiendo telig-ioda.i"siguen imposicin y cle regulacin de las creencias y de las prcticas.El nmero de sus fieles se reduce, y los fieles mismos adortanel "toma y deja" no slo en materiade en uratetia de prescripciones morales, sino igualtrrente misnia modtl,rlidildcreenciasoficiales. Por otro lado, e'sta -****
ser generadora a la vez-d-e\t'opa y sccularizada ofi'ece, ' por :----'-i'-*
'f4'-'r4d*_*fi:'

marera'1uI ..i]-tpJ gL9:i3l" 9 lg:,Fj-fl|l"ggt *,- :1"":-o-rtJ,9l.,"q I ." ",i

r**-::2

a lu gPg.q$9,1:1. ursfavorables las condiciones de opacidad,


,*r,,,,,""1".,,,,,",i,'q$:ltr;f"6'FFrM+dffiFFtrttitHrq'Bt't'lti{*i44#r'44dffir4$;r!

clel grande esla inceLtidumbre ms Mintras in"ltriia, ' ms del car'bio v es la presin p:ffi;il;"-tffi intensa
y diserninndot" ... diversificndose prolifelan estascreencias, dg-La- tt El.principal problemapara una sociologa al infinito. _t-r;;.;;i,
r_o"*;;,;,;;;-l;;;-*+aat"_"*."ttrFi,.*rr( i

gnero realizadas A en los EstadosUnidos y en Canacl. nro_9".1{9.q{,l.",ljgi,o:*..qS,,.P."}19.s",".:atal',d.p-pe,u]p..endeLe*l"qxgk ) sigue-9caval19*,13., el movimientopor ei cual la modernidad 11 ' *- .'--'- -;'-"/ *'- --* *"'".-' y el otro por el religiosos, de todos los sistelnas credibiiidad

tr**--

pases, el paisaje.teligioso occitlental ol'r'ece cliferentes ltoniogneos rasgossuficienten-lente Pafa qtle la rlocin cle utl sentido' "rnoderniclad religiosa"tengaefectivamente

fieles de

"oristranos a su nlanera".La creencia au(oclefinicla cJe estos urr gnero nuevo se aleja en efecto,

sustancialnente, de la creencialllteranaoficial. La urayor parte del tiempo, hablan de Dios como de unA ,,fuerza superior" e "impersonal", y formulan

su aclhesinal seorganlza religiosa rnodernidad cleesta La descripcin cl'istianismoesencialmente como Ia aceptacin cle un nayor',que es"J.9*19l},cl9.p-qi+, li a paftir de una calaoter'stica

u+li"r,,1gi ivicl izaei* "$*.J el"",I nerala la,inrl se f*, yj-h."S"qbj.eliv 'i
'r._,_,,.,.,.,,1":,:.;"r+;li*Erue.,fii'rF

qtleeste confirman lasencuestas Todas religiosas, crenias clela las fonnas a \a vez sobre d;'iiiintliiio'"o"t,lu
y d e l a s o c i a b i l i d ar de l i g i o s a ' d,e l a e x p r e s i n experiencia , Estatendencia hacelargo tieurpo clescle rlal'cada ha quedaclo y las en la distorsin enfte las creenciaslr-egonadas
' . i-,r.eu.Y'r^",.,c,r.--j.u^ e".,",,'""",,' ;" t* -r * -**"-

conjunlode valoresmorales.(6) En Blgica,pas en el rue -siempre presenteen numerosos Ia institucineclesistica

de la vida social prolhna (escuelas, sectol'es universiclarjes, cle ocio, hospitales, instituciones etc.) ha clispuesto drlrante largo tiernpode una fuerte visibilidad,se notan iguallnente mll,iples signosdel pnsode una "l-eligininstitricla" a una "religin recompuesta".Los individuos hacen valel sr,r libertadcleeleccin, "reteniendo cadauno las prcLicas y las creencias que le convienen". (7) Los significaclos daclos por los interesaclos a estas creenciasy a estas prcticasse apartan frecuentemente de la definicindoctrinal.stasson seleccionadas, modificaclasy con fi.ecuencialibremente combiladas con temas tomadoscle otras r.eligiones o de

"aulitdii;i;"q s' r?ii?ii7t"ia :' ii iiiirt,' n.,ictlis sten ""t9'y."9-11!:,.:, 11fS:' as l asreligionesexi En tocl -i:,'Hii-!i:

, el y de la ptcticaconstituye de la creencia i rlesacoplamiento ._.,_:"


-_".

stoslblman incluso,en Europa'el gruesode las tropasde ios que se declaran "catlicos" o "protestantes"a..F9

-*-.-."=,.,'*,-.",,'",','"'"'"""rs-'" i ' I guarolanas cle las reglas de la fe. Pero el rnstttuctones "a-pi'e ' 'de'esta" sobLe as'i'CtO'tires'clecisivo "clesiegtli"

primel i;iilo i"""'ij6ilitarnignig . p-L ..pe-U.tl.. "i9...-let

conienles de tensamiento de gner.o mstico o esotr.ico, As, por ejemplo,segnlos datosproporcionaclos en 1990 todoenr**'[9.:*:9*"9y9.*:"'-..:l"9:p.:r]"l:.:*.1:9..'ri9-1.,:"1..,9." por la encuesta europea sobrelos valores,un belgaclecacla a -Slg--tp..'g"rEmenclar-" su propio sistema creyente, fi.el *ipa ocho declara creer en la reencarnacin. Estos rnltiples tJgigi1lT::lj: ri refinCi" :in!l toi, s.t-".s:ls %. .-4 ' remiendos enturbian la frontera entre catlicos y no vada. it"-'Jo1" fennreno aparece de marlera catlicosy, ms aun, entre los que se declaran religiososy a los que se collsidera p-ilticularmentelegibleen los pases los que no lo son. Una investigacin realjzadaen Suiza en Europa,a saber,los pases corno los ms secularizados confilma esfas tenclencias. Al mismo tiempo,muesfa que la en dondela pr'ctica por ejernplo, En Suecia, escandinavos. diversificacin de los sistemas indivicluales cie significado se de los indiviclnos religi0saefectivaes inferior al 5o/o,9Vo no significa pulverizacin $u purn y simple, enrnzn de ls , y 26kse definen eomo declaran"cristianspractiantes" fluerte presencia de una doble cLlltura cristiara, y l]rotesrante a s mismos couro se designan Pero 63o/,t "rro ct'istianos".
{ : . . - " ' - , , , . " " . J , . ^ , ,

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45

(8) Sealo que fuerede los helvtica. en la sociedad catlica, maticescon que hay que precisarla idea,que ha llegadoa ser muy comrn, de una completa al.olnizacinde los sistemasde sentido producidospol' los individuos, esta rurtura de las creencias ortodoxas que acompaira a la y y conttolado enlrecreencias del vnculoestablc disolucin prcticas obligatolias es una tendencia tpica del paisaje sufre La.cteenciano clesaparece, religiosocontemporlleo. y se diversifica, a[ mislnotiernpoque una desmultiplicacin fisuras, con mayor o menor profundidadsegn se proclucen de su tllarcoinstitucional. en los dislositivos los pases, elt El paisaje religioso fiancs tarnbinse encuentl'a plofunda evolucin, malcado de maneracrecientepor la individualizacin,el relativismo y eI pragmatismo.La a favor de una cuestindel otro lnndo pierdeimportancia creciente preocupacinpor el devenir de cada uno en el mufido presente. Las creencias se expresande un lnodo ("bien puedeser,pero lto estoyseguro")y cada probabilista vez ulenos conforme con los dogmas de las gtandes religinnes, (9) Parece que se instala una especie de de los dems. Segn tolerancia tranquilahacialas creertcias realizada en la eucuesta sobre los valoresde los europeos, considet'aban 1981, slo el l4olodel total de los fianceses que existe una sola religin verdaclera, mientrasque treinta de los aosantes, segnun sondeodel IFOP de 1952,517o que "la religin en la religincatlicaestilnaban bautizados (10) En 1990,la fluidez cle catlicaes la nica verdadera". las creenciasse acentatodava ms. Lo atestiguanlas se opiniones respuestas a Ia cuestin "culde las siguientes 46

aproxilnantsa lo que ustedcree?;existeun Dios personal (20Vo);existe una esreciede esper.anz.a o de fuerza vital (32V0); no s qu pensar(25Vo);no piensoque exista algo conto un espritu,un Dios o una fuerza vital (1620); sin (7To).Mientras que.la creencia en el alma sigue respuesta siendo eievada (50Vo),la creencia en el pecaclo(40ok) aparece claramente disociada de la nocin cle una corrdenacin futura. La creenciaen el infierno cay a 16%o en 1990, nientras que la creencia e.n el paraso, ms gratificante, es atestiguada por el 30Vode las respuestas. La creencia en la resurreccincle los muertos llega al Z7Vo, que el 247ode las personas mientras in(.errogadas declaran creeren Ia reencarnacin. No carece de intersnotar que el de los catlicos 34Vc, que declaran creel en un Dios per,sonal afinllan creer tambilren la reetcarnacin, mientras Que el 62Vosiguenprofesando su creenciaen Ia resurreccin de los (l l) muertos. Por detalladosque sean, Ia rnayora de las veces lo,s sondeosse lirnitan a in(errogara los inclividuossobre la creencia que otorgano no a las proposiciones doctrinales cle las grandes religiones, y nts especficamente a los elementos del credo cristiano,Desde este punto de vista, sot:re todo cuando se r.epitenelt varias ocasiones,dan indicaciones preciosas sobre el decaimiento de la pero es neceSario conformidadinstitucionalde las creencias. ir ns lejos para medir la arnplitud de los remienclos efectuadosa partir de los elementos tolnaclosdel ddgrna oficial de las grandesreligiones.La observacinde la imbricacinde las creencias partesv clel venidasde otr-as

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que es la cuestin, cristianoabre clehechouna nLleva ftrnclo cle esta "confusin".Cuandose habla de cle la naturaleza de una palabra "reencarnacin", se trata de la sustitucin de una cultnta por otra, sobte el fondo de la pttlverizacin cristiana elemental que afecta a los misnros creyentes catlicos? El estudiante que deseaba discutir Ia Mundialesde "r'eencarnacin cristiana"durantqlas Jornadas en Pars en torllo al Papa, en el la Juventud celebraclas I-a sin dudaen estetipo de casos. veranode 199':, se inclLa de un reforlnular, refereucia a lr reeucarnacin;permite modo realista, la oscura nocin de "resuueccin", al representarla vida despus de la muerte conto tna O bien sirve "revitalizacin", a la vida pt'imera? un regreso para reinterpretarlaconfirindole un cierto grado de pot los relatosde "expet'imental", atestiguada plausibilidad de la rnrerte,y de las fronteras que han reglesado aquellos en ttn entornocultural marcado as hacerlams aceptable como una, es rensada por la ciencia? La reencarnaciti o bien como de la vida llevadaprecedentemente, retribucin "nueva oportunidad" que se da en este mundo a trn elecciones indivrduoque habrafallado en hacerlas buenas de en su vida anterior?O ms bien, seest en presencia manifestaciones de un reencarnaciottisniocrisLialto col.l sostenidas Conversaciones construido? teolgicatnente creerenla reencarnacin que declaraban catlicas Ilersonas que todas estas posibilidadesse dan en la clemuestlan realidad. Pelnriten apreciar, al mismo tiempo, toda la

en sl nrisuras estasnritltiples re-itltel'pretaciones que nuevas (samsra), se da clela sLlcesin de las existencias Occidente que son, segn la tradicin hinduistay budista, un mal hunrano. dololoso en el que se inscribeel encarcelamiento En el siglo XVI[, Lessing ya haba elaboraclouna positiva de la reencarnacin, couro n'rediodel concepcin que el liornbredisponelraraconpletar,hastael infinito, sus saberes y sus experiencias.I.as corrientes esotricas, espiritistas, teosficas y antroposficasque ms halr contribuido a popularizar esta creencia en Occiclente, iguahnentele Ilau abierto vas de acceso decididamente optimistas,que podran volver compatiblela idea de ia col una visin de la historiaorientacla reencarnacin hacia humano.La novedadreside no solamente el cumplirniento en la difusinmasivade la creencia en la t'eencarnacin, que t r**-*"-r,-.r-.rr1-*,\+__d,.a i hasta entoncesslo llegaba a franjas intelectudli,-'iino sobretodo en la diversidad de las conibillaciones cl'eyentes ;1 .< if cue en las ahora es Capaz de entrar. ,l De las " conrpetencia,s remendonas"diferenciadas El inters pof por identificar de sealar que manel'a fina estas construcciorres no es slo po1' haceraparecet su val.iedad. Es tambin "compelencias l e m e n d o n a s "s o c i a l m e n t e diver,sificadas N.o t o c l o s I o s existen individuosdisponen cielos mismors mediosy de los nisnros recursos culturales para ploclucir-su propio discurso Los remiendos creyente. se diferencian segnlas clases, los mediossociRles, los sexos, las genelnciones, por Se obselva, un ldo, una tciidcncia metafrizare intlecrualizar, lns c r e e n c i ats r a d i c i o n a l ee sn , la queparticipan telogos de las 49

y la problentica de la cntrecstn creencia clistancia enel (prueba que"nuev oporthidad'r) ms reencarnacin


y el budismo.Comprendemos bien que no son hincluis;mo

4B

grandes credibilidad culturalcle a fin clel'estaural'la iglesias su mensajeerl un en(olno secular,En efecto, se tiende comnrnerrte,hasf.a en la pledicacin y la catequesis cristianas, a r:xplicaren un sentidosimblicoel relato de la creacin, la descripcin del el clela caday de la redcncin, juicio o Ia evocacin por otro lado, del msall.Se observa, una tendenciainversa a la de-sinbolizacinde las creencias pe[o no exclusivalnente, enh'e individuos especialmente, procedentes econmicay de capas socialesdesprovistas con la opacidad del rnundoy lo culturalnlente, cgnfrontados de su propioporvenir. imprevisible amenazador de la creencia El impulso,en la Franciacontempornea, i]iTi''t1v-de--en el diablo ofrece un ejernploparticularmente de las creencias, esl.a diversificacin socialde los remiendos rns a.llde diversos hechoshorribles y a vecessangrienl.os que revelanIa existencia, aquy all, de prcticas satnicas, inclusode grupossatnicos El hechode gue la organizados. preserrcia personalizada de una fuerza malfica actuanteen de las el mundo resista[a actitud anti-rngica, caracterstica sociedades nrcldernas racionales,es tanto ms sorprendente cuanto que la Iglesia catlica se ha esforzadopor rechazar las representaciones realistasde dicha presencia, a pesarde que durarlte siglos se encarg de las gestinde las mismas. El diablo con cuernos y tridente que ha habitado los trnpanosde las catedralesperdi actualidad,desde hace y la predicacin. Pero el mucho tiempo, en la catequesis ttabajo de metaforizaral Maligno va ms lejos. El ritual del sacralnentode los enfermos de 1972, que reltrplaz al antiguo ritual de moribundos o extrernauncin, ofrece un

clat'ocloesto.La rerresentacilt ejemploparticular-rletrte dcl entreJess y Satnal pie del Ischodel nroribundo courbate ha sido sustituiclapol la leturin intercesoracle la rodeando .junto con .Tess cornuniclacl, a uno de sus sufi'iente. nlieurbros F. A. isanlbeltha puestoclaralnente cn eviclenciala arnbigeclad del nuevo ritual, que oscila entre litelalidad y alegora. (12) Se constanternente comprende asf que el aunlento de las delnandas de se dirigen a la institucin catlica descle gI_11tt"I]9j-.g"e hace una decenade ao.s, la haya tornadoclespr.evenida. Flastafecha reciente,cieltas clicesis no con[alan con un exofcistatitular,1, lnuchosde los que han sido nornb|aclos pretenden ejercer(suponiendo cue se les soliciteel servicio) un papel de sostn espiritual ) cle escuchapsicolgica, incluso cle orientacinpsiquitrica, ms que una ftrncill propiamenteitual. Pero el crecinrientode la clemanda indica que )ra no es posible responder una y otra vez a solicitacioues individuales que elnanalt de personas frgiles o pertulbadas. En 1997, la Confererrcia de los Obisposde Francia, confrontada con estasexpectativas ernbal'azosns, reuni al conjunt.o de exorcistas de las dicesis,con los equipos de laicos que aseguran Ia atencin de los solicitantes, a fin clereflexionar sobrela significacin social y las implicaciones pastorales del fenlneno. La ntayorfade las ve,ces, el objetivolrinciral siguesienclo el de prodigara quienesse dicen "tosesos" las seales de compasin y, de ser necesario,los conse,jos prcticos que les permil.an encontrarcon un mdico o un psiclogo el {.ratamiento teraputic.o ndispensable, Pelo t'al'avez es esto lo que esperan los solicitantes: s{.os se dirigenal exorcista colno a

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5l

,a ,(.:
":l : ''l: a :n'i l: ::ji ::'

clettna inseparable cleun pocler, queestinveslido alguien las fuel'zas domitlar le pernrite tcnicactte cornpel.errcia es que el exorcista Lo que ellos cuieren sobrenaturale.s. innedialo' estepoderparasu beneficio pongaeli prctica

conclicin que los agobia. Los inrnigrantes, llegaclos -fr.ica,las Antillasprincipalmente de universos culturales en los que la familialidadcon los espritus se ha establecido en prcticasconocidas de posesiny de adivinacin,son nnrerosos en esta roblacin. De manerageneral,sla se dirige al exorcista catlicoconorfltimorecurso,despus dd/ recorridoen el que todoslos suprestos run especialistas clela manipulacin de las fuerzas ) solrrenatnrales, clel(,

'19'Queib.'psr-99.rpr9!9.er:ig'li{iq?, :" un 1un!3 l-oel impulso de gobelnaclo en principio por la rarcionalidad,

'prIicaciri cl"la{.o.en dI"Iglgii-lil lt v"uii;diiaieilirr;


enel a contenrpornea la creenci

de las demanclas I.os expedientes de alimentar. glan rneclicla

.l;;;;;ff;iliiiA;",i;"

rnagnetizador al morabitoafricano, han sido consultaclos eg/ vano. Pelo habr'que adverrir que es$_qleelc11:l r:t1y

diablcno hace referencia,salvo excepcin,a lo que la g""l? del Tenrador.,[|'|-1.1l-9"-ll-t"tJ9.Til9 Igtesia dice, o cleca, de la inciividuos que tienen algr-rnos coticliana experiencia

;;-^i.ili-t-11"1L* ' t- iauacl?i e. . oip l!::Jy' "-'"


rririf rrl/j:r'rr " "-"-'

de una "fuerzanegativa", que se experimenta y sobrela cual

distanle_d : el "diabl o" g.no_q9 e!.9.r._rry.e9_q .rr--o_t! ! !Ly.: l T.:c-e cuestin en essiemple aprehendiclol;-.oi-iiili "; quelosespecialisras apropiadas

de estarbaio que experimentanel sentimiento sejil6s,"eir.i y srrbig-llt.qtl.q la jnfluenciade fuerzasque los rebasan ,19,
. .t.,. ...,. .

r" il-J;;"nool;;?J,J"^s

tienen ailero alguno. Es una experiencia tanto ms tibioatirani" .,iuiito que viven en trna sociedadque, al del acceso los mitos medializados mismo tiemro,alimerta a la realizacin a la salud,al bienestar, de todosal consumo, juventtrd,a la seguridad' La crisis de s nismo,a la eterna de de lo lolticoy la ausencia la descalificacin econniica, perspectivas exasperatl las frustraciones psicolgicas y Creeren el diablo es una que esteconflictogenera. sociales de impotenciaal manera de exteriorizareste sentimiento identificar, ms all del nralestarper-sonal, lg***ii1..,99"]],1

saben poner en prctica.Esta afinicladparadjicade las creencias flotantescontemporneas de gneromgico con el rnito lnodernodel poder de Ia tcnicamereceatencin: ella puedeexplicarque individuosalimentados con lna r:ultrra rnoderna, a vecessancionada con diplomas,puedan,contra todaprevisin, adherirse a esto.(13) Por otra par.te, existen ,,vibraciones,' por ejernplo,a travsde la temtica clelas o de las "clndas" positivas o negativas actuat.ttes en un unrio nrismo corno un tejido de fuerzas contradictoriasformas de continuidady de paso enh.ela creencia en el diablo de los solicitantes de exorcismoy las creenciasatestiguadas en el seno de las corrientes que dependen cle la "nebulosa (14) El grado mstico-esotrica". y las modalidades de la niovilizacinde las referencias "cientfficag" eonstituyen, sobr este continuunr, url indicador posible de las dil'erenciaciones sociales cle Ia concebido l

" Lagr a a a nm p:.9"? vor : i:.1:1 ltf ll19 .l":: "":::":e : 3.11?..|:t
de

los solicitantes sotl personas en situacin de psicolgica,pero iguahnentede ext.rema vulnerabiliclad

delos clesprovistos de lnsveces precariednel lasms s0ci1,


medios econmicosy culturalespat'ahacer liente a una

52

53

iin
..i.

'l

cfeenciaen lo paranollnal. No es indiferente, por ltirno, que existen entre este "regLeso notar' las correspondencias cle la diabolizacitt clel diablo" y las diversasmodalidades clel otro (el extranjero,el rabeo el judlo, pero tarnbinlos tecncratas o los polticos),a travsde las cualesse expresa bajo otras fornras, no tns l'acionales pero a nlenudo socialmentems amenazantes, el sentitnientode no tener personal responsabilidad en el mundotal cual es,ni ningr-rna algunaparaactuar sobresu porvenir. capacidad de Ia religin del.creer y d.esregulacitt Fragnrcracin a ,"jI cadavezlnetros se ajustan I-ascree,ncias se cliserninan;

la actitud pos-religiosaen trancede convertise caractet'izar eu Gran Bretaa,electivamente en dolnnante ha llegadoa ser posiblc y cornn,en todas las sociedades avanzaclas, creer sin adhelirse a una iglesia o a una iustitucir: withoutbelonging". "Believing, (15) Esta q.Elq!"4t4Eiug itryli3-:::j:l:g sobre ello- que '

y itnpotren cada vez rnenosrrcticaii|,, modelo.s establecidos; los ' por las institucioues. Estas. controlaclas lgrrdsncias*sqn.

individu6-?iii...-taliiiiriiion cte srrs crecncias personales. En n.rateria religiosa,colno en el corrjuntode la vida social, el !gggg!!o_ dg-l-.psSg.s-9j:- argmizacin individualista produceparacljicamente la multiplicacin de

-l;i ui "i s";-diTdt'f ; "xpi"'iGJlu-.-d'iieie-ei. l:+---

esta privatizacin de la cleencia suprima ia'irci[

g, -4J sies_oitrlir-y_"i Jeli "q.r.':tp .ca$e!,e:in. ?1 1 :l lil ^l d"r :i"r l"'


en ull institucin puede permanentemeute,

g, el..pJ9-9 rnas mayores <l sfnr.o gl*o*,9:.-1*::,1=:"t* g":3:,i:I:r g.l,

ya no se "sostienen" .X, Si la creencia.yla pertenengla jurrtas,o lo hacercadavez menos,ello inclica qtte ttiltguna universo moderno calacterizado a la vez por la aceleracin del de la autonolna cambiosocialy culturaly por Ia afirracin del sujeto, prcscribir a los individuosy a la sociedadun crdigo unificads rJe sontido,)/ tnenosaun imponetlesla del mismo.No hay nacin autoridadcle nornas deducidas creciente que evitelos electos de la contradiccin occidental entre la afirmacin del derecho de los individuos a la de la y los sistemas tradicionales de regulacin subjetividad creenciareligiosa,dado que ningunade ellas escapaa la Segn la excelente conftontacincon el individualismo. G. Davie para por la sociloga britnica frmula empleada 54

";;pi.iiil;idJ 'o"iol.', iili;;'y .i.i,ii-i'i",,'rrii srt*' " j_q.pi" cornuniil <J-s irrr",ro y .l . iuui. uiJ" fgidjru, "i . -*'-1"-'"1 " la Cornunicacin,
a esas "courunidaclesnaturalcs" en las qtre

las pequeas conlunidades : fundadassobre las afinidacles

ariit'Te' o rili; ; ; il;s ii;";i;".;;;p;.i. eii i" i,, i ^


solidaridaddel grupo ya no se vive af'dfa con da en la fanrilia, el oficio, Ia conlunidadclel vecindario,el gr.upo confesional, ella procecle entonces necesarialnenteclel compromiso verlunlario y personal clelos individuos, Eso no significa tampocoque este clobleprocesode individualizacin dc la creencia y cle ,,autonomizacin" colnunitaria haga desapare.cer. pura y simplemente la realidadde ias identificaciones confesionales. Seraincluso un elror considerable deducirde esto que las illstituciones religiosas han perdido, o estn en lrance cle perder, toda

misma qu" io '"pi"tli'i^"io; ;'i;;;;iii*i" "n

y de la

55

i. :,1i]

---'--I.

.li::11

capacidad de contribuir a la lbrnracinde las identidacles sociales. .De hecho, la diseminacin de las creencias coexiSte. con la preservacin de esfasiclentidades, al meuos concnerdan en reconocer a las diferentes religiones una dignidadigual, y hastaun estatuto igual desde crislianas el punto de vista de la verclad. Las pertenenr:ias

-. -P"lll-"9i91.11. (1 .,-9.3:li,uSl-i,01 debilitarse . 6) ,.:1t.,.b.s..-i,4s.rrtiflcapiones cot1f.:,figm,l::,,. ya no coinciden Pelostas necesariarnenre conidentificaciores religiosas porlos clararnente Es evidenternente en los que la capacidad asumidas en los pases
individuos. Esto no implicaque no existaya ningrinvncnlo, ror ejenrplo, ent-rela cleencia cristiana y pertenencias prcticasrituales,estilos de vida familiar, instif,cionale.s, lgicasde alianzauratl'inonial, cornportamientos sexuales, opciohes polticas, que la dirnensin etc. Pero se observa de idenlidadde Ia leferencia confesional no siernpre es puesta en relacincon el conteuido de la I'e,que sllpuestunente es ol que fomalnente la funda. En Suiza, pol ejemplo, la identificacinconfesional (catlica o protestante) sigue siendnna dimensin importante clela identificacin social, individualy colectiva:siguencasndose entre catlicos,o entle'protestantes (e incluso entre los "sin religin"); se hacenarnigos ms bien enl,r'e indivicluos clelmismo Iado;se cultiva de hecho,y hastaen el lugar de trabajo,un cierto gradode "entrenosotros" confesional. Pero estas divisiones confesionales slo excepcionalmentese anclan en distinciones teolgicas reconocidas como tales.Solarnente 2,.97o de Ias personas intelrogadas qr.re "si todas consideran las religiones cristianas merecen respeto, slo la suya es la vefdndera".Los clerns, uRquesubrayaban, a veces de manera muy vaga,las razones de su "prefer-encia personal", 56 I I
tr

'"l:?"9':iirii tlr'r $*e :."'r.': f: i:: $-ryi"erF:;il'yler3e, que tier4po.,

lias ra un cierropun{o. Par:ee_e_"i I np !H g'jt-T 11.._?Ip,:: detelminando redes confesionales siguen pues :i::1,..* pluralismo y delrelativismo procluce, ell senrid.;o--illy-91-s-g, _91 difelenciadas de sociabilidad, aun cuando el ariclaje
propiamen{e religioso de estas diferenciasno deje de

leguladora de las institucionesreligiosas es ms dbil entre la donde, igualnente,es nrs clara esta separacin dimensin creyentey la dimensin de identidaclde las referencias religiosas. Si el creyenteingls se siente cada vez menos obligadoa compol'tarse corno el "fiel" de una iglesia, la pertenencia ^ la Iglesia de Inglaterra,que no implica,en la inrnensa mayor'a de los casos, ni conformidad creyente, ni regularidad observante, sigue siendo un elementoesencial en la formacinde su identidad.Una dc las maneras ms fuertesclesignil'icarlo es la de volver a la IglesiaAnglicanaparaser entelrado en ella. Esta funcin de identiclad de la Iglesiaestablecida se ve fortalecidapor el procesode pluralizacin cultural que calacteriza a la Gran Bretaa. La Iglesia est oficialmente encargada de representalla identidad colectiva de una nacin plural. Nadie impugn,por ejemplo,que ella continuarasobre el lerreno propiamenteritual las inmensasmanifestaciones espontneas de duelo a las que clio lugal la muerte accidental de la plincesaDiana, No obstante, la abigalrada multitud que rindi hornenaje a la "princesadel pueblo" estabalejos de poder identificarse por conrpletocon las

51

pompaslitr'gicasorganiz.adas en Westntiltster. En cuanto a en principio a la que su divorcio alejaba la misrnaprincesa, de la familia real,se a los mieulbros de los ritualesclebidos espirituales uru1, en bsquedas sabla que estabaiuteresada a anglicana. Con todo, correspondi de la t.radicin alejadas una emocin la Iglesia oficial explesar solemnelnente colectiva de la que la farnilia real, por su parte, haba omitido de maneramuy torpe,por lo menosen los primeros anticipar su desencadenamietto. rnonrentos, y de la de la rertenencia El desajuste de la creencia, -":"-'"': - -'.*i-^lr-.,,-*--,.-,'-.--,---"**-,''-"-l pases los refelenciade identidad es aun'iitS'laro etl

el 35% hacclelclcnciaa los oficios, otros gruposreligiosos; que nlarcln los grandcsmontentosde Ia a las cerelnonias vida y que quierenpreselvar. Muchos subrayan el leneficio (38E'),y su deseode cue de la tradicinen la vida nacional del las sea convenienlemente el patrimonio nonumental conservado (37Vo). Una ctarl"apartc de las personas interrogadasconsideranque la Iglesia es portadora de valores populates,y una octava pafte, que ayuda a la integracinde la nacin. Una torcel'aparte, por ltinlo, que serarnalodejarla. siruplemente (17) declara

p ;;; ;;; ;;;;;;i, ;;";i ;i; ;," ;i;;; # irei:[ili_i: ";; per renecer" g9"b1.'_]9-il","dj:1
:e j*j_:lci1lg::t"1"
cJeciqf tg,,a ilp"l1--:.'::g-":" .:il . :f::.
alcanza un nivel tan dbil y cuando se tnanifiesta una generalizada a aceptar suseuseanzas? reticencia Porqu

Ecunrcn.istno el.e los t,aLores de identida.d ), recr.fr.rnl.aciones Al poner en evidencia la cleciente .separacin entle las creyenlesy las iclentidades identidades confesionales, se llegaal cerrtro cleuna contracliccin rrayor de la modernidacl religiosa. Por una parte, el paisaje occidental apafece

believing"). Crno puede la pertenenciaconfesional de la Iglesia corrtilluar por s sola, cuandola frecuentacin

without ".("belonging

po*s-r__plo_qe.s.o mat'cado t "'4e*b,o,11993.:r1ij]:1.-:-:y:1"':gl'


ticg-ste se inscribelror doquier en ei de6iiftainientode Ia a un Dios persorral, referencia en la subjetivizacin de las creenciasy cn Ia rnetaforizacin de los objetos de la creencia religiosa tradicional.Parece estar en trarrcecle itnponerse,a travs cle una rnoral, r.nu1,generalnrente aceptada, de los derechos clel honbl'e, de utl "sculnenismo los valores" en el que el ideal de fiaternidad entre los y diluye toda referencia hombres absorbe a la trascendencia. Podra in.raginarsc que este proceso de homogeneizacitt tica de las tradicionesreligiosas histricas curnple el objetivo universalista del que cstas tradiciones son portadora,s, y que Ias vuelve menos vulnerablesa las que han podido sufrir instrulnentalizaciones de identidacles 59

del casodansse intelrogael socilogoO. Riis a propsito formalizar su salida y tan pocos individuos corsideran que ya no quieren col'respondientes a.visar a.las autoridades de ser contados en el nurcrode los fieles?La explicacin que se mantiene la pertenencia "por inercia",en un pafs en donde la separacin requiere un trmite administrativo un poco corta. Parajustificar a.ctivo, se quedaevidentemente el hecho de seguir como lnietnbros de la Iglesia Luterana,

'lo-glg_!9

g3j lq

en fg-_"li$l-lllo.El lVo escoge-negativamente-permanecer la Iglesia para evitar que se propaguela influenciade los (e

|{_

1il H Ri$ -4:liil $a:JJr l.tiii

.,tiende a en el pasado. lrlo . obstu{e, paralelamente nranifestarseuna lendencia exactin)ente contralia al lllenlo.,.de,.las. demand-_as.. c9p11itar,.t-qs. Las causas del f'enmeno son fcilnrente La crisiseconmica identificables. y la aniplitLddel deselnrleo han acarleado,al nrisnro tieuipo que la precarizacinde nurrerosas si[uaciotes individuales, el derlunlbarnienf o de las cefiidurnbres

de la culturalnodelnadel individuo,en utr reservol-ic el .seno de --_- signos y de valores que ya no se inscriben en

enc i as precis perten as ni--en9qlp_o{g--liglltos gulados ror .re ,'':,_----- -'instituciones. las instituciones, tienden a presentarse como una materia p,n-rinenternente, -prjr_t_4_,st,nb.'liea-,que Lug-dE,.4lrf* rraleable,"

lus-93 I'i9-T:P,i"9:-e-*:-!1"l".v".91,s".9tr".9e8fr*lps
Es g rna teri ble a rri ma essuscepti .g$.Pglg99*9.9*ehf .h.e.beU

por las icleologas apol'tadas nodernisfas clel desarrollo ilimitado. Al misrno tieniro, ln implosin del bloque soviricoha rr.rtola estabiliclad ctel.sifti'istsiintrOtiEas y polfticas en relacin a las cuales las sociedzrcles de Occidente construyeron, desileel fin de la Segunda Gterra mundial,la imagende s nrismas, hnstael punto que puede cousiderarse que todas ellas son, ahora, sociedades poscomunistas.( 18) Pero estos [rasl,ornos iristricos que sacucler las estructuras menfales de los individuos, al lnisno tien,po que las estructuras de las sociedades en las que vit,en, fincioran tambin cotno reveladores de las contraclicciones de la rnodernidad. En particular, et,idencian la an'tinonia que existey se acentra entr-e el inclividualisrno, y vivido como "la independencia cornprendido de cadauno en s vida privada", (19) y el desarrollode un sentido colectivocle la interdependencia entre los nlienrbros de la sociedad, indispensable para la legulacin de las sociedades lluralistas.El recurso a ernbleurasde identidad que perrnitan salvarla ficcin de la pertenencia comunitaria, es uno de los mediospor los que los indivicluos se esfuerzan en conjurar los efectosde clesestabilizacin psicolgicay de

pgtjel!1l-9J3s.sue".ent{an".e'n-j-rrcgo" gP..l,qs e-tt.la .elahprAg.lgL idenUdt*j_"..ijligg.t*."=la.9l9.lilS..s";, As, el patrimonio r-,


1/ '' libre disposicin de los individLros que "remiendan", segn la frrnula desde ahora consagrada,los universo s cle ,/ significadoscapacesde dar un sentido a su existencia. { Tanbin est disponiblepara los nuevos y muy cliversos ) usoscolectivos, entrelos que se encuentl.a en primerafila la ( activacin del roder de identidad cle los snbolos / confesionales. I Los captulosque siguenvan a tl.alal. de precisareste primer acercamiento descriptivodel raisaje religiosode la t_odas las grandes iglesiasno estvinculacla primeramente a simblicode las religionesliistricas no slo es puestoa la

p*qs,;, d qnqriis ru;ffi o dfriiui"e; in -oLrp-pmg e.m e ,", "u

modernidad. Aparece desde ya que k.."g1fi:.."gy.1-1kg#1.. Ia;;,d id^l;; i ;ili iii-,il-ci e ffi ifila; i.;" ;1.;; r. i;;

q::_g$:ff**P:"-;ili,;ad'TldiiiE'il:i"ffi "l;";
poner en tela de juicio la idea de que las sociedades modernas hanasegurado su arrfonoma poltica e intelectual arrancndose del doniinio de los grnndes sistemas religiosos, queprolorcionaban a las sociedades clelpasado explicaciones y de Ia t,idahumana. heternonras del tnundo
a1

debilitamiento que de ahf resultn. del vfneulo socirrl


Pt'ecisanlente porque las leligionesse han transfornrado, en
diii.-"-**"-*.t:!1|!-.!b'&;&]'

de la no procedepritnerauren[e Pero la clescalificacin existe Si de estasexplicaciones' "irracionaliclad", supuesta una exulsin cle la religin, ello se cl-eberyg.lglffd "-tlutT"*ion de la experiencia h"fi" l;l;-t"*t; .''"'-''-.:,,*'. - ,'. de las instituciones. clela cliferenciacin resulta t,u,ron-qu" " -' ^-':;::*-!,--.;..,.
-,-,*-..--**-*. ^.*=-77:--'l---*-"I*l:-' La vicla domstic, profesional o ltolttca' la expertencla afectiva, estticao espiritual cle cada uno dependendesde de actividad.cornprometido ahora cle mbitos seglnerltados unas de otras, el +Nj:,,$*o on estasexperienciasclesuniclas por reconstruil la unidad de su vida personal'Los batalla -.;;,;-J.'".',,.-

El fin de las identidades rcligiosas hererladas

asegurar,en este contextode cliseminacin de .Crno


una g

Estacuestin no concierre slo a los 13.ffS-e.Igg-o-lt*?--QlJl3?

-*'^n'*'*'*" os-Qrs. rcugr ^quere-'pr"t";*-o;fru6dieo'i!3!ales tBIn?.-s". srs


que toclaexperlellcla en cuyo interiorse supone sentido, -c.,;;,. cle -',: ._.-......-.:.,,.,--** ._,-.*.,-,'.*,...-..r-+*r humaua indiviclual y colectiva ellcuentrasu colretencla' en esl-eproceso lo esencialde su credibilidad' El 'pierglen **-' '"'i*Ts*dT'iiIque prolfico desarroll' d l5--rltctasq'";iliiili;-", --,,.-..,..,.,.1.-,,,...'-*"a-;#*-.a&

padrespreocupados por la educacin religiosade su prole, o a las institucionesque tratan de renovar su peclagogfa hacia las nuevasgeneraciorres cuyos comportamientos y expectativas las desconciertan. Se clirige tambin a los investigadores porquecondensa, de cierto modo, todos los aspectosdel devenir de las religiones histricaseu la modernidad. La "crisis" de Ia tra.nsnsin. De modo general, la transmisin regularde las instituciones y de los valoresde una generacin a otra es, para toda sociedad, la condicinde su surervivencia en el [iempo.En las sociedades tradicionales. ritualesde iniciacin marcan solemnemente la entrada de los jvenesen la comunidad cle los adultos,Al mismo tiernpo que estos ritos efectany significanla incorporacin socialy sirnblica de los nuevos iniciados en el'grupo, confiereu a los jvenes la responsabilidad de asegurar, a su vez! su continuidadde generacin en generacin, Entendamos bien, sin enbargo, que "continuidad" no significa"inrnutabilidad", Eu todaslas sociedades, la contiruidad se asegura siemple en y por el

pt*.qFxtg-:.,l.ew*o-ll"4-e'-es-creL"p.3$e"-3 J?-Js::gjg9*,'""
algo y de susprobletnas' a partirdel individuo recornDonet, -:.--.-'---* -,.. ".-'-'----,:,,.desentid-o' perdidos de estoiuiii"ersos

62

63

t:'.

cambio. Y este calnbio confrapone inevitablemente las nuevas genelaciones a las antiguas. De la Antigedad, en la cuela socializ.acin cle las jvenes generaciones con las y costuml)l'es lol'rnas garantiz.aclas por.la ar-rtoridad de los ancianos e l a o b j e f o d e u r au r i n u c i o s a vigilancia, se han c o n s e r v a dlo a sh u e l l a sp le , a r t i c u l a r m e ne n l o s e s c r i L oc sl el r s filsofosy de los Paclres de la Iglesia,de Ia quejarecurrente de las generaciones an{iguasante el relajauriento de las c o s l u n l b l ey sde la piedad . iel itlealcle d e l a sm sj v e n e s . . S la transnrisin.requiere que los hi.jos seanla perfectaimagen de los padres, es clalo clueningunasocieclacl lo ha alcanzaclo simplentente porque el cambio cultural no deja de .anrs, actlar, inclusoen las sociedades regiclas No lor la traclicin. Itay, en este senti(lo,tl-ansnrisiiin sin que haya al mismo tienrpo "crisisde tlansnisin". Etr nuestras socierlades, sin ernbargo, esta crisis cle la [ranstnisin ha cambiadoprofundarnente de naturaleza. Las separaciones identificables entre los universos culturatiltil las.. diferentes genefaciones ya no col.responden slo a los aJustes que hacennecesarios la innovacin y la adaptacin a
.*1*-F-----r:d!

la continuiclad de las generaciones ptq-1-1_gll..iiltern._ str (--::---*--,..--.* irnportancia, en provechode una sociatrilidad de la experiencia compartida, de la comunicacin direcfa,clel
't*--"'*-'-"

corlp,!9llllg...llllpt:t].1]..Igualmenre afecrados se ven la escuela, la univel'sidad, los rarf idos polticos,los sindjcatos, las iglesias. Pelo evidententette es la mrtacin de la familia, institLcinde socializaciOnpoi*"leial
i: .r":-J".,-*i..,_i-..r,*.-._.
t'"-n",q.uq

l^ q*

;r?

drrectarnente de.a aprLdceT-l aTrnplitudclesus i rtrplicaciones

" -Uea -"[ tnnto boclal'e s To*F'tlief e o, iJ

socilogos de la familia se dedicnnienosal anlisis clelos mecanisrnos cle la reproduccin de las funciones institucionales farniliares y de las relaciones entre los sexos que al de las relaciones entre indivicluos en el seno rle la familia. (l) Ellos han puestoen evidenciaal niisno tiempo el alcance social,cultul'aly siml_rlico de la clisyuncin que se establece, de naner.a cadavez ms clara ahora,entre Ios d i s p o s i t i v od se l a a l i a n z a y l o s d e l a f i l i a c i nq u e ,c o m o s e supone,rene el lnatrimonioclsico.La orghnizacin y la representacin de la continuidad de las gener-aciones se ven radicalmentetransforntadas. (2) Los socilogos de la educacin, por sr rarte,durantelargo tiernpo movidos en Francia por el anlisisde la reproduccinescolar de las desigualdades (3) han desplazado sociales, progr.esivaurente sus intereseshacia el estudio de la construccinde las identidades clelos jvenes,tomadosen universos socialesy culturalesdiferentes.(4) En estos mbitos diferentes -

Ias nuevas clrcrnstancias de la vida en sociedacl. Circiinsbrib eri vdictcriai''fia u uiis' i ;l el il ;l;r;;;'
en plolLrndrclad"i llsicientidades sociales, a la r.elacin con el mrido y a las capacidades de conunicacin de los individuos. Corlesponden a Lln reajuste global de las
.""-ri"d,. ...4:".:a,.x(j.(,,:!k

\***',*n.",

r.

rqarCq!li?fl,qig["9:..|o,s valores queponen en reladejuicio los *."". ":" ",,."""".,,*";,",,,,,;,",,,*,,*.",,.,.,"

sgl.:J:x:..."*-l*lvr=+*de-.Ia'...nne.n*o.-E,"-1.-Ta familiar, educativci ::,I':::l""i3,t etc.- se insiste cada vez ms sobre el


ca\j4"q las..i,id Jemhs,;;-{-ir-n 19i..,e.y,gIitivn. iJgpig"lpt t irra p., d.q ghq. n eip$,-99 fq$n etlqp,fl r| !-91m ,,, EJ"e_pJ,o"iI::i
::,.::l;Sr poneel acento sobr.e el carcrer dinmico de su 65

fundnmentos mismos ctel vfneulo soiai.-i;"lnliiiiirffi ,r ;

el hechode que lodaslas ilsl.ituciones en lascluese inscriba *"'''.".;'*"'" 64

,i,fr

f-onnacin, en funcin de las lelacionesconcretas en las cue los individuos e.stn irnplicados. Para captar la forma como se constituyerrahora las iclentidades leligiosas,no es meuos indispensable renovar los acercamientos clsicosa la translnisin religiosa. stos se ocupansobretbdo de evalualla eficacia de la transmisin en funcin del grado de conformidadcreyentey practicante de los hijos con relacina los padres:los hijos de padres prrar;ticantes soi pracLicantes? no Los hijos de pach-es practicantes siguensiendoellos mismoscreyenLes? etc. Las encuostas que se dedican a medir con nayor precisinestas separaclones entre padrese hijos hacenreferellcia,de modo nrso menosinrpllcito,a un modelode la socializacin que colocaa un Lransmisor activo,roseedor de un patrimonio de y de refelencias saberes religiosos, fLente a un destinatario pasivo o sen'ri-pasivo de Ia transmisin.El prilnero se esfuerza, con mayor o menor suerte, por transferir al segundotoda o parte de la herencia. Los datos l-ecabados hacenaparecer claramente las dificultades de la operacin, en un universo culturalen el que toda rroposicin religiosa sr: ve confrntada a una multiplicidad de ofertassimblicas diversas. Pa.ra hacerfrentea estacompgtencia y conjurarel alejnrrientode las jvenes generaciorlesr las instituciolres religiosal;se esfueLzan por poner a punto mtodos ms eficaces de contunicacin de su mensaje. Su xito es dudoso por lo menospc)rqueel desinters de los jvenescoincide, en pat'te al rnenos, colt la ducla manifestadapor la gr:neacinadulta en cuanto a lo bien fundado de [a transmisin reliiosa en un universocultural en el que las,,,, 66 -"'-'--A'-=:---'t'n'

vcz cada y...ssrri+ln4sr ts.ltgt9.l!.9n, l"llig,iql$ 1",":.igll:::


conservanla fe religiosa ettle las cualidadesitnitortarttes que hay que fomcntarentre los hijos. (5) Esto no significa ajenos a padres sean personaltnetlte que los urencionados

sii* ll Tf"*=gui;"a;_1,iv;,r*._S:le_."iitj{ Francia, slo el 47o clelos padres indivirluo y slo a .1..Pr1

[oda creencia,o pol' lo meros a todo cuestionauricltto

ico. P".o11...::-"::l:i1 iritualo metafs esp 1^ -p,".::_g Tlr..l,ilji


a asociada clecadauno, no estnecesarialnente como asunto
.t4,-, &,,.-..,,"^-,.,,,..d_!

r^-;;i"i.io''= de'iiiii,iiiiiir..ni"'i"ni"-. la'rriinte'biicacin


que se deja a los hijos" permite,en uu cietto nmero de casos,justificar la negativa,explcita o implcita, de los Iface eco una fe religio.sa. ellos nrisnros padresa transmitir al deseode los jvenesde poder oscogelsu religin (en tener alguna) en funcin de la tanto juzguen Irecesario con tal o cual tradicin afinidadque se sientepersonalmente y de los beneficios personales (particularmente de esperarse. Estademanda que cleella puedan psicolgicos) una "religin a escoger", que pone por delante la de un trayectode experienciapersonal)' ia autenticidad por la conformidad ms bien que Ia rreocupacin bsqueda pot una institucin, garantizadas leligiosas con las verdades es coherente con el advenilnientode una nrodsrnidad que implicapara dl hombreuna ciertaforma cle psicolgica pensarse a s mismo como individualidady de lrabajar lara personal, rnsall de toclaidentidad su identidad conquistar heredada o prescrita.

67

1.::

Ln constru.ccin ittdivirlualtle ln cotttittu.clacl crq,ente ,Si toclas las instituciones de socializacin tienendilicultad enfrentzu las imirlicaciones de estamutacin cultural,la rara

del pelmanente de la tradicineu futtcinde las cuestiones presente.(6) Esta elaboracincontinrade la iclentidad el la actividad por excelencia, se efect[ia, colectiva rcljSiqsa '---'-i'-r:
,.."*''i
-f -'**"*

^!li eIcaso lill9*Tg--o-'*"" "onT-o:n'rgg*d: l9-Tll1-ll


c()llll)rolnete lo que esta en el pnnclpro mlsmo oe su
' ..i1 .;:::.:i::,.::.:. .;.:....". j. :j..r;-.;.tr;j:3-'r- "--*.1'*" =sji-":{F

las irrsiitrciones religiosascuanto que la"-t.ariit"is?li"'-

en traer a la memoriat(Um1r-9jj1R.,,. 'i'ituai sfueconsisle el porvenir' y contiene al presente sirto floo'ijue?-un


'i**----**-.,-,

,"/"*l'r.

funda, Totla religin implica, en efecio, una rnovilizacin

l; ;' ;;i,;;'"C ";i,i.i;,,' "',i"iii,r ;;;"d


..' niji:.r 'Lr,r!:,. r''.-,'

en solaulente no consiste la transmisin En etaprspectiva, de tlna el pasode un contenidodado tle creencias asegurar generacin a otra, al mismo tiernpoque se conformaa los y valoresde la cleacuerdocon las nornlas nuevosmiembros en que se confulldecon el proceso En la meclida comunidad. de esta"cadenade metnoria",a paltil de la de elaboracin se realizacomo grupo leligioso, la cual un grupo cre)/ellte es el movimientomismo por el que la religfiio transmisin

rtfr.?'i.o cle ia memorin colectiva. Esta rnemoria colectiva


es dada en las .sociedades tradicionalos, cuyo universo estpor conrpleto estl'ucturado por un simblico-religioso conjunto de mitos, que dan cuentaa la vez del origen del mundo ), del origen del grupo. La memoria toda est contenida en las estructuras, la organizacin, el lenguaje, las prcticas cotidianas de las socieclades por la r-egit.las tradicin. En el casode las sociedades en las cliferenciadas, que prevalecen religiones firndadas que clan origen a cornunidades de fe, la rnenroria leiigiosa colectiva se convierteen la apuesta de una reelalloracin permanente, que el pasado cJe tal suerte inaugurado torel aconteciuriento histrico de la fundacinpueclaser aprehendido en todo m()merlto como una totalidadde setticlo. En la medicla en que se supore que tocla la significacin de la experiencia del presenleest contenida(al nrenospotencialmente) en el acontecimientofundador, el pasado queda constituido sinrblicamente como una referencia inmutable. En relacin constante con este pasado,los creyentes se constiluyen en un grupo "r'eligioso" y ntantener al suscitar la creencia en la

cmoti a ravs del tiempo:es la ftrndacin s" Ciiiiiruye

tt'e'n*}l#r'e!g:dlr

cdst

v4rtu'-"'-;u'u'*'.@-'su

;ffi ;^'*44&*"r:s ;ffi ffi'ffi"#UHt",ffiiHT"itsffi


y prctica de un simblica la construccin Al evocar l*"::!lgi'gl9-""::ly "linaiecreyenre", se poneen eviclencia es Con todaexactitud y memoria. queexiste religin entre
' q:{!t}--d$.qq$ts4Ers?ree,e\+k'u&!L ,4. en este nuG"-lillileluede aiiiiise -si decididalnentese

el trmino- el nudo de la "crisis cle la insisteen mantener que transmisin"subrayadapor todas las observaciones versansobrela relacincle los jvenescon la religin.En efecto. las sociedadesmodernas son cada vez )enos Por el contrario,estngobernadas' de mernoria. sociedades
@@d'.d

dtrorg\1.g.3-gg*g_*i:-'*.ryJi9".etu-p-e{.eJ*r-mnel
L!{dids.4.r-:

Pororrap.ar.g,,;J,gi.t3T,9nte=p".gLqyl*e__ll_n inmectiaro.
se de la tradicin obiigada de la memoria a ronperla cad
{Jirjia..f!:: rt:.

continuidncl dellinnje deloscreyentes, tleuntralrnjo a costa


de renemoracin que es tambin una re-interpretacin 68

que el'igen de cambio, en societlades hanconveilic]-d" - ln

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proceso de liberacin, llevadoal llnite,ha Droduciclo la des'^-"-.^'-,-,*,..--*........-.--* .---:..___._.-__.. -___. estructuracin y la atolnizacin de la memoriacolectiva., a

consistecn la irnpotenciacrecieutepala dar funclamenLal para el vida a una menroriacolectivaportadorade senticlo y de orientaciones parael :orvenir. presente sucede entonces con la problelntica leligiosade ,Qu cleyente? relnenclones la continuidad Cmo los creyentes y cxpectativas que cornponen, a partir de sus expeliencias que personales, sus requeos sistema.s de significaciones dan un sentido a su existencia,pueden ser llevados a en la continuidad reivindicalsu insercin de un gran linaje dicho de otra manela,quo cstas creyente? Es irnaginable, creencias esparciclas se organiceu cleun rnodoreligioso,y .si a e.stas cuestiones se es asf, de qu formas?I-a lespuesta po:la va de una exploracin eucuentra, probablernente, de que construyen la experiencia clelos indii,iduos su identiclacl reiigiosa en funcin de los in{.ereses, disposicionesy que ponen en juego en situaciones aspiraciones concrelas. (8) Eu el rnbitode Ia religill conroen oh'os,la capacidad del individuopara elabolarsu propio universode normasy de valores a partir de su experienciasingular tiende a imponerse, corno ya se ha visto, ms all de los esfucrzos

u"':.*4:ilrq+pseel-q^i'ffi:$-pjsieiiurqa[t"*lti
por consecuencia, de repr.esentaLse su porvenir.Las grancJes e.scansrorles fernporales que rnarcaban el .itmode la vida de las sociedades pre-modelnas se han bolraclo bajo la presin de un presenl.e cada vez ntspresente. Al nlismo liempo que el\ - arlvenimie-njp de la cornunicaci" p;;;l;,"0,i;;i; -*,*:,-.-,: r,'r':;,r"':."."
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densidaclhistrica Je' iii''oiiieiiTii ii" .ru;' rni.lno "ii hacedesfilaren un flujo irrinter.rurnpido y hrnogiro, t t:,':i lli:"ng" d es comp os i ci n e cl I as cs tru c tu rasii;i,i i; -_q,
de ta conhuuldacl se agravacon el seutimiento, en grall' dredidacornpartido, de la complejidad dcl rnun_d_g_preg-et--G. std, iiit"dird' l-pidi cln-cG*lamJmi:i tuy" un | "onr,, obstculoa la movilizacininraginaria clel pasadopara la invencirin del porvenir,tantode acuerdo con el moclelo clela lepeticintladicionalconto con el de la utopa. En todoslos mbitos, la previsibilidad de las evolucionesretrocede, paradjicarnente, a meclidaque aumentanlas capacidades cognitivas y {.cnicas de actuar sobreellas.Estecontextode

,,enlos dioses sociedades no tantoa la creencia v en los


\4ra&arre,-*:rvr?kr6{rdrr.:4s.rRYhqE-r.sl&rI1i,,e,ir.iu,,dt|trur."r,,",,.,, ..*..,,1,"

'l" u.llggillli:l.'}1,9 reguladores de las instituciones. Los creyentesrnodernos pre$s!.ej.e, d .ilg, iE, c.el-p.-a.s.ad"'; ";;;;td;d "dcrecho que reivindicansu al renriendo" al rnismotietnro qg,qq[.a$ "o,{{l,1liIX,,""f,gl.",f,HHre-*e"qlem",,ls.,..il+iF.np,'i,..,,dF'
cl de "escogelsus clcellqias",I-lastalcls ms oonvcncidos de, y los msinteresados por, una confesin partioulalhacelt valer su derecho personal a la bsqueda de la verdad.Todos son llevaclos a crea[ ellos mi.smos la relacincon el linaie cl'evonte en ei oue sc reconocen. cuanto a la manerapropiamente religiosade
r1'44"4q'4r. .*, ".,,,, .,,.., ,.._,,.;,,

c;rber en ello, consistente en apoyarla creencia sobrela

11

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que, se cornprende Si uno se colocnen estaperspecti\/a, para captarel xito o el fracasode la transnlisin religiosa, ya no es posiblecontentarse, con lnedir los desllazamientos y las torsionesque hacen sufi-ira la herenciaaqullos a precisamente porque las cuienes ies ha sido transmitida, ya no puedenser consideradas como identidacles religiosas que la herencia iclentidacles heredadas, inclusosi se aclurite Los individuosconstruyen siemprees modificacla, su propia identidrd a partir de los divelsos recursos socio-religiosa puesiosa su disposicin, y/o a los cnales pueden simblicos teneracceso experiencias en las en funcinde las diferentes c1r.re esl.nimplicaclos. La identidad se analiza conro el resultado,siempre precario y susceptible de volver a ser cuestionado,de una tray6ocle identificacin qtte se Estastrayectorias de identificacin no lealizaen la duracin. son slclrecorridos implicanigualmente todo lo de creencia; que conformala sustancia pertenencias del creer:prcticas, vividas, formas de concebir el mundo y de inscribirse activamente en las diferentes esferas de accin que lo constituyen, por una parte,las etc. Su orientacin cristaliza, y aspiraciones disrosiciones, .intereses de los indivicluos; pero es igualmente dependiente de las condiciones objetivas -institucionales, polticas, sociales, econnricas, culturalesen el senode las cuales se despliegan estos recorridos. Poner al da los diferentes encadenamientos a travsde los cuales y se stabiliz4 se establece, eventualmente el se re-elabora vrllculo de los sujetos con un linaje creyenteparticular

funcinde las intervenciones externas (en prinrerlugar, las de las instancias clesocializacin que desauollauy adaptan estrategias de tlansmisin) y los factoresligadosal entorno nr,il en el que el procesose despliega. Pero entonces el p a r t ed e l i n d i v i d u o , anlisis y n o d e l a i n s t i t u c i n , C m o ,' '

entsqsq,..,l"q {ppr9f.el}le9l9t_p-ql-q-c,t!ya--de-l .9sLl'r!I!_:{:]


linaje,as como su realizacin social,puedenseguirestando
" "t'.**-,*,"qy'*@d----+.--j-i--*;',-':--**-***

aseguradas-t-tmVS-de la subjetivizacin de los r.ecorriclos / y la pluralizacin creyentes de los procesos cleconstruccin\'


interrogacin no slo destaca el posible eje de una
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Las dimensiones de la identificacin

soci-ol oga de Ia transmi;] Ol l:gli giglij .p,lgf.l_"--:.9 ll,ft !.'_i" l,/ "

El desarrollo de esteacercamiento irnplicaque se adquieran herramientas que pelniitanponer orden en la diveLsidad de recorridos de identificacin que ofrece la observacin ernpricacle Ia escenareligiosa.Vano sera irnaginarque esta puesta en orclen pudiera surgir comlletatnente terminada con el inventariode las sifuaciones singulares. El nrencionado inventario se tornara, por otra parte, interminable debidoal avancemismo de la diseminacin de las creencias. Los elementos que siguen deben ser considerados como una especiede marco, construido a partir de las observaciones realizadassobre diferentes ferrenos, princirahnente franceses y catlicos, en el cursocle

queseprofundice inrplioa, pues el estudio delasrelaciones (la que entr delcteer corresponde al l dinmjca interna
desal'rollode la experienciaindividual y/o colectiva),la 12

los riltimo,s y queconciernen aos, prticularmcntc a lns pfcticas catequfstieas, a los gruposcarismticos y
"comunidades nuevas", a las grandesconcentraciones de

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j.::

jvencs, n los movilniontos cle lenovacin espiritual y a los fennlcnos de manifestaciollesneo-tlacliqionalistas, reactivaraquf los resultados etc, No se pretende c<lnversin, lealizadassobre cada uno de estos exf.etrsivas de enclrestas asuntos. h4s bien se lra trabajado,etl esta rnateria, a la de petrleo que maner de los que realizarl prospecciones al exauren "extraccionesde tnuestra",dedicndose el'ectan "tomadas" y lrinucioso de las situacionesotrservadas, que permitenplantear significativas, tratadascolno mqestras Se volverde de mayol profundidad. pala trabajos hiptesis de esta obra, sobre fonna ms ptecisa,en la continuacin algunos cle estos trabajos: tetellSalnosde ellos aqu que es l mismo precisadoy solatnenteel eje orgarrizador, colectivasque vetsansobre afinado en el seno de etnpresas las identidaclesreligiosas en Europa (9) y sobre la retigiosidadde los jr'enes europeos,(10) as cotno al rcalizadascotl otl'os cortactocon ottas investigaciones se mtodos.(11) Al trmino de esta primeraexploracin, puedb formular la triptesisde clue los procesos de modernas sociedades religiosa elt ntlestras identifica.cir pasan por la libre combinacinde cuatro dimensiones ya institucional que la regulacin tpicasde la identificacin,

por ejemplo,de estalcircullcidado, o dc estal. bautizaclo, cle practicar fielnlente los cinco pilar.esdel islarn, cle haber buscado refugio en el buclismo, o tambitr de habersuscrito las obligaciones imruestas pat'aserreconociclo como aclepto cual movintiento religioso. Estas mismas definiciones cornunitarias pueden ser ms o menos extensivaso m.s o ntenos intcnsivas,segn que, porejemplo,se esten presencia de un gr.uro cletipo "iglesia,', que fija obligaciones mnimasa sus fieles,o de tipo "secta", que itnpone al nuevo uriernbroun carnbio raclicalde su proria vida. Sea cle ello [o que fuere, aceptaro no el sornetelse a estas obligaciones consLituye un [asgo discriminante de la identificacin. Una segundadimensines la de la aceptacirr por el individuo de los vrloresligaclos al mensaje religioso transnritido por una tradicinparticular (ya seala "traclicin Iarga" de las grancles religioneshistricas, o la "tr.adicin corta" de los nuevosgruposo movinientos, legitirnacla ella mismacon frecuencia por el lecut'so inraginario a un ar.raigo rrrslejano). Estadinrctin tica de la identificacinresulta estar, cada vez con mayor frecuencia,disociada de Ia en tal o

ve menos, cada o lo hace n0articule,


La primera de estas dimensioneses la dinrcnstt socialesy Se refiere al conjunto de las seales conmnita.ria. simblicas que clefinenlas fronterasdel grupo religioso y pernritetr distinguirentre"los que son de ah" y "los que no '. son de ahf Esta ditnensin comunitaria remite a la e[ hecho, definicin formal y prctica de las pertenencias:
I4

precedente, Los valores del nrensa.je, inseparables del


alcance universal que al lrrisrnotiernpo se le Leconoce, objeto cle apropiacin sin implicar necesariamente I peltenencia a una comunidacJ de fieles claramente identificada. De estamatlera, se puedereconocer en los Evangelios la expresin ms elevada de una ticadel amor a la que uno se adhieresill reivindicar,o inchrso rregndola, la pertenencia a una iglesiacristiana cualquiera, pueden ser

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IJna tercera dirnensin de la identificacin es la el coniuntode los elenientos staabarca culttu'al. rlimensin c;ognitivos,simblicos y prcticos que .constituyenel cle una tladicin particular':la doctrina, los latr'irnonio 'los las prcticasy saberesy sus intelpretaciones, libros, clelgrupo, rituales,la historia-sabia o legendariaccligog seclimentados y tnodosclepensamiettto las represetttaciones en las prcticas cle las comunidacles,los hbitos etc', sexuales,teraptt[icos, alimentarios,indunientarios, al a[te' a las asociadosal sistema de las ct'eencias, a los conocimientoscientficos esitticas, proclucciones etc. Esta en conexircon estas creencias, clesarrollados climensincul[ural, cuya riqueza y valiedad nrarcan el arraigo de tlna tradicin en la lalga duracin,igualniente como "bien comitn puedeser ahoraobjeto de apropiacill, cultulal", sin irnplicar, o cada \/ez lnenos' la adhesin que ha producidoesfe personalal sistemade las creencias y de smbolos.Se pueden patrirnoniode conocimientos sin definirse judas" o "racescristianas" reivindicar"races de particular, ni como cleyente como fiel de una comunidad a este patrimoniocultural una fe'cualquiela.La referencia constituyeun indicadorde idenridadque ya no incorpora a un grupo religiosoidentificable al interesaclo directamente ticos ni conrportanrientos y tampocole impone elecciones especficos. Una cuarta climensir cle la identificacin es la dimensin emocional, que se tefiere a la experiencia

"frsin de las conciencias" o

"la elnocin de las

profrrrrdidacles" de las qLre Durkheim ha hecho , en l-e.r Forntes lnentairesde la vie religieuse,el resortepr.inrer.o y firndador de la experiencia religiosa. (12) El hechonuevo, en las sociedades nrodernas, es que estaclida experiencia que ploduceel sentimiento colectivodel "nosotros"resulta yez cada menosde la pertenencia que asegria, comLnitaria a fravs del ciclc de las fiestas,su reac(ivacinl.egular. Cottstiluye de manera cada vez ms frecuente particularmente entre los jvenes- el mourerto en que se anuda una experiencia elementalde comLni1l colecliva, eventrahnente suscertible cleestabilizarse bajo la folma de una identificacin comunitar-ia. Las grandes concentraciones que atlaen a millares de jvenes cistianos (catlicos o protestantes), el considerablexito de los encuenlros organizados por la comr-nidad de Taiz sou buenos ejenrplos de esta prioridad que corresronde a socio-religiosas entrelos.jvenes. Estas identicladesse construyen colno confesionales cuando la identificacina una tradicin r-eligiosa patticular implica la aceptacin de las condiciones de identidad (comunitarias, ticas,culturalesy emocionales) frjadas-o al menos delimitaclaspor la institucinque se presentacomo gar-ante de las nrismas.En este caso -durante lar.gotienrpo el ms cornn-la articulacin de estascuatro dinrensrones est legulada por la institucin misrna, Bs ella en particular l0 que lsgtra, al menos ilealmente, el nranteninrientode un la iclentificacin emocional en la fornracin de las identidarjes

de el sentirnient a la identificci6n: as0ciaclt al'ectiva 16

11

que colocana estas equilibrioentre las lgicascontradictot'ias entres. en tensin dimensiones La pritnet'a tensin es la que se establece entre la dimensin comunitaria y la tica. La referencia a Ia que acta y de la singularidad de la universalidad dialctica esle ilustrar permitir en las grandesleligiones universales se leligiones universales punto. Por un lado, las grancles ostentarl como detentadorastle un rnensajecuyo alcance a la humallidad tico concielne, al tnenos potencialmente, entera y a c.adahombre en particular' Pero por el otro, que hcende la posesin renena susfielesen comunidades plesentedel nensaje el signo cle una eleccin al mismo En el judasmo, tiernpoque el principio de uua separacin' la tensin ss sita, pol ull lado, entre el horizonte escatolgicoque ver el curnplimientoutliversalde la Tor y, por el otl'o,el hechode que,en el tiempode la historia,la al pueblo mediador que lfor es entregadaexclusivamente que la ley de No se impone es el pueblojudo (mientt'as desdeahora a todos los hornbles).Esta tensinestpresente en los debatesque ataen a la articulacin evidefitemente cntre la nacin .juda y el pueblo judo. La dialctica

ten'estre de la comunidadcreyente. En el islanr,el Corn insistede manerarepetitivaen el hechode tlue el libro ha sido dado en lengua rabe "clara", "sin complicaciones". Pero todos los libros l'evelados atrterioles(la Tor, ios Sahnos, el Evangelio), as cono el Corn mismo que es el Liblo por excelencia, estninscritos "una tallillafiel" sobl'e (o "bien protegida")(14): la exgesis ve en csra tabla la matriz de las palabras divinas,dc la que han "descendido" los libros atribuidos a los difelentes profetasa calgo de la conversinde los pueblos,y que se dirigen a stosen su propia lengua. La corlespondencia elltreel libro "clearriba" y los libros "de abajo"constituye, en el conteito lnusulmn, uua articulacin esencial de las relaciones el)tre la universalidacldel rnensaje y comunidades creyenlgs. Si se lleva hasta cl Irnite esta tensin entre la universalidadtica del mensaje y la singularidad de identidadde la cornunidad, diclio de otra manera,si cada polo cobra autonoma en relacin con su opueslo, la referenciaexclusiva a uno de los trminos hace que la construccin de identidad pierda sus propiedades ta singularidad clc las

queaseguta a la nQ"' del "yanll"y del"todavfa criatiana


de las relacionesde la Iglesia (la vez Ia arl-iculacin con el Reino de la comunidadde los creyentes) actualidacl (13) y las de del mensaje), (la realizacin ltima y universal ta Iglesia coll el mundo vuelve a articularsobreel terrenode la historia-pero en los uuevostrminosde la conversin entrela la tensinirreducible ofrecidaa todos los lrombresescatolgicadel mensaje y la afirmacin universalidacl 18

propianente religiosas de identificasin eon un linoje creyente. Asf, el repliegue sobre sf urisrno que puede
acarrea[ una soble-valoracin de la singLrlalidad comunitalia tiende a vaciar cie su contenidoa la representacin de la plesencia del linaje a tlavsdel tiempo y del espacio. Pero en sentidoinverso, la clisolucin propiasdel de las cl'eencias grupo en un sistema de valoresuniversahnente compar.tidos no determina otra identidadcomunitaria que la que dimana

19

y no pLrede fundat', htlrnana, a la especie ile la pertenencia creyente p0r este concepto, la pertenenciaa un linaje es La funcin cle la regulacininstitucional identificable. la cle lnantenelel eqrrilibrioentre estasdos precisarnente a dos modosde "salidade cJe huidaque correspouden lneas la relilin": por encierro comuuitarioPor tlna parte, pol' n t i c ap o r l a o t r a( 1 5 ) . universalizaci Pero estaprimela tensinse cruza con otra, de la que es institucional: la regulacin cargoiguahnente debehacerse -que la que se estableceentre la dimensin emocional y afectiva sensitrle innlediata, a la experierlcia corresponde cultural que pernritea y la dirnensin de Ia ide.ntificacinanclat'seen la continuiclad instantnea esta exreriencia es cjecir,de una cle una tnelroria autorizada, legitimadora tladicin.La furcindel rito religiosoes la de vincular la coll la conrnital'ia la reLnin emocincolectivaque suscita justifica qrre de nrernot'ia de la cadena controlada evocacin de los La discciacin misma de la comunidad. la existencia dos poios, el emocional y el cultulal, entre los que se propiamente la especificiclad estatensinsltprirne establece afectivodel ertreel sentimiento leligiosa cle la asociacin describirse (lo que en tl'niinos de Durkheimpcldr'a nosotros en uia y la inscripcin conola "exreliencia de lo sagrado") "clida" que transfonna estaexperiencia colectiva, rnemoria del tienrro fundador del linaje. Del lado en annnesis ernocional,queda la posibilidaclde que se expreseuna de la filsin creencia sin tradicin,vivida en la inmediatez comunitaria; del laclocultural,la memoriacolectivapierde colno un patrirnoniode su carcteractivo y se constituye 80 que ya no activaa rr'a recuerdos cfeenciaconli:ya no es ms qtre una tradioiirsin creer. En lob dos casos se da iguahnente una "salidade la r.eligin".

N COMTINITARIO
(indicadores de lo particular,de lo local, de lo singular)

o
EMOCIONAL

E CULTURAL

(concienciaafectivadel nosotros) (memoriadel grupo, saberes y saberhacer)

ETICO
(valores universales c,o n c i e n c i a individual)

S Para wta cartografa de las trayectrias cle identificacin La institucinasegura, en principio,la regulacinrle esfas tensiones colocndolas bajo el control de un poder., diversamente legitimado segn las diferentestradiciones religiosas. Peroqusucecle cuanclo la caracidad reguladora de las institucioneses puesta en tela de juicio por Ia capacidad autnoma de los individuos de rechazar las identidades "llave en mano" para construirellos mismos,a partir de la diversidad de sus experiencias, su propio recorrido de identificacinl La primera observacinque se impone es la de lo fcil que ha llegadoa ser, hoy en dfa, "salir de la religin", La religin, que ya no clefine lns formasdel vfnculosocialy de la organizacin polfticad las sociedades laicizadas, tampocoplescribe ya a los individuos

B1

identidacles sociales ilalienables. stos

abandonan

soporte a

reorganizacionesdc

idcnticlad precar-ias,

colnnrnente [a identidadreligiosaque les lta sido dada en eligen,ya herencia, ),a pala adoptarotra que cllos rnistnos poblacin de los que se para reunirse cor la ct'eciente definencouro "sin religin". La plimera utilizacinposible es la de ayudara identificar de anlisis de estahenamienta de estas"salidas",segu la divelsidadde las Inodalidades (en el los diferenles escenariosde la des-contposicin de las etr el que se hablaen fsicade "cotnposicin" senticlo clela leligiosas.La "estetizacin" fuerzas)clelas icienticlacles referencia a la tradicin religiosa, su absorcin en un que prescindecle toda invocacin a burnanismosecular. cualquier fuente religiosa de los valores, la cle la tnica o poltica de los srnbolos instrun'rentalizacin la pula bsquedade los estaclos identidad con.runitaria, de Ia a la intensificacin asociados de conciencia alterados expeliencia religiosa, etc. constituyenotras [alltas manel'as el linajecreyente. de abandonar pueden igualmente Pero las cosaslro se detienenal.r: de identidad ms o menos intervenir recomrosiciones a por una parte porquelos individuospreselvan compltas, que rrrenudo algr:-aunque seauna piaca-de las identidades han abandouado o de las que janrs han tomadoposesin y por otra patte pofque su "salida religiosa"se realmente, posteriormente, ser o porguepuecle, revelaconlo incompleta puestanuevamente en tela de juicio. La retiradareligiosa puedecoexistit', en el lnistnoindividuo,con la msexplcil.a preservacin, ms o lnenos cotlsciente,de adheencias (corrrunitarias, culturales,ticas, afectivas)que sirven de 82

transfornrables o transportables eu cltrosregistrosdel'creer, El hechoha sido abundanternente a propsitode subrayado 'lnilitantes" que los han pasadode la ms intensade las convicciones confesionales al ms activo de los comprornisos polticos. Pero se pueclen ampliar estas observaciones al conjunto de los lecorliclosefectuados por sujetos creyentes"liberaclos"de los constreimientos de Ia pertenencia a una institucin. Se puedeentonces adelantar la hiptesis de que cada una de las climensionesde identificacin puede,en la n'redida en que ha llegadoa ser relativamente autnoma en relacill a todas las derns, convertirse ella misnaen el eje de una posibleconstruccin o reconstruccin de la identidadreligiosa.La experier.rcia emocional, Ia nccesidadde integracincomunitaria,el cuiclado por preservar los tesoros la de una culturareligiosa, movilizacintica:las experiencias que actanen cadauno de estosregistros puedenconstituirel lunto de partidade una elaboracin de iclentidad singular,a la que "colorean" de forura particular. Los relatos de conversin a las diferentes grandes religiones ofrecen una constt'ucciones que los materia particularmente rica para identificarla diversidadde estas interesados establecon progresivamente, a partil de una experiencia privilegiada que cataliza, en funcin de su dinmica propia, la reorganizacin o la combinacin de las otrasdimensiones de la identidadreligiosa,Para alguno,la participacin fortuita en una reuninde jvenes particularmente es el entusiasta punto de partidade la integracin a un grupo,en cuyo seno adquiere progresivalnente jlara otro, es una culturareligiosa;

83

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| el descubrimientode las solidaridadesvividas en el comprotniso humanitario el qtle inicia tln recor'ido espiritualy couducea la afiliacin conunitaria;para ott'o estticaasociadaal descubrimiento ms, nna exreriencia religiosa particulat inaugula ttn cultural de una t'adicin compl'omiso comunitalio, etc, En cada caso, la varaen funcin invocado tJellinaje creyente representacin de la que lian jalonaclola trayectoria de.las experiencias irJentificacin. La que se realiza a paltir del polo comrnitario-ligada pol ejemplo con la voluntad de manifesta,en un colttexto de pluralizacinreligiosa y cultural, la "autenticidad" de unA tradicin religiosa iurplica una fonna nruy distinta de activar la luacionalque la que procedede la culturalde la identidacl dirnensin El reivindicacinde una identidad tica universalizada. para y catlica francesa que afirma una identidacl inclividuo del islam en Francia no marcar. su rechazoa la ptesencia inr,ca e.i mismo patrimonio del cristianismo qtle el . que quieredar testimonio humanos militantede los clerechos al Se comprende, del anaigo clistiano de estosderechos. mismo tienlpo, que las trayectoriasindividuales no se diversifican al infinito: se inscriben en lgicas que posibles de las courbinaciones corre.sponden a las dil'erentes que de la identidadreligiosa,combinaciones dirnensiones disean, er el seno misnro de cada tradicin, una En el seno religiosasposilrles. constelacin de identidades estadiversidadpuededar lugar a de una misma traclicin, a partir del muchos conflictos, colno es de irnaginarse, de iu tftulo en que se priva a las instituciones lulomellto 84

..

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exclusivo paradefinir el per'filoficial de identidacl en el cual los fieles,como se supone, cleben reconocerse. De algunas modalklades de la identificacin con el cristianismoentre losjvenes Se puede ir ms lejos y diseardesdeahora,a partir.cie estoselementos,'una primeracartografa clelas trayectorias posiblesde la identificacin? Para hacerloserian-ente sera necesario podel activaruna rnasa consiclerable de encuestas que tonen en cuentael conjuntode las lradiciones y de los universos religiosos. Lo nico que se puedeproponeraqu es la ilustracin de algunos tipos de perfiles religiosos identificables.stos se destacan cuanclo clos de las dimensiones se articulanpala formar un eje privilegiadode "satelizando", identificacn, si aspuededecirse, a las otras dimensiones de la identidadreligiosa.Estudiosde eampo realizadoscon diferentespoblacionesde jvenes han as permitido identificar varios recorridos tpicos de identificacin -seis en con el cristiarismo. Estos recorridos total- no terminan automticamente, ni con rnrcho,en la

afinnacin de una identidad conforme con los criterios requeridos por la institucineclesistica, corno tampocoen nna integracin cclmunitariasusceptiblede asegurar la estabilizacin definitiva de las referencias religiosasa las que recurrenlos interesaclos. Esta es la razn por Ia que se prefierehablarde "identificacin con el cristianismo", ms bien que de "identjficacin con el catolicismo", aunquelos jvenesen cuestin hayansalido,en su gran mayorfn,de un medio catlico.La fnnula es vaga: permite preser.var la fluidez de las trayectorias y de las afiliaciones que

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cleterlninan.Dc todas forlnas, los "tipos" eventuahrlente aquf no son la fotografa de los recorridos presentaclos de constituyen observados: clit'ectamente luntos individuales y combinndose etttre los cualesse desarrollan, refereucia hacindose ms compleios, los lecorridos seguidos por los individttos' efectivamente El prirnero cleestostipos puedeser ilustradoa partir de con jvenes peregrinosde regresode un estudio efectuaclo en Polonia, en donde tuvieron lugar, en Czestochowa, que Mundialesde la Juventud, agostode 199l, las Jornadas renon carJados aos, en torno al Papa, a centenasde millaresde jvenes venidosdel mundo enteto' (16) Entre estosjvenes que convergenen un solo lugar, a pie, en en condicionesa menudo autobso en tren, y se reagl'upan por ellos colno muy (pero experitnentadas muy espartanas percibido como excitantes) para vivir un aconteoitniento -ni por las siquieralos reclutados no todos excepcional, perfiles juveniles-presentan panoquiasy los movimientos de jvenes catlicos que se identifican claramentecotno tales. Entre los que reivindicanuna identidadconfesional a la fiestapor el placerde y los que se asocian incontestable se encuentra c0mpartircon otrosun momentode intensidad, ms o nlenos c,:istianas una va$ta escala de referencias ms o menos espirituales y de bsquedas interrogativas y la exaltacin explicitadas como tales. El entusiasn-ro coiectiva ploducidos por [a amplitud misma de la conceutracinconstituyen,para algunos de los menos religiosa el fesorteprincipalde una identificacin definidos, por el trmino!) qumico del "precipitada"(en el sentido

"All, yo nte sent catlico". Entl'evistas acontecinriento: ms detalladas realizadas a ulla decena de jvenes peregrinos, a algunas semanas de distancia del aconteciurie.nto, revelaron culr voltii poda ser esta identificacin,cualesquiera que htrbieransido, por otra parte, Ios esfuerzosdel nrarco eclesisticopor transfontrar estagigantesca peregrinacin clela juventuden un prograrna acelerado de socializacin (17) Pero en con el catolicismo. la mayor parte cle los casos seguiclos, el resultadode la experiencia ha sido el de iloclucir nranifestaciones ms o menos durables de un cri.rfia.n.isttto afecti.tto que se constitul,e,se activa o se l'eactiva por intensificacin elnocionaldel sentinriento de perterrencia conrunitaria. La lepeticinposiblede estas expeliencias, revividas a vecesen reuniones sucesivas de las Ji\4Jo reanucladas en otros tiros de reuniones, puedecontribuir a lrestabilizacin de estos (. 18) recorridos Un seguudo tipo de identificacilt se establece sobreel eje que enlazalas dirnensiolles culturaly comunitaria de la identificacin. Se cristaliza, bajo su forma rnsextrerna, en un cristanistno patrim.onial que conjugala concicncia de la pertenencia y la clela posesin conurnitaria de una herencia cultural, la que establece una sollaracin racJical entro el grupo de "herederos"y "los otros". Las corrientesneotradicionalistas que preparafon activarnente la conmernoracin del bautismode Clodoveo,en septiernbre d e 1 9 9 6 ,r e i v i n d i c a b aln a c o i n c i d e n c ie an t r eu n a d e f i n i c i n cultulalmente linritada de la identidaclcatlica y una de.finicin religiosanrenterestringida de la identidad

B6

87

):. Iln una Franciaque ha llegadoa ser multi-cttltural francesa. un ejemplo han aportado cotlientes clichas y rnulti-religiosa, particularrnente apoyado ell las lgicas ideolgicas sobre la base de esta sobrede clesarrollarse susceptibles valorizacin do la climensincultural y nacional de la se volveral temade la Ulteriornerte religiosa. pertenencia al mismo fenmenos, socialy polticade estos significacin tiempo que al rJe las dificultadesclel episcopadopara contrarrestar o por los menos para conlrolar estas en estoes la capacidad El punto interesante manifestaciones, de cristalizacinde identidadque puedenasumit ciertas o no cle la visibilidadcatlica(reguladas manifestaciones entre jvenes de por la institucin), rarticularmente stosa menudosienten ms bien conset'vadora, orientacin repugnanciapor un compromisopoltico explcito, pero el lenguajesimblico encuentlanen estaslnanifestaciones de esta d e s u r e l a c i n c o n e l I n u n d o .L a e x p l o r a c i n configuracin se ha hecho gracias al caso de jr'enes que cle provenientesde fallrilias catlicas tradicionales, f'amiliar de estaherencia desligados buenaganase declaran y ajenos a toda prctica, y que, no obstante,se han de un viaje del en la preparacin comprometidoactivatnente de un acontecimiento Papao se lian movilizadocon ocasin (peregrinaje mariano,celebracin de devocinexcepcional de rn alto lugar religioso,etc.). Al profundizarcon los interesadoslas razones de un comproniso ms bien se ha puesto de nlanifiestoque la identidad inesperado, catlica as reivindicada no corresponda ni a tlll la birsqueda de un "entre nosotros"socialy culturalque los inleresados aspirana preservaly al que consiclelan como portadcir de los valores con los que se declnran vinculados. Un terce'tipo de identificacin religiosa emerge clel encLrentro de las dimelisiores emocionaly tica, que se conjugan en la expresinde un cristianismo hunl.anitario, sensible antetodo a la injusticiade un muncloqLre multiplica a y a:ela, Ios excluidos como respuesta, a la caridadactivade los individuos. Los jvenesque se novilizanen el selio de asociaciones hurnanitalias ponen en juego, en esta n'risma accin, sr iclentificacin religiosa personal, Son representativos de una tendencia, con fuelte presenciaen el conjuntode la juventud,a privilegiarlas acciones concretas ms bien que al compromisomilitante.Su sensibilidad es generahnente a-poltica, anti-poltica incluso.Su palabrade orclen es la de "actuar dondese puede",dejndse llevar ante todo por sentimienfos de cornpasin y cle solidzu idad individual, Pocoimporta,a susojos,que la organizacin a la cual deciden consagrar una partede su tiempoy de su energa (cornoel Auxilio Catlico o tengauna referencia confesional el Ejrcito de Salvacin) o no (como los Comedor-es de Beneficencia).La identificacin religiosa opera sobre el terrenode la accin,en el que valoresreconocidos como religiosos pueden ser puestos en ejecucin concretamente. Las iniciativas de cooperacin con pases en vas de desarrollo,a travsde pequeas realizaciones de trabajo cle can'po que movilizan,por intermedincin de las capellanas de liceos o de universidades, grupos de jvenes cuya identidad confesional es a menudomuy incierta,constituyen 89

a unaconviccin ni siquiera ticopartieular, comproriliso


antetodo sino que expresaba conslituida, realrnente creyente

B8

,Fi!

de esta forma igualmenteun buen ferrenode observacin de identificacin religiosa. tico-elocional -aun cuando a Esta ltima forma ruededistinguirse veces se cotrjugueny evolucioneuuna hacia otra- de la modalidad cle la identificacin religiosaque se opera sobre de la el eje cornunitario-tico, staconllevauna concepcin intervencin activa de la comunidad cotno tal solre la escenapblica, con vistas a defender,promover y realizar pol.tico est los valores a los que apela.Este cristiatsm,o atestiguado,por ejemplo, etr las filas de la Juventucl de la .Tuventud Catlica,clela Misin EstLrdiante, Estudiante Rural de la Juventud Obrera Catlica o del i\,Iovimiento Cristiana, herederosde una conoepcinmilitante de la rnisinde la Iglesiaen el urundoque tro por esocoincide,e con una identidad inclusoa merrudo erltraen contladiccin, colno tal. catlicareivindicada se operaetl de identidad Un quinto tipo de construccin culturaly de la dinensin la conjugacifn de la dirnensin presente entre los tica de la identificacin.Particularrnente permite una iclentificacin esta construcciu intelec{.uales, que fuertemente cou la tradicincrisLiana individualizada puede escapar por completo a la mediacin de una comunidad dada. Lo que fundamentala identidad es el de un arraigo cultural combinadocon la reconocimiento La aceptacin de un coniunto de valores universales. cuestinde la iglesia y hasta -de modo ms general-la cristianas(en cuestin de ia aceptacinde la.screencias en la divinidadde .Iess, en Ia salvacin, Dios, en el pecado,

etc.) puede,n incluso,en estapcrspectiva, sel colocadas en segundo plano, y aun ser conrrletamente ignoradas,La evocacindel "ateo fiel" que de s n.risrno hace el filsofo Andr Comte-Sponville ubica bastallle bien el nrodo corno eslecristanisno ltwnanistapueclctarnbincristalizalsebajo la folnra tns vaga de un hunt.att.isnn de nuntillo cristian.o, en el que la dimensin religiosade la identificacin puecle no ssl' ms que un eufernismo extremo. Conversaclones sostenidas con estudiantes y alurnnos de escuelas preparatorias para estudios que disponende un sulerioles, capitalculturaly social clevado,han permiticlo verificarla seduccin de estetipo de auto-definicin religiosa,quc no define ninguna pertetrencia comunitariaconcreta sino la adhesina una familia hurnallaque a.suute el significado universal de la nroralevanslica. Una ltima modalidadde la identificacin se realiza, finahnente, en la combinacin privilegiactade las diurensiones culturaly ernocional. por ejernplo, Se inscribe, en la atraccin por los altoslugalesde la historiaespiritual de Europa,altoslugares en los se encuentra la huellade un y simblicoal que se tiene acceso universocul{.ural por la contemllacin de las producciones artsticas y que esteuniverso arquitectrricas nos ha lcgndo,Bl erecionte nrnero de jvencs que se internan por los calninos de Compostel, recorren los cilcuiLos de las abadas europeas o se diligen, en Michel ciertas ocasiones festivas (Pascua, Pentecosts), a Rocarnadour, a Vezelay o a Mont-Saintnlerece ser estudiadoen la perspectivade la
a1

cmergenciade un cristi.anisnto e,sfti.co, cuyo vfncr.locon

90

,,.11

ylo con una insercin comtnitaria es creyente una adhesin a nlenudotenue y, en oclocaso,nruy poco explcito,pero la impoltancia. hay que hacertrotar del que no obstante Estos ejemplos tio ptetenden evidentemente

Figuras de lo religiosoen movimiento Ill peregrino

p'opol-cionar un cuadro generalde la religin de los jtvenes de campo (19). Se apoyan-repitmoslo-sobre"muestras" efectLladascon el fin de probar una herramienta de El de una encuesta. reflexin: no sinletizanlos resul(ados es el de recordalqtte, ptrntoesencial.en esteprocedirniento janrs se tlabaja sobre puesto que se tl'ata de tral,ectonias, el problema es identidadessustantivasy estabilizadas: precisamentedotarse de una herralienta suficienternelite flexible para balizar las etapasde un proceso qtte, por definicin, no podra qttedar fijado en una descripcin modernasesten definitiva.Lo religiosode las sociedades 'este tttovimiento: es necesario esfbrzarsepor aprelrender movimiento. El practicatrte), el peregrino Cosa difcil es apreliender lo religioso a pnrtir del a paltir de la dispersin clela movimiento, de las creencias, de la fluidez de las movilidad de las rertenencias, y la inestabiliclad de las reagrr.rpaciones. identificaciones de Y es difcil porque la figura por excelencia del hornbre religioso sigue siendo, rarticularnrente en contexto cristiano,la figula estable y clalamenteidentificadadel "practicante", y la leferenciaa Ia rnisma sigue sieudo la forma ms comnde organizar la descripcin del paisaje religioso. La relacincon estemodelodel fiel siguedando la pauta para identificar a practicantes episdicos u practicantes ocasionales, "festivos" y "no-practicantes", etc. Esta escala de las prclicasya no sirve para medir la intensidadde las creencias:se sabe bien qr.reexisten creyentes no practicantes; pero sigue sirviendo para marcar las pertenencias. El "practicante regularl'-el fiel observante que conforma el ritmo de su vida con las obligaciones ctrltuales fijadaspor la Iglesia-siguesiendoIa figula tpica

del mundo que so insclibe en la civilizacin religioso plroquil: que en la vidareligiosa un mund estble el
organizada alrecledor del carnpanario rega los espacibsy el

92

93

pensar,en todo caso,que el mtodoaplicadoen estaocasin ha diseado,alavez, las vfa$ de una posible renovacinde la prctica cle la laicidad y las de una cooperacininterreligiosa que podrfa llogal a constituir la base de un "reconocimiento" original de la- contribucin de las diferentes i'familias espirituales" a la vida pblica. Nda puedaalimentarotras' prqhfbesoarque estaexperiencia l. Este enfoquedel "creer" esttomadode M. De Certeau, "L'institution du croire. Note de travail" en Le Magstre.Institutions et Fonctonnements. Recherche (nmeroespecial), des sciences religieuses Paris, 1983. 2. 3. P. L. Berger, Affronts d Ia modernir, Paris, Le Centurion, 1980,p. 198. J.-P. Vernant,Entre ntyth.e et politque, Paris, Le Seuil, 1996, p. 205-206. (Traduccin castellana de Hugo FranciscoBauz,Entre nto y poltica, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 2OO2). 4, 5. 6. J.-P.Vernant , ibid., p. 245. .T.L. Schlcgel, Religiotts la carte, Paris, Hachette,

Notas Inh'oduccin

199s.
"Se puerlepreguntarlegftimamentesi lo religioso errante

y existetambin fuerade las institucionos religiosas, profano eventualmente en el mbito mismo: religiones
impllcitas, retigiones de remplazo, religiones analgicas, religionesseulares", J. Sguy, 'lReligion, modernit, scularisatiort". Arclves de sciences socales des religioru,nm. 61 (2),abril-junio 1986. pour mntoire, 7. D. Hervieu-Lger, La Religion Paris, Le Cerf,1993. 288

: 1930-1980", countries, changein the five sacnclinavian

M. Aug, Nctn-lieux.Introcluctiond lme anltropologie t:le la sunnodernit,Paris, Le Seuil,1992, 7,

1987,Vol. 10, 145-181, Contparatit,e Research, Socictl y L. Voy "f)'une religion instilue K. Dobbelaere en Voy, Bawin, I(erkhofs une religiosit recompose", y Dobbelaere, Belges,hew'euxer snsfaits.Les vrtleu's des 8. Belges clans les nnne,s90, De BoecklFRB, 1992,p. 159-238. Bruxelles, A. Dubach, C. Bovay, M. Krggeler,P. R. Campiche, Yoll, Croire en Suisse(s), Lausanne, Genve,1992. 9. como los datos que signen,estn Estas observacioues, tornadosde Y. Lambert, "Urr paysago religieitx en profondevolution", en H. Riflault (ed.), Les Valettrs des Frangais, Paris,PUF, 1994,p.123-162 10, El 46Vo de los fianceses,suponiendoque todos los negativalnente. demshayanrespondido i 1. Y. Lamberi, ibid. 12. F. A. Isambert, Rite et efficacitD)mboliEte,Paris,Le Cerf ,1979. aux para-sciences: 13. D. Boy y G. Michelat, "Croyances Revue et culturelles", dinrensions sociales frangaisede s o c i o l o g i e , l 9 8 6n , r n .2 1 , p , 1 7 5 - 2 0 4 . 14, F. Champion, "La nbuleuse mystique-sotrique. psycho-religieuses des coufantsmystique Orientations contemporains", en F, Champion y D. et sotriques (eds.),De l'motion en religion, Pa,*is, Hervieu-Lger Centurion, 1990,p. 11-69. 15. G. Davie, La Religiott des Britatmiques.De 1945 nos joars, Genve, Labor et Fides,1996, no n f e s s i o n e l l e 1 6 , R . C a m p i c h e",D i l u t i o ne t r e c o m p o s i t i oc (eds.), en Suisse",en G. Davie y D. Hervieu-I-ger

I La religin fragrr.rentada Reflexiones previassobrela modernidad religiosa


1 l,

Marcel Gauchel retoma, a partir de la singularidad liancesa,la trayectoriahistricade esta construccin modefnade la poltica,inseparable de la "salidade la religin", La Religiotr elansla dntocratie. Parcow's de la lai'cit, Paris,Gallimard Le Dbat,1998.

a L,

G. Balarrrlier, Le Dsorclrr. togt du mouvenenl, Pais, p. 37-38. Fayard, 1998, M. Weber, L'ilque pratestanle e! I'esprit du Legaz Lacanrl'rra, La tica

capitalisnre,Paris, Plon, 1964 (1905). (Traduccin castellana cle Luis 2,003),


A a,

protestantey el espritu del capitalisnro, Mxico, FCE, fuL Gauchet, I-e Dsenchantenrcnt du monde. Une politiquerle la religion,Paris,Gallimard, histo'e 1985.

5 . It. Alon, Les Dsillusions du progrs, Paris, CalmanL,vy,1969,

6, [i, I{amtrerg, "Religion, secularization andvalue change in the welfarestate",Comunicacin a la 1,t'. European Conference for Sociology, Vienne, agosto 1992.Esta situacin es desplazada de una evolucin al contexto y culturalcclneerniente histrica al conjunto de los pasesescandinavos por G. Gustaffson, "Religious 290

291

,i_:

Idetttits relgieusesen Europe, Paris, La Dcouverte, 1996, p, 89-109.

1 7 .O. Riis, "Religion et Identit nationaleau Danernark",


en G. Davie 1, D. Hervieu-Lger(eds.), bid..,p. ll3L3A.
I.

Cf. Y. Larnbert, "Un paysagereligieux en rrofonde voluLion", en H. Riffault, (ed.), Les Valeurs des Frangais, Paris, PUF, 1994,p. 123-162. Halbwachs, La sociologa de la memoria,de A4aurice constituye,en este terreno,la refelencia ms preciosa para una sociologa religiosos. de los fenn'renos p.92. 7 . M. Weber,Le Savant et la politiErc,Paris,10118, (Traduccin Rojas,Ei castellana de Martha Johannsen pol.tico), el cientfico,Mxico, Colofn, 2000). con la que coincide,en ciertos aspectos, 8 . Proposicin de I'extren.ce, perspectivade F. Dudet, Soci.ologe Paris,Le Seuil,1994.

P. Michel, Politique et religion. Ia grande nurtation, Paris,Albin Michel, 1994,

1 9 . Segn la frmula de BenjaminCon.stant, De La lbert


chez LesModernes. Ecrits polti.q.r, Textos escogiclos y presentados por M. Gauchet, Paris,Poche/Pluriel, 1980. II El fin de las identidades relisiosas heredadas L Cf. L. Roussel, In Fanlle incertaine, Paris, Odile

9 . G. Davie y D. Hervieu-Lger (eds.), Identts


rel.igieuses en Eurote,Paris,La Dcouverte,1996. Jacob, 1989; F. de Singly, In Famille. L'tat d.es savoirs, Paris, La Dcouverte, l99l; Sociologie de la Paris,Nathan, 1993;La Fantille frintille conternporane, en questiort. tat de Ia recherche, Paris,Syros, 1996.

1 0 . R. Carnpiche (ed.), Cuhw'es jeu.nes et rel.igiotts err


Europe, Paris, I-e Cerf, 1991. Las consideracioncs en el captulo siguiente) sobre Taiz (que se presentan denLrodel rnarco del prograrlta han sido desarrolladas del que estaobraesresultado. 11. Y. Lambert y G. Michelat, (eds.), Crpusculede.s reLi.giortsclrcz les jeunes? Jeunes et religi.ons en 1992. F rance, Paris,L' HartnaLtan,

2. Cf.I. Tliry,Le Dnnriage,Paris,Odile Jacob,1993. 3 . Cf. P. Bourdieu y J. C. Passeron,Les Hritiers. Les


tudia,tts et leurs tudes, Paris, Minuit, 1964; kt Reproduction, Paris, Minuit, 1965; P. Bourdieu, I Nollel,rie d'Emt, Grandet coles et esprtt de corps, Paris, Minuit, 1989, Cf. igualmente R, Boudon, Ltlrtgalit des chances, Ia nrcbilit sociale dan.s les socitsirtdustrielles, Paris,A. Colin, 1973.
I

de Ia vie 12. E. Durktreim,s Fornrcs lnrcntaires religieuse, Paris, PUF, 1968 (1912). (Tracluccin castellana de Ana Martfnez fu'ancn,Ins fornws elenrcntales de Ia vida religiosa,Madrid, Alianz"a, 1993). por el milagro de 13. Anticipada simblicanrente de los por el cada uno de los llegados Pentecosts, 293

I, Dude!, La Galre: jeunes en service, Paris, Fayarcl, I9B7; LesLyceh.r,Paris, Le Seuil, 1991.

292

ii:i

en su protia confines de la tierraesctclra la predicacin (FIcl2,1 I 3). I erryua. |,4. Cortn,Sura85: 22 ,15, Marcel Gauchethabla de "salida de la religin" (ms bien que de "secularizacin" o de "laicizacin")pala designar el procesohistricoror el cual la religin ha peldido,en las sociedades occidentales, de su capacidad estructurar la sociedad, y particulamente la forna poltica de esta sociedad, La nocin de "salida de la religin"concielne aqua los procesos se rol los cuales clisuelve,en las sociedades moclernas, la referencia individualy colectivaa la continuidacl de una tradicin legitimaclora, propia del referenciacluees caractersl.ica creerreligioso. Evidentelnente, los dos rnovinientos no estn desligados ertre s. 16. La primeratuvo lugaren Roma,en 1985.La reuninde Conrpostela,en 1989, reuni a 600,000 jvones peregrinos; la de Czestochowa en Polonia,en 1991,fue la ns nunlerosa, con 1.5 millones cle palticipantes; despusde la de Denver (Colorado), (1993) y tle M a n i l a ( 1 9 9 5 ) ,s e v i o e n P a r s , en agosto de 1997,la coticentracin peregrinos. de 850,000 17. D. Hervieu-I-ger, "Religion, Memory and Catholic Identity: Young People in lr-ranceand the 'New Evangelization of Europe"', en J. Fulton y P. Gee, Religon in Contenrporary Europe, London, The Edwin Mellen Press, 1994. 1 8 , E n 1 9 9 7 , l a I g l e s i ac a t l i c ac a l c u l a b a e n 2 0 8 , 0 0 0e l
J.

nacionalo diocesana, de verano, de un campaurento e.tc.,l Croix,27-28dejulio de 199'1.

r 9 .Para

una sntesis sobre las identidades religiosas y

cleenciasde los jvenes europeos,cf. R. Campiche (ed.),op. cit., cap.II y IIL

III Figurasde lo religiosoen movimienfo: el peregrino G. Le Bras, Introduction d I'histo'e de_la pratique religieuse en France,Paris,PUF, vol.2,7945. Y. Lambert, Dieu change en Bretagne. l"a religion d Limerzelde 1900 d nosjours, Paris,Le Cerf, 1985. D. Hervieu-Lger, De ls ntision la protestation,Paris, Le Cerf, 1985. J. Baubrot,f.e protestantisme doit-il ntourir?, Paris,Le S e u i l ,1 9 8 8 .

5 . Si se cuentan alrededor de 700,000 protestantesen


Francia,una encuesta ha mostradoque 1.7 nillones de personasse declaraban"cercanasal protestantismo", y entre ellas una elevadaproporcin de catlicos qu.ienes no por ello piensanabandonar su confesin de or,igen, pero que esriritualmente se reconocen en el protestantisrno. (Encuesta, CSA, l^a llie, Rforme, Christianismeau XXe sicle, 1995). ARM,

6. G, Michelat y M,
comportement Ouvridres, 1977.

Simon, Classe, religon el Paris, FNSPditions

jvenes qucentran nlmero deestos cnrelacin conella


al menosuna vez por ao, con ocasinde una reunin 294

politique,

295

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