Reyes 2009 INDIANA 26 47-59
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Aprendiendo a soar. El papel de los sueos como motores de reflexividad entre los tepehuanes del sur de Durango, Mxico
Resumen: Los odam o tepehuanes del sur confieren al mundo de los sueos un estatus de realidad semejante al de la vida en vigilia. Hay imgenes onricas que informan acerca del pasado, el presente o el futuro. Pero muchas de ellas tambin son indicio de un peligro inminente que slo los chamanes pueden desentraar adecuadamente. Estos sueos desencadenan procesos reflexivos a travs de los cuales las personas pueden mirarse a s mismas desde una perspectiva ajena para conocer el origen y solucin de esas imgenes. Summary: The Odam do not separate the dream world from the realm of reality. The Southern Tepehuan, as they are commonly known, consider experience in dreams as similar to life experienced awake. Oniric images inform about the past, the present and the future. Often, dreams announce imminent danger, and only the shaman is able to decipher the dreams message. The dreams trigger a reflexive process through which people can see themselves from another perspective and thus come to understand the origin and solution encoded in the images.
1. Introduccin Los sueos son buenos para reflexionar sobre uno mismo y sobre los dems. As, entre los tepehuanos del sur de Durango (odam)1 como entre muchas otras culturas, las
Licenciado en etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropologa e Historia, Mxico. Maestro en antropologa por la Universidad Nacional Autnoma de Mxico. Investigador del Instituto Nacional de Antropologa e Historia, Centro Durango. Especialista en las culturas indgenas del norte de Mxico, particularmente en los tepehuanes del sur. Los tepehuanes del sur (odam y audam) forman parte de la familia lingstica yuto-azteca, pertenecientes a la rama tepimana que se encuentra distribuida a lo largo del noroeste de Mxico y una porcin del suroeste de los Estados Unidos. Los tepehuanes del sur habitan en siete grandes comunidades (con cientos de localidades) al sur del estado de Durango y al norte de Nayarit, Mxico. Junto con los huicholes, los coras y los mexicaneros integran la regin histrico-cultural del Gran Nayar que tambin incluye porciones de los estados mexicanos de Jalisco y Zacatecas. Se les llama del
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imgenes onricas generan procesos reflexivos individuales y sociales. Pero no todos los sueos son iguales ni todas las personas suean igual. Hay multitud de sueos que pasan inadvertidos o son fcilmente olvidados.2 Otros, como las pesadillas ocasionales, son simplemente narrados en el seno familiar como medida preventiva ante los malos augurios. No obstante, la recurrencia de ciertas imgenes onricas consideradas como malas, pueden producir una angustia que conduce al soante3 a buscar la ayuda de un experto en sueos. En el presente artculo explicar cmo, entre los odam, el chamn es una persona especializada en la interpretacin y manipulacin de los sueos, quien para restablecer la salud de sus pacientes orienta en ellos procesos reflexivos que redundan en su curacin. Por reflexividad o procesos reflexivos tomo la propuesta de Strauss, quien seala que:
It is by means of reflexiveness the turning-back of the experience of the individual upon himself that the whole social process is thus brought into the experiences of the individuals involved in it; it is by such means, which enable the individual to take the attitude of the other toward himself, that the individual is consciously to adjust himself to that process, and to modify the resultant of that process in any given social act in terms of his adjustment to it [Strauss 1956: 211].4
La interaccin entre los chamanes y las personas que los consultan cuando buscan la cura por algn padecimiento que les aflige, conduce a la reflexividad en los trminos anteriores. Dichas personas, con la ayuda del chamn, logran una perspectiva de s mismas que las conduce a ajustarse al proceso social en el que se inserta el padecimiento, modificndolo y consiguiendo su cura. Esta interaccin se fundamenta en el hecho de que los chamanes o mamkagim tambin llamados curanderos en espaol y el resto de los odam cuentan con conocimientos distintos acerca del mundo de los sueos, lo que confiere a los primeros facultades para intervenir en l. Estos saberes
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sur para distinguirlos de un grupo de tepehuanes que vive en el estado de Chihuahua, en la regin tarahumara, a los cuales se les denomina del norte (Reyes Valdez 2006a: 5). Severi (2004: 816) nos advierte que desde el tiempo de Freud se reconoce ampliamente que la experiencia de soar est llena de representaciones que no perduran, por lo que su contenido es muy difcil de propagar en una comunidad. Me tomo la libertad de introducir este neologismo ante el hecho de que soador, en espaol, no es del todo neutral para aquellos que suean, implicando adems la nocin de que una persona es idealista o no toma en cuenta la realidad. Por soante, en cambio, me refiero de forma neutral y no valorativa, a la persona que desarrolla la actividad de soar, es decir, de tener imgenes onricas. Para diversas acepciones y usos del concepto en antropologa, vase el nmero 10.1 de Social Anthropology dedicado a este tema. Aqu he considerado conveniente acudir a un concepto ms general que se adecua mejor a nuestro caso que aquellos ms sofisticados postulados por los autores de la revista citada.
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son transmitidos, en cada caso, en contextos mediados por epistemologas5 distintas As, en la iniciacin como contexto de transmisin, el novicio adquiere de otros chamanes conocimientos especializados sobre el mbito onrico y facultades para intervenir en l. En cambio, las dems personas, en el contexto de la vida cotidiana, slo obtienen conocimientos generales que les indican cundo deben recurrir al especialista. Al igual que en las teoras occidentales sobre el sueo, en la teora odam y en las de diferentes grupos humanos existe la idea de que los sueos tienen significados que requieren una interpretacin (Basso 1992: 86).6 Hacerlo adecuadamente es muy importante pues se considera a las experiencias onricas como un nivel de realidad equiparable al de la vida en vigilia (Tedlock 1992: 1-11). Los sueos pueden ser el indicio de algo que ocurre, pero que las personas no perciben estando despiertas, o bien, ser premoniciones de algo que est por suceder, pueden mostrar el pasado, el presente o el futuro, tener causas y consecuencias. En este contexto, la intervencin del especialista es deseable porque cuenta con tres cualidades principales que no posee el resto de las personas: mayor acceso al mbito onrico, interpretar correctamente sus imgenes e intervenir deliberadamente en l. A continuacin presentar cmo los odam interpretan un sueo que les informa de un padecimiento, cmo se inicia el proceso reflexivo y cmo interviene el chamn para lograr la sanacin a travs de l. 2. Los sueos y el camino de los muertos Hay imgenes onricas que son muy conocidas entre la poblacin y que, ligadas a determinados contextos, su significado es de dominio pblico. Por ejemplo, si durante los rituales de lluvia alguien suea con borrachos es seguro que llover. No obstante, muchas otras imgenes, o su combinacin, demandan el anlisis de un especialista pues, en la mayora de los casos, su recurrencia informa de algn padecimiento o fenmeno que afecta al soante y que debe ser atendido o modificarse mediante un procedimiento teraputico. En todos los casos, la interpretacin de las imgenes onricas desencadena un proceso reflexivo. Cuando alguna de ellas vuelve peridicamente y causa molestia, el soante debe acudir al makgim (singular de mamkagim) para indagar el padecimiento que acompaa dichas imgenes. Como ejemplo, tomaremos el sueo manifestado por una persona que, ante su recurrencia y la presencia de ciertas imgenes, siente que est
5 6 Por epistemologa entendemos la meta-representacin que hace posible la adquisicin de ese saber cultural. [...] La epistemologa debe ser comprendida como la representacin del contexto de aprendizaje del saber trasmitido (Dlage 2009: 2). Los mamkagim pasan por una larga preparacin en la que los novicios deben apartarse de la sociedad por cinco semanas durante cinco aos (no necesariamente consecutivos), abstenindose de tener relaciones sexuales, de ingerir alcohol, de enojarse y de consumir gran variedad de alimentos para ingerir nicamente atole, tortillas quemadas y muy poca agua.
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en peligro y que necesita la intervencin de un chamn. Juan y Mara son dos tepehuanos que viven en el pueblo de Santa Mara de Ocotn. l supo que tena que ir a ver al curandero cuando, despus de algunas semanas, ambos se encontraban muy irritables, enojndose casi por cualquier cosa. Adems, sus dos pequeos hijos lloraban con mucha frecuencia y se molestaban cuando su pap quera abrazarlos. Pero la seal definitiva fue que Juan tena recurrentemente, y cada vez de forma ms intensa, el siguiente sueo:
Estaba en la orilla de un barranco a punto de caer. Eso se senta mal y cada vez peor. Tambin soaba que estaba en la punta de un cerro donde haca mucho aire y me quera llevar hacia el mar. Unos naanbat (mestizos) me buscaban para matarme, pero me esconda. Con el tiempo se acercaban cada vez ms hasta que en un sueo me atraparon. Primero a m y despus a Mara. Desde entonces ya no pude dormir (Juan, Santa Mara de Ocotn, 16.01.2008).
El sueo de Juan desencaden un proceso reflexivo en l y en su esposa debido a que pudieron identificar imgenes que, de acuerdo con la cosmovisin indgena, les informaba de un peligro inminente. Para los odam y los otros grupos indgenas de la regin del Gran Nayar, la costa de Nayarit y Sinaloa, al poniente de su territorio, implica un vnculo con el mundo mestizo7 considerado como lleno de sacrificios y con la muerte. Las imgenes referidas por el sueo de Juan aluden a Chamet, el lugar de los muertos. De acuerdo con algunos testimonios, este lugar se describe como
[...] una ciudad, [donde] andan todos los muertos bailando y emborrachndose, y si en vida casi no los usaron [los rganos sexuales] ah se la pasan usndolos, hombres y mujeres. Pero tambin hay castigos. Se dice que hay fiesta todo el tiempo, mucho dinero, baile y borrachera (Juan, Santa Mara de Ocotn, 16.01.2008).
La regin de la costa del Ocano Pacfico (Nayarit y Sinaloa) es para los tepehuanes el pas de los muertos, donde se encuentran las almas que no han sido rescatadas an por los curanderos para enviarlas con Dios.8 Tambin es el territorio de los mestizos que explotan a los indgenas en sus plantaciones de tabaco, tomate y frijol, en las que los tepehuanos y los huicholes trabajan en la poca de secas. En los pueblos mestizos de esta zona abundan las cantinas y los prostbulos, donde muchos jornaleros indgenas gastan gran parte del dinero arduamente ganado en las plantaciones. El sufrimiento de los tepehuanos tanto en su viaje a la costa para trabajar, como en el camino que sigue el alma para llegar a Chamet, comienza en su pueblo y los sigue durante todo el trayecto. Las familias de jornaleros tardan entre tres y cinco das en llegar desde sus poblados hasta la costa, pasando justamente por los mismos lugares
7 8 Los tepehuanes llaman mestizos a los mexicanos no indgenas. Para los huicholes, esta regin es el lugar de los muertos no iniciados, quienes se manifiestan en los millares de mosquitos que molestan mucho al visitante (Neurath 2008: 35).
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que siguen las almas recibiendo castigo (Rangel 2008: 38-63). Tanto las almas como los emigrantes deben atravesar con mucho peligro el ro Mezquital. Las primeras deben pagar por sus pecados, principalmente por las trasgresiones sexuales como las relaciones extramaritales y las relaciones incestuosas entre hermanos. Los segundos trabajarn arduamente y vivirn en condiciones deplorables. En ambos casos, ir a la costa es alejarse de casa.9 Esto es lo que respecta a la interpretacin general del soante. No obstante, ste se encuentra incapacitado para descubrir, por s mismo, la causa, por lo que se hizo necesaria la consulta con un especialista para poder detener cualquier afliccin de la que est informando el sueo. 3. Los sueos: reflejo de la moralidad odam Una vez que Juan y Mara decidieron consultar al makgim se baaron y enseguida elaboraron una flecha con algodn con la que tocaron distintas partes del cuerpo de todos los miembros de la familia, en las que se dice que se esconden las enfermedades: la frente, el corazn, las manos, la cintura, las piernas, los pies y todas las coyunturas.10 Fueron entonces a casa de un curandero que vive en las inmediaciones de su casa. Al encontrarlo le contaron su problema y le pidieron ayuda. El makgim primero se neg pero ellos insistieron hasta convencerlo. Pues voy a preguntar a ver qu tienen, les dijo. Ellos entregaron la flecha, que el curandero recibi elevndola hacia el oriente que, por oposicin al poniente y a la costa, se asocia con el sol y la vida dibujando con ella una cruz en el aire y despus la clav en el piso. Juan y Mara comenzaron a orar como lo indica el protocolo, diciendo que ellos como odam tienen por costumbre curarse, llevar flores a la iglesia, hacer tamales, bailar el mitote,11 ayunar en el bosque y hacer flechas para sus hijos. Tambin mencionaron que tienen muchos pecados, que tal vez por eso los estn castigando, porque no cumplieron bien el costumbre. Tambin declararon, cada uno en secreto, las personas con las que han tenido relaciones sexuales, desde la primera hasta la ltima (slo se indica el nmero). Finalmente, pidieron al curandero que pregunte, que tenga paciencia y que pida por favor que ya no vuelvan a castigarlos. Que abogue por ellos para que los dejen vivir ms tiempo.
En general, a los tepehuanos no los gusta alejarse de sus comunidades. El ndice de migracin es relativamente bajo y hacia zonas cercanas a la regin indgena. Muchos comentan que cuando se van de casa por muchos das se ponen tristes, se agitan. 10 Los curanderos explican que en el algodn utilizado en estos tratamientos se pueden ver las enfermedades de los pacientes. 11 Complejo ceremonial asociado con el ciclo agrcola del maz, con el ciclo de vida y con los cambios estacionales (Reyes Valdez 2006b).
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He aqu la respuesta del curandero que, como se puede observar, hace hincapi en las analogas ya mencionadas:
Muy bien, eso es. A veces uno solo se entrega por querer ir a otro lado a trabajar, por querer ganar ms dinero sin necesidad. Eso es falsedad, porque donde quieres ir es a Chamet (el lugar de los muertos), te agarra fcil Mukidhagim [el seor de la muerte]. As piensa uno, porque alguien le mand un mal o porque la tierra te quiere comer; pero vamos a ver. Vengan pasado maana (Juan, Santa Mara de Ocotn, 16.01.2008).
Por la noche Juan y Mara se fueron a dormir, ya con la certitud de que el tratamiento comenzaba a dar frutos. Los padecimientos ligados a los sueos estn asociados con infracciones de carcter moral que atentan en contra lo que se considera ser un buen odam. Esto es, trasgredir el costumbre al no realizarlo correctamente, ya sea faltando a las obligaciones ceremoniales o a las abstinencias prescritas, as como alejarse del hogar, lo cual tambin redunda en las trasgresiones anteriores. Despus de confesarse ante el curandero, los pacientes reflexionan profundamente acerca de sus actos y posibles infracciones. Al involucrar al chamn, el proceso reflexivo que implicaba a los consultantes da pie a uno nuevo que concierne, esta vez, al chamn. Este proceso se puede observar en el comentario que hace el curandero cuando Juan y Mara regresaron a su casa dos das despus. Este es un extracto del sueo narrado por el chamn a los pacientes:
So que [unas personas] vendan vino12 y me lo estaban ofreciendo para comprar. Yo les pregunt: para quin es ese vino? Es de los seores Juan y Mara. Se los mandaron para que tomaran, dijeron. Que lo mand una seora que era tu mujer [dijo el curandero refirindose a Juan], pero que si yo lo compro me lo dan, noms pagando. No tengo dinero, pero cunto cuesta?, pregunt. $1500, dijeron. Deja preguntarles a ellos a ver que dicen, si tienen el dinero se los compro, pero dejen les pregunto, les dije (Juan, Santa Mara de Ocotn, 16.01.2008).
Juan y Mara le pidieron al curandero que comprara el vino, que ellos conseguiran el dinero y que volveran al da siguiente. Al otro da regresaron con $ 1.000 (lo que pudieron reunir) y le rogaron al curandero que comprara el vino, que no dejara que los daen. ste respondi que ya lo haba hecho pero que haba otro asunto por ah, y coment: So un nio que vino, y que est muy flaco, no le han dado de comer en muchos aos. Luego les pregunt ha muerto un hijo de ustedes?. Los dos se miraron uno al otro y mostraron su sorpresa. Juan record que haba tenido una mujer, haca tiempo, que se embaraz. Un da sin avisar se fue y al regresar ya no estaba embarazada. Pues ese es. Por eso vino, est enojado porque lo dejaron ir, porque lo ma-
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taron, dijo el makgim, quien les pidi que tambin hicieran una flecha para el alma13 y que regresaran en tres das (Juan, Santa Mara de Ocotn, 16.01.2008). Cuando Juan y Mara volvieron con el curandero le entregaron la flecha para el alma y un burro con valor cercano a los $ 400. El curandero continu interrogndolos diagnosticando otros padecimientos y finalmente procedi a curarlos celebrando tambin un ritual de corrida del alma14 para que el alma del hijo de Juan tuviera descanso y no volviera a enfermarlos. El contenido del sueo del makgim lo conocemos gracias a la narracin de Juan, pero no sabemos realmente que so. Sin embargo, podemos destacar los elementos que el chamn expuso ante Juan y Mara y que ellos conservan en la memoria, reproducindolos as en su recuento del sueo del especialista. Regularmente, soar con vino o con borrachos es un buen indicio pues est asociado con lluvia, aunque un exceso puede significar tormentas incontrolables que traen devastacin (Bentez 1980: 204-210). Las lluvias son un buen indicio durante el verano y el otoo cuando son necesarias para el buen crecimiento del maz, mas no as en la poca de secas. Las lluvias siempre estn relacionadas con las fuerzas del inframundo. Pero ste representa tanto el lugar de destino de las almas despus de la muerte biolgica del cuerpo, como su origen, tratndose de un lugar donde stas se reciclan para pasar al cielo diurno que es el origen de la vida. De tal suerte, hay una ambivalencia que impide hacer una distincin tajante entre la vida y la muerte de las almas que, de hecho, nunca mueren. Invirtiendo los trminos, esa ambigedad permite trazar una continuidad entre el lugar de la muerte y el origen de la vida. El vino es algo que se le considera muy valioso, es oro, puede ser dinero dicen. Pero tambin puede ser muy peligroso. De acuerdo con la opinin del propio Juan al confiarme su testimonio, en este caso el envo del vino es una maldicin, es como veneno mandado, tal vez, por una tercera persona (humana o no humana), quiz por la madre del beb. El mezcal permite establecer un vnculo con el mundo de los ancestros que dan y quitan la vida. Finalmente, el precio del vino corresponde con una porcin de los honorarios del chamn. Este proceso teraputico nos muestra cmo la reflexin acerca de los hechos pasados, de uno de los pacientes, contribuyen en la curacin del padecimiento. Pero tambin es muy posible que esos hechos constituyeran su causa, faltas a la moralidad
13 A diferencia de la primera flecha que entregaron al curandero y que se colorea con rojo (que representa la vida), sta, denominada xip uuu o flecha fra se colorea con franjas verdes. 14 Este ritual, denominado jootos en lengua odam, se celebra, por lo general, despus un ao y cinco das de la muerte de una persona. A travs de ste y con la intermediacin de un curandero se dice que se rescata el alma del difunto de Chamet (el lugar de los muertos) y se enva al cielo con Dios. El tiempo intermedio entre los decesos y la ceremonia es muy temido por los familiares del muerto, pues se dice que ste puede ocasionarles enfermedades o incluso provocarles la muerte.
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odam que trasladados al espacio onrico encontraron un lmite. Entonces se activa el proceso reflexivo. 4. Las entidades anmicas como sujetos reflexivos Una forma particular de reflexividad que se establece a travs del sueo, tanto para chamanes como para no iniciados, radica en la posibilidad de verse a s mismos durante la experiencia onrica. Esta experiencia no consiste nicamente en verse como personaje realizando ciertas acciones dentro del sueo, sino tambin en percibir el propio cuerpo que permanece dormido. Las dos imgenes la del personaje y la del cuerpo durmiendo corresponden a entidades distintas de la misma persona que la colocan, a la vez, en calidad de observador y observado. Nos encontramos aqu frente a un dividuo15 con capacidad interactiva,16 entre el cuerpo fsico y aquella entidad a la que los odam se refieren como iimda y que traducen en espaol como alma.17 Los atributos interactivos del iimda bien nos recuerdan a lo planteado por Basso sobre los kalapalo. As, el iimda tiene todos los atributos del durmiente, pero adicionalmente cuenta con la habilidad de revelar acciones futuras y relaciones que involucran personas. Soar se plantea as ms como una consecuencia de las acciones del iimda, no slo de lo que piensa el soante sintiendo o recordando antes de ir a dormir (Basso 1992: 93). De esta manera, la actividad del iimda, que puede interactuar incluso consigo mismo, puede representar una verdadera preocupacin para el soante, mxime cuando dicha entidad visita lugares como el pas de los muertos, por ejemplo. En estado de vigilia el iimda humano puede llegar a ser visible en el aliento o el vaho. Al mismo tiempo, el iimda puede ver el cuerpo del humano al que se encuentra ligado. Los momentos cuando se separa del cuerpo ocurren durante las enfermedades graves o la muerte, pero tambin durante los sueos.18 Un habitante de la comunidad de Santiago Teneraca me coment que, en cierta ocasin, estando dormido su esposa intentaba despertarlo, pero l slo vea, desde arriba, como lo movan. Su iimda (l mismo) no quera regresar, andaba muy a gusto, hasta que finalmente lo despertaron. Tambin cuando la persona est muy decada, agitada, se dice que el iimda
15 Concepto utilizado en la etnografa melanesista (Strathern 1988) y recientemente entre los huicholes (Neurath 2008). 16 Esta doble posicin recuerda la connotacin de interactive self referida por Basso en su anlisis de Genmenos onricos entre los kalapalo (Basso 1992: 92). 17 Cuando nace un nio, llega al mundo con su iimda. Los dioses proporcionan iimda y el maz es iimda. Tambin los animales lo poseen y como el maz, otras plantas tambin lo tienen (Reyes Valdez et al. 2008: 16). Los odam tambin traducen a como el alma el trmino kakoi, que corresponde con a la fuerza vital que trasciende a la vida biolgica del cuerpo. As, kakoi se traduce tambin como penado. 18 Carezco de informacin acerca de si este fenmeno perceptivo ocurre tambin durante el coito y la borrachera como entre sus vecinos los mexicaneros (Alvarado Sols 2004: 218).
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anda lejos. As, una de las preocupaciones que trae este tipo de fenmenos es que el iimda no regrese al cuerpo.19 Algunos chamanes muy poderosos son capaces de devolver un iimda a su cuerpo. Pero en la mayora de estos casos, se cree que hay un desprendimiento definitivo del iimda y el cuerpo. As, la capacidad interactiva atribuida al alma, que permite establecer un tipo de proceso reflexivo del soante (que se ve a s mismo a travs de su alma), est soportada por las bases ontolgicas que suponen la divisibilidad del ser. 5. El chamn y su facultad negociadora La actividad del alma o el iimda en el mbito onrico tiene repercusiones en la vida en vigilia de los soantes. A diferencia de sus pacientes, el makgim tiene o se le atribuye la cualidad de mantener el control de su iimda e intervenir deliberada e intencionadamente en el mundo de los sueos. La accin del curandero se fundamenta justamente en el dominio del proceso reflexivo hacia el cual orienta al paciente. Dicho proceso es necesario para que el chamn realice una negociacin eficaz ante los agentes causantes de la enfermedad. Analicemos el testimonio de un curandero de Santa Mara de Ocotn:
Uno les va a preguntar [a los dioses] y suea el remedio. Si sueo un jabn para lavar la ropa, [sta] es el cuerpo, es la vida, y el dinero [que es costo del trabajo] se necesita para comprar el jabn [la cura]. Entonces el patrn dice cuanto se necesita para comprar el jabn [lo que el paciente deber pagar por el tratamiento teraputico]. Cuando el enfermo est muy mal, que no come, el curandero debe ayunar como un padrino. Luego, en el sueo busca en el camino un talacho, un hacha, un molcajete, un cuchillo, un martillo o un becerro que anda lejos, escondido. Se hace la lucha preguntando en todos lados dnde est ese animal. Si un animal est detenido con un lazo, si hay soldados, no son soldados sino vboras, yo les pregunto si no pas por ah el animal. En el primer punto me detienen y ah preguntan: Qu buscas? Yo respondo que un toro. Traes factura?, me dicen.20 Respondo que s y me dejan pasar. En la segunda entrada igual. En la tercera tambin pero luego preguntan: Cunto trae de pago? Y si no lo traigo no me entregan el toro, pero si lo traigo, lo entregan con todo y factura, y vamos de regreso sin problema hasta donde vive el animalito [que es el paciente]. Entonces, pues ya va a comer [...] (Cesario Morales, Santa Mara de Ocotn 14.01.09).
Cuando el makgim encuentra al enfermo en su sueo (el toro), puede ocurrir que sus captores lo entreguen fcilmente o bien que libre una batalla con ellos. Todo depende
19 Un makgim de Santiago Teneraca afirma incluso que desde tres aos antes que muera alguien, su iimda anda en Chamet bailando con los difuntos (Reyes Valdez et al. 2008: 19). 20 Documento oficial que valida un acto de compra-venta y que comprueba la propiedad de un objeto, en este caso del ganado.
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de una relacin entre la gravedad de la infraccin que provoc el padecimiento, la preparacin del chamn (particularmente de lo estricto de sus ayunos) y si el quejoso proporcion el pago, que es necesario para que Dios autorice la salida. Todo ello, en sueos. Ante lo anterior cabe resaltar lo siguiente. El ayuno constituye un mecanismo que equipara al chaman con las almas de los muertos, las cuales bajo su condicin carente de cuerpo, no pueden ingerir alimentos.21 As, el ayuno es indispensable para ingresar activamente en el mbito onrico. La narracin del chamn expone una negociacin para adquirir cierta mercanca que es el iimda del paciente. Destaca que la mayora de los elementos involucrados son de origen mestizo: jabones, toros, machetes, facturas, etc. As, la enfermedad pone de manifiesto el conflicto permanente con el mundo mestizo. De esta manera, el makgim se posiciona como un negociador con las deidades y ese pas de los muertos aparentemente dominado por los mestizos. La reflexin que plantea el chamn a sus pacientes busca reconocer e identificar las infracciones al sistema moral odam, lo cual representa acercarse al mundo mestizo y enfermar. La capacidad del chamn para traer esta imagen al paciente y hacerlo consiente de sus consecuencias tiene su origen en un proceso reflexivo previo del chamn, desarrollado probablemente durante su proceso inicitico en el que aprende de otros chamanes cmo tratar con los sueos y cmo conducir las reflexiones de sus pacientes. Los odam aseguran que sus curanderos son designados por Dios y que de l proviene su poder. Descubrir quines tienen facultades para ejercer el oficio de makgim es un atributo de los chamanes ya iniciados. Estos ltimos suelen reconocer a los elegidos cuando los tratan de algn padecimiento que los aqueja de forma recurrente. En estos casos, comenzar la iniciacin es indispensable para obtener la cura. Como parte de sta, es indispensable el aislamiento del iniciante por un mes en compaa de un curandero experimentado,22 guardando las abstinencias respectivas. Durante este tiempo ocurre la trasmisin del conocimiento referente a los procesos curativos incluyendo los procedimientos rituales y el conocimiento mitolgico en el que se fundamenta tambin aqul sobre el mbito onrico. Suponemos as, la posibilidad de un proceso reflexivo particular y distinto, desarrollado por el chamn durante su inciacin, pero sobre el cual carecemos de informacin por lo que no podemos desarrollarlo ms aqu. Lo que s queda claro, es que el makgim aprende su oficio de un curandero experimentado y que, todos los elementos que hace presentes en los procesos teraputicos,
21 Esta es una de las razones principales por las que los difuntos reclaman se realice la corrida del alma durante la cual se le proporciona alimento para calmar el hambre que, en ocasiones, los lleva a reclamar la vida de algn familiar. 22 La mayora de los odam aseguran que el iniciante se asla solo y a travs de los ayunos adquiere los conocimientos que Dios le transmite. No obstante, los curanderos con los que he tenido contacto declaran haber tenido un mentor que los acompa, por lo menos, la primera de las cinco etapas de aislamiento.
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tales como las imgenes onricas que menciona a sus pacientes, establecen la reflexin que proporciona la cura. Finalmente, ms all de la negociacin que se atribuye al chamn con las deidades, en la prctica se trata slo de la interaccin de ste con su paciente, presentndole elementos que lo ayudan a reconocer el origen del padecimiento y la forma de resolverlo. 6. Conclusin: sueos, reflexividad y transmisin del conocimiento Tomando como ejemplo un sueo asociado a un padecimiento especfico y su curacin, as como el testimonio de un chamn odam acerca sus experiencias onricas en casos semejantes, podemos distinguir al menos tres variantes de procesos reflexivos asociados con los sueos: el del paciente, que comienza tras la recurrencia de un mal sueo, colocndolo en el camino de encontrar el origen y la cura de su padecimiento; este proceso ser, adems, apoyado por el trabajo del curandero quien se encarga de darle ms elementos de reflexin; el de las almas, que segn la teora indgena sobre el sueo tiene la facultad de observarse a s misma (o al cuerpo al que se encuentra ligada); y el del chamn, que a diferencia de sus pacientes tiene la doble capacidad de verse a s mismo durante el sueo, pero tambin de controlar la voluntad de su iimda. Este ltimo caso, ante el avance actual de nuestras investigaciones, se ubica ms en nivel de hiptesis, planteada con base en los testimonios citados arriba. Los tres casos son culturalmente verosmiles gracias a sus bases ontolgicas que suponen la divisibilidad del ser entre el cuerpo fsico y el alma. A las personas ordinarias y a los chamanes se les atribuyen distintos conocimientos y aptitudes con relacin al mundo de los sueos. Los primeros se limitan a identificar su naturaleza (benigna o perjudicial) mientras que, los segundos, cuentan con la cualidad de interpretarlos adecuadamente y tienen la capacidad de intervenir deliberadamente en ellos. Esta facultad se explica culturalmente por dos causas mutuamente relacionadas: la designacin divina (que en la prctica corre a cuenta de otro curandero) y la iniciacin o proceso de aprendizaje. Estas caractersticas distinguen claramente a los curanderos del resto de los odam, independientemente de todas las facultades que se les atribuyan. As, podemos afirmar que ambos sectores de la poblacin adquieren conocimientos sobre los sueos con diferencias en el contenido del saber trasmitido y el contexto de aprendizaje (Dlage 2009: 2).23 Para los no iniciados, el conocimiento que se les transmite acerca del mbito onrico es implcito, se desarrolla desde la infancia y se limita a asociaciones muy generales (borrachos con lluvia, el vino como un objeto muy valioso). El conocimiento fundamental corresponde a identificar cundo se debe consultar al especialista. El contex23 Ello tambin implica el desarrollo de representaciones distintas acerca del contexto de trasmisin, lo cual constituye la epistemologa (ver nota 5) (Dlage 2009: 2).
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to de este aprendizaje es ordinario, se trata de la vida en el grupo familiar, entre padres e hijos y entre cnyuges. Los chamanes odam, en cambio, obtienen conocimiento explcito de cmo interpretar sus sueos. Asimismo, cuentan con una institucin que impone un contexto definido, formal y no ordinario, para el aprendizaje. El conocimiento de los sueos (que no es el nico que aprenden los curanderos) esta acompaado por las oraciones y los conocimientos tcnicos como la elaboracin de una amplia variedad de flechas (Reyes 2008: 75-83) necesarios para realizar los procedimientos rituales que se aprenden, por defecto de la imitacin, de otros chamanes (Dlage 2009: 8). Sin duda alguna es mucho lo que tenemos an que aprender acerca del papel de los sueos y su interpretacin entre los odam. Pero podemos ya reconocer la importancia que estos tienen en su vida social como mecanismos generadores de procesos reflexivos que contribuyen no slo a restablecer la salud de los enfermos, sino tambin a regular la relacin entre los odam y sus antepasados, sus dioses y el mundo mestizo. Para ello, cuentan con especialistas en el mundo de los sueos, que se encargan, parafraseando a Strauss (1956: 211), de ayudar a sus pacientes para tomar la actitud de otros sobre s mismos y modificar el resultado del proceso de enfermedad, obteniendo la cura. Eso es saber soar. Bibliografa
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Aprendiendo a soar
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