Howell - Una Vez Más Sobre El Trabajo Productivo e Improductivo (1975)

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CRTICA MARXISTA-LENINISTA

Una vez ms sobre el trabajo productivo e improductivo[1]


Peter Howell 1975 Contenido
Introduccin I Economa Poltica Clsica (i) (ii) (iii) (iv) (v) Los fisicratas Adam Smith Ricardo Ricardo frente a Malthus Las categoras de la economa poltica y la lucha de clases

II Los conceptos de trabajo productivo e improductivo en Marx (i) (ii) La crtica de Marx al concepto de Adam Smith de trabajo productivo El concepto de trabajo productivo y su desarrollo ulterior (a) La produccin material (b) La produccin inmaterial (c) El transporte (d) La produccin de dinero material Tratado productivo de tipo especial (a) Trabajo invertido en el elemento pasivo del capital productivo (b) Trabajo invertido en el elemento activo del capital productivo El trabajo improductivo intercambiado contra el capital El trabajo improductivo intercambiado contra el ingreso

(iii) (iv) (v)

III La contradiccin del capital y los conceptos de trabajo productivo e improductivo IV Cmo los marxistas creativos deforman a Marx (i) (ii) (iii) (iv) Adis a las armas Adis a Marx Adis a la razn El denominador comn

V El departamento IIb y la crisis del capitalismo (i) (ii) (iii) (iv) La necesidad del departamento IIb y su lugar en el esquema de reproduccin de Marx La ley de la tasa decreciente de ganancia y el impacto del departamento IIb Cmo la burguesa responde a la crisis La solucin final

Conclusin

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INTRODUCCIN
En su discurso sobre el presupuesto de abril de 1975, el Sr. Denis Healey, hacindose eco de los sentimientos de su Muy Honorable amigo, seor Wedgwood Benn, anunci las medidas que, con suerte, podran revertir el proceso de desindustrializacin que Gran Bretaa ha estado experimentando en los ltimos aos. El Sr. Benn, por supuesto, ha dejado claro que l ha encontrado particularmente preocupante la reciente tendencia a una disminucin absoluta del nmero de personas empleadas en la manufactura. Incluso ha advertido con un toque muy de Smith que cuanto ms se contraiga nuestra manufactura, mayor ser la brecha entre lo que fsicamente puede producir y la cantidad mnima necesaria para pagar nuestra posicin como gran nacin comercial. Si el Gobierno va a mantener un sector industrial competitivo y rentable, debe tener como objetivo nada menos que la preservacin de nuestra base industrial. [2] Compartiendo la preocupacin de Benn, si no sus recetas, Sir Keith Joseph tambin ha pedido medidas que restauren la vitalidad de nuestra menguante base industrial, incluso a expensas del sector improductivo que es, despus de todo, consumidor de riqueza ms que creador de riqueza. Qu lamentable que debamos vivir en una sociedad en la que tantos viven de los excedentes creados por tan pocos. Por el contrario, debemos esforzarnos hacia una economa de valor slido, basada en la industria manufacturera, a cargo de los proletarios y encabezada por el empresario, ese raro tipo de persona, relativamente, en comparacin con los perceptores de sueldos y salarios. Por encima de todo, lo que necesitamos ahora en Gran Bretaa es completar la revolucin burguesa de la que surgir una burguesa fuerte, libre de grilletes feudales . Gran Bretaa, por desgracia, los tiene. Nunca tuvo una clase dominante capitalista o una alta burguesa estable Las grandes familias feudales, junto con los terratenientes, los tribunales, la iglesia y los profesionales del derecho tienen su sello firmemente puesto en la sociedad britnica post-medieval que las clases comerciantes buscaron aceptarlas en lugar de desafiarlas, como lo hicieron en Francia... La tradicin era demasiado fuerte para que la revolucin industrial la hiciera temblar, aunque las clases medias lo intentaron, a mediados de la poca victoriana... Se puede recordar la queja de Marx de que los oponentes de orientacin feudal al capitalismo naciente se disfrazaban de socialistas. Estaba preocupado por que deberan ser claramente diferenciados del producto autntico. [3] En respuesta al artculo de Trade and Industry, Samuel Brittan, escribiendo en el Financial Times, critic a Benn por su disgusto fisiocrtico por el trabajo improductivo, por no tener en cuenta el aumento de la productividad industrial que acompa a la cada en el empleo industrial y por no reconocer que el cambio de la manufactura a los servicios es perfectamente normal en una economa moderna. [4] En una lnea similar, aunque con fines diferentes, los diputados laboristas George Rodgers e Ivor Clemitson han argumentado que la disminucin del nmero de empleados en la manufactura es un hecho econmico de la vida que debemos aprender a
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aceptar, e incluso darle la bienvenida. Lo que deberamos hacer, por lo tanto, es derivar ms personas a las reas de servicio pblico el transporte pblico, la enseanza, los servicios de salud, los servicios sociales, y as sucesivamente en una larga lista... Nuestros antepasados socialistas habran acogido con satisfaccin la oportunidad a la que nos enfrentamos. Por qu no la agarramos con las dos manos?. [5] As, Benn se toma la tarea de la defensa de una tica del trabajo adaptado ms a la primera revolucin industrial que a la democracia social del siglo XX, mientras aquellos como Rodgers y Clemitson son castigados por Sir Keith por ocultar una intencin feudal tras un atuendo socialista. Para aquellos de nosotros con algo ms que un inters pasajero en el curso tomado por la sociedad burguesa, no es ninguna sorpresa encontrar a las clases dominantes de este pas de nuevo dando vida a un tema siempre recurrente de la economa poltica clsica la distincin entre trabajo productivo y trabajo improductivo. En su decadencia, como en su infancia, el capital parece decidido a vomitar directamente cuestiones econmicas que arrojan luz especial sobre la condicin no slo de la sociedad burguesa en general, sino del capital britnico, en particular. Que los enanos de hoy deban sostener a los gigantes del pasado es la prerrogativa de una clase dominante en decadencia. Por nuestra parte, podemos encontrar consuelo en la idea de que si la historia del capital britnico asume su dimensin absurda, el final, o ms bien un nuevo comienzo, est sin duda a la vista. Cuando Sir Keith reclama la consumacin de la revolucin burguesa es ms que un especialista ideolgico. Su objetivo es dividir a la clase obrera entre productores de riqueza y consumidores de riqueza aunque slo sea como un preludio a un ataque contra todos ellos. En consecuencia, es el propsito de este documento reafirmar la intencin original detrs de la formulacin de Marx de los conceptos de trabajo productivo e improductivo, tanto en el mbito de la teora como de la lucha poltica, para que podamos aislar con mayor facilidad al elemento realmente parasitario en nuestra sociedad, el empresario, un espcimen de hecho muy raro. Esto se hace tanto ms necesario a la luz de los recientes intentos de abandonar por completo muchas de las categoras bsicas desarrolladas por Marx, en la creencia equivocada de que su uso slo puede servir para confundir a la clase obrera ya dividida y confundida. Lejos de sembrar la semilla de la desunin, las categoras de El Capital de Marx, si son consideradas y utilizadas con propiedad, nos permitirn construir la concordia ms fuerte posible entre las masas populares de este pas. Tambin nos permitir demostrar, de una vez por todas, que la forma de combatir esta retirada absurda hacia la economa poltica no es mediante el refinamiento de esa economa, sino sometindola a una crtica revolucionaria. [6] Empezaremos, por lo tanto, estudiando de cerca a los clsicos, empezando por los fisicratas y terminando con la crtica de Ricardo a Malthus [7]. Como mostraremos, hay un lado muy claramente reformista de la economa poltica, a pesar de su espritu revolucionario. Y como veremos ms adelante, los marxistas de nuestros tiempos

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tienden cada vez ms a este reformismo el precio que inevitablemente deben pagar los que ignoran el concepto marxista del trabajo productivo. En la segunda parte de este trabajo, vamos a examinar la crtica de Marx a las categoras de la economa poltica, y al hacerlo, restableceremos lo que realmente nos ense Marx sobre el tema. Adems, dado que la categora de trabajo productivo es una parte integral del concepto de capital, ser necesario volver a los clsicos para demostrar lo poco que penetraron en el secreto de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Esto dejar claro que el propsito del concepto de Marx del trabajo productivo no es como Gough y otros sostienen simplemente explicar la existencia y cantidad de la plusvala en el modo de produccin capitalista [8]. Esta es una verdad a medias y por lo tanto una distorsin. El propsito completo del concepto de Marx del trabajo productivo es el de revelar a la clase trabajadora las leyes del movimiento de la sociedad burguesa. En la tercera parte, vamos a seguir el lento y triste progreso del revisionismo contemporneo que se mueve poco a poco en contra del concepto de capital, hasta que no queda nada, salvo la concepcin vulgar, segn la cual todos los trabajadores empleados en el modo de produccin capitalista son productivos. Esto ha ofrecido a los portavoces de la ideologa del capital una oportunidad ideal para presentar su miserable explicacin de la crisis actual. Por ltimo, se apunta a las causas reales que subyacen en la crisis del capitalismo de hoy, desenmascarando a los distintos representantes del capital britnico en su intento de aportar soluciones que slo pueden hacerse efectivas a costa de la clase obrera. En el proceso quedar muy claro que nuestro variado surtido de pretendidos marxistas, despus de haber adulterado el concepto de trabajo productivo, es incapaz de ofrecer a la clase obrera una alternativa viable.

I LA ECONOMA POLTICA CLSICA


(i) Los fisicratas
Los verdaderos fundadores de la economa poltica moderna fueron los fisicratas. Ellos fueron los primeros en trasladar la investigacin sobre el origen de la plusvala de la esfera de la circulacin a la esfera de la produccin y esta fue una de sus valiosas contribuciones a la ciencia. Los fisicratas sin embargo, no analizaron la plusvala desde la perspectiva del trabajo general social, que en cambio es la nica fuente de valor, analizaron la plusvala en la forma concreta en la que apareci por primera vez en la agricultura como el exceso de valores de uso producidos sobre los consumidos. Dado que, adems, la agricultura era la nica actividad en la que se poda ver la creacin de un supervit en una forma material y tangible y separada del proceso de circulacin, los fisicratas llegaron a la conclusin de que el trabajo agrcola era el nico productivo. Todo el peso del bienestar econmico del pas descansaba sobre los
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hombros de los agricultores, ya que ningn otro trabajo aislado era capaz de generar excedentes que pudieran dar lugar a la acumulacin y que permitieran que las otras clases puedan obtener de ellos su subsistencia. Pero lo que aparece en los fisicratas como la glorificacin del trabajo agrcola es, de hecho, slo la celebracin de la naturaleza. El supervit dejado al final del proceso de produccin es un regalo de la naturaleza y no el resultado del plustrabajo, del trabajo no remunerado. El trabajo agrcola sirve slo como el medio por el cual se puede realizar la potencialidad de la naturaleza en su totalidad. En el sistema de los fisicratas entonces, la plusvala se explica en una forma feudal, como derivada de la naturaleza y no de la sociedad, a partir de la relacin del hombre con la tierra y no de sus relaciones sociales. El valor en s se resuelve en un mero valor de uso, y por lo tanto en la sustancia material. [9] Tomando como punto de partida el valor de uso en lugar del valor, los fisicratas erigieron un edificio econmico, sin haber puesto la primera piedra [10]. Por lo tanto, no tuvo lugar el avance desde las condiciones puramente tcnicas de la produccin al ncleo del problema. Para los fisicratas era simplemente una cuestin de si la economa podra ser o no ms eficiente y menos onerosa mediante la aplicacin de la poltica del gobierno ilustrado, y esto, garantizando la disponibilidad de suficiente supervit para mejorar la capacidad de creacin de riqueza de la naturaleza. El gasto pblico excesivo, junto con las polticas econmicas equivocadas, slo serva para disipar los excedentes necesarios para la acumulacin, conduciendo de este modo a la ruina econmica. Los hbitos de consumo tambin jugaban un papel importante en el sistema de los fisicratas. Para permitir una saludable tasa de acumulacin era necesario que se mantuviera una actitud frugal. Esto significaba que no se debe alentar de ninguna manera el lujo en forma de ornamentacin, en detrimento de los gastos ocasionados por las operaciones y la mejora de la agricultura... [11] La gran industria en el tiempo de los fisicratas estaba slo comenzando. Las barreras encontradas por el modo capitalista de produccin en su surgimiento inicial, sobre todo en la forma en que apareci por primera vez en la agricultura, se presentaban con una visin tcnica ms que social. Por otro lado, a pesar de su aparente sesgo feudal, los fisicratas dejaron muy en claro que la burguesa no resolvera sus problemas econmicos hasta que primero hubiera resuelto sus tareas polticas. Qued para Adam Smith discutir el caso fisiocrtico de una manera ms decisiva y sistemtica, dando a su exposicin su forma explcita capitalista.

(ii) Adam Smith


Muy en la lnea de los fisicratas, Adam Smith estaba preocupado de que una parte demasiado grande del producto anual se desperdiciara en el consumo improductivo. Las grandes naciones, seal, se empobrecen muy a menudo por la
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prodigalidad pblica y la mala conducta. Todo, o casi todo el ingreso pblico, se emplea en la mayora de los pases en el mantenimiento de manos improductivas... Por eso, cuando se multiplican hasta un nmero innecesario, pueden consumir en un ao determinado gran parte de esta produccin, como para no dejar lo suficiente para mantener a los trabajadores productivos, que deben reproducirla el ao siguiente. [12] Sin embargo, frente a los fisicratas, Smith consider el valor del producto, y no su sustancia material, como la base esencial de la riqueza burguesa [13]. Ya no se trata de un tipo particular de trabajo concreto destacndose como productivo, sino de todo el trabajo que est directamente subsumido en el capital. El trabajo productivo se define aqu desde el punto de vista de la produccin capitalista, y Adam Smith llega aqu al corazn de la materia, dando en el clavo. Este es uno de sus mayores mritos cientficos... que define el trabajo productivo como trabajo que se intercambia directamente con capital... Esto tambin establece absolutamente lo que es trabajo improductivo. Es un trabajo que no se intercambia con capital, sino directamente con ingresos... [14] La principal diferencia, entonces, entre trabajo productivo e improductivo sealada por Adam Smith, es que el primero se intercambia directamente con capital y el segundo con ingresos [15]. Pero esta definicin aunque representa un avance inmenso sobre los fisicratas no estaba libre de ambigedades. Incapaz de distinguir entre el capital empleado en el proceso directo de produccin y el capital empleado en el proceso de circulacin, Smith confunde la creacin de la plusvala con su realizacin. Por un lado, define como el trabajo productivo el que se suma al valor de la materia sobre la cual se desarrolla [16] y, sin embargo, por el otro, tambin define como productivo el trabajo empleado en el comercio minorista [17]. Esta ltima forma de trabajo, sin embargo, no crea valor sino que simplemente permite al vendedor reclamar una parte del plusvalor social que ya se ha producido. Esta confusin se complica an ms por el tratamiento eclctico de Smith de la produccin capitalista en su conjunto. Desde el punto de vista del capital individual todo trabajo es productivo si permite a los capitalistas obtener ganancia. Pero desde el punto de vista del capital social total, el trabajo slo es productivo si su producto se destina a la sustitucin de un capital [18]. Por un lado, el productor de artculos de lujo es productivo, ya que aumenta el valor del producto; por el otro, es improductivo ya que los lujos no pueden volver a entrar en el ciclo de produccin. Este carcter dual de la produccin de lujo ocupa un lugar especial en el anlisis de Smith, porque l lo ve como un medio eficaz para regular el proceso de acumulacin. A travs de la produccin de lujo el capital encuentra la liberacin de ese terror de la economa poltica, la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.

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Un aumento en la produccin de lujo ralentizar el ritmo de acumulacin, ya que parte del producto anual no se gastar de nuevo en trabajo productivo. Pero igualmente, si se incrementa la parte del producto anual que se destina a mantener el trabajo productivo, la tasa de reproduccin disminuir porque a los dueos del capital les resulta difcil conseguir mano de obra a emplear. Su competencia eleva los salarios del trabajo y hunde las ganancias del capital [19]. La acumulacin de capital, por lo tanto, conduce a su propio estancamiento. La economa poltica por fin percibe, aunque superficialmente, que la contradiccin del capital se encuentra en el proceso de acumulacin mismo. Pero la sabidura al final prevalece una poltica prudente con la cantidad justa de produccin de lujo se asegurar de que la acumulacin contina a un ritmo estable y sano. [20] Smith estaba escribiendo en un momento en que la gran industria capitalista todava no haba aprendido a permanecer de pie. La forma ms evidente en que apareca la contradiccin del capital era una lucha competitiva entre las clases sobre la distribucin del producto social. Los capitalistas, a los ojos de Smith, se enfrentaban a un gravoso Estado que consuma una proporcin muy alta del producto del pas, o a los propios trabajadores cuyos salarios excesivos impedan la reconversin de una parte del plusproducto en capital. Eran tiempos difciles para los capitalistas. Qued para Ricardo llevar adelante el anlisis, esta vez desde el punto de vista de la produccin capitalista avanzada.

(iii) Ricardo
Ricardo estaba plenamente de acuerdo con la distincin hecha por Smith entre los trabajadores pagados con el capital y los que se pagan de los ingresos. Pero poco le importaba a Ricardo si el tamao de la fuerza laboral de un pas era grande o pequea, lo que importaba era el monto de la plusvala (ingreso neto) producido. El tamao relativamente pequeo de la poblacin productiva, era incluso de agradecer ya que era slo otra manera de expresar el grado relativo de la productividad del trabajo . [21] Adam Smith constantemente magnifica las ventajas que un pas saca de un gran ingreso bruto, en lugar de un gran ingreso neto... Siempre que su ingreso real neto, su renta y sus beneficios sean los mismos, no tiene importancia si la nacin se compone de diez o de doce millones de habitantes. La potencia de sus flotas y ejrcitos de apoyo, y todas las especies de trabajo improductivo, deben estar en proporcin a su ingreso neto y no en proporcin a su ingreso bruto. [22] El crecimiento del consumo improductivo no retrasa necesariamente el proceso de formacin de capital. Con todas las mejoras en la ciencia de la tecnologa, y con cada avance en la ciencia de la agricultura, baja el valor de los medios de subsistencia de los trabajadores, las ganancias de los capitalistas se elevan y con ello la capacidad del pas para mantener todas las especies de trabajo improductivo. [23]

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Tampoco se preocupaba Ricardo de que un crecimiento demasiado rpido de la acumulacin fortalecera el poder de negociacin de los trabajadores a expensas de los capitalistas. Si surgiera una escasez de mano de obra los capitalistas introduciran maquinaria que ahorrara mano de obra, creando as una disminucin en la demanda progresiva de mano de obra. [24] Aqu Ricardo toc en el centro neurlgico de la produccin capitalista y, al hacerlo, introdujo una nota discordante en la economa poltica. Tanto es as que un apologista, Carey, inmediatamente lo denunci como el padre del comunismo, un demagogo cuyos perniciosos escritos slo servan para promover la hostilidad entre clases. [25] Pero al final el sistema de Ricardo, al igual que el de Smith, se hace dcil. Ya que los trabajadores, de acuerdo con Ricardo, tienen un inters en asegurar que la oferta de trabajo no sea muy superior a la demanda, deben desear naturalmente que una mayor cantidad de ingresos posible sea... gastada en sostener sirvientes domsticos [26]. Siempre que los trabajadores que resulten redundantes obtengan un nuevo empleo en las ramas improductivas del trabajo, los obreros productivos mantendrn su posicin en la lucha competitiva contra los capitalistas. Del mismo modo mantendrn una buena posicin negociadora en tiempos de guerra, cuando el Estado tiene que mantener grandes flotas y ejrcitos. [27] La posicin de Ricardo es ahora la de un apologista y su receta es esencialmente reformista. De su reformismo Marx dijo lo siguiente: Qu orden ms conveniente el que hace sudar a una nia doce horas en una fbrica, para que el propietario de la fbrica, con una parte de su trabajo no remunerado, pueda tener en su servicio personal a su hermana como criada, a su hermano como mozo y a su primo como soldado o polica!... Este es de hecho un claro resultado de la maquinaria, que hace que una parte considerable de la clase trabajadora femenina y masculina se convierta en siervos. [28] En ltima instancia, el sistema ricardiano se rompe, no a causa de la hostilidad que genera, sino por los lmites que encuentra en la naturaleza. La ley de rendimientos decrecientes, a pesar de los avances de la ciencia, finalmente se impone. Cuanto ms capital se acumula ms difcil se hace arrancar del suelo los alimentos suficientes para sostener a los trabajadores. La subsistencia del trabajador desciende y se ve obligado a la lucha por salarios ms altos, y todo aquello que incremente los salarios, necesariamente reduce las ganancias. [29] La contradiccin que encontramos en el sistema de Ricardo es la contradiccin abstracta entre el hombre y la naturaleza, una contradiccin que se presenta en la forma social de una lucha entre clases por un plusproducto social cada vez ms reducido. Las bestias de Darwin se transforman en capitalistas y trabajadores.

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Ricardo ahora adopta una postura de smithiana, viendo el dilema del capital en una insuficiencia de plusvala, no porque los salarios reales hayan subido demasiado alto como Smith sostuvo, sino porque la naturaleza se ha vuelto demasiada parca en sus regalos. Adam Smith... uniformemente atribuye la cada de las ganancias a la acumulacin de capital, y a la competencia como consecuencia de ella, sin advertir la creciente dificultad de producir alimentos para el nmero adicional de obreros que el capital adicional emplea. [30] Despus de haber vuelto a izar el espectro de una disminucin del plusproducto, Ricardo aparta su atencin de Adam Smith con el fin de combatir a Malthus, el archidefensor de las cortes esplndidas y el despilfarro.

(iv) Ricardo frente a Malthus


Al contrario que Ricardo, Malthus restableci la concepcin vulgarizada de la ganancia. Las mercancas se venden con ganancia, no porque se vendan a su valor, sino porque se venden por encima de su valor. Es decir, los capitalistas obtienen sus ganancias mediante la venta de sus productos a los trabajadores, a un precio ms alto que el que pagan a los trabajadores por producirlos. Aunque en el sistema de Malthus se produce explotacin, lo hace slo en el mercado despus de que las mercancas han sido producidas. Los trabajadores no son explotados en el proceso de produccin son simplemente engaados. La contradiccin del capital se traslada ahora de la esfera de la naturaleza a la esfera de la competencia. Pero, segn Malthus, si todos los capitalistas venden sus productos con sobreprecio a los trabajadores es inconcebible que se pueda hacer ninguna ganancia en absoluto. Si el trabajador no est en condiciones de comprar la totalidad de lo que produce con su salario, su demanda no se corresponder con la oferta. Despus de haber planteado un falso dilema Malthus procedi a proporcionar a los capitalistas una solucin igualmente falsa. La demanda en la sociedad capitalista, segn l, slo puede hacerse efectiva si viene de los que estn al margen de la produccin, de los que consumen pero no producen. El consumo necesario por lo tanto, debe llevarse a cabo entre los trabajadores improductivos de Adam Smith. Malthus no oculta el hecho de que el trabajador realiza parte de su trabajo sin un retorno equivalente. l no estaba interesado en ocultar las contradicciones de la produccin burguesa, sino por el contrario, en enfatizarlas, por un lado con el fin de demostrar que la pobreza de las clases trabajadoras es necesaria... y, por otra parte para demostrar al capitalista la necesidad de una Iglesia y una jerarqua del Estado bien alimentadas con el fin de crear una demanda adecuada para las mercancas que producen. Lo que Malthus quera era produccin capitalista, pero slo en la medida en que crea una base material ms amplia y ms cmoda para la vieja sociedad. [31]
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Ricardo no quera saber nada de esto. Como custodio terico del decreciente excedente de la sociedad se dispuso a defender a la burguesa industrial contra el abuso adicional del consumo improductivo. Un cuerpo de trabajadores improductivos es tan necesario y til, con miras a la produccin futura, como lo es un incendio que consume, en los almacenes de los fabricantes, las mercancas que de otra manera consumiran los trabajadores improductivos... Qu podra ser ms prudente si la doctrina del seor Malthus fuera cierta que aumentar el ejrcito y duplicar los salarios de todos los funcionarios del gobierno...? [32] En cualquier caso, mientras el debate entre los economistas se enconaba, se formaba una clase que comenzaba a percibir que sus intereses no estaban en absoluto ligados a los de aquellos a los que los economistas trataban de defender. Esta clase, adems, comenz a tomar un gran inters en el hecho de que algunas personas estaban siendo mantenidas por la labor de los dems. En resumen, la economa poltica estaba a punto de aprender que no vala la pena luchar contra los representantes de un viejo orden cuando el presente contiene en s el germen del nuevo.

(v) Las categoras de la economa poltica y la lucha de clases


Antes de la aparicin del modo de produccin capitalista, la extraccin del trabajo excedente generalmente serva como un medio para unas cortes esplndidas y una vida suntuosa para los ricos ociosos. Las clases dominantes de las sociedades precapitalistas no se hubieran opuesto a la acusacin de que la suya era una vida improductiva el mero ttulo de trabajador habra sido suficiente para despertar su indignacin. En contraste, la obtencin de plustrabajo bajo el estricto rgimen del capital lleg para servir no como un medio para el consumo sino para un fin ms noble, el de la acumulacin. Gracias a la aparicin de este nuevo sistema, las capacidades productivas del trabajo social se desarrollaron enormemente y de una manera que eclipsa todos los modos antiguos. As fue que el trabajo productivo fue ensalzado mientras se condenaba el trabajo improductivo, y por primera vez en la historia las categoras econmicas fueron utilizadas directamente en la confrontacin ideolgica de una clase contra otra. De todos los representantes de la economa poltica Adam Smith fue el menos comedido en dar rienda suelta a su odio por el trabajo improductivo. La gran industria estaba todava en paales y necesitaba toda la ayuda que pudiera conseguir. Derrochar el excedente, que de otro modo podra ser utilizado para la acumulacin, impedira su desarrollo. Sin embargo, las numerosas oficinas y prebendas relacionadas con la administracin del Gobierno, para no hablar de los clrigos, abogados, mdicos, hombres de letras de todo tipo, actores, bufones, msicos, cantantes de pera, bailarines de pera, etc., hacan exactamente eso. Eran meros sirvientes del pblico y por lo tanto,

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mantenidos por una parte del producto anual de la labor de la otra gente [33]. ste, dice Marx, es el lenguaje de la burguesa todava revolucionaria, que an no ha sometido a toda la sociedad, el Estado, etc.... El Estado, la iglesia, etc., slo se justifican en la medida en que son comits para supervisar o administrar los intereses comunes de la burguesa productiva, y sus costos ya que por su naturaleza, estos gastos corresponden a los gastos generales de la produccin deben reducirse al mnimo inevitable. [34] A pesar de que los escritos de Smith se destacan como una crtica de las condiciones existentes, es importante recordar que lo que en la superficie es la glorificacin del trabajador productivo es, de hecho, solo la glorificacin del capitalista industrial, en contraposicin a los terratenientes y esos capitalistas monetarios que viven slo de sus ingresos [35]. Pero ah radica el problema. Dado que el trabajo es la fuente de todo valor y que, en consecuencia, siempre podemos trazar la gnesis directa del capital desde el trabajo, surge la pregunta, cmo o por qu razn el capital es productivo? Tenemos, una de dos: o el poder productivo del trabajo o el poder productivo del capital ya que el mismo poder productivo no se puede contar dos veces, y si tenemos este ltimo no puede haber ley del valor. La economa poltica fue atrapada en una contradiccin de su propia creacin y, como lo describi Marx, era natural para los pensadores que se pusieron del lado del proletariado aprovechar esta contradiccin, para lo cual se encontraron con la base terica ya preparada. El trabajo es la nica fuente del valor de cambio y el nico creador activo del valor de uso. Esto es lo que ustedes dicen. Por otro lado, tambin dicen que el capital lo es todo, y el trabajador no es nada o es un simple costo de produccin del capital. Ustedes se han refutado a s mismos. El capital no es ms que defraudacin al trabajador. El trabajo lo es todo. [36] Y cuando finalmente los trabajadores se pongan de pie y declaren que los capitalistas son improductivos, y cuando los capitalistas ya no puedan sostener ms un tono revolucionario, aunque slo sea porque su propio tono se ha convertido en el centro de la tormenta de una nueva lucha, an ms severa, entonces habr llegado el momento para ellos de gritar que se ha cometido un error monumental y pedirn, de forma cobarde, una tregua, un compromiso enfermizo, en el que todas las actividades imaginables, por tenue que sea su relacin con la produccin capitalista, deben ser honradas con el ttulo de trabajo productivo. Cuando... la burguesa ha ganado la batalla, y en parte se ha hecho cargo del Estado, en parte hizo un compromiso con sus poseedores anteriores, y tambin reconoci a las profesiones ideolgicas como carne de su carne y por doquier los convirti en sus funcionarios, de la misma naturaleza que ella misma; cuando ella misma ya no se enfrenta a stos, como representante del trabajo productivo, sino que los verdaderos trabajadores productivos se levantan en su contra y, adems,
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le dicen que vive del trabajo de otras personas... entonces las cosas toman un nuevo giro, y la burguesa trata de justificar econmicamente, desde su propio punto de vista, lo que en una etapa anterior haba criticado y combatido. [37] La ley ricardiana del valor, con todas sus imperfecciones, tena que irse por lo menos de las universidades permitiendo as que los economistas aspiren a esa noble tarea de proporcionar a la sociedad la ciencia de lo superficial. La inquietante paradoja capital o trabajo, ahora podra encontrar su sustitucin en la resolucin grosera: capital y trabajo, y tierra y gestin y tecnologa y cualquier otro mercenario filibustero de la burguesa que uno quiera nombrar. Los capitalistas tenan un gran inters en abandonar la distincin entre trabajo productivo e improductivo. La clase obrera, por otro lado, tena, y siempre tendr, todo el inters en hacer hincapi en esta distincin. Sin este nfasis es posible convertir la declaracin de Ricardo de que el trabajo es el creador de valor en todo lo contrario que el capital es el creador de valor. Dad al capitalista un segundo y reclamar toda la jornada laboral. Marx dio la bienvenida al hecho de que el proletariado hubiera encontrado un nmero de simpatizantes capaces de aprovechar las contradicciones de la economa poltica y usarlas contra los capitalistas desde el punto de vista de los trabajadores. Pero como Marx bien saba, la iniciativa revolucionaria de los obreros no poda mantenerse por mucho tiempo, y mucho menos desarrollarse an ms, simplemente confrontando el argumento de Ricardo en sus propios trminos. En cambio fueron estos mismos trminos los que tuvieron que ser sometidos a la propia crtica revolucionaria de Marx. Despus de haber rescatado la esencia revolucionaria de la dialctica hegeliana Marx estaba equipado para hacer frente a la economa poltica de un modo similar. De hecho, fue precisamente debido a su crtica de aquella que sta pudo entonces ser superada sobre la base del materialismo histrico. Si bien es cierto que el enfoque general de la historia de Marx forma tanto el fondo como el punto de partida para una crtica de la economa poltica, no es menos cierto que sin esta crtica la perspectiva histrica de Marx, con todas sus brillantes ideas, hubiera permanecido en el mbito de la filosofa especulativa. El anlisis de Marx del capital hace mucho ms que revelar las leyes del movimiento de la sociedad burguesa; tambin confa en las manos del movimiento obrero revolucionario la ciencia de la sociedad el materialismo histrico [38]. A este fin Marx dedic el concepto del trabajo productivo, un concepto que expresa precisamente la forma especfica del trabajo en que se basa todo el modo capitalista de produccin y el capital mismo. [39]

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II LOS CONCEPTOS DE TRABAJO PRODUCTIVO E IMPRODUCTIVO EN MARX


(i) La crtica de Marx al concepto de trabajo improductivo de Adam Smith
Marx comparta la visin de Smith de que el trabajo es improductivo si se intercambia directamente con ingresos. Pero el corolario de que el trabajo es productivo si se intercambia directamente con capital es inadecuado y superficial, y por lo tanto errneo. De lo que Smith no se dio cuenta fue que en el intercambio entre trabajo y capital tienen lugar dos actos estrechamente relacionados, pero no obstante distintos. La primera fase del intercambio entre capital y trabajo implica una transaccin formal entre capitalista y trabajador en el mercado. Aqu, el obrero vende su mercanca fuerza de trabajo por una suma determinada de dinero. El capitalista compra esta mercanca slo por su valor de uso, con el fin de consumirla en el proceso de produccin material. Esto lo hace poniendo al trabajador a trabajar en lo que Marx llama el proceso de trabajo humano [40], un proceso en el que los seres humanos se apropian, con la ayuda de los instrumentos de trabajo, de los productos de la naturaleza en una forma adaptada a sus propias necesidades. Desde el punto de vista de la concepcin general de Marx de la historia, todo el trabajo dedicado a la produccin de valores de uso puede ser considerado como productivo, ya que los seres humanos se distinguen de los animales a travs del proceso de trabajo. [41] La produccin de valores de uso o, lo que es lo mismo, el proceso de trabajo, constituye la base material de toda vida humana y en este sentido puede ser concebida independientemente de su forma social. Pero son precisamente estas formas las nicas que importan cuando se trata del carcter especfico de un modo de produccin social. Sostener lo contrario es como si el fisilogo, dijera que las diferentes formas de vida son una cuestin indiferente, que todas ellas son slo formas de materia orgnica [42]. En consecuencia, la definicin de trabajo productivo, desde el punto de vista de la produccin capitalista, no tiene absolutamente nada que ver con el proceso de trabajo como tal; se deriva no de las caractersticas del trabajo material, sino de la forma social determinada, las relaciones sociales de produccin, dentro de las cuales se realiza el trabajo. [43] El proceso de trabajo en la sociedad capitalista implica algo ms que la produccin de valores de uso; es al mismo tiempo produccin de mercancas y de plusvalor. Lo que realmente interesa al capitalista de la fuerza de trabajo del trabajador no es la forma particular concreta en que se consume, sino el valor de uso especfico que esta mercanca posee de ser una fuente no slo de valor, sino de ms valor del que ella misma tiene [44]. Es importante recordar, por tanto, que la fuerza de trabajo tiene no uno sino dos valores de uso. Adems de su valor de uso como una forma particular de trabajo concreto, asume un valor de uso general. Este ltimo tipo de valor de uso
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constituye su caracterstica especial, que emana como lo hace, de la parte especfica que desempea en la produccin de mercancas. Lo que el capitalista compra al trabajador, y lo que posteriormente consume, es una capacidad de creacin de valor, auto-expansivo, es decir, fuerza de trabajo, que no slo reproduce su valor, pagado por el capitalista, sino que a la vez produce un valor excedente, un valor no existente con anterioridad y no pagado por un equivalente [45]. Es precisamente esta capacidad de creacin de valor la que constituye el valor de uso especfico del trabajo productivo para el capital [46]. Aqu est el valor de uso que constituye la base para la existencia del capital. Incapaz de lograr un entendimiento del valor de uso especfico del trabajo productivo para el capital, la economa poltica se demostr incapaz de lidiar con el intercambio entre trabajo y capital en su totalidad. La primera fase del intercambio se lleva a cabo enteramente dentro de los lmites del mercado, y de acuerdo con sus leyes especficas propias. La segunda fase del intercambio entre capital y trabajo, de hecho, no tiene nada que ver con la primera, y estrictamente hablando, no es un intercambio en absoluto... El dueo del dinero ahora funciona como capitalista. Que consume la mercanca que ha comprado... En este proceso, por lo tanto, el trabajo es... transformado directamente en capital, despus de que ha sido incorporado formalmente en el capital a travs de la primera transaccin. En el intercambio entre capital y trabajo, el primer acto es un intercambio... El segundo es un proceso cualitativamente diferente del intercambio, y slo por un mal uso podra haber sido nombrado como algn tipo de intercambio en absoluto. Es frontalmente opuesto al intercambio; categora esencialmente diferente. [47] La economa poltica no tuvo xito en aventurarse mucho ms all del primer intercambio entre capital y trabajo. Lo ms que logr fue plantear el siguiente acertijo: Cmo es que el capitalista compra trabajo por su valor, vende el producto del trabajo por su valor y sin embargo, al final del proceso tiene ms valor que cuando se inici? Pero el enigma nunca se resolvi, y de hecho no se puede resolver, en tanto se ponga al capital directamente frente al trabajo en lugar de ponerlo frente a la fuerza de trabajo. [48] El trabajador productivo, para Marx, es aquel cuya fuerza de trabajo es primero intercambiada directamente contra el capital-dinero y luego consumida por el capitalista en el proceso directo de produccin. El trabajo productivo es slo un trmino breve para toda la relacin y la forma y manera en que la fuerza de trabajo figura en el proceso de produccin capitalista. [49] Ahora podemos entender lo que haba detrs del confuso tratamiento de Smith de los artculos de lujo. En lugar de considerar primero la base de la relacin capitalista el valor de uso especfico del trabajo productivo para el capital se lanz de cabeza en la consideracin de los tipos particulares de valores de uso en que el trabajo se realiza.
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Ms tarde, Marx analiz la importancia del contenido material del trabajo, pero slo despus de que hubiera sido establecida una slida base. El fracaso de Smith de concebir la fuerza de trabajo como una mercanca le impidi desarrollar un concepto de capital y, ms importante an, la comprensin de su composicin especfica. El valor que el capitalista pone en medios de produccin sigue siendo una magnitud constante, tanto antes como despus de su incorporacin en el proceso de trabajo, y por esta razn se define como capital constante. El capital variable, por el contrario, sigue siendo una magnitud constante, slo mientras est en manos de los capitalistas en su forma mercanca o dinero. Cuando se pasa de su forma de dinero a su forma productiva, es decir, en fuerza de trabajo viva, se convierte de una magnitud determinada, constante, en una magnitud variable, en un valor que se expande, y por lo tanto en capital. El capital variable se convierte en capital variable real slo despus de que... se convierte en fuerza de trabajo en funcionamiento como parte constitutiva del capital productivo en el proceso capitalista [50]. Sin embargo, clasificando, al igual que Smith, los medios de subsistencia del trabajador en lugar de su fuerza de trabajo como un elemento del capital productivo, la comprensin de la diferencia entre capital variable y constante, y por lo tanto la comprensin del proceso de produccin capitalista en general, se hace imposible. [51] Para Marx era perfectamente comprensible por qu la economa poltica se haba aferrado instintivamente al tratamiento confuso de Smith del capital productivo y del circulante. Sin una clara distincin entre los dos la base para la comprensin del movimiento real de la produccin capitalista, y por lo tanto de la explotacin capitalista, es enterrado de un solo golpe [52]. As, la economa poltica ofreca a los economistas vulgares una base segura de operaciones para su superficialidad, que por principio slo adora la apariencia [53]. Como seala Marx: El primer acto formal de intercambio entre capital y trabajo es slo potencialmente la apropiacin del trabajo vivo de otra persona por parte del trabajo objetivado. El proceso real de apropiacin se lleva a cabo slo en el proceso de produccin real, detrs del cual se encuentra la primera transaccin formal como una etapa pasada... Razn por la cual todos los economistas vulgares... no van ms all de la primera transaccin formal, precisamente para conseguir, por este truco, deshacerse de la relacin capitalista especfica. [54] La definicin de Marx de la fuerza de trabajo le permite forzar su camino a la morada oculta del capital y llevarnos con el pensamiento donde el obrero crea plusvala in actu. Por lo tanto Marx entra en el reino sagrado de la sociedad burguesa cuyo umbral nos mira a la cara: Prohibido el paso excepto para los negocios. El secreto de los beneficios es finalmente revelado. [55]

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CRTICA MARXISTA-LENINISTA (ii) El concepto de trabajo productivo y su desarrollo ulterior


(a) La produccin material. Habiendo examinado la forma y manera en que se consume la fuerza de trabajo en la produccin capitalista, Marx llega a la siguiente frmula: D - M ...P... M' - D' [56] Esta frmula expresa el carcter social del proceso de trabajo en condiciones de produccin capitalista y muestra el origen de la ganancia del capitalista surgiendo del propio proceso directo de produccin material. Teniendo en cuenta la relacin capitalista desde la perspectiva de la mera produccin material, el obrero productivo puede ser definido como alguien que desempea un papel activo en el proceso de trabajo y que produce plusvala para el capitalista. (b) La produccin inmaterial. Es posible, sin embargo, para el modo puramente social de la existencia del capital funcionar aparte del propio proceso de trabajo y para la plusvala aparecer inmediatamente en la forma de un exceso de capital-dinero por encima del capitaldinero originalmente avanzado. Aqu la frmula sera: D - M ...P - D' Una vez que hemos comprendido la distincin entre trabajo abstracto y concreto este aspecto de nuestro anlisis debe presentar pocas dificultades. Como Marx nos recuerda, la materializacin del trabajo no debe ser tomado en el sentido restringido concebido por Adam Smith. Cuando hablamos de la mercanca como materializacin del trabajo... se concibe como una determinada cantidad de trabajo social o de dinero. Puede ser que el trabajo concreto del que es el resultado no deje huella en ella... La mistificacin aqu surge del hecho de que una relacin social aparece en la forma de una cosa. [57] En la industria propiamente dicha, el resultado directo del proceso de trabajo es la mercanca M', una mercanca de mayor valor que la fuerza de trabajo y medios de produccin consumidos en su produccin. En el caso de la produccin inmaterial, sin embargo, la actividad del trabajo no deja ningn resultado tangible con existencia aparte de las propias personas que las realizan, en otras palabras, su resultado no es una mercanca vendible [58]. Por ejemplo, un trabajador empleado en la industria del entretenimiento produce plusvalor y valores de uso, aunque los valores de uso slo se materialicen en el momento de su consumo. Todo lo que queda es la plusvala en su forma especficamente social. La produccin inmaterial funciona no en el propio proceso de trabajo aunque sin el proceso de trabajo toda la produccin inmaterial cesara sino en la esfera del
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consumo individual. Los trabajadores son por lo tanto, colocados en una relacin directa con el pblico consumidor y la venta de sus productos est siempre vinculada con la promocin de su propia personalidad, encanto, ingenio, etc. Los asuntos son muy diferentes en la industria propiamente dicha al final del proceso de trabajo el trabajador y el producto siguen sus caminos por separado. Aquellos empleados directamente por el capital en el proceso de produccin inmaterial son trabajadores productivos, ya sean profesores, mdicos, enfermeras o artistas. El consumo de su fuerza de trabajo por el capitalista es al mismo tiempo produccin de mercancas y de plusvalor. c) El transporte. Hasta ahora hemos considerado la produccin de mercancas, sin tener en cuenta su transporte. La caracterstica peculiar de la industria del transporte es que forma un vnculo entre la esfera de la produccin y la esfera de la circulacin. En consecuencia, seala Marx, es comn entre los economistas que consideren el transporte en el coste de la circulacin y no de produccin. Sin embargo, esto est mal. El transporte de una mercanca al mercado es parte del propio proceso de produccin [59]. El sector del transporte por lo tanto aparece como una continuacin de un proceso de produccin dentro del proceso de circulacin y para el proceso de circulacin. [60] Dado que el efecto til del trabajo del obrero del transporte slo se puede consumir en el momento en que se lleva a cabo, la frmula para la industria del transporte sera, por tanto, D - M ...P - D', ya que es el propio proceso de produccin el que se paga y consume: no un producto separado y distinto de l. [61] d) La produccin de dinero-material. En todos los casos anteriores surge la siguiente pregunta: Cmo pueden los capitalistas continuamente sacar una suma de dinero igual a D' de la circulacin cuando continuamente arrojan una suma igual a D en l? [62]. Considerando que una parte de los capitalistas constantemente succiona ms dinero de la circulacin de lo que vierte en ella, la parte que produce oro constantemente produce ms dinero en l que lo que saca en medios de produccin [63]. Esto nos lleva a nuestra siguiente forma de trabajo productivo, el trabajo dedicado a la produccin del dinero-material, es decir, de oro. En la produccin de oro de la frmula sera D - M ...P... D' porque el proceso de produccin, P, aporta ms oro del que se adelant a los elementos de la produccin del oro en el primer D. [64] Aqu tenemos una forma nica de trabajo productivo, ya que en ninguna otra rama de la produccin capitalista son las condiciones de explotacin directa idnticas a
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las de su realizacin. As se desprende del carcter de la extraccin de oro , como trabajo directamente social [65]. Al igual que en la industria propiamente dicha el trabajador y los productos siguen sus propios caminos, aunque en este caso la plusvala contenida en el oro aparece inmediatamente en su forma socialmente reconocible. El resultado directo del proceso productivo es una mercanca especial la mercanca-dinero que no se puede transformar en capital constante o variable, sino que debe ser sacrificada a la esfera de la circulacin en el que funciona como valor de cambio [66]. El consumo productivo de la fuerza de trabajo del minero de oro debe asumir, por lo tanto, una forma improductiva. Sin embargo, esto no afecta en absoluto a la caracterizacin del minero de oro como un trabajador productivo. [67]

(iii) El trabajo productivo de un tipo especial.


Habiendo examinado las circunstancias en que las diferentes mercancas se producen en la sociedad capitalista, debemos dirigir nuestra atencin al trabajo que se destinar directamente a los elementos del capital productivo. En primer lugar vamos a considerar el trabajo comprometido en el mantenimiento y la reparacin del elemento pasivo del capital productivo, es decir, los medios de produccin y, en particular del capital fijo, principalmente maquinaria. a) El trabajo invertido en el elemento pasivo del capital productivo. En la misma forma que un trabajador debe lavarse, y de este modo mantener la eficacia de su fuerza de trabajo, tambin debe mantenerse una mquina [68]. En la misma forma que un trabajador recibe tratamiento mdico para evitar que muera de forma prematura, tambin se repara una mquina [69]. Sin el gasto de este trabajo la mquina dejar de funcionar como una mquina, se convertir en intil. Pero no es el valor ya existente en la mquina al que sustituye este trabajo, es trabajo adicional necesario por su uso. El salario de los trabajadores que mantienen la maquinaria es por lo tanto una parte del capital variable y el valor de su trabajo se distribuye en el producto [70]. Aqu tenemos una forma especial de trabajo productivo. Se aade al valor del producto final, sin embargo, no entra en el propio proceso de trabajo al que el producto debe su existencia [71]. Marx en consecuencia clasifica este trabajo como trabajo sui generis. [72] Ahora sucede demasiado a menudo en la sociedad capitalista que los trabajadores estn obligados a limpiar y mantener la maquinaria en sus periodos de descanso. De esta manera, los trabajadores proporcionan al capitalista tiempo de trabajo gratis. Este trabajo no figura en el precio del producto... Por lo tanto el capitalista no paga el coste del mantenimiento de su mquina. El trabajador paga in persona, y este es uno de los misterios de la auto-preservacin del capital... [73] Si los capitalistas compran fuerza de trabajo con el propsito de mantener la maquinaria, o si se impone este trabajo a los trabajadores en sus periodos de

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descanso, depender de la correlacin de fuerzas entre capitalistas y trabajadores en la lucha competitiva. (b) El trabajo invertido en el elemento activo del capital productivo. Vamos a considerar ahora el gasto de trabajo en el elemento activo, y por ello ms importante, del capital productivo, la fuerza de trabajo viva. No es de extraar que Smith hiciera caso omiso de esta forma de trabajo ya que en primer lugar era incapaz de concebir la fuerza de trabajo. La trabajadora que vende su fuerza de trabajo a otro sea al capitalista o al Estado con el propsito de criar, formar o mantener la fuerza de trabajo productivo es ella misma una obrera productiva. Una enfermera, por ejemplo, no se limita a reemplazar el valor de la fuerza de trabajo del paciente sino que se suma a ella, a pesar de que la enfermera en s no entra en el propio proceso de trabajo. Una vez ms nos encontramos con trabajo sui generis, pero en este caso tenemos fuerza de trabajo que acta directamente sobre la fuerza de trabajo, una relacin entre una persona y otra, entre trabajador y trabajador, que modifica la relacin en su contenido, aunque no en su forma econmica. El objeto del trabajo de la enfermera no es una cosa que se enfrenta a ella como una fuerza ajena e independiente, como capital, sino el sujeto vivo del propio capital, el obrero. Esto le ha dado considerable margen a la burguesa para imponer sus propias normas de moral hipcrita diseada para separar la enfermera de la enfermera y la enfermera del paciente. La plusvala no se genera normalmente en la produccin de fuerza de trabajo como una mercanca, sino en la produccin de mercancas por la fuerza de trabajo. Los capitalistas no comprarn por mucho tiempo fuerza de trabajo que est ella misma impregnada de plusvala. El proceso de acumulacin de capital siempre la variable independiente deja a los capitalistas libres de tal fuerza de trabajo, por lo que el Estado siempre asume el control directo sobre los centros de mantenimiento y formacin del capital los hospitales y las escuelas para garantizar que el trabajo invertido en los trabajadores se mantenga mnimamente. A menos que esta caracterstica de la produccin de fuerza de trabajo se tenga en cuenta, resultar imposible analizar los efectos que este trabajo tiene en la tasa media de ganancia. Al igual que en la reproduccin del capital fijo, tambin en la reproduccin de la fuerza de trabajo podemos encontrar trabajo realizado en el periodo de descanso de los trabajadores. El consumo de medios de los trabajadores de subsistencia requiere el gasto de tiempo de trabajo se deben cocinar las comidas, mantener y reparar el alojamiento, atender a los nios, y as sucesivamente. La mayor parte de la sociedad, es decir, la clase obrera debe... realizar este tipo de trabajo por ella misma... [74]. Al hacerlo se preserva para el capitalista la eficacia de la fuerza de trabajo, el instrumento por medio del cual slo l puede seguir siendo un capitalista. [75]

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El consumo individual del obrero, si ocurre en el taller o fuera de ella, ya sea parte del proceso de produccin o no, constituye por tanto un factor de la produccin y reproduccin del capital, as como lo es la limpieza de la maquinaria, ya sea mientras la mquina est trabajando o mientras est parada. El hecho de que el trabajador consume sus medios de subsistencia para sus propios fines, y no para complacer a los capitalistas, no tiene ninguna relacin con el asunto. Se trata de la produccin y reproduccin de ese medio de produccin tan indispensable para el capitalista: el propio trabajador. [76] En la sociedad capitalista, donde la segregacin aparece como la relacin normal, es la seccin femenina del proletariado la que, en general, lleva a cabo este trabajo. En la medida en que se lleva a cabo en el periodo de descanso de la mujer, no es ni productivo ni improductivo. Se trata de una forma especfica de trabajo concreto, de labor, que a pesar de no asumir una forma de valor, sin embargo sigue siendo una condicin fundamental y necesaria para la reproduccin del capital. La mujer paga in persona. Su trabajo se otorga a ttulo gratuito a la sociedad, y por lo tanto al capitalista, y no entra en el precio de la fuerza de trabajo o en la creacin de valor en general. Sus esfuerzos son doblemente subsumidos en el capital ella no slo produce plusvala en la fbrica, sino que en el hogar mantiene y cra a los propios creadores de valor. La suya es una vida de trabajo y fatiga constante, completando el trabajo de cada da, ella se convierte en esclava de las necesidades internas de su familia, y cuando de noche se deja caer cansada en su lecho, es con el conocimiento de que por la maana temprano debe cumplir su papel de nuevo al servicio del capitalista, y al final del servicio para l del da siguiente apresurarse a casa de nuevo para otra ronda de servidumbre domstica . [77] La medida en que el capital se hace cargo directamente de las funciones que antes se realizaban en el hogar depende de muchas circunstancias, estando entre las ms importantes la forma en que el capital se ha desarrollado en una regin en particular y el estado del proceso de acumulacin en un perodo determinado. Pero esto nos ilustra acerca de la posicin relativa de las mujeres, una posicin que difiere de pas a pas y de una fase del desarrollo del capital a la siguiente. Aqu estamos interesados por la posicin absoluta de las mujeres, que emana como lo hace de la naturaleza misma del capital. El proceso real de produccin capitalista supone la separacin de la fuerza de trabajo del obrero. Al final del proceso de produccin, el trabajador debe disfrutar sus vacaciones con el fin de reponer lo que ya haba consumido el capitalista su fuerza de trabajo. El trabajador lo hace no slo cocinando su comida, o, como suele ser el caso, tenindola cocinada para l, sino tambin comindola, porque el trabajo de comer produce cerebro, msculos, etc. [78]. La capacidad del trabajador para trabajar, una vez restaurada, es de nuevo vendida a su consumidor el capitalista. No hay una tendencia inmanente del capital a asumir la responsabilidad directa sobre el consumo individual de la clase obrera, a cocinar su carne, pulir sus botas, mantener sus muebles y viviendas limpias, cuidar de sus hijos despus de que el proceso de produccin haya terminado. Aun suponiendo que algunos capitalistas tomen este trabajo a su cargo a los efectos de extraer plusvalor adicional mediante el empleo de trabajadores para cocinar
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para los dems trabajadores, por ejemplo, esto simplemente significa que mientras unos trabajadores estn reponiendo su fuerza de trabajo, la de otros est siendo consumida. Y despus de haberse consumido su fuerza de trabajo, a su vez, deben cumplir con su trabajo domstico propio. Asumir una cadena interminable de trabajadores empleados en la restauracin de la fuerza de trabajo de los dems trabajadores es perder de vista el proceso de produccin capitalista en su conjunto. Cuando se examina no un nico trabajador o capitalista individual sino la clase capitalista y la clase obrera, no un proceso aislado de produccin sino la produccin capitalista en su conjunto, es evidente que el trabajo domstico siempre se llevar a cabo por la clase obrera y, en particular, por la seccin de mujeres de esa clase. El capitalista mata dos pjaros de un tiro: el misterio de la auto-preservacin del capital se revela. [79] Slo cuando la fuerza de trabajo ya no sea consumida por otro, slo cuando deje de ser una mercanca, la produccin de riqueza en general se har inseparable de la reproduccin de la raza humana. La supervivencia de la familia como una unidad econmica en la sociedad tiene como base la existencia del capital; la separacin del trabajo de las condiciones objetivas del trabajo, la separacin del trabajador de la fuerza de trabajo. La familia sobrevive no a pesar de capital sino debido a l. [80] Dado que la continua opresin de las mujeres se deriva de la opresin especfica de la seccin femenina del proletariado y que, por otra parte, esta opresin tiene su origen en la reproduccin de la fuerza de trabajo como una mercanca, se deduce que las amplias masas de mujeres en la sociedad burguesa tienen un inters no slo en la abolicin del capital, sino en garantizar que la futura sociedad socialista haga rpidos progresos hacia la erradicacin de la familia como una unidad econmica. Es precisamente ahora, en momentos en que el capitalismo se enfrenta a la mayor de sus crisis, que varias personas tratan de hacer respetable la produccin de fuerza de trabajo como una mercanca, confiriendo al trabajo domstico una forma asalariada adecuada al contenido de su creacin de valor. Como ha sealado un editor asociado de la revista Newsweek: Si el Estado garantizara un salario a los trabajadores domsticos, el trabajador del hogar podra al menos ser reconocido como un miembro profesional de la... fuerza de trabajo... [81]

(iv) El trabajo improductivo intercambiado contra el capital


Antes de pasar a una consideracin adecuada del trabajo improductivo, es decir, el trabajo que se paga no con capital sino de los ingresos, es necesario abordar el trabajo dedicado a la realizacin en lugar de la produccin de plusvala. Aunque este trabajo es improductivo para el capital, sin embargo se intercambia por capital y por esta razn merece especial atencin. La economa poltica fracas sistemticamente al analizar la forma histrica especfica en que el trabajo se presenta como trabajo social en las condiciones de la produccin capitalista de mercancas. Ni por un momento consider o admiti que el
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trabajo de la persona debe presentarse como trabajo abstracto y, de esta forma, como trabajo social, si va a crearse algn valor. Incluso Ricardo, el ms consistente e incisivo de los economistas, fue incapaz de pasar ms all de la forma de la apariencia inmediata del valor, el valor de cambio. Su atencin se concentr por tanto en el aspecto cuantitativo y no en el cualitativo del valor, en su magnitud y no en su esencia [82]. Al igual que Smith y los que le antecedieron, Ricardo no se dio cuenta de la conexin del trabajo abstracto con el dinero, o de que este trabajo debe asumir la forma de dinero. [83] El dinero era considerado como un mero recurso para superar los inconvenientes tcnicos de intercambio y no el medio por el cual el valor de la mercanca primero se expresa y despus se realiza. Ahora podemos entender por qu Smith no pudo establecer la distincin entre la creacin de valor y su realizacin y, en consecuencia, por qu define al trabajador comercial como productivo. Mientras el valor fuera considerado slo en su aspecto cuantitativo no era posible distinguir entre las condiciones de la explotacin directa y las de su realizacin. Lo que distingui el mtodo de Marx del de Smith es que al definir el trabajo productivo Marx trat slo con el capital productivo, es decir, el capital empleado en el proceso directo de produccin [84]. Ms tarde, Marx abord el capital en el proceso de circulacin y demostr que el trabajador comercial, a pesar de que cumple una funcin necesaria para el capital, y realiza trabajo no remunerado (para el capitalista individual), intrnsecamente su trabajo ni crea valor ni producto [85]. Su trabajo simplemente convierte un valor determinado de una forma a otra, de su forma mercanca a su forma de dinero, y viceversa. Aqu tenemos un intercambio entre capital y trabajo, pero es un cambio formal, y en ningn caso debe confundirse con el intercambio que se lleva a cabo entre el capitalista y el trabajador en el proceso directo de produccin capitalista. A modo de resumen. La definicin de Smith de trabajo productivo es insuficiente por tres razones relacionadas. En primer lugar, l trata el valor slo cuantitativamente, y no cualitativamente y por lo tanto, confunde el proceso real en el que se produce con aquel en el que se realiza. En segundo lugar, estudia el capital situndolo directamente contra el trabajo en lugar de contra la fuerza de trabajo y por lo tanto es incapaz de comprender el secreto de la ganancia. En tercer lugar, dado que no puede abordar los elementos del capital tal como se presentan en el proceso directo de produccin capitalista no puede sino ignorar el trabajo que se consume en los elementos del capital productivo mismo. A pesar de los muchos puntos dbiles que se encuentran en el anlisis de Smith, su definicin de trabajo productivo es notable ya que fue el primero en establecer absolutamente al menos desde el punto de vista de la produccin capitalista lo que es trabajo improductivo: Un trabajo que no se intercambia con el capital, sino directamente con los ingresos.

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CRTICA MARXISTA-LENINISTA (v) El trabajo improductivo intercambiado con los ingresos


No tenemos problemas con la definicin de Adam Smith de trabajo improductivo. Todo lo que necesitamos destacar es el hecho de que el carcter de este trabajo ha experimentado un cambio considerable desde que el capitalismo hizo su primera aparicin. Los trabajadores improductivos de hoy no son los trabajadores improductivos de Adam Smith. Hoy en da, la gran mayora que es pagada con los ingresos son trabajadores asalariados y forman parte de la clase obrera. Donde los restos feudales persisten, lo hacen en una forma caricaturesca y subdesarrollada y tienden generalmente a ser ridiculizados por la clase obrera, especialmente en perodos de crisis. En el tiempo en que Marx comenz a escribir sobre el tema del trabajo productivo e improductivo, a principios de la dcada de 1860, haca mucho tiempo que haba sido proclamado el triunfo del capital industrial en Gran Bretaa. El mayor nmero de trabajadores improductivos eran empleados domsticos, ms numerosos de hecho que los trabajadores productivos empleados en la industria. Con los aos, y especialmente durante el transcurso de este siglo la proporcin de empleados domsticos en la economa se ha reducido al mnimo. Junto con este descenso se ha producido un aumento en el nmero de trabajadores improductivos empleados directamente por el Estado, por ejemplo, en la administracin pblica y local, las profesiones ideolgicas, el aparato represivo y la sanidad y el bienestar (suponiendo, por supuesto, que el trabajo de los trabajadores de la sanidad y la educacin no se consume en la fuerza de trabajo productiva). En el artculo Inflation, the crisis and the post-war boom (Revolutionary Communist 3/4) los camaradas Bullock y Yaffe tratan la cambiante composicin de la fuerza de trabajo y los modelos actuales de empleo y no necesitamos profundizar en eso. Es suficiente con recordar que el objetivo de Marx al desarrollar los conceptos de trabajo productivo e improductivo no era dividir a los trabajadores. El caso es exactamente el opuesto. Con la ayuda de estos conceptos Marx pudo analizar cmo el valor se expande en el proceso directo de produccin y cmo se distribuye en el proceso de reproduccin. Esto, a su vez, permiti a Marx examinar la sociedad burguesa en sus relaciones fundamentales y revelar a los trabajadores tanto productivos como improductivos las verdaderas causas de las convulsiones a travs de las que tiene que pasar peridicamente la sociedad burguesa. Al penetrar en el secreto de la cada de la tasa de ganancia la expresin ms convincente de la naturaleza contradictoria del sistema , Marx fue capaz de proporcionar la base para la unidad de todos los trabajadores. En las secciones restantes de este artculo consideraremos estos aspectos del anlisis de Marx.

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III LA CONTRADICCIN DEL CAPITAL Y LOS CONCEPTOS DE TRABAJO PRODUCTIVO E IMPRODUCTIVO


El carcter contradictorio de la sociedad capitalista asume muchas formas, con una contradiccin continuamente saliendo a la palestra mientras otra retrocede. El asunto, sin embargo, no es describirlas, catalogarlas y organizarlas de acuerdo a la imaginacin, sino mostrar cmo estas contradicciones se corresponden con la coherencia interna de la sociedad burguesa. En lugar de exponer las contradicciones del capital como las muestran sus relaciones intrnsecas, la economa poltica no hara ms que tomar tal o cual aspecto del problema, analizarlo superficialmente y mantenerlo como un problema. Y porque su enfoque era esencialmente eclctico, porque fue incapaz de resolver el movimiento externo en el movimiento intrnseco verdadero, siempre se las arreglaba para encontrar algn medio de atemperar la naturaleza contradictoria del sistema. Para Adam Smith, la contradiccin del capital se encuentra en el mercado, en la lucha competitiva entre las clases sobre la distribucin del producto social. La acumulacin de capital crea su propia barrera mediante el fortalecimiento de la capacidad de negociacin de los trabajadores a expensas de los capitalistas, es decir, los trabajadores consumen demasiado sobreconsumen. La produccin de lujos, sin embargo, al ralentizar el ritmo de acumulacin, y por lo tanto la demanda de mano de obra, restaurar un sano equilibrio de fuerzas de clase, los salarios se reducirn y las ganancias aumentarn. Por lo tanto, la contradiccin se resuelve como un sobreconsumo por parte de los trabajadores; los medios para su solucin? Elevar el nivel de consumo improductivo con el fin de aliviar la presin del trabajo sobre el capital. Para Malthus, el origen de la contradiccin del capital tambin se encuentra en el mercado. Los bajos salarios hacen posibles grandes ganancias, pero al mismo tiempo hacen imposible obtener ganancias, ya que reducen la demanda de bienes. La contradiccin ahora se falsifica en una forma de subconsumo los medios para su solucin? El consumo improductivo. Aunque Ricardo desarroll un concepto de plusvala relativa, y aunque se traslad provisionalmente y con vacilaciones hacia una comprensin del papel del ejrcito de trabajadores de reserva, su anlisis carece de ese ingrediente vital que habra abierto el camino para una comprensin ms profunda de la contradiccin del capital... Ricardo no tena absolutamente ninguna idea de composicin orgnica del capital, del capital como se manifiesta en el proceso directo de produccin como la diferencia entre capital constante y capital variable real. Ricardo no pudo por lo tanto, elaborar la tasa de ganancia a partir de la relacin de este elemento activo con el elemento pasivo, y mostrar que disminuye a medida que avanza la sociedad. [86]

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Segn Ricardo, la tasa de ganancia no est determinada por la relacin de la plusvala con la inversin de capital total, sino por la relacin de la plusvala con el capital variable. En consecuencia, slo poda explicar la cada de beneficios como consecuencia de la disminucin de la plusvala, y por lo tanto de la disminucin del plustrabajo. [87] Pero si la masa de plusvala de la sociedad est continuamente disminuyendo, cmo podemos explicar el aumento en el nmero de trabajadores improductivos que acompaa a la acumulacin de capital? [88] Cmo, por otra parte, consideramos el hecho de que aquellos que no viven directamente de su propio trabajo son cada vez ms numerosos tambin? [89] De hecho, lo que Ricardo se olvid convenientemente de destacar es el constante crecimiento de las clases medias, aquellos que estn entre el trabajador, por un lado y el capitalista y el terrateniente, por el otro. [90] De lo que Ricardo convenientemente no se dio cuenta fue que los trabajadores productivos no son menos explotados porque haya mucho consumo improductivo, sino por el contrario, hay mucho consumo improductivo porque los trabajadores productivos son ms explotados [91]. El aumento en el nmero de personas que viven de los ingresos, proporciona un sustento para afirmar que la tasa de ganancia cae segn avanza la sociedad burguesa, debido a una disminucin en la tasa de explotacin. Incluso los economistas que fueron incapaces de criticar la economa poltica desde el punto de vista del materialismo histrico, pero que sin embargo fueron ganados al lado de la clase trabajadora, tuvieron la suficiente inteligencia para enfatizar el hecho de que el nmero proporcional de los que viven de las ganancias ha aumentado con el desarrollo del capital. [92] Sin embargo, la misma circunstancia que permite que el mbito del consumo improductivo se extienda conduce a una disminucin en la tasa de ganancia. No hay nada ms natural para los ricardianos, por lo tanto, que asociar el consumo improductivo con las ganancias decrecientes, siempre y cuando, por supuesto, no tengan en cuenta lo que es comn a ambos la creciente productividad del trabajo y el aumento de la composicin orgnica del capital. Marx se opuso firmemente a la teora ricardiana de que la tasa de ganancia disminuye a causa de una disminucin en la tasa de explotacin. Precisamente, es todo lo contrario. La tasa de ganancia cae, aunque la tasa de plusvala suba, porque la proporcin del capital variable al capital constante disminuye con el desarrollo de la fuerza productiva del trabajo. La tasa de ganancia cae, por lo tanto, no porque el trabajo se vuelva menos productivo, sino porque se vuelve ms productivo. No porque el trabajador es menos explotado, sino porque es ms explotado, ya sea que el tiempo excedente absoluto crezca o, cuando el Estado impide esto, que el tiempo excedente relativo crezca, porque la produccin capitalista es inseparable de la cada del valor relativo del trabajo [93]. Sostener lo contrario equivale a decir que el capitalismo no ha aprendido todava a ponerse en pie por sus propios medios (sobre la espalda del proletariado), una posicin muy conveniente, para los ricardianos, especialmente en un momento en que la sociedad burguesa estaba pasando rpidamente a la edad avanzada.
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Para los ricardianos, la sociedad burguesa siempre estara en la necesidad de una revolucin burguesa. Las barreras que enfrentaban al capital, en la poca de los fisicratas, eran muy diferentes a las que se encuentran en su fase madura y desarrollada. Ya en 1862, Marx poda escribir; Aunque la burguesa era originalmente muy ahorrativa, con el crecimiento de la productividad del capital, es decir, de los obreros, imita los sistemas de retencin de los seores feudales. [94] Los representantes del capitalismo contemporneo prueban que Marx est en lo cierto, ya que se dedican a imitar a los economistas clsicos, a quienes antes haban criticado y combatido. Frente a la crisis ms grande de la historia, la burguesa parece decidida a volver a ese campo de batalla plagado de musgos en el que la economa poltica estuvo alguna vez. A medida que suena de nuevo la trompeta contra el trabajador improductivo, los das del gran compromiso estn llegando rpidamente a su fin. Antes de abordar la cuestin de la crisis actual, debemos preguntarnos cmo es concebible que esta excrecencia parasitaria del trabajo de los dems la burguesa puede tener la osada de levantar la voz en contra del trabajador improductivo. Una mirada a la literatura sobre la izquierda inglesa desde el Partido Comunista (que es un trmino equivocado) hasta International Socialists (un nombre poco apropiado en ambos trminos) proporcionar la respuesta. Al suprimir tanto la ley del valor como la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, y, adems, hacer caso omiso a la distincin entre trabajo productivo e improductivo, stos han dejado el campo abierto a la burguesa y sus portavoces ideolgicos, los Wedgwood Benns y los Keith Josephs.

IV CMO LOS MARXISTAS CREATIVOS DEFORMAN A MARX


(i) Adis a las armas
El primer ataque frontal desde la izquierda, despus de la guerra, vino de la International Socialists [IS]. El anlisis marxiano de la sociedad burguesa, nos enteramos, ya no es apto para el propsito para el cual se concibi, al menos no en trminos de las realidades actuales. Su relevancia se limita al siglo XIX, cuando el consumo improductivo especialmente en forma de gasto en armamento era de menor importancia. Pero si un filsofo nacido en el siglo XIX no es lo suficientemente bueno para International Socialists, parece que un cura nacido en el XVIII s lo es. En las revistas
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de la IS, Thomas Robert Malthus se actualiza, refina y elabora en las filas de la militancia sindical a la que IS siempre ha supeditado su poltica. El origen fundamental de las contradicciones del capital ya no se encuentra en el proceso real de produccin capitalista, sino en la lucha competitiva entre las grandes compaas multinacionales, que lleva a que se produzca una mayor cantidad de bienes de lo que los salarios de los trabajadores pueden comprar. [95] Como marxistas, consideran que les corresponde a ellos mismos hacer frente a los anlisis de Marx de la tasa decreciente de ganancia en un estilo crtico, y el hombre para este trabajo es Kidron. [96] Para empezar Kidron hace saber que l no tiene un conflicto bsico con la ley marxiana de la tasa decreciente de ganancia, siempre y cuando aceptemos que slo es aplicable a la produccin de bienes de inversin (departamento I) y bienes salario (el llamado departamento II). El problema con el modelo de Marx es que representa un sistema cerrado que no tiene en cuenta la produccin de bienes de lujo (el llamado departamento III). [97] Por qu Marx eligi ignorar la produccin de artculos de lujo? Bueno, l estaba, despus de todo, tallando un sistema en la roca bruta, y stos (los artculos de lujo) no estaban ni aqu ni all, en la prctica, en ese momento. Ms tarde, tericos no marxistas dentro de la tradicin clsica, forzaron (sic!) perfeccionar el modelo y escribiendo tambin en una poca ms prspera, sondearon ms profundamente en este improductivo departamento III. Von Bortkiewicz demostr, en un artculo publicado en 1907, que la (composicin orgnica del capital) en la produccin de bienes de lujo... no toma parte en la determinacin de la tasa de ganancia. [98] Al aumentar el tamao y el alcance de la produccin de lujo, la tendencia decreciente de la tasa de ganancia puede ser detenida o incluso revertida [99]. El capital por fin escapa a su propia contradiccin inmanente. Por desgracia, Marx haba cincelado en su roca bruta en vano. Si hubiera vivido al menos una dcada ms, habra descubierto que lo que para l era la ley ms importante que rige la sociedad burguesa haba muerto de muerte natural, para ser reemplazada por nuevas leyes adecuadas a una poca ms rica. Pero echemos una mirada ms cercana a la naturaleza de esta improductiva industria de lujo y qu tanto Marx eligi ignorarla. De acuerdo con Kidron, los lujos ocupan un lugar improductivo en el sistema, porque su papel es puramente pasivo [100]. l no se ha dado cuenta al parecer de que todas las mercancas, con la nica excepcin de la fuerza de trabajo, juegan un papel pasivo. Pero esto es accesorio; la cuestin que Kidron debi abordar primero es si el productor de lujos es productivo o no. De haberlo hecho se hubiera puesto de manifiesto que el productor de lujo, no slo reproduce el valor de su propia fuerza de trabajo, sino que al mismo tiempo produce plusvala, un valor no existente con anterioridad y no pagado por el capitalista. En consecuencia, queda en completo misterio cmo es que se
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puede producir un valor adicional y an as no jugar ningn papel en la determinacin de la tasa media de ganancia. Es precisamente porque el productor de lujos es un trabajador productivo que Marx considera la produccin de lujo en todas y cada una de las etapas del anlisis de la produccin capitalista. (1) Al analizar la produccin de plusvala en el Volumen II de El Capital Marx se ocupa especficamente de la produccin de lujos. [101] (2) Cuando analiza cmo se reproduce el capital social se ocupa de la produccin de lujos, tanto es as que si damos una mirada encontraremos un captulo titulado: Intercambio en el Departamento II. Necesidades de la vida y artculos de lujo. [102] (3) Al analizar la transformacin de los precios simples en precios de produccin, de nuevo se ocupa de la produccin de lujo, asegurando que una de las cinco ramas de la produccin est dedicada a los lujos. [103] (4) Y, por ltimo, al analizar la ley de la tendencia de la tasa de ganancia a descender Marx trata la produccin de lujos, no olvidemos, como hicieron algunos de sus contemporneos, que los lujos entran en la determinacin de la tasa media de ganancia. [104] No es Marx quien ignor la produccin de lujo, sino Kidron quien se imagina que puede permitirse el lujo de ignorar a Marx. Pero la ignorancia pronto degenera en falsificacin cuando llegamos al manejo de Kidron del esquema de reproduccin de Marx. Kidron en realidad nos quiere hacer creer que el esquema de reproduccin de Marx representa un sistema cerrado en el que todas las salidas refluyen de nuevo como insumos en la forma de bienes de inversin o de bienes-salario. No hay fugas [105]. O Kidron no se ha molestado en leer El Capital o est tratando de engaarnos. Incluso si optamos por ignorar el tratamiento de Marx de los bienes de lujo, la reproduccin simple todava necesitara un consumo improductivo. Si tenemos en cuenta la presentacin de Marx de la reproduccin simple desde la perspectiva del departamento I (medios de produccin) y el departamento IIa (medios de subsistencia tanto de los trabajadores como de los capitalistas [106]), llegamos a lo siguiente: [107] Capital Constante 4.000 + 1.600 + 5.600 + Tabla I Capital Variable 1.000 + 400 + 1.400 +
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Departamento I IIa TOTAL

Plusvala 600 = 240 = 840 =

Valor Total 5.600 2.240 7.840

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Se desprende de lo anterior que Marx basa su estudio de la reproduccin simple en el supuesto de que todo el plusvalor entra en el consumo individual del capitalista [108] , es decir, que toda la plusvala es consumida improductivamente... [109] Cmo puede entonces Kidron informarnos de que Marx no incluye el consumo improductivo en el tratamiento del proceso de reproduccin, que slo incluye bienes salario y bienes de inversin? La respuesta es simple. Es evidente en lo anterior que, aunque el plusproducto del Departamento IIa no entra en la produccin de otras mercancas, su valor entra en la determinacin de la tasa media de ganancia. Un clculo aritmtico sencillo y breve revela que la tasa media de ganancia en ambos Departamentos I y IIa es del 12%. Para Kidron, sin embargo, la tasa de ganancia debe ser igual a 0%, ya que los productos excedentes de los dos departamentos se consumen improductivamente. Es un resultado magnfico. Pero para no ser disuadido por la simple lgica, Kidron sigue presionando. Siguiendo a Von Bortkiewicz/Sweezy divide la economa en tres sectores Departamento I (medios de produccin), Departamento II (bienes salario) y Departamento III (bienes de lujo). Esto nos da el absurdo siguiente: [110] Capital Constante 200 + 100 + 100 + 400 + Tabla II Capital Variable 100 + 50 + 50 + 200 + Valor Total 400 200 200 800

Departamento I II III TOTAL

Plusvala 100 = 50 = 50 = 200 =

Parecera de lo anterior que todo el plusproducto del Departamento II es consumido por los trabajadores del Departamento III, sin dejar plusproducto, es decir subsistencia, para los capitalistas. Una poca muy opulenta sta todos los lujos y ninguna subsistencia. El esquema de reproduccin en El Capital de Marx es muy diferente del utilizado por Kidron. En la presentacin de Marx tenemos, adems del Departamento I y IIa, el Departamento IIb, la produccin de artculos de lujo. Esto nos da lo siguiente: [111] Capital Constante (4.000) + 1.600 + 400 + 6.000 + Tabla III Plusvala Capital Variable Subsistencia Lujo 1.000 + 600 + 400 = (400 + 240) + 160 = 100 + 60 + (40) = 1.500 + 900 + 600 = Valor Total 6.000 2.400 600 9.000

Departamento I IIa IIb TOTAL

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(Los elementos entre parntesis se distribuyen y se consumen slo en sus propios departamentos y sub-departamentos.)

Aqu aparecen dos cosas que convenientemente han sido pasadas por alto en la presentacin de Von Bortkiewicz / Sweezy que usa Kidron. En primer lugar, aunque los trabajadores en el Departamento IIa producen un excedente de productos por encima de lo necesario para mantener a los trabajadores en el Departamento IIb, el resto de excedentes de productos es consumido improductivamente por los capitalistas de IIa. En segundo lugar, aunque los trabajadores en el Departamento IIb producen bienes en una forma que no pueden, o no vuelven a entrar en el ciclo de reproduccin, claramente producen una plusvala no existente previamente. Ahora podemos discernir la confusin que Kidron y otros crean, sumergiendo la distincin entre los departamentos IIa y IIb en la que hay entre el departamentos II y el departamento III, constituyendo este ltimo la llamada fuga por la que el capital encuentra la liberacin definitiva de su contradiccin interna. Si Kidron se hubiera ocupado de la reproduccin del capital social total en trminos de los departamentos IIa y IIb, entonces el propio departamento IIa se habra presentado claramente entrando en la determinacin de la tasa media de ganancia, a pesar del hecho de que una parte del producto excedente no entra en la produccin de otras mercancas. Podemos concluir, por tanto, que la verdadera fuga no existe en el Departamento III, sino en el tipo de marxismo de Kidron. Ahora llegamos a la segunda etapa de su argumento, y aqu se nos dice que si queremos entender por qu el Departamento III no influye en la determinacin de la tasa media de ganancia debemos volver a la solucin de Von Bortkiewicz al problema de la transformacin... encontrada en Sweezy.... [112] Segn Sweezy, el mtodo de Marx de la transformacin de los valores en los precios de produccin es lgicamente insatisfactorio. La fuente del error de Marx se encuentra en el hecho de que el capital constante y el capital variable utilizados en la produccin se expresan an en trminos de valor. Las salidas, por otro lado, se expresan en trminos de precios. Ahora es obvio que en un sistema en el que el clculo de precios es universal, tanto el capital utilizado en la produccin como el producto mismo deben ser expresados en trminos de precios. El problema es que Marx se qued a mitad de camino en la transformacin de los valores en precios. Necesariamente no causa extraeza que este procedimiento d lugar a resultados contradictorios. [113] Sweezy es digno de elogio por llamar nuestra atencin sobre el hecho de que en condiciones de produccin capitalista el clculo del precio es universal. Estas son palabras buenas y verdaderas y seramos muy felices si Sweezy las entendiera en lugar de decir en otro lugar cosas que las contradicen. Es precisamente porque el valor como tal slo puede ser expresado en dinero [114] que Marx se propuso resolver el problema de la transformacin en trminos de precios. En el caso de que pudiera haber alguna duda, as es como Marx present las cinco ramas de la produccin el marco en el que se aborda el tema antes de que la transformacin se haya efectuado:
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Tenemos aqu, en las categoras I, II, III, IV y V (cinco diferentes esferas de la produccin), mercancas cuyos valores respectivos son de 1.000, 1.200, 1.300, 1.150 y 1.250. Estos son los precios en dinero a los que estos productos se cambiaran si fueran intercambiados de acuerdo con sus valores . [115] Se puede hacer ms simple el asunto? Al parecer no, si leemos a Sweezy. En ningn momento Marx transforma los valores, es decir, el trabajo abstracto general, en precios, ya que habra sido irracional hacerlo. Lo que Marx transforma en precios de produccin son los precios a los que las mercancas se cambiaran si se intercambian de acuerdo a la magnitud de sus valores. Una vez que se reconoce que los productos utilizados en las cinco ramas de la produccin de Marx se expresan en los precios antes y despus de que la transformacin haya tenido lugar, se deduce lgicamente que los mismos precios totales siempre expresarn los mismos valores totales. Es Sweezy y no Marx el que se ha olvidado de que el clculo de precios es universal, porque es Sweezy y no Marx el que expresa los productos en trminos de valor antes de encontrar su propia solucin al problema. Si expresamos el llamado clculo del valor en trminos de precios de Sweezy algo que Sweezy debera haber hecho en primer lugar esto nos da 875 unidades de oro. Entonces, cmo Sweezy llega a 1.000 unidades de oro despus de que la transformacin tuvo lugar? Est ms all de toda lgica humana, escribe Marx, cmo puede salir ms valor de la produccin que el que entr en ella, porque algo no puede venir de la nada [116]. El mismo principio, hace notar Marx, se aplica a la cantidad de dinero que circula en la economa, los capitalistas no pueden sacar ms dinero de la circulacin que el que echan en ella. Y otra vez se vuelve al argumento nada viene de la nada [117]. De hecho, una vez que abandonamos la concepcin materialista fundamental, la ley del valor en s no tiene absolutamente ningn significado cientfico y podemos del mismo modo descartar toda pretensin de anlisis cientfico. Pero no es este el resultado del anlisis de Sweezy, Kidron y otros? No muestran los resultados de sus soluciones una fuente adicional de dinero que no tiene su origen en el gasto de tiempo de trabajo adicional? De dnde viene el oro adicional? Brota del suelo como los fisicratas nos quieren hacer creer? Surge de la esfera de la circulacin como sostiene Malthus? O viene del empresario, ese raro tipo de persona relativamente en comparacin con el obrero asalariado promedio? Y, sin embargo, despus de todo esto, Sweezy puede afirmar que Marx nunca logr demostrar la ley del valor de una manera lgicamente convincente, aunque si hubiera vivido para reescribir el Volumen III es muy posible que hubiera dejado este tema en un estado ms satisfactorio [118]. En una cosa y slo en una sola cosa Sweezy y yo podemos estar de acuerdo: si Marx viviera hoy sera un hombre muy viejo.

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CRTICA MARXISTA-LENINISTA (ii) Adis a Marx


Por extrao que pueda parecer International Socialists ha sido criticada no tanto por su asalto a Marx como por no ir lo suficientemente lejos. Kidron, despus de todo, trata a la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia como si tuviera alguna relevancia en una economa moderna, aunque slo sea en los sectores de bienes salario y de inversin. Todo lo que necesitamos hacer, por lo tanto, es demostrar que los trabajadores en el Departamento III son productivos y su argumento se cae a pedazos. Esto, evidentemente, preocupa a Purdy (del Partido Comunista Britnico) porque arremete contra Kidron por atreverse a relegar la ley de Marx a un solo segmento de la economa. Es intil, afirma Purdy, para IS, demostrar que el Departamento III puede compensar de forma permanente la tendencia decreciente de la tasa de ganancia porque en ninguno de los Departamentos la ley de Marx puede ser empricamente demostrada y tericamente explicada [119]. IS habra hecho mejor en demostrar que la ley de la tasa decreciente de ganancia no es una ley en absoluto en ningn sentido aceptado de la palabra ley. Con esta aguda visin jurdica, Purdy procede a adoptar una postura aparentemente crtica. l escribe: Privados de todo el apoyo de la ley de la cada de la tasa de ganancia, la teora de la economa de armamento se convierte en realidad en otra especie de teora del subconsumo. [120] Pero la pregunta sigue siendo, si acabamos con la ley de la cada de la tasa de ganancia, qu nos queda? La formulacin de Ricardo? O la de Smith? Purdy, al parecer, se decanta por Smith. La tasa de ganancia tiene una tendencia decreciente debido a la creciente fuerza del movimiento obrero organizado junto con la intensa competencia internacional, lo que debilita la capacidad de cada clase capitalista nacional para resistir las demandas laborales. [121] Privada de todo el apoyo de la ley de la tasa decreciente de ganancia, la opinin sostenida por el Partido Comunista de Gran Bretaa se convierte en realidad en otra especie de la teora sobreconsumista de Adam Smith. Pero lo que es realmente preocupante acerca de la posicin de IS es que a pesar de su vulgarizacin del marxismo todava intenta derivar los precios de los valores. Si vamos a socavar a Marx de una manera competente, el valor debe ser eliminado por completo. El hombre para esta tarea es otro miembro del PC britnico, Ian Steedman. Para empezar Steedman repite las viejas tonteras de que los esfuerzos de Marx en apuntalar la ley del valor en el Volumen III son internamente incoherentes, ya que el problema se presenta primero en trminos de valor y entonces slo a medias resuelto en trminos de dinero [122]. Momento en el que Steedman se calienta y lanza el siguiente reto: Por qu algunos economistas marxistas (por ejemplo, Yaffe y compaa) rehyen el hecho de que la solucin de Marx es incoherente, mientras que las
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soluciones alternativas son perfectamente lgicas, haciendo caso omiso de las crticas lgicas directas a la primera y cerrando sus ojos ante el hecho de que no tienen ninguna crtica directa, lgica, para hacer a stas ltimas? . [123] Steedman, en su haber, da una buena respuesta. La gente, dice, tiene miedo a las soluciones alternativas, ya que les asusta que si los precios totales pueden diferir de los valores totales (en el nivel de abstrac cin del anlisis Volumen III) el camino est abierto a todo tipo de teoras que atribuyen la existencia de los beneficios a los procesos de circulacin, contribuciones hechas por los capitalistas, etc. [124] Steedman ha expuesto nuestro caso muy bien con la reserva menor de que no es que temamos este resultado, sino que sabemos que una vez que la conexin intrnseca entre las relaciones de valor y sus formas de mediacin es eliminada, entonces los economistas vulgares tienen una base slida para sus operaciones y los reformistas una base slida para su poltica. Pero ya que usted, Steedman, considera la solucin de Von Bortkiewicz como internamente consistente [125], tal vez pueda explicar el origen del oro adicional que viene a la vida en su sistema. No hay duda de que usted nos informar de que viene del proceso de circulacin o incluso de las contribuciones hechas por los capitalistas, etc. Y mientras que usted est en ello, tal vez le gustara explicar la presentacin incomprensible de Von Bortkiewicz del esquema de la reproduccin de Marx, que todo el mundo parece estar adoptando tan acrticamente estos das. De hecho, Steedman, usted hara bien en considerar ms detenidamente la cuestin entera de la lgica antes de que nos informe que sus esfuerzos para convertir a los economistas no marxistas son severamente lastrados, al tener que explicar la gran cantidad de tonteras que se encuentran en la literatura marxista sobre esta cuestin (de la transformacin) [126]. Pero no es a la lgica lo que usted viene a defender. La solucin de Marx no tiene suficiente respetabilidad [127] y no hay nada ms doloroso para un marxista respetable que un Marx que carece de respetabilidad. Al final, incluso la solucin de Von Bortkiewicz se vuelve insostenible, porque l tambin deriva precios aunque imperfectamente de los valores. Si queremos seguir siendo lgicos debemos hacer frente al hecho de que los precios no pueden ser derivados del esquema de valor ordinario... [128] Sin embargo, no queriendo quedar totalmente dentro del campo de la economa vulgar que se ocupa slo de los precios, Steedman se siente obligado a encontrar medios alternativos para sustentar sus propios clculos de precios. Y esto lo hace remontndose a los fisicratas. No slo hay que construir una teora de los precios en torno a un esquema de reproduccin fsica, sino que estamos obligados a hacerlo [129]. Steedman entonces afirma que los marxistas no pueden desafiar las conclusiones derivadas de su modelo porque el modelo no contiene ningn error lgico [130]. Esto es verdaderamente notable. Evidentemente, hay lgica y lgica! En primer lugar Steedman insiste en que un sistema de precios no se puede derivar de un
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sistema de valores, y luego nos proporciona un sistema fsico en el que el trabajo se presenta en unidades de tiempo de trabajo. Con el fin de superar las deficiencias en el argumento de los fisicratas, pasa de contrabando el trabajo general abstracto y espera que enterrndolo entre un mar de productos en su forma concreta, pasar inadvertido en su forma abstracta. Qu demonios hace el tiempo de trabajo en su cuadro fsico, Steedman? Despojado de su sofisticacin, el anlisis de Steedman asciende a nada ms que un refinamiento tortuoso de la antigua presentacin sraffiana del problema la produccin de mercancas por mercancas una expresin fetichista donde las haya. Sraffa, vale la pena sealar, parte de considerar una economa de subsistencia desde la perspectiva de la produccin de sus valores de uso necesarios. Para empezar, cada ao se reproducen 400 qr. trigo y 20 toneladas de hierro. Entonces, de repente, y de una fuente desconocida, aparece un excedente. En lugar de 400 qr. de trigo esta afortunada comuna se encuentra ahora con 575 qr. de trigo. El supervit (los 175 qr. de trigo) se define por Sraffa como ganancia[131], ya que por alguna razn inexplicable, la comunidad de los productores campesinos de repente se ha transformado en una sociedad burguesa, poblada por trabajadores y capitalistas. Todo esto es como una mala obra con una corriente de nuevos actores haciendo continuamente entradas inesperadas, abarrotando el escenario en vez de dar claridad a la representacin global. Cul es el origen de esta ganancia? Es el consumo, por parte del capitalista, de la fuerza de trabajo del trabajador en el proceso directo de produccin capitalista? No, en absoluto, porque la fuerza de trabajo no figura en el esquema de la reproduccin de Sraffa, donde tenemos en cambio medios de subsistencia del trabajador el capital variable en su forma pasiva. Al igual que Smith, Sraffa reduce el capital a los elementos materiales en los que se presenta en el proceso de trabajo, es decir, los medios de produccin y los medios de subsistencia. Era comn incluso en tiempos de Marx para los economistas de uno u otro tipo abordar la cuestin del origen de las ganancias desde la perspectiva del valor de uso. Cherbuliez, por ejemplo, arranca correctamente al declarar que las ganancias son determinadas por los valores. Entonces l se va volando de repente al producto en s, a la cantidad total de los productos. Pero la cantidad de productos puede aumentar sin aumentar su valor... Por qu Cherbuliez se extrava por este camino falso? Porque, a pesar de su vaga idea de que la composicin orgnica del capital es decisiva para la tasa de ganancia, no utiliza de ninguna manera la contradiccin entre capital variable y la otra parte del capital con el fin de explicar la plusvala que, como valor en s, no explica en absoluto. l no ha demostrado cmo aparece la plusvala y por lo tanto recurre al producto excedente, es decir, al valor de uso. A pesar de que toda la plusvala toma la forma de producto excedente, el producto excedente como tal no representa la plusvala...
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De por s ya era un error por parte de Cherbuliez representar el capital variable en la forma pasiva y puramente material de los medios de subsistencia, es decir, como valor de uso, una forma que obtiene en las manos de los trabajadores . [132] Marx se opuso totalmente a todos los anlisis que toman el valor de uso como punto de partida en lugar del valor. Al no considerar en primer lugar la forma histrica especfica en que el trabajo se presenta como trabajo social bajo condiciones de produccin mercantil, el campo est literalmente entregado a los economistas vulgares. Como Marx advirti: Puesto que la tierra es en s misma productiva (de valor de uso) y es en s una fuerza productiva (de valor de uso o para la creacin de valores de uso) viva, es posible o confundir supersticiosamente el valor de uso con el valor de cambio, es decir, confundirlo con una forma social especfica del trabajo contenido en el producto... o una economa poltica iluminada podra negar por completo que la renta es una forma de plusvala, ya que no est conectada ni con el trabajo ni con el capital, y declarar que no es ms que un suplemento que el propietario es capaz de cargar como resultado de su monopolio de la propiedad. [133] Ni Sraffa ni Steedman desean defender a los terratenientes o justificar la renta. Tampoco es que quieran defender a los capitalistas. Lo que sus obras proveen es lo que Marx llam una justificacin tecnolgica para la existencia del capital [134]. Al igual que los socialistas ingleses de la poca de Marx, les gustara deshacerse de los capitalistas, pero al mismo tiempo desean mantener el capital [135]. El capital mismo se reduce a algo puramente fsico y la diferencia entre capital variable real en oposicin al constante se pierde por completo. Incluso en la versin de Steedman del modelo sraffiano simplemente tenemos trabajo acumulado y trabajo inmediato , como se presentan en el proceso de produccin. Trata el proceso de trabajo independientemente de su forma histrica especfica y las relaciones sociales se vuelven importantes slo en la medida en que el plusproducto se va a distribuir o se va a luchar por l entre las clases sociales. La barrera de la produccin capitalista ya no es el capital mismo, sino los capitalistas que disipan y asignan mal el producto excedente, que de otro modo podra ser utilizado para la acumulacin. Dado que, adems, la ganancia no es ms que la cara que el plusproducto asume en las manos del capitalista, se deduce que la distincin establecida por Marx entre el trabajo que produce y el trabajo que no produce plusvala es irrelevante. Todo trabajo, por definicin, es productivo, ya que todo trabajo de una manera u otra est ligado al proceso de trabajo al que el plusproducto debe su existencia. Como seala Marx:

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El hombre mismo es la base de su produccin material, como de cualquier otra produccin que lleva a cabo. Todas las circunstancias, por lo tanto, que afectan al hombre, el sujeto de la produccin, modifica ms o menos todas sus funciones y actividades, y por lo tanto tambin sus funciones y actividades como creador de riqueza material, de mercancas. En este sentido, de hecho, puede ser demostrado que todas las relaciones y funciones humanas, sin embargo y en cualquier forma que puedan parecer, influyen en la produccin material y tienen una influencia ms o menos decisiva en ella. [136] Al confundir el valor de uso con el valor no es difcil demostrar que es trabajo productivo cuando alguien le quita los piojos de su pelo (del capitalista), o le frota la cola, porque por ejemplo esta ltima actividad har que su cabezota tonta est ms clara al da siguiente en la oficina [137]. El trabajo concreto especfico de frotar la cola del capitalista, en el supuesto de que disipe la niebla de la maana de la cabeza del capitalista, y asumiendo que la mayor claridad de la visin resulte en la compra de un nuevo y mejor fertilizante, y suponiendo que este abono permite a los trabajadores arrancar del suelo no 400, sino 575 qr. de trigo, entonces acariciar la cola del capitalista se convierte en trabajo productivo. Ahora podemos recitar con seguridad lo siguiente con Rossi: Estoy muy lejos de ver productores slo en aquellos que pasan su vida haciendo tela de algodn y zapatos. Yo honro al trabajo, sea el que sea... pero este respeto no debe ser privilegio exclusivo del trabajador manual. [138] Y as, siguiendo la investigacin de Sraffa del origen y la determinacin de la ganancia del capitalista no queda ms que una tarea pendiente de llevar a cabo para nuestros socialistas ingleses, y consiste en lanzarse a un ataque directo a la distincin marxista entre trabajo productivo e improductivo. Los hombres para este trabajo son Harrison y Gough.

(iii) Adis a la razn


La cuestin del trabajo productivo e improductivo, finalmente llega a su lmite en el pensamiento de Harrison y Gough. Es tiempo, dicen, de rechazar la simple dicotoma de Marx (entre trabajo productivo e improductivo) y de utilizar trminos que sean definidos con mayor precisin [139]. En lugar de una simple dicotoma no contamos con ninguna dicotoma en absoluto. Todo el trabajo, afirma Harrison, realizado bajo el modo capitalista de produccin debe ser entendido como productivo [140], confirmando as la conviccin de Marx de que todos los economistas improductivos, que no logran nada en su propia especialidad, salen en contra de la distincin entre trabajo productivo y trabajo improductivo. [141] Gough, tambin, nos suplica abandonar el criterio de Marx del trabajo improductivo, en particular el criterio que desarroll al analizar el capital comercial.

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Los trabajadores comerciales y afines son, al igual que los trabajadores involucrados en la produccin, empleados por el capital, realizan trabajo no remunerado, y son cualitativamente explotados, es decir, trabajan bajo el control directo del capitalista en el proceso de trabajo. [142] Lo que Gough apenas percibe es que el proceso de trabajo no tiene absolutamente nada que ver con el intercambio comercial entre el trabajo y el capital, o es que nos quiere hacer creer que la naturaleza tambin es un comerciante? El intercambio que tiene lugar entre el trabajador comercial y el capitalista es un intercambio formal que queda fuera de los lmites de la produccin. En ningn caso se debe confundir este intercambio con el intercambio que se lleva a cabo entre el trabajador y el capitalista en el proceso directo de produccin. Como seala Marx: Las condiciones de explotacin directa (esfera de la produccin) y las de su realizacin (esfera de la circulacin) no son idnticas. Ellas difieren no slo en el lugar y tiempo, sino tambin lgicamente". [143] Pero la lgica nunca fue el fuerte de nuestros socialistas ingleses. En trminos de su anlisis, ni la produccin ni la realizacin de la plusvala pueden ocurrir. Si los trabajadores del comercio producen plusvalor, quin lo realiza? Con la excepcin del trabajo dedicado a la produccin del dinero-material, el trabajo que produce plusvalor no puede, simultneamente, participar en su realizacin. Pero sin realizacin, no hay ganancias y sin ganancias, no hay capital. As que si todo el trabajo empleado en el modo capitalista es productivo, entonces no puede existir ningn modo capitalista. Lo que Harrison y Gough no han podido entender es que la naturaleza misma del capital requiere trabajo improductivo que se intercambie directamente contra el capital. Es decir, el proceso de la reproduccin en s incluye las funciones no productivas. [144] Si Harrison y Gough admitieran que algunos trabajadores participan en la realizacin de la plusvala, entonces tambin habra que reconocer que estos trabajadores no pueden desempear ningn papel en su produccin. La plusvala slo puede realizarse despus de que se ha producido. Harrison y Gough se han derrotado a s mismos. Cuando Marx define a los trabajadores comerciales como improductivos no se debe a una aversin por las actividades comerciales y, ciertamente, no porque l deseara disminuir su estatus dentro de las filas de la clase obrera. No, en absoluto, como l escribi: No es una cuestin... de definiciones que las cosas tienen que cumplir al ser hechas. Estamos tratando... con funciones concretas que deben expresarse en categoras concretas. [145] Al confundir la produccin de la plusvala con su realizacin, Harrison y Gough dan paso a la concepcin vulgarizada de la ganancia, de acuerdo con la que el capitalista obtiene ganancia con la venta de sus mercancas por encima de su valor. El capitalista,
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despus de todo, considera que su ganancia se materializa con la venta de sus bienes: si no se venden no hay ganancia. Nada es ms natural para el capitalista, por lo tanto, que la conclusin de que la realizacin de la ganancia y la creacin de la ganancia son idnticas. Esta ilusin se ve reforzada por el hecho, tan claramente evidente para todos los capitalistas, de que la venta de sus bienes depende de la negociacin hbil, el conocimiento profundo, y un millar de oportunidades de mercado favorables que hay que saber aprovechar. [146] La posicin de Harrison y Gough se vuelve totalmente incomprensible al abordar la cuestin del trabajo domstico. En primer lugar Harrison [147] nos informa que dado que el trabajo domstico crea valor (produce la mercanca fuerza de trabajo) y dado que, por otra parte, el capitalista no paga por este trabajo, es capaz de adquirir la fuerza de trabajo a un precio inferior su valor. De este modo, el capitalista obtiene ms plusvala. Entonces Harrison, junto con Gough [148], nos informa que si el trabajo domstico crea o no valor es algo que no viene al caso. Lo importante, dicen, es que el capitalista obtiene la fuerza de trabajo a precios inferiores a los que prevaleceran si a las mujeres se les pagara por su trabajo domstico. En cualquier caso el capital se beneficia ya que el trabajo domstico se transfiere al sector capitalista en forma de plusvala. Cmo demonios el trabajo que no crea valor puede aparecer como plusvala sigue siendo un completo misterio. Es evidente que tal hazaa admirable de la alquimia es un secreto que tienen muy bien guardado. Si el trabajo domstico es productivo de plusvalor cmo es que el trabajador domstico no intercambia su fuerza de trabajo contra el capital, incluso en el nivel formal? El trabajo domstico, nos dicen Harrison y Gough, se lleva a cabo en un modo no-capitalista de produccin. De esto podemos concluir que el trabajo domstico no es esencial para el capital y que toda la cuestin se resuelve en qu modo de produccin es el ms eficiente para proporcionar a los capitalistas el mximo de plusvala. La especificidad de la opresin de la seccin femenina del proletariado se pierde as por completo de hecho, se trivializa y el carcter distintivo del esfuerzo de las mujeres est muy relegado a algo que est fuera del modo capitalista, y no en su corazn. El trabajo domstico de la seccin femenina del proletariado es una forma especfica de trabajo concreto, que es absolutamente esencial para la reproduccin del capital, pero que no puede asumir la forma de trabajo abstracto. Esta es la caracterstica especfica de la opresin femenina en la sociedad burguesa. El asunto no es que la seccin femenina del proletariado lleve a cabo el trabajo en un modo no capitalista. Est en la naturaleza del capital que parte del trabajo de las mujeres se otorgue a la sociedad capitalista, y por lo tanto al capitalista, gratis. El capitalista no paga por su trabajo, ella paga in persona. Si hemos de prestar atencin a los anlisis de Harrison y Gough debemos abandonar la distincin entre trabajo concreto y abstracto, capital productivo y capital circulante, las condiciones de la explotacin directa y las de su realizacin. De hecho,

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hay que abandonar nada menos que el concepto mismo de capital de Marx. Y qu nos queda? El trabajo, que es productivo porque beneficia al capital. La burguesa educada y su portavoz son tan estpidos que miden el efecto de todas las actividades por su efecto en el bolsillo. [149] Pero hay mtodo en la estupidez de nuestros modernos marxistas. Considerando todo el trabajo asalariado en la sociedad capitalista como productivo ya sean empleados en la esfera de la circulacin o por el Estado Harrison es capaz de demostrar que todo el fondo salarial es capital variable [150]. Por este truco se puede explicar la disminucin de la tasa de ganancia por el aumento del capital variable en relacin con el constante, y por lo tanto por una disminucin en la tasa de explotacin. Lo que aparece en Harrison como mera afirmacin toma la forma de una verdad absoluta en Gough. Gracias a la distorsin de Gough del esquema de reproduccin de Marx es imposible para el trabajo asalariado improductivo existir en la sociedad capitalista. Al igual que Kidron, Gough nos presenta un esquema de la reproduccin compuesto de tres departamentos, produciendo, respectivamente, medios de produccin, bienes-salario y bienes de lujo [151]. Pero los trabajadores improductivos, si van a existir, sacan su subsistencia del Departamento II. Esto significa que una parte del excedente de las industrias de bienes-salario, aunque consumido improductivamente, debe entrar en la tasa media de ganancia. Segn Gough, sin embargo, slo aquellos productos que vuelvan a entrar en el ciclo de produccin pueden desempear un papel en la determinacin de la tasa media de ganancia, de la que no podemos ms que concluir que todos los bienes salario son consumidos productivamente. Pero ya que todos los trabajadores consumen bienes salario, y dado que, por otra parte, ningn bien salario puede ser consumido improductivamente, todos los trabajadores, por definicin, son por lo tanto productivos. Los que no producen ni medios de subsistencia ni medios de produccin se sitan en el Departamento III, donde consumir productivamente el plusproducto del Departamento II. Incluso los policas son trabajadores productivos, ya que tambin caen dentro de Departamento III [152]. Sus salarios, como los de los trabajadores en los departamentos I y II, son una parte del total de capital variable de la sociedad, y el valor de su trabajo se distribuye sobre el producto total de la sociedad. Este tipo de tonteras sirve muy bien al propsito de Gough, porque ahora se puede demostrar, junto con Harrison, Purdy, Steedman y Devine, que la relacin de fuerzas ha cambiado en favor de la clase obrera, y que la tasa de ganancia ha cado, no porque la tasa de explotacin ha aumentado, como sostienen los marxistas, sino porque ha disminuido. [153]

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CRTICA MARXISTA-LENINISTA (iv) El denominador comn


El abismo que separa a Kidron de Gough es puramente formal, por mucho que ste se haya distanciado de la visin subconsumista del primero [154]. Sin duda, Kidron ha definido como improductivo al productor de bienes de lujo del llamado departamento III, slo para avanzar en la idea absurda de una economa de armamento permanente. Gough, por el contrario, ha definido al productor de bienes de lujo como productivo, slo para introducir de contrabando a su lado al trabajador improductivo. El resultado de sus respectivas distorsiones les ha permitido, a cada uno en su estilo propio e inimitable, borrar de los anlisis a la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia y sustituir el concepto de capital de Marx por los difuntos puntos de vista de Robert Thomas Malthus y Adam Smith. Para Kidron y Gough la contradiccin del capital se encuentra en la incapacidad del capitalista para vender o producir suficiente excedente que pueda ser utilizado para la acumulacin. En el primer caso, debido a que los bajos salarios impiden a los trabajadores comprar de nuevo al capitalista el producto de su propio trabajo, en el otro, debido a que los altos salarios permiten a los trabajadores consumir una parte demasiado grande de la misma. En ambos casos no tenemos que ir ms all de la lucha competitiva entre los capitalistas y los trabajadores sobre la compra y venta de fuerza de trabajo, a fin de comprender la naturaleza contradictoria de la produccin capitalista. Las posiciones infra- y sobre-consumista ocupadas respectivamente por Kidron y Gough tienen como denominador comn la misma versin distorsionada del esquema de la reproduccin de Marx. Por ms que diverjan los puntos de vista de nuestros modernos marxistas, y con independencia de las formas en que estas opiniones se expresen, todos ellos comparten un disgusto universal por la ley de la cada de la tasa de ganancia de Marx. Los extremos a los que han ido para refutar esta ley son notables, y, posiblemente, sin paralelo en los anales del revisionismo. Y cul es el resultado? Cada paso en el anlisis de Marx, literalmente, casi todas las categoras, cada idea, han sido destrozados sin remedio hasta que nos quedamos con nada ms que un reflejo absurdo de todo lo que est podrido en la economa poltica clsica. Cuando se dirigen a los productores de bienes de lujo es, o para usarlos en contra de Marx o para repetir con regularidad tediosa ese lugar comn de los clsicos, que si una parte excesiva de recursos de la sociedad se gastaran en la produccin de artculos de lujo todos deberamos morir de hambre [155]. Y esto es lo mximo que pueden ofrecer por medio de un anlisis de la produccin de lujo? Qu pattico! Es hora de que tomemos el significado real de la produccin de lujo en la sociedad capitalista.

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V EL DEPARTAMENTO IIb Y LA CRISIS DEL CAPITALISMO


(i) La necesidad del Departamento IIb y su lugar en el esquema de la reproduccin de Marx
Marx no incluy la produccin de lujo en su esquema de la reproduccin por amor a un ejercicio acadmico. El proceso de acumulacin, como l bien saba, crea continuamente nuevos deseos y nuevas formas de satisfacerlas, incluso si estas necesidades llevan solo el sello de la respetabilidad burguesa. El departamento IIb expresa el carcter dinmico de la produccin capitalista, ya que constituye el caldo de cultivo en el que los lujos de hoy maduran en las necesidades socialmente determinadas del maana. Prcticamente todos los artculos de consumo producidos en masa que han hecho su aparicin en el curso de este siglo estaban en un momento u otro confinados casi exclusivamente a la esfera de la produccin de lujo. La tarea de elevar la productividad en estos sectores, llevada en gran parte por la necesidad de bifurcarse hacia el mundo de los Departamentos I y IIa, cuenta una historia horrible de s misma. Hoy en da apenas hay una gran empresa industrial cuyos productos no abarquen los distintos departamentos de la reproduccin social. Ahora bien, en ningn momento Marx, en su presentacin de la reproduccin ampliada, aborda la cuestin de si la acumulacin se estancara bajo la presin de las industrias de lujo. El objetivo de Marx en esta etapa del anlisis no era dar cuenta del proceso de acumulacin, sino analizar el marco en el que la acumulacin puede tener lugar. Todo lo que necesitamos asumir en este nivel particular de abstraccin es que la relacin entre los departamentos de la reproduccin social sigue siendo cualitativamente determinante en toda la distribucin del producto total anual [156]. El departamento IIb existe junto al departamento IIa y crece con l. Si queremos considerar el impacto que tiene el departamento IIb en la tasa de reproduccin, de hecho, si hemos de considerar la acumulacin en absoluto, primero debemos tener un entendimiento claro de cmo se forma la tasa general de ganancia y por qu esta tasa tiende a caer, algo que hace Marx en el tomo III [157]. Por lo tanto, carece de sentido que Harrison y otros repitan como un loro el tpico fisiocrtica de que una excesiva produccin de lujo tendr un efecto adverso sobre la tasa de acumulacin, precisamente porque niegan que el departamento IIb tenga la ms mnima relacin con la tasa de ganancia. No es slo un sinsentido, sino que sirve a los fines reaccionarios, ya que los capitalistas, ante la disminucin de las ganancias, utilizarn todas las excusas imaginables para aumentar el desempleo con el fin de reducir los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo. A tal fin, se exige una reduccin en la cantidad de produccin de lujo con el pretexto de ofrecer a nuestra economa los fondos suficientes para mantener una posicin sana entre las naciones del mundo. Mientras tanto, miles de trabajadores se quedan sin trabajo, los salarios caen,
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aumentan las ganancias, revive el proceso de acumulacin, y con l el departamento IIb. [158] Por aferrarse al dogma de que las condiciones de produccin en el Departamento IIb no entran en la determinacin de la tasa media de ganancia, a Harrison y compaa no les queda otra alternativa que concluir que la extensin de la produccin de lujo depende en ltima instancia de las decisiones de la clase capitalista, en lugar de las leyes inmanentes que afectan a tales decisiones. No se dan cuenta de que slo considerando los efectos negativos que tiene el departamento de IIb en la tasa de ganancia podemos determinar el grado en que demasiado capital-dinero ha sido desviado a la produccin de lujos.

(ii) La ley de la tasa decreciente de ganancia y el impacto del departamento IIb


El objetivo de la produccin capitalista es la obtencin de una cantidad de plusvala tan grande como sea posible con una determinada cantidad de riqueza. Este objetivo se logra al poner en marcha el mayor capital constante posible con el mnimo capital variable posible. Sin embargo, la acumulacin por su parte no est directamente determinada por la tasa de plusvala, sino por la relacin de la plusvala con la inversin total de capital, es decir, la tasa de ganancia. La misma causa, entonces, que produce un aumento de la masa de plusvala tambin conduce a una disminucin en la tasa de ganancia. [159] Tenemos aqu un tipo especial de insuficiencia que es peculiar al modo capitalista de produccin. Pero no es el departamento IIb la causa de esta insuficiencia. Ms bien es la relacin de produccin capitalista que exige que el valor de los crecientes plusproductos de la sociedad se mida no slo contra el valor del trabajo vivo que es la nica fuente de plusvala, sino con el valor del trabajo muerto que el trabajo vivo pone en movimiento. El departamento IIb lleva esta forma particular de insuficiencia a su extremo. Entre las tendencias compensatorias ms importantes que podran contrarrestar la cada de las ganancias estn la disminucin en el valor de la fuerza de trabajo y el abaratamiento de los elementos del capital constante. Dejando a un lado por el momento la cuestin de la lucha competitiva entre los capitalistas y los trabajadores [160], la importancia crucial del departamento IIb radica en el hecho de que impide que estas tendencias compensatorias frenen la tendencia de la tasa de ganancia a caer. Ya hemos demostrado que todas las mercancas que contienen plusvala entran en la determinacin de la tasa media de ganancia, independientemente de si estas mercancas entran o no en la produccin de otras mercancas. Tambin hemos demostrado que desde el punto de vista de la acumulacin del capital el departamento IIb es necesario y que sin l el capital pierde su carcter dinmico. La contradiccin particular que surge aqu es que el capital, que se nutre de la plusvala relativa, plantea como necesario lo que desde el punto de vista de la clase obrera es superfluo. Incluso si
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el lujo es una categora histricamente transitoria, en un momento dado su relacin con la necesidad es antittica. Esta anttesis se deriva de la naturaleza del propio capital. [161] Puesto que los productos del sector IIb no entran en el consumo de la clase obrera, no juegan ningn papel en la determinacin del valor de la fuerza de trabajo. Un aumento de la composicin orgnica del capital en las industrias de lujo por lo tanto, acelerar en vez de mantener a raya la tendencia decreciente de la tasa de ganancia [162]. En efecto, para Marx, una de las razones por las que un aumento general en la tasa de explotacin nunca compensar totalmente la tendencia a la disminucin de las ganancias es que el desarrollo de la fuerza productiva del trabajo en el departamento IIb al tiempo que contribuye al crecimiento de la composicin orgnica del capital deja inalterado el valor de la fuerza de trabajo. [163] Lejos de ignorar la produccin de lujo, Marx demostr que tiene el efecto diametralmente opuesto al avanzado por George Ramsey y sus seguidores modernos. Pero como deca Marx en ms de una ocasin: Que las cosas en su apariencia a menudo se presentan en forma invertida es bastante conocido en toda ciencia, excepto en la economa poltica. [164] La acumulacin de capital dentro de IIb no impide que la masa total de plusvala de la sociedad se eleve. Por el contrario, el Departamento IIb nace, se desarrolla ms y se expande, no porque el fondo social disminuya, sino debido a que crece. Lo que impide es que la masa creciente de plusvala se eleve lo suficiente como para compensar la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, una tendencia que se origina en el proceso directo de produccin capitalista en la que trabajo muerto y vivo se encuentran cara a cara. As que cuando argumentamos que hay demasiada produccin de lujo lo hacemos en el contexto de la formacin de la tasa general de ganancia y la tendencia de esta tasa a caer, es decir, lo hacemos desde el punto de vista del carcter especfico de un modo de produccin social. Al considerar el papel del departamento IIb slo en trminos de su efecto sobre la masa de plusvala, Harrison, Blake, Gough y otros permanecen prisioneros dentro de los lmites de la economa poltica. Pero si el departamento IIb es la espina en el costado de la acumulacin de capital, el capital, a su vez, le paga al productor de lujos en su misma moneda. Cuando las leyes inmanentes de la produccin capitalista finalmente comienzan a pasar factura, es el productor de lujos el primero en ir al paredn. Como seal Marx: Toda crisis a la vez disminuye el consumo de lujo. Aminora, retrasa la reconversin de (IIb) en capital dinerario, permitindola slo en parte y poniendo as en la calle a un cierto nmero de los obreros que trabajan en la produccin de artculos de lujo, mientras que por otro lado bloquea as la venta de necesidades de consumo y la reduce. Y esto sin mencionar a los trabajadores improductivos que son despedidos al mismo tiempo... [165]
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No hay que pensar que una crisis significa el fin del sistema. Todo lo contrario. En ausencia de cualquier movimiento revolucionario, o con la aplastante derrota de ese movimiento, la ruptura del proceso de acumulacin proporciona los medios para su propia recuperacin. La clase trabajadora se encuentra cada vez ms en el limbo a medida que los despidos masivos son seguidos por los cierres de fbricas. Mientras crecen las filas de los desempleados y la burguesa ataca el nivel de vida de los trabajadores, insidiosa y luego ms abiertamente, los salarios son empujados por debajo del valor de la fuerza de trabajo. La tendencia histrica hacia el aumento de la cantidad de valores de uso consumido por los trabajadores a pesar de la tendencia paralela hacia una disminucin en el valor de la fuerza de trabajo se invierte. La tendencia del valor del trabajo muerto a crecer a un ritmo ms rpido que el vivo es compensado por la devaluacin del trabajo vivo en s la solucin definitiva de la cuestin laboral se pone en prctica. La ejecucin de la solucin final del capital ya que se asocia con la rivalidad interimperialista y la guerra imperialista en ltima instancia contiene dentro de s la posibilidad de que sea la destruccin de la humanidad o su liberacin. Esta ltima posibilidad presenta un desafo a la burguesa. Y as, el Estado interviene, como lo ha hecho en tantas ocasiones en el perodo de postguerra, en un intento para asegurar una reproduccin continua del capital. Los acontecimientos ahora toman un nuevo giro. La clase obrera, con el aumento del empleo, se concede el privilegio de mantener el precio de su fuerza de trabajo en su valor total. Incapaces de aumentar las ganancias mediante la reduccin de los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo, la aplicacin de la maquinaria se acelera en un intento de los capitalistas por abaratar los productos bsicos, y de este modo abaratar a los obreros mismos. La tendencia decreciente de las ganancias es parcialmente compensada por el aumento de la productividad del trabajo que se desarrolla junto con la acumulacin. El Estado, mediante el mantenimiento de las condiciones generales de acumulacin de capital, necesariamente avala la expansin de la produccin de lujos. Sin embargo, puesto que el desarrollo de la fuerza productiva del trabajo en las industrias de lujos no permite a los trabajadores vivir ms barato, esto limitar el efecto del aumento de la productividad sobre el valor de la fuerza de trabajo. Segn se desarrolla la crisis, los productores de lujos, junto con los capitalistas en general, buscarn en la prctica deprimir los salarios del trabajo por debajo de su valor, por debajo del mnimo [166]. Esto lo pueden hacer debido al aumento en el nmero de trabajadores que son desplazados por mquinas. Con el crecimiento de la superpoblacin relativa, la clase obrera en su conjunto, y no slo los empleados en las industrias de lujos, pronto pierde lo que antes haba ganado en su lucha competitiva contra la burguesa Sin embargo, el Estado interviene y se reanuda el proceso de acumulacin. Los trabajadores mantienen su posicin competitiva y as se intensifica el proceso de mecanizacin. La masa de plusvala y la composicin orgnica del capital aumentan, la tasa de ganancia tiende a caer y el nmero de trabajadores productivos desplazados por
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la maquinaria crece. El Estado sigue interviniendo y se evita que aumente el ejrcito de reserva de mano de obra. Y as el ciclo se repite, hasta que finalmente, junto con la acumulacin el nmero de trabajadores productivos disminuye no slo relativamente, sino absolutamente, y como porcentaje tanto de la poblacin total como de la poblacin activa. La existencia del departamento IIb ahora se vuelve crtica. La aplicacin de maquinaria aumenta el nmero de despidos sin contribuir a una reduccin en el valor de la fuerza de trabajo. El desarrollo de la fuerza productiva del trabajo en las industrias de lujo por lo tanto, reduce la masa de plusvala en estas industrias, y por lo tanto la tasa de ganancia, incluso si no se produce ningn aumento del capital constante [167]. El capital, finalmente llega a un callejn sin salida.

(iii) Como responde la burguesa a la crisis


Alarmado por las nuevas propagaciones de las ramas improductivas del trabajo, que continuamente se forman, un sector de la burguesa exige una reversin del proceso de desindustrializacin. En este campo caen las dos facciones pro- y anti-Estado. Los defensores del capital pro-Estado abogan por un programa de inversiones que, segn dicen, aumentara el nmero de trabajadores empleados en el sector manufacturero. Aparte de sus planes vagos y ambiguos para aumentar la financiacin necesaria para lograr su meta, una cosa destaca claramente su desprecio por el trabajador improductivo. Prueba de ello es el siguiente fragmento de basura contra la clase obrera en el Tribune. Durante el perodo de 1970 a 1974 el nmero promedio de empleos perdidos en la manufactura por los despidos fue de 180.000 al ao... Para aquellos que, como el Secretario de Estado de los Precios, dicen que estos trabajos estn siendo reemplazados por puestos de trabajo en las industrias de servicios, sealaramos... que una nacin industrial que importa sus alimentos y materias primas para sobrevivir encontrar difcil exportar, a cambio, ayudantes de hospital, y vendedores de helados... [168] La faccin anti-Estado es ms explcita sobre el origen de los fondos necesarios para poner la industria de nuevo en pie. Estos debern ser aportados por el desmantelamiento de un sector considerable de la estructura social democrtica que en su estado actual slo sirve para disipar los excedentes necesarios para la industria. Lejos de ser el Estado quien debe guiar a nuestra economa a travs de aguas turbulentas, es el empresario, ese miembro sabio e intrpido de la especie humana, el que se asegurar de que se d un uso adecuado a la financiacin adicional. [169] En sus esfuerzos por presentarse como los campeones de los trabajadores industriales, los representantes del capital britnico a favor y en contra del Estado han ofrecido garantas solemnes de que si se ponen ms fondos a disposicin de la industria, los empleos en las fbricas se mantendrn e incluso aumentarn. Qu convenientemente olvidan que fue el crecimiento de la fuerza productiva del trabajo el
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que cre los despidos en el primer lugar, y el que llev al Estado a intervenir en los intereses de la paz social! Lejos de revertir el proceso de desindustrializacin de Gran Bretaa, un aumento de la inversin en las condiciones actuales lo acelerar. Sin embargo, si el Estado recortara el consumo improductivo si tirara a los lobos a los trabajadores de servicios no slo dotara a la industria con fondos adicionales, sino que tambin, y ms importante, creara las precondiciones para el empleo rentable de estos fondos, a saber, el desempleo masivo y la reduccin de los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo. Si el trabajador industrial puede ser convencido de que el origen de la crisis actual radica en la insuficiencia de los fondos necesarios para reequipar y modernizar la industria, todo lo que queda para la burguesa es sealar con el dedo de la reprobacin al trabajador improductivo que, como todos sabemos, vive de la industria de los dems. Pero los obreros improductivos no estn exentos de amigos. An otro sector de la burguesa que de nuevo abarca todo el espectro ideolgico de la poltica parlamentaria ha desafiado la tesis de Benn-Joseph de que hay algo anormal en el desplazamiento hacia los servicios en una economa en crecimiento. Se argumenta que la cada de 1970-73 en el empleo manufacturero debe considerarse en el contexto de lo que es para los estndares britnicos un fuerte aumento de la productividad industrial un 17 por ciento en tres aos [170]. Por otra parte, se afirma adems que dado que las inversiones en Gran Bretaa han tendido a asumir un carcter intensivo en capital, los fondos adicionales no van a crear ms puestos de trabajo, o incluso no mantendrn el mismo empleo en la industria, sino que acelerarn su deterioro. Por lo tanto, hay que alegrarse por el hecho de que nuestro Estado social democrtico haya expandido el sector de servicios, ya que sin su continua expansin la tasa de desempleo seguramente aumentara. [171] Poco se dan cuenta nuestros apologistas de que un aumento en la inversin manufacturera, si se acompaa de un aumento del desempleo, incrementar de nuevo absolutamente, si no relativamente, la fuerza de trabajo productiva. Los capitalistas volvern a emplear a los trabajadores despedidos anteriormente, precisamente porque el crecimiento del ejrcito de reserva de mano de obra permite que lo hagan en condiciones ms favorables. Como seal Marx, una y otra vez, no una sino dos tendencias funcionan en la sociedad capitalista. La primera es el empleo del menor trabajo posible con el fin de producir la misma o mayor plusvala. La otra es emplear el mayor nmero posible de trabajadores porque a un nivel dado de productividad la masa de plusvala crece con la cantidad de mano de obra empleada. La tendencia uno echa a los trabajadores a la calle y hace redundante a parte de la poblacin, la otra los absorbe y extiende de nuevo la esclavitud asalariada absolutamente, de modo que la suerte del trabajador est siempre fluctuando, pero nunca se escapa de ella. [172] Sin embargo, hay que destacar que nuestros apologistas admiten que la misma causa que aumenta la riqueza de los capitalistas hace redundante a parte de la poblacin
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trabajadora. Pero, vamos a concluir que los trabajadores estn perfectamente justificados en considerar el desarrollo de la capacidad productiva de su propio trabajo como hostil a ellos mismos? No, en absoluto. Sea cual sea la magnitud en que el capital trate de aumentar el ejrcito de reserva de mano de obra mediante el desplazamiento de los trabajadores por las mquinas, siempre se puede confiar en un Estado democrtico social benefactor para transformar una porcin cada vez mayor de la poblacin trabajadora en trabajadores de servicios. Por lo tanto, debemos esperar pacientemente el da en que el propio capital vaya desapareciendo por la baja en sus filas de los ltimos restos persistentes de la fuerza de trabajo industrial de Gran Bretaa. Huelga decir que esta perspectiva no es slo utpica en la forma y reaccionaria en el contenido, sino tambin estpida. Qu convenientemente olvidan nuestros apologistas que la verdadera causa que aumenta la masa de riqueza necesaria para mantener a los trabajadores improductivos tambin conduce a la tendencia de la tasa de ganancia a caer. Se exige por tanto a los trabajadores productivos que acepten una reduccin drstica de su nivel de vida, de modo que los capitalistas con la ayuda de nuestro Estado social democrtico pueda proceder impertrrito en su heroica misin de convertirnos a todos en sirvientes. Mientras que antes se culpaba al trabajador improductivo por todos nuestros males, as ahora se toma al trabajador productivo para la tarea de inhibir al Estado en la persecucin de su poltica de pleno empleo. Si tomamos a los diversos representantes del capital britnico y los vemos en su totalidad, los trabajadores productivos y no productivos se encuentran cara a cara, como facciones hostiles. Las bases para la solucin final del capital estn, pues, establecidas.

(iv) La solucin final


La produccin de lujos, como hemos visto, es una carga particular sobre la acumulacin de capital. Al impedir que el aumento de la productividad compense plenamente la tendencia decreciente de la tasa de ganancia se acenta la contradiccin inmanente del capital en vez de disminuirla. Pero hay otra razn por la cual el aumento de la composicin orgnica del capital no ser permanentemente equilibrada por un aumento en la masa de plusvala. Los propios trabajadores, aunque no pueden evitar las reducciones en el valor de la fuerza de trabajo, no permitirn una reduccin en sus niveles de vida, por el contrario, logran una cierta participacin cuantitativa en el crecimiento general de la riqueza [173]. El carcter contradictorio de la sociedad capitalista por lo tanto, encuentra su ltima expresin en una lucha de los trabajadores por mantener sus condiciones de existencia, aunque los antimarxistas presenten esta lucha como una maniobra perpetua entre las clases sociales para el acceso al plusproducto de la sociedad. [174] No se trata aqu de buena o mala voluntad, sino de lo que los capitalistas se ven obligados a hacer sobre la base de las relaciones capitalistas de produccin. Slo mediante la devaluacin de la fuerza de trabajo viva, slo derrotando a la clase obrera misma, pueden esperar los capitalistas superar la tendencia decreciente de la tasa de
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ganancia. La eleccin que enfrenta la clase obrera es o bien destruir el Estado burgus o ser aplastada. Cuanto ms se retrasa lo primero ms se invita a lo segundo. En cuanto a la burguesa, en Gran Bretaa se enfrenta con la formidable tarea de garantizar una base social suficientemente amplia y fiable sobre la cual librar su asalto brbaro contra la clase obrera. La ausencia en este pas de un campesinado y la presencia de una muy vacilante pequea burguesa ha llevado a los capitalistas a dividir a los trabajadores no slo sobre bases raciales, sexuales, religiosas y nacionales como suele ser el caso, sino tambin a lo largo de las lneas econmicas, entre los creadores de riqueza y los consumidores de riqueza. Como hemos visto, un sector de la burguesa est haciendo todo lo posible para convencer a los trabajadores de que si el Estado renunciara a su apoyo al trabajador improductivo y destinara ms fondos a la industria la suerte del trabajador productivo sera inmensamente mejor. Esta perspectiva slo puede servir para reforzar entre los trabajadores de la industria la nocin equivocada de que los que les impiden una vida mejor son sus propios hermanos y hermanas improductivos del sector servicios. La seduccin de este punto de vista, su carcter generalizado y perjudicial se pone de manifiesto claramente en el siguiente informe que apareci en el Financial Times: El Sr. Jones (de los Trabajadores del Transporte) elogi al Gobierno por bombear muchos millones de libras en la industria para que las empresas funcionen en muchas reas, y conden la deriva de la mano de obra de la manufactura a las industrias de servicios, ya que crean empleo innecesario. [175] La otra seccin de la burguesa est haciendo todo lo posible para inculcarnos a todos que si slo el obrero industrial fuera un poco ms paciente l tambin podra convertirse en un trabajador de servicios. Este punto de vista, si es que prevalece, despertar an ms la hostilidad de aquellos que producen los fondos de los que los trabajadores improductivos sacan sus ingresos. En cuanto a los pretendidos marxistas de Gran Bretaa que van desde International Socialists hasta la IMG y el PC (de Gran Bretaa) su anlisis no es capaz de desafiar a la burguesa en sus esfuerzos para promover la rivalidad entre las distintas categoras de trabajadores. Ni mucho menos. Al abandonar el concepto de capital de Marx y hacer caso omiso de la distincin fundamental que Marx traz entre trabajo productivo e improductivo, han fracasado lamentablemente en la tarea revolucionaria de proporcionar a la clase obrera una explicacin de las causas profundas de la crisis actual. Es para su vergenza que una seccin cada vez ms notoria de la burguesa la seccin ms reaccionaria pueda tener tan pocos escrpulos en considerar al empresario como el creador de riqueza. El anlisis de los que pretenden ser marxistas ni siquiera difiere sustancialmente del sector pro-Estado de la burguesa. La nica diferencia reside en la indignacin moral que ha logrado conservar. Pero el fervor moral por s solo nunca puede servir como un sustituto para el anlisis cientfico.

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CONCLUSIN
Mientras que la burguesa y los oportunistas dentro de las filas de la clase obrera montan todos los das ataques contra los trabajadores improductivos, es caracterstico que los marxistas no ortodoxos estn negando su propia existencia. En contraposicin, nosotros hacemos hincapi en la distincin entre trabajo productivo e improductivo con el fin de revelar a todos los trabajadores las verdaderas causas subyacentes de la crisis actual. Y al hacerlo as, podemos demostrar que el dilema del capital no radica en la insuficiencia de supervit, sino en la relacin capitalista misma. Slo sobre esta base podremos salvaguardar los intereses de los trabajadores productivos e improductivos que estn en la actualidad siendo atacados, ya sea por producir muy poco o por consumir demasiado de los excedentes de la sociedad. La distincin entre trabajo productivo e improductivo es, por lo tanto, la condicin previa para la unidad poltica de la clase obrera. Peter Howell, septiembre de 1975. NOTAS [1] Este artculo es una respuesta tanto al ataque a los trabajadores improductivos por los parsitos reales de nuestra sociedad la burguesa como a la incapacidad de los marxistas para proporcionar una defensa adecuada de la clase obrera. [2] Trade and Industry, 4 de abril 1975, p.2. En un nivel diferente, pero no en un contexto completamente diferente, James F. Becker, dirigindose a las tendencias actuales en la economa de EE.UU., ha escrito: la acumulacin industrial se est relajando, y su volumen disminuyendo respecto a la acumulacin administrativa. Dentro del sistema de acumulacin doble, la expansin de la superestructura de la circulacin se ha desarrollado tan rpidamente y sin descanso que el consumo improductivo que representa socava la base industrial. Class Structure and Conflict in the Managerial Phase: II Science and Society, Vol. 37, 1974, p.437. [3] Keith Joseph, New Statesman, 18 de abril de 1975, pp.501-2. Paul Johnson ha expresado este punto de vista en trminos an ms crudos. A medida que nuestra economa se contrae, hay menos y menos empleos reales, y ms y ms de los falsos... Gran Bretaa est en peligro de convertirse en un Estado parsito, donde cada vez ms trabajadores fantasmas son mantenidos con cada vez menos trabajadores activos y productivos. News of the World, 31 de agosto de 1975, p. 10. Nos preguntamos en qu categora se considera a s mismo. Este socialista catlico, por supuesto, con el respaldo nada menos que del Financial Times, recientemente le rog al Gobierno controlar el crecimiento del sector pblico improductivo... Financial Times, 1 de octubre de 1975, p.20. [4] Financial Times, 24 de abril, 5 de junio de 1975. El lector no debe sorprenderse si en el mismo artculo Brittan tambin puede parecer que argumenta una posicin contraria. Esto slo refleja el dilema en el que se encuentran algunos sectores de la burguesa, ante la creciente crisis.
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[5] The Guardian, 21 de abril de 1975. [6] Es un error tratar el anlisis de Marx de la produccin capitalista como si se tratara de otra variante de la economa poltica. El caso es el contrario. El Capital de Marx es una presentacin crtica del modo capitalista de produccin y al mismo tiempo, a travs de esta presentacin, una crtica de las categoras de la economa poltica. Ver Marx y Engels, Selected Correspondence, Lawrence and Wishart, 1973, p.125. [7] Para una descripcin ms detallada de las opiniones de los economistas ver Karl Marx, Theories of Susplus-Value (TSV) Part I, Lawrence and Wishart, 1964, pp.44-67 para los fisicratas; Part II, 1969, pp.161-235 para Smith y Ricardo y pp.470-587 para Ricardo. Adems, muchas referencias tiles se encuentran en S.H. Coontz, Productive Labour and Effective Demand, Routledge & Kegan Paul, 1965, pp.16-52. [8] Ian Gough, On Productive and Unproductive Labour A Reply, Bulletin of the Conference of Socialist Economists, Invierno, 1973, p.71. [9] TSV I. pp.51-52. [10] Karl Marx, A Contribution to the Critique of Political Economy, Lawrence and Wishart, 1971, p.57. [11] Citado en Ronald L. Meek, The Economics of Physiocracy, Londres, 1962, p.237. [12] Adam Smith, The Wealth of Nations, Everyman, 1964, p.306. [13] TSV I, op. cit., p.169. [14] Ibd., p.153. [15] No nos ocuparemos en este artculo de la segunda y ms superficial definicin de Smith del trabajo productivo, en funcin de si es o no es directamente realizado en una mercanca vendible (material). [16] Adam Smith, op. cit., p.294. [17] Ibd., p.323. [18] Ibd., p.298. [19] Ibd., p.316, p.80. Para Adam Smith, la acumulacin de capital es idntica a la creciente demanda de aumento de la mano de obra, al continuo aumento de los salarios, y por lo tanto a una cada de las ganancias. En su tiempo, la demanda de mano de obra, en efecto, creca por lo menos en la misma proporcin en que el capital se acumulaba, ya que la manufactura an predominaba en ese momento y la gran industria estaba en su infancia. Las leyes que corresponden a la gran industria no son idnticas a los correspondientes a la manufactura. Esta ltima constituye slo una fase de desarrollo que lleva a la primera. Karl Marx, Theories of Surplus-Value, Part III, 1972, p.335, Part II, op. cit., p.583. Hodgson, evidentemente, se imagina que Marx fue contemporneo de Adam Smith. En un artculo que hizo para refutar la teora de la tasa decreciente de ganancia, escribi: la insistencia de Marx en una creciente composicin orgnica del capital se deriva del hecho de que Marx fue testigo de la transicin de la tarea manual a la produccin mecanizada. G. Hodgson, The Theory of the Falling Rate of Profit, New Left Review, No84, p.61. [20] Ver TSV I, op. cit., p.256, III, op. cit., p.246. [21] TSV I, op. cit., p.221. [22] David Ricardo, On the Principles of Political Economy and Taxation, Works and Correspondence, Vol. 1, Cambridge University Press, 1966, p.345, p.348. [23] Ibd., p.120, p.420. [24] Ibd., p.397.
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[25] Citado en Marx, II TSV, op. cit., p196. [26] D. Ricardo, op. cit., p.393. [27] Qu vergenza para Gough por escribir, y qu vergenza para la New Left Review, por publicar la siguiente pieza de basura!: La experiencia del pleno empleo y de la extensin de la planificacin del Estado durante la Segunda Guerra Mundial contribuy a la mayor seguridad... disfrutada por muchos durante la guerra, a pesar de la cada en trminos absolutos del nivel de vida... Ian Gough, State Expenditure and Capital, New Left Review, 92, 1975, p.69. Y a pesar, sin duda, de la masacre organizada por los depredadores capitalistas que mutil y mat a millones de personas. Gough ha cado en desgracia ante los ojos de la clase obrera. Y sin embargo, tiene la desfachatez de acusarnos de dejar de lado la lucha de clases. [28] TSV op. cit., I p.195, II p.570. [29] Ricardo, op. cit., p.118. [30] Ibd., p.289. Gough pone una nota de Smith cuando nos informa de que la crisis actual del capitalismo se debe a una insuficiencia de la plusvala producida por el ritmo elevado de la lucha de clases y la intensificacin de la competencia entre las economas capitalistas. Gough, op. cit., p.80. [31] Theories of Surplus-Value III, op. cit., p.53. En varias ocasiones, Malthus se basara en la perspectiva de Adam Smith, aunque slo fuera para dar un equilibrio a la suya. El prrafo siguiente le da la ms clara expresin a la burguesa tratando de encontrar un trmino medio entre extremos irreconciliables y una salida para una contradiccin irreconciliable. Si el consumo supera a la produccin, el capital del pas disminuir, y su riqueza ser destruida poco a poco al faltar su poder para producir; si la reproduccin est en un gran exceso por encima del consumo, el motivo para acumular y producir debe cesar al faltar la voluntad de consumir. Los dos extremos son evidentes, y se deduce que debe haber algn punto intermedio, aunque los recursos de la economa poltica no puedan ser capaces de determinarlo... De Malthus, Principles of Political Economy, en las Notes on Malthuss Principles of Political Economy , de Ricardo, Collected Works, Tomo II, Cambridge University Press, 1966, p.9-10. [32] Ricardo, Works and Correspondence, Vol. II p.421, p.450. [33] Adam Smith, op. cit., p.295. [34] TSV I, op. cit., p.292. [35] Ibd., p.262. [36] TSV III, op. cit., p.260. [37] TSV I, op. cit., p.292. [38] La elaboracin del mtodo en que se basa la crtica de Marx de la economa poltica es, creemos, un resultado no menos importante que la concepcin materialista fundamental. Frederick Engels, en la edicin de Lawrence and Wishart de A Contribution to the Critique of Political Economy, op. cit. p.225. [39] TSV I, op. cit., p.384. [40] Karl Marx, Capital, Vol. I, Lawrence and Wishart, 1961, p.179. [41] Ibd., p.181, p.179. [42] TSV I, op. cit., pp.286-7. [43] Ibd., p.383, p.153. [44] El Capital, Vol. I, op. cit., p.193. [45] Karl Marx, Capital, Vol. II, Lawrence and Wishart, 1961, p.218.
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[46] TSV I, op. cit., p.387. [47] Ibd., pp385-6, Grundrisse, Penguin, 1975, p.275. [48] TSV I, op. cit., p.72. [49] Ibd., p.384-5. [50] El Capital, Vol. II, op. cit., p.439. [51] Ibd. p.213, vase tambin el TSV III, op cit, p.327. Vase tambin D. Yaffe, Value and Price in Marxs Capital en Revolutionary Communist n 1 de enero de 1975 por la importancia de estos puntos para el llamado problema de la transformacin. [52] El Capital, Vol. II, op. cit., p.219. [53] El Capital, Vol. I, op. cit., p.538. [54] TSV I, op. cit., p.394. [55] El Capital, Vol. I, op. cit., p.176. [56] El Capital Vol. II, op. cit., p.23. [57] TSV I, op. cit., p.167. [58] Ibd, p.392. [59] Grundrisse, op. cit., p.635. [60] Capital, Vol. II, op. cit., p.152. [61] Ibd., p.55. [62] A lo largo de su anlisis de la produccin y reproduccin del capital en los volmenes I y II de El Capital, Marx supone que el oro es el nico medio circulante. [63] El Capital Vol. II, op. cit., p.336. [64] Ibd., p.46. [65] Michael Williams, An Analysis of South African Capitalism - Neo-Ricardianism or Marxism?, Bulletin of the Conference of Socialist Economists, febrero de 1975 Vol. IV I, p.9. [66] El Capital, Vol. I, op. cit., p. 104, Vol. II. op. cit., p.136. [67] Una analoga podra ser dibujada aqu entre el oro y la produccin de lujo. Como seala Marx: la produccin para consumo improductivo es tan productiva como la dedicada a consumo productivo, siempre suponiendo que se produce o reproduce el capital. Grundrisse, op. cit., p.306. Por lo tanto, el productor de artculos de lujo es productivo, aunque el consumo de artculos de lujo no es productivo, siempre y cuando el productor de lujos produzca plusvala para el capitalista. [68] El Capital, Vol. II, op. cit., p.173. [69] Ibd., p.175. [70] Ibd., p.176. [71] Ibd., p.173. [72] Ibd., p.176. [73] Ibd., p.174. [74] TSV I, op. cit., p.161. [75] El Capital, Vol. II, op. cit., p.381. [76] El Capital, Vol. I, op. cit., p.572. [77] James Connolly, The Re-Conquest of Ireland, New Books, 1972, p.44. [78] TSV I, op. cit., p.180. [79] El Capital, Vol. I, op. cit., p.572. [80] Lo poco que ha entendido International Socialists la naturaleza del capital se revela por el texto siguiente: Ahora, en teora, el capitalismo podra funcionar sin la
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familia. Podra transformar el trabajo de cuidar a los trabajadores de hoy y la crianza de los trabajadores del futuro en una industria, empleando trabajadores asalariados . International Socialism, n 68, 1974, p.27. [81] Ann Crittenden Scott, MS, Vol. I n I, julio de 1972, p.56. Esta posicin no debe confundirse con la mantenida por los miembros de la izquierda que tambin han abogado por salarios para el trabajo domstico. Su posicin es que los salarios para el trabajo domstico serviran tanto psicolgica como econmicamente a la abolicin de la familia como unidad econmica, y con ella de la opresin especfica de las mujeres. Una crtica detallada de su posicin est ms all del alcance de este documento. [82] El Capital, Vol. I, op. cit., p.81, p.83, TSV, op. cit., II p.504, III p.131. [83] TSV II, op. cit., p.164. [84] TSV I, op. cit., p.400. [85] El Capital, Vol. II, p.131 [86] TSV III, op. cit., p.371 [87] Ibd., p.106. [88] TSV II, op. cit., p.560, p.562. [89] Ibd., p.580. [90] Ibd., p.573. Su (de Malthus) esperanza suprema, que l mismo describe como ms o menos utpica, es que la masa de la clase media creciera y que el proletariado (los que trabajan) constituyeran una proporcin constantemente decreciente (a pesar de que aumentara absolutamente) de la poblacin total. De hecho, este es el curso tomado por la sociedad burguesa. TSV III. op cit. p.63. [91] TSV III, op. cit., p.313. [92] Ibd., p.313. [93] TSV II, op. cit., p.439. [94] TSV I, op. cit., p.195. [95] Socialist Worker, 25 de enero 1975. [96] Vase Chris Harman, Marxist Economics and the World Today , International Socialism, marzo de 1975. [97] M. Kidron, Maginot Marxism: Mandels Economics, reimpreso del lntemational Socialism, abril/mayo de 1969, Marxist Education, febrero, 1973, p.3. [98] M. Kidron, Western Capitalism Since the War, Weidenfeld and Nicholson, 1968, p.46. [99] Kidron, Maginot Marxism, op. cit., p.3. [100] Kidron, Western Capitalism Since the War, op. cit., p.47. [101] El Capital I, op. cit., p.315. [102] El Capital II, op. cit., p.402. [103] Grundrisse, op. cit., p.441. [104] El Capital Vol. III, Lawrence and Wishart, 1962, p.259-60. La idea de que las variaciones en la composicin orgnica del capital en la industria de lujo de ninguna manera pueden afectar a la tasa general de ganancia fue presentada por George Ramsay ya en la dcada de 1830 (una poca rica?). Marx rechaz este punto de vista como algo sin sentido. TSV III, op. cit., pp.349-50. [105] Kidron, Maginot Marxism, op. cit., p.3. [106] El Capital II, op. cit., p.403.

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[107] Este esquema de la reproduccin se ha tomado de Capital II, p.397, deducido el Departamento de lujo considerado por Marx en la p. 406. [108] El Capital II p.65. [109] Ibd., p.397. Marx seala que el consumo improductivo no slo aumenta con la acumulacin, sino que la acumulacin enfticamente lo incluye. Ibd., p.68. [110] Vase Sweezy, The Theory of Capitalist Development, Monthly Review Press, 1964, p.110. [111] Vase El Capital op. cit., p.397, p.406. [112] Steve Bolchover, Marx y Mattick, International Socialism, n 52, julio/septiembre 1972, p.41. Para la solucin correcta a la transformacin de valores en precios de produccin ver El Capital III, op. cit., pp.152-69. Para una discusin detallada sobre la exactitud de la transformacin de Marx ver D. Yaffe, Value and Price... op. cit. [113] Sweezy, The Theory of Capitalist Development, op. cit., p.115. [114] TSV I, op. cit., p.93. [115] TSV II, op. cit., p.67. [116] El Capital III, op. cit., p.38. [117] El Capital II, op. cit., p.334. Ver nota 62. [118] Sweezy, The Theory of Capitalist Development, op. cit., p.118. [119] David Purdy, The Theory of Permanent Arms Economy A critique and an Alternative, Bulletin of the Conference of Socialist Economists , primavera, 1973, p.20. [120] Ibd., p.22. [121] Ibd., p.20. [122] Ian Steedman, The Transformation Problem Again, Bulletin of the Conference of Socialist Economists, Otoo, 1973, p.37. [123] Ibd., p.40. [124] Ibd., p.40. [125] Ibd., p.39. [126] Ibd., p.37. [127] Ibd., p.40. [128] Ian Steedman, Value, Price and Profit, New Left Review, n 90, 1975, p.78. [129] Ibd., p.78. [130] Ibd., p.79. [131] Piero Sraffa, Production of Commodities by means of Commodities , Cambridge UP, 1963, p.6. [132] TSV III, op. cit., p.371. [133] Ibd., p.489. [134] Ibd., p.276. [135] Ibd.; p.296. [136] TSV I, op. cit., p.280. [137] Grundrisse, op. cit., p.273. [138] TSV I, op. cit., p.285 [139] Ian Gough y John Harrison, Unproductive Labour and Housework Again , Bulletin of the Conference of Socialist Economists, febrero 1975 Vol. IV 1, p. 7. [140] John Harrison, Productive and Unproductive Labour in Marxs Political Economy, Bulletin of the Conference of Socialist Economists , Otoo, 1973, p.81. [141] TSV I, op. cit., pp.281-2.
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[142] Ian Gough, On Productive and Unproductive Labour A Reply, Bulletin of the Conference of Socialist Economists , Invierno, 1973, p.81. Lo poco que ha comprendido Gough la naturaleza del proceso de trabajo se pone de manifiesto en el texto siguiente: La produccin de (los productos inmateriales) sigue el circuito del capital dinero de Marx: D - M ...P... M' - D'. Ibd., p.73. [143] El Capital III, op. cit., p.239. [144] El Capital II, op. cit., p.131. 145. Ibd., p.226. [145] Ibd., p.226. [146] El Capital III, op. cit., p.807. [147] John Harrison, Political Economy of Housework, Bulletin of the Conference of Socialist Economists, Invierno, 1973. [148] Ian Gough y John Harrison, Unproductive Labour and Housework Again, op. cit. [149] TSV I, op. cit., p.279. [150] John Harrison, Productive and Unproductive Labour..., op. cit., p.81. [151] Ian Gough, State Expenditure and Capital, op. cit. p.70-71. [152] Ibd., p.83. [153] Es triste decir que Mandel parece haber llegado a un punto de vista similar. ... La prolongada expansin se ha agotado por el efecto combinado del aumento de la composicin orgnica del capital... y el estancamiento o disminucin de la tasa de plusvala (el resultado de un largo perodo de pleno empleo). La tasa de ganancia ha sido reducida. Ver Inprecor 16 de enero 1975 n 16-17 p.7. [154] Por alguna curiosa razn Gough se ve obligado a informarnos de que Lenin hace mucho tiempo atac el subconsumismo de los populistas.... State Expenditure and Capital, op. cit., p.55. Sin duda, Gough, que no hay duda de que ha ledo a su Lenin, no es consciente de que Lenin acept sin reservas la opinin de que la composicin orgnica del capital aumenta con el desarrollo del capitalismo. Estos son algunos extractos de los escritos de Lenin contra los populistas: Como Marx demostr en el Volumen I de El Capital, el progreso tcnico se expresa en la disminucin gradual de la proporcin de capital variable al capital constante.... On the so-Called Market Question, Collected Works, Vol. I, p.85, nfasis aadido. ... El sector I de la produccin social (la produccin de medios de produccin) puede y debe desarrollarse ms rpidamente que el Departamento II (la produccin de artculos de consumo) . A Note on the Question of the Market Theory, Collected Works, Vol. 4, p.59, nfasis aadido. De acuerdo... con la ley general de la produccin capitalista el capital constante crece ms rpido que el capital variable. The Development of Capitalism in Russia , Collected Works, Vol.3, p.54. Y por si acaso se incluye el texto siguiente: El crecimiento en la productividad del trabajo implica un crecimiento ms rpido del capital constante en comparacin con el capital variable. En la medida en que la plusvala es funcin del capital variable solamente, es obvio que la tasa de ganancia (la relacin de la plusvala a todo el capital, no a su parte variable solamente) tiende a caer. Essay on Karl Marx, Collected Works, Vol. 21, p.67, nfasis aadido. Al parecer, Gough est ms interesado en la autoridad de Lenin, que en sus ideas revolucionarias. Por nuestra parte, es la teora de Lenin la que nos interesa, no su nombre. [155] Jacob Morris, Unemployment and Unproductive Employment , Science and Society, Vol. 22, 1958, p.195. ... En la produccin de residuos a largo plazo afectar a la
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tasa de ganancia. Al reducir el supervit global disponible para la expansin de la produccin, reduce la velocidad a la que la industria se expande . Chris Harman, Economa marxista y el mundo de hoy, op. cit., p. 32. Uno puede imaginar una economa capitalista que de repente se desviara por completo a la produccin de armas. A pesar de la plusvala que se ha producido, no habr ninguna base material para nuevas rondas de produccin. Gough y Harrison, Unproductive Labour and Housework Again, op. cit., p.2. [156] El Capital II, op. cit., p.408. [157] Si nos preocupamos por examinar el esquema inicial para la acumulacin en una escala ampliada, encontramos que la tasa general de ganancia no se ha formado an. El Capital II, p.510. [158] Nuestra oposicin a la produccin de armamento no se deriva del hecho de que cae dentro del Departamento de IIb, sino desde nuestra oposicin al imperialismo. [159] Remitimos al lector al artculo Inflation, the Crisis and the Post-War Boom de P. Bullock y D. Yaffe Revolutionary Communist en 3/4, para un tratamiento ms sustancial de la tendencia a caer de la tasa de ganancia. [160] La tendencia decreciente de la tasa de ganancia no se manifiesta en una forma absoluta, si fuera as la produccin capitalista no tardara en ser llevado a un punto crtico. Hay, de hecho, un nmero de maneras diferentes en que puede ser retrasada y frenada, una de ellas es la depresin de los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo. (El Capital III, op. cit., p.230) Si bien Marx se refiere a esto como uno de los factores ms importantes para el control de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, slo dedica unas lneas en El Capital y por buenas razones. Como l mismo explica, la depresin de los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo que se menciona aqu slo empricamente ya que... no tiene nada que ver con el anlisis general del capital, sino que pertenece a un anlisis de la competencia, que no se presenta en este trabajo. (Ibd.) Esto no quiere decir que el enfrentamiento entre trabajadores y capitalistas sobre las tasas de salarios sea de poca importancia para Marx. Todo lo contrario. La lucha por parte de los trabajadores para defender la vida y la integridad fsica frente a la embestida del capital sigue siendo uno de los rasgos ms acuciantes del sistema, y Marx pas una buena parte de su vida en defensa de esa lucha. Pero, como recalc, una y otra vez, un anlisis cientfico de la competencia no es posible, antes de que tengamos una concepcin de la naturaleza interna del capital... (El Capital I, op. cit. p.3I6) Marx advierte claramente contra la tentacin de sustituir el anlisis del capital por un tratamiento emprico de los conflictos entre trabajadores y capitalistas en la distribucin del producto social y, sobre esta base, considerar la contradiccin del capital como la lucha competitiva en s. Tambin es claro que la lucha de clases, para Marx, significaba mucho ms que la rivalidad competitiva que tiene lugar entre trabajadores y capitalistas en la compra y venta de fuerza de trabajo. Conflicto de clases es el dinamismo de toda la historia escrita, y es por esta razn que Marx se dedic a la colocacin de la lucha de clases moderna sobre una base cientfica de una elaboracin del concepto de capital y, sobre todo, por una especificacin de su contradiccin interna. Michael Williams, Un anlisis del capitalismo de Sudfrica... op. cit., pp.26-7. [161] Grundrisse, op. cit., p.528. [162] El Capital I, op. cit., p.350, TSV III, op. cit., p.350. [163] Ibd., p.312.
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[164] El Capital I, op. Cit., p.537. [165] El Capital II, op. cit., p.410. [166] TSV III, op. cit., p.350. [167] TSV III ibd. p.351. [168] Tribune, 27 de junio de 1975. [169] Keith Joseph, New Statesman, 18 de abril de 1975. [170] Samuel Brittan Financial Times, 24 de abril de 1975. [171] George Rodgers e Ivor Clemitson, The Guardian, 21 de mayo de 1975. [172] TSV II, op. cit., p.573. [173] TSV III, op. cit., p.312. [174] Es normal que un rabioso anticomunista, como Talcott Parsons pueda elogiar a Marx en los siguientes trminos: La importancia permanente de la teora de la explotacin marxista... est... en el hecho de que, a partir como lo hizo Marx del elemento de la lucha de clases, el centro de su atencin estaba en el poder de negociacin. La estructura de Accin Social, 1949, p.109. [175] Financial Times, 1 de septiembre de 1975.
Escrito: 1975 Primera publicacin: septiembre de 1975. Fuente: Revolutionary Communist 3/4 nov. 1975 (reimpreso nov. 1979) Traducido: Manuel, 2011. Transcripcin / HTML: Manuel, 2011. Copyleft: puede ser libremente copiado y reproducido para fines no comerciales en virtud de la correspondiente licencia de Creative Commons.

Tomado de Marxists.org. Digitalizado por Crtica Marxista-Leninista, 2013. Nota: Se han hecho algunas modificaciones de forma a la traduccin publicada por marxists.org, cotejndola con el original en ingls, tambin disponible en marxists.org. (CM-L)

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