Relaciones de Pareja y Juego Patologico

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Relaciones de pareja y juego patolgico: un estudio descriptivo a travs de la Escala de Ajuste Didico (DAS)

Miguel GARRIDO FERNNDEZ Universidad de Sevilla Pedro JAN RINCN Ana M. DOMNGUEZ LVAREZ ASEJER Sevilla

Resumen El juego patolgico es un trastorno psicolgico que afecta enormemente al entorno familiar del sujeto adicto y en particular a la relacin matrimonial. En el presente artculo se exponen los resultados de un estudio que relaciona diferentes variables sociodemogrficas con reas de la relacin conyugal evaluadas a travs de la Escala de Ajuste Didico (DAS) de Spanier. Los resultados encontrados muestran que los matrimonios con un cnyuge jugador patolgico presentan un ajuste didico menor que los matrimonios sin conflictos, y que algunas variables como la edad de los sujetos, nmero de hijos y aos de matrimonio parecen influir en la percepcin del ajuste didico que tienen los sujetos. Por ltimo, se exponen algunas ideas acerca de la relevancia de estos resultados para su aplicacin teraputica. Palabras clave: juego patolgico, ajuste didico, relaciones conyugales Abstract Pathological gambling is a psychological disturbance known to affect gravely the gamblers family environment and, specifically, his/her spousal relationship. The article shows the result of a study relating diverse sociodemographic variables to spousal relationships assessed according to Spanier`s Dyadic Adjustment Scale (DAS). The results demonstrate a lesser dyadic adjustment for marriages with a pathological gambler. Likewise, certain variables such as age, number of children, and marriage years seem to influence the subjets perception of dyadic adjustment. Lastly, the therapeutic relevance of the results will be discussed. Key words: pathological gambling, dyadic adjustment, marital relationships.

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Direccin del segundo [email protected] autor: c/ Martnez de Irala, 8, 4D. 41010 Sevilla. Correo electrnico:

El juego se ha convertido en un problema psicopatolgico que afecta a una parte considerable de la poblacin. Adems de la poblacin de jugadores patolgicos, que ha aumentado en las ltimas dcadas (Ochoa y Labrador, 1994; Abbott, Cramer y Sherrets, 1995; FAJER, 1996; Fernndez-Montalvo y Echebura, 1997), se empieza a considerar que existe una poblacin de riesgo tambin creciente. Este crecimiento se observa entre otros ndices, por el incremento de acogidas y llamadas que se recogen en las distintas asociaciones de ex-jugadores, habindose multiplicado el nmero de afectados durante estos ltimos aos, y por estudios realizados donde cada vez aumenta ms el nmero de jugadores en progresin adictiva (con gran riesgo de

convertirse en jugadores patolgicos a corto plazo) y el aumento del porcentaje de dinero dedicado a jugar (Becoa, 1991; Legarda, Babio y Abreu, 1992). El juego patolgico se caracteriza por una prdida de control sobre los deseos de uno, as como una dependencia emocional respecto al juego, lo cual provoca una grave interferencia en todas las reas del sujeto. Se halla categorizado en el DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994) como un trastorno del control de los impulsos no clasificado en otros apartados, con caractersticas como el fracaso a resistir el impulso a jugar, una alta activacin fisiolgica antes de realizar la conducta de jugar y el alivio experimentado una vez que se juega. Ms tarde, el juego se convierte en el centro de todos los intereses del sujeto. Por ello, est demostrado que el jugador patolgico no slo tendr problemas con el control del juego, sino que habr muchas reas afectadas: personal, econmica, laboral, familiar y social (Fernndez-Montalvo y Echebura, 1997; Bellringer, 1999). En los criterios diagnsticos de la CIE-10 (OMS, 1992) tambin sealan los efectos de la ludopata en las relaciones personales y familiares. En la tabla 1, aparecen los criterios para el juego patolgico que recoge el DSM-IV. Como podemos apreciar las relaciones de pareja y familiares pueden verse afectadas por la conducta del jugador patolgico.

Tabla 1. Criterios para el juego patolgico en el DSM-IV.


A. Conducta de juego desadaptativa indicada por, al menos, cinco de los siguientes sntomas: Preocupado por el juego (por ejemplo, preocupado por revivir de nuevo las experiencias pasadas de juego, incapacitado o planeando la siguiente aventura, o pensando en el modo de obtener dinero con el que jugar). 2. Necesidad de jugar una cantidad cada vez mayor de dinero para obtener la excitacin deseada. 3. Hacer repetidos esfuerzos sin xito para controlar, cortar o dejar de jugar. 4. Inquietud o irritabilidad cuando intenta cortar o dejar de jugar. 5. Juega como un modo de escapar de los problemas o de aliviar el humor disfrico (por ejemplo, sentimientos de desamparo, culpa, ansiedad, depresin). 6. Despus de perder dinero jugando, a menudo vuelve otro da para intentar recuperar lo perdido (a cazar las propias prdidas). 7. Miente a los miembros de su familia o a otros para ocultar el alcance de su implicacin en el juego. 8. Comete actos ilegales, tales como falsificacin, fraude, robo o desfalco, para financiar el juego. 9. Ha arriesgado o perdido una relacin significativa, el trabajo, u oportunidades educativas o de promocin a causa del juego. 10. Cuenta con otros (o con Instituciones) para proporcionarle dinero para aliviar una situacin financiera desesperada producida por el juego. B. El trastorno no se circunscribe a un episodio manaco. 1.

En concreto, las mentiras, la aparicin de conductas delictivas, el endeudamiento econmico y el abandono de las responsabilidades laborales y familiares son algunas de las consecuencias de la adiccin que pueden complicar enormemente las relaciones de la pareja y

familiares (Abbot y Cramer, 1993; Ochoa y Labrador, 1994; Walters, 1994; Marazuela y Marazuela, 1995; Fernndez-Montalvo y Echebura, 1997; Bellringer, 1999). Por otro lado, las relaciones con la familia de origen han sido consideradas por algunos autores como uno de los factores que pueden predisponer al juego del mismo modo que ocurre en otras adicciones. Determinadas actitudes como el significado que se da al dinero, la valoracin especfica del riesgo y la planificacin econmica son algunos de los aspectos que se aprenden en el contexto familiar y son de gran importancia en el desarrollo y mantenimiento de la adiccin al juego (Walker 1992; Marazuela y Marazuela, 1995; Bellringer, 1999). El ambiente familiar vivido en los casos de juego patolgico puede llegar a ser el que se describe en los casos de abandono o negligencia, y en ocasiones la disciplina ha sido muy estricta o inconsistente (Jacobs, 1986). Tambin se ha descrito la frecuente asociacin con el alcoholismo de los padres y con frecuencia stos pueden ser abusadores (McCormick y Taber, 1987). Por ltimo, algunos autores han sealado el peligro de que los hijos de los jugadores desarrollen conductas adictivas (Blankenhorn, Bayme y Elshtain, 1990), estando cuatro veces ms predispuestos a ser jugadores que los hijos de los no jugadores (Custer, 1983). Numerosos autores han encontrado problemas matrimoniales en los jugadores patolgicos (Boyd y Bolen,1970; Wildman,1989). En muchas ocasiones aumentan la desconfianza y el resentimiento como productos de largas situaciones de irresponsabilidad, la utilizacin de mentiras y por la incapacidad para hacerse cargo de los compromisos. Al mismo tiempo, en la propia persona del jugador, se ha encontrado un aumento de los sentimientos de culpa que conducen a situaciones circulares de victimizacin-exculpacin (Lorenz y Yaffee, 1989). Las situaciones de adiccin al juego favorecen un aumento de las separaciones y/o divorcio. Por ejemplo, en nuestro pas el porcentaje de separados/ divorciados jugadores dependientes triplica al de los no jugadores (FAJER y Junta de Andaluca, 1996, pg. 245). Esto nos puede dar una idea de la enorme repercusin que la conducta de juego tiene sobre la relacin matrimonial y familiar, siendo probablemente la esposa y los hijos, los miembros de la familia ms afectados por la conducta adictiva (Robert y Botella,1994). La relacin matrimonial se ve afectada por ejemplo en las reas de la comunicacin y de la sexualidad, siendo stas reas algunas de las que producen insatisfaccin y frustracin en el matrimonio. Muchas esposas de jugadores patolgicos han informado de la existencia de relaciones sexuales insatisfactorias, y manifiestan mantener o haber mantenido relaciones sexuales extramatrimoniales, siendo sta una conducta tambin frecuente entre los jugadores (Lorenz y Shuttlesworth, 1983; Lorenz y Yaffee, 1988; Bellringer, 1999; Heineman, 1994). El impacto del juego sobre el cnyuge ha sido escasamente estudiado y ha estado casi siempre referido a aquellos casos en los que el jugador es el esposo. Lorenz y Yaffee (1988) hablan de una tasa alta de trastornos psicosomticos y depresivos en las mujeres de los jugadores patolgicos, y Franklin y Thoms (1989) han propuesto algunos puntos de un posible perfil de la esposa de un jugador patolgico. Entre los rasgos destacaban: dependencia y pasividad, pobre imagen de s misma, expectativas no realistas sobre su marido y sobre la relacin y, por ltimo, negativismo. Tambin se plantea a menudo el divorcio o separacin, experiencia de privacin emocional, y un largo listado sobre rasgos ms bien negativos y carenciales. Este estudio presenta a la mujer del ludpata como una persona ms bien carencial, ineficaz, descuidada y con dificultades de autoestima y asertividad.

En los estudios sobre las consecuencias del juego patolgico hemos encontrado con frecuencia una visin excesivamente lineal de los efectos del mismo. Parece como si la desgracia del juego cayera encima del jugador que se convierte en patolgico y molesto a toda la sociedad, y por supuesto, a su pareja y familia. En nuestra opinin esta visin impide una comprensin ms amplia del contexto en el que aparece el juego. Incluso se ha llegado a describir distintos tipos de esposa de los jugadores. As por ejemplo se habla de la esposa mrtir (Lorenz, 1987), la perfeccionista (Lorenz, 1987), la esposa acobardada (Darvas, 1981); y la esposa eficaz (Lorenz y Shuttlesworth, 1983). Tambin se han descrito diversas fases en el proceso de adaptacin al problema por parte de las esposas: fase de negacin, fase del estrs y fase de agotamiento (Lorenz y Yaffe, 1986). Steinberg (1993) en un estudio sobre las relaciones de pareja en las que un miembro es ludpata, hace referencia a la necesidad de tratamiento para ambos miembros. Llama la atencin sobre la escasez de estudios que se centren en las relaciones de pareja con un miembro ludpata. Este autor ha destacado las dificultades en el rea de las relaciones ntimas y en la expresin de las emociones. Al mismo tiempo, destaca el tema del control y el poder como reas importantes en las relaciones de pareja. La inclusin de la pareja en el tratamiento parece que mejora los resultados, y facilita la atencin hacia los problemas antes mencionados (Jacobs, 1986; Steinberg, 1993; Heineman, 1994; Gupta y Dervensky, 1997). Garrido y Fernndez-Santos (1996) presentaron el anlisis de un caso de terapia de pareja con un miembro ludpata. Estos autores sealan la importancia del enfoque sistmico para el tratamiento de las relaciones afectadas tras las conductas disfuncionales que aparecen en el juego patolgico. Las dificultades en la expresin de la intimidad parece ser que es un rea que se ve alterada con la aparicin de las conductas de juego. En el estudio sistmico del juego patolgico en la pareja, podemos mostrar tres aspectos fundamentales: 1. El juego como factor de equilibrio conyugal. 2. El juego como precipitante de la crisis. 3. El juego como aprendizaje de formas nuevas de negociacin. Nos parece que el juego es un sntoma que puede estar relacionado con las etapas evolutivas de la pareja y como factor de equilibrio o desequilibrio (Marazuela y Marazuela, 1995; Hammon, 1997). El presente trabajo pretende estudiar las reas de las relaciones de pareja en matrimonios en los que uno de los cnyuges tiene problemas con el juego y, al mismo tiempo describir las relaciones de las reas mencionadas relacionndolas con un grupo de variables sociodemogrficas de la muestra. Con ello se espera profundizar en la descripcin de las relaciones de pareja tal como es percibida por cada miembro de la misma. Mtodo Muestra La muestra estaba formada por 22 matrimonios de edades comprendidas entre 22 y 61 aos. La media de edad era de 40,86 aos para los hombres y de 38,68 para las mujeres. Todos los sujetos pertenecan a la Asociacin Sevillana de Jugadores de Azar en Rehabilitacin (ASEJER).

En las tablas 2 y 3, se presentan los datos sociodemogrficos ms relevantes. Tabla 2. Variables sociodemogrficas. Distribucin de porcentajes.
1 Sexo Ingresos Estudios Profesin Situacin laboral Antec. Psiquitricos Anteced. Familiares
50% 13,6% 6,9% 4,5% 24,1% 6,8% 54,5% 27,3% 88,6% 38,6%

2
50%

22, 7% 54,5% 65,9% 25% 6,8% 2,3%

9,1% 2,3% 6,58% 2,3% 59,1% 34,1% 11,4% 9,1% 2,3%

Sexo: 1: Hombre; 2: Mujer. Ingresos: 1: Menos de 700.000 ptas./ao; 2: Entre 700.000 y 1.200.000; 3: Entre 1.200.000 y 2.400.000; 4: Ms de 2.400.000 ptas./ao. Estudios: 1: Sin estudios; 2: Estudios Primarios/EGB; 3: BUP/FP; 4: Estudios Superiores. Profesin: 1: Agricultura/ganadera/pesca; 2: Empresarios; 3: Empleados administrativos/comerciales; 4: Tcnicos profesionales por cuenta ajena; 5: Resto trabajadores y amas de casa; 6:Funcionarios y contratados de la administracin; 7: Autnomos y profesiones liberales. 8: Fuerzas Armadas. Situacin laboral: 1: Trabajo fijo; 2: Trabajo eventual; 3: Parado ; 4: Pensionista; 5: Sus labores. Antecedentes Psiquitricos y Familiares: 1: S; 2: No.

Tabla 3. Valores medios de variables sociodemogrficas.


Media Edad Aos matrimonio Aos de noviazgo Nmero de hijos 39,77 19,86 5,66 1,68 DT 8,89 19,44 19,90 1,24

Los matrimonios de la muestra llevaban una media de 20 aos casados y en todos los casos se trataba del primer y nico matrimonio. Ms del 50% de la muestra declara que tena antecedentes familiares de problemas de salud mental (destacaban los problemas de alcoholismo y trastornos depresivos). El 66% de la muestra tena estudios Primarios y/o EGB. La mayor parte de las mujeres eran amas de casa y los hombres en el 63,6% de los casos tenan un trabajo fijo. El 36,4% de las parejas tenan tres hijos, el 22,7% tenan dos, el 13,6% tenan uno y el 27,3% no tenan ninguno.

Diseo de investigacin El diseo de investigacin es de tipo descriptivo segn la clasificacin de Fernndez Dols (1989). En la investigacin se utilizaron diez variables sociodemogrficas como variables influyentes y cuatro variables criterio, siendo stas ltimas las cuatro reas de la Escala de Ajuste Didico (DAS) de Spanier (1976). Entre las variables sociodemogrficas, cuatro eran cuantitativas (edad, aos de matrimonio, aos de noviazgo y nmero de hijos) y seis eran cualitativas (ingresos del matrimonio, estudios, profesin, situacin sociolaboral, antecedentes psquicos propios y antecedentes psquicos familiares). Por ltimo, las variables criterio fueron las siguientes: consenso didico, satisfaccin didica, cohesin didica, y afectividad expresiva, todas ellas variables cualitativas, medidas segn las puntuaciones obtenidas por el DAS. Instrumentos de Medida El material utilizado fue el siguiente: Historia Clnica semiestructurada, recogida mediante una entrevista realizada en ASEJER (Asociacin Sevillana de Jugadores en Rehabilitacin) que explora la posible existencia de enfermedades, trastornos psiquitricos o cualquier dato clnico de inters para el posterior tratamiento en dicho centro. Cuestionario de juego patolgico de South Oaks (SOGS) (South Oaks Foundation, 1992. Validacin espaola de Echebura, Bez, Fernndez-Montalvo y Pez,1994). Se trata de un cuestionario basado en los criterios diagnsticos de la DSM-III-R para diagnosticar el juego patolgico. Consta de veinte tems relacionados con las conductas de juego, las fuentes de obtencin del dinero para jugar o pagar deudas y las emociones implicadas. Dyadic Adjustement Scale (DAS) de Spanier (1976). Esta escala est formada por treinta y dos tem relacionados con cuatro reas de las relaciones de pareja: el rea de consenso, rea de satisfaccin, rea de cohesin y rea de expresividad afectiva. A pesar de su antigedad contina siendo una de las pruebas ms utilizadas para discriminar entre parejas bien y mal avenidas, por su sencillez, la informacin que facilita y su fiabilidad que oscila entre 0,73 y 0,84 (Cceres, 1996). La puntuacin total que se puede obtener es de 152 puntos. Se evala las contestaciones de cada miembro de la pareja por separado en una escala de 0 a 5. Los 100 puntos es la lnea de corte entre las parejas armoniosas y las conflictivas (Cceres, 1996). Las cuatro reas sealadas evalan: a) Consenso, se refiere al grado de acuerdo existente entre ambos miembros de la pareja en aspectos importantes de la relacin. b) Cohesin, evala el grado en que la pareja se implica en actividades conjuntas. c) Satisfaccin, se refiere al grado de satisfaccin de la pareja con la relacin en el momento presente y su grado de compromiso para continuar con la misma. d) Expresin del afecto, indica el grado en que la pareja est satisfecha con el afecto dentro de la relacin y con la satisfaccin que deriva de la relacin sexual.

Resultados La muestra sobre la que se realiz la investigacin estaba constituida por 22 matrimonios en los que el marido fue diagnosticado como jugador patolgico. Las variables sociodemogrficas se analizaron, en primer lugar, hallando las frecuencias y los porcentajes de respuestas para cada categora, as como las frecuencias esperadas, y en segundo lugar, se le aplic el estadstico Chi-cuadrado, para determinar la posible relacin entre cada una de las variables influyentes sobre cada variable criterio. Tambin se utilizaron los estadsticos U de Mann-Whitney y el de Kruskal-Wallis, dependiendo en cada caso de las categoras de cada variable. Se analiz la muestra tambin en funcin del gnero, para ver si existan diferencias significativas para cada variable, por lo que se aplic el mismo procedimiento que a la muestra total. Todos los anlisis fueron efectuados mediante el paquete estadstico SPSS. El anlisis de los resultados muestra que la variable sexo se relaciona con el rea de satisfaccin, siendo significativa tanto en el estadstico Chi-cuadrado como en el de U de MannWhitney a una probabilidad menor del 0,01. En la tabla 4 se presentan los estadsticos bsicos en las subescalas del DAS en funcin del gnero. Tabla 4. Medias en las subescalas del DAS en funcin de la variable gnero.
Subescalas del DAS Gnero Hombres Mujeres Total Expresividad afectiva Media 6,82 7,05 6,93 DT 3,69 2,72 3,20 Cohesin Media 12,32 12,59 12,46 DT 4,88 4,78 4,78 Consenso Media 43,82 42 42,91 DT 10,47 10,85 10,58 Satisfaccin Media 35,68 29,73 32,71 DT 7,95 4,87 7,18

En esta tabla 5 observamos que no existen diferencias significativas entre ambos sexos para las reas de expresin afectiva y de cohesin. En el rea de consenso aunque es algo mayor tampoco llega a ser significativa la diferencia. En cuanto al rea de satisfaccin se presenta una diferencia significativa (p< 0,01). En este caso, las mujeres se muestran menos satisfechas que los hombres con respecto a sus relaciones. En esa misma tabla, observamos como la variable edad aparece como significativa en tres de las cuatro reas que evala el DAS. Los matrimonios en los que los miembros tienen menor edad presentan un mayor grado de satisfaccin que los matrimonios en los que sus miembros tienen mayor edad (p< 0,05). En estos matrimonios ms jvenes, aparece tambin un mayor grado de consenso y de expresin afectiva (p< 0,01). Otra variable que aparece como significativa es la duracin del matrimonio. Encontramos que a menos aos de matrimonio aumenta el grado de consenso (p< 0,05).

El menor nmero de hijos est relacionado con un mayor grado de consenso y expresin afectiva (p< 0,05) en los matrimonios con problemas de ludopata. La variable situacin labora y la variable sexo aparecen como significativas en el rea de satisfaccin (p<0,01). Los hombres aparecen como ms satisfechos de su relacin de pareja que las mujeres. Las personas que tienen un trabajo fijo, tanto individualmente como pareja, aparecen con un mayor grado de satisfaccin en las relaciones. Tabla 5. Relaciones de las variables del DAS con las variables sociodemogrficas.
Consenso Sexo Edad Aos Matrimonio Aos Noviazgo N de Hijos Ingresos Estudios Profesin Situacin Laboral Antec. Psiquitric. Antec. Familiares N.S S** S* NS S* NS NS NS NS NS NS Satisfaccin S** S* NS NS NS NS NS NS S** NS NS Cohesin NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS Expresividad afectiva NS S** NS NS S* NS NS NS NS NS NS

S= Significativa; NS= No significativo. * p< 0.05, ** p<0.01 (Kruskal-Wallis)

En la Tabla 6 se presentan los estadsticos bsicos de la muestra de ludopata en comparacin con los de la muestra normalizada de Spanier. Tabla 6. Estadsticos de la muestra de Spanier y de Ludopata.
Ludopata
Media Consenso Satisfaccin Cohesin Expr. Afecti. Totales DT 42,91 10,58 32,71 5,18 12,46 4,78 6,93 3,20

Spanier
Media 57,9 40,5 13,4 9 DT 8,5 7,2 4,2 2,3

95,01 22,82

114,8 17,8

En esta tabla encontramos que las puntuaciones medias de la muestra de ludopata son ms bajas que las del baremo presentado por Spanier.

La puntuacin media en DAS est por debajo del punto de corte, lo cual puede indicar un mayor grado de dificultades en la relacin de pareja (figura 1).

60 50 40 30 20 10 0 Consenso Satisfaccin Cohesin Expresividad Afectiva

Ludopata

Spanier

Figura 1. Comparacin de las puntuaciones medias en ajuste didico entre la muestra Spanier y la de nuestro estudio. Como podemos apreciar en dicha figura, las puntuaciones medias de la muestra de ludopata estn por debajo de las puntuaciones de la muestra del baremo de Spanier, excepto en las escalas de cohesin y expresin afectiva que aparece en el mismo nivel. En un anlisis ms detallado de algunos de los tems de varias escalas, podemos destacar que un 45,5% de los sujetos siempre confiaban en sus parejas, (mayoritariamente los hombres de la muestra). Concretamente, de 22 hombres, 18 siempre confiaban en su pareja. Por ltimo, la mitad de los hombres nunca se arrepentan de haberse casado o haberse ido a vivir con su pareja. Conclusiones A continuacin resumimos las conclusiones generales a las que hemos llegado en este estudio: 1. La edad es la variable que aparece como ms significativa. A menor edad encontramos un mayor ajuste didico en los matrimonios en los que el marido es jugador patolgico. 2. El nmero de hijos es una variable que influye en las reas de consenso y de expresin afectiva. A menor nmero de hijos encontramos un mayor ajuste didico. 3. Las mujeres se muestran menos satisfechas de su relacin que los varones. 4. Un empleo fijo en cualquiera de los miembros de la pareja se relaciona con una mayor satisfaccin didica. 5. Los aos de matrimonio es una variable que influye en el consenso didico. Cuanta menor duracin del matrimonio se da un mayor consenso. 6. Las reas de cohesin y expresin afectiva de estos matrimonios se mantienen en unos niveles similares a los de la muestra normalizada.

7. La muestra de matrimonios, en los que el marido tiene problemas con el juego, presenta un menor ajuste didico general en comparacin con la muestra del baremo utilizado por Spanier. Discusin Gran parte de los estudios que han tenido en cuenta las relaciones de pareja y familiares de los jugadores, se han centrado en las consecuencias dainas del juego para las mismas. Las clasificaciones de tipos de jugadores, e incluso de tipos de pareja de los jugadores, han dedicado gran parte del esfuerzo de investigacin a profundizar en una visin lineal de causa-efecto en las situaciones en las que aparece el juego patolgico. Nos parece que en muy pocos trabajos se ha estudiado la visin que tienen los miembros de la pareja de sus relaciones, y tampoco se ha puesto el nfasis en la relacin, sino ms bien en las consecuencias generalmente negativas del juego. Ambos sesgos ha llevado a una visin reduccionista del contexto de las situaciones en las que aparece el juego. La mujer del jugador aparece casi siempre como la vctima de la situacin, y en ocasiones, el hombre jugador patolgico se presenta como desadaptado, incontrolado, y otros calificativos ms bien peyorativos. Creemos que es necesario un enfoque ms global e interactivo de las situaciones de juego. Los calificativos de esposa mrtir, perfeccionista, acobardada, como sealamos al inicio de este artculo, no nos parecen de mucha utilidad para el trabajo clnico y teraputico con estas parejas. Partiendo de los resultados podemos comprobar cmo las relaciones de pareja se ven afectadas por la aparicin del juego. El estudio no demuestra si estaban alteradas como consecuencia del juego o de otros factores. Podramos pensar que el juego puede servir tanto para que la pareja entre en crisis, como para equilibrar una crisis anterior. Nos parece que el juego se convierte en un sntoma que puede cumplir determinadas funciones en el sistema conyugal y familiar, as como tambin en otros sistemas ms amplios. Se podra entender que el juego tiene un importante papel como factor de equilibrio conyugal, como precipitante de una crisis o como el aprendizaje de nuevas formas de negociacin (Marazauela y Marazuela, 1995). Los listados de sntomas negativos que se suelen aportar en los anlisis de los jugadores patolgicos y sus familias, nos parecen que pueden servir para bloquear las posibilidades de intervencin. Esto no quiere decir que neguemos las situaciones, perfiles y el malestar que se producen en dichas situaciones, pero queremos destacar cmo los matrimonios aparecen con muchas reas libres de conflicto y con muchos ms acuerdos y posibilidades, de las que se destacan en la literatura general. Si el porcentaje de jugadores separados o divorciados es varias veces superior al encontrado en los no jugadores y jugadores sociales (FAJER y Junta de Andaluca, 1996), es evidente que el juego puede exacerbar y aumentar los problemas de pareja. La investigacin que hemos realizado muestra que los matrimonios en los que el marido es jugador patolgico, tienen un grado de ajuste didico menor que otras muestras de referencia. Destaca el grado de insatisfaccin que perciben las mujeres en su relacin. Parece que existen problemas relacionales en estos matrimonios. Otros autores ya destacaron la influencia del juego patolgico en las relaciones de pareja y familiares (Wildman, 1989; Lorenz y Yaffee, 1989). La diferente percepcin de la satisfaccin con la relacin, puede ser producto de la situacin de jugador activo por parte de los hombres de la muestra o bien pudiera ser que los hombres desplacen el malestar

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hacia otras reas de su vida. Por otra parte quizs no es tan llamativo que exista una diferente concepcin del grado de satisfaccin en las relaciones de pareja, porque podra darse una forma diversa en funcin de los sexos para valorar el grado de satisfaccin en una pareja normal. Si sera importante de cara a las intervenciones teraputicas valorar y explorar los posibles desacuerdos en la forma de intercambiar gratificaciones en la pareja. El grado de reciprocidad (Liberman, Wheeler, De Visser, Kuehnel y Kuehnel, 1987) y las expectativas en la pareja (Beck, 1992; Garrido y Fernndez-Santos, 1996, 1998), pueden estar relacionadas con la satisfaccin. En el trabajo teraputico con este tipo de parejas es frecuente que las mujeres protesten y pidan una mayor atencin de los maridos, al mismo tiempo que muestren expectativas bastante irreales con respecto a sus propios cnyuges. Por otro lado, en la prctica clnica encontramos a maridos que muestran mayor grado de satisfaccin con la pareja y al mismo tiempo paradjicamente presentan conductas que contradicen la supuesta satisfaccin. En ltimo trmino encontramos, tanto en las medidas de evaluacin como en las entrevistas teraputicas, una cierta disonancia entre el sufrimiento que produce el juego y los beneficios que por otro lado parece que aporta. A pesar de las dificultades que aparecen en las relaciones de los matrimonios en los que el marido es jugador patolgico, un 45,5% siempre confiaba en su pareja, mayoritariamente los hombres de la muestra. De 22 hombres, 18 siempre confiaba en su pareja y slo 2 mujeres confiaban siempre. Llama la atencin el elevado grado de confianza de los hombres hacia sus mujeres a pesar de las difciles situaciones que provoca el juego. En este sentido, el apoyo de la esposa y de otros familiares, parece que es una variable muy relevante para la recuperacin de las personas con problemas de ludopata. (Johnson y Nora, 1992; Heineman, 1994; Ochoa y Labrador 1994; Fernndez Montalvo y Echebura, 1997; Bellringer, 1999). El arrepentimiento por haberse casado o haberse ido a vivir juntos, era significativamente superior en las mujeres que en los hombres. En estos ltimos, ms de la mitad de los hombres nunca se arrepentan. Este ndice nos muestra la situacin en la que se encuentran muchas esposas de hombres con adiccin al juego, en la que se mezclan sentimientos ambivalentes y contradictorios: por una parte quieren colaborar y ayudar a sus maridos, y por otra tienen deseos de abandonar la relacin con cierta frecuencia. Un dato importante de cara a la satisfaccin en las relaciones de pareja es el tem que mide la frecuencia con la que se besa pareja. En esta muestra el 56,8% se besan todos los das. Este dato nos parece que tambin coincide con un importante grupo de parejas en las que a pesar de tener tensiones importantes conservan sin embargo muchas reas de las relaciones de pareja con un buen nivel de adaptacin. El efecto de la edad de los miembros de la pareja en el consenso, la satisfaccin y en la expresin afectiva, muestra que el paso del tiempo puede ser un factor que disminuye la salud de la pareja. La disminucin de las expectativas de cambio, conforme aumenta la edad puede ser un factor importante. Tambin podramos suponer que estas parejas arrastran dificultades y que el juego es un signo de crisis que abre nuevas posibilidades. Nos parece importante de cara a la prevencin, profundizar en la influencia de la edad de los matrimonios en relacin a las conductas de adiccin al juego. El aumento de jugadores patolgicos de menor edad nos hace pensar en que el tratamiento de pareja podra ser tambin una alternativa viable para esta poblacin. Si se detectan prontamente las dificultades relacionales de estas parejas podra pensarse en una mejor prevencin de futuras dificultades. El enfoque del ciclo vital (Satir 1982; Pittman 1990; Falicov 1991) nos parece importante de cara a entender las crisis matrimoniales y el posible papel del juego. Es posible que el juego entre en escena durante alguno de los perodos de crisis descritos en

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la literatura sobre los ciclos familiares. La edad media de los sujetos de la muestra estaba prxima a los cuarenta aos, etapa de importantes reajustes en la vida matrimonial. La situacin sociolaboral puede ser un factor ms que contribuya al aumento de la satisfaccin personal y de la pareja (Garrido, 1995). El alto porcentaje de amas de casa de la muestra puede tener relacin con el grado mayor de insatisfaccin que aparece. De esta forma hemos de tener cierta precaucin para no atribuir solamente a la situacin de juego patolgico las variaciones en la escala de Ajuste Didico. En los tratamientos de parejas con problemas de adiccin al juego, es cada da ms frecuente que algunas mujeres tengan conductas patolgicas de juego como compensacin a la falta de actividad, problemas en la edad media de la vida y salida de los hijos del hogar. De esta forma entendemos que el juego, ya sea iniciado por el marido o la mujer, puede indicar ciertas dificultades previas en la relacin de pareja, que durante el perodo crtico de ludopata queda en un segundo plano. Cuando el juego es controlado suelen aparecer los problemas de pareja, al menos en un cierto porcentaje de matrimonios con problemas de juego. Hemos de tener en cuenta que la muestra estaba formada por personas que tenan cierta conciencia de sus problemas y haban acudido a una asociacin de auto-ayuda para tratar de solucionarlos. Al mismo tiempo, el nmero de parejas estudiadas nos hace tener ciertas precauciones a la hora de generalizar los resultados. Si bien, es cierto que muchos resultados coinciden con la experiencia clnica y teraputica, tambin son muchas las reas que es necesario explorar y profundizar en un mejor conocimiento. Por ejemplo, nos parece que el estudio podra ampliarse tanto en la muestra de personas con ludopata, como en las comparaciones con una muestra de parejas de la misma poblacin sin estos problemas. Tambin nos parece que la inclusin de una muestra de parejas en las que sea la mujer la jugadora podra aportar datos importantes al estudio de la dinmica relacional en los casos de ludopata.
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