28 Razonables Razones Contra El Aborto Que Hasta Los Progres Pueden Entender
28 Razonables Razones Contra El Aborto Que Hasta Los Progres Pueden Entender
28 Razonables Razones Contra El Aborto Que Hasta Los Progres Pueden Entender
decidimos" hasta el "lo que no queremos es la doble moral y la hipocresa de aquellos que por la puerta de atrs abortan y luego van en la cabecera de las manifestaciones" del ilustrado Pepio. Desde el mtico "Nosotras parimos, nosotras decidimos", pasando por la Iglesia quiere crcel para las que abortan; derecho a elegir libremente; ninguna mujer condenada por abortar; derecho a no concebir; problema de superpoblacin para una economa sostenible; desproteccin del lince; la mujer es duea de su cuerpo; un sntoma claro del progreso y la autodeterminacin de la mujer; derecho de la mujer a hacer lo que quiera con su cuerpo; solucin al incremento de embarazos no deseados; salud sexual y reproductiva; derecho a decidir; no te preocupes, no te va a doler y se te va a acabar el problema; no te preocupes, las consecuencias fsicas que describe el documento ya no ocurren nunca firma!; otros pases ms avanzados no tienen problemas con el aborto; el feto no es persona; interrupcin voluntaria del embarazo hasta el "lo que no queremos es la doble moral y la hipocresa de aquellos que por la puerta de atrs abortan y luego van en la cabecera de las manifestaciones" del ilustrado Pepio -quien tambin dijo que est en contra del aborto, quien tambin dijo que la nueva ley del aborto no tiene marcha atrs- los caminos del eufemismo abortista son asombrosamente infinitos. Y digo asombrosamente porque si el aborto es un bien de y para la sociedad, no entiendo a qu viene tanto recoveco lingstico, tanto subterfugio moral y tanto oscurantismo econmico. Pero ya sabemos que, en esta sociedad tan progresista que nos ha tocado vivir, quien gana la batalla del lenguaje gana la guerra de las ideas. Y en eso, la izquierda tiene un mster en la academia de Sun Tzu, tutoriado por Anaxmenes de Lmpsaco y Goebbles al alimn. Te llevan a su terreno dialctico, te acorralan a base de perogrulladas engaosas, te desarman a topicazo limpio y zas!, caes en la trampa como un cndido pichn y tus convicciones empiezan a tartamudear. O eso, o te enzarzas en un combate a cabezazos con el que no vas a conseguir vencer al enemigo -con una cabeza tan dura como la tuya o ms- y mucho menos convencerle de que ese cabezazo encierra la razn. Y sin vencer ni convencer no se llega razonablemente a ninguna parte. As que, hoy vamos a hacer una de infiltracin. Vamos a introducirnos disimuladamente en el terreno del lenguaje progre-abortista, bien camuflados, eso s; vamos a analizar exhaustivamente su argumentario demaggico-eufemstico; y vamos a volarlo desde la misma base, para que caiga a plomo, como el mismsimo puente sobre el ro Kwai. Para ello, hemos de tener un buen material explosivo y, sobre todo, hemos de saber colocarlo exactamente en los puntos donde va a hacer ms pupa. Esto es, vamos a decirles a los proabortistas, con palabras que entiendan y con argumentos que les convenzan, que el aborto es malo, muy malo, malsimo. Para todos y para todas. Y que adems de malsimo, es injustificable. Y que los razonamientos que esgrimen no son vlidos para una cabeza razonablemente razonable. Y de paso, les hablaremos de una cosa que se llama vida y que es algo muy hermoso, cuando se deja querer. El lenguaje progres nos dice, nos jura y perjura, que el aborto que nos quieren vender es una interrupcin voluntaria, que es feminista, que es un derecho, que es salud, que es constitucional, que es libre, que es solucin, que es progresista, socialista, moderno y solidario, que es un logro social, que es inocuo, que es racional, cientfico y civilizado, que defiende a la mujer, que es un bien en s mismo y hasta econmicamente rentable. Y que los pro-vida son todos machistas, de la derecha extrema, seccin Partido Popular y, para ms inri, fundamentalistas catlico-apostlico-romanos. Sin excepcin. Pues nada, ahora nos toca hablar a nosotros. Y argumentar. Y razonar. Y demostrar con datos y con hechos que todo cuanto dicen los abortistas sobre las bondades del aborto es tan falso y embustero como el beato cristianismo de Pepio, el creyente. 1. No es interrupcin. Interrumpir es detener la continuidad de una accin, o sea, que luego se reanuda. En el aborto, obviamente, no hay reanudacin posible. Podramos hablar de frenar, liquidar, finiquitar, sacrificar, extirpar, truncar, tronchar, erradicar, triturar pero de interrumpir, ni por asomo.
2. No es voluntaria. Si no se dan opciones, si no se facilitan alternativas, la decisin no es voluntaria, es obligatoria. En los abortorios de Espaa no les muestran las ecografas de su embarazo, ni les informan de alternativas distintas a abortar, porque la ley no les obliga a hacerlo, como sucede en otros pases. Un 75% de las mujeres que abortan no lo hacen por decisin libre, sino acosadas por grandes dificultades frente a las que no ven otra salida. Slo es libre quien tiene alternativas para optar. Y muchas mujeres se ven obligadas por presiones insoportables de sus parejas, de sus familias y de su trabajo. Mientras, los colectivos feministas y pro abortistas integristas no slo se oponen a que se ofrezca informacin y apoyo integral a las mujeres embarazadas, para que puedan tener a sus hijos y criarlos si quieren, sino que luchan encarnizadamente para que aborten sin posibilidad de eleccin. Quieren que las mujeres aborten, no que solucionen sus problemas. Quieren que el aborto no sea libre sino obligatorio. 3. No es feminista. La activista gay Beatriz Gimeno afirma que "en el fondo del debate sobre el aborto late el miedo milenario a que las mujeres controlen sus cuerpos y su sexualidad sin permiso de los hombres". sta es una de las falacias ms tpicas y recurrentes. Sin embargo, lo que subyace en el aborto es un machismo despiadado, ejercido tambin por las (y los) feministas radicales. Para Conrado Gimnez, presidente de Fundacin Madrina, "El problema es el acoso que sufre la mujer por el hecho de ser madre, el mobbing maternal, en tres entornos: personal-familiar, social y laboral. El 68% de las mujeres que atendemos sufren violencia de gnero (). El 60% de las mujeres maltratadas manifiestan que han abortado al menos una vez". Adems, 9 de cada 10 embarazadas sufren acoso en el trabajo y el 25% son despedidas. Y claro, eso a las feministas de pro no les preocupa. Porque la Gimeno y compaa slo persiguen borrar todo atisbo de su propia naturaleza femenina, y especialmente concebir hijos. Odian hasta tal punto ser ellas las embarazadas en lugar de los hombres, que prefieren matar esa vida (y que todas las mujeres lo hagan) antes que reconocerse diferentes al gnero masculino. Una lgica absurda, injustificada y letal. 4. No es un derecho. Toda mujer tiene derecho a recibir una educacin sexual adecuada. Tiene derecho a recibir informacin sobre las alternativas. Tiene derecho a recibir asistencia psicolgica y sanitaria. Tiene derecho a recibir ayuda econmica. Pero ninguna tiene derecho a matar una vida. Aunque viva dentro de su cuerpo. Es esa vida la que tiene derecho a ser protegida. Igual que tampoco existe el derecho a adoptar, sino a ser adoptado. Ni siquiera existe el derecho a ser madre, legalmente hablando. Aunque para el escritor chino Lin Yutang "De todos los derechos de las mujeres, el ms grande es el de ser madre". 5. No es socialista. Ms bien lo contrario, es absolutamente capitalista. Las clnicas abortistas son un negocio millonario amparado por el Estado y los Gobiernos Autonmicos. En muchos casos su nico fin es el lucro, que por 3.200 son capaces de abortar a un no nacido sano de 26 semanas, sin peligro alguno para la madre, como demuestran infinidad de testimonios (no slo sobre el "doctor" Morn). Como dice el doctor Jess Poveda "El camino hacia un abortorio es ms conocido y ms facilitado que el camino hacia los gineclogos que defienden y respetan la vida". Por algo ser. El propio Poveda recuerda cmo "uno de los que trabajan en un abortorio de estos me dijo en cierta ocasin: Poveda, a veces me llama la atencin lo que soy capaz de hacer por dinero". 6. No es salud. Ni sexual ni reproductiva, ni fsica ni psicolgica, ni operatoria ni postoperatoria. Los centros de aborto no informan a la mujer sobre los detalles de este tipo de intervencin, las consecuencias fsicas y psicolgicas que tiene. Secuelas y efectos que van desde su muerte, perforaciones uterinas, prdidas y prematuridad del siguiente hijo, alteraciones del deseo sexual, esterilidad y graves alteraciones psiquitricas. El sndrome posaborto es una traumtica y dolorosa realidad que siempre se ha tratado de ocultar, y de la que ahora Esperanza Puente, portavoz de REDMADRE, desvela decenas de testimonios en su libro Rompiendo el silencio (Libros Libres). Un argumento demoledor e irrebatible.
7. No es constitucional. "La vida del nasciturus, en cuanto ste encarna un valor fundamental -la vida humana- garantizada en el artculo 15 de la Constitucin, constituye un bien jurdico cuya proteccin encuentra en dicho precepto fundamento constitucional" (sentencia 53/1985 del tribunal Constitucional). A da de hoy, que yo sepa, ambas dos vigentes: la Constitucin y la sentencia del Tribunal Constitucional. 8. No es poltica social. Nacidas como contrapeso a las injusticias sociales y laborales de la Revolucin Industrial, hoy el objetivo de las polticas sociales es la bsqueda del bienestar y la mejora de las condiciones materiales de vida de la poblacin. El espritu es el mismo: amparar y proteger a los ms desfavorecidos, con especial dedicacin a los eslabones ms dbiles de la sociedad, esto es, los pobres, los inmigrantes, los desempleados, los minusvlidos, los nios y digo yo que tambin las mujeres embarazadas sin recursos y los nios no nacidos. Pero no. Los programas sociales del Estado destinados a mujeres embarazadas sin recursos que quieran tener a su hijo son directamente CERO. Y no se atisban mejoras. Menos mal que cuentan con las organizaciones provida. 9. No es solidaria. Si tomamos la solidaridad como sinnimo de apoyo, respaldo, ayuda o defensa, el aborto en s mismo es justo lo contrario. Porque ni apoya a la mujer embarazada, ni respalda su situacin, ni la ayuda a superarla ni, desde luego, defiende la vida que lleva dentro. Frente a los valores de entrega, caridad y amor a la vida de otro que promueven las organizaciones provida, los partidarios del aborto transmiten conceptos puramente egostas: mi cuerpo, mi derecho, mi bienestar, mi comodidad, mi vida yo, mi, me, conmigo. 10. No es talante. La nueva ley del aborto enfrenta a la sociedad. Premeditadamente adems. Ha nacido con la intencionalidad clara de separar an ms la supuesta lnea entre izquierda y derecha, entre presuntos progresistas y presuntos caverncolas. Para arrinconar y condenar a los que se enfrenten a ella (con la Iglesia como cabeza visible, o cabeza de turco) esgrimiendo la excusa del fundamentalismo y la crispacin. Puro talante. 11. No es un logro de la sociedad. Todos los expertos coinciden: el aborto es un fracaso de la sociedad. De toda la sociedad. "Falta una autntica red social para evitar que una mujer, ante un embarazo no deseado, recurra al aborto. Yo abort hace ms de diez aos y todava hoy sufro sus consecuencias", denuncia Esperanza Puente. Existe una reveladora carencia de recursos e inters, por parte del Estado, tanto en el mbito asistencial como en el mbito de la formacin y la informacin. Algo que, segn Jess Poveda, evitara 3 de cada 4 abortos. Eso s que sera un logro de la sociedad. 12. No defiende a la mujer. Una ley de plazos que facilite el aborto y trate de banalizarlo no est en consonancia con lo que quieren las mujeres: "La mujer no demanda el aborto, sino que se le ayude a seguir adelante con el embarazo. Cuando se les informa bien de las ayudas que puede recibir, tres de cada cuatro chicas de las que atendemos en la fundacin siguen adelante". Lo dice Conrado Gimnez, y l lo sabe bien: en ocho aos Fundacin Madrina ha atendido a 133.000 mujeres. Defender a la mujer es informar de las opciones y ofrecer los apoyos necesarios para que puedan, si quieren, tener a su hijo y atenderlo. Y eso no lo hacen ni las asociaciones proabortistas ni, desde luego, el Estado. 13. No es progresista. No dejar nacer a un ser humano es matar todo su futuro. No dejar nacer cientos de miles de seres humanos es matar el futuro de una sociedad. Y, de paso, envejecer considerablemente la poblacin. Es eso
progreso? sta es la evolucin que queremos? El siguiente avance, en nombre de ese progreso, ser quitarse de en medio a los improductivos ancianos. Y despus a los enfermos, terminales o no. Cul ser el siguiente paso? 14. No es moderno. Ir de moderno con el hip hop del bombo puede ser ridculo a la vez que contraproducente. Ganarse los votos de los jvenes anulando cualquier regla moral es una irresponsabilidad. Pero si adems incitamos a las adolescentes a realizar un acto de gran trascendencia disfrazado de bagatela, sin contar con ayuda ni informacin ni formacin, ni siquiera el consejo de sus padres, eso no es ser moderno, no es ser guai, no es ser colega, es ser miserable. Qu pensarn cuando se enteren, unos aos despus, de que aquello que le extirparon del bombo no era un quiste, sino un hijo, con sus piernas y brazos, sus ojos, su cerebro, su corazn palpitante y todo su futuro por vivir? La nueva ley convertir el aborto en un medio de planificacin familiar, en un mtodo anticonceptivo que no va a hacer ms felices a las adolescentes; slo les har ms inconscientes y, a la larga, ms desgraciadas. 15. No es inocuo. Ms bien inicuo (por cruel e injusto). Un aborto no es una irrelevante operacin de apendicitis o de amgdalas. Ni una liposuccin (aunque haya mtodos abortistas tristemente parecidos). Es la muerte y extraccin de un ser vivo singular, independiente de la madre que lo cobija. No se trata de desinflar un bombo lleno de aire -invisible, inodoro e indiferente-, como pretenden hacernos creer, especialmente a las frgiles mentes adolescentes. Es, en muchos casos, una experiencia traumtica que puede provocar, adems de las fsicas, secuelas psicolgicas severas cuando la mujer (o la nia) que ha abortado toma conciencia de la verdadera naturaleza de su acto. O sea, cuando es consciente de que lo que le han extirpado es a su propio hijo. "Las mujeres no nos embarazamos de lechugas, sino de hijos" dice Esperanza Puente. Los testimonios de mujeres arrepentidas son desgarradores, y tremendamente injustos (con ellas y con sus hijos no nacidos), porque una simple ecografa antes de la operacin poda haber evitado dos vctimas. 16. No es libertad. La autntica libertad nace del respeto a la vida, de la humildad, y de la generosidad hacia el otro. Hoy, abolida la esclavitud, nadie es dueo de nadie; nadie es propiedad de nadie. Ni siquiera un hijo. La madre no concibe a su hijo como una propiedad suya; es ms, tiene la obligacin moral (y natural) de protegerlo hasta que se pueda valer por s mismo, dentro y fuera de su cuerpo. Hasta que ese hijo pueda tambin ejercer su propia libertad. 17. No es europeo. Continuamente se nos planta en la cara el ejemplo de pases europeos legislativamente ms avanzados que han superado el trauma del aborto y ahora son una sociedad feliz y sin complejos. Lo que nos ocultan es que esos pases estn reduciendo notablemente el nmero de abortos precisamente porque ahora estn legislando a favor de la prevencin, la informacin y la asistencia (notificacin a los padres si un menor quiere abortar, supervisin de las clnicas, espera de 24 horas, informacin obligatoria de alternativas, los pacientes debern saber que pueden ver al feto por imagen ultrasnica y escuchar el latido del corazn, etc.). Pases como EE.UU. o Alemania, que han fomentado polticas de apoyo a la mujer embarazada y medidas de supervisin en los centros de aborto, o como Blgica y Holanda, que tienen el porcentaje de abortos ms bajo del continente pese a sus leyes ms permisivas, gracias tambin a su poltica de educacin sexual. Pero en lugar de aprender de los errores de los dems, preferimos cometer los nuestros. Muy patriota. 18. No es ciencia. Frente a las simplezas demaggicas que argumentan los abortistas, la Declaracin de Madrid es una de las iniciativas ms importantes y tajantes de los ltimos aos en la lucha por la vida de los no nacidos y en defensa de la verdadera libertad y responsabilidad a la hora de decidir si abortar o no. Ms de 2.000 profesores de universidad, investigadores, acadmicos, mdicos, cientficos e intelectuales de diferentes
profesiones y pensamientos se han unido para declarar que "existe sobrada evidencia cientfica de que la vida empieza en el momento de la fecundacin. Los conocimientos ms actuales de Gentica, Biologa Celular y Embriologa as lo demuestran"; "el cigoto es la primera realidad corporal del ser humano () y su ADN es resultado de la adicin de los genes paternos y maternos en una combinacin nueva y singular"; "el embrin y el feto () no forman parte de la sustantividad ni de ningn rgano de la madre, aunque dependa de sta para su propio desarrollo". Sobran los comentarios. 19. No es racional. Para la comisin de presuntos expertos de la ministra Ado, el feto no es viable antes de la semana 22, y por tanto no es ser humano y por tanto es eliminable sin problemas. Pero a partir de ese tan preciso momento, por arte de magia, el feto ya s es viable y por tanto se convierte en ser humano y por tanto ya no es eliminable. En teora, claro, porque los centros abortistas reclaman un par de semanas ms de feto no viable y por tanto eliminable y por tanto contabilizable. Todo muy racional y cientfico. Y yo me pregunto, por qu no hasta la semana 21, y salvamos unas cuantas vidas? O hasta la 33, que tambin es un nmero muy chulo y hacemos ms negocio? O hasta justo antes de cortar el cordn umbilical, que en el fondo es como si el feto siguiera dentro del cuerpo materno? O, ya puestos, hasta que sepa alimentarse solito, que es cuando realmente se convierte en un ser humano viable, respetable y digno? 20. No es democrtico. La nueva ley del aborto no formaba parte del programa del PSOE en las pasadas elecciones generales. El hecho de plantearla ahora, en plan sorpresa, no es precisamente una muestra del juego democrtico (se que los ciudadanos ejercen una vez cada cuatro aos, y poco ms). Si adems aadimos que se est gestando (paradjica palabra) a puerta cerrada, prcticamente a escondidas, y sin apenas escuchar la voz de los objetores, el nivel de democracia no aumenta precisamente. Y si encima invade el terreno ms ntimo de las personas, que es el de las propias convicciones morales, tratando de manipular las conciencias a favor de las tesis oficiales, todo atisbo de democracia se esfuma tan rpidamente como la esencia humana de un cigoto en manos de la ministra paritaria (que no paritoria). 21. No es una mejora. En contra de la opinin de mdicos, psiclogos, organizaciones especializadas, fundaciones y dems expertos, para la docta filsofa y humanista Leire Pajn, el gran logro de la nueva ley de plazos ser "despojar de trabas" y hacer "menos traumtico el aborto", que adems era una demanda social que millones de mujeres estaban pidiendo a gritos. Para eso se cre la Subcomisin sobre la reforma de la regulacin de la Interrupcin Voluntaria del Embarazo en el marco de una nueva norma sobre derechos y salud sexual y reproductiva, que, ya slo en el nombre, dos de cada tres palabras son mentira. Pero lo que supone realmente la Ley de Plazos es que el aborto podr ejercerse al antojo de cualquier mujer que lo solicite, sin supuestos, ni informes, ni estudios, ni responsabilidades de ningn tipo, con el nico lmite de unos plazos supuestamente justificados. En los pases donde se ha establecido esta ley el resultado es unnime: ms banalizacin, ms embarazos, ms abortos, ms indefensin, ms adolescentes y ms veces. Y eso, sencillamente, no es una mejora. 22. No es un bien. Nadie aborta por gusto o por placer. Las pro-abortistas saben que el aborto no es algo deseable en s mismo, aunque se cuiden mucho de divulgar tan poco feminista idea. Destruir una vida nunca puede ser un bien. Engendrarla s, por principio. Es curioso, adems, cmo las mismas lneas de pensamiento que defienden el derecho a la vida de los animales, o detestan la pena de muerte de asesinos confesos, al mismo tiempo desprecian la vida inocente que nace de sus propios cuerpos. El propio presidente Zapatero reconoci que el Estado de Derecho obliga a tener "consideracin a la vida" y se reafirm en su "valor y responsabilidad de luchar por lo que creemos, que es el valor supremo de la vida". Claro que no se refera a la vida de los inocentes no-nacidos, sino a la del malnacido De Juana Chaos.
23. No respeta los derechos humanos. No me lo invento yo, lo dice la Declaracin Universal de los Derechos Humanos: " la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrnseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana" (Primer punto del Prembulo). "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos" (Art. 1). "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona" (Art. 3). El simple hecho de condenar a muerte a un feto slo por presentar malformaciones o sndrome de Down, sin ninguna otra consideracin, es una violacin en toda regla de estos artculos. Y es reconocer sin ambages que una persona -ya nacida- con malformaciones o sndrome de Down no tiene la misma dignidad intrnseca ni los mismos derechos que una persona sana, tanto como para no permitir ni que nazca. De ah a la eugenesia, un pasito. Ya lo dijo Tito Livio: "Ningn crimen tiene fundamentos razonables". 24. No es econmicamente rentable. Con miles de intervenciones desde los 345 euros en la octava semana hasta los 6.000 por encima de las 22, el aborto es indudablemente un negocio no ya rentable, sino millonario. Y eso en tiempos de crisis. Pero slo para los centros abortistas, claro. Para el resto de la sociedad es, adems de todo lo dicho anteriormente, una gigantesca prdida econmica. El presidente de Fundacin Madrina, Conrado Gimnez, ha evaluado en el 5% del PIB la prdida de riqueza que supone el aborto en nuestro pas en concepto de "pobreza y desierto demogrfico" y por "la marginacin y falta de conciliacin que sufre la mujer madre en el mundo del trabajo" (un 25% de las mujeres embarazadas son despedidas). "Hasta un 6% del PIB podramos invertirlo en apoyar a la mujer", calcula Gimnez, con el fin de contrarrestar los efectos negativos del mobbing maternal y el consecuente aborto. Apuesto a que antes se lo gastarn en campaas de condones y bombos. Y por cierto, cunto nos cuesta cada adopcin realizada en pases extranjeros? 25. No es solucin. La nica solucin es que el aborto sea la ltima solucin posible. El aborto es casi siempre un problema profundo. Para la madre, para su entorno familiar y laboral, para la sociedad Por mucho que se empeen las feministas liberadoras de cuerpos y conciencias, el aborto es un fracaso de principio a fin, y ms all. Desde el embarazo imprevisto hasta el trauma pos-aborto, pasando por las presiones y depresiones, las secuelas fsicas y la soledad. La nica solucin es evitarlo en lo posible. Pero cmo? Tal vez encontremos la clave en lo que afirma el doctor Poveda: "Dejan de abortar los que dejan de ignorar. De hecho, el ecgrafo de cuatro dimensiones es el aparato que ms vidas est salvando, porque con l se ve muy bien lo que ocurre y lo que hay en el vientre de la mujer, y ver es informar. () El xito de salvar una vida pasa porque la madre vaya al gineclogo y vea la ecografa de su hijo; y luego, que desde las asociaciones provida seamos capaces de solucionar esas cuestiones que llevan a la mujer a recurrir al aborto". "Quien salva a un hombre salva a la humanidad", dice el Talmud. Digo yo que tambin ser aplicable a las mujeres y a sus hijos. 26. Los provida no son de derechas. La bipolaridad izquierda-derecha asociada a defensa-rechazo del aborto es absolutamente infundada. Hay miles de votantes del PSOE que consideran esta nueva ley una locura sangrienta e innecesaria. El problema es que, salvo excepciones (Manuel Arbeloa, Francisco Vzquez) pocos polticos socialistas se pronuncian en ese sentido. Pero s los ciudadanos: "No hay en nuestros das una afirmacin ms reaccionaria que la del derecho de una persona sobre la vida del hijo no nacido. Es el derecho de propiedad ms absoluto concebible, ms all del derecho del amo sobre el esclavo. Y es una vergenza para la izquierda que levante la bandera del ese pretendido derecho". Lo dicen los Socialistas Cristianos. "No slo somos izquierda y rechazamos el aborto, sino que lo rechazamos precisamente por serlo () Debemos hacer que el vientre de la madre sea el lugar que la naturaleza ha hecho que sea: el lugar ms protegido". Igualmente hay muchos polticos y votantes del PP (y de la derecha en general) que ante el drama del aborto simplemente no saben, no contestan. O incluso lo apoyan.
27. No son la Iglesia Catlica. Es tambin muy recurrente y maniqueo asociar a la Iglesia Catlica con los ataques al proabortismo (ms que con la defensa de la vida). La mismsima Leire Pajn avisa a los obispos de que "no confundan poltica y religin". Pero no cuela. La defensa de la vida del no-nacido no es una cuestin de fe religiosa. Iglesias de TODAS las confesiones defienden el valor universal de cada persona y por tanto se oponen al aborto como concepto. Pero no confundamos esta batalla con una lucha religiosa. Existen muchos ateos y agnsticos que defienden la vida humana como principio. Y tambin hay no pocos catlicos confesos que defienden abiertamente el derecho al aborto (Asociacin de Catlicas por el Derecho a Decidir; o el propio Pepio) y otros muchos que no defienden ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario. Por otro lado, la mayora de las Organizaciones y Fundaciones Provida son aconfesionales, y su nica religin es la defensa de la vida del no-nacido y el apoyo sin condiciones a la mujer, cualesquiera que sean sus creencias y sus circunstancias. 28. No son fundamentalistas. Ni la Iglesia ni los movimientos provida pretenden que se encierre en la crcel a la mujer que aborta (ni quieren acabar con el lince ibrico, dicho sea de paso); es ms, son los nicos que se ponen siempre del lado de la mujer, al contrario que organizaciones pretendidamente feministas (y en realidad bastante integristas), que lo nico que persiguen es que la mujer aborte, s o s, independientemente de sus circunstancias. Los provida rechazan el aborto, pero no a la mujer que aborta, de modo muy especial si se ve obligada a realizarlo como nica salida, no como opcin, por no contar con ningn otro tipo de ayuda ni alternativa. Por eso centran todo su esfuerzo en reducir el nmero de abortos indeseados, que son la inmensa mayora. Y lo hacen con respeto, entrega, generosidad y gran sacrificio personal. Su nico enemigo, por llamarlo de alguna manera, son los centros abortistas que hacen del aborto un multimillonario negocio, trampeando las leyes vigentes. Los mismos que piden ms semanas de inviabilidad para aumentar su contabilidad, los mismos que reconocen ser capaces de cualquier cosa por dinero, los mismos que trituran fetos de 26 semanas o ms a tanto el gramo, los mismos que empujan a una menor a abortar ilegalmente en aguas internacionales Conclusin Probablemente no podamos hacer ni deshacer la nueva Ley del Aborto, que saldr tal y como quiere la ministra, o sea, tal y como aconsejan sus expertos y tal y como desean los centros abortistas. Pero las consejeras de salud de cada Comunidad Autnoma s pueden reglamentar la aplicacin de esa Ley; es decir, pueden poner condiciones legales al nuevo derecho, como favorecer la vida, reconocer la objecin de conciencia, desarrollar una normativa estricta, controlar los centros abortistas y castigarlos con sanciones ejemplares en caso de incumplimiento; pueden implantar polticas de prevencin y de informacin, planes de apoyo a la maternidad, periodo de reflexin, mesas de conciliacin, pedagoga pblica contra el aborto, polticas de adopcin (cuntos miles de parejas se desesperan esperando una adopcin que no llega?) Y qu podemos hacer los ciudadanos de a pie? Pues tener las ideas claras, para empezar. Y apoyar cualquier iniciativa que respete la vida, con nuestras simpatas, con nuestra presencia, con nuestra involucracin, con nuestra difusin y con ayudas econmicas que el gobierno no va a proporcionar. Tambin es nuestra responsabilidad moral, y debe ser nuestra batalla. Ortega y Gasset deca "el mayor crimen est ahora, no en los que matan, sino en los que no matan pero dejan matar". Ignoro si el presidente Zapatero y su Ministra conocen esta sentencia; tampoco s si la entenderan. Nosotros s. Apliqumonosla. Termino con una cita del poeta y filsofo bengal Rabindranath Tagore, Nobel de literatura en 1913, que no era precisamente catlico ni de derechas ni machista confeso ni sospechoso de fundamentalismo ninguno: "La vida nos la dan y la merecemos dndola".