Emociones
Emociones
Alguien puede interpretar un tono de voz alto en señal de enojo, mientras que
otro puede percibir nerviosismo en la misma situación. Las interpretaciones
que se pueden hacer en una situación dada dependen al menos de tres
elementos: la información que uno recibe, lo que en uno está causando la
conducta de la otra persona y las suposiciones que uno hace sobre lo que es
bueno o malo, sobre lo que uno necesita o no.
Por ejemplo, si alguien levanta la voz, uno mira alrededor para saber qué lo
puede estar causando. Si uno ve a un perro que lo está mordiendo, uno decide
que es el dolor y el miedo la causa de que este persona esté gritando. Si uno
observa por el contrario que alguien le está haciendo cosquillas, uno interpreta
los gritos como un signo de felicidad. Lo que uno suponga que es la causa del
comportamiento de una persona, influirá en la interpretación que se le dé a la
forma recibida.
LA EMOCION: uno siente, interpreta y tiene una emoción. Las emociones son
reacciones espontáneas a las interpretaciones que se han hecho. Si uno
interpreta como ironía algún comentario tal como “espero que te sientas bien
hoy…” tendrá un sentimiento de enojo. Los sentimientos mueven la acción, es
decir preparan un organismo para actuar. Por esto mismo, cuando se trata de
ocultar los sentimientos se requiere de mucha energía. Esto significa que en la
media que uno esté más consciente de sus sentimientos y que los acepte y los
exprese al resto, más energía tendrá disponible para disfrutar de su vida y de
las relaciones interpersonales. Como consecuencia, podrá comunicarse más
fácilmente y mejor.
Reinterpretando la Situación
Cuando nos relacionamos con otros, nos informamos a través de los sentidos,
interpretamos, sentimos y tenemos intención de expresión, todo al mismo
tiempo. Todo sucede antes de emitir una palabra. Por lo mismo, si uno quisiera
tomar consciencia y cambiar algo de esta secuencia, debería tratar de hacer
más lento el proceso. Se puede afirmar que la única posibilidad de cambio en
el manejo de las emociones se encuentra en la interpretación de la situación.
Al cambiar la interpretación, se puede cambiar la emoción.
Esto no significa que sea fácil cambiar sus sentimientos. La mayoría de las
personas lleva a cabo sus interpretaciones en forma tan automática que
parece difícil cambiarlas. En el proceso de tomar consciencia de nuestros
sentimientos es importante el decidir sobre las intenciones que se tiene para
expresar los sentimientos.
Hemos visto que hay diversas intenciones de conducta, que pueden surgir a
partir de la experiencia emocional. Por lo mismo se puede apreciar que el
resultado, fruto de estas intenciones será muy distinto en cada caso. Una vez
que se ha decidido cómo expresar las emociones el próximo paso es la acción.
Es decir, se dice o se actúa; por ejemplo, se sonríe, se arranca o se llora.
El suprimir las emociones puede sesgar los juicios, por ejemplo, es común que
las personas no acepten una buena idea sólo porque surgió de alguien que no
quieren, o por el contrario, pueden aceptar las malas ideas provenientes de
personas que les agradan.
Los resultados son constructivos en cambio, cuando se siente con más energía,
motivación, desafío, y excitación y la otra persona siente amistad, gratitud,
buenas intenciones. La rabia es una emoción que ocurre siempre en nuestra
vida, a veces con más intensidad y con mayor frecuencia en ciertos períodos
de la vida. Con el objeto de manejar la rabia constructivamente, debemos
identificar sus componentes y entender su función.