El documento resume la vida y obra de Anna Freud, hija de Sigmund Freud. Extendió el alcance del psicoanálisis al desarrollar la psicología del yo, enfocándose en la capacidad del yo para enfrentar el ambiente externo. Realizó análisis de entrenamiento con su padre, aunque esta relación dual plantea cuestiones éticas. Se convirtió en la heredera intelectual de Freud al explorar nuevos campos como la terapia infantil.
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Anna Freud
El documento resume la vida y obra de Anna Freud, hija de Sigmund Freud. Extendió el alcance del psicoanálisis al desarrollar la psicología del yo, enfocándose en la capacidad del yo para enfrentar el ambiente externo. Realizó análisis de entrenamiento con su padre, aunque esta relación dual plantea cuestiones éticas. Se convirtió en la heredera intelectual de Freud al explorar nuevos campos como la terapia infantil.
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Anna Freud
Extensin del alcance del psicoanlisis:
la psicologa del yo ... [las] primeras influencias del entorno crean en el nio estados que son comparables a las enfermedades fsicas por deficiencia Anna Freud Siempre busqu en mi exterior la fuerza y la confianza, pero stas provienen del interior. Estn ah todo el tiempo. Anna Freud ACERCA DE LA PSICOLOGA DEL YO La psicologa psicoanaltica del yo ampli la teora freudia- na para incluir la capacidad del yo para tomar la iniciativa al afrontar el ambiente fsico e interpersonal. En esta perspectiva, a la gente no slo la motiva la re- duccin de la tensin de los impulsos del ello, sino tambin el sentido activo de dominio que se obtiene al superar los obstculos de la vida. La inadaptacin significativa no es el resultado exclusivo del conflicto o desequilibrio intrapsqui- co, sino que tambin se presenta en personas que no han cumplido los desafos del desarrollo implicados en la rela- cin con el mundo exterior al yo. Anna Freud empez sus exploraciones en su trabajo psi- coteraputico con nios. Hizo modificaciones graduales a la teora del yo, el cual pas de ser el jinete indefenso del caba- llo del ello que describi Sigmund Freud al jinete ms inteli- gente preocupado por encontrar las mejores rutas. Cambi el enfoque del psicoanlisis en las experiencias pasadas de los adultos al hincapi en el ambiente actual de los nios y su capacidad para responder a las dificultades que enfrentan. JUSTIFICACiN DE LA PSICOLOGA DELYO Mientras Sigmund Freud reconstrua la niez de sus pacien- tes a partir de sus recuerdos adultos, Anna Freud observ a los nios, que eran sus pacientes en el acto de construir sus reminiscencias adultas. Sigmund Freud liber a sus pacien- tes de la ignorancia de su propio pasado. Anna Freud trabaj para alentar a sus pacientes a dominar sus retos actuales. En muchos sentidos, Anna sigui por completo los pasos de su padre, pero, al hacerlo, tambin desarroll nuevas direccio- nes de la teora y la prctica. Para Anna Freud, ampliar el mbito del psicoanlisis sig- nificaba aplicar los descubrimientos esenciales de su padre a nuevos campos de la conducta, a los nios y adolescentes, a la pediatra, al derecho familiar y a las tcnicas modificadas para la educacin y cuidado infantil (A. Freud, 1972, 1978a). La ampliacin de la teora psicoanaltica del yo no implica dejar atrs la nocin que tena su padre del poder de las pul- siones, su representacin del yo como un producto contingen- 128 Captulo 6 Anna Freud. Extensin del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo te y vestigio del ello, y su conviccin de que, despus de todo, el jinete del yo conduce al caballo del ello adonde ste quiere ir. Pero la historia del trabajo de Anna Freud no es la de una estudiante, devota a su padre y maestro, que era lo mismo, por completo. Es el relato de una innovacin, revisin y crea- cin brillantes logradas casi a regaadientes (Young-Bruehl, 1988, p. 208 ss, y captulo 11). Como parte de su discurso de aceptacin de un doctorado honorario de la Jefferson Medi- cal School en 1964, Anna Freud examin su carrera psico- analtica y describi una diferencia esencial entre s misma y muchos otros tericos psicoanalticos contemporneos: En contraste con muchos colegas, nunca he tenido un inters unilateral por el ello, el yo o el supery. pero s me han interesado siempre las interacciones entre ellos. La dinmica de la vida mental que me fascin encuentra su expresin ms clara en la organizacin de las defensas del yo. con los intentos de la personalidad racional para manejar lo irracional (1967, pp. 514-515). La posicin de Anna Freud en la historia del psicoanlisis tiene dos aspectos. En su papel principal como la heredera in- telectual que Freud eligi y prepar personalmente: fue la ama de llaves, protectora de la fe y conservadora de la tradicin. Como contrapeso de esos motivos protectores, comprensibles en una hija, est su papel en la competencia como terica in- dependiente que explor nuevos telTitorios. La herencia de su familia dio lugar a una actitud protectora hacia el psicoanlisis clsico. Tambin apoy una curiosidad audaz, una confianza en s misma y un aura de credibilidad que la ayud a realizar y divulgar nuevos descubrimientos. Despus de todo, ella no slo era una freudiana, tambin era una Freud. FUENTES PERSONALES: DE NO SER DESEADA A VOLVERSE INDISPENSABLE Cuando Sigmund y Martha Freud se dieron cuenta de que sta estaba embarazada de nuevo, ya haban acordado que su quin- ta hija, Sophie, sera la ltima. De hecho, la fase inicial del embarazo de Martha fue confundida y bien recibida como el inicio temprano de la menopausia (Roazen, 1969, p. 40; 1971 , pp. 52 ss Y pp. 436 ss; Young-Bruehl, 1988, p. 35 ss). Cuando qued claro que la interrupcin de la menstruacin de Martha no era el fin de la fertilidad. sino el inicio de una nueva vida. Freud se descubri a la espera de otro hijo varn. En octubre RECUADRO 6.1 Slo para relacionar ... Freud rompi la regla que l mismo haba establecido para la realizacin apropiada del psicoarllisis cuando in- cluy a su propia hija en dicha relacin. Algunos tericos han s4gerido que daba espedal il'l1portaneia a tener un de 1895 le escribi a su amigo Wilhelm Fliess: "No tendrs objecin a que llame Wilhelm a mi siguiente hijo. Si resulta ser una hija, se llamar Anna" (S. Freud, 1954, p. 130). La tar- de del 3 de diciembre de 1895, Freud y Mar'tha se enteraron de que se trataba de una nia. Con evidente desilusin y rechazo potencial, Freud anunci a Fliess el nacimiento de Anna: Si hubiera sido un hijo te habra enviado la noticia por telegrama. Pero como es una nia llamada Anna. tardars ms en recibir la noticia (S. Freud. 1954; vase la forma alterna de esta cita en Freud. 1985, p. 153). A pesar de este anuncio a Fliess del nacimiento, al final Freud se encari con todos sus hijos. Anna, la ms joven y la ltima de sus hijos, se convirti en la heredera intelectual que Freud no pudo encontrar en Jung, Adler, Rank o en cual- quiera de sus otros colegas psicoanalistas varones. Con base en sus minuciosas investigaciones realizadas en diversas fuentes, el bigrafo Paul Roazen (1968, 1969, 1971) reconstruy la probable historia personal de la entrada poste- rior de Anna Freud a la disciplina de su padre. Los hallazgos de Roazen no quedaron sin respuesta (a la propia Anna Freud le pareca inaceptable el trabajo de Roazen, segn el informe de Young-Bruehl, 1988, p. 432 ss). Aqu seguimos el relato de Roazen complementado con algunas de las cartas de Sigmund Freud. JUVENTUD: ANLISIS DE ENTRENAMIENTO CON FREUD En algn momento antes de 1918, cuando Anna tena poco ms de 20 aos, entr a anlisis con su padre. Al parecer, esta relacin excepcional continu por varios aos (Oyer, 1983, p. 26, cree que la duracin fue un poco menor; Roa- zen, 1971, p. 439; Young-Bruehl, 1988, proporciona el relato ms completo y convincente). De este modo, Sigmund Freud desempe los papeles contradictorios de padre y psicoana- lista de Anna. Roazen describi de la siguiente manera las consecuencias para el desaITollo de Anna Freud: Los motivos de Freud pueden haber sido los mejores, pero a nivel mdico y humano la situacin era extraa. Como su analista, era inevitable que movilizara en ella los sentimientos de sobrevaloracin al mismo tiempo que invada la privacidad de su alma; agreg a su relacin la transferencia de nuevas emociones. sin la posibilidad real de que alguna vez pudieran disolverse. Un genio que por naturaleza tambin era una figura heredero intelectual competente y digno de cOlilfianza. Al erlsear de esta forma a sw hija las tcnicas de Sl.ll pro- fesin, Freud le leg su lugar como lder del psicoanaltie0. Hablando de contratransferencia! Fuentes personales: de no ser deseada a volverse indispensable 129 inmensa en la vida imaginativa de su hija, como su analista la at a l de manera permanente (1971, p. 440). En la actualidad, semejante relacin dual sera considera- da poco profesional y ena violacin a la tica que dara lugar a sanciones severas, incluyendo la prdida de la licencia para ejercer la medicina. Es fcil dudar de la eficacia de dicho anlisis. Podra ser objetivo un padre? Qu motivos lleva- ran a un padre a psicoanalizar a su propia hija? No existen otras maneras ms satisfactorias de transmitir una tradicin intelectual? Qu tipo de ejemplo se proporciona con seme- jante violacin a las reglas? Cmo podra una hija sentir la libertad de expresar una diversidad de sentimientos hacia su padre si ste era el terapeuta? Podramos elaborar ~ n e ~ o r me lista de preguntas para las cuales no podemos ImagInar respuestas ticas o intelectuales satisfactorias. La propia Anna Freud es una fuente para entender el sig- nificado de su anlisis con su padre. En una carta en la que aconseja a una amiga, Eva Rosenfeld, que entra a tratamiento con su padre, a quien Eva ya conoca en un contexto social, Anna hizo comentarios perspicaces como los siguientes: Sabes, no hay contradiccin en que te sometas a anlisis en un lugar al que preferiras venir slo por amor. Yo hice lo mismo y, quiz por eso, las dos cosas quedaron inextricablemente unidas para m. Al final te dars cuenta de que es la nica manera de someterte a anlisis. Justo ahora te atormenta el sentimiento de donde quieres te gustara ser especialmente buena. Vers que ser buena y estar en anlisis al final vienen a ser lo mismo (A. Freud, 1929/1992, carta 8, p. 112). Anna Freud empez a asistir a las conferencias de su pa- dre y se le permiti unirse a los importantes seminarios de los mircoles de la Sociedad Psicoanaltica de Viena (Roa- zen, 1971, p. 438). Incluso recibi su primera exposicin a la psiquiatra clsica cuando se le permiti asistir a las rondas del hospital de enseanza psiquitrica de Viena con el pro- fesor Wagner-Jauregg, un amigo de Sigmund Freud desde sus aos en la escuela de medicina CA. Freud, 1967, p. 512). Heinz Hartmann, conocido ms tarde como el padre de: la psicologa del yo, era el segundo asistente en esas rondas psiquitricas. Segn un relato, dos aos despus de su for- macin en anlisis, en mayo de 1920 Sigmund acept a Anna como un miembro con pleno derecho de la Sociedad Psico- analtica de Viena y confirm su nuevo papel al obsequiarle uno de los anillos especiales que significaban la pertenencia a su exclusivo crculo interno (Oyer, 1983, p. 32) . . ANNA EN SUS PRINCIPIOS COMO ANALISTA Para 1923, un ao despus de haber presentado su primer tra- bajo psicoanaltico ante la sociedad, Anna Freud estaba lista para iniciar la prctica psicoanaltica (A. Freud, 1922). Su pri- mer trabajo fue una extensin de uno de los ensayos de su pa- dre sobre las fantasas de las palizas inventadas por los nios. El mayor de los Freud (1919) haba escrito un trabajo titulado "Golpeando las fantasas y los ensueos" en el que describi las fantasas de varias de sus pacientes en las que revelaban la plasticidad de los motivos sexuales. El anlisis de Freud demuestra que la ensoacin o fantasa de sus pacientes que describan a una persona mayor que golpeaba o castigaba a un nio es un sustituto disfrazado de un deseo sexual reprimido. La primera contribucin publicada de Anna Freud (1922) al psicoanlisis es una extensin del anlisis de la fantasa de la paliza con una diferencia importante respecto al trabajo de su padre. Es casi seguro que la paciente que Anna describe en el trabajo es ella misma (Young-Bruehl, 1988, pp. 193 ss). An- na Freud describe las fantasas progresivas de una nia desde la edad preescolar hasta la adolescencia en que el tema central ' es "un nio es golpeado". Su trabajo de 1922 revela algunas de las experiencias personales en que Anna Freud bas su m- todo teraputico para trabajar con los nios. La nia descrita en su trabajo a la larga desarroll un conjunto de "fantasas bonitas" que crea tenan poca o ninguna conexin con las "fantasas de la paliza" que le resultaban tan perturbadoras. De hecho, las fantasas bonitas eran al parecer ms delibe- radas y estaban bajo el control voluntario. Pero, como revela Figura 6.1 Anna Freud y su famoso padre en la regin de los Dolomitas en Italia, 1927. Parecen felices juntos; Anna estaba dedicada a su padre. 130 Captulo 6 Anna Freud. Extensin del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo Anna Freud en el trabajo, por medio del anlisis la paciente se da cuenta de que las "historias bonitas" son continuaciones apenas disimuladas de las fantasas de las palizas. Anna Freud analiz la progresin de las fantasas de la paliza a los "relatos bonitos" como un estudio sobre la re- presin y la sublimacin, dos mecanismos de defensa que describira ms tarde en gran detalle. Sugiri que la nia.ha- ba alcanzado un desarrollo ms maduro en el momento en que puede reconocer la conexin entre las fantasas antes no deseadas de los golpes y sus "historias bonitas" an ms defensivas. Anna Freud seala que al final la nia convierte su combinacin de las fantasas de la paliza y las "historias bonitas" en una empresa creativa y controlada, de manera ms racional, al escribir un cautivante relato corto que puede compartir con los dems. En este trabajo inicial, ya es evi- dente el tema del dominio creativo del conflicto como mo- tivo bsico, un tema que ms tarde ampli en el concepto terico llamado "lneas temporales del desarrollo". LA ADULTEZ DE ANNA: LA ANTGONA DE ANNA REPRESENTADA PARA EL EDIPO ENVEJECIDO DE FREUD A la larga, Anna Freud se hizo indispensable para su padre, en especial durante los ltimos 16 aos de su vida, cuan- do luchaba contra el cncer de boca. Ella era su emisaria ante las sociedades psicoanalticas de todo el mundo y era ella la que presentaba sus trabajos cuando no poda hablar por las prtesis diseadas para reemplazar el tejido oral extirpado. Ella escriba cada da su correspondencia y se encargaba de sus necesidades personales y mdicas, una tarea que requera la inspeccin diaria de la boca de Freud, endurecida quirrgicamente, para advertir cualquier seal de un nuevo crecimiento. Anna Freud acompaaba a su pa- dre en sus viajes a Pars para los tratamientos de radiacin, en las visitas a su cirujano en Berln y en las vacaciones muy necesarias a los bosques para recoger hongos y fresas salvajes (Jones, 1957; Schur, 1972; Young-Bruehl, 1988, p. 118). Anna Freud se dedic a la comodidad y el cuidado de su padre. El propio Sigmund Freud entendi lo dependiente que se haba vuelto de Anna. Eligi una metfora apropiada pa- ra describir la relacin entre ellos. En su correspondencia de mediados de la dcada de 1930, Freud se refera a Anna como su "leal Antgona", en alusin a la diligente y valien- te hija del Edipo ciego y enfermo de las obras de Sfocles. Por ejemplo, en una carta a Arnold Zweig en 1934, Freud escribi: Pero no puede haber quedado oculto para usted que a cambio de lo mucho que me haba negado, el destino me compens con la posesin de una hija que, en circunstancias trgicas, no quedara a la zaga de Antgona (Freud/Zweig, 1970, p. 66). Por consiguiente, en la mente de Freud, con Anna como su Antgona, l era el Edipo viejo y enfermo. Igual que el ciego Edipo era guiado por su leal Antgona, los contactos de Sigmund Freud con el mundo exterior se realizaban a travs del toque diestro de Anna. En una carta a Lou Andreas-Salo_ m, se las ingeni para expresar un orgullo paterno de una manera peculiarmente objetiva -casi despersonalizada_ que hace eco del tono curioso con que le anunci a Fliess su nacimiento 40 aos antes: Por supuesto, yo dependo cada vez ms del cuidado de Anna , justo como observ alguna vez Mefistfeles: Al final dependemos de las criaturas que concebimos. En cualquier caso, fue muy inteligente haberla creado (Freud [1935], 1960, p. 425). De ser una hija inesperada y no deseada, Anna Freud se convirti al final en una mujer adulta independiente e inteligente: Se ha convertido en una persona capaz e independiente que ha sido bendecida con la comprensin de las cuestiones que confunden a otros. Sin lugar a dudas, me intereso por su bien; pero ella debe aprender a estar sin m y el temor de perder en la vejez partes vitales de mi personalidad todava intacta es un factor que acelera mi deseo (Freud/Zweig, 1970, p. 140). Freud expresaba en parte su deseo de no morir y, al ha- cerlo, indic su preocupacin de que Anna requera de su presencia continua. Pero el deseo de inmortalidad cedi el camino a una valoracin ms realista. Al final, Freud se dio cuenta de que los estragos de su enfermedad y de la edad a la larga le impediran actuar como padre protector para Anna y como padre fundador del psicoanlisis. La creciente inde- pendencia de Anna y su dominio de la teora y la prctica psicoanalticas le aseguraban qUe ella mantendra su desa- rrollo y, en consecuencia, ayudara de ese modo a su proge- nie intelectual: la empresa psicoanaltica. Los TEMAS CENTRALES: DEVOCiN, PROTECCiN E INNOVACIN RENUENTE De la historia personal de Anna Freud surgen tres temas fun- damentales que dominaron el curso de su trabajo. Primero, Anna centr toda su vida en una persona y se concentr en lo intelectual y lo emocional en su relacin con su padre. La necesidad del propio Freud de intimidad emocional e inte- lectual intensific el impulso de su creciente dependencia mutua. El segundo tema relevante de la historia de vida de Anna Freud es su enfoque comprensiblemente protector y conser- vador de la teora psicoanaltica. Anna Freud consideraba los descubrimientos bsicos de su padre como los cimientos que no pueden descartarse o sufrir modificaciones importantes sin echar abajo todo el edificio que sostienen. Argumentaba Ampliacin del mbito del anlisis: los problemas de los pequeos pacientes 131 de manera convincente qu.e el psicoanlisis haba h tricamente su singulandad y valor corno el estudiO de 1S . la personalidad ntegra con sus componentes .e . conscientes (A. Freud, 1936, pp. 3-5; 1969). RestnngIr a un aspecto del de la per- onalidad o Ignorar los factores pulsiOnales en favor de los :mbientales y culturales produce graves distorsiones y trans- grede el procedimiento y la teora . . El tercer y ltimo terna que se aprecia en la hIstona per- sonal de Anna Freud se deriva de los dos primeros ternas y de "su propia creatividad y innovadora. Anna Freud se vio atrapada entre la genuma lealtad y confianza en su padre y su trabajo y la propios des- cubrimientos en el analIsls mfantIl y la funciOn del yo. Por tanto, nunca present sus contribuciones como revisiones o modificaciones a la teora psicoanaltica. Consideraba que su trabajo era ms bien cuestin de perfeccionamientos sutiles, aclaraciones complejas o cambios de acentos. Con todo, a pesar de su tendencia a minimizar la novedad de sus ideas como una solucin al conflicto entre su lealtad y su crea- tividad, en los trabajos de Anna Freud se encuentran ideas y descubrimientos en verdad novedosos y frescos. Algunas de esas ideas tuvieron una influencia profunda en otros es- tudiosos del psicoanlisis que los llev a modificar el curso del psicoanlisis contemporneo y a cambiar la evolucin de la teora en direcciones que no fueron consideradas por Sigmund Freud durante su vida. No hay mejor forma de ilustrar y resumir este conflicto perdurable entre la leal actitud protectora de Anna Freud y sus propios descubrimientos, obtenidos con tanto trabajo, que citar un ejemplo de su prosa vacilante: ... Es importante recordar que hace unos cuarenta aos, mucho antes de la poca en que la cooperacin con los acadmicos pudiera haber desempeado un papel , el estudio psicoanaltico infantil ya haba sobrepasado /0.'1 estrictos lmites de la tcnica y situacin psicoanaltica y haba creado, a su manera, su propio campo de observacin directa. Es cierto que todos los datos impOltantes sobre los que haba construido el psicoanlisis su visin de la niez .. . se derivaban del propio entorno analtico, de la reconstruccin de los anlisis de adultos y, ms tarde, de los anli sis de nios. Pero inmediatamente despus de que se hicieron los descubrimientos, una gran cantidad de observadores se dispusieron a trabajar fuera del entorno analtico, de manera poco si stemtica y aprovechando las oportunidades ofrecidas por las situaciones de la vida tal como se presentaban, pero proporcionaron a tiempo un montn de datos tiles que sirvieron para revi sar y volver a revisar, agregar o refutar los hallazgos analticos adecuados (A. Freud, 1951 a, pp. 139-140; itlicas agregadas). La tmida reivindicacin que hizo Anna Freud de la originalidad e independencia del anlisis infantil , su rama especial de la disciplina, se entremezcla en este pasaje, de manera inseparable, con su reconocimiento responsable de la primaca del psicoanlisis clsico. Sin embargo, ter- mina el pasaje con el consejo de recordar que los datos del anlisis infantil tienen la categora especial de servir como la "segunda revisin" que permite confirmar o refutar la teora clsica . AMPLIACiN DEL MBITO DEL ANLISIS: LOS PROBLEMAS DE LOS PEQUEOS PACIENTES Al extender la tcnica psicoanaltica de la reconstruccin de . los sucesos de la niez en los adultos a la exploracin direc- ta de las historias de vida de los nios .tal como las vivan, Anna Freud pronto hizo dos descubfimient9s. Los pequeos pacientes suelen ser espritus libres exuberantes, pero indo- lentes para la asociacin libre. Como era de esperar, no es una empresa prometedora el uso de la disciplinada tcnica verbal analtica en nios pequeos con vocabularios p.xiguos y limitadas habilidades verbales. Adems, a diferencia de los adultos, los pequeos pacientes, por lo general, no consideran que necesiten ayuda, no comprenden el papel de un psicoana- lista y slo asisten a tratamiento por los ruegos o las rdenes de los padres. Dado que el psicoanlisis tradicional requera el compromiso intelectual y emocional de los pacientes con su tratamiento, tener a nios como pacientes constitua un desafo formidable (A. Freud, 1927, p. 6; 1945, p. 8). Cmo se decide que un nio requiere psicoanlisis? Un punto de vista, representado por otros expertos en el anlisis infantil en las dcadas de 1920 y 1930, era que cualquier nio con alguna alteracin emocional o intelectual se benefi- ciara del tratamiento psicoanaltico. En ese mismo periodo, Anna Freud era de la opinin de que el psicoanlisis slo estaba indicado para los nios cuyo desarrollo posterior era obstaculizado por una verdadera neurosis infantil (A. Freud, 1927). Luego de una considerable experiencia, Anna Freud conceptual iz los criterios para el tratamiento de los nios. En el caso de los pacientes adultos, la gravedad de una al- teracin neurtica es indicada por la magnitud del dao a sus capacidades para llevar una vida con amor libre de con- flictos y para realizar un trabajo productivo y satisfactorio (A. Freud, 1945, p. 15). Esos criterios no pueden aplicarse a los nios. La niez implica desarrollo cognitivo, emocional y conductual: En la niez hay un solo factor de tal importancia que su deterioro por una neurosis exige accin inmediata, a saber: la capacidad de un nio para desarrollarse, para no quedar fijado en alguna etapa del desarrollo antes de que haya concluido el proceso de maduracin (A. Freud, 1945, p. 17). Las exigencias de los pacientes infantiles a cuyos pro- cesos inconscientes no se tena acceso mediante los proce- dimientos estrictamente verbales hicieron necesario ampliar la teora para abarcar los hechos del cambio en la niez. El 132 Captulo 6 Anna Freud. Extensin del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo cambio de los tratamientos para la patologa declarada a la terapia para los problemas transitorios del desarrollo nece- sitaba que la teora cambiara su foco de atencin (A. Freud, 1968). Por consiguiente, el criterio para evaluar la necesidad de dar tratamiento analtico a un nio ya no era la presencia de sntomas neurticos explcitos. La amenaza de fijacin en alguna fase del desarrollo se convirti en un indicador suficiente que justificaba la intervencin analtica. HACER AL NIO ANALIZABLE: LA FASE DE PREPARACiN Antes del trabajo de Anna Freud con nios, Melanie Klein (captulo 7) de la Escuela de Psicoanlisis de Berln haba usado un mtodo casi idntico al psicoanlisis adulto para el tratamiento de los nios (Sayers, 1991, p. 153). Anna inici el desarrollo de un mtodo teraputico ms adecuado para los nios. Muchos de los enfoques y mtodos que desarroll eran en esencia diferentes al enfoque freudiano ms ortodoxo o convencional utilizado por Klein. Podra argumentarse que, si bien las tcnicas que usaba Anna Freud con los nios dife- ran de las tcnicas de su padre para los adultos, su trabajo era congruente con la teora freudiana. Esto fue posible porque los nios no son simples adultos pequeos. Existen grandes diferencias entre las psiques de los nios y las de los adultos con las que Sigmund Freud estaba ms familiarizado. Mela- nie Klein, que segua la tcnica freudiana al pie de la letra, quiz no "lo entendi" tan bien como Anna Freud. Gracias a sus experiencias como maestra escolar (A. Freud, 1952), Anna Freud entendi la importancia de atraer el inters de los nios desde el inicio y la necesidad de ganar su respeto para las habilidades superiores del participante adulto. En los primeros aos del planteamiento de principios que pudieran utilizarse en el anlisis infantil, Anna Freud sinti la necesidad de una prolongada fase de preparacin en la que se construyera una relacin recproca antes de empe- zar el trabajo analtico. Esta fase preparatoria se hizo luego ms compleja con la adicin de un procedimiento de "eva- luacin metapsicolgica" basado en la observacin directa del nio y los informes de otras personas que pudieran ob- servar las interacciones familiares del nio. CAPTAR EL INTERS DEL NIO EN s MISMO; ESTABLECER LA UTILIDAD DEL ANALISTA Al principio, Anna Freud emprendi un periodo preparatorio de "ablandamiento" para el anlisis en que ayudaba al nio a ver la necesidad de tratamiento, a considerar al analista un colaborador y aliado y a desarrollar una genuina determina- cin de tolerar las dificultades de la autoexploracin. En la prctica, esas metas se transforman en estrategias creativas. El analista ayuda al nio a obtener de manera gradual insight sobre sus problemas y a brindar cada vez ms cooperacin. En esos esfuerzos, el analista expresa inters sincero y bue- nos deseos de que a la larga el nio pueda controlarse por s mismo. Por ejemplo, considera la hbil forma en que Anna Freud se aproxim a un nio de diez aos que fue llevado por sus padres a tratamiento por una variedad de angustias, estados de nerviosismo, tendencia a mentir y a inventar his- torias y- por una serie de robos. Con algunos nios el analista puede asumir el papel de un aliado til en contra del mundo hostil de los adultos o de un posible ayudante para lidiar con el sufrimiento interno. En el caso de este nio no poda pro- ponerse semejante asociacin, ya que desde el inicio mostr una actitud de rechazo hostil hacia la analista propuesta y, al menos en apariencia, no estaba interesado en buscar o cam- biar ningn aspecto de s mismo. Al principio, Anna Freud pas su tiempo con el nio tra- tando de reflejar sus estados de nimo. Cuando el nio pa- reca alegre, ella se mostraba alegre; cuando estaba serio o deprimido, ella actuaba con seriedad. En cierto punto, el nio prefiri pasar toda la sesin debajo de una mesa en la habita- cin, actividad a la que Anna Freud no le prest especial aten- cin, lo nico que hizo fue levantar el mantel para hablar con el nio como si fuera una conversacin comn. Sin embargo, al mismo tiempo tambin haca una demostracin sutil de la superioridad de sus habilidades y su sabidura adulta. Si llegaba con un cordel en el bolsillo y empezaba a mostrarme nudos y trucos sorprendentes, le dejaba ver que yo poda hacer nudos y trucos an ms notables. Si hada muecas, yo haca otras mejores; y si me retaba a pruebas de fuerza, me mostraba incomparablemente ms fuerte (A. Freud, 1927, p. 12). Durante sus conversaciones, Anna Freud igual todos sus caprichos y elecciones de tema, sin que hubiera una cuestin demasiado delicada o demasiado adulta para discutir. "Mi actitud era como la de una pelcula o una novela dirigida a atraer a la audiencia o al lector mediante la satisfaccin de sus intereses ms elementales" (1927, p. 12). De este modo, Anna Freud no slo logr hacerse interesante para el nio, sino que tambin pudo conocer sus intereses y actitudes, as como sus conductas y actividades caractersticas. Una segunda etapa de este trabajo de preparacin empez cuando Anna Freud demostr que poda ser til para el nio de muchas maneras, por ejemplo, poda escribir a mquina sus calias, provocar y anotar sus ensoaciones y hacer pe- queos juguetes durante las sesiones de terapia. En el proce- so de registro de las ensoaciones, la analista tambin poda conocer algo acerca de la vida imaginativa del nio. Anna Freud coment su preocupacin por otro de sus pacientes " ... Durante sus citas yo haca tejidos de ganchillo o de punto con gran entusiasmo y poco a poco vest todas sus muecas y sus ositos" (1927, p. 13). Si consideramos que esta ltima afirmacin es tpica, sugiere que la fase de preparacin es de larga duracin y requiere de mucha paciencia hasta que el nio se comprometa por fin con el proceso teraputico. ESTABLECIMIENTO DEL PODER DEL ANALISTA Y LA VULNERABILIDAD DEL NIO La tercera etapa del periodo preparatorio tuvo sus orgenes en otra hbil maniobra diseada para incrementar el crecien- te aprecio del nio por su analista. "Lo hice darse cuenta de que estar en anlisis tena grandes ventajas prcticas; por ejemplo, que algunas acciones que ameritan castigo tienen un resultado diferente y mucho ms afortunado cuando se le cuentan primero al analista y, slo a travs de l, a quienes estn a cargo del nio" (A. Freud, 1927, p. 13). Al final el nio confiaba en Anna Freud para que lo pro- tegiera de los castigos por sus actos imprudentes, para que ella se los contara a sus padres y para que regresara el dinero robado antes de que lo descubrieran. El resultado principal de esta etapa de preparacin fue que Anna Freud no slo se haba vuelto interesante, til y sabia, sino tambin pode- rosa, una persona "sin cuya ayuda ya no poda funcionar" (1927, p. 13). Entonces lleg el momento decisivo en que Anna Freud poda por fin solicitar su total cooperacin para descubrir sus secretos preciados y protegidos. Pudo pedirle el equivalente a la regla analtica de los adultos: Decirlo to- do. No guardar secretos. La fase preparatoria concluye cuando los nios han de- sarrollado el insight suficiente para reconocer la necesidad de recibir ayuda externa para sus dificultades. De hecho, los nios deben aprender a entender que tienen dificultades. La nica seal clara de sincera disposicin a intentar una auto- exploracin prolongada y dolorosa se presenta cuando el nio ha experimentado su propia vulnerabilidad y necesita conferir al analista una absoluta y confiada dependencia. En resumen, durante la fase preparatoria el analista se esfuerza mucho para establecer una fuerte relacin de transferencia positiva. El analista debe convertirse en el yo ideal del nio para que el tratamiento contine y a la larga tenga xito, lo cual implica que desplaza a los padres de este papel y usurpa gran parte de su autoridad: "Antes de que el nio pueda dar el lugar ms alto en su vida emocional, el de yo ideal, a este nuevo objeto amoroso que est por encima de los padres, necesita sentir que la autoridad del analista es incluso mayor que la de ellos" (A. Freud, 1927, p. 60). En algunos casos, cuando los padres son la fuente de los problemas del nio o tienen una disposicin negativa hacia el tratamiento, se hace necesario que el analista infantil se oponga enrgicamente a su influencia. EL ANLISIS INFANTIL: TCNICAS APROPIADAS Una vez que se ha establecido un apego afectuoso y depen- diente hacia el analista, puede empezar el tratamiento ana- ltico del nio, con un enfoque especial en el inconsciente. El anlisis infantil: tcnicas apropiadas 133 El xito del anlisis depende en gran medida de la solidez de este apego, ya que "los nios, de hecho, slo creen en la gente a la que aman y slo se esfuerzan por el amor de esa gente" (A. Freud, 1927, p. 40). Surge, por consiguiente, la pregunta sobre cmo pueden hacerse interpretaciones anal- ticas en ausencia de productos verbales de asociacin libre. Qu interpreta el analista? INTERPRETACiN DE LA FANTASA Y LOS SUEOS Una va de aproximacin que de inmediato se sugiere son las actividades ldicas del nio. La escuela de Berln de anlisis infantil, encabezada por Melanie Klein, emple la-tcnica de las interpretaciones deljuego. Anna Freud rechaz, este camino al inconsciente del nio porque implica que sus ma- nipulaciones de los juguetes y su elaboracin de fantasas ldicas son equivalentes a las producciones verbales del adulto en la situacin analtica, una propuesta para la cual pareca haber poca justificacin (1927, p. 38). En compara- cin con las expresiones verbales, al analista que trata con el juego puede resultarle difcil entender cundo una conducta es simblica y cundo es slo un juego. Al inicio de su trabajo con nios, Anna Freud utiliz dos herramientas que adopt del psicoanlisis adulto, pero en una forma modificada. El primero de esos enfoques era la confianza en los reportes verbales que hacan los peque- os pacientes de sus fantasas y sueos. Como en el anlisis adulto, esas producciones se sometan a interpretacin por considerarlas derivados simblicos de procesos inconscien- tes. Es claro que en esta actividad Anna Freud recurri a su experiencia en el anlisis de sus "Golpeando las fantasas y los ensueos". Algunos nios eran alentados a realizar rela- tos surgidos de la fantasa, como en el caso de una pequea paciente a la que se le pidi que cerrara los ojos y "viese imgenes" que luego pudiera describir para Anna Freud. De manera similar, el analista y el nio paciente examinan los sueos de este ltimo, quien, con la prctica, se acostumbra a buscar significados ocultos en sus propias producciones. MANTENIMIENTO E INTERPRETACiN DE LA RELACiN ENTRE EL NIO Y EL ANALISTA En el periodo inicial en que Anna Freud desarrollaba la tcni- ca, la segunda herramienta del anlisis infantil era la interpre- tacin de su relacin con el paciente. En el anlisis adulto, el xito de la terapia exiga la relacin de transferencia y el desa- rrollo de una autntica neurosis de transferencia. Como hemos visto, cuando el paciente es un nio la relacin de transferen- cia incorpora una cualidad afectuosa, en esencia positiva, que no es inherente al psicoanlisis adulto. De hecho, aunque a la larga aparecern sentimientos negativos hacia el analista, Anna Freud los consideraba como interferencias temporales que deben manejarse de inmediato para impedir la ruptura de 134 Captulo 6 Anna Freud. Extensin del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo los delicados lazos que unen al nio con el terapeuta (1927, p. 41). Concluy que el nico trabajo en verdad productivo con los nios tiene lugar en una atmsfera de apego emocional positivo. La relacin de transferencia del nio hacia el analista pre- senta otras diferencias importantes con la del adulto. A dife- rencia de sus contrapartes adultas, los nios se encuentran todava en las etapas formativas de sus verdaderas relaciones con sus padres o tutores y otras personas importantes. En el anlisis no recuerdan ni reexaminan o reviven esas relacio- nes como parte del pasado, sino que las viven en el presente. Fuera del consultorio analtico, sus placeres y sufrimientos dependen an, en gran medida, de quienes influyen en su vi- da cotidiana. Los analistas que intentan interponerse en este esquema de las cosas tienen que compartir el afecto de los nios por sus padres as como sus hostilidades, decepciones e idealizaciones de los mismos. En contraste, el analista de pacientes adultos se convierte en blanco de los sentimientos reconstruidos del pasado del paciente. Por un momento, el analista adulto se transforma en una pantalla en blanco sobre la cual el paciente puede proyectar sentimientos no resueltos y poco realistas transferidos de sus relaciones tempranas con sus padres. La situacin se complica ms en casos en que los nios tienen poco o ningn afecto por sus padres. Los nios con privacin emocional pueden obtener de su analista una rela- cin de afecto y cuidado que no han experimentado en casa. Esos nios no proyectan en el analista una recreacin fanta- seada de sus relaciones emocionales (A. Freud, 1927, p. 45). Por esas razones el nio no forma una neurosis de transferencia. A pesar de todos sus impulsos positivos y negativos hacia el analista, sigue mostrando sus reacciones anormales en el lugar en que las mostr antes: en la casa. Debido a ello el analista infantil no slo debe tener en cuenta lo que sucede ante sus ojos, sino que tambin debe dirigir su atencin al rea en que se encontrarn las reacciones neurticas: la familia del nio (A. Freud, 1927, p. 46). El anli sis infantil implica la comprensin e interpreta- cin de los vnculos interpersona1es dentro y fuera de la si- tuacin analtica. Adems de entender esas relaciones desde el punto de vista del nio paciente, el analista tambin debe ser capaz de explorar la perspectiva de los adultos con los que el nio tiene los contactos ms ntimos. Los analistas infantiles a menudo violan una regla del anlisis adulto al confiar y buscar informacin sobre el paciente en fuentes externas. EL DELICADO EQUILIBRIO ENTRE LA PERMISIVIDAD Y LA AUTORIDAD Si , como descubra Anna Freud, los problemas neurticos de los nios dependan tanto de su relacin actual con la gente y las cosas de su propio mundo, debe deducirse con inevitable lgica que: La neurosis infantil no se limita a los conflictos entre el ello, yo y supery, sino que incluye las influencias del ambiente que generan distorsin y marasmo. Figura 6.2 Anna Freud en su escritorio. Los libros y objetos en esta fotografa indican la amplia variedad de intereses y actividades acadmicas de Anna. Como su padre, adems de su papel en la psicoterapia fue una terica y autora prolfica. El yo Y el supery de los nios no son dbiles slo en virtud del conflicto inconsciente, sino tambin como re- sultado de la falta de maduracin. Como consecuencia de esos factores, los resultados del anlisis infantil pareceran ser frgiles. Cabra preguntar: "Si el analista logra liberar en el nio las fuerzas instintivas en conflicto del ello, proporcionar el entorno un contexto saludable para el crecimiento continuo? Si el supery y el yo no. estn del todo maduros y no tienen suficiente expe- riencia para modular esas fuerzas inconscientes liberadas, . brindar el entorno, en especial los padres, aceptacin y & apoyo comprensivos para esta transicin revoltosa a la salud emocional?" En el caso de un adulto, el analista no necesita El anlisis infantil: tcnicas apropiadas 135 preocuparse abiertamente por el destino de los impulsos li- berados de la represin, ya que el yo del adulto normal puede encargarse de ellos, manejarlos y aceptarlos por ]0 que son. Sin embargo, en el caso del nio es fcil que los impulsos liberados se vean traducidos en accin. Por ejemplo: una nia tratada por Anna Freud haba lle- gado a una etapa de su anlisis en que produca una gran cantidad de fantasas anales marcadas por e] uso de imge- nes y de un lenguaje particularmente vulgar. La nia vea sus sesiones de anlisis como un periodo de libertad, una "ho- ra de descanso" durante la cual poda, en el aislamiento del consultorio, expresar, de manera abierta, todo este material de fantasas generadoras de ansiedad, que haba reprimido y suprimido. Sin embargo, a la larga empez a llevar sus fanta- Figura 6.3 Anna Freud a los 85 aos con su perro Jo-Fi. Esta fotografa indica el lado afectuoso y carioso de la personalidad de Anna Freud. 136 Captulo 6 Anna Freud. Extensin del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo sas, sus chistes "sucios" y su lenguaje anal a situaciones fue- ra de la "hora de descanso" analtico. Alarmados, los padres consultaron a Anna Freud, quien tom el asunto a la ligera y les sugiri que no rechazaran ni aprobaran la mala conducta, sino que se limitaran a dejar que pasara inadvertida. El con- sejo result contraproducente! Sin la repulsa externa la nia se deleitaba en sus verbalizaciones anales, sobre todo en la mesa, donde producan el efecto ms dramtico: Tuve que reconocer que me haba equivocado al atribuir al supery de la nia una fuerza inhibitoria independiente que no posea. En cuanto las personas importantes del mundo externo relajaron sus exigencias, el supery de la nia, antes lo bastante estricto y fuerte para provocar una serie completa de sntomas obsesivos, de repente se haba vuelto dciL .. Yo haba convertido a una nia inhibida y obsesiva en una cuyas tendencias "perversas" fueron liberadas (A. Freud, 1927, p.63). Es claro que el analista infantil no puede confiar en la fuerza del yo de los pacientes para no meterse en problemas. Los analistas infantiles experimentados aprenden a conducir con destreza entre dos extremos peligrosos. Por un lado, tie- nen que llevar el material inconsciente a la conciencia; por el otro, el analista infantil debe impedir de alguna manera que los impulsos liberados ocasionen una completa anarqua en la vida del nio, una amenaza real a la luz del subdesarrollo de su supery. Tienen que ensear a los nios a utilizar es- trategias saludables para lidiar con sus impulsos, que hasta ese momento los asustaban. "Por consiguiente, el analista combina en su persona dos funciones difciles y diametral- mente opuestas: tiene que analizar y educar; es decir, al mis- mo tiempo debe permitir y prohibir, soltar y atar" (A. Freud, 1927, p. 65). EL PRODUCTO TERICO: NUEVOS SIGNIFICADOS PARA CONCEPTOS ANALTICOS FAMILIARES Cada vez resultaba ms claro para Anna Freud que el anlisis infantil implicaba ms que la simple aplicacin ortodoxa de la teora psicoanaltica a los nios. Su trabajo inicial con esta tcnica sent las bases para nuevas e importantes reas que no slo prometan establecer el anlisis infantil como una rama especial e independiente del psicoanlisis, sino tam- bin abrir la puerta a modificaciones esenciales a la teora clsica. LA ALIANZA TERAPUTICA: RESPETO y CONFIANZA El primer producto terico se origin en el hecho de que no era posible utilizar los mtodos usuales de asociacin libre, interpretacin de los sueos y anlisi s de la transferencia en el anli sis infantil. Los esfuerzos de los nios por crecer, ma- durar, cambiar y dominar la realidad interna y externa dieron lugar a la modificacin de las tcnicas clsicas o al desa_ rrollo de otras nuevas. Anna Freud entendi la importancia de una larga fase de preparacin di seada para establecer al analista como una persona importante, confiable e incluso indispensable. Con una mezcla de respeto y confianza, el nio llegara a aceptar al analista como un tipo muy espe- cial de maestro, en concreto, como un especialista en auto- conocimiento y como un aliado. Si bien el paciente adulto , en anlisis, puede fantasear con este tipo de relacin con el terapeuta, slo la vive el paciente nio. MS ALL DEL CONFLICTO ESTRUCTURAL: VULNERABILIDAD DEL DESARROLLO Segundo, el hecho de la plasticidad de un nio, el crecimien- to continuo hacia la madurez, obliga al analista infantil a no concentrarse en los sntomas neurticos manifiestos, sino en la meta distante del funcionamiento saludable. Anna Freud y sus colegas pronto reconocieron que los sndromes neur- ticos cristalizados eran slo una pequea parte de los pro- blemas de la niez. Las reas de preocupacin ms comunes eran las alteraciones del desarrollo, las amenazas a la madu- racin fsica y psicolgica. Adems, incluso cuando estaban presentes indicadores expresos de una patologa grave, su importancia en el contexto de la vida de un nio era muy diferente a la que tenan en un adulto, cuya estructura psico- lgica ya estaba formada en gran medida. A la postre Anna Freud y sus colaboradores desarrolla- ron un sistema formalizado de diagnstico para nios, el cual destacaba la secuencia del desarrollo de la formacin y malformacin de la personalidad. El sistema de diagnstico puso de relieve las amenazas graves a la finalizacin del cre- cimiento de la personalidad a la vez que minimizaba las que eran menos serias (A. Freud, 1970b, pp. 163 ss). En efecto, la prctica de la terapia analtica infantil permiti a Anna Freud ir ms all del concepto clsico de neurosis e inadap- tacin como un resultado primordial del conflicto intraps- quico. Los nios suelen presentar alteraciones que surgen de las dificultades en el proceso de maduracin psicolgica. VALORACiN METAPSICOLGICA Tercero, Anna Freud aprendi una leccin importante sobre la duracin requerida del periodo preparatorio para permitir el anlisis del nio. No slo se necesita un tiempo relati- vamente largo para convencer a los pacientes infantiles del valor del anlisis, sino que los terapeutas tambin requieren un periodo considerable de evaluacin para comprender los conflictos, las deficiencias y las fortalezas de cada nio. Lo que se necesitaba era una forma de hacer dichas evaluacio- nes desde el inicio. En general, los psicoanalistas no favore- cen las tcnicas de entrevista observacional y formal basadas en la tradicin acadmica de la evaluacin psicolgica. Sin El producto terico: nuevos significados para conceptos analticos familiares 137 embargo, el nuevo campo del anlisis infantil pareca reque- rir algn compromiso con la psicologa acadmica formal. A la larga, dicho procedimiento de evaluacin fue desanollado y formalizado en lo que se denomina un perfil metapsico- lgico (A. Freud, 1965a, 1965b; W. E. Freud, 1972; Laufer, 1965). El perfil metapsicolgico es una forma en que los psico- analistas organizan toda la informacin obtenida sobre un pa- ciente durante una evaluacin diagnstica. Metapsicolgico es un trmino descriptivo que se aplica a este procedimiento porque el encargado de hacer el diagnstico trata de integrar los hallazgos en un cuadro coherente del funcionamiento di- nmico, gentico, econmico, estructural y adaptativo de la persona (vase el captulo 3 para una revisin de los puntos de vista metapsicolgicos). Recuerda que: El significado dinmico de un evento psicolgico se re- fiere a la naturaleza conflictiva de la competencia entre las energas de la pulsin mientras el yo trata de propor- cionar satisfaccin al ello. El punto de vista gentico se refiere a las mltiples expe- riencias del desanollo en el curso de la historia de vida
de una persona que convergen para producir un sntoma, significado o defensa en particular. Lo econmico pretende indicar el grado de intensidad de la pulsin y los cambios de cantidad de la energa pulsio- nal a lo largo del tiempo. El punto de vista estructural (antes topogrfico) pretende entender las interacciones entre las diversas estructuras o agencias de la mente mientras el yo, el ello y el supery realizan sus tareas. El punto de vista adaptativo metapsicolgico dirige la atencin a la capacidad del yo para permitir que la perso- na resuelva conflictos internos y se "adapte", de manera sana, a las demandas de la realidad externa. Se han desarrollado perfiles metapsicolgicos para infan- tes (W. E. Freud, 1972), para adolescentes (Laufer, 1965) y para adultos (A. Freud, 1965a; A. Freud, H. Nagera y W. E. Freud, 1965). Los datos necesarios para los perfiles del beb, el adolescente y el adulto son diferentes a los que requiere el perfil del nio. Por ejemplo, el perfil del beb demanda eva- luaciones de funciones corporales como el sueo, la alimen- tacin y la eliminacin. Los perfiles de adultos se enfocan en las posibles interferencias de los conflictos y regresiones de 1. RAZN PARA LA REFERENCIA: dificultades en el desarrollo, problemas de conducta, sntomas. 11. DESCRIPCIN DEL NIO: aspecto personal, estados de nimo, modales. 111. ANTECEDENTES FAMILIARES E HISTORIA PERSONAL: historia de vida, constelacin familiar. IV. INFLUENCIAS AMBIENTALES DE POSIBLE IMPORTANCIA V. EVALUACIONES DEL DESARROLLO A. Desarrollo de la pulsin Distribucin de la libido y la agresin hacia el yo y los otros. B. Desarrollo del yo y el supery Funciones del yo, conducta apropiada para la edad, equilibrio defensivo, equilibrio emocional. VI. EVALUACIONES GENTICAS (regresin y fijacin) Conductas, fantasas y sntomas de los que puede inferirse el nivel de desarrollo psicosexual que se ha alcanzado o si se indica alguna regresin o fijacin en etapas anteriores. VII. EVALUACIONES DINMICAS Y ESTRUCTURALES Clasi fica los conflictos internos y externos como la fuente de los choques del yo con el ello, el yo con el supery o del yo con la realidad. VIII. EVALUACIN DE LAS CARACTERSTICAS GENERALES A. Tolerancia a la frustracin Habilidad par;: asegurar la tensin, bloquear la pulsin y capacidad para emplear defensas adaptativas. B. Potencial de sublimacin Habilidad para neutralizar los impulsos sexuales y agresivos y para encauzarlos en actividades saludables. C. Actitud ante la angustia Uso de defensas en contra de los temores a estmulos externos e internos, grado de la capacidad para dominar temores interiores y externos y las situaciones de estrs. D. Fuerzas progresivas frente a fuerzas regresivas Habilidad estimada para continuar el desarrollo, para beneficiarse del aprendizaje y el tratamiento y para avanzar al siguiente nivel de desarrollo. IX. DIAGNSTICO Integrar los hallazgos sobre el grado de salud del yo, conflictos, frustraciones, nivel de desarrollo, severidad del supery, presencia de enfermedad orgnica, papel del ambiente. Basado en A. Freud, 1965b, pp. 138-147. 138 Captulo 6 Anna Freud. Extensin del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo los pacientes con su funcionamiento sexual y su capacidad para el trabajo productivo. La versin que presentamos aqu fue diseada para ni- os (A. Freud, 1965b). La tabla 6.1 bosqueja las principales categoras del perfil metapsicolgico del nio. Las catego- ras de dicha tabla van de informacin biogrfica, como los antecedentes familiares y la situacin ambiental actual, a descripciones del funcionamiento de las pulsiones; al diag- nstico basado en la integracin de todos los puntos de vista metapsicolgicos precedentes. La importancia del perfil metapsicolgico es triple: Es estandarizado; es decir, proporciona un conjunto uni- forme de instrucciones explcitas para recabar datos con- ductuales y psicolgicos especficos. Requiere que el encargado de hacer el diagnstico in- tegre esas observaciones y los datos complementarios de la historia de vida en un cuadro del funcionamiento general y el estado del desarrollo de la personalidad del nio. Surgen pautas de congruencias e incongruencias as como reas de desarrollo adecuado y deficiente. Exige el uso complejo de la teora psicoanaltica del desa- rrollo, la teora de la pulsin y la teora del yo para dedu- cir significado metapsicolgico. La teora psicoanaltica se emplea como una gua conceptual para el diagnstico y como gua predictiva para la terapia especfica. De este modo, el perfil metapsicolgico integra propues- tas tericas y fenmenos clnicos observables en un "mapa" psicolgico coherente. Los LMITES INEXORABLES DEL ANLISIS INFANTIL: VIDAS INALTERABLES El cuarto producto terico del trabajo de Anna Freud con nios fue su descubrimiento de que es posible llevar dema- siado lejos la exploracin teraputica. Otros analistas que entraron al campo de la terapia infantil rastrearon a menudo las alteraciones de personalidad en los nios hasta sus races en el primer ao de vida. Al tratar de ir ms all de las alte- raciones manifiestas hacia los primeros antecedentes de la personalidad, el analista infantil corre el riesgo de prolongar el anlisis de manera indefinida. Adems, dichos anlisis, que se extienden al inicio mismo de la corta vida del nio pueden muy bien precipitarse en los hechos o ambientales inalterables de la personalidad: En mi opinin, esas primeras influencias ambientales sobre el nio crean estados que son comparables, en el aspecto fsico a las enfermedades por deficiencia. S i bien los efectos dicha privacin temprana pueden ser atenuados por influencias favorables posteriores, no pueden deshacerse, revertirse o resolverse de una nueva forma ms adecuada para la edad, como sucede con los conflictos; esto significa que, en el verdadero sentido de la palabra, no son un objeto legti mo del esfuerzo analtico (A. Freud, 1970a, pp. 18-19). Anna Freud reconoci de esta forma que el anlisis in- fantil no impide todo el sufrimiento psicolgico. Ciertos acontecimientos ambientales y constitucionales no pueden deshacerse. Algunos elementos especficos de la condicin humana pueden estropear la vida de un nio y mantenerse fuera del alcance incluso de los esfuerzos mejor intencio- nados. La incapacidad para reconocer esos lmites reales da lugar a la aspiracin poco realista de prolongar el anlisis del nio durante todo el periodo del desarrollo hasta bien entrada la adultez. IMPORTANCIA DE LA REALIDAD SOCIAL CONTEMPORNEA: LOS NIOS DE BULLDOGS BANK Un quinto producto terico del trabajo de Anna Freud fue su descubrimiento de que el analista debe reconocer que, a di- ferencia de los adultos, los nios dependen y reciben mayor influencia de su realidad externa actual. El analista infantil debe estar preparado para aceptar la propuesta de que en las perturbaciones del nio se refleja su dependencia hacia los pa- dres, sus conflictos con los hermanos y los pares, as como sus relaciones con los maestros y otras figuras de autoridad. A di- ferencia de los pacientes adultos en anlisis cuyos problemas neurticos se internalizaron casi por completo y que tienen sus causas en gran medida en relaciones pasadas o en conflic- tos previos no resueltos, los nios pueden ser alterados en gran medida por sus relaciones presentes en la realidad actual: En tratamiento, sobre todo los muy jvenes revelan el grado en que son dominados por el mundo objetivo: es decir, qu RECUADRO 6.2 El enfoque afectuoso de Anna Freud Anna Freud fue la primera de varias mujeres que ejempli- ficaron un enfoque caractersticamente femenino y, en su caso, maternal a la comprensin de la personalidad y la conduccin de la psicoterapia. A diferencia de su padre, ella haca hincapi en la creacin de un ambiente de cui- dado y cario para los nios. Se enfoc en el efecto que tena en los nios la negligencia de los padres y la agita- cin social e incluso inici hogares que proporcionaban' un ambiente de proteccin y cuidado para los nios que haban perdido a sus padres o que fueron separados de ellos. Anna Freud fue una mujer bondadosa que habl y actu en defensa del bienestar de los nios. El producto terico: nuevos significados para conceptos analticos familiares 139 tanto de su conducta y patologa es determinado por influencias ambientales como las actitudes de proteccin o rechazo, amor o indiferencia, crtica o de admiracin de los padres, as como por la armona o la falta de armona en su vida matrimonial. .. El al/alista infantil que slo hace interpretaciones en trminos del mundo interno est en peligro de omitir en el reporte de ,1'/1.1' pacientes la actividad concerniente a sus circunstancias ambientales, que en ese momento era de igual importancia (A. Freud, I 965b, pp. 50-5 1; itlicas agregadas). El analista infantil debe reconocer que el malestar del pequeo paciente no por fuerza refleja slo lo que sali mal, lo que ha sido distorsionado o bloqueado en el mundo interno del nio. Las alteraciones de un nio pueden muy bien reflejar sus vnculos con la realidad (A. Freud, 1958, p. 127). La importancia del ambiente externo de los nios y de sus habilidades para afrontar las amenazas graves qued es- tampada en el trabajo de Anna Freud con nios separados de sus padres durante la Segunda Guen'a Mundial en los bom- bardeos de Londres. Con el consentimiento de sus padres, se evacu a los nios de las reas de extremo peligro y se les reubic en hogares adoptivos ms seguros fuera de la zona de los ataques. De repente, miles de nios que nunca antes haban sido separados de su casa y su familia estaban bajo la tutela de desconocidos (A. Freud, 1953, p. 511). Otros nios menos afortunados experimentaron la muerte de un miembro o miembros de la familia durante la devastacin ocurrida en Londres por los ataques areos alemanes. Esos nios atestiguaron de primera mano la muerte y destruccin y, por consiguiente, la separacin de sus padres y seres que- ridos fue an ms traumtica. En 1940 Anna Freud recab contribuciones financieras de varias fuentes para abrir y equipar un centro para nios en Hampstead, Londres. Al final se abrieron un centro de apoyo para bebs y una casa de campo en Essex, los cuales fueron ocupados por los nios evacuados. Conocidos en conjunto como las Guarderas de Hampstead, los hogares residencia- les de Anna Freud no se disearon como ambientes institu- cionales, sino como hogares sustitutos que pudieran propor- cionar a los nios seguridad, cuidados maternos y amor (A. Freud y D. Burlingham, 1944). Los efectos de la separacin cobraron su mayor cuota en los nios ms pequeos y los bebs. Los nios de entre cinco y 12 meses respondieron con todo tipo de trastornos cor- porales que iban de dificultades para comer, perturbaciones del sueo, problemas alimentarios, dificultades respiratorias y prdida de las habilidades recin adquiridas como hablar y caminar. Otros nios mostraron reacciones incontrolables de duelo y se resistan a todo contacto. Cuando se reunieron con sus madres o se les proporcion una madre sustituta, la mayora de esos nios aquejados por la pena regresaron a un comportamiento y una respuesta emocional normal. En opi- nin de Anna Freud, el desastre de la guerra y la evacuacin haban demostrado la validez de las hiptesi s psicoanalticas concernientes a la importancia fundamental de la relacin entre madre e hijo (1958, p. 515). Algunos aos ms tarde, en agosto de 1945, seis nios pequeos llegaron por fin a Inglaterra. Eran hurfanos ju- dos alemanes cuyos padres haban sido asesinados en las cmaras de gas poco despus de su nacimiento y que luego fueron evacuados de un lugar a otro y de familia a familia. De hecho, durante tres aos haban sido mantenidos en un campo de concentracin alemn. Slo podemos imaginar sus sufrimientos en esas condiciones. Un antiguo contribu- yente de las Guarderas de Hampstead de Anna Freud don la tenencia durante un ao de una casa de campo en Sussex llamada Bulldogs Bank. Junto COI] Sophie Dann, una de las enfermeras a cargo de la casa, Anna Freud public un relato de la vida de su grupo (A. Freud, 1951 b). Los nios de Bulldogs Bank funcionaban como una unidad; ningn nio quera ser separado de los otros y el grupo no permita que alguno de sus miembros fuera separado. Su insistencia de estar constantemente juntos ocasionaba algunas dificultades en los planes del equipo para tratarlos como individuos. Por ejemplo, bastaba con que John, el mayor (de tres aos 10 meses) alejara su plato en la cena para que los cinco nios restantes dejaran de comer. A diferencia de los nios normales, este grupo de hurfanos no mostraba envidia, celos o rivalidad entre ellos. De manera espontnea tomaban turnos en los juegos, tambin compartan cada tesoro y eran muy sensibles a las necesidades y sentimientos de cada uno (A. Freud, 195 l b, p. 174). Los nios de Bulldogs Bank rara vez se atacaron o se lastimaron entre s durante los primeros meses en la casa de campo. Las disputas eran, por lo general, batallas verbales que terminaban en un ataque masivo contra cualquier ex- trao, como un adulto que interfera. Su manera de expresar agresin era menos sofisticada de lo que podra esperarse de nios de su edad. Las mordidas y escupitajos eran los modos usuales de expresar enojo, aunque a veces se orinaban en el piso o en su ropa para expresar sus sentimientos. Todas esas conductas son regresivas; es decir, son caractersticas de nios bastante menores. Pero despus de unas cuantas semanas, aadieron a su creciente repertorio los golpes y manotazos a los adultos. Las relaciones positivas con los adultos se establecieron primero sobre una base grupal. Empezaron a esperar que los adultos actuaran de la manera en que ellos lo hacan. Por ejemplo, los nios empezaron a insistir en que los adultos tomaran turnos o compartieran, luego expresaron preocupa- cin por los sentimientos de los adultos y, al final , empeza- ron a aparecer apegos individuales hacia ellos que tenan la calidad de las relaciones entre el nio y sus padres. Durante su permanencia en los campos de concentracin, los nios fueron expuestos al terror y la privacin. Si bien no solan expresar recuerdos claros de su pasado, s mostraban los signos de su experiencia. Por ejemplo, los seis nios sen- tan telTor hacia los perros, tal vez debido a los pelTas guar- dianes del campo de concentracin. "En una ocasin, cuando 140 Captulo 6 Anna Freud. Extensin del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo se encontr por el camino con un enorme perro desconocido, John se mordi el labio aterrado y cuando empez a sangrar crey que el perro lo haba mordido" (A. Freud, 1951 b, p. 216). Tambin teman a los camiones grandes, debido tal vez a su parecido con las camionetas del campo de concentra- cin. Es probable que el hecho de que los nios no mostraran una gama an mayor de temores y angustias pueda atribuirse a su estrecha cohesin y apoyo mutuo que permitan que ca- da miembro sacara fuerza de los otros. Anna Freud y Sophie Dann resumieron de la siguiente manera sus observaciones: Haban sido privados del amor de su madre. de sati sfacciones orales y de estabilidad en sus relaciones y su entorno. Haban pasado de unas manos a otras durante su primer ao, durante el segundo y el tercer ao no vivieron con una familia, sino en un grupo de edad, y durante su cuarto ao fueron de nuevo desarraigados en tres ocasiones ... Los nios eran hipersens ibles, inquietos, agresivos y de difcil manejo. Mostraban un autoerotismo agudizado y algunos de ellos presentaban los inicios de sntomas neurticos. Pero no eran deficientes. delincuentes ni psicticos. Haban encontrado una ubicacin alternativa para la libido (es decir, se tenan el uno al otro) y, gracias a esta fuerza, dominaron algunas de sus angustias y desarrollaron actitudes sociales ( 1951 b. pp. 228-229). Por tanto, incluso en nios que haban sufrido graves privaciones y traumas, Anna Freud reconoci sus esfuerzos por alcanzar la supervivencia psicolgica en un ambiente devastador. DOMINIO DE LAS TAREAS DE LA VIDA: LNEAS TEMPORALES DEL DESARROLLO El sexto y ltimo producto del trabajo de Anna Freud en el anlisis infantil fue su observacin de la manera en que el yo domina los problemas causados por la vida. Anna Freud utili_ z el trmino lneas temporales del desarrollo para referirse a la secuencia de desarrollo de las interacciones entre el ello y el yo. Conforme avanzan por esas lneas temporales del desa_ ITOllo, los nios dejan atrs, en pasos graduales, su dependen_ cia de los controles externos y adquieren dominio del yo de la realidad interna y externa (A. Freud, 1965b, p. 63). No slo Se atiende al creciente dominio del yo, ya que las pulsiones del ello son el impulso principal para que el yo est alena a las demandas internas y externas. Puede pensarse que las lneas temporales del desarrollo son secuencias confiables en la maduracin del nio que van de la dependencia a la independencia ms o menos comple- ta, de la irracionalidad a la racionalidad y de la pasividad a la actividad. Esas lneas del desarrollo revelan los intentos del yo por enfrcntar con xito las situaciones de la vida, sin repliegues dolorosos y sin inhibicin demasiado defensiva. Esas situaciones de la vida incluyen la separacin de la ma- dre, el nacimiento de un hermano o hermana, las enferme- dades, la escuela, las relaciones con los pares, el juego, el surgimiento del inters sexual en la pubertad y, por supuesto, el amor (A. Freud, 1962, p. 34). Las seis lneas temporales del desarrollo (vase la tabla 6.2) son: l. De la dependencia a la confianza emocional en s mismo. 2. De la lactancia a la alimentacin racional. 3. De orinarse y ensuciarse al control de la vejiga y el intes- tino. 4. De la irresponsabilidad a la responsabilidad en el manejo del cuerpo. 5. Del cuerpo al juguete y del juego al trabajo. 6. Del egocentrismo al compaerismo. Tabla 6 ~ Seis lneas del desarrollo . . . . ,. De la dependencia a la confianza emocional en s mismo 1. Dependencia biolgica de la madre; no hay reconocimiento de la separacin entre el yo y el otro. 2. Relacin de satisfaccin de necesi dades en que la madre es vista como un satisfactor parcialmente externalizado. 3. Fase de constancia del objeto en que se conserva la imagen de la madre incluso cuando no est presente. 4. Etapa preedpica de aferramiento marcada por fantasas de domi- nio del objeto amoroso. 5. Fase flica-edpica caracterizada por la actitud posesiva del padre del sexo opuesto y la rivalidad con el padre del mismo sexo 6. Fase de latencia en la que disminuye la urgencia de la pulsin, menosprecio de los modelos de los padres, transferencia de la libido a los pares, grupos, figuras de autoridad. 7. Fase preadolescente de regreso a las actitudes de la relacin de satisfaccin de necesidades con el objeto amoroso. 8. Fase adolescente, marcada por la batalla por ganar la indepen- dencia y romper los lazos con los objetos amorosos de la niez (l os padres) y por la necesidad de establecer la primaca genital. ti. De la lactancia a la alimentacin racional 1. Ser amamantado con programa o segn la demanda. 2. El destete del pecho o el bibern es iniciado por el beb o por deseos de la madre; nuevos alimentos. 3. Transicin de ser alimentado a alimentarse por s mismo; todava se identifica "comida" con "madre" . 4. Alimentacin por s mismo, desacuerdos con la madre acerca de la cantidad; las comidas como campos de batalla para otras dificultades en las relaciones entre madre e hijo. 5. Las teoras infantiles de la sexualidad dan forma a la actitud hacia la comida: fantasas de fecundacin por la boca, te- mor al embarazo (miedo a engordar). 6. Se desvanece la sexualizacin de la alimentacin y se recu- pera o se incrementa el placer de comer; ms autodetermi- nacin de los hbitos alimenticios . (contina) El yo se defiende a s mismo: perfiles de dominio y vulnerabilidad 141 Tabla 6.2 (continuacin) 111. De orinarse y ensuciarse al control de la vejiga ....... - -----Y.: el intestino 1. La completa libertad para orinarse y ensuciarse es controlada por la madre, no por el yo. 2. Fase anal en que el nio se opone a que otros controlen la elimi- nacin; las heces son tratadas como" dones" preciosos para la madre; batalla de voluntades por el entrenamiento en el control .de esfnteres. 3. Identificacin con las reglas de los padres, autocontrol de los es- fnteres; preocupaciones por la limpieza que se basan en el apren- dizaje de la repugnancia y la vergenza. Intereses en el orden y la pulcritud basados en la regularidad anal. 4. Preocupaciones por la limpieza que se busca por s misma, inde- pendientemente de las presiones de los padres; yo autnomo y control de los impulsos anales por el supery. . Del cuer o al juguete y. del juego al trabajo 1. El juego del beb es la sensualidad de su cuerpo o el de su madre en los dedos, la piel y la boca, sin que exista una distincin clara entre ambos. 2. Las propiedades sensuales de su cuerpo o del cuerpo de la ma- dre se transfieren a algn objeto suave; por ejemplo, un osito de peluche, una frazada . 3. El aferramiento a un objeto "suave" especifico se convierte en un agrado general por las cosas adorables; pero todas son objetos inanimados y no responden al manejo ambivalente del pequeo. 4. Los objetos adorables ahora se usan slo a la hora de dormir; los otros juguetes son para divertirse durante el da. 5. Se obtiene placer al terminar las actividades de juego y en el logro. 6. El juego se transforma en trabajo a travs de pasatiempos, enso- aciones, recreaciones, deportes de competencia. Los nios pue- den inhibir sus impulsos. Basado en A. Freud, 1965b, pp. 64-85. La introduccin del concepto de lneas temporales del desarrollo fue una contribucin original de Anna Freud al psicoanlisis. Este concepto, tal como lo formul Anna Freud, dirige la atencin a la capacidad del yo para adaptarse a las demandas de la vida, las cuales pueden ser situaciona- les, interpersonales o personales. De este modo, Anna Freud acerc a la teora psicoanaltica clsica a la consideracin del mundo de relaciones y la alej del enfoque exclusivo en la dinmica intrapsquica. EL YO SE DEFIENDE A s MISMO: PERFILES DE DOMINIO Y VULNERABILIDAD En la fase inicial de su desarrollo de una modificaci n del mtodo analtico para su aplicacin en los nios, AllIla Freud buscaba una forma de abreviar la etapa diagnstica del perio- do preparatorio. El primer paso en esa direccin lleg con su investigacin sobre las defensas del yo como indicadores del IV. De la irresponsabilidad a la res onsabilidad en el manejo del cuerpo 1. La agresin cambia del yo al mundo externo. El enfoque en objetos externos limita las lesiones que el nio se causa cuando se muerde, se rasgua y se rasca; el nio reconoce las causas del dolor autoinducido. 2. Avances del yo en la comprensin de los principios de causalidad; postergacin de los deseos peligrosos, recono- cimiento de peligros externos como el fuego, las alturas y el agua. 3. Aprobacin voluntaria de las reglas de higiene y necesidad mdica; evitacin de comidas poco saludables, aseo cor- poral, acatamiento de las rdenes del mdico slo cuando el temor o la culpa lo imponen. Creencia de que la madre puede restablecer la salud puesta en peligro VI. Del egocentrismo al com aerismo 1. Actitud egosta, narcisista en que los otros nios no impor- tan o son vistos como una molestia y rivales por el amor de los padres. 2. Los otros nios se identifican como objetos o juguetes sin vida que pueden ser maltratados sin esperar que respon- dan. 3. Los otros nios son vistos como ayudantes en tareas; la duracin de la asociacin es determinada por los requisitos de la tarea. 4. Los otros nios son vistos como iguales y compaeros por derecho propio; es posible admirarlos, temerlos, competir con ellos, amarlos, odiarlos o identificarse con ellos. Se desea el verdadero compaerismo. cambio pulsionales. Aunque no es posible la observacin di- recta de las dinmicas pulsionales, la reaccin del yo ante ellas se hace evidente en el examen de las defensas del individuo. En 1936 Anna Freud public su monografa clsica El )'0 v los mecanismos de defensa. Este libro fue en buena medida responsable de la legitimacin de los intereses del psicoan- lisis en el funcionamiento del yo. Anna plante la justifica- cin del inters en las defensas del yo: Si conocemos la manera en que un delerminado paci ente trata de defenderse en contra del surgimi ento de sus impul sos pul sionales. es decir, cul es la nalLiraleza de sus resistencias hahitual es del yo. podemos hacernos una idea de su probabl e actilLid hacia sus afectos poco gratos (A. Freud, 1936. p. 32). Anna Freud empez a sistematizar y ampliar toda la va- riedad de escritos y declaraciones de Sigmund Freud sobre el tema de las defensas del yo, las cuales iban de su nocin ms temprana de la represin como maniobra fundamental del yo ante la amenaza instintiva a su elaboracin posterior de las estrategias secundarias de defensa. Por primera vez se sometieron a un escrutinio directo las maniobras de los 142 Captulo 6 Anna Freud. Ext ensi n del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo RECUADRO 6.3 Slo para relacionar ... Cuando examines la tabla 6.2 vers que algunos de los elementos reflejan conductas reales que pueden obser- varse cqmo "Ser amamantado con programa o segn la demanda". Otros puntos reflejan la imaginacin de lo que un nino debe pensar o sentir, como "Etapa preedpica de aferramiento, marcada por las fantasas de dominar el pacientes para ajustarse a sus necesidades sociales y biol- gicas as como sus tcnicas caractersticas de expresar reac- ciones emocionales. Todas esas funciones del yo, muchas de las cuales implican conductas observables, haban sido ignoradas o desatendidas por los analistas a favor de lo que supona era el conocimiento ms valioso a obtener mediante el estudio de las pul siones inconscientes. Las defensas se ha- ban considerado como simpl es obstculos para una visin clara del inconsciente. LAS DEFENSAS COMO INDICADORES DIAGNSTICOS Considera la paradoj a que enfrenta el psicoanali sta que trata a pacientes que se mueven entre los obstcul os de sus vidas con la ayuda de defensas psicolgicas masivas. Esos pacien- tes llegan a la terapia porque sienten que su vida es restrin- gida, sombra y carente de espontaneidad. Sin embargo, en tanto se mantengan las defensas de un paciente, el analista enfrenta una personalidad al parecer intacta que no necesita psicoanlisi s. Es irnico que el anali sta slo pueda percibir problemas en las profundidades cuando las defensas fallan y el material inconsciente reaparece en la conciencia: Mientras las defensas articuladas por el yo de una persona estn intactas. e l observador analtico se enfrenta a un vaco: en cuanto se vienen abajo, por ejemplo, cuando la represin falla y el materi al inconsciente regresa ... se tiene acceso a una gran cantidad de informacin sobre los procesos internos (A. Freud. 1969, p. 125) Las defensas ti enen xito en la proteccin de la perso- nalidad preci samente porque el yo ignora que se est defen- diendo a s mi smo. En trminos de Anna Freud, las defensas del yo son silen- ciosas e invi sibl es ( 1936, p. 8). Por ejemplo, la represin slo es aparente por la ausenci a de componentes de la pulsin que uno espera estn presentes en la persona normal. Cuando un nio es toda dulzura y bondad, sin evidencia de hostilidad, celos o ira, lo ms probable es que su yo ha sido debilitado por la represin masiva contra la ira y la agresin. Por con- siguiente, las defensas del yo slo pueden inferirse cuando la conducta del individuo presenta signos de la falta de los derivados habituales del ello. Si se ven desde el punto de vis- ta del desarroll o, las defensas de la gente revelan la histori a personal del desarroll o del yo, es decir, las hi stori as de vida objeto amoroso". Esta combinacin hbrida de elemen_ tos observables, definidos operacional mente y otros que slo pueden inferirse indica tanto el enfrascamiento de Anna Freud en la teora psicoanaltica como su atencin a las conductas reales de los bebs y los nios mientras responden a sus entornos. de dominar o sucumbir a sus pasiones, necesidades, deseos e impulsos (1936, p. 21; Sandler y A. Freud, 1985). MOTIVOS PARA LA DEFENSA Anna Freud sigui el ejemplo de su padre (S. Freud, 1926), lo que le pemiti distinguir tres fuentes de peligro ante las cuales el yo responde de manera defensiva. Primero, en el caso del adulto neurtico existe el peligro de que el supery se sienta insatisfecho con la manera en que el yo trata de pro- porcionar gratificaciones a los esfuerzos sexuales y agresivos del ello. La irona de esta forma de angustia es que el yo no considera peligrosos o condenables los impul sos sexuales o agresivos contra los cuales se defiende de manera tan activa. "La pulsin se considera peligrosa porque el supery prolube su gratificacin, y es seguro que si [la pulsi n] logra su pro psito, esto ocasionar problemas entre el yo y el supery" (A. Freud, 1936, p. 55). Como el supery es capaz de crear un estndar ideal rgido e inalcanzable, el yo del neurtico trabaja para renunciar a todos los impulsos sexuales y agresivos hasta un grado que es incompatible con la buena salud mental. Por tanto, el yo neurtico sirve al supery hasta un grado exagera- do, incluso al costo del conflicto interno. Segundo, en el caso del nio neurtico que todava no ha formado un supery severo, el yo puede llegar a temer el peligro del mundo externo. Al temer a las pulsiones por- que los padres prohibieron su expresin, el yo del nio es- t reaccionando al temor de su di splacer. No obstante, esta angustia ms "objetiva" es sufi ciente para desencadenar las maniobras defensivas del yo contra los impul sos sexuales y agresivos (A. Freud, 1936, p. 57). En tercer lugar est el temor del yo al peli gro de la fuerza de los impulsos inconscientes. Sigmund Freud pensaba que este temor resulta de la diferenciacin del yo respecto al ello en la infancia y su separacin gradual del proceso primario del ello a travs del desarroll o de su proceso secundario de pensamiento lgico orientado a la realidad. De este modo, cuando una pul sin se vuelve demasiado fuerte, el yo expe- rimenta los impulsos como una amenaza a su independencia, como una seal del peligro de verse inundado por el caoS del proceso primario del ello (S. Freud, 1923a, p. 57). En lugar de someterse a la invasin sin poder hacer nada, el yo pone en juego las defensas. En unas cuantas oraciones, Freud hizo un resumen conci so de los tres tipos de angustia que desen- El yo se defiende a s mismo: perfiles de dominio y vulnerabilidad 143 cadenan las defensas del yo y la difcil situacin en que se encuentra el ello: influencias que operan en y sobre l; podemos entender por qu muy a menudo no podemos suprimir el grito: "iLa vida no es fcil!" Si se obliga al yo a admitir su debilidad, estalla en angustia: angustia reali sta en relacin con el mundo externo, angustia moral concerniente al supery y angustia neurtica en lo que atae a las pasiones del ello (S. Freud, 1933, p. 78). De esta manera el yo, impulsado por el ello, limitado por el supery y rechazado por la realidad, lucha para dominar su tarea econmica de dar lugar a la armona entre las fuerzas e 1. REPRESiN [olvido moti vado] 1A. NEGACiN [negacin motivada] 2. ASCETISMO [renunciar a las necesida- des] 3. PROYECCIN [desplazamiento al exterior] 3A. RENUNCIA ALTRUISTA [sacrificio del yo] 3B. DESPLAZAMIENTO [reorientacin del impulso] 4. VOLVERSE CONTRA EL YO [el yo como objeto o como blanco] 5. FORMACIN REACTIVA [creer lo contrario] caractersticas Eliminacin abrupta e involuntaria de la conciencia de cualquier impulso, idea o recuerdo amenazante. La represin o ne- gacin, la ms peligrosa y arcaica de las defensas, es el requisito para cualquiera de los otros mecanismos de defensa enlistados abajo. Se bloquea la entrada de eventos externos a la conciencia cuando su percepcin tiene una relacin simblica o asociativa con im- pulsos amenazantes. La negacin suspende los peligros "externos" al desecharlos. El ascetismo, que es caracterstico de la pubertad, es ms un estilo de carcter que una defensa. Los preadolescentes se sien- ten abrumados por el surgimiento de sus impulsos sexuales y para protegerse repu- dian todos los deseos y todos los placeres. En situaciones extremas, los adolescentes pueden limitar el sueo y el consumo de comida y retener la orina y las heces tanto como les sea posible para "mortificarse". Atribuir a otra persona u objeto los propios impulsos, deseos o pensamientos inacepta- bles. Luego, esos impulsos se vuelven "aje- nos al yo" como si no fueran parte suya. Una forma de proyeccin en que la persona satisface sus necesidades de manera vicaria al identificarse con las satisfacciones de otro; en su forma extrema, la persona pue- de incluso abandonar sus propias ambicio- nes para permitir que otro las lleve a cabo. Los impulsos, por lo general los agresivos, se reorientan a un blanco sustituto cuando el blanco apropiado resulta demasiado amenazante. Los impulsos se reorientan al interior, contra uno mismo, en lugar de hacerlo al exterior, hacia el blanco apropiado. Por lo regular, resultan en sentimientos masoquis- tas de inadecuacin, culpa y depresin. Transformacin de impulsos inaceptables en sus formas opuestas y ms aceptables; por lo comn, tiene una forma del tipo: "La dama protesta demasiado". Odio en amor, amor en odio. Una adolescente que se siente culpable por sus impulsos sexuales a menudo "bloquea" el nombre de su novio cuan- do lo presenta a su familia y amigos. Una viuda reciente sigue colocando un lugar en la mesa para su difunto esposo. Tambin fantasea a menudo acerca de conversaciones que tiene con l. Es posible que el adolescente que em- prende lo que parece una dieta" de moda" o que muestra un inters "pasa- jero" en el ejercicio fsico riguroso est tratando de controlar sus impulsos. Un marido que apenas resiste la tenta- cin de ser infiel a su esposa empieza a mostrar una suspicacia crnica acerca de la fidelidad de la mujer. Una empleada que fue demasiado tmi - da para solicitar un aumento se convierte en defensora combativa de los derechos de otro trabajador, expresando una asertividad extrema. Una joven que en la niez senta mucha envidia por la relacin de su hermano con la madre slo poda expresar sus sentimientos de enojo hacia otras muje- res, por lo general mujeres de la familia. La misma mujer de arriba (3B) tambin dirige hacia su interior el odio hacia su madre, lo que se convierte en un sen- timiento de autorreproche, pasividad, sometimiento e inferioridad. Un nio que se haba mostrado agresivo con su madre se muestra demasiado inquieto por la seguridad y el bienestar de su madre y se preocupa en exceso de que pueda ocurrirle algn dao. (contina) 144 Captulo 6 Anna Freud. Extensin del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo 5A. REVERSiN [activo en pasivo] 6. SUBLIMACiN [sustitutos aceptables] 7. INTROYECCIN [llevar al interior] 7 A. IDENTIFICACiN CON EL AGRESOR [adoptar los rasgos temidos] 8. AISLAMIENTO [despojarlo del signifi- cado emocional] 9. DESHACER [cancelacin mgica] 10. REGRESiN [repliegue en el desarrollo] Defi,,!icin y caractersticas La reversin, que es similar a la formacin reactiva, transforma un impulso de un modo activo a uno pasivo. Tambin es semejante a volverse contra el yo. Transformacin de un impulso a una forma socialmente productiva y aceptable. Incorporar en la conducta y las creencias propias las caractersticas de algn objeto externo o persona admirada. Adoptar los rasgos o peculiaridades de una persona u objeto temidos. Caracterstico de la neurosis obsesiva- compulsiva, los impulsos inaceptables se retienen en la conciencia, pero son despo- jados de emocin y separados de las ideas relacionadas para lograr una cuarentena emocional-intelectual . Caracterstica de la personalidad obsesiva- compulsiva, la cual realiza gestos o rituales mgicos para cancelar pensamientos o actos inaceptables, una vez que stos han sido completados. Tal vez no es en realidad una defensa, sino una forma primitiva de la conducta frente al estrs; un regreso a modos anteriores de respuesta cuando se enfrenta la angustia . Los impulsos sdicos pueden volverse masoquistas y el yo es un blanco pasivo de la agresin y los impulsos sexuales. Un veterano de guerra que disfrut la vida militar se convierte en un polica que prefiere las misiones en los vecinda- rios ms peligrosos. El adolescente que adopta los rasgos, gestos y la forma de hablar de un maes- tro al que admira. La viuda que adopta artculos de la vestimenta de su fallecido esposo junto con sus gustos alimentarios y de entretenimiento. Una nia a la que no le gusta bajar por el vestbulo de su casa por temor a en- contrarse con un fantasma resolvi el problema "gimiendo" mientras bajaba; "slo tienes que fingir que t eres el fantasma que podra encontrarte". U n muchacho de 17 aos, que siente gran culpa por la masturbacin, dividi todos sus pensamientos en aceptables e inaceptables. No poda pensarse al mismo tiempo en ambas categoras de ideas sin que las ideas inaceptables contaminaran a las aceptables (Fenichel, 1945). El mismo muchacho de arriba (8) tena que realizar los rituales siempre que los pensamientos inaceptables y los acepta- bles ocurran juntos. Por ejemplo, tena que recitar el alfabeto hacia atrs cada vez que tena un pensamiento sexual o darse la vuelta y escupir siempre que se encontraba con otro chico que l saba que tambin se masturbaba. En su primera separacin de la madre tras una hospitalizacin por una amigda- lotoma, Timmy empez a chuparse el pulgar y a ensuciarse en los pantalones, hechos que haba dejado atrs dos aos antes. Basado en A. Fre ud, 1936; los ejemplos de deshacer y aislamiento se tomaron de Fenichel, 1945; Sandler y A. Freud, 1985. En las manos de Anna Freud, el anlisis del funciona- miento defensivo del yo se convirti en una herramienta muy sensible de diagnstico. Para el anali sta infantil , con grandes limitaciones en el uso de la asociacin libre, el anli sis de las defensas se volvi el medio indi spensable para comprender la hi storia personal del desarrollo pulsional del nio (A. Freud. 1936, pp. 37-39; Sandler yA. Freud, 1985). Al permitir la de- duccin de la pasin especfi ca del ello. el periodo de la vida en que surgi y el tipo particular de obstruccin erigido por e! yo en su contra. el anli sis de las defensas abri el camino a las profundidades ocultas de la hi storia de vida del niilo. Anna Freud enumer diez defensas del yo sugeridas o descritas por su padre y cinco elaboraciones que ella hizo. La tabla 6.3 proporciona la definicin y un ejemplo de cada una de esas defensas clsicas. Es necesario sealar que otrOS psicoanali stas tienen muchas ms. por lo que el nmero total de posibles defensas del yo es mucho mayor de las que se presentan en la tabla. UNA LTIMA PALABRA SOBRE ANNA FREUD El trabajo de Anna Freud representa una posible solucin o, para ser ms precisos, un grupo de soluciones a los proble- mas sin resolver que fueron legados por Sigmund Freud. El . carcter de las soluciones de Anna Freud fue triple. Primero Y ante todo, trat de ampliar los lmites del psi - coanlisis cl sico medi ante consideraciones directas del fun- cionamiento del yo en la realidad social y si n abandonar los cimi entos de la teora psicoanaltica de las pulsiones. Para Anna Freud el yo mantiene su asociacin con el ello as co- mo su obligacin de real izar sus tareas a instancias del ello. Pero el yo tambin es capaz de cierto funcionamiento inde- pendiente en las reas de domini o de la vida. Segundo, Anna Freud sistematiz las ideas dispersas en el trabajo de su padre. En consecuencia, su atencin a las defen- sas del yo, su adaptacin del mtodo psicoanaltico a la tera- pi a infantil y su esquema de clasifi cacin metapsicolgica se basan en planteamientos tericos clsicos. Al mi smo tiempo, cada uno de esos logros trasciende la teora clsica en fornl as signifi cati vas aunque en ocasiones sutil es. La modificacin clave fue su insistencia en considerar que el desarrollo de la personalidad es ms influenciado por el ambiente, puede ser moldeado con facilidad por las relaciones i nterpersonales y es ms fluido de lo que consideraba la teora clsica. Tercero, el trabajo de Anna Freud se aleja mucho de las suposici ones neurolgicas implcit as de la creacin de Sig- mund Freud. Para Anna Freud los nios, y supuestamente tambin los adultos, son activos, asertivos e imperiosos. No tienen que ser las vctimas permanentes de sus conflictos in- ternos o de sus entornos abrumadores. EL LEGADO DE ANNA FREUD El legado de Anna Freud es enorme y multifactico. A la vez que preserv los hallazgos import antes de su padre, tambin desarroll las ideas de ste para est udiar la forma de activi- dad del yo con la realidad externa. Fue pi onera en el trabaj o psicoteraputico con nios. por lo que puede acreditrsele el ini cio del trabajo en la psicoterapia infantil con bases psico- analticas. Este enfoque implic una considerable, creativa y minuciosa modificaci n de la tcnica psicoanaltica adulta. Su idea de medir las etapas de desarrollo infantil en mu- chas reas, a las que denomin " Ineas temporales del desa- rroll o". fue un estudio innovador del desarrollo del nio y el precursor de una gran cantidad de teoras y medici ones del desarrollo que an se aplican. En lugar de limitarse a Evaluacin de los psiclogos psicoanalticos del yo 145 proponer teoras sobre la conducta y las psicodinmicas del nio, realiz observaciones de la conducta de los nios en una amplia variedad de ambientes. Su "anlisis metapsicol- gico" (que integraba muchas reas como la historia, el am- biente, la psicodinmica y la conducta de un individuo) fue precursor de los procedimientos de evaluacin y diagnstico de los psiclogos escolares y clnicos actuales. De igual im- portancia, su compasin y atenci n hacia las necesidades de los nios, as como sus convincentes argumentos sobre la importancia del bienestar infantil influyeron en el enfoque de generaciones de profesi onales de la salud mental que tra- baj an con nios. Al final de su vida, Anna Freud ampli su trabajo para contribuir al sistema legal, en particular el rea del derecho familiar, de modo que tuviese en cuenta las necesidades emocionales y de desarrollo de los nios que durante tan- to tiempo haban sido ignoradas (A. Freud y Burlingham, 1973; Sayers, 1991, pp. 190-195). Hizo hincapi no en los deseos de los padres, sino en conservar los verdaderos ape- gos del nio. Su incursin en la jurisprudencia se esforz por tener un impacto positivo en la calidad de los entornos que tendran que enfrentar los nios. En la actualidad no parecen sorprendentes sus ideas a este respecto, pero representaron un verdadero avance en las prcticas de su poca. EVALUACIN DE LOS PSICLOGOS PSICOANALTICOS DEL YO Anna Freud y otros tericos a los que clasificamos como psi- clogos del yo hicieron un esfuerzo explcito por preservar el psicoanlisis clsico. Es cierto que desanollaron nuevas ideas, pero por lo general, no reivindicaron originalidad. En contraste, a los pensadores neofreudianos que veremos ms adelante no les preocupaba mucho la preservacin del an- li sis clsico. Estudiosos como Horney y Sullivan pretendan ms bien modificar el anlisis cl s ico, a diferencia de Anna Freud, quien indic que sus ideas provenan de las teoras de Freud. REFUTABILlDAD DE LA PSICOLOGA PSICOANALTICA DEL YO Anna Freud hi zo poco por brindar una base al inves ti gador empri co. De lo que hemos vi sto hay mucho que necesita comprobacin, pero hay muy pocas formas de traducir la psicologa del yo en hiptesis verifi cables. Una excepcin parece ser el concepto de lneas temporales de desalToll o de Anna Freud, el cual se basa en parte en las observaciones reali zadas a los niiios. Es posibl e que su clasificacin des- criptiva de las defensas del yo pueda conducir a la invest iga- cin emprica. 146 Captulo 6 Anna Freud. Extensin del alcance del psicoanlisis: la psicologa del yo NOCiN DE LA AGENCIA HUMANA EN LOS PSICLOGOS PSICOANALTICOS DEL YO La mayor diferencia entre el psicoanlisis clsico y los psi- clogos del yo que vimos en este captulo atae al tema de la agencia humana activa o pasiva. En la teora psicoanaltica clsica se considera que la persona es en buena parte reac- tiva. Los psiclogos del yo ven a los seres humanos como agentes parcialmente pasivos, pero tambin como agentes parcialmente activos que son capaces de influir en la natu- raleza de la realidad con la que interactan, por lo que su visin es ms equilibrada. La idea de Anna Freud de lneas del desarrollo destaca los temas de dominio que liberan en parte al yo de su pos- tura pasiva en relacin con el ello y con la realidad. En esta perspectiva se considera que los nios ejercen esfuerzos ac- tivos por dominar las tareas del desarrollo en diferentes reas de funcionamiento. Su desarrollo puede ser coartado como resultado de la privacin ambiental o mostrar regresin en respuesta a la prdida y el trauma. IMPORTANCIA IDEOGRFICA Y/O NOMOTTICA EN LAS TEORAS DE LA PERSONALIDAD DE ANNA FREUD La teora de Anna Freud se concentra en entender la dinmi- ca de los individuos y su enfoque es en buena medida clnico e ideogrfico. Seala algunas etapas generales que se aplican a todos los individuos, pero incluso aqu se enfoca en el caso especfico. RESUMEN Igual que el enfoque freudiano clsico, la psicologa del yo repre- senta un intento colectivo por entender el funcionamiento huma- no normal y anormal. Igual que los psiclogos del yo de Sigmund Freud, Anna Frcud pretenda aclarar la conexin y el conflicto entre la razn y la pasin. Pero a diferencia de Freud, Anna alej gradual- mente al psicoanlisis de su enfoque en las pulsiones y la satisfac- cin pulsional para acercarlo a un inters por la razn y la habilidad para el afrontamiento. Anna Freud, elegida por Freud para preservar el psicoanlisis, legitim la psicologa del yo por medio de sus contribuciones cl- nicas y tericas. Al mismo tiempo que preservaba el legado de su padre hizo contribuciones importantes y originales a la direccin del psicoanlisis. A travs de su trabajo con pacientes infantiles, con hurfanos de guerra y con nios separados de sus padres, Anna Freud pudo trascender la teora clsica de la pulsin sin echarla por tierra. Su enfoque en el yo y en su capacidad para afrontar los desa- fos externos fue un complemento al enfoque intrapsquico de Sig- mund Freud. Anna desarroll un sistema de clasificacin diagnsti- ca basado en la plasticidad de los esfuerzos saludables del nio por alcanzar mayor madurez. Adems, profundiz y ampli las ideas de Freud sobre las defensas del yo. Su contribucin ms original a la teora psicoanaltica fue su esclarecimiento de las lneas tempo_ rales del desarrollo, secuencias de crecimiento psicolgico y fsico organizadas a lo largo de las trayectorias que van de la dependencia a la independencia, de lo irracional a lo racional y de las relaciones pasivas a las activas con la realidad. Las lneas temporales de de- sarrollo sugieren una importante posicin interaccionista desde la cual puede explicarse el funcionamiento psicolgico, un punto de vista descuidado en la teora freudiana clsica. El trabajo de Anna Freud, ms que el de los psicoanalistas cl- sicos, dependa de observaciones directas de la conducta. Modific la tcnica psicoanaltica freudiana para que fuese una terapia eficaz con los nios. En la superficie, su aproximacin parece contradicto, ria con el psicoanlisis, pero se basa en su comprensin de que los nios reciben una influencia importante de los factores ambientales presentes en lugar de ser afectados, de manera significativa, por los residuos intrapsquicos de la experiencia pasada, como en el psi- coanlisis clsico. Trabaj para proporcionar ambientes en los que los nios que sufrieron privaciones y traumas pudieran experimen_ tar seguridad y cario. Observ que en tales circunstancias los nios tenan la resiliencia para superar sus fijaciones en el desarrollo. La elaboracin de Anna Freud de un modelo exhaustivo de eva- luacin, el perfil metapsicolgico, fue el precursor de las aproxi- maciones contemporneas al psicodiagnstico. Su proceso de eva- luacin consista en integrar los hallazgos de muchas fuentes que incluan un inventario de los eventos importantes en la vida del paciente, las observaciones en diversos ambientes, una variedad de pruebas psicolgicas y formulaciones psicodinmicas. Su legado incluye el inters por el bienestar de los nios. Su defensa del bien- estar psicolgico de los nios influy en nuestra comprensin de la importancia de la crianza y tuvo consecuencias en las profesiones de la salud mental, as como en el sistema legal y en la aproxima- cin a los nios de otras dependencias gubernamentales. Anna Freud hizo poco por proporcionar una base al investiga- dor emprico ya que es difcil comprobar muchas de sus ideas. Dos posibles excepciones son el concepto de lneas del desarrollo y su clasificacin de las defensas del yo. Igual que otros psiclogos del yo, Anna Freud tena una opinin ms equilibrada de la agencia humana activa o pasiva que el psicoanlisis clsico. Consideraba que el ambiente tiene gran influencia en los nios, pero tambin que stos son resilientes y capaces de hacer frente a los desafos ambientales. Opinaba que existe una interaccin entre el ambiente y la actividad del individuo. El enfoque de su aproximacin era en gran medida ideogrfico y clnico. LECTURAS ADICIONALES Los libros y trabajos ms importantes de Anna Freud, que son muchos, se recopilaron en una coleccin de siete volmenes, The Writings of Anna Freud (Nueva York: International Universities Press, 1965-1974). Tambin se dispone de una biografa escrita por Young-Bruehl, Anna Freud: A Biography (Nueva York: Sum- mit Books, 1988), pero se necesita una biografa ms minuciosa Y equilibrada de Anna Freud. En el sitio en internet asociado al captulo 6 en www.wiley.coml college/sollod podrs encontrar otras sugerencias sobre lecturas adi- cionales relacionadas con Anna Freud y la psicologa del yo. GLOSARIO Defensas clsicas: represin, negacin, ascetismo, proyeccin, re- nuncia altruista, desplazamiento, volverse contra el yo, forma- cin reactiva, reversin, sublimacin, introyeccin, identificacin con el agresor, aislamiento, deshacer y regresin. Dominio del yo: la capacidad del yo para tratar, de manera eficaz, con las pulsiones i nternas y la realidad externa. El dominio del yo implica que el individuo toma cada vez ms conciencia de las demandas internas y externas. Lneas temporales del desarrollo: secuencias confiables del desa- rrollo durante las cuales los nios dejan atrs la dependencia de los controles externos y logran dominio del yo sobre la realidad interna Y externa. Anna Freud mencion seis distintas lneas del desarrollo: 1. De la dependencia a la confianza emocional en s mismo. 2. De la lactancia a la alimentacin racional. 3. De orinarse y ensuciarse al control de los esfnteres. 4. De la irresponsabilidad a la responsabilidad en el manejo del cuerpo. Glosario 147 5. Del cuerpo al juguete y del juego al trabajo. 6. Del egocentrismo al compaerismo. Nios de Bulldogs Bank: el nombre colectivo dado a seis nios que sobrevivieron a un campo de concentracin nazi. Anna Freud los cuid en una casa en Inglaterra llamada Bulldogs Bank. Gracias a ellos aprendi mucho sobre la resiliencia de la personalidad. Perfil metapsicolgico: desarrollado primero por Anna Freud, es la forma en que los psicoanalistas organizan toda la informacin obtenida sobre un paciente durante una evaluacin diagnstica. Integra los hallazgos en un cuadro coherente del funcionamien- to dinmico, gentico, econmico, estructural y adaptativo de la persona. Psicologa psicoanaltica del yo: aproximacin que se concentra en las propiedades nicas del yo para orientar la capacidad de la persona para dominarlas demandas de la vida y no slo re- accionar ante ellas. Es una extensin de la teora freudiana que encara las incongruencias entre la teora freudiana clsica de la pulsin y las observaciones de que las personas suelen ser capa- ces de trascender sus pulsiones e impulsos.