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Ya casi amaneca, poco a poco las estrellas desaparecan en el cielo y los gallos
comenzaban a cantar. A lo lejos sobre una colina se dibujaba un viejo casern, derruida
por el paso del tiempo, pareca que en cualquier momento iba a colapsaren si misma. Una
sombra se paseaba al frente inquieta, pareca ser humana pero su extrema delgadez y la
velocidad y agilidad por la que se introdujo por una ventana rota del segundo piso hacan
dudar de esa condicin. Dentro la luz de unas velas ilumino tenuemente el ambiente
permitiendo ver mejor el rostro de una mujer con tez blanca, ojos grises y un cabello
negro como la noche misma. Su cuerpo padeca los estragos de una desnutricin extrema,
unos largos dedos parecidos a garras sostenan unas 5 gallinas Tres pequeas figuras se
acercaron, a simple vista parecan nios sin embargo una inspeccin mas detenida
permita ver ciertos rasgos en comn con la mujer sobre todo en el raquitismo. Estaban
desnudos solo cubiertos por una pesada tela negra, un pelaje espeso cubra los muslos y
de arriba de las nalgas naca una cola de rata. La mujer tambin comparta las mismas
caractersticas.
-Luna te has tardado mucho, dijo uno de los chicos.
-No fue nada en especial, solo que las casas estn mejor resguardadas ahora.
Los infantes se acercaron a las gallinas y abrieron la boca dejando ver una fila de amarillos
dientes grandes, torcidos y desiguales.
-Alguna novedad mientras no estuve?
-S, vino el hombre a tirar a otro all est en la esquina no se si estar vivo. Dijo el ms
grande.
Luna suspiro y se acerco a la esquina, en la cual encontr un bulto pequeo, lo movi y
con horror pudo contemplar a un nio de unos cinco aos totalmente desfigurado por la
golpiza que le haban dado. YA era el quinto del mes, ltimamente un hombre haba ido a
tirar cadveres de pequeos. Siempre llegaba cuando Luna estaba de cacera, esto era
cuando la noche estaba mas oscura, personalmente nunca tuvo oportunidad de verlo.
En el pueblo todos estaban alarmados, a partir del ocaso las calles estaban vacas,
encerrados en sus casas los pobladores teman que las sombras que vagaban se llevaran a
sus vstagos a la oscura mansin de la colina. Exista en el rumor que criaturas horrorosas
cazaban de noche y por eso desaparecan animales pequeos como perros y gallinas,
siempre haba pasado pensaban que los coyotes o pumas se los robaban. El giro siniestro
haba pasado al principio del mes cuando el hijo menor de una familia local haba
desaparecido sin dejar rastro. Lo buscaron por todas partes menos en la casa vieja, teman
ir ahi... al desaparecer el tercero y cuarto la conclusin fue obvia, los residentes de esa
maldita mansin eran los responsables. Nadie sospechaba que el verdadero asesino
dorma entre ellos, hace un par de meses un anciano se haba mudado al pueblo, pareca
un tipo normal , trabajaba el campo como todos, iba a misa los domingos y era parte
activa de la comunidad. Pero cobijado en la oscuridad realizaba acciones espantosas para
satisfacer sus infernales deseos por la inocencia en su estado ms puro. Senta el impulso
insano de estar con pequeos para despus molerlos a golpes hasta matarlos. El
abandono en que se encontraba aquella casa semi destruida por el tiempo sumando al
miedo que rodeaba el lugar le daban el refugio y la confianza necesaria para cometer sus
fechorias.
Pabelln.
En un cuarto blanco hay un hombre, perdido en sus sueos, vestido de blanco como para
hacer juego con su habitacin, siempre estaba sentado en una esquina de su habitacin
con una gran sonrisa en su boca, pareca feliz, rea todo el tiempo, para el su habitacin
era una exuberante jungla y un palacio de belleza sin rival en el centro, hablaba con sus
amigos los pjaros. Era rey y seor de ese lugar, jugaba, lea y disfrutaba de deliciosos
banquetes siempre acompaado de su bella esposa y sus hijos. Pero su sueo se acaba en
la noche, cuando unas figuras de blanco se acercaban a el y lo hacan despertar en su
realidad.
Mientras los enfermeros del pabelln cerraban las puertas uno le deca al otro:
-Por qu esta ese aqu?
- Creo que este enloqueci despus de un accidente en el que se mataron su esposa e
hijos.
-Siempre me ha parecido curioso que los locos a veces parecen mas felices en sus delirios
que nosotros en nuestra realidad.
El precio de un deseo.
Doa Mara lloraba, con su camisa manchada de sangre, gritando el nombre de su hijo ya
muerto. El nio estaba entre sus brazos, una bala haba perforado su cabeza otra su
costado. La desconsolada mujer por lo menos haba tenido la dicha de escuchar las
ltimas palabras de su hijo: - Mam, me siento cansado, palabras que doa Mara se
llevara a la tumba como el ltimo recuerdo de su orgullo y motivo de vivir en fin todo lo
que un hijo representa para su madre.
Pasaron los das y se celebraron las misas doa Mara no pareca mejorar todo el tiempo
estaba distrada, como fuera de s, como si su mente vagara por todas las esquinas del
universo a la vez. Un da no pudo soportar el dolor y deca acabar con su vida. Pero cul
fue su suerte que al momento final, cuando estaba dispuesta a lanzarse por un risco,
segn cuenta su vecino, corri hacia ella un pariente como enviado por el seor que se
atraves en el camino y pudo detener a la seora que ya iba a mitad de camino.
El informe de hospital dice que doa Mara sufri una contusin, llego con un fmur
quebrado mas unas cuantas costillas y estuvo interna por siete das. En la noche del sexto
da doa Mara dorma sola en su habitacin, a la media noche despert, y cul fue su
sorpresa al ver que en una silla al par de su cama se encontraba un hombre vestido con un
traje negro y un sombrero de copa. Al verla el hombre se puso de pie y dijo:
-Buenas noches Doa Mara, siento mucho la prdida de su hijo.
-Quin sos? Segurito sos el diablo que me viene a llevar, aprate con tu faena pues ya no
tengo nada que perder.
-Me llaman de muchas formas le puedo asegurar, usted llmeme como usted quiera, y no
me la vengo a llevar. Vengo a ofrecerle un taro seora Me quiere escuchar?
-De qu me hablas?
-Seora, yo muy amablemente le ofrezco mis servicios los cuales consisten en regresar los
muertos. No la engao seora, solo de la orden y en siete das ms volver a ver a su ser
querido.
La mujer abri los ojos como platos, no poda creer semejante oferta, al momento acepto
sin importarle el precio. A la maana siguiente la dieron fue a su casa y Doa Mara
pareca haber cambiado, era la de siempre alegre y activa, todos en el lugar se sentan
contentos de verla as de nuevo y por un momento pensaron que la seora, al fin, se haba
curado. La seora no conto a nadie acerca de lo sucedido en el hospital, a veces ni ella
misma lo crea, pero albergaba en secreto la esperanza de volver a ver a su hijo. Al cabo
de siete das de haber salido del hospital a eso de las dos de la maana, Doa Mara sinti
un frio glaciar que la obligo a despertarse y levantarse cul fue su sorpresa Su hijo estaba
parado en medio de la habitacin! Se restreg la cara para aclarar su vista.
-Hay hijito mo Sos vos! Pens que era mentira lo de de aquel hombre, sent que fue
como un sueo
-Si soy yo mama, regrese por que usted quiso.
-Dios mo que felicidad!, dijo la mujer mientras gruesas lagrimas rodaban por sus mejillas.
Se acerco y comenz a abrazar a su hijo lo tomaba entre sus brazos, lo besaba y tocaba.
Paso toda la noche hablando con l entre llantos y sonrisas.
A la maana siguiente sali de su habitacin y no poda salir de su estupor, preparo
desayuno para dos y se sent con su hijo a comer.
-Mama, yo no tengo hambre.
- Hay mijo no importa, si no quiere no coma de ahora en adelante haga como usted
quiera.
El nio se sonri y su madre comenz a comer, un rato despus un pariente se acerco a
visitar a Doa Mara, entro por el jardn y se asomo por la ventana.
-Buenos das Cmo esta?
-Feliz de la vida, mira lo que me regalo Diosito, me trajo de vuelta a mi muchachito.
-De que habla Ta viendo muertos?
-Es que no lo miras cipote bruto? Si esta all sentado en la mesa.
-Ya me est asustando, yo creo que usted ya est viendo cosas.
-Me ests diciendo loca? ndate de aqu a mi no me insulta nadie y peor en mi casa.
Tomo una escoba y saco al joven de all a golpes, la noticia que doa Mara hablaba y
miraba a su hijo muerto se propago como un fuego voraz y llego a odos de curas y
pastores. Unos decan que eran demonios, otros que de verdad haba vuelto del otro
mundo. Los das pasaron y doa Mara se fue volviendo ms solitaria ya casi ni sala de la
casa, insultaba la gente que pasaba, poco a poco pareca ir perdiendo el juicio. Un da que
apedreo a una mujer que pasaba por all porque segn ella su hijo le haba contado que
esa vil mujer que pasaba enfrente lo haba insultado. Llegaron los policas del lugar para
llevrsela a rastras mientas ella gritaba: -No puedo dejar solo a mi hijo quien me lo va a
cuidar! Y fue llorando todo el camino hasta que llego a la bartolina y cul fue su sorpresa
al ver al hombre de traje sentando dentro como esperndola.
-Buenas noches doa Mara Cmo se encuentra?
-Scame de aqu yo se que vos podes.
-Lastimosamente, lamento decepcionarla esta vez pero solo he venido a cobrar el precio
por permitirle volver a ver su hijo-
-De qu me hablas? No dijiste nada de eso
- Todo tiene un precio en esta vida, y traer un muerto no es fcil ahora tomare lo que me
corresponde. Disfrute lo que le queda de vida.
Un grito desgarrador espanto el silencio de la tranquila noche, los guardias corrieron a la
celda y encontraron a la seora riendo como loca, estrellando su cuerpo con las paredes
de roca, su cordura al fin la haba abandonado.
De un dictador a su pueblo.
-Qu he hecho mal? No hice ms que hacer lo que muchos hicieron antes de m. Esos
que andan en la calle como grandes personas aunque saben lo que hicieron. Pero a ellos
nadie los apunta con el dedo, ni tocan a sus puertas como perros fieros en busca de su
presa No hice nada mal solo segu los consejos de la gente que me acompao todos
estos aos, no pude ver el dao que estaban haciendo y cuando abr los ojos ya era muy
tarde, no haba vuelta atrs ya era otra persona, me desconoca a mi mismo pero como
disfrute cambiar as, el poder es una fruta deliciosa que solo pocos pueden disfrutar, deca
para mi, y algo que se volvi muy comn en mis discursos fue que la capacidad para
gobernar solo la tienen ciertos seres superiores. Recib ovaciones por eso, me senta
grande, invencible, poderoso, llegue a pensar que era Dios.
Pero cuantos errores comet, olvide porque llegue aqu, mi lucha, mi sangre. Olvide a
aquellos que me ayudaron y me prestaron su mano en momentos difciles, algunos
tuvieron el valor de encararme y tratar de hacerme caer a tierra, pero los mande a una
hoguera y sus voces dejaron de existir para mi pero alguien las escucho y esos se
convirtieron en mis verdugos, hay algo contra lo que un hombre podr jams y eso es la
voluntad y el juicio de los que aplasta, tarde o temprano esos que al principio se miran
como pequeos e intiles cachorros se vuelven bravos canes que destrozan miembro a
miembro el cuerpo de aquel que los humillo.
Pero ya no ms, no puedo someterme a un juicio donde ser avergonzado, mi orgullo que
es lo nico que me queda intacto. Pero no un orgullo altivo y altanero, sino aquel que
acepta cuando se equivoca y pide una disculpa, as que a quien encuentre esta carta le
pido que la lea en pblico, como la disculpa que ofrece no un dictador si no hombre
arrepentido, pero jams dispuesto a ser humillado.
Esta fue la carta encontrada en la habitacin del ex presidente, donde se encontr su
cuerpo colgado de la viga ms alta, despus de que una muchedumbre enardecida entrara
a la fuerza en manifestacin de tanto abuso. Ahora en otras noticias, el nuevo presidente
ha dicho
Hijos de Neptuno,
Hundos en la basura que ahora flota, tenis el derecho de escoger vuestra tumba, una
botella tal vez? Os acomoda mejor una bolsa? En realidad no me importa yo contamine
vuestra casa, sus tumbas son la basura que mis hermanos han dejado. Morid en ese lugar
donde paso algunas veces y no os recuerdo ni a vosotros ni al lugar, solo dejo mi huella
destructiva en el lugar que vuestro padre creo con tanto amor y yo con todo orgullo he
reclamado y ahora abandonado.
Les contare una experiencia que hace poco paso, en un paseo a la costa. En una de mis
tantos desvelos Sal a caminar a la playa, pasando claro por el pueblo mi vista se perda en
el horizonte nada capturaba mi atencin en especial. Claro las casas abandonadas ningn
atractivo tienen para m, peor la basura de la calle. Llego a la playa, la luna brillaba en lo
alto me sent cerca de la orilla y pude contemplar la belleza que me rodeaba en eso
escucho un rumor lejano algo as como un lamento, pens que sera el rumor de las olas
pero al poner atencin escuche unas palabras, el mar cantaba y su cancin si mi memoria
no me falla iba algo as:
La luna brilla sobre m, se oculta para dar paso al sol
Siempre estoy aqu baando estas costas,
Mis olas mueren aqu, siempre aqu
Los puedo ver, siempre lo hago
Miro al nio que se hunde en m para sacar alimento
A la amante que llora por su amor mientras este se adentra en m
Al anciano despreciado que en mis murmullos encuentra consuelo
Al hombre tambaleante que cae dormido
A la mujer que espera con paciencia un sueo aun sin cumplir
Los miro a todos siento su dolor, me compadezco de ustedes
Tan frgiles, tan pequeos, tan penosos.
Cada quien en su mundo no presta atencin que poco a poco morimos
Morimos todos juntos saben? Sus desperdicios son mi alimento diario
Es tanto que les regreso lo que no puedo tragar, miro a mis hijos morir en su basura
Que tan descuidadamente dejan parte a parte estoy muriendo. Los observo pero Y
ustedes a mi? Yo les brindo alimento y consuelo,
Pero el sol le da paso a la luna y sus vidas siguen, pero llegara el da en que se acordaran
de mi, soy el ocano, el mar, no me abandonen por favor.
Despus de escuchar esto el murmullo del mar ceso, y un silencio sepulcral lleno el
ambiente, bajo la luna me pareci ver a una Ondina danzando, me quede vindola un rato
hasta quedarme dormido. Despert cre que todo haba sido un sueo o una alucinacin
de mis desvelos, volv a mi cuarto y pude ver a lo que el mar se refera en el lugar haba
gente pero aun as la soledad se palpaba, y ca en cuenta que estaba en un lugar
completamente dejado de la mano de Dios.
Nio Capitn.
El barco flotaba tranquilamente por sobre las montaas nevadas, el Capitn nio giraba el
timn y miraba su brjula, su tripulacin estaba tranquila despus de un buen pillaje a una
nave mercante que flotaba en su camino. El capitn grito: -Buen trabajo hombres,
tenemos un excelente botn, reprtanse y dejen a su capitn lo que se merece! Los
hombres gritaron y se abalanzaron sobre el tesoro digno de mil reyes, el capitn se guardo
un pequeo rub en forma de caracol y dijo: A casa mis hombres!, el capitn nio tomo el
timn y se dirigi hacia el techo del mundo a buscar el portal que lo llevara de vuelta a
casa. El techo del mundo era un lugar que solo en sueos puede existir haba millones de
fuentes con aguas de mil colores pero el barco se diriga al lugar que menos llamara la
atencin de alguien, un pequeo muro de ladrillos. El capitn detuvo su barco justo frente
al muro y toco una serie de ladrillos y el muro se abri y se introdujo con todo y barco al
lugar. Apareci en un lugar familiar las calles estaban vacas solamente alumbradas por la
luna: silenciosamente el barco sali del callejn y se dirigi a la playa que al llegar a ella
encall y el barco se comenz a hundir lentamente y a oxidarse y vio a su tripulacin
transformarse poco a poco en perros, gaviotas y gatos.
Abri sus ojos y la luz del sol ya empezaba a entrar por su ventana, sali de su cama, tom
su desayuno y dirigi sus pasos a la escuela. Clase tras clase, las horas fueron pasando,
ms clases, todo normal. Termina la jornada y el nio corre hacia la playa donde un ferri
viejo y oxidado estaba a medio hundir abandonado, se acost a su lado: vio a los perros
correr, las gaviotas volar y los gatos jugar. Cerr sus ojos unos instantes y al abrirlos
apareci un enorme barco donde antes un ferri abandonado estaba. Subi a l y grit: -Al
callejn veremos hacia donde nos transporta hoy! Sus hombres gritaron y fijaron rumbo
hacia el olvidado callejn en un recoveco de la ciudad.
Al anochecer un nio corri a su casa, respondiendo al llamado de su madre que le grita
La cena est servida! Mira al ferri y corre hacia su casa con la luna alumbrndole los
pasos, mientras en sus manos un extrao destello color rub despert a un gato que
estaba por all.
Advertencias en el Confesionario
El padre Antonio Jurez se despert antes de que saliera el sol, se desperezo en el catre
que le serva de cama y se levanto, camino al bao y se enjuago los ojos en el lavabo se
rasuro y se preparo para entrar a la iglesia, cruzo por el pasillo que conectaba la casa cural
con la iglesia. Apenas entro se encontr con el sacristn que ya estaba preparando todo.
-Buenos das padre.
-Buenos Todo listo para las confesiones?
-S, ya limpie el confesionario.
-Gracias, abra la iglesia y toque la campana cuando termine.
El sacristn asinti y sigui barriendo el piso. El padre entro al confesionario y se sent,
dijo sus respectivas oraciones y apenas termino sonaron las campanas de la iglesia
llamando a los feligreses a la confesin. Ya casi al medioda todo el mundo ya se haba ido
y el ultimo en entrar un hombre que el padre no conoci ms que por la ventana porque
nunca lo haba visto.
-Ave Mara pursima, dijo el padre.
-Sin pecado concebido, contesto el hombre.
-A ver dime Hace cuanto que no se confiesa?
-Hace mucho tiempo padre, tanto que ya ni me acuerdo.
-Bueno, lo mejor es que decidi venir a confesarte. A ver dgame, que todo aqu queda
entre usted, Dios y yo.
-Bueno, para empezar padre soy un hombre solo, no tengo casa y vago por el mundo.
Conozco tanto el campo como la ciudad, conozco los lados buenos y malos de las
personas, mi casa es el lugar donde duermo y mi mujer son todas con las que me acuesto.
Yo so con usted padre y por eso estoy ac ms que para confesarme, decid venir a este
pas y estuve en la capital comiendo mierda, apareci en mis sueos toda esta ciudad tal y
como est ahora y lo vi a usted dando misa por eso decid venir padre. No me interesa
reconciliarme con Dios, porque l fue el que me jodo con este destino, l fue el que me
condeno. Pero hubo algo que me arrastro hasta aqu y por eso estoy aqu padre vine a
avisarle de una desgracia que le pasara en este pueblo, eso es lo que mejor hago llegar a
un lugar y joderle la vida a todo mundo, yo no lo decid as. Soy cabrn de nacimiento.
Una gota de sudor helado cayo por la espalda del padre Antonio, al principio crey que
era un vago que quera asustarlo pero haba algo en su voz que lo convenci que lo que
deca era cierto y con una voz trmula dijo.
-Quin es usted?
-No me acuerdo de mi nombre, pero casi siempre en los pueblos que llego la gente me
llama de varias formas pero la ms comn es el judo errante, no s quin soy, ni cuantos
aos tengo. Desde que tengo memoria estoy vagando por el mundo y en el lugar donde
estoy siempre pasa algo, hay varios muertos ya sea por guerra o enfermedad, las mujeres
con las que me acuesto terminan presas o locas, usted ya sabr. As que le vengo a
advertir padre que algo malo va a pasar no porque yo estoy aqu sino porque alguien ms
viene padre, alguien ms jodido que yo, y no s quin es. Bueno ya esta advertido padre,
haga lo oportuno, me despide de Dios, dgale que le deje saludos.
El hombre tomo su sombrero y sali por la puerta de la iglesia, el padre Antonio quedo
helado sentado en su silla pensando en lo que acababa de pasar y estuvo as por un rato,
hasta que el sacristn le toco la puerta sacando al padre de su estupor. No poda hablar y
estaba plido. El sacristn lo saco en hombros y lo llevo a la cusa cural, luego de un rato ya
estaban baando al padre en ruda por que ni la medicina mas fuerte lo saco de ese
estado. El pueblo estaba alarmado y pensaban que el padre se iba a morir pero a los tres
das el padre ya haba recuperado el habla y contaba lo sucedido a la gente que lo visitaba,
pero todo el mundo le deca que nadie haba visto a ese hombre que seguramente el
incienso lo haba hecho alucinar. Los das pasaron y el padre se fue recuperando a buen
paso pero ya nadie le prestaba atencin a lo que deca muchos decan que haba quedado
loco despus de las confesiones, inclusive algunos propusieron que lo cambiaran por que
ya estaba mal de la cabeza. Pasaron los meses y la gente segua yendo a misa mas por la
fuerza de la costumbre que ha escuchar al padre que solo se limitaba a hablar de la
aparicin del judo errante ya nadie le crea nada.
Era domingo y la gente sala de misa, cuando de repente se vio entrar mucha gente a
caballo con la cara tapada y con largos fusiles en sus manos y comenzaron a disparar a la
gente reunida en el atrio de la iglesia, el padre solo alcanzo a ver como la gente hua
despavorida y dejaba los muertos tirados frente a su iglesia, uno de los montados grito:
-En este pueblo ahora mandamos nosotros, y al que se oponga lo crucificamos a tiros,
Que viva la revolucin!
El padre se apresuro mas movido por la clera que por valiente a encararse con los
bandidos y no haba puesto un pie en el atrio cuando un disparo atraves su estomago
seguido por cinco ms que se incrustaron en su cuerpo, mientras caa en el suelo en un
charco de su propia sangre pudo ver a los lejos un hombre desconocido con un sombrero
que le ofreci una sonrisa antes de morir.
Breve descripcin de una escalera de caracol
Como toda escalera te sirve para subir o bajar lo distinto es su forma curva y sus escalones
que son casi un triangulo, o depende del caso, que visto desde arriba forma una hermosa
hlice sin fin.
Cacera de Medianoche
Decepcionado sali del lugar, haba sido una mala noche pocas mujeres mucho ruido,
pens en la gran prdida de tiempo Sus habilidades lo haban traicionado al fin? O
Estaba ya demasiado viejo para esto? Perdido en estos pensamientos encendi un
cigarrillo, su mirada se perda en las nubes de humo cuando algo llamo su atencin. Una
mujer bajaba de un taxi, disfruto segundo a segundo el espectculo que ella brindaba con
un hecho tan cotidiano, admiro su cabello castao que caa en cascadas sobre unos
hombros desnudos, sigui con su mirada hacia el sur procurando detenerse en cada
provocativa curva. Ella lo volteo a ver, l le respondi, una sonrisa se dibujo en rostro de
ambos, le dio unos ltimos chupetones al cigarrillo y lo tiro para correr detrs de ella.
La encontr sentada en la barra, tuvo miedo de que estuviera acompaada pero no era
as, estaba sola pareca esperarlo, se abri paso entre la gente que bailaba en la pista y
ocupo la butaca que estaba a la par de ella. Se llamaba Mariana, tena 23 aos le ofreci
algo de beber y ella acepto, platicaron un rato bailaron otro, poco a poco ella fue cayendo
en su trampa, l era el lobo hambriento y ella la inocente oveja. .Comenzaron las caricias
provocativas, las miradas lujuriosas, salieron juntos y subieron a su auto el estaba feliz
haba cumplido su objetivo, haba conseguido engaar a esta inocente para hacerla objeto
de su placer. Manejo lo ms rpido que pudo de vuelta a su apartamento y no haba
terminado de abrir la puerta cuando ambos ya estaban casi desnudos, entraron y dieron
rienda suelta a todos sus instintos y pasiones ms bajas, fue una noche mgica que no
olvidara en mucho tiempo. Al da siguiente, se desperezo y trato de abrazarla, ya no
estaba. La busco en todo su apartamento, se haba esfumado. No haba dejado una nota,
no haba seales de ella, tuvo un mal presentimiento corri a su habitacin y hurgo el
bolsillo trasero de su pantaln, saco su cartera y la abri Estaba totalmente vaca,
efectivo y tarjetas de crdito echas humo. Considero en enojarse y hacer una rabieta, pero
sonri y comenz a carcajearse. l, el conquistador, haba sido estafado por la que menos
se imagino Una Puta.
Noirtrier
Su ltimo contacto con la realidad fue un twit Buenas noches, que tengan dulces sueos
#Twitteroff, nunca se imagino una peor forma de decirle adis a todo. Desde que lo vio
creciendo en una esquina de su jardn supo que estaba conectado con el Roble de una
forma extraa que entendera hasta el momento que este se convirti en una obsesin
para l, era apenas un nio cuando noto las primeras hojas brotar, un adolescente cuando
ya pasaba de los dos metros y un adulto cuando ya estaba casi en toda su frondosidad.
El Roble no tena nada extraordinario, era igual que todos los dems, pero al da siguiente
de enviar el twit el ambiente se senta algo extrao y mgico, una atmosfera pesada le
hizo difcil levantarse de su cama. Apenas puso sus pies descalzos en el suelo alfombrado
que estaba acostumbrado un pequeo crujido llamo su atencin, haba aplastado dos
hojas secas, extraado volteo a ver por la ventana que estaba firmemente cerrada no
haba sido el viento que haba trado las hojas desde fuera como el supuso, por la ventana
lo nico que se miraba era Roble con sus brazos extendidos hacia el cielo, un escalofri
recorri su espalda. El da transcurri sin muchas novedades, siempre trabajaba desde su
casa sentado frente a su computadora, el internet estaba algo lento dificultando terminar
pronto el proyecto que tena hasta esa noche para entregar, eran las once de la noche
cuando por fin el archivo termino de cargarse y pudo enviar el coreo electrnico a su jefe
disculpndose por la hora y se fue a acostar con la mente atiborrada de nmeros y
grficos.
La maana siguiente un aroma a bosque y tierra inundaba toda la casa, al levantarse piso
siempre las mismas hojas secas pero esta vez cubran casi todo el suelo de la habitacin.
La ventana cerrada enmarcaba al Roble ms imponente que nunca, pareca que se haba
movido de su posicin y estaba ms cerca. No tuvo tiempo de ducharse ni desayunar, fue
a tomar la escoba para barrer las hojas, con la alfombra nuevamente visible se dedico a
buscar por donde entraba tanta basura, busco rendijas y agujeros en la pared e incluso
reviso el piso buscando alguna planta invisible, al no encontrar razn alguna de la invasin
de las hojas quiso consultar por internet pero al intentar abrir el buscador solo apareci
este mensaje Esta pgina web no est disponible. Se ha interrumpido la con
www.xxxxxx.com probo con una direccin distinta con los mismos resultados. Aplico sus
conocimientos para resucitar su conexin, reparo la red, utilizo comandos ipconfig,
reinicio el modem pero nada de esto sirvi. Frustrado llamo a los servicios tcnicos pero
su telfono no tenia cobertura, algo estaba bloqueando todas las seales de entrada y
salida de la casa. Haba luz, agua corriente pero los telfonos no daban lnea, despus de
mucho tiempo sin salir (Solo lo haca pocas veces al mes para verse con los amigos o
comprar vveres) se puso su chaqueta y unos mocasines que estaban a la mano y cruzo la
puerta principal; afuera todo era distinto como arrancado de un sueo, plantas
desconocidas se aferraban a los muros en sinuosas vueltas y parecan tener un pulso por
un leve palpitar que se poda percibir si se miraban muy de cerca. El csped se mova y
cambiaba de color al ritmo del viento, un momento era verde y despus azul o morado,
unos puntos de luz flotaban sobre todo dndole una apariencia onrica a lo que otrora era
un patio comn sin nada extraordinario.
Es un sueo le susurro al odo la razn que no acababa de comprender donde estaban y
fue la nica explicacin que se le ocurri pero ms equivocada no poda estar, estaba en el
mundo real, solo que este era distinto al que acostumbraba. Su auto estaba cubierto por
mala hierba que naca del motor y tenia las llantas atoradas por lo que era intil tratar de
irse en el, se divisaba el portn de entrada de la casa pero estaba a una distancia infinita
porque por mucho que intentara acercarse el portn de hierro solo era una figura difusa
en el horizonte. Desesperado entro de nuevo, probo de nuevo con los telfonos y la
computadora y ninguno le permita conectarse con el exterior, subi a su habitacin a
intentar despertarse de un sueo inexistente. Tirado en su cama pudo ver por la ventana
al roble que era el nico que pareca no haberse siquiera inmutado con el cambio de
realidad, segua grande, verde e imponente en medio de aquel jardn salido de la mente
de algn pintor perturbado y mgico, con ese pensamiento se quedo dormido.
Nada cambio como esperaba, el mismo olor a bosque y tierra se le meti en la nariz y se le
quedara ah hasta el fin de sus das, estar tanto tiempo desconectado de la red lo
desesperaba, era como un nio invalido al que le haban quitado sus muletas. Todas su
modo de vida haba sido borrado de una manera brutal, se dio cuenta de lo dependiente
que se haba vuelto era incapaz de recordar algo, toda su vida se encontraba guardada en
algn servidor lejano que jams haba visto. Antes todo estaba a un clic de distancia,
recetas de cocina, manuales de reparacin y dems conocimientos tiles de los que no se
preocupo en aprender porque siempre estaran ah al alcance de su mano. Qu pasara si
se enfermaba? No podra consultar los sntomas online para ver el tratamiento y las
posibles enfermedades, ahora una simple tos lo poda matar, sali al patio a gritar con
todas sus fuerzas para que alguien viniera en su auxilio pero su voz se converta en
murmullos que se llevaba el viento, corri hacia al roble y lo abrazo despus de todo era el
nico contacto que el quedaba con su antiguo mundo de tecnologa e informacin, lloro
abrazado a el por un largo tiempo, su red de relaciones virtuales donde haba encontrado
todo y alrededor de la cual haba construido su vida, la soledad que sinti en ese
momento al estar al pie del Roble fue inmensa, nunca se imagino lo alejado que estaba de
todo no recordaba cuando fue la ltima vez que un amigo lo habas visitado en su casa, ya
no invitaba a nadie porque senta que el contacto cara a cara era algo retrograda, ahora se
poda hacer todo cmodamente sentado desde tu silln, solo sala de vez en cuando para
no perder la prctica del contacto humano. Reflexiono durante varios das al pie del que
era su ancla a la vida pasada, no paso hambre ni frio y observo como su casa fue tragada
por las plantas hasta dejarla convertida en un montculo verdoso, su nimo haba
mejorado un poco con la resignacin del hombre que sabe que va a morir y no tiene
escapatoria, intento recordar las caras de todas las personas que haban pasado por su
vida pero todas solo eran imgenes planas con rostros borrosos. Nunca conoci a nadie en
realidad, todo su contacto se limitaba a unas cuantas platicas amistosas, una invitacin
para formar parte de su grupo de amigos en alguna red social y listo, nadie vendra a
buscarlo de eso estaba seguro, todos seguan absortos frente a sus maquinas y celulares
para darse cuenta de la ausencia de uno ms, el solo era una serie de datos que flotaban
por la red y eran accesibles para todos pero a ninguno le importaba en realidad. Este
pensamiento acabo con todo, el se quedara encerrado para siempre ah, al pie del roble
como un anacoreta estpido que pronto olvidara hablar.
Calculo que habran pasado unos dos meses desde que se sent al pie del roble, hubiese
sido ms fcil llevar la cuenta del tiempo si el da y la noche no hubiesen desaparecido
tragadas por unos tallos altsimos de hojas anchas que no dejaban entrar ni un rayo de luz,
Por qu me paso esto a mi? Era lo que pensaba ms seguido desde que se convenci que
nadie vendra a sacarlo de ese lugar, sus cuerpo no era ms que unos pellejos pegados a
los huesos, la nica sensacin que le quedaba era su espalda pegada al roble, el contacto
con la superficie rugosa era lo nico que lo haca pensar que estaba vivo, alzo su mirada a
un cielo inexistente ahora y pudo distinguir una rama que estaba exactamente sobre l,
en ese momento comprendi todo, el en realidad nunca haba existido solo era una serie
de comandos, lneas, imagines y datos perdidos e ilegibles sin la ayuda de un ordenador,
por primera vez tuvo la necesidad de comprobar que su cuerpo era real y no una simple
ilusin de su cabeza. Analizo mil opciones, incluso seguir viviendo en su jardn al pie del
Roble pero sin su tecnologa se senta intil (y en realidad lo era), era imposible sobrevivir
sin las herramientas con las que haba crecido.
Una cuerda estaba tirada y enrollada muy cerca del roble, se levanto y escucho su cuerpo
crujir, un dolor sordo lo obligo a encorvarse, el dolor era una sensacin pero esta no le
basto para comprobar su propia existencia. Avanzo hasta la cuerda, la tomo entre sus
manos, la anudo como una corbata, la lanzo sobre la rama que estaba sobre su cabeza y
jalo el otro extremo con todas sus fuerzas, poco a poco sinti como la vida se le escapaba
en una mueca de ojos desorbitados, su reflexin fue simple si mora es porque estaba vivo
y por tanto existi, apret y apret hasta que un sonido de huesos rotos rompi el silencio
del jardn.
De Norte a Sur
Un nudo de lagrimas se le atoro en la garganta mientas el avin aterrizaba, era la primera
vez que volva en 14 aos, quera pensar que todo esto era una pesadilla Un maldito
sueo se repeta cada vez a s mismo, era una voz que retumbaba en trescientos de
cabezas alrededor suyo. La poltica del silencio haba marcado a muchos, miraba las
noticias de los miles de delincuentes que haban sido deportados, pero nunca crey ser
l una de las vctimas, pero ahora ya era tarde, el tren de aterrizaje ya haba tocado el
suelo de la pista. Bajo, puso los pies en la tierra que lo vio nacer, pero este no era su
hogar, su corazn miraba hacia el norte.
Vio al avin partir desde la terminal, record la vida que con tanto es fuerzo haba
logrado, no era el ser mas especial del planeta pero se senta cmodo. Estaba lejos de
todo lo que conoca, solo contaba con un puado de dlares en la bolsa y un papel
arrugado con el telfono de su madre. Alquilo un telfono en una cafetera cercana,
marco lentamente escuchando como el tono de cada digito haca eco en sus odos, timbro
una vez ahora dos Era normal que los contara? Tres, Alo dice una voz al otro lado de
la lnea. Colg el telfono, fue una llamada ms breve de lo que esperaba, no hubo nada
de lgrimas ni bombos ni platillos, todo lo que escucho fueron instrucciones para volver
de nuevo a casa, tena que tomar un bus a su pueblo.
Comi algo en la cafetera mas por costumbre que necesidad, se senta fracasado sin
futuro, deba comenzar de cero una vida en un lugar que le causaba nauseas, enfrentarse
de nuevo a todo de lo que haba huido, una realidad que siempre haba odiado este no era
su hogar, no lo iba a encontrar, ni en la casa de su madre ni en ningn otro lugar. Una
lgrima revolvi los restos de su caf. Juan dijo una voz en la cafetera espantando a los
fantasmas de la frustracin Tiene llamada, vio alrededor nadie se movi, se levanto y
cogi el telfono, despus de todo el si se llamaba Juan, una voz muy amable le dijo que
acababan de hablar con su Mam y eran unos primos lejanos, y que con gusto lo
ayudaran a instalarse en la ciudad que en 20 minutos lo pasaran recogiendo que los
esperara en la entrada del Aeropuerto, dudo un poco Esta bien fue su respuesta antes
de colgar.
Espero, un tiempo que le pareci una eternidad, quiso volver a llamar a su madre, estaba
desesperado, se decidi y camino de vuelta. Una mano se poso sobre su hombro Juan?
Sos vos? Asinti con la cabeza y en un momento era apretujado en un mar de brazos
que luego lo arrastraron a un carro, todos hablaban muy rpido, no entenda nada y lo
peor No reconoci a ninguno! Habr pasado tanto tiempo? Y se reconforto con esa idea,
les conto su aventura y parte de su vida all en el norte, es cierto no reconoca ninguno
pero esta calidez lo haca sentir acogido y especial, se detuvieron, bajaron y entraron a
una casa. Le dieron de comer y hablaron casi toda la noche, quiso preguntar por alguien
pero ya haba olvidado el nombre de todos sus familiares, no haba nadie en comn.
Pasaron las semanas, y el comenz a sentirse cmodo en este lugar nuevo, ya tena su
propio apartamento, un buen trabajo gracias a la recomendacin de un pariente, pero
haba algo que no encajaba algo extrao, no haba vuelto a hablar con su madre, entonces
record algo Cmo lo haba olvidado? En medio de las 300 cabezas con las que vena en
el avin haba conocido a tres paisanos, uno que de casualidad tena su mismo nombre y
edad que desde muy joven se haba ido de su casa a vivir el American Dream, al igual que
el, vio segundo a segundo el momento de la cafetera, la llamada a la madre, el
ensimismamiento frustrante, la lagrima en el caf y vio a su otro yo, colgando el telfono y
alejndose paso a paso. La llamada que tanto lo desconcert despus de todo no era para
el, era para el tipo que al igual que el quiso probar suerte en un pas extrao y fue
deportado de la misma forma y al mismo momento Destino? No desde el principio
saba que haba algo que nunca se molesto en averiguar, se recost en su almohada y se
imagino al otro entrando en la casa de su infancia, hizo un trueque de vida por vida en ese
instante ahora era otro, era el tipo con el que viajo en el avin ahora siempre seria l,
ahora su corazn ya no miraba hacia el norte, senta que haba migrado de nuevo, que su
desierto fue el viaje de regreso, y despus de todo Migrar no era comenzar de nuevo?.
-Pongan de cabeza al santo pero ya, y me van llamando al papa, al general y a los
presidentes a toditos. Ahorita quiero que vean todos esos maricones quien va a ser su
futuro jefe y dueo.
Su esposa estaba en la habitacin principal asistida por ms de diez parteras cada una con
su respectiva asistenta, y esto era as porque el Excelentsimo Seor Ingeniero, ttulo que
obtuvo a punta de dinero e influencias, hroe nacional por decreto legislativo que el solo
voto y aprob, no confiaba en la medicina moderna prefera poner su vida y la de
cualquiera en manos de un curandero que en las de un Doctor con licencia. El enorme
sequito que atenda a su mujer corra de lado como en una maratn de mujeres descalzas
y de muchachitas vrgenes.
A los cinco minutos se persono el presidente de la Repblica acompaado con el de las
corte y el congreso, se presentaron con todo la banda para dar pomposidad a su llegada y
de paso recibir al nio con alegra. Despus de ellos entro el General con todo y tanque a
la sala de invitados y al entrar grito: -Saludos, recibimos con los ms altos honores al hijo
de nuestro comandante en jefe. Un caonazo destruyo una pared de la casa dejando a
todos casi sordos por el ruido. Y por ultimo llego el papa con todos los santos e
inmediatamente los hinco a todos y los puso a reza diez padres nuestros por la salud del
nio.
El Excelentsimo Ingeniero entro a la sala y al ver todo el espectculo que se formaba en
medio de su sala se tiro una carcajada y fue a recibir a sus ilustres invitados y corri a los
que estaban de ms y los mando al patio. Ya quedando solo con sus invitados los invito a
pasar a la mesa del comedor para charlar un rato mientras su esposa daba a luz a su
primer hijo.
-Es un honor, dijo el papa, ver el al nuevo mesas que viene a este mundo seor. Desde ya
me pongo a sus rdenes para lo que l quiera. Desde ya lo canonizo y pongo su foto sobre
el altar mayor de San Pedro.
-Ya maana es decretado feriado nacional y fiesta por un mes por el nacimiento del nio,
dijo el presidente.
-El ejercito ya est listo para recibirlo seor, tenemos los aviones y helicpteros volando
por todo el pas y los soldados en la calle obligando a todos a celebrar.
El Excelentsimo Ingeniero se empez a carcajear y les ofreci de beber, mil alabanzas
despus se escucho el llanto de un recin nacido en el cuarto principal. Y la partera ms
vieja de todas entro corriendo al saln con el nio en manos. Su padre lo tomo en brazos y
le quito la manta que lo envolva para confirmar que era hombre y as era.
-Ave mara pursima, es lo ms bello de este mundo. Tiene sus ojos.
-Desde maana acuamos una nueva moneda con el nombre del nio y su cara va a
aparecer en todos los billetes.
-Maana todos los militares nos tatuamos la cara del infante en la frente para que todo el
mundo sepa que l es nuestro jefe.
-As me gusta atajo de maricones reconozcan a su nuevo dueo, por que cuando yo ya no
est l les va a decir que hacer y si no le hacen caso yo mismo los vengo a matar.
Todos asintieron, y hubo una fiesta forzada en todo el pas, al que no celebraba lo
indigestaban a tiros. Al parecer ya haba nacido el nuevo emperador del lugar, que segn
su padre era el futuro de se pas.
-Hoy hace exactamente un ao viv aquella horrible experiencia en aquella casa
abandonada en el campo, dijo el Sr. Rittenhaus agravando su voz obligndonos a
acercarnos para escuchar mejor la historia que estaba a punto de contar. Yo tendra
algunos 17 aos en aquel entonces y haba desarrollado un inters por lo oculto y lo
fantstico. Cabe mencionar que estbamos en la recepcin de una boda, pero el Sr.
Rittenhaus siempre fue capaz de cambiar la atmosfera de cualquier lugar para
manipularla a su antojo. Se acomodo el amplio vientre, encendi un cigarrillo y mientras el
humo se perda en el cielo nos conto el relato que transcribo a continuacin.
Haba salido a cazar con un par de amigos que conocan en esa zona, habamos matado a
un venado, tres conejos y unas perdices as que esa noche comeramos copiosamente.
Tomamos el camino para regresar al pueblo cuando a lo lejos un brillo atrajo mi atencin,
eran los rayos del sol rebotando en unos vidrios de un casucha abandonada. Quin vivira
ah? Le pregunte a uno de mis amigos a lo que me respondi que hacia muchsimo tiempo
nadie viva ah, pero que nadie se acercaba a esa casa porque cosas extraas le pasaban al
que dorma ah, una vez un mensajero se cobijo de una tormenta en la casa y nadie volvi
a saber de l. Aunque intrigado decid no preguntar ms sobre el asunto. Llegamos al
pueblo y nos dispusimos a cocinar unas perdices para cenar y tomarnos una botella de
Ron, ya medios borrachos tocamos de nuevo el tema de la casa de campo abandonada, y
no si seria por mi juventud o borrachera pero aposte con mis amigos a que podra pasar
una noche en esa casa sin desaparecer. Al principio rieron per al ver mi determinacin
intentaron disuadirme pero ya era muy tarde, cog una lmpara y me interne de nuevo en
los terrenos en los que habamos cazado ms temprano, obviamente lleve mi escopeta
por si algn animal salvaje, deje de escuchar los gritos de mis compaeros despus de
unos 10 minutos, el camino estaba tranquilo y la noche clara y silenciosa, la luna llena
iluminaba todo quintndole el sentido a mi lmpara.
No s cunto tiempo me tarde en llegar pero me pareci bastante, ya enfrente de la casa
pude ver mejor el aspecto descuidado de la casa con todos los vidrios rotos y la puerta
torcida, esta ltima era maciza y pesada e hizo un ruido al abrirla que hubiera despertado
a cualquier espanto. El aspecto no mejoraba al entrar, las tablas del piso chirriaban con
cada paso que daba y unas cuantas se desclavaron o se levantaron. El viento silbaba una
ttrica meloda sobrenatural dentro, se me crispo la piel al escucharla pero me re de mi
mismo y me fui a sentar a una vieja silla que haba en una esquina, encend un cigarro y
me dispuse a esperar el amanecer.
Aparte del viento no haba ningn ruido por lo que comenc a quedarme dormido,
arrullado por el compas de las rfagas, unas nubes ocultaron la luna dejando todo a
oscuras aumentando la pesadez de mis ojos, al fin me quede dormido. Creo que por la
borrachera me ca de la silla golpendome la cabeza en el piso, obviamente eso me
despert y a tientas comenc a buscar a lmpara, una gota viscosa me cay en mi brazo,
era una especie de saliva espesa que hacia espuma al entrar en contacto con mi piel. Me
quede paralizado al sentir algo inmenso que salt de una viga haciendo un estruendo por
su peso era algo inmenso que de ninguna manera hubiese podido entrar por la puerta.
Senta su respiracin acercarse por detrs y en un acto de valor o desesperacin cerr mi
puo, espere el momento justo y con todas mis fuerzas golpee en el lugar que supuse que
estara su estomago, pero en vez de hundirse mi puo reboto en una materia parecida al
pellejo templado de un tambor, al menos lo hice retroceder un poco y en un golpe de
suerte un haz de luz argenta ilumino un segundo la estancia permitindome saltar por mi
escopeta y disparar hacia todas partes gritando de terror, sent unas garras enterrndose
en mi muslo permitindome apuntar mejor. Un lquido tibio me salpico el rostro y me
quede sin balas. Ahora se oa tambin un chillido como de mono agonizante, las nubes se
movieron de lugar dejando desnuda la faz plateada del astro nocturno, y para mi horror
mire una criatura humanoide con el vientre hinchando llorando de dolor en el piso
mientras la sangre le sala a borbotones por la todos los huecos que le haba dejado, no si
si por piedad o por miedo estrelle unas diez veces la culata en la cabeza de la criatura
dejando un cuerpo inerte brincando de tics nerviosos con la testa estallada, vomite
abundantemente y comenc a sudar mucho. Por un momento pens que mora, la herida
que haba recibido sangraba profusamente, como pude me volv a sentar en la silla hasta
desmayarme. Despert en la casa de mi amigo, extraado me despert pensando que era
un mal sueo, busque a mis compaeros para contarles lo sucedido. Ambos ser rieron de
m y me confesaron que si camine buscando la casa pero me quede dormido a una orilla
del camino por la borrachera. Me re de mi mismo dndole crdito a mis amigos, decid
darme una ducha para espantar los malos espritus de la noche anterior cuando me
desnude pude ver las heridas de la noche anterior cicatrizadas Decid no contarle nada a
mis anfitriones y lo ms pronto posible a casa Qu habr pasado en realidad en esa casa?
No lo se, de lo que si estoy seguro es que fue real y aun hoy por las noches siento a la
criatura acechndome detrs de cada puerta o lugar oscuro
El telfono son puntual como siempre a las cinco de la maana, siempre estaba
pendiente de eso, Juan siempre venia a dar las instrucciones del da al terminar la
llamada, las cosas siempre han sido as desde que entre a ese lugar y por muy ridculas
que parezcan las tenemos que hacer. Somos 50 y todos dormimos en una habitacin larga
con una sola puerta, no tiene iluminacin artificial solo la luz natural que entra por unos
bloques transparentes en la pared. La pintura lleva mucho tiempo descascarndose, las
noches eran sumamente fras por que solo nos daban una sola cobija para dormir en el
camastro que se nos asignaba, ninguno de nosotros tenia nombre nos llamaban por el
numero que estaba pintado en la cabecera de nuestras camas, yo era el numero 23.
Esa maana Juan estaba de peor humor que de costumbre, entro pateando la puerta y
gritndonos a todos, alguien se haba equivocado en la conexin de un cable y eso haba
causado la perdida de conexin por varias horas en el edificio de enfrente, y como jefe de
mantenimiento l era el primer responsable. Tuve miedo cuando paso enfrente mo,
pens que era conmigo que descargara su clera, solo se limito a insultarnos en grupo.
Nos ordeno juntarnos en grupos de diez segn nuestros nmeros, el primer grupo (01-10)
se le encargo la limpieza de los equipos electrnicos que venan del edificio de enfrente, al
segundo (11-20) revisin general del cableado del subsuelo, a nosotros (21-30) nos
enviaron al stano a manejar las maquinas. Las ordenes de los dems grupos no las pude
escuchar porque salimos inmediatamente para comenzar a trabajar, odiaba ir al stano,
esos aparatos que estn ah son grandes, difciles de manejar y el mas mnimo error puede
hacer que se pierda una cantidad enorme de datos, si eso llega a pasar nos castigan con
duchas fras y nos dejan sin comer casi una semana. Tengo que estar muy pendiente
cuando entra una solicitud, estas maquinas parecen las de las operadoras de Antao, se
conectan unos servidores con otros desde aqu, conectando y desconectando cables. Se
pensara que en esta poca al menos este trabajo lo hara un programa o algn tipo de
robot, pero por una alguna broma cruel nadie se haba molestado en inventarlo total
siempre habra gente como yo, que no conoca ms que hacer esto. Cabe mencionar que
este no es el nico edificio encargado de esto hay muchos diseminados por todo el
mundo, a nosotros sus empleados nos eligen desde pequeos. Todos vinimos de los
estratos ms pobres de nuestras respectivas sociedades, pero pese a carecer casi de
educacin tenemos una afinidad con la tecnologa, nos compraban a nuestros padres en la
adolescencia y luego nos daban una serie de capacitaciones y poco a poco nos iban
despersonalizando, nos hacan olvidar nuestros nombres y todo deseo de superacin,
ramos los que mantenan funcionando todas la comunicaciones en el mundo, sin
nosotros toda la sociedad actual colapsara en cuestin de das.
No tengo ningn recuerdo a parte de mi vida ac, se que tuve padres en algn momento
pero son solo seres sin rostro que ocasionalmente aparecen en mis sueos. Me siento
orgulloso de ser de el selecto grupo de personas que hacen funcionar al mundo, es un
trabajo de esclavo pero el sacrificio para que los de afuera tengan una vida mucho mejor,
al menos es lo que siempre nos dice Juan; somos hroes annimos y eso me hace sentir
sumamente especial. Quien daba las instrucciones siempre fue un misterio, nunca me
importo averiguarlo ni a los dems solo cumplamos nuestras tareas, comamos una vez al
da, dormamos y esperbamos nuestras ordenes al da siguiente. A veces cuando no haca
las cosas bien Juan me daba una golpiza pero esto era por mi propia culpa (Al menos eso
me deca) que no me volviera a equivocar, Juan es un hombre con un carcter horrible
pero siempre tiene razn y nadie le reprocha nada.
Una maana fra el ms viejo de nosotros amaneci muerto en su cama, no me gusta
relacionarme mucho con los dems pero ese da sent una extraa cercana con ese
cadver solitario que se quedaba en esa cama mientras los dems vamos a cumplir con las
instrucciones de Juan, cuando regresamos para dormir Juan entro seguido de un
muchacho flaco y con ojos de viejo. -Este es el reemplazo del cero siete En eso sus ojos
se posaron en mi un segundo pero se movieron al nmero 22 y le dijo -Veinte y dos, tu
estars a cargo del nuevo, si comete algn error los dos sern castigados as que procura
ensearle bien. Terminando de decir esto empujo al muchacho hacia su camastro con
una fuerza que hizo que pegara de bruces en la pared, sonri y sali. El nuevo nmero 07
clavo sus ojos de viejo en la espalda con un sentimiento que nunca termine de entender.
Esta semana no fue tan mala, estoy conforme con todo lo que pasa aqu pero el chico
nuevo ya meti al 22 en problemas, no fue la gran cosa pero independientemente el 07
debera aprender mejor a escuchar instrucciones y as nos ahorrara problemas a todos,
estamos aqu para hacer lo que nos dice Juan nada mas, el siempre tiene y si dice que
algo est mal es porque est mal. Las cosas se hacen de un modo y nunca del otro, la
golpiza que Juan le dio al 22 porque al 07 se le ocurri opinar de un modo distinto de
hacer las cosas. 22 perdi 3 dientes por culpa del muchacho, pero es algo comn aqu, al
menos yo muestro con orgullo mis 4 dientes partidos porque significa que he aprendido
varias lecciones y se mas que los dems.
Despus de arreglarle la sonrisa a 22 Juan se fue insultando al muchacho, todos nos
acostamos de inmediato, a cosas as no le tombamos importancia, pero el 07 se acerco a
su encargado y se dispuso a limpiarle la sangre y pedirle disculpas. Me dio un poco de asco
ver como con su camisa le quitaba la sangre de la boca, yo jams tocara a otro
compaero justamente aleccionado. -Son todos unos hijos de puta nos grito el 07 -
Cmo soportan a ese cabrn sin hacer nada? Somos cincuenta y el uno podemos el 22
no lo dejo terminar la frase, lo empujo y con un gesto hizo que se callara. El 07 quedo con
sus ojos abiertos de par en par sin poder terminar de creer la reaccin de la persona que
estaba ayudando -Mira mocoso, aqu Juan siempre tiene la razn. Ve a dormirte y deja de
joderme la vida. Maana hay que trabajar. Las luces se apagaron y creo que cuando ya
estaba a punto de dormirme escuche un sollozo de impotencia.
El ltimo domingo de cada mes es da de descanso, un supuesto claro porque Juan
aprovechaba para Jugar con nosotros. Este domingo en especial nos llamo a todos a un
saln, por la pinta que tenia estaba borracho (solo el consume alcohol), nos mando a
formar tomando distancia con los brazos y comenz a caminar entre nosotros
tambaleante, murmurando algo para s mismo. En el fondo de la habitacin estaba un
bate de metal, Juan lo tomo y arrastrndolo se acerco al grupo, se detena detrs de cada
uno y nos susurraba algo al odo dndonos golpes suaves con el bate en la cabeza. Uno
por uno nos hizo eso, cuando me lo hizo a mi no entend nada de lo que me dijo, se puso
enfrente de todos y grito Aqu mando yo, hacen lo que yo digo cuando yo quiera. Los
estoy escuchando susurrar en la noche, y s que algo estn planeando. Para que les sirva
de leccin 45 al frente. Una gota fra de sudor recorri mi espalda, era cierto lo que
deca, el 07 haba estado de cosas extraas como la igualdad, que Juan era igual que todos
nosotros y no debamos temerle. Esas ideas eran de un loco, yo nunca me acerque al 07,
la gente que piensa diferente aqu solo trae problemas, pero sus palabras hicieron eco en
el corazn de los ms jvenes. Todo eso paso por mi cabeza cuando el 45 camina plido
entre nosotros, se puso frente a Juan, este le ordeno que se hincara frente a nosotros y
cerrara los ojos. -Los dems abran bien los ojos, tienen prohibido moverse. Ya no mas
castigos amables, al que me desobedezca o hable a mis espaldas le espera la muerte, y
terminado la frase alzo el bate con furia y lo estrello en la cabeza del 45 hacindole brotar
los ojos con un sonido sordo, este cay hacia enfrente, con la frente en el piso Juan sigui
descargando su rabia en el crneo fracturado por el que se escurran los sesos. Cuando no
hubo ms que una mancha sanguinolenta en vez de una cabeza se detuvo, con los ojos
inyectado es sangre nos quedo viendo, una carcajada siniestra broto de su pecho y sali
de la habitacin.
Nos quedamos parados viendo como el cadver del 45 se fue llenando de moscas, no s
cuantas horas nos dejaron ah, pero fue un alivio cuando al fin nos mandaron a dormir. Mi
cama pareca el lugar mas cmodo y seguro en ese instante, dispuesto estaba a poner la
cabeza en mi almohada cuando escuche el murmullo de fatalidad que Juan escuchaba
todas las noches, alrededor del 07 se reunan los ms jvenes de nosotros, hablaban de
sacar a Juan y manejar nosotros el lugar eso era lo justo porque nosotros ponamos la
mano de obra y Juan solo las ordenes. Pero esta noche la violencia tambin se reflejo en
sus caras, ahora no solo planeaban sacar a Juan, debera pagar con su sangre. Me
quisieron pasar participar del plan pero no quise participar, Juan era intocable en mi
mundo, la sola idea me daba risa, desde que entre a esta casa se me enseo que l era
una especie de Dios omnipotente dentro del complejo, por eso nunca se le cuestionaba. El
plan era simple, al momento que entrara a la habitacin por la maana alguien cerrara la
puerta y lo someteran entre el 07 y los que lo apoyaban.
El jueves por la maana el 07 y su grupo se despert ms temprano que de costumbre,
tomaron posiciones y esperaron. La puerta se abri despus de sonar el telfono y entro
Juan, pero al momento de querer cerrar la puerta y someterlo una mano negra se
interpuso entre la puerta y su borde, silencio despus. La puerta sali volando y 3
hombres armados entraron y se pusieron a disparar contra todo lo que se mova, yo solo
me pude esconder debajo de la cama despus de que una bala me arrancara la mitad de
la oreja. Fue un caos total, la peste a sangre y plvora inundo el ambiente. Cuando se
acabo el ruido pude ver a todos los conspiradores sometidos y heridos y a su lder muerto
en un charco de sangre y sus miasmas. Juan tomo una pistola y uno a uno los fue
ejecutando, dio orden de dejar los cuerpos tirados con la prohibicin expresa que nadie
los tocara.
En la noche todava puedo escuchar los disparos y sueo con los cadveres que se
estuvieron pudriendo ah durante tantos aos, ahora hay nuevos inquilinos en este saln,
nadie recuerda lo sucedido. 20 aos despus Juan sigue siendo mi Dios, pero a veces me
pregunto cuando el insomnio me ataca si el 07 hubiese tenido razn mi vida fuese mejor,
pero eso nunca lo sabr. De lo nico que estoy seguro ahora es que mi Dios es un dspota
sin alma, pero aun as debo seguirlo para vivo y es mi objetivo. o al menos de eso es lo
que me han convencido.
PERSONAJES
La narradora: La voz que lleva el cuento. Tiene un acento del campo, un poco marcado
pero con un nicel de lenguaje mas alto que los dems.
Don Valentin: Un seor de cincuentitantos, viudo y alcoholico. Es un padre celoso con sus
hijas Fanny y Karelia-
Hermenaldo: Albail de profesin de 30 aos. mujeriego por gusto. Va a tener un hijo
con Rosamunda y es enamorado de Karelia.
Karelia: Una muchacha de 20 aos, la enamorada de HErmenaldo, lo mira a espaldas de
su padre.
Fanny: Hija menor de Don valentin, tiene 15 aos. Es la que se encarga de vigilar a su
padre cuando llega a la casa.
2 Mujeres: Dos viejas chismosas que pasan pendientes de la vida de todos los del pueblo.
Doa Tula (Mama de Herme): Una seora de unos 60 aos, paciente y permisiva con su
hijo
Rosamunda (La novia): La mujer de Hermenaldo, esta embarazada de 8 meses. Tiene 25
aos. Es un poco tonta
Doa Licha: Duea del comedor del pueblo, es la que se sabe todos los chismes. 56 aos.
Escena: 1(Introduccion)
Musica: Instrumental de Guitarra Folclorica (se desvanece y queda suave de fondo)
Narradora:
(Con Marcado acento del interior)
La Anecdota ,que les juro que es de verdacita, y les voy a contar es sobre el amigo de un
primo de se pintaba solito para la mujeriada. Se llama Hermenaldo, asi que escuchen pa'
que aprendan
MUSICA: INSTRUMENTAL DE GUITARRA FOLCLORICA (Aumenta Volumen)
Escena: 2 (Domingo en la Iglesia)
(Se desvanece la musica de Guitarara para dar paso a la narradora )
NARRADORA:
(Con Marcado acento del interior)
Hermenaldo era un albail que se habia mudado con su mama y su esposa buscando
trabajo, pero apenas llego se dedico a la tunanteada con la primera que se le ponia
enfrente, y asi fue con Karelia la hija de un vigilante. Todo el pueblo sabia y nadie se
atrevia a decirle a Don Valentin, el papa de Karelia,pero eso no quitaba que anduvieran de
boca en boca
SOnido: Campanas de iglesia, Muchedumbre (de fondo)
Mujer 1:
Adio Don Valentin!, saludojn a la Karelia y a la Fanny, digales que no vayan a faltar el oto
Domingo que ej dia de Jan Antonio.
Don valentin :
(Voz de viejo)
Gracias Doa! De su parte y hay les digo yo.
mujer 2 :
(Voz de chisme)
Ese es Don Valentin va?, Como le estan viendo la cara de papo! Siempre que se va a
beber o esta trabajando se le mete ese albail a saber que a la casa, a de ser con la
Karelia Que decis vos?
MUJER 1:
La duda es la que ojende, y seguriiyto que es con esa si vez pasada los vi piquiandose hay
esquina de la plaza a media noche. Y ese Hermenaldo tan feo que es, purito el coludo...
pero al menos la cipota pequea no se le ha arruinado.
MUJER 2 :
Je! Fregues vos. Si ya va por mal camino la Fanny si yo la vide la vez pasadada, con estos
ojos que se van a comer los gusanos, que estaba vigiando al tata. Y apenitas lo vio salio
pitada pa la casa. Seguurito a decirle a ese diablo
MUJER 1:
Jesus! Abra que ver como se la aplican a don Valentin esas chiginas patas chorriadas,
pero ese Hermenaldo vive con una cipota... Como es que je llama esa jodida?
MUJER 2:
Rosamunda
MUJER 1:
Asi merito! Pero le pasa por dunda, porque yo a mi marido lo tengo a mecatio corto para
que no me vaya a dejar cornuda. Si lo agarro en un mal cuadro lo guindo de aquellos que
te conte.
MUJER 2:
Jajaajajaja vos tenes razon, es que los hombres solo asi se les puede tener... pero ese
Hermenaldo es un lepero, vieras a la nana. Lo pasa aconsejando todo el dia! y solo atina a
reirse el barbaro ese.
MUJER 1:
Habria que decirle al Don para que haga algo...
MUJER 2 :
Ese viejo es loco vos, ni auque me den 500 pesos le digo, y aparte de loco es boliiiito el
viejo ese.
MUJER 1:
Se le nota que es zafado ahorita que me decis! Te imaginas que esa muchacha salga
panzona, ni quiera Dios.
MUJER 2 :
Yo por eso no le digo nada, me da miedo, muy loco ese seor. Capaz y me hace tucos con
el machete. Ni quiera Dios... mejor deja de hablar tonteras. Vamo donde Doa Licha a
almorzar mejor, que aqui alguien nos va a escuchar y nos van a decir chismosas.
MUJER 1:
Dale, hay te alcanzo.
NARRADORA:
(Con Marcado acento del interior)
Y asi era la cosa, donde se juntaban 2 o 3 hablaban de Hermenaldo y Karelia, y como
siempre todos eran buenos para criticar y no era para menos pues, porque Don Valentin
era un hombre muy celoso. Por ahi contaban antes que casi machetea a un muchacho
porque le habian contado que se echaba miradas con su hija en la misa y se mandaban
cartitas. Pero era puro chisme pero por la providencia no lo mato y desde entonces no
dejaba salir a sus hijas ni a la iglesia. Lo que no sabia es que Hermenaldo era bueno para
los viejos yucas como el, siempre se esperaba a que DOn Valentin se fuera para verse con
Karelia, nunca nadie supo como fue que la conquisto solo se sabia que la visitba todititos
los dias. Y para como de males Rosamunda estaba embarazada. La mas preocupada por
todo este trajin era Doa Tula, la mama de hermenaldo, que siempre aconsejaba a su hijo
para que dejara esa vida, pero nunca le hacia caso. Ese mismo domingo Hermenaldo se
estaba guajeando para ir a ver a Karelia.
ESCENA: 3(Casa de Hermenaldo)
Musica: Ranchera romantica
hermenaldo:
(Canta el coro de la ranchera totalmente destemplado, despues baja la musica) Hoy si
papa, voy a ir a darle una buena piquiada a esa cipota Karelia... hata un poema le vua a
llevar.
Doa Tula:
Ya vas vos con la mujeriada muchacho... deja a esa muchacha m'ijo, mira que si ese Don se
da cuenta Te mata!
Hermenaldo:
Hay a ese viejo yo no le tengo miedo, ni cuenta se tiene que dar de lo miyo con la Karelia,
escucha el poema que ta re bonito. Te leyo el siguiente puema, que hice con el corazon,
pa decirte cositas que no me creyo ni yo. Yo a vos te quiero tanto que si fueras pecado ya
esatriya en la cola pa el infierno. Sos hermosa como la milpa, de rubios cabellos como la
tusa y flaca como la mata. A me gustariya darte un pico en los labios que ayun con esos
dientes de alborto me vuelven loco. A yo le gusta perdeme en tus ojos negros como de
vaquita lechera, y pensar como seriyan mis hijos con vos.
Doa Tula:
Hermenaldo vos si sos pero dundo, mejor daselo a Rosamunda que bastante le hace falta.
Solo le pusiste un chigin y ya ni bola le paras.
Hermenaldo:
Ve! Es que Rosita anda bien empurrada conmigo.
DOA TULA:
Y como no va a estar brava? Solo a hartar y a fondearte venis.
HERMENALDO:
Es que yo chambeyo duro pa mantenerlas a ustedes...
DOA TULA:
Mjm... si apenitas salis te vas a ver a la Karelia, como Don Valentin nunca esta a la hora
que vos salis te aprovechas picaro... mira que es pecado tener dos mujeres.
HERMENALDO:
Si para todas da Dios,jejejejeje, y bien sabes que Rosamunda es asi com la reynita de mi
alma, las demas jolo son pa matar el rato, es que tanta mujer sin hombre uno se tienta
pues... uno solo lo que hace es meter solicitud, asi como que el curriculum con las cipotas
culpa de ellas que le hacen caso a uno hombe.
DOA TULA:
Un dia de estos le voy a decir a Rosamunda pa que te agarre a palos, agradece quecasi no
sale de la casa porque si no ya ratos le hubiesen chismiado.
HERMENALDO:
Shhhh mejor callese que ahi viene Rosamunda.
ROSAMUNDA:
Y vos para donde vas que vas todo Catrin?
HERMENALDO:
Para donde crees? A chambear mujer, solo por que lo miran bonito a uno ya lo regaan.
ROSAMUNDA:
Y vos crees que soy bruta? Vos no trabajas los Domingos.
HERMENALDO:
Es que voy a hacer horas extras, pa comprarte un vestidito rebonito, pero vo siempre
tratandome como cucho. Mejor me las pelo.
ROSAMUNDA:
Fregues vos No vas a comer?
HERMENALDO:
Para que me sigas tratando como chucho? No mamita... mejor ya me voy, ahi nos vidrios
mas al rato.
SOnido: Pasos, cerrado de puerta
ROSAMUNDA:
Doa Tula ya no aguanto a eiste hombre, toda la vida solo de maliado trabaja conmigo, si
sigue asi me voy pa donde mi santa madre.
DOA TULA:
Deja de pensar tonteras... es que es penco m'ijo, pero yo se que te bien quiere. Tene
paciencia.
ROSAMUNDA:
Si Doa Tulita... pero ej que ya no aguanto, si no fuera por que asted me trata bien ya no
estuviera con Herme.
DOA TULA:
Mejor vamos a comer para que descanses un rato esa panza, veni que esta rica la sopa.
NARRADORA:
(Con Marcado acento del interior)
Y asi era la vida casi todos los dias en la casa de Hermenaldo, se hacia el maliado para
zafarse mas rapido para ir a ver a Karelia, Rosamunda que no era tonta sabia que algo se
traia entre manos su marido, asi que despues de comer espero a que Doa Tula se
durmiera en la hamaca y salio rapidito al comedor de Doa Licha donde se sabian todas
las de todos.
ESCENA: 4(Restaurante)
Sonido: de fondo, ruido ambiente de comedor.
Rosamunda:
Buenas Doa Licha, Como anda?
Doa Licha:
(Con exageracion) Benditos los ojos que te ven muchacha, que bonita te miras con esa
panza. Te me habias perdido va?
ROSAMUNDA:
Es que con esta barriga ni ganas me dan de salir.
DOA LICHA:
Me imagino, peor mejor que no salgas, con la fama de tu meridito, el Hermenaldo ese, te
harian pasar un mal rato.
ROSAMUNDA:
COmo asi?
DOA LICHA:
No sabes? Pobre cipota, te voy a contar, a mi no me consta pero dicen que tu maridito
anda de cachetes embarrados con la Karelia, la hija de Don valentin, que se piquean y toda
la cosa.
ROSAMUNDA:
(Molesta) Queeeeeeee? Dejgraciado ese! Maldito ya va a ver,Comos se atreve a
mirarme la cara de panfila? Con razon salia todo catrin a la calle siempre, con el son de ir a
trabajar horas extra, iba a trabajarle las horas extras Pero a esa mujer! Y tan fea que es,
cuando llegue a la casa lo voy a matar a ese jodido.
DOA LICHA:
Muchacha no hagas escandalo aqui, mira hagamos una cosa, porque a mi solo me
contaron. Vamos a seguirlo, me contaron que esta parado ahi por la casa de Don Valentin
debajo de un palo de aguacate que hay por ahi. Solo esperate que cierre.
NARRADORA:
(Con Marcado acento del interior)
Doa Licha cerro el comedor, ys e fueron juntas al parque con Rosamunda a vigiar al
lepero de Hermenaldo, y efectivamente ahi estaba Hermenaldo debajo el palo de
aguacate viendo a la ventana de la casa de Don Valentin.
ESCENA: 5(Calle, Casa)
SONIDO: DE FONDO, RUIDO AMBIENTE DE Calle.
ROSAMUNDA:
Jiiiiiiii Si ahi ejta ese hijo de tantas! Perate que lo agarre y lo mato.
DOA LICHA:
Calmate muchacha, mejor escondamonos y esperemos a ver que pasa, mira ahi en esa
banca se mira todo clarito y ahi nos tapa el arbol de mango. Venite venite.
NARRADORA:
(Con Marcado acento del interior)
Y asi se fueron pasando las horas hasta que dieron las 5 de la tarde, hora en que Don
Valentin se iba a trabajar o a beber segun el animo del dia.
MUSICa:(De Fondo) Cualquier cancion que escucharian en una casa.
Don Valentin:
Bueno, ya me voy cipotas. Je cuidan y nada de andar raitiando en la calle.
KARELIA:
Vayase ya papa, usted que tanto se despide. Y cuidadito viene bolo.
FANNY:
Si papa, no venga bolo que despues me toca cambiarlo y usted esta bien gordo y me
cuesta darle vuelta y yo no aguanto el tufo a guaro.
DON VALENTIN:
Cipotas malcriadas, ji al trabajo es que voy. Estos jovenes de hoy no respetan. Mejor
demen un pico para irme tranquilo, y cuidadito jalen.
SOUND: Pasos alejandose.
KARELIA:
Apurate Fanny, anda avisale a Hermanaldo que se fue mi tata, me voy a ir pintar para que
me mire bonita jijjjiji
FANNY:
Pero me van a dar 20 pesos para que no le diga a mi tata picaros jajajaja
KARELIA:
Si hombe, apurate mejor, hay ya me estoy poniendo nerviosa.
MUSIC: Aumenta la music que estaban escuchando.
SOUND: Puerta cerrandose, pasos acercandose, Fregadero
Hermenaldo:
Donde esta mi cipota rica? Veni dame un pico mi amorsote.
Karelia:
Hay papi chulo jijijiiji que pica ese picote perate perate (Grita) FAAAANNNNYYY
FANNY:
Queeeeee?
KARELIA:
ME avisas cuando venga mi papa.
Fanny:
SI, pero me das mis 20 pesos.
KARELIA:
Ya te dije que si... en que estabamos Hermenaldito lindo.
HERMENALDO:
Jejeje me iba a dar un pico, pero antes dejeme leyerle este poema que le escribi pensando
en aste amorcito
KARELIA:
Hay que romantico que es, sentemonos pues jijijiji primera vez que me van a leyer un
poema.
HERMENALDO:
(Mientras leee el poema karelia se rie con su risita de jijijiji)
Te leyo el siguiente puema, que hice con el corazon, pa decirte cositas que no me creyo ni
yo. Yo a vos te quiero tanto que si fueras pecado ya esatriya en la cola pa el infierno. Sos
hermosa como la milpa, de rubios cabellos como la tusa y flaca como la mata. A me
gustariya darte un pico en los labios que ayun con esos dientes de alborto me vuelven
loco. A yo le gusta perdeme en tus ojos negros como de vaquita lechera, y pensar como
seriyan mis hijos con vos.
Karelia:
Hay que leeeendo que es aste, venga que se merece un besote por eso. Pero antes de eso
quiero hablar con aste.
HERMENALDO:
Como usted quiera mamita, digame.
KARELIA:
Mire Hermenaldo yo lo quiero mucho a vos aste, pero como que aste no me quiere a yo.
HERMENALDO:
Por que dice eso? Si yo la amo mire que hasta se lo voy a decir en varios idiomas escuche
amorcito... i love you, en ingles, jebrele, en fraces y brakataka en aleman.
KARELIA:
Pongase seriom asted no me quiere porque todavia no ha dejado a la Rosamunda feya
esa... si ya la hubiera dejado que ratos nos la hubieramos dado juntos.
HERMENALDO:
Asted no se preocupe yo ya le dije que dejaba a esa fregada... mejor deme ese pico.
Karelia:
Jijjijiji hay esa barba si pica, pero no importa veni vamonos al cuarto de mi papa para estar
mas tranquilos jijijijiji.
NARRADORA:
(Con Marcado acento del interior)
Las horas fueron pasando y todos en la casa de Don Valentin y todos se quedaron
dormidos, hasta Fanny que era la que se tenia que quedar cuidando estaba hasta
roncando.
DON VALENTIN:
(Voz de booracho)
Pero sigoo siendo el reeeeeey! hic... Donde eshtan eshas llavesh? Ash ya las volvi a
perder jejejeje quiere huevos andar bolo hombe, pero ahi estan mis hijas.
SOUND: Tocan la puerta
DON VALENTIN:
Fanny! Abrime esta puerta... apurate hombe. Faaaaany.
FANNY:
Hay Dios mio ahi esta mi tata
SOUND: Pasos Corriendo
FANNY:
Karelia, Karelia, Despertate hombe que ahi ejta mi papa bolo abajo
KARELIA:
Como? Cipota bruta y no te tenia cuidando hay Dios miyo que voy a hacer... vos bruta
anda abrile a mi papa. Hermenaldo despertate que ahy vienen mi papa.
Hermenaldo:
(Solamente balbucea algo medio dormido)
KARELIA:
Apurate metete debajo de la cama, porque si mi papa te encuentra te va a matar, apurate
ahi quedate.
SOUND: PASOS acercandose
Don Valentin:
Y vos que haces aqui?
Karelia:
(Nerviosa)
Este... haaaa, le estaba arreglando la cama papa, como usted siempre la deja toda
destartalada. Y a yo me imagine que iba a venir bolo entonces se la deje bien arregladita
pa que descanses.
DON VALENTIN:
Tan buena mi hija jodido... veni dale un abazo a tu tata mejor.
Karelia:
Ush, no. Usted apesta a Guaro papa, vaya duerme mejor.
DON VALENTIN:
Jajajajaja hay fregado, solo porque uno se echa un par de traguitos ya ni se le quieren
acercar. Andate pues Buenas noches.
NARRADORA(CON MARCADO ACENTO DEL INTERIOR):
Hermenaldo que ya se habia terminado de despertar escucho todo y sintio el peso del
viejo hundiendose en el catre, se le hicieron las horas ahi, pero en la mdrugada Don
Valentin se levanto al bao.
ESCENA: 6(Climax)
SONIDO: Ambiente de Madrugada, grillos y toda la vaina
DON VALENTIN:
(Primero Roncando, se despierta Borracho)
Pucha, esta bolencia no me deja dormir... mmmmmm ush ya me estan sonando las tripas,
mmmmm huy hombe mejor voy al bao antes de que de echar el higado aqui en la cama.
Sonido: Puerta cerrandose
KARELIA:
(Hablando suvecito, nerviosa)
Hermenaldo apurate que mi papa salio del cuarto.
HERMENALDO:
(Hablando suavecito, nervioso)
Si si si... jolo dejame cambiarme
KARELIA:
(Nerviosa, Hablando suavecito)
Hay apurate que mi papa ya va subir.
SOnido: Puerta
DON VALENTIN:
(Exaltado y enojado)
Que haces aqui? Aaaaaa ya me olia yo algo raro a yo, ya vas a ver tal por cual, perate que
agarre el machete hijuetantas...
SOUND: Desorden
HERMENALDO:
(Agitado y asustado)
Esperese, no es lo que aste piensa, no hombe baje ese machete.
DON VALENTIN:
Fregues veni para aca mejor lepero.
KARELIA:
Correeeee, perese papa
DON VALENTIN :
Callate magalla, perate que a vos te agarro despues.
SOUND: Desorden y pasos corriendo
DON VALENTIN :
(Gritando, se escucha un poco lejos)
Fregado, volve para aca!
HERMENALDO:
(Corriendo)
Huy que gorra que estaba abierta esa ventana, si no me tiro me baja la gallina ese viejo.
DOA LICHA:
(Gritando)
Agarralo que ahi va!
ROSAMUNDA:
(Enojada)
Asi te queria agarrar, ahorita vas a ver.
SOUND: Golpes
ROSAMUNDA:
Toma! TOma! Esto te pasa por maldito
HERMENALDO:
Hay, pera hay hay, soltame hombe, hay, perate perate.
DOA LICHA:
Dale Duro! Apurese don valentin que ya lo agarramos
HERMENALDO:
Soltame! Que si ese viejo me agarra me hace tucos
DON VALENTIN :
Aja, hoy si vas a ver juco! Doa Licha deme ese leo que esta ahi...
HERMENALDO:
Hay hay sueltenme, hay hay
SOUND: GOLPES y Gritos de hermenaldo
MUSICa: Guitarra Folclorica
NARRADORA:
(COn Marcado acento del interior)
Y asi Fue como todo paso, Hermenaldo se tuvo que ir del pueblo porque todo mundo al
escuchar el desorden salio de su casa y se dio cuenta del relajo. Desde entonces
Hermenaldo nunca volvio a engaar a Rosita porque despues de semejante agarrada
aprendio su leccion por tunante, por eso yo siempre digo que no hay de andar de picaro
por la vida porque uno siempre las paga.
MUSICa:Fin de Cancion de Guitarra Folclorica
La muerte del Arlequn.
Un viejo arlequn se encontraba sentado en una orilla de una concurrida calle, comiendo
una manzana negra por los golpes, se dedicaba a entretener a la gente que pasaba por
algunas monedas. Termino su manzana y se levanto dispuesto a seguir con su faena
cuando sinti una mano helada en su hombro y al voltearse vio una figura totalmente
vestida de negro, no reconoci su cara pero en el fondo saba que tal vez no volvera
jams a esa esquina.
-Ya es hora de irnos.
-Tan pronto?
-No tenemos tiempo, bien sabias que pronto vendra por ti, los das extra que me pediste
no eran para siempre.
Tomo al Arlequn por un brazo y se lo llevo de all, la figura de negro paro un taxi y le dijo
al taxista A la estacin del tren, al cabo de unos minutos de camino llegaron. Tomaron el
tren tan rpido que ni siquiera dio tiempo de ver su destino. Ambos entraron a una cabina
y se acomodaron en los asientos. Apenas el tren comenz a andar el Arlequn cayo
dormido mientras su acompaante sacaba un libro y lo lea.
El tren anduvo y anduvo, como un burro al que forzaban en la marcha, paso montaas por
encima y por sus entraas se detuvo en todos los poblados y la gente poco a poco se fue
bajando del tren hasta quedar casi vaco excepto por dos personas, una de ellas vestida
con rombos negros y rojos y la otra totalmente de negro, el tren anduvo por unos cuantos
cientos de kilmetros ms hasta llegar a su ltima estacin, la ms grande todas y
finamente decorada. La figura de negro despert al arlequn y juntos bajaron por la puerta
del tren, la figura negra caminaba y el Arlequn la segua, ambos se detuvieron a la orilla
de un rio donde se les acerco un viejo en una balsa que les pidi una moneda por cabeza
para cruzar. Ya era de da cuando llegaron al otro lado del rio ambos bajaron y el Arlequn
se froto los ojos al ver la ciudad que se revelaba ante l era magnifica y hermosa, como
nunca se hubiesen imaginado sus ojos.
-As que aqu es, es un lugar precioso. No es como lo recuerdo
-Claro que es precioso! Y por supuesto que no te acuerdas. Toda tu vida te la llevaste en
esa calle, desde que tengo memoria estabas haciendo malabares o algn truco barato a
cualquiera que pasara y a ms de alguno le sacaste la cartera.
-Haban das malos
-Tu vida fue ser bandido y hroe a la vez, eres una contradiccin andante, pero despus
de todo de eso se trata ser arlequn, rer de todo y ser ms astuto que el mismo diablo.
-Has resumido muy bien mi estilo de vida, pero creo que eso se acabo. Tengo hambre
Tienes algo de comer?
-Ves lo que digo, estoy a punto de matarte y t piensas en comida.
-Es el derecho de un condenado a muerte una ltima cena No?
-Qu carajo tienes razn, vamos.
Caminaron y en el centro se sentaron en un pequeo restaurante que pareca escondido
entre los edificios corporativos y el lujo de los hoteles. Comieron hasta reventar y luego la
figura de negro pago todo como haba prometido. Se fueron del lugar y vagaron por la
ciudad y llegaron a una casa abandonada en el peor barrio de la ciudad, se sentaron a
jugar cartas hasta que cay la noche.
-Bueno ya es hora, dijo la figura de negro mientras sacaba un pequeo revolver plateado,
A dnde te pego el tiro?
-En el corazn, solo para asegurarme que aun sigue all.
-Por un momento pens que me ibas a decir en un testculo y te ibas a destornillar de la
risa, pero est bien Algn mensaje de despedida?
-No, naci solo en este mismo lugar nunca tuve a nadie, y gracias por el favor, no soy tan
valiente para pegarme el tiro yo solo.
-Me pagaste para que te matara, siempre que te miraba en esa calle pens que eras feliz
pero nunca se sabe, y en el poco tiempo que te conoc me caste bien, pero negocio es
negocio. Ojala que te vayas al cielo y consigas trabajo en el circo que hay ah, porque si la
vida aqu es peor que un puto carnaval imagina como tendr Dios el cielo.
Un disparo se escucho en aquel lugar y se vio una figura de negro abandonado una vieja
casa abandonada, y en el cielo estrellado mucha gente dijo ver a un Arlequn saltando de
estrella en estrella hasta llegar a la luna.
Maana, sin miopa.
Con la entrada del famoso Gobierno de Unidad el pueblo hondureo mira un rayo de
esperanza despus de la ms negra noche que el pas ha sufrido en aos, pero a la vieja
usanza de los gobiernos siempre pasan por alto dos puntos que son bsicos para el
desarrollo del pas, y estos son el Arte y la Cultura. Como dijo H. George Wells en su
famoso cuento En el pas de los ciegos el tuerto es rey y de verdad parece que ese es el
estribillo con el que cantan las autoridades su himno a la ignorancia de la gente.
Cundo vern que la Cultura y el Arte son necesidades bsicas de la poblacin? Un
pueblo educado es un pueblo que produce y ama a su pas, la falencia de este alimento a
la idiosincrasia del pueblo lleva a catastrficos resultados, una masa miope y falta de
identidad, que odia la tierra que la vio nacer y no hace ms que escupir el suelo por dnde
camina. En cambio conocer lo nuestro da un gran sentido de cohesin y pertinencia
conocido como identidad nacional, algo que lastimosamente muy pocos hondureos
tienen. Cul es el pecado de instruir a la gente desde sus primeros pasos en el arte
nacional como internacional? Mucha gente dice que eso es una prdida de tiempo,
cuando en realidad eso brinda una visin global y ensea a atesorar las pequeas gemas
artsticas que hay en Honduras. En este mismo momento el prximo Cervantes o Picasso
podra estar arando un campo, porque sus padres no creen que sembrar en l la semilla
de la cultura y el amor al arte pueda tener algn beneficio en su futuro.
El cambio debe comenzar a todo nivel, y nuestros nuevos gobernantes pueden dar un
gran peso a esto dando la atencin que merecen estos dos elementos tan necesarios para
el desarrollo del pas, un pueblo con mente abierta y sin prejuicios. Nunca nadie dijo algo
tan cierto como Jos Vasconcelos La cultura engendra progreso y sin ella no cabe exigir
de los pueblos ninguna conducta moral.
Te necesito, dijo una voz tan familiar que me rasgaba el corazn, tanto tiempo para
olvidarla y no encontrar las fuerzas para sacarla para siempre de mi vida como ella me
haba corrido de la suya. Ya sabes donde encontrarme fue todo lo que atine a decir con
un hilo de voz. Colgu el telfono con una sonrisa en mis labios, una de desconsuelo y
felicidad. Mil preguntas atravesaron mi cabeza limpie lo mejor que pude mi pieza, recog
mis libros y las mil hojas de cuentos inconclusos todo era un desastre y lo maquille lo
mejor que pude, no quera que ella se diera cuenta del desorden que se haba vuelto mi
vida desde que nos separamos en las tormentas de mayo. Al fin me haba decidido a
seguir mi pasin, ser escritor deje todo mi mundo atrs y me dedique a practicar mi oficio
de ensueo, intentando olvidar de donde venia, por un tiempo fui feliz, o al menos eso
cre.
Tarde me di cuenta que felicidad no era tener una amante diferente cada da, cada una de
ellas me acercaba mas al triste recuerdo de mi corazn roto, busque mi refugio en camas
ajenas y aun as la buscaba entre mis sabanas todas las maanas, fueron tiempos duros
pero logre recuperarme un poco, su recuerdo se fue borrando poco a poco entre las
pginas de mis cuadernos. Pero cuando al fin me senta tranquilo ella me encuentra de
nuevo y aqu estoy esperando con un cigarrillo en mis labios murindome de la ansiedad
por verla. No s cmo me habr encontrado o que habr sido de su vida, las horas pasan
demasiado lento para mi gusto, trato de hacerlo pasar ms rpido haciendo lo que
siempre hago, pero esta sensacin en mi estomago no me deja, ya perd la cuenta de
cuantos cigarrillos he fumado.
Puedo sentirla subiendo las gradas detrs de m, cada paso suyo hace que mi corazn lata
ms rpido, ahora est sentada en mi silln mientras yo sirvo las bebidas no se que
pasara, hablamos tranquilamente como viejos conocidos como si nada hubiese sucedido.
Nos pusimos al da en nuestras vidas y poco a poco nos fuimos volviendo mas ntimos no
se que tiene su voz pero me hace querer confesarle todo, la pltica se desvi a nosotros lo
que fuimos y lo que pudimos haber sido, rodaron las lagrimas y nos dejamos llevar por
nuestras pasiones, fue un momento mgico en el que todo se olvido, las palabras hirientes
del pasado y los malos ratos, fuimos uno de nuevo y los dos nos engaamos con la ilusin
del momento.
La maana siguiente todo lo que encontr fue una nota a la par ma con unas palabras que
destruyeron totalmente mi corazn Lo siento si alguna vez te hice dao, pero por mucho
que te quiera no puedo estar contigo como antes. Escuche mi alma caerse al piso de
nuevo, me destroce completamente, porque me di tan fcil si saba que esto iba a pasar
me sent el hombre ms imbcil del mundo por un segundo y llore amargamente por ms
tiempo, intilmente repeta un mantra en mi cabeza Nunca ser tuya mil dagas
atravesaron mi ser, estaba como al principio Nunca ser tuya, olvdala sigue adelante
deca una voz en mi cabeza, pero no poda su recuerdo todava lata en mi. Pas el tiempo
y en realidad nunca me pude recuperar todava. Tengo a alguien nuevo a mi lado, pero
nunca ser ella, y en el fondo de mi corazn aun deseo que esa llamada se repita pero
esta vez para no dejarla ir nunca ms.
Sentado en la mesa de un caf al que siempre iba, estaba ella misma de todos los das, sin
compaa como usualmente lo haca, leyendo siempre el mismo libro. La miraba, ella
pareca absorta, no pareca notarme en lo absoluto, muy concentrada se le vea siempre
en la misma silla, un aire de misterio la envolva, de rostro pareca exhalar una luz mgica
nunca mire sus ojos, su faz pareca tallada en el mrmol ms fino, sus manos delicadas
sostenan el grueso empaste, era algo digno de ver.
Varias veces quise levantarme y saludarla, pero algo me lo impeda un muro invisible me
separaba de ella, era una magia que no me poda explicar, a veces me preguntaba si era
una Circe o una sirena atrayndome hacia ella y un instinto me alejaba. Todos los das iba
al mismo lugar ahora con la excusa de verla, deje de comer y dormir fantaseando con ella,
deje mi vida de lado solo para poder verla, mi da estaba planeado en torno del caf de las
5, era mi ilusin de una cita. Busque el mismo libro que ella tena, para acercarme y tener
algo de qu hablar pero nunca lo encontr, claro era difcil buscar un libro sin ttulo
aparente. Cambie totalmente, todo ese tiempo fume como loco, intente olvidarla por un
tiempo, centrarme en otras cosas como mi trabajo o mis estudios, pero siempre ese
encanto de bruja me llevaba de vuelta a ese caf. La miraba en mis sueos, parada en la
esquina, en mi ducha y a mi lado por las noches.
Ese maldito libro lo tena que encontrar, no poda abordarla solo para decir un bobo hola,
ella deba ser una intelectual una inspirada, y yo un pobre diablo que lo que saba era
sumar dos ms dos no le causara ninguna impresin. Le todo lo que pude, fui un asesino
de libros
Un da me arme de valor y hable con ella, fue algo fantstico, mis sueos se harian
realidad haba encontrado al fin la musa de mi creatividad.
Quien iba a saber que a partir de ese da, tan corriente como un mircoles por la maana,
estara completamente solo, sin nadie ms que su sombra para acompaarlo. Abri los
ojos, se toco su rostro para sentir su propia piel, siempre haba algo placentero en hacerlo.
Sinti electricidad correr desde su cabeza hasta la punta de sus pies, record que estaba
vivo a veces pensaba que algo poda robar su cuerpo y aduearse de su identidad y no era
eso lo que importaba si no la sensacin de estar vivo, de sentir el suelo o la brisa, tema
perder todo esto mas as desnudo como lo dejaron sin proteccin alguna. Se dio cuenta
que estaba solo, sin nadie a su alrededor. Cerro sus ojos y aterrado se encogi en una
esquina, y all estuvo durante das enteros, das que parecan o fueron siglos, esa soledad
esa maldita soledad que senta devorando poco a poco su ser, todo l era y es, y
probablemente lo que poda ser, nunca pudo recordar a nadie ms por mucho que se
esforzara, olvido su nombre, su edad. El silencio comenz a carcomer su mente, y de l
brotaron la ira y el odio hacia aquellos que lo dejaron ah, ira que luego se convirti en
frustracin porque tanto tiempo haba pasado que no recordaba ni quien o quienes
haban sido.
Quiso llorar y gritar pero tuvo miedo de moverse, senta un dolor tremendo en su hombro
junto toda su fuerza de voluntad y abri sus ojos, movi sus pupilas a un lado para ver una
bestia horrible que estaba alimentndose de su carne, poco a poco poda sentir como
arrancaba la carne para luego dedicarse a masticar los huesos y tendones, era una
sensacin insoportable quiso gritar de nuevo y el impulso del aullido mas desgarrador
quedo atrapado en su pecho, vio al cielo para pedir auxilio a un Dios que jams respondi,
el dolor cada vez se haca ms insoportable, volteo a ver de nuevo para clavar sus ojos en
los de la bestia y finalmente comprendi que esa bestia era su soledad, una soledad que
consuma todo a su lado, rodo una lagrima por su mejilla mientras su corazn sufra los
estragos de un hambre voraz. Se volvi a quedar inmvil, solo senta que su humanidad se
haba acabado, su vida ya no era nada, solo era un bocado mas nada ms que eso, pens
que estaba muerto ya, que el trabajo voraz ya estaba hecho, ahora tambin dejo de sentir
el dolor se haba ido. Su mente finalmente pudo descansar de todo, del agobio, la
desesperacin pero aun en sueos estaba con su soledad.
Quiso abrir los ojos como si todo hubiese sido un mal sueo, lo intento de veras que s,
pero lo nico que pudo ver fue una obscuridad absoluta, se senta flotando en la nada, su
cuerpo haba desaparecido totalmente, su peor miedo se cumpli, pero ya no recordaba
cual era, quiso sentir pnico pero tanto tiempo llevaba su mente en descanso que
tambin haba olvidado como sentir, ya no tema, ya no temblaba, no senta ira ni
frustracin, lo nico que lo rodeaba era la inmensa nada un espacio negro sin luz, frio si
el frio si lo poda sentir, pero no saba si lo recordaba o lo haba vuelto a aprender,
contemplo de nuevo en donde estaba y noto que ese lugar que el al principio defini
como nada era la noche eterna en el estomago de la soledad, pero hacia frio La soledad
no es carente de sensaciones dijo para s, y as como aprendi que era el frio se dedico
enteramente a buscar nuevas sensaciones. Al cabo de un rato el inmenso silencio se
acabo, descubri el sonido como un torrente de lava chorreando alrededor suyo, y una
orquesta de pulsaciones, ruido lquido y retumbos apareci, pero solo poda orlas.
A partir del ruido comenz a construir imgenes mentales y cada vez que escuchaba algo
una luz blanca apareca delante de el, pero eso le pareci montono y aburrido, decidi
que as como haban distintos sonidos en diferentes escalas, deban existir otras luces a
parte de la existente, en ese instante vio explotar un arcoris en su mente y las luces nunca
ms solo fueron blancas, haba descubierto el color. Quiso descansar un momento, el
color lo haba agotado, pero no haba donde hacerlo, y por un momento dejo de pensar y
sinti que caa de nuevo al vacio pero esta vez cay en algo, haba tocado el fondo, y
descubri el tacto y comenz a andar como un ciego tocaba todo a su alrededor pero aun
no se poda mover, a cada objeto nuevo una imagen nueva en su mente. Estuvo un largo
tiempo palpando todo a su alrededor pero quera conocer ms, sentir cosas nuevas y
aprendi a moverse y a gatas, tal cual nio recin nacido comenz a avanzar ya no se
senta como un ser etreo, era solido y avanzo sinti cosas nuevas, lo que ms le
sorprendi fue un pilar al que se aferro y quiso llegar a darle fin a su forma, cosa que no
pudo hacer, pero se dio cuenta que ya no andaba a gatas ahora estaba erguido. Anduvo
por un tiempo un poco ms corto que la eternidad vagando por ese extrao lugar aun
viendo luces en su mente y escuchando todo a su alrededor y pudo seguir el sonido.
Conoci casi a totalidad el lugar donde estaba, a tientas llegaba a donde fuese, no senta
cansancio, y por primera vez despus de mucho tiempo record algo, record su soledad,
se vio a si mismo abandonado y desnudo en su habitacin llamada mundo, en su pecho
una sensacin extraa comenz a llenar su pecho y comenz a subir, sus pulmones se
inflaron. Sali la angustia de la soledad en forma de un grito desgarrador que inundo todo
el lugar, silencio absoluto despus otro sonido de adentro y conoci en l su propia voz,
aquella que haba olvidado por el miedo, grito una, dos, tres veces ms. Aquella voz que
era como el relmpago le infundi confianza, aquella prdida despus de tantos golpes y
decepciones. Volvi a creer en s mismo y dejo de pensar por que estaba all, o porque lo
haban abandonado.
Se canso de de su frustracin y decidi salir de all, intentar de recuperar todo lo que haba
perdido, recupero su voluntad hace tanto tiempo olvidada, camino hasta el extremo ms
lejano de su realidad, toco una pared y comenz a escalar. No se sabe a ciencia cierta
cuanto tiempo le tomo llegar a su destino incierto, entre mas suba ms dolor senta,
gruesas espinas se le clavaban en todos lados, y estas mismas le servan de apoyo para
seguir su camino a lo que l senta era su antigua vida.
Llego al borde superior de la pared y vio una luz deslumbrante, haba entrado en el mundo
de su vieja realidad, aprendi de nuevo a abrir sus ojos. Exploro todo con esos nuevos ojos
que l senta pesados y duros, pudo ver de nuevo sus manos, sus pies. Una luz brillaba por
sobre todo, tal sol ardiente iluminaba todo y abrasaba su rostro, sinti de nuevo el calor.
Pero ese sol no era absoluto a su lado devorndolo estaba esa bestia que lo condeno al
obscuro abismo de su propia soledad, sinti clera. Corri hacia ella con intencin de
matarla, al fin poda sentir que todo se acabara que volvera a ser el mismo, toda su vida
recuperada en un instante, un solo golpe terminara con todo al fin.
Tomo al animal en sus manos y con una saa brutal comenz a golpearlo, no se mova solo
reciba los golpes, el rea a carcajadas mientras lo haca, sangre negra comenz a llenar sus
puos, el estaba casi eufrico. Al fin se senta libre. Se detuvo y pudo contemplar que la
bestia estaba muerta, su cadver era una masa irreconocible y se mantuvo inmvil. En el
charco de sangre y carne negra se escucho el llanto de un nio, confundido comenz a
revolver las entraas y encontr algo que lo horrorizo un pequeo ser humanoide y
esculido era el que emita el llanto, retrocedi espantado y cay al piso, el humano lo vio
y clavo sus ojos en los suyos y al final se dio cuenta ese pedazo de carne que estaba
frente a l no era otro que el mismo, devorado por la soledad, hambriento de compaa y
sediento de cario, lo tomo entre sus brazos saba lo que tena que hacer, acerco al nio a
su corazn y se comenz a alimentar de este, no se poda dejar morir a s mismo, por
mucho que sufriera sabia que ese era el lugar perfecto para el sustento del infante y all lo
tendra hasta el fin de sus das.
Que tarde haba comprendido que el solo se haba condenado a su soledad, se haba
asesinado a si mismo, la bestia que haba devorado todo a su paso no era otra si no el,
reflexiono por largo tiempo, y la bestia apareci de nuevo en su hombro, pero ya no senta
miedo, estaba destinado a vivir con ella para siempre, se levanto y sali al fin del encierro
de su propia mente para tratar de conquistar de nuevo lo que haba perdido.
UNA HISTORIA OLVIDADA (FEDERICO Y LA SEORITA RITTENHAUS)
La primera vez que la vio no supo que pensar, ese cuerpo enorme y deforme que se
mova desnudo bajo una tenue luz roja pareca bailarle solo a l, quedo hipnotizado
clavado a su silla observando las grotescas curvas contonearse y enrollarse en un tubo.
Senta que Eso lo llamaba invitndolo a acercarse para poder distinguir bien su figura,
con la duda que embarga a alguien cuando va a cruzar en la oscuridad una puerta a lo
desconocido, inclino su cuerpo hacia adelante, acercndose a la pista, entrecerr los ojos
para poder concentrarse mejor y tratar de distinguir mejor a Eso.
Noto que era una figura alta y antropomorfa por el juego de brazos y piernas gruesos
como robles e igual de fuertes (Sus pies de verdad parecan las races de un rbol
antiqusimo) que por muy hombrunos que parecieran tenan cierta gracia femenina al
moverse. En contraste a la fuerza de los miembros. El abdomen era una bolsa que bailaba
aparte del resto del cuerpo, no era muy grande pero pareca tener vida propia, liso y con
el ombligo en botn formaba una curva que lejos de desentonar con el resto del cuerpo
pareca complementarlo. Subi la mirada y se detuvo en sus pequeos pechos cados y le
causo cierta gracia que el pezn apuntaba hacia arriba como intentando levantarlos, pero
pese a su declive natural se mantenan firmes mientras ella se mova, sigui hacia arriba
pasando por su cuello y se detuvo en el rostro, unos ojos inexpresivos apuntaban a
ningn lugar en especifico, su nariz, boca y orejas eran normales (algunos diran que
bello) y el cabello recogido en un moo terminaba de enmarcar toda su figura. Haba visto
parte por parte todos los detalles de esa mujer, se reclino y pudo apreciar el conjunto de
formas que la conformaban, lejos de parecerle grotesco disfruto todas las lneas y ngulos
que se meneaban al ritmo de una suave cancin de jazz. Todo los elementos dispares se
haban fusionado en una armona que solo el pareca entender.
Termino el espectculo acompaado por el murmullo de la gente que comentaba lo que
acababa de ver, hablaban de lo espantosa que era esa mujer y que jams en su vida
queran volverla a ver. El en cambio estaba extasiado, le estorbo la conmocin de los
dems y sali de la carpa, el barullo en el exterior lo abrumo y perdi la nocin de donde
estaba, un afiche pegado en el exterior de la carpa lo devolvi a la realidad, no lo haba
notado cuando entro, escrito en inmensas letras rojas estaba escrito Presentando a
Martha Rittenhaus, la figura imposible est de ms decir que esto le pareci ofensivo,
pensaba que haba sido algo extraamente hermoso. En ese momento viendo el afiche
decidi que quera conocerla, hablar con ella, deleitarse de nuevo con ese conjunto de
formas, intento entrar de nuevo a buscarla pero ya estaban apagando las maquinas y
sacando a la gente de la feria y no tuvo ms remedio que consolarse con el pensamiento
de volver al da siguiente.
Camino de vuelta a su casa, en su cabeza se formaban imgenes de Martha llamndolo
pidindole que se acercara de nuevo, por mucho que intento sacarla de sus pensamientos
ella segua apareciendo. Al llegar su esposa lo esperaba en la cocina, lo recibi con un
beso y le pregunto qu tal la haba pasado en la feria; pens en contarle sobre Martha y la
impresin que le haba causado pero solamente le dijo -Bien. Cenaron juntos y fueron a
acostarse, en los ltimos meses su mujer haba intentado quedar embarazada teniendo
sexo todas la noches sin xito alguno pero igual lo seguan intentando con la misma
regularidad. Pero esta vez fue distinto, el siempre disfrutaba hacerlo con su mujer, le
daba asco mirarla le pareca anodina, carente de espritu y su tacto era como una
quemadura que abrasaba su piel. Termino la faena y se dio vuelta para dormirse sin decir
una palabra ms. So con Martha Rittenhaus, la vio de nuevo en el show, pero solo
estaban los dos, ella se acercaba seductoramente, lo abrazaba y lo besaba mientras l se
derreta de placer; senta como ella recorra centmetro a centmetro todo su cuerpo. Se
transformaron en un solo ser, fue una experiencia distinta a la usual; en lo que estaba a
punto de alcanzar el clmax su reloj despertador son gritando que ya eran las 6 de la
maana.
Una ducha fra termino de espantarle el sueo, su esposa llevaba un buen rato levantada
preparando el desayuno. Tomo una toalla, se seco el cabello y volteo a ver el espejo,
saba que se estaba mirando a l mismo pero esta maana haba algo distinto su reflejo
no era el mismo de siempre pareca distrado, frio y distante como si estuviese ah por
obligacin imitando todo lo que l hacia, se acerco un poco y efectivamente era su vivo
retrato pero carente de sentido. Todas las partes de su rostro estaban en el lugar
correcto; aun as algo no pareca correcto, toco su nariz, sus mejillas, sus orejas y si eran
las suyas pero no lo senta as, quiso acomodarlos de manera distinta pero le fue
imposible. Sinti un ruido en la habitacin pero no le prest mucha atencin, estaba
ocupado en la tarea de hacer que su reflejo fuera el mismo de nuevo reacomodando su
cara, el ruido se volvi ms intenso hasta un pjaro se fue a estrellar al espejo muriendo
en el acto, con una mano todava en su cara volteo a ver al lugar donde haba estado
antes su cara reflejada, se sorprendi de ver su semblante distorsionado en los
fragmentos que haba dejado el ave, su nariz se repeta en su frente, una oreja estaba en
el lugar de su ojo izquierdo, y este haba bajado hasta casi quedar en su boca, la armona
o mejor dicho SU nueva armona haba regresado; justo en ese instante record el sueo
con Martha.
Su esposa entro corriendo al bao despus de escuchar el sonido de cristal, toco el
hombro de su esposo y pregunto -Federico Ests bien?, el escucho una voz distante
pero lo que lo termino de sacar del momento de euforia repentina al verse deforme en el
espejo fue el tacto insustancial de su mujer, era igual que la noche anterior el sentimiento
de que esa piel que rozaba con la suya era la de un cadver putrefacto sin nada ms que
gusanos y podredumbre en su interior. Se sacudi asinti con la cabeza -Estoy bien, por
favor no vayas a tirar el espejo, y sali del bao.
Durante los siguientes das Federico no pudo concentrarse ni tener un momento de
tranquilidad, su trabajo de archivero en una oficina de gobierno le pareca insufrible, las 8
horas que duraba su jornada eran un calvario sin fin en el que el nico consuelo era la
idea de Martha y volver a verse en el espejo quebrado que esconda en un bal de la
bodega de su casa y que solo el tenia la llave. El haba engaado a su esposa dicindole
que se iba a deshacer de l, pero la seduccin de verse distinto fue mayor que la culpa
por mentirle por primera vez a su mujer. Cada noche pasaba horas vindose y
admirndose preguntndose si su rostro se vera as algn da como en el reflejo,
pensando en Martha y lamentaba lo anodino de su vida.
Una noche despus del espectculo (iba a verlo los martes, jueves y sbados) se quedo
parado esperando a que Martha saliera por algn de la tienda, ya se estaba dando por
vencido cuando de un costado de la carpa vio una figura enorme cubierta por un abrigo
de piel, su corazn dejo de latir un momento eterno, mil pensamientos abrumaron su
cabeza Qu decir? Qu hacer? Qu dira ella al verlo? Cmo la abordara? No poda
llegar a decir Hola, he estado pensando en ti todos los das pensara que era algn tipo
de loco. Una gota de sudor frio que se resbalaba sobre su espalda lo hizo salir de esa nube
interminable de ideas y escenarios la quedo viendo fijamente alejarse. El destino o una
fuerza distinta le susurr a Martha al odo obligndola a voltearse y ver directamente a
los ojos a un hombre parado detrs de ella, lo reconoci como el tipo que iba seguido a su
show as que le sonri y movi su mano de lado a lado ms en seal de despedida que
saludndolo, volteo y sigui caminando a su destino sin preocuparse por el hombre que
haba dejado atrs.
Martha se estaba preparando para dormir cuando alguien toco a la puerta del cuarto
donde se hospedaba con otros miembros del carnaval, pens que sera alguno de sus
compaeros con un mensaje del jefe (nadie la visitaba ni tena amigos). Se asomo por la
mirilla de la puerta y vio al mismo hombre que la estaba viendo cuando sali en el
carnaval, la primera reaccin fue de asombro, pasando luego por el miedo para terminar
en curiosidad, tocaron de nuevo al que ella con voz ronca e indiferente le pregunto que
deseaba a lo que el hombre respondi -Mi nombre es Federico, soy un gran admirador y
me gustara hablar un momento con Seorita Rittenhaus.
A Martha le tomo un momento ordenar sus ideas, nunca nadie la haba querido conocer,
y era la primera vez que alguien se diriga a ella con tanto respeto; el rechazo era su pan
de cada da, aun sus compaeros la detestaban y la evitaban, este tipo de visa la haba
convertido en un ser insensible que miraba al mundo como un lugar gris y sin esperanza.
Abri la puerta y lo dejo pasar.
Federico sali de la habitacin un par de horas despus, no es que quisiera irse pero
Martha le aconsejo que se fuera y volviera la noche siguiente. Apenas llego a su casa se
meti en la cama diciendo que haba tenido un psimo da (excusa que usaba mucho
ltimamente para no tocar a su esposa) y estaba cansado. Al momento que se cobijo
pens en la larga conversacin que hace poco haba tenido recordando momento a
momento las dulces horas que estuvo encerrado en esa habitacin de hotel. Por lo
intenso de la presencia de Martha no recordaba las palabras que dijo, pero en su
memoria quedaron grabados todos los gestos, miradas y los sentimientos que ambos
exhalaron por sus poros.
En un silln rosado, con ella sentada rgidamente en una cama medio hecha, se hundi
intimidado por la mujer de dos metros con cuerpo deforme amenazando con tirrsele
encima para atacarlo con agresividad y destrozarlo pedazo a pedazo como una bestia
salvaje. La idea de ser devorado no le disgusto, ya se senta muerto pero estar con ella le
daba vida, a diferencia de cuando se miraba en el espejo que solamente provea un
respiro temporal y falaz. Inhalo un poco de oxigeno del aire para que este llegara a su
cerebro y este le diera coherencia a sus palabras, pero apenas abri la boca miles de
palabras comenzaron a surgir, nunca pudo recordar bien lo que significo ese tropel de
silabas conjuntas que causaron que Martha dejara su pose agresiva y poco a poco se
fuera relajando, su lengua no se par de mover causando una infinidad de reacciones en
ella, por momentos sonrea o se sonrojaba y hubo un momento que pareca que una
lagrima bajaba y se suicidaba en el borde de su mejilla, resquebrajando as la dureza que
haba presentado al principio. Las campanadas del reloj de la plaza le advirtieron de la
hora, lo despidi con un beso y ahora el estaba en su cama tratando de dormir
embelesado en el recuerdo.
Las 5 de la madrugada, en la radio un programa de cuentos populares le daba cierto
ambiente de cuento irreal al comedor, el humo de una taza de caf sobre la mesa
formaba figuras etreas que en un segundo representaban algo y despus el opuesto, a
Federico le pareca una analoga del mundo y las personas en el, ese tipo de reflexiones le
acercaban mas a Martha. Pese a lo poco comn en la figura de esta pareca mantener una
unidad con todo lo que le rodeaba, autentica, real, tangible y armoniosa eran las palabras
que mejor la definan. Ella tampoco haba dejado de pensar en el, era la primera vez que
un hombre le expresaba admiracin y cario. No podan dejar de extraar al otro, ambos
sentados frente a una taza de caf en sus casas no podan esperar a que llegara la noche.
Ambos pasaron el da ansiosos por el encuentro prometido, Federico estuvo en un un
pequeo infierno archivando una torre de papeles de trmites olvidados o mandados a
engavetar por alguno de los jefes de turno, quera que el tiempo se pasara volando pero
cada minuto sufra de una larga agona, se negaban a morir haciendo de su oficina una
dimensin aparte donde los segundos se hacan eternos. La ilusin se disipo cuando el
reloj dio las 4 de la tarde y dos horas ms tarde estaba esperando sentado en una cera
esperando a que Martha entrara al Hotel.
Martha no saba que haba pasado por su cabeza al invitar a Federico de nuevo al hotel,
su instinto libro una batalla contra su lgica a lo largo del da, esta se agravo durante su
espectculo. Al terminar este la razn sali victoriosa y tomo la decisin que si apareca le
cerrara la puerta en la cara y le pedira no volver jams. Regreso caminando al hotel, al
irse acercando lo vio sentado contemplado el vacio, con paso decidido se le acerco poco a
poco, ese era el instante para sacarlo de su vida, Federico la miro y le sonri, dentro de
Martha sus sentimientos terminaron mandando y lo invito a subir con ella. Esa vez no
dijeron nada, apenas se cerr la puerta ella se le lanzo encima y le dio un beso que separo
a Federico de su cuerpo y lo hizo sentir lo mismo que en el sueo, ambos se sentan
felices al fin, liberados de las cadenas que jams haban sentido en su vida. Sus almas se
juntaron y danzaron al compas de los autos que pasaban fuera, sin saber en qu
momento ni de qu forma ambos ya estaban desnudos amndose, revolcndose en las
sabanas limpias que haban cambiado esa maana. No dijeron una palabra en toda la
noche, estaban en un mundo donde solo las sensaciones visuales y tctiles se hacan
presentes, como una cometa flotaron en una realidad distinta ajena a este mundo donde
todo lo que importaba era la fusin de sus seres en algo bello. Federico pudo apreciar el
conjunto de formas confusas de Martha y como estas formaban un complejo armnico
con todo lo que la rodeaba, se mezclaba con las sabanas y las paredes ella como si ella
fuera una parte vital del universo, Martha era el universo materia y vacio en el mismo
cuerpo, ella era el todo y las partes. El se sinti parte de esa hermosa complejidad, juntos
se convirtieron en la realidad visible y abstracta. En la maana ambos yacan desnudos
tomados de la mano, era la primera noche en toda su vida de casado que Federico no
llegaba a su casa pero esto no le importo y tambin sera la primera vez que Martha no
ira a su trabajo.
Las estadas de Federico en la habitacin se fueron prolongando cada vez ms, ahora no
se quedaba solamente un da o una noche ahora pasaba semanas enteras junto con
Martha en su habitacin, el tiempo cada vez se haca ms corto y ambos se necesitaban
con regularidad tanto as que ambos surgi la loca idea de vivir juntos en esa habitacin
por el resto de sus vidas.
La esposa de Federico lo notaba distante y frio, soporto con admirable estoicismo las
largas ausencias de su esposo pero no fue por amor que lo hizo. Saba que la engaaba,
pero no le interesaba saber con quin el sentimiento de traicin era ms que suficiente
para que tomara la decisin de abandonar el hogar y olvidarse de su familia. Durante 9
meses soporto la indiferencia de Federico hasta que dio a luz a una nia. Cuando regreso
del hospital, aprovechando que su esposo estaba ausente, dejo a la bebe en la cuna y se
fue para no volver jams. Federico regreso y lo nico que encontr fue una casa con el
recuerdo de una familia.
Ambos construyeron un nuevo hogar y comenzaron nuevas vidas, Federico consigui un
nuevo empleo y Martha comenz a ejercer el oficio de ama de casa. Algo extrao sucedi
cuando Martha comenz a convivir con la bebe, comenz a lactar para poder alimentar a
la que ahora era su hija, y segn pasaban los das poco a poco se fue pareciendo mas a
ella. La vida familiar era deliciosa, dentro del hogar se respiraba un ambiente de paz pero
fuera la hostilidad se hacia presente, a los vecinos no les pareca tener a Eso viviendo
cerca de sus hijos y familias la miraban con desprecio, esa figura abominable causaba el
malestar general, siempre que Martha sala sufra insultos y uno que otro empujn
mientras caminaba entre las multitudes de los mercados; nada importaba porque saba
que al volver su hija la esperara con los brazos abiertos y su amor llegara despus, los
malos tratos ya los haba sufrido antes pero ahora tena un motivo para soportarlos. Poco
a poco fueron aislando a esta nueva familia de la sociedad, les prohibieron asistir a
eventos pblicos, el sacerdote les recomend no volver a la iglesia para poder mantener
el orden dentro de la misma, a Federico si le permitan entrar solo a todos los lugares
pero jams a su nueva mujer y la hija deforme.
El tiempo fue pasando con normalidad, pero la incomodidad contra Martha se fue
convirtiendo en odio y repulsin. Ella dejo de salir desde una vez que una piedra de
manos desconocidas le abri la cabeza y la dejo inconsciente en la va publica y nadie se
detuvo a ayudarla, cuando recobro el conocimiento se arrastro como pudo de vuelta a su
casa y no volvi a salir. Ahora Federico se encargaba del gobierno de la casa, era una
condicin que no esperaba pero la acepto, al fin y al cabo que era feliz y no dejara que
nada cambiara eso. La nia fue creciendo saludable e igual a su nueva madre, las mismas
deformidades e imperfecciones que haban cautivado a Federico se manifestaban en la
pequea.
Una noche varias personas entraron a la fuerza a la casa, amarraron a Federico a una silla,
le taparon la boca y lo obligaron a ver como golpeaban a Martha hasta dejarla hecha un
amasijo de carne, huesos y sangre. No la queramos en el pueblo fue toda la explicacin
que le dieron mientras l se agitaba tratando de zafarse pero le fue imposible, le pidi a
Dios que lo mataran a l tambin para no tener que cargar con el peso de la vida el solo
pero este pareci no escucharlo. Su universo haba muerto. A la maana siguiente
despus de mucho llorar y casi ahogarse en su propio la silla cedi y se quebr, dejndolo
as libre. Corri y abrazo a su hija, sali de la casa y quiso que se hiciera justicia pero todos
se hicieron de odos sordos a sus reclamos, se limitaron a decirle que se fuera del lugar
con su hija y no volviera.
Pensaron que le haban hecho un bien al librarlo de los encantos de Martha, pero al
matarla le haban quitado su vida. Federico era un cascaron vacio, en el no haba ni un
rastro de humanidad era como un animal que simplemente satisfaca sus necesidades
bsicas, su hija le pareca un bulto de carne y una responsabilidad para lo que estaba
preparado. Senta que cada da que pasaba la nia lo iba asfixiando y quitndole la vida
poco a poco, pens en abandonarla a su suerte o matarla pero eso sera una traicin a la
memoria de Martha, una noche de tormenta dejo a su hija en la puerta de un orfanatorio,
sabia el destino de burlas que le esperaba pero no poda mas con ella era algo demasiado
grande para l solo, tena que escapar del infierno en el que se haba metido. El suicidio
no era opcin para Federico, careca de la fuerza necesaria para hacerlo, roci su casa de
gasolina y la quemo hasta las bases para que nadie supiera de su historia junto a Martha
Rittenhaus, y se fue del pueblo en un barco con rumbo al olvidio.
6 aos 3 meses 5 das, era el tiempo que llevaban sin hacer ningn movimiento decisivo
segn el diario del Coronel Martnez, se limitaban a vigilarse constantemente. La guerra
haca mucho tiempo haba terminado pero por alguna broma del destino nunca llegaron
las noticias a la isla que no apareca en ningn mapa pero pareca tener algn valor
estratgico. Ambos bandos esperaban tropas frescas para relevar los sucios soldados
carcomidos por el tiempo, todos eran un retrato en sepia de lo que solan ser. Desnutridos
por comer races y uno que otro pescado que se aventuraba a las costas de esta roca en
medio del mar, solo la determinacin sorda por obtener la gloria mantena al Coronel
Martnez firme en su puesto, impvido ante todas las desgracias que haban pasado, no
poda moverse de ese lugar hasta recibir las ordenes de un cuartel general que haca
mucho tiempo haba desaparecido, borrado de un plumazo en un tratado de paz que a
nadie beneficiaba excepto a los traficantes de muerte que se haban enriquecido con
todos los que creyeron luchar por su patria.
Un radio de transmisin viejo era el nico medio de comunicacin posible con el exterior,
pero haba una prohibicin de usarla por medio a que el enemigo estuviera espiando las
transmisiones, su uso estaba penado con una ejecucin sumaria. Una noche unos
soldados envalentados por un poco de aguardiente que quedaba en las reservas,
aprovechando que su Coronel estaba dormido, entraron al cuarto de transmisin pero
fueron sorprendidos por el fuego de una ametralladora fantasma en manos de un indio
mudo con el rango de cabo que gozaba de la confianza plena del mandams. El Coronel se
despert con cuatro cadveres perforados -Que mierda paso aqu? le pregunto al indio
que por medio de seas le explico lo que haba pasado. -Bueno, estaban advertidos, hay
que limpiarlos y subirlos en las torres de vigilancia. No podemos dejar que los cabrones de
enfrente se den cuenta que tenemos menos hombres As era con todos los que fallecan
por una causa u otra, por su carcter militar no podan abandonar el puesto ni muertos,
con el fusil en la espalda se hinchaban vigilando el frente. Despus de poner a los guardias
en su puesto nuevo, reuni la tropa y despus de contarlos vio que su cuerpo armado
constaba de 6 soldados vivos y 20 muertos apostados en las labores de centinelas, mando
al indio a revisar los suministros a las bodegas, no quedaba nada a parte de los galones de
agua salada que era la nica disponible para beber y un armamento suficiente para mil
guerras. Ordeno que fueran a buscar algo para comer y que regresaran antes del
medioda. El campamento quedo vacio, entro a su tienda y vio en el espejo que usaba
para afeitarse un rostro que ya no reconoca, estaba calvo y con el bigote canoso. Sus
manos antes fuertes y agiles ahora eran huesudas y torcidas por la artritis, quiso cerrar los
puos pero el dolor se lo impidi, sufra en silencio torcido en su cama todas la noches
empequeecindose cada vez mas. Sentado a la orilla de la cama hizo clculos mentales
de que poda hacer con la gente que le quedaba -Esta vaina no va a aguantar mucho.
Tenemos que hacer algo Cruzo los brazos detrs de su cabeza para hundirse en un estado
ms parecido a un desmayo que al sueo.
Cuando al fin se decidi desobedecer las rdenes de no moverse hasta que as lo
dispusiera el alto mando en tierra firme, se visti con su uniforme de batalla y le grito a
sus tropas que mataran a la solitaria burra flaca que les serva mas de compaa que de
carga, esa sera su ltima noche en ese lugar, cenaran carne porque al amanecer
atacaran al enemigo. Fue una noche solitaria, tenan la apariencia de un grupo de
fiambres que estaban en esta vida ms por costumbre que por las ganas de hacerlo,
devoraron la carne tiesa con avidez y un apetito voraz hasta que no quedo nada ms que
huesos y pellejos.
Al toque de corneta, el Coronel Martnez ya estaba listo, con su pistola en la funda y las
fajas de tiros cruzadas en el pecho. Los nicos que parecieron escuchar la llamada fueron
los centinelas de hueso y podredumbre que se mantenan firmes en sus puestos, pens
que los 6 restantes se haban quedado dormidos o desertado, con gran dolor empuo su
pistola y se dirigi a la barraca donde dorman. -Maricones, levntense. He conocido
mujeres con mas huevos que ustedes solo le respondi el viento que hacia golpetear una
ventana. Destapo uno de los bultos que dormitaba en un catre, el horror se apodero de l
cuando vio un bulto hinchado con una expresin desencajada en el rostro, lo mismo paso
con los otros seis paso lo mismo, en la noche la muerte al fin se llevo las almas de los
ltimos pobres diablos que le quedaban. La violencia se apodero del Coronel tumbo uno
de los cadveres al piso y de un puntapi le destripo el estomago, brotando de la herida
sangre y un vapor verde que le hizo lamentarse de su accin, apoyado en la puerta vacio
el poco contenido que le quedaba en su estomago, una extraa debilidad le quedo desde
ah.
Su determinacin no se vio cortada ni por la mujer vestida de negro que lo miraba con una
sonrisa burlona flotando sobre el campamento. Con el indio a su lado destranco las
puertas y comenz su marcha hacia el final de su destino, cada paso era un martirio,
senta como el estomago se le iba inflamando y las tripas no paraban de retorcerse en una
infinita agona. La distancia era de tres kilmetros, metro a metro sus piernas comenzaron
a flaquear, mas ruidos de adentro, un liquido acido subi por su garganta quemndole
internamente, una baba verde broto de la comisura de sus labios, no pudo caminar mas
pero estaba cerca muy cerca, ya poda ver levantarse enfrente el campamento enemigo,
se olvido del indio, de la mujer que flotaba, de sus hombres aun en pie vigilndolo desde
lo lejos. Como pudo entro al lugar que tanto haba anhelado, espero una lluvia de
metrallas en su espalda pero solo obtuvo silencio. Una peste inmunda inundo sus
sentidos, muchos esqueletos lo observaban con sus sonrisas ptreas, la tienda del Coronel
enemigo estaba ya a solo unos metros con la puerta, sigui a gatas vomitando sus propio
rganos consumidos por el veneno que fue la carne de la mula. Sentado frente a l estaba
un viejo sentado en una mecedora con todos sus medallas clavadas en su chaqueta de
gala, levanto su arma, jalo el gatillo y la bala perforo el crneo del viejo que no se movi,
satisfecho miro al indio al indio que estaba de pie junto al pendiente de todos los
movimientos externos, le ordeno acercarse y con un hilo trmulo de voz balbuceo algo y
cerr los ojos para siempre. La bandera nacional ya ondeaba en los dos campamentos, el
nico testigo de este valor intil armo una balsa y puso rumbo hacia el atardecer, jurando
olvidar esa victoria que no perteneca nadie.