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El vuelo de la Oca
Entrevista a Mara Jos
Martnez Vz q uez de Pargo Mara Jos Martnez Vzquez de Pargo es pintora y profesora de Dibuo. Se doctor en Bellos Artes con una investigacin centrada en la representacin del juego en lo pintura. Juego, Figurcin, smbolo. El Tablero de la Oca (451 editores) constituye una apasionante lectura en el que lo creatividad y el rigor atrapan 01 lector hasta lo ltimo cosilla. Uno puede sentir cierto hipnotismo al ver cmo juega otra persona. Ms all del aprendizaje mimtico, de reparar en la forma cmo se comporta o de intentar in ferir los patrones y criterios que guan su actuar, a veces simplemente sentimos la fascinacin de aquel pequeo que admira y, por qu no, hasta envidia a ese chaval de primaria que se maneja con tanta sol tura y dominio en un juego en el que (to dava?) no participamos. Es cierto que ya en las primeras pgi nas de Juego, figuracin y smbolo. El tablero de la oca (451 Editores), Mara Jos Martnez le ofrece los dados al lector. De hecho, ha constituido una de las lectu ras ms placenteras e inteligentes en las que ltimamente haya participado. Sin embargo, uno no deja de envidiar esa ca pacidad que ostenta Mara Jos de inven tarse un juego, con toda la seriedad y destreza que ello implica, y adems ha cindonos partcipes de su entusiasmo y capacidad de disfrute. C Investigar el juego, es divertido o termina aburriendo? Como objeto de estudio el juego es un tema apasionante y tan extenso que parece no tener fin. Comenc buscando el significado de un juego milenario ya perdido con estructura en espiral, pOSible antecedente de la oca, del que slo conoca una imagen. Mi inters fue creciendo segn iba leyendo a los expertos sobre juegos en sus mltiples facetas, ya que esta informacin complementaba la interpretacin del material grfico que fui compilando a lo largo de aos. Y continu interesndome en los textos y representaciones grficas y plsticas de juegos y situaciones de juego. Lleg un momento en que absolutamente todo lo que aconteca a mi alrededor poda relacionarse, por analoga o por contraste, con el vocablo. Una obsesin! C Entonces, para usted el juego ha sido algo ms que un objeto de investigacin. Qu apost? Mi reto personal consisti en estructurar todo aquello que a mi juicio resultaba novedoso o importante para ser divulgado de forma creativa, y eleg precisamente recrear, con todo el material valioso, la obra objeto de estudio: un tablero de juego de la oca. As que pas del objeto de estudio al mbito del anlisis y de la investigacin, y de ah al de creacin, forjando mi trabajo como una obra cuyo fin consiste precisamente en invitar al lector a "inmergirse" en el juego, en ste y en todos. C El Tablero de la Oca es para usted un objeto de estudio, una obsesin, una actividad de creacin que invita a otros a jugar ... hay algn otro nivel que se me escape? S, destaco el de la oca en el terreno del aprendizaje, que es algo desconocido y apasionante. No esperaba encontrarme la cantidad de ocas A QU JUGAOS? Gustavo Puerta Leisse Ma Jos Marnez de Parga Juego, figuracin, smbolo. El Tablero de la Oca Madrid: 451 Editores, 2009 EDUCACtN y BtBlIOTECA N. 174 - NOVtEMBREDICIEMBRE 2009 1 1 temticas destinadas a la enseanza, descubr que los franceses haban grabado y estampado con maestra en el siglo XVIII. Las vietas son entretenidsimas: basta una lupa, o mejor un cuentahlos, y algo de tiempo para descubrir en los fragmentos que he seleccionado, que hasta las lecciones ms difciles de aprender podan convertirse en agradables ocas. Y a lo largo de la historia no han cesado de aparecer tableros temticos. El juego en general, y la oca en particular, son excelentes estrategias de aprendizaje. < L metodologa, estructura o estrategia del juego de la oca y de su libro se materializan en la imagen del espiral. Nos podra hablar al respecto? Resulta ser la forma geomtrica ms envolvente, mvil e hipntica de las que encontramos en la naturaleza. En la economa grfica del signo obtenemos un desarrollo largo y dinmico. Adems, las espiras se interrelacionan con las zonas prximas y es sencillo pasar de unas a otras en la misma regin de la figura. Si ahora pensamos en un tablero de la oca, apreciamos que en una pequea superficie hemos obtenido un recorrido de sesenta y tres vietas (largo), con casillas especiales (que expanden o encogen el recorrido) y con ciertas figuras anlogas en su imagen que facilitan los cambios. El objeto en que centr mi investigacin resultaba a mi juicio el ms idneo para estructurar mi discurso. Y por el tipo de material y por la apariencia del tablero de la oca, entend que adems resultaba ser ms coherente para realizar mi obra. As que ilustr un tablero imaginario siguiendo los captulos a modo de casillas marcadas en el tablero y respetando tanto las reglas del juego como el recorrido espiraliforme, envolvente y centrpeto. < Est muy presente en la lectura de este libro-tablero la imagen grfica. Al pasar las pginas sentimos por momentos que estn estructuradas linealmente pero en otros momentos tenemos la impresin de que es el azar quien rige su sentido. La estructura es, efectivamente lineal, pero no recta sino intrincada, sinuosa y envolvente como la misma forma espiral. Podra tratarse de una fractal, pero tal y como entiendo topolgicamente la figura, no es el caso. Muy pensado y conjugado estrictamente con el texto, he creado un discurso doble que se "inmerge" linealmente en los captulos-casilla. Ambos discursos, las imgenes y el texto, son paralelos y se encuentran dispuestos respectivamente en las pginas pares e impares procurando que lo que se lee, ilustre la imagen de su pgina. < Entonces, la suerte, el azar y lo aleatorio no es el responsable de la hermosa tensin que se crea entre texto e imagen. No. He seleccionado meticulosamente cada imagen y la he anclado en el lugar que he considerado preciso para crear una secuenciacin siguiendo un hilo conductor ininterrumpido que conecta cada imagen con la siguiente, desde la primera hasta la ltima, no slo dentro de cada captulo sino tambin de uno a otro. Y procurando adems respetar el significado y las reglas de las casillas del tablero. Y es precisamente el texto que se lee en la pgina el que ilustra a cada imagen, aunque parezca un f I EDUCACIN Y BIBLIOTECA N. 174 - NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2009 contrasentido. Incluyo en ocasiones, saltos inesperados pero han sido totalmente programados. As que, el azar, entendido como la casualidad, la ocasin, la coincidencia o la suerte (buena y mala) no los incluyo como factores determinantes en mi trabajo. < Sin embargo, la lectura del libro no slo puede ser lineal, tambin invita a saltar de una casilla a otra. Quien decida leer, hojear (con hache y sin ella) el libro, pueda hacerlo con unos dados, que eso pretendo. Han podido intervenir casualidades, ocasiones, coincidencias y suerte, pero de manera tangencial a las espiras del discurso. Me explico: pueden haber desviado la trayectoria en cierta medida pero no la han cambiado ni truncado. Porque en mi investigacin, como entiendo que debe pasar en todas, dar con cada hallazgo en cada momento, por muy espectacular que haya sido el encuentro, es precisamente parte del proceso de investigacin. Y en estos casos, en lugar de hablar de azar, prefiero referirlo como la probabilidad. Distintas son las casualidades que surgen en un segundo plano, por ejemplo en mi vida personal o laboral y que se relacionan indirectamente con mi estudio. < Alguna ancdota azarosa. Tengo para aburrir porque no cesan desde el mismo comienzo de la investigacin. La penltima? Cuatro meses antes de que el libro saliese a la calle, una autora con mi mismo apellido (y posiblemente tambin con mismo nombre aunque no lo he comprobado) puso a la venta su novela El Juego de la Oca, y en mi ttulo se lee "tablero" en lugar de "juego", pero realmente son ttulos muy prximos. As que por ttulo, autora y proximidad temporal en las publicaciones, es fcil imaginar que en ms de una ocasin se nos ha confundido. La ltima? Vi hace unas semanas un libro recin publicado con una portada y un formato muy similares al mo. La casualidad no acaba de sorprendernos! Mi mayor sorpresa fue constatar que el autor reeditaba su obra aparecida en otro pas varios aos antes con otra portada igualmente similar. Me consol pensar que mi estudio del cuadro de Brueghel es muy anterior a todo esto. Por cierto que el azar como sujeto de estudio acapara bastantes pginas propias de mi obra. < Si hubiera que destacar slo un elemento de la simbologa del juego de la oca, cul seria para usted el ms oportuno para despertar el inters de alguien que no ha visto en el tablero de la oca nada ms all de un juego infantil? El laberinto: dentro de la espiral del tablero, que ya de por s es otro laberinto. < Qu le apasiona y qu le asusta del laberinto? Perderse en el laberinto es el temor comn, pero en mi caso prevalece la bsqueda de la salida, con el factor sorpresa aguardando en cada rincn sobre los posibles temores. Siempre me ha fascinado la figura por el inters del recorrido visual y situacional. Los laberintos de setos, que por suerte todava quedan en algunos jardines, son apasionantes. Tambin los ya casi desaparecidos (por peligrosos) laberintos de cristaleras y espejos. Y la intrincada obra pictrica de Anson Russo, por nombrar a un artista plstico, es digna de mencin. Hay una cosa que siempre me ha llamado la atencin del juego de la oca y es el hecho de que una partida no culmina cuando alguien consigue terminar sino que todos los jugadores deben acabar su juego, cmo interpreta usted esto? Cada jugador, como en la vida real, tiene su propio desarrollo personal en la partida. Y los dems jugadores lo asumen porque cada uno se centra en el suyo. El primero es precisamente esto: el primero en llegar al jardn de la oca. Pero no el nico, sino el que lleg antes. y todos llegan. Bueno: algunos nios terminan la partida cuando han llegado casi todos los que estn jugando. Y tambin hay casos de sujetos muy competitivos que rompen el juego cuando alguien ya lleg. Pero en trminos generales mi opinin es que tal vez tuviera mayor analoga el juego de la oca con el desarrollo de la vida personal en otras culturas o pocas no tan remotas en las que lo importante fuese llegar al jardn, y no esquivar la muerte que es lo que prima aqu y ahora. < Partiendo de que el tablero y la partida son metforas de la vida, tengo la siguiente inquietud: el juego lo gana quien llega primero mientras que en la vida anhelamos quedarnos el mayor tiempo posible. Es real esta oposicin o slo aparente? En el juego ansiamos llegar cuanto antes al jardn, para lo cual debemos eludir la casilla de la muerte. En la vida, Picord, El nuevo juego de la oca renovado por los griegos, Bibliotheque Natianale de Fronce, Pars sin embargo, tratamos de dilatar el tiempo vivido lo ms posible. Pero esta supuesta contradiccin es secundaria porque lo importante en ambos casos es el deseo comn de evitar la muerte. Aunque el tiempo es un concepto que buscamos, corto o largo, segn se trate del juego o de vida real, la muerte es el final en este segundo caso y no lo es en el juego, que acaba cinco casillas ms all. La comparacin entre la vida genricamente hablando y su metfora visual en forma de juego se trunca en la casilla 58. L casilla 58, ha cambiado mucho en su evolucin iconogrfica? Pues no. Desde el primer tablero conservado tal y como conocemos el juego, que lo situamos hacia 1640, la calavera y el esqueleto, atributos de la muerte, slo han sido cambiados por imgenes de desastres o metforas muy negativas en los tableros temticos antiguos. En cul casilla teme caer? El pozo es la ms temible por ser la ms cruel: quien cae en ella desea el mal ajeno para liberarse. Por cul casilla siente predileccin? Mi preferida es el jardn: el xtasis de lo sublime desencarnado. Nos puede hablar un poco acerca de la historia de la casilla del jardn. Hay quien opina que est en la casilla 64, es decir, que no tiene nmero pero se encuentra despus de la 63. Parece irrelevante, pero la interpretacin numrica inicitica con respecto a la EDUCACIN y BIBLIOTECA N. 174 - NOVIEMBREDICIEMBRE 2009 DOSSIER. A QU JUGAOS? El triunFo de lo muerte (Museo Nocional del Prado de Madrid) de Pieter Brueghel el Vieo colocacin de ciertas figuras en el tablero, cambia. En un principio, en los tableros de hace trescientos y cuatrocientos aos aparecan representadas monedas y en ocasiones tambin una fuente con asado, atributos relacionables con la apuesta, pero con el tiempo quedaron las figuras propias del jardn o cualquier sustituto en imagen, siempre cnit o culmen del estilo y temtica con que se represent el tablero. Adems, desde muy temprano se incluyeron las reglas, por lo que se encuentran muy a menudo conjugadas imgenes y didascalias. En la actualidad todos recordamos la imagen de un jardn con nades, que son las estampas del tablero ms distribuidas y reinterpretadas. < Hay algn otro juego que para usted tenga un inters y riqueza de significados semejantes al de la Oca? Semejantes, ninguno. Con riqueza de significados, muchos. El ajedrez y los naipes son dos buenos ejemplos, accesibles a todos, y que tambin llevan siglos acompandonos sin cambiar un pice. < Las aucas aparecen de pronto en su libro. No tienen mucha presencia pero me da la impresin de que usted ha reflexionado acerca de ellas. Qu le interesa de estos pliegos? Adems de la aproximacin entre ambos vocablos y de tratarse de pliegos con secuenciacin de vietas y por tanto con desarrollo de historias o temas, en ambos casos estamos ante las primeras estampas divulgativas populares, algunas con cuatrocientos aos de antigedad, muy demandadas entre gente de pocos recursos y en pocas en las que cualquier imagen representada disparaba la imaginacin y adquira el valor de un tesoro. La historia de la reproduccin de imgenes por tiradas gracias al tallado de matrices para estampaciones fue un invento no slo al servicio de la religin ("estampas"), y tanto aucas como tableros son los casos que ms me han interesado no slo por el estudio de sus tcnicas y su evolucin histrica, sino tambin por el valor interpretativo que pudieron adquirir estas vietas en su entorno sociocultural. Y a partir de ah, podemos aadir el valor aadido del [ EDUCACION y BIBLIOTECA N. 174 - NOVIEMBREDIClEMBRE 2009 coleccionismo, que es el pilar en que se sustentan los fondos que nos han llegado hasta hoy. < Una vez que ha cerrado este libro, qu pregunta sobre el juego de la oca sigue sin ser respondida? La que se encierra en la portada del libro: el fragmento del cuadro conservado en El Prado, de Pieter Brueghel el Viejo, en que figura una mesa con los restos de un banquete sobre la que aparecen adems unos cartones o estampas con casillas secuenciadas y con aves representadas. Se trata de un juego similar a la Oca, pero cuyo uso requera tableros individuales? Porque, de ser as, estamos ante el antecedente ms directo del Juego de la Oca ms antiguo que se conoce histricamente. Pero despus de mi investigacin, que ha sido intensa, sigo preguntndomelo. < Recomindenos un libro. Ms que un libro, una publicacin: Un coup de ds ... de Stephan Mallarm preferiblemente en una de las primeras ediciones francesas. Sobrecogedor! .