Se argumenta aqu, la necesidad de desarrollar una teora sociolgica de los procesos de integracin - desintegracin social en las sociedades contemporneas. Con base en el momento fundacional durkheimiano, se analiza el modelo analtico planteado por Robert Castel procurando discernir la capacidad heurstica de su trabajo. Cul es la especificidad de su nocin de desafiliacin social? Seguidamente se discuten algunos elementos analticos que consideramos necesario aclarar por la centralidad que tienen en su abordaje: qu son las zonas; cmo se produce el trnsito de una zona a otra?; en qu medida el Estado social podra operar como mecanismo garante de integracin? Luego de llamar la atencin sobre su interesante distincin entre las polticas de integracin y las polticas de insercin, nos abocamos a identificar algunos elementos que consideramos son muy dbilmente introducidos en su modelo analtico. De qu carece su esquema? Qu elementos deberan ser retomados, amplificados, cules introducidos, para enriquecer el modelo planteado por este autor?
Se desarrollan algunos elementos analticos que no son priorizados en Castel: la presencia del poder y de la coaccin social como elementos ineludibles de la integracin social. Para ello, se recurre a los aportes que desde la escuela alemana se desarrollaron en los trabajos de Norbert Elas. Finalmente se sealan una serie de cambios que, en la medida en que pueden incidir en los procesos de integracin- desintegracin, deberan ser considerados en dicho desarrollo terico. As como tambin los elementos analticos que una teora sociolgica con pretensin de abordar esta problemtica, debera contener.
1 Trabajo presentado en las IX Jornadas de Investigacin de la Facultad de Ciencias Sociales, UdelaR, Montevideo, 13-15 de setiembre de 2010. El artculo que aqu se presenta tiene su base en un trabajo ms amplio que fuera elaborado con vistas a la presentacin del Examen General de Conocimientos del Doctorado en Ciencia Social con Especialidad en Sociologa, Centro de Estudios Sociolgicos, El Colegio de Mxico, mayo de 2010. Agradezco especialmente los comentarios de la Comisin Lectora de dicho trabajo, integrada por los profesores Dr. Minor Mora Salas, Dr. Manuel Gil Antn y Dra. Orlandina De Oliveira. En dicho trabajo, se desarrollan con mayor amplitud y profundidad los puntos aqu presentados. Por otra parte, se plantean tambin las limitaciones del modelo analtico casteliano respecto al estudio de las repercusiones que tienen para los individuos los procesos analizados. Para lo cual se analiza el tratamiento que la investigacin anglosajona ha hecho sobre este tpico particularmente a travs de los trabajos de Richard Sennett; trabajos que son ampliamente criticados por De La Garza et. al. (2007). 1 I. Introduccin
Las tensiones sociales que acompaaron el triunfo del discurso de la economa globalizada, con las transformaciones acontecidas en los mercados laborales y los arreglos societales, trajeron consigo la re-emergencia de la preocupacin por cmo construir la integracin social en sociedades que parecen propiciar cada vez formas menos solidarias y adversas a una integracin plena de grupos y ciudadanos. Los costes sociales del modelo de desregulacin implementados desde los 80 devinieron inocultables, y se instal una suerte de consenso en torno a la prdida de sentido de pertenencia, y una incertidumbre hacia las posibilidades de integracin y elaboracin de un proyecto, que pusieron en tela de juicio al modelo de integracin y de resolucin de conflictos sociales. En este contexto, la amenaza de desintegracin social, de la imposibilidad de construir un futuro, y de la vulnerabilidad de vastas capas de sujetos sociales y productivos cuyas seguridades haban sido fundamentales en la construccin del consenso del bienestar, interpelan a la teora sociolgica contempornea.
La escuela sociolgica francesa desarroll a travs de la obra de Robert Castel, un trabajo terico de sumo inters para abordar en la actualidad, la problemtica de la integracin-desintegracin social. Es fundamental en su perspectiva la caracterizacin socio-histrica del lugar que ha ocupado el salariado para llevar a un primer plano los temas de la precariedad, la vulnerabilidad, la segregacin, y lo que l denominar la desafiliacin. El lugar ocupado por el trabajo en tanto soporte fundamental de inscripcin en la estructura social adquiere preponderancia en su explicacin conforme se desarrolla el anlisis. Y aunque podemos ver en su obra una gran influencia de la propuesta durkheimiana, es posible afirmar que su anlisis de la acentuacin de los problemas de integracin social a los que se asiste a partir de las tres ltimas dcadas del siglo veinte no es meramente una actualizacin de la propuesta terica de este clsico. Hasta qu punto sigue siendo suficiente el modelo analtico durkheimiano para pensar el proceso de integracin social? A un siglo de sus escritos observamos en Castel una preocupacin homloga. Cules son los elementos analticos que introduce la teora sociolgica contempornea para estudiar este tipo de procesos?
2 Ante tales preguntas, analizamos aqu cmo han sido trabajadas desde una propuesta sociolgica contempornea las nociones de integracin social y de desafiliacin. Luego de esta Introduccin (I), se presenta el anlisis de los rasgos principales de la propuesta durkheimiana de integracin social, con la finalidad de explicitar los nfasis que se realizan de su obra en los anlisis contemporneos abordados(II). A continuacin (III), nos abocamos al estudio de la obra de Castel, en un esfuerzo por clarificar los elementos centrales que constituyen su modelo terico de integracin social. Nos proponemos analizar en qu medida su modelo analtico resulta fructfero para pensar el proceso de construccin de la integracin social en las sociedades contemporneas, y qu aspectos deben ser revisados, matizados, o aadidos. De qu carece su esquema? As, se aborda la importancia del poder y de la coaccin social como elementos ineludibles de la integracin social. Y las limitaciones de su modelo analtico respecto al estudio de las repercusiones que tienen para los individuos, los procesos por l analizados. Este es el tema del siguiente apartado (IV), cuyo desarrollo tiene su base en los aportes de Norbert Elas.
Si este ejercicio favorece la identificacin de los elementos constitutivos bsicos que a nuestro entender, una teora sociolgica de la integracin social debera considerar, habremos cumplido nuestro objetivo. Por ello, a modo de conclusin (V) incluimos un apartado referido a la discusin de lo que consideramos como elementos centrales a tener presentes para el desarrollo de una teora de la integracin en las sociedades contemporneas. Finalmente (VI), se incluyen las referencias bibliogrficas incluidas directamente en el presente texto. 3 II. La integracin social en la obra de mile Durkheim
La preocupacin central en la obra durkheimiana puede frasearse como el problema hobbesiano del orden social, esto es, la base que hara posible la vida en sociedad. Durkheim distingue dos formas de solidaridad que constituyen la base sobre la que se asienta la integracin social: aquella denominada solidaridad mecnica y la solidaridad orgnica. Conforme avanza la evolucin social, observa que los lazos que se derivan de las similitudes se van aflojando: la solidaridad mecnica se debilita. Para dar cuenta de ello, establece un criterio para medir la fuerza de los lazos sociales que se originan en la solidaridad mecnica, que vara de acuerdo a tres condiciones.
1) Relacin entre el volumen de la conciencia comn y de la conciencia individual: cuanto ms cubra la primera a la segunda, ms fuertes sern dichos lazos.
2) Intensidad promedio de los estados de la conciencia colectiva (a igual relacin de volumen, la conciencia colectiva ejercer ms accin sobre el individuo y ste se ver ms orientado a la solidaridad).
3) Mayor o menor determinacin de creencias y prcticas. Cuanto ms definidas, menos espacio dejarn para eventuales divergencias individuales. (Durkheim 1973a: 133)
En las postrimeras del siglo diecinueve, con la industrializacin y la urbanizacin acelerada, este socilogo fue pionero en abordar la problemtica de la necesidad de transformacin de las bases en las que se asentaban las posibilidades de integracin. Se trata de observar las formas y la fuerza de la solidaridad imperante, que no es otra cosa que la moral. La sociologa fundante viene entonces a abordar el problema del empobrecimiento de los vnculos sociales: si la anomia, el egosmo y la competencia disuelven las viejas solidaridades sin crear otras nuevas, la atomizacin del cuerpo social sera tal que no habra sociedad sino caos.
4 II.1. La divisin del trabajo social y la solidaridad orgnica.
La principal fuente de integracin reside en la divisin del trabajo social, factor decisivo en la creacin de una solidaridad orgnica. La funcin especfica de la divisin del trabajo social, y de donde deriva su fuerza, radica en la creacin de un sentimiento de solidaridad (Ibid: 55), que confiere la oportunidad para una reconstruccin de la solidaridad sobre lazos ms diversificados y menos fcilmente quebrantables. Se verifica una preponderancia progresiva de este tipo de solidaridad ante la solidaridad que tiene su base en la mera semejanza. Mientras que esta ltima supone que la personalidad individual es absorbida por la personalidad colectiva, la solidaridad orgnica requiere de la afirmacin de la personalidad.
Podemos leer cierto optimismo en el anlisis durkheimiano de la progresiva preponderancia de los lazos derivados de la divisin del trabajo social, no slo respecto de lo que ello supone para el desarrollo de la personalidad individual, sino adems, en trminos de la fuerza de su resistencia. Lo que define a una sociedad integrada es un conjunto de individuos y grupos que se vinculan por relaciones de (inter)dependencia sobre la base de la utilidad social, que les est dada por la funcin que desempean en la divisin del trabajo.
II.2. Mecanismos de integracin social en las sociedades industriales.
El desarrollo de este tipo de solidaridad exige una conciencia colectiva (conciencia moral) que posibilite articular intereses particulares con intereses compartidos orientados por la necesidad de pertenencia grupal y social. La educacin juega en su anlisis un rol fundamental, para el logro de la internalizacin de reglas acordes a la necesidad de disciplina. Esta funcin requiere de una socializacin metdica en valores y sentimientos comunes; la autoridad moral del maestro se erige como el dispositivo por excelencia por el que la necesidad de disciplina y la necesidad de pertenencia(Durkheim, 1973b) sern transmitidas.
El sistema educativo es, en la concepcin durkheimiana, a la vez uno y mltiple: deber socializar en sentimientos, ideas y prcticas por todos compartidos (Durkheim 1979: 67). Pero a la vez, la especializacin de funciones requiere de una educacin que 5 combine la formacin moral con la preparacin de los sujetos para su desempeo en el medio al que se dirige su destino(Ibid: 70).
Por ltimo, creemos relevante destacar que la necesidad de coaccin aparece en Durkheim como un elemento fundamental para la integracin social. Es precisamente la sujecin a reglas lo que le permite al individuo el despliegue de la personalidad, la afirmacin de su individualidad, al mismo tiempo que la pertenencia al conjunto social. Aqu cobra real dimensin la necesidad del despliegue de una moral colectiva que ponga freno al mal del infinito (Durkheim 1973a: 8-9 y 1973b: 49 y ss.). La vinculacin entre integracin y coaccin social tiene races remotas en el pensamiento occidental. Durkheim incorpora el aspecto sociolgico al tratamiento de esta problemtica: la represin es requisito indispensable de la vida social, siendo parte imprescindible de los procesos de socializacin que hacen del recin nacido un ser social con el que se puede convivir: la represin es positiva ya que conjugada con la coaccin exterior, genera un sentimiento de obligatoriedad respecto de la aceptacin de normas y costumbres. La debilidad en la fijacin de los lmites, su labilidad y la desorientacin que esto produce constituye la fuente principal de la anomia. La funcin esencial de la sancin reside en vitalizar la conciencia colectiva (Durkheim 1973a).
En suma, la divisin del trabajo social es en Durkheim, una fuente potencial de despliegue de un nuevo tipo de solidaridad basada en relaciones de cooperacin. Pero requiere para su accin positiva, del desarrollo de una conciencia colectiva diferente, que concilie lo especfico de cada grupo con lo comn de la sociedad: precisamente all reside la posibilidad de generacin de lazos basados en la cooperacin que ganen preponderancia sobre los vnculos basados en la semejanza. Ello supone reconocer como valioso en el otro no slo lo que tiene de semejante sino tambin de diferente, en tanto complementario. Lo orgnico como interdependiente se abre como posibilidad de integracin ms compleja y requiere del despliegue de mecanismos institucionales educacin- y del derecho, en el que se plasmar la reglamentacin jurdica a la que las partes debern atenerse. Requiere tambin de la mediacin entre el Estado y los particulares, de una serie de grupos secundarios (grupos profesionales) que atraigan a su esfera de accin a los individuos, y por esa va los vinculen a la vida social.
6 III. Integracin social y desafiliacin en los trabajos de Robert Castel
Castel inscribe su trabajo en la problemtica de la integracin o de la anomia; se trata de una reflexin sobre las condiciones de la cohesin social a partir del anlisis de situaciones de disociacin [por lo cual es necesario analizar el lugar ocupado por el salariado] para calibrar la amenaza de fractura que acosa a las sociedades contemporneas.(1997: 14). Consideramos que el estudio de su obra resulta fecundo para el desarrollo de un modelo analtico acerca de los procesos de integracin y desintegracin social en las sociedades contemporneas; por distintas razones.
Una de ellas es que sita la problemtica en perspectiva histrica, lo que constituye la base de su anlisis sociolgico, y permite delimitar continuidades y rupturas de los procesos analizados. El autor acua la nocin de metamorfosis y su propuesta reside en identificar las transformaciones histricas, subrayando lo que sus principales cristalizaciones traen a la vez de permanente y de nuevo:
una metamorfosis hace temblar las certidumbres y recompone todo el paisaje social. Pero las conmociones, aunque sean fundamentales, no son novedades absolutas si se inscriben en el marco de una misma problematizacin.(Ibid: 19)
Castel muestra que los grupos sociales que antao ocupaban las posiciones ms desaventajadas guardan una relacin de homologa con los que en la hoy se hallan en situacin de vulnerabilidad. Consecuentemente, es posible comparar los procesos que producen estas situaciones. Esto no quiere decir que se asista al desarrollo de una linealidad histrica. Al contrario, se hallan discontinuidades sorprendentes, como queda evidenciado en las transformaciones que el estatuto del salariado ha tenido en la larga duracin.
Otra razn del inters por el anlisis de la obra casteliana radica en la importancia que el autor asigna al trabajo. Mxime cuando el lugar ocupado por ste surge del anlisis como un emergente que va cobrando cada vez ms importancia en su modelo analtico. Desde el prlogo del libro de su autora que merece especial atencin Las metamorfosis de la cuestin social-, queda claro que su punto de partida es explicar la incertidumbre de los estatutos y de los itinerarios cuyas trayectorias son alteradas, para dar cuenta de la fragilidad del vnculo social. 7
Por otra parte, se ha sealado que el inters de su obra tambin tiene una razn de orden poltico: el diagnstico y la orientacin se refuerzan mutuamente (De pola 1998: 53). Su desafo implica trazar una orientacin clara en el anlisis de los procesos sociales, pero a la vez lo suficientemente abierta para que puedan contemplarse distintas alternativas. No obstante, consideramos necesario distinguir estos dos momentos analticos, fundamentalmente porque entendemos que respecto de sus orientaciones puede haber mucho por discutir.
III.1. Delimitacin de la nocin de integracin social y principales caractersticas.
El ncleo de atencin en la obra de Castel est centrado en la integracin o desintegracin de categoras sociales agrupamientos definidos por la posicin que ocupan en la divisin del trabajo- que se configuran respecto a su vnculo con la esfera institucional. Parte de la propuesta de una hiptesis por la que el proceso de integracin se gesta y desarrolla en la conjuncin de dos ejes: el trabajo, entendido como empleo estable, precario y expulsin de ste; y la densidad de las redes de sociabilidad. As, la educacin y la familia proveen de insercin relacional fuerte, frgil y/o aslan.
El trabajo devenido en empleo es el soporte de utilidad social, y es a partir de la posicin que las categoras sociales ocupan, que acceden a las redes de proteccin. La posicin ocupada en la divisin del trabajo se conjuga con las protecciones derivadas de la propiedad social y se complementa con la insercin relacional del individuo. Su propuesta de entender la integracin como resultado de la conjuncin de dos ejes pone el acento en el carcter relacional, en la prioridad que tiene el lazo social: un vnculo entre categoras e instituciones. Se trata de una complementariedad de lo que acontece en el eje de integracin por el trabajo, con la densidad de la inscripcin relacional en las redes familiares y de sociabilidad. Dichas conexiones califican zonas con distinto grado de integracin social: integracin, vulnerabilidad, asistencia y desafiliacin.
Existe una jerarqua de ejes en la medida que el trabajo es el soporte privilegiado de la inscripcin en la estructura social que tienen individuos y grupos, funcionando como gran integrador. En efecto, la centralidad del trabajo de un tipo histrico especfico de trabajo- como institucin garante de integracin social resulta clara en su modelo 8 analtico. Pero por qu el trabajo tiene tanta relevancia? Tanto en Durkheim como en Castel el tema central reside en la problemtica de garantizar la integracin social ante los cambios estructurales, y en ambos abordajes el trabajo juega un rol central como institucin mediadora de dicha integracin. Para Castel no se trata del trabajo per se como fuente de integracin social, sino de un tipo histrico particular de trabajo: el trabajo asalariado de duracin indeterminada, con derechos y protecciones sociales, un tipo de trabajo que tuvo su expresin histrica en un tiempo muy acotado de la experiencia. Estos atributos del trabajo con que se erigi la sociedad salarial permiten a las categoras sociales escapar a las contingencias y asegurarse frente a los problemas que stas puedan plantear. Ello se logra gracias a que los individuos que conforman dichas categoras ocupan una posicin en la sociedad, un lugar, y desde esa posicin que ocupan, negocian y pactan sus condiciones laborales.
Lo que define a una sociedad en el modelo de integracin durkheimiano retomado por Castel es la conjuncin de individuos y grupos vinculados por relaciones de interdependencia sobre la base de su utilidad social: se trata de un todo conformado por elementos interdependientes. El problema que desafa el logro de la integracin social reside precisamente en un dficit de pertenencia en trminos de un diagnstico de situacin del que se plantea la reaparicin de los intiles para el mundo. La nocin de utilidad social resulta entonces central en su planteo, aunque permanece implcita. En el desarrollo argumental del autor, es la tarea que se desempea en la divisin del trabajo lo que confiere utilidad social. Lo que implica ocupar efectivamente un lugar en el mercado laboral, tener un trabajo que confiera derechos. La reaparicin de los supernumerarios renueva la cuestin social.
Castel muestra cmo los asalariados fueron accediendo de manera progresiva y no exenta de luchas, a un conjunto de derechos sociales. Y la funcin que habran de cumplir distintos grupos profesionales, particularmente las organizaciones sindicales, en la transformacin del contrato al estatuto. El contrato de trabajo albergar un estatuto, puesto que se someter a un orden pblico heternomo y colectivo. Se trataba de un proceso de desindividualizacin que inscriba al trabajador en regmenes generales, convenciones colectivas, regulaciones pblicas del derecho del trabajo y de la proteccin social. El logro fundamental de la sociedad salarial fue construir un continuum de posiciones comparables (no iguales), compatibles e interdependientes, 9 constituyndose como una actualizacin de la sociedad de semejantes. Se trataba de una sociedad que si bien segua siendo fuertemente desigual, tambin era fuertemente protectora. De esta forma pudo hacerse compatible una democracia moderna con las crecientes exigencias de la divisin del trabajo y la complejizacin de la estructura social. (Castel 1997 y 2004b)
El Estado social fue el gran gestor de esta estabilidad. Recordemos que la propuesta de Castel supone buscar la inteligibilidad de la situacin actual a partir del distanciamiento entre lo que es y lo que fue, aprehendiendo la situacin en tanto desviacin y deslizamiento de los parmetros que aseguraron la frgil armona con que la condicin salarial se impuso. En su planteo, la consecuencia fundamental de la crisis referida probablemente sea la de barrer con una representacin del progreso por la que el futuro era percibido como mejor que el presente, y se crea que se poda confiar en aquel para mejorar la condicin propia. Dicha representacin de la historia slo puede ser comprendida si se la asocia al papel del Estado social como actor central que conduce estrategias, obliga a los participantes a aceptar objetivos razonables, y vela por que se respeten los compromisos.
Pero ntese que aunque Castel subraya la desindividualizacin que acontece conforme se consolida la sociedad salarial, tambin seala que la relacin del Estado social con el individualismo es doble: los poderes pblicos recrearon la proteccin y el vnculo amenazado por la modernizacin creciente, pero lo hicieron en un registro bien distinto del de la pertenencia a comunidades concretas. Al establecer regulaciones generales y fundar en ellas derechos objetivos el Estado social es tambin un factor promotor del individualismo, profundizando la distancia con los grupos de pertenencia que en cierto modo perdieron su funcin de proveedores de proteccin. Los individuos provistos de ese paracadas que constituye el Estado social quedan autorizados a liberarse de todas las comunidades, de todas las pertenencias posibles, empezando por las solidaridades elementales de la vecindad; si hay seguridad social, no necesito que me ayude mi vecino de piso. El Estado providencia es un poderoso factor del individualismo.(Gauchet citado por Castel 1997: 399)
Con el debilitamiento de los enmarcamientos colectivos y de los puntos de referencia comunes para todos los miembros sociales se asiste a un individualismo 10 negativo producto de la falta de marcos, del debilitamiento o la prdida de regulaciones colectivas. Su origen no debe confundirse con un exceso de intereses subjetivos. La herencia durkheimiana se observa claramente en la mirada de Castel: la autonoma y la libertad individual individualismo positivo-slo pueden desarrollarse en la pertenencia a colectivos. Es a travs de la participacin como miembro del colectivo que el individuo puede desarrollar positivamente su personalidad individual.
En el ejemplo ideal-tpico del joven toxicmano de arrabal podra verse el homlogo de la forma de desafiliacin encarnada por el vagabundo en la sociedad preindustrial. l est completamente individualizado y expuesto por la falta de vnculos y de sostenes relacionados con el trabajo, la transmisin familiar, la posibilidad de construirse un futuro Su cuerpo es su nico bien y su nico vnculo, que l trabaja, hace gozar y destruye en una explosin de individualismo absoluto.(Ibid: 472-73)
La imagen del joven toxicmano del suburbio, como la del vagabundo, lleva al lmite rasgos que se encuentran en mltiples situaciones de precariedad e inseguridad. Resulta de inters destacar que este proceso de des-enmarcamiento trasciende las situaciones de trabajo. Castel seala que el propio curso de vida se ha tornado ms flexible, en la medida que el conjunto de la vida social es atravesado por un proceso de desinstitucionalizacin concebida como desvinculacin de los marcos objetivos que estructuraban las experiencias biogrficas(Ibid: 471-73). Su nfasis sobre estos aspectos derivados de las transformaciones en las sociedades contemporneas se nos presenta de sumo inters. En particular cuando se pretende estudiar procesos que ataen a quienes desarrollan su experiencia vital a posteriori de la sociedad salarial. Para muchos jvenes, la indeterminacin de su posicin y las de sus familias es la nica realidad que han conocido de manera directa. Sus trayectorias se inscribiran en las bsquedas de ese lugar de utilidad social que otorgara el empleo y su combinacin con la participacin en redes de sociabilidad.
Estaramos ante una individualidad que se expresa como prdida de posibilidades de pertenecer y desarrollarse. Se tratara de experiencias de alto riesgo, de individuos que se han convertido en tales en virtud de una sustraccin. Esta individualidad est expuesta en exceso, ubicada tanto ms en un primer plano cuanto que es frgil y est amenazada de descomposicin. Corre el riesgo de pesar como un fardo.(Ibid: 473). 11 III.2. Desafiliacin: un tipo especfico de desintegracin en las sociedades contemporneas?
En qu medida el trmino desafiliacin se distingue del de anomia que trabajara Durkheim?; se trata de un nuevo nombre para lo mismo, o estamos ante un tipo especfico de desintegracin social? Consideramos que el trmino propuesto por Castel tiene cierta especificidad histrica, y alude a un proceso de desintegracin social que se deriva de la centralidad que este autor le confiere a un tipo particular de trabajo como fuente de integracin social. Sin embargo al analizar el uso que realiza de la nocin de desafiliacin, hallamos ciertas ambigedades que creemos conveniente sealar.
Desafiliacin condensa el sentido de las consecuencias que las transformaciones acontecidas tienen para el logro y el desarrollo de la integracin social. Es un nuevo concepto en la medida que apunta a formas diferentes de desintegracin social. Deriva su especificidad en el nfasis colocado en el otro eje: el de la relacin con un determinado tipo de condicin laboral. Se trata de la desintegracin que tiene lugar a posteriori de las protecciones y con el relativo agotamiento del modelo social que les diera lugar. El desafiliado viene a plasmar la manifestacin ms visible del proceso de prdida del estatuto laboral colectivo que dotara el individuo de pertenencia social en tanto miembro, perteneciente a una categora social con derechos y obligaciones claramente delimitados. La identificacin de situaciones concretas de desafiliados tiene el inters de remitir al proceso por el que transitan individuos pertenecientes a categoras sociales que asisten a la crisis de los estatutos, viendo debilitarse los vnculos que los ligaran a las instituciones que les confirieron un lugar de utilidad social. Es a travs de esta nocin que se torna ms clara la mirada sobre la integracin social de Castel: no se trata nicamente de una ruptura con el salariado, sino que se desencadena una ruptura del lazo social entendida como prdida de pertenencia social.
Hasta aqu, acordamos con Castel acerca de la pertinencia de utilizar un nuevo trmino para dar cuenta de los efectos de la descomposicin de los vnculos entre categoras sociales y un tipo especfico de filiacin laboral. En ese proceso pueden desencadenarse sentimientos y comportamientos que no condicen con la normatividad social imperante. Pero no son stos el origen de los problemas de integracin: no se trata de un problema de la conciencia colectiva que no se ajusta a los requerimientos 12 de la sociedad, sino que las transformaciones sociales colocan a grupos e individuos en una situacin de dificultad de integracin a los procesos en los que haban sido socializados.
Ahora bien, hallamos en la obra de Castel un tratamiento paradjicamente laxo en ocasiones, de la nocin de desafiliacin. Por una parte es un recurso heurstico para abordar el proceso de integracin social a partir de situaciones de disociacin (Castel, 1997), que alude a un contexto socio-histrico especfico. Por otra parte, en su anlisis de las (dis)continuidades de la cuestin social abunda en el estudio de procesos de desafiliacin en las sociedades catastradas, lo que no deja de resultar anacrnico. Esa desafiliacin? afectaba a las capas pauperizadas de las poblaciones campesinas y los pequeos oficios urbanos que no estaban protegidos por reglamentaciones corporativas. El individuo se des-socializa en una trayectoria signada por la bsqueda laboral frustrada o parcialmente desarrollada, rompe con los vnculos que le obligan y protegen a la vez, y contrae otros ms inestables (Castel, 1996, 1997 y 1998).
Primero habemos de cuestionarnos acerca de la pertinencia del uso de esta nocin para personas(individuos) que se hallaban en bsqueda de oportunidades de trabajo. Pero adems, se acrecienta la controversia en el uso de esta nocin cuando se utiliza para referirse a los desafiliados como los vagabundos, entre quienes la desafiliacin resulta de la necesidad de abandonar su tierra en la bsqueda de oportunidades de trabajo. La desafiliacin como mudanza alude a la prdida de los mbitos de sociabilidad que constituyen el otro eje de integracin social en la teora casteliana. Esta laxitud en el uso de la nocin, ms que ampliar su mbito de aplicacin conducira a hacerlo inespecfico.
Por otra parte, cabe la pregunta por la pertinencia de la aplicacin del uso restringido de desafiliacin, principalmente en contextos donde la sociedad salarial no alcanz a conformarse como rasgo societal caracterstico. La integracin entendida en tanto filiacin podra analizarse sobre la base de otros vnculos que favorecieron la integracin social (familia, instituciones educativas, comunidades barriales...). La potencialidad de estos usos de la nocin requiere del desarrollo de investigaciones empricas que retroalimenten la mirada terica.
13 III. 3. De la necesidad de aclaraciones y ampliaciones
Decamos con Castel que las transformaciones sociales estn signadas por recorridos desde la zona de integracin a la de vulnerabilidad y de desafiliacin. En qu medida la expresin de zona de la que el autor se sirve es una metfora con significados concretos? Son las zonas la expresin de una nueva propuesta de estratificacin social? De acuerdo a lo que Castel explicita (1997: 16), el esquema de lectura no coincide exactamente con el de la estratificacin social: pueden existir grupos fuertemente integrados pese a que cuenten con recursos escasos. Esta relativa autonoma respecto de la estratificacin estara dada por la perspectiva adoptada, que subsume la dimensin econmica a un abordaje relacional de la integracin en distintas dimensiones. Sin embargo puede pensarse que la zona se aproxima a una mirada sobre la estratificacin social, ya que precisamente observa el ordenamiento de categoras sociales en mbitos especficos. Y este ordenamiento puede leerse en una escala vertical conforme a las condiciones diferenciales que los grupos detentan en una u otra zona. En su referencia explcita a los significados concretos de esta metfora, Castel precisa que la zona de integracin trata de personas que carecen de un trabajo regular y de soportes de integracin bastante firmes. En la zona de vulnerabilidad predominan el trabajo precario y situaciones relacionales caracterizadas por la inestabilidad. En tanto que la zona de desafiliacin es aquella en la que caen algunos de los vulnerables e incluso de los integrados (Castel 2004c: 58). Cierto es que no se trata de un ordenamiento principalmente definido por la posicin econmica, sino ms bien por la relacin con respecto al mercado de trabajo y complementariamente a la esfera de la sociabilidad. Pero estas asociaciones no actan mecnicamente. Al contrario, puede hallarse, por ejemplo entre distintos grupos populares, que la precariedad de las condiciones laborales se compensa con densas redes de proteccin cercana generadas por la vecindad. Ms importante an, estas zonas no son estticas, lo que implica que las situaciones son resultado de un proceso observado de manera sincrnica, pero no son inmutables. El inters fundamental reside en aclarar los procesos que llevan a sujetos y categoras de una zona a otra, de tal modo de responder fundamentalmente a la pregunta por cmo se deshacen los estatutos. Los equilibrios entre zonas pueden constituir un indicador privilegiado para evaluar la integracin social. 14 Aunque reconoce que el movimiento entre zonas puede ser bi-direccional, Castel enfatiza la tendencia general de carcter societal por la que las categoras sociales que haban logrado una integracin creciente se des-ligan conforme se manifiestan las transformaciones del mercado de trabajo tales como la flexibilizacin y la precarizacin. En el contexto histrico especfico de la conmocin societal de los 70, aunque el trnsito de un movimiento ascendente no es en teora imposible, empricamente se verifica su ausencia como tendencia. El dinamismo est signado por el trnsito de la zona de integracin a la de vulnerabilidad, y desde all a la de desafiliacin. Con consecuencias econmicas para los distintos grupos, pero tambin en trminos identitarios: la crisis del lazo social se manifiesta tambin en la prdida de sentido y en la limitacin de la importancia de la visin de futuro como expectativa de mejora colectiva de la existencia social (Castel 1997; De pola 1998).
No resulta claro cmo se desencadenan concretamente los trnsitos entre zonas ni, como el propio autor reconoce, qu es lo que sucede en las zonas intermedias (Castel 1997: 420). Encontramos que este es un punto necesario de tratar, mxime cuando el propio autor afirma que es la zona de vulnerabilidad la que est en creciente expansin.
Se trata acaso de un modelo exento de ganadores? Decamos que hay posibilidades de movimientos bi-direccionales, aunque estos no sean representativos del movimiento societal. Pero podemos encontrar experiencias biogrficas cuyas trayectorias estn signadas por un movimiento social ascendente. Por ejemplo, la prdida de un empleo protegido para un ingeniero electrnico puede concebirse como punto de quiebre que haya eventualmente representado una mejora en su situacin econmica; aunque ello no necesariamente supone una mejora en su situacin de integracin social siendo que resulta ms vulnerable a los cambios en las condiciones de un mercado con demanda voltil. Concedemos aqu a Castel una diferencia sustantiva entre su metfora de zona y estratificacin.
Examinemos otro caso. El de un sujeto que permanece en un empleo con amplias protecciones sociales pero escasos contactos sociales. Ante los cambios acontecidos en la demanda de trabajo, una persona decide cambiar de trabajo y se muda de barrio, pas o ciudad. Su nueva insercin laboral puede suponerle una mejora en su nivel de vida. Ahora bien, las transformaciones generales del mercado de trabajo indican tambin un 15 acortamiento de la duracin de los empleos incluso cuando stos son protegidos. Un cambio en la decisin de la empresa respecto a las condiciones de contratacin puede significarle una prdida repentina de su empleo. Carente de vnculos sociales slidos que le faciliten el acceso a otras oportunidades de empleo, su condicin detenta un horizonte de vulnerabilidad con consiguientes riesgos de desafiliacin. He aqu la importancia de la complementariedad del eje de la sociabilidad con el del trabajo.
Por otra parte, es de resaltar que en el modelo analtico casteliano el efecto de las transformaciones analizadas es abordado en trminos societales. Qu le ocurre a los individuos cuando acontecen estos procesos permanece como caja negra en su abordaje. Hallamos tambin un vaco en su desarrollo terico acerca de las maneras en que sujetos y categoras sociales pueden revertir con sus acciones las condiciones objetivas adversas. An si concedemos que no es ste un elemento que el autor se propone desarrollar, creemos que la problemtica abordada requiere de una indagacin sobre este aspecto. Cules son los recursos que movilizan los agentes? De qu factores dependen sus capacidades de accin?
Realizado el diagnstico, la toma de posicin de Castel respecto de las acciones futuras, puede sintetizarse como la imperiosa necesidad de un Estado social reformulado. Postula la necesidad de lograr reasegurar la condicin laboral, con el instrumento estatal como garante del cumplimiento del pacto social. La eleccin del Estado Social(2004a) supone que el Estado vuelva a reconocer su accin como esencialmente poltica: slo a travs de su participacin como garante de un rgimen de protecciones sociales para el trabajador podrn reducirse los altos niveles de arbitrariedad que surgen de la relacin capital/trabajo. El trabajador se podr considerar individuo nicamente si dispone de soportes, protecciones y participaciones en solidaridades colectivas ya que son stas las que forman una matriz sobre la que el individuo despliega sus mrgenes de autonoma. Slo as ser posible revertir el proceso creciente de individualismo negativo (Castel 1997).
Observa que las polticas sociales que han desarrollado los Estados neoliberales crean el concepto de exclusin social y se nutren de aparatos de distinto grado de complejidad para atender demandas especficas, de beneficiarios ya no de programas universalistas sino de polticas focalizadas. Las trampas de la exclusin residen en las consecuencias que esto tiene en trminos de estigmatizacin de los que viven de la 16 asistencia social y de quienes se insertan en trabajos orientados por programas de insercin laboral. En una lectura radical, todo lo vinculado con polticas de insercin termina reducido a programas funcionales de mantenimiento del status quo. Es el costo que se paga por la renuncia de la lucha por la integracin en pro de su correlato actual de insercin. Rpidamente se les otorga a las categoras que atienden dichos programas, motes y tratamientos estigmatizantes que -junto con las prcticas econmicas- imposibilitan su reintegro al rgimen regulado de trabajo.
La distincin entre polticas de integracin y polticas de insercin explica el incremento de las intervenciones estatales en un periodo de ascenso del liberalismo y de protagonismo empresarial: el Estado ha transformado las modalidades de su intervencin y para muchos la insercin ms que una etapa se ha convertido en un estado, lo que representa una modalidad muy llamativa de existencia social. En todo caso, el mrito de las polticas de insercin reside en paliar la situacin de los invalidados por la coyuntura, y tiene como frontera la insercin laboral (Ibid: 439); constituye un engao en trminos de integracin social. Tal es el caso de quienes participan de los programas de empleo, que se desempean en trabajos mal pagos, precarios, a trmino, y que aunque cuentan con una inscripcin relacional fuerte, sus vnculos interpersonales no disponen de recursos para favorecer una integracin laboral plena. Aunque existen fuertes vnculos con instituciones, estas no redefinen su posicin en la sociedad sino que tienden a perpetuarla en relacin a la dependencia y a una posicin de debilidad. La situacin del insertado permanente es por tanto frgil, enmarcada en una sujecin que no favorece su redefinicin como sujeto de derechos, ni su relacin con el Estado o con otras categoras sociales. 17 IV. Hacia una ampliacin del modelo analtico del proceso de integracin social de Castel: poder, coaccin social y repercusiones en las biografas.
El anlisis acerca de las posibilidades de reconstitucin de la sociedad salarial resulta sujeto a una conjuncin de voluntades polticas en el marco de los Estados nacionales, que no parece responder satisfactoriamente a los mecanismos que haran posible redesplegar la articulacin empleo-proteccin ms que contando con una configuracin de fuerzas orientadas hacia tal propsito. Aunque las relaciones de fuerza que hicieron posible la conformacin de la sociedad salarial no quedan al margen del anlisis realizado por Castel, este elemento analtico pierde presencia puesto que la clase obrera ha muerto (Castel 2004c: 82) en la medida que ya no tiene existencia como colectivo portador de una alternativa global.
Con este diagnstico, en el que las relaciones de fuerza parecen agotarse en la lucha de clases en sentido marxista, se cerrara toda posibilidad de ejercicio de poder desde la ciudadana. No deja de resultar un tanto nostlgica la mirada casteliana, en esa necesidad de recuperar aquella forma de filiacin que dotara de pertenencia social. Ms all de la discusin acerca de lo acertado que puede resultar su diagnstico, creemos conveniente incorporar aqu una mirada sobre las formas de poder que son inherentes a toda relacin social.
IV.1. El poder como un elemento ineludible a considerar en las relaciones sociales.
Una de las caractersticas intrnsecas a las relaciones humanas que la obra de Elas pone de relieve es que en stas hay siempre pruebas de poder ms o menos declaradas que forman parte de la realidad normal de todas las relaciones humanas (Elas 1982: 72). En toda relacin social hay accesos diferenciales a oportunidades y a recursos, y eso les da a algunos individuos la capacidad de incidir fuertemente e incluso comandar las vidas de otros. Inversamente, algunos individuos quedan desprovistos en forma importante de las posibilidades de incidir sobre su destino y sobre el de otros. Pero sean grandes o reducidos los diferenciales de poder, existen siempre equilibrios de poder, incluso en las relaciones ms asimtricas y/o de mayor dependencia social (Ibid: 85-86). 18 Las posibilidades de agencia del sujeto deben ser pensadas en trminos de lo que el individuo, inserto en un contexto de relaciones, puede hacer o dejar de hacer, dado el acceso relativo a recursos que dispone.
En su elaboracin de modelos de juego Elas (Ibid, cap.3) sustituye el concepto de poder por el de fuerza relativa del juego para enfatizar su carcter relacional: refiere a las posibilidades de triunfo de un jugador en relacin con la(s) de otro(s). El equilibrio de poder es dinmico, habida cuenta del proceso por el que se van conformando las relaciones entre las personas; stas pueden alcanzar cierta estabilidad por un periodo considerable de tiempo, o por el contrario, resultar inestables: se trata de un proceso por el que el entramado de relaciones se conforma y actualiza. De all resulta el carcter dinmico de las posiciones que los individuos ocupan en las formaciones sociales, y por tanto, la posibilidad siempre presente de cambio en la condicin de integracin o desintegracin. Aunque esta posibilidad tambin est presente en Castel, la mirada analtica del poder en Elas abre la posibilidad de anlisis al nivel individual.
Consideramos interesante el recurso a los modelos de juego elisianos como medio para matizar la centralidad que Castel le confiere al Estado. El tratamiento en cierta medida a-problemtico que Castel realiza del Estado como institucin garante de integracin podra explicarse por su nfasis en la filiacin en tanto integracin social. La dependencia respecto de la forma estatal abrira paso a la afirmacin de la ciudadana. Permanece la pregunta: qu nos asegurara una forma de Estado que procure hacerse cargo del problema de la integracin social en los trminos en que Castel la concibe?
Al contrario, la evidencia histrica de las distintas formas que el Estado ha asumido en el curso del desarrollo capitalista acenta el problema. Lejos de caracterizarse por ser un Estado de compromiso de clases o de compromiso social, el Estado se ha constituido tambin como elemento de opresin en su forma totalitaria, o como seala el propio Castel (1997), como implementador de polticas sociales que acentan el individualismo negativo. Agreguemos adems, el caso del Estado nacional-socialista de orden fascista, que se concibe como un Estado de compromiso, donde la integracin es plena y supone una adhesin concebida como sumisin absoluta del individuo a los mandatos estatales. Lo que trae a colacin el riesgo derivado de una integracin 19 excesiva. Por otra parte, aun en las experiencias en las que el Estado se ha conformado como Estado social, en un modelo poltico ms o menos aproximado al social- demcrata, tuvo frecuentemente un carcter de compromiso social transitorio.
Conviene recordar adems que el modelo analtico de Elas ha sido desarrollado en una investigacin emprica acerca de las relaciones entre establecidos y forasteros. Para el autor, el estudio de una comunidad pequea permite ver en detalle rasgos que hacen al carcter humano universal. Y observa que los miembros de grupos que son ms fuertes que otros grupos interdependientes en trminos de poder, se conciben a s mismos como seres con mayor valor.
El caso de Winston Parva es particularmente interesante puesto que los dos grupos no presentaban diferencias en cuanto a su clase social, nacionalidad, origen tnico, religin o nivel educativo. Lo que los diferenciaba de manera fundamental era que mientras que los establecidos eran antiguos residentes del vecindario desde haca dos o tres generaciones, los forasteros eran recin llegados y no se conocan mayormente entre s. Lo que subraya la relevancia sociolgica de la diversidad de fuentes de poder sobre las que pueden asentarse las condiciones de integracin social. Y la necesidad de no derivar de diferencias tales como gnero, raza, etc., elementos que remiten en su base, a diferenciales de poder. (Elas 2003: 233)
Claro est que puede ser discutible el grado en que la condicin laboral se entrelaza con la necesidad de instalarse en un barrio en el que se despliegan estos procesos adversos a la integracin. En este sentido, podemos decir con Castel que quien tenga una posicin protegida en el trabajo no deber hacer frente a tales situaciones, por lo que la clave decisiva de la integracin social seguira siendo el trabajo. Este le conferira a individuos y grupos el poder necesario para revertir las condiciones adversas en las que se hallan. No obstante, creemos que el elemento analtico introducido por Elas no es irreconciliable con la mirada desarrollada por Castel, y que una complementariedad sobre este punto enriquecera el anlisis de los procesos. Por otra parte, cabe agregar que ambos autores comparten el inters por abordar la historicidad de los procesos que analizan, y el recurso a fuentes histricas sobre las que desarrollar una lectura sociolgica. 20 IV.2. La integracin social como resultado de la coaccin social
El desarrollo argumentativo de Elas conduce a la puesta en relacin de la posibilidad de la integracin social como fenmeno de la coaccin social resultante de la interdependencia entre los seres humanos. (2000a: 31).
Cualquier interdependencia posible entre los seres humanos supone coacciones, aun cuando se est ante una figuracin en la que todas sus posiciones detentan las mismas posibilidades de poder. Pero es preciso distinguir de manera clara y tajante entre las coacciones as ejercidas sobre los seres humanos, y aquellas derivadas de una distribucin desigual de oportunidades de poder entre posiciones sociales diferenciadas (Elas 1982: 110).
Elas retomar de Durkheim la incorporacin sociolgica que ste hace de dicha problemtica: la represin es parte constitutiva de procesos de socializacin que son imprescindibles para convertir al ser humano en miembro de la sociedad. As, en la tradicin durkheimiana la integracin social es pensada fundamentalmente como una integracin voluntaria por la que los miembros de la sociedad comparten un sentimiento de obligatoriedad en la aceptacin de normas y costumbres socialmente aceptadas. En Elas, las estrategias que los individuos, grupos o estados implementen suponen luchas de poder de las que se derivar como resultado un equilibrio sobre la base de la coaccin que imprimirn los ganadores. Qu consecuencias trae consigo la idea de la integracin social como coaccin en trminos de la elaboracin de Elas? Ello significa para el ser humano la sujecin a cadenas de interdependencia cada vez ms largas y amplias, que adems, forman entre ellas conexiones funcionales cuyo control le es imposible. Y el carcter coactivo de la integracin cobra aqu toda su dimensin.
Conforme se desarrolla este cambio social, los seres humanos se ven alentados a ocultar progresivamente de la mirada de los otros, e incluso de s mismos, apetitos, manifestaciones instintivas y acciones que antes podan expresar abiertamente; por consiguiente, dejan por lo general de ser conscientes de stos. Por otra parte, cabe anotar que en las sociedades estatales cada vez ms diferenciadas, los seres humanos individuales tienen mayor margen de eleccin pero tambin se ven obligados a elegir 21 ms por s mismos: la posibilidad de hacerse ms independientes no se constituye como eleccin sino como necesidad(2000b: 143 y ss.).
Elas agrega interesantes claves explicativas a la formulacin durkheimiana de la funcin de la coaccin social en el proceso de integracin, como la necesidad de poner en relacin los comportamientos cotidianos con las modificaciones producidas a nivel institucional, y en particular, con la progresiva reduccin de la violencia fsica. En el proceso de interiorizacin de las coacciones externas, que pasan a formar parte de la personalidad individual, el aparato de control constituido en la persona se ajusta ms cercanamente al aparato de control y vigilancia social, y en particular, estatal. El ser humano potencial que existe cuando nace no se transformara, no devendra en adulto social si no estuviese expuesto a coaccin alguna determinada por la interdependencia. No obstante, esto no quiere decir para Elas que la forma actual de la interdependencia ejerza la coaccin adecuada para optimizar la actualizacin del potencial del ser humano. Por el contrario, seala que conforme se acrecienta la especializacin en las sociedades estatales, se hace ms largo y sinuoso el camino del individuo hasta convertirse en una persona auto-dependiente con mayor capacidad de decidir por s misma. Entendemos muy interesante el vnculo que deja planteado entre los procesos de la transicin a la vida adulta y de integracin social (Ibid: 147-148).
Las dificultades por encontrar el necesario equilibrio entre el yo y el nosotros (Elas 2000c) es afectado por las transformaciones sociales, con dificultades especficas de integracin social para los jvenes. Este es un aspecto que si bien es tratado en Castel, lo es desde el punto de vista de las dificultades que las transformaciones en el mercado de trabajo y en las polticas sociales imprimen a las trayectorias, y dificultan una proyeccin a futuro. Conciliar ambos enfoques consideramos podra enriquecer las posibilidades analticas. Aunque Castel seala las dificultades de algunas categoras sociales p.e. jvenes en busca de empleo, o aquellos que realizan pasantas en trabajos de escasa calificacin y mala remuneracin-, la mirada de Elas acerca de la internalizacin de la coaccin social permite un anlisis a nivel individual de la problemtica, del proceso que viven los individuos en figuraciones especficas. 22 V. Elementos centrales para una teora de la integracin social en las sociedades contemporneas. En ese sentido, es justamente porque un siglo ms tarde- las respuestas de Durkheim frente a la crisis del lazo social han perdido vigencia que sus preguntas se han tornado, otra vez, vivamente actuales. Forzoso es pues concluir que, ms all de sus limitaciones tericas, de sus contradicciones y, en fin, del hecho de que muchos de sus anlisis han envejecido es de temer- irreversiblemente, Durkheim contina siendo, en aspectos fundamentales, nuestro contemporneo.(De pola 1991: 48)
La Mafia es un ejemplo de lazo social particularmente slido, omert mediante clubes financieros tambin. Salvo que la especie humana fuera a desaparecer, los hombres estn condenados a mantener lazos sociales (en plural). Pero los lazos sociales pueden no ser lazo social, that is the question!(Karsz 2004: 210)
En la primera dcada del presente siglo nos encontramos con que el relativo agotamiento de los vnculos que aseguraron la integracin social en la transicin a la modernidad que la sociologa contempornea enfatiz por lo menos desde la dcada de los noventa del siglo pasado, es un problema que no ha sido resuelto en trminos tericos, y mucho menos empricos. La persistencia de esta problemtica ha motivado en gran medida este trabajo. Por otra parte, las descripciones de las coyunturas en las que la sociologa contempornea analiz el continuum integracin-desafiliacin traan a colacin distintos aspectos de las transformaciones sociales en curso que planteaban la necesidad de repensar el modelo durkheimiano de integracin. Un aspecto central en este punto es sin lugar a dudas, el de la progresiva conquista de derechos por parte de una ciudadana cada vez ms amplia, que sobre la base del trabajo concebido como empleo, afirm su pertenencia social en una tendencia hacia la creciente integracin. El trabajo regulado, con protecciones, se erige por tanto como principal fuente de integracin social, implementada por un Estado social que ocup un lugar transitorio en el devenir histrico. A posteriori, como seala el anlisis casteliano, la tendencia macro resulta la contraria, derivando en un creciente proceso de desafiliacin. El rol asignado a un tipo especfico de trabajo cobra importancia en la explicacin casteliana de los procesos. Y hallamos all una interesante manera de incorporacin terica de aspectos contemporneos centrales para una actualizacin y un desarrollo de la propuesta durkheimiana.
Interesa destacar ahora la desatencin del enfoque casteliano a un proceso que consideramos sumamente relevante a ser considerado en una teora de la integracin 23 social: la globalizacin. Su modelo analtico de integracin permanece circunscrito al Estado-nacin. Creemos necesario el desarrollo de una reflexin terica acerca de cmo debiera modificarse su teora de la integracin social cuando el Estado-nacin se inscribe en un proceso ms amplio que involucra diversos tipos de instituciones supra- nacionales. Sin embargo, aunque este proceso es el ms evidente por la relevancia que ha adquirido la temtica, no necesariamente es ste el elemento ms importante a ser considerado en una teora de la integracin social que pretenda considerar de cerca las principales transformaciones de las sociedades contemporneas. Consideramos que las migraciones internacionales, la tendencia hacia una segregacin urbana creciente en muchos contextos, y la creciente desinstitucionalizacin del curso de vida constituyen tres fenmenos de relevancia a ser considerados tambin en este desarrollo terico. Sin duda, todos estos aspectos traen aparejadas modificaciones de diversa ndole en el funcionamiento de los mercados de trabajo, y suponen cambios en las condiciones de integracin o desintegracin de categoras sociales e individuos.
Es as que consideramos fundamental avanzar en la precisin de los elementos centrales que una teora sociolgica de la integracin social debera considerar para comprender los procesos de integracin en las sociedades contemporneas. En este sentido, sera ineludible considerar: a) el eje de integracin-desintegracin por el trabajo b) el eje de la sociabilidad (fortaleza, diversidad y tipo de vnculos) c) la forma en que se distribuye el poder entre las partes involucradas d) la coaccin social que se ejerce sobre categoras sociales e individuos e) el margen de accin individual y la capacidad de agencia del sujeto
Respecto de los dos ejes que retomamos de Castel (a y b), sera necesario analizar en qu medida el eje del trabajo debera tener necesariamente una preeminencia jerrquica sobre el eje de la sociabilidad. El esfuerzo debera apuntar a las distintas formas de integracin que se podran derivar de las situaciones diferenciales en ambos. De hecho, en las sociedades contemporneas, la sociabilidad cobra preeminencia como fuente primordial de solidaridad. Pueden mencionarse dos razones de esta afirmacin. En primer lugar, porque es de suponer que si el despliegue de la proteccin estatal tuvo como corolario una fisura an mayor de la proteccin cercana, su retiro habra implicado un fortalecimiento de la sociabilidad primaria. En este sentido, es razonable considerar que por ms desconocidos que sean mis vecinos o dbiles mis vnculos 24 familiares, habr de recurrir a alguien para que cuide a mis nios en sus vacaciones, o cuando la extensin e indeterminacin de mi horario laboral no me permita tener la certeza de que podr hacerme cargo de ellos. Del mismo modo, cuando ese vecino o familiar necesite dinero para solventar los costos del transporte al trabajo, habr de retribuirle. Sobre esta base de reciprocidad, es factible desarrollar un vnculo de solidaridad derivado de las relaciones de proximidad.
Recordemos que Durkheim no plante el pasaje de la solidaridad mecnica a la orgnica como destruccin de la primera, sino como progresiva preeminencia de la segunda. En el eje de la sociabilidad podemos hallar lazos sociales derivados de la semejanza u homologa de posiciones, as como de la necesidad de complementariedad inter-personal. Por otra parte, la importancia que pueda adquirir el eje de la sociabilidad en tanto fuente de integracin social variar conforme a la fortaleza, la debilidad y el tipo de vnculos que puedan establecerse. Cobra as importancia uno de los aspectos sealados anteriormente: el proceso de segregacin residencial creciente en muchos contextos urbanos. En barrios caracterizados por una condicin de privacin material generalizada al conjunto de sus habitantes es difcil que la sociabilidad pueda resolver plenamente el dficit, pese a que los vnculos vecinales sean fuertes. Si la mayora est desocupada, difcilmente alguien pueda recomendar a otro para un trabajo. La posibilidad de recurrir a personas en otra situacin y de establecer vnculos que trasciendan una relacin de dependencia al punto de la sumisin ampliar posiblemente el potencial del mbito de la sociabilidad como fuente de integracin social.
La consideracin de los equilibrios de poder (c) que tienen lugar en los distintos niveles es un elemento analtico relevante a introducir en el anlisis de las distintas gradaciones de la integracin social. As sea en una relacin entre dos personas, o en la vinculacin del Estado-nacin con otros Estados u organismos supra-nacionales, una relacin fuertemente asimtrica de poder tendr sin duda consecuencias negativas para la integracin social deseada. Agregamos este adjetivo puesto que una distribucin asimtrica de poder no necesariamente tiene efectos adversos a una integracin social a secas. De hecho, puede favorecer la integracin plena de los individuos, grupos o Estados a un mandato que les es impuesto por quienes detentan el poder. No es sta, claro est, la configuracin de poder que se busca explorar tericamente, sino aquella tendiente a la democratizacin de las relaciones por la va de un juego de fuerzas y contrafuerzas de la que resultar un equilibrio fluctuante de poder. 25
Ello hace necesario involucrar la coaccin social (d): Una teora de la integracin social debera problematizar cmo se regulan las necesidades y deseos de los individuos y de las categoras sociales, de manera que pueda generarse una conciencia colectiva comn. Este tema se torna particularmente problemtico habida cuenta de la creciente diferenciacin de las sociedades y del proceso que ha sido concebido como una afirmacin de las identidades. Ms all de las resonancias postmodernas que pueda tener esta temtica de la explosin y fragmentacin de las identidades, lo que queremos es llamar la atencin acerca del carcter crecientemente complejo que puede tener este elemento analtico si se lo considera como elemento constitutivo del proceso de integracin social. Sin pretender resolver este problema aqu, s queremos sealar que pese a la desatencin que de este aspecto se verifica en el abordaje casteliano, consideramos es un elemento cuya dificultad no debe conducir a evadirlo.
En la propuesta durkheimiana este punto se resolva mediante una socializacin metdica que tena por principal mecanismo a la Educacin. As, el ajuste de los comportamientos a las necesidades sociales se conformaba como adhesin voluntaria va internalizacin de imperativos sociales. Somos entonces juguetes de una ilusin que nos hace creer que hemos elaborado nosotros mismos lo que se nos impone desde fuera. Pero, si bien la complacencia con la que nos dejamos ir enmascara el empuje sufrido, no lo suprime. Es como el aire, que no deja de pesar aunque ya no sintamos su peso., nos deca Durkheim (1986:42). Y resaltaba la funcin de la moral laica en este proceso por el que los individuos se convertan en miembros de la sociedad. Pero como ya sealara Elas, este proceso supone un conflicto para el individuo, dado que los imperativos sociales se le presentan muchas veces como presiones que le impiden desarrollar su individualidad.
En efecto, la adhesin voluntaria a una regulacin social uniforme y vlida para todas las situaciones parece actualmente an ms difcil de resultar legtima. Ciudadanos que forman parte de dos sociedades diferentes, jvenes cuyas transiciones a la adultez adquieren una mayor complejidad, instituciones cuyo peso se modifica en el curso de vida. Todo parece dirigido a que la coaccin social concebida como normatividad uniforme atente contra la integracin plena de distintos grupos e individuos. Quizs debamos pensar en las posibilidades de introducir este elemento 26 sobre una suerte de piso mnimo indispensable de coaccin, y un mximo de reglas de comportamiento aceptables.
Las posibilidades de la agencia y las repercusiones que las tendencias en los procesos de integracin-desintegracin desencadenan en la vida de los sujetos (e) es el ltimo elemento analtico que resaltamos, para recordar la necesidad de trabajar en varios niveles de agregacin (individuos, grupos, etc.). Pero tambin, para poner de relieve la importancia que tiene en el desarrollo de una teora sociolgica de la integracin social, la puesta en relacin de los niveles micro, meso, y macro.
Finalmente, queremos sealar un aspecto que consideramos de gran relevancia en la forma cmo se ha problematizado y diagnosticado a la integracin social en las sociedades contemporneas. Comenzbamos estas reflexiones con una referencia al planteo de Karsz (2004): la diferencia entre lazo social en singular y en plural es que el primero se quebranta mientras los segundos no. Qu contiene implcita esta afirmacin? Un punto bien importante a nuestro juicio: que el tan mentado debilitamiento del lazo social, cuando no su fractura concierne especficamente a una normatividad social que preconiza la forma en que convendra realizar el lazo: amistoso, de vecindad, estudiantil, profesional, etc. Hay en ello un juicio tico acerca de lo que le ocurre a los lazos que deberamos entretejer. Hay un lazo social fracturado entre las categoras ocupacionales y las instituciones laborales, en la mirada casteliana. Pero no hay por ello lazos sociales?
Contra lo que se preconizaba como aislamiento social en trminos de la concrecin de un proceso de desafiliacin llevado al lmite, la evidencia emprica sugiere la existencia de una multiplicidad de lazos sociales que resisten: se vinculan vecinos para gestionar la red de saneamiento en el barrio, se vinculan grupos para demandar ante el municipio la falta de un servicio de transporte. Mltiples ejemplos dan cuenta que contrariamente a la inaccin que proponen ciertas miradas, individuos y grupos luchan por revertir sus condiciones de desintegracin. Aunque claro est, no todos lo hacen de la misma manera ni con la misma fuerza. Los cundo, los cmo, y los por qu tanto afirmativos como negativos, deberan ser susceptibles de abordaje mediante un modelo analtico de integracin social lo suficientemente abierto a ver ms all del lazo imaginado como vlido desde el punto de vista propio. Compleja la tarea, pero vaya si valdr la pena el desafo. 27 VI. Bibliografa Castel, Robert. 1996. Les marginaux dans lhistoire. En Paugam, Serge: Lexclusion, ltat des savoirs, Paris: La Dcouverte.
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