La Piel de Zapa de Balzac

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La piel de zapa de Balzac

Un joven entra en una casa de juegos. No


sabemos nada de l, pero lo sabemos todo,
porque en ese momento es, precisamente,
eso, nada. Una sombra desafortunada, triste,
abandonada y arruinada. A punto de perder lo
ltimo que le queda encima: Pero una pasin
ms mortal que la enfermedad, una enfermedad
ms implacable que el estudio y el genio,
alteraban aquel juvenil rostro, contraan aquellos
msculos vivaces y retorcan aquel corazn que
solamente rozaran las orgas, el estudio y la
enfermedad (Alguien duda de la capacidad
de despertar el inters, de la riqueza de
vocabulario y de recursos de Balzac?)
Por lo pronto, ha de dejar el sombrero, y, ya,
desde el principio surge otra caracterstica de
este autor: la irona: Cuando entris en una
casa de juego, empieza la ley por despojaros del
sombrero. Ser una parbola evanglica y
providencial? O ms bien un modo de cerrar
con vosotros un trato infernal, exigiendo alguna
prenda?
Y es as, porque el joven, sin tener mucha
conciencia de ello, acaba de traspasar no slo
la puerta del Palais- Royal, la casa de juegos,
sino que inicia su descenso hacia el infierno,
hacia la parte oscura y misteriosa de la vida.
Y si entr con poco, sale con menos:
Caminaba cual por un desierto, entre los
codazos de gente que no vea y sin escuchar
entre los clamores populares sino una sola voz:
la de la Muerte.
Pero, no, no se preocupen, porque a nuestro
joven an le queda algn principio moral, y no
va a morir de da, morir de da le pareci
innoble y decidi morir de noche y eso le
salvar, por ahora, la vida.
Porque en lugar de tirarse al Sena, entra en una
de esas viejas tiendas de anticuario, donde
encuentras un poco de todo, donde los
sentidos se pierden y, vindolo todo, acabas
viendo confusin y vida pasada. Todo pasa
ante sus ojos como en una especie de torbellino
y mezcolanza: momias, cocodrilos, banos
tallados, vitrales de iglesia, un jarrn de Svres,
unos bustos, tazas de porcelana china,
bomboneras de la Edad Media, retratos
flamencos Era aquel como un vertedero
filosfico en el que no faltaba cosa alguna
Y entre aquellas cosas tan dispares, el joven
encontrar algo misterioso, extrao, que
marcar todo lo que le queda de existencia.
El viejo dueo (a quien Balzac caracteriza como
al ms tpico anticuario que imaginarse pueda o
quizs es que el ms tpico anticuario que
imaginarse pueda le deba su descripcin a este
viejo de Balzac), sea como fuere, el hombrecillo
ofrece a nuestro amigo (cmo se llama?, por
ahora, ni nombre tiene) algo que le har
desistir de su previsto suicidio nocturno.
El objeto es un talismn, un simple talismn, y
cmo har un talismn para retirar de la cabeza
de este joven entristecido y empobrecido tan
tremendo destino?
Pero no es un talismn cualquiera, se trata de
una piel de zapa (chagrin, en el original francs),
del tamao, ms o menos, de la piel de un zorro,
extraamente brillante, con una impresin en la
parte trasera. Esta es la huella del sello que los
orientales llaman el sello de Salomn
Extrao sello que no puede ser borrado y que,
traspasa, incluso, la misma piel. Y en el sello
una sentencia, que resumen, en realidad el
resto de la novela:
Si me posees, lo poseers todo, pero tu vida me
pertenecer. Dios as lo ha querido. Desea y
sern cumplidos tus deseos. Pero regula tus
deseos segn tu vida. Ella est aqu. A cada
deseo tuyo, menguar yo como tus das
E igual que vemos a Fausto o a Dorian
Gray firmar un pacto con fuerzas malficas,
Rafael, y por fin el estudiante en bancarrota
consigue tener un nombre (al mismo tiempo
que la piel), firma un pacto con ese trozo de
zapa. No del todo muy seguro de que aquello
que le promete sea cierto, pero, cuando uno no
tiene nada que perder, todo lo que puede
ganar es mucho. Al menos eso parece pensar
l.
Y nada ms salir de la tienda del anticuario,
adems de conseguir un nombre, se
encuentra con un grupo de amigos(entre ellos
el famoso y recurrente Rastignac de la Comedia
Humana). Amigos que le informan que le estn
buscando por todo Pars: se proponen
coronarlo rey de una marabunta de jvenes
ociosos, dispuestos a vivir a costa del dueo
de un peridico, un banquero retirado, que, no
sabiendo qu hacer con su oro, quiere cambiarlo
por talento.
Y es as como Rafael de Valentn se inicia en
una nueva vida. Primero un banquete, ms
prximo a una orga que a una simple comida de
amigos, coronado entre vinos y trufas, en medio
del bullicio, de discusiones polticas un poco
con sentido, un poco sin pies ni cabeza, de
hermosas mujeres que representan la
perdicin total del hombre.
Pero no todas las mujeres de esta novela
simbolizan la perdicin, porque al igual que
ocurrir en otras ocasiones, aqu tenemos el
polo positivo y el negativo, el ser angelical
(Paulina) y el ser malvado (Fedora), Paulina es
la mujer sencilla, con la que Rafael podra
vivir una vida sencilla, Fedora es la mujer
ambiciosa, nunca satisfecha, la sociedad
misma, como dir el propio narrador.
Habr que seguir leyendo para conocer a
ambas, para conocer la historia pasada de
Rafael, por qu lo vimos entrar esa maana al
Palais-Royal? por qu slo vea en el suicidio su
nica salvacin y por qu acept aquel pacto que
de forma algo misteriosa y muy sutilmente le
ofreci el anticuario? Y lo que es casi ms
interesante qu le va a pasar ahora, con la
piel en sus manos? qu desear? qu
conseguir y qu perder?
Todo tiene su explicacin, porque no es Balzac
de dejar cabos sueltos en sus novelas. Todo lo
que en ellas ocurre tiene una razn, que tarde o
temprano conoceremos. Y esta no va a ser
diferente. Van a encontrar de todo: sueos,
amores, desvaros, alucinaciones, destinos
atormentados, todo lo que un espritu
romntico poda pedir.
La piel nos recuerda, en su vertiente
demonaca, a Goethe o a Wilde, pero tambin
a aquellas lmparas maravillosas de las Mil y
una noches o a los espejos mgicos de los
cuentos infantiles.
La solucin de los problemas no se encuentran
en la realidad, est ms all, en un espacio
cercano a la locura, si no en la misma locura.
Y Rafael no se da cuenta, hasta que no es
demasiado tarde, que la piel es su vida, y que
al consumir su vida, consume la piel (o al
contrario, como gusten) y, conforme, ms
tiene, ms quiere, pero la piel se le reduce:
quiere la gloria y el poder y la piel se le va en
ello.
Todo ello escrito con el estilo inconfundible de
Balzac, un poco excesivo en sus
descripciones, prolijo en digresiones, pero
con un arte que nunca cansa. Con
unahabilidad magistral para hacernos
compartir las idas y las vueltas de los
personajes. Nos hace creer hechos que parecen
histricos y dudar de lo que realmente es historia.
Rafael vive en un mundo de pesadilla, de
ensueo, sin embargo, Balzac nos lo ha
colocado perfectamente en un Pars
contemporneo al 1831, ao en el que se
public por primera vez la obra.
Para los lectores de Balzac, no creo que sea
necesario aconsejarles su lectura, para los que
nunca han ledo a Balzac, es una buena
oportunidad para iniciarse en l.
Ah, y una ltima curiosidad, para los cinfilos,
hay versiones cinematogrficas, la primera, de
1920, bajo el nombre de Desire;otra, rodada en
Argentina en 1943, dirigida por Luis Jos Bayn
Herrera.

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