Oración en El Cementerio
Oración en El Cementerio
Oración en El Cementerio
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Inicio
En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espritu Santo. Amn.
Monicin introductoria
Queridos familiares y amigos de
N.:
Vamos a cumplir con el deber
de dar cristiana sepultura a
nuestro/a hermano/a. Junto al
RITO DE LA SEPULTURA
PLEGARIA EN EL CEMENTERIO DIRIGIDA POR UN LAICO O LAICA
dolor por la muerte y la separa-
cin de este ser querido, tene-
mos una esperanza: Cristo ha
resucitado y prometi que todos
los que creyeran en l tambin
resucitaran; la muerte no es el
fnal de nuestro camino sino que
estamos llamados a ser ciudada-
nos del cielo, donde viviremos
juntos para siempre con Dios.
Centre de Pastoral Litrgica Hoja verde
Recomendacin a la Virgen Mara
Antes de concluir, vamos a encomen-
dar a la Virgen Mara, nuestra madre, a
nuestro/a hermano/a N., para que ella
salga a su encuentro y lo/la conduzca a
la presencia de su Hijo. Digamos, pues,
aquella oracin que tantas veces habre-
mos rezado, y en la que le pedimos que
ruegue por nosotros en la hora de nues-
tra muerte. Digamos juntos:
Dios te salve, Mara,
llena de gracia,
el Seor es contigo.
Bendita t eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jess.
Santa Mara, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amn.
Conclusin
Seor, dale el descanso eterno.
R. Y brille sobre l/ella la luz eterna.
Descanse en paz.
R. Amn.
Mientras el fretro es colocado en el sepulcro se puede cantar un canto
apropiado, por ejemplo Acurdate de Jesucristo o T nos dijiste que
la muerte o Yo soy el pan de vida o Si vivimos, vivimos para Dios.
Lectura
De la primera carta
del apstol san Pablo
a los Tesalonicenses
(4, 14)
Hermanos: Creemos que Jess ha muerto y ha resucitado; del
mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jess, los
llevar con l.
Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Seor.
Padre nuestro
Digamos ahora
juntos la oracin
que Jess nos
ense, el Padre
nuestro:
Preces
Invoquemos a Jesucristo resucitado, en quin nuestro/a hermano/a
N. crey como su Salvador, para que transforme su cuerpo mortal en
cuerpo glorioso como el suyo, dndole la vida eterna. Respondamos
a cada peticin diciendo: TE ROGAMOS, YENOS.
1. Para que Cristo, que al resucitar venci la muerte, haga participe
a N. de su vida gloriosa. ROGUEMOS AL SEOR.
2. Para que Cristo, que por el bautismo acogi a nuestro/a hermano/a
N. en la Iglesia, lo/la reciba en la asamblea festiva de los santos y
elegidos. ROGUEMOS AL SEOR.
3. Para que Cristo, que aliment a nuestro/a hermano/a N. con su
Cuerpo y su Sangre en la eucarista, lo/la admita en la mesa de su
reino. ROGUEMOS AL SEOR.
4. Para que Cristo, que perdon en la cruz al buen ladrn y le prome-
ti el paraso, perdone los pecados de nuestro/a hermano/a N. y
lo/la lleve al cielo. ROGUEMOS AL SEOR.
5. Para que Cristo, que llor ante la tumba de Lzaro, consuele a los
familiares y amigos de nuestro/a hermano/a N. con la esperanza
de la vida eterna. ROGUEMOS AL SEOR.
Padre nuestro, que ests en el cielo,
santifcado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da,
perdona nuestras ofensas,
como tambin nosotros perdonamos
a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentacin,
y lbranos del mal.
Oracin fnal
A tus manos Padre de bondad, enco-
mendamos el alma de nuestro/a
hermano/a N., con la frme esperanza
de que resucitar en el ltimo da, con
todos los que han muerto en Cristo. Te
damos gracias por los dones con los
que lo/la enriqueciste a lo largo de su
vida; en ellos reconocemos un signo
de tu amor y de la comunin de los
santos. Dios de misericordia, acoge
las oraciones que te presentamos por
este/a hermano/a nuestro/a que acaba
de dejarnos y brele las puertas del
paraso. Y a sus familiares y amigos, y
a todos nosotros, los que hemos que-
dado en este mundo, concdenos saber
consolarnos con palabras de fe, hasta
que tambin nos llegue el momento de
volver a reunirnos con l/ella, junto a ti,
en el gozo de tu reino eterno. Por Jesu-
cristo, nuestro Seor.
R/. Amn.
O bien:
Seor Jesucristo, reden-
tor del gnero humano, te
pedimos que des entrada
en tu paraso a nuestro/a
hermano/a N., que acaba
de cerrar sus ojos a la
luz de este mundo y los
ha abierto para contem-
plarte a ti, luz verdadera;
lbralo/a, Seor, de la
oscuridad de la muerte y
haz que contigo goce en
el festn de las bodas eter-
nas; que se alegre en tu
reino, su verdadera patria,
donde no hay ni tristeza,
ni muerte, donde todo es
vida y alegra sin fn, y con-
temple tu rostro glorioso
por los siglos de los siglos.
R/. Amn.