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ADOLESCENTES EMBARAZADAS: CMO AYUDARLAS
Actualmente, miles de adolescentes en Amrica Latina quedan embarazadas, y muchas
de ellas asisten a la iglesia. Cmo puede un lder expresar la desilusin por el pecado de una joven pero al mismo tiempo demostrar compasin, amor y esperanza? El siguiente artculo lo ayudar, como lder de su iglesia, a enfrentar un embarazo adolescente y a descubrir las lecciones que puede aprender de esta situacin. Pastor, estoy embarazada. Ningn pastor o lder quiere escuchar estas palabras cuando provienen de una adolescente. La vida de esta joven nunca ms ser la misma. Cmo respondo de tal forma que exprese desilusin y, al mismo tiempo, apoyo? Cmo le hablo acerca de su confusin y vergenza de tal forma que no condone las relaciones sexuales prematrimoniales pero que ella sepa que Jess y yo todava la amamos? Ese es el dilema del pastor y del lder. Cada ao, casi un milln de jvenes adolescentes 10% de todas las mujeres entre quince y diecinueve aos de edad quedan embarazadas. Estados Unidos tiene el porcentaje ms alto de adolescentes embarazadas entre todos los pases desarrollados. Desafortunadamente, muchas iglesias no saben cmo enfrentar este problema. Tampoco olvide que los padres de estas jvenes tambin sienten vergenza, especialmente si son miembros de la iglesia. Se sienten desilusionados y frustrados por todos los sacrificios que hicieron para asegurarle a su joven hija un futuro, el cual ahora parece ser algo vano. Por eso, mi deseo a la hora de ministrar a estas familias heridas es ofrecerles compasin en vez de condenacin. No queremos que ninguna familia sienta que la iglesia una casa de oracin se convierte en una casa de juicio. Si bien debemos tomar en serio las consecuencias permanentes del pecado, la gracia nos recuerda que las ofensas pasadas no deberan obstaculizar a los jvenes a practicar y crecer en su fe. Incluso el embarazo de una adolescente en nuestra iglesia puede ser una advertencia de que necesitamos poner ms atencin en nuestros jvenes. Definitivamente necesitamos ensear, predicar y fomentar la abstinencia. Debemos tener cuidado de no crear una cultura en la iglesia que fomente la promiscuidad o un lugar donde las adolescentes que buscan atencin traten de encontrarla en el embarazo temprano. Pero tambin necesitamos recordar que estas jvenes estn heridas y perdidas. Ellas irn a cualquier lugar para encontrar ayuda. Nuestras acciones pueden determinar si ese lugar se dirige a Dios o, al contrario, las aleja de l. Formas constructivas para responder al embarazo adolescente 1. Comunique la desilusin en forma privada. Cuando una joven en mi iglesia qued embarazada, le expres mi desilusin en privado. Sus acciones me haban desilusionado, mas no ella como persona. No la reprend en pblico. 2. Celebre la vida. La iglesia podra ser el nico apoyo para los padres adolescentes. Animo a la congregacin para que le enven a la familia alimentos y que los ayuden con paales y otros artculos para beb. Al celebrar estos nacimientos, no estamos celebrando el sexo fuera del matrimonio, sino el milagro y la decisin por la vida. 3. Incorpore a los padres adolescentes en la vida de la iglesia. Si ellos han reconocido su falta moral y se han hecho responsables, anime a los padres y madres adolescentes a continuar en las actividades juveniles. Sin embargo, deje en claro que el beb es su responsabilidad. Algunas veces esto significa que no podrn participar de algunas actividades del grupo juvenil, pero eso es parte de la realidad de la crianza de los nios. 4. Anmelos a compartir sus historias. La madre o padre adolescente puede ser una ayuda eficaz para abordar temas sobre la abstinencia y los embarazos. El/la joven puede tambin ser una fuente confidencial que puede alertar a los lderes juveniles de otras y otros jvenes en riesgo. 5. Contctelas con algn centro de ayuda. La iglesia puede servir como un conducto para referir a la adolescente a alguna agencia cristiana que maneje embarazos, adopciones o las ayude en la crianza del beb. Martn Odom es pastor de la iglesia St. James A.M.E. Church en Nueva Orleans, Louisiana. Este artculo se public por primera vez en Christianity Today International, usado con permiso.
AYUDE A SU HIJO A DECIRLE Dentro de cada uno de nosotros hay un profundo deseo de amar y ser amado. Y si no lo recibimos a travs de nuestras familias, lo buscaremos en otro lugar. Daniel, un adolescente cristiano inteligente, vena en busca de consejos. "A veces me siento terriblemente solo, como si no le importara a nadie, " me deca." Mis padres viven en su mundo, y yo vivo en el mo." Levant el rostro, con su mirada perdida. "No siempre fueron las cosas as..." me dijo con lentitud. "Ya s que suena descabellado, pero yo quiero que ellos me dejen solo, y sin embargo quiero ser parte de sus vidas. La mayor parte del tiempo me dejan solo, y la verdad es que me siento bastante solitario." Deseara que la situacin de Daniel fuera una excepcin pero me temo que en demasiados hogares es la regla. Y es este sentimiento de alienacin de su familia que expres Daniel que hace que la juventud sea tan susceptible a involucramiento sexual. Luego de sostener cientos de conversaciones con jvenes y leer miles de sus cartas, estoy convencido que los adolescentes de hoy no estn buscando tanto el sexo. Lo que estn buscando realmente lo resumen tres frases sucintas de una joven: "Deseara que alguien simplemente me amara, pero no fsicamente. Quiero que alguien me muestre que est interesado por m. Quiero ser amada, pero no se cmo recibirlo ni cmo darlo." Dentro de cada uno de nosotros hay un profundo deseo de amar y ser amado. Y si no lo recibimos a travs de nuestras familias, lo buscaremos en otro lugar. Yo creo que el factor que ocupa primer lugar en contribuir a la crisis sexual de la juventud es la alienacin adolescente, producida por la falta de inters por parte de sus mayores. El establecer reglas y prohibiciones sin suplir la necesidad de un joven de amar y ser amado lleva directamente a la rebelin. Pero las reglas colocadas dentro del contexto de una relacin amorosa generalmente llevan a respuestas positivas. En la medida que los padres provean estabilidad emocional, espiritual, y sicolgica para sus hijos, en un marco de relaciones cariosas, la tentacin de buscar intimidad a travs de experiencias sexuales va a disminuir. Si Ud. quiere proteger a su hijo de las muchas presiones sexuales que le acosan, desarrolle una relacin estrecha y abierta de respeto y amor mutuo. Qu cosas son necesarias para desarrollar esta clase de relacin? ACEPTACIN Sus hijos necesitan estar convencidos de que, pase lo que pase, no importa qu es lo que hagan, la aceptacin y el amor que usted demuestra no va a cambiar. Esta aceptacin le dar a ellos el sentido de seguridad que ellos tanto anhelan. A veces los padres ofrecen aceptacin basada en el desempeo del joven (condicionada). Mientras se desempee como los padres quieren, ser aceptado. Pero cuando el joven fracasa, el amor y la aceptacin sern temporalmente retirados. Una manera de comunicar aceptacin incondicional es la de premiar el esfuerzo ms que el xito. La pregunta crucial no es si pudo ganar un evento deportivo, salir con la mejor calificacin de la clase o recibir una ovacin por algn acto pblico, sino si los resultados fueron los mejores que l pudo alcanzar. Mi hijo Sean se ha convertido en un buen jugador de ftbol y, naturalmente yo me siento orgulloso de l. Pero mi aceptacin y amor hacia su persona no dependen de cuan bien juega al ftbol. No discuto con l acerca de si ha jugado bien o mal o cmo se compara con otro jugador. En lugar de esto busco determinar si durante el partido realmente se esforz por jugar bien. Luego le aseguro que si l hizo el mayor esfuerzo posible, eso es todo lo que realmente me interesa. Mi amor y aceptacin nunca dependern de los resultados que puede haber obtenido. Siempre lo amar. APRECIACIN El expresar apreciacin por un hijo le da a l un senado de significanca. Muchos jvenes, especialmente los adolescentes con quienes hablo, sienten que sus padres estn constantemente sealando sus errores, resaltando sus debilidades, exhortndolos a que limpien sus cuartos, laven los platos, etc., etc. Mi esposa y yo hacemos un esfuerzo consciente de encontrar aquellas cosas que hacen nuestros hijos y que merecen elogio. Hemos debido trabajar para hacer de esto un hbito. Nuestro lema se ha vuelto: "Tratemos de pescarlos haciendo algo bueno!" Cuando yo lo encuentro a Sean, mi hijo, poniendo su ropa sucia en la canasta junto con las otras cosas para lavar en lugar de dejarlos tirado en su cuarto, le digo: "Gracias, hijo. Realmente aprecio que te hayas acordado de usar la canasta. Esto hace que el trabajo de lavar la ropa sea ms fcil, y eso demuestra tu consideracin." Cuando Dottie encontr a nuestra hija mayor, Kelly, compartiendo una galletita con su hermana, la escuch diciendo: "Kelly!, mi vida!, es hermoso verte compartiendo con tu hermana de esta manera. Qu lindo que lo hagas!" Tomando prestado una frase de Mamie MaCullough, sea un "descubridor del bien." Busque encontrar las cosas buenas que sus nios estn haciendo. Y cuando encuentre algo, sea rpido para expresar elogio. DISPONIBILIDAD Cuando usted, como padre, est disponible para sus hijos, les da un sentido de importancia y valor. En otras palabras, si usted pasa tiempo con sus nios, se sentirn importantes porque se perciben como una alta prioridad en la vida de sus padres. Y un hijo desea fervientemente saber eso. El estar disponible para sus hijos tambin acarrear recompensas especiales en el futuro. Como suele decir mi sabia esposa, "si pasamos tiempo con nuestros hijos ahora, ellos querrn pasar tiempo con nosotros ms adelante. Si mostramos inters en ellos hoy, ellos mostrarn inters por nosotros en el maana." Ya s que nosotros, los padres, tenemos grandes demandas sobre nuestro tiempo y que nuestros hijos tambin se mueven en veinte diferentes direcciones a la misma vez. Es por esto que se ha desarrollado el concepto de "calidad" de tiempo. La idea expresada en este principio es que usted no tiene que pasar gran cantidad de tiempo con sus hijos para ser un buen padre, siempre y cuando el tiempo que s pasa con ellos es tiempo de alta calidad. Aunque estoy de acuerdo con la importancia de buscar calidad de tiempo en los momentos que pasamos con nuestros hijos, tambin estoy convencido que no hay un verdadero substituto que reemplace el pasar buena cantidad de tiempo con ellos. Una chica de quince aos escribi una monografa acerca del siguiente tema: "Lo que me gustara que mis padres sepan acerca de mi sexualidad." En su trabajo, ella dijo: "Tuve un da horrible en el colegio y todo lo que quiero es un poquito de su tiempo; quizs me alcanzara con un simple abrazo. Pero mis padres trabajan, y cuando finalmente regresan a casa estn tan cansados que lo nico que desean es estar solos. As que fui a la casa de mi novio y el me confort; hablamos de mis problemas y me sent 100% mejor. Genial! De ahora en ms acudir a l cuando tenga problemas, y no molestar ms a mis padres, pens. Una cosa ha llevado a otra cosa, y me he encontrado haciendo cosas que jams hubiera soado. Mam... Pap... cunto he deseado que estuvieran cuando los necesit!" El hacemos disponibles le comunicar a nuestros hijos que ellos son importantes, y es esto uno de los ingredientes vitales para evitar la alienacin de la juventud. AFECTO La demostracin de afecto a sus hijos les dar un sentido de "amabilidad." Es decir, si un hijo confa que Mam y Pap me aman, entonces podr pensar, otras personas tambin me podrn amar. Y esa confianza es esencial para la autoestima del joven y su habilidad de tener buenas relaciones con personas fuera del grupo familiar. Los nios no pueden recibir demasiado afecto. Necesitan mucho amor verbal; necesitan or constantemente las palabras "te quiero." Yo trato de decrselo a mis hijos por lo menos cuatro o cinco veces por da. Tambin necesitan mucho amor fsico saludable, tal como besos, abrazos, caricias, y palmaditas. Por supuesto que es ms fcil hacer esto con chicos grandes si uno empez cuando eran pequeos, pero nunca es demasiado tarde para comenzar. Los chicos absorben el afecto de la misma manera que un desierto recibe la lluvia. RENDICIN DE CUENTAS El establecer en sus hijos la necesidad de rendir cuentas les dar un sentido de responsabilidad. No me estoy refiriendo solamente a que sus hijos le rindan cuentas a usted como padre; eso es solamente la mitad de la historia. Tambin es bueno para usted el tener que rendir cuentas a sus hijos. Yo le he pedido a mis hijos que me ayuden a ser el mejor padre que puedo ser, sealndome las reas donde debo mejorar. Tambin les he pedido que me hagan conocer las veces en las cuales he hecho o dicho cosas que contradicen lo que yo les he intentado ensear. Hace poco tiempo estbamos por salir a comer juntos. Todos, excepto Kelly, estaban de acuerdo en el lugar en el cual queran comer, y ella expres su frustracin con unos comentarios de menosprecio por el lugar que habamos elegido. Yo la correg por su actitud y su lenguaje. Llegamos a un compromiso en cuanto a dnde bamos a comer ponindonos de acuerdo que los que queran comer en un lugar podan hacerlo, mientras que Dottie y yo llevbamos a Kelly a comer en el lugar que ella haba elegido. Cuando llegamos al primer restaurant yo dije: "Todos los que comen en este chiquero, abajo." Mientras nos dirigamos al segundo lugar, Kelly me seal que yo acababa de hacer lo mismo que haba corregido en ella. Y tena razn. Me tragu el orgullo y le di gracias por haberme sealado mi inconsistencia. En ese momento yo estaba logrando dos cosas: Primero, al pedirle que rinda cuentas por su comportamiento le estaba enseando la importancia de la autodisciplina, algo indispensable para que un adolescente resista la presin sexual. En segundo lugar, cuando acept su crtica le di un buen ejemplo de cmo debe ella responder a la correccin que yo le imparto. Como padres, no tenemos mucho control sobre las actitudes permisivas de nuestra sociedad secular. No podemos controlar lo que nuestros hijos hacen cuando estn solos con otras personas. Pero si podemos controlar lo que nosotros hacemos. Podemos aislar a nuestros hijos de sentimientos de alienacin hacindoles conocer que son aceptados, expresando sincera apreciacin por ellos, estando disponibles para ellos, mostrndoles afecto, y ensendoles la importancia de rendir cuentas mutuamente. El proporcionarles informacin acerca del sexo, especialmente las razones por las cuales se espera hasta el matrimonio y los beneficios que esto acarrea, es muy importante. Pero la cosa ms importante para su hijo es Ud. Su relacin con ellos va a ser uno de los factores determinantes en su habilidad de decirle no a la presin sexual. Una mujer de veintisiete aos, que perdi su virginidad durante la adolescencia, escribi un ensayo conmovedor titulado "En busca del amor de mi padre": " Me sent sola, hoy, por la noche. Como si estuviera completamente sola en esta vida. Y me di cuenta que lo que produca esta soledad era mi necesidad de un papi... Uno que pudiera llamar cuando estaba dolorida, para escucharlo decir que me comprende y que quiere escucharme... Pero, nunca tuve eso con mi padre. Por eso me siento sola sin ese eslabn que me una a mi pasado." Luego, citaba la letra de una cancin de Esteban y Ana Chapman "El amorcito de su padre". Pap, tu eres el hombre de los sueos de tu pequea nia; t eres la persona que ella anhela agradar. Hay un lugar en su corazn que solamente puede ser llenado con el amor de un pap... Y algn da, si te enteras que su pureza ha desaparecido, puede ser que lo haya perdido intentando buscar lo que solamente poda recibir en su hogar... No la mandes a la casa de otro hombre. Ninguna otra persona puede hacer lo que t haces..., ella solamente necesita el amor de su pap." Se tom de la revista Moody Monthly, Moody Bible Institute. Se usa con permiso. Traducido y adaptado por Desarrollo Cristiano Internacional, Copyright 1990-2009, todos los derechos reservados. Apuntes Pastorales, Volumen V Nmero 4, todos los derechos reservados. CMO ALCANZAR A LA JUVENTUD PERDIDA Es muy importante entender que la clave para alcanzar a la juventud perdida es la relacin personal. Unos trece aos atrs comenc a aconsejar a un muchacho que intent suicidarse dos veces. Al procesar los sentimientos y emociones relacionados con ese hecho, l me dijo algo que marc mi ministerio y mi vida personal: Roger, no me entiendes. Respond: Marcos, aydame a entenderte. Con lgrimas en los ojos que reflejaban dolor y agona, expres algo que yo no estaba preparado para recibir: Roger, en realidad nunca quise morir, slo quera matar mi dolor. Por primera vez me di cuenta de que el dolor al que l se refera no era el que se quita con aspirinas o antibiticos. Era un asunto del corazn, el vaco que muchos de los muchachos que vemos a diario aceptan como vida. Se caracteriza por una soledad que es ms que una emocin: es estar solos, aislados, desconectados, rechazados y, en muchos casos, simplemente olvidados. Gran cantidad de los chicos que vemos en nuestra institucin han sido rechazados por su familia y, en la mayora de los casos, simplemente desechados por aquellos que deberan haberles inculcado la importancia y la definicin de la vida misma. La mayora est tratando de encontrar o de crear un sustituto o una imitacin de la segunda experiencia fundamental que un nio debe tener: la del amor. Cuando se niega o no existe el amor, el nio intentar desesperadamente encontrar algn tipo de imitacin para llenar ese profundo vaco en su corazn. Muchos actos de delincuencia podran ser rotulados como un sndrome de prstame atencin, necesito cario. A menudo nuestros muchachos, en actos de desesperacin, buscan maneras secundarias y equivocadas de captar atencin, cario, reconocimiento, afecto y amor. Como vern, un nio prefiere tener la atencin de un polica, un abogado, un trabajador social, un juez de menores o un consejero como yo, antes que no recibir ningn tipo de atencin. Este artculo es un pequeo intento de ayudar a aquellos que estn pensando en dedicarse a este ministerio para que, antes de tomar una decisin, vean la energa que insume cerrar la brecha del dolor, la ira y el enojo. En muchos casos, hacer algo a medias es contraproducente y causa ms dao que no hacerlo. Comenzar algo y dejarlo inconcluso reaviva el dolor de la prdida mucho ms que si no se hubiera hecho nada. Hemos aprendido que el fracaso no tiene nada de malo, porque todos fallamos y nuestro mejor esfuerzo a veces no alcanza. Pero este ministerio no tiene cabida para los que abandonan. Muchos de estos nios han sido vctimas del abandono. Padres, amigos, familiares, iglesia, escuela, todos han perjudicado a estos nios al no terminar lo que empezaron. I. La juventud perdida a menudo se caracteriza por todos o algunos de los siguientes elementos identificadores: Adiccin: drogas y/o alcohol. Problemas escolares: expulsin, suspensin, escapadas. Actitud/comportamiento de oposicin, especialmente a la autoridad. Estructura familiar fragmentada. Comportamiento antisocial. Actividades delictivas. Participacin en pandillas. Ideas, fascinacin suicidas. Destruccin de propiedad. Automutilacin. Propensin a la violencia y agresin fsica/verbal. Inmadurez social/emocional. Enojo/ira/resentimiento. II. Cmo alcanzar a la juventud perdida y relacionarse con ellos de manera efectiva A. Cree un ambiente de amor/cuidado que refleje un compromiso paternal. Piense y reflexione en todas las cosas que hace por su propio hijo/a y establezca una estrategia acorde con esos principios. Algunos aos atrs, Sheldon y Eleanor Gluk, dos socilogos estadounidenses, llevaron a cabo un estudio de varios aos para identificar los factores cruciales que llevan a la delincuencia juvenil. A continuacin presentamos cuatro factores necesarios para prevenir la delincuencia. Ellos llegaron a la conclusin de que si uno no practica los cuatro ingredientes mencionados, hay un 90% de probabilidades de que el hijo sea un futuro delincuente juvenil. 1. La disciplina del padre debe ser firme, justa y uniforme. 2. La madre debe saber en todo momento dnde estn sus hijos, lo que estn haciendo, y estar con ellos el mayor tiempo posible. 3. Los nios necesitan ver demostrado el amor entre el padre y la madre y que tambin se lo muestren a ellos fsicamente. 4. El propsito de la familia es estar juntos. Vivir en familia es una prctica diaria. ste es slo un ejemplo del tipo de estructura y uniformidad que los nios necesitan. B. Debe estar dispuesto a confrontar las actitudes y comportamientos autodestructivos inaceptables con lmites y expectativas definibles. Las universidades de Harvard y Yale condujeron un estudio de 1000 delincuentes juveniles encarcelados en correccionales en el estado de Nueva York. Un 80% de los jvenes en esas instituciones respondieron a la siguiente declaracin de la misma manera: Nunca me amaron lo suficiente como para decirme NO. Los muchachos necesitan y merecen lmites claros y definibles que expresen: te amo tanto que si te sales de estos lmites, voy a responder, con amor, pero voy a responder. Los adolescentes con problemas necesitan desesperadamente el amor y la intuicin de personas que respondan a sus necesidades insatisfechas. La Biblia es muy clara al respecto: El Seor al que ama, disciplina (He. 12:6). La disciplina es vital en el proceso de crecimiento y debe ser administrada por adultos responsables, cariosos y que se preocupan. Recuerde: Reglas sin tener una relacin traen rebelin, pero reglas con una relacin promueven respeto y dignidad. C. Compromtase a tal grado que cada vez que el joven pruebe y viole sus lmites usted lo corrija. Debe estar dispuesto a responder con firmeza, pero mezclada con misericordia y motivada por gracia. D. No confunda el enojo, la ira y los comportamientos violentos del joven con la falta de habilidad, de potencial o de capacidad para amar. E. No se deje dominar por demostraciones externas de comportamientos inapropiados. No sea consumido por el pecado del joven. Trate de concentrarse en el pecador. Recuerde: Siendo an pecadores, Cristo muri por nosotros (Ro. 5:8). El amor de Dios se demostr de esta manera. Sabiendo que muchos lo rechazaran, aun as hizo lo que l saba que era correcto y honorable. l se concentr en el pecador y no en el pecado. Qu tremendo principio para ser parte de la ayuda a un muchacho con problemas! F. Recuerde que aquellos que aceptan ser consejeros y confidentes deben actuar como un ancla espiritual que ofrece estabilidad y que sirve de ejemplo, sin importar lo que vean o experimenten. G. Los jvenes quieren hablar de ciertos temas claves. Debe estar bblicamente preparado para tratar esos temas y poder orientar a la juventud. Algunos ejemplos pueden ser: Relaciones sexuales y noviazgo. Planes de carrera. Abuso fsico/sexual. Divorcio, nuevo matrimonio. Familias mixtas. Ideas y fantasas suicidas. mbito de la msica rap, alternativa, rock, salsa, etc. Medios de comunicacin (TV, video, msica, cine, etc.). Educacin. Familia. Prdida, dolor, muerte. Uso y abuso de drogas y alcohol. Relaciones, roles y responsabilidades. Enojo. Recuerde: nadie tiene toda la sabidura de Dios. Sea un mediador, un moderador, un abogado. No puede tener todas las respuestas a todas las preguntas. Escuche, escuche y escuche. Asegrele al adolescente: Estamos en esto juntos y vamos a tratar estos temas juntos. Debe estar dispuesto y preparado para pedir ayuda a otros cuando se enfrente a preguntas y situaciones que ya no pueda manejar. H. Preprese para incluir a la familia entera en su intento de relacionarse con un adolescente con problemas. El propsito no es ganar la confianza de ellos y quitarlos de su familia, sino reunirla. Comparta con los miembros de la familia estrategias, victorias y derrotas. Busque el involucramiento de la familia y trabaje con ella sin importar lo fragmentada que parezca por fuera. I. No comience algo que no vaya a terminar. Estos adolescentes han sufrido mltiples fracasos, rechazos y decepciones. No se permita ser otra fuente de dolor y tristeza para ellos. J. Debe estar dispuesto a que su vida se interrumpa en todos los niveles: profesional, espiritual, emocional y personal. K. Practique con su vida el evangelio que predica con su boca. La juventud perdida no ha observado la realidad de un Cristo resucitado reflejado en un estilo de vida. Muchas de las cosas que un adulto da por sentado le son totalmente extraas a un adolescente con problemas. El mejor ejemplo es el amor de un padre. El rol y las responsabilidades de un padre amoroso resultan extraas para ellos, porque en muchos casos el padre est ausente, o la madre no sabe quin es el padre. La imagen mental y emocional que tiene el muchacho de su Padre Celestial se establece inicialmente y se desarrolla segn la relacin que tenga con su padre terrenal. Se da cuenta de lo difcil que es explicarle el amor de Dios por la humanidad a un muchacho que la nica figura paterna que ha experimentado ha sido abusiva, adicta o directamente inexistente? La gracia es el inmerecido amor de nuestro Padre celestial dado a nosotros con liberalidad y es vital para entender la salvacin. El joven con problemas pocas veces comprender esta verdad sin que alguien le demuestre esa gracia. En las vidas de la mayora de los adolescentes ha habido poca o ninguna evidencia de compromiso. Es un valor modelado que se refuerza a travs de la interaccin con un adulto comprometido. La lealtad va siempre unida con el compromiso. Es un sentido de pertenencia y adhesin por el que vale la pena luchar. Estos jvenes no tienen un sentido de lealtad hacia s mismos, hacia su familia ni hacia Dios. Nuevamente, la ausencia de la familia a menudo lleva al joven a que no comprenda la importancia y el verdadero significado de la lealtad. Otros principios carentes en las vidas de estos adolescentes son el perdn, la integridad, la honestidad, el sacrificio, la fidelidad, la devocin y la humildad. L. Use principios y verdades bblicas para establecer normas de vida. Es importante emplear el libro de Proverbios como fundamento, a fin de ensear principios sobre cmo responder a las pruebas de la vida. Dios nos dise para que los padres impartan esos principios. Si los padres no son la opcin, busque formas de impartir los siguientes principios y verdades a sus mentes. Comern el fruto de su camino, y sern hastiados de sus propios consejos (Pr. 1:31). Aplicacin: sus malos hbitos los destruirn. Retn el consejo, no lo dejes; gurdalo, porque eso es tu vida (Pr. 4:13). Aplicacin: debemos aprender a tener el corazn abierto para aceptar consejos. La justicia de los rectos los librar; mas los pecadores sern atrapados en su pecado (Pr. 11:6). Aplicacin: la gente queda atrapada por su estilo de vida. No puedes escaparte. La ciencia del prudente est en entender su camino; mas la indiscrecin de los necios es engao (Pr.14:8). Aplicacin: la gente prudente planea, se prepara, desarrolla estrategias y las completa, pero la necedad del necio es decir una cosa y hacer lo opuesto. Podramos seguir mucho ms pero creo que puede ver cmo la palabra de Dios se convierte en el fundamento de todas las experiencias de la vida. M. Al relacionarse con un adolescente con problemas es probable que se encuentre supliendo varios roles. Aunque no puede cubrir todas las expectativas de cada rol, puede dar su apoyo en algunas reas. No trate de forzarlo a que entre en el molde de sus expectativas, sino responda a las necesidades que percibe en l. Sea flexible, seguro, abierto, bien plantado, una persona de Dios. Quizs se encuentre cumpliendo distintos roles en diferentes situaciones: padre, maestro, mentor, amigo, consejero, trabajador social, pastor, conciencia, defensor, confidente, fuente espiritual, salvavidas, etctera. N. La depresin es una triste pero verdadera realidad emocional. El consejero tiene que aprender a saber identificar los signos de este profundo, real y traumtico problema que enfrenta la juventud de hoy. O. Cuando trabaja con la juventud perdida, est en una maratn y no en los 100 metros planos. Prepare su mente para la accin. Sea fuerte y valiente. Es una larga carrera. P. No prometa algo que no pueda cumplir. Las promesas quebrantadas a menudo producen personas quebrantadas que viven vidas quebrantadas. Q. Sea sabio y honesto en su comunicacin. R. Dse cuenta de que no es la fuente del cambio, sino el catalizador. A menudo, el cambio ocurre dentro del contexto de una relacin. Y su relacin puede ser el puente entre un adolescente y el reconocimiento de su necesidad de un Salvador. Descanse siempre en el hecho de que es el poder del Cristo resucitado el que produce el cambio. S. Preprese para la desilusin, el fracaso y el dolor, pero no personalice esas fallas como si fueran suyas. III. Cmo puedo lograr el encuentro de dos mundos A. Ore fervorosamente, con diligencia, y en forma especfica por ese joven. B. Gnese su confianza para entrar en su vida y mundo personal. Est siempre alerta para descubrir cualquier signo que signifique que necesita ayuda. Sea sincero y buen oyente. C. La juventud perdida a menudo tiene vidas muy complicadas. En su estilo de vida pueden tener participacin la polica, abogados, consejeros, trabajadores sociales, la escuela, padres, padrastros, abuelos, familias mixtas, novias, etctera, todos tirando de ellos y causando una guerra emocional. Dispngase a escuchar y a involucrarse en esos procesos cuando sea apropiado. D. Busque maneras especficas para involucrarse con sus padres y dems familiares. Comparta una comida, un servicio en la iglesia, el cuidado de nios, una salida, etctera. E. No permita que su dolor personal interfiera con los objetivos de la misin o su vida familiar. Va a ver, escuchar, sentir y percibir ms emociones que nunca. F. D pasos pequeos y graduales. El progreso es lento y a veces sin grandes xitos. G. Son necesarias firmeza, justicia y consistencia. H. Los adolescentes con problemas a menudo pierden la habilidad de pedir ayuda en forma efectiva, normal y positiva. Tiene que aceptar lo que ellos ofrecen y cmo lo ofrecen. En otras palabras, descifrar lo que quieren decir. I. Relacione continuamente su testimonio, su estilo de vida con la realidad de Jesucristo para que puedan ver que l es su esperanza. Deben ver la realidad de Cristo reflejada en su estilo de vida y entender que es Jess el que marca la diferencia y que l puede hacer lo mismo en la vida de ellos. J. Hable de temas relevantes. Los jvenes quieren hablar de temas reales de la vida en forma seria. Demustreles la realidad de Cristo en esos temas. Use principios bblicos al hablar sobre ellos. IV. La mayor necesidad de un adolescente con problemas Recuerde que como humanos nuestra segunda necesidad bsica para el desarrollo es el amor. Si el muchacho no recibe el amor necesario, buscar un sustituto o una imitacin para cubrir su falta. Ellos intentan llenar ese vaco con conductas del tipo bsqueda de atencin. Es posible que estos muchachos se desesperen en sus intentos y hagan cualquier cosa que sea necesaria para cubrir esa necesidad de amor. Delincuencia, mal comportamiento, drogas, alcohol, fantasas suicidas y conductas destructivas pueden ser intentos de llamar la atencin como imitacin de la falta de amor percibida. San Agustn dijo: El hombre fue creado con un vaco que tiene la forma de Dios y que slo Dios puede llenar. Un adolescente con problemas necesita un Salvador. Requiere la llenura que slo Dios puede dar a travs de un encuentro personal y de una relacin con Jesucristo. Slo Dios puede satisfacer verdaderamente los deseos y el vaco de una vida sin Cristo. Precisa desesperadamente ver cmo es una persona que ha vivido en forma consistente de acuerdo al evangelio. Cuando la familia est tan fragmentada y en muchos de los casos simplemente no existe, alguien debe ser ese embajador (representante personal) ante estos jvenes. Si acepta el desafo, tiene por delante una tarea descomunal. Ser un viaje lleno de dolor, desilusin, obstculos, pero mezclado con la satisfaccin de hacer lo que Dios le ha movido a hacer. Si Dios le ha llamado para alcanzar a la juventud perdida, significa que l le est dando todo lo que necesita en Cristo para completar la tarea que le ha encomendado. Como Pablo nos lo recuerda: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Flp. 4:13). V. Qu es lo que no hay que hacer A. No empiece algo que no pueda terminar. B. Tenga cuidado con su apego emocional. Los adolescentes con problemas necesitan verdad, realidad y compromiso, no simplemente compasin y dolor. C. No se alarme, no se sorprenda por nada ni baje la guardia. D. No combata el enojo con enojo. Nadie gana. La blanda respuesta quita la ira (Pr. 15:1). E. No excluya a la familia. Debe encontrar las piezas rotas e intentar incluirlas en el proceso de restauracin/sanidad. F. No busque siempre lo milagroso. G. No se pierda la obra del Espritu Santo por pasar por alto avances pequeos e insignificantes. Ejemplo: una sonrisa en un joven lleno de ira; un joven que dice gracias o realiza cualquier otro acto de gratitud; una visita o una llamada inesperada; un gesto inesperado, como abrir la puerta. H. No trate de trabajar con un grupo o con una pandilla de adolescentes con problemas. La dinmica del grupo cambia y sobrepasa la individualidad de los miembros. I. No se desaliente por su aparente falta de inters. J. No pase por alto un pedido de ayuda genuino. K. No se olvide de orar. La obra de Dios en particular sobre la vida de un joven con problemas puede estar directamente relacionada con su oracin intercesora, ferviente y efectiva. L. No espere que algo que tard 16 aos en ocurrir cambie en seis u ocho meses. El cambio es un proceso lento. M. No tenga miedo de ayudar a que el adolescente con problemas establezca metas fciles de alcanzar. Donde pone el ojo, pone la bala. N. No permita que los adolescentes lo manipulen para su propio beneficio. Sea firme, justo y uniforme. O. No acepte excusas. A menudo, esto se traduce en autorizacin para continuar con conductas inapropiadas. P. No deje de buscar el consejo y la sabidura de otros. Es fcil quedar aislado y desarrollar sentimientos de culpa al tratar de alcanzar a un adolescente con problemas. La Biblia indica que: En la multitud de consejeros est la victoria (Pr. 24:6; ver 11:24 y 20:18). Q. No olvide que el evangelio es su meta suprema. R. No comprometa la integridad (perfeccin) del evangelio. S. No olvide que el cambio proviene de la regeneracin del Espritu. Usted slo es un catalizador o una plataforma para que llegue ese mensaje. Para concluir, es muy importante entender que la clave para alcanzar a la juventud perdida es la relacin personal. All es donde el joven aprende a confiar y donde se puede empezar el proceso de evangelismo y restauracin. Se necesita desarrollar al mximo la comunicacin entre el consejero y el joven. Involucrarse en actividades en las que puedan participar no slo el joven sino tambin su familia. ste es el diseo y el propsito de Dios: que recibamos la gracia que l nos ha dado y que llevemos esa gracia a otros. Roger Mason obtuvo un ttulo en Justicia Criminal y Trabajo social, y realiz una Maestra en Consejera clnica. Actualmente trabaja en un instituto correccional de menores y en la Corte Juvenil del condado de Vanderburgh en Indiana, EE.UU. CMO AYUDAR AL JOVEN CADO Muchos lderes conocen poco la trgica realidad de la juventud; se han expresado pblicamente y en privado con actitudes que hacen que el joven nunca se acerque a ellos para confesar y ser restaurado. Cmo ayudar, prcticamente, cuando alguien ya ha cado y necesita ayuda pastoral? "Estoy embarazada", dijo Susana a su padre, un conocido lder cristiano de su ciudad. Tambin Rodrigo, el presidente de jvenes de una iglesia importante, se acerca a los ancianos y confiesa llorando que ha cado con una prostituta y que no encuentra alivio ni perdn a su culpa. Cmo podemos ayudar a estos jvenes que representan, estimadamente, una tercera parte de nuestros jvenes? Mara, con lgrimas, cuenta que su novio y su familia la hicieron abortar cuando descubrieron su embarazo. Ahora, meses despus, vive llorando. Para poder ayudarlos, hay tres partes vitales para entender: 1)- Mi rol como consejero; 2)- Cmo ayudar a la persona a resolver o sobrellevar los resultados del pecado y 3)- Cmo ayudar a la persona a resolver las causas de su pecado. (por qu pec). MI CONDUCTA COMO CONSEJERO Muchos lderes conocen poco la trgica realidad de la juventud; se han expresado pblicamente y en privado con actitudes que hacen que el joven nunca se acerque a ellos para confesar y ser restaurado. Como la gente de mala vida no se acerc a los fariseos sino a Jess, igualmente hay muchos que no se acercan a los "expertos" y "santos" porque slo encuentran rechazo, condenacin y retos. Podemos tomar la posicin farisaica de sealarlos y decir que nunca deberan haber cado, pero si bien es verdad no resuelve la realidad. Si pretendemos que Dios nos use para sanar a los cados y golpeados, hay ciertas actitudes que debemos cultivar; slo despus de esto veremos frutos permanentes de nuestro trabajo en este tipo de problemas: Su actitud pblica y privada determinar cuntas personas vendrn a usted con estos problemas. Los que han cado se sienten juzgados, culpables, y no estn buscando un juez sino un doctor. Buscan compasin, aceite para la herida, no un "palo en la cabeza". No es que est bien el pecado, la gran mayora de ellos ya lo saben; no necesitan que otra persona les diga eso sino de alguien a quien ellos puedan confesar su mal y ser guiados a la restauracin. Misericordia y compasin necesitan fluir del Espritu a travs de nuestra vida y de nuestras palabras. Eso es fundamental para que la gente se acerque. Hay que escuchar y preguntar, sin apurar ni avergonzar a la persona que se ha acercado. La mayora de las personas abren lentamente sus vidas a otros, probando paso por paso si estn siendo entendidas y comprendidas. La mayora de nosotros queremos hablar antes que hemos escuchado toda la historia, y es all cuando la otra persona se cierra antes de llegar al gran peso de su alma. Evite todo consejo hasta que usted realmente haya comprendido lo que pas, por qu pas, cules han sido los resultados, qu ha sido hecho y por qu, etc. Dar tiempo a la persona para lamentar, llorar y expresar su pesar. Es muy importante para la persona expresar su dolor, as como el saber que usted tambin siente su dolor. Nunca trate de consolarlo en medio de las lgrimas con "clichs" espirituales como: "Todos somos imperfectos", "Todos hemos cado en algo", "Todo va a salir bien", etc. Son los consuelos del necio, el sabio dejar a la persona resolverlo. Observe Santiago 4.9,10: "Afligios, lamentad y llorad; que vuestra risa se tome en llanto y vuestro gozo en tristeza. Humillaos en la presencia del Seor y El os exaltar". La persona que no se lamenta y aflige por su pecado no encontrar el perdn y exaltacin del Seor. Mantener la confianza de la persona. Conozco muchos casos donde un joven ha confesado su pecado a su pastor y despus el domingo ha recibido un "palo" a travs del sermn. Tambin conozco casos donde la confesin ntima ha sido compartida con otros o con la esposa, y despus ha corrido por la congregacin. La confianza violada difcilmente se vuelve a ganar. nicamente debemos compartir informacin confidencial cuando es vital para la proteccin de la obra del Seor, y all slo con gran cuidado; esto slo en situacin extrema.Hay que reconocer tambin la gran diferencia entre el caso de un joven que viene a confesar su pecado y buscar la ayuda para salir y el de quien es encontrado en el pecado y no est buscando ayuda. En el primer caso, debo evitar que el pecado trascienda, en el segundo caso necesito seguir las instrucciones de Calatas 6.1 y Mateo 18. No buscar ms detalles de lo necesario en los actos impuros y vergonzosos (Ef. 6.3), porque despus es probable que la persona, por vergenza, huya de usted. Especialmente con una persona del sexo opuesto, en cuyo caso es sabio mandarla a un consejero de su propio sexo. Algunos, por su propia enfermedad, buscan y se deleitan en todos los detalles. Es enfermizo, es pecado y, por lo tanto, hace dao. Slo debemos escuchar los detalles que la persona necesita y desea contarnos para ayudamos a entenderla. Asuma con sinceridad y responsabilidad el papel de profeta y sacerdote, cuidando de no mal representar a Dios. (2 Sam. 12.1-13).La responsabilidad del profeta es ayudar a la persona a entender la verdad de Dios aplicada a su situacin. Con gran seriedad y sabidura debemos usar la Palabra para llevar y guiar a la persona a encarar su problema y resolverlo como Dios desea.El rol de sacerdote es el de orar con y por la persona, en la confesin de su pecado y la bsqueda de su restauracin. Cuando vemos que la persona realmente ha confesado y se ha arrepentido necesitamos, como Natn, decir: "El Seor ha quitado tu pecado". Sin embargo, hay que hacerlo slo cuando uno est convencido que delante de Dios es as.He visto nueva vida fluir en una persona cuando, despus de la confesin honesta, he dicho a la persona: "El Seor ha quitado tu pecado". La declaracin en el nombre de Dios ayuda a la persona a creer a Dios, lo cual es fundamental para gozar lo que el Seor tiene para ella. El consejero nunca debe olvidar que la gracia de Dios y su Palabra es suficiente para toda situacin humana. Hay casos dramticos, difciles, en los que fcilmente podemos desesperarnos con el aconsejado, sin saber qu hacer. Sin embargo, hay que creer y dar la esperanza en Dios, de que hay soluciones reales para los dramas ms difciles. Discernir la responsabilidad de las personas en diferentes situaciones es fundamental para poder ayudarlas a salir. Es muy diferente la responsabilidad ("culpa") de una adolescente de 11 aos que fue seducida por un muchacho de 21 aos quien, deliberadamente, la condujo al pecado.Hay personas que son, literalmente, vctimas de la maldad de otros; sin embargo, muchas veces ellas se sienten culpables y sucias. La nia de 8 aos abusada por su primo mayor o por su padre no es culpable de pecado, es vctima del pecado del otro. En cada caso hay que discernir la responsabilidad de la persona y trabajar a la luz de eso. La chica de 20 aos que fue violada volviendo a su casa a la noche por un desconocido no es culpable de pecado, sin embargo en muchas ocasiones es acusada de haber "seguramente. provocado la situacin por su vestir o forma de caminar" o algo as. La chica no slo fue violada sino que despus es menospreciada y maltratada por los cristianos super espirituales que tienen una teologa cuadrada como los amigos de Job, y que no entienden que el sufrimiento no siempre viene por el pecado. Las vctimas necesitan gran amor y compasin, necesitan que lloremos con ellas, que sintamos su dolor y que juntos tratemos de recrear su confianza en Dios y su identidad como persona de valor (Ver Fui Violada, Apuntes Pastorales Vol. II, n 4, para ayudar a personas en esta situacin). EL TRABAJO DE ACONSEJAMIENTO La curacin o restauracin de estas vidas involucra dos elementos vitales. Pastoralmente, es necesario discernir y trabajar en las dos reas si vamos a ver vidas sanadas. Las dos reas son: los resultados del pecado y las causas del mismo. Generalmente encaramos los resultados en relacin a Dios, pero descuidamos las causas que llevaron al pecado. Cuando las causas no son resueltas, lo ms probable es que el pecado brote otra vez en la misma o en otra forma. Las personas que vienen a nosotros confesando haber cado sexualmente, generalmente desean resolver los resultados; rara vez han discernido las causas. Sin embargo, toda solucin necesita resolver estas ltimas. La persona vendr en una de las tres categoras del diagrama aparte, con algunos de los problemas manifiestos. RESOLVIENDO LOS RESULTADOS Los problemas resultantes ayudan al arrepentimiento. Debemos entender claramente dos verdades: a) Todo lo que Dios llama pecado resulta en mal para quien peca; y 2) Los resultados adversos en la vida son una herramienta poderosa de presin para llevar al arrepentimiento y cambio. La mayora de las personas jams se arrepentiran de su pecado si no fuera por las consecuencias y aflicciones que sufren por l.Entonces, como siervos del Seor, necesitamos entender cmo el pecado ha hecho "pagar" a la persona, y usar eso para ayudarla a reconocer que ha hecho mal y que nunca ms debe volver a repetir ese mal porque paga un salario doloroso. Los consejeros no creyentes en general (y algunos cristianos tambin) tratan de ayudar a las personas a salvarse de la consecuencia de su pecado, en vez de arrepentirse por l. Las emociones y consecuencias negativas son como la luz roja en el tablero del auto, indicando que algo anda mal, algo que urgentemente necesita ser resuelto. Si el conductor la tapa o la apaga sin resolver el problema es probable que resultar en un desastre. En igual forma, debemos ayudar a las personas a ver "la luz roja" de su culpa y arrepentirse delante de Dios. (Dt.. 28 y Sal. 6.7-9). El sentido de culpa es una luz roja fuerte. Hay un resultado universal de haber pecado y es la culpa. Algunos tienen relaciones sexuales que nunca terminan en embarazo, ni aborto, ni en enfermedades, sin embargo todos sienten culpa. Es cierto que, con el tiempo, pueden cauterizar su conciencia y no sentir ms culpa. En muchas ocasiones con jvenes que afirman no sentirse culpables sino con placer, les pregunto acerca de las primeras veces y, casi sin excepcin, la respuesta es que tuvieron grandes luchas.En nuestra labor, la conciencia es un don de Dios, que facilita a todos el saber que han hecho mal. Como este resultado es el resultado universal, tambin es el problema universal que tienen que resolver las personas para ser sanadas. El perdn tiene condiciones. Rodrigo, aquel presidente de la sociedad de jvenes que haba cado, pidi perdn al Seor docenas de veces, sin embargo segua sintiendo culpa. Es el caso de cientos de creyentes; saben que el Seor perdona, pero ellos no se sienten perdonados. Hay varias razones por las cuales esto ocurre que en cada caso necesitamos identificar: A. Estn lamentando las consecuencias, no el pecado. Han reconocido el mal de las consecuencias pero no el mal de la raz o el pecado. Algunos eruditos afirman que David tuvo este problema en Salmos 6 y 38, donde l clama al Seor por sus aflicciones, pidiendo ayuda; sin embargo, no es aliviado porque quiere escapar de las consecuencias sin haberse arrepentido de corazn de sus hechos. Recin en Salmos 51 y 32 l confiesa su pecado y sus transgresiones contra el Seor, entonces recibe misericordia y bendicin. Slo cuando las personas reconocen la maldad de su pecado contra Dios pueden esperar el perdn de Dios. Mientras mantienen su orgullo, sus razones y excusas por su pecado, entonces no hay perdn. Hay que llorar el pecado, no slo por las consecuencias. B. Dios borra el pecado pero no la memoria. Rodrigo asumi que con el perdn iba a desaparecer la memoria del mal que haba hecho. Recin pudo gozarse cuando entendi que Dios deja la memoria, deliberadamente, por dos razones: primero, para que ame mucho al Seor (El que ha sido perdonado mucho ama mucho) y, segundo, para que l no lo repita. Le expliqu que cada vez que viene a su mente el pecado, debe dar gracias a Dios por perdonarlo y limpiarlo, segn I Juan 1.9; y como resultado, entonces, debe gozarse en el Seor y su gran amor. El diablo, el acusador de los santos, toma la memoria y la usa para acusar y turbar al creyente. Este debe recordar la verdad de Dios y usar la memoria correctamente. Hoy, cuando Rodrigo piensa en su pecado, siempre se maravilla porque Dios lo ha perdonado y restaurado; el tiene ahora mucho amor para el Seor. C. Dios perdona y limpia, pero slo en algunas ocasiones salva a la persona de las consecuencias. David pec, despus se arrepinti y Dios le perdon; sin embargo, tuvo que pagar las consecuencias de su pecado por toda su vida. No resucit a su hijo y la profeca de que sus esposas seran posedas en pblico se cumpli tal cual. Muchos demandan de Dios un perdn que les libre de las consecuencias. David puedo gozarse en el Seor por el perdn, y la nueva comunin con Dios porque entendi que no mereca ni aun eso. Muchos, en cambio, quieren pecar y salvarse de todo; acusan a Dios y a otros a la hora de pagar las consecuencias de su pecado. Es una falla total de comprensin de la seriedad de Dios y su justicia (Sal. 6.7-8). Cuando un hombre reconoce que su pecado es causa justa para su muerte y separacin eterna de Dios, no menosprecia el don de comunin y vida aun cuando tenga que pagar las consecuencias sabiendo que eso es poco ante lo que, realmente, merece. D. Experimentar el perdn requiere creer las promesas de Dios. Necesitamos ayudar a los cados a comprender que, tanto el perdn como la limpieza, son una promesa de Dios. El no puede mentir, no hace excepciones, y la persona necesita entender que si confes. Dios es justo y fiel para perdonar. Nosotros sbenos eso, pero la persona cada necesita que le sea recordado. E. La primera condicin para el perdonar es "Si confesamos". La palabra en el griego implica decir lo mismo o estar de acuerdo. Muchos no experimentan el perdn porque nunca estn realmente dispuestos a "decir lo mismo" que dice Dios sobre lo que ha hecho y a "ponerse de acuerdo" acerca de su pecado. Excusan, justifican, blanquean, evitan la humillacin de reconocer la seriedad, la maldad y la rebelda implcita en el pescado. Se han rebelado contra Dios, en hacer lo que ellos quieren. Toda excusa es blasfemia cuando vemos la vida a travs de los ojos de Dios. Decir, "no pude hacer otra cosa" es negar que Dios tiene el poder para ayudamos o liberamos de la tentacin (I Co. 10.13). "Soy humano, no soy de hierro", es decir que la obra de Dios fall, en vez de reconocer que Dios nos hizo perfectos y que nos hemos desviado (Ec. 7.29). F. Dios desea perdonar, l se goza en la restauracin del arrepentido. El diablo trata de confundir a la gente en este sentido. La parbola del Hijo Prdigo es justa para ilustrar la actitud de Dios hacia el pecador arrepentido que vuelve a casa. Por un lado necesitamos ayudar a la gente a entender qu es arrepentimiento, y por otro, ayudarlos a ver que Dios los esta esperando y desea que vuelvan a El. Con brazos abiertos los recibir y har a una celebracin. Cuando hay arrepentimiento verdadero necesitamos ayudar a la persona a ver que Dios desea perdonarlo y est celebrando en el cielo su regreso. Lo primero es restablecer la relacin correcta con Dios a travs de una confesin autntica, dando como resultado el perdn y la limpieza de toda maldad. Perdneme colega que sea tan enftico con esto, pero ste es el comienzo de Dios. Recin cuando este paso ha sido logrado ser posible encarar los otros problemas y las causas por el pecado. El temor y la ansiedad por el futuro pueden paralizar la vida del culpable. Son muy comunes entre los que han cado los temores profundos. La mujer teme que el hombre la deje y que nadie quiera casarse con ella si es conocida su cada. El varn cristiano teme ser siempre un ciudadano espiritual de segunda categora, porque piensa que Dios, si bien lo perdon, nunca lo bendecir o usar como a otros. Debemos ayudar a los dos a analizar sus temores y enfrentarlos correctamente. En el caso de la mujer, su temor a quedarse sin hombre puede expresarse en varias formas incorrectas: A. Hacer cualquier cosa para no perder a la persona con quien tuvo relaciones. En muchas ocasiones ella vuelve a caer sexualmente, por miedo a que l la deje. Sin embargo, cada vez se siente peor y lo manifiesta en otras formas (discusiones, depresin, agresividad) que favorece, precisamente, lo que ella intenta evitar. B. Que, deliberadamente, intente quedar embarazada buscando un casamiento rpido. Rara vez esto da resultados favorables. C. Se retira del contacto con hombres; no desea arriesgar el dolor de enamorarse y luego ser rechazada. D. Ser seductiva con otros hombres creyendo que, a travs del sexo, puede enredarlos. E. Afectividad desmedida buscando ser amada y aceptada. Muchos hombres mal entienden el afecto y ella termina diciendo: "La nica cosa que el hombre busca es el sexo". En el caso del hombre es comn que sus temores resulten en alguna de las siguientes formas: A. Pasividad espiritual porque, a sus ojos, es descalificado para la bendicin o servicio cristiano. El piensa: para qu esforzarme si Dios igualmente me ha rechazado? Se considera como Esa, especialmente si conoca bien la verdad. B. Busca chicas de calidad inferior ya que no se siente digno de tener una esposa realmente espiritual y buena. En algunos casos, busca la novia no creyente o chica de mala vida para recibir, a sus ojos, "lo que es su merecer". C. Inseguridad en las decisiones y la planificacin. Ya que ha fracasado, no tiene seguridad en s mismo ni seguridad en recibir la ayuda del Seor. El consejero debe identificar estas expresiones (u otras) de temor y ansiedad resultante de la cada y ayudar a la persona a entender correctamente cmo encararlas. Dios es poderoso para transformar todo mal en bien, cuando ha sido entregado a El en arrepentimiento y fe. Siempre uso la siguiente ilustracin. Haba una nia de 6 aos que viva en un edificio de departamentos donde tambin viva un famoso artista plstico, un gran pintor. La nia estaba enamorada y fascinada con este famoso artista. El, sabiendo esto, le regal un pauelo de seda blanca para Navidad. La chica lo usaba todos los das, llevndolo a la escuela con gran orgullo. Un da, en la escuela, salpic una gota de tinta negra en el pauelo y lo manch. La nia, angustiada, lloraba y lloraba. Despus, en la casa, la madre no la poda consolar. Al fin, a la madre se le ocurri una idea: fue a hablar con el artista y le cont todo; quera darle el dinero para que le comprara otro nuevo y se lo entregara a la nia. El artista le dijo que no, pero le pidi el pauelo manchado. Ms de una hora despus, el artista llev el pauelo de vuelta a la nia. Cuando ella abri el pauelo encontr una hermosa mariposa pintada, con su cuerpo negro, en el medio. El gran artista haba tomado la mancha de la nia y, con su creatividad, la haba transformado en algo hermoso. "De igual forma", digo a la persona, "Dios es capaz de transformar aun nuestras peores manchas cuando estamos dispuestos a llevarlas a El y dejar que El aplique su gracia y misericordia en la situacin. Podemos llorar nuestras manchas; sin embargo. Dios puede transformarlas en algo hermoso". David tambin pec con grave pecado sexual; sin embargo, despus de su arrepentimiento, Dios envi, a travs de Betsab, a Salomn (a quien Dios am, II Sam. 12.24), y a travs suyo llega Jess. No es maravilloso de que Dios mand a nuestro Salvador al haber transformado aquello que naci pecaminoso? No es que el pecado llega a ser bueno, sino que el poder y la gracia de Dios pueden redimir situaciones. Los problemas de una pareja aumentan despus de la relacin sexual prematrimonial. Esta es la tercera gran rea de problemas resultante del abuso del sexo, y el consejero deber ayudar a las personas a enfrentarla. Cules son los problemas de pareja ms comunes en esta rea? Resentimiento de la mujer contra el hombre porque se siente usada y/o su confianza violada; prdida de respeto de uno para con el otro; vergenza al querer mantener la parte espiritual de la relacin al sentirse culpables e hipcritas; miedo por las posibles consecuencias (embarazo) y miedo de qu va a hacer el otro ahora; tendencia en la pareja a girar alrededor del rea fsica, y otros. stos son slo los ms comunes. Cada pareja responde al problema en forma diferente, por la diferencia de su propia historia y las distintas personalidades. En algunas parejas, temporalmente, mejora la relacin.
Recuerdo una mujer, hija de pastor, que vino a verme. Saba que estaba en problemas por lo que haca pero lo disfrutaba tanto que no poda ver su mal. Vena de un hogar muy rgido, con poco afecto y calor humano. Cuando un muchacho inconverso empez a invitarla a salir, sus padres se escandalizaron, pero como era mayor de edad no podan detenerla. El muchacho la colm con muchos regalos, galanteras y abundante cario; l era experimentado en la parte fsica y pronto llegaron a las relaciones sexuales. Cmo lo disfrutaba ella!; haba encontrado el cario y el afecto que tanto deseaba. Sin embargo, slo algunos meses dur esto, hasta que la relacin slo giraba en tomo a lo fsico. Terminaron separndose.
En cada caso hay que ayudarles a encarar los problemas que estn teniendo, con rectitud y firmeza. Generalmente, el primer paso es pedir perdn al otro por su parte en el pecado y tomar firmemente la decisin de apartarse del pecado. Proverbios 28.13: "l que encubre sus pecados no prosperar; mas el que los confiesa y se aparta hallar misericordia". Cuando realmente hay confesin y abandono (fruto del arrepentimiento) la pareja puede ser restaurada y recuperado el respeto. Las parejas que no logran eso generalmente terminan en separacin antes del casamiento o, lo que es peor, el divorcio.
Es importante que analicen su situacin y cuanto antes. Siempre es difcil no volver a caer una vez que han cado, pero no es imposible. Entonces, cuanto antes puedan casarse mejor (I Co. 7.2-9). Los libros Yo me cas contigo y Yo quise a una chica, de Walter Trobish, pueden ayudar a la pareja en la batalla. El aborto, un segundo pecado para tapar el primero, trastorna la vida. Como pocas parejas que caen piensan en las consecuencias de las relaciones prematrimoniales, ni consideran tener un aborto. Sin embargo, el profundo dao psicolgico que ocurre en la vida de la mujer que ha tenido un aborto es tremendo. Mara y Juan eran lderes en su grupo de jvenes. Despus de muchos meses de noviazgo comenzaron a tener relaciones sexuales. Un da Mara descubre que est embarazada. Juan insiste que ella tenga un aborto (supuestamente para cuidar el testimonio delante de los padres de ella que no eran creyentes y sus muchos amigos). Ella, en la confusin y por el miedo que tena a su padre, al fin acept. Cuando ella vino a verme haban pasado ya varios meses de esto; haba estado viviendo en una angustia y de presin tremenda. "He matado a mi hijo", lloraba ella. Cada vez que sala y vea un nio o algn beb se largaba a llorar desconsoladamente. En el ultimo mes no sala ms; no poda explicar a los otros lo que realmente le pasaba. Ella odiaba a su novio por "hacerle matar a su hijo". Quedaba encerrada en su cuarto, sus padres estaban preocupados; ella no les poda decir lo que le pasaba. El caso real de Mara es similar a los otros que han pasado un aborto. Hay veces en que el odio es dirigido hacia los padres que forzaron la prctica del aborto o al mdico que la alent en eso. Despus que habl con ella y la ayud a encontrar el perdn y paz de Dios, ped hablar con su novio, Juan. Al comienzo l no quiso, pero al fin vino y dijo que no se senta nada mal, dado que haba sido "necesario" hacerlo. Saqu de mi escritorio una serie de fotos de un embrin humano en su desarrollo, semana por semana. Cuando empez a ver que era una persona, con manos, dedos, pies, cabeza, se larg a llorar. Llor largamente. Entendi que haba matado a una persona. Recin all fue posible ayudarlo a arrepentirse de su tremendo pecado. Con lgrimas fue a su novia pidiendo que lo perdonara, reconociendo su culpa y maldad. Gracias a Dios, ahora estn casados, con nuevos hijos y avanzando muy bien como pareja.La clave con el aborto es el arrepentimiento genuino, y el pedir perdn a Dios y al otro por el mal hecho. Hay que ayudar a la persona a entender el perdn de Dios y la limpieza de la maldad que l cometi. Muchos slo quieren confesar a Dios el mal, pero para sanar la herida es necesario que pidan perdn a la otra persona. Susana slo tena 16 aos cuando confes a su padre que estaba embarazada. Haba varias cuestiones que necesitaban ser resueltas: Debe casarse con el muchacho? Debe ser una madre soltera? Debera entregar su hijo a padres que estn buscando adoptar? Cada una de estas preguntas traen muchas otras preguntas y problemas. A. La madre soltera es una persona que tiene grandes necesidades: espirituales, sicolgicas y fsicas. La tendencia de los padres, familia e iglesia es menospreciarla, culparla y castigarla espiritual y sicolgicamente. La familia siente gran vergenza y dolor, expresados, muchas veces, en la ira del padre y la depresin en la madre. No queremos blanquear el pecado y no debemos, pero la muchacha necesita compasin y mucha ayuda. El consejero debe ayudar a los padres a resolver y entender el conflicto creado por su hija. Ellos son fundamentales en el proceso de ayuda; ellos tambin necesitan encarar el drama exitosamente. La madre puede sentirse culpable, que ha fracasado en algo. Hay veces que es cieno y necesitar resolver la culpa de eso. En otras ocasiones no es as, pero lo siente y necesita ayuda para ser objetiva. Hay veces en que ella culpar al padre porque estaba poco en casa o por otras razones. Cualesquiera que sean los conflictos que ella est experimentando, necesitar ayuda para resolverlos. El padre, especialmente si es un lder cristiano, tiende a reaccionar con ira y empieza a luchar con sus roles en la iglesia y la comunidad. Dentro suyo siente que su hija lo ha hecho fracasar en su vida y ministerio. Su sentido de valor y propsito han sido tocado profundamente, por lo que puede empujar a su hija al aborto para cubrir el problema o a otras soluciones no siempre bien pensadas. El padre puede ser ms difcil para ser ayudado pero es importante que el pastor se acerque a l y lo ayude a hablar de la situacin. B. Los problemas del embarazo y sus presiones pueden desviar la atencin del consejero en ayudar a la chica a resolver su culpa y restablecer su relacin con Dios. Ella necesitar una fe buena y fortalecida para enfrentar el futuro. C. Un embarazo es un problema del hombre tanto como de la mujer. El consejero necesita trabajar con el hombre o muchacho para ayudarle espiritualmente, como as tambin para ser responsable de sus actos. En muchas ocasiones el muchacho escapa porque la responsabilidad es puesta sobre la chica por no haber frenado el asunto. Sin embargo, es el hombre, delante de Dios, el responsable. D. Los estudios demuestran que las madres solteras, especialmente las adolescentes, tienen ms problemas con sus embarazos que las otras madres, y que sus bebs nacen con peso ms bajo que el promedio del resto. Parte de esto tiene que ver con que ella no recibe la atencin mdica necesaria (tarda en ir la primera vez y se resiste en ir cuantas veces deba). Generalmente ha ledo muy poco acerca del embarazo en comparacin con madres casadas, resultando esto en una inadecuada alimentacin y estado fsico no atendido debidamente. Los problemas emocionales de un embarazo de soltera contribuyen grandemente al resto del problema. Es fundamental que la chica, cuanto antes, reciba atencin mdica y gua sobre una buena nutricin, el descanso necesario y la tranquilidad para proveer un buen desarrollo del beb. E. Las decisiones no deben ser apuradas sino bien pensadas y planificadas. Naturalmente, hay una tendencia de los padres y la familia en querer apurar y forzar decisiones, resultando en mayores problemas despus. Es vital ayudar a los padres a entender que si bien pueden guiar a sus hijos en las decisiones, son estos quienes deben tomarlas. Cuando una pareja dice: "nos hicieron casar", el matrimonio tiene una base muy dbil. Tiene que estar el compromiso de ellos para hacer que esa pareja, que empez mal, termine bien. Si la decisin fue entregar el nio en adopcin, puede ser traumtico para la madre en su futuro, en su madurez. El consejero, entonces, debe alentar a la pareja a estudiar cuidadosamente las opciones, los beneficios y problemas resultantes a la luz de la Biblia y tomar una decisin que despus no lamentarn. F. El casamiento puede ser la mejor decisin, pero no siempre. Cuando una pareja se casa por mera presin social, rara vez termina bien el matrimonio. Un estudio en los Estados Unidos sac a la luz que el 90% de las parejas que se casaron por presin terminaron en divorcio.Es importante tomar tiempo con la pareja para entender cmo se relacionan. Hay madurez individual y como pareja? Cules son los problemas que no han sido resuellos y en los que se debera trabajar? Hay un compromiso de uno hacia el otro? Se estaba uno aprovechando del otro?Cuando no es propicio casarse en seguida, con una buena gua la pareja puede ser preparada para un matrimonio eficaz. La inversin de tiempo puede resultar en gran bendicin para ellos. G. Todos ellos necesitan mucho apoyo. En vez de cubrir su pecado con otro pecado (y una solucin aparentemente fcil: el aborto), ellos escogieron el camino de responsabilidad. Se equivocaron la primera vez, pero no la segunda. Ayudmoslos, entonces, con amor y cario en el difcil camino que tendrn delante. He encontrado padres e iglesias que hacen muy difcil la supervivencia de las personas e imposible la restauracin. En forma inconsciente, los castigan por su cada y se vengan de la vergenza que les hicieron pasar. No debe ser as. Jorge, un lder importante en su congregacin, iba a casarse con su novia en un ao. Una noche cayeron. En esa nica noche ella qued embarazada. Los dos fueron a los ancianos de su iglesia y confesaron su situacin. Dos meses despus se casaron en la iglesia en un ceremonia hermosa donde, en una forma indirecta y benigna, fue aludido a su confesin y deseo de asumir delante de Dios y la congregacin sus responsabilidades. No hubo engao, ni palos. Por dos aos no pudieron asumir ninguna responsabilidad en la iglesia pero s fueron alentados a congregarse y participar. Hubo mucha ayuda de la iglesia para que pudieran casarse y sobrevivir. Hoy estn restablecidos y Dios los est usando grandemente entre jvenes. Hablan honestamente de lo que les pas, ayudando a otros a evitarlo. Es cierto que muchas parejas no muestran arrepentimiento ni buscan ayuda hasta que la situacin es insostenible. En cada caso es necesario aplicar el remedio pertinente para traer el arrepentimiento y restauracin. Nunca debemos olvidar que el propsito de la disciplina es el de sanar y restaurar. LAS RAZONES DE LA CADA Lo ltimo importante es ayudar al cado a resolver la raz que lo llev a caer. En muchas ocasiones simplemente han estado de novios demasiado tiempo y poco a poco han ido hacia el sexo. Son humanos y no hay que excavar mucho ms sino ayudarles a llegar pronto al casamiento. Sin embargo, no siempre es tan fcil. Marcela se senta muy insegura. En su casa era la "fea", la que nunca poda hacer las cosas correctamente y la menospreciada por su padre; "Cenicienta", digamos. Gustavo, un compaero de clase en el colegio, era un muchacho tmido. Sus padres estaban en el proceso de separacin. Marcela y Gustavo un da descubrieron que tenan mucho en comn. Los dos encontraron en el otro a una persona que le entenda. Pasaban horas hablando y compartiendo. Lgicamente, al fin, se dieron cuenta que haban encontrado a la persona especial, que le apreciaba y amaba. Con el tiempo pasaban ms y ms tiempo juntos en la casa de Juan ya que los padres trabajaban. Cada vez el afecto fsico avanzaba hasta que lleg a sus consecuencias naturales. Eran dos personas reales, con necesidades reales que encontraron soluciones para sus problemas. Estas soluciones, realmente, no resolvieron los problemas, sin embargo, para ellos s. Decir a esta pareja que deben cortar la relacin, segn los padres desean, ser resistido por ellos y, casi seguro, resultar en fracaso. Pastoralmente, tenemos que tomar en cuenta el por qu llegaron esas personas al pecado. S, hay veces en que es por rebelda directa contra Dios, pero en muchas ocasiones hay necesidades que no son satisfechas. Slo cuando entendemos la dinmica que los lleva al pecado, podremos ayudarlos a resolver las causantes verdaderas. Hay que recordar, tambin, que en una misma pareja los dos pueden tener causantes muy diferentes. En la pgina siguiente vemos las causantes y variantes, con un cuadro demostrativo. PASOS PRCTICOS PARA EL CADO: Identificar los problemas reales y resolverlos. Orar, confesar y buscar la obra de Dios en la vida interior. Tomar los pasos santos y responsables necesarios para ganar la batalla. (Pedir perdn a quien sea necesario, reacomodar la vida segn el deseo de Dios, casarse si es lo aconsejable, etc.). Luchar la batalla de adiccin sexual con un corte de estmulos. Controlar la mente e ingreso de ideas: Decir NO a la pornografa, a la msica sensual, la vestimenta indecorosa, las situaciones estimulantes Mantenerse responsable a un amigo espiritual o pastor. CMO PLANTAREMOS LAS RACES? Los jvenes del mundo tienen que ser alcanzados y los jvenes de nuestras iglesias necesitan recibir atencin pesonalizada para que sean formados en Cristo de modo que su permanencia en la iglesia sea de un crecimiento significativo para el pueblo de Dios. Los jvenes del mundo tienen que ser alcanzados y los jvenes de nuestras iglesias necesitan recibir atencin pesonalizada para que sean formados en Cristo de modo que su permanencia en la iglesia sea de un crecimiento significativo para el pueblo de Dios. Para aprender de la experiencia que RACES ha tenido en cuanto a la pastoral juvenil, Apuntes Pastorales se reuni con Jorge Ziga quien comparti sobre el objetivo al cual apunta la pastoral juvenil, el modelo educativo y la formacin de liderazgo. De acuerdo con algunos estudios, elevado porcentaje de jvenes que crecen en la iglesia, al cumplir los diecisis o dieciocho aos se van de estas, cul considera que es la razn principal por la que esto se est dando? Bueno, son varias. Una de ellas es el hecho de que nuestros jvenes no estn encontrando en nuestras iglesias respuesta a sus inquietudes existenciales, respuesta a sus necesidades. Y al llegar a esa edad, especficamente dieciocho aos se dan cuenta de que la iglesia no ofrece algo significativo para ellos. Y se van! sencillamente. La adolescencia es un etapa crtica, el joven est en la bsqueda de su identidad, del propsito de su vida. Lo que hace la estructura convencional de la iglesia es mantener al joven una vez por semana dentro de su templo hablndole lo que a los lderes les interesa, pues creen que al joven le interesa, pero no es lo que l necesita. Es importante escucharlos y partir de las inquietudes que ellos tienen. Por eso es que muchos programas no prosperan, porque nacen de nosotros los adultos y se los imponemos a los chicos sin escuchar realmente lo que ellos tienen que decir. No estoy diciendo que los jvenes definan programas y contenidos y los adultos digan amn a todo. Debe ser un trabajo de equipo. Los jvenes tienen mucho que decir y nosotros, los adultos, debemos escucharlos en sus inquietudes y en sus problemas. Cules son las necesidades importantes que un pastor no debe pasar por alto? Una es el sentido de identidad del joven. Necesita aprender a encontrarse, saber quin es, conocer y razonar su fe. Debemos darle la oportunidad de evacuar las inquietudes y las preguntas que tiene acerca de su fe. Es decir, forjar identidad en el rea espiritual en cuanto a su fe, y en cuanto a su persona de tal forma que encuentre el propsito de su vida, para ello necesita orientacin profesional desde la perspectiva de lo que Dios quiere hacer por medio de l. La iglesia debe buscar el desarrollo integral del joven, debe cubrir sus necesidades espirituales, emocionales, intelectuales, sociales y fsicas. Qu estn haciendo las iglesias en el programa de jvenes? Entretenindolos, no formndolos. No existe un sistema de formacin continua. Los programas de jvenes son encuentros activistas. El trabajo de la pastoral juvenil tradicionalmente se ha enfocado en que el muchacho venga a la iglesia y nada ms. Concretamente, qu puede hacer el pastor para corregir esta realidad? Tres elementos bsicos, pero imprescindibles, deben estar presentes en la pastoral juvenil, un objetivo claro y definido, un currculo bblico cuyo contenido sea integral, y los cuatro acercamientos educativos que son los canales a travs de los cuales se lleva a cabo el proceso educativo. El objetivo del trabajo con los muchachos debe ser: Formar a Cristo en ellos. Todo chico del grupo tiene que llegar a desarrollar el carcter del Seor. Y para lograr eso, yo tengo que empezar a trabajar con lo que RACES define cuatro acercamientos educativos en el currculo . Yo tengo que atender a ese joven de tal manera que pueda ayudarlo en su desarrollo integral. La iglesia debe ver al joven de forma integral, con necesidades. No se puede ver como un asistente ms de la iglesia, sino como una persona a la que tengo que formar. Y para eso se necesita tiempo. No se puede lograr este objetivo, sencillamente viendo al joven una vez por semana en el culto. La iglesia debe facilitar a los jvenes su encuentro con el Seor a travs de los acercamientos educativos. El currculo bblico debe contemplar la formacin integral de los jvenes. Uno de los elementos bsicos que debe estar en el currculo es la evangelizacin. Todo joven debe ser evangelizado, que se le presente el plan de salvacin. Dice un amigo mo que ningn joven es cristiano hasta que no demuestre lo contrario . Despus de su conversin debe drsele seguimiento. Se le entrena para que l pueda evangelizar a otros. El currculo se aplica a los cuatro acercamientos educativos. La evangelizacin es un ejemplo de un elemento que debe estar en el currculo. Teniendo presente el objetivo del trabajo educativo de ayudar a los jvenes a pensar y a vivir como Jess debemos reconocer que las situaciones y las necesidades son tan variadas y tan amplias que no pueden ser atendidas con un slo acercamiento . Los cuatro acercamientos educativos bsicos que us Jess son: 1. grupo grande reunin del grupo de jvenes, 2. grupo de los doce grupos pequeos, 3. atencin personalizada trabajo de mentores y 4. apart a sus discpulos para concentrarse en un tema campamentos, encuentros y retiros. Estos acercamientos educativos siguen el modelo de pastoral juvenil de nuestro Seor Jesucristo. Cada acercamiento cumple un papel al cubrir las necesidades del joven. Cada uno de los canales (acercamientos) que se usan se amoldan mejor, o son ms adecuados, para suplir una gama de situaciones. La motivacin, el nimo, el estmulo, el sentido de pertenencia se suple mejor en una situacin de grupo grande. La necesidad de intimidad, de cuidado mutuo, de tratar temas que interesan a los que son semejantes entre s, encuentran el ambiente ideal en una situacin de grupo pequeo. Para reprender, exhortar o tratar con un joven temas delicados en su naturaleza se deben tratar en el mbito personal con el individuo en cuestin. Finalmente, si quiero que los jvenes pasen tiempo concentrados en el Seor, lejos del ambiente cotidiano, el campamento, el encuentro o el retiro satisfar esa necesidad. No se trata de usar uno u otro, se trata de entender que cada uno tiene su papel, nuestra responsabilidad es discernir cul es la funcin que mejor puede representar cada acercamiento y utilizarlo de la forma ms eficaz. Cada acercamiento es limitado en su alcance. Ninguno de los acercamientos por s mismos y usados aisladamente sirven para cubrir todos los objetivos y necesidades educativas de los jvenes. En la medida que ms canales educativos estn funcionando en nuestro ministerio con los jvenes, ms eficaces seremos en cubrir y suplir sus necesidades y alcanzar los objetivos propuestos. Pero no debemos engaarnos, la gama de necesidades a cubrir no ser completa en tanto no tengamos los cuatro acercamientos en pleno funcionamiento; unos ministran all donde los otros no pueden. RACES tiene conocimiento de iglesias locales que ya lo estn desarrollando, cul es el fruto que han obtenido? Se conocen pocas iglesias que estn implementando este modelo, por ejemplo, una en Panam que present un plan de trabajo y ahora est en la preparacin y en la formacin de lderes. La iglesia ms cercana a este modelo est en Espaa, ellos gozan de frutos increbles del trabajo que se est haciendo. Tienen un liderazgo slido, con muchachos con claridad de su fe y de su compromiso con el Seor. Muchachos que salen, se gradan, y regresan para seguir sirviendo en la iglesia. Es un trabajo que lo han desarrollado por veinte aos. Cul es el problema principal que encuentran para desarrollar este modelo de pastoral juvenil? Lo que ms perjudica en la implementacin de este tipo de modelo es la estructura de la iglesia, pues no permite que se desarrollen ideas a largo plazo. Para el desarrollo de un plan de trabajo de estos tenemos que pensar en un perodo de cinco a diez aos. Los lderes no se quedan ese tiempo, cambian. Un factor que contribuye al corto tiempo de permanencia de un lder son las estructuras cambiantes de lderes cada ao, por votacin. Otro factor que puede propiciar el cambio es que muchas veces el lder no tiene las herramientas para desarrollar el trabajo. Porque muchos de los lderes que asumen el trabajo de la pastoral juvenil no tienen nocin de lo que ella exige. El modelo que tienen es el de la iglesia. Y ellos creen que trabajar con jvenes es organizar el culto del sbado. Y entonces se funden y se frustran, porque hacen muchas actividades, se cansan, y ven muy pocos frutos. Lo que pretendemos es que, con este modelo, ya sea que llegue un joven, lleguen cinco o diez jvenes, se siga con el mismo plan de trabajo, no se cambie. Ya que este plan de trabajo no se enfoca en buscar cantidad aunque s involucra desarrollo y reproduccin sino en dar a los muchachos la atencin que ellos necesitan. Cules son los pasos que debe dar un pastor para organizar una pastoral juvenil que responda a las necesidades de los jvenes? 1. Elija el liderazgo. Para ello recomiendo seguir los siguienes pasos: Provea los recursos de informacin y capacitacin a las personas que invite a trabajar,lo bsico es entender la poblacin con la cual ellos van a trabajar . Conozca quines son los jvenes, cul es el proceso que estn viviendo, y en qu consiste la pastoral juvenil. Un pastor debe buscar orientacin con las organizaciones que estn trabajando con jvenes. Un ejemplo es RACES que ha nacido a nivel de Amrica Latina y ya se dirige hacia la RED internacional de pastoral juvenil. Los pases donde todava no est representada son Bolivia, Uruguay, Chile. Pruebe el llamado. Para esto, el pastor tiene que darle seguimiento, y mientras lo observa trabajando con los jvenes puede descubir si tiene el carisma y el corazn para trabajar en esa pastoral. Tiene que ver la aceptacin que tiene ante los muchachos. Y adems comprobar si ama a los jvenes. No es que slo los invite a tomar caf. No, es necesario que est dispuesto a entregar su vida para poder formarlos y educarlos. Que los ame. Y que sea una persona que reconozca la necesidad que ella misma tiene de capacitarse. Una persona que est continuamente aprendiendo. Con capacitacin para que pueda desarrollar todo un programa. Porque sin esto estamos mal. 2. Atienda siempre la pastoral juvenil. Es un trabajo que el pastor siempre debe supervisar y proveer de asesora continua por la experiencia pastoral que l mismo ha tenido. 3. Aprenda. Es imprescindible que el pastor tambin aprenda. Tiene que aprender el trabajo de la pastoral juvenil aunque no lo haga. Pero debe aprender para que cuando vengan cambios sea abierto a ellos. Un pastor con una buena visin, no a corto plazo, sino a largo plazo, sabe que esto es una buena inversin. Aqu, qu es lo vital? Que el pastor no sienta temor.Qu es lo que pasa? Gran cantidad de jvenes que llegan a RACES se revolucionan, luego llegan a la iglesia tratando de poner en prctica lo aprendido y el pastor se asusta. Porque muchas veces los pastores no tienen ningn plan de trabajo. Y lo que RACES les ofrece es un programa completo, y es ms, con todos los materiales. La estructura y la falta de conocimiento del pastor de este tipo de cambios que se estn trabajando obstaculiza el trabajo. Uno de los cambios que debe tomar en cuenta es la permanencia de los lderes. 4. Evale perodicamente el trabajo que se est desarrollando, cada tres meses como mnimo. 5. Pastoree. Debe pastorear al liderazgo. Debe atenderlos a nivel personal. Porque el lder tambin est luchando con su propia problemtica. Adems debe apoyarlo, este apoyo y respaldo implica sacar el pecho por l, es decir yo estoy aqu contigo porque creo en ti. En privado puedo amonestarlo, pero nunca en pblico, en pblico lo respaldo. 6. Forme un equipo de personas que trabajen en la pastoral juvenil, no solo un lder, ni un pastor. Pero siempre debe haber uno que tenga la visin, ese es el que, para m, debe tener permanencia a largo plazo. Sera fundamental, para el grupo de jvenes, tener algunas parejas adultas activamente involucradas en el liderazgo, como parte del equipo. Pero estas personas adultas deben llenar ciertas condiciones. Gente que haya podido superar ya algunas etapas de su vida. Estas parejas ya maduras, no slo supervisarn a los jvenes, sino que realmente deben amarlos, apoyarlos, compartir su experiencia. Se tiene la idea de que los jvenes no quieren a los adultos. Eso es mentira. Ellos no quieren a los adultos que estn ah slo para criticarlos y censurarlos. Cules seran los beneficios que recibe una iglesia local al enfocar la pastoral juvenil como RACES la plantea? Tendramos una juventud menos religiosa, pero una juventud con un conocimiento ms claro de lo que realmente es la fe en Jesucristo. Por ejemplo, conceptos que yo me haba formado acerca de Dios y que, ahora, al leer la Biblia me doy cuenta que no es esa la verdad bblica. El cristianismo es para disfrutar, algo para vivir. Es un estilo de vida, que me ayuda a ser un cristiano en la universidad, donde puedo escuchar a cualquiera decir las barbaridades ms grandes y me puedo acercar a l para ayudarlo desde mi fe. Pero mantenindome firme en mi fe en Jesucristo, sabiendo quin es Dios. Y con un compromiso ms serio, sabiendo que no solamente tengo el marco de la iglesia para poder ser cristiano. Yo soy cristiano en el mundo. Soy esa sal y esa luz del mundo, que estoy ah, viviendo mi fe donde me encuentre para que los dems puedan ver a Cristo Jess. Recapitulo, las iglesias pueden tener jvenes creyentes en Cristo, no religiosos, sino bblicos, bien preparados en cuanto a su fe, para vivirla y defenderla. Tendr gente para desarrollar un buen liderazgo, un liderazgo ms sano. Jvenes con un concepto de compromiso ms leal hacia la iglesia. Y el beneficio no es slo para la iglesia, tendramos mejores ciudadanos. Jorge Ziga es el Coordinador del Departamento de Pastoral Juvenil de IINDEF (Instituo Internacional de Evangelizacin a Fondo). CON DIOS Y LOS JVENES Muchas veces, el supuesto problema con los jvenes no es problema de los jvenes sino de la iglesia misma; sus moldes, prcticas, el ambiente y falta de entendimiento de la etapa importante en la cual se encuentran los muchachos. No voy ms a la iglesia dije a mis padres un domingo despus del culto. Ellos fueron sabios. Conversamos sobre la situacin, y como yo ya tena dieciocho aos no me obligaron a seguir asistiendo. Mi decisin de no congregarme, no tena que ver con mi relacin con Dios, sino con la iglesia en s. Como hombre joven en formacin, yo no encontraba en ella lugar ni utilidad para m.Durante tres meses or, le mi Biblia, pero no fui a ninguna iglesia. Un da, en la soberana de Dios, conoc a un pastor que me impresion mucho. Ese domingo fui a su iglesia acompaado de mi mejor amigo. Este fue el comienzo de una nueva aventura. Compart con este pastor mis frustraciones, y a la vez mi conviccin de que si queramos ganar a jvenes era necesario hacer algo diferente. l exploraba mis inquietudes hacindome preguntas. Compart el concepto de que para ganar muchachos era necesario hacer actividades de carcter varonil, en las cuales los jvenes podran participar siendo los protagonistas de actividades significativas, entre ellas las deportivas. Pero en ese momento slo estaba compartiendo lo que habamos sentido y dialogado con mis amigos. Fue con el pasar de los aos que he llegado a valorar el ministerio con la juventud y lo trascendente que es entender que los varones y las mujeres se desarrollan espiritualmente de formas diferentes. El pastor, despus de habernos escuchado cuidadosamente, nos dio el desafo de comenzar un grupo que respondiera a nuestras inquietudes. Junto al desafo nos asegur su apoyo. Quedamos temblando. Nos tocaba dejar la tarea fcil, criticar. Ahora debamos edificar la realizacin de nuestros sueos. Fue al inicio del verano cuando empezamos a concretarlos. Dos amigos y yo abrimos una de nuestras casas e invitamos a diez muchachos a un partido de ftbol y a compartir un asado acompaado de una discusin sobre la Biblia. Cada semana tuvimos ms muchachos y con ellos llegaban las chicas. Antes de que terminara el verano ya estaban participando ms de cuarenta jvenes. Fue una sorpresa para muchos adultos cuando la mayora de estos jvenes comenz tambin a asistir a la iglesia. Y fue justo en este punto que tuvimos nuestra primera crisis. La mayora de ellos nunca haban ido a una iglesia. Al llegar un grupo tan grande, vestidos como tpicos jvenes del mundo, provoc que algunos de los mayores nos atacaran por meter el mundo en la iglesia. Exigan cambio, algunos de los jvenes tenan que cortar su peloy algunas de las chicas no podan asistir en pantalones. A pesar de las protestas de algunos mayores, cada semana llegaban ms jvenes. Muchas veces, el supuesto problema con los jvenes no es problema de los jvenes sino de la iglesia misma; sus moldes, prcticas, el ambiente y falta de entendimiento de la etapa importante en la cual se encuentran los muchachos. Antes de echarles la culpa, necesitamos, como iglesia, mirar si el ambiente espiritual, emocional, y fsico que proveemos para ellos es propicio para que Dios obre y aada cada da ms jvenespara su reino. Ayer me pregunt una seora de 60 de aos por qu sera que los jvenes de la clase de Biblia que ella dicta no disfrutaban su enseanza. Por solicitud del pastor de su iglesia, con todo su amor, dedicacin y entusiasmo se ha dedicado a dictar a ellos las perlas preciosas que ella ha encontrado en Dios. Sin embargo, los jvenes son rebeldes, no prestan atencin a lo que yo estoy tratando de ensearles expres con frustracin. Qu puedo hacer? me pregunt. Esta es la pregunta que, con toda honestidad, creo que necesitamos hacernos, y debemos buscar la respuesta en la sabidura de la Biblia y la experiencia de personas que tienen ministerios exitosos con jvenes. Quiero responder a esa pregunta compartiendo algunas de las verdades que yo he aprendido de ellos a lo largo de mi experiencia ministerial: 1. Aprender a escucharlos con inters y respeto. Cuando ellos ven que realmente los escuchamos y nos esforzamos por entenderlos, estarn mas abiertos a conversar y dialogar con nosotros. 2. Dios les ha dado libertad de elegir. No debemos imponerles nuestros deseos y voluntad. Ya no son nios. Cuando imponemos nuestra forma de pensar y actuar, slo provocamos rebelda. 3. Ayudmoslos a desarrollar programas y actividades en los cuales ellossean los creadores, protagonistas y responsables de lo que ocurre. En la medida en que sientan que el programa les pertenece, trabajarn con ms entusiasmo en l. Ellos tomarn la iniciativa para buscar nuestra sabidura, apoyo y ayuda. Muchas veces los adultos desean involucrar a los jvenes en sus planes, pero no estn dispuestos a involucrase en los planes de los jvenes. 4. Nosotros aprendimos a travs de muchos errores. Creo que ellos tambin tienen derecho a aprender de la misma manera. 5. Reconocer las diferencias entre hombres y mujeres. Los hombres necesitan actividades tales como deportes, construir, trabajar en proyectos de servicio, etctera. Las mujeres, en cambio, desean interaccin con otras personas. Si la iglesia quiere tener un balance significativo, tanto de hombres como de mujeres, deber promover y proveer actividades apropiadas para hombres y para mujeres. 6. Nadie se forma en un da. El crecimiento es un proceso. Seamos pacientes con ellos. A travs de la historia, Dios ha obrado maravillosamente con los jvenes, hoy sigue hacindolo. Participemos con l y con ellos en esta gran tarea. Adelante! EN EL MUNDO MISTERIOSO DEL ADOLESCENTE Los adolescentes han ido cobrando cada vez mayor importancia dentro de la comunidad por sus necesidades educativas, sanitarias, de capacitacin o bien por los problemas que han planteado delincuencia juvenil, toxicomana, rebeliones. Pero qu es un adolescente?
Los adolescentes han ido cobrando cada vez mayor importancia dentro de la comunidad por sus necesidades educativas, sanitarias, de capacitacin o bien por los problemas que han planteado delincuencia juvenil, toxicomana, rebeliones. Han creado inclusive un vasto mercado de consumo para su vestimenta, material de lectura, recreacin, etctera. Adems, en las sociedades modernas aument el nmero de adolescentes, debido a que el perodo de la adolescencia dura ms tiempo, inicindose a edad ms temprana y finalizando ms tardamente. En la Argentina, constituyen una proporcin muy significativa de nuestra poblacin, casi 6 millones. Es, pues, de particular inters dedicar unas lneas a la pregunta: qu es la adolescencia? Es una etapa en la vida respondemos entre la niez y la adultez por la cual todos hemos pasado. En nuestro pas, se inician sus primeras manifestaciones ya a los 9 aos en las nias, un poco ms tarde en los varones. Es ms difcil determinar cuando termina; algo arbitrariamente lo establecemos alrededor de los 22 aos. Su duracin es variable en las diversas personas, dependiendo de mltiples factores. ADOLESCENCIA CRECIMIENTO, MADURACIN La palabra adolescencia deriva del latn: adolescere, que significa crecer, madurar, y hace referencia al crecimiento y maduracin, no slo corporal sino tambin psicolgico y social. Efectivamente, en este perodo se producen muchsimos y profundos cambios, tanto corporales o biolgicos como psicosociales. Por ello se dice que la adolescencia es un complejo proceso bio-psico-social. Que sea complejo no significa que constituya un problema o enfermedad, como generalmente se piensa, consciente o inconscientemente. Es un proceso totalmente natural, pero si no se conoce suficientemente la naturaleza de los cambios que se producen o si no se comprenden sus manifestaciones, se pueden presentar dificultades. Esos cambios se han comparado a las actuaciones y roles cambiantes de un verdadero drama en el que el adolescente juega el papel simultneo de actor interesado y de espectador asombrado, no teniendo la mayora de las veces ninguna explicacin del guin. Las transformaciones que tienen lugar en el perodo de la adolescencia en las tres esferas: biolgica, psicolgica y social, estn imbricadas entre s y son interdependientes, pero por razones expositivas consideraremos separadamente lo biolgico (que cronolgicamente se inicia primero) y lo psicosocial. LOS CAMBIOS BIOLGICOS Constituyen en su conjunto lo que se llama pubertad o sea la parte fsica de la adolescencia. A travs de ellos se adquiere la capacidad de reproduccin, es decir poder tener hijos. La nia se transforma en "mujer", el nio en "hombre", en el sentido real y profundo de estas palabras, con lo cual podrn llegar a ser madre o padre, respectivamente. Las modificaciones que se llevan a cabo en el organismo para que se cumpla esa transformacin son muy profundas y estn determinadas fundamentalmente por las glndulas de secrecin interna o endocrinas. Estos pequeos rganos (ovarios, testculos, tiroides, suprarrenales, hipfisis, etctera), producen sustancias qumicas en nfima cantidad, pero de intensa actividad, llamadas hormonas, que pasan directamente a la sangre y llegan por sta a todas partes del organismo. Por accin de esas hormonas (estrgenos, andrgenos, etctera) se determinan los grandes cambios fsicos de la adolescencia. LOS MS NOTABLES SON: En la nia: el desarrollo de los senos, la conformacin femenina del cuerpo, la aparicin de la primera menstruacin. En el varn: el agrandamiento de los genitales, los cambios de la voz, la forma masculina del cuerpo, crecimiento de la barba y bigote, aparicin de la primera emisin seminal. En ambos sexos: aparicin del vello sexual, aumento de la altura y el peso. Estas son slo algunas de las transformaciones fsicas ms ostensibles que se producen durante la pubertad; pero los cambios ms importantes tienen lugar en la intimidad misma de las glndulas sexuales femeninas y masculinas: ovarios y testculos respectivamente, que al mismo tiempo que producen las hormonas correspondientes, generan las "semillas" o grmenes que hacen posible la reproduccin: vulos en la mujer y espermatozoides en el varn. Esa posibilidad y capacidad de crear una nueva vida humana es tan transcendental que no puede cumplirse en la misma forma que entre los animales y es por ello que la adolescencia comprende no slo cambios fsicos sino tambin importantes transformaciones psicolgicas, sociales y morales. LOS CAMBIOS PSICOSOCIALES Consisten sobre todo en la necesidad de independizarse de los padres y otros adultos bajo cuyo cuidado estn durante la infancia. Tambin se debe ajustar a las costumbres y leyes del lugar en que vive, tanto en el medio familiar, escolar, recreativo, laboral, etctera, y a las distintas personas a las que trata diariamente. Asimismo, debe desarrollar un criterio propio. Tener su forma personal de sentir, pensar y hacer, que puede ser semejante o distinta de los dems, pero adecuada a la sociedad en que vive. Tambin necesita adquirir la capacidad de efectuar un trabajo til, tanto para s como para los dems. La realizacin de los cambios psicosociales precedentes es compleja y es frecuente que se presenten dificultades, cuya superacin forma parte del proceso normal de la adolescencia. QUERER Y NO QUERER Pueden surgir, por ejemplo, diferencias con los padres, debido a que existe una verdadera contradiccin tanto en estos como en los adolescentes, en los sentimientos y en la conducta: ambas "quieren" y "no quieren". El adolescente "quiere" ser libre e independiente; pero al mismo tiempo "no quiere" asumir las responsabilidades que van ligadas a la libertad, como tampoco quiere perder la mayor o menor proteccin que ha recibido de los adultos en la niez. Los padres, por su parte, "quieren" que el adolescente sea responsable ("sos un hombre", "sos una seorita") pero "no quieren" que tenga libertad e independencia en la medida que l o ella desean. A esto se lo llama la "ambivalencia dual". Produce, cuando menos, diferencias y discusiones de diversos grados segn las circunstancias, en el hogar, la escuela y el trabajo, entre los adolescentes y los adultos, es decir entre las dos generaciones. Segn como se encaren esas diferencias generacionales, se pueden solucionar fcilmente o degenerar en conflictos ms o menos graves. SEXO Y REBELDA En el rea sexual es donde se producen los ms intensos cambios y exigencias y se requieren las mayores adaptaciones. Se adquieren los intereses heterosexuales y la capacidad reproductora, pero recin con posterioridad la capacitacin para ejercer esa funcin. Los conflictos en lo sexual son frecuentes, requiriendo mucha comprensin, sobre todo por parte de los padres. La inestabilidad, la inseguridad, la hiperemotividad, as como la rebelda, son manifestaciones normales del proceso de la adolescencia; pero deben ser reconocidas e interpretadas como tales y manejadas con tacto y comprensin para que no se transformen en manifestaciones anormales que hasta pueden hacer llegar a la delincuencia juvenil. SNTESIS La adolescencia no es un problema, ni una enfermedad; sino un perodo de la vida en que se producen una serie de cambios fsicos, psquicos y sociales que a veces dan lugar a problemas o enfermedades que pueden ser tratadas o curadas como los de cualquier otra etapa de la vida. Pero mejor es prevenir que curar. Esto es lo que los mdicos tratan de hacer con mayor empeo. As como durante aos se han dedicado especialmente a los nios y/o a los ancianos, ahora estn brindando particular atencin a este otro grupo de la poblacin: los adolescentes. En los ltimos aos en todas partes del mundo, han surgido mdicos que se especializan en el estudio del proceso normal de la adolescencia (Hebeologa) y en el tratamiento de las afecciones de la adolescencia (Hebiatra) que se denominan hebelogos-hebatras, as como hay gerontlogos-geriatras que se ocupan de la vejez normal o patolgica y paidlogos-pediatras que se han dedicado al nio sano o enfermo. Hay ciertos aspectos de la salud de la adolescencia que revisten especial inters y que determinan mayores requerimientos educativo-sanitarios debido a la caracterstica de los cambios que se producen por el mismo proceso adolescente, por ejemplo: la sexualidad, la alimentacin, los hbitos higinicos, la orientacin vocacional y la utilizacin del tiempo libre. Los Temas de Apuntes Pastorales, volumen 1, nmero 5. Todos los derechos reservados LDERES IDNEOS PARA NUESTROS JVENES Los lderes pueden hacer o deshacer un ministerio. Un ministerio juvenil sin un liderazgo adecuado nunca puede ser saludable, pero uno con una abundancia de lderes de calidad siempre tendr el potencial para serlo (vase Pr 11.14 ). Los ministerios para jvenes carentes de lderes a menudo estn sobrecargados, tensos y demasiado cansados para una nueva visin, se contentan con mantener las cosas como estn y se estancan. Por eso es tan importante que los obreros de jvenes comiencen sus ministerios bien, buscando lderes y aprendiendo a ser lder de lderes y formador de formadores. Si usted est en una iglesia que no le brinda poder a la congregacin para hacer el trabajo del ministerio, el desarrollo del liderazgo ser particularmente difcil. Incluso los ministerios de iglesias que desafan constantemente a la gente para involucrarse luchan para encontrar suficientes lderes. La cantidad de trabajo que conlleva el desarrollo de un liderazgo de calidad nunca tiene fin. Es un ciclo continuo de buscar lderes, prepararlos, cultivar su crecimiento espiritual, y darles el poder para hacer el ministerio, y motivarlos a continuar. Cuantos ms lderes de calidad tenga, ms madurarn sus jvenes espiritualmente. Cuando sus jvenes crezcan espiritualmente, su ministerio crecer numricamente, y este crecimiento requerir lderes adicionales. Desarrollar a los lderes es la mejor combinacin de bendicin y carga que conozco en la iglesia: es una bendicin ver a los adultos ministrar a los jvenes, y es una carga encontrar adultos, prepararlos y motivarlos a trabajar con los jvenes. Usted no puede hacerlo solo! Vemos una gran cantidad de personas que entran y salen del ministerio para jvenes porque muchos de ellos tratan de hacerlo todo solos. Algunos obreros de la juventud me dicen que no tienen suficiente tiempo para buscar lderes; no tienen tiempo suficiente porque estn demasiado ocupados hacindolo todo. Este no es un problema nuevo. El famoso pasaje del liderazgo, en xodo 18, revela que Moiss trat de dirigir al pueblo de Israel por s solo, hasta que su suegro Jetro habl con l (vr. 17-23). Jetro le dijo a Moiss que esa gente se ira a su casa satisfecha, porque se sabran cuidados y sus necesidades estaran satisfechas. Este consejo se dio hace miles de aos, pero todava se aplica al liderazgo en el da de hoy. Cuando me preguntan cul es la mejor proporcin de jvenes por lder, a menudo sealo el ejemplo de Jess. l era Dios y, sin embargo, tena una proporcin de doce a uno. Debido a su relacin con Pedro, Santiago y Juan, hasta podra sugerir que su proporcin se acercaba ms a tres personas por cada lder. En nuestra iglesia tratamos de establecer nuestra meta en una proporcin de cinco a uno para los grupos pequeos, y aun as, a la mayora de nuestros lderes se les hace difcil invertir el tiempo y los cuidados que requieren cinco jvenes. Tanto las palabras de Jetro como el ejemplo de Jess nos muestran nuestra necesidad de ayuda. Con este imperativo viene la obligacin ms grande: confiar en Dios que proveer lderes. l tiene a los lderes para nuestro ministerio; slo tenemos que encontrarlos. Usted lo puede hacer! Un proceso de cinco pasos para encontrar lderes A nosotros nos toca ser fieles haciendo lo posible, y tener fe en que Dios har lo imposible. Los siguientes pasos lo ayudarn a hacer lo posible en su bsqueda de lderes buenos. Estos pasos implican un proceso continuo. Paso 1: Piense en su actitud de liderazgo Su actitud acerca de los lderes tendr un impacto en los mtodos para encontrarlos. Prefiero usar la palabra lder en vez de voluntario. Me gusta lder porque connota accin y afirma el valor del lder. Voluntario da la idea de alguien que tiene que llenar un hueco que nadie ms quiere ocupar; no es una palabra tan positiva como lder. Su habilidad de encontrar lderes voluntarios comienza por cmo usted los considera. La actitud: necesitamos voluntarios para sobrevivir. Un pastor con esta actitud comunica: Necesito a alguien para llenar este hueco, asumir esta responsabilidad o ensear esta clase. Por lo general, esta actitud viene como resultado de que el pastor esta agobiado con las demandas del ministerio. Este tipo de pastor con ojos desesperados y una voz implorante, encuentra voluntarios en potencia y recibe a cualquier persona en lugar de buscar el candidato idneo para el trabajo. Cada pastor de jvenes que conozco tiene cuentos horripilantes de voluntarios que resultaron ser un problema , los cuales fueron reclutados con la actitud aceptar a cualquiera. La actitud: necesitamos lderes para prosperar. Los ministros de jvenes que tienen esta actitud, estn menos agobiados por las tareas y ms interesados en cultivar a sus jvenes. Miran a los lderes potenciales como ministros y consideran la forma particular en que Dios los ha formado para ministrar. Estos ministros de jvenes estn dispuestos, pero no desesperados por llenar huecos. Creen que la persona correcta prosperar como lder y que los jvenes prosperarn a causa de su ministerio. Su actitud hacia los lderes potenciales afectar su estilo para encontrarlos y prepararlos para el ministerio. Una actitud de prosperidad les da autorizacin a los lderes para hacer el ministerio porque usted realmente cree que Dios puede trabajar a travs de ellos y cree que lo har. Paso 2: Rompa los estereotipos existentes Hacemos ms difcil el trabajo de encontrar lderes cuando perpetuamos los estereotipos existentes de un perfil de obrero de jvenes. Durante aos le he estado preguntando a la gente de la iglesia cmo describiran a un buen obrero para jvenes. He aqu algunas respuestas: -joven, chistoso, atltico, hbil frente a las multitudes, maestro de mucha autoridad, conoce la Biblia , personalidad extrovertida, tiene carisma, entiende la cultura joven. Al ver esta lista, es fcil entender por qu la mayora de la gente en nuestras iglesias es reacia en ofrecerse: No calzan con la descripcin! Estas cualidades representan una minscula parte del cuerpo de Cristo y slo un tipo de obrero para la juventud: uno que escasea. Si quiere encontrar lderes, mustrele a su congregacin una nueva imagen de cmo debe ser un obrero para los jvenes. A la gente de nuestra iglesia les digo que buscamos dos cualidades: amor a Dios y un corazn para jvenes. Les digo: Si ama a Dios y siente ternura por los jvenes, puede llegar a ser un gran obrero para los jvenes. Eso es todo lo que necesita para comenzar! Entonces les muestro una lista de los tipos de lderes que buscamos: - ancianos - introvertidos - jvenes - casados - msicos - sin terminar secundaria - ciclistas - estudiantes de universidad - mecnicos - padres - contadores - cristianos maduros - gente con un pasado difcil - obsesionados con las computadoras - nuevos cristianos - atletas - padres solteros - ex-animadores - empresarios - gente ocupada - obreros - artistas - cocineros Compilamos esta lista para comunicar que necesitamos de toda clase de lderes para ministrar a toda clase de jvenes. Despus de trabajar con centenares de voluntarios a travs de los aos, he aprendido que los mejores lderes no han sido los que habra escogido de una multitud. Le sorprender saber que algunos de los mejores voluntarios que hemos tenido, son mucho ms viejos que el estereotipo del lder para jvenes. Traje a nuestro equipo de voluntarios a un hombre de unos setenta aos llamado Marvin. En este momento no estoy pastoreando esa iglesia, pero hasta hoy, Marvin, que anda bien entrado en sus ochenta, sigue trabajando all con los jvenes. Es un magnfico obrero de jvenes! Sensible, slido, alentador y apasionado con los jvenes. Tiene un fuerte ministerio con los padres, porque ha caminado en sus zapatos, y habla la verdad. Marvin no es un chilln, no sabe mucho acerca de la cultura de la juventud, no podra nombrar una banda de msica actual y tal vez no sepa qu es MTV (programa televisivo de videos musicales) pero se para en la puerta mientras que los jvenes entran a la clase de la escuela dominical, les da un abrazo de abuelitoy les dice: T sabes que Marvin te ama, verdad? Todos lo saben! Estos jvenes estn impresionados con ese amor sincero, con las expresiones autnticas y su sabidura de aos. Los ministerios para jvenes tienen que romper sus estereotipos y comenzar a buscar candidatos como Marvin, que ama a Dios y tiene un corazn para los jvenes. Paso 3: Simplifique las oportunidades de servicio Muchos de nosotros perdemos lderes potenciales porque limitamos nuestras oportunidades de servicio a dos posiciones: todo o nada. Todos en su iglesia son obreros potenciales para jvenes si usted les brinda oportunidades para servir que sean ms simples y no tan amenazadoras como lo es trabajar directamente con los jvenes. Como hemos visto, el paso uno nos muestra que debemos considerar a los lderes como ministros antes que voluntarios que slo llenan un vaco. El paso dos nos ensea la variedad de gente que puede ministrar a los jvenes. El paso tres es importante porque destaca que en el cuerpo de la iglesia ahora todos se pueden considerar como candidatos potenciales para el ministerio con la juventud. Si de veras cree que todos los cristianos son llamados a hacer la obra del ministerio, entonces debe ver a cada cristiano como un obrero potencial para la juventud. Su trabajo no es decirle a la gente que la voluntad de Dios es que ellos colaboren con el ministerio para jvenes, pero s es avisarle a la iglesia de sus necesidades y las oportunidades que ellos tienen de servir en su ministerio. Rena nombres para formar un equipo de animadores Nuestro equipo de animadores se compone de personas de nuestra iglesia que apoyan el ministerio para jvenes o a uno de nuestros lderes. Son aquellos que ayudan ocasionalmente en el ministerio juvenil. Los animadores no tienen responsabilidades especficas; ellos nos llenan de nimo, confianza y apoyo. Rena personas con posesiones o habilidades para formar un equipo de recursos Este equipo ofrece una oportunidad para que las personas participen en el ministerio de jvenes compartiendo sus posesiones o habilidades especficas. La gente participa en el equipo de recursos facilitndonos alguno de sus bienes o aportando alguna de sus habilidades. Son personas que quieren apoyar nuestro ministerio pero no necesariamente quieren invertir tiempo con los adolescentes. Cada iglesia tiene en su medio los recursos disponibles que sern tiles para los que trabajan con los jvenes. Busque esos recursos. Rena a los santos para formar un equipo de oracin El equipo de oracin se compone de hombres y mujeres que participan en el ministerio de jvenes, dndonos una base de apoyo mediante la oracin. Esta es gente que ama a Dios, aunque no necesariamente disfrutan participar activamente con los jvenes. Su compromiso es orar por una lista de peticiones de oracin que les mandamos mensualmente. Ellos oran por nosotros y nosotros por ellos. El equipo de animadores, el de recursos y el de oracin requieren poca direccin y atencin. Estos equipos nos ayudan tras bambalinas; no trabajan directamente con los jvenes, nosotros mantenemos expectativas simples. La diferencia principal entre estos tres equipos y el equipo de lderes activos, es que este ltimo trabaja directamente con los jvenes. Busque lderes para formar un equipo de lderes activos El equipo de lderes activos esta formado por personas que trabajan directamente con los jvenes y les cuidan. Son maestros, lderes de grupos pequeos y adultos que acompaan a los jvenes en actividades personales para mostrarles amor e inters. Bsicamente son los ministros, mientras que los otros tres equipos estn compuestos por ayudantes del ministerio. Aunque queramos buscar gente para los otros equipos, buscar lderes que trabajen con los jvenes es nuestra meta principal. Mientras ms lderes activos tengamos, mayor ser el nmero de jvenes que reciban atencin personal y sean nutridos. En el equipo de activos, hemos identificado dos tipos de lderes: lderes dirigidos por el programa y lderes autodirigidos. Para determinar estas categoras consideramos cunto quieren invertir los lderes en su ministerio. Los lderes dirigidos por el programa aman a Dios y se interesan en los jvenes, pero tpicamente reservan su tiempo de ministerio para un programa. No se mantienen en contacto con los jvenes luego del tiempo requerido. A menudo estos son lderes nuevos que estn tratando de encontrar su lugar en el ministerio para jvenes. Los lderes autodirigidos son los que han captado la visin de cultivar a los jvenes. Ministran a los jvenes despus de nuestros programas regulares mediante cartas, llamadas telefnicas, visitas y actividades exteriores. Estos lderes sienten responsabilidad por el total desarrollo espiritual de sus jvenes y expresan iniciativa por el cuidado de ellos. Si es un lder de lderes, su meta ser ver lderes dirigidos por el programa convertirse en lderes autodirigidos. Un voluntario que permanezca como lder dirigido por el programa durante ms de un ao, tal vez necesite alguna preparacin, confrontacin apacible, o un cambio de responsabilidades. Cuanto ms un lder dirigido pueda observar cmo un lder autodirigido cultiva y ministra a los jvenes fuera del programa, mejor ser. Los lderes dirigidos necesitan lderes autodirigidos que representen un ministerio ms all de las fronteras del programa. Al simplificar as las oportunidades para servir en los equipos del ministerio para jvenes (en equipos de animadores, recursos, oracin y lderes activos) usted tendr un ministerio mucho ms atractivo. Dar opciones menos amenazadoras a los que tienen miedo de trabajar con jvenes aliviar algunos de sus temores. A medida que acepten estos papeles menos intimidantes llegarn a exponerse gradualmente al ministerio y se prepararn para pertenecer al equipo de lderes activos. Paso 4: Nunca deje de buscar lderes potenciales Buscar gente para unirse a los equipos es una tarea continua y de alta prioridad. Estas son algunas maneras de encontrar lderes: Espere que los lderes actuales busquen a los nuevos Pedimos a nuestro equipo actual de obreros para jvenes que busquen un voluntario durante el ao. Como lder de lderes, soy, en ltima instancia, el responsable de formar un equipo, pero como no conozco a cada persona en la iglesia y nuestros lderes activos conocen a otras personas, ellos me ayudan en la responsabilidad de buscar lderes nuevos. Por ejemplo, como Jos est participando en el ministerio de hombres, l ve a los hombres como lderes potenciales para los jvenes. Y como Amanda est en el coro, busca a miembros del coro que amen a Dios y tengan inters en los jvenes. Los mejores nuevos voluntarios son los que han sido invitados por nuestro equipo ya existente. Llegan a nuestro ministerio con uncapacitador listo gracias a la relacin con alguien que ya est sirviendo. Pida a los jvenes que hablen con los adultos Conoc a Patricia durante un campamento para toda la iglesia. Tena sesenta aos de edad y era abuela de seis. Me di cuenta que amaba a los jvenes porque durante la cena siempre se escapaba para pasar por la mesa de los adolescentes y preguntarles cmo haba sido el da. Los jvenes la amaban! Un da le pregunt si alguna vez haba considerado la posibilidad de que su ministerio en nuestra iglesia podra ser el trabajo con la juventud? Ella se ri y me dijo que era demasiado vieja, que no podra relacionarse con los adolescentes actuales, y que ya tena un ministerio como ujier. Trat de persuadirla diciendo: Puedo conseguir que la iglesia busque a otra persona para ayudar a la gente a encontrar sus asientos, pero estoy buscando ministros que sirvan de ujieres para llevar a los jvenes a la presencia de Dios.
S que sonaba santo, as que me impact que mi manipulacin espiritual no funcionara. Tres veces diferentes se lo ped en tres maneras diferentes y siempre me rechaz. Despus del retiro, dos jvenes le dijeron a Patricia que crean que ella sera una gran lder para los jvenes. Le prometieron que le presentaran a sus amigas y la ayudaran a sentirse cmoda. Patricia acept. Yo no poda creerlo! Estas chicas no eran graduadas del seminario, ni saban nada acerca de desarrollar lderes. Sin embargo, fueron las figuras claves para llevar a nuestro equipo una gran obrera para la juventud. Hicieron un mejor trabajo que yo para aliviar los temores de Patricia. Mire a los padres como lderes Los padres son magnficos obreros para jvenes si entran al equipo de voluntarios de manera correcta. Al principio de cada ao escolar, hacemos un gran llamado a los padres para unirse a cualquiera de nuestros tres equipos principales (recursos, oracin, lderes activos). Antes de perseguir a los padres para invitarlos al equipo de lderes activos, hablamos con sus hijos adolescentes para ver cmo se sentiran con la participacin de sus padres. Si el joven est de acuerdo con la idea, perseguimos a ese padre. Si un joven se ve reticente a la participacin del padre y siente la necesidad de independencia, por lo general demoramos la participacin del padre hasta que el joven madure o hasta que encontremos un lugar en el ministerio donde ellos se puedan independizar el uno del otro. Preferimos tener la participacin del joven en el ministerio, que al padre en nuestro equipo de liderazgo. La mayora de los padres concuerdan con esta evaluacin y estn dispuestos a demorar su participacin hasta que el adolescente est listo.
Entrevistamos a los padres antes de aceptarlos, como hacemos con los lderes candidatos, y tratamos de descubrir sus motivos para servir en el ministerio de jvenes. No queremos padres que espen a sus adolescentes, que traten de parecer santos, que sean demasiado vigilantes cuando dejan salir a sus jvenes, o que estn desesperados por tener amistades adolescentes. Utilice jvenes de edad apropiada Si en la iglesia usted tiene un ministerio con universitarios, es posible que algunos jvenes con aptitud de liderazgo puedan ayudar en el ministerio de los de secundaria. De la misma forma, permita que los lderes jvenes maduros que estn en su ministerio de secundaria, trabajen con los adolescentes ms jvenes.
Una manera efectiva de mantener involucrados a los jvenes del ltimo ao de secundaria es permitindoles tener ms responsabilidades dentro del ministerio. Anncielo en instituciones cristianas Si su iglesia est cerca de alguna institucin cristiana (instituto, seminario, universidad), hay una gran oportunidad de encontrar lderes jvenes. La mayora de los jvenes cristianos que estn en las instituciones, vienen de grupos de jvenes y ya no estn cerca de sus iglesias originales. Rena todos los nombres posibles Adems de todos los mtodos de bsqueda antes descritos, siempre pregunto a los adultos y a los jvenes si saben de alguien que cumpla con nuestra descripcin de obrero apto para la juventud. Les digo que buscamos todo tipo de persona que ame a Dios y se interese en los jvenes y les pregunto si saben de alguien con el que deba hablar. Si me dan el nombre de alguien que yo conozco, lo llamo y le explico sobre nuestros diferentes equipos y le pido que en oracin considere participar en alguno. Paso 5: - Invite personas a participar en el equipo de lderes activos A medida que invite a las personas a participar en sus equipos, tenga cuidado de hacerlo con una actitud positiva. La manera en que hable de su ministerio es una forma de educar a la iglesia con respecto a los valores, actitudes y propsitos del ministerio para la juventud. - Use la palabra invitar La palabra reclutar es agresiva y evoca una imagen militar. Cuando en la iglesia usamos la palabra reclutar la gente se esconde. Estn cansados de ser reclutados. En vez de reclutar a la gente, invtela. Cul se oye mejor?: quiero reclutarlo o, quiero invitarlo? Invite a la gente a participar en su equipo de oracin. Invtelos a observar una clase de la escuela dominical y considerar en oracin si ste quiz sea un lugar donde ellos puedan involucrarse en el ministerio. La gente no tiene inconveniente en ser invitado, pero, a quin le gusta ser reclutado? - Use un volante promocional para anunciar sus equipos Un volante promocional sirve como un recordatorio palpable de la conversacin entablada con usted. Le da a la gente una idea general de lo que estamos buscando y una oportunidad de responder con la posibilidad de que le interese. A veces tambin ponemos anuncios en nuestro boletn de la iglesia. - Muestre a sus lderes de jvenes poco tradicionales Marvin rompe el estereotipo de un obrero de jvenes. Cuando yo hablaba con lderes potenciales, en mi iglesia anterior, a menudo lo llevaba conmigo. l tambin cont su historia frente de la congregacin. Cuando la gente escuchaba de un hombre mayor que era eficiente en el ministerio con la juventud, deca: Si l lo puede hacer, yo tambin. - Invite a los miembros potenciales del equipo de lderes activos a observar primero, antes de comprometerse Es importante que el lder potencial observe antes de comprometerse. Usted querr asegurarse de que ellos vean el cuadro completo del ministerio. Algunas personas respondern entusiastamente ante la necesidad, sin tener un conocimiento del ministerio con el cual se estn comprometiendo. Esto no es saludable. Prefiero hacer una incorporacin lenta al equipo. Estoy ansioso por desarrollar lderes, pero quiero hacer elecciones sabias. Traer a alguien al ministerio es ms fcil que pedirle que se vaya si las cosas no andan bien. As que, el lder de lderes debe ser selectivo. LOS ADOLESCENTES, EL NOVIAZGO Y LOS TIEMPOS Una reflexin para este da del amor y la amistad. Muchas inquietudes se han levantado sobre el noviazgo, en cuanto al concepto, la edad, la seleccin. Los mismos lderes no saben cmo responder a sus jvenes cuando son interrogados por ellos. Entrevista a Daniel P. Rota (38), casado, tres hijas. Mdico siquiatra y especialista en medicina infanto-juvenil. Director de un centro cristiano de adolescentes por 20 aos. Consejero especializado en problemas matrimoniales. Conferencista asociado de Desarrollo Cristiano. - Cul es el concepto filosfico del noviazgo? Qu se entiende en verdad, por tal cosa? Creo que es una eleccin ms, dentro de las elecciones que debe hacerse en la vida. Un perodo donde uno conoce a una persona y decide que sea su compaera o su compaero para toda la vida. No encontramos mucho en la Biblia sobre noviazgo, s sobre matrimonio, pero no hay una teologa acerca del noviazgo. Personalmente lo considero como una relacin de acercamiento hacia otra persona para evaluarla de una manera ms profunda y concienzuda, a fin de ver si es con quien compartiremos toda nuestra vida. - Cul es la mejor edad para que los jvenes empiecen a pensar en su noviazgo?La vida es muy distinta cuando uno es adulto. Luego de las transformaciones, es posible que nos encontremos en pareja con otra persona y no con la que cremos conocer tres aos antes.Creo que desde nio. Uno tiene que encontrarse con el tema de su futura pareja desde pequeo. La conducta que van a tener en el noviazgo y cmo enfrentar el tema debe ser conversacin familiar, con los padres, a medida que la persona comienza a encontrarse con el mundo del cual forma parte. Ahora bien, en cuanto a ponerse de novio, yo sugiero utilizar la adolescencia para conocer muchas amistades del sexo puesto, para lograr una vida social expansiva y as poder ir viendo distintos temperamentos y caracteres. De esta forma podr elegir de una manera ms correcta despus del perodo de la adolescencia. - A qu se refiere conocer muchas personas del sexo opuesto? Conocer a nivel amistad, a nivel grupal, en grupos sociales; no tanto a nivel individual, donde alguien se separa y sale solo con una persona; eso sera aislarse del grupo. Considero que la adolescencia es especial para estar en grupo, para formar parte de un buen grupo. Uno debe salir del grupo familiar y pasar a uno social. Entonces s, despus, se podrn asumir roles adultos. La adolescencia es la etapa de transicin, a nivel grupal. Cuando hablo de conocer me refiero a grupos de chicas y de chicos, conocer distintos estilos y formas de encarar una diversin, ir a campamentos, visitar otros grupos cristianos en otras iglesias y de esta forma ir ampliando nuestra visin, con distintas caractersticas y formas de ser. Esto nos dar un enriquecimiento a nosotros y un mayor panorama en cuanto a la eleccin futura de nuestra pareja. - A qu se refiere con una vida social expansiva? Que el joven pueda tener salidas sociales y recreativas, pueda tener una vida devocional y de servicio al Seor no en forma aislada, sino grupal, a travs de grupos de evangelismo, campamentos, grupos musicales, de teatro o grupos de deportes. Por supuesto que esto depende de la aptitud, habilidad y el don que cada jovencito tenga. - Hay un tema con muchas opiniones. En la suya, a qu edad termina la adolescencia? En esta, nuestra sociedad occidental, consideramos que la edad de finalizacin de la adolescencia ronda entre los 18 y 19 aos. - Recin ah piensa que un joven debera empezar a buscar su pareja? S. O quizs ir empezando a decidirse sobre las que tiene en vista. - Cul es el problema de empezar demasiado temprano con una pareja? El problema, evidentemente, es de tipo madurativo. No se sabe cmo va a ser realmente un adulto si uno lo analiza en la etapa de su adolescencia. La adolescencia es una etapa de cambio, de transformacin, donde todo lo emocional est a flor de piel; todo lo instintivo, as como el carcter, se va transformando y va cambiando tambin la visin que se tiene sobre las cosas. Es cuando se van perfilando las metas y proyectos ms permanentes, van terminando tambin los estudios y se va afianzando en una profesin o en una tarea de tipo ocupacional. A esa edad uno va teniendo un mejor panorama de quin es la otra persona. Pienso que en esta etapa de transicin se van dando muchas cosas y se van sedimentando quin va a ser la persona adulta en el futuro. La vida es muy distinta cuando uno es adulto. Luego de las transformaciones, es posible que nos encontremos en pareja con otra persona y no con la que cremos conocer tres aos antes. Como dije antes, la adolescencia es una etapa de transformacin, donde va adquiriendo su identidad. A veces tenemos ejemplos de personas que en su adolescencia eran terribles, pero sin embargo pasan esos aos de locura adolescente y entran a perfilar una personalidad ms madura, ms slida, firme, y de ah en ms uno ya tiene una visin ms clara de quin es esa persona. - Cules son las cosas que los adolescentes suelen tener en cuenta para formar una pareja? Muchas; se ve como importante la figura de la pareja, el aspecto externo, como viste, si est a la moda o no, si dentro del grupo es una persona cntrica, lder, simptica. Esto hara que si uno se pone de novio/a con esta persona, lograra una aceptacin grupal pronta, rpida, teniendo alguien al lado que les aumenta su propia autoestima. Lamentablemente, son visiones parciales en las que se fija el adolescente para ponerse de novio. Algunos inclusive llegan hasta visiones de inters personal, si tiene o no una buena posicin, o un automvil para poder salir; son visiones parciales que no van a la real esencia de la persona. - Y cules son las cosas que ellos deberan ver y que les cuesta por su edad? Creo una cosa importante es la familia; mirar quines son sus padres puede ser algo como para comenzar. Esto no marca, necesariamente, lo que ser el hijo; muchas veces vemos que no hay un correlato entre padres e hijos, pero s sera muy importante la visin de la familia. Tambin la visin de cules son las metas, las expectativas, el proyecto que el jovencito/a tenga en su vida, qu es lo que quiere hacer. Analizarlo en cuanto al servicio, a la iglesia, si es una persona activa, si es una persona con dones que se preocupa por el Seor, si tiene una vida devocional individual buena, una vida cristiana activa y rica. Por supuesto que todo esto se conoce a travs del dilogo, a travs de la conversacin. Se debe profundizar el dilogo y el intercambio de pensamientos, ideas, juicios, y no slo mantener conversaciones superficiales sobre cualquier cosa; la nica forma de conocer al otro es a travs de escucharlo, hablar y tratar de entenderlo. - Es vlida la amistad entre un hombre y una mujer sin ser necesariamente una pareja? Lo veo difcil. Considero la amistad a nivel grupal. Considero que la amistad entre un hombre y una mujer, un jovencito y una jovencita, es siempre ms que nada a nivel grupal y espasmdica; es decir, tienen un contacto por un tiempo quizs. Salen un da y charlan, pero despus se separan y tienen contactos con otros; pero no una amistad perdurable y duradera entre un varn y una mujer que solamente se mantenga as a nivel de amistad. Creo que esto podra terminar en un noviazgo o que, en realidad, se estn cubriendo otros tipos de necesidades y no una amistad realmente genuina. Le cuento una experiencia: Una vez a un lder de cierta iglesia se le ocurri hacer parejas para oracin en un grupo de adolescentes. Dividi a los jvenes de a dos (un muchacho y una chica) para orar juntos por sus necesidades. Los dividi as, al azar, pensando que eso sera provechoso para la formacin de amistades. Por supuesto, cuando el muchacho y la chica comenzaron a compartir sus necesidades espirituales y a orar juntos al Seor, en algunos casos empezaron a intercambiarse emociones y sensaciones; en otros llegaron a peleas y discusiones, pero no hubo nada que continuara de la forma que el lder haba esperado. - Adems de haber sido, obviamente, adolescente, joven, novio, usted tiene cerca de veinte aos de trabajo con jovencitos, novios y parejas. Qu opina de los adolescentes que ya van por su segundo, tercero o cuarto noviazgo? Pienso que puede haber, inconscientemente, temor a formalizar una pareja, temor a decidirse y equivocarse, o una inmadurez con respecto al tema, pensando que no es la etapa previa al matrimonio sino un juego ms de la vida. Cuando hay un cambio de parejas muy rpido, donde uno tiene una relacin y al poco tiempo otra, no lo vera como algo muy natural. Pienso que una persona, cuando encara un noviazgo, tiene que evaluar que, en cierto porcentaje de posibilidades, esa relacin debera llegar a concretarse en un matrimonio. No necesariamente todo noviazgo tiene que terminar en casamiento; es un tiempo de estudio y preparacin. Si en el trnsito de ese noviazgo se aprecia que la relacin no va, que la pareja no es la indicada para compartir su vida, no hay ningn problema de romper ese noviazgo. Pero cuando son muchos y frecuentes los noviazgos y no se formalizan entonces creo que hay algn problema. Cules son los daos que esas personas se hacen a s mismas y ocasionan a otros? En primer lugar, hay dao hacia la otra persona; entusiasman e ilusionan a una persona. Muchas veces pueden daar los sentimientos de una manera ingenua. La otra persona inicia esa relacin pensando que es querida y correspondida por el otro y despus todo se termina. Puede haber un dao emocional grande e inclusive un dao espiritual, un enfriamiento espiritual o un cuestionamiento hacia Dios, de por qu pasan estas cosas. Por otro lado, hay un dao al prestigio de la otra persona, ya que un nuevo novio o novia debe muchas veces luchar con los recuerdos y celos hacia romances anteriores. Pero hay un dao grande que se hace la persona misma. Es el dao de ejercitarse en relaciones sentimentales que estn malformadas en su esencia. Esto le traer consecuencias en el futuro cuando quiera una vida correctamente orientada. Cules son los peligros de comenzar un noviazgo demasiado joven? En esto veo tres peligros: - Por un lado est el de los noviazgos prolongados, los que generalmente terminan con mucha tentacin en la bsqueda de la intimidad sexual y el serio peligro de pecar fornicando. Esto es muy serio y mucho ms comn de lo que parece en realidad. - Por otro lado est el peligro del aislamiento. Cuando una pareja comienza un noviazgo demasiado joven, los dos terminan aislados del resto y no aprovechan de otras reas de su vida de adolescentes por atender su noviazgo. Pierden relacin grupal y la oportunidad de hacer otras cosas que no podrn realizar nunca ms en la vida. - El tercer peligro es que se casen demasiado jvenes, cuando todava no han terminado el tiempo de formacin. Como anticipan su relacin en pareja se exponen a concretar su matrimonio sin haber terminado antes de orientarse sobre varias cosas de la vida. Por ejemplo, en muchos el afn de casarse de una vez por todas los hace subestimar una formacin acadmica, profesional. Cuando se es adolescente, como dije al principio, los elementos de juicio son mucho ms superficiales. LOS ADOLESCENTES, SUS AMIGOS Y SUS LDERES Estos son testimonios reales que me mostraron cmo piensan los adolescentes. El artculo analiza sus comentarios, los cuales son de gran utilidad para lderes y padres porque ven la realidad desde la mirada de un joven. Estimula tambin la autocrtica para los adultos que los discipulan. Estos son testimonios reales que me mostraron cmo piensan los adolescentes. Ir analizando sus comentarios, pues considero que puede ser til para lderes y padres, ver las cosas desde la mirada de un joven. Nos ayudar adems, a una autocrtica. Los comentarios de los adolescentes estn en bastardilla. Algunos datos fueron cambiados para preservar la identidad de los mismos. Los comentarios pertenecen a: Jos, 16 aos. Asiste a una iglesia evanglica desde nio, llevado por sus padres, quienes son miembros evanglicos desde antes de casarse.Juan, 17 aos, miembro de una iglesia evanglica desde hace un ao. Sus padres son catlicos nominales y van espordicamente con l, a su iglesia. Luca, 15 aos, no concurre a ninguna iglesia, sus padres estn separados. Convive con su madre. Jos, comenta cmo se siente con sus compaeros de colegio. Uno se siente diferente a los dems: cuando vas al colegio te sents distinto, ellos viven un montn de cosas que vos no viviste, entonces vos te sents afuera. Yo me siento incompleto, veo lo bien que lo pasan ellos, especialmente cuando los lunes comentan lo que hicieron el sbado, mientras que, quizs haba estado en una actividad juvenil de la iglesia. La fantasa de este jovencito, es que no puede llegar a divertirse como sus compaeros, esto lo hace sentirse inferior frente a ellos. Se comparaba, y senta que perda. Lderes y padres, debemos estar seguros y transmitir que el estilo de vida que estn llevando nuestros jvenes en realidad, es superior y estn ganando. Las actividades de la iglesia deben cubrir necesidades de amistad, pertenencia e idoneidad. Veamos ahora cual es el comentario de Luca sobre sus salidas de fin de semana. Cuando voy a bailar, por lo general camino, hablo un ratito con uno y un ratito con otro. Por qu es eso? No s, puede ser la ansiedad. Mientras estoy en el boliche, siento que tengo todo, me siento plena, pero al otro da me doy cuenta que no me dej nada. El lunes, me pas que me senta muy mal, como que estaba vaca, no tena nada. Cmo es esa sensacin de vaco? No s, creo que cualquiera, es ms feliz que yo. Qu distinto a como Jos lo perciba. Debemos mostrar con entusiasmo la enorme riqueza y bendicin que tienen nuestros adolescentes de divertirse sanamente, con un buen grupo de amigos, en las actividades de la iglesia. Jos da su opinin ahora sobre las cosas que considera positivas con respecto al lder de jvenes de su iglesia. Comparte todo con nosotros. Se preocupa por m. Es moderno en su vestimenta y es divertido, no me critica y respeta mis opiniones. Me apoya espiritualmente. Tambin hemos encuestado a otros adolescentes que concurren a iglesias evanglicas, para que nos den sus comentarios de las cosas que consideraban negativas en sus lderes; estas son las respuestas: Habla tan lento que aburre. Poco dinmico. Sin chispa. Muy terico. Lo senta lejos, la leccin y nada ms. No confiaba en m. Me tiraba abajo. Estas opiniones, nos dan una idea de las caractersticas de un buen liderazgo, de acuerdo a los mismos adolescentes. Un buen lder entonces, debe amarlos, entender sus preocupaciones y saber comunicarse con ellos. Debe ser original, no importa tanto el mtodo que use, sino la clase de persona que es. Debe ser accesible. Debe saber a donde va, con metas y objetivos claros. Debe ser espiritual y bblico en la forma de pensar, sin usar lenguaje evanglico. En definitivo, no lo van a aceptar solo porque est a cargo, sino por cmo se desempee en ese cargo. Enseamos por lo que decimos, pero ms por lo que hacemos y mucho, por lo que somos. Juan nos cuenta como fue su experiencia antes de integrarse a una iglesia. En la confitera nos trataban bien. Al llegar ya estaba preparada la mesa. Ya tenamos nuestro lugar. Haba otra confitera ms linda, pero que nos trataban mal, por eso no bamos. Cuando nos conocen, nos sentimos ms en familia, por eso siempre bamos al mismo lado. El grupo de jvenes iba al lugar que los reciba bien y donde ya tenan un espacio reservado. Muchos perciben que los adultos no los quieren, no tienen buenas experiencias cuando estn en situaciones controladas por los mayores, pero s son mejores con su grupo de pares. Hay un gran anhelo de ser aceptados. Es importante que en las iglesias halla un lugar reservado para los adolescentes, un espacio que no necesariamente tiene que ser fsico pero que puede estar dado por una estructura donde se piense en ellos, por su participacin, por su presencia; por una actitud hacia ellos; considerando que son parte en la congregacin y no tan slo chicos que estn creciendo. Muchas veces se los toma como la "generacin futura", esto slo sirve para tener en poco su presente. Por ejemplo: en las reuniones generales podran sentarse todos juntos. Hay un liderazgo de adolescentes. Hay actividades especficas para ellos. El pastor suele mencionar desde la plataforma, lo lindo que es tener al grupo de jvenes en la iglesia, darles parte legtima en ciertas decisiones, defenderlos frente a las crticas, etctera. Yo me senta ms cmodo en el bowling que en mi casa, el boliche (lugar donde vamos a bailar o consumir bebidas alcohlicas) y el grupo de amigos empieza a formar parte de uno. Yo paraba en Parque Patricios (un lugar de la ciudad de Buenos Aires), a veces en una esquina, otras en la plaza. No es tan importante el lugar, sino con quienes ests. El grupo tiene una gran influencia sobre los adolescentes, en este relato vemos su importancia. Una de las cosas de ms valor a esta edad es la amistad. El joven rompe ataduras con su familia para ganar independencia primeramente a travs de un ncleo de amigos, esto le da seguridad y sentido de pertenencia. En la iglesia debe haber un clima, un ambiente clido y actividades que fomenten el desarrollo de amistades. No asustemos que algunos asistan a la iglesia por lo que pasa despus de la reunin (el volver a verse, a charlar entre ellos, etctera) y no por el mensaje en s. Tan importante como el contenido de los mismos, en las actividades de los adolescentes: es el tiempo social, previo y posterior. Un objetivo que siempre debe tenerse en cuenta es lograr una buena interaccin grupal, que se conozcan y disfruten de la amistad que se tienen, ser la mejor ancla para que permanezcan en la iglesia. A la pregunta de cmo haba entrado en ese grupo Juan responde: Para entrar en el grupo de la esquina tens que conocer a alguien. El que llega y lo aceptan, no es el "nuevo" del grupo, sino uno ms. La gente de la iglesia al llegar te mira como bicho raro, cuesta mucho que te acepten. Si vens de otra, dicen que algn drama debs traer, si vens de afuera, te tens que aprender el "libro de reglamento". Al preguntarle si en el grupo de la esquina no hay libro de reglamento, Juan responde: La demanda del libro de reglamento, sera slo no traicionar al grupo. Vemos en este comentario, lo difcil que puede significar para un jovencito sentirse aceptado cuando llega a la iglesia. Debemos lograr que el clima de la misma sea de aceptacin y no de rechazo, de aprobacin y no de desvalorizacin, de afirmacin y no de indiferencia. Saludemos al nuevo, comuniqumosle con nuestras palabras y gestos, que estamos contentos que est entre nosotros, que disfrutamos estando con l, hagmosle sentir seguro de que le amamos. Si se equivoc en algn momento lo perdonamos y lo olvidamos. Digmosle que Dios tambin le ama, que lo hizo con muchas virtudes y que deseamos verlo crecer y su desarrollo espiritual, es un estmulo para nosotros. El mover de las iglesias, debe ser adaptarse a responder necesidades cada vez mayores. Es importante valorar nuestras tradiciones, aunque debemos evitar el "tradicionalismo"; no adorando nuestra historia, pero permaneciendo cristalizados en las cosas buenas del pasado. Hay una generacin actual de adolescentes que demanda un liderazgo gil, dinmico y slidamente espiritual, que sepa comunicar un mensaje bblico y contextualizado. LOS JVENES TIENEN SUS NECESIDADES: CONZCALAS En ocasiones, en los crculos cristianos existe la tendencia a identificar a las personas con almas. Estamos demasiado preocupados por las almas y perdemos de vista con demasiada frecuencia a las personas. Dios no est nicamente interesado en almas, l est interesado en la persona total, en sus emociones, su intelecto, su alma y su espritu, en definitiva, en todo su ser. I. El joven una persona compleja Es importante que entendamos esto ya que cuando estamos ayudando a una persona a alcanzar la madurez espiritual no tendremos solamente que afrontar problemas o cubrir necesidades espirituales, sino tambin necesidades emocionales, intelectuales y familiares entre otras. Los jvenes no son compartimentos estancos sin que exista ninguna relacin entre las diferentes reas de sus vidas. Los jvenes, como cualquier persona, tienen interrelacionados los diferentes aspectos de sus vidas y unos influyen sobre los otros. En ocasiones problemas espirituales, pecado,pueden tener repercusiones espirituales: problemas emocionales, angustia, ansiedad, depresin, pueden tener repercusiones de tipo espiritual, incapacidad para confiar y depender de Dios. Este grfico trata de ilustrar las interrelaciones. El desconocimiento de las necesidades de los jvenes con los que estamos trabajando puede, en muchas ocasiones, entorpecer nuestra tarea educativa. Una parte de este trabajo consiste precisamente en la satisfaccin de esas necesidades. Lo que hacemos debe ayudarnos a satisfacer las necesidades de aquellas personas hacia las que se orienta nuestro trabajo de discipulado. II.Cules son la necesidadesde los jvenes Las vidas de los jvenes son variadas y complejas y as lo son, por tanto, sus necesidades. Es posible, sin embargo, hablar de niveles y conciencia de las mismas. A. Niveles Emocional, espiritual, familiar, social, fsico, intelectual, etc. Esta lista no pretende ser ni exclusiva ni definitiva. Trata de escribir otros niveles de necesidad de los jvenes con los que ests trabajando. B. Conciencia No todos los jvenes tienen las necesidades al mismo nivel de conciencia. Algunas necesidades son muy importantes para unas personas y tan apenas lo son para otras. En ocasiones, necesidades evidentes para un observador externo no lo son para la persona en cuestin que ni tan solo las percibe. A efectos prcticos la conciencia acerca de las necesidades puede ser dividida en dos tipos: sentidas o conscientes y no sentidas o inconscientes. Ambos tipos son importantes, ambos debemos tratar de satisfacerlos. El hecho de que todas las reas del joven estn interrelacionadas hace esto ltimo importante y necesario. En muchas ocasiones las necesidades sentidas se presentan como el camino o el puente para llegar a aquellas que no son sentidas o permanecen a un nivel inconsciente. Veamos un ejemplo: un joven puede experimentar fracaso y frustracin y tener la necesidad de encontrar un sentido para su vida. Esto es algo totalmente consciente que puede abrirnos el camino para llegar a necesidades ms profundas y no sentidas pero tan reales y autnticas como la anterior. En este caso, conocer a Jesucristo como Seor y Salvador si la persona no es cristiana, o entregarle el control de su vida si ya es creyente. Jess utiliz este sistema en varias ocasiones. Con la mujer samaritana (vase Juan 4) comenz hablando de la sed una necesidad sentida e identificada por la mujer para llegar a necesidades ms profundas sed espiritual interior. III. Cmo descubrir lasnecesidades
Existen algunas necesidades que son comunes a todas las personas cristianas, sin importar cual sea su edad, madurez, contexto familiar, etc. la Biblia y la psicologa nos hablan de algunas de ellas: conocer a Dios, amar y ser amado, aceptar y ser aceptado y sentido de pertenencia entre otras. Profundizar en nuestro conocimiento de la Palabra de Dios y en las exigencias de la tarea educativa nos servir de ayuda para poder conocer muchas de estas necesidades comunes a todos los creyentes. No obstante, no debemos olvidar que a pesar de ser comunes existe variacin de persona a persona puesto que hay varios factores que las modifican. Algunas personas las tienen ms desarrolladas que otras. En dos jvenes una misma necesidad puede manifestarse con diferente grado de intensidad. No es idntica la importancia que dos personas conceden a una misma prioridad. Por ejemplo, pasar tiempo con Dios es una necesidad para cada creyente, sin embargo, para uno puede ser una alta prioridad en tanto que para otro es algo totalmente secundario. Una necesidad puede ser ms sentida o consciente en un joven que en otro. Para algunos ciertas necesidades pueden estar a un nivel totalmente inconsciente. Por otra parte, existen otras necesi-dades mucho ms especficas, ms difciles de descubrir y por tanto de satisfacer. Veamos un ejemplo, todo el contenido de la verdad bblica necesita ser conocido y experimentado por un joven especfico, no obstante, debido a la peculiar situacin personal del mismo, su necesidad concreta en estos momentos puede ser entender y aplicar el perdn de Dios en su vida. Hay algunos pasos prcticos que pueden ayudarnos en este proceso: a. Pedirle al joven que nos declare sus necesidades. Podemos hablar con l y simplemente pedirle que nos exprese cules son sus necesidades. De todos modos este paso es tremendamente limitado por varias razones: Es difcil que nos expresen cosas ntimas o personales si nuestra relacin con l no es ntima y profunda. Un planteamiento tan directo por nuestra parte puede hacer que el joven se sienta violentado y agredido y crear en l barreras emocionales hacia nosotros. En caso de que consigamos que nos las verbalice, tan slo tendremos conocimiento de aquellas que son sentidas, el resto quedarn ocultas. Podemos encontrarnos con la incapacidad del joven para: reconocer sus propias necesidades, ser capaz de concretizarlas, ser capaz de expresarlas. b. Tratar de que expreseindirectamente sus necesidades. Podemos poner al joven en situaciones que nos permitan conocer o detectar sus necesidades. En ocasiones una conversacin planteada por nosotros acerca de un determinado tema ms o menos premeditado puede servirnos para ello. Imaginemos la gran cantidad de informacin acerca de sus necesidades que puede proporcionarnos una conversacin en profundidad acerca de sus expectativas sobre el futuro, o bien una conversacin relacionada con el seoro de Cristo, sus afirmaciones, preguntas, opiniones e incluso obje-ciones pueden sernos de incalculable ayuda y orientacin. c. Observar a los jvenes. En muchas ocasiones la conducta de los jvenes pone de manifiesto sus necesidades, carencias. Una conversacin en la que un tema se repite constantemente, puede ser una seal de una necesidad, puede ser tambin una de las maneras que el joven use para manifestar que necesita ayuda. Un determinado tipo de conducta: jvenes excesivamente crticos, rebeldes o negativos pueden utilizar esta conducta como una manera de expresar que estn necesitados de atencin y aceptacin. Hemos de aprender el lenguaje de la conducta, las cosas que los jvenes hacen o por el contrario dejan de hacer pueden darnos pautas acerca sus necesidades. d. Desarrollar discernimiento. Este aspecto est ntimamente ligado con el anterior. Trabajar y ministrar a personas requiere discer-nimiento. Hemos de aprender a interpretar lo que omos y observamos, hemos de preguntarnos Cul es la razn para este comportamiento? Por qu existe esta apata? Qu hay detrs de esta conducta? El discerni-miento es muy importante para no quedarnos tan slo en lo aparente o superficial y poder aprender a dis-tinguir entre lo que son meramente sntomas y los problemas o necesidades reales que los causan. e. Acercarnos a laspersonas y amarlas. El amor es la mejor herramienta pedaggica en nuestras manos. Los jvenes, como todos los seres humanos, responden al amor y al inters genuino por ellos. En respuesta a nuestro amor los jvenes abrirn su corazn. Entonces podremos conocer su personalidad real y sus autnticas necesidades. Incluso podremos ayudarle a delimitar y definir necesi-dades que ellos mismos no son capaces tal vez de hacerlo, podremos ayudarles a que sus necesidades no sentidas puedan hacerse conscientes. f. Desarrollar la habilidad dehacer buenas preguntas. Jess utiliz este mtodo en ocasiones para ayudar a la gente a encontrar sus necesidades reales. Hay dos cosas a tener en cuenta si deseamos utilizar las preguntas. La primera, tener una buena relacin con los jvenes. Esto es bsico para poder realizar preguntas directas, profundas o que sean mnimamente delicadas. La segunda, las preguntas han de ser sinceras y nacidas de un inters genuino por ayudar al joven. Hemos de pedirle a Dios que nos ayude a expresar este inters y genuinidad y que la persona pueda notarlo. Las preguntas deben ser enunciadas de tal manera que ayuden al discpulo a pensar acerca de sus necesidades; una buena pregunta sera, por ejemplo, en qu reas de tu vida piensas que el control de Dios debera ser ms evidente? Qu barreras encuentras a la hora de compartir el evangelio con tus amigos? Cules son las principales dificultades a la hora de vivir tu fe de manera ntegra y coherente? En la medida de lo posible hemos de evitar el uso de preguntas que puedan ser contestadas con un simple: s, no, bien, mal y otras respuestas similares. El uso de preguntas es delicado, debemos aplicarlo con sensibilidad, sin mostrarnos excesivamente inquisitivos y desistiendo si llega a incomodar a las personas. En ocasiones, antes de pasar directamente a preguntas que se relacionan con sus necesidades deberemos realizar otras acerca de sus intereses, estas nos permitirn acceder a las otras. Por ltimo, no hemos de olvidar que el grado de intimidad de las preguntas ha de estar condicionado por nuestra relacin con las personas. g. Escucha cuidadosamentelas respuestas. Todos hemos experimentado la desagradable sensacin de ser preguntados y en el momento de responder notar que la persona no tena un inters real en nuestra respuesta. Sus gestos y expresin as lo denotaban, o bien ni siquiera haba permanecido atento a la conversacin, haba marchado o comenzado otra conversacin con otro interlocutor, posiblemente con tan poco inters como el que manifest por nosotros. Si preguntamos hemos de estar interesados en las respuestas. Es importante tambin aprender a oir "estereofnicamente". Se trata de escuchar lo que los jvenes dicen, pero tambin aquello que hay detrs de lo que estn diciendo. Vamos a verlo de una forma ms prctica. En ocasiones aquellas cosas que no se dicen son tan importantes a veces pueden serlo ms como aquellas que han sido dichas. Los sentimientos reales a menudo no se hallan en la superficie, otras veces los jvenes hablan expresndose "entre lneas" verbalizando parte de sus necesidades o problemas entre un discurso apa-rentemente no relacionado con las mismas. Puede darse el caso de que la expresin de las necesidades preocu-paciones sea totalmente indirecta, proyectndose sobre otra persona: "conozco a un amigo que..." o tambin proyectndose sobre perso-nas abstractas: "hay muchas personas que..." Los juegos lingsticos, es decir, dar vueltas sobre un mismo tema, etc. son otras tantas maneras de expresar no directamente las nece-sidades. En general, esto se debe al miedo, la vergenza o a la incapacidad de hacerlo directamente. Por eso, como ya antes hemos mencionado, hemos de desarrollar un discernimiento y aprender a oir. h. Conocer el medioambiente de los jvenes. Todas las personas somos influenciadas de manera consciente o inconsciente por el medio ambiente en el que nos desenvolvemos. Esta influencia y presin la recibimos por medios muy variados y a travs de fuentes diferentes. Los compaeros, los amigos, los superiores, lo medios de comunicacin, los libros, todo tipo de experiencias que vivimos son algunas de estas fuentes. En ocasiones, estas expresiones son negativas para el joven y pueden condicionar enormemente su caminar con Cristo. La presin del medio ambiente y de la sociedad es una realidad, por eso la Biblia nos exhorta a evitarla. En el Antiguo Testamento hay constantes referencias de Dios al pueblo judo en cuanto a la nefasta influencia de sus vecinos (Lv. 18.3). Pablo, en Romanos 12:2 nos advierte de este mismo peligro. Por esta razn es importante conocer el medio ambiente donde viven los jvenes con los que hemos de llevar a cabo nuestra labor educativa. Este conocimiento nos ayudar a entender muchas de sus actitudes y comportamientos y a conocer muchas de las necesidades que los jvenes encontrarn en su seguimiento del Seor y podremos ayudarles a fortalecer mejor su fe y su resistencia al medio ambiente. Mateo en el captulo 9 de su evangelio nos narra que Jess vio a las multitudes y tuvo compasin de ellas porque las vio "desamparadas y dispersas", es decir, las vio necesitadas. Entender que los jvenes estn necesitados y discernir esas necesidades es bsico para la tarea educativa. IV. Conocer la cultura juvenil
Los jvenes con los que trabajamos son hijos de su tiempo y no estn en absoluto al margen del mismo. El trabajo o el ministerio con los jvenes no tiene lugar en el vaco, tiene lugar en un contexto cultural y social. Los jvenes son, ante todo, personas y como tales, seres sociales que desarrollan su vida en sociedad. Este contexto cultural y social produce un efecto o impacto en diferentes reas. En primer lugar, afecta al joven. El joven es hijo de la cultura en la que le ha tocado en suerte vivir. Los valores, tica, prioridades y en definitiva el estilo de vida de nuestra sociedad afectan al joven que en mayor o menor medida participa de ellos y tiene que asumirlos, reciclarlos o rechazarlos. Aunque la cultura nos afecta a todos sin importar nuestra edad o condicin social, existen edades mucho ms vulnerables a su influencia que otras. La juventud y especialmente la adolescencia es el perodo de formacin de nuestra identidad como personas por tanto como cristianos. Toda etapa de formacin implica vulnerabilidad. En segundo lugar, afecta la manera en que el joven vive la fe y la experiencia cristiana. Un escritor cristiano afirmaba que cualquier adolescente contempo-rneo tiene ms oportunidades para pecar de camino a la escuela que las que sus abuelos encontraban los fines de semana cuando iban a buscarlas. Las sociedades son dinmicas y cambiantes y en nuestros das estos cambios se estn produciendo de una manera tan vertiginosa que desafan nuestra capacidad de entenderlos y asimilarlos. La sociedad contempo-rnea plantea desafos y retos a la fe cristiana desconocidos hace tan solo unos aos. La agresividad con la que la sociedad ataca el estilo de vida defendido por la Biblia es alarmante y nuestros jvenes han de aprender a vivir su identidad y experiencia cristiana en medio de este contexto hostil. Pongamos un ejemplo Quin de nosotros mayor de 25 aos ha vivido su juventud en una poca de permisividad sexual semejante a la nuestra? En tercer lugar, debera afectar a la forma en que llevamos a cabo el trabajo educativo con los jvenes. Si las sociedades son dinmicas y cambiantes como anteriormente se ha mencionado, nuestro trabajo educati-vo con los jvenes debera seguir esa misma tendencia y estar orientado a ayudarlos a vivir su identidad cristiana y llevar a cabo su misin como pueblo de Dios en el contexto socio-cultural en el que han de vivir. Hemos, pues, de preguntarnos si nuestra filosofa de trabajo, nuestros objetivos, nuestros mtodos, nuestras actividades y nuestros materiales responden a los nuevos plantea-mientos y desafos de la sociedad y a las necesidades que los mismos crean en los jvenes. Cmo es este contexto? Describir una sociedad tan compleja como la presente es una tarea desafiante incluso para los especialistas en esta cuestin. Sin embargo, existen cuatro factores bsicos que pueden darnos una comprensin mnima. El primer factor es la secularizacin. La secularizacin es el proceso mediante el cual las ideas y las instituciones religiosas pierden su significado social. Las convic-ciones religiosas son ms difciles de mantener cuando socialmente no son valoradas o en .muchos casos abiertamente ridiculizadas. El segundo factor es la privatizacin. La privatizacin es la ruptura entre las esfera de lo pblico y lo privado en la vida moderna. La fe es relegada de esta manera a los mbitos de la vida privada y la iglesia sin que afecte la manera en que vivimos y nos desenvolvemos en pblico. No existe conexin entre la fe y la "vida real" El tercer factor es la pluralizacin. La pluralizacin po-ne a disposicin de la sociedad un creciente nmero de visiones del mundo y filosofas de la vida presentndolas todas ellas como vlidas y aceptables. El cuarto factor es el relativismo. El relativismo niega la existencia de valores y absolutos que sean permanentes y no cambien con el transcurso del tiempo. Esto el nivel de compromiso a cualquiera de las opciones en particular. Cualquiera de los jvenes de nuestras Iglesias tiene que vivir su experiencia cristiana en un contexto en el que los valores cristianos son abiertamente rechazados y ridiculi- zados, sto es especialmente cierto en Europa. En el que sufrir presiones para que mantenga su fe en la esfera estrictamente privada. En caso de que su fe no sea rechazada ser considerada como una opcin vlida para l, pero no ms valida que cualquier otra opcin. Finalmente, nuestro joven ver sus valores minados por un relativismo y permisividad crecientes. Juntamente con los factores antes mencionados es muy importante para el educador de jvenes conocer y comprender todas las manifesta-ciones de esta cultura producidos por o dirigidos hacia los jvenes. Los grupos musicales, las series de televisin, las revistas juveniles y otros productos culturales pueden ser o no de nuestro agrado o gusto personal, sin embargo, no podemos permitirnos el lujo de no conocerlos y no entender el mensaje que proclaman y los valores que comunican. Tampoco podemos dese-charlos, condenarlos y criticarlos sin esforzarnos por entender el porqu tienen semejante capacidad para comunicar y atraer al mundo juvenil. Muy a menudo todos estos productos culturales tienen la capacidad de expresar lo que los jvenes sienten, piensan y les preocupa. Lejos de rechazarlos totalmente podemos utilizarlos para ayudar a nuestros propios jvenes a entender la tremenda necesidad de Cristo que tienen sus compaeros y la desesperacin en que viven. El grupo Nirvana, uno de los ms conocidos entre los jvenes del mundo entero, podra servirnos como ejemplo. Respecto al mismo Peter Barret dice: El tercer lbum de Nirvana se titula, In utero. Originalmente titu-lado Me odio a m mismo y quiero morir, refleja la lucha de Cobain -Cobain era el vocalista del grupo, se suicid de un disparo en la boca el 5 de Abril de 1994- contra las multinacionales del negocio de la msica, su hbito de drogarse y los problemas de ser famoso. l siempre se neg a conformarse a las polticas de las casas discogrficas. Cuando Nevermind lleg a colocarse entre los 10 ms vendidos de los Estados Unidos, de forma decidida resisti las presiones para hacer una gira por el pas aprovechando el xito del disco. Irnicamente para muchos adolescentes americanos Nirvana fue un faro de esperanza a pesar de la sequedad y desesperanza de sus letras... El punto fuerte de Cobain resida en su capacidad para entender los gemidos inarticulados de su generacin y traducirlos en rugidos de angustia. l fue tambin brutalmente honesto acerca de s mismo. En una de sus canciones admite: quiero alguna ayuda para ayudarme a m mismo Los cristianos necesitamos escuchar este tipo de msica aunque slo sea para oir el grito de una cultura que se ha alienado ella misma de Dios. Como mnimo, Kurt Cobain comparti ese dolor. Por ello debe-ramos estar agradecidos. La cultura contempornea puede darnos muchas pistas para entender las necesidades de los jvenes con los que hemos de trabajar y no tan slo de los no cristianos, tambin de los propios cristianos. Tirarlo todo por la borda porque no compartimos sus gustos, estticas o porque estamos en desacuerdo con los valores que comunican puede cerrarnos las puertas para una mayor comprensin del mundo juvenil. LOS MINISTERIOS SALUDABLES PARA LA JUVENTUD TIENEN LDERES SALUDABLES Son muchos los obreros para jvenes que consciente o inconscientemente estn atrapados en un juego intil de ministerio a las escondidas. El valorar principalmente la apariencia, de parte de una iglesia (o lder del ministerio de jvenes), expresa que hay poca necesidad de liderazgo espiritual. Un no cristiano podra llegar a ser un obrero de xito con la juventud en esa clase de iglesia al aumentar las actividades, lanzar ideas nuevas y aumentar la asistencia. Despus de una pequea investigacin, probablemente no encontrara ninguna diferencia mensurable entre este tipo de ministerio con la juventud y un club de servicio no cristiano. Ambos usan la apariencia para atraer. Este artculo lo desafiar a desarrollar un ministerio en el que los lderes confen en el poder de Dios. Este es el ingrediente esencial y fundamental para construir un legado espiritual saludable a largo plazo. A fin de cuentas, la salud es ms atractiva que el entusiasmo. Mi viaje desde la apariencia hasta la salud En 1979 comenc a trabajar voluntariamente con jvenes de once a catorce aos en el ministerio de mi iglesia. Me encantaba! Aunque no saba lo que haca, supe que Dios me estaba usando, a m y a mis energas, para relacionarme con estos jvenes y cuidarlos. Durante mi primer ao, el director de los jvenes dej nuestra iglesia y yo llegu a ser el lder por omisin. (Era el nico voluntario!) Un ao despus an no saba lo que haca, pero estaba muy ocupado hacindolo. Nuestro grupo tomaba parte en todo lo que poda encontrar, y lo usaba en la forma ms adecuada. A pesar de las limitantes los estudiantes estaban entretenidos y la asistencia subi, todos parecan pensar que ramos un ministerio saludable de jvenes. Despus de ser voluntario durante dos aos, en 1981 me ofrecieron un puesto de interno con sueldo en un ministerio profesional para jvenes. Me conmovi pensar que recibira un sueldo para hacer lo que tanto me gustaba. Particip en todas las actividades que pude. Mi vida era el ministerio para jvenes, y llegu a ser un experto en ir, hacer y lograr. En 1985, mi mentor en el ministerio con jvenes me entreg el liderazgo de lo que se consider un ministerio exitoso. Aunque me emocionaba, por otra parte tambin me obligaba a probar que yo era el hombre. Esto me empuj a hacer ms y a buscar ser el ms grande y mejor en todo lo que hice (apariencia). Casi todas las noches de la semana yo estaba fuera de casa. Mientras que todas las actividades y entusiasmo aseguraban que nadie dudara sobre mi disposicin para trabajar, yo dudaba de todo. En medio de esto, no poda librarme del vaco en todo lo que haca. Estaba distante del Seor y mi corazn se endureca lentamente. Nadie supo cmo se debilitaron mis disciplinas porque por fuera todo pareca andar bien. Poda hablar bien en relacin a mi espiritualidad. Como mi vida interior se endureca, mi mundo exterior en el ministerio con la juventud comenzaba a mostrar las grietas. Tres problemas principales me frecuentaban y me dejaban frustrado continuamente: no poda crear programas atractivos como los de otras iglesias, no estaba seguro de ser la persona correcta para el ministerio con la juventud y nunca poda hacer lo suficiente para agradar a todos. Era demasiado arrogante para pensar que estos problemas me aventajaran y estaba demasiado inseguro como para pedir ayuda. Pero despus de un ao de mi nuevo reinado pastoral, Dios us estos problemas que asomaban para ablandar mi corazn y ensearme lo que necesitaba saber desesperadamente, si continuara en el ministerio. Me vi obligado a encontrar una dependencia autntica del poder de Dios para cambiar mi vida e impactar mi ministerio con la juventud. Problema 1: No poda crear programas atractivos como los de otras iglesias. En mi bsqueda continua de ideas nuevas, lo ltimo que escog fue un programa que agradara a los padres, traer multitudes de estudiantes de afuera y ayudarlos a crecer espiritualmente. Necesitaba un programa poderoso que nos llevara de menos a ms. Sin conocer algo mejor, estudi los mejores ministerios de jvenes y esper que lo que estuvieran haciendo satisfaciese mis preguntas. Trat de aplicar sus programas en mi ambiente, pero no entend que haba demasiadas variables para ser copiadas y tomadas en mi contexto del ministerio con la juventud. Era demasiado inmaduro para buscar los principios transferibles que quiz me ayudaran. En su lugar, quera que un programa instantneo trajera xito rpido. Lo que s aprend es que copiar el programa de otro siempre lleva al fracaso. Algunas ideas del programa funcionaban por un tiempo, pero en mi ambiente no tenan la misma fuerza que tuvieron en las otras iglesias. Pens que si el ministerio con la juventud consista en crear programas atractivos y yo no poda hacer esos programas, no deba ejercer dicho ministerio. Dependa del ministerio de otros para responder a mis inquietudes en vez de depender de Dios, esperando que l me mostrara su plan para un ministerio saludable. Siempre me comparaba con otros obreros que hacan que los programas increbles parecieran sencillos. Mi incapacidad para crear programas magnficos se derivaba de mis comparaciones, y mi duda lleg al lmite. Llegu a convencerme de no tener el conocimiento ni las habilidades para trabajar bien en el ministerio con la juventud. Problema 2: Quiz no era la persona correcta para ministrar a los jvenes. Durante mis primeros aos en el ministerio con los jvenes, recuerdo haberme parado frente a los de menor edad (once a catorce) y disfrutar sus miradas escudriadoras. Era joven, divertido, enrgico y bien apreciado. Sus caras decan: Esto ser bueno. Pero slo unos pocos aos despus, cuando las cosas no iban tan bien, vi una mirada diferente, una que deca: Ms vale que esto sea bueno. Al carecer del conocimiento y las habilidades, pens que los estudiantes ya no me apreciaban. Su entusiasmo decay, la asistencia baj, los voluntarios encontraron otros ministerios en la iglesia a los cuales dedicar su tiempo, y nuestros programas cambiaron cada vez que espi otro ministerio de jvenes. Tanto los padres como los ancianos de la iglesia preguntaban qu pasaba, y admit que todos los problemas eran mi culpa. Miraba constantemente por encima del hombro para ver si otras personas pensaban lo mismo que yo, que tal vez no era la persona ideal para el ministerio con los jvenes a pesar de tener todo lo necesario. Aunque trabaj horas agotadoras, el trabajo no resultaba ser como pareca todos queran. Surgieron expectativas no explicadas previamente, y abastecieron mi personalidad trabajadora queriendo arreglarlo todo, aunque especficamente no poda identificar los problemas. Haca tiempo que mi deseo de trabajar en este ministerio se haba cambiado de agradar a Dios a apaciguar a la gente. Quera tener el aprecio de todos, y ese deseo me llev al tercer mayor problema. Problema 3: Nunca poda hacer lo suficiente para agradar a todos. El momento crtico comenz luego de un intento para aumentar el nmero de asistencia decreciente. Organic un campamento evangelstico que para asistir, tena por requisito traer a un amigo inconverso. Para mi asombro, nuestros jvenes respondieron al desafo. Ese fin de semana el poder de Dios se movi y la mayora de los estudiantes inconversos volvieron del campamento con una nueva y significativa relacin con Jesucristo. Era el mejor campamento que jams haba experimentado. Al siguiente lunes del campamento, entr a la oficina de la iglesia ansioso por dar las noticias al personal de la iglesia y or los mensajes de elogio que cre que habran estado llegando toda la maana. A medida que me acercaba a la oficina de la iglesia, la mezcla de mi inseguridad y orgullo crearon una fantasa en la cual imagin a todo el personal aguardando mi llegada en una fila a la entrada para felicitarme y cantando el coro Cun grande es l. Mi burbuja de fantasa explot cuando el administrador de la iglesia me pregunt inmediatamente: Sabe usted que nuestro megfono se rompi este fin de semana y que las camionetas de la iglesia no fueron devueltas a sus respectivos lugares de estacionamiento? No saba qu responder. Me qued sin habla (lo cual era un pequeo milagro). Este no era el saludo que esperaba. En mi estado de choque, dije algo acerca de estacionar las camionetas y comprar un megfono nuevo. Baj la cabeza y camin a mi oficina. Mientras me sentaba en mi escritorio, pens Renuncia se escribe con s o con c? Fue entonces que recib una llamada telefnica de una de las madres de los jvenes. Asum que me llamaba para agradecerme el cambio de vida operado en su hijo luego del fin de semana. Por el contrario, dijo: Doug, tengo algunos problemas con su liderazgo en el campamento durante el fin de semana. Y pas a explicarme que la nica historia que haba odo de su hijo era que una noche los chicos se acostaron en ropa interior, expulsando ventosidades y prendiendo fsforos para hacer fuego y rerse de la apariencia de las llamas. Continu llamndome la atencin por lo irresponsable y peligroso que esto era, diciendo que realmente los chicos pudieron haber explotado. (Yo solo pensaba qu magnfico video podra ser esto!) Me imagino que ella pensaba que era algo que habamos planeado y no una travesura de jvenes. De cualquier manera, me convert en el objeto de su ira. Haca solo diez minutos que haba llegado a la oficina y ya haba tenido dos conversaciones negativas con respecto a uno de mis mejores fines de semana en el ministerio. Sal inmediatamente. Mientras manejaba hasta mi casa, no pude contener mis emociones y comenc a llorar (no el tipo de llanto con lgrimas en los ojos, mi cuerpo estaba convulsionando). Pens en todo el tiempo, la energa y la emocin que haba dedicado en el fin de semana. Mentalmente repet las conversaciones profundas, las numerosas decisiones difciles del liderazgo y las caras de los muchos estudiantes que se haban entusiasmado con Cristo. Mientras lloraba, decid arrogantemente que despus de todo el trabajo que haba hecho no mereca este trato. Fue en ese momento, sentado en mi carro a un lado del camino, que sent la presencia sobrenatural de Dios. Deseara decir que hubo una instruccin audible; pero no la hubo. No obstante, en mi corazn sent la presencia de Dios como nunca antes haba experimentado. Sent que Dios me deca: Doug, t nunca sers capaz de hacer lo suficiente para agradar a todos. Concntrate en m. Descansa en m. Permanece en m. Si tu corazn gira hacia m, podemos trabajar juntos y hacer algunas cosas buenas. Eso era. Este fue el momento que revolucion mi ministerio! Mis tres problemas del ministerio con la juventud se solucionaron luego de esa experiencia. La respuesta no estaba en programas, ni en sentirse apreciado, ni en complacer a todos. La respuesta estaba en convertirme en la persona correcta para ese ministerio. Haba dejado a Dios fuera de la ecuacin y haba estado haciendo el ministerio con la juventud usando mi propio poder. Mi corazn se haba endurecido, y empleaba todo mi tiempo haciendo el trabajo de Dios sin ser un hombre de Dios. Dios no slo trabaj en las vidas de los jvenes por medio de ese campamento, sino que tambin lo us para hacer su trabajo en m. Mi enfoque y la dependencia se haban centrado insensatamente en mi propia habilidad de realizar (hacer). Ahora entend que si permaneca depen-diendo de Dios y tena mi enfoque en l, l mismo me dara el poder para ser su siervo y as alcanzar sus propsitos en mi ministerio. Cmo llega uno a ser un obrero para la juventud que depende de Dios? Muchos obreros de jvenes con quienes hablo pueden sentirse inadecuados con sus dones, su llamado al ministerio con la juventud y su desempeo como lderes. La esperanza en estas luchas se encuentra al concentrarse en Dios y su Palabra. La solucin a mis tres problemas cambi mi vida y ministerio, y me llev a aumentar mi dependencia en el poder de Dios y a desarrollar mis habilidades como un lder espiritual. Respuesta 1: Reconozca el poder de Dios a travs de la humildad personal. Cuando mi orgullo me empuj a crear programas extravagantes, Dios me ense humildad. Mediante la experiencia que me estruj el corazn, reconoc que a fin de cuentas los programas no funcionan, es Dios. Dios no necesita un programa para obrar. Ni siquiera me necesita a m. Reconocer esto me hizo humilde cuando finalmente admit que mi parte en la obra de Dios es muy pequea. Cuando acontecen cosas buenas necesito reconocer que suceden gracias al poder de Dios y no por m. Si usted es alguien que absorbe el crdito por el xito, la humildad puede ser una cualidad extraa. Quien se aduea del crdito por el xito alcanzado, fcilmente pierde de vista el poder de Dios. Nunca planeo aduearme del crdito que pertenece a la obra de Dios, pero a menudo me he visto haciendo un cambio sutil pensando que el ministerio con la juventud no es la obra de Dios, sino el resultado de mis habilidades y esfuerzos. Lamento admitirlo, pero muchas veces me he dado palmaditas por la espalda cuando fue Dios quien mereca el crdito. Tristemente, cuando las cosas iban mal no me consider responsable. Casi sin excepcin, si las cosas no salan bien imploraba que Dios reforzara su trabajo. Cuando las vidas cambian, aumenta la asistencia y suceden cosas buenas, necesitamos reconocer el poder de Dios, alabarlo y acreditrselo a l. Pablo dio este consejo: Si alguien ha de gloriarse, que se glore en el Seor (1 Co 1.31). Usted y yo no tenemos nada que ver con la transformacin verdadera de una vida terrenal a una vida eterna, eso es obra de Dios. Podemos guiar a los estudiantes en una direccin correcta, y hasta podemos tener el privilegio de ser embajadores de Dios, pero, bajo ningn concepto debemos apropiarnos del crdito de Dios. Si nos jactamos, necesitamos jactarnos acerca de Dios. Es sinceramente humillante pensar en el imponente privilegio y responsabilidad de ser usados por Dios. Respuesta 2: Someta sus habilidades a Dios y permita que su poder obre a travs de lo que es usted. Cuando me sent inadecuado como ministro de jvenes y dudaba de mi llamado, tuve que practicar la sumisin. Regularmente someto a Dios todo lo que soy y todo lo que tengo para ofrecer porque no tengo el conocimiento, la energa natural ni la habilidad para relacionarme con los adolescentes como lo haca hace veinte aos. Cada semana, cuando estoy con los adolescentes, recuerdo que ya dej de ser joven (soy de la edad de sus padres). Alguna vez se ha sentido como un adulto aburrido? Yo s! Si los estudiantes me piden que los lleve de la iglesia a su casa, les contesto: Est bien, pero te puedes sentar en el asiento del nio? Es que tengo paales y biberones por todas partes, y eso no es muy atractivo. Una vez que estn en mi coche, empujan los botones preprogramados de las estaciones de radio pensando que encontrarn una estacin de msica. No en mi coche! Escucho las noticias (lo ms loco que escucho es la estacin dedicada a llamadas telefnicas). Trato de mantenerme al da escuchando algo de su msica. Alguna que otra vez, veo MTV hasta que termino con dolor de cabeza por lo mucho que giran la cmara. No conozco las ltimas bandas, y no me gusta que los estudiantes me hagan escuchar su msica (principalmente porque no entiendo la letra). Adems de sentir que no estoy al da, tengo menos energa que antes. Detesto pasar la noche en vela! No puedo salir con ellos siempre. Con toda sinceridad tengo que admitir que no tengo el mismo conjunto de habilidades que tena hace una dcada. Adems, estoy aprendiendo que no es del todo malo. Al someter mis habilidades al poder de Dios, puedo descansar en la misma verdad que el apstol Pablo comunic acerca de su debilidad cuando Dios le dijo: Te basta con mi gracia; pues mi poder se perfecciona en la debilidad. (2 Co 12.9). Pablo respondi: Gustosamente har ms bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre m el poder de Cristo. Esta sumisin impide que me deprima. Admito que no puedo mantenerme al ritmo de la cultura de los adolescentes y que ya no soy tan chispeante. Cuando someto mi vida y mis habilidades a Dios para el trabajo del ministerio con la juventud, descanso en la promesa de que ese poder de Dios est disponible para m, es cierto que Jesucristo fue crucificado en debilidad, pero ahora vive por el poder de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con Cristo para [servirlos] ustedes (2 Co 13.4). Permita que el poder divino que se revela en la vida del creyente encienda sus habilidades. Regocjese sabiendo que su presencia y palabras dan al poder de Dios otra oportunidad de comunicarse con estudiantes a quienes Dios ama. Recuerde lo que dijo Pablo acerca de su falta de habilidades verbales (vase 1 Co 2.4-5). Cuando pienso que la verdad de Dios trabaja a travs de mis debilidades, se estremece mi alma y me mantiene en marcha. Respuesta 3: Concntrese en ser una persona de Dios antes de hacer la obra de Dios. En lugar de tratar de agradar a otros, aprend a vivir mi vida para la audiencia de Uno. Hacer la obra de Dios no es tan importante como ser la persona de Dios. Ya que tiendo a ser una persona que le gusta agradar a la gente, necesito un recordatorio continuo de que Dios est ms preocupado por mi salud espiritual que por mi apariencia del ministerio con la juventud. En la iglesia, hacer puede convertirse en una ilusin que requiere ms atencin que nuestro ser. Jess tiene una advertencia para la gente que est ms preocupada por hacer que por ser: No todo el que me dice: "Seor, Seor", entrar en el reino de los cielos, sino slo el que hace la voluntad de mi Padre que est en el cielo. Muchos me dirn en aquel da: "Seor, Seor, no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?" Entonces les dir claramente: "Jams los conoc Aljense de m, hacedores de maldad!" (Mt 7.21-23). Se imagina verse de pie delante de Dios haciendo una lista de todas las cosas que ha hecho? Dios, habl por ti; confeccion retiros para ti; durante varios aos trabaj de voluntario. Quieres que siga la lista? Hice videos magnficos; le por ti; hasta am a los hijos del pastor. Y todo lo hice por ti! No sugiero que dude de su salvacin, pero le motivo a considerar todo lo que hace y rerse de lo ridculo que sera presentar una lista como esa ante los ojos de Dios. Considere si puede aplicar a su vida la siguiente oracin: Usted nunca podr hacer lo suficiente. Esta vez ponga su nombre en el espacio en blanco e imagneme como a un amigo suyo dicindole esto cara a cara. Quiero que sepa una verdad importante que le evitar mucho, dolor, dolor de corazn, y tiempo si puede entenderlo: ______, usted nunca podr hacer lo suficiente. Siempre hay algo ms por hacer. El ministerio para jvenes nunca termina! No permita que hacer la obra de Dios le cueste dejar de ser una persona de Dios. Refuerce su ministerio con la juventud colocando como prioridad ms alta ser y no hacer. He visto que la integridad espiritual juega un papel tan importante en el ministerio con la juventud que con sinceridad puedo decir que mejor prefiero a un voluntario santo que a diez voluntarios hbiles que no confan en Dios. No hago un secreto de esto. Los adultos en nuestro ministerio entienden que valoro su madurez espiritual mucho ms que su ministerio. No me mal entienda; quiero que los voluntarios hagan su ministerio, pero no a costa de su crecimiento espiritual. El poder de Dios trabajando en las vidas de los lderes es el fundamento de un ministerio saludable de jvenes. Juega a las escondidas? Son muchos los obreros para jvenes que consciente o inconscientemente estn atrapados en un juego intil de ministerio a las escondidas. Ministran escondindose detrs de un programa exagerado, buscando con desespero la prxima idea para inflar su ministerio. Si esto describe su trabajo, mi oracin es que oiga la voz de Dios y se libere. Dios nos llama compasivamente a regresar a casa donde tenemos la libertad de estar a salvo y seguros para relacionarnos con l. Aqu se pone lo prioritario, lo que va primero, aquello que desarrolla nuestra propia vida espiritual, concentrndonos en crecer en Cristo. Proverbios 5.21-23 nos recuerda que no importa cunto hagamos por Dios o cun ocupados estemos con el ministerio para los jvenes, a Dios no lo podemos engaar en lo que a nuestra vida interior se refiere. Los jvenes que usted ministra no necesitan sus ideas ingeniosas ni sus magnficas habilidades para programar. Lo que necesitan es un modelo vivo, un hombre o una mujer de Dios apasionada por su fe. Su pasin ser contagiosa. Los jvenes querrn lo que usted tiene. Su fe lo ayudar a desarrollar un fuerte fundamento para un ministerio saludable de jvenes. Jess comunic este mismo principio a sus seguidores (vase Lc 6.47-49). El ministerio para jvenes es difcil! Est lleno de distintos tipos de tempestades y el poder de Dios es todo lo que usted tiene para ayudarlo a combatir los aguaceros. Ninguna idea o programa del ministerio de jvenes pueden competir con el poder de Dios que trabaja en y por usted mientras l le da pasin por los estudiantes y usted le da un corazn puro. Si busca a Dios ver elementos sobrenaturales dentro de su ministerio que ninguna idea atractiva podra producir jams. Al descansar en Dios y confiar en su poder, usted deja lugar para que l haga su obra. Si es un obrero voluntario, un interno, un miembro del personal pagado, o un estudiante llamado por Dios al ministerio con los jvenes, recuerde que su ministerio con la juventud en la iglesia no ser saludable si su vida no est fundada en Dios y depende de su poder. Su caminar espiritual es una parte esencial en la ecuacin del ministerio saludable con la juventud. Jess aclar que damos frutos cuando estamos relacionados con l (Jn 15.5). El apstol Pablo entendi el crecimiento espiritual, y desafi a sus lectores a evaluar su fe para asegurarse de que no estuvieran slo haciendo una pantomima (vase 2 Co 13.5). Si se prueba y encuentra que necesita ayuda en su vida espiritual, lo invito a hacer cualquier cosa para reforzar este fundamento espiritual. Estas ltimas acciones siempre me han ayudado: 1. Admita sus luchas. 2. Pida a Dios poder para disciplinarse con el pro-psito de la piedad (1 Ti 4.7). 3. Pida a Dios valor para confesar estas luchas a un amigo que verdaderamente se preocupe por usted y lo pueda ayudar. 4. Trabaje con este amigo en un plan espiritual de restauracin. Tomado y adaptado de Ministerio de jvenes con propsito, Editorial Vida, 2000. Usado con permiso. Doug Fields, escritor de ms de veinte libros, ha estado en el ministerio de jvenes por veinte aos. Es pastor de jvenes en la iglesia Saddleback e instructor de Especialidades Juveniles. NUESTROS JVENES, REALIDAD Y DESAFO Es claro que la realidad de los jvenes es mucho ms compleja de lo que a veces pensamos. Por ser una realidad diferente y en permanente cambio, es necesario que en nuestras iglesias locales enfoquemos cuidadosamente este ministerio y que podamos proveerles lderes idneos y pastorearles de manera tal que puedan conocer al Seor y caminar con l, siendo sal y luz en nuestros pases. Luego de estar sirviendo al Seor en Espaa y haber tenido la oportunidad de colaborar en varios pases de Amrica Latina, y entrevistarme con muchos de sus lderes (unido a mi experiencia ministerial) estoy convencido de la urgente necesidad que tenemos en nuestras iglesias locales de conocer ms acerca de la realidad de los jvenes y en s, de conocerlos ms a ellos mismos, sus luchas, fortalezas, debilidades y crisis. Conociendo su realidad podemos ejercer una pastoral adecuada y efectiva, ayudndolos a conocer a Cristo y caminar con l en medio de una sociedad cada vez ms hostil al mensaje del Evangelio. El presente artculo pretende dar un acercamiento general al tema y brindar algunas herramientas y conceptos tiles al liderazgo de la iglesia local. Tensin entre la iglesia y el mundo Es una realidad que los jvenes de nuestras iglesias viven en dos esferas totalmente diferentes: la sociedad el mundo, como es denominado en la jerga evanglica y la iglesia. Estas dos esferas no slo son diferentes una de la otra, sino que en cierta forma, cada vez ms, son radicalmente opuestas y viven en creciente conflicto. Por un lado, la juventud evanglica est acostumbrada a ser expuesta dentro de la iglesia a toda una serie de valores, prioridades, formas de ver la vida que constituyen lo que podemos denominar la cosmovisin judeo-cristiana. Durante siglos, estos valores han sido los que sustentaron y estructuraron la cultura y la sociedad occidental. Incluso, aunque las personas no fueran creyentes participaban de estos valores, ya que los mismos constituan el consenso cultural sobre el que se construa la sociedad, y sta los utilizaba para regirse. Sin embargo, desde hace aos esta realidad se ha ido deteriorando. En los ltimos aos el deterioro se ha dado de una forma acelerada y dramtica. Podemos afirmar, sin ningn lugar a dudas, que estamos observando el ocaso de una sociedad sustentada en los valores del cristianismo. En el siglo diecinueve, F. Nietzche anunci la muerte de Dios. En la segunda parte del siglo veinte, J.P. Sartre afirm que tras haber matado a Dios, ahora era el tiempo de matar los valores de Dios. Todo parece indicar que en buena parte de nuestro mundo se est teniendo bastante xito en dicha empresa. Como anteriormente mencionbamos, muchos de los valores propios de la cultura cristiana son abiertamente cuestionados, si es que no son rechazados radicalmente por la sociedad en que vivimos. Temas como la fidelidad matrimonial, la propia institucin del matrimonio, la tica sexual en todos sus aspectos, los desafos de la biotica y el relativismo moral, son claros exponentes de esta decadencia. As pues, los jvenes de nuestras congregaciones se encuentran viviendo en ambas realidades, ciudadanos, lo quieran o no, de dos reinos diferentes. Por un lado, tienen los valores del reino de Dios, los cuales, con mayor o menor fortuna, les son transmitidos por la familia y la iglesia, y por el otro, los valores de la sociedad en la que han nacido, de la que son hijos. Estos ltimos son transmitidos por sus amigos, el sistema educativo y los omnipresentes medios de comunicacin. Ante esto, la tensin est servida. Esta realidad produce en los muchachos y muchachas de nuestras iglesias una autntica esquizofrenia (disociacin especfica de las funciones intelectuales), ya que han de formar su personalidad, su propia cosmovisin, en el marasmo cultural e ideolgico que supone este enfrentamiento entre los dos reinos. Con demasiada frecuencia, ante la ofensiva cada vez ms violenta y radical de la sociedad, la iglesia adopta una actitud defensiva, especialmente los sectores ms adultos de la misma. En muchas ocasiones, ante la imposibilidad de entender, y mucho menos digerir las nuevas realidades, la iglesia se cierra y automticamente sataniza y rechaza todo lo que proviene de la sociedad, lo malo y lo bueno. Desgraciadamente, el rechazo no siempre va acompaado por una buena interpretacin y reflexin teolgicas de las nuevas realidades. Es un no sin justificacin. Consecuentemente, los jvenes se encuentran ante una presin creciente y difcil de resistir de parte de la sociedad, y ante la debilidad de la iglesia para dar respuestas a sus preguntas, inquietudes, crisis y expectativas. As pues, la crisis est servida, muchos jvenes se dejarn arrastrar por el mundo y, aunque no abandonen la iglesia, su cosmovisinser menos y menos bblica. Cuando la adolescencia llega se produce un proceso inevitable en la vida de los muchachos y las muchachas de nuestras iglesias. Empiezan a ser conscientes de todas las contradicciones que existen a su alrededor. Esto es una realidad en los mbitos de la familia y la iglesia. Entre los adolescentes es ya muy comn afirmar que la iglesia est llena de hipcritas. Todos, sin ninguna duda, hemos escuchado esta afirmacin de los labios de los jvenes y adolescentes con los que estamos llevando a cabo nuestra pastoral juvenil. Al margen de que la juventud de todas las generaciones haya hecho esta afirmacin, debemos preguntarnos, desde un punto de vista crtico y serio, qu hay de verdad en la misma. El desarrollo de nuevas capacidades de pensamiento en los adolescentes, les permite ser reflexivos, en unos niveles que hasta entonces no haba sido posible. Lo que antes de este momento pareca haber sido un universo perfecto e inmaculado, de pronto, se convierte en una realidad llena de fallos, falsedad y contradicciones. Debemos entender que los adolescentes y muchos jvenes tienden a visualizar la realidad en trminos de blanco o negro, sin ninguna escala de matices y que, por tanto, su apreciacin no necesariamente ser del todo exacta. Pero tambin es cierto, que no debemos cerrar nuestros odos a sus crticas y opiniones. Los jvenes de nuestras iglesias se dan cuenta que, aunque como comunidad de fe confesemos creer en determinados valores, no estamos dispuestos a hacerlos una realidad en nuestra vida. Tal vez estemos hablando de reconciliacin y, sin embargo, hay familias en la congregacin que viven una contra otra en abierta pugna y enfrentamiento. Leemos pasajes bblicos que hablan acerca del amor, la comunin y la fraternidad, pero la indiferencia hacia las necesidades de otros es evidente y clara. Sin duda la evangelizacin y el amor a los perdidos est presente en nuestro credo, incluso en nuestra declaracin de propsito como iglesia, pero tal vez no evangelizamos ni tenemos ningn programa de ayuda a los ms necesitados y desheredados de la sociedad. Piense cmo se sentir el joven al darse cuenta de esta realidad. Qu reacciones internas provocar todo ello en su, tal vez todava inexistente o naciente, fe? Recuerdo la conversacin que sostuve con el padre de un adolescente que yo pastoreaba. Este padre estaba preocupado por la aparente indiferencia espiritual de su hijo. Le expliqu que dicha indiferencia era, en opinin del muchacho, el producto de las contradicciones que l observaba en la vida de la comunidad. Como respuesta, el padre afirm: Siempre ha habido hipcritas en la iglesia. Nuestros hijos deben aprender a mirar al Seor y no a los hombres. La respuesta, parece coherente. No obstante, no existe cierta falacia en dicha actitud? No deberamos estar preocupados por el hecho de que nuestras conductas y actitudes son las que a menudo impiden que los jvenes puedan ver a Dios? Realmente, a la iglesia le urge llevar a cabo una seria autocrtica a fin de discernir en qu medida el cristianismo que nuestras comunidades de fe viven le plantea al joven contradicciones que en nada le ayudan a desarrollar una fe madura, y en el peor de los casos, a no querer continuar en la fe. En lnea con lo anteriormente dicho, el joven no slo encuentra contradicciones en la iglesia entre los valores que se predican y el estilo de vida de la comunidad de fe, sino que tambin ve las mismas contradicciones en el seno de su familia. No es extrao que se d el caso de que el ncleo familiar proclame creer en los valores que emanan de la Palabra de Dios, pero en la realidad cotidiana estos valores son ignorados y sustituidos por antivalores. Ya contextulizados con la tensin en la que el joven vive, debemos pensar en el impacto que el descubrimiento de las contradicciones entre la teora y la prctica puede producir sobre la espiritualidad de los jvenes de nuestras congregaciones. Cuntos se habrn apartado de la fe por esta causa? Cuntos, por esto mismo, estn demorando un compromiso ms firme con Dios? No podemos cerrar los ojos a esta realidad, al contrario, debemos esforzarnos para que la vieja excusa de la hipocresa nunca ms pueda ser invocada como razn para apartarse del Seor. Inseguridad y confusin con relacin a la experiencia de conversin Hay una realidad sociolgica que no podemos ni debemos ignorar. En nuestras congregaciones hay un nmero creciente de personas que son segunda e incluso tercera generacin de evanglicos. Se trata de muchachos y muchachas que, por decirlo de alguna manera, no vienen directamente del mundo, no provienen de un ambiente no cristiano o secular, sino que se incorporan a nuestras iglesias porque sus padres se convirtieron y ellos han nacido en un contexto evanglico. Cuando aumenta el nmero de hijos de creyentes en nuestras iglesias comienza la desercin de estos hijos. El proceso, incluso se ve agravado por la existencia de una tercera generacin de evanglicos, hijos de los hijos de aquellos que una vez abandonaron el mundo. Qu quiere decir todo esto? Fundamentalmente, que estas dos generaciones de evanglicos que han accedido a la informacin relacionada con la fe y el Evangelio permanecen, no por una decisin propia, sino como consecuencia de una herencia cultural familiar. Estos jvenes han crecido desde pequeos conociendo y teniendo acceso a toda la informacin que le permite a una persona ser cristiana. Han tenido numerosas oportunidades de formacin, de instruccin y familiarizacin con la fe que puede otorgarles la salvacin. Esto tiene su ventaja, pero tambin su inconveniente. La ventaja, es que les ha permitido un acceso privilegiado al conocimiento de Dios y su Palabra. Desde la niez han podido aprender conceptos que pueden no slo otorgarles la salvacin, sino hacer que su vida sea mucho ms rica, plena y digna. Han podido conocer el consejo de Dios que puede librar de multitud de situaciones de dolor y sufrimiento como consecuencias del pecado. El inconveniente es que el conocimiento sin prctica produce un efecto de inmunizacin. Estos jvenes saben pero no viven y, por tanto, pueden llegar a pensar que el Evangelio realmente no funciona y no sirve para la vida cotidiana. Pueden llegar a pensar que estar en la iglesia es lo mismo que formar parte de la familia de Dios y, consecuentemente, no ver o no entender la necesidad de la conversin personal. Muchos de estos jvenes han estado o estn confundidos en relacin con la experiencia de la conversin. Creen por conviccin propia o porque han recibido esas creencias de sus padres? Son religiosos o convertidos? Han aceptado a Jess o han aceptado una tica y una moral? Tienen relacin o tienen religin? Para algunos lectores, estas preguntas tal vez puedan carecer de sentido, pero son muy importantes. A menudo, hemos dado por sentado que todos estos jvenes eran creyentes simplemente porque estaban en la iglesia. Los hemos tratado y les hemos exigido conformidad con un estilo de vida que no podan mantener simplemente porque no eran creyentes y, a diferencia de sus padres, nunca haban tenido una experiencia personal de salvacin, porque nunca haban entendido qu es lo que Dios esperaba y exiga de ellos. En definitiva, hemos partido de la premisa de que eran creyentes, en vez de partir de la premisa de que no lo eran. Ante esta crisis de identidad religiosa, ante esta confusin en relacin con su fe y su experiencia personal de conversin, los hijos de creyentes reaccionan de dos formas diferentes: Abandono de la iglesia. Tengo ms de cuarenta aos y son muchos los hombres y mujeres de mi generacin que han abandonado el Evangelio. De hecho, me encuentro entre ese escaso nmero de los que permanecieron fieles. Todos nosotros podemos recordar compaeros, amigos, familiares que hoy no estn con nosotros pero que un da estuvieron. Muchos de ellos abandonaron la fe, tal vez debido a que conocieron la letra pero nunca tuvieron un encuentro personal con Cristo. Tuvieron religin, pero no una relacin. Nominalismo evanglico. Esta es la segunda respuesta. La fe nominal ha dejado de ser un fenmeno exclusivamente catlico. Muchas personas en nuestras iglesias viven una fe nominal, una fe caracterizada por la observancia de un mnimo de manifestaciones externas de la fe cristiana y un escaso compromiso con los ideales radicales del Evangelio. Una pequea minora mantiene vivas y en funcionamiento a un alto porcentaje de nuestras iglesias ante la pasividad y/o indiferencia de una mayora. Falta de relevancia de la Palabra de Dios Entre nuestros jvenes se estn dando dos lamentables realidades. En primer lugar, desconocimiento de las Escrituras. En segundo, escaso inters por conocerlas aplicarlas en su vida cotidiana. Los evanglicos eran conocidos en el pasado como elzpueblo de la Biblia, pero esto ha dejado de ser una realidad con las nuevas generaciones. Los jvenes leen poco la Palabra de Dios y, como consecuencia, no la conocen y, como consecuencia, desconocen al Dios revelado en las Escrituras. Un editor, amigo mo, me indicaba que su editorial haba suspendido la publicacin de una serie de guas para el estudio de los diferentes libros del Nuevo Testamento ante la falta de mercado. Con tristeza me comentaba que la gente no lee la Biblia y, por tanto, esos libros carecen de consumidores. Es cierto que la juventud en general no lee; es an ms cierto que no lee la Palabra de Dios. Este problema se ha convertido en grave, y por eso debemos dedicarle atencin esmerada. Todos somos conscientes de que la falta de lectura bblica en nuestros jvenes tiene serias implicaciones en la vida de ellos. Los muchachos y muchachas de nuestras iglesias carecen de una visin cristiana de la vida. Su cosmovisin responde ms a los valores, prioridades y formas de entender la vida de la sociedad en la que se mueven. Lgico! Al fin y al cabo, sta es la que alimenta sus cerebros. Otra de las consecuencias de la falta de conocimiento bblico es que desconocen al Dios de las Escrituras. Los jvenes no conocen a Dios porque son ignorantes de su Palabra. Como resultado, sus ideas acerca de Dios en muchos casos son peregrinas, cuando no grotescas. Tambin lo son sus expectativas acerca de cmo Dios debera obrar o actuar en su vida, en su entorno y en el mundo. En tercer lugar, como mencionamos anteriormente, la Biblia no es predicada ni presentada, en muchas ocasiones, de una manera relevante para la vida y las necesidades del joven. Demasiadas predicaciones y estudios bblicos estn totalmente desarraigados de la realidad vital de los jvenes. Muchos sermones son autnticos alardes de oratoria, exposiciones eruditas de teologa, que poco, o nada dicen al joven. Nuestra predicacin y forma de ensear la Biblia trae como consecuencia que muchos jvenes vean la Palabra del Seor como algo antiguo, obsoleto, alejado de su realidad, algo que no puedeaportarles ninguna utilidad. Nuestra predicacin y forma de exponer la Biblia, lejos de atraer al joven con sed y ansia de conocimiento de la Palabra y del Dios de la Palabra, los aleja de ella, confirmando errneamente que la Biblia no tiene sentido para una vida tan compleja como la del tercer milenio. La falta de creatividad y relevancia caracteriza, tristemente, a muchos de nuestros plpitos. Cuidado con el peligro de espiritualizar y culpar a nuestros oyentes de nuestra incompetencia que hace a la maravillosa Palabra del Seor irrelevante para nuestros jvenes. Falta de atencin a las necesidades de los jvenes Como pastor de jvenes, domingo tras domingo me siento en los bancos de mi iglesia para el culto dominical. En teora es la gran celebracin de la fe. Es el tiempo cuando toda la familia cristiana, nios, adolescentes, jvenes y adultos se renen para adorar al Seor y celebrar la nueva vida que tenemos en Cristo. La perspectiva es bella, toda la familia reunida para una fiesta. Sin embargo, cuando el servicio comienza las cosas cambian y la ilusin, desgraciadamente, con demasiada frecuencia, puede dar paso a la decepcin. El culto est pensado por y para los adultos de la iglesia. Las necesidades, e incluso, las posibilidades de participacin de otros sectores de la familia de la fe no se han tenido en cuenta. No cantamos canciones infantiles, tampoco explicamos las cosas a un nivel que permita a los nios comprender qu pasa. Los sermones nunca estn hechos al estilo que agrada a los adolescentes. La msica, y no en todas las iglesias, suele ser la nica concesin que se hace a los ms jvenes de nuestras congregaciones. Lo que hemos dicho hasta aqu es una muestra de la desatencin a las necesidades propias de la adolescencia y la juventud que se da en el seno de algunas de nuestras comunidades cristianas. Sin duda, a la presente generacin de jvenes le ha tocado vivir en una poca de presiones y ataques a su fe sin precedentes. La juventud que hoy viven los muchachos y las muchachas no tiene nada que ver con la que me toc vivir a m. La vida es hoy extremadamente compleja y difcil. Vivir la fe en estos contextos es mucho ms duro y representa un desafo ms exigente hoy que ayer. Las presiones y la complejidad de la sexualidad en la sociedad contempornea, la identidad cristiana y el desafo de vivir la fe bajo el creciente imperio de la postmodernidad, el terrible problema del ocio juvenil en nuestra sociedad, y la orientacin vocacional son algunas de las necesidades para las que, a gritos, los jvenes piden una opcin, una orientacin y una respuesta por parte de la iglesia. En ocasiones el silencio es aterrador; muchas veces, fruto de nuestra incapacidad como adultos para entender que la sociedad ha cambiado y ellos han quedado atrapados en un cambio que nosotros no comprendemos y que ellos no saben cmo manejar. Ausencia de metas, desafos y delegacin de responsabilidades Hay congregaciones en las que los jvenes nunca reciben responsabilidades que sean significativas. Se da el triste crculo vicioso: los jvenes no son, a juicio de los adultos, lo suficientemente maduros para delegarles responsabilidades y desafortunadamente, nadie crece a menos que se le permita desarrollar responsabilidad, lo cual, implica la posibilidad fallar. El crecimiento surge cuando se asumen responsabilidades. Estas responsabilidades, para que generen crecimiento, han de ser significativas, importantes, han de ser autnticos retos para el joven, que le exijan dar lo mejor de s mismo y lo lleven a la dependencia del Seor. Cuidado! No estoy diciendo que empecemos dndole a un joven la presidencia del consejo de diconos para que desarrolle responsabilidad. Es necesario, naturalmente, comenzar con responsabilidades sencillas. Lo que cuestiono no es la importancia de las tareas, sino el hecho, de que las mismas no se deleguen con la finalidad de contribuir a la formacin del joven, sino nicamente para liberarnos a nosotros mismos del trabajo desagradable. Al delegarles responsabilidades a los jvenes tenemos que proveerles la supervisin necesaria, el apoyo imprescindible para que el joven pueda crecer por medio del desempeo de las mismas. No olvidemos que, en ocasiones, el fracaso del joven en llevar a cabo la responsabilidad delegada no ha sido consecuencia de su irresponsabilidad, sino ms bien de nuestra falta de supervisin. Ausencia de personas preparadas para el trabajo con jvenes Durante mucho tiempo la disponibilidad y/o la buena voluntad ha sido, si no la nica, al menos la principal exigencia para trabajar con los jvenes. Se daba el caso, de que aquel muchacho o muchacha que ms despuntaba reciba la carga y responsabilidad de la direccin del grupo de jvenes de la iglesia local. Sin embargo, todos nosotros sabemos que ni la buena voluntad ni la disponibilidad implican necesariamente capacidad para llevar a cabo semejante tarea. Otro sistema de seleccin del liderazgo juvenil, comn en algunas denominaciones, ha sido la eleccin para cargos por un periodo de tiempo. La esencia de este mtodo es buena, pretende que el mayor nmero posible de personas pueda ejercer responsabilidades y de este modo desarrollar sus dones y talentos. En la prctica, con demasiada frecuencia, el sistema no ha funcionado de forma tan eficaz. Eleccin no siempre significa capacidad. El hecho de que la mayora de los jvenes de un grupo deposite en uno de ellos una determinada responsabilidad no implica, ni de lejos, que ste sea capaz de desempearla. Por otra parte, a los dos problemas antes mencionados, tenemos que aadir el de la falta de capacitacin de los lderes. Es habitual que la persona que acepta la responsabilidad, sea por el mtodo que sea, no recibe la capacitacin para poder llevar a cabo la tarea. Una encuesta, realizada recientemente en dos congresos juveniles internacionales, reflejaba que un alto porcentaje de los lderes juveniles no haba recibido ningn tipo de capacitacin, ni formal ni informal que le permitiera llevar a cabo su tarea con eficacia. La palmadita en la espalda, es para muchos lderes, lo nico que junto a la responsabilidad han recibido. A esta carencia de capacitacin deberamos sumar la privacin de recursos, de una filosofa del ministerio e incluso de materiales adecuados para trabajar con la juventud. A pesar de todas las carencias hasta aqu mencionadas, tristemente, muchos lderes reciben tambin la responsabilidad de que los jvenes de la comunidad salgan adelante espiritualmente hablando. En otras ocasiones el problema se ha espiritualizado. Con la idea equivocada de que el Espritu Santo nos guiar en nuestra tarea hemos obviado la planificacin y la preparacin para el ministerio. Personalmente como pastor y padre considero los puntos anteriores una negligencia total. Cualquiera de nosotros que tuviera que ponerse en las manos de un neurocirujano, le exigira mucho ms que buena voluntad, le pedira que tuviera la preparacin, profesionalidad y destreza necesarias. Del mismo modo, como padre de dos adolescentes, no voy a permitir que mis hijos estn a merced de personas cuya nica credencial para el ministerio sea la buena voluntad. Honestamente, creo que sta es totalmente insuficiente para ser lder. Es ms, es mi sincera opinin que deberamos destinar al ministerio con la infancia y la juventud a las personas ms capacitadas y preparadas de nuestras iglesias. Aquellas que poseen ms talentos han de estar en estos ministerios, ya que no debemos olvidar que los nios y los adolescentes forman su concepto de la iglesia y de la actitud que esta tiene hacia ellos por medio de las personas que los ministran. Personas poco o insuficientemente preparadas pueden causar daos irreparables en la vida de nios y adolescentes. Herencia de modelos y mtodos del pasado Los modelos y los mtodos nacen para satisfacer necesidades especficas en situaciones muy particulares. Un modelo o un mtodo nace en un contexto con la finalidad de dar respuesta a las necesidades que ese mismo contexto plantea. Por definicin los modelos y los mtodos son culturales y no necesariamente adaptables de una situacin a otra. Adems, con el paso del tiempo, estos modelos que nacieron para afrontar circunstancias o necesidades muy concretas, se vuelven obsoletos, entre otras razones por la propia dinmica de la vida. Esta es cambiable por definicin, por tanto, lo que ayer serva para dar respuesta a las necesidades de ayer, no necesariamente es vlido hoy para dar respuesta a los retos y los desafos que hoy nos plantea el entorno social en el que se mueven los jvenes de nuestras iglesias. Lamentablemente, muchas iglesias locales, continan llevando a cabo el trabajo juvenil tal y como se vena haciendo hace dcadas, utilizando los mismos mtodos y modelos. Las nuevas realidades sociales que viven nuestros jvenes en estos momentos exigen que nos acerquemos al trabajo juvenil de una manera diferente, creativa y novedosa. Con mtodos y modelos se produce la secular lucha entre la forma y la funcin. Una forma, en este caso, un mtodo o un modelo, nace para satisfacer una funcin. Por ejemplo, la reunin del grupo de jvenes forma para satisfacer la funcin ministrar a los jvenes, o la reunin de oracin del jueves por la noche forma para satisfacer otra funcin orar. Con el paso del tiempo la forma y la funcin tienen la tendencia a confundirse, de tal manera que las personas tienden a olvidar que aquella forma naci en un contexto y momento dado para satisfacer la funcin. Finalmente, la forma acaba sustituyendo a la funcin para la que fue creada. Este es el paso ltimo en el proceso de lucha entre la forma y la funcin. La forma desplaza, suplanta a la funcin y llega un punto en que cuestionar la forma significa cuestionar la funcin. Cuando esto sucede, la funcin se vuelve inviolable e inamovible. Cualquier ataque a la forma es interpretado como un ataque a la funcin. Esto sucede en muchos de nuestros modelos de trabajo, tanto en el mbito de la iglesia local como a nivel denominacional. Hemos olvidado que nacieron como formas al servicio de funciones, se han anquilosado y no pueden ser alteradas. Deficiencias en la educacin familiar Existe una realidad creciente en muchas de nuestras iglesias: muchos padres se desentienden de la educacin espiritual de sus hijos, delegndola cada vez ms a la iglesia. Los padres dan por sentado que la comunidad se encargar de la transmisin de los valores cristianos y que para ello desarrollar las estructuras necesarias. Sin embargo, la responsabilidad de educar en la fe le corresponde primero a los padres, y no a la comunidad cristiana. No estamos diciendo que la iglesia local no deba proveer formacin espiritual para los nios y los jvenes. En absoluto! Estamos afirmando que esta educacin corresponde en primer trmino a los padres y, tan slo, en un segundo trmino a la iglesia. Esta ltima ha de ser colaboradora en la formacin espiritual de los nios y jvenes, pero nunca debe ocupar el papel y la responsabilidad prioritaria de los padres puesta por la Palabra de Dios sobre ellos. Tristemente una cosa es la teora y otra la realidad. Cada vez ms padres ceden, consciente o inconscientemente esta responsabilidad a la iglesia. Ante esta realidad, la iglesia se ve forzada a reaccionar y asumir una tarea que no es prioritariamente suya, pero que ante la resistencia de los progenitores a asumirla no puede dejar de llevarla a cabo. Qu implicacin tiene esto para la pastoral juvenil? Puesto que, lastimosamente, cada vez nos encontramos con ms jvenes que carecen de una formacin cristiana recibida en el hogar, esto significa, que no slo desconocen la informacin bsica acerca de la Biblia, sino que tampoco han recibido en su contexto familiar los valores bsicos de la fe cristiana, valores que son los que conforman el estilo de vida cristocntrico. Tal vez nunca ms podremos dar por sentado el hecho de que al provenir de hogares cristianos, nuestros jvenes ya estn formados en los aspectos bsicos de conocimiento y la prctica cristianos. Es probable que eso obligue a replantear nuestras estrategias educativas. Ya no pretenderemos ser un complemento de la educacin familiar; triste y desgraciadamente tendremos que convertirnos en sustitutos de la misma. Modelos de referencia dbiles Los estudiosos de la personalidad humana, afirman que durante la adolescencia y la juventud temprana, la tarea vital y de mayor envergadura que han de asumir las personas es la formacin de su propia identidad. Los muchachos y las muchachas quieren formar una identidad propia, quieren saber quines son ellos, cul es el propsito y el sentido de su vida. Ya no quieren ser identificados con referencia a su familia, quieren ser ellos mismos, ya no ms el hijo de tal o la hija de cual. Este es un proceso normal, necesario y saludable. Implica la necesidad de establecer distancia entre ellos y sus padres, a fin de poder encontrarse consigo mismos, y poder contestar las preguntas antes enunciadas. La distancia permite tener la suficiente perspectiva para reflexionar objetivamente acerca de s mismo. Este distanciamiento no es nicamente el fsico, en que los hijos se vuelven menos cariosos y propensos al contacto fsico con los padres; es tambin, y sobre todo, un distanciamiento ideolgico, emocional, intelectual. El joven necesita distanciarse de los valores de sus padres, de su forma de vivir, a fin de decidir si ese estilo de vida es vlido para ellos. Esta es la poca en la que los jvenes cuestionan la fe. Tienen que decidir si la fe de sus padres ser incorporada en su nueva y emergente identidad. Decidirn si la nueva fe incluir como propia la religin, las creencias y los valores de sus padres. No es posible el desarrollo de una fe madura sin pasar por este proceso de crtica y evaluacin. En este proceso de distanciamiento el joven contina necesitando a los adultos. El muchacho o la muchacha mirar a su alrededor en bsqueda de marcos de referencia. Estos marcos son personas, instituciones, a los que el joven acude para, por medio del contraste, la imitacin, la confrontacin, el dilogo, ir formando su propia y nueva identidad. Si queremos utilizar una expresin ms sencilla podramos afirmar que se trata, simple y llanamente, de modelos. Hasta ahora, la escuela, la familia y la iglesia eran los marcos de referencia por excelencia. Sin embargo, todos los expertos estn de acuerdo en afirmar que los marcos tradicionales estn en franca decadencia y estn siendo sustituidos de forma rpida por nuevos marcos, nuevos modelos. Los nuevos modelos para la juventud vienen dados por sus propios amigos y los medios de comunicacin. Aqu es donde queremos resaltar la alarmante necesidad de buenos modelos de referencia para nuestros jvenes en muchas comunidades locales. La iglesia puede ayudar de forma increble a la familia; puede hacerlo proveyendo buenos marcos de referencia para los jvenes, especialmente en este periodo tan crtico en que ellos se distanciarn de sus familias en el proceso de bsqueda de su propia identidad. Los muchachos y las muchachas mirarn a su alrededor en bsqueda de adultos significativos que puedan proveerles de un ejemplo y un modelo que valga la pena imitar. Sin embargo, no siempre sucede esto. Faltan, con demasiada frecuencia, personas que tengan bien integrada la fe en la vida cotidiana y, por tanto, puedan ser un marco de referencia adecuado para la juventud. Faltan lderes de jvenes que hayan hecho un buen dilogo entre la fe y la cultura, lderes que ofrezcan no tan slo moralidad a los jvenes sino que estn en condiciones de ofrecerles una autntica cosmovisin, es decir, una autntica interpretacin cristiana del mundo y la vida. En algunas iglesias evanglicas suele suceder que cuando los jvenes se vuelven en bsqueda de ejemplos y modelos, tan slo encuentran las contradicciones de las que anteriormente hablamos y unos marcos de referencia que no son lo suficientemente maduros ni atractivos para ser dignos de imitar. Esto nos plantea un increble desafo: la necesidad de desarrollar en nuestra comunidad y, especialmente entre los lderes y otras personas que afectan a la juventud, buenos modelos, personas cuya vida sea digna de ser imitada por nuestros jvenes. Premisas equivocadas en relacin con el trabajo entre los jvenes Las premisas equivocadas llevan, de forma ineludible, a conclusiones errneas. En muchas iglesias el trabajo con la juventud est edificado sobre dos premisas que a nuestro juicio no son correctas, y que no obstante, determinan el tipo de ministerio que se lleva a cabo. La primera de las premisas, es que son todos los que estn. Expresado de otro modo, damos por sentado que todos o la mayora de los jvenes que asisten a la iglesia o estn relacionados con ella son creyentes, nacidos de nuevo y que tienen una relacin personal con Dios. Nada ms lejos de la realidad, especialmente si estamos trabajando con un grupo en el que la mayora de sus integrantes son hijos de creyentes de primera, segunda o, incluso de tercera generacin. Trabajar con hijos de creyentes se est dando cada vez con ms frecuencia en nuestras comunidades locales. (En prximos nmeros compartiremos el tema: Por qu los hijos de creyentes abandonan la iglesia. Este dar una mejor comprensin de las implicaciones y retos que ello plantea a la pastoral juvenil.) El problema bsico con estas muchachas y muchachos es que podemos dar por sentado que son creyentes tan slo porque pertenecen a familias que han estado en la iglesia toda la vida o porque estn involucrados en la vida del grupo de jvenes y de la iglesia. Sin embargo, tristemente, podemos encontrarnos con jvenes que tienen una fe histrica o cultural pero no necesariamente una relacin personal con Dios. Puede darse el caso que estemos trabajando con jvenes cuyo estilo de vida tiene una conformidad externa que adopt ciertas pautas y normas morales de comportamiento, pero que no necesariamente esta conformidad ha llegado a ser interna, la conformidad del corazn, la nica que verdaderamente cuenta y vale a los ojos de Dios. Muchos de estos jvenes no pueden desarrollar un estilo de vida cristocntrico, simplemente porque nunca han tenido una experiencia autntica de conversin personal. Por tanto, no podemos dar por sentado que alguien es creyente hasta que demuestre lo contrario. Una de las principales tareas de la pastoral juvenil debera ser, teniendo conciencia de este problema, ayudar a los jvenes a clarificar su experiencia de conversin. Como decimos en la iglesia en la que trabajo: Nadie es creyente hasta que demuestre lo contrario. La segunda premisa equivocada, ha sido orientar el trabajo juvenil hacia el mantenimiento o entretenimiento, en vez de hacerlo hacia el crecimiento. Existen comunidades locales en las que desgraciadamente el trabajo con la juventud no es considerado como un autntico ministerio, mucho menos como una pastoral necesaria e imprescindible. Contrariamente, el trabajo con la juventud es percibido ms como el mantenimiento o entretenimiento de los muchachos y las muchachas. Bajo esta premisa se considera que cunto ms dinmico y entretenido sea el grupo juvenil, ms personas asistirn al mismo y ms contentos se sentirn. Cuando los lderes juveniles caen en la trampa de percibir de esta manera el trabajo con la juventud, entran en una dinmica destructiva para ellos mismos y su grupo de jvenes. Esto es as debido a que los jvenes que pertenecen al grupo asumen el entretenimiento y el mantenimiento como el objetivo final de sus reuniones y encuentros, y los lderes buscarn ser siempre ms dinmicos, ms creativos, ms divertidos. Los muchachos y las muchachas se convierten en exigentes consumidores de actividades, exigiendo ms emocin y mscreatividad en cada ocasin para seguir consumiendo los productos generados por el grupo de jvenes. En consecuencia, los lderes entran en una dinmica de verse forzados, no slo a ofrecer siempre calidad, sino indefectiblemente a mejorarla constantemente. Como bien podemos suponer, esto crea una tensin y un estrs increbles en la vida de los lderes pues cualquier descenso en la oferta produce una retirada por parte del pblico. Cuando los jvenes pierden la perspectiva del papel que el entretenimiento y mantenimiento tienen en el ministerio juvenil, percibindolos el fin ltimo, se convierten en exigentes consumidores, poco dispuestos a los sacrificios y a pagar el costo que el discipulado exige. Conclusin: Es claro que la realidad de los jvenes es mucho ms compleja de lo que a veces pensamos. Por ser una realidad diferente y en permanente cambio, es necesario que en nuestras iglesias locales enfoquemos cuidadosamente este ministerio y que podamos proveerles lderes idneos y pastorearles de manera tal que puedan conocer al Seor y caminar con l, siendo sal y luz en nuestros pases. Oremos y actuemos para que cumplamos este precioso llamado del que dijo pastorea mis corderos. El autor ha trabajado por ms de dos dcadas en la Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo. Trabaja en la pastoral juvenil en Espaa. Ha estudiado Historia y Educacin para adultos, y tiene una maestra en Educacin. Es autor de varios libros para jvenes. T, YO Y EL SEXO Necesitamos encarar agresivamente el problema del sexo con nuestros jvenes. Siempre ha habido problemas con el sexo, pero en la actualidad nos encontramos con un tremendo aumento de jvenes que han tenido o mantienen relaciones prematrimoniales. Entonces, cmo podemos ayudarles? La prevencin de la actividad sexual prematrimonial "Por favor, pastor, necesito hablar con usted", dijo un muchacho despus de la reunin. Ms tarde, en el atrio de la iglesia, Juan me pidi si podramos apartarnos un momento para hablar. Lo reconoc como participante de un retiro donde l y su novia estaban dirigiendo el grupo de jvenes de su iglesia. Observ que Ruth, su novia, no se acerc. Juan me dijo que ella senta mucha vergenza y que no se animaba a hablar con nadie. Lo mismo, l crea que era urgente buscar ayuda, "porque los dos estamos mal". "Hemos estado de novios cuatro aos", continu Juan, "con deseos de casarnos, pero primero por mis estudios y despus por el bajo salario no hemos podido", coment Juan. "Fui muy cuidadoso delante de Dios al escoger mi novia y en ser un ejemplo delante de otros. Sin embargo, ltimamente hemos cado varias veces. No queramos hacerlo, y cada vez hemos sentido gran vergunza y nos hemos arrepentido. Pero pasan las semanas y otra vez caemos". "Hemos pensado en separarnos, pero sabemos que no es la solucin. He renunciado al liderazgo de la iglesia porque me siento hipcrita. Nos peleamos ms, andamos mal. Ruth cree que Dios nos va a castigar y que no nos va a perdonar ms, siendo que conocemos la verdad y hemos cado de nuevo. Qu podemos hacer?" Pastoralmente, nuestra respuesta es vital. Hay muchos jvenes en la misma situacin; docenas de ellos. Necesitamos encarar agresivamente el problema del sexo con nuestros jvenes. Siempre ha habido problemas con el sexo, pero en la actualidad nos encontramos con un tremendo aumento de jvenes que han tenido o mantienen relaciones prematrimoniales. Podemos acusar a muchos factores: la televisin, la pornografa, la vestimenta, la msica, etctera, pero una acusacin acertada no resuelve la situacin. Podemos decirles que no deben hacerlo ms; sin embargo, ya lo saben. Ese no es el problema. Podemos recomendar que corten la relacin. Para que se repita con otra persona? Muchos de nuestros jvenes pecan no por rebelda sino por ser humanos, con presiones reales que necesitan saber conquistar. Lo ideal es que podamos ayudar a todos a prevenir sus problemas, y a ello debemos dedicarnos con sabidura. Sin embargo, muchos vendrn a nosotros habiendo pecado y con necesidad de ser recuperados. Es por eso que en la segunda parte tratamos la curacin. DEFINIENDO LA PREVENCIN Por un lado, es ver antes lo que puede pasar (y lo que pasar) y por otro, planificar y hacer lo necesario para lograr lo que se desea y no lo lamentable. La prevencin tiene tres reas fundamentales: Dar comprensin del dao causado y de los problemas reales de la relacin prematrimonial, as como tambin el valor y la importancia de esperar. Dar pasos prcticos para ayudar a llegar al matrimonio sin haber pecado. Fomentar un ambiente donde se faciliten y promuevan las prcticas correctas enseadas en la Biblia. La voluntad de Dios es que cada joven pueda llegar a usar su sexualidad para el propsito ordenado por l mismo. Nuestro trabajo de prevencin ser ayudar a evitar el uso incorrecto, que resulta daoso al propsito ordenado por Dios. Esta definicin tiene ms importancia de lo que aparenta. Debemos entender y poder comunicar a nuestros jvenes que el sexo es idea de Dios y fue creado para bendicin del hombre y no para su sufrimiento. El Gran Inventor supo qu cosas nos hacen mal, y en su amor y sabidura lo escribi claramente para evitarnos problemas innecesarios. En otras palabras, lo que deseamos no es restringir sino llevar al mximo el uso correcto. Necesitamos recordar que hay una razn central por la cual nuestros jvenes no deben pecar en el plano sexual: es porque Dios ha dicho "No" a las relaciones fuera del matrimonio. LAS RAZONES DEL "NO" Riesgo real de embarazo no deseado. David nunca pens que su nico contacto con Betsab producira un hijo. Todo joven necesita ser consciente de que cada acto sexual conlleva el peligro de crear un embarazo, aun cuando estn "cuidndose". Muchas parejas han aprendido con lgrimas amargas, que ningn mtodo anticonceptivo es seguro. Todos dejan una posibilidad. En muchos casos, las parejas de jvenes cristianos que llegan a las relaciones sexuales no se cuidan por la razn de que, para ellos, el cuidarse implica preparar y planificar el pecado. Prefieren "caer", por razones de su conciencia, dando como resultado un ndice alto de concepcin. Siempre hablan de una sola vez, pero la primera vez lleva a la segunda, y Hace poco, en una reunin de jvenes coment que sin la consumacin del coito, slo por el toqueteo mutuo, ha habido casos de concepcin. Despus de la reunin se me acerc una chica que me dijo que justamente eso haba pasado con ella. Sin penetracin qued embarazada. El Dr. Wheat, en sus excelentes casetes y libros deja bien explicado este punto. Cada joven necesita contemplar seriamente qu implicara tener un hijo. Son muchos los que han descubierto que, por no pensarlo antes, ms tarde han tenido que pensar mucho en cmo anunciar y vivir la llegada de ese beb, o en matarlo y cubrir el pecado mediante el aborto. El drama que crea en la mente y la vida de la chica el tener un aborto es tremendo. Saber que ha matado a su hijo y ver por la calle a tantos nios que le recuerdan angustiosamente al hijo que podra haber tenido si su novio no la hubiera presionado para realizar el aborto, es terrible. Por otro lado, las infecciones y los problemas fsicos producidos por abortos mal hechos, adems de la situacin engorrosa, a menudo resultan en la imposibilidad de tener hijos cuando se casen, y en algunos casos, la misma muerte de la madre. La concepcin no es un chiste, como han llegado a descubrirlo miles de chicas adolescentes de toda Latinoamrica. Nunca volvern a ser iguales, y todo por media hora de placer. Problemas sexuales en el matrimonio. Durante una clase de sicologa pastoral, mi profesor coment que l acostumbraba siempre a preguntar a la pareja que trae problemas de frigidez, si tuvieron relaciones prematrimoniales. Casi sin excepcin, la respuesta era afirmativa. En mi prctica pastoral he comprobado lo mismo. Cuando es as, pregunto al hombre: Cmo era tu novia antes de tener relaciones sexuales? Era cariosa, dada y disfrutaba de tu cario? Casi siempre contestan: "Si, mucho". Entonces pregunto: "Qu pas entonces?" Generalmente contestan que ella cambi. All les explico lo siguiente: "Tu novia te amaba, te respetaba y lo demostraba con su cario y afecto aun en el aspecto fsico. Ella, confiada, puso su tesoro ms valioso en tus manos, convencida de que la amabas y que ibas a cuidarla y apreciarla, sin pensar que la usaras. Tal vez ella no se dio cuenta que su afecto despertaba en ti el deseo fsico y t, por tu lado, entendiste otra cosa. El resultado es que ella siente que ha sido usada; se siente sucia, que su confianza ha sido abusada. En su profundidad se produjo un menosprecio hacia ti, llegando a odiarte por ello. Por otro lado, se siente emocionalmente unida por haber compartido lo ms ntimo de su vida. En su interior, tambin siente miedo de que otro hombre no la acepte cuando llegue a conocer lo que pas. Entonces, con este conflicto interior busca el matrimonio como medio de seguridad, pero en lo ms profundo de su ser te rechaza. Una vez casada, ella se cierra en su intimidad, dando como resultado la frigidez". Siempre cuento esto a los jvenes, hacindoles ver que es ms importante tener 40 o ms aos de felicidad sexual en el matrimonio, que sacrificar eso por unos pocos momentos de placer en el noviazgo. Las diferencias y las responsabilidades. La mujer es muy diferente al hombre. A ella le gusta el cario y el afecto sin unirlo al sexo. Tiene que haber experiencia sexual previa y/o todo un tiempo preparatorio para que ella "entre en clima" de deseo sexual. Para el hombre es muy difcil estar besndose y acaricindose con una mujer sin que se despierte el deseo sexual enseguida en l. El hombre cristiano necesita aprender que es su rol (y no el de la mujer, como todo el mundo dice) ejercitar dominio propio y respetar a su novia. Es un fracaso grande cuando la novia tiene que frenar con un "no" al novio. Por su parte, nuestras chicas tambin necesitan aprender que el hombre es diferente a ellas. Muchas veces, incitan al hombre al descontrol por su forma de vestir, de tocar y mostrar afecto. Lo que para ella puede ser afecto puro, despierta una gran pasin en el hombre. No es que l sea "un bruto", sino que fue creado de una forma diferente. Ella necesita entender eso. Ha sido interesante hacer escribir a los muchachos de un grupo sobre la vestimenta y las cosas que ellos encuentran provocativas y luego, compartirlas con las chicas. Grandes han sido las sorpresas! El placer sexual no es un mero acto sino una habilidad desarrollada. Todos los matrimonios que disfrutan el verdadero placer sexual en pareja han encontrado que requiere tiempo y una ambientacin correcta el desarrollar la relacin sexual para que sea realmente placentera y una unin profunda; no es un mero acto animal. Lamentablemente, cuando los novios juegan con el sexo, en la mayora de los casos, la experiencia para la mujer es tan desagradable que torna negativa su actitud por aos y algunas veces, para siempre. La seguridad del matrimonio es el nico marco adecuado por sus caractersticas integrales para "aprender" y desarrollar la prctica sexual. Prdida de confianza y desarrollo de celos. Cuando una persona casada me consulta sobre su problema de celos, trato de averiguar si tiene alguna buena razn o evidencia para pensar eso. Si esa razn no existe, pregunto si tuvieron relaciones prematrimoniales. Casi siempre la contestacin es "s", o al menos muchas luchas sobre el tema. La razn es sencilla: cuando una persona ha visto que su novio/a, contra todo su deseo y amor, resista la tentacin sexual, sabe que esa persona tambin resistir la tentacin que llega desde afuera en el matrimonio. Pero si no ha habido control y la persona que ahora tiene celos debi poner freno, la base de confianza ha sido destruida y la semilla de duda ha sido plantada. "Si no pudo dominarse conmigo, podr con otra?" Muchos maridos se han quejado de los celos falsos de sus esposas, cuando ellos fueron los que sembraron abundantemente la desconfianza en ellas. El novio sabio nunca har que su novia tenga razn de dudar de su dominio propio. La adiccin sexual. Existe tambin el poder adictivo del sexo prematrimonial. Como con las drogas, el comienzo es fcil, pero la liberacin difcil. Siempre comenz con un beso, despus dos, un abrazo, la caricia, despus Hay una ley muy sencilla en el mundo de los estmulos y es la siguiente: cada vez se requiere ms estmulo para mantener el mismo nivel de placer. En las relaciones sexuales o presexuales, las personas buscan formas para mantener y crear placer. La primera vez es ms por curiosidad que por pasin sexual: "para probar"; luego encontraron que ello dominaba su mente y sus deseos a tal punto que sus vidas empiezan a girar alrededor de lo fsico, dejando casi de hablar y de desarrollarse en las otras reas de su relacin. Pronto ven que a su pareja le estn faltando elementos bsicos. Es el comienzo del fin. La muy jactanciosa libertad sexual que los investigadores sobre el sexo y sus discpulos insisten en que compartamos va a convertirse en una nueva esclavitud En el centro de la nueva ideologa hay una metfora mal colocada Es la idea de que el sexo es una "fuerza biolgica", una energa impersonal, una de las presiones coercitivas de la naturaleza que existen, le guste o no al hombre Cuando uno estudia la investigacin en la conducta sexual animal y humana se va haciendo claro que esta nocin de sexo como fuerza biolgica es seriamente inadecuada y aun engaadora, especialmente cuando se la aplica a seres humanos. La posibilidad ms probable es que la conducta sexual humana est en la naturaleza de un hbito, apetito o aun adiccin adquiridos. La motivacin sexual se cultiva en grado sumo. Podramos, por lo tanto, descondicionarnos progresivamente y en forma considerable reducir nuestros deseos sexuales si quisiramos. En una sociedad aparentemente resuelta a desarrollarlos en su nivel ms intenso, esto podra no ser fcil, pero ciertamente es posible La idea de la fuerza biolgica anima a la gente a desarrollar el apetito, a la vez que provee una excusa para negar (desconocer) su responsabilidad en eso. De aqu, que hoy tenemos adictos al sexo y todas las ansiedades de nuevo estilo. Enfermedades transmitidas por el sexo. Todo el mundo habla del problema del SIDA, para lo cual nicamente existe una vacuna segura: el sexo, nica y exclusivamente con un cnyuge sano toda la vida. Pero si bien esta enfermedad es "imparable", hay otras que son mucho ms fciles de adquirir y muy dainas, con dolor y trastornos en las personas y hasta en los hijos. Por ejemplo, la Chlamydia. Millares de personas tienen esta enfermedad, que en muchas ocasiones no presenta sntomas visibles y muchos ignoran que la poseen pero que puede llevar a la infertilidad, tanto de uno como de otro miembro de la pareja, y, en ocasiones, causar la muerte del feto. A veces infecta los ojos, los odos y pulmones del beb o desemboca en su muerte posterior. La Gonorrhea, que muchos crean desaparecida con el descubrimiento de la penicilina; sin embargo, est en aumento con variantes resistentes a los tratamientos. Herpes genital, sin curacin an. Miles sufren esta enfermedad, que puede ser devastadora emocionalmente. Se estima que 80% del cncer genital proviene de esta enfermedad. En una encuesta que hicimos en Buenos Aires, encontramos que el 30% de las jovencitas creyentes solteras y el 50% de los varones haban tenido relaciones sexuales. Muchos de ellos lo haban hecho con ms de una persona, especialmente entre los que se haban convertido durante su juventud. Ms de uno haba tenido contacto con prostitutas, quienes suelen tener algunas de estas enfermedades. Generalmente se piensa que con medicamentos es posible la cura total, sin embargo, varias de ellas han quedado sin sanar y otras permanecen escondidas. Ser activo sexualmente antes del matrimonio reduce la probabilidad de llegar o permanecer en el matrimonio. "Despus de haberlo hecho, a la maana siguiente, me sent confundida e insegura; entonces fui a ver a mi novio. Encontr que l haba cambiado; no quera hablarme, me trat mal y me dijo que no quera verme ms". No todos los primeros encuentros terminan as, pero miles de chicas lo han vivido. El caso de Amnn y Tamar es un ejemplo bblico de esto (2 Sa. 13.1-14). Otros siguen un tiempo ms con las tensiones, la desilusin y la concentracin en lo fsico. Una vez iniciada la actividad sexual antes de desarrollar otros aspectos de la relacin, generalmente trae dificultades para lograr esto ltimo. La pasin sexual lleva a concentrarse en lo fsico, que es la parte que menos asegura el xito matrimonial. Los que sobreviven a esta segunda etapa encuentran que la batalla no ha terminado. La mayora terminar en el divorcio y las razones son mltiples: culpa, celos, frigidez, falta de habilidad en resolver problemas, falta de desarrollo de una relacin ntegra, etctera. Si la pareja no desarroll dominio propio, hbitos de resolver problemas correctamente, amor y preocupacin por el otro, le queda poca esperanza para el matrimonio. Despus, como no tienen estas reas cultivadas, fallan en la comunicacin, el compromiso, el amor que les ayuda a resolver los problemas exitosamente. Sin arreglo espiritual profundo, el matrimonio, generalmente, se desintegra. Ellos no lo queran as pero no pudieron escapar a las consecuencias de sus actos y fallas. No lo quisieron pero lo facilitaron. Culpa Varios me han confesado que su sentido de profunda culpa y suciedad destruy su relacin con Dios, su autoimagen, la frescura de su propia vida. Cuntos han llorado delante de Dios, no una sino docenas de veces y por aos, sin encontrar alivio al tormento de su conciencia y del Acusador de los santos! Cuando han perdido su comunin con Dios y esa relacin vital, sienten que estn condenados a ser ciudadanos de segunda categora para siempre. Se identifican con Esa, pensando que no hay solucin para ellos. Algunos se pierden, como resultado, en las drogas, el sexo desenfrenado y hasta en el suicidio. Miedo. Hay miedos que florecen. La hija de un pastor me confes que viva aterrorizada, temiendo que al salir algn tema de conversacin relacionado con el sexo alguien vera su vergenza. Otras no quieren ir al mdico cuando lo necesitan por miedo a ser descubiertas. Recordemos tambin el miedo a ser abandonada, que es un miedo justificado, siendo que, como hemos dicho, sucede a menudo. La muchacha piensa que por seguir diciendo "s", no lo perder; sin embargo, su culpa, su ira contra l aumenta y se manifiesta en las conversaciones, los paseos, etctera. El nico lugar donde estn bien es en la cama. Los das estn contados para tal pareja. El juicio de Dios contra el pecado No podemos burlarnos de Dios ni escondernos de l, como algunos lo han comprobado con amarga tristeza, y como 1 Tesalonicenses 4.6 ensea claramente, hablando del pecado sexual: "que ninguno agravie ni engae en nada a su hermano; porque el Seor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado". David encontr esto en su propio cuerpo, "Mientras call, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el da. Porque de da y de noche se agrav sobre mi tu mano. Se volvi mi verdor en sequedades de verano" (Sal. 32.3, 4). Despus, por aos, sufri con los problemas resultantes en su familia. Dios no juega con el castigo a los pecados sexuales, y el joven sabio debe saber esto y no jugar con el sexo. Si esta fuera la nica razn por la cual las personas deben obedecer a Dios en este punto, sera suficiente razn e igualmente la ms tremenda. Las otras bien pueden ser algunas de las formas del castigo de Dios. PASOS PRCTICOS PARA NO CAER Como pastores, lderes y padres siempre debemos hablar de uno y otro punto: el por qu esperar y cmo hacerlo. Si no hablamos de los dos, entonces tendremos problemas. Recordemos que nuestro mundo ha cambiado mucho en los ltimos 20 aos. Si el joven trabajara en el cmo no caer, deber ser convencido de que hay razones buenas y fuertes para hacerlo; hoy todos estn dicindole: "Hazlo! Es natural; es bueno, divertido", "Reprimirte te va a hacer mal; no seas tonto". El joven necesita buenas convicciones si aspira ganar la batalla. Una vez asumidas las convicciones necesitar las herramientas para batallar o terminar fracasando. La sensibilidad y el deseo sexual en s no estn mal. Son naturales y un tesoro que debe ser guardado para disfrutarlo al mximo, en su tiempo. Siempre trato de ayudar a los jvenes a ver al sexo como un don de Dios, cuyo propsito es traer bendiciones y placer, pero es frgil y requiere un empleo correcto. Es entonces cuando deben mirar adelante, para cuando puedan hacerlo lcitamente; asimismo, deben aprender que pueden arruinarlo todo si no ponen el cuidado que los lleve por el camino recto y bueno. Siempre digo a las parejas que es natural, es hermoso que ellos deseen ardientemente tener relaciones con su novia a medida que van creciendo en unin y amor. Es como la comida; cuando se tiene hambre y se siente el aroma de la carne sobre las brasas, el deseo aumenta, y al fin, cuando todo est preparado, cmo se disfruta! Sin embargo, si no se espera y se come antes de estar cocinada, lo que hubiera sido riqusimo termina siendo de poco agrado. Lo mismo pasa con el sexo (1 Co. 6.12-20). Preparar el campo. Proverbios 24.27 dice: "Prepara tus labores fuera, y disponlas en tus campos, y despus edificars tu casa". Un hombre debe preparar primero su medio de vida antes de fundar su familia. La primera concentracin del joven deber ser prepararse para ganar el pan y, despus, prepararse para casarse. Ya son muchos los lugares donde los jvenes salen a divertirse solos mucho antes de los 18 aos. La iglesia debe promover una actitud correcta en este sentido. He visto a muchos padres preocupados porque sus hijos de 15 16 aos no tienen novia, y muchas son las bromas, directas e indirectas, sobre el tema; todo pone presin sobre el joven que, por su edad, ya es sensible a esto. Qu gran error! No podemos separarnos completamente de las influencias del mundo, pero no debemos insinuar ni alentar las parejas demasiado jvenes. Por otro lado, conozco varios jvenes que, por "disfrutar de la vida", hoy, cuando deberan estar ya casados, no pueden hacerlo porque no tienen el empleo que se los permita. Qu triste! Csense cuanto antes. Si uno ha esperado, como hemos recomendado hasta tener "su campo preparado" para entonces buscar una novia, cuando haya encontrado la persona correcta y est seguro de ella, debe empezar a planificar el casamiento. Esperar es disponerse a la tentacin innecesariamente. Emilio era un joven excelente de 28 aos, con un buen trabajo y deseos de casarse. Sin embargo, iba pasando el tiempo y no lo haca. Senta la presin y la lucha; sin embargo, todava no haba podido comprar todas las cosas que necesitaban para su futuro hogar, por lo que pensaban que "no podan casarse". Emilio comparti conmigo la lucha que estaban teniendo en mantener la pureza de la relacin. Tus abuelos tenan heladera, lavadora, electricidad, etctera, cuando se casaron? , pregunt. Me mir un poco sorprendido y dijo: No. Piensas que cuando se casaron fueron infelices hasta que los consiguieron? No creo, me contest. Con una sonrisa le dije: El problema es que eres materialista y das ms importancia a cosas secundarias que a lo principal. Tus abuelos, y a lo mejor tus padres, se casaron sin todas esas cosas y, poco a poco, luchando juntos, las consiguieron. Parte de la alegra de la pareja es luchar juntos para avanzar. T ests tratando de comenzar donde ellos llegaron despus de aos de luchar juntos. Definir lmites y convicciones antes de llegar a los problemas. Quin puede resistir el momento de pasin, si no tiene bien definidos sus lmites y convicciones? Es necesario pensar y establecer de antemano esto, y los padres deben tomar tiempo deliberadamente y tratar estos temas difciles. Casi siempre, cuando una pareja ha tenido problemas en este punto, ante una pregunta ma han dicho que sus padres no hablaron del tema con ellos. Es raro encontrar un joven cuyo padre le haya hablado algo, y es raro tambin que las jovencitas hayan escuchado algo ms que de su menstruacin Despus los padres se preguntan: "Cmo pudo hacer esto mi hija? Recuerdo aquella persona que en su niez no entenda por qu en la iglesia predicaban tanto contra el adulterio; como nia pensaba que adulterio era tratar de ser adulto, jams le haban explicado el trmino, pero s le predicaban sobre eso! Los nios reciben mucha instruccin prctica hasta la edad de 7 u 8 aos; de all en adelante los padres, generalmente, dejan de instruir en forma prctica. El nio necesita ser instruido en forma creciente, no slo en lo que debe hacer sino por qu debe hacerlo. Especialmente al entrar en la adolescencia, es cuando est en el proceso de hacer sus propias "reglas de juego"; l desafa y pregunta para lograr un entendimiento propio. Cuando sus padres, por vergenza o pereza, evaden el tema, el nio aprender en la calle y mal. Despus nos lamentaremos sabiendo que fue por nuestra falla al educarlo. Como pastores debemos alentar a los padres a hablar con sus hijos estos temas y tambin guiarlos en cmo hacerlo. No es mala idea tener un grupo de estudio para padres. La razn por la cual la mayora de los padres tienen problemas en hablar con sus hijos, es porque nunca hablaron con ellos y no saben cmo hacerlo! Mam, tuviste relaciones cuando estabas en el colegio?, pregunt una hija adolescente a su madre, quien era una nueva creyente. Por un momento, la madre dud en qu contestar, pero se decidi por la verdad dolorosa. S hija, las tuve Qu pas? Te gustaron?, pregunt la hija. Otra vez la pausa, la duda, y la verdad: La verdad es que tuvimos un aborto, contest la mujer, y le cont todo el dolor y el desastre en que result esa experiencia. Cuando la madre termin, la hija, agradecida, dijo: Ahora s con quin debo hablar si tengo preguntas o problemas. A travs de buenos libros tambin podemos ayudar para un conocimiento mayor. Tambin las charlas o conferencias de personas capacitadas son importantes en campamentos y programas de jvenes. Siempre necesitamos asegurarnos de antemano la posicin de quien abordar el tema. Algunos han sido ms influenciados por Freud que por la Biblia, terminando con posiciones conflictivas. Sin embargo, muchos mdicos y siclogos cristianos pueden ser de gran ayuda. Hay que recordar: Las convicciones slidas devienen de la informacin slida y convincente! Y las convicciones slidas son la base de las decisiones duraderas; sin ellas, fcilmente las decisiones cambiaran en los momentos de emocin. Tres acciones necesarias para la victoria sobre las pasiones juveniles. "Huye tambin de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazn limpio invocan al Seor" (2 Timoteo 2.22). La pasin sexual es fuerte y seductora. Uno no puede jugar con ella sin tener problemas. Es natural disfrutar los carios y besos, pero quien haya tomado la decisin de no caer tendr que evitar que estas situaciones se prolonguen. Tambin hay que huir de la basura de la pornografa de revistas, libros y pelculas que despiertan la pasin y el deseo. No hay forma de que uno pueda estar viendo estas cosas sin aumentar la lucha en la mente y el cuerpo. La mente es el rgano sexual ms grande. Los padres deben cuidar de no proveer la oportunidad. No es que los jvenes planifiquen caer y estn pendientes de la salida de los padres para tener relaciones (algunos, tal vez, s). La mayora de las veces no lo planearon; slo queran estar solos. Incluso se sentiran ofendidos si sus padres insinuaran que ellos estaban buscando la ocasin. Es que ellos mismos no conocen bien su poder y su dinmica sexual. Los padres sabios, entonces, no acusan sino que evitan proveer oportunidades para la carne de sus hijos. Sin embargo, no podemos siempre cuidar a nuestros jvenes; no es nuestro trabajo ser sus policas sino ir formndolos y ensendoles. Necesitan que hablemos honestamente del poder sexual y de la necesidad de huir de situaciones propicias para caer. El joven debe entender que es responsable de no proveer para la carne si quiere alcanzar la victoria. Seguir la justicia, la fe, el amor y la paz. La vida no debe ser "slo huir" sino tambin lograr y crecer en el bien. Glatas 5.16 dice: "Andad en el Espritu y no satisfagis los deseos de la carne". Sobre todo una relacin profunda y creciente con el Seor Jesucristo resultar en bendicin, riqueza y poder para vivir correctamente. Aparte de l nunca habr buen fruto. La tendencia natural de toda pareja es abandonar todas sus actividades y amigos, concentrndose en ellos mismos. Sin embargo, hacer esto es reducir su probabilidad de tener una pareja exitosa. Al comienzo tienen "diez mil cosas" para compartir que "nunca han contado a otro" y esto es hermoso. Con el tiempo, esas cosas se terminan y para compartir slo queda, aparentemente, el cuerpo. Es vital que toda pareja aprenda a buscar el bien, el crecimiento y el servicio significativo si buscan mantener una relacin vital. Es en este punto que tantos casados fracasan, terminando en una pareja aburrida y sin vida, por no buscar el nutrimiento apropiado. Muchos se concentran en lo fsico para llenar su vaco y las carencias personales, pero terminan con un peor sentido de vaco y de baja autoestima. "Con los que invocan al Seor con un corazn puro". Hay que huir, hay que seguir, pero, en tercer lugar hay que hacerlo con otros que tienen ambiciones espirituales. "Las malas compaas corrompen las buenas costumbres" (1 Co. 15.33). Las buenas compaas ayudan. Siempre hay que recomendar a las parejas que eviten la tendencia tan natural de estar solos por mucho tiempo y s estar con otros haciendo cosas buenas. Nuestro trabajo pastoral necesita ser "sumergido" en oracin y sabidura, para que la mente de la persona aconsejada pueda ser renovada en el entendimiento de la verdad y transformar as su vida (Ro. 12.2). Es en la renovacin el entendimiento que las personas son cambiadas. Si no han entendido no van a cambiar. Orar juntos como pareja cada vez que van a salir de paseo y al volver. Esa fue mi experiencia personal: tomar la costumbre de orar honestamente antes y saber que deberemos orar juntos despus. Eso fue de gran bendicin; es difcil pecar si uno ha orado y sabe que tiene que orar otra vez. Si uno de la pareja no est dispuesto a orar, puede ser una buena indicacin sobre qu compaero estamos buscando. El cultivar tiempo con el Seor, en pareja, fortalece la conciencia en el sentido de agradarle y obedecerlo. l nos ha creado con sexo y con impulsos sexuales, pero l nos ha enseado a usarlo dentro del matrimonio. Compartir tiempo con l, juntos, fortalecer la relacin de los "tres" y la lealtad que nos debemos. Desarrollar autocontrol es invertir en el futuro. Para el novio no hay forma ms rpida de perder el respeto de su novia, que el obligarla a decir "no" y ser ella quien frene la embestida. El hombre sabio sabe que debe controlar su pasin. El autodominio del hombre es fundamental para el xito sexual en el matrimonio y es ptimo cuando se desarrolla en el noviazgo. Esta es su gran oportunidad de hacerlo. Cuando ellos se casan, entran en un ambiente tremendamente estimulante. En la luna de miel se puede comenzar y sellar el fracaso sexual del futuro. l ver a su esposa desvestirse y se encender en la pasin. Despertar a la maana y encontrar a la mujer que tanto ama a su lado. El calor de su cuerpo, etctera, despertar otra vez la pasin. La hora de la siesta llega, y nuevamente la pasin. Si l no sabe controlarse, antes de terminar la luna de miel la esposa se sentir usada y creer que lo nico que a l le interesa es el sexo. Muchos hombres piensan: "Bueno, es legtimo, por qu no?". Sin embargo encuentran que su esposa empieza a escaparles, a no estar cerca, porque ella ve que siempre todo termina de la misma forma. Cuando el hombre no tiene este control terminar "quemando" la relacin sexual con su esposa. El sexo para ella se ha vuelto tedioso y huye. El hombre se siente rechazado y, en muchas ocasiones, la semilla de la infidelidad ha sido plantada. La clave est en el dominio propio del hombre, y el noviazgo le da la oportunidad para adquirirlo. Es vital rechazar los razonamientos engaosos. Las jvenes necesitan advertir la mentira de "si me amaras, te entregaras", contestando "si me amaras, no me pediras". Muchos piden una "prueba de amor" a su pareja. Si en el tiempo que llevan juntos no se pudo comprobar si el amor era verdadero, poco se ganar con una hora en la cama. El mantenerse puros es la mejor prueba de amor que un novio o novia pueden guardar para sus esposos. Necesitan comprender que el "estamos enamorados y vamos a casarnos" no legitima nada, y que justo por estar enamorados y deseando casarse es que deben esperar para garantizar el xito y no plantar las semillas de futuros grandes problemas. Si no han podido casarse hasta ahora, la posibilidad de tener que apurarlo por un embarazo no va a ayudar mucho. En jvenes que entran en el noviazgo con experiencia sexual de un noviazgo anterior, el razonamiento suele ser: "Lo hiciste con otro, y conmigo, a quien dices amar ms, no quieres hacerlo?", a lo que su pareja podr decir: "No quiero volver a echar a perder lo nuevo que Dios est haciendo en m. l me limpio y no para volverlo a arruinar. Ser limpio/a para ti porque Dios me limpi, y lo disfrutaremos en l y como l lo orden". Una buena idea es, en un grupo de jvenes dividido por sexos, hablar sobre los diferentes razonamientos que han escuchado y pensar en cmo contestarlos en el futuro. En diferentes culturas y edades hay variaciones en los razonamientos. Buscar pareja nicamente entre quienes comparten las mismas convicciones. No es suficiente que sea creyente; algunos jvenes "creyentes" nunca crucificaron sus deseos y pasiones. Al comienzo del noviazgo debern hablar y entenderse sobre cmo mantener la pureza en la relacin. Si uno de los dos no comparte esas convicciones es recomendable que se separen. Los jvenes que quieren jugar antes son los que suelen jugar despus. VIRGEN DE NUEVO? Tal vez en algn momento de su vida usted tuvo relaciones sexuales sin haber estado casado(a). Ahora se siente decepcionado porque siente que le fall a Dios. Cmo puede aliviar esa carga abrumadora? Puede acaso volver a obtener su virginidad? Si Jess le dijo a Nicodemo que poda nacer de nuevo, puede decirle a un joven que puede volver a ser virgen? Y si es as, qu tipo de virginidad sera esa? Suena ridculo. Virgen de nuevo? Por qu no pedir revivir la semana pasada? Cmo es posible empezar de nuevo? Una vez un hombre le hizo una pregunta similar a Jess: Cmo puede un hombre nacer siendo ya viejo? Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? (Juan 3.4). Jess le respondi que se refera a nacer de nuevo espiritualmente. Los humanos solamente pueden reproducir vida humana, pero el Espritu Santo da una vida nueva que proviene del cielo (Juan 3.6). Usted puede perder su virginidad fsica solo una vez. Lo hecho, hecho est. No puede regresar de nuevo a ese momento y el pasado trae consecuencias fsicas y emocionales. Si los recuerdos quedaron grabados en su cerebro, usted no puede pretender que se han ido. Pero espiritualmente, s es posible empezar todo de nuevo. Volver a nacer espiritualmente no destruye el pasado. Lo transforma. Una segunda oportunidad espiritual significa que no existen limitaciones para convertirse en lo que usted pueda. El Dios que hizo el universo de la nada puede tomar su pasado y crear algo hermoso. El apstol Pablo habl sobre esta transformacin cuando le escribi a un grupo de cristianos en Grecia. Ellos tenan mucho que lamentar de su pasado. Pero su pasado fue transformado porque confiaron en que Jess los redimira: O no sabis que los injustos no heredarn el Reino de Dios? No os dejis engaar: no los inmorales, ni los idlatras, ni los adlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarn el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Seor Jesucristo y en el Espritu de nuestro Dios. (1 Corintios 6.911) Cmo se empieza este tipo de transformacin? Usted no puede manejarla por su propia cuenta. Necesita el poder y el perdn de Dios. Y dnde la encuentra? Sencillamente la pide. La transformacin espiritual empieza tan simple y misteriosamente como eso. Usted la pide admitiendo su necesidad. Y Dios va a trabajar en su vida. As que cuando ha dejado de tener relaciones sexuales y pide perdn puede decir que usted es virgen? Tal vez ya no lo sea fsicamente pero debido a que Dios lo ha purificado, usted es virgen ante sus ojos. Eso quiz no limpie su reputacin o sus recuerdos pero s aclara su futuro con Dios. Usted es tan bueno como antes. Una vez que ha experimentado el perdn de Dios, todava tendr que enfrentarse a los restos de su pasado, por ejemplo, la culpa. Los sentimientos de culpa son respuestas internas emocionales y no siempre se puede confiar en ellos. Lo que podramos llamar una conciencia culposa es a menudo una mezcla de sentimientos como remordimiento, prdida, tristeza y vergenza. Estos son sentimientos naturales para alguien que ha tenido relaciones sexuales. El sentimiento de culpa no cambiar instantneamente. Como otras consecuencias naturales embarazo, enfermedades, o recuerdos dolorosos los sentimientos no necesariamente desaparecen cuando Dios transforma su vida. Pero l s remueve su aguijn. Por eso, aunque usted siga sintindose culpable, es vital que conozca que, mientras Dios est interesado, usted no es culpable. Esa es la verdad de 1 Juan 1.9; donde Dios promete que nos perdona y nos limpia cuando le confesamos nuestros pecados. Y esa es la verdad de Jeremas 31.34, donde Dios promete que perdona nuestros pecados para siempre. Jess no muri en la cruz para cargar con sus sentimientos. l muri para cargar sus pecados. Limpio de pecados, usted puede trabajar en transformar sus sentimientos en tiles herramientas para el servicio de Dios. Ellos no necesitan llevarlo hacia abajo. Si son transformados, usted puede tener compasin por el dolor de otras personas. Y pueden darle una determinacin profunda para no equivocarse de nuevo. Este artculo se public por primera vez en Campus Life magazine, usado con permiso. YA NO PUEDO MS Hace poco un joven pidi consejos para un problema que no poda vencer. Deca: Ya no puedo ms. La tentacin es demasiado fuerte. Pareciera que no hay victoria para m; slo derrota continua. Debe de ser el demonio. En este artculo mi propsito es explicar uno de los principios bblicos para ayudar a este joven y a otros miles que piensan que no pueden vencer la tentacin. Hace poco un joven pidi consejos para un problema que no poda vencer. Deca: "Ya no puedo ms. La tentacin es demasiado fuerte. Pareciera que no hay victoria para m; slo derrota continua. Debe de ser el demonio". En este artculo mi propsito es explicar uno de los principios bblicos para ayudar a este joven y a otros miles que piensan que no pueden vencer la tentacin. El ser humano posee algo maravilloso: la capacidad de adquirir hbitos con facilidad. Un hbito es un movimiento, pensamiento o reaccin realizado vez tras vez hasta que se fija y es parte de la rutina. Por ejemplo, nos ponemos primero el mismo zapato cada da. Al hacerlo de manera distinta sentimos como si hubiera sucedido algo raro. Recuerdo la primera vez que visit Gran Bretaa. All se conduce sobre la mano izquierda, y los controles del auto estn a la derecha. Para mi sorpresa me proporcionaron un automvil durante el tiempo de mi estada. Por mi parte, yo nunca haba tenido que cambiar velocidades con la mano izquierda, ni haba tenido que recordar constantemente de qu lado de la calle deba estar. (Hasta ese momento lo haba hecho en forma inconsciente). El primer da todo fue muy extrao porque no estaba acostumbrado. Sin embargo, decid no darme por vencido, ni dejar el coche. De manera que aunque en mi vida anterior se me haba enseado algo distinto, tuve que hacer las cosas de acuerdo a las costumbres britnicas. Despus de seis semanas de haber conducido en Gran Bretaa regres a casa. Volv a conducir mi automvil, pero volver a manejar sobre la derecha me resultaba confuso, y a los dos das casi tuve un accidente fatal. Al ao siguiente regresamos a Inglaterra. Nuevamente me dieron un automvil, y nuevamente tuve que hacer el esfuerzo del cambio. Poco tiempo transcurri esa vez para que me sintiera cmodo y seguro con las nuevas normas. No obstante, un da estaba muy cansado y entr en una rotonda -glorieta- por la derecha (hay que recordar que ellos circulan en sentido contrario). Intent cambiar la velocidad rpidamente para salir del embrollo, pero para ello us la acostumbrada mano derecha, y lo nico que consegu fue bajar la ventanilla. Qu me haba pasado? Haba regresado a las viejas normas. Es exactamente lo que sucede a veces en la vida espiritual. Pensemos en el joven que no poda vencer su problema. Cuando recibi a Cristo tena muchos hbitos ya formados, hbitos pecaminosos viejas normas. Personas como l van al Seor y sienten gran emocin y el gran alivio de que sus pecados estn perdonados; estn "conduciendo un nuevo automvil", y todo esto los sostiene por das, semanas y an meses. Sin embargo, despus de un tiempo, algunas de las viejas tentaciones regresan. Quiz la persona diga: "Yo cre que una vez redimida nunca ms iba a tener tentaciones. Qu hago? No quiero hablar con el hermano pastor ni con los ancianos porque seguramente no van a entender. Ellos son gente santa". Tarde o temprano la persona sentir que sus oraciones no llegan siquiera al techo. Para qu orar? Luego dejar de estudiar la Biblia, agregando: "No quiero ser hipcrita, por lo tanto voy a dejar de asistir a la iglesia. Siento que aqu en la tierra no puedo vivir en victoria, es imposible que sea creyente en Cristo y que al mismo tiempo, tenga esos pensamientos". El principio de sustituir. Lo que sucedi con la persona es que sali de su viejo automvil, entr en el segundo vehculo pero no se qued all el tiempo suficiente como para acostumbrarse a las nuevas normas en su vida, adems no sustituy las viejas normas de vida por las nuevas normas bblicas. Napolen dijo: "Para conquistar hay que sustituir". Lo que le falt a ese cristiano fue sustituir por medio de la disciplina bblica. Pablo explica en Tito 2:11,12: "Porque la gracia de Dios que trae salvacin se ha dejado ver de todos los hombres. Y esa gracia nos ensea a decir no a la impiedad y a las pasiones mundanas, y a vivir en este tiempo una vida sobria, justa y piadosa" (NVI). En este pasaje encontramos la palabra "ensea". En el griego es la palabra "disciplina". Cuando este trmino se traduce al espaol como "disciplina" (Hebreos 12:5-11), significa educar por medio de la disciplina. La victoria requiere una vida disciplinada, que es resultado de la gracia del Seor. No es el tipo de disciplina militar sino una disciplina administrada por la gracia del Seor. Esta disciplina tiene dos caras: Lo que uno tiene que dejar, aquello a que hay que renunciar y decir un rotundo "no"; y Lo que de acuerdo a la Biblia uno tiene que poner en su lugar. Al aconsejar, siempre busco estos dos aspectos: Las actitudes, acciones, etc. que hay que abandonar; y las normas bblicas que deben aparecer, disciplinadamente, hasta que formen nuevos hbitos en la vida. Encontramos este principio en toda la Biblia. En 1 Timoteo 4:7, Pablo dice: "Ejerctate (disciplnate) para la piedad ". En Isaas 1:16,17 leemos: "Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien". Es importante notar que el apstol Pablo tena que aprender a contentarse (Filipenses 4:11). En 2 Timoteo 3:16, Pablo habla de "instruir (o entrenar) en justicia". En Hebreos 5:11-13 se nos hace una descripcin de los inmaduros. En el v. 14 el escritor define a una persona espiritualmente madura, diciendo: "Pero el alimento slido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso, tienen los sentidos ejercitados (entrenados, disciplinados) en el discernimiento del bien y del mal". Segn Hebreos, la persona madura ha sujetado sus sentidos a la Palabra de Dios por el poder del Espritu Santo, a tal punto que discierne bblicamente. Podemos ver este proceso en 2 Pedro 2:14 donde el apstol declara que los pecadores tienen el corazn habituado a la codicia. Proverbios 23:12 dice: "Aplica tu corazn a las enseanzas y tu odo a las palabras de sabidura". El momento de la tentacin. El principio de dejar y sustituir opera tambin en el momento de la tentacin de codiciar, de mentir, de chismear, de enojarse, etc. Dice el apstol Juan: "En verdad, en verdad os digo, si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, produce mucho fruto" (Juan 12:24). Consideremos tambin Lucas 9:23: "Si alguno quiere venir en pos de m, que se niegue a s mismo, que tome su cruz cada da y que me siga". El grano de trigo representa mi deseo pecaminoso. Para poder vencer en el momento de la tentacin, mi voluntad debe sujetarse a la voluntad de Dios. El lema ha de ser: morir para vivir. Esto es tomar la cruz, morir al deseo pecaminoso en el momento de la tentacin. Pero Lucas exhorta a tomar la cruz "diariamente". No se gana la victoria hacindolo una sola vez, sino da a da hasta que produzca nuevos hbitos bblicos en la vida. Ejemplos en Efesios 4. Comentaremos ahora algunos ejemplos de estos principios segn Efesios 4:17-28: "Esto, pues, digo y requiero en el Seor; que ya no andis como los otros gentiles andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazn; los cuales, despus que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habis aprendido as a Cristo, si en verdad le habis odo, y habis sido por l enseados, conforme a la verdad que est en Jess. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que est viciado conforme a los deseos engaosos, y renovaos en el espritu de vuestra mente, y vestos del nuevo hombre, creado segn Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prjimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte ms sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qu compartir con el que padece necesidad". Advertimos que el punto de partida es la mente y lo que en ella tiene lugar. Notemos que se hace referencia a "la mente" (v. 17); "el entendimiento, la ignorancia" (v. 18); "aprender" (v. 20); la "renovacin de la mente" (v.23). El apstol hace resaltar la importancia de renovar la mente mirando las cosas desde la perspectiva de Dios (tanto el pecado como la solucin y los recursos para poner en prctica las nuevas normas). El ejemplo de la mentira. Supongamos que una persona pide consejos porque su problema es ser mentiroso (puede ser el problema principal o un factor contribuyente). Cundo el mentiroso deja de serlo? Generalmente una persona miente bajo determinadas circunstancias, para cubrir su irresponsabilidad o para no sacar a la luz su propia vergenza. Podra ser parte de la cultura, pero es muy posible que cuando va a buscar consejo, no se presenten las circunstancias bajo las cuales acostumbra a mentir. El hecho de que el mentiroso sea veraz en un momento determinado no significa que haya superado el problema. Hemos mencionado la sustitucin de una cosa por otra o como dice Pablo: "despojarse" y "vestirse". Cul es el consejo del apstol cuando nos exhorta a no mentir? "Hablad verdad cada cual con su prjimo" (Efesios 4:25). Es importante decir "no" a la tentacin de mentir, pero adems hay que decir "s" a la verdad. Y no basta hacerlo en una sola oportunidad; debe repetirse vez tras vez hasta que se convierta en nueva forma de vida. Es entonces cuando se puede afirmar que el mentiroso ya no lo es. El ejemplo del ladrn. Pablo nos da otro ejemplo en Efesios 4:28, el ladrn. Cundo el ladrn deja de ser tal? Cundo deja de hurtar? No necesariamente. Puede darse el caso de que en algn momento no tenga necesidad econmica, y por lo tanto no hurta. El ladrn deja de ser ladrn cuando: Ya no roba ms (v. 28), y por el poder del Espritu Santo aprende a decir "no" al deseo pecaminoso. Ya no es ladrn cuando haya sustituido el viejo deseo por la norma bblica. Segn Pablo el ladrn deja de ser tal cuando haya encontrado un empleo digno, cuando est ganando un salario y est compartiendo sus ganancias con los que tienen necesidad. Pero eso no es algo que sucede en un momento ni en un mes. Tienen que establecerse nuevas normas de vida. Es importante notar que los tres elementos funcionan en conjunto. En primer lugar encuentra un empleo digno, para luego compartir esas ganancias con los dems. Ahora estimado lector, es hora de poner en prctica estos principios. Sugiero que usted tome los ltimos 2 3 casos que haya aconsejado. (problemas maritales, personales, etc.) y haga una lista de las prcticas que el individuo ha tendido que abandonar para agradar a Dios. Despus, Biblia en mano, busque las prcticas, actitudes, etc. que la persona debe poner en su lugar. Luego, trace un plan de accin para que las nuevas normas bblicas formen parte permanente de la vida. Estoy seguro de que jams escucharemos la frase: "Ya no puedo ms"