Nahúm - El Limite de La Tolerancia Divina

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Leccin Bblica para la Escuela Sabtica

8. NAHM EL LIMITE DE LA TOLERANCIA DIVINA 23 de Agosto de 2014



Pr. Alfredo Oliveira Silva

TEXTO BSICO
El SEOR es lento para la ira, imponente en su fuerza. El SEOR no deja a
nadie sin castigo. Camina en el huracn y en la tormenta; las nubes son el polvo de
sus pies. (Nah. 1:3, NVI)

INTRODUCCIN
El reino de los asirios con su capital en Nnive, haba sido una nacin
prspera durante siglos en el momento en que el profeta Nahm apareci en la
escena y anunci su orculo contra Nnive. Desde el ao 722 a.C., los asirios
conquistaron el reino del norte de Israel. En ese tiempo tambin amenazaron
gravemente a Jud, el reino del sur. Slo la intervencin divina impidi la
profanacin de Jerusaln pocos aos despus en el ao 701 a.C. (1Re. 17-19).
En el tiempo de Jons, el Seor se compadeci de los ninivitas, salvndolos
de la destruccin inminente. Por desgracia, el tiempo pas y ellos se olvidaron del
perdn divino, volviendo a pecar contra Dios, que haba dispensado su misericordia
a la grande, poderosa y perversa ciudad. Ahora, un siglo y medio despus, el
imperio cuyas atrocidades hicieron temblar al mundo y que actu como instrumento
de Dios en contra de un Israel pecador, estuvo al borde de la destruccin divina. Es
en ese contexto que el profeta Nahm proclama la ruina inevitable de Nnive.

AUTORA, FECHA Y LUGAR
El autor del libro se identifica a s mismo como Nahm (heb. Consolador) el
elcosita (1:1), personaje no mencionado en ningn otro lugar en las Escrituras. El
nombre del profeta es formado por la palabra hebrea similar a otras que significan
lleno de gracia y lleno de compasin. Algunos estudiosos no ven la conveniencia
de esta designacin, ya que Nahm proclama un mensaje de destruccin y
devastacin. Pero un examen ms detallado revela que la naturaleza del libro es
ante todo un mensaje de consuelo para el pueblo de Jud.
1

El lugar del nacimiento de Nahm, Elcs, tambin sigue siendo desconocido y
difcil de determinar la ubicacin. Hay muchas teoras sobre dnde se encontraba
esa ciudad, aunque no hay una evidencia concluyente, slo suposiciones. Sin
embargo, se han presentado tres sugerencias principales en cuanto a su identidad.
La primera dice que Elcs era una ciudad en Asiria, situada a pocos kilmetros al
norte de Nnive, y donde hay una tumba que por mucho tiempo ha sido sealada
como siendo del profeta. Este punto de vista se basa en una tradicin que proviene
del siglo XVI. Sin embargo, autoridades en la materia rechazan este lugar. La
segunda teora dice que se refiere a la ciudad que ms tarde fue llamada
Capernaum (lo que literalmente significa la villa de Nahm) en el Mar de Galilea, al

1
DUNNING, H. Ray. O livro de Naum. In: Comentrio bblico Beacon, v. 5. Rio de Janeiro: CPAD,
2005, p. 203.
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Norte de Israel. Sin embargo, no se puede mantener con certidumbre que
Capernaum recibiera su nombre por el profeta. Un tercer punto de vista sita Elcs
en el territorio al sur de Jud.
Dada la limitada cantidad de informacin que conocemos acerca de Nahm,
lo mejor que podemos hacer es reducir el plazo en el que el Libro de Nahm fue
escrito entre el 663 y el 612 a.C., probablemente ms cerca de esta ltima fecha.
Dos eventos son mencionados que nos ayudan a determinar estas fechas. Primero,
Nahm 3:8 menciona a Tebas (No Amn) la capital del Alto Egipto cayendo ante los
asirios, en tiempo pasado, as que esto ya haba sucedido en el ao 663 a.C.
Segundo, la advertencia de las profecas de Nahm acerca de la destruccin de
Nnive (capital de Asiria) se cumpli en el ao 612 a.C.
2

La profeca de Nahm, al igual que otros profetas menores, no tiene en
cuenta las fechas, pero si es fiel al mensaje revelado por Dios a su profeta. El Libro
de Nahm se centra en una nica preocupacin: la cada de la ciudad de Nnive.
Tres secciones principales, correspondientes a los tres captulos, comprenden la
profeca.
3


DIOS, EL JUSTO JUEZ
El primer captulo describe el gran poder de Dios, y cmo ese poder en s
funciona en la forma de proteccin para los justos y el juicio de los impos. Aunque
Dios nunca se apresura a juzgar, su paciencia puede no siempre darse por sentado.
Toda la Tierra est bajo su control, y cuando l se manifieste en el poder, hasta la
naturaleza se encoge ante l (1:1-8). En su estado de angustia y afliccin (1:12),
Jud poda dudar fcilmente de la bondad de Dios e incluso cuestionar su poder.
Pero el Seor promete restaurar la paz (1:15), para derrotar a los enemigos de su
pueblo (1:13-15), y para eliminar la amenaza de la afliccin renovada (1:9). La
prediccin del destino de Nnive forma un mensaje de consuelo a Jud (1:15).
La profeca de Nahm se inicia con una sentencia: Profeca sobre Nnive.
Libro de la visin de Nahm de Elcs (1:1). Estos trminos contienen una
declaracin fuerte, que traer en su cumplimiento el sufrimiento, dolor y destruccin
de Nnive, la capital del poderoso Imperio Asirio en el ao 612 a.C.
4

Nnive era una de las ciudades ms antiguas del mundo. Su fundador fue
Nimrod (Gn. 10:8-11), y junto con Babilonia represent una gran amenaza para el
pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Era la capital del Imperio Asirio, que
domin y aterroriz el mundo, siendo proverbial la crueldad de los asirios hacia los
pueblos dominados.
5

La profeca de Nahm comienza con declaraciones impactantes sobre Dios,
el juez que juzgar los actos de Nnive. La figura del juez evoca la justicia y, para
que pueda llevarse a cabo, es indispensable que el juez tenga autonoma y no

2
PFEIFFER, Charles F. El comentario bblico Moody: Antiguo Testamento. El Paso, TX: Casa
Bautista de Publicaciones, 2003, p. 847.
3
COELHO FILHO, Isaltino Gomes. Os profetas menores (II): Miquias, Naum, Habacuque, Sofonias,
Ageu, Zacarias, Malaquias. Rio de Janeiro: JUERP, 2002, p. 58.
4
COELHO FILHO, Isaltino Gomes. Op. cit., p. 58.
5
COELHO FILHO, Isaltino Gomes. Op. cit., p. 58, 59.
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pueda ser intimidado o daado. Dios no depende de Nnive, no puede ser intimidado
ni corrompido por ella. El Juez es justo y la justicia vendr. El mensaje de Nahm
presenta, por un lado, la ira y la justicia, y por otro la misericordia y la gracia. Dios es
justo Juez, y su juicio se ejecutar sobre todos. La crueldad de Nnive ser punida, y
el clamor de los oprimidos ser odo. Entre los muchos atributos de Dios est la
justicia. El profeta Jeremas dice que l es Jehov, justicia nuestra (Jr. 23:6). Ese
Seor, el justo Juez, se levantara para juzgar a Nnive. l an continua juzgando y
por fin se levantar para juzgar toda la tierra (Sl. 7:8; 97; Rm. 2:16).
El Seor es justo Juez, y siempre ejecuta sus juicios, que son perfectos. En
un contexto de justicia morosa, y a veces acusada de parcialidad, el recordatorio de
que Dios es un justo Juez debe consolar y confrontar a su pueblo, y despertarlo a la
bsqueda de una vida justa en todos los mbitos, y a la promocin de la justicia, que
se realiza cuando la Iglesia ejerce su voz proftica.

DIOS JUZGA A NNIVE
El captulo dos describe la inminente destruccin de la ciudad de Nnive (2:1-
13). Por ms poderosa que fuera Nnive, por mayores que fuesen sus logros, y por
ms terror que explayase, esta situacin no quedara impune. Dios juzgara la
ciudad temida, y ella no podra resistirlo. Aquella que haca temblar las naciones ni
siquiera sera oda, porque el Seor de los ejrcitos estaba en contra de ella.
Los intentos de defender la ciudad contra sus atacantes sern en vano,
porque el Seor ha decretado la cada de Nnive y la restauracin de Jud, y nadie
puede oponerse a Dios (2:1-7). Inundaciones vendrn a la ciudad, barriendo todas
las estructuras poderosas, hechas por el hombre (2:6). Su palacio sera destruido
(2:6). Los ciudadanos de Nnive sern arrastrados como cautivos (2:7), mientras que
otros huirn aterrorizados (2:8). Sus preciosos tesoros sern saqueados (2:9), y toda
fuerza y confianza en s mismos desaparecern (2:10). La dentadura poderosa del
len se reducir a la desolacin, porque heme aqu contra ti, dice Jehov de los
ejrcitos (2:11-13).
Dios juzgar a Nnive y toda su soberbia y arrogancia. He aqu la terrible
sentencia: Encender y reducir a humo tus carros, y espada devorar tus
leoncillos; y cortar de la tierra tu robo, y nunca ms se oir la voz de tus
mensajeros (2:13). Aquella a quien nadie poda oponerse, y a todos dominaba
cruelmente, ahora tena en su contra al Seor del universo, que sobre ella aplicara
Su juicio.
No es de extraar que Dios anuncie: Heme aqu contra ti (2:13). Ms de un
siglo antes, el Seor haba enviado a Jons a advertir al pueblo de Nnive, y fue
cuando la ciudad se arrepinti, l retir su juicio. Sin embargo, el tiempo de los
ninivitas se haba agotado y era llegado el fin. Asiria se quedara sin armas, sin
lderes y sin victorias a ser anunciadas por sus mensajeros.
6
Dios juzg a Nnive en
el pasado, y juzga a los opresores en todos los tiempos; ninguna injusticia deja de

6
WIERSBE, Warren W. Comentrio bblico expositivo: Antigo Testamento, v. 5. Santo Andr, SP:
Geogrfica editora, 2006, p. 505.
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ser ponderada en el juicio divino (Ec. 12:14). Por ms que a los ojos humanos
parezca que Dios retarda su justicia, por ms que la justicia humana falle, el juicio de
Dios es cierto, justo y siempre llega en el momento adecuado, en el tiempo de Dios.
En medio de las dificultades, sufrimientos y dolores, los siervos y siervas del
Seor que estn siendo oprimidos deben recordar que el socorro viene de Jehov,
que hizo los cielos y la tierra (Sl. 121:2). Esta bienaventurada esperanza y gloriosa
certeza renovarn las fuerzas de aquellos que alzaren sus ojos hacia el socorro que
viene del Seor.

DIOS PUNE A NNIVE
El tercer captulo constituye la parte final del libro de Nahm y se constituye
una advertencia para todos aquellos que actan injustamente: el castigo de Jehov
es justo, y su juicio es inevitable. Esta seccin tambin incluye una descripcin de la
cada de Nnive seguida de una burla.
El juicio de Dios no es genrico, es especfico. Nada se pasa por alto, o se
olvida, por el justo Juez. El juicio de Dios puede parecer demasiado duro, pero se
justifica en su condena. Al juzgar, Dios lo hace de forma justa y enumera los
pecados de la cruel ciudad. Nnive era una ciudad sanguinaria (3:1), una ciudad
culpable de derramar la sangre inocente de otras personas. Era una ciudad conocida
por el engao, la mentira, el robo y el desenfreno (3:1, 4). Tal vicio era una ofensa a
Dios, por eso su veredicto del juicio era inevitable (3:2, 3, 5-7). Como Tebas, una
ciudad egipcia que cay a pesar de numerosos aliados y fuertes defensas, Nnive no
puede escapar del juicio divino (3:8-13). Todos los esfuerzos por sobrevivir
resultaron intiles (3:14, 15). Tropas se dispersan, los lderes se pierden, y la gente
corre por los montes (3:16-18). El juicio de Dios ha cado, y los Asirios son tomados
por los pueblos, hechos vctimas sin piedad, lo cual causa regocijo y celebracin, en
respuesta a la noticia (3:19).
Las consecuencias de las acciones de Nnive sern sentidas. Una de las
leyes de Newton establece que para cada accin hay siempre una reaccin opuesta
e de igual intensidad. La crueldad de Nnive fue una accin de una sociedad
pecaminosa y perversa y tuvo como reaccin la punicin divina, vista por algunos
como muy grave. Sin embargo, se tratan de las justas consecuencias de los actos
pecaminosos practicados (3:5-18).
Cuando cae el opresor, los oprimidos celebran (3:19), y la celebracin se da
porque se ha hecho justicia y se ha logrado la libertad. El cristiano debe evitar
cualquier deseo de venganza, o incluso el oprimido no debe tener como meta
convertirse en opresor, porque escrito est: Ma es la venganza, yo pagar, dice el
Seor (Rm. 12:19).
El tercer captulo cierra la profeca de Nahm de forma completa al enumerar
la causa del juicio, el nombramiento de los pecados de Nnive, al describir la
aplicacin de un castigo justo y al registrar la reaccin de alivio de los que fueron
vctimas de Nnive. En un mundo cruel e injusto, la justicia de Dios interviene para
poner fin a la situacin. No siempre el juicio sobre los opresores viene cuando los
oprimidos desean, pero su venida es inevitable.
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CONCLUSIN
La profeca de Nahm presenta un relato grave de la aplicacin del juicio de
Dios. Mientras que el mensaje del cristianismo enfatice su maravillosa gracia,
celebrada en muchas canciones, el mensaje de la gracia salvadora no puede
prescindir del anuncio del juicio divino. La gracia se manifiesta en paralelo al juicio
divino (Rm. 3:23, 24; 6:23).
La manifestacin de la gracia salvadora ocurre en un ambiente de
juzgamiento del pecado, el cual tiene la muerte como consecuencia. Estas verdades
impregnan toda la Biblia. Nahm nos muestra que Dios es lento para la ira, pero
tambin muestra que la retribucin de los pecados, si no hubiera un cambio real en
las actitudes a travs del arrepentimiento, se da en el momento adecuado. Su
misericordia no puede ser interpretada como una concesin al pecado, sino como
una oportunidad para una vida de justicia y quebrantamiento.
La profeca de Nahm es una advertencia de que la tolerancia divina tiene
lmites, y cuando termina, el juicio es efectuado. La vida humana no puede ser vivida
sin tener en cuenta que hay un Dios justo, que no tolera la injusticia.

PREGUNTAS PARA DEBATE EN CLASE

1. Qu informacin tenemos sobre el profeta Nahm? (1:1)

2. Qu dos atributos de Dios nos subraya el profeta? (1:2-3)

3. A pesar de todo el contexto que se lanza en la tormenta, dnde se encuentra la
isla de calma en el lago tormentoso de la vida de Nahm? (1:7)

4. Compare Nahm 1:12-14 con Isaas 37:36-38, y responda: Qu similitudes hay
entre las dos profecas bblicas?

5. Hay hoy en Nnive y Asiria una prueba de que la profeca de Nahm es verdad?
(2:13)

6. Cul fue la razn principal por la que el Seor de los ejrcitos dijera: He aqu yo
estoy contra ti, y yo te mostrar a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu
vergenza? (3:5)

7. Compare la reaccin de la gente cuando se destruye a Nnive (3:19) con la de la
cada de Babilonia en Apocalipsis 19:1-10, y responda: Qu puntos hay en comn
entre los dos eventos?

8. Nnive fue juzgada por Dios por sus pecados. Cules son los pecados cometidos
por nuestras ciudades hoy en da? Cul es la relacin entre la gracia y la justicia, y
cmo esta relacin influye en nuestra vida cotidiana?

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