Sofonías vivió en el siglo VII a.C. en Jerusalén y profetizó durante el reinado de Josías. Anunció el juicio divino sobre Judá y las naciones vecinas debido a sus pecados e idolatría, y describió el "día del Señor" como un día de ira y destrucción. No obstante, ofreció la esperanza de restauración para un pequeño remanente humilde que busque refugio en el Señor.
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Sofonías vivió en el siglo VII a.C. en Jerusalén y profetizó durante el reinado de Josías. Anunció el juicio divino sobre Judá y las naciones vecinas debido a sus pecados e idolatría, y describió el "día del Señor" como un día de ira y destrucción. No obstante, ofreció la esperanza de restauración para un pequeño remanente humilde que busque refugio en el Señor.
Descripción original:
una descripción de todo el libro y sus puntos mas importantes
Sofonías vivió en el siglo VII a.C. en Jerusalén y profetizó durante el reinado de Josías. Anunció el juicio divino sobre Judá y las naciones vecinas debido a sus pecados e idolatría, y describió el "día del Señor" como un día de ira y destrucción. No obstante, ofreció la esperanza de restauración para un pequeño remanente humilde que busque refugio en el Señor.
Sofonías vivió en el siglo VII a.C. en Jerusalén y profetizó durante el reinado de Josías. Anunció el juicio divino sobre Judá y las naciones vecinas debido a sus pecados e idolatría, y describió el "día del Señor" como un día de ira y destrucción. No obstante, ofreció la esperanza de restauración para un pequeño remanente humilde que busque refugio en el Señor.
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(en hebreo Zephanja, que es "el Señor oculta", "el Señor
protege") ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 640 a 610 a.C.
Sofonías vivió en el tiempo de Jeremías, Habacuc y Nahum. Así
como esos profetas, él habla en contra de los pecados del pueblo. Él profetiza el juicio sobre Judá y las naciones vecinas así como también las bendiciones sobre la Jerusalén restaurada. Sofonías profetizó en los días de Josías (1:1). Era tataranieto de Ezequías (1:1), y por lo tanto de sangre real y pariente de Josías. Este, en 639-608 a.C. y después del reinado largo y malo de Manasés, hizo grandes reformas (2 Crónicas 34) en las cuales Sofonías tuvo parte prominente. Así pues, esta profecía se dio muy pocos años antes de sellarse la suerte de Judá. Probablemente, a Sofonías le tocó jugar un importante papel en el proceso del rearme moral y espiritual de Judá; pero dado que su proclama encaja más bien en una época de depravación y en una sociedad dominada por el paganismo, y además, dado que no contiene la menor alusión a las reformas de Josías, es fácil suponer que la actividad del profeta corresponde a un tiempo algo anterior a la puesta en marcha de la obra realizada por el rey, quizás a los años 630 a 625 a.C. Noveno de los Profetas Menores 12 del Antiguo Testamento de la Biblia, el Libro de Sofonías toma su nombre del profeta Sofonías, cuyo ministerio pone su autoría en c. 630 antes de Cristo en Jerusalén. El libro consta de dichos ataques imitaciones de extranjeros prácticas religiosas, la idolatría, y los que dudan de la amenaza de la ira del Señor. El día del Señor es, pues, un concepto clave, con la posibilidad de liberación si el pueblo se arrepiente. La sentencia en el día del Señor dejará un remanente humildes que buscan su refugio en el Señor. Los oráculos contra las naciones extranjeras (capítulos 2-3) se cree que contienen algunos dichos del profeta verdadero, pero otros dichos en estos capítulos, probablemente datan de la época posterior al exilio. El libro de Sofonías consta de tres partes en el texto masoreta hebreo y de cuatro capítulos en las versiones cristianas. La Nueva Versión Internacional proporciona los siguientes títulos a las diferentes partes del libro. •1:1 Sofonías •1:2-3 Advertencia sobre la destrucción venidera •1:4-13 Juicio contra Judá •1:14-18 El gran día del Señor •2:1-3 Sofonias 2 •2:3-7 Juicio contra los Filisteos •2:8-11 Juicio contra Moab y Amón •2:12 Juicio contra Cus •2:13-15 Juicio contra Siria 3:1-8 Sentencia de Jerusalén 3:9-13 Efectos de la Sentencia 3:14-20 Restauración de Israel El mensaje profético de Sofonías (=Sf) comienza con el anuncio de un desastre de dimensiones universales. Jehová afirma que, a causa de los pecados de Judá, va a destruir «todas las cosas de sobre la faz de la tierra», lo mismo a seres humanos que a bestias. Solo se salvarán —«quizá»— los «humildes de la tierra» y los que de veras buscan actuar con justicia (1.2–2.3). En una segunda sección (2.4–3.8), el oráculo del profeta se proyecta más directamente sobre los enemigos de Judá. El juicio de Dios alcanzará a las naciones paganas, desde los filisteos habitantes de las costas mediterráneas hasta los asirios de la Mesopotamia. En tercer lugar (3.9–20), la voz de Sofonías proclama un mensaje de esperanza dirigido al pequeño resto, al «resto de Israel» (v. 13), al «pueblo humilde y pobre» (v.12) que habrá sobrevivido a la catástrofe. A este le anuncia el profeta «pureza de labios» para invocar el nombre de Jehová (v. 9), y liberación definitiva de toda cautividad (v. 19). El tema central del mensaje de Sofonías es el anunciado «día grande de Jehová» (1.7, 10,14), tema que ya había despertado el interés de otros profetas (cf. Am 5.18–20). Sofonías lo describe con sombrías pinceladas: «Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla» (1.15). En él habrá clamor, castigo y saqueo, y en él gritarán los valientes (1.8–13). Pero también ese día terrible pondrá fin al dominio de la maldad sobre la tierra y a la indiferencia de quienes piensan que Dios permanece ajeno al drama de la existencia humana (1.12). Hay una gran diferencia entre el día del Señor y el día que se le dedica al Señor. El domingo es el día del Señor, el día de la resurrección, pero el día del Señor es algo diferente y no debemos nunca confundir estos términos. El día del Señor era el día en el que el Señor resucitó de los muertos y por eso es por lo que celebramos el domingo. Pero el día del Señor es el día en que se manifestará la mano de Dios directamente en los asuntos de los hombres. Fíjese en el proverbio personal en todo el pasaje: "yo acabaré por completo con todo. Acabaré con los hombres y con los animales. "Eliminaré a la humanidad. Dios está obrando por medio de los acontecimientos de la historia, por medio de las naciones, de los ejércitos y de las diversas calamidades que acontecen. Su mano está oculta, envuelto en el guante de la historia, pero todos los escritores de la Biblia concuerdan en que vendrá ese día en el que Dios intervendrá directamente de nuevo en los asuntos de los hombres.